El mundo burgués se construye de fragmentos que se componen con el tiempo a partir de referencias heterogéneas. (…) Tres íconos signan su perfil: el Renacimiento, la Reforma y la Ilustración. Elegimos una bisagra que nos permita ensamblar el tríptico, nos referimos a la hegemonía de la palabra. (…) que se despliega entre el contrato y la promesa, desde la contabilidad del Quattrocento al contrato social en Rousseau, del ‘sapere aude’ en Kant al análisis de la responsabilidad en Nietzsche y la ética protestante en Max Weber.(Tomás Abraham. “Davos y el desmoronamiento del mundo moderno”)