10 Los domingos, cavilar
Ilustración crítica
Fernando Merodio
ALERTA 29-07-2018
Asegura Baudrillard que aún peor que la condición mortal de la naturaleza humana es su inclinación depredadora, asesina ¿Hasta cuándo podrá aguantar nuestro planeta la explotación material y vital a que, en especial, lo somete el dinero?
Ya en el s. XVII, doctos británicos, franceses, alemanes,... alentaban la ilustración, que luego aplicaron los revolucionarios franceses al combate contra la incultura que vejaba a la humanidad y hoy exige organizarse contra el poder que abusa del candor crédulo nacido del exceso de información... manipulada; pensar bien es luchar contra el error, usar la verdad, la realidad de las cosas, o, al menos, intentar ir hacia ello frente a la incultura, la superstición y la tiranía de ideas impuestas.
El punto débil de la ilustración es que, igual que impulsó el ánimo liberador de sus promotores, hoy se usurpa para potencia el poder de quienes destruyen los pueblos y recursos de la tierra; frente a ello, Hegel identificó en su "Filosofía del derecho" la cultura con la liberación y el trabajo hacia ella, dura fatiga contra la subjetividad de la conducta, la inmediatez del deseo o la arbitrariedad del gusto de cada cual o, aun peor, de quienes mandan, dureza que explica la nula atención que ello recibe.
¿Quiénes deberán custodiar y difundir los saberes? Desde luego no los que con su insano poder destruyen el planeta y con la desigualdad a sus habitantes, ni tampoco sus dóciles siervos, sino gente combativa, capaz de desvelar y difundir los destructivos efectos de la cultura usada como medio de dominación.
Pero, en verdad, quien custodia y divulga el saber, a su modo e interés, es el capital con sus medios de comunicación (radio, TV, periódicos) y asalariados con vocación dócil, iletrados funcionales, voz de un amo que, tras jubilarlos, exprime el triste bagaje que los más dóciles y pillos usurparon en sus años de servir pagado y hace que, en los mismos medios, sigan adoctrinando e, incluso, los lanza a entornos de cierta influencia/difusión social -ateneos, universidades, grupos culturales (¿), academias,...-, donde usan su perruna habilidad para difundir la falsa cultura, silenciando o, al menos, falseando debates tan necesarios como el urgente e indeclinable de analizar el dañino, ineficiente e insostenible "progreso", su perenne, único, argumento.
Quien dude, lea el listado de "ilustres jubilados" (directores, redactores,...) de los medios, estatales o regionales, de izquierda o derecha, iguales, y vea cómo su actual tarea es perpetuar su viejo y sectario mensaje al servicio del que manda... y paga.
Frente a ello, procede organizarse en torno a una extensa e intensa ilustración real y crítica y luchar para que ese saber, mucho y cierto, nos sea eficaz como miembros de la sociedad y parte de la naturaleza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario