200 Los domingos cavilar
Conseguidores e influencers
Fernando Merodio
02/01/2022
“Otros se fatigaron y vosotros os aprovecháis de sus fatigas”. San Juan 4,39
"Banco Santander se incorpora a los promotores del parque eólico de El Escudo que lidera Iberdrola (...) La entrada de Banco Santander en el proyecto en absoluto es baladí, puesto que supone un espaldarazo a la actuación" (El Delirio Montañés. 29/12/21)
Cumplo, con esta, 200 Cavilaciones dominicales sucesivas y aprovecho la efeméride para, a cara de perro, denunciar que "conservadores" y "progresistas" están arrasando las humanas, viejas, entrañables fatiga y mérito, al tiempo que, cínicos sin pudor, las sustituyen por corrupción rampante, llamando los nuevos "bárbaros" “conseguidores” a quienes, usando en especial de sucios vínculos económicos, familiares o de amistad, y en general sin más mérito, logran que el poder público más ilegal e injusto, apoye, facilite, autorice el logro de lo que conviene a un interés particular, mientras dicen que es “influenciadores” o “influencers” quienes, sin ser siquiera famosos, usan medios, en especial del ámbito digital, para adornarse de una cierta credibilidad, -absurda- acerca de determinadas cuestiones, lo que les convierte en sus mensajeros/valedores..
un ejemplo es la abracadabrante noticia (¡) aparecida en El Delirio Montañés, tan ajena -como casi siempre- al mínimo rigor que es, sin más, falsa. pues el panfleto, indocumentado/malicioso, decía actuando al -impúdico- servicio del “conseguidorcillo” local Agustín "Valcárcel" -premonitorio, quizás, acabado en "l" y con acento en la segunda “a”- Polanco, discípulo sin duda de Manuel Huerta, cuyos rescoldos aún cabrillean trémulos en las inconstantes listas de sospechosos proyectos eólico, sin dinero el de la la "l" y el acento, pero dotado de bien engrasados vínculos diversos con, entre otros, judicatura y fiscalía que habría que analizar y aliado al gran capital vasco, a la pestilente Iberdrola, tan hedionda que -incluso para los maleables, capitalistas reguladores USA- no es lavable; explica con descaro el osado juntaletras de El Delirio que tan hábil operación “supone un espaldarazo a la actuación“, al dañino polígono industrial eólico, pues a “la compraventa de acciones (¡) a un ‘pool’ de propietarios, se añaden instrumentos financieros” que aparentan la solvencia que hoy no tiene el vendedor, sin reparar el anuncio en que vende Ocyener, S.L., sociedad de responsabilidad limitada, con participaciones, no acciones, y un capital social, tras su última ampliación, de ¡12.500 €!, lo que revela un magnífico negocio del banco que compra el 45% de la mitad del dudoso polígono industrial y asume la responsabilidad de ¡5.625 €!, mientras si hablan de cifras mayores, sea cual sea el truco usado, se trata de una operación cuya explicación social exige finura de orfebre, no zafiedad de conseguidor y/o especulador.
Para conocer con cierto detalle cómo funciona “la cosa”, los aficionados a google pueden trastear en la -que dicen- “trama eólica en Castilla y León”, en la que se asienta ese desarrollo por el que tanto suspiran, amor al “progreso”, M.A. Castañeda & Co, en que, con la dilación propia de la Justicia -en alguna ocasión- inexorable, verán cómo, tras varios años de vaivenes judiciales, “el juez imputa a 17 personas, dos ex altos cargos de la Junta”, “empresarios” y, faltaría más, alguna filial de Iberdrola, por el indudable “progreso” que -para ellos- significó tal trama, y encontrarán evidentes, constates coincidencias con la brillante operación, que alaba El Delirio, de Ocyener, S.L. y ese banco que, si no le paramos los pies, acabará marcando el paso -de oca- (in)cultural en nuestra ciudad, entre aplausos de paniaguados y tarugos.
Para saber un poco más de “conseguidores” e “influencers”, se puede, también, analizar las relaciones de Capital Energy con la que fue Directora General de Industria en Asturias, ejemplo paradigmático de puerta giratoria en ambas direcciones o, más reciente, la tramposa venta de Reitel, doloso e ilegal negocio de fibra óptica -sin autorizar y pagado a costa del recibo de la luz- de la semipública Red Eléctrica, refugio de destituidos políticos que hoy preside la “social-progresista” Beatriz Corredor- a KKR, multinacional USA que, por todo mérito energético, administra fondos de inversión y capital riesgo, al parecer asesorada por el “popular” Juan Lasala ex-consejero delegado de REE que -dicen- habría asegurado en público que “si sale la operación, me jubilo”, siendo cierto que, jubilado en efecto, al parecer asesora, mezcla de “conseguidor” e “influencer”, a interesados en la compra de activos de REE, empresa semipública en caída libre, a cuya cúpula, sin eliminar a los anteriores, han añadido -cuestión, parece, de cuota- a “progresistas” como Miryam Aguilar, Eva Santiago, Laura de Rivera, Fátima Rojas, Eva Pagán,…, una venta, la de la fibra óptica, en la que al asesor corresponde un “pastizal”, entre el 1 y el 2% del total importe de la operación, concurriendo, además, en el caso de Lasala la muy sucia coincidencia de que es “presidente no ejecutivo” -¿qué es eso que tan poca cosa suena?- de la hoy omnipresente Capital Energy, en la -muy- sucia pelea por acceder a la red de transporte de muy alta tensión… que gestiona REE, acceso que, no olvidar, hacen que solamente las empresas a las que sean concedidos tendrán posibilidad de recibir el esperado maná de los “fondos europeos”… que pagaremos entre todos.
Adriana Lastra, Beatriz Corredor y Ángel Gabilondo (Foto: PSOE).
La importancia del “conseguidor” o “influencer” económico/político estriba en su capacidad -sea cual sea la causa, casi siempre sucia- y coarta decisiones relevantes, usando también casi siempre a los medios de comunicación afines, interesados.
Vuelvo al principio, a la extraña relación eólica entre el pequeño, mínimo “Valcárcel” y Ana Botín, cuyo Banco Santander aporta tan poca credibilidad y solvencia a “la actuación” que quiere ser el polígono industrial eólico “El Escudo”, pues tal banco, ya hace años, fue, por su ilegalidad rampante, uno de los fracasados en el malogrado intento de atropello que llamaron “concurso eólico”, debiendo todos preguntarnos cómo será, geniales finanzas, esta nueva operación, pues quien vende, Ocyener, o sea el “Valcárcel” con acento y "l", es una del más del millón de Sociedades Limitadas, S.L. que hay en Espala, ésta con un capital social de 12.500 € y aunque el mercantil -y tantos otros- no es mi ámbito en el -poco- saber del Derecho, sí conozco que se trata de una sociedad en la que la responsabilidad personal de sus socios alcanza solo -ése sí que de verdad- al poco capital aportado y no al patrimonio de sus socios; prototipo de cobarde sociedad capitalista, con el capital dividido en participaciones sociales -no acciones, escribidor de El Delirio- iguales, acumulables e indivisibles, que no pueden ser incorporadas a títulos negociables ni, insisto, ser denominadas acciones, pudiendo ser su gestor un administrador único, aquí “Valcárcel”, con muy amplios -¿totales?- poderes, siendo, en el caso de Ocyener, S.L., una nueva sociedad, Pilalva Inves, S.L. su, al parecer, único socio, lo que la somete a otros requisitos que, supongo, cumplirá y, aun sabiendo, que el tan traído y llevado polígono industrial eólico El Escudo, dada su grosera ilegalidad, nunca se ejecutará, seguiremos atentos la “brillante” operación.
Doble coda, sobre sorpresa y felicitación.- En primer lugar, sorprende el descaro del suplemento Sotileza de El Delirio Montañés, de 30/12/2012, dedicado, en belleza, por quienes, a capa y espada defienden, impulsan, patrocinan, promueven el “progreso” que -para ellos- es el atropello eólico, a un sentido monográfico “Contra el olvido del patrimonio cultural inmaterial” y, superada tal sorpresa, debemos felicitar a Pablo Manuel Iglesias Turrión, a quien el Consejo de Ministros, sus antiguos cuates, ha otorgado “la Gran Cruz de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III, destinada a reconocer su trabajo en beneficio de España y de la Corona” ¿Enhorabuena?
199 Los domingos cavilar
Abogados
Fernando Merodio
26/12/2021
“Y aunque sin duda, dentro, la sombra de un suspiro / lata bajo esta historia, / por los felices días de aquel verano ido / y el paso de su gloria, / no ajará con su aliento la mágica delicia / que de este cuento brota”. (Lewis Carrol. “Alicia a través del espejo”).
La Constitución de 1978, ilusionante y formal declaración de intenciones en el lento -y sin duda, fallido- viaje desde el fascismo consentido a la democracia, solo cita de forma expresa una profesión: la de letrado, nombre engañoso donde los haya, inexacto en lo -bastante- que yo sé de tal cosa, identificador de lo que el común de los mortales llama abogado, algo tan -solo en teoría- importante como que el fundamental artículo 24 de la “ley de leyes“ lo hace parte de la abstracta, teórica, tan solemne y universal como volátil tutela efectiva del ejercicio de derechos y libertades individuales y de todos, desiderátum que -dicen- se protege con, entre otras cosas, “la asistencia de letrado”, desproporcionada responsabilidad, titánica tarea que supera -con creces- la real capacidad de tales -en la mayoría de los casos livianos- profesionales; ni a dioses y héroes Homero exigió tanto.
El Estatuto General de la Abogacía, norma que -dicen- rige el ejercicio de tal afán, finge aceptar el envite y estar a la altura del reto constitucional con oníricas imágenes que ocultan la cruel realidad y mezclan apetencia utópica y cruel realidad cuando, en su artículo primero, define -sin condicionales- que “la abogacía es una profesión libre e independiente que presta un servicio a la sociedad en interés público y que se ejerce en régimen de libre y leal competencia, por medio de la defensa de derechos e intereses públicos o privados, mediante la aplicación de la ciencia y la técnica jurídicas, en orden a la concordia, a la efectividad de los derechos y libertades fundamentales y a la Justicia” ¡Casi nada!, libertad, independencia, servicio a la sociedad, interés público, ciencia y técnica jurídicas, concordia, derechos y libertades esenciales y, la guinda, Justicia mayúscula; exigencia excesiva para lo que es solo un oficio, trabajo humano; Estatuto es norma que obliga o “statute”, anglosajón, ley que aprueba el parlamento, lo que aquí no ocurre, pues es un mero decreto-ley, simple cacicada política del ejecutivo, mangoneada con otros desde 2013, hasta aprobarla el gobierno el 2 marzo 2021, cuando -con eficaz colaboración silente/cómplice de la “fiel abogacía”, tan fiel al poder, al menos, como la infantería- estaban muy limitados fundamentales derechos ciudadanos; tal Estatuto -dicen- asegura la libre prestación de servicios, el secreto profesional, la -inane- posibilidad de reclamar los colegios al CGPJ, formación continua, transparencia en la -opaca- acción de mutualidad, consejos y colegios, …; es la de (i)letrado/abogado, pues, una profesión, hasta ahí cierto, una tarea retribuida que muchas veces, para algunos, resulta muy exigente y dura, siendo el resto de las anteriores citas de derechos y principios tan reales o falsas como -en el suelo- las aplicadas de forma genérica a cualquier persona, profesión o trabajo.
Se presume que el afán de tal profesión es la Justicia y su artilugio la Ley manejada con -dicen- técnica jurídica, lo que, sin duda, es inexacto y peligroso; la Justicia es institución humana, indeterminada, pervertida con la finalidad de que la usen unos pocos para, con ella, reprimir al resto, por lo que se deberá exigir que Justicia se vincule a igualdad y, pues su búsqueda se inicia en Grecia, lo mismo que la idea de que lo primero es el conocimiento de lo que hay y, a continuación -proponer- la idea en base a la que deberá hacerse algo, todo ello es difícil y equívoco, tanto que en el ejercicio de esa búsqueda de la Justicia se yerra más que se acierta, al contrario de lo que -como Alicia y joven- soñé durante el mágico suspiro que me duró unos años; lo de la Ley, incluso clara, es peor, no precisa que la manipulen, emana del poder omnímodo y, con saña, exige su cumplimiento, sin importar quién o qué caiga.
En España, algunos vivimos el ejemplo cierto de lo que, en la práctica, llegaron a ser Ley y Justicia, así como de lo que, en tal situación, dio de sí la profesión de marras; hemos vivido dos regímenes políticos -que dicen- distintos, con legislaciones diversas, sufrido represión normativa penal, disciplinaria, laboral, política,… permitida por la sociedad, muy dúctil entonces en toda España, en especial en Cataluña y País Vasco; la presión civil, laboral, administrativa, mercantil,… no fue -ni es- nimia, sino orgánica y causa, incluso, años de cárcel a quien hace frente a lo que, siendo legal, es injusto sin que, salvo en pocas ocasiones, los letrados, sus colegios dijeran ni pío, lo mismo que está ocurriendo con lo que dicen pandemia; bajemos, insisto, al suelo.
Decía Nietzsche que los conceptos tienen definición o historia, pero la Justicia, controlada como está, no se puede conceptuar y, así, John Rawls, la analizó desde mil puntos de vista, escribió cientos de páginas sobre ella sin llegar a definirla, pues a cada cual conviene un concepto diferente, haciendo que, a ras de suelo, su historia sea asoladora, un infierno o novela de terror escrita por los amos y sus más cobardes siervos; la Ley, ya he dicho es, más evidentemente lo que el poder quiere y los abogados, vuelvo a ellos, tienen dos caminos: o se pliegan a lo que dice la Ley, sea la que sea para no hacer reales los -falsos- afanes que dicen Constitución y Estatuto, o, con técnica jurídica, buscan la Justicia por vericuetos ajenos a la norma impuesta, al sistema, muy duro, incómodo y, lo peor, no siempre con resultados justos; al final son dos callejones sin salida, cul de sac, una nocturna pesadilla sombría.
Vuelta atrás, al duro suelo, para ver cómo la abogacía es una profesión cierta, con más de mil doscientos practicantes en este pequeño territorio, uno cada menos de quinientos "clientes" lo que, pese a que algunos son asalariados, no “independientes y libres”, no hay tarea para que todos desarrollen la -que dicen- sacrosanta misión, haciendo que muchos tengan que prestar, de modo lastimeramente alimenticio, el servicio público del turno de oficio, no mantenido por el Estado sino por el trabajador, el (i)letrado/abogado, con una normativa laboral más discriminatoria y gravosa que la de cualquier otra profesión, gremio u oficio, no siendo entendible que miembros -y miembras- de tal gremio, todos, acaten ser encajonados, a la fuerza, en un colegio, corporación elitista que creó el fascio, sabor rancio, agrio regusto a otro tiempo, exclusión de vitales exigencias políticas, profesionales, laborales, sociales,… de todos.
Si nos centramos en aquí y ahora, la cosa de los colegios de (i)letrados/abogados, cuya (pre)ocupación es que todos -jóvenes y (muy) mayores- paguen para mantener la excesiva corporación que genera a su dirigencia sinecuras aparentes y tratos, es tan dañina como que quien, diciéndose periodista, es juntaletras y -solo- obedece a quien le paga, tareas ambas privadas, pero con repercusión pública, tan deprimentes como la (in)acción -esa sí, pública- de lloriqueantes funcionarios, pensionistas, enseñantes, sanitarios, …, encabezados por la mercantil clase política, sus elegidos o las simples rémoras; y, siendo que los de "lo público" apenas son exigidos ni tienen -casi- que dar cuentas a nadie, ponen a fin de mes la mano y les cae -mientras hablan de maltrato- un salario muy superior -hoy por hoy en muchos casos- a sus fatigas, méritos y a su -falta de- respeto hacia el ciudadano que todos los meses -no olvidarlo- les paga para recibir servicios, el (i)letrado/abogado y el juntaletras/periodista son en especial responsables de lo que ocurre en el -muy- grave momento que vivimos de cambio -no solo climático- de ciclo en el que debemos parar los pies a quienes nos han traído hasta el caos, no consentirlos que legislen/negocien/pacten contra el resto con total impunidad y, sustituyendo al atronador silencio de tan esenciales profesiones, hoy deberían exigir que pudiéramos reunirnos libres, no llevar bozal ni tener que demostrar que estamos -quien lo esté, pese a no ser obligatorio- vacunados y callarlos cuando mienten diciendo que lo que hacen, todo, es “histórico”: pactar bagatelas con patronos, subir los salarios un 2% y aceptar, impúdicos, lo que pasa con la luz, no derogar, solo retocar las relaciones laborales, decirnos -mintiendo- que han anulado la -para ellos- útil “ley mordaza”,… ; temas de que debieran hablar periodistas y abogados. No callar.
198 Los domingos cavilar
El Delirio Montañés
Fernando Merodio
19/12/2021
"La fantasía abandonada de la razón produce monstruos imposibles; unida con ella, es madre de las artes y origen de sus marabillas“ (Museo del Prado. Manuscrito atribuido a Goya)
"Delirio. Nombre masculino. Del latín delirium.1. Estado de alteración mental, generalmente provocado por una enfermedad o un trastorno, en el que se produce una gran excitación e intranquilidad, desorden de las ideas y alucinaciones. 2. Dicho o hecho disparatado, insensato o carente de sentido común". (Diccionario)
Francisco de Goya y Lucientes, 1746-1828, historia del arte, extraordinario grabador y pintor cuya obra, que abarcó desde el caballete, el dibujo y el grabado hasta el mural, reflejó la realidad con un mensaje ético y, al tiempo que precursor de algunas de las más importantes vanguardias pictóricas del siglo XX, fue un ilustrado que, en el salto entre los siglos XVIII y XIX, adoptó posturas liberales y afrontó en silencio, quizás con dudas, las noticias sobre la -violenta, necesaria- revolución francesa, tomando, pese a ello, partido por la Ilustración y su Luz frente a las Tinieblas del Ancien Regime, padeciendo las zozobras comunes a los ilustrados españoles de la época, generándole la invasión napoleónica un silente enfrentamiento con la reacción que supuso Fernando VII y, pese a que su gestión económica como pintor fue oportunista, ello no le impidió mantener la firme posición liberal que tan bien reflejan, entre otras obras, los dibujos de su última época, que han llegado a hacer que fuera interpretado como un revolucionario gráfico, un panfletista radicalmente anticlerical, no entendiendo que solo era cruel crítico social, opuesto a lo que veía, buscador de autenticidad y fidelidad hacia su público burgués y, también, hacia la parte débil de la sociedad.
Escribió su amigo, el traductor, investigador, dramaturgo y poeta Leandro Fernández de Moratín que, “persuadido de que la censura de los errores y vicios humanos (aunque parece peculiar de la eloqüencia y la poesía) puede también ser el objeto de la pintura: ha escogido como asuntos proporcionados para su obra, entre la multitud de extravagancias y desaciertos que son comunes en toda sociedad civil, (…) aquellos que ha creído más aptos a suministrar materia para el ridículo, y ejercitar al mismo tiempo la fantasía del artífice”, siendo los 80 grabados al aguafuerte de la serie “Los caprichos” censura de errores y vicios humanos a través de la pintura de “asuntos caprichosos” -así los llamó Moratín- entre los que destaca el señalado con el número 43, pensado en el inicio como frontis de la obra en su conjunto y convertido finalmente en bisagra entre sus dos partes titulado “El sueño de la razón produce monstruos”, que reproduce al propio autor recostado, la razón durmiendo vencida por la fatiga quizás baldía, junto a papeles de trabajo y plumas, soñando, entre felinos, lechuzas, murciélagos, animales nocturnos y con la frase que da título al grabado impresa en el lateral de la mesa, un mensaje de cómo la razón frena la angustia -¿la demencia?- mientras la ausencia de lógica -causada por el sueño en este caso- crea una tesitura trastornada, indefensa, peligrosa para cada uno, rodeándonos de criaturas sombrías que (pre)ocupan la mente, pues solo la razón vigilante, lúcida pone orden en la vida y elimina los monstruos que acechan, haciendo que Freud dijera que “donde era ello ha de ser yo”, un yo con norma, deberes y derechos justos que hacen razonable la vida en sociedad, algo que convenció Goya de que, como dice un manuscrito que le atribuyen: "La fantasía abandonada de la razón produce monstruos imposibles; unida con ella, es madre de las artes y origen de sus marabillas”.
Otra cosa es el “delirio”, un “estado de alteración mental, en general provocado por una enfermedad o un trastorno, en el que se produce gran excitación e intranquilidad, desorden de las ideas y alucinaciones” y su expresión material como “dicho o hecho disparatado, insensato o carente de sentido común”, algo que se agrava cuando quien tiene ideas delirantes, solo en su interés, es el mismo que tiene el espurio, ventajista poder de influir en el resto desde unos derechos de todos y lo hace bajo la apariencia -falsa- de estar informando; El Delirio Montañés, siempre fue -y en especial hoy es- un panfleto, antes de la iglesia, luego un “legado” del obispado a un grupo de políticos, UCD local, nombres y apellidos, y ahora, agresivo instrumento del capital vasco, parte -como Editorial Cantabria- del grupo El Correo-ABC-Vocento, tirados sin tapujos -más que nunca- al monte de lo económico, ayudando a destruir la esencial, vital política de generación energética, decidir ellos seguir el camino de acabar con la vida humana en el planeta que -porque solo a él interesa- marca el capital o, por contra, viramos en la única, racional, lógica dirección de "cambiar el sistema".
Abusando de su localista cuasi-monopolio mediático en el papel prensa, se afana en ayudar a su accionista Iberdrola, a la que, con el aquí aplaudido Sánchez Galán -socio del conseguidor Agustín Valcarce- investigado por graves delitos de cohecho activo, contra la intimidad y falsedad mercantil en el “caso Villarejo”, motivo de que en Nuevo México los reguladores impidan que Avangrid, filial suya, adquiera PNM, energética USA, al considerarlo "socio no adecuado", de riesgo, mientras en el cruel abuso por adueñarse de la generación energética, que aquí ahora quieren eólica, El Delirio muñe sin pudor, a favor del sospechoso foros y jornadas al hoc sobre tal rechazada -aquí inexistente- energía, silenciando a quien no esté de acuerdo con ellos, con el gobierno, ARCA y SEO-Birdlife como blanqueadores y usando serios imitadores de los viejos “grises” -sin siquiera pagar guardias privados, somatenes que M.A. Castañeda anima- como servidores amenazantes que protegen su “propiedad privada” e identifican a quien, lógico, razona, argumenta, les derrota en los tribunales y arruina su “negocio”.
En el muy peligroso embrollo jurídico en que han metido dos años confinados de facto, socio-políticamente incapacitados, con bozal implantado como nuevo órgano del cuerpo humano, privados de serios derechos por dúctiles razones que la Justicia, pese a su labilidad, desmonta reiterada, debemos reflexionar, imitar -aunque sea poco- lo que Paul Valery -que influyó en Walter Benjamin y sorprendió a Adorno- hizo al alba durante 50 años antes de acudir a su trabajo como funcionario, reflexionar y escribir 26.500 páginas, 261 libretas, los "Cahiers", "Cuadernos" que recogieron los frutos de su potente razón para, con belleza, decir su verdad, cuadernos que en su edición castellana nos dicen “Aquí no me propongo agradar a nadie”, en los que el autor de "El cementerio marino" equipara su intenso y disciplinado trabajo a una “elaboración de mí mismo y para mí mismo, más que una preparación con vistas al público”, pretensión de “decir” para “hacer", ideas con sabor a acción futura, evitar caer en la tentación fácil de acatar el ficticio, presunto hechizo de que los "intelectuales", por serlo, influyen en lo esencial de la vida, dañina idea, torpe ventaja que Leonardo Sciascia rompía en “Negro sobre negro” con la metafórica chanza del profesor que llegó al alba, el primero, a clase, encontrando en la pizarra una dañina, maliciosa frase: “El maestro se lo hace con la hija del director” y, tras un instante de duda, en la somnolienta soledad del alba, serio, irónico, se limitó a contestar: “¡Ojalá fuera cierto!”, alegoría que no debe invitarnos a la inacción, sino a inspirarnos en otra cita que robo al propio Sciascia: “No haber hecho nada es una tremenda ventaja, pero no hay que abusar”; sabio.
La vida es larga, vivirla está lleno de afanes y, mientras la usamos hay tiempo para todo; Goya fue un genio, ejemplo de ello y en su larga vida pintó por encargo ricos y poderosos, mostró que la mujer española no sonríe, nos azoró con los “desastres de la guerra”, evidenció en sus pinturas negras que el cielo está vacío, unció en sus corridas de toros placer y miedo,... y fue en especial sugerente en la serie que, sin necesidad de encargo, por “capricho” grabó cuando, a partir de 1792 y a causa de la sífilis, el plomo de sus pinturas o razones síquicas, entre fieros dolores de cabeza y oídos, caía en una letal sordera; son pequeños cuadros que no le exigieron un esfuerzo físico y le sirvieron para denunciar ante el mundo la maldad y el abuso, lacras de la España de siempre, opuesto a lo que, cruel trastorno, nos genera, abusón, El Delirio Montañés.
197 Los domingos cavilar
Un pasaporte triangular
Fernando Merodio
12/12/2021
“(…) se ofrecen evidencias científicas que avalan el menor riesgo de infección entre vacunados que en no vacunados, la menor transmisión en caso de contagio (…) esta medida permite el aumento de aforos al tiempo de procurar no llegar al escenario de nuevas restricciones de derechos fundamentales mucho más intensas. (Auto de 09/12/2021 del TSJC, que restringe derechos fundamentales a los no vacunados por Pfeizer y otras “farmafias”)
“Los alemanes implementaron un complejo sistema de insignias para identificar a los internos de los campos de concentración (…) los judíos eran marcados con dos triángulos amarillos que formaban una estrella de David (…) Otras categorías de prisioneros se identificaban por medio de un triángulo rojo (políticos), verde (delincuentes) (…)” (“Enciclopedia del holocausto”)
No he conseguido acceder al Auto de la sala de lo contencioso-administrativo del TSJC que por razones político-humanitarias, consciente e intencionadamente no estar vacunado -lo estaré al tiempo del último niño del mundo, tan vital como yo para que no haya “pandemia”-, me priva de los derechos fundamentales que ya pisoteaba Franco y, aquí ahora, sacuden -lo dicen TS y TC- esos “progresistas” capaces de pactar con cualquiera por aproximarse al poder -¿o lo será, acaso, por un mayor estipendio?- en la putrefacta pócima que, sin rubor, cocinan herederos complacientes de -más que- los tics del añorado -nadie lo dude- caudillo; no he leído el Auto e, inhabitual en mí, me importa un bledo pues -a mi edad y conociendo el percal- barrunto qué puede decir y acepto lo que -soeces- entrecomillan los serviles medios, coincidente, de principio a fin, con lo que dictan las poderosas, muy controladas agencias.
La cita del Auto que recojo arriba -sin duda exacta- está armada con pseudocientífica ganga, “menor riesgo de infección entre vacunados que en no vacunados”, incoherencias, “la menor transmisión en caso de contagio”, mercantilismo rancio, “se permite el aumento de aforos” o, lo más grave en el muy breve catálogo -diría Borges- de infamias, el indicio subyacente, “(…) no llegar al escenario de nuevas restricciones de derechos fundamentales mucho más intensas”, que nos arrojan a la cara para que entendamos que -solo- nos meten la puntita y así nos embarazan poco; con ello, el “progresismo democrático” introduce un matiz en la taxonomía nazi para identificar, vigilar -a sus- indeseables, no nos marcan ni -por el momento- nos recluyen en el campo, el konzentrationslager, se limitan a privarnos de algún pequeño -dicen- derecho, al tiempo que nos diferencian/enemistan con el resto, a los que obligan -pese a que, ellos sí, son obedientes- a exhibir un pasaporte -claramente- triangular y, por ahora, único, un documento que valorarán kapos/tenderos, la nueva policía político-sanitaria que, para garantizarse más aforo, hasta el 100%, en sus tugurios, solo darán alcohol, café y comistrajos a quien lleve pasaporte triangular… y pague; me será imposible, tras ello, volver a dejar un euro -aunque no lo prohíban neonazis- en lugares así; en todo caso, tranquilos todos, si no hay comida y bebida y, por tanto, no se cobra, no es necesario exhibir -quien lo tenga- el pasaporte triangular.
No lo duden, como la “ley mordaza” o la “reforma laboral” -salvo mínimos detalles-, esta cosa -que es- claramente totalitaria y con la que el poder vulnera -lo han dicho ya TS y TC- derechos fundamentales e incumple el contrato social, ha venido, no por 40 días como, falsos, dicen, sino para quedarse, conocer -y doblegar- a los hijos de los hijos de nuestros hijos, será nuestro legado para facilitar el abuso a los de siempre y que, además, disfruten; solo hay que oír y ver chascar su gordezuela lengua y relamerse al burócrata con gafas que ha colocado, fascista histórico, Revilla para que, cada diez minutos, nos de la barrila con la -para él y los suyos- útil “pandemia” y nos explique gozoso cómo el mismo 9 de diciembre en que el TSJC notificaba el infausto y liberticida Auto, él lo publicaba en el BOC, ¡si actuaran con igual presteza siempre…!, dejando con ello al resto, ¡a todos, sin excepción, no solo a los que, por lo que sea, se niegan a vacunarse!, bastante embarazados.
Alguien debiera explicar suave, con finura, los cientos, miles de episodios dispares -e incoherentemente conexos- de los que son clara muestra, por ejemplo, lo de Revilla comiendo a diario en nosedónde sin respetar las coercitivas medidas que él mismo impone al resto, o los dos centenares de "heroicos" sanitarios de la UCI de Málaga que, contraviniendo sus propios, insistentes, pesadísimos consejos con los que nos asustan y machacan en los medios, se juntaron a celebrar nosequé y unas decenas de ellos acabaron contagiados del pequeño y muy peligroso -dicen- virus, abandonando por enfermedad su -en exceso- publicitada tarea -¿más importante que la del resto?- consistente -como todas- en protegernos, o los motivos por los que, hace mucho, mucho tiempo, allá por febrero o marzo de 2020, cuando aún ni se intuía siquiera que alguien llegaría a desbarrar exigiendo pasaportes para poder juntarnos, la cúpula femenina del "progresismo" patrio no hizo caso a la advertencia de serio riesgo que la -hoy crecida y entre otras cosas peores- desleal Yolanda Díaz, adornada con la orla de veracidad de que la dota su -dice- “emocionante” plática sobre la “reforma laboral” con el -¿democráticamente elegido o menos incluso que el rey?- sumo pontífice, al que antes -al parecer- había visitado un par de veces, ¡cuánta y cuan progresista unción!, Nadia Calviño, aviso que, al parecer, fue escrito y previo a una de las electoralistas, rituales, festivas batucadas/cabalgatas anti-hombre -insulto para lo que era el riesgo de manifestarse- que, dado el número, griterío y proximidad de asistentas y asistentes aquel día, sin duda generó contagios y, con ello, argumentos para el uso posterior del triángulo neonazi o, geográficamente más lejos, lo de, entre otros, Trump y Bolsonaro o los recientes ataques -que a alguien convienen- contra el anormal -con perdón por la, hoy para algunos, política incorrección- Boris Johnson, el excéntrico -pero elegido- independentista británico y sus fiestas; todo ello, entre otros muchos, muchísimos más ejemplos, redacta y encuaderna una sucia enciclopedia universal de inexplicados despropósitos que emborronan -aun más- el represor currículo de algunos.
Al tiempo, en medio del desconcierto que -en los pocos que aún se oponen al abuso- genera eso del pasaporte triangular, el incansable, insaciable, temible capital mantiene su funcionamiento en modo trituradora y mientras, aprovechando lo que hay, el laboratorio Leadiant, uno entre muchos, ha multiplicado por mil, de 0,14 a 140 euros, el precio de cada cápsula de un medicamento, ácido quenodesoxicólico, AQ, antes usado contra algún tipo de cálculos biliares y ahora, tras publicitarlo, convertido en milagroso y único remedio contra cierta enfermedad rara, “El Delirio Montañés”, excitado por el -falso- éxito en que su atropello del uso de los medios transformó el fracaso de la reciente cosa sobre energía que él mismo organizó en, ¿cómo no?, el container con peldaños que la familia Botín ha depositado en el mejor lugar del muelle ciudadano, ahora convoca en su sede, “mediante rigurosa invitación”, a una jornada, ¡hay que tener dura la cara y escribir mal!, “con el objetivo de contribuir a la gestión de la aceptabilidad social de la energía eólica en Cantabria”, un sucio objetivo actual que, no dudo, será blanqueado por los restos del naufragio de la ARCA posterior a Gonzalo Canales y la inexplicablemente super-subvencionada SEO-Birdlife, ¡qué escándalo!, aguijoneados, sin duda, por Agustín Valcarce, “conseguidor de cámara”, presidente de la Asociación Eólica, mientras, por detrás, M.A. Castañeda (ab)usando del espacio dominical que -es evidente para qué- le regalan en el panfleto, amenaza, por si a alguien se le ocurre discrepar de la evidente/conveniente deriva actual: “Cuando una sociedad percibe que las leyes y el trabajo de las fuerzas de orden son incapaces de cortar situaciones de violencia, la tendencia es actuar directamente”, lo que me trae algo leído hace tiempo sobre el parapolicial somatén, históricamente vinculado a Cataluña, “cuerpo de gente armada no perteneciente al ejército, que se reunía a toque de campana en un momento dado para perseguir a los criminales o defenderse del enemigo”, algo que, sinceramente, en el momento actual, escrito por quien lo escribe y lo que sé representa, me produce una agitación no sentida nunca, quizás sea miedo.
196 Los domingos cavilar
El Foro
Fernando Merodio
05/12/2021
Hacer mutis por el foro.- “Frase de uso común entre los castizos de Madrid, término que se usa para hablar de la capital y quiere decir que alguien abandona un lugar sin que se percaten de ello. Proviene del mundo teatral, donde es habitual que, por falta de elenco, los artistas salgan y entren transformados en distintos personajes y significa ‘salir de escena’;'foro' se refiere al fondo del teatro y 'mutis' procede del latín, transformarse o mutar” (Callejeartemadrid).
Octubre de 1962, con 16 años, hace casi 60 llegaba a Madrid a estudiar “Preu”, sin miedo, con la ilusión inocente del que aborda la emocionante aventura de una nueva vida fuera del seno familiar, pero con sus finanzas, en un Colegio Mayor, ya en el entorno universitario; era el Madrid Real de Di Stéfano, Puskas y Gento que, desde 1956, me había hecho sufrir/disfrutar pegando la oreja al trémulo, difícil de sintonizar, vacilante receptor de radio del cuarto de estar de mis padres, en Santander, movido por el paisanaje de, además de Gento “galerna del Cantábrico”, Pachín, Marquitos y Miera, un Real Madrid coleccionista de victorias frente a los más recios clubes de fútbol del -por nosotros muy idealizado- Viejo Continente, a los que ya había ganado 5 copas de Europa, 5 “orejonas”; llegué a una ciudad que con los bocinazos de su -ya entonces- apabullante tráfico atemorizaba a los provincianos, ensañándose con quienes, ajenos al callejeo de la capital, no eran duchos en las aceleradas, minuciosas maniobras que exigía circular por lo que los castizos decían -¿y dicen?- “el Foro”, al equiparar tal ciudad, toda ella, al lugar en que los romanos debatían los asuntos con relevancia política, histórica, jurídica, económica,... y fijaban las pautas culturales, sociales,… del actuar colectivo; Madrid me pareció siempre, en efecto, un “foro” cierto, sin duda labor de los madrileños que habían acumulado mi respeto con merecimientos más que sobrados de cuando, abandonados por el -ahora mitificado- gobierno de la II República que, tras una decisión de Largo Caballero, en noviembre de 1936, “para poder continuar cumpliendo -decía- con su primordial cometido de defensa de la causa republicana -tal gobierno, incluido él, había resuelto- trasladarse fuera de Madrid”, encargando a dos poco fiables -por supuesto militares- generales, Miaja y Pozas, “la defensa de la capital a toda costa” y constituido una “Junta de Defensa de Madrid”, sustituta del gobierno, que huyó primero a Valencia y luego, de mal en peor, a Barcelona, obligando a que, en torno -en especial- a los comunistas, el pueblo de Madrid tuviera que resistir en tales condiciones hasta que otro general, Segismundo Casado, apoyado por la facción antinegrinista del PSOE, se rindió a Franco, poniendo fin, el 1 de abril de 1939, a 3 años de resistencia popular madrileña y sellando, con ella, la derrota en la (in)civil guerra de los leales a la legalidad republicana; es, pues, magnífica idea la de identificar al admirable, decente, íntegro, incluso heroico pueblo de Madrid con el extendido, aceptado concepto de “foro”, más evidente, incluso, si recordamos la forma en que tal pueblo ejemplar se comportó en la llamada “guerra de la independencia” que, tan fielmente, retratara Goya en sus 82 grabados de los “desastres de la guerra”, polo opuesto al de los cobardes egoístas, -mal- llamados “nacionalistas periféricos”, supremacistas sujetos oníricos que se ven dispares -por superiores- al resto, al tiempo que Madrid acoge a todo el que, sosegado, se acerca y fraterniza, sin necesidad de fijar, como aquellos otros, ningún límite étnico o territorial.
Otra cosa, nada que ver, ajena a cualquier merecimiento de admiración y aplauso, gráfica expresión de lo perversa que puede llegar a ser la manipulación del lenguaje y pauta de aquello que. como no andemos listos, se nos viene encima fue el -mal- llamado Foro de Energía. Encuentro sobre la Energía en Cantabria que, el jueves, 2 de diciembre, en los dos containers con mucho cristal y escaleras que, irrisoriamente equiparados a arte, ha depositado “la familia“ en la mejor parcela del Muelle ciudadano, de todos que, organizado por su portavoz mediático, El Delirio Montañés y patrocinado por, lobo y ovejas alimentados en el mismo corral, Capital Energy, dañina industria -que se dice- experta en concentrar artefactos eólicos y lobbystas amorrados a la teta de la Administración regional, un foro en el que algún inocente -o vaya a saber qué- intentó formular cándidas preguntas, pareciendo ignorar que tal simulacro era, igual que todo lo que organizan "ellos" -o sea casi todo- terreno vedado... excepto para el "experto en economía" del Delirio, siguiendo la línea definida por el hecho de que, un ejemplo, en la Asturias en que EeA defiende aerogeneradores -aun- más altos. la Directora General de Industria, tras cesar en setiembre, volvía a Capital Energy, de la que poco antes había salido, prístino modelo de impune desvergüenza.
Para asistir -quería escuchar en vivo y directo qué decían- al restringido -falso- Foro tuve que tragar la arcada que me generó acceder -por primera vez- a los “Botín containers” y, antes, en la base de sus escaleras, hacer frente a un sospechoso descerebrado que, ante la inacción cómplice del guardia privado que -supongo- pagan los de los mamotretos, incordiaba a Florentino Muñoz, el “trapero Tate", amigos y dos "Madres por el clima" con sus hijas niñas, que expresaban su oposición a las pretensiones del Foro con armas tan agresivas como dos pancartas y un molino de cartón, descerebrado que, pues se le hizo frente, salió corriendo, oyendo, una vez dentro -igual que al día siguiente leí en dos páginas de publicidad impresas en el medio "organizador"- que su -mala- idea preconcebida era mentirnos, difundir que "Capital Energy -¡340 proyectos, 17 en Cantabria y 390 empleados en total!, ¡creación de empleo!- prevé arrancar sus dos primeros parques eólicos en Cantabria a finales de 2022", lo que, salvo que, con encogida, habitual abulia, no apliquemos el contrato social -ley y tribunales- para impedir que se consolide el golpe de Estado de facto que es la totalitaria gestión "pogresista" -leyes mordaza y laboral- de la -que dicen- pandemia y permitimos que, sin aprobar -si tal cosa fuera factible- la obligatoria Evaluación Ambiental Estratégica -cuya falta fue causa de la nulidad del ilegal conchaveo público-privado -alborotado, millonario agio con 1.400 Mw- del "concurso eólico" y no impedimos que se autorice un solo polígono industrial eólico en la actual situación, colaborando con ello a los fines del -publicitario- simulacro del Foro de Energía ajeno al eficaz, creativo Foro que siempre fue -y es- el buen pueblo de Madrid.
Son actuales Foros los partidos, como el chiringuito de féminas que proyecta -cada día más sorprendente, llamativamente elegante- Yolanda Díaz, apoyada en una insufrible deslealtad hacia quien -¡vaya a saber por qué!- la nombró “miembra” del gobierno, para que, contra él, ahora publicite que aspira -ajena a la idea de partido de clase en Lenin- a salir de la “esquinita” de la izquierda, pasados 22 meses e cunte -de cuento- que el 15 de febrero de 2020, clarividente, ya “veía lo que iba a pasar” con el entonces -como mucho- nasciturus del bichito que hoy manipulan ella y sus socios, motivo por el que -dice- no fue a la masiva, electoralista manifestación -que dijeron- feminista del 8 de marzo del pasado año, pero tampoco dimitió de un ejecutivo con trazas de mercantil que, sabiendo lo que -según ella- sabía, con torpeza o mala fe, actuó como actuó y, pasados 22 meses, lo mismo que ella, lo continúa haciendo.
“Hacer mutis por el foro” es frase que viene del teatro, de uso común entre los castizos de Madrid, referida a cuando alguien abandona un lugar sin que el resto se percate de ello, mutis motivado, en origen, por el hecho de que, faltos de elenco, los actores salían y entraban transformados, disfrazados para crear los distintos personajes que pudiera exigir una representación, refiriéndose con foro al fondo del teatro y proviniendo mutis del latín, mutar o transformarse, lo que informa muy claro qué pido cuando, tras cavilar, aplaudo y me entrego al admirable, luchador, coherente, ecuménico pueblo histórico de Madrid, representación viva del foro público en el que todo el mundo ha participado -y participa arriesgando-, interviene en los debates y toma decisiones importantes, mientras que, igual para Yolanda Díaz que para el resto de partidos actuales o para el ridículo, falso Foro de Energía, a voz en grito, pido que todos sus intérpretes, actores en la sociedad del espectáculo, hagan, ¡ya!, un mutis.
195 Los domingos cavilar
Vacunas y progreso
Fernando Merodio
28/11/2021
"Vacuna (vaccine) f. Farm. Preparación a base de antígeno de un germen o de una toxina a los que se ha suprimido la capacidad patógena; su administración provoca en el organismo la inmunización activa contra la enfermedad producida por ese germen o toxina". (Dicciomed)
El vocablo "vacuna", neologismo, s. XIX, nace de "uariola uaccina", "viruela vacuna", que afecta a la ubre de las vacas, enfermedad del mismo tipo que la viruela humana, sobre la que Edward Jenner, padre de la inmunología -cuyo trabajo, como el de Ignaz Semmelweis sobre la sepsis puerperal y su tratamiento con solo agua y jabón, "ha salvado más vidas que el de cualquier otro hombre"- intuyó eficaz inocular material dañado por la enfermedad bovina en seres humanos para inmunizarlos y, publicado en 1798 y documentado en 1846, significó el vocablo como material procedente de vacas infectadas de viruela que se utiliza, inoculado en humanos, con fin terapéutico, una técnica cuyo uso, mejorado por Louis Pasteur, se extendió a otras enfermedades y acabó siendo viciado, mudado -como casi siempre- en lucrativo negocio de grandes empresas y/o golfos que, según para quién/qué, fue "progreso", concepto muy sobado y degradado al servicio del poder espurio, ignorando a que, desde un punto de vista científico, Diccionario filosófico marxista, "progreso" no solo es avance, "evolución de lo inferior a lo superior, de lo simple a lo complejo, transición a una fase más alta de la existencia", sino que, en verdad, exige que sus causas y efectos estén claras y, además, socialmente controladas, de modo que beneficien a la mayoría.
Por el bien de todos, cavilado lo anterior, resulta cada día más precisa, evidente la urgencia de “vacunarse” -de verdad, bien- contra lo que los de siempre, “ellos”, aquí ahora apoyados en los que dicen ser -no la izquierda- “progresistas”, metidos a hoz y coz, con egoísta descaro en el mismo lodazal económico/mediático de quienes definen/defienden qué interesa a “el capital” -un ejemplo, aquí, siempre bien situado, lúgubre M.A. Castañeda, del que nunca olvidaré cómo en los años 70’s me señalaba, joven padre de dos niños, en su influyente panfleto de entonces, entre asesinatos de obreros, estudiantes, abogados, cárceles,…, como abogado, que en efecto era, del ilegal, perseguido PCE- deciden un futuro en “progreso” con vehículos individuales, energía eólica, nuclear,…, la que sea, infecciosos viajes, “tablets” y “smartphones” que explotan, asesinan niños en los países que producen sus elementos… y lo imponen con opresivo (ab)uso de los “aparatos” del poder económico, mediático, político,… apoyados en las pésimas leyes de un contrato social que aplican tribunales injustos.
Sabio, lo prefiguraba ya en 1977 Enrico Berlinguer, en sus paralelas conclusiones a una convención de intelectuales y a la Asamblea de los marxistas lombardos, editadas aquí, en 1978, por Editorial Materiales en el librito “Austeridad”, pensada y potente “respuesta del PCI, Partido Comunista Italiano, al programa de austeridad ante la crisis” que se nos imponía entonces y que, incendiario, prologaba el que era secretario de la Comisión de Teoría Económica del PCE, Partido Comunista de España, Julio Segura, años más tarde, ¡qué vergüenza!, 2007-2012, presidente la ultracapitalista CNMV e imputado en el “caso Bankia”, pero que, entonces, hace 45 años, preguntaba cómo era qué algunos marxistas defendían la austeridad que siempre habían combatido, explicando, repito yo hoy, algo plenamente actual, "la política de austeridad transformadora (...) es algo radicalmente distinto de una política de rentas y de una política estabilizadora económica", estando ahora fijamente unida a las serias, intensas, perpetuas crisis económica, política y, peor incluso, de valores que sufre el capitalismo, a las que siempre se ha hecho frente con políticas “keynesianas” de 1) expansión del sector público -cada día más funcionarios inútiles y otras “manos muertas” al servicio del sistema- como motor de la actividad del sistema hacia “su progreso”, con contención del crecimiento salarial, incremento de los beneficios empresariales e intento de limitar la inflación que pudiera derivarse de tal política y 2) aumento de la intervención imperialista en las zonas más pobres y atrasadas del mundo, hoy insoportable, con lo que han evitado toda intento de transformación social y política cualitativa que pueda propiciar a) el control de los mecanismos de distribución y de, al tiempo, acumulación de la riqueza, b) el fin de la propiedad privada del capital rentable y c) la desaparición de la estructura de consumo capitalista, privado, con necesidades ficticias, artificiales y sofisticadas, generador del ingente gasto improductivo que sostiene el sistema económico capitalista, todo ello tan excesivamente desarrollado que, de facto, ha supuesto su actual agotamiento, que hoy agrava -¿de modo (mal)intencionado?- la -que dicen- “pandemia” y hace a Slavoj Zizek afirmar que ha generado -en interés de "ellos"- “la paulatina aceptación de la vigilancia intrusiva en nuestras vidas futuras” y, más grave, nos ha recluido, dicen, “para ser solidarios”, lo que hace concluir que, con tantas y tales crisis, empezamos a vivir, como el Sacro Imperio, en un mundo que ya no es el nuestro, algo que, si no actuamos, lamentaremos, siendo claro que “la solución no será el aislamiento, ni la construcción -impuesta por viejos tiranos- de más muros y posteriores cuarentenas”, sino una “plena solidaridad incondicional y una respuesta coordinada a nivel global, una -pese a su mala prensa- nueva forma de lo que antaño se llamó comunismo”.
Lo peor, eterno riesgo, explica Giorgio Agamben, estribó, reciente, en el símbolo que fue la eliminación por los nazis de parte del subconjunto “pueblo”, la -que afirmaban- inferior y, por lo que fuere, merecía la ejecución a manos del conjunto global “Pueblo”, el hecho de que un cuerpo político integral pudiera imponer su voluntad -injusta-, lo que hace que la idea marxista de “lucha de clases” no sea otra cosa que constatar cómo “la lucha intestina que divide a todo Pueblo solo tendrá su fin cuando, en una sociedad sin clases -o en el reino mesiánico-, Pueblo y pueblo coincidan y no haya ya propiamente pueblo alguno”; a partir de tal idea Agamben analizó la idea de “campo de concentración”, en que se desarrolló la más absoluta conditio inhumana, concepto no vinculado al derecho ordinario, pues, en su origen -españoles en Cuba o colonialismo inglés-, era la “extensión a toda una población civil del estado de excepción nacido de una guerra colonial” ganada/perdida, lo que generó una ley marcial, algo más evidente es el caso de los “lager” nazis, precedidos -¿no empieza a ocurrirnos aquí con lo de la “pandemia”?- de una “policía preventiva”, aplaudida, incluso descontenta, que “pone bajo custodia” a individuos concretos sin ninguna implicación penal relevante, a fin de evitar molestias para la seguridad de “su” Estado, siendo “el campo un espacio de excepción, en que la ley suspendida de forma integral -¿es verdad que suena?- hace posible todo en él”, con “el estado de excepción convertido en regla” y el "campo" como nuevo regulador oculto de la relación entre vida y orden jurídico, a partir de “la imposibilidad de que el sistema funcione sin transformarse en una máquina letal”, algo que genera -ya se está produciendo- el fin del viejo “nomos” -la ley como forma de justicia que distribuye o retribuye- y “una dislocación de las poblaciones y de la vida humana según líneas de fuga completamente nuevas”; todo útil para que, alentados/engañados por los que ansían lo que el innominado -zorro topo, humano- animal kafkiano de “La madriguera”, “Der Bau” que, obsesivo, queriendo construirse una inexpugnable guarida acabó, en realidad, creando una trampa sin salida.
“Foro” era plaza central en las ciudades de Roma, con notables edificios públicos, donde se celebraban asambleas y juicios, pues bien, el pasado 25, jueves, El Delirio Montañés llenaba su página 45 de “publicidad” -¿quién pagaba a quién, a cambio de qué?- del Foro de Energía. Encuentro sobre la energía de Cantabria, abierto, el día 2 de diciembre en, ¡faltaría más! el Auditorio Centro Botín, organizado por el medio y patrocinado -el lobo y las ovejas- por Capital Energy -molinos tutti plein-, Sodercan y el gobierno regional, la crème de la créme, top of the world, siendo llamativo -no inesperado- que, a quien intenta inscribirse en confirmación.eldiariomontanes.es, se le ratifica lo arriba cavilado sobre campo, vacunas y progreso, puede comprobar que no le es posible, pues, salvo sin duda para "ellos", tal foro hoy no existe; es publicidad.
194 Los domingos cavilar
Por lo civil o lo militar
Fernando Merodio
21/11/2021
“(…) que se vacune a todo el mundo, por las buenas o las malas, por lo civil o lo militar” (Miguel Ángel Revilla. Secretario general del PRC. Presidente regional)
“Tenemos que hacer comprender al mundo que el pensamiento joseantoniano, adecuadamente actualizado, tiene plena vigencia en el contexto actual. Tenemos una ideología que siempre he pensado que era exportable en función naturalmente de una actualización del pensamiento de José Antonio” (M.A. Revilla, FE y de las JONS. Delegado del Sindicato Vertical en Torrelavega)
Incómodo, hoy cavilaré sobre el fascismo, reiterado vómito, y, peor, sobre fascistas. “Por las buenas o las malas, por lo civil o lo militar” es, sin duda, lapsus freudiano, gestado en lo más profundo de la personal caverna que acoge, tal cual es, a Revilla, el mismo que, El Deliro Montañés 08.09.2013, cuando lo autorizó, "no sabía qué era el fracking", camarada de dos José Antonios -Primo de Rivera y Girón- que, para obviar, en 2021, diferencias -muy serias- con otros, mantiene tics de cuando, con 30 años, falangista y delegado comarcal del sindicato único, expelía junto al Besaya fétidas arengas joseantonianas; ¿qué dirían del histrión el “comandante” Otero y los “UMDos”, en la cárcel mientras él decía y hacía lo que decía y hacía?; “lo civil”, “las buenas” son para él zanahorias, mientras “las malas”, “lo militar”, son estacas, o incluso peor y es odioso el silencio que ante tan grave exabrupto, hoy mantienen los herederos del 90% que toleró a Franco, algo que dejó claro en 1981, más inculto e histérico incluso que el purriego, el guardia civil Tejero esperando en las Cortes, “por supuesto, a un militar”.
Me irrita el “camarada” que desbarra en el extremo derecho del espectro político tras haber vivido -y vivir- amorrado a la teta pública y, por ello, recuerdo que mientras él, “por lo militar”, vivía del “verticato”, los “civiles” leían a Marx e intentaban, contra el fascio, aportar granos -mínimos- al PCE, “el partido”, y a aquellas “Comisiones Obreras” -las de hoy son otra cosa-, con las muertes dolorosas de amigos en Atocha o años de cárcel para Marcelino Camacho, Sartorius, Soto, Saborido, Acosta, Juanín,… y aquí los hermanos Coterillo, Vázquez, Chus, César,…, tan buenos que -solo- tenían ideas y de los que aprendí a ser fiel y, a partir de ello, esforzarme en no defraudar las fatigas de su lucha, hasta que, con 75 años, con una mano delate y la otra atrás, sé que hoy, además, hay un -poco explicado- virus, que la vacuna contra él es ciencia y la ciencia -bien usada, no por el capital- es avance, no soy conspiranoico sino muy consciente de que, por seguridad y, sobre todo, por comodidad, me convendría vacunarme, pero no lo haré… hasta que, solidario con ellos, no haya niños en el mundo sin teórica inmunidad o me obligue una ley injusta del contrato social; lo que hay tras el “satrapilla” local me genera leve irritación, como me da risa y asco ver en un panfleto alimenticio cómo genuflexo, hace nosequé al “emérito” o, en tiempo que le paga el resto, hoza para Bertín, Pablo Motos, La Sexta,… y trata -¿como Danglars y Villefort a Edmundo Dantés?- de “obligar a las personas no vacunadas a estar en casa encerradas a cal y canto”, acientífica pulsión autoritaria, fascista, de quien, sin saber qué es la solidaridad, pontifica urbi et orbi que no vacunarse es insolidario.
Trataré de dar razones para cavilar e, incluso más, para provocar grietas en la cómoda creencia convertida en hecho perpetuo de no imputar -nunca- a los evidentes, sabidos causantes, sino a los -raros- que nadan contra corriente y lo primero que veo es que los más dóciles ante el ordeno y mando del Covid19 son Portugal y España, muestra de lo fértil que fue la tierra en que sembraron docilidad, dictadores, Salazar o Franco, mientras echo en falta estadísticas y análisis serios del tan traído y llevado virus o los datos de contagiados/fallecidos con/sin vacunación, en el mundo y en cada país, por lo que me sumerjo en bravíos, poco fiables números oficiales para ver cómo, emulando la canción de Cecilia, muerta el mítico 1975, a los 28 años, a causa de la ya entonces estúpida, cruenta, injusta circulación, en “(…) esta España mía, esta España nuestra / De tu santa siesta ahora te despiertan versos de poetas / ¿Dónde están tus ojos?, ¿Dónde están tus manos?, ¿dónde tu cabeza? / (…) ¿Quién pasó tu hambre, ¿quién bebió tu sangre cuando estabas seca? / (…) Pueblo de palabra y de piel amarga, dulce tu promesa / Quiero ser tu tierra, quiero ser tu hierba cuando yo me muera”, con un dócil 80% de vacunados, hay 1.852 muertos/millón, mientras en Alemania con “solo” 68% de inyectados, 12% menos que nosotros, no hay más, sino un 57% menos, 1.181 muertos/millón, ¿a quién querrá encerrar, solidario, Revilla por tamaña incongruencia?; más raro, por citar otro caso, es lo de Afganistán que, con 8,19% de vacunados, solo tiene 187 muertos/millón y aún más llamativo es que el 70% de pinchazos totales repartidos en la muy rica, avanzada Noruega no le haya evitado tener 952 muertos/millón, mientras el 2,68% de inoculados en la pobre, salvaje y esclava República del Congo solo tiene 331; para evitar recelos, explico que los datos, sin “cocinar”, están tomados, noviembre de 2021, del -¿poco fiable?- Ministerio de Sanidad, siendo otro dato oficial que habría que valorar seriamente en España, en el contexto de otras enfermedades, el del INE -el gobierno-, que dice que el 87,3% de los fallecidos de Covid19 diagnosticado y el 93,3% de los sospechosos tenían más de 70 años, siendo el riesgo a morir de tal enfermedad con menos de 65 velas en la tarta del 0,1%, uno de cada 1.0000; cifras todas ellas, cuando menos, desconcertantes.
Al tiempo que nos movemos en tan grande, interesada confusión, que posibilita roznar al lenguaraz expatriado de Polaciones, los recortes producidos con violaciones legales que recogen reiteradas, terminantes sentencias de TS y TC, son bovinamente acatados, sin señalar responsables, por los -que se decían- ciudadanos, cuya ética social ha retrocedido a tiempos previos a la Ilustración, la Revolución francesa y las ideas de libertad, igualdad y fraternidad que reglaba la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano, mientras hoy legislan un saco de ignorantes supinos, sin el control que supone una real separación de poderes -con un legislativo esclavo y un judicial laxo- mientras, en tiempo de especial peligro por la emergencia climática y grave riesgo para la vida humana en el planeta, los “progresistas” pactan todo con cualquiera -Rufián y Otegi, por ejemplo- para sobrevivir ellos, arriesgando la “pasta” de la UE y -peor- dejándonos en manos del capital, mientras, falsos, alardean de revocar -no lo harán- las Leyes mordaza y laboral que tan útiles les han sido para, atados de pies y manos, prohibido reunirnos y con la boca -evidentemente- tapada, inventarse, en medio del caos, una -muy falsa- eficacia sanitaria y económica.
Al tiempo de todo ello, añadiendo sal y pimienta al agresivo guiso, un exclusivo lobby de “mujeres políticas” anuncia el inicio, en base a sus peculiares ideas, por supuesto sexistas, feministas, de “algo maravilloso” -y de apariencia ridícula, añado- para todos, haciendo que Fernando Savater, filósofo, desplegara en su columna la ficción de una pancarta que decía “Cambiamos futuro maravilloso por presente soportable” y con el desopilante/irritante apoyo del bi-joseantoniano/fascista Revilla, al que sus televisivos asesores de imagen han frenado, sin duda, tascándole el bocado y sugiriéndole no exigir más medidas… que las que diga una ley suya; asistimos a una ópera buffa o dramma giocoso per musica -un tema, si no fuera tan dramático, cómico-, el invento “progresista” de modificar, tortuosos, el arco de la compleja arquitectura política que fue la Ley de amnistía de 1977, desmontar la -difícil- fatiga de "la transición", con la mercantil PSOE, azuzada por sus cuates, desbarrando en caída libre sobre juzgar afines -¿Revilla, por ejemplo?- al dictador enterrado, exhumado y vuelto a enterrar varias veces en medio siglo, introduciendo una enmienda en la patosa ley de "memoria democrática" que ignora la esencial exigencia de “olvido” que recomendó amnistiar, defendida por los abnegados comunistas -“privilegiadas” víctimas de lo que se decidía “olvidar”- siendo portavoz/símbolo que razonó en belleza política la vuelta a empezar, no un chikilicuatre pequeñoburgués actual con chalet en la sierra, sino el muy represaliado luchador Marcelino Camacho; así pues, niños y fachas, antes de militarizarnos, cuadrados firmes en pié y sin hacer ruido, guardar respetuoso silencio.
193 Los domingos, cavilar
Mandato imperativo
Fernando Merodio
14/11/2021
“La soberanía no admite representación, ni enajenación. Es la voluntad general y no puede ser representada, porque, o es ella misma, o es otra, (...). Los Diputados del Pueblo no son ni pueden ser representantes, son Comisarios que nada pueden concluir por sí” y pese a que “(…) los elegidos representan al conjunto de la nación, no detentan soberanía, ejercen un mandato imperativo y solo representan a sus electores (...)”. (J.J. Rousseau. El contrato social).
Conviene a todos ellos, legitima al resto de nombrados, igualmente impropios y menos evidentes; el parlamento, su gran mayoría, PP y “progresistas” -salvo algún hipócrita que votó en contra-, apañan señalar para el -ya muy- depreciado Tribunal Constitucional a Enrique Arnaldo, letrado de las Cortes -y de quien le paga-, ¡piense cada cual lo que puede haber hecho!, llamado de igual modo que otro con la grave lacra de haber militado activo en organización sanguinaria, que hoy avala a autores impunes del tiro en nucas inocentes, insulto viviente que dice ser filósofo-; los dos “impresentables” en sentido vulgar y jurídico, éste por lo dicho y el primero, letrado con currículo plagado de tachas que le privan de la apariencia de imparcialidad y sobrados indicios, incluso penales, que legal y éticamente le inhabilitan para analizar con efectos la derrengada Constitución, recomiendan esperar, ansiosos, la opinión final del TC.
La etimología del esencial concepto teórico de la “soberanía”, no existente en la sociedad griega y latina, dimana del latín “super omnia”, “por encima de todo” o “poder supremo”, el “primus inter pares”, “primero entre iguales” o “principal” que definió Jean Bodino, 1576, Los seis libros de la República, base junto a Richelieu y sus juristas del absolutismo francés, como “poder absoluto y perpetuo de una República”, convencido de que “no se hallará en el mundo nadie soberano, pues todos los príncipes en la tierra están sujetos a las leyes de dios, de la naturaleza y a ciertas leyes humanas comunes a todos” algo que, entonces, se usó para avalar a cada sujeto de soberanía, fuera la Nación, el Estado, el Pueblo,…, hasta que en “Leviatán”, 1651, Thomas Hobbes eliminó la sumisión de la ley civil a la natural y dijo que las llamadas leyes naturales, justicia, equidad, gratitud,… son en realidad virtudes morales que empujan al hombre hacia una ley civil adecuada a ellas, siendo la Ilustración y Rousseau quienes, en 1762, eliminaron todo contenido individual de la soberanía, atribuyéndola al colectivo-pueblo, haciendo del individuo-ciudadano tanto mero sujeto detentador de ella y, por ello, soberano, como súbdito de aquello que ayudó a crear, firmando un contrato que le somete a ella y nos hace a todos libres e iguales, sujetos de la soberana voluntad general, que fue base de la revolución francesa y, con sus múltiples abusos, lo es de la actual democracia.
Al tiempo, Emmanuel-Joseph, abate Sièyes, revolucionario al que el tiempo alejó de sus ideales, pese a haber sido uno de los autores del Juramento del Juego de Pelota y la Declaración de Derechos del Hombre y el Ciudadano, ambos de 1789, y de la Constitución de 1791, así como autor del celebrado panfleto “¿Qué es el Tercer Estado?”, que abría con una pregunta y respuesta ajenas, “¿Qué ha sido hasta ahora el orden político?. Nada”, y analizaba en el texto, lógicas, las suyas “¿Qué es lo que desea? Ser algo”, sosteniendo que la soberanía residía en la nación histórica y cultural, en valores bajo los que fue fundada, otorgando a los parlamentarios el papel de meros representantes, no mandatarios libres y responsables como dijo Rousseau, sino atados a lo que exigía el pueblo soberano; Rousseau defendía, pues, la ”soberanía popular”, representativa, tan mal usada, y Sièyes la “nacional”, en cuyo nombre tantos y tan crueles abusos se han cometido… y aun hoy, bien cerca de aquí, se siguen intentando cometer.
El esencial concepto teórico de la soberanía nació en la Edad Media, ni en Grecia ni en Roma, insisto, como efecto de la permanente lucha entre las tres grandes fuerzas entonces -¿y hoy?- existentes, iglesia, imperio -romano u otro- y grandes señores; en el ámbito del derecho internacional la soberanía define el modo en que un Estado ejerce sus potestades tradicionales al relacionarse con tres elementos centrales, el territorio, el pueblo y el poder, definiendo la forma en que iglesia, imperio y señores, enfrentados, se reparten los tres, territorio, pueblo y poder; la soberanía en general ha correspondido al Estado, a través del rey, “soberano”, o el tirano, dictador, lo que, con el tiempo -a veces-, ha evolucionado hacia dos modos divergentes en su ejercicio, el utópico revolucionario, basado en el sufragio universal, popular, individual, con elegidos, en verdad, libres, suficientes e independientes de todo y todos y el que, a partir del sistema censitario, delega la soberanía popular en distintos parlamentos.
Lo de aquí -y no sé si lo del resto del mundo que dicen democrático- resulta un pastiche, mezcla objetos, colores e ideas sin orden, sentido o ajuste y el artículo 1.2 CE, terminante, pontifique sin duda que “la soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado” y el apartado 1 del 66 CE lo aclare aún más y diga que “las Cortes Generales representan al pueblo español y están formadas por el Congreso de los Diputados y el Senado” nos encaja en el sistema parlamentario, aquí censitario, el dictador Franco lo llamó “partitocracia”, reforzado por el párrafo segundo del artículo 67 CE, que afirma que “los miembros de las Cortes Generales no estarán ligados por mandato imperativo”, sino representativo, ajenos a cualquier tipo de vínculo obligacional, legal entre cuerpo electoral y elegidos, lo que impide entender que, siendo el pueblo español titular de la soberanía y estar prohibido cualquier mandato imperativo entre electores y elegidos, el artificial escándalo -sobre todo en los medios- montado por grupos de presión que, afines al capital, fingen alarmarse cuando unos cuantos hipócritas -encabezamos por el habitual disidente histérico Elorza- votan diferente a Sánchez, Casado y Belarra -sin tocar, eso sí, el negocio acordado- respecto al “impresentable” letrado de apellido Arnaldo, ya que no existe ningún mandato legal de los electores ni, menos aun, de partido, nadie está atado por otro convenio… que no sea el alimenticio de ser, de nuevo, incluido en ulteriores listas.
Si cavilamos -un poco- vemos que la situación que vivimos responde a -corrupta- imitación de los “Cuadernos de quejas” franceses, Cahiers de dolèances, 1789, una situación concreta, Cahiers que desde el siglo XIV sirvieron a nobles y clero para consolidar el absolutismo en Francia, con sus memorándums para mantener privilegios, si bien a partir de 1789 -los Estados Generales no se reunían desde 1614- la burguesía del Tercer Estado también demandó en ellos libertades, la eliminación del régimen feudal, la igualdad fiscal y ante la ley, la correcta representación en los Estados Generales,… reclamaciones nacidas en los territorios y organizaciones que, por necesaria urgencia y conocidas, justas razones históricas, imponían su mandato.
El mandato imperativo es método político útil para ciertas necesidades y momentos concretos, se debe vincular -aquí no se hace- a lealtad, legalidad y a una revocación tajante del mandato, mientras el representativo se apoya solamente, en la confianza y obligación moral, ambas ineficaces, pues ahora no se votan personas, sino listas de partidos, grupos mercantiles antes que políticos. Rousseau definió claro la “soberanía popular” como concentración de considerable poder en manos del pueblo, que decide sobre ella en modo de “democracia directa” o, a lo sumo, a través de “comisarios” que hacen lo que decida aquel pueblo; lo contrario, lo describe el filósofo Giorgio Agamben en "Medios sin fin", cuando explica que "la corrupción completa de las inteligencias asumió la forma hipócrita y buenista que hoy se llama progresismo, (...) principio en cuyo nombre se ha cumplido ese proceso, transigir (...), ceder en todo, conciliar todo con su contrario, la clase obrera con el capital, el medio ambiente con el desarrollo industrial, (...)", imponer a Arnaldo, llegar a someter Ley y Justicia al interés partidista; ahora, además de la evidente, infame tropelía, tras usar con saña las leyes "mordaza" y "laboral", porque les convenía, nos dicen -mintiendo- que las van a derogar.
192 Los domingos, cavilar
Al otro lado del espejo
Fernando Merodio
07/11/2021
"Así aquí estaré igual de calentita que en el viejo cuarto- pensó Alicia-; en realidad, porque no habrá nadie que me regañe por acercarme demasiado al fuego. ¡Oh, que divertido cuando me vean en el espejo y no puedan atraparme! (Lewis Carrol. "A través del espejo y lo que Alicia encontró allí")
Vamos a cavilar sobre cosas del lado de acá del espejo, pongamos que hablo de Meritxel -Batet-, Pedro -Sánchez- o Carlos -Lesmes-, piense cada cual en qué -y cómo lo- hacen y, a partir de ello, piense en el tiempo perdido desde que, a fines del siglo XVII, en especial -a partir Charles-Louis de Secondat, barón de Montesquieu y su De l’esprit des lois- desde 1748, la literatura jurídica y política insiste en defender lo de los tres poderes del Estado: legislativo, ejecutivo y judicial; racionalista convencido de las reales potencialidades del hombre para, mediante solo la razón, acceder a la realidad y ser feliz, Montesquieu, seguidor de Descartes, Spinoza y Newton, quiso facilitar su logro descomponiendo el poder político -que él llamaba autoridad- en tres que, a tenor de los mecanismos de la teoría de vectores en física, se contrapesaran entre ellos, dificultando la injusticia y el abuso y propiciando una sociedad libre presidida por la ley; afortunadamente para él, ni siquiera pudo imaginar en qué ha acabado tal teoría.
Hermosa idea utópica la de los tres poderes, irreal en la práctica, formalmente plasmada aquí en la Constitución de 1978 con una regulación -anacrónica e inexacta- de los -que dicen- poderes del Estado que posibilitó que un osado practicón de la política, mínimo y pegado a tierra, Alfonso Guerra, acabara con la ilusión y dejara, desde su mínimo poder abusivo, todo claro al sentenciar hace años: “Montesquieu ha muerto”, algo tan cierto que, no nos engañemos, obliga a abandonar toda nostalgia de lo que, pudiendo haber sido, no es y aceptar que la teoría de Secondat y su idea lógica sobre la feliz libertad del hombre, es infecunda y obliga a cavilar sobre ello.
Primero. Hay un poder, sin auctoritas, que manda sobre los tres poderes, políticos, que son mera ilusión de gestionar las migajas que aquel, el real. deja caer sobre ellos mientras (des)ordena y manda en el mundo desde el otro lado del espejo, donde, tras el azogue y la plata/aluminio, por muy avizor que estemos, no lo vemos, mientras el espejo muestra la fea imagen de los tres -supuestos- poderes políticos.
Segundo. Tan -ideales- poderes que vemos desde este lado del espejo son fiel imagen nuestra, nada, filfa, anuncio de un pequeño viejo residuo, mera gestión mínima por entes partidistas cuyo único objetivo es ganar -a toda costa- elecciones para crear estructuras mercantiles trucadas desde la base, antidemocráticas, serviles al dinero que financia, clónicas, cuyos pocos militantes no justifican que nadie -y en especial la Carta Magna- les otorgue la apariencia de expresión esencial del pluralismo político.
La “nueva” libertad que, insólitos, anunciaban los que decían poder y hoy exprimen la flácida política, no emancipa, oprime al individuo, disuelve toda idea que transgreda el orden injusto que ellos imponen a su interés electoral, genera inseguridad jurídica, demoniza la libertad del opositor/detractor, defiende lo transversal que no molesta al poder del capital, -una rara- corrección que, coercitiva, nos imponen con fanatismo.
Tercero. ¿Y el tercer poder, el judicial? En general se ejerce por funcionarios de la ley impuesta que -muchos-l se creen sabios preparados para, asépticos, aplicarla sabiendo que emana del poder real y consolida la injusta desigualdad entre iguales; la diaria presión del poder real y las miserias de la "política" dañan la teórica asepsia y, cada día, la afecta el evidente poder de partidos y capital, mientras cada individuo/juez cede independencia ante lo peor de la sociedad, mientras se organiza en vanas asociaciones -sin duda- políticas,…, todos ellos fallos dañinos para el uso de tal poder.
Con tal currículo, palmarés o como cada cual lo llame, los del vicario triple poder tratan de (re)movernos, de tiempo en tiempo, para que les cedamos lo que ellos ven nuestra mayor, casi única fuerza, el voto para -dicen- representarnos, provocación irritante frente a la que hay tres respuestas: 1) someterse y votar, 2) abstenerse al desconfiar de quienes dicen representarnos o 3) militar en las -viejas- ideas del -hoy desnortado- filósofo Gabriel Albiac, citado por Gustavo Bueno en su “Panfleto contra la democracia realmente existente”, cuando decía “nunca voto. Que alguien hable en nombre mío me da náuseas. Es una fobia respetable, pienso. Si no lo es, me da igual. Lo respetable siempre me dio un ardite. Pagar a alguien por representarnos (no amo el teatro) se me hace, de entre los despilfarros el más bobo. Sigo la norma epicúrea (que es, pienso, única moral materialista) y trato de mantenerme lo más alejado del afán político: es eso, solo eso, lo que me permite analizarlo”; sea cual sea nuestra respuesta, no debiéramos olvidar que, como en las lúcidas películas del cine negro, mientras duros matones presionan, torturan a la víctima, indefensa, asustada, sola, desde arriba, en la parte de atrás del espejo, los que mandan -casi- siempre sin riesgo, miran, valoran crueles, al tiempo que -insisto en que seguros- producen daño y asco.
Lo agrava, decía Walter Benjamín en "Calle de dirección única", la evidencia de que incluso “la libertad de hablar se está perdiendo. Antes, quienes mantenían una conversación se interesaban por su interlocutor, pero ese interés se ha sustituido por la pregunta sobre el precio de sus zapatos o de su paraguas. (...).", idea que José Luis Pardo, actual, desarrolla "En defensa de la esfera pública" al explicar que "(...) hemos llegado a la asombrosa paradoja, ilustrada a la perfección por el permanente estado de negociación y desgobierno de la política española, de que la esfera pública está llena de vergonzosas disputas entre intereses particulares, que obscenamente se oponen al interés público, (...) la libertad de conversación se está perdiendo" y quien pretenda -desde su alcance- ejercer tal "libertad de conversar o hablar", pensar para decirlo y generar efectos en lo público, sabe que existe un peligroso freno impuesto por el poder de quienes, para mandar, solo piensan en ellos, con el enorme peso y alcance que la gestión de la -útil, amplificada- "pandemia" y el imparable "desastre climático", exactos y actuales, tan bien definen y, si queremos solucionarlo con lógica humana, exigen más que palabras y subir el tono para hacerlo más claro, entendible y, en especial, desagradable para los que, sin querer escuchar, como avisa Pardo, además, "pretenden imponer esa renuncia -a hablar- a los (...) que defienden la necesidad de la esfera pública (...) que no quieren perder su independencia intelectual y su libertad de pensamiento", pues, sin duda, lo consideran "pedir demasiado".
Se evidencian -cada día- más ambiciosos egoísmos de diversas fratrias -de sangre, de intereses, iglesias, partidos, medios, empresas, sindicatos, ONGs,...- en torno al momio, que Greta Thunberg define, lúcida y gráfica, con la onomatopeya blablablá y ocupan cada día un mayor espacio social intentando impedir que quienes no se plieguen al interés del poder -real- y ridiculicen sus -ridículos- "argumentarios", puedan utilizar la lógica, pensar y, hablar para difundirlo libres, mientras, frente al espejo, vemos el paradigma de la palabra del Günther Grass anciano que, en “Pelando la cebolla”, trató de justificar su afiliación junior a las Waffen SS -menos cobarde que, como hace Revilla, ocultar un fascismo alimenticio tras “(des)memoria histórica” y fingir ahora adhesión a sus víctimas-; es algo tan en exceso cómodo como “me dejé seducir por el nazismo sin hacer preguntas”, o como dijeron Albert Speer, padre de la iconografía nazi, o Gertraud Junge, secretaria de Hitler, “Podemos hundirnos, pero nos llevaremos a un mundo con nosotros”, aferrados a la postrer, cobarde falta de esfuerzo de, sabiendo qué ocurre, no intenta frenarlo, como escenifica el repugnante troll Revilla que, a su nivel y aquí ahora, (re)tuerce la (des)memoria -que él dice- histórica, intenta anularla por ser referencia que le perjudicaría, y trata de conseguir que, dado lo difícil que a algunos parece resultar distinguir bien y mal, (ab)usa de -su inicuo- poder y pre-juzga, intentando conducir al resto hacia una pregunta muelle, cómoda, la útil coartada de ¿y quién soy yo para ir contra -casi- todos a este lado del espejo?
191 Los domingos cavilar
¡Joder, qué tropa! 2
Fernando Merodio
31/10/2021
"Cuando el viento sople por todos los lados, desde el Este, desde el Oeste / ¡Señor no quiero morir en una tormenta!" (Dorothy Scarborough. Espiritual negro en "El viento")
"Sí, señorita, cuando salgo a buscar a un hombre regreso con él, vivo o muerto. Mientras yo sea el sheriff de este condado, aquí no se bromea con la ley" (Dorothy Scarborough "El viento")
Repito título y algún argumento de una anterior cavilación, lo actual lo exige; Mariano Rajoy, inteligente con -muchos- defectos tenía un nivel que echo en falta en los que hoy viven de la política y, entre otras cosas, nos recordó la repetida frase que profirió el conde de Romanones, 3 veces presidente del gobierno con Alfonso XIII, también del senado y ministro en 17 ocasiones, siendo jefe del gabinete, justamente irritado con los miembros de la Real Academia de la Lengua que, sondeados por él para decidir si aceptaba o no la propuesta hecha de ser candidato a formar parte de la -dicen que- docta institución, le garantizaron de modo casi unánime su voto pidiéndole que se presentase para, tras hacerlo y recontar los votos obtenidos, mantener -dicen- una afligida conversación con el compungido secretario que le informó: "Excelencia, tenemos malas noticias, no hemos salido", a lo que él, perplejo, replicó, "Pues, ¿cuántos votos hemos tenido?", respondiéndole aquel, con un imperceptible hilo de voz: "Ninguno, excelencia", lo que provocó la irritada, atinada frase, que merece mármol: "¡Joder, que tropa!". Por fiarse de (des)leales.
Viene ello al pelo en medio de la tormenta que padecemos, con fuerte viento que sopla de todos lados, desde el Este, desde el Oeste, desde el Norte y desde el Sur, vendaval que hace estéril lo que, siempre prudente, Joan Coscubiela -sin duda lastrado por no haber dejado en ningún momento la política “profesional” y anegado por el independentismo que, opresivo, le apura- aconseja en un reciente artículo -que no parece escrito con pasión favorable- a la special guest star de la cosa “progresista”, Yolanda Díaz, recordando, con Séneca, que “sólo se pueden aprovechar los vientos favorables si se sabe a qué puerto se quiere llegar”, condición que, sumada a la castradora carencia de un viento dominante, pienso que denigra a la mujer que dice querer impulsar “algo nuevo”, aunque la -que a mi me parece- cada día más elegante Sra. Díaz no tiene la menor idea de “qué y cómo construirlo”, y olvida, además, cómo es esencial en la fatiga política -de verdad- seria poner la convicción del sheriff de un desértico, ventoso y polvoriento poblacho de Texas al advertir que, mientras él ocupase el cargo, allí no se bromeaba con las cosas serías, en especial con la ley.
Al hilo de la contundencia del sheriff, repaso mi anterior cavilación sobre la (des)lealtad, término de origen latino, “legalis”, “ser legal”, forma que cada uno tiene de “respetar la ley” genérica, cumplirla en su relación con aquellos -pocos- de que te puedes fiar, entregados, cumplidores en especial cuando, “gratis et amore”, incluso sin que haya dios, la circunstancia es adversa y llega a implicar riesgo de perder algo serio, incluso vital, fieles a los compromisos escritos, de palabra u obra, a quién se deben y a qué se debe hacer, hoy muy infrecuentes; y veo que me refería a cómo lo de Romanones dañaba de modo grave privadas relaciones personales, pero hoy sé que es mucho más grave lo que -aquí ahora- ocurre con lo público, donde, sin que nadie lo pida y -casi siempre- sin ningún mérito que lo justifique, algunos se postulan para -a cambio de un arbitrario, altísimo estipendio… más lo que les cuelgue- bloquear el lógico ejercicio del poder político social con que -hay que- gestionar lo común, de todos, dañando vidas y haciendas, de modo que, sin juicio y formación, ni saber qué es, legislan y gobiernan con normas ad hoc, en favor de espurios intereses, siendo en especial alarmante que quienes, impunes, tienen como misión juzgar lo hagan solo avalados -lo que no es suficiente- por un hipotético conocimiento teórico de la Ley.
Justificaría por sí solo todo ello, en efecto, que, como Romanones, los ciudadanos gritásemos muy alto, para ser oídos e influir, ¡Joder, qué tropa!, pero es más grave y merece un más alto y desgarrado grito la actitud que, con -muy escasas- excepciones mantenemos todos ante el atropello que genera haber delegado en unos cuantos necios avispados todo, ¡absolutamente todo!, el poder político -no confundir con el de verdad que usurpa el dinero, el capital-, unos pocos que están en las cúpulas trepas, ineptas y corruptas de empresas familiares que dicen partidos/sindicatos -Coscubiela, no anti-sistema, escribía hace días que “el vínculo asociativo y estable propio de los partidos tradicionales ha mutado a formas gaseosas y relaciones dominadas por la lógica del mercado”, usurpando el importante, serio lugar de los viejos, respetables y, para los más débiles, útiles partidos políticos y sindicatos, delegación insensata que nos atrapa en una viscosa gestión de la "cosa pública", en manos, hoy, de una mimada, impune casta funcionarial, respecto a la que, pues no nos rebelamos, deberíamos, al menos, denunciarla al grito de "¡Joder, qué tropa!".
Mientras al planeta Tierra lo amenaza -mucho más que- un estrago antropogénico global y, aquí cerca, nuestros simpáticos vecinos catalanes y vascos, un ejemplo potenciado por Sánchez, dialogante encargado de la planta de señoras, disfrutan y abusan del resto, “progresistas” -canallas que define, preciso, Giorgio Agamben- se limitan a firmar -¡saben firmar!- en el punto 3 de sus "Ejes prioritarios de actuación del gobierno", escasos dos folios de lugar común buenista, sin el mínimo rubor, 19 palabras explicando en qué consiste -para ellos textual- la urgente lucha contra el pavoroso calentamiento global: "transición ecológica justa, protección de nuestra biodiversidad y garantía de un trato digno a ¡los animales!", sin usar siquiera una palabra que fije su -inexistente- política frente a los causantes del cataclismo, humillando al resto al simular una nueva -y cara- cumbre, ¡viva el espectáculo!, en Glasgow que, además, patrocina, ¡qué vergüenza!, la cruel, criminal Iberdrola.
Lo cierto que es que, sin exagerar un ápice, la expectativa es terrible, dantesca para cualquier actor/espectador algo atento y no es preciso desarrollar cómo, mientras vivimos tal situación de emergencia climática que -dicen- resolverán quienes la han causado, el G-20 y la multinacionales asesinas, aquí asistimos a la -falsa- salida -ya veremos hacia donde- a casi dos años de muy severos recortes de un gobierno -que dicen- “progresista”, abusivo, arbitrario, castrador de libertades ciudadanas, que ha anulado toda posibilidad de imprescindible -y ya antes mínima- acción política social, recortes que, inapelable, -hasta- el Tribunal Constitucional ha dicho que vulneraron la Carta Magna, sin que partidos, sindicatos, jueces, fiscales, medios de comunicación,… hayan levantado la voz un momento, un decibelio,…, simplemente por aparentar, preocupados -todos ellos- exclusivamente, que no nos engañen, por el enfermizo, injustificado miedo, terror, pánico,… generado en torno a -exclusivamente- su salud individual, ¿cuándo habrá estadísticas de verdad, serias?, llegando a aplaudir, ¡no olvidaré esa vergüenza! a los sanitarios que cerraron las consultas y no nos dejaban ni verlos y, peor aún, a la policía -siempre- analfabeta que aplicó con saña, durante casi 2 años, la “ley mordaza” y la “reforma laboral” de Rajoy, que el gobierno más represor desde la transición -sinvergüenza, dice que- ahora va a derogar, mientras el marxista Alberto Garzón, revolucionario, anuncia que “prohibirá la publicidad de dulces, galletas y zumos dirigida a menores” ¡Problema urgente resuelto y que viva Marx!
Al tiempo, mientras la impresentable Ribera -la de la transición ecológica- ha ido a Argel a mendigar más gas con el que poder seguir incumpliendo todos los acuerdos de la ONU y contaminando, al tiempo que hacer posible el escándalo de los anuncios de ganancias salvajes para el Santander, BBV, Sabadell, Red Eléctrica, Iberdrola, Microsoft, Google, Twiter, Indra, Repsol,…, y -supongo- poder además pagar la subida del salario mínimo interprofesional, gran éxito -junto a los ERTE, que veremos en qué acaban- de Yolanda Díaz, 15 euros al mes, 50 céntimos al día, ni un viaje en el autobús municipal con tarjeta. Repito y me incluyo en el reproche, ¡Joder, qué tropa!
EL ROTO 27/10/2021
190 Los domingos cavilar
¡Sí que hay clases sociales, estúpidos!
Fernando Merodio 24/10/2021
"Toda la teoría de Marx, la ciencia fundada por Marx (materialismo histórico) y la filosofía abierta por Marx (materialismo dialéctico) tienen por centro y corazón la lucha de clases. La lucha de clases es 'el eslabón decisivo', no solo en la práctica política del movimiento obrero marxista-leninista, sino en la teoría, en la ciencia y en la filosofía marxista" (Louis Althuser. "Marxismo y lucha de clases"
Sé que, ahora, hablar de Marx está mal visto, todo es líquido, transversal, sesgado, neutro, da igual 8 que 80... si no molesta al poder; no hay clases, ni quien genere la desigualdad económica, hay otro virus a partir del cual solo hay diferencias de género, de orientación sexual, de identidad territorial,... que ¡zopencos!, nos obligan a pelear entre nosotros, hasta el extremo de que quienes, con dañina codicia, no hace mucho decían poder... sin explicar qué, hoy no recurren fallos que no les gustan, insultan al tribunal y anuncian una querella contra la presidenta del parlamento..., de su secta.
Jordi Borja, urbanista, ex comunista del PSUC, desarrolló, con Franco aún vivo, serias teorías sobre los movimientos urbanos, hasta caer -en picado- en asesor de Ada Colau, donde, pese a todo, usa su viejo rigor y la manida frase de Clinton, “¡Es la economía, estúpido!” para titula una opinión “Mira las clases sociales, estúpido” y razonar sobre la confusión que desactiva la fuerza de cambio encerrada en la relación dialéctica entre clases sociales y concluir que las reformas precisas son tan serias que no se pueden dejar en manos de los políticos -¿salvo Ada?-, pues, hoy, la acción política para modificar las reglas del juego solo se (pre)ocupa de lo transversal que no irrita al poder y la igualdad de clases no la traerán estos gobiernos, parlamentos y partidos, siendo preciso “generar iniciativas de la sociedad civil, (…) o movimientos de la sociedad, capaces de hacer propuestas, promover iniciativas legislativas o forzar referendos para cambiar los modos políticos, anacrónicos, devaluados”, por lo que, pese a existir -y estar de acuerdo con- otras ideas radicales, eficaces y alejadas del sistema inútil, es tan gráfico y provocador el título que, sin pudor, se lo copio a Jordi.
Siento -vieja- turbación al releer multicopias -viejas- de los “Cuadernos” de Marta Harnecker y Althuser que hace años subrayaba tratando de apre(he)nder nociones como la de clase, lo de que sistemas sociales que posibiliten que el hombre explote al hombre y permitan a unos pocos extraer el plusvalor de la fuerza del trabajo del resto ha generado, siempre, grupos sociales antagónicos: amos y esclavos, siervos y señores, obreros y patrones, explotadores y explotados,…; y para Marx, Althuser, Harnecker,… las clases sociales son grupos humanos con diferencias nacidas de la injusta apropiación de ese plustrabajo, son formas del abuso de un poder que genera desigualdad en el uso de los medios de producción y, para buscar paridad y justicia, es obligado el enfrentamiento entre clases antagónicas, luchar en los tres niveles de la estructura social: "económica", resistencia -sobre todo en el lugar de trabajo- de los que sufren la usurpación de su fuerza laboral, "ideológica", frente al brutal poder de la ideología burguesa al controlar los medios de comunicación de masas, y "política", lucha de clases por excelencia, búsqueda del control de los aparatos de poder del Estado, sabiendo que, tras crecer las contradicciones sociales, el enfrentamiento de clases solo concluirá con la derrota del oprimido o la revolución social, legal o ilegal, pacífica o violenta, que destruya las relaciones sociales que facilitan a unos pocos explotar al resto, casi todos, su plustrabajo, sustituyendo tan injustas relaciones por otras igualitarias que signifiquen la toma del poder político por la mayoría.
Recupero así conceptos ciertos, aun actuales, mientras el presidente fallido -que dicen- socialista, estirado y bobo, pese a tener la fortuna de lo que hoy es aquí la derecha política, rinde pleitesía y da cuentas a los más acaudalados de los ricos, a los desleales, codiciosos idólatras del irracional independentismo mágico y a los pútridos restos de los de la bomba-lapa y el tiro en la nuca, los tres sombríos, mejorándolos siempre injusto y perjudicando al resto, al tiempo que riega el territorio del capital, siniestro lugar que, torciendo la humana lógica, altera el valor de todo, lo convierte en precio y hace que sucios papeles sin más valor que el robado a la fuerza del trabajo, aparenten algo y crezcan -más- especulando con la nada, usureros, usurpadores de los derechos de todos, eternos, ignaros “costrutores”, hoy “energéticos”,…, para lo que rompen el histórico vínculo entre socialismo y trabajo, despilfarran el poder social y político que -dicen- otorgan los votos y arrojan, una vez más, como siempre, a los asalariados, explotados, esclavos, siervos,… a los pies de los caballos.
Es lo que hay, ocupe quien ocupe los cargos, siempre por afán de poder -sueldos y prebendas- y que -ahora- alardean de que pactar -hasta contra natura- con cualquiera, corrupto invento “progresista”, siempre es bueno, teniendo, aquí, un buen ejemplo próximo en el regionalismo, bullshit local generado por el viejo -y cercano- fascismo que sustentó al totalitario Franco, provincianismo egoísta en estado puro, ahora uncido en mala aleación histórica al -que dicen- socialismo, regional-socialismo que nace del pacto por pactar, contra natura, ventajista que tan agriamente denuncia el filósofo Giorgio Agamben en ”Medios sin fin”, ajeno a clases o ideas, ¡mueran ambas!, ¡viva la liquidez!, ¡cómo para hablar de lucha con tan acomodaticios burócratas políticos!
Explica Carlo Frabetti que la información difundida -junto a las desbocadas redes sociales- por los medios de (in)comunicación de masas, es falsa, emitida a ráfagas (mal)intencionadas dispersas e inconexas, consignas cortas que evitan la lectura con fatiga y, tras leer, pensar, impidiendo que el pensamiento tenga coherencia sólida, “basta con fragmentar los razonamientos ciertos para construir una gran mentira a base de medias verdades”, pensamiento blando, circular, discreto, líquido que favorece al poder y perjudica al resto con información deformada por el lenguaje; hay que insistir pues, aunque su división hoy no sea tan clara y visible como cuando Marx razonaba sobre ellas, en que aun existen las clases que Althuser y Harnecker nos ayudaron, didácticos, a comprender; hay clases y hay que tener conciencia clara de que nos explotan y que luchar contra ello es exigencia urgente, justa y necesaria.
Tan lógicos argumentos de Marx, Althuser, Harnecker,... se enfrentan a hechos tan dañinos, injustos, habituales como que en momentos que exigen definir el futuro energético personajes públicos vinculados a la peor PSOE y a lo más corrupto del Banco Santander, dinosaurios del ecologismo transversal creen el dañino artefacto que dicen ALIENTE para -como antes PODEMOS- desactivarnos y tratar de convencernos de que unas cuantas voces con sordina tras pancartas son presión social y asustan a capital y gobiernos que se carcajean y, delictivos, nos quieren llenar de polígonos eólicos, tratan de aprobar PNIEC, PROT, PSEC,... sin respetar el procedimiento administrativo ni, por supuesto, consultar a nadie, al tiempo que intentan robarnos el agua que necesitamos para la industria y beber y regalársela al salto/negocio de Repsol/Jose Jon Imaz en Aguayo, (sin)razones, entre muchas, de que la burocracia nos quiera callar y ni oír hablar de lucha de clases mientras, pulgosa, se rasca y reniega de ella, haciendo que hasta Gabriel Albiac, filósofo ahora desnortado, escriba que los bancos no hacen caridad, “invierten en partidos políticos como quien invierte en solares al borde de la playa, inversión rentable”, y compran, es su negocio, además de a esos partidos, gobiernos, ayuntamientos, sindicatos,...
Enquistada entre nosotros una burocracia corrupta, sobrealimentada, improductiva e insolidaria, nos obliga a fatigarnos gritando, “¡Sí que hay clases sociales, estúpidos!”, siendo, entre otras, tan insoportable, opresiva burocracia la razón que nos obliga a, antes de que sea tarde, abandonar nuestro cómodo silencio cobarde cómplice y fatigarnos dotando de nueva vida a lo que Marx llamó conciencia de clase, saber quiénes somos, y es invitación a la lucha organizada, por el momento jurídica.
189 Los domingos cavilar
República y ciudadanos
Fernando Merodio
17/10/2021
“Había soñado con una república venerada por el mundo entero. No podía creer a los hombres tan feroces y tan injustos” (Camile Desmoulins, a su esposa desde la prisión. 04.04.1794)
“Apenas necesito señalar que lo que sigue no es ciencia (…), se trata de un ejercicio de descripción viva, un diálogo con la memoria de 200 años sin ninguna pretensión de cerrar definitivamente el tema” (Simon Schama. Ciudadanos. Una crónica de la Revolución francesa)
Nacido un 14 de abril –que, además, era domingo de ramos- en España, soy ajeno a esa izquierda “progresista”, nueva, que mezcla a voces su ignara idea de república, un esperpento, una caricatura, con la desteñida bandera tricolor y los nombres -salvo excepciones puntuales, todos poco que ver conmigo- del burgués Pacto de San Sebastián, agosto de 1930, Azaña, Casares-Quiroga, Albornoz, Domingo, Galarza, la socialdemocracia humanista de Fernando de los Ríos o Prieto a título personal, incluso Lerroux, Alcalá Zamora y Maura, derecha monárquica, que derribaron al Borbón no tras una guerra y cientos de miles de muertos, sino, dice Julián Casanova, por la incapacidad de aquel para transitar de una monarquía religiosa y caciquil hacia otra democrática, reformista y no se debe olvidar cómo aquellos dirigentes, salvo los poco “republicanos” comunistas, huían a Valencia tras el ataque militar fascista, dejando tirado al -siempre valiente- pueblo de Madrid, que, no como ellos, los vascos o los catalanes, resistió bombardeos, "quintas columnas", traiciones,... hasta el final.
Ya había repúblicas en la antigüedad, Grecia, Roma,…, y si, para fijar un inicio a la actual idea, nos situáramos en 1750, en la Francia monárquica nos juntaríamos con las ideas de la Ilustración que, en 1775, alumbraron la Encyclopédie de Diderot, d'Alembert, Voltaire, Rousseau,... y, con el paso del tiempo, cerrando ya el siglo, veríamos estallar esas ideas en la Revolución francesa, con Robespierre, Marat, Danton, Desmoulins,..., triunfo de aquella Razón republicana sobre el ilógico clerical Ancien Régime monárquico y, en 1848, casi cien años después, tambaleándose la igualdad revolucionaria, veríamos a Marx y Engels dar otro paso frente a la explotación del hombre por el hombre con el -cada día más actual- Manifiesto Comunista, base política, filosófica, económica de la revuelta trabajadora frente a la anti-revolución burguesa, intento de sustituir -que sustituyó- a la nobleza en la explotación del resto; 173 años después del Manifiesto, hechos épicos y más o menos fieles a la teoría dieron cuerpo físico, político y social al viejo fantasma y están en los libros de historia, vituperados o ensalzados…; valorémoslos.
Los tiempos no le son favorables, sus errores y los ataques -en especial interesados y sañudos desde, lógico, el capital, pero también, con otra (i)lógica, desde el actual “progresismo”-, provocan su casi absoluto mutis; Eric Hobsbawm, historiador marxista fallecido en 1917, escribía que “el comunismo está muerto; la URSS y la mayoría de Estados y sociedades construidos sobre su modelo, (...) se han derrumbado, dejando tras sí un paisaje de ruina económica y moral, (...) evidencia de que el fracaso era parte de esa empresa desde un principio”, si bien advertía, también, que “el comunismo está vigente como motivación y utopía“ y exige mantenerlo vivo, pues la humanidad no puede prescindir de sus serios ideales de igualdad, libertad y justicia, ni olvidar a quienes dedicaron -y, aún hoy, dedican- su vida a esa lucha; se hace camino al andar avanzando y, también, retrocediendo tras errar, buscando y volviendo a avanzar pues, dice Hobsbawm, estamos aquí solo un rato y debemos intentar que no nos engañen, ni gastar el tiempo escaso lejos de la idea correcta de igualdad en una sociedad con las mínimas diferencias posibles, enfrentados a los -muy- pocos que mandan y se alimentan de las diferencias, pues Marx no ofrece utopías, sino teoría científica, lógicas ideas por las que siempre luchó “el partido" aquel que fue mezcla de disciplina, dedicación, eficiencia, identidad emocional y, añade Hobsbawm, idea de "llevar a cabo lo que otros no hacen”, por lo que si, como Alain Badiou, vemos agotada la etapa de unión plena de política y Estado tras la caída del Estado-partido del Este y, luego, la del Estado-partidos del Oeste, por la casi nula eficacia emancipadora de ambos -vista desde la revolución o desde el mero uso del Derecho- sabemos que “la historia de la política comienza de nuevo, frente a toda presentación solo estatal” y no verlo sería creer que políticos amorrados al Estado -¿confían en ellos?- arreglarán el desastre climático, el hambre, el desigual paro, lo del 1%, la corrupción rampante,...
Hay que tener claro, de una vez, que los problemas de todos debemos resolverlos todos, actuando en grupos formados por lo que, de un u otro modo, dicen ciudadanos, pero procurando no enzarzarnos con la semántica perversión del lenguaje, pues al ser tal vocablo en el Diccionario de la RAE "persona considerada miembro activo de un Estado, titular de derechos políticos y sometido a su vez a sus leyes" -al tan traído y llevado "contrato social"-, es un sometimiento global maleable y dúctil, exigible a rajatabla a todos excepto, aquí ahora, a catalanes y vascos, que van a su bola, o a políticos profesionales a quienes no apetezca o, nunca, al gran capital; resumiendo, es el de ciudadano un concepto resbaloso que -pienso- define a todo miembro pleno de una comunidad, con iguales derechos y obligaciones que el resto y las mismas posibilidades de influir en el rumbo de aquella, concepto que, en la antigüedad, no incluía a mujeres, esclavos o extranjeros, liándose más, por ejemplo en Atenas, una sociedad esclavista, muy desigual, que se dividía en esclavos, privados de libertad o cualquier otro derecho y eran propiedad de los libres, pudiendo ser ciudadanos, un 10% del total, hijos de padre y madre atenienses, como catalanes o vascos, llenos de derechos políticos, o no ciudadanos, emigrantes, libres, pero sin derechos civiles o, después, en la Roma de la monarquía que vinculó ciudadanía a la fundación de la ciudad, 753 a.C., con los patricios ciudadanos plenos, mientras con la república de dos magistrados o cónsules, 504 a.C., ciudadanía era atender a la res pública, la cosa pública, el bien común, siendo a partir del s. II a.C. ciudadano romano el hombre libre nacido en Italia, si bien con una corrección censitaria aristocrática, y así hasta el infinito, complejidad que, en su día, hizo afirmar a Aristóteles que “(…) a menudo se discute sobre el ciudadano y, en efecto, no todos están de acuerdo en quién lo es”; sabido es que la semántica, la perversión del lenguaje lo embarulla todo.
Pienso que si hablamos de ciudadanos estamos hablando, al tiempo y como hizo Simon Schama al escribir “Ciudadanos. Una crónica de la Revolución francesa”, de la grande y la petite histoire, debiendo (pre)ocuparnos tanto de las emociones de los que, con su actuación ciudadana, hacen la revolución como de las de los que sufren bajo ella, de lo público y lo privado, de las grandes declaraciones de los discursos políticos como de las más modestas implicaciones privadas, pero sin que debamos olvidarnos de lo principal, como es el hecho de que los frutos de la Revolución republicana francesa fueran “la primacía de la Constitución, la separación de poderes, la igualdad de todos ante la ley, la garantía de los derechos individuales, la proclamación de un Estado laico frente a toda religión y al mismo tiempo tolerante y el propio concepto de ciudadanía”, aquel sí, plenamente asumible, revolucionario al consagrar los Derechos del Hombre y el Ciudadano.
Ahora hay un falso republicanismo coincidente con la ancestral, enquistada, cavernícola extrema derecha, al que ha llegado un osado grupo de analfabetos funcionales, faltos de historia, ignaros que desenfocan, peligrosos, el problema real y eligen sus enemigos con la dinámica del jurista y filósofo político nazi Carl Schmitt, una actitud perversa, victimista, basada en la “manipulación y el chantaje emocional” que maneja, publicitario, y juega con las muy exageradas, peligrosas, excitadas emociones de un caladero de votos situado en el lugar que menos molesta al capital, el de las mujeres, el colectivo LGTBI, los jubilados no dependientes, el etnicismo,…, olvidando lo socioeconómico y lo que preocupó a los viejos ciudadanos republicanos.
188 Los domingos cavilar
Bla, Bla, Bla
Fernando Merodio
10/10/2021
“Reconstruir mejor, bla, bla, bla. Economía verde, bla, bla, bla. Emisiones cero para el 2050, bla bla bla. Neutro para el clima, bla, bla, bla. (…) Nuestras esperanzas y sueños se ahogan en sus palabras y promesas vacías”. Greta Thunberg. Conferencia juvenil sobre el Clima de la ONU. Milán. Setiembre 2021)
“Síntesis.- Nombre femenino.- 2. Exposición breve, escrita u oral, que a modo de resumen contiene un conjunto de ideas fundamentales y relacionadas con un asunto o materia y que estaban dispersas.” (Diccionario Oxford)
Greta Thunberg, niña sueca, hoy ya 18 años, intuitiva activista contra la emergencia climática, convive con el síndrome de Asperger que -dicen, ¡uf!, los científicos- afecta a su neurodesarrollo, modificando su modo de comunicación e interacción social, generándola un lenguaje fluido, una capacidad intelectual superior a la del resto, un interés ilimitado y una preocupación inusual por actividades y hechos concretos, todo lo cual concurre, en efecto y con tintes muy positivos, en Greta, en la que, además, percibo una extraordinaria y gráfica capacidad de síntesis.
Ya en 2018 mostraba tan admirables hábitos protestando sola fuera del Sveriges Riksdag, parlamento sueco, con una elemental pancarta de cartón blanco escrita a mano, “Skolstrej för klimatet”, “Huelga escolar por el clima”, que definía y denunciaba ya entonces la muy peligrosa subida de la temperatura, el calentamiento global al que, más tarde, con una muy breve frase, daba clara solución, “Cambiar el sistema”, para, ahora, burlarse, invalidar, desmontar, recusar la ciencia que sirve al capital y repetir mil veces la onomatopeya “bla”, parodiando y denunciando el horrísono sonido que, igual en forma que en contenido, es el inútil modo de hablar rebuscado, repetitivo, previsible de ciencia, capital y política, brillante forma sinóptica, gráfica de denunciar, junto a su funesto daño, lo ofensiva que puede llegar a ser la perversión del lenguaje.
Antonio Guterres, secretario general de la -poco dudosa de radical- ONU, señalaba hace días que “el mundo sigue un rumbo catastrófico”, la lucha contra la emisión de gases efecto invernadero, GEI, “va en dirección equivocada” -¿equivocada?, pregunto-y nos lleva, dice su panel de expertos, IPC, a una funesta subida de 2,7ºC -el ilógico, insuficiente objetivo era 1,5ºC- en la temperatura mundial hasta fin de siglo, con pérdida masiva de vidas pues, según el -tibio- informe oficial, el (in)cumplimiento de sus pactos -engaño que usa el (ab)uso de esa cosa, para ellos útil, que dicen covid19- por los casi 200 países que firmaron el inane Acuerdo de París, supone un aumento del 16% en las emisiones de GEI en 2030 sobre 2010, haciendo aún más urgente ser lógicos y decidir si creemos que los políticos y las desleales Iberdrola & Co van a “cambiar el sistema” o si, radicales, deberemos callar, ya, su letal bla, bla, bla.
El cinismo con que ahora intentan acallar a Greta Thunberg es, en especial, llamativo y, así, por ejemplo el domingo, 26 de setiembre, publicaba El País una página de publicidad de su “hermana” -la cada día más insufrible- SER, con el lema “Hay voces que cambian el mundo”, en la que aparecían Martin Luther King, Malala Yousafzai y, error que alguien pagará, la activa muchacha sueca, cartel en que al día siguiente Greta era sustituida por Clara Campoamor, menos nociva, más cómoda, sin duda, para el bla, bla, bla de los “progresistas” y quienes los financian.
Un mínimo de atención y sentido común crítico -no es preciso ser Greta Thunberg- nos permite comprobar cómo lo primero -y prácticamente lo único- que aprende el político que disfruta la canonjía de su iglesia/secta/partido es a hablar… sin decir nada y a vestir cada día más caro; aunque les produzca picores, oigan un rato a Pedro Sánchez, Yolanda Díaz, Pablo Iglesias, Pablo Casado,… y verán que nunca, nunca, nunca sus palabras, bien ordenadas según el canon político, significan nada de nada; por el contrario, jóvenes de todo el mundo, “Friday for future”, están empezando a hablar claro junto la púber sueca y, así, la ugandesa Vanessa Nakate anuncia que “si seguimos maltratando el planeta, la situación en África empeorará cada vez más” o Iván, de México, más radical y político afirma que “no se puede resolver la crisis climática si no se rompen todos los mecanismos de opresión, comenzando por el capitalismo”, mientras aquí, Pedro Sánchez, Yolanda Díaz y sus -cada día más numerosas- mujeres optan por, para que no se enfade, no molestar al capital, usando como tapa-grietas -igual que en Andalucía, hasta que fue imposible ocultar la realidad rampante- ridículas, humillantes “peonadas”, votos cautivos, en forma de “ingreso vital”, “salario mínimo”, “ayuda cultural y para el alquiler” a los jóvenes, o subir la pensión a los jubilados y el sueldo a -la nueva casta de- los funcionarios; lo desarrolló muy bien Giuseppe Tomasi de Lampedusa en “El gatopardo”, “Se vogliamo che tutto rimanga como è, bisogna che tutto cambi”, “Si queremos que todo siga como está, necesitamos que todo cambie”; sus discípulos, los “progresistas”, lo llevan a rajatabla.
De todos modos, veo improbable lo que esos jóvenes dicen en Milán, que “el cambio vendrá de las calles, de nosotros, no de las conferencias. La esperanza no viene del bla-bla-bla de los políticos, ni de la falta de acción y las promesas vacías. La esperanza somos nosotros, es cuando la gente se une para un objetivo común. (…) Los ministros del mundo (…) tienen como solución para nuestros problemas su bla-bla-bla (…). La crisis climática solo puede empeorar y cuanto más esperemos peor será”, soy más pesimista que ellos y , pese a sufrir también su hartazgo y cansancio y saber -mucho antes que ellos- que “la esperanza no es pasiva, no es bla-bla-bla, es decir la verdad, es actuar y siempre viene de la gente”, dudo que el global de jóvenes, hábilmente manejado por covid19 y otras cosas hasta acatar, bovinos, la mascarillas/bozal a todas horas y en todo lugar, cambie esto.
Recita con precisión tan terrible bla, bla, bla un rechoncho catalán, ministro de deporte, gordito decidido a llevar a la práctica una estúpida teoría, “prefiero equivocarme a no decidir”, El País, 06.10.2021, equivocándose mucho, lo que es en especial peligroso cuando lo que él decide puede perjudicar a terceros y se hace contradiciendo, además, a Jorge Luis Borges y su inteligente “no hables a menos que puedas mejorar el silencio” o, aún más, al Ludwig Wittgenstein exigente serio de que “de lo que no podemos hablar debemos guardar silencio”, con lo que el injustificable, reciente ministro, condescendiente con el egoísmo independentista por más señas, y sus colegas del -injustificable también- gobierno, debieran reaccionar, aunque lo dudo, como Jenócrates, discípulo de Platón, que se arrepintió “muchas veces de haber hablado; jamás de haber callado”.
Que hay grados y gravedades en el bla, bla, bla lo prueba el hecho de que, mientras en Francia la fiscalía nacional financiera investiga, además de por indicios de daños medioambientales en la economía de la actividad laboral pesquera, por corrupción en la irregular adjudicación a una filial de Iberdrola, Ailes Marines, del polígono eólico marino de Saint-Brieuc, 496 Mw, aquí siguen adelante con la tramitación del mamotreto industrial eólico El Escudo, plagado de ilegalidades, con informes dolosos de la dirección general regional de medio ambiente y, por ello y otras cosas, denunciado en los juzgados penales, al tiempo que Iberdrola España quiere nombrar vicepresidente -para alargar la muy larga lista de ex-políticos con cargos en las grandes compañías eléctricas- a Antonio Miguel Carmona, conocido ex-dirigente y portavoz de la PSOE en el ayuntamiento de Madrid, al tiempo que, desde los medios, nos intentan convencer de que lo hacen por sus méritos, pues la relación entre partido y político es muy mala y aceptemos algo tan irreal y bobo como que, masoquista, la eléctrica, regala el alto cargo para, solo, enfrentarse a la PSOE.
Coda final preocupada.- Trato de echar a un lado la seria zozobra que daña -nada menos que- a la viñeta de El Roto de hace unos días que reproduzco más abajo, en que la titilante, mínima cerilla que pudiera querer identificarse con El País, era la única luz “en un océano de oscuridad” y, agobiado, deseo que la pequeña cerilla sea, para El Roto, el bla, bla, bla en que ha quedado el potente foco que, 1972-1973 con El País, dijo intentar concebir gente tan de orden, variopinta y dispar como Ortega Spottorno, Polanco, Cebrián, Fraga, Castiella, Ruiz-Jiménez, Areilza, Laín Entralgo, Marías, Cabanillas, Tamames,…
187 Los domingos cavilar
De privilegios y fianzas
Fernando Merodio
03/10/2021
“Privilegio.- Derecho, ventaja o exención excepcional concedida a una persona o colectividad. Hecho o situación agradable de que disfruta una persona“. (The Free Dictionary)
"Fianza.- Prenda, garantía o dinero que se da como seguridad del buen cumplimiento de una obligación o compromiso”. (The Free Dictionary)
Aunque suene aburrido es esencial pues, de modo genérico, el procedimiento da forma a actos que se concretan en acciones jurídicas para alcanzar un fin, ordenados de modo que, sin los previos, los posteriores son inválidos y, sin los posteriores, los previos no son eficaces, protege el Estado de Derecho y el principio de legalidad y exige respeto para los de contradicción -igualdad ante la Ley-, legitimación -interés legítimo-, imparcialidad -eficacia, objetividad, jerarquía, coordinación, descentralización y respeto a la Ley-, transparencia -normas accesibles a todos-, y además, en -pocos- casos, el de información y participación política ciudadana; el procedimiento es, pues, algo serio, no una fórmula, sino garantía de justa igualdad ante la Ley, pero también lugar en que -sin poder obviar que el Derecho emana, en general, de quien detenta el poder- más evidente se muestra lo que da título a la cavilación, "privilegios y fianzas", artificios creados para generar -aún más- injusticia y desigualdad que me hacen pensar, con la brevedad que me exijo, en dos casos: el primero, la evidencia de cómo, (ab)usando (d)el procedimiento, los poderes de la política privilegian y regalan lo mejor, lo más mollar -lo que da utilidad o provecho con poco esfuerzo- de la ciudad al poseedor del pésimo dinero usurario del banquero y el otro cómo, al exigir fianzas, la justicia dificulta la persecución de los delitos más graves y dañinos, los públicos.
Hace años, se “concedía” formalmente a la Fundación del banco que se apropia -entre otras cosas- del nombre de la ciudad, sin imparcialidad, transparencia, contradicción, información y real participación en el procedimiento, burlando sus normas que fijan la igualdad de todos ante la Ley y con trámites acordados, prefijados años atrás, arbitrarios, realmente, se le ha regalado el tramo central, el más marinero, de mayor calado del muelle ciudadano, a fin de plantar -ellos soñaban con una pirámide, un túmulo funerario, pero les ha salido- un mamotreto vendado hace años a fin de evitar que, al desprenderse, sus piezas nos maten, armatoste en el que, siempre ruin y humillado, Revilla se reúne, pedigüeño, con Sánchez, en lugar de hacerlo -muestra de lo inepto que es- en el ruinoso solar del único edificio público republicano que había en Santander, la Diputación, “memoria histórica”, al tiempo que, 2021, con el procedimiento también retorcido, se tolera a los mismos, agrupados de otro modo, mantener, mientras quieran, el centro de la ciudad patas arriba para al final, además de quitar aún más luz a la calle Martillo, fingir que rehabilitan, conservan, cambian de uso,… un par de redichos edificios irrelevantes, muy del pueblerino gusto burgués y que, además, representan lo peor de la peor historia ciudadana, desde los que imponernos su feo, sucio concepto de cultura, arte,... acabando de hundirnos en el lugar en que, porque lo merecemos, estamos..
Digo que "se concedía" el muelle porque -dijeron- se usó -forma del "procedimiento"- una concesión administrativa, peligrosa figura cuya mínima garantía es funcionar "intuitu personae", otorgarse solo a quien el "dadivoso" concedente -de lo que es de todos- considera que lo merece; según el Diccionario de Derecho Público, es medio por el que la Administración, ente abstruso, "confiere a alguien un derecho o poder de que antes carecía mediante la transmisión de un derecho o el ejercicio de un poder propio" de ella, mudando así en Administración a un creso grupo que dicen Fundación, a la que la ley exige ser exacta en sus números y ejemplar en su actividad y la de sus miembros, una casta que, en este caso, atesora como méritos haberse enriquecido, para desgracia del resto, con sofisticadas formas de usura, una selecto clan familiar, todos con el mismo apellido, al que, en perjuicio del interés general se otorgó el privilegio de ocupar un magnífico suelo del dominio público, una parte del muelle frente al "Banco" que, por medio de dirigentes como Rodrigo Echenique, interviene, entre otros medios, en el grupo Vocento, dueño de El Delirio Montañés, que le hace la ola y pone sordina, entre otras vergonzosas ilegalidades, a que hasta hace poco "la familia" tuvo ocultos, sin declarar desde la guerra (in)civil, con los españoles sufriendo penuria, "un mínimo de 2.000 millones de euros -350.000 millones de "antiguas" pesetas- en las cuentas suizas de HSBC", gravísima ilegalidad que se regularizó con la -habitual- complicidad de "los procedimientos", mientras Economía multaba a XYZ, ABC y DEF Heritage Foundation, ¡más útiles Fundaciones!, de uno de ellos llamado Jaime -casi al tiempo condenado a 3 años de cárcel y una muy millonaria multa por intentar vender fuera de España, su práctica del arte, un "Picasso"- que ocultó, perjudicando a otros accionistas, la titularidad de un buen porcentaje de acciones de Bankinter o también al tiempo de que el Banco-ciudad fuera acusado, con datos, de ocultar a Hacienda la identidad de clientes creando sociedades offshore, entre otros lugares, en Bahamas o también de sucias maniobras ilegales en la creación/construcción de su “Ciudad Financiera”, próxima a Madrid, en la que colaboró Leopoldo Arnaiz Eguren, arquitecto cuya turbia intervención en los "procedimientos" del mamotreto del muelle o el PGOU de Valderredible algún fiscal aburrido debería investigar y, por ello, sostenemos, en fin, que no a todos, sea cual sea su opulencia, se debe permitir inmiscuirse mediante "concesiones " en zonas de acción reservada a la Administración Pública.
Todo ello es, quizás, razón de que un Fiscal General afirmara en el Parlamento que los delitos de corrupción son “un demoledor ataque a los pilares del Estado de Derecho” y, si no se los combate “contundentemente”, mueven al ciudadano a “justificar”, entre otros, “el fraude tributario o a la Seguridad Social”, urgiendo modificar la idea española de que la Justicia, "su procedimiento", “no trata igual al poderoso que al resto”, pese a lo cual y a los serios datos que incapacitan jurídica y éticamente a los titulares de la "concesión" de 2.827,53 m2 de muelle y 658 m2 de vuelo sobre el agua durante 35 años, para implantar dos contenedores de 22 m. de altura -equivalente a 6 plantas- y 90 m. de frente -doble que el Banco-ciudad- en un oscuro, imposible, raudo trámite inédito que se iniciaba el 13 de abril y se concluía, ¡en 35 días!, el 18 de mayo de 2012, evidenciando corrupción -cuando menos- político/administrativa, tráfico de influencias, prevaricación, negociaciones y actividades prohibidas,…
En el segundo plato de la balanza que, junto a una espada, exhibe la severa mujer de ojos vendados, hay que cargar las dificultades que el mismo “procedimiento” impone a otros, pudiendo citar junto a más ejemplos, la inexorable fianza exigida -no al criminal- sino quien, tras cumplir la obligación -artículo 259 LECr- de denunciar, con razones y documentos incluso, delitos que conoce bien, facilita al juzgado y la fiscalía notitia criminis de hechos -con indicios- delictivos, respecto a los que ha mantenido una larga lucha en distintos ámbitos procesales con los querellados, denuncia y sostiene la lógica pretensión de ser acusador particular, no popular, pretensión en la que lo peor es el sabido, habitual hecho de que si, por dignidad u otra causa, no presta caución, se inadmite y archiva la querella y ni el juzgado ni, menos aún, el Ministerio público, flácido/político, investigan y, en su caso, persiguen a los denunciados, siendo claro a qué hechos -públicos y muy graves- y personas protegen las fianzas, así como la -dura- sensación de impunidad -real- que todo ello genera.
Es crucial el momento, de cambio a un modelo energético igualitario y justo -¡Hay que cambiar el sistema!, repite irritada Greta Thunberg- mientras aquí Ocyener, S.L., solo un notable apellido y un mínimo capital social, debería explicar de dónde saldría la parte de los muchos más de 100 millones de euros que -según dice- sería su aportación a los ilegales polígonos eólicos La Costana y Campo Alto y, en especial, al salvaje y dañino El Escudo, del que El Delirio Montañés, 30.09.21, desnudando su idea del “procedimiento”, dice gráfico, con claridad indecente, que está “en la última fase de despachos”, evidencia de cuál es su lugar en un mundo de “privilegios” y “fianzas”.
186 Los domingos cavilar
De trolas, virus, lava, cuadros y otros robos
Fernando Merodio
26/09/2021
"Pero es menester saber encubrir ese proceder artificioso y ser hábil en disimular y en fingir. Los hombres son tan simples y se sujetan a la necesidad en tanto grado, que el que engaña con arte halla siempre gente que se deje engañar" (Nicolás Maquiavelo. "El príncipe").
"La naturaleza no es el resultado del gobierno de la indiferencia, sino que tiene sentido, es inteligible, la naturaleza parece explicarse a sí misma. La filosofía, desde entonces -nacía el siglo VI antes de nuestra era- se habría dedicado a preguntarse por el principio, el fundamento o la razón, por la estructura o sistema de semejante orden natural" (Fernando Merodio Castillo. "Origen y naturaleza de la filosofía).
Siendo niños, en Rozadío proscribimos, quizás por flácida, la palabra mentira, la sustituimos por trola y tildábamos muy peyorativos, de troleros, no de mentirosos a quienes tenían el cobarde hábito de mentir para vaya saber qué, vocablos trola y trolero que dicen venir del francés dròle, bromista y también emparentan con el neerlandés drolle, compañero alegre, no siendo ese el significado que, severos críos de pueblo, le dábamos nosotros, más próximo, pienso ahora, a vincular, aunque sea simplemente por fonética, sustantivo y, en especial, adjetivo a los “trols”, raza antropomórfica del folklore escandinavo y otros, personajes tipo, en general gigantes terroríficos que raptan humanos, sobre todo niños; tal era, hoy me lo parece, la fealdad que, críos, en Rozadío atribuíamos a la detestada, para nosotros cagona, mentira.
Frente a tan bello planteamiento infantil, en 1733, Jonathan Swift -o, acaso, su amigo John Arbuhtnot- volcaba en el opúsculo “El arte de la mentira política” el consejo de Maquiavelo al príncipe que cito arriba, que al tiempo advertía, sin ningún reparo, que para gobernar y mandar “(…) puede aparecer manso, humano, fiel, leal y aun serlo, pero le es menester conservar su corazón en exacto acuerdo con su inteligencia para que, en caso preciso, sepa variar en sentido contrario”.
Son ambas reflexiones útiles en el sucio lodazal indecente en que nos toca vivir, agravado con la disculpa de esa cosa que, sin serlo, ahora dicen “pandemia”, indecencia a la que sienta como anillo al dedo la sabia intuición de George Orwell cuando anunciaba un ministerio de la Verdad dedicado a crear Mentiras y describía exacto lo que, de verdad ahora, nos quieren hacer: “Arrebatadas sus granjas, millones de campesinos son arrojados a los caminos llevándose tan sólo lo que puedan cargar”, a lo que, según el troskysta británico, aquel ministerio decía “traslado de poblaciones o rectificación de fronteras” y los “progresistas”, el gran capital y -todos- sus medios afines lo adornan como, “descarbonización”, “progreso”, “desarrollo energético”,…
De eso y otras cosas hablé con un -buen- filósofo -además, muy próximo- y me quedó claro que la naturaleza se explica a sí misma, siendo base de la filosofía el hecho de que “el hombre piensa”, tiene logo, o sea lenguaje y razón o, lo que es igual, facultad humana -racionalidad- y causa -la razón de algo- por lo que es carga del hombre dar voz al universo, a la naturaleza que, exceptuado él, actúa en silencio, debiendo “enunciar el sentido, dar voz a lo que aparece” y que lo natural muestra; así, “la actividad del ser humano (…) alcanzará su plenitud allí donde sea capaz de expresar o de dar razón del logos inmanente al orden de la naturaleza, incluida la naturaleza humana”, siendo “la filosofía el discurso razonado y fundamental acerca de lo que -nos- pasa” y, así, mientras el filósofo, que no es práctico, lo mismo que el niño no cesa de preguntarse ¿qué es? y ¿por qué?, ese mismo niño no pregunta jamás a técnica y ciencia ¿para qué?, pues considera que sirven para algo, son útiles y "la vida y sus actividades más propias son, en efecto, un fin en sí mismo".
Vivimos un momento tétrico, un grave retroceso en la historia social de la humanidad que piensa, un tiempo -que dicen- de ciencia, en el que un bichito del que -esa ciencia- ha evidenciado no conocer nada -dicen que- ha generado lo que llaman "pandemia", que para Niall Ferguson "apenas está entre la 20 peores de la historia", pues ha "afectado al 0,06% de la población comparado con el 2% de 1918-1919 o con alrededor del 30% de la peste negra", con remedios medievales -bozal, confinamiento, distancias,...- y una vacuna de la que no nos dan estadísticas fiables de fallecimientos respecto a los no vacunados, un contagio tratado tarde y con el que los -que dicen- científicos han hecho el ridículo -salvo para meter dinero en el bolsillo de laboratorios y bancos- al exigir guantes y geles cuando no había milagrosas mascarillas, elevar las vacunas al altar y acobardarnos en medio de su hiperactividad represiva -grave retroceso y daño para el futuro de todos- del capital y -sus siervos- políticos; en tal situación, lo de España -y Revilla-, más autoritaria que el resto del mundo, es modelo de malos resultados, tanto en el control de la enfermedad como en lo económico, en lo que -incluso El País, 24/09/2021, dixit- estamos a la cola de Europa en recuperación, muy por detrás de la media de la UE e incluso de Portugal, Italia o Grecia.
Otro -mal- ejemplo de lo que -al menos aquí hoy- es la ciencia nos lo da La Palma, isla de vulcanismo cierto a cuyos habitantes, pese a los reiterados avisos rugientes de lo natural, la ciencia -con aplauso de los medios y la mala política cómplice- ha dejado tirados al retirar de sus -a punto de arrasar- viviendas solo cuatro cosas, haciendo que, vil como siempre, ahora en la SER, Xavier Vidal Folch -al tiempo de sus amables pamplinas sobre el independentismo- culpe a los vecinos de tener que salir de donde vivían por piernas, exculpando a ciencia y política, esa ciencia que -vulcanólogos expertos- nos decía campanuda, engolada el día de la erupción que la lava llegaría al mar a las 7:00 horas del siguiente día … y aún se la espera; habría que exigir, ya, que la ciencia explique lo que no le preguntan los niños: ¿para qué sirve, en realidad, su artificio? y, así, el saber que supere tan lógico filtro, tendría algún sentido.
En un difícil, inconsistente onírico mundo que se mueve entre filosofía y ciencia está lo que dicen “derecho”, del latín directum, “lo que es conforme a la regla, a la ley, a la norma” o “lo que no se desvía a un lado ni a otro”, sabiendo todos que no es así, como muestran dos -muy- recientes ejemplos, el de Jaime Botín-Sanz de Sautuola García de los Ríos, banquero, plutócrata español condenado en enero de 2020, con aclaraciones y recursos, a cumplir 3 años de cárcel y pagar una multa de 91,7 millones €, unos estratosféricos quince mil doscientos cincuenta millones de pesetas -¿cuántos salarios mínimos anuales tirados al barro?- ganados sin -ningún- mérito y que, pese a sus antecedentes de fraude familiar de más de 2.000 millones de euros, ocultación bursátil y estar pendiente de, al menos, otro juicio por fraude fiscal, ha pagado sin siquiera despeinarse y con la intención -hasta hoy exitosa pese al riesgo de fuga- de evitar algo ineludible para otros, “su entrada en prisión” y seguir -junto al resto de su odiosa familia- ejerciendo, entre aplausos de la bovina y sumisa burguesía local, el público encargo de decidir/dirigir lo que para la ciudad con nombre de banco es cultura, arte,… y, junto a él, el también muy dañino de Carles Puigdemont, mediocre golpista cobarde huido que daña la credibilidad del saber del alto tribunal, fracasado, ahora mismo, en su estéril intento de, a tenor del daño causado al resto de españoles, a mi mismo, solo -ni más, ni menos- juzgarle, valorar si ha cumplido su parte del contrato social, castigarle en su caso y mostrar al mundo algo tan sencillo -y que para el irresponsable tribunal, tanto exigente con el resto, parece utópico- como que en España hay leyes y jueces, que todo ello es fiable y justo y que quien la hace la paga.
Vivimos tan penosa situación con sordina o, más, entre mentiras o trolas de troleros crecidos, no niños, ocultos falaces tras una tergiversación de la reflexión política de la República, Platón o El Príncipe, Maquiavelo: ¿conviene ocultar, por su bien, la verdad al pueblo, engañarlo para protegerlo? y el insufrible insulto de que. pues ese pueblo no posee tierras, castillos, bienes,..., la verdad política es de una minoría, aquí Sánchez, Belarra, Casado, Rufián, Urkullu, Junqueras, Revilla,… y, siempre en todo lugar, del capital. “To be, or not to be. That is the question”, “Ser o no ser. De eso se trata”.
185 Los domingos cavilar
Del -dañino- egoísmo de los -nuevos- pasiegos
Fernando Merodio
19/09/2021
"Y vienen para aprenderlas, / más serios que magistraos, / banqueros y diputaos, / señoritos de postín. / Acuden a la academia / queriendo sacar la gracia / lo mismo que se saca / el carné de conducir" (Carlos Cano "Sevillanas de Chamberí").
"¡Ay!, ¡qué vivos son los ejecutivos! / qué vivos que son, / del sillón al avión, / del avión al salón, / del harén al edén / siempre tienen razón / y además tienen la sartén / la sartén por el mango / y el mango también." ("Los ejecutivos". María Elena Wals. Usado en la versión de Llovet y Marsillach del "Tartufo", Moliere).
"Tartufo" es, diccionario de la lengua española, "hombre -y, supongo, mujer- hipócrita y falso", principal personaje de "Le Tartuffe ou l'imposteur", obra de Molière en cinco actos escrita en versos alejandrinos, estrenada en París el 5 de febrero de 1669 referida a un estafador buscado, desleal devoto falso cuyo nombre remite, en italiano, a la trufa, hongo escondido bajo tierra que describe a los "tartufos" a la perfección y nos lleva a otra época, los muy últimos años 60 del siglo pasado, en que, con el dictador aún muy vivo, se podían ver en Madrid, siempre Madrid, obras de teatro como "Marat- Sade. Persecución y asesinato de Jean Paul Marat representados por el grupo teatral de la casa de salud de Charenton bajo la dirección del señor de Sade, de Peter Weiss, interpretada por Adolfo Marsillach y José María Prada, "Las criadas", del muy marginal, excluido, imprescindible Jean Genet, que declamaban Nuria Espert, Julieta Serrano y Mayrata O'Wisiedo o el propio "Tartufo" de Molière que, adaptado por Llovet, interpretó el muy activo e inteligente Marsillach.
En 1969, Llovet y Marsillach usaban a Molière para atacar al "opus", entonces poderoso/peligroso con sus reprimidos/encorbatados dirigentes, ejecutivos que, enfrentados a Fraga, con influencia creciente en el gobierno del dictador y apoyados en la irracional “razón” del tirano, tenían bien cogida la sartén por el mango y, además, querían ser dueños del mango también pero, convertido hoy aquel "opus" en algo residual, la impostora hipocresía de Tartufo es aquí ahora identificable con lo que Jean-Claude Milner llama “progesismo”, del que los más tontos y golfos de los golfos tontos que nos (des)gobiernan alardean de formar parte, “progresismo” que exige, solo, “transigir”, por lo que han sometido la revolución, en el tono más suave del término, a los dictados más crueles del capital, lo que, como explica Giorgio Agamben en “Medios sin fin. Notas sobre la política”, exige “ceder en todo, conciliar todo con su contrario, la inteligencia con la televisión y la publicidad, la clase obrera con el capital, (…), el medio ambiente con el desarrollo industrial, la ciencia con la opinión -son ejemplo las “tertulias” que opinan del mínimo virus-, la democracia con la maquinaria electoral, la mala conciencia y la abjuración con la memoria y la fidelidad”, proceso que alcanzó -reciente- su culmen -por el momento- con la ministra de trabajo que -tan osada como para prologar una reciente edición del “Manifiesto comunista”- se muestra ufana de, sin rozar el sistema y mientras los consorcios energéticos hacen lo que quieren, considerar un éxito subir el salario a los más pobres -de los que aun tienen trabajo- 15 € al mes, 50 céntimos al día ¿Osaría, también, justificar en público lo que gana y los méritos de ella y sus cuates? Tiene la sartén por el mango y, dueña de la situación -solo respecto a nosotros- puede decidir o mandar.
“Progresistas” como ella son esos “nuevos” pasiegos que, “más serios que magistraos, / banqueros y diputaos, / señoritos de postín” con descaro expulsan a los viejos paisanos que en la Alta Edad Media no participaron de la tradicional repoblación del territorio en torno a monasterios e iglesias y se mantuvieron dispersos, fronterizos con lo que hoy es Burgos, lejos de las vías de comunicación masivas, con un clima frío y húmedo y una orografía agreste, en los valles fluviales de Pas, latín “passus” -Vega de Pas, San Pedro-, Pisueña -Esles, Villacarriedo, Selaya, Castañeda- y Miera -San Roque, Merilla, Miera, Liérganes-, viejos pasiegos cuyas mujeres eran apreciadas nodrizas de la familia real y que, manteniendo el carácter, forma de vida y cultura popular, a partir de 1865, fueron encuadrados con, entre otros, los vaqueiros de alzada, los maragatos y los agotes en el grupo de los llamados “pueblos malditos del norte” y, sin documentos ni tradición que fije un origen concreto, árabe, judío, cántabro,… para los pasiegos, estaban vinculados al “cuévano”, cesto trenzado de avellano en el que cargaban de todo a la espalda, incluso a sus hijos, “cuévanu niñeru”, y se dedicaban en especial a la ganadería y -a partir del siglo XIX- al contrabando y la venta ambulante de helados, habiendo sustituido la vaca autóctona “rojina” por la holandesa “frisona” y casi abandonado la trashumancia anual, “Muda”, dentro de sus dominios, de cabaña en cabaña entre primavera y otoño, que obligaba a familias a tener varias cabañas de piedra y argamasa con cubierta de lastras de arenisca oscura, siendo las “vividoras” de dos plantas, almacén/vivienda en la superior y cuadra en la inferior, con una ocupación territorial sumamente dispersa y gran separación entre las cabañas, en muchas ocasiones con acceso solo a pie.
Muchas de esas cabañas dispersas, con un útil fin laboral y/o habitacional para aquellos pasiegos, están siendo adquiridas y tratadas hoy, de incontrolado modo, por gentes variadas, con intereses diversos, ajenos -y seguro peores- a los de sus ancestros; no dispongo datos para concluir con certeza si será bueno o malo para los históricamente autónomos, abandonados, olvidados -salvo para opinar gratis sobre ellos o especular- “valles pasiegos”, pero si me piden que lo haga digo que, cada día que oigo en la “progresista” SER anuncios que tratan las “cabañas” como simples artículos inmobiliarios, siento que es malo lo que está ocurriendo y que, si hubiera alguien con algún poder y sentido común, debiera pararlo, pues hay “rehabilitaciones” de cabañas que insultan al buen gusto y la lógica y, con su desarrollo y ocupación activa, anuncian un destrozo aún mayor, diciéndome gente alarmada de la que me fío que algún “activista” del insufrible “Aquí no” con que esos “nuevos pasiegos” dañan a los que -en serio- se enfrentan al bárbaro avance del capitalista atropello energético gestiona varias “cabañas”, lo que, si es legal, no tiene buena pinta y exige información, pues ni así -ni con bobas banderas adornadas con "lábarus", lauburus, cruces gamadas... nazis, restos del Girón de Velasco mentor de Revilla- se “defiende” el incierto futuro de los valles pasiegos... e, incluso peor, se perjudica al resto.
Pertenecen esos "nuevos pasiegos" a la estirpe de "Aliente", un grupo de "elite" que merodea el poder político -e incluso lo más corrupto del Banco Santander- y, con afán de influir, fue creado por gentes que quieren medrar, algunos con cargos pasados en la mercantil PSOE, que aspiran a trozo de tarta y apoyan el modo "mega" industrial eólico/solar, superredes de líneas de alta tensión, subestaciones,… que concentra el capital, con 53 nuevos Gw renovables -más los 36 existentes, 89 en total-, apoyando el ilegal PNIEC -aprobado antes de EAE- y no exigiendo la puesta en marcha, ¡ya!, de una generación rabiosamente distribuida y un autoconsumo masivo sin límites, que no sean meras coartadas sino alternativas reales al actual abuso; no se trata de, como dicen ellos, eólicos "aquí", "a mí", "así",... no, posibilismo tramposo que -como la historia evidencia- solamente genera melancolía y fracasos, debiendo razonar, debatir potente y desmontar los nulos argumentos del poder de pocos, gritando, solo, ¡¡¡NO!!!
Coda alegre con aplauso.- Contra viento y marea, con el anagrama "Polígonos Eólicos NO", pequeña -y potente- asamblea del valle de Iguña que quieren llenar de turbinas -más de 500 Mw-, subestaciones, líneas de alta tensión,..., aventaba el viernes una gran noticia que, serviles siempre, callan los medios: "El pleno extraordinario del ayuntamiento de Molledo -5PRC, 2PSOE, 2PP- ha decidido por unanimidad que NO quiere que se implanten polígonos eólicos en su municipio", igual que el concejo de Arenas, evidencia de que, siendo los políticos responsables de la criminal, ilegal, subestación de Aguayo -y lo que le cuelga-, epicentro de la agresión, empiezan a ver claro que, más incluso que al gravísimo daño, deberán temer el peso de la Ley.
184 Los domingos cavilar
De homofobia, machismo y comunismo
Fernando Merodio
12/09/2021
“La producción de hechos que ofenden la sana moral de nuestro país (…), justifica la adoptación de medidas para evitar su difusión. Las establecidas por la presente Ley, (…) que modifica los artículos 2º y 6º de la de Vagos y Maleantes, (…) no son (…) penas, sino medidas (…) con propósito de garantía colectiva y con la aspiración de corregir a sujetos caídos al más bajo nivel moral. No se trata de castigar, sino de proteger y reformar" (Ley 15 de julio de 1954 que modifica los artículos 2.° y 6.° de la Ley de Vagos y Maleantes, de 4 de agosto de 1933).
Inicio esta cavilación aclarando que no soy activista lesbiana de color sino, por contra, varón blanquísimo, heterosexual, no feminista a la moda, lector atento de Marx, sin más taras físicas que las inevitables propias de mi senectud y que, siendo así, me niego a pedir perdón por ello, pese a lo cual me alarma e indigna -como muchas otras cosas de la “era del progreso”- la llegada a saco desde siniestras, peligrosas redes sociales de minorías tóxicas -animadas en los medios por capital y políticos- en cuestiones tan humanas, admitidas como las formas del sexo, la homosexual por ejemplo, o aspectos personales de las -que entiendo- placenteras relaciones de pareja entre hombres y mujeres, y temo que, de seguir así, pierdan relevancia el clima que amenaza borrarnos de la faz de la tierra, la desigualdad que genera ese 1% cada día más rapaz, los molinos gigantes, líneas de alta tensión, subestaciones enormes y pistas que, como actividad casi única, quieren llenar de cicatrices el territorio o que se consolide la actividad política como refugio de los canallas más ineptos, pues los de siempre están logrando que, contra toda lógica, nos matemos unos a otros.
Para recuperar la historia, debemos recordar que la Ley de Vagos -¿qué diría Paul Lafargue, “El derecho a la pereza”, yerno de Marx?- y Maleantes, de 1933, pese a intervenir en ella Jiménez de Asúa, fue indefinición e inseguridad jurídica generada en la II República, preveía “reformatorios”, “sumisión a vigilancia de delegados”, “casas de templanza”, “establecimientos de trabajo”, …, ¡ay, la perversión del lenguaje!, y fue mínima base para regular una cierta parte de la represión franquista, que añadió la “homoxesualidad” -así aparece mal escrito en la modificación de 1954- hasta 1970 cuando, antes de irse, el sátrapa la sustituyó por la Ley de peligrosidad y rehabilitación social, que controlaba, además de a los de la “ley republicana” y los “homoxesuales”, a pornógrafos e inmigrantes ilegales, “sujetos caídos al más bajo nivel moral” y a los que el general bajito -¿se vería y oiría?- no quería castigar, solo “proteger y reformar”; Leyes, todas ellas, que no deben hacer olvidar la troncal Ley de 1 de marzo de 1940, sobre represión de la masonería y el comunismo, ésta sí nueva, franquista pura y dura, que mediante un Tribunal Espacial permitía condenas a muerta contra masones y, en especial, comunistas desalmados que defendían la propiedad común de los medios de producción y la inexistencia de las clases sociales, el mercado y el Estado.
La Ley sobre peligrosidad y rehabilitación social, 1970, -distinta a la que reprimía el comunismo- no parecía preocupar y no fue derogada hasta finales de 1995, cuando el “reformador protector” llevaba 20 años muerto, pese a que castigaba, además de la homosexualidad -con la s y la x ya en su sitio-, actos tan habituales y tolerados como la mendicidad, el vandalismo, el tráfico y consumo de drogas, la pornografía, la prostitución, el proxenetismo, la inmigración ilegal o toda actividad que “los vigilantes” vieran moral o socialmente peligrosa con hasta 5 años de cárcel o centro siquiátrico, sin aplicar a ninguno de tales “peligrosos sociales" el indulto de 1975 o la amnistía de 1976, aunque la Ley Orgánica 15/1999, de protección de datos, prohibió, magnánima, casi en el siglo XXI, citar los nombres de los “reformados”, ¡uf, que alivio!
Tal era la Ley -hasta 1954 “republicana”- que vivió la conocida anécdota de que el conde de Romanones, que , al parecer, la desarrolló reglamentariamente, dijera algo tan cierto como “Ustedes hagan la ley, que yo haré el reglamento”, y que, a los 15 años de finalizar la (in)civil guerra, en 1954 incluía -repito- a los “homoxesuales”, tal era la ignorancia iletrada del benefactor régimen que quería “protegernos”; entonces, yo ya tenía 8 años y, a partir de ahí, (de)crecí hasta los que -el cotilla que calcule- tengo ahora, conociendo desde niño, a varios “homoxesuales”, alguno muy amigo, a los que entonces llamaba -machista, cierto- “maricas”, no “maricones” como hace ahora el “progresismo”, y paternal -o paternalista- los veía distintos, me parecían -y eran- más débiles, los apoyaba, por ejemplo frente al falangista, energúmeno profesor de gimnasia que se burlaba de ellos y sus limitadas dotes -entonces, casi solo, me fijaba en ese “defecto”- para el ejercicio físico enérgico, y ninguno de ellos sufrió la hoy mal citada “Ley de vagos y maleantes”; en los años 60 y 70, universidad, “mili”, no milicias, y PCE clandestino, tuve camaradas -dirigentes y de los que más arriesgaban- y amigos que no ocultaban sus gustos sexuales… y nuestro dios librara a nadie -salvo, quizás, a algún anciano- de decir nada de ello, pese a que, sin saberlo, éramos “casta del 78”, jóvenes con defectos que, sin smartphone ni coche, nos citábamos en un lugar y hora y no fallábamos, huíamos de la policía, no la aplaudíamos pues, entonces, no había “progresistas” ni “feministas” subvencionados que nos “protegieran” de la Ley contra el comunismo, pero no éramos tan egoístas y crueles como muchos ahora.
Desazona que un joven homosexual azorado -y muy mal aconsejado-, en lugar de enfrentarse a su problema personal, haya querido evitar que una relación masoquista consentida destruyera su relación de pareja ocultándose -y ello preocupa aún más- tras la dañina mentira que propicia el trato -en el peor sentido- “político” que, aquí ahora, dan -el “mercantil progresismo” y seres tan poca cosa, siniestros, misteriosamente llegados como Montero, Belarra, Errejón, Echenique o el “opinador” asalariado Iglesias- a ideas sensibles y serias como la de las minorías o la rugosidad del natural -perpetuo y con cosas a corregir- roce entre mujeres y hombres, que le facilitaron urdir -un rato y aventar con megáfonos insanos- un homofóbico falso ataque…, con el que crearse un status opuesto al del “hombre” frente a “la mujer”, mitad mala de la población, privada de la constitucional presunción de inocencia y obligada a demostrar, siempre, que no es culpable de lo que le acusa la otra mitad ¿Cuántas injusticias habrá amparado tan insufrible doctrina? Huyo de tales juicios, pero denuncio abusos rabiosos en los dos únicos casos de que me he (pre)ocupado.
Es evidente el conflicto entre la filosofía de vida de quienes vivieron -y empujaron contra- el régimen franquista, aquellos comunistas, y quienes gestionan “esto”, mientras la flor y nata del “progresismo sistémico subvencionado” toma partido contra aquellos a quienes, regocijando a Sánchez, el huido Pablo Iglesias, hoy acogido -y pagado- por gente dispar como la SER o el millonario entrista independentista Roures, llamó “casta del 78” y, al tener que repartir miles de millones que -aunque dicen de Europa- son de todos, gente tan bien tratada como Muñoz Molina, hermético, advierte en El País que “hay que tener mucho cuidado con lamentar la pérdida de virtudes que existieron en el pasado”, “cuidado con el pasado, con la nostalgia” mientras Ignacio Sánchez-Cuenca, más joven, obvio y agrio, descalifica -en El País también, ¿dónde si no?- a las que llama “élites enfurruñadas de la Transición”, culpables según él de que, ahora, no haya reformas, avinagrada crítica que supongo no dirigida contra Fraga, UCD, los parvenues de la PSOE impulsada por la CIA y la socialdemocracia corrupta de Willy Brandt,…, ni contra los oportunistas de nombre femenino y color morado, sino contra los marxistas, comunistas que aún alienten la “filosofía de vida” de la lucha contra Franco e intenten traer otra cosa, otra política ajena a la de Iberdrola, el Santander,… y se enfrenten al corrupto Sánchez que sabe, cómo el joven Tancredi explicó a su tío Fabrizio, que “si queremos que todo siga como está, es preciso que todo cambie” e intenta enfrentar a los iguales, hombres contra mujeres, “homos” contra “heteros”, catalanes y vascos contra madrileños,…, tratando de borrar la evidencia de que solo con el trueno de la razón en marcha y la unión de todos lograremos impedir que los de siempre nos continúen imponiendo deberes sociales sin derechos.
183 Los domingos, cavilar
De la servidumbre voluntaria
Fernando Merodio
05/09/2021
"Que hasta los bueyes gimen bajo el yugo, y los pájaros se lamentan en la jaula (...) Y puesto que hasta los animales destinados al servicio del hombre no pueden acostumbrarse a la esclavitud, (…), ¿qué fatalidad pues ha podido desnaturalizar al hombre, único nacido para vivir libremente, hasta el punto de borrarle de la memoria la dignidad de su ser primitivo y el deseo de recobrarlo" (Étienne de la Boètie, "Discurso de la servidumbre voluntaria")
Un observador medio se alarmaría al ver cómo los españoles -bueno, quizás solo un 98,7% de ellos- son sumisas víctimas -igual que cuando el dictador Franco- de los efectos no sanitarios de una muy -bien e intensamente- publicitada pandemia, que ha provocado como síntoma esencial la preocupante, castradora, fácil tendencia de ese 98,7% a convivir -siervo voluntario, insisto, como cuando Franco- con los mil abusos que simplemente convienen a los políticos, medios y, en especial, al poder real.
Étienne de La Boètie, 1530-1563, vivió 33 años y murió por la peste, gran amigo de Montaigne, alto funcionario jurídico, fue precursor de la resistencia no violenta y la desobediencia civil en tiempos duros, autor en 1548, con 18 años, de los quince folios del Discurso de la servidumbre voluntaria o Contra uno que, 25 años después de su muerte, pudo publicar Montaigne, advertencia moral frente al tirano y, más aun, frente a quienes, a su sombra, le sirven, un Discurso en el que osa pensar por sí mismo, cuestionar conformismo y obediencia, asumir, con todos los riesgos, ser dueño de sus actos y equivocaciones, evidenciar cómo multitud de seres de apariencia inteligente, sin explicación lógica, se someten al déspota; La Boètie identificó el arcano, lo abrió y cerró sin diferenciar el poder legítimo del ilegítimo ni, por fortuna, aportar soluciones, por lo que conviene leerlo y, tras ello, valorar lo nuestro de hoy.
Desde 1939, tras el conflicto (in)civil de las muchísimas víctimas y hasta morir en la cama en 1975, mandó en nosotros un tal Francisco Franco, general dictador bajito, barrigón de voz atiplada que, con un ejército golpista y -además- servil, ganó una guerra; coexistí con él 30 años y, estricto, digo que abusó de fuerza para imponer leyes injustas que españoles obedientes -incluidos catalanes y vascos- avalaron; buen ejemplo de la servidumbre voluntaria que diseccionó La Boètie, más grata para unos que para otros y -dicen que- corolario del miedo, pues es cierto que, mientras el tirano vivió, solo unos pocos, casi todos comunistas, le hicieron frente.
Muerto el perro sin que se hubiera acabado con la rabia ni aceptado algo tan simple como respetar el contrato social y valorar la ley, se aprobó una Constitución -dicen que- democrática, se revivieron partidos, viejos y nuevos, hoy descapitalizados de ideas y convertidos en sociedades mercantiles con telegénicas gerencias sin cualificar que, pasado medio siglo, consideran conveniente -para ellas- volver a hablar del general que tiranizó siervos voluntarios, al que la PSOE, tras haber estado desde 1939 -o quizás antes- hasta 1975 de vacaciones silentes, hoy revitaliza, apoyado por los insolventes que, tras lucrarse de ella -como ahora a costa nuestra- traicionaron la idea del movimiento emancipador en América Latina y sufriendo, al tiempo, la extorsión siempre insana de la codicia independentista, más hostil que nunca, un trío al que, con su torpe e inasumible -nueva/vieja- lógica, solo se opone, simplemente para sustituirlo, una poco aconsejable derecha, pues, si aún hoy existe, el marxismo, que fue obsesión víric y oposición casi única al sátrapa, permanece silente, de perfil ante la historia.
El comisario Croce, creación de Ricardo Piglia, dice algo tan exacto como que "el horror y la idiotez reinan en el mundo", medio en el que el cimbrear intrigante de Pedro Sánchez, ¡gran jefe de planta!, finge derrotar a Franco con fraudes de ley y normas tan infames -casi- como las de aquel, olvidando que la batalla ideológica solo la ganarán, unidos, pueblo y Estado de Derecho, luchadores honestos y buenas normas, nunca por el fácil atajo de los desbocados Decretos ley ad hoc; quizás fatuo, cavilo sobre lo que habría que hacer, pero por respeto a los pocos que lucharon contra el tirano los 40 difíciles años de gremial servidumbre voluntaria, desprecio que la mercantil PSOE, vendedora de crecepelo entre restos de naufragio, unida a penenes del oportunista huido Iglesias y al independentismo hostil hayan levantado de nuevo, cada uno con sus oscuros fines, la pétrea losa que cubría los restos del hoy poco peligroso sátrapa, para dar -otro mal- carpetazo a una parte tan indigna de nuestra reciente historia.
Los indignantes ejemplos de nuestra pandémica, actual servidumbre voluntaria que, leído La Boètie, basaríamos en el miedo que enquistó el franquismo en el grupo, dan titulares de opiniones oportunistas en los más diversos ámbitos, como “Vacunarse es una obligación cívica y solidaria”, defendido en El País, neoliberal/progresista biblia, por Martín Pallín, octogenario largo, magistrado emérito y ex-fiscal del Tribunal Supremo que, mientras estuvo activo, no fue ejemplo para nada y, hoy -tan mal- apoya su inquisitorial tesis de vacunarse porque sí, servidumbre voluntaria, en algo tan pueril como que, según la constitución, todos tenemos “derecho a la vida”, “a la integridad física y moral” y a la “protección de la salud” y es el poder público quien “organiza y tutela la salud -también- pública”, derechos garantizados en igual -inexistente- forma práctica que la libertad, seguridad, honor, intimidad, trabajo, salario y vivienda digna,… para todos, sin olvidarnos de lo de expresarse, relacionarse, asociarse,…, claramente pisoteado por las vacunas, mascarilla/bozales,… impunes que -dicen- garantizan salud pública y vida, (pre)ocupación del octogenario Pallín que, para colmo, basa sus triviales razones jurídicas en el oscilante “saber” de poco fiables expertos asalariados de multinacionales médicas/farmacéuticas, cuyo lucro -lo siento y pienso- defienden.
Idénticos vanos argumentos usa López Garrido, que huyó con votos -y, también, sueldo y cargo- comunistas para trepar -él- en la PSOE y hoy ser vicepresidente de la Fundación Alternativas, trituradora ideológica desde la que, siervo de sus jefes, intenta desacreditar la sentencia que declaró inconstitucional el decreto de alarma -que debió ser de excepción- en base, como Pallín, al sacrosanto cajón de sastre en que el progresismo, dúctil y maleable, convierte el -por todos apreciado- “derecho a la vida” y, también en El País, titula, inquisidor doctrinario, que “El constitucional se olvidó del derecho a la vida”, defendiendo, por encima de la estricta pulcritud al aplicar la norma, la colectiva “servidumbre voluntaria” que pretenden imponernos -corruptos- partidos.
No es fácil encontrar forma más gráfica de sumisión espontánea a lo que exigen oportunismo y sucio poder que el impudor del capitán español que, parte de las tropas que perpetraron la vergonzosa evacuación de afganos en Kabul, nos insulta en el mismo medio con un titular contra lógica, ética, sentido común,…: “Nunca pensamos que tantas vidas iban a depender de nosotros”; si es que su profesión le recomendó, algún día, pensar, ¿qué pensaba el capitán que estaba haciendo allí?
Cavilo sobre la actual, dañina, real, irreversible emergencia del clima que agrede a diario a todo el mundo, a la desigualdad rampante, al abusivo poder del 1% que, desaforado, crece y, para animarnos a ser sus siervos voluntarios, anuncia más y más -dañino- crecimiento controlado por ellos, causa del daño actual, ahora adueñándose del territorio común con molinos gigantes y miles de placas, mientras la mayoría calla, el egoísmo lloriquea ¡aquí no! y, como siempre, solo unos pocos luchan por todos.
Coda optimista y advertencia.- Ha vuelto, tras sus vacaciones, la seriedad a El País con El Roto preguntando en un apocalíptico desierto: “Hola ¿Hay aún alguien ahí?”; vuelvo a él mientras releo -y animo a hacerlo- el Decreto de excomunión de Baruch de Spinoza, cumbre de la filosofía que, en 1656, tiempos muy peligrosos, osó no ser siervo voluntario… y decirlo, recibiendo una -muy actual- respuesta: “Ordenamos que nadie mantenga con él comunicación oral o escrita, que nadie le preste ningún favor, que nadie permanezca con él bajo el mismo techo o a menos de cuatro yardas, que nadie lea nada escrito o transcripto por él”, pero él, tenaz, construyó su sabio legado.
182 Los domingos cavilar
Emergencia en la Magdalena... y otros lugares
Fernando Merodio
29/08/2021
"El cambio climático se aproxima como una realidad con la que inevitablemente vamos a tener que convivir en el futuro, si bien los grandes perjudicados no somos la generación actual, sino nuestros descendientes (...)" (Plataforma Salvar la Magdalena. El Delirio Montañés 19/08/2021)
"Nuestra misión era proteger a Estados Unidos, no a Afganistán, y lo hemos conseguido" (Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, Primera página de El País 26/08/2021)
Apellidos del rancio "Tennis" junto a restos de trivial ecologismo vuelven a (ab)usar de la sectaria complicidad insana de El Delirio Montañés para atufarnos de nuevo con la decena de veces repetida, aburrida cantinela de sus particulares "gustos" sobre el privilegiado paisaje de tan clasista club, remedo de los implantados por colonialistas británicos, en el que, abusando y solos, ayer jugaban ellos y sus hijos y hoy, supongo, lo hacen sus nietos, dañando, sin que ello los preocupe un ápice, lo público -península de la Magdalena, ensenada del Camello,...- del arenal que -contra el sentido común y quizás la Ley- ellos ocupan y dañan con edificaciones, introduciendo en esta última epístola curiosas, descabelladas alusiones frívolas, como todo en ellos, a un "cambio climático" que, siendo -dicen- cosa del futuro, no les perjudicará; fatuos burgueses hasta el tuétano, no hacen el menor esfuerzo para ocultarlo y ni siquiera me indignan, pues su actitud solo puede producir, por lo que supone, tristeza y vergüenza ajena.
No se hartan de repetirnos que "el espigón construido es una escollera de rocas", como las que ellos mismos han tapado con "ecológico" hormigón al destruir la bella ensenada del Camello para que, élite, jueguen los niños de "su" enésima camada; insisten en que el espigón no les gusta, les parece "propio de un polígono industrial", ¡uf, que asco!, y no tiene "ningún cuidado hacia un lugar -suyo, de ellos- de alto valor paisajístico y cultural", se trata de una acumulación de rocas que, para los diletantes, carece de "ninguna calidad estética", ¡con la estética, teoría de la belleza o filosofía del arte, más difícil que el propio montón de rocas, hemos topado!, y para opinar sobre ello con seriedad tendríamos, quizás, que saber más de lo que sabemos, analizar la expresión, representación y naturaleza del objeto que valoramos, la tan sobada escollera, remontarnos a Kant, a finales del siglo XVIII, y pensar que al valorarlo incluso como una obra de arte su contenido no tiene interés estético, ya que el filósofo, "formalista", pensaba que la valoración artística es impura, parte, en general, de "conceptos preestablecidos", se realiza utilizando patrones cognitivos personales de forma impura, condicionada, y solo cuando tal valoración es libre se puede pensar en una cierta objetividad, en "Bellas Artes", lo que no ocurre en el actuar de los "estetas" de la Magdalena.
Kant analizaba la teoría de la belleza pura a partir de cuatro ideas: libertad de los conceptos, fin o propósito de la comprensión humana dirigida a un objeto, por ejemplo "unas piedras", hacerlo de forma universal y objetiva, no localista, particular, subjetiva, desde un desinterés personal de espectador y, por último, de modo que dicho análisis constituya un fin en sí mismo, no un mero medio para interés futuro del que mira, quien debe elevarse de modo que el desinterés sea obligatorio, con lo que la belleza se convierte en "símbolo de la moralidad", no siéndome posible ver, y lo siento, que las exigencias kantianas se cumplan por el "grupito" de la Magdalena, cuyo poco respetable uso de las construcciones ideológicas no define un fin obligatorio, sino un medio partidista y hace que no podamos pensar en lo suyo como algo similar a la idea kantiana de que el disfrute compartido de, por ejemplo, una puesta de sol es muestra de que existe armonía entre el ser humano y el mundo.
Salto hacia la alambicada relación que los empeñados en "salvar la Magdalena" ven entre su idea de "lo bello, lo sublime y la paz perpetua" y el "cambio climático", efecto cierto que el ser humano provoca con -entre otros vandalismos- la quema ilógica de combustibles fósiles, la descontrolada cría industrial de ganado o la tala de bosques, cada vez más el desastre del clima, la temperatura de la Tierra y, con ello, en el grave riesgo generado para la vida humana y constato que la escollera no emite dióxido de carbono -CO2-, metano -CH4-, óxido nitroso -N2O-, gases fluorados -HFC, PFC ó SF6-, ozono troposférico -O3-..., gases de "efecto invernadero", que masivamente liberados a la atmósfera por la estúpida acción (in)humana, absorben energía infrarroja del sol y provocan el -muy- peligroso calentamiento del planeta; dedico un rato a ello y pienso que quizás estos amantes de la "sublime belleza" nos intenten advertir de algo tan evidente cómo que tal escollera -que, dicen, pese a lo mucho "que emerge por encima de la superficie en pleamar (...) no sirva para nada"- no va a ganar la urgente, esencial batalla contra un aplastante dato estadístico del que, sin duda, paladines del "progreso" como M.A. Castañeda se burlaran: la tasa actual de subida del nivel mar casi se ha triplicado en comparación con 1901-1971... y crece.
Una futilidad indignante que no puedo dejar de comparar con el peligro que, en el actual caos energético y emergencia climática de nuestro pequeño territorio, genera un atípico personaje, Agustín Valcarce, que lo mismo que se asocia con la muy dañina Iberdrola para intentar imponernos los 150 Mw del P.E. El Escudo, con Iniciativas Eólicas promueve en el mismo lugar los casi 50 Mw de los P.E. La Costana y Campo Alto, preside la Asociación Eólica de Cantabria, desde Teican, ofrece mínimas alternativas fotovoltaicas, o se hace oír unido a cooperativas que, como Solabria, venden la energía que, del abusivo modo concentrado, genera el oligopolio,..., multifunción que, sin duda, merecerá una tesis doctoral.
Es también emergencia provocada por la insana voracidad del capital, sangrienta, lo que ocurre en Afganistán, atentados terroristas y cientos de miles de víctimas civiles provocadas por gerontócratas tan igualmente insanos como Trump y Biden, de los USA, a los que, alardeando, tras el estruendoso fracaso e insoportable humillación, de "orgullo de país", útil mamporrero de cuadra, sirve Sánchez ¿Qué vociferarían los "progresistas" si el indigno abandono de familias enteras, ancianos, mujeres y niños que, cada uno por sus motivos, posibilitaron la extranjera intervención egoísta en asuntos solo de ellos -ignoro qué pintaba España allí- si Aznar o Rajoy hubieran sido responsables de la infamia?, ¿y si, además, hubieran cerrado una de sus insufribles homilías, como hace el cimbreante Sánchez, con el más que nunca inadmisible, atemorizador aullido militar: "¡Misión cumplida!", al que solo faltó un explícito ¡A sus órdenes! previo, dirigido a quién definió la misión y le exigió cumplirla? A saber.
Cierro lo de la emergencia que -dicen- aflige a los “culturetas” de la Magdalena y sus -pocos- compañeros de viaje -a los que, cuando hace décadas había política, se llamaba “tontos útiles”, simpatizantes de la URSS o, por analogía, aquí con Franco, del entorno no militante del PCE- y explico que es miserable su ataque frontal a Iñigo Losada, catedrático de Ingeniería Hidráulica de la UC, Director de Investigación del Instituto de Hidráulica Ambiental, IHA, del que, sin pudor falsearon su indefinida, ecléctica referencia a la Magdalena en una conferencia sobre la bahía, dolidos hoy, quizás, al no poder tergiversar el tibio apoyo que en El Delirio da Losada a los espigones, sus informes técnicos y el expediente cuya resolución favorable a las escolleras los del “Tennis” y adláteres, parte en él, no recurrieron, si bien usan ahora su insana, viciada amistad “interclasista” con la PSOE y la pegatina asalariada que dice poder para intentar la demolición de lo legalmente construido, calificando como despilfarro el gasto de 2 millones de euros en amontonar las piedras del modo en que dijeron los técnicos en el expediente que ellos no recurrieron, pero no considerándolo demoler -de modo ilegal y porque a ellos no les gusta- lo construido, sin plantearse, al menos, uno de esos “progresistas” crowdfunding entre sus pudientes amigos para, sin evitar con ello que la PSOE prevarique, tener la dignidad de pagar el coste de lo construido -que no recurrieron- y el de demoler lo que tanto los ofende y (dis)gusta.
181 Los domingos cavilar
Afganistán, Ceuta, etc., etc., etc.
Fernando Merodio
22/08/2021
"Hay que poner en marcha los recursos necesarios para proteger a los niños. Si no lo que se está haciendo es responder favorablemente a los discursos de Vox, que tratan de identificar a los menores inmigrantes como un problema social" (Isa Serra. Portavoz de Unidas Podemos)
"Marruecos es un gran país y es un gran amigo, pero mucho más en estos momentos. España y Marruecos están llamados a tener una buena relación. para mí es una prioridad absoluta". (Manuel Albares. Ministro de Asuntos Exteriores del reino de España).
"Yo no sé lo que es el destino, / caminando fui lo que fui. / Allá dios, que será divino. / Yo me muero como viví" (Silvio Rodríguez. "El necio")
En 2004, el filósofo marxista Santiago Alba Rico publicaba en Rebelión una lúcida conferencia que, previamente dictada en la Asociación Cultural Tribuna Ciudadana de Oviedo, llevaba como atractivo título "La compasión", en la que, entre otras cosas, explicaba cómo "a unos los matamos sin compasión porque no se rinden y a otros, en cambio, los compadecemos para que se rindan", respecto a lo que, realmente, yo -y pienso que la mayoría de nosotros- me sé más sujeto pasivo -me compadecen o me matan- que activo, en función de que me someta o no a quien, en verdad, ejercita las dominantes opciones que analiza el filósofo, pues cómo él señala en otro punto, "la compasión nace de una relación desigual de fuerzas en la que el polo inferior está virtualmente a merced del superior", transformándola en "sobre todo un movimiento de nivelación de una situación desequilibrada" que pretende restablecer "una igualdad de iure o de core allí donde hay una desigualdad de hecho"; otra cosa es la teológica caridad, que el Catecismo -libro doctrinario que señala las bases, ideales, tradiciones y modo de actuar en el seno de la iglesia católica- identifica como una de las "virtudes teologales" -junto a fe y esperanza, hábitos que dios infunde en el hombre para aproximarle a él- y la define como aquello por lo que amamos a ese dios "sobre todas las cosas por él mismo y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor a dios", un galimatías conceptual que -quizás- hizo que Atahualpa Yupanqui, serio personaje de mi juventud, compusiera y cantara la "Milonga del solitario", con cuya última estrofa cierro el largo exordio de esta cavilación, "Toda la noche he cantado / con el alma estremecida, / que el canto es la abierta herida / de un sentimiento sagrado, / A naides tengo a mi lado porque no busco piedá / Desprecio la caridad por la vergüenza que encierra. / Soy como el león de las sierras. / Vivo y muero en soledad".
Afganistán, cuyo nombre viene del pastún y del darí, es un país tan arbitrario como todos, de 652.860 km2 y 38 millones de habitantes, en la “ruta de la seda”, sin linderos marítimos, en Asia Central, una “cabra entre dos leones”, Irán y China, que limita además con Pakistán, Turkmenistán, Uzbekistán y Tayikistán, con una peliaguda orografía dominada por la cordillera del Hindu Kush que, compartida con Pakistán, hace que el 75% de su territorio sea montañoso; rodeado por grandes potencias, Persia, Rusia o la India, perteneció a los imperios persa y macedonio, fue acosado por los hunos o los mongoles, hasta que, siglo VII, llegaron los árabes y, al imponer el islam, anularon su práctica religiosa secular, budismo o zoroastrismo, hasta la llegada de los occidentales -belicosos británicos, ocupantes soviéticos y abusivos yankees-, que no supusieron -ninguno en ningún sentido- una mejora liberadora de su situación previa sino que, al contrario, radicalizaron lo peor del islam, uno de cuyos episodios, de muy incierto e imprevisible final, vivimos ahora, cuando vemos a los afganos, ¡insensatos!, sin mascarilla anti-covid y puede que, incluso, alguno hasta sin vacunar.
Podemos añorar la eterna infancia de Peter Pan, incluso creer en su "Neverland", el "País de Nunca Jamás", pero no podemos dejar de saber que el mundo real se mueve por motivos e intereses mucho más sucios y, por ello, explica el mismo Alba Rico en su libro "Vendrá la realidad y nos pillará dormidos" cómo "en pocas horas se pueden destruir conquistas de siglos, esos pequeños progresos de la razón de que hablaba Kant en el siglo XVIII", insistiendo en que hoy "Palestina, Iraq -Afganistán- (y de otra forma también Cuba) constituyen sin duda focos centrales contra la posibilidad misma de un contrato civil (...) y lo que ocurre tras el 11-S es en realidad el retroceso a un mundo más antiguo, muy primitivo, muy bárbaro, una nueva Edad de Piedra (...)"; desde que en 2001 todo el mundo clamó por una intervención militar en Afganistán como respuesta a los ataques de Al Qaeda el 11-S, -decían que- para construir la paz, su paz, pasados 20 años de cruenta intervención con miles de muertos civiles y opresiva ocupación de territorios por la OTAN, por todos los países occidentales, lo logrado en Afganistán es que los talibanes, autodenominados Emirato islámico de Afganistán, se hayan afianzado como fuerza dominante en el país y los demás tengan que sufrir, de nuevo, sus retrógrados -aún más que los nuestros- hábitos y ver a los antiguos ocupantes negociar con ellos ¿Qué hemos hecho esos 20 años?
La situación provoca "compasión" -ignoro si "caridad cristiana"- en nuestro gobierno, en especial en su presidente, forzándole a estropear un ratito de sus largas y -dicen que- irrevocables vacaciones veraniegas en La Mareta, Lanzarote -entren en google- casa-palacio construida para el viaje de novios de Hussein I y hoy lujosa residencia de la familia real de aquí, ¡uf!, que gestiona Patrimonio Nacional, con un gráfico “posado” como coordinador de los jefes de planta de la "gran superficie" mercantil que es España, ante una impoluta mesa de cristal, con los dedos cruzados en actitud curil, una jarra de agua, gel nosequé y cara de aburrido, sin casi un papel, ante una gran pantalla cuadriculada, a través de la que -dicen- platicaba con amigos babeando compasión sobre afganos que no llevan -ver fotografías- mascarillas ni -seguro- se vacunan, pese a que, también al parecer, tienen un respaldo superior al billón US$, en oro, hierro, cobre, litio para los “vitales” smartphones y, además, opio, posado al que siguió un cimbreante, televisivo paseo en Torrejón, junto a dos representantes -una mujer y un hombre- de la más inútil, cristiana y caritativa UE, que exhibe superioridad moral sobre el islamismo pobre, no sobre el rico de Qatar, Brunei, Kuwait, Emiratos Árabes, Arabia Saudí, Baréin,…, que compra equipos de fútbol y exige cosas horribles a sus súbditos, incluidas las mujeres, sin que nadie diga nada en voz alta..., no se vayan a enfadar, olvidando que, hoy, ¡sí, hoy!, tras 20 años de las tropas OTAN -y miles de muertos civiles- en Kabul, el 80% de las mujeres son analfabetas, el 66% de las jóvenes no están escolarizadas, el 75% afrontan matrimonios forzosos y la mayoría evita el transporte público y la calle, pues son numerosas las violaciones y los abusos sexuales, siendo muchas las miles de refugiadas afganas en Europa.
José Manuel Albares, ayer desconocido anónimo y hoy jefe de planta de los asuntos exteriores, decía el jueves -le oí en directo- en la SER, emisora de cámara, que los MENA, menores no acompañados, en especial desprotegidos frente a la satrapía de Marruecos, no precisan los “contactos con su homólogo marroquí” pues el “acuerdo bilateral de repatriación -Convenio de 30 de mayo de 1997- de menores está en vigor desde hace muchos años” y, pese a que el artículo 21.3 dice que “las dificultades que puedan surgir (…) serán resueltas por vía diplomática”, ¡él supone! que se aplica bien y no ve precisa la “negociación”, pues “Marruecos es un gran país y un gran amigo” de su plena confianza, siendo “prioridad absoluta” una buena relación, a lo que pone la guinda Isa Serra, portavoz de Unidas-Podemos, cuando pide medios para proteger a esos MENA porque, si no, se “responde favorablemente a los discursos del odio” de Vox, con lo que la “progresista que dice poder” politiza miserablemente el problema, lo reduce a un conflicto entre dos sectas estúpidas, no busca justicia para los MENA, solo quitar argumentos políticos a quien nunca tuvo ninguno, Vox; llama Alba Rico “pansemia” a la situación en que, en su vértice, la propaganda hace que las palabras, de tanto significar demasiado, no signifiquen nada y crea el virus de la incomunicación, así que además de en Afganistán y Marruecos debemos pensar en la emergencia climática, la generación, la sostenibilidad, etc., etc., etc., en problemas y soluciones.
180 Los domingos cavilar
Yo no provoqué la emergencia climática
Fernando Merodio
15/08/2021
"La humanidad ha causado ya daños irreversibles al planeta" (Primera página de "El Pais" a cinco columnas. 10.08.2021)
"Mi nombre es Greta Thunberg. Tengo 15 años. Soy de Suecia (...) Ustedes solo hablan sobre seguir adelante con las mismas malas ideas que nos metieron en este desastre (...), hemos venido para hacerles saber que el cambio está llegando, les guste o no".
"Salir de la lógica del capitalismo no es solo una necesidad de la clase obrera o de los comunistas (...) es una exigencia que se puede ya formular y se formula en medida creciente desde áreas mucho más amplias que la clase obrera" (Enrico Berlinguer. "Austeridad". 1977)
Irrita el titular de "El País", falso y sectario, que abre está cavilación, hay que ser muy esquirol y caradura para acusar de "daños irreversibles al planeta" a "la humanidad", vocablo de origen latino que designa igual la naturaleza del género humano que a la totalidad de los seres, también humanos habitantes del planeta que llamamos Tierra o bien a la naturaleza o índole de cada individuo de tal especie, siendo, por ello, muy cruel, servil y cínico no señalar a los auténticos culpables y dejar -si se quiere e intenta ser exigente y duro con todos- para el resto, sus víctimas, el gravoso baldón de ser cómodos, cobardes, egoístas cómplices pasivos en la generación de la crisis global que, de modo indubitado, es imputable al ilógico, desquiciado sistema social, político y económico capitalista, apocalíptico jinete que cabalga sobre un desenfrenado, demente crecimiento inútil, que los correveidiles llaman "desarrollo" o "progreso" y cuyos efectos hoy golpean con muy grave riesgo a todo el género humano, problema para el que Greta Thunberg, niña sueca, venida de un país muy próspero, señala un irrebatible, singular remedio: "Cambiar el sistema".
Ya en 1977, hace casi medio siglo, Enrico Berlinguer, carismático y culto secretario general del -entonces- poderoso PCI, decir "pichí", con acento en la segunda "i", detectados los tímidos inicios de lo que hoy sufrimos, defendía como solución marxista -sé que los de siempre, muchos, me arrojarán histéricos a la cara a Stalin, tan lejano, opuesto a lo que proponía el desarrollo marxista que se llamó "eurocomunismo"- para una mayoría muy mayoritaria "la política de austeridad transformadora", claramente ajena a lo que liberales y socialistas mal "aggiornados" llamaban "política de rentas y estabilización económica", una política que, junto a los insoportables abusos de los más crueles e ignorantes dirigentes del cruel e ignorante capitalismo, nos ha traído al "cul de sac" en que nos encontramos; se trataba, se trata hoy de una "austeridad" que, obligada por la crisis global que atraviesa el capitalismo, debe tener un "contenido de clase que sea transformador y, por tanto, revolucionario, generador de tales cambios que resulte inaccesible al propio capitalismo", al tiempo que "evite que la búsqueda de resultados a corto plazo genere una evanescencia que no supere el mero reformismo y facilite su absorción por el actual, corrupto sistema".
La forma que hoy se nos propone -más de lo mismo, que gestionarían los mismos- para afrontar el caos actual es la misma que lo ha generado y propiciado, además, una evidente corrupción sistémica que, unida a la absoluta falta de política y eficacia en la gestión de la catástrofe nos tiene en el profundo pozo en que nos encontramos y hace más que razonable la austeridad que defiende Berlinguer, con elementos, valores y criterios del socialismo auténtico como 1) "un desarrollo que eleve al hombre en su esencia humana", 2) "superar los modelos de consumo e individualismo exasperado", 3) "ir más allá de la satisfacción de necesidades materiales artificiales", 4) "participar todos en la gestión política, empresarial, social,...", 5) "plantear una solidaridad y una cooperación que conduzcan a la redistribución de la riqueza mundial",..., pues "salir de la lógica del capitalismo no es solo una necesidad de la clase obrera o de los comunistas (...) es una exigencia que se puede ya formular y se formula en medida creciente desde áreas mucho más amplias",…, siendo urgente utilizar el consejo de Marx, que en el prefacio del primer volumen de “El Capital” modifica el religioso “Vien retro a me e lascia dir la gente”, “Sígueme y deja hablar a la gente” con que exhortaba el poeta Virgilio a Dante en el Purgatorio de “La Divina Comedia” por el liberador, combativo, revolucionario “Segui il tuo corso, e lascia dir la gente”, “Sigue tu camino y deja que hable la gente”, sin importarte, idea que marca la enorme diferencia que separa seguir en la vida, sea cual sea, el camino que nos marca cualquiera o, por contra, elegir el que nos exigen la integridad, la razón, la experiencia, la naturaleza,…
Me lleva ello a un reciente debate en el -muy- amenazado valle de Iguña con, “progresistas próceres” del sistema que nos ha traído al caos, en el que Ángel Agudo, acomodado tránsfuga psoecialista, Agustín Valcarce, representante local del sucio interés del oligopolio energético o dinosaurios del ecologismo subvencionado caduco, se removían, entre ahogadas risas de “perros pulgosos”, tras mi llamada a decrecer, afirmando hueros que no renunciarían, textual, a su coche privado, su smartphone,…, esas formas del progreso en que coinciden, al milímetro, con “la derecha climática” -de la que forman parte- partidaria de “una política medioambiental -que dicen- realista, progresiva, que pueda ser compatible con las reglas del libre mercado y las economías”… de ellos, partidarios del miserable “Vien retro a me”, su amo, rey, dios, señor,…, en lugar del fatigoso, innovador, revolucionario,… “Segui il tuo corso”, decidir junto al resto; las emociones climáticas han venido… para quedarse.
La pelea será desigual, pero emocionante y el mismo Joe Biden que abandona Afganidstan tras destrozarla, lleva para subsecretario de Estado de Economía, Energía y Medioambiente, a consolidar los sucios intereses del gran capital que campa en USA a José Walfredo Fernández, nacido cubano y ayer consejero, miembro de la Comisión de Auditoría y Supervisión del Riesgo de la misma terrorífica Iberdrola que elimina indígenas, pretende adueñarse de nuestro territorio y arrasarlo con rotores gigantes y, en época de sequía extrema, vacía los pantanos robando su agua a los pueblos para generar energía hidráulica, barata, que vende al caro precio de la generada con gas, mientras la corrupta ministra que la PSOE ha puesto al frente de “la cosa”, con cara de lela, crítica, dice -textual- que lo de Iberdrola es “legítimo”, no solo legal sino “de acuerdo con la razón o con lo que -ella y su mercantil- considera justo y razonable”; José Walfredo, “embajador de la marca España”, “gusano” de Cuba, se encuentra en la puerta giratoria con González y Aznar, Ana Palacio, Alberto Nadal, Ángel Acebes, Hernández Mancha, Elena Salgado, Isabel Tocino, Josep Borrel, J.J.Imaz, Manuel Marín, Marcelino Oreja, Mario Fernández, Miquel Roca, Pedro Sobes, Pío Cabanillas, J.M.Atutxa, Carmen Becerril, Miguel Boyer, Luis de Guindos, José Folgado, Joan Majó y un largo etcétera de comisionistas, conseguidores y lobbystas de las energéticas -no “la humanidad” a que acusa El País- que, egoístas, han provocado la emergencia climática de la que, ofensivos desvergonzados, intentan convencer a los cretinos de que -con el tal José Walfredo y el resto a la cabeza- solo ellos pueden sacarnos.
Es insoportable tener aquí a Revilla, Marcano, Blanco y sus “palanganeros” de la PSOE local, cuadrilla de desarrapados que, con el cuento de lo que dicen “pandemia” y es un bichito pequeño del que nadie sabe nada, desde diciembre de 2018 ha dejado “caducar” -como todo en este pequeño territorio abandonado de “la mano de dios”- lo que llamaban su “estrategia climática” que, es evidente, no servía para nada y ahora quieren poner, para no trabajar ellos, en manos de un “Consejo Asesor” de la misma universidad (in)dependiente que, hace 13 años y junto a algún “ecologista”, les aconsejaba achicharrarnos con la salvajada de los 1.400 Mw del muy ilegal “concurso eólico”, polvos que han generado los lodos que, ahora, nos embarran; cavilado todo ello y expresado con -quizás en algún punto- crudeza, espero que a nadie le quede ninguna duda de que -siendo parte de la humanidad que no tiene coche, ni smartphone, ni tarjeta bancaria- yo no provoqué la emergencia climática.
179 Los domingos cavilar
Ruinosa, Campoo-Los Valles y Arcera-Aroco
Fernando Merodio
08/08/2021
“Me gusta estar en compañía de exploradores” (J.M.Barrie, autor de “Peter Pan”).
“Otros se fatigaron / y vosotros os aprovecháis de sus fatigas” (San Juan 4, 39).
Ruinosa, antes Reinosa, es un municipio con una única urbe, hoy centro administrativo, social y económico de la comarca histórica y geográfica Campoo-Los Valles, que -como también Santander, Torrelavega y Castro Urdiales, ella desde 1927- tiene el título de ciudad, hoy reducida a 9.000 habitantes de los casi 14.000 que llegó a tener en 1980; su moderna estructura económica se asienta en el siglo XVIII, cuando los Borbones construían el Camino Real y el puente del Ebro para convertirla, en torno sobre todo a grano y ganado, en una localidad activa e inquieta con pequeños negocios y mercados, en la que, en 1918, algunos concejales iniciaron trámites, fallidos es cierto, para solicitar -no conocían, sin duda, lo de los ignotos ancestros identitarios que, venido del fascio, nos contó el grupo de intereses de Revilla- una autonomía con las competencias de Cataluña para la comarca que conformaban varios municipios de la zona; fue ya en aquel tiempo, cuando los avatares de Reinosa -hoy, Ruinosa- se vincularon a los de “la Naval”, fundición y forja, para desembocar en la destrucción de empleo y los trágicos incidentes de 1987, provocados por la antisocial, injusta política de -lo que llamaron- “reconversión industrial” y que, al servicio de eternos intereses ajenos a los de los “obreros”, la “O” de sus siglas, con la dura virulencia que la -ya entonces- mercantil PSOE del trilero González usaba la Guardia Civil que mandaba el carlista José Barrionuevo, a cara tapada y armada hasta los dientes, dejando (in)olvidables escenas tenebrosas, para propiciar la destrucción de miles de puestos de trabajo e, incluso, la muerte -por asfixia- de Gonzalo Ruiz, joven sindicalista de Forjas, trance violento que no recibió el trato institucional, político y jurídico que exigía y certificó la derrota por la fuerza -más- bruta y -a causa de ella- el fin moral de lo mejor de un pueblo -tengo un recuerdo especial para el íntegro luchador Chuchi, roto por ellos- que en aquellos días, frente a la insufrible violencia de los aparatos -unísonos- del Estado más injusto y represor, psoecialista, tuvo un proceder que debe ser recordado como heroico; aquello fue, así lo veo, el destrozo de Reinosa que daba paso a la actual Ruinosa.
Aún forma parte de Campoo-Los Valles, pronunciar Campó-Los Valles, casi el 20% de la superficie de toda nuestra región, entre los 560 m. sobre el nivel del mar de Pesquera y los 2.225 m. del pico Cuchillón, comarca histórica y geográfica constituida -en orden alfabético- por los municipios -desde el siglo XV la Merindad de Campoo- de Campoo de Enmedio, Campoo de Yuso, Hermandad de Campoo de Suso, Las Rozas de Valdearroyo, Pesquera, Reinosa, San Miguel de Aguayo, Santiurde de Reinosa, Valdeolea, Valdeprado del Río y Valderredible, a los que algunos unen Valdebezana, hoy parte de Burgos, que la inepta desidia de nuestro andrógino, palurdo regionalismo político, que, desde abril de 1999, hace más de 22 años, tiene vigente una Ley regional de Comarcas y, como pasa con todo en el pequeño y desdichado territorio que sus ”inventores” -con nombres y hechos fascistas, del “antiguo régimen”- llamaron -porque sí- Cantabria no han desarrollado, habiéndose salvado -de milagro. por la tradición- el nombre -ese sí- histórico de Campoo-Los Valles, la tienen jurídicamente olvidada y tiene que sostener, indefensa, el muy importante patrimonio social, natural, histórico, cultural,… de una comarca inexistente para la burocracia con el -mínimo- apoyo de los resecos, partidistas, sectarios ayuntamientos y de los abandonados -pero administrativa e históricamente potentes- Concejos Abiertos la imprescindible tarea de proteger el importante, indefenso, valioso, bello, natural territorio campurriano, escena de episodios relevantes de nuestra relación con los romanos y sembrado de muestras sociales-culturales-artísticas importantísimas del arte románico montañés, incluso del visigótico que, mientras nuestros “políticos”, pedigüeños inactivos, con la típica bovina expresión de quien solo sabe mirar al tren que pasa, en Palencia, otra parte de Campoo, se intenta su reconocimiento como Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Todo ello muestra evidente que, como dice Mao, "el aparato estatal, administración, ejército, policía y justicia es el injusto instrumento mediante el que una clase oprime a otra", argumento de Jacques Verger, letrado defensor de, entre otros, los Jemeres Rojos, Carlos "el Chacal" o Klaus Barbie, "el carnicero de Lion", autor del libro "Estrategia judicial en los procesos políticos" y protagonista de "El abogado del terror", serio film documental de Barbet Schroeder, que defendió, con coherencia, no el derecho, el deber de todo abogado de sacar ciertos procesos de la sombría burocracia judicial y llevarlos, con honestidad, al útil bullicio de la calle, distinguiendo, así, Verges dos estrategias, "de connivencia", que, cómoda, sigue todas las reglas del juego legal e institucional y "de ruptura", en la que, arriesgando, el acusado acusa al sistema injusto, como en el caso Dreyfus, con sul célebre, J'accuse hizo Zola o en sus juicios hicieron Sócrates o Jesucristo, por lo que Verges, sabiendo que ley, justicia, incluso contrato social, emanan -casi siempre- de un poder venal, explica que, mientras con la primera estrategia se puede "salvar la cabeza", con la segunda "se gana la causa", siendo aquí hoy difícil distinguir los procesos de derecho común de los políticos, pues nos ahoga el más sucio régimen, el desplome de un sistema siempre injusto, no -como dicen- una crisis, la exigencia de cambios radicales en el contrato social que obligan a intervenir en su nueva redacción, preguntar a los que dicen actuar en nuestro nombre: ¿quiénes sois?, ¿cuál es vuestra razón histórica de ser?, ¿qué representáis?, pues, decía Verger, "la justicia es un asunto de Estado cuando el Estado es fuerte, pero si el Estado vive en crisis es a la Justicia -con mayúscula- a la que debe rendir cuentas", siendo hoy evidente que, por mucho que se oculte tras abusos justificados por un pequeño y útil bichito, la política debe rendir cuentas a la Justicia y sería bueno que abogados, alguno, se posicionaran frente al muy poderoso enemigo venal e injusto.
Llegado a este punto explico que Arcera-Aroco es un pequeño pueblo de Campoo-Los Valles, en Valdeprado del Río, entre Valdeolea y Valderredible, menos de 40 almas censadas, con Concejo Abierto, un hermoso pueblo del que la vida, siempre ilógica e injusta, el frío del invierno, el aislamiento y la insolidaridad expulsaron, poco a poco, a sus escasos vecinos, haciéndolos emigrar a sitios peores, en apariencia más cómodos de los que, el paso de los años y la nostalgia de quien es jubilado del trabajo asalariado aconsejan, de nuevo poco a poco, regresar a la busca del tiempo, olores y sabores perdidos, reconstruir hogares derruidos para habitarlos, ocupar el territorio, herencia atávica, dar vida a lo suyo, dotarlo de lo que, injusticia histórica, nunca tuvo, denunciar que el sistema es útil herramienta que el poder usa a conveniencia, reglas y principios que acotan todo a su conveniencia, falsas teorías económicas, alguno incluso lo cree principios, forma injusta de reparto impuesto, frustrante capitalismo, aliado con el cual, esa cosa que, sin serlo, alguien llamó socialismo, Estado-partido, ahora pretende rematar el destrozo de todo -pasado y futuro- con infraestructuras industriales -dicen que- eólicas, evidente ejemplo sabido de la degradación de la vida.
Lo de Ruinosa y Campoo-Los Valles, lo de Arcera-Aroco es real, lo saben todos y, a pesar de ello, lo callan rodeado de un atronador silencio; Vila-Matas en “Bartleby y compañía” homenajea a Melville y al escribano serio, educado y pulcro hasta el día en que, harto de serlo, requerido para que una mañana más realizara el trabajo que fiel, dócil y exacto ejecutó siempre, se plantó rotundo y dijo: “Preferiría no hacerlo” y, tras expresar tan lógica preferencia, dejó de colaborar, negó el sistema con un ¡No! rotundo, lúcido, revolucionario, no pasivo, de futuro contra lo arbitrario injusto; los que hoy vuelven a sus orígenes en el pueblo, encuentran enquistado lo peor del sistema, el capitalismo más turbio con su política de tierra esquilmada, negación de la agri-cultura, ganaderías mal-tratadas, despilfarro ilícito, miradas hacia otro lado,..., restos de un naufragio y, siendo pocos pero organizados, unos cuantos que leen a Verges, tras crear una pequeña y activa Plataforma, se han propuesto, conniventes o rupturistas, ya veremos, la imprescindible tarea urgente de volver a lo que, sin duda, quiso -y deberá- ser, como todo territorio campesino, Campoo-Los Valles, su capital -de nuevo- Reinosa y, por supuesto, el lugar de sus muy queridos ancestros, Arcera-Aroco.
178 Los domingos cavilar
Ya está aquí el fascismo
Fernando Merodio
01/08/2021
"Estados Unidos ha vivido con la covid la recesión más breve de la historia". "Google, Apple, Microsoft y Facebook tienen ahora más ingresos que nunca". "El Santander gana 3.675 millones en el primer semestre del año". "Repsol vuelve a las ganancias". Etc., etc., etc. (Ayer mismo en toda la prensa)
"Los países ricos extienden las limitaciones a los no vacunados" (Primera página, a cuatro columnas de El País 29/07/2021)
Los países "ricos" tapan bocas y limitan derechos hasta hace días intocables como el de reunión -hoy, nadie puede, de facto, reunirse para decidir asuntos serios y tomar decisiones sociales-, se reprime, se quiere aplastar al individuo que disiente de la imposición, se señala y castiga -el viejo “cachorro” Revilla es adalid del totalitario abuso- a los que no se vacunen una, dos, tres, infinitas veces, cuándo y cómo sus multinacionales médicas digan, simulando inventar con el "certificado vacunal" algo que ideó Herodes con la señal en las puertas y, hace un siglo, copió la estrella amarilla de los nazis, al tiempo que, cuando peor dicen ir las cosas, la plutocracia, los Botín, usurpadores del nombre de la ciudad más sumisa y contrabandistas fallidos de arte, Amancio Ortega, Sánchez Galán, Imaz, Larry Page, Steve Jobs, Bill Gates, Mark Zuckerberg,... se enriquecen sin pudor y aterrorizan al resto con lo que dicen pandemia, dañan el medio ambiente, generan desigualdad, inseguridad, paro,…, mientras reparten migajas a sus accionistas, adicta tropa silente que facilita la tarea a quienes, en su sucio trabajo habitual de kapos de lager, imponen con cachiporra y multas la -antes tan denostada- hoy muy usada y eficaz "ley mordaza".
Tal es, simplificada pero real, la situación aquí hoy y un análisis marxista dice que eso es fascismo, una dictadura apoyada en el miedo que el capitalismo, muy libre tras la caída del muro de Berlín, impulsa desde un control absoluto de las riendas de la sociedad, intentando evitar que el sistema descarrile estrepitosamente en la fase del dominio mundial monopolístico, imperialista..., si bien con la tara de su armazón imperial en rauda descomposición provocada por sus inhumanas contradicciones; evitar esa caída es una difícil tarea que parece factible dado que no hay el menor atisbo de movimiento obrero -UGT, requerida por el Tribunal de Cuentas para que devuelva 9.745 millones de su “calificable” gestión, ayudada por CC.00., de los ERE se esconde alegando, impúdica, que ello la impediría llevar a cabo su “función constitucional”- o de partidos serios, no sectas con (pre)ocupaciones mercantiles, siendo solo grupos dispersos en lugares dañados e indefensos los que se enfrentan al caos que genera el corrupto, injusto, enviciado capital, más envilecido con la forma de Estado autoritaria, antimarxista, hasta antiliberal y, en especial, antidemocrática en que nos pudo la eterna derecha y ahora nos empantana el “progresismo en retroceso”.
El fascismo que germina en tal situación se apoya, es obvio, en despreciar contrato social y procedimiento, fenómeno propio de las democracias fallidas, con la novedad de que, además de imponer el silencio a los ciudadanos como las tiranías clásicas, canaliza las pasiones para levantar bloques irracionales en torno a proyectos de exaltada identidad interna -aquí ahora el bichito y naciones mínimas-, así que tan traído y llevado fascismo no es como una dictadura predemocrática o militar, aunque también militarice, uniformice a la sociedad, use armas y uniformes como fetiches y propicie aplausos cobardes, desde las ventanas, de lejos, a quienes, armados con un inmoral poder vicario, reprimen siguiendo órdenes, y se diferencia, también, del simple autoritarismo en que, además, minimiza la vida privada, la reduce a "órgano de mera intermediación" y, frente a la pasividad que impone el solo autoritario, exige participar como miembros de un deforme, descerebrado, manipulado colectivo que, lejos de buscar una nueva vía. se aferra al statu quo y marca claras las diferencias respecto a cómo, a partir de 1945, consolidado Franco en el poder, su España fue más católica que fascista y se apoyó en pilares clásicos, iglesia, grandes terratenientes, ejército,..., a los que -manteniendo él todo el control social- situó en el lugar de la cada día más débil Falange, abriendo paso a un Estado que, al contrario del actual nuevo régimen, intervenía poco en la economía o en la vida de la gente y prefería exigir, nada más y nada menos, -tal como casi todos hicieron- que no se actuara, que se fuera pasivo.
Define al fascismo como forma de actuar en política su obsesión por la decadencia de la comunidad -solo la suya- que dicen humillada, una colectividad víctima a la que intentan compensar, ayudar con actos de unidad, energía y pureza, actos en los que una base entregada, e incluso a disgusto, colabora con el interés de la élite del capital, renuncia cómplice a las libertades luchadas y persigue -usando violencia redentora, sin límite ético o legal- objetivos de limpieza, uniformidad interna y, al tiempo, expansión..., tal como lo que aquí -y en los otros lugares- hoy vemos.
Quizás el mejor modo de analizar la idea base del fascismo sea partir de sus actos, pero sabiendo que algunos de ellos ni llegan a concretarse y, más que acciones razonadas, son sentires viscerales que alguien llamó "pasiones movilizadoras" y, en especial, definen un irracional sentimiento de crisis opresora contra la que no quieren remedios tradicionales, pues dicen que hay que enfrentarse a ella desde el irracional grupo monolítico, respecto al que todo son deberes, pues el individuo -en la fase actual irreconocible tras el bozal/mascarilla- está subordinando a la masa que analizó Elias Canetti, y mantiene la certeza de que su grupo es siempre víctima, lo que justifica actuar -sin límite legal o moral- contra el enemigo interno o externo, pues el miedo a la decadencia tribal a causa de -supuestos- ataques siempre externos exige una red de jefes naturales, inexplicados, en cuya cúspide haya -aún más inexplicado- un caudillo -del que el protofascista, aventajado discípulo de Girón de Velasco, Revilla es modelo- adornado por raras intuiciones mejores que la razón abstracta universal, siendo la -que ellos ven- bella eficacia de la violencia y la voluntad obsesiones que los llevan a buscar el éxito en grupo y el derecho del pueblo -suyo- a dominar al resto sin limitación de leyes divinas o humanas -aquí el ungido quiere incluso obligar a que, porque él lo dice, todo el mundo se vacune y, como en sus añorados viejos tiempos, deambule por la calle con el carnet en la boca- a partir de la superioridad del grupo o rebaño que ellos, interesados obsesos, consideran atrapado en una lucha darwiniana.
El fascismo es perfectamente identificable aquí hoy -como en todos los países que se dicen democráticos, sin excluir a ninguno- siendo evidente que privar de libertades a grupos molestos o suprimir instituciones libres gusta al ciudadano-borrego-masa fiel a la opinión difundida-impuesta desde la cúspide y que, ahora, para tener buen status en el grupo no es preciso haber ganado una guerra o hecho una fatigosa "marcha" sobre alguna capital, bastando un hecho anodino para que el individuo incrustado en la masa tolere -incluso aliente- un trato inhumano, ilegal contra quien aquella designe como "enemigo" y los reflujos sociales dependerán, muchas veces, de una crisis más o menos grave pero, sobre todo, de la decisión de quienes -sin auctoritas- detentan el poder político -“estadistas” como Biden, Trump, Puttin, Johnson, Macrom, Berlusconi, López Obrador, Maduro, Ortega, Castillo,... y, más cerca, esos que, conociéndolos, soportamos- por lo que dar respuesta a este evidente fascismo, frenarlo no es fácil, ni hay interés en hacerlo, ni siquiera en evidenciar su existencia en público y denunciarlo, pues, entre otras razones, crece un ejército singular de “corporaciones” nuevas, “manos muertas”, burócratas/funcionarios, amigos, pensionistas,… que demandan para ellos derechos alejados del deber, cada día más y más poderosos y, como quien se enfrenta al fascismo que los crea y protege ataca sus prebendas, ello los hace peligrosos y es más cómodo dejar todo como está y enciscarse en divagar ignaros sobre lo que ocurrió hace casi 100 años, la (des)memoria histórica o el dictador muerto al que mientras vivió -salvo por unos pocos- fue, en el mejor de los casos, obedecido.
177 Los domingos cavilar
¿Acaso no matan a los caballos?
Fernando Merodio
25/07/2021
“- ¿Por qué la has matado? -me preguntó el policía que iba sentado a mi lado. -Ella me lo pidió. - ¿Oíste esto Ben? -Es un muchacho muy servicial -dijo Ben. - ¿Es ese el único motivo que tenías? - ¿Acaso no matan a los caballos?” Horace McCoy. "They Shoot Horses, Don’t They?")
Horace McCoy, norteamericano nacido, como yo, un 14 de abril, y cuya práctica experiencia de la vida, sensibilidad social y habilidad para contar historias convirtieron en autor de hard boiled, serie negra y a partir de su obra más conocida, They Shoot Horses, Don’t They? - ¿Acaso no matan a los caballos? -, fue considerado gran retratista de la Gran Depresión, oscuro período de la oscura y corta historia de los USA, concluía esa novela, en 1935, con un duro diálogo, “- ¿Por qué la has matado? -me preguntó el policía que iba sentado a mi lado. -Ella me lo pidió. - ¿Oíste esto Ben? -Es un muchacho muy servicial -dijo Ben. - ¿Es ese el único motivo que tenías? - ¿Acaso no matan a los caballos?”, explicación nacida de un recuerdo de cuando, él niño, su abuelo mató a una yegua que se había roto una pata y “el pobre animal no hubiera podido hacer ya nada bueno”, recuerdo con el que Robert, el protagonista, justificaba por qué atendió la petición de Gloria, “ella me lo pidió” y añadía “¿Por qué no hacerte ese favor? Apenas apretar el gatillo del revólver y desaparece todo de tu vista: la ciudad con sus luces neuróticas, las máscaras de Halloween, las lágrimas que aprendiste a tragar. Caer al mar con tu carga de recuerdos, confundirte con la basura de los hombres. Tu corazón no volverá a chillar como un pájaro insaciable con la urgencia de Hollywood, no vendrán a negociar con tu sexo esos extraños animales. Al fin Gloria, dormirás tranquila en el vientre de los peces”; una inquietante novela que en 1969 Sydney Pollack convertía en magnífico film del mismo título inglés, con Jane Fonda como Gloria y Michael Sarracin como Albert, y que en España, siempre raros, titulaban "Danzad, danzad, malditos", que al tiempo del conato de revolución de los espíritus que fueron los últimos años sesenta del pasado siglo, mayo del 68, y usando la metáfora de los maratones de baile que, en medio de la gran crisis, el hambre, el desempleo de 1930, exigían a los participantes, jóvenes en general, la extenuación, casi la muerte a cambio de comida, cama, asistencia médica, un premio a la pareja ganadora, (des)esperanza,... y mostraban el -éticamente repulsivo- espectáculo de otros -más- necesitados -que nosotros- exhibiendo el fracaso de su existir a cambio de nada, (de)mostrando -a quienes gustaban verlo- lo absurdo que podía ser todo.
En 2008, otro tiempo aunque cercano, Joaquín Sabina escribía en El País -¿dónde si no?- “De purísima y oro”, tópicos carpetovetónicos -que hoy, sin duda, negaría- dedicados a su amigo José Tomás y al 60º aniversario de la muerte de Manolete a astas de un morlaco que, sin que preocupara a nadie, también moría en el evento; se refería Sabina a la “fiesta de los toros”, ajena a mi (in)sensibilidad e (in)cultura, festejo que, junto a otros que no llegan a ser la borroka de que Sabina se queja, no me gusta -pero tampoco pido su prohibición, antes de prohibir otras cosas mucho más dañinas-, lo veo un disparate, una forma desigual, pública, de transformar, sádicos, a un animal como nosotros en desagradable picadillo para gourmets, chocándome, entre tanto cariño hacia el amigo "artista" y -muchos- tópicos, una pregunta del afamado cantautor entonces de “la zeta, la ceja” y la subvención, pacifista y antibélico, “¿Cómo estar a la altura de la sangre?”, pregunta de la que, sin entender del todo lo que quiere decir el rapsoda, me deja el -muy- desagradable pálpito de que, comparados con el torero, nos lo pone muy difícil al resto, los ajenos a la sangre, a los no -de ese modo- valientes, dejado llevar, sin duda, por lo que hasta entonces, no ahora, decían bon vivants inteligentes como Welles y Hemingway, sabidas mujeres como Hayworth y Gardner, diputados, concejales, funcionarios, banqueros y magistrados, señoritos de postín, aspirantes a foto en barrera gratis total, por lo que lo del juglar, el torero y la sangre lo vinculo a una sociedad líquida y lo veo -muy- dañino para la mente, pues, si de sangre se trata, sin ánimo de ofender, entonces -lindando con nosotros por el este- había "machos más sanguinarios” que el torero, incluso menos ejemplares, evidencia de tiempos en que, explicaba algún filósofo, (des)gobernaban -como ahora- gentes analfabetas ágrafas, entonces de Zapatero, estulticia humana, émulo del “héroes” de “Being There” -"Estar allí", libro aquí titulado de modo inescrutable "Bienvenido Mr Chance"- de Jerzy Kosinski, luego recomendable film que interpretó Peter Sellers.
A partir de Michel Foucault, Giorgio Agamben, Slavoj Zizek, Donna Haraway, Martha Nussbaum,... hay filósofos que advierten preocupados que, para compensar la indefensión -real- que genera el imparable desmantelamiento de las instituciones de protección del Estado de bienestar y crear una -irreal- apariencia de servicio público, crece un mayor, totalitario en la práctica, control político del Estado sobre la vida del individuo -abuso ahora desatado con la disculpa del útil bichito-, que, so pretexto de mayor garantía de seguridad individual, genera irracionales miedos que logran que el individuo aplauda una -indeseable, odiosa- intervención pública -con lucro privado, por ejemplo, tres pinchazos- que alcanza el insano éxito de que la natural vulnerabilidad corporal sea -muy- visible y de apariencia tan reprobable que afecte a la propia mente; lo que nos están haciendo con mascarillas, vacunas, pruebas, represión sañuda,... va a ser -los pocos sensatos lo saben- irrecuperable. En tal dirección, la España del meloso buenismo, el pensamiento líquido, el pacto con lo inaceptable,… es terreno abonado para la manipulación por los bien-pensantes, siendo evidentes las coactivas, represivas -pese a lo cual, cada día hay más obesos mórbidos, más triglicéridos y colesterol,...- campañas sobre salud individual, alimentación, tensión, alcohol, tabaco, ciertas drogas,..., que, manejadas retorcidamente en la gravísima situación de crisis, crecen para, en torno a los problemas reales más graves, acabar generando temores falsos que, advierte José Luis Pardo, “a fuerza de hacernos vulnerables a ellos, acabará convertidos en un negocio tan rentable que los espectros se materializarán más temprano que tarde y se convertirán en realidades ingobernables”:
Hoy domingo, pensaré en la vida y la muerte, en mi cuerpo y el de Rosa, en cómo aniquilar canallas, me refugiaré en Tosca, obra de Sardou que Illica y Giacosa adaptaron y Puccini dotó de música, me recrearé en su aria “E lucevan le stelle” que, cantada por Giuseppe Di Stefano, para mi padre era el “Adiós a la vida” que tarareaba alto los domingos al afeitarse, apasionada despedida de Mario, antes de ser fusilado, de su amada Floria Tosca; triste y amable recuerdo de lo sencillo, el brillo de las estrellas, “e lucevan le stelle”, el olor a tierra, el chirriar de la puerta, el roce de la arena, la fragancia de la amada y, sobre todo, el lamento del amante, “¡Se desvaneció para siempre mi sueño de amor, / la hora ha huido, y muero desesperado, / (…) / y jamás he amado tanto la vida, (…)”. Cuerpo, vida y muerte, sentimientos, cosas sencillas, naturales, optimistas pese al drama, si se quiere cursis, tan antiguas que, visto lo visto y lo que nos queda por ver, son forma de enfocar los problemas inviables en tiempos de Pedro Sánchez/Mr. Chance, del que sus medios, ¿quién si no?, a toda plana, exhiben a diario su afectada maligna ineptitud, que en Bruselas provoca que se desconfíe del trato dado al “gran capital” con sus dudosos arbitrajes y laudos y sepamos que la “alarma” -TC dixit- fue -y es- una “restricción de derechos de altísima intensidad”, que el llamado “dinero de Europa” son, en realidad, eurobonos de los que responderemos todos, que Iberdrola & Co están metidas “de hoz y coz” en ”lo de Villarejo”, que, pese a la represión, viajamos en el furgón de cola en la lucha contra el “mínimo virus” y, la última guinda, que los "bonos europeos" ya están asignados y el presidente viajó a los USA, no a hablar con Joe Biden u otros políticos, que ni le conocen, sino para ser visto -mérito de gran estadista- guapo cual jefe de planta de mujer de “gran superficie” o -alguien dice- con la belleza exhibida en su gira americana por Sarita Montiel, a explicar a Black Rock, fondo que domina Iberdrola, Repsol, Siemens-Gamesa,…, que el “dinero de Europa” será para él, así que, vista su ineptitud “para hacer ya nada bueno”, la pregunta clave es: “¿No matan acaso a los caballos?".
176 Los domingos cavilar
Mezcla de vergüenza y asco
Fernando Merodio
18/07/2021
"Son los jueces quienes están haciéndole la oposición al Gobierno". "Es una urgencia que renovemos tanto el Consejo General del Poder Judicial como el resto de órganos judiciales para que tengamos una Justicia independiente y que realmente los poderes actúen como poderes independientes, que es lo que tienen que ser" (Ione Belarra. Ministra del gobierno de Pedro Sánchez refiriéndose al Tribunal Constitucional)
“(...) estas elucubraciones doctrinales, que creo que son más propios del ámbito de la cátedra que de otro, (...) no deberían plasmarse en sentencias” (Margarita Robles. Ministra del gobierno de Pedro Sánchez. Pertenece a Jueces y juezas para la democracia. Idem)
"A mí, donde me pongan un chuletón al punto, eso es imbatible" (Pedro Sánchez cerrando, doctrinal y sabio, el debate generado por su ministro Garzón sobre el consumo de carne).
Para aclarar acerca de qué cavilo empiezo diciendo que el Tribunal Constitucional, TC, es exclusivamente intérprete de nuestra Constitución, solo está sometido a ella y a su propia ley orgánica, por lo que actúa de forma -teóricamente- autónoma respecto a los tres poderes del Estado, incluido el Judicial y, pese a denominarse "tribunal", no forma parte del tercero de ellos, lo que, sin duda, ignora Ione Belarra -que lo mezcla con "jueces" y "poder judicial"-, última analfabeta funcional designada por las que unidas decían poder, para engañarnos y vivir del resto a cambio de -solo- demagogia en los medios, destrozando -más- las -muy escasas- opciones que nos quedan para construir una sociedad más justa, igualitaria y capaz de sobrevivir a la catástrofe del clima, otra inculta y, además, tan agresiva contra el TC como Irene Montero, que sólo lo respeta y no considera que esté "secuestrado por el PP" cuando lo secuestra ella o los, incluso más peligrosos que ella, miembros "políticos" del Poder Judicial, en el que entran y salen cuando y como quieren, Margarita Robles, que califica despectivamente -y por mucho desacuerdo que tenga con ella, de modo inadmisible- la esencial resolución del TC como "elucubración doctrinal" que "siembra dudas" y, además, está "falta de sentido de Estado", sentido que, sin duda, ella -ahora gobierno- vincula a lo que éste diga o, más grave incluso, Conde Pumpido, magistrado, nefasto fiscal general al servicio del gótico de "la zeta y la ceja", miembro ahora del TC, que afirma en un -minoritario- discrepante voto algo tan falso como que "la sentencia desarma al Estado contra las pandemias" y ataca a los de la opinión mayoritaria -generando alarma e inseguridad jurídica ciudadana- al dejar el recado de algo tan preocupante grave y como que esa parte del órgano que interpreta la Constitución "no entiende el sistema de derechos fundamentales establecidos en nuestra norma fundamental", lo que obliga a preguntarle, ¿en manos de quiénes estamos, Conde Pumpido?
Cavilaba el pasado domingo sobre el muy bajo, alarmante nivel de quienes, dentro de las letras, nos dedicamos a las esenciales tareas de legislar, juzgar, interpretar, dar fe, certificar, fiscalizar, acusar, defender,..., algo que se muestra aquí ahora en la imprudente, anticonstitucional forma usada que, mientras alguien no evidencie otra cosa, usaron Sánchez/Iglesias, progresistas, para rebanarnos derechos sociopolíticos esenciales -a movernos, reunirnos, manifestarnos,...- y taparnos -desde hace muchos meses, como les conviene- la boca con un bozal o burka que, lenguaje perverso, dicen mascarilla clínica, lo que posibilita, tras dieciséis meses de abuso, que Revilla/Girón de Velasco vuelva a decretar, como medio para que él, López Marcano, Blanco,... puedan continuar haciendo lo que les dé la gana, un "caudillista" toque de queda que, a estas alturas de la película, señala a todos -así lo veo y me siento insultado- irresponsables demandantes de "palo sin zanahoria" para funcionar, después de conocer -nadie se engañe- que el TC dice que "la insoportable privación de derechos" fue impuesta por el gobierno sin autorización del legislativo -que, en la práctica, son ellos mismos- formado por otros miembros de sus mismos corruptos partidos que ocupan, a dedo, distintos pesebres coyunturales, haciendo inexplicable su miedo a consultar y que, como exige la gravedad de las medidas de excepción aplicadas, no se interpelaran a sí mismos -tan corrupto es el sistema- con toda urgencia, ¿fue solamente ignorancia o es prepotencia totalitaria de adictos al "ordeno y mando"?
Se trata de una intolerable burla al resto, sus víctimas, que quienes -desde la carencia de cualquier tipo de mérito o esfuerzo no consistente en ser parte de una secta o partido político- nos hayan mentido durante meses -y, aun hoy, nos mientan- sobre la necesidad de usar o no guantes y mascarillas, las criminales carencias de material de protección para los profesionales de la sanidad y el resto de trabajadores que han mantenido contacto continuo con posibles infectados -pienso, un ejemplo, en cajeros y vendedores de comercios, en especial supermercados-, la recomendación, prohibición incluso mediante insufribles pasquines “sindicales” de -salvo, quien lo tenga, por smartphone- hablar entre nosotros en los autobuses urbanos de la culta -y controlada por banqueros ladrones de cuadros- Santander, el número real de víctimas y contagiados del pequeño virus, así como el de los muertos “colaterales” generados por la silenciada falta de atención a otras -tan peligrosas o más- dolencias, al tiempo que, heroicos, dicen haber usado su -falsa e innecesaria- urgencia anticonstitucional, no garantista para generar una “injustificada restricción muy intensa de derechos fundamentales”, sociopolíticos, ciudadanos, que nos ha dejado indefensos -aun hoy- frente al abuso del poder ejecutivo más ignaro y desleal desde la “transición”, con el solo argumento, que el tiempo ha mostrado falso, de (Irene Montero dixit, generando insufrible crispación en torno a logros chocantes sobre igualdades en trámite de conquista social por los reales luchadores históricos, todas ellas inanes, no dañinas para el poder real que posibilitó que, en muy escaso tiempo y contra la (i)lógica que se aplica al resto, los más faltos de escrúpulos pudieran acceder a inverosímiles hipotecas y comprar ridículos chalets pequeñoburgueses, grandes parcelas e insolidarias piscinas insosteniblemente llenas del agua que hoy todos sabemos muy escasa) “salvar cientos de miles de vidas y proteger los derechos de quienes viven en este país” que, algunos, no ella y sus colegas, aún llaman España, como otros -sin más intención que reflejar una historia con la que, más o menos, se sienten afines- se refieren a Francia, Rusia, Cuba, Congo, Venezuela,…, construidas, con errores de todos, en la búsqueda de algo mejor, habiendo incluso gentes que se emocionan al hablar orgullosos de USA o Alemania -donde, por cierto, riadas y otros desastres arrastran viviendas y destruyen infraestructuras tan de chicle como las de aquí- pese a que su reciente historia desaconseja tener una afinidad cómplice con su historia.
Sorprenden algunos datos -dotados, eso sí, la fiabilidad de proceder de medios de comunicación, de los que dicen, de masas-, el primero que, en la Cantabria con 581.000 almas -como en la novela de Jim Thompson- que pastorea con torpeza y otras lacras que en breve veremos el televisivo purriego Miguel Ángel Revilla, aventajado discípulo del ideólogo y practicón fascista José Antonio Girón de Velasco, durante el inconstitucional, no garantista -para Irene Montero & Co heroico- primer decreto de alarma, que denuncié -con el éxito que se puede suponer- ante la Fiscalía superior de Cantabria, hubo 201 detenidos, uno cada 2.900 ánimas del purgatorio Covid, en Esukadi 2.178.000 y 486 respectivamente, uno cada 4.500, en Madrid 6.640.000 y 1.484, uno cada 4.500, como en Euskadi, en Andalucía, 8.427.000 y 1.423, uno cada 5.900, en Cataluña, 7.566.000 y 1.273, uno cada 5.950, en Aragón, 1.321.000 y 194, uno cada 6.800, en Navarra, 650.000 y 85, uno cada 7.600, en Castilla y León, 2.408.000 y 302, uno cada 8.000, en Asturias, 1.022.000 y 102, uno cada 10.000, en Galicia 2.700.000 y 252, uno cada 10.700,… así que, o somos los más incumplidores o tenemos una policía -local, nacional, guardia civil,...- merecedora de la “laureada de san fernando” que tanto gustaba a Girón y Franco, siendo otro dato el feo desparpajo con que el PRC, la gente de López Marcano y Blanco acompaña a la Iberdrola de Valcarce a, intentando engañar a los concejos, robar el territorio comunal; lo explica muy bien, como siempre, El Roto en su viñeta de ayer, que reproduzco.
175 Los domingos cavilar
Busqué justicia y encontré juzgados
Fernando Merodio
11/07/2021
“La justicia es la primera virtud de las instituciones sociales, como la verdad lo es de los sistemas de pensamiento“(...) los derechos asegurados por la justicia no están sujetos a regateos políticos, ni al cálculo de intereses sociales (John Rawls. “Teoría de la justicia”).
“El arco de la moral universal, aunque largo, termina siempre doblándose en el sentido de la justicia” (Ruth Bader Ginsburg, prestigiosa juez de la Corte Suprema USA, fallecida)
Cavilar sobre tan sensible y serio tema es arduo por molesto pero también urgente y necesario para saber qué pasa, pues la justicia es -dicen- "principio universal que rige la aplicación del derecho para conseguir que se actúe con la verdad dando a cada uno lo que le corresponde", concepto moral alimentado por serias ideas de necesidad, equidad, libertad,..., pero, en la práctica, por algo tan subjetivo como el derecho, principios y normas -no siempre fiables- que ofrece -solo- la apariencia de ser justo, por lo que al analizar la justicia en un momento y acto concreto debemos valorar el derecho, las leyes aplicadas y, además, la actuación de jueces y tribunales que las interpretan y usan e investigar a los legisladores que las elaboran -muy coartados por sus grupos, poder político y, en especial, por el poder económico-, pues, insisto, la justicia, principio universal, toma en la práctica la forma de las leyes -poco fiables, al emanar del poderes espurios- y es un sofisma vincularla al pueblo que -dicen- designa y controla todo y pensar que -al, falsamente, nacer de él- es necesariamente buena.
Se trata de una seria cavilación que me lleva a montones de papel impreso hacinado con afán de uso futuro y, en concreto, a una vieja colección de recortes de viñetas de El Roto, profundo analista de lo cotidiano importante, entre las que encuentro a un hombre de rostro angustiado que a su lado tiene -solo- una botella -que creo de vino- y un incisivo texto: “Busqué justicia y encontré juzgados”, tan obvio como las palabras de John Rawls, jurista de la filosofía moral y política, actual, adalid convencido, frente al utilitarismo, de que la necesaria justicia debe asegurar los derechos individuales y de grupo, sociales, lo que exige que el gobierno de la ley sea, a partir de los dictados del vinculante pacto que es el contrato social y no de un voluntario, falso sentimiento bienintencionado manipulable que algunos nos presentan como garante de la libertad e igualdad individuales, protegiendo en forma esos y todos los derechos.
Al analizar la gestión socio-política práctica de la justicia no debemos olvidar el reproche formulado por Foucault, crítico específicamente -pero sin duda ejemplificador genérico- de la represión penal, “(...) la lentitud en el suplicio, sus peripecias, los gritos y sufrimientos del condenado desempeñan, al término del ritual, el papel de una prueba última”, siendo evidente que, para el filósofo, la realidad de la justicia siempre remite a algo distinto de su estricto contenido, algo que hace evidentes las relaciones de poder -y, por ello, las de clase- existentes en cada concreto momento, quién manda y quienes deben obedecer, advirtiendo, amenazando, reprimiendo con la -maliciosa- técnica de exhibir los sufrimientos que impone -o no- al justiciable en sentido amplio.
Se trata, pues, de cuestión vital que demanda la mejor gestión humana, honestidad, lealtad, esfuerzo,…, si bien -entiendo que- ello se quedaría en filfa si no lo aderezamos con -imprescindibles- las elevadas dosis de inteligencia, juicio, razón,… individuales exigibles a quienes deben garantizar la corrección del esencial cometido, y es ahí, en lo personal práctico, donde se ve que al legislar y juzgar fallamos desde la base, serio problema que ilustro desde mi experiencia personal, de 1963, cuando concluido el bachiller, por rutina -burgués económico, del “cuadro de honor”, de los primeros de clase- fui a la universidad y, en ella, a una carrera de ciencias, ingeniero de caminos, canales y puertos que -entonces “lo más”- se impartía solo en Madrid, en la esquina del Retiro colindante con la glorieta de Atocha, para comprobar mi desafección a ella, lo que unido a mi inquieta juventud y la "libertad" de vivir, sin control familiar, en una “pensión”, me hizo rechazar su alta exigencia y abandonar todo intento casi antes de empezar -mi hermano, dos años menor, lo hizo en tercero de carrera, atraído por la medicina, Freud, Reich, Marx, el psicoanálisis, “el partido”,…- y, viviendo en un mundo injusto opté, candoroso, por buscar "la justicia" y matricularme “libre” -así lo decían- en la Facultad de Derecho en Oviedo para ver que el nivel de quienes optábamos a -para mí entonces- la atractiva y abierta disciplina que enseña a legislar, dar fe, certificar, juzgar, defender o acusar,… reflejaba un bajo currículo bachiller, siendo nuestro rigor mental, con excepciones que afianzaban la regla, muy inferior al de los de “caminos”, permitiéndome concluir la licenciatura en la tercera parte del tiempo de muchos de mis compañeros, momento en que no vi lógico gastar la vida -tras solo una memorística y fácil, sí memorística y fácil, oposición- en juzgar al resto, excesivo e impropio para mis veintipocos años, o a certificar, dar fe, registrar, fiscalizar,…, tediosas formas de usar mi -escaso- tiempo, evitando ser un burócrata o un practicón en derecho -que identifico como mero sentido común- y, tras inscribirme forzado, pagando a cambio de nada, en una arcaica corporación colegial de raíz totalitaria y una mutualidad, me propuse defender a quienes me pidieran algo serio, intentándolo, sin integrarme ciego con la fe del carbonero -ni siquiera al militar en el clandestino PCE lo hice, pues así solo soy del Real Madrid-, fatigándome ajeno a mi grupo profesional durante 50 años para acabar hoy, con 75, sin dinero ni pensión, no defendiendo, atacando con saña y algún saber -casi todo leguleyo, del fatigoso vivir- a los que, con poder espurio, abusan de él, en un tiempo en que hasta los fiscales, sus previstos gestores, dudan de la dañina reforma judicial que nos anuncian, y así no tener que odiarme cada mañana.
Paradigma, no el más grave, pero sí -creo- el de mayor incidencia social aquí ahora es cómo desde -en el peor sentido- la política, abusan de la “ley mordaza” al unir la justicia y el bichito que dicen pandemia, para así -con el apoyo de los más canallas de los canallas medios de (in)comunicación- aterrorizarnos, inmovilizarnos,…, conseguir que gentes frágiles, -no sé si- hechas y derechas, vacunadas hasta las cachas, con mil pruebas médicas, pero obesas, achacosas e insanas, no se quiten la mascarilla ni para ir al WC y, lo más alarmante, miren con gesto torvo a los que, conscientes -no somos idiotas- de que convivimos, además de con infartos, neumonías, diversos tumores, colesterol, humos, accidentes mortales, injusticias, desigualdad social, calentamiento global,…, con el muy útil bichito, actuando con la lógica de lo que sabemos, no nos hemos vacunado, ni hecho una prueba, ni usado el gel nosequé,… y, en el ejercicio de una -muy limitada- libertad, queremos respirar solo aire contaminado, sin salivilla, ni toses, ni estornudos pútridos,…, sin mascarilla.
Escribe un conocedor del derecho, trabajador atípico de la justicia con la amplitud mental de los “de caminos” algo que hace dudar de si el modo en que los gobiernos regulan “su útil virus” es constitucional, pues, dice el conocedor, que “cuando es preciso suspender derechos -como aquí se ha hecho- procede declarar el estado de excepción”, lo que sería plenamente constitucional pese a que a “las que dicen poder” y a la mercantil venida de la nefasta “Z” les suene, melifluas, al -para ellas ignoto- franquismo, pese a lo que, contra lo -inconstitucionalmente- hecho, solo “cuando no se requiere tal suspensión, puede acudirse al estado de alarma” para afectar derechos y, al ignorar los relamidos -entre otras muchas cosas- que el orden público en el estado de excepción “no solo tiene carácter político, sino que puede tenerlo, también, social o económico”, derivado, como es el caso, de una crisis sanitaria, dejando inerme al Estado ante tal crisis al “obligarle a actuar fuera del derecho adoptando en el estado de alarma decisiones que solo el de excepción permitiría” y poniendo al TC -con sus miembros, salvo excepciones, de nivel muy bajo- en la difícil tesitura de declarar (in)constitucional lo hecho, por lo que es lógico inferir que, “al buscar justicia, solo encontremos juzgados” y se dé lugar a que alguien como Revilla, lenguaraz experto en nada, nos venda su particular crecepelo, su “bálsamo de Fierabrás”, imponer de nuevo la mascarilla a todos en todo lugar,…, torpe, dañina, represiva ocurrencia.
174 Los domingos cavilar
J'Accuse
Fernando Merodio
04/07/2021
"Dice que no habrá referéndum, pero también dijo que no habría indultos. Denos tiempo" (Gabriel Rufián respondiendo en el Congreso de los Diputados a la afirmación de Pedro Sánchez: "Nunca. Jamás. No habrá referéndum de autodeterminación")
"(...), cuando uno encierra la verdad bajo tierra, se amontona allí, con una fuerza tal que el día en que estalla, hace que todo salte con ella." (Del alegato "J'Accuse" publicado en la primera plana del diario L'Aurore por Emile Zola el 13 de enero de 1898, en favor del capitán Dreyfus)
Alguien dijo que los “intelectuales” son “filósofos mundanos” que conocen de lo que precisa la razón humana, “pensadores que intervienen en la escena pública intentando provocar debates y extender ideas”, nutridos por la Enciclopedia previa a la Revolución francesa cuyos 35 volúmenes, al solo explicar ideas, provocaron ignaras chanzas, acalladas por el prestigio social de su segunda edición, haciendo afirmar a Thomas Carlyle, casi un siglo después, que “fue encuadernada con la piel de quienes se burlaron”; Voltaire dibujó el tipo del "intelectual", Zola con su “J’Accuse” lo llevó a la prensa, Gide le dio un toque demoníaco y Sartre, aquella izquierda, lo elevó hasta la cúspide, desde donde en 1968 inició el declive hasta hoy; en todo caso, se trata de un poder real que, si grita en un concierto para defender algo, su prestigio hace que la voz influya, se oiga y aquella influencia crezca en espiral, redoblada por la fuerza de su limpio poder con apariencia débil y mucho que perder, como evidenció Zola al poner en entredicho y acusar al Estado y sus poderes, al ejército y la Iglesia, a los medios de comunicación y la opinión que crean,… con su valiente acusación contra un sistema al que, frente a viento y marea, derrotó, logrando que, sobre la mentira del poder y sus secuaces, soportes del tinglado, ganara la verdad, si bien, pese a vencer, tuvo que sufrir insultos, descrédito, juicios injustos, condenas a prisión, exilio,...y una muerte, en 1902, aún no aclarada, todo ello amenaza disuasoria para el resto.
Rafael Chirbes, autor de la aconsejable novela “Crematorio”, decía hace años en los cursos, evidente despilfarro, de la UIMP que su generación, la mía, “fue esperanza y, sin embargo, ha dejado un país de corrupción y cemento” -y cosas peores-, no sólo herencia del muy útil -utilizado- "franquismo” -al que, mientras vivió el general, solo se enfrentaron los comunistas-, ponzoñoso legado que no es “mérito” exclusivo de la reptante derecha encarnada en el PP, sino que quien sentó sus sólidas bases, con fruición incluso, fue la infecta PSOE de González, empresa del Gal, Filesa, los Guerra, Vera, Barrionuevo, Corcuera, Solchaga, Salanueva, Mariano Rubio BOE, Banco de España y tantos otros, una mercantil hoy encarnada -aferrado a su poltrona- en Sánchez, títere del peor, más peligroso y egoísta nacionalismo pequeño, cotejo de por qué afirmó Chirbes que “la responsabilidad civil de la literatura y su capacidad para intervenir en la sociedad” son virtudes sin las que escribir es “acto inane”.
Si aquí ahora mínimos nacionalismos codiciosos, tan odiosos como el que durante cuarenta años impuso el "generalísimo" -por fortuna, aquellos no tienen su poder para hacernos tanto daño- nos dejaran espacio para algo ajeno a la fangosa pesadez que es hablar y hablar de “lo suyo”, quizás algún “intelectual”, si lo hubiera en esta España desnortada que se despeña, lanzaría un serio grito equivalente al “J’Accuse!” valiente de Zola, denunciaría cómo un gobierno -que se dice- de izquierdas empeora el insano estado de desigualdad, burocracia, paro y temporalidad, legisla -desde la sombra- a favor de las arbitrariedades y tropelías que convienen al poder real de energéticas y bancos,…, aplica, con saña, la -ayer denostada- “ley mordaza” y genera el mayor, más evidente recorte de libertades desde 1978, para disfrute de gentes como Revilla, amamantadas en el totalitarismo, obscenamente nos engaña en la lucha contra el “calentamiento global” y propicia la desaparición de nuestra especie… y otras muchas, atruena con inclusivas leyes demagógicas -casi todas superfluas- para alejarnos de la lucha por la igualdad social que es precisa para acabar con todas las desigualdades, mientras sus socios indultados se burlan y humillan a Sánchez -¡y, lo peo, a todos nosotros!- con tabernarias chanzas sobre que el “referéndum soberanista” -solo- exigirá "tiempo" y, anécdota con categoría de serio síntoma, mientras gobiernan -¿es cierto que gobiernan?- la PSOE y las de Unidas Podemos “la luz alcanza el segundo precio más alto de la historia”, eso -y otras cosas- denunciaría aquí hoy Zola, siendo, además, razonable que si el mundano filósofo fuera próximo a este pequeño sitio, también sería leitmotiv de sus acusaciones más serias, el -cada día más punible- derrote de los delirios del haragán impostor de Polaciones y su superfluo (des)gobierno de cámara, incapaz de hacer nada que no sea mendigar -sin éxito- en “Madrid”, intentando ocultar la interminable ristra de dispendios e inconclusos bocetos -ni iniciados muchos- que siembran nuestra geografía e historia inmediatas de los más estridentes fracasos que -iluso- supongo en la mente de todos y, por ello, no reitero.
Revilla Pantocrator
Es difícil, en cambio, no valorar el multimillonario y doloso, último desmán fáctico y jurídico en que están metidos el novedoso MITERD, ministerio para la transición ecológica, Marcano y Blanco, “regionalistas” consejeros de industria y medio ambiente, tramitando casi 2.000 Mw eólicos sin planificar y sin la legal, lógica evaluación estratégica del conjunto de polígonos de mamotretos, con la malicia anexa de que, ¡hace ya 7 años!, el Tribunal Supremo, al anular el chusco y malicioso “concurso eólico” de 2009, reprochó al gobierno -que ya presidía Revilla- haber "indebidamente omitido la evaluación ambiental exigida para planes y programas con efectos significativos sobre el medio ambiente", ineludible obligación legal para implantar 1.400 Mw, que, ¡a 12 años del “concurso”!, son más y, cínicos, intentan incumplir el mandato tras la argucia de la dolosa desidia político-administrativa de no proteger, injustificablemente, nuestro mínimo territorio con un previo "planeamiento" y una "evaluación ambiental estratégica" de la masiva y dañina actividad energética eólica, tal como les exigió el TS, incumpliendo también la orden de incluir las implantaciones masivas de turbinas gigantes dentro de un “instrumento de planificación” y no permitir, como ahora intentan, que los consorcios de promotores de -no se sabe cuántos- polígonos sean los que, sin evaluación previa, planifiquen “de facto” el territorio y se apropien, para destruirlo, de lo mejor de él, casi todo comunal, pues el Tribunal advirtió que "es secuencia lógica y obligada que el planeamiento preceda a la ejecución, siendo ésta la que debe acomodarse a aquél", ya que lo contrario es poner el carro delante de los bueyes y "supone la entera desnaturalización del planeamiento como instrumento legalmente configurado para el diseño y trazado de los actos singulares que deben acomodarse a él". Pese a ocultarla, la verdad estalla; más claro, ni el agua.
Este domingo, con Rosa, triste bondad, a mi lado y “a sus cosas”, sé que, como otros trampantojos, “la roja” -ahora (marca) blanca- será mínima alegría pasajera para ilusos y no frenará la muy urgente acusación, leeré a John leCarre -"No se puede ser menos inexorable que los adversarios simplemente porque la 'política' del gobierno de uno es benévola, ¿no le parece?". "El espía que surgió del frío"-, escucharé, repetida con insistencia, la hermosa aria de “El pescador de perlas” cantada por David Gilmour, ex Pink Floyd, y reforzaré la idea de que, al ser miles los graves motivos para acusar duro exigiendo responsabilidades y ser pocos los “intelectuales decididos”, es preciso que empecemos a dar nombres y datos fehacientes en la obvia y ya urgente tarea de desmontar, como hizo Zola, ese falso paraíso que, tras la muerte, nos ofrece gloria y nos promete que las estatuas serán nuestras si cumplimos, sumisos, su perverso mandato: “Sufrid, comed vuestro pan seco, acostaos en la dura piedra mientras los afortunados duermen sobre plumas (…). Dejad que los malvados ocupen altos cargos, mientras a vosotros, los justos, os empujan al arroyo, (…)” y, viejo fatigado aun fuerte, cavilaré sobre el más eficaz modo de llevarlo a la práctica y hacer pública la acusación que propicie el desmontaje del falaz tinglado de los listos... y, enseguida, desmontarlo, como hicieron los franceses, con toda la inexorable dureza que se merece.
173 Los domingos, cavilar
Indulgencia, masoquismo y miedo
Fernando Merodio
27/06/2021
“La tierra muestra quienes valen y quienes no sirven para nada” (Opinión de un campesino citada por Jean Pierre Vernant. Mythe et Pensèe les Gracs).
“La vida campesina es una vida dedicada por entero a la supervivencia. Esta es tal vez la única característica compartida por todos los campesinos a lo largo y ancho del mundo” (John Berger. ”Puerca tierra. Epílogo histórico”)
A un lado de la vital atención la tierra, nuestro territorio, están las admirables fatigas que para conservarla y legarla a generaciones futuras le entrega esa parte esencial del colectivo humano que han sido, son y serán los campesinos, entorno y matriz de mi vida en una infancia feliz en que, junto a mis padres y hermano, hoy muertos, aprendía por los poros en un pueblo pobre y pequeño, ni cien almas torturadas por capital, fascio y prejuicios, cuerpos trabajados, frío gélido, sabañones, costras en las rodillas dañadas, cariño y respeto a la maestra y la mínima escuela, la pizarra y el pizarrín, miedos impuestos que definían hasta dónde podía y dónde no podía ir, el monte, los lobos, zorros, jabalís,…. los “praus”, el río, truchas, salmones, presas y represas de los Saltos del Nansa,… y, al otro lado, con casi 7 años, la marcha triste, sin duda errada, a la ciudad de calles asfaltadas, donde defendí, pueblerino fiero, la “u” final del verbo aldeano frente a ignaros que intentaban burlarse de ella, a la indescifrable obligación de cruzar la calle, sin coches, “por la raya”, al cúmulo de edificios ilógicos, al colegio colonizado por ambiguas sotanas, a los niños segregados por clases, gratuitos y de pago, sumisos y malos, listos y bobos,…, a la tarima que elevaba al cura pequeño, a interminables misas, triduos y rosarios, a filas y enervantes himnos que algún borrico egoísta quieren reverdecer, a las idas y venidas, arriba y abajo, a la guerra que nos contaron ganada e, ignoro por qué, siempre supe perdida, a dudosas normas impresas a martillazos, con saña, a Santander y su provincia, orgulloso puerto de Castilla la Vieja, anterior a Cantabria, a quienes luchaban contra Franco y Girón de Velasco, funestos parásitos suplidos por miles de burócratas caídos de la dictadura al nacional-regionalismo cateto de Revilla, Pujol y Arzalluz,…, vividores de la nada con enormes sueldos, hoy el fúnebre peligro de enfrentamientos y ruina que son los que, lejos del amor al campo, "la tierra" de todos, con bobalicona sonrisa se aferran a una pancarta sostenida con leves, lechosas, tiernas manitas de cacos burgueses que ni saben qué es una azada, una hoz o un dalle, indulgentemente indultados -caridad con lo que no es suyo- por Sánchez, que insisten en exigir "secesión" en lengua ajena, pedir, ¿saben los socios de Pujol qué es y cuánto cuesta, en verdad, la libertad?, "Freedom for Catalonia", generando tensión política muy mal gestionada, ajena a problemas como la libertad e igualdad reales, tapando que la justicia mundial solo admite la secesión por los cauces legales que en España, masivamente, aprobaron los de Catalonia o, de modo unilateral, para descolonizar o ejercer el derecho de autodeterminación, lo que, como les dice el informe núm. 4 de su estúpido Consejo Asesor para la Transición Nacional, no cabe en su caso pues, dice la doctrina, la tensión política -aquí solo provocada por quienes no piden, exigen de forma ilegal- debe ser encauzada con un escrupuloso respeto a la norma interna. Así de sencillo, ¿te enteras Sánchez?
En tal río revuelto pescan los que siempre se enriquecen -cada día más- con la pobreza ajena y, paradigma de odiosa maldad, destruyen el planeta y sus ecosistemas con innecesarios, egoístas, no debidamente evaluados ciclópeos mamotretos dañinos para el resto y, hoy reconocido por todos, generan un gravísimo deterioro climático, situación que adoba un oportuno, útil bichito que, dicen, es causa de lo que los alarmistas de cámara han dado en denominar, insidiosos, pandemia y que es simple coartada para violar, sin duelo, derechos fundamentales ganados en siglos de valiente lucha de algunos, derechos que nos va a costar muchísimo recuperar en su integridad.
El coyuntural gerente de la mercantil PSOE, con aspecto y redicho discurso de jefe de planta de "gran superficie" se muestra "indulgente" -adjetivo del nombre femenino "indulgencia"- y, burlando a los muchos que -por muy distintos motivos- razonamos en su contra, perdona o tolera -lo que él considera- un falta, simple error ajeno, perdón que, no hace tanto, era dada a otorgar la iglesia -aquí católica- a sus fieles díscolos, mientras al tiempo el burócrata -que quiere engañar, sin duda, a idiotas- libera al resto de usar el represivo bozal que dicen mascarilla -o, también, "revilleta"- y que, además de hacer difícil el irrevocable ejercicio del esencial derecho a hablar y relacionarnos para mejor decidir y habernos tenido, de modo claramente abusivo y superfluo, meses respirando -no solo aire contaminado- nuestras salivillas de la conversación, toses, estornudos y demás basuras que, desde la boca, pegábamos al interior del mirífico bozal impuesto, algo que, es evidente, no resulta muy sano, ahora nos lega el debate callejero, la bronca ciudadana de luchar metro a metro cuándo sí y dónde no llevarla.
La Venus de las pieles, novela escrita en 1870 por Leopold von Sacher-Masoch, narra los avatares de la relación del joven Severin con Wanda, a la que llegó a ofrecerse como esclavo, reflejo de las relaciones del propio Sacher-Masoch con Fanny Pistor, con la que llegó a firmar un contrato -generador de una ilógica obligación formal- que le convertía en su esclavo y, en ocasiones, le hacía pasar por sirviente suyo, con la sola contrapartida de que ella vistiera, con frecuencia, pieles, lo que la convertía en objeto de culto y le otorgaba la posibilidad de ser cruel con él, lo que hoy llamamos masoquismo y, según el diccionario de la RAEL, es "conducta en la que se obtiene la excitación y la satisfacción sexual a través del propio dolor físico o psíquico, la humillación, la dominación y el sometimiento" o "disfrute o placer que se experimenta con un pensamiento, situación o hecho desagradable o doloroso", un trastorno placentero/doloroso para el que lo padece y que, aun siendo frecuente que a las relaciones sexuales sanas se una algún juego de sadismo y masoquismo, llega a provocar malestar que afecta al funcionamiento diario de quien lo padece y tiene como manifestación extrema el subtipo de la “asfixiofilia”, que consiste en dificultarse la respiración -de modo similar, pero más agudo. a lo que durante meses de sadismo burocrático nos ocasionaron las malditas mascarillas- disminuyendo el acceso de oxígeno al cerebro en el momento del orgasmo de modo que, al parecer, se aumenta el placer sexual, si bien conlleva el riesgo de producir, ¡mucho cuidado!, lesiones cerebrales o incluso, como le ocurrió al actor David Carradine, la muerte.
El sumiso suele ser usado -tanto y tantos como evidenciaron, por ejemplo, los nazis- por los sádicos, esos "que experimentan excitación y satisfacción sexual al infligir sufrimiento físico o psíquico a otra persona" y, en la teoría freudiana, oscilan desde la actitud simplemente activa para generar la sumisión del otro y así ampliar la satisfacción propia, hasta, incluso, la violencia física o psíquica, lo que lleva al campo de la perversión, siendo en este punto donde, aquí ahora razonablemente, debiera aparecer un miedo más que lógico pues, como lúcidamente razonaba Leila Guerriero en un magnífico artículo titulado "Los peligros", "el virus no es perverso. Está vivo pero es indiferente: no desea, no sueña, no quiere nada. Un mundo que pelea contra un enemigo que no tiene maldad, no tardará en encontrar el enemigo perfecto", ese enemigo evidente que aquí ahora ha logrado que "los cuerpos sean peligrosos y empiecen a ser superfluos" y que, mientras "hasta hace días hablábamos del avance de la derecha, la xenofobia, el nacionalismo, ahora los ciudadanos clamen a sus gobiernos que les impidan viajar, que los vigilen, que cierren fronteras, que expulsen a los extraños", ¡incluso algunos, muchos, se niegan el derecho a privarse del dolor, quizás placentero para ellos, de la mascarilla!, así que a los valientes de un mundo cuitado por el absurdo temor a un bichito, en el que nos tratan, ¿quizás igual que siempre?, como masoquistas, ven la irracionalidad de que el poder de los sádicos, unidos en la política, el capital, internet y los medios, no causen miedo, terror, pánico en la sociedad, no la alteren profundamente y, de modo inmediato, el género humano, "la internacional" no se una y se apreste a una lucha fiera.
172 Los domingos, cavilar
Leviatán y el Estado
Fernando Merodio
20/06/2021
“(...) en todas partes subyace al poder político una función social; y el poder político no ha subsistido nunca a la larga más que cuando ha cumplido esa función social” (Friedrih Engels. “Anti-Dhüring”).
“Usted se llama el Estado, señor Smiley, usted no tiene sitio entre la gente de verdad. Usted ha soltado una bomba desde el cielo. No baje aquí a mirar la sangre o a escuchar los gritos” (John le Carré. ”Llamada para el muerto”)
Suelo recordar lo que escribió Galeano para -casi- cerrar una Historia -casi- universal titulada Espejos, diciendo que “el inventario del mundo, inconcluso, estaba hecho de chatarras, / vidrios rotos, / escobas calvas, / zapatillas caminadas, / botellas bebidas, / sábanas dormidas, / ruedas viajadas, / velas navegadas, / banderas vencidas, / cartas leídas, / palabras olvidadas y / aguas llovidas”; cosas gastadas, cicatrices, dolores del alma, basuras resumen de vidas individuales vividas, cuya lista parcial, dura, sugerente elaboró, por mandato de Dios, Arthur Bispo do Rosario, negro pobre, marinero, boxeador y artista, que murió exhausto intentando cumplir la orden.
Frente al individuo que genera tan sugestivas chatarras, se agita el Estado -y sus poderes- que hoy, sin necesidad de entrar en rigores teóricos, definiría como ficción jurídica creada por acuerdo o -más habitualmente- por imposición de quienes tienen poder para hacerlo y regular las relaciones entre los miembros de un colectivo predeterminado y de estos con el exterior, abstracción convencional apoyada en un concepto tan imaginario como es el del nexo entre los individuos del colectivo, al que una tercera ficción/abstracción atribuye la condición de “pueblo” al que el Estado debe administrar y ordenar su vida en sociedad, siendo tres sus elementos básicos: “población”, personas que viven en el “territorio”, que es el espacio físico en que actúa esa población y “poder político”, ajeno, por supuesto, a poderes adjetivados de otro modo, que es -supuesta- capacidad de organizar población y territorio, a partir de lo cual, en el Estado moderno, la teoría distingue tres poderes políticos -en teoría- independientes: “legislativo”, que elabora la Ley, “ejecutivo” o “gobierno”, que administra con ella y “judicial”, que la descifra y hace cumplir.
Vigoroso, Herman Melville introduce Moby Dick, con una “Etimología" y unos "Extractos" suministrados "por un difunto bedel tísico de una escuela secundaria” y "un sub-sub-bibliotecato", exhaustivo catálogo de citas sobre la ballena, colosal mamífero, y sobre Leviatán, ser o idea mal definida, básica para analizar la obsesiva persecución del capitán Ahab, voz hebrea, liwyatan -enrollado-, muy usada en culturas religiosas que, como el judaísmo o el cristianismo, se alimentan de miedo(s), que identifica un gigantesco monstruo creado por Dios, vinculado al Diablo y a la mar; el Génesis, Isaías, el Libro de Job, los Salmos,... están llenos de intimidatorias referencias a él y Thomas Hobbes, filósofo político que en el siglo XVII desarrolló teorías sociales tan contractuales como las de sus coetáneos Locke y Rousseau, pero más coercitivas, fue autor de “Leviatán” (1651), contra la libertad de conciencia de la Reforma y que, según él, conducía a la anarquía, pues el estado de libertad natural del hombre y su condición de lobo para el otro, sólo puede llevar a un permanente conflicto de todos contra todos, lo que, junto a su congénito temor -“el miedo y yo nacimos gemelos”- le hizo identificar las libertades del hombre con Leviatán y defender que, para pervivir, el hombre debía renunciar a la libertad natural, no solo no atentando contra su vida o la de otros, sino cediendo sus derechos a un poder absoluto ajeno que, al menos, le garantizara la paz, barbarie -muy extendida- impropia de un hombre capaz con obra tan importante condicionado, insisto, por el miedo; se trata del Estado que, en 1848, en el Manifiesto comunista Karl Marx y Friedrich Engels identificaban con un complejo aparato coactivo, forjado como instrumento de poder por las clases dominantes, definiéndolo, lógicos y exactos, ¡ay, la PSOE!, como “la junta que administra los negocios comunes de toda la clase burguesa”, sobre cuyo dialéctico conglomerado contradictorio de sociedad política y civil han reflexionado los más feraces pensadores, siendo esencial la aportación de Antonio Gramsci que, al analizar lo que llama “Estatolatría”, diferencia claramente lo que significa el predominio de la sociedad civil, “autogobierno”, o el de la política, “gobierno de los funcionarios”, "burocracia" y lo pernicioso que, sin duda, resulta identificar el Estado y esto último.
Bajando a tierra y mirando con lupa -para poder verlo- nuestro pequeño inane territorio, ficticia creatura reaccionaria de los rescoldos del fascio que, manu militari, durante 40 años impuso Franco con las ideas de Girón de Velasco, observamos al más parlanchín, osado e ignaro de aquellos “flechas” empadronado en lo más alto de la cúpula burocrática a que trepó desde una pequeña canonjía en el autoritario sindicato vertical para difuminar lo útil de la función gestora estatal y convertirla en pordioseo ante el que -“en Madrid”- mande y, ahora, en obsceno ejercicio represivo a manos de esa “ley mordaza” que remueve de placer en los panteones a sus ancestros, pues el Pisuerga pasaba por Valladolid y había un bichito...; no debiéramos olvidar, como hacemos, que a estos pequeñitos herederos de aquellos los tribunales les prohibieron, por insultante e ilegales, 1400 Mw de molinos de aire, buñuelos huecos, y ahora regresan con trapacerías similares o aún peores, copiadas del burdo “negocio” que, con la red semafórica de la ciudad que tiene nombre de banco, tejieron Manuel Huerta y Ángel Agudo, llamándolo “Santander de cable” para, de forma sospechosa, facilitar kms, de fibra óptica a ONO, como tampoco debiéramos olvidar el “fraude Comillas”, millones tirados para “poner en valor” nuestro bello idioma desde una Universidad sin lingüistas, ni lo de Moneo y su excesiva cubo, ajeno a las curvas marinas del viento portuario, hoy vergüenza, solar perenne tras haber derribado la PSOE “la Diputación”, único edificio administrativo de la II República, ¡ay, desmemoria histórica!, ni la línea de 400.000 voltios que destroza Cantabria de oeste a este y aún no sabemos para qué , ni el fibroyeso, ni los “Años Lebaniegos”, ni los cientos de viviendas ilegales pendientes de derribo, ni lo del alto de Cuco, ni la carencia de Ley del Suelo, PROT, PSEC,..., ni los miles de millones tirados en partidos, sindicatos, subvencionados, amigos,..., corrupción a espuertas, germen de la desigualdad y el inmoral paro creciente que este Estado propicia, no debiéramos olvidarlo y “rodearlos”, desnudar a los “políticos”, ponerlos a caldo, disolver las chácharas de sus Parlamentos y abrir un nuevo proceso en que, de verdad, todos estemos, recomenzar, sanear el aire pútrido que nos trajeron y aprovechar la energía del poderoso viento de la Historia. Un sueño.
171 Los domingos cavilar
¿Estado de qué?
Fernando Merodio
13/06/2021
"(...) Hay una paradoja: por un lado se nos pide que combatamos unidos esta batalla, por otra parte no podemos estar físicamente juntos". (Manuel Cruz, filósofo)
“España todavía no es un 'Estado fallido', pero no está lejos de serlo. Razón suficiente para que Europa finalmente despierte” (Friedrich Leopold Sell. "Neue Zurcher Seitung". Suiza)
“Os lo digo, infelices…, cuando los grandes de este mundo empiezan a querenos es porque nos van a convertir en carne de cañón” (Louis Ferdinand Celine)
Dicen los -odiosos- medios de (in)comunicación -¿quién les filtra?- que el Tribunal Constitucional dictará sentencia sobre el confinamiento y las otras coacciones que, con apoyo en un pequeño virus, su represora/torpe policía y la hasta ayer denostada “ley mordaza”, el “nuevo progresismo”, desde hace 15 meses, ¡ay, funesto marzo de 2020!, prolonga taparnos la boca, impedir que nos reunamos, legislar a hurtadillas contra nuestros -muy limitados- derechos-, cerrarse a cal y canto -¿dónde están los funcionarios, con alguna excepción, además de en caja y cobrando?, servir a los de siempre -el precio de la energía ha subido un 30% en un año y los bancos reducen plantillas para ganar más,…-, arrojo de “vuestros” políticos que aplican el -para ellos- goloso artículo 116 de la Constitución para declararnos en ese “estado de alarma” que, según la Ley orgánica 4/1981, solo puede “limitar” derechos y no “suspenderlos”, que es facultad del “estado de excepción”, anunciando los sabiondos medios que, por ello, el TC dirá, ¡pobres “carcas progres”¡, que lo hecho es anticonstitucional.
A partir de la cosa, vergonzantes reaccionarios camuflados -no la izquierda histórica- que encabezan El País, cada día -salvo El Roto y 4 columnistas- más sectario y el tenebroso eldiario.es, enquistado en La Sexta de Ferreras & family, saltan a la palestra para reverdecer el espantajo de a útil división entre magistrados -¿alguien cree que, salvo por docilidad hacia quien les nombra, existen diferencias?- conservadores y “progresistas”, marcados todos por el carácter retrógrado que tuvo, tiene y tendrá la Ley, que es emanación del poder, inventándose una nueva/falsa polémica que tape sus vergüenzas, “Estado de alarma o de excepción? El debate divide a los juristas” y, para dar mi opinión sobre tal falacia, insisto en que el “estado de alarma”, que declara sin más, por decreto, el gobierno de turno, no puede “suspender” ni un solo derecho constitucional, para lo que es preciso el “estado de excepción” que, ese sí, somete al, repito, arbitrario gobierno que toque a la -para él- ofensiva, molesta autorización del Congreso de los Diputados, ¡uf, que rollo! ¿Alguien duda que a los fines prácticos que debe tutelar la Ley, el confinamiento domiciliario a que sometieron a quien, sumiso y bovino, quiso, igual que, entre otros ejemplos, privarnos del -muy- fundamental derecho de reunión o el control de la burocracia política de la Administración no es una suspensión de facto y de iure de derechos constitucionales comprometidos?
Detalle chillón del Diccionario de la RAE, mientras el sustantivo "alarma" define "aviso o señal que se da en un ejército o plaza para que se prepare inmediatamente a la defensa o al combate", el verbo "alarmar" tiene dos alcances, 1. "Dar o causar susto" y 2. "Producir desagrado o escándalo", siendo, pues, alarmar y alarma dos palabras parejas que parecen designar -y, de hecho, designan- ideas diversas pues, mientras el sustantivo es aviso de alguien para que -un grupo- prepare su defensa o ataque, terminología bélica que aquí ahora se usa -de modo indebido- desde la política, el verbo remite a miedo o desagrado inesperado, por lo que la idea de "estado de alarma" con que el artículo 116.2 de la Constitución define, de facto, cómo nos pusieron hace 15 meses, es tan peligrosa y ambigua que aconsejó a Emilio Lledó, nonagenario filósofo, decir que su cabeza "se ha llenado de recuerdos de la guerra civil, (...) la misma inseguridad. Los hábitos del miedo: no salir a la calle (...) Sin embargo, aquel era un miedo concreto (...) Este es abstracto, difuso, extraño" y "estoy desconcertado", siendo que "el desconcierto no ayuda a pensar bien, pues lo que más necesitamos en este momento es justo lo contrario: la razón contra el caos".
Tal "estado de alarma", vinculado siempre a que exista un enemigo "abstracto, difuso, nos enfrenta aún, pasados 15 meses, a un mínimo virus que, decía Leila Guerriero "no es perverso, (...) no desea, no sueña, no quiere nada, (...) no tiene maldad", pese lo cual nos aseguran que estamos en guerra contra él, un conflicto arriesgado, pues los avispados que -porque les convino- lo definieron bélico, no solo sanitario, político, social, ciudadano,,..., cuando periclita la pelea con él, siguen utilizándolo contra el resto; frente a la manipulada alarma bélica, teledirigida, quien piense tiene un medio que -no siempre- le diferencia del resto de seres y cosas, la razón, la inteligencia que -a quien la use- ayuda a percibir la ficción de lo que los más falsos llaman “vida normal” y, así, a quien se fatigue en pensar libre y, a partir de ello, intente avanzar, podrá urdir modos para salir de tal vida e, incluso, hacer algo para conseguirlo, cambiando esa injusta “vida normal” por otra algo mejor para la mayoría y no, como casi siempre, para el dominante 1% y sus siervos.
Releo lo escrito, disipo cualquier duda respecto a la alarma que han podido generar esos asalariados nuestros que, aunque se digan “políticos”, nos apartan de facto del buen funcionar de la polis y sé que la evolución del virus, la celeridad de su contagio -y su fin-, los graves errores en su contabilidad, nuestra cobarde e incívica ausencia de queja civil frente lo que nos hacen y haber olvidado su pésima gestión del acceso al material preventivo –mascarillas, guantes, gorros, batas,…- por los sanitarios, la falta de “respiradores”, el serio fiasco de los mecanismos para el test rápido, cuya práctica masivo fue, dicen, crucial en el éxito de Corea contra el “bichito”, nuestro sumiso, bovino encierro masivo y esa nueva afición a usar sucias, inútiles, sobadas máscaras que impiden acceder a un aire sano, el abandono del saludo, las largas filas con vacíos de metros entre los “afiliados”, los fervorosos aplausos a ejército y policía,…, todo ello evidencia del aplastante triunfo de la “alarma, “dar o causar susto”, “producir desagrado o escándalo” sobre cualquier llamamiento para asociarse, aprestarse a defender o atacar -no ser meros pasivos- al virus y sus secuelas, pues es “alarmante” tanto su inepta gestión material y política como la forma en que nos tratan como niños asustados y gradúan, endulzan, agrian,… sus cuentos sobre el necio virus, mintiendo siempre sobre lo que tan mal hacen.
La de “Estado fallido” es idea nueva de inseguridad y falta de control que afectaba, decían, a la periferia, en especial a África, donde ninguno de los tres poderes cumplía su deber de garantizar que impere la Ley, haya Justicia independiente, seguridad en libertad, igualdad para todos en el acceso a las necesidades básicas, educación, sanidad,…, siendo, por sus vaivenes, un peligro para el resto y noción recientemente abierta a los países avanzados, mutada en la, verbalmente menos agresiva, “fragilidad estatal”, situación respecto a la que Friedrich Sell, en el Neue Zurcher Zeitung, influyente periódico suizo-alemán, preguntaba “¿Es España un estado fallido?”, para responderse, “no está lejos de serlo” y añadir, peor, que “ve razón bastante para que Europa finalmente despierte” y haga con nosotros lo que tenga que hacer.
Coda con riesgo.- En tiempos tan graves y expuestos, lo atroz del padre que mata a sus hijas niñas, una de ellas un enternecedor bebé, no puede mudarse en mediático, odioso circo en que -expertos en nada- aventen datos sesgados, mientras callan de de la madre que, casi al tiempo, mató a su hija de 4 años en Sant Joan Despí, intentando hacer creer que solo las madres, todas buenas, quieren a los hijos y que los padres somos todos malvados salvo prueba en contra, creando la opinión pública de que el único trauma en la -difícil y vieja- relación de pareja es una violencia unidireccional, lo que niego y a lo que me enfrento para defender la lucha contra todo abuso de la fuerza -todo aquel que cause dolor y daño- y, desde un mínimo de ética y lógica, animo a no permitir el odioso infundio de que la solución a la lacra vendrá con las Harpías.
170 Los domingos cavilar
Es la 01:00, ¡todos a planchar!
Fernando Merodio
06/06/2021
“Al gorjeo de los estorninos / se mezcla el trueno lejano / de los cañones de las maniobras navales / del Tercer Reich”. (Bertolt Brecht. ”Primavera”. “Poemas del lugar y la circunstancia”)
"(...) En silencio, / cubrimos con un saco / el árbol a punto de helarse" (Bertolt Brecht. ”Primavera de 1938”. “Poesías escritas durante el exilio» 1933-1947)
Sin duda cosa de la edad o, más, del empacho vital de la lucha permanente, hace tiempo que -sin duda influido por el cada día más corto porvenir- miro hacia atrás con ira impúdica, reflexiono sobre hechos de hoy o viejos, cavilo -aún con esperanza- contra quienes, malvados objetivos, empobrecen la vida, sabiendo que opinar sobre el poder, si además le haces frente, no es gratis y que, como hace años me recriminaba un hijo, fatigarme escribiendo sobre mi mismo es, vacuo, narcisista e insignificante y en especial peligroso cuando se está integrado en el vasto y cruel paisaje actual; pero alivia, así lo veo.
Vuelvo hoy a mis -cada día más- frecuentes referencias sobre Auschwitz y, en especial, a los que, con dañina corrección, hoy como ayer hacen oficio cotidiano de su impune devoción represora -amateur o profesional-, y rechazo al firme, leve amigo que, crítico, me decía: “Un poco exagerado lo de tomar como referencia Auschwitz, ¿eh?, porque, además, no creo que tú te hayas visto arrasado por la maquinaria del poder, tienes medios para defenderte, lo sabes hacer y lo haces”, para acabar solidario, con una imaginaria palmada “pero me gusta cómo se lo llamas, miserable serpiente al servicio del poder, su oficio de todos los días, je, je, puedo verlos en el asiento removerse al leerlo”, lo que es radicalmente ajeno a lo que me propongo.
Vuelvo a intentar entenderlo bien: el campo de exterminio se siembra, alimenta y riega siempre con una supuesta, ¡sí, supuesta!, inventada y arbitraria ficción de estado de excepción, ventaja de unos pocos sobre la que, sin base en ley o norma, "nuestros protectores" alzan la que dicen una actuación “preventiva”, una “custodia protectora” que favorecería el supuesto interés general frente a ideas, individuos y actos que ellos, esos pocos usurpadores definen como peligrosos, siendo una canonjía -para ellos- el hecho de que, asumida la represiva estructura jurídico-política, lo que ocurra en el lager que ella regula, por ilegal o inhumano que sea, será visto lícito, inteligible, humano incluso; el mecanismo es sencillo, crean ámbitos para lo arbitrario -tapar la boca, no dejar hablar, ni reunirse, legislar sin informar,...-, ajenos a la norma que, disfrazados de habituales, incluso necesarios, acatamos. Cavilemos, ¿es eso sano?
Explica muy bien Giorgio Agamben que el análisis del exterminio, si se pretende eficaz, no debe limitarse al del vínculo entre estado de excepción e inhumano lager, sino que debe abarcar una idea más amplia, la de “campo”, que no es sólo “lugar en que se ha desarrollado la más absoluta conditio inhumana”, sino la “matriz oculta”, la irracional razón que lo posibilita, la norma que domina “el espacio político en que vivimos”, matriz y norma “que nace cuando el estado de excepción comienza a convertirse en regla”; no es necesario pensar en exceso para ver, en el día a día, muestras de la impune actividad de políticos, altos burócratas y, en especial, el dinero, la represión creciente, la delación como norma, la lógica atemorizante del paro, la PSOE y "sus nacionalistas", la derechona que crece, el cobarde "pacto social", el estado de alarma, seguido del de excepción y, si es preciso, ¿el de guerra?
Si ello es así, que lo es, ¿cuál es el límite?, ¿dónde empieza el alarmante lager en la llamada democracia? Su contorno está definido en muchos casos, pero en otros lo ampliamos cada uno, todos, desde la cobardía, sabiendo quienes han sufrido pruebas duras que, superadas estas, o se calla o se habla y. mientras el silencio nace del hondo malestar -y el miedo- que genera la bota que nos pone en el cuello quien dicta lo que es vergonzoso o, por contra, noble, quien habla sabe que se enfrenta al que manda, al que nos estruja y que, aquí ahora, parte básica del capital, la bota más abusiva y evidente es la de quienes, causa del corrosivo desastre climático, nos imponen su dictadura económica/energética -en concreto, eléctrica- obligándonos a hacerlos frente mediante, para empezar, un serio debate público sobre la necesidad de control ciudadano sobre su dañina forma de generar/administrar la energía y, para que el debate sea útil, sirva para echarlos ya, explicar para empezar, quiénes intervienen en él, cual es la situación en que nos tienen y, sobre todo, definir qué significan para ellos las palabras que usan, pues el lenguaje está hoy muy pervertido.
Para valorar palabras degradadas, pervertidas, de la mayor actualidad en Cantabria, formulo unas preguntas fáciles de responder: ¿alguien cree que los polígonos industriales que dicen parques eólicos no son nocivos sino democráticos y justos?, ¿defiende alguien que es preciso implantar muy lejos del lugar de consumo, en suelo comunal, de todos, con otros usos, cientos de torres, turbinas y aspas de 200 m., miles de kms. de líneas de altísima tensión con cientos de patas metálicas de 70 m., subestaciones, pistas, acero, miles de toneladas de hormigón, plásticos, cobre, aluminio, plomo, tierras raras (varios kg cada turbina), fibra óptica, de vidrio y carbono (que, como las ondas electromagnéticas, genera cáncer),…?, ¿alguien piensa que con ello se frena el daño climático? La respuesta es ¡NO!, un ¡NO! tajante. Es innecesario, insostenible, concentrado, injusto, dañino,…, pues lo único sostenible, distribuido, gratis, inagotable,… es, cómo el agua y la luz solar, el viento, cuya energía es de todos, no de las empresas gigantes que, salvajes, concentran donde les conviene sus dañinos mamotretos para generar electricidad a partir de esa energía gratis -de todos y distribuida por todas partes, insisto- que regalan viento, agua y sol destrozando con su codicioso capricho de más que acreditados destructores del planeta el territorio comunal usurpado para, en lugar de mejorar la situación, agravar el caos climático, pues todo tal proceso es irrebatiblemente generador de daño y, en especial, de CO2.
No es, pues, útil ni lógico debatir ahora sobre polígonos industriales gigantes, sino hacerlo sobre la realidad que definió una niña, Greta Thunberg: frenar la catástrofe nos exige ¡cambiar el sistema!, lo que ¡eso sí!, demanda un debate urgente, en el que den la cara y expliquen sus -sucios- intereses el capital, los políticos y los grandes dinosaurios sufragados por aquellos de modo arbitrario, no neutral, de los que la hemeroteca muestra que han apoyado y apoyan los grandes polígonos industriales eólicos... donde ellos quieran y, al otro lado, nosotros, desmintiendo, serios, la falsa unanimidad sobre la crisis climática a la que solo oponen palabras: verde, ecología, descarbonización, sostenible,…, hoy hurtadas por las multinacionales causa del caos que, al pervertidas, las privan de su valor, pues, digan lo que digan, siempre deciden, desde la caverna, políticos y dinero; hay que explicar además que nuestro mínimo territorio es un páramo legal, no hay Ley de Suelo actual en que basar ese PROT que Gochicoa, regionalista vasco sin una idea buena, quiere aprobar en dos días sobre el corrupto, ilegal, viejo interruptus, ni hay PSEC, agotado en 2020 sin usar, virgen, ni siquiera hay un mínimo Plan eólico o fotovoltaico,…, y es, además, un páramo social de egoístas ¡Aquí no! pero ¡A ti sí!, con los lugares comunes del viejo, caduco ecologismo subvencionado, páramo en el que los políticos no hablan de Ley e ideas, ni de intentar generarlas, prefiriendo seguir cobrando sin trabajar,... ni crear empleo.
Su última patada en la boca nos la dan, obscenos, al pretender fijar incluso nuestros horarios y forma de vida, pues, según REE, mientras a las 01:00 nos cobran 0,09697 €/kwh, a las 13:00, son 0,10701 y a las 22:00, 0,1113 €/kwh, pretendiendo Iberdrola, Endesa, Naturgy, EoN,…, canallas, que, a la 01:00, ¡todos planchemos y hagamos ruido con lavaplatos, lavadoras, aspiradoras,…!, mientras Sánchez y Ribera aplauden.
Coda.- Anoche volví a ver “Operación Anthropoid”, la ejecución por jóvenes checos del “carnicero” nazi Reinhard Heydrich y, otra vez, me sonrojó cómo somos nosotros.
169 Los domingos cavilar
Indultar
Fernando Merodio
30/05/2021
"(...) restos de leyes de un antiguo pueblo conquistador, recopiladas por orden de un príncipe, (...), mezcladas después con ritos lombardos, y envueltos en inconexos volúmenes de privados y oscuros intérpretes, son aquella tradición de opiniones que en una gran parte de Europa tiene todavía el nombre de leyes". (Al lector de “Dei delitti y delle pene”. Cesare Beccaría)
"En los asuntos difíciles, de cualquier naturaleza, no se puede sembrar y cosechar todo a la vez; es necesaria la debida preparación a fin de que los frutos, madurados, puedan ser un día recogidos" (Francis Bacon. Serm Fidel n. XLV)
Cesare Beccaría, 1738-1794, abuelo de Alejandro Manzoni, gran poeta y novelista, a los 26 años, en 1764, publicaba su obra más conocida, el breve ensayo Dei delitti y delle pene, De los delitos y las penas que gozó del especial, apoyo del enciclopedismo ilustrado revolucionario francés y, partiendo de una concepción contractualista de la sociedad, consideraba ésta fundada en el contrato social garantía el orden y, más importante, de los derechos de los ciudadanos, definía los delitos como violaciones de tal contrato, ataques frente a los que la sociedad tiene derecho, y también obligación, de defenderse, reaccionar, siendo primer principio de su teoría sobre al delito el de ser proporcionales castigo o pena y deslealtad contractual, mientras el segundo, vital en su argumentación de la teoría de la pena, es que nadie puede disponer de la vida de otro, defendiendo, a partir de ello, la abolición de la pena de muerte, que él veía como transgresión evidente del contrato social, pues el primer objetivo de éste era proteger, no destruir al ciudadano individual, siendo por ello Beccaría más partidario de la prevención del delito que de su represión pura y dura, pues consideraba que ésta ni lo impide ni disuade al delincuente de cometerlo considerando, pues, más eficaz difundir la certidumbre de que las penas impuestas se cumplirán íntegras, pues a todo criminal le persuade más el temor a la certeza de una ineludible, dura permanencia en prisión privado de libertad de movimiento que su ejecución física, violencia sangrienta que el resto, egoísta y cómodo, además, trata de olvidar lo antes posible.
Profundizar en lo anterior lleva a la exigencia lógica de una pena proporcional, tanto por razones de la prevención/convicción general que actúe sobre el conjunto de la sociedad, como por la especial que lo hace sobre el delincuente, atribuyendo a la condena una eficacia tuitiva, al tiempo que educativa, eficiencia para la que Beccaría ve más útil la larga duración de una condena que se sepa cierta y, además, ajustada al “principio de legalidad” que define la fórmula latina “nullum crimen, nulla poena sine previa lege poenali” que troqueló Johann Anselm Feuerbach, padre del Ludwig que influyó en la obra de Marx y Engels, fórmula que exige al Estado garantizar una ley escrita, clara y previa al castigo del acto dañino, que atiende a tres ámbitos igualmente importantes: “Nulla poena sine lege”/“Nulla poena sine crimine”, que protegen al infractor del contrato social y, tan exigente y obligatorio como ello, “Nullum crimen sine poena legali”, que exige que el Estado, definidor de hecho punible y pena, también sea riguroso y coherente en su intervención defensiva del ciudadano individual o en grupo social, partiendo de la consideración de ser “necesario que a la representación del placer relacionado con la conducta delictiva se contraponga la representación del dolor, delineado en la ley como consecuencia segura e inderogable de tal conducta y de intensidad superior al referido eventual placer que genere la comisión del delito”, debiendo señalar el matiz que aquí nos interesa de que, siendo Beccaría contrario a la pena de muerte, la justificaba en dos casos, el primero el de que el delincuente, incluso privado de libertad, tuviera una actitud y un poder que exigieran a la sociedad ejecutarlo, refiriéndose el "ilustrado", lo aclaro, a los delitos de rebelión y traición.
Si miramos aquí ahora a nuestro repugnante territorio nordeste colindante con el mar Mediterráneo y Francia sería inadmisible que, ante el fraude evidente del contrato social por políticos desleales al resto, que incumplen obligaciones previa y libremente contraídas, los ciudadanos de a pié, los importantes, no ejercitemos el irrenunciable derecho/obligación de, a partir de la anomalía contractual de tan desleales asalariados nuestros, exigir -como en el caso de la transgresión de cualquier otro contrato- que Ley y tribunales nos defiendan y castiguen el ilegal descaro, siendo inadmisible broma pesada que, procaces, reprochen que, tras delinquir ellos, "judicializamos la política", con lo que intentan arrancarnos el costoso logro histórico que, como explicaron Beccaría y Feuerbach, fue poner fin a la impunidad de carecer de ley escrita, favorecedora, entre otros, de patricios, cónsules, senado,... frente a la plebe, nosotros, devolvernos a tiempos previos a que Juan I otorgara en la Inglaterra de 1215 la Magna Carta Libertatum, que en su disposición 39, aun vigente, garantizaba que "ningún hombre libre será arrestado o detenido en prisión, o desposeído de sus bienes, proscrito o desterrado o molestado de alguna manera; no dispondremos de él, ni lo pondremos en prisión, sino por el juicio legal de sus pares, o por la ley del país", intentar privarnos incluso del ejercicio del Bill of Rights de 1689, cimiento del Estado de Derecho, garante del Rule of Law, Imperio de la Ley, que el Oxford English Dictionary define como "autoridad e influencia de la ley en la sociedad (...) restricción al comportamiento individual e institucional", por el que "todos los miembros de una sociedad -incluso el gobierno- se consideran igualmente sujetos a códigos y procesos legales divulgados públicamente", siendo, pues, insoportable que, a partir de normas claras, no podamos exigir que, con todo el rigor de la ley escrita, se los castigue.
Basta leer por encima, superficialmente a Curzio Malaparte para ver cómo, en este cutre aquí ahora nuestro, lo de los "políticos presos", el apestoso Puigdemont, el aventado Torra, sus turbios mamporreros, palanganeros y alevines de terroristas cobardes,... fue el ridículo de un golpe de estado político estúpido y, dijera lo que dijera, hábil y mediático, Marchena, un flagrante y muy grave delito de rebelión, un frustrado "golpe de Estado", un patético intento de forzar un cataclismo constitucional al atacar la Ley, amago de "negociar/negocio" de lo innegociable que tanto gusta a los indolentes que se dicen "progresistas", del que salieron con penas mínimas unos pocos que, asómbrense -¿o no?-, siguen apoyando al (des)gobierno del nulo entallado que nos desgracia, al tiempo que los vascos, ahora menos aventados, sin necesidad de matar, reciben -nada más y nada menos- el control de las cárceles de sus cobardes "gudaris" y el de la Seguridad Social, anuncio del fin de la caja única, de la solidaria igualdad entre territorios y -más importante- trabajadores, al tiempo que se engrasa con suculentas cifras a sus privilegiadas empresas con dinero de esa "Europa" que somos todos, a cambio de votar, peligrosos desleales, las sinsorgadas de Sánchez y su hato de insolventes, negación del Rule of Law, Imperio de la Ley, entrega a las más ruines patrias, los mínimos egoísmos ilimitados y rampantes, anuncio para ciegos del nuevo nazionalsozialismo europeo apoyado en el vale todo, con el solo fin -nadie se engañe- de alimentar fútiles, enfermizos egos y cobrar alimenticios altos sueldos.
EL ROTO 14/11/2019
Como la cuestión de los delitos y las penas empieza a tomar aquí forma de anécdota con estatus de síntoma, en medio del raudo caos que vivimos olvido a Beccaría y Feuerbach y digo, ajeno a González, Guerrra, los "barones psoecialistas", los "peperos", los de la "vox" enemiga del voto, los "ciudadanos", los esperpénticos populismos diversos,... que al entender como Jacques Vergès, "abogado del diablo", necesario desmontar la idea de que los tribunales garantizan la Justicia y usar estrategias de ruptura, no de connivencia, en los juicios y en la vida, no solo perdono la pena que se impuso a los que nos dan patadas en salvas sean las partes, no les indulto, les amnistío, olvido sus delitos, les reconozco que no han cometido ninguno y les aplaudo pues, en este momento, como diría Kierkegaard, convivimos con una suerte de "suspensión política de la ética", por lo que admito que hagan lo que quieran hasta que esto estalle y, mientras tanto, reflexiono displicente sobre el incurable daño que provocan todos los amantes de las banderas, en especial los independentistas y, esperando a ver qué pasa, de nuevo me pregunto, ¿y la izquierda?
168 Los domingos cavilar
España 2050
Fernando Merodio
23/05/2021
“Se trata de un ejercicio de Estado protagonizado por diferentes expertos e instituciones y por encima de ideologías y partidos” (“España 2050”. Iván Redondo)
Aunque aún esté algo lejos y entonces, con 104 años, habré empezado a envejecer, 2050 es una cifra que me suena bien y, por ello, leí en El País de 17.05.2021 con atención, subrayando incluso, el panegírico anuncio que, con el mismo título de esta cavilación, firmaba un tal Iván Redondo, para mi entonces novedoso y del que luego he sabido que se trata de un multiusos líquido -quizás, él lo dice, gaseoso y, añado yo, tóxico- que, sin cumplir 40 añitos, tras asesorar a Xavier García Albiol, José Antonio Monago y Antonio Basagoiti, todos “peperos”, por Real Decreto de 8 de junio de 2018 se convertía, con un triple salto mortal -¿para quién?- en director del “Gabinete de la Presidencia” del cursi, redicho entallado peligro que es Pedro Sánchez, premio a su desleal aportación -que yo desconocía- como ideólogo -a partir del saber robado taimadamente de las sedes del PP-, en la moción de censura contra Mariano Rajoy, un Gabinete desde el que enseguida, en 2020, creaba la llamada “Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia de País a Largo Plazo”, en ingles foresight unit, madre de alquilar pagada del último aborto de quienes, incapaces de acertar con lo de mañana, fingen explicarnos lo que -no- pasará en 2050, pringoso, falso cuento sobre “posibles escenarios y desafíos futuros” para el país; un siniestro personaje de la “política”, Iván, del que, en un titular reciente, entendí que Alfonso Guerra, viperino siempre, pedía que no se le confunda, ajeno a él, con el Redondo ugetista, Nicolás, de segundo Urbieta.
Entre otras sinsorgadas como la del inicio -dicen, dentro de un sistema enquistado en el más rabioso egoísmo partidista sin ideas, que su nadería es ejercicio de Estado “por encima de ideologías y partidos”-, entresaco la de alardear de 100 expertos libres e iguales, de los que no dan nombres, no sean una vergüenza o lo desmienta alguno, de más de 30 universidades, 3 sabios por universidad, trabajando en un silencio hasta ayer tan hosco y opaco que hace pensar en un gulag siberiano o en las lóbregas tinieblas, bajo las literas, de un barracón de Auschwitz, ¡vaya un cálido, merecido aplauso para tan discretos, filantrópicos -han laborado, dicen, gratis et amore, de gracia y por amor de dios- currantes!, para proponernos, eterno mantra, cual soleada Falange en sus montañas nevadas y el Gibraltar español, ser vanguardia, “primeros a nivel europeo”, abortar un nuevo, enésimo cambio en educación, “proteger y ampliar, ¡uf, menos mal!, el bienestar ciudadano como objetivo explícito”, crear empleo para los jóvenes al tiempo que, dificultándolo, se aumenta la tasa laboral de los mayores de 64 años, apoyarse en la ola política y -siempre pidiendo- económica internacional, subir impuestos sin decir a quienes, facilitar, sin explicar cómo, los arrendamientos, anunciar que 27 millones de españoles vivirán en estrés hídrico, sin denunciar sus rebosantes, propias, insolidarias piscinas, aumentar la -mínima- ayuda a los dependientes, reducir, ¿les suena?, la jornada laboral, potenciar el vehículo individual pero dificultar su uso a los más débiles al subir impuestos,… y ¡la repera!, su feroz lucha contra la crisis climática con fiscalidad “verde”, reduciendo -sin explicar cómo- en un 90% los gases efecto invernadero y, revolucionarios extremos, anulando viajes en avión de distancias que se pueda cubrir con 2,5 horas de tren,…, por supuesto, sin cambiar el sistema que nos ha traído aquí -y nos lleva a un lugar incluso peor- no se vaya a enfadar la pobre gente del Ibex 35, bancos, energéticas, constructoras,…y especuladores diversos.
Sin pretenderlo, seguro, al contestar la gansada de Redondo/Sánchez, la derecha, más a la derecha que aquellos, da cifras que -si se sabe- hacen pensar: que en 15 meses ha habido 125.000 muertos por Covid19, un 0,26%, uno de cada 376 españoles, 3.500.000 contagios del virus, un 7,45%, uno -grave, leve o levísimo- por cada 13,5 habitantes en los mismos 15 meses de represión alarmada y, al tiempo, sin alarma, una tasa de desempleo -no ganar dinero para vivir- del 15,3 %, uno de cada 6,5 españoles en edad de trabajar que, para los menores de 25 años, es del 37,7%, uno cada 2,6 jóvenes, sin que nadie urja en favor de esas otras víctimas -¿al no ser contagiosas?- ningún tipo de represión, bozales, policía, multas,… que ataque la orgánica lacra; no hay solución a ello en la prospección del judas/asesor de Sánchez.
Distinto es Paul Valery, firmemente convencido de que el pensar tiene “músculo”, es elástico y, lo mismo que en el ejercicio físico, la disciplina es base y raíz de la “cosa mentale”; en 1894, con apenas 23 años, abandonaba la poesía de modo temporal, decidía disciplinarse, levantarse diariamente a las 4 ó 5 de la madrugada para, “entre la lámpara y el sol”, reflexionar con aparente desorden y escribir 3 ó 4 horas para “mostrar en acción, y a la vez, los órdenes diversos que componen la complejidad del hombre”; ejercicio que mantuvo hasta su muerte, en 1945, con el fruto de 261 Cahiers, 26.000 páginas de Cuadernos, notas con apariencia caótica que critican, proponen, impugnan, muestran su obsesiva voluntad de fortalecer el conocimiento, “(...) indicio del asombro que tuve cuando me di cuenta de que no lo habíamos intentado aún”, razonable e insistente búsqueda de respuesta a la esencial pregunta “¿Qué puede un hombre?”, apoyada ya en 1897, a sus 26 años, en la firme declaración de principios de que “Aquí no pretendo agradar a nadie”, publicando de 1941, ya al final del camino, una llamativa y perspicaz reflexión, “El orgasmo gime: ¡Toma, toma! ¡Me entrego, me libero, huyo de mí! Que se haga tu voluntad, Eros mío... Soy lo que siento y muero. Lo más intenso pide la muerte, o al menos una imitación de la muerte. El amor te dice: ¡Ah, ven, que te voy a destruir!”, reforzando lo escrito en 1899, ”la amistad, el amor, es poder ser débiles juntos” sabiendo que obviarlo, no pensarlo, nos convierte en feroz, feraz fábrica de neurosis, relevante éxito de la represión, en especial la religiosa.
Al tiempo del silencio ante la volátil, indemostrable y ególatra memez de la “España 2050”, burra vieja que quiere vendernos quien es sabido incapaz para diagnosticar el hoy, el musculoso, ineludible intento de poner en marcha sin pretender agradar a nadie los diversos órdenes que componen la complejidad de lo humano, provoca mil (mal)intencionados, sofisticados y perversos obstáculos; hoy como ayer furtivos, en especial los religiosos resecamente adobados con la salazón del miedo que, en el caso de la novela cristiana, dice Valery, “envilece lo divino, abusando de la muerte, del infierno, del juicio, de la cólera ‘divina’, de la eternidad y del remordimiento; y no confesando que el hombre está más cerca de lo sagrado cuando se burla de todas esas inmundicias que cuando cree en ellas”, pues son un montaje, perfecto ejemplo de la “deificación del chantaje” ya que, sensu contrario, “si hubiese un Dios, no habría más que él, y no mundo”. Moleste a quien moleste, urge luchar contra la interesada imposición, lucha que ayude a conocer lo humano, con apoyo en la sólida convicción de que cada uno “tiene el dios de su estructura”, exclusiva y propia, y que cualquier pretensión de poner nombre o adjetivos a ese dios, no nos añade nada.
Desde la infancia, nos enfrentamos a una (in)cómoda superestructura ideológica que claramente limita nuestras posibilidades, inteligente en el peor sentido, adaptable en cada tiempo y circunstancia al deseo de quien manda, con efectos que, a través de arbitrarios mecanismos instrumentales prosaicos, limita la posibilidad de responder a la esencial pregunta de Valery: “¿Qué puede un hombre?”. José Luis Pardo escribió que la heterogénea y democrática mezcla de persona(je)s en la portada del disco Sgt. Peppers Lonely Hearts Club Band, de The Beatles, guarda “la banda sonora del estado de bienestar”, ilusión que, en aquel tiempo, conquistó a la clase obrera, hoy tristemente abocada al negro túnel del “estado de malestar”, fruto inevitable de la separación de lo personal y económico respecto de la política, enemiga feroz de todos; en cualquier caso, si permanecemos firmes atentos a Valery y leemos a Pardo y otros muchos para desarrollar el músculo del pensar y soltar lastre de creencias, esperanzas y otras sandeces, quizás, aún podremos reírnos del intento de burlarse de todos nosotros que es el desatino “España 2050” y, a partir de ello, tomar postura.
167 Los domingos cavilar
Vacunados
Fernando Merodio
16/05/2021
"Se entiende por vacuna cualquier preparación destinada a generar inmunidad contra una enfermedad estimulando la producción de anticuerpos. (...) El método más habitual para administrar las vacunas es la inyección". (Organización Mundial de la Salud. OMS).
Harto del tostón malicioso a que, desde hace más de un año, nos someten -casi- todos, me fatigo e, intentando poner orden en la dispersa publicidad que sobre el rentable Covid19 difunden quienes, fingiendo preocuparse por nuestra salud…, intentan mantenernos más asustados que asiduamente, busco una idea medio clara de lo que los filántropos que nos tapan la boca llaman estar vacunados.
EL ROTO 11/05/2021
Vacunarse es forzar la entrada en nuestro organismo de un medicamento ajeno a él con el -no sé si- iluso objetivo de hacernos inmunes a una concreta enfermedad -dicen que- nueva, mediante un agente -antígeno- similar al microorganismo que causa la enfermedad y que, por razones que solo conocen los expertos, identifica como enemigo a lo que la provoca y, a partir de ello, estimula nuestro sistema inmunológico, defensa natural del organismo frente a las infecciones a través de una organizada reacción que ataca y destruye a los agresivos invasores; la vacuna es, pues, un preparado externo que, al estimular la generación de los llamados anticuerpos, genera en el organismo vacunado la que dicen inmunidad adquirida o específica, que crea antígenos -anti, opuesto y genos, producir, que se oponen- capaces de adaptarse, aprender, recordar y, por último, dar respuesta a la enfermedad concreta a que se enfrenta y contra la que no teníamos esa inmunidad innata que es la primera barrera protectora de los contagios, obstructora del acceso a nuestro organismo de los elementos ordinarios más dañinos, pero que no es capaz de impedir que las unidades malignas de una enfermedad específica nueva nos infecten, siendo evidente que, aunque los que nos agobian hablando todo el día lo callen, el buen uso de las vacunas debe ser siempre profiláctico, previo, que prevea, disminuya los efectos de los patógenos naturales, previsibles o “salvajes” que nos puedan causar infecciones; la posterior a la infección, no deja nunca de ser una provocada chapuza.
Inocular una vacuna es “vacunar”, término derivado de la “variolae vaccinae”, viruela de la vaca o viruela bovina que, en 1798, adoptaba Edward Jenner para tal caso concreto, hasta que, en 1881, Louis Pasteur lo ampliaba, en honor al propio Jenner, al resto de nuevas vacunaciones que ya se estaban desarrollando; eficacia, insisto en que la de las preventivas, avalada por la OMS, que estudia y apoya los empeños contra la gripe, el VIH, la varicela, la viruela, la poliomielitis, el sarampión, el tétanos,…, en cuyo camino se ha cruzado, se cruza y se cruzará, como en el de tantas otras cosas importantes, nuestro peor enemigo, el cruel dinero, la economía, pues en general las enfermedades infecciosas que para ser erradicadas precisan una vacuna, como el sida, la malaria, la tuberculosis,… se enquistan en la población más pobre del planeta y las grandes farmacéuticas que tanta celeridad han tenido para elaborar -y, de modo inmediato o previamente, fijar caros precios y cobrar- el añorado e injustamente aplaudido pinchazo para la agresiva gripe -exagerada- que es el Covid, no donan a esas poblaciones la medicación estudiada y precisa para eliminar -esas sí, de verdad- pandemias criminales consentidas, provocadas en sus países.
Thomas Hobbes, autor del Leviatán, 1651, que Norberto Bobbio define como “sólido monumento erigido a la doctrina de la obediencia”, se sentía amenazado por John Wallis, matemático que, en el libelo “Hobbius Heautontimoroumenos”, le acusaba de ateísmo y de la cobarde idea de que se debe obedecer a quien, de forma estable, se adueña del poder y puede garantizar una paz cómoda, por lo que escribió “Leviatán” para ganarse el favor de Cromwell, tras caer la monarquía, y, asustado por ello, se defendió con el libelo irónico “Consideraciones sobre la reputación, la lealtad, la educación y la religión”; tiempos duros en que Hobbes, que se fatigaba pensando para expresar lo pensado, intentando no ser víctima de un anatema irracional tan enconado como el que seis años atrás sufrió Baruch de Spinoza, denunciado, “excomulgado”, “maldito día y noche” por Willem van Blijenbergh, servil y cómodo teólogo de la época, que provocó su, “execración” con un Decreto “pedagógico”; por salir del carril correcto.
No tuvo Hobbes el coraje de Spinoza que, incluso tras su excomunión y a riesgo de ser quemado en la hoguera, mantuvo un importante debate epistolar sobre la naturaleza del mal, su relación con Dios y otras cuestiones con el peligroso teólogo Blijenbergh. En sus “Cartas del Mal”, brillante glosa a tal correo, explica Deleuze que, frente a la pregunta teológica de, “¿cómo es posible referir el Mal a algo de lo que Dios no es referencia?”, Spinoza aceptaba a Dios, ¡cómo para no hacerlo!, pero le veía ajeno a tal pregunta y su correspondiente respuesta, defendía que definir el Mal exige “distinguir” cada acción con lógica, pues “ninguna acción es, en si misma, buena o mala”, sino en función de las reacciones que, según las leyes naturales, provoca en aquello sobre lo que actúa y que, al matar a su madre, Nerón rompió -“descompuso”- su relación materno-filial con Agripina, lo que es el Mal, mientras al eliminar a su padre, Orestes reforzó -“compuso”- la suya paterno-filial con Agamenón, encarnando el Bien, teoría cuya práctica exige la fatiga de analizar los actos uno a uno, algo que para el teólogo envidioso era agotador, ajeno a su cómodo basar en Dios y en ineludibles leyes arbitrarias sus respuestas, tras (pre)juicios (in)dudables sobre el castigo y las terribles (sin)razones de Inquisición, excomunión o sambenito, ajeno al intelectual esfuerzo contra corriente de Spinoza, para quien no era cierto que, como reclamaban miedo y época, se identificaran sin más Bien y Dios, sino que, por contra, “el Bien no es más que el Mal, y el Ser está más allá del Bien y del Mal”.
La inquisitorial pulsión de un Mal basado en lo absoluto/divino ejercida por poderes de siempre, engranajes potentes y medios sucios apoyados en el “subsuelo profundo y sólido” que, denuncia Foucault, altera hoy el entorno, cimenta la sociedad disciplinaria que es la democracia blanda, llena de vigilantes, (pre)juicios, (des)calificaciones, clasificaciones, controles, registros desde familia, policía, ejército, jueces, escuela, medios o, el colmo, desde la fábrica en que se vende barata la fuerza del trabajo u hospitales -y, peor, siquiátricos o cárceles- en que la represiva sociedad pone barreras al pasional intento de ejercer libres las libertades personales; los cada día más tenues y difusos límites entre totalitarismo y lo que el pensar líquido dice democracia crean espacios cada día más amplios con irracionales normas absolutas que definen un Mal teológico y conveniente, que Agamben llama “zonas de indiferencia entre violencia y derecho”, evidentes hoy en el represivo tratamiento maniqueo que se da al derecho fundamental a decidir si deseamos o no llevar bozal, vacunarnos o vivir con nuestro cuerpo, siendo urgente devolver a la devaluada idea actual de democracia su potencial de escandalizar, evitando que los de siempre manejen ideas jurídicas -o filosóficas- tan indeterminadas como el “derecho a la vida”, siendo ejemplo, en el siglo XX y frente a la intolerancia, Semmelweis, que avanzó curando solo con higiene, jabón y agua.
Los científicos exigen estudiar si el pequeñísimo virus que altera nuestra vida “salió de un laboratorio”, critican, lógicos, la forma en que políticos ineptos afrontaron su inicio, las empresas se niegan a socializar las ganancias de sus subvencionadas patentes,… y, unísonos, reprimen, recortan libertades con bozales e intentan obligar a que nos vacunemos todos, por lo que, en medio de la insensata incongruencia del abrupto final del represivo y muy útil -para ellos- “estado de alarma”, mayor de 75 años, sincero, fraternal con los millones que no pueden pensar ni en inmunizarse, desobedezco civilmente a los que, torpes dolosos, gestionaron tan mal el inicial aviso de infección y coincidiendo con la egoísta huida del miserable que se apropió y traicionó la esperanza del 15-M, las marchas por la libertad, “rodea el congreso”,…, me opongo a, porque lo digan ellos, formar parte del selectivo grupo de los vacunados.
166 Los domingos cavilar
Madrid
Fernando Merodio
09/05/2021
“Acabo de leer en un periódico la noticia de la entrega de Madrid. Las tropas del general Franco han entrado en la ciudad (…) Han izado la bandera de la España nacional en lo más alto del edificio de la Telefónica, el rascacielos que durante los años de asedio fue el más bombardeado y tiroteado… algo así decía el escueto comunicado”. (Ilsa Kulcsar “Telefónica”)
Pasados 82 años, aquella bandera de la España nacional aún ondea, simbólica y tan fútil como todas en el Madrid actual, ahora, si cabe, más orgullosa, en su km.0, reseña que fue -y es- la Puerta del Sol elegida por Franco como mazmorra, lugar de tortura, en defensa de la “seguridad del Estado” fascista, frente a los pocos que se le oponían; chirrió siempre el trato dado a la robusta aleación de ciudadanía que es el resiliente -nuevo palabro perverso- pueblo madrileño, en especial ahora, tanto del gobierno próximo de la derecha agitada por seísmos de su propia corrupción, como desde el interés pancista de “la PSOE", mercantil tan sobornable como los otros y deteriorada ahora, más incluso, por el fétido tufo “eclesial” que emana de la pícara liga de intereses “progresista/populistas” a la que, Félix de Azúa dixit, no mueve luchar contra el paro, la desigualdad, la pobreza,…, sino redituar en su beneficio el útil virus.
"Telefónica", historia de España, magnífico relato bélico de Ilsa Kulcsar, mujer de Arturo Barea, que ejerció como censora de la prensa extranjera en el Madrid de la guerra (in)civil, social-comunista real que, de modo milagroso, se libró del serio riesgo de ser "paseada" por los anarquistas, narra sin ira cómo era la hoy venerada "república", cuyos dirigentes, con muy leves excepciones, huyeron con el oro, abandonaron al pueblo de Madrid y lo obligaron a resistir en soledad, como siempre, hasta 1939, a Franco y sus "moros": "¿Aviones de maniobras o la fuerza aérea? Aquí tienen tiempo de formar a los pilotos porque Madrid ha resistido hasta ayer, no se rindió -como otros- hace dos años y medio". 29 marzo 1939. Ellos sí que resistieron.
A partir de ideas marxistas, no soy “guerracivilista”, odio el “guerracivilismo” que -de modo indigno- jovenzuelos llaman “memoria histórica”, me fatigo en ser actor social al tiempo de solo mirón indignado, 20 años sin votar, del vodevil que es la ultra-liberal “política parlamentaria”, a la que, es cierto, anoto el exiguo hito de que, pese al llorica que introdujo en el debate partidista balas y navajas ensangrentadas, los electores no fueron sobrevolados por aviones con bombas y Madrid pudo elegir, en “pandemia”, eso sí, entre los herederos de los que, 80 años antes, la habían bombardeado y los de los que, flácidos, apostataron, traicionaron a ciudadanos y “República”, sin que al discurrir por qué barrios y pueblos, ricos igual que pobres, prefirieron a los primeros encuentre otro argumento que el de que, siendo traicionar muy feo, no son fiables, por desleales, los que hoy dicen ser afines a quienes fueron muy dudosos republicanos.
Pese a todo, sé que Madrid resiste, evoca a John Berger, marxista autor de “Puerca tierra”, muerto nonagenario potente que, en un hermoso libro, se ocupaba con fatiga de lo que, críptico, tituló "El tamaño de una bolsa", aclarando a acelerados, ya en la contraportada, que se refería a “la pequeña bolsa de resistentes” que “se forma cuando dos o más personas se ponen de acuerdo” y hablan de cosas serias, poder, sexo, historia, arte,..., pues ese “intercambio refuerza la convicción de que lo que está ocurriendo hoy en el mundo es perverso y las explicaciones que suelen darnos al respecto son un montón de mentiras”, algo que le hico escribir con “mayor sensación de urgencia” sobre resistentes, o sea sobre lo diverso de apariencia hermética, Miguel Angel y lo opuesto a un nacimiento, Van Gogh, su corta vida y el riesgo de perderse, Brancusi, ¡el cerrado y áspero “beso” de su tumba en Montparnasse!, Diego Rivera, Frida Kahlo, su lance amoroso con Trotski, dolor, belleza, suicidio, comunismo, el “Viva La Vida” de su último cuadro,..., hacer frente a la gran derrota del mundo, cruzar ideas escritas con el subcomandante Marcos, saber que, lo mismo el águila que la garza, o el campesino europeo luchando para que no le abata el capital que el indígena que lo hace frente a asesinos, o la escritura pausada que la heroica resistencia armada de Marcos, o esos temas de apariencia impenetrable,…, todo ello, cuando es compartido, incomoda a la serpiente, la estremece y hace que, en su caverna, sienta temor, pues allí no hay razón humana, ni sexo libre y feliz, ni cultura o arte ajenos a fundaciones para evadir impuestos, ni águilas, garzas, campesinos, indígenas,…, solo adoración al rico, mares de sucio dinero robado, baldío, cuentas de resultados, absorciones, fusiones, compras de otros, agio con la desdicha ajena, desigualdad, hambre, crimen, guerra y, ahora, "progresismo/populista" que útil -para ellos- gestiona el virus con solo estadísticas manipuladas, evitando transitar hacia un mundo diferente… en el que no manden sus amos; no quieren cambiar el sistema.
Sí saben los de la caverna que eso que, lenguaje pervertido, dicen progreso es ruina para nosotros y nuestro medio ambiente, el de nuestros hijos y nietos y, si -lo dudo- llegaran, el de los hijos de estos, causada por los que trafican con infraestructuras gigantes, muerte para quien vive en las montañas y sus valles, líneas de altísima tensión y subestaciones hasta en las ciudades, coches cegando calles y carreteras, aceras con mil bicicletas, patinetes, skates,..., “progreso” que paniaguados vocean, al tiempo que intentan (des)ordenar el ordenado y bello territorio legado por nuestros mayores, solo para acumular sucios papeles viejos, dinero, y ahora, ni eso, cabalísticos trámites con destructivos smartphones, siempre vigilados por siervos que aquí tienen la dominante fea forma de la carcasa de un banco con cada día menos asalariados y apoyado en la injusta omnipresencia destructiva localista de panfletos, aquí un Delirio que premia y castiga a diario y deja claro qué es progreso... para ellos.
La vieja y culta Europa a la que -tan nuestros- nos enfrentamos en la "guerra de la independencia" se ha rendido a la caverna, olvida a los obreros que, tras fatigarse, exigen el salario justo pactado con explotadores, ni clases, solo capital, burócratas, pensionistas, funcionaros inactivos quejosos, la nueva clase nacida de la esclavitud vieja que se hunde con los restos del naufragio, subvencionados, burócratas, castas políticas, sindicales, ciudadanas, ambientales,... y gobiernos que, gestores (in)fieles, esperan migajas que, desde arriba, arrojan las constructoras, energéticas, bancos,... que los pasaron por encima, los aplastaron, laminaron; se acaba el trabajo asalariado, mientras intelectuales orgánicos que no es preciso nombrar, “demócratas de izquierda” subastan sus mínimos votos por la panacea mirífica del afán nazional,...; productos baratos y consumo caro, acomodados todos, privados de saber, lealtad, sexo, vida,... y, ahora además, un oportuno, oscuro virus, la puntilla que nos deja sin nada de lo que, usado con el personal albedrío de cada cual, nos permitía enfrentarnos al poder en reuniones, opiniones, asociaciones, protestas,... ¿Otra cosa?, muy difícil. Jean-Paul Sartre y Hoederer, con las “manos sucias”, sabían que “la revolución no es asunto de mérito, sino de eficacia, y no hay cielo” -de lo que no se enteró "Evita" Iglesias, “rata” que ahora huye del barco y dicen que, es posible, hacia el dinero de Roures, millonario entrista, “troskista”, más traidor incluso que él-, así pues, con la manos sucias hay que militar, valorar fines y medios, “reconciliarse aniquilando al adversario”, no pactando “progresistas”, algo que la caverna -cierto- ha hecho, hace y hará siempre, siendo claro, pues, el modo en que hay que actuar, pero… ¡uf, la religiosa conciencia!
Nos devuelve “lo de Madrid” al triste final de “Novecento”, en que, tras juzgar -no como aquí- a los fascistas, el Comité de Liberación Nacional visitó la hacienda del señor, lugar del histórico abuso, bajo una gran bandera de la hoz y el martillo, obligó al campesino/proletario a entregar las armas y, satisfecho, abandonó la escena en que fijó la correlación de fuerzas que permitió a Alfredo Berlinghieri, Robert de Niro, hijo del fallecido patrón, gritar, pese a la aparente derrota, “¡il padrone non é morto!”, algo que cuando -lo explica muy bien Greta Thumberg- ¡hay que cambiar el sistema!, pues no solo está en juego el poder de clase, sino el futuro humano, no se debería repetir.
165 Los domingos cavilar
Mentirosos, mentiras y crímenes
Fernando Merodio
02/05/2021
"No ha sido ahora (...) Nosotros somos un ente informante, (...) no alegante. Es un informe preceptivo que nos pide el Ministerio (...)" (Guillermo Blanco, consejero de medio ambiente, sobre el informe negativo al P.E. Garma Blanca a eldiario.es. 24.04.2021.)
“(…) los efectos positivos sobre la población son muy poco significativos, al ser proyectos cuyo mantenimiento puede realizar un reducido número de operarios” (Del informe negativo)
"Cantabria tiene ya ubicadas las siete zonas preferentes para instalar eólicos. El gobierno de Cantabria ha prometido que antes de que termine la legislatura tendrá aprobado el nuevo PROT" (El Delirio Montañés. pág. 10, 23.04.2021)
Hay que vigilar y, por supuesto, golpear, el capital insiste en su empeño de destruir la vida humana en la Tierra, mientras políticos asalariados y, como siempre, medios de (in)comunicación arrecian -no ya solo con el lenguaje perverso de palabras nuevas que no significan nada- con repugnantes mentiras; se han convertido, lo sabemos -y algunos se afanen ocultándolo-, en compulsivos mentirosos dañinos cuyos embustes tapan crímenes, siendo doloroso ejemplo las falacias que rodearon -y rodean- lo hecho a Rachel Corrie, joven norteamericana, Universidad Olympia, Washington, miembro del International Solidarity Movement, que moría el 16 de marzo de 2003 en la franja de Gaza aplastada por una de las apisonadoras que el poder israelí usa para, impune, asolar a los propietarios del territorio que, con su -mucho- dinero, (ab)uso apostólico del racismo criminal nazi y tergiversaciones sobre sus límites e historia, han ocupado como si los palestinos no existieran; Rachel escribió “abaten casas aunque haya gente dentro, no tienen respeto por nada ni por nadie" e intentaba defender armada solo con su coraje, sus ideas y su frágil cuerpo el pisoteado derecho de los débiles a agua y vivienda, sentada en el suelo frente a un bulldozer en marcha, cuyo "conductor la vio, continuó, la cubrió de tierra y la pasó por encima”, un espantoso reportaje gráfico da fe de ello; dieciocho años después, el sábado 10 de abril habría cumplido cuarenta y dos y los hechos, impunes, de su asesinato siguen en la sombra.
Dice el Noam Chomsky que lo mismo detecta y denuncia la perversión del lenguaje que explica que “toda forma de autoridad requiere una justificación, pues no se justifica a sí misma”, que, al buscarla, muchas veces “vemos que la autoridad es ilegítima, (...) en conflicto con derechos y libertades humanas”, lo que exige combatirla día a día con un movimiento popular que él querría libertario, “atento a las formas de opresión y dominación, desafiante frente a ellas”, que pueda incluso utilizar una violencia en algún modo injusta, pero que siempre busque “alcanzar mayor justicia”; Michel Foucault, más radical y profundo, regresó a la lucha de clases y el proletariado, los actualizó y, en el debate “Justicia versus Poder” explicó que la meta de los proletarios en lucha de clases debe ser expulsar a la que ahora ocupa el poder y abolirlo, pues tal lucha solo se justifica en términos de poder, no de esa justicia que, para Foucault, es “idea creada y puesta a funcionar en diferentes tipos de sociedad como instrumento de un poder político y económico” y son proletarios quienes hacen las tareas productivas, manuales o intelectuales, reivindicando su derecho “a fijar las condiciones, determinar los fines y los usos de su trabajo” por la “necesidad humana de ser creativos, curiosos, cuestionadores,...”, pues es esencial el papel de la intelligentsia, como simples funcionarios, tecnócratas que sirven al poder privado o como parte fundamental de la fuerza de trabajo en el campo intelectual.
Rachel Corrie, universitaria, hermosa, joven, decían que dispersa, inadaptada y muy crítica, no se acomodó, sin duda, a ser funcionaria, tecnócrata, servidora del poder privado,... y optó por algo más agrio, cuestionó, creó, fue curiosa,..., formuló preguntas, encontró respuestas, acudió al territorio en conflicto, asumió el riesgo de estar del lado de quienes de mil modos, incluso sin saberlo, reivindican una valoración justa de su fuerza de trabajo, fue a un lugar en que una autoridad sin "auctoritas", un poder de clase teñido de cobardía y miedo, da al otro el trato que a tal clase conviene, el de simple objeto que hay que eliminar pues se interpone en su plan para destruir viviendas, derechos al agua, incluso vidas porque molestan,..., un poder injusto que se -intenta- justifica(r) con un clima de miedo apoyado, firme pilar, en la humillación de la dignidad del otro, creadora de temor, el sucio abuso del “os tengo en mi poder”, que exhibió el desalmado conductor del bulldozer; la muerte de Rachel, asesinada, reventada, identifica al brutal enemigo en la vieja lucha que es -sin duda- de clases.
La relación directa, perversa entre política y lenguaje que, en 1733, cuando nacía el sistema parlamentario en Gran Bretaña, Jonathan Swift diseccionó en el opúsculo El arte de la mentira política diciendo que “mentir bien a los ciudadanos no es cosa que se improvise; es un arte con todas sus reglas...”, pone en evidencia a los incapaces vagos que aquí hoy sorben lujuriosos de la "cosa pública", no expertos, sino torpes aprendices en la técnica de engañar, apoyados -solo- en la fuerza del grupo; Giorgio Agamben, al analizar el injusto estado de excepción, profundiza en la estructura del campo de exterminio, tan evidente hoy en el mundo, da vueltas a “la suspensión de la ley” en el lager y la compara con lo de Palestina, como nosotros podemos hacerlo con lo que aquí es la “útil” pandemia sin, por ello, caer en el pesimismo, pues aunque “la catástrofe está siempre en curso, lo importante es la lucidez” y, a partir de Leo Baek, presidente de la Representación Nacional de los Judíos Alemanes, 1933-43, que no vio “nada tan triste como el silencio”, deberemos gritar y empujar con toda nuestra fuerza en la misma dirección que las Rachell Corrie del mundo, asesinadas jóvenes.
Esos crímenes se inician con las falacias de mentirosos que, con poder bastardo, usan la injusta posibilidad de difundir -mucho- muchas mentiras; el pasado domingo, quien quiso pudo ver en La 2, “También la lluvia,”, 2010, película de Icíar Bollaín sobre guión de Paul Laverty, habitual de Ken Loach que, con Colón, Fray Bartolomé de las Casas y Fray Antonio de Montesinos en su núcleo, narra parte del desmán capitalista que llamaron “Guerra del Agua” en la Colombia de Hugo Banzer, dictador militar, 2000, cuando un consorcio multinacional impulsado por el Banco Mundial, en el que, con un 25%, participaba, como en casi todos los atropellos en Ibero-américa, una empresa española, allí Abengoa, hoy en situación más que delicada, pretendía privatizar el suministro de agua en Cochabamba; no puede sorprender, pues, que ahora en todas partes, en concreto en nuestro mínimo territorio, quieran para ellos “También el viento”, como la luz solar o, antes, el curso de los ríos, bienes comunes objeto de la codicia de las multinacionales que matan indígenas en todo el mundo -a nosotros aun no, pero lo intentarán andar- por defender su suelo y aquí ahora intentan apropiarse gratis del territorio comunal y el soplido de Eolo, destrozar nuestra forma y calidad de vida -lo que es, y no palabros perversos nuevos como ese “crecimiento sostenible” que Ansola desenmascaró en el “El Delirio”-, llevarse el dinero que reclamará “Europa” al resto… y, la guinda, facturarnos -cada día más- por ello ¡Vaya chollo!
EL ROTO 01/05/2021
Para intentar lograrlo, aquí hay agencias y medios de comunicación infernales y una hueste coercitiva que encabeza, avispado alumno de Girón de Velasco, el corto incapaz bocazas del mínimo -pero nuestro, de todos- territorio, una cohorte regional de mentirosos, hogaño identificable en el Blanco que, procaz, miente al decir que no informa “ahora” contra Garma Blanca y firmó su -falaz- escrito el 30 de abril, el Gochicoa que, ¡ilegal PROT!, falla -miente- más que una escopeta de feria, el Marcano de Vestas, traído a pesebre y salario a llevarse las últimas tarascadas y enterrar, tras certificar su muerte, el atropello eólico, la derecha eterna, la "izquierda hundida",. Castañeda y su “progreso creciente”, “El Delirio Montañés”, el tránsfuga Agudo y la mercantil PSOE, los de “Aquí no”, sindicatos y dinosaurios de la subvención ad hoc,…. que hormigonan la solera de mentiras sobre la que luego se perpetran los crímenes.
164 Los domingos cavilar
Detestable sancho-pancismo eólico
Fernando Merodio
25/04/2021
"La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear, porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta o pocos más desaforados gigantes con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer, que esta es buena guerra y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra".
"¿Qué gigantes? -dijo Sancho Panza".
(Capítulo VIII de la Primera Parte de El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha)
Lo de hora aquí no son molinos, nos acosan desaforados gigantes, todos ellos con nombre, Iberdrola, EDP, Banco Santander, Endesa, Green Capital, Naturgy, Eon-Viesgo, Repsol,…, S. Galán, Rui Teixeira, Ana Botín, Sánchez-Calero, Martín Buezas, Reynés, Josu Jon Imaz,…, importante facción a la que no se hace frente con el egoísta ¡Aquí no! del sancho-pancismo que, visible y extendido siempre, el Diccionario de la RAEL define como "tendencia o actitud de quienes -cual Sancho- acomodan su comportamiento a lo que creen más conveniente y menos arriesgado para su provecho y tranquilidad", tendencia o actitud que en "El jugador" Fiódor Dostoievski, igual que Cervantes gran genio de la literatura universal y que en la Rusia zarista destripó la naturaleza humana, considera propia de "un ser impregnado por el positivismo más pancista, ruin y vulgar; en una palabra, el ser más aburrido del mundo"; pancista, ruin, vulgar y aburrido, cuatro adjetivos, a los que, por sus frutos habría que añadir, quizás, detestable, atributos con que, en una sola frase, Dostoievski y la enciclopedia definen lo que aquí ahora, con indispensable apoyo instrumental en medios serviles a sus amos, solamente es una burda campaña de publicidad que llaman, porque les conviene, “transición energética o ecológica” y, en realidad, es solo la turbia gestión de un suculento negocio para el capital, basado en el maná de “subvenciones europeas" que tendremos que devolver todos; actuar cobarde el del pancista que, repito, es ruin, vulgar, aburrido, detestable y solo busca “lo más conveniente y menos arriesgado para su provecho y tranquilidad”, con apoyo, malicioso, en el vasto ejército de otros sancho-pancistas becados... eólicos.
Hace tiempo, un amigo de Reinosa, hoy “Ruinosa”, me enviaba el artículo “Dios creó el relativismo”, que publicó en “Rebelión” Santiago Alba Rico, vigor marxista que, con apoyo en la lógica científica de Blaise Pascal, decía que “las costumbres se siguen no porque sean costumbres sino porque se creen razonables”, pues tan irracional como que los aztecas entendieran lógicos los sacrificios humanos o que los judíos cabeceen contra un muro o que los musulmanes ayunen en Ramadán es que los católicos, litúrgicos ellos, crean que, si quieren, se comen a Cristo y, con el Montesquieu de “Las Cartas Persas”, radical y crítico con las costumbres occidentales, defendía la razón frente a los hábitos, ejercía un racional relativismo que hogaño aparece en el hecho de que, en el comatoso estado actual del capitalismo, se invoquen "democracia" o "progreso" para justificar el avance del cangrejo, reprimir, mandar, defender el mercado que genera terribles injusticias absolutas o perpetuar, un ejemplo, el abuso energético de quienes están destruyendo la vida humana en la Tierra afirmando que “todas las posturas son respetables”, tóxica memez que, repetida mil veces por políticos y medios, dice ser “pacto progresista”, y no es más que intento de reproducir, en beneficio de unos pocos, el insano orden vigente.
Razona Alba Rico que la socio-economía, el complejo de Edipo, el dinero, la familia y, omnipresente, el sexo nos condicionan mucho más que las tablas de Moisés o las aleyas del Corán y que, si una creencia irracional produce -dañinos- efectos, estos no son concluyentes, pues se puede defender que la ablación del clítoris no es barbarie o mandar a un niño al infierno por masturbarse o creer en tal infierno y, al tiempo, ser un buen asalariado, un leal marido y un padre afable; la razón es relativista y la religión o el mercado no, igual que no es lógica la política energética que nos imponen hoy, corrupta y legitimadora de la más destructiva irracionalidad absoluta.
En este momento asistimos a un insoportable monólogo, que dicen debate, sobre una dañina, forzosa, agotada propuesta que soba lo solar, lo eólico, lo renovable, lo sostenible,… y que en un mínimo territorio del norte de España nos atrasa al inicio del siglo XVII, a Cervantes, don Quijote y su lucha contra los molinos -que aquí son gigantes reales-, y es preciso -volver a- leer, además de al de Lepanto, lo escrito por Thoreau sobre desobediencia civil, imprescindible “Do it!” -no confundir con el anuncio de Nike- que tantos años tardó en poder ser leído en castellano y, a partir de él, actuar sabiendo que no hay plan energético, ni siquiera eólico, ni ley del suelo, ni orden en el territorio,…, sino solo negocio para el capital, ¡el banco!, y migajas para amigotes políticos, sindicatos aquiescentes, dinosaurios verdes,..., que chapotean en dinero público y, frente a quienes intentan agredirnos con turbinas industriales de 200 metros con aspas que son torbellinos y ruido, ignorar sus torpes trampantojos, sus músicas celestiales y su venal difusión mediática, saber que lo que pretenden no es sostenible, ni frena el riesgo del calentamiento global y que, además, quieren imponer que “¡A quien le toque se joda! ¡Es progreso!”, gritan Castañeda, Valcarce, Agudo, …, voceros de los que se lucran en la vigilia de la destrucción masiva, “Eve of destruction” -“Si echas un vistazo a tu alrededor, te vas a asustar muchacho / pero me dicen una y otra vez, mi amigo / que no estamos en vísperas de la destrucción”-, que P.F. Sloan, compuso, ya en 1965, para Barry McGuire, narrando hechos de hoy y de aquí mismo.
Sufrimos el más amplio, variado catálogo de odiosos sancho-pancismos eólicos con nombres, apellidos y excusas para comportarse del modo "más conveniente y menos arriesgado en su provecho y tranquilidad", un índice que merece examen pero que, por el momento, solamente pide que -quienes sientan indignación ética- cavilen, de modo genérico, acerca de los sancho-pancistas políticos, los subvencionados verdes dinosaurios y los nimbys -"no in my back yard", ¡Aquí no! pero ¡A ti sí!- y, a partir de los últimos, muy irritantes pues sufren el problema, saben que afecta a otros y en su "¡Aquí no!" muestran solo egoísmo, personalizados hoy en "nuevos pasiegos", también, pienso, "merachos" y, para avanzar, propongo buscar títulos de propiedad de las "cabañas -hoy cualquier cosa excepto- pasiegas" que, con sus transformaciones, dotaciones e infraestructuras, alteran -veremos los efectos- el territorio y al encontrar, entre otros, apellidos de la alta, altísima oligarquía financiera que lo mismo roba cuadros que pisotea la cultura -y la urbe- de Santander, pararse a valorar si podría ser esa la (sin)razón de lo “dulces” que son con tales "valles" Revilla y su brigada de Industria y Medio Ambiente, a la sombra de la cruz gamada que, siempre lo mismo, es enseña de la voracidad vasca, el "lauburu", y de nuestro localismo, el "lábaru".
Lo de los dinosaurios verdes resulta evidente, entre otros, en Los Verdes-Equo de López de Uralde que, en Las Cortes con Unidas-Podemos, hacen el trabajo sucio de perfumar la fétida Ley del Cambio Climático y aquí, procaces transparentes, felicitan al perrecero Director de nosequé por informar -¿fuera de plazo?- y no aclarar qué hacían cuando en 2018 -solo- la Plataforma alegaba en la consulta de Green Capital sobre esa Garma Blanca, que hoy excita tanto a los muy variados sancho-pancistas locales.
Lo de los partidos y sus inferencias penales tiene tratamiento aparte, atacan a Green Capital, un desaforado y nuevo gigante, mientras Revilla & Co quieren pagar algo -que intuyo- a sus viejos cómplices en la fea corrupción del, por ilegal, nulo “concurso eólico”, llegando impúdicos, a alabar proyectos tan feos como, por ejemplo, El Escudo, Somaloma, Alsa,…- de Iberdrola, EDP, Repsol,…, así que el debate que, robado de las fatigas de otros, oportunista pide ahora Unidas-Podemos, solo sería útil si, abierto a todos, porfía por generar, ¡ya!, la energía de modo distribuido, ajeno a gigantes y sancho-pancistas,…, y ahí no llegan ellos ni, aun menos, Uralde.
EL ROTO 24/04/2021
163 Los domingos, cavilar
Pueden, si les conviene
Fernando Merodio
18-04-2021
“Otros se fatigaron / y vosotros os aprovecháis de sus fatigas” (San Juan 4, 39).
“Me gusta estar en compañía de exploradores” (J.M.Barrie, autor de “Peter Pan”).
"Prepara al niño para el camino, no el camino para el niño" (Viejo refrán).
"¿De verdad pretendían que nos refiriéramos a los enanos como personas verticalmente impedidas? La respuesta hoy es, con claridad, sí". (Alejo Schapire. "La traición progresista").
Los que, sucios, alardeaban de ser capaces -incluso- de tomar el cielo por asalto, en poco tiempo, muy poco, han mostrado que son unos mamarrachos y, en lenguaje de la calle, “tienen más cara que espalda”, que usan para, en poco tiempo y dañando al débil, rebañar para ellos todo lo que pueden, por ejemplo, una excesiva, injustificada vivienda y una renta -nada social- máxima; merecen, sin duda, una lacerante paliza.
Cavilar y escribir en periodos fronterizos, cuando se impone bozal que, bovinos, acatamos y, además, no hay norma ni acción que frene al poder venal, exige mirar, leer, releer, pensar, memoria que no perdone raleas y hechos, hay que contar lo que vemos y exigir cuentas, fatigosa tarea que, sin duda, tiene riesgos cuando el Welfare State se agota, toca ser pobres y, peor, vivir la injusta desigualdad que emana de esotéricas, incontroladas finanzas, siendo tan grave la fría crueldad con que se labra todo ello que resulta inaceptable la falaz coartada de evolucionar desde dentro, por lo que, con Zizek, hay que intentar redefinir el “terror” jacobino, no solo la guillotina, que también, sino una inflexible ley lógica frente a lo injusto que, desde la tenebrosa negrura, nos lleve a más libertad, igualdad y fraternidad en el lugar que se desmorona.
Lo habían hecho en 1789 -siglo y medio después de que los Levelers ingleses proclamaran The Agreements of the People, Acuerdos del pueblo- Robespierre, Saint-Just, Desmoulins, Danton, Marat,…, jóvenes revolucionarios formados en la Ilustración de Rousseau, Voltaire, Diderot,..., que, arriesgando, alumbraron los Derechos del Hombre Ciudadano, nueva constitución que, enfrentada al ilógico poder de rey, nobles, latifundistas, iglesia,…mostró que el debate dialéctico entre “corrupción”, "virtud" y "terror" era terapia eficaz para el ciudadano, el pueblo, justo instrumento de cambio; más de dos siglos después, “Das Weisse band”, “La cinta blanca”, de Michael Haneke, muestra el retroceso perverso impulsado por el mal que en 1913 trajo lustros de guerras totalitarias entre naciones, en insiste en que mirar hacia otro lado era entonces -y es ahora- un riesgo.
La derrota virtual en 1945 de las letales fuerzas del nazionalismo-sozialista, alumbró lo que hoy dicen democracia, cada día más ajena a los igualitarios Derechos del Hombre Ciudadano, un sistema corrompido por el capital que mediante los aparatos represores del Estado, religión, políticos, ejército, policía, justicia, medios,… impone la voluntad de una feroz oligarquía, en el que una mínima minoría, sin escrúpulos ni otra potestas que la que le otorga el dinero, (ab)usa de la mayoría, no silenciosa, dócil; la palabra democracia lo soporta todo, una cosa y la opuesta, pero Platón dijo que es la real gana de la gente para hacer lo que le place, Blanqui, comunard francés, se preguntó “¿qué es un demócrata?”, para contestar inmediato que es “término vago, trivial, impreciso, elástico” y que “todo el mundo finge, sobre todo los aristócratas”, Rimbaud, en su poema en prosa “Democracia”, explicó que la democracia alimenta “la más cínica prostitución (…) al servicio de la explotación industrial o militar”, con ”una filosofía feroz, ignorante de la ciencia y astuta para el confort” que, si lo precisara, aplastaría “las rebeliones lógicas”; Platón, Blanqui, Rimbaud,..., y muchos otros, no temían a las palabras, las usaban con sincera, inteligente claridad y no caían en la trampa del lenguaje pervertido.
Vivir en libertad exige empeño diario para actuar frente al poder que se adueña de lo común y lo despolitiza, saber que las elecciones, eje del sistema, son un fraude del capital y sus fundaciones, ¡tan caritativos ellos!, en que adulterados partidos solo sirven al dinero y (ab)usan de los sensibles aparatos del Estado, por lo que Badiou, Agamben, Ranciere, Zizek, Nancy, Bensaid,…, pensamiento sólido, razonan en “Democracia en suspenso" que si el 'demos', la 'gens de rièn', los nadie, nosotros,..., quiere arreglar algo del desaguisado debe exigir y, para alumbrar un mundo que acoja a todos, oponerse a leyes, justicia, policía, ejército,… serviles al capital. Y derrotarlos.
Usaría un trazo más fino, intentaría ser, incluso, poético y no me repetiría si el sistema permitiera que todo aquel que cavile pueda difundir y defender, en igualdad, sus ideas; no es así y, en este hueco, trato con trazo grueso temas ásperos; con la democracia en suspenso y la cosa que nos han impuesto, sería un despilfarro escribir fino y amable, al modo que el poder ve correcto, pues el mal banal que Hannah Arendt y Michael Haneke denuncian licúa peliagudas conquistas e, incluso peor, provoca que suene muy cerca, muy cerca la horrísona irracionalidad que, hace muy poco, hizo parecer muy útil levantar Auschwitzs en varios lugares; seria y real amenaza.
EL ROTO 13/04/2021
Si escudriñamos aquí, vemos como un grupo de descamisados, "montagnards" ajenos al poder político, a la verruga del fascio que es Revilla y su egoísta mínima creatura regional, al ágrafo Castañeda y "El Delirio", al tránsfuga Agudo y la mercantil PSOE, a los que decían poder, a la derechona perpetua, a los sindicatos y demás dinosaurios becados, a la casta funcionarial,..., frena, en soledad, el horror de dañinos, infecundos, caducos polígonos industriales de turbinas de aire que -con la disculpa del viento- esquilman los montes de todos, asunto de un progreso similar al del cangrejo que, cual nave "Nostromo" nos lleva al corazón de las tinieblas, "Heart of darkness", "Apocalypse Now"" que tan bien narraron Conrad y Ford Coppola, conducidos -ignaros y malvados, ambas cosas a la vez- por quienes con su feroz ambición han hecho que una larva germinal, el capitalismo, mutara en la cosa Alien que destruye lo hecho en siglos de lucha humana; diagnóstico pesimista, pero menos inexacto que el “correcto” que anuncia un final similar al del crash de 1929 u otros más próximos. en el que, of course, sobreviviría gente -suya- con la fotogénica sonrisa de los ricos rebajados que retrató Scott Fitzgerald, triste mix de problemas personales, pérdida del disfrute del lujo, obsesión por el fracaso y dificultad para vivir en pareja; se engañan y/o mienten los que, asustados hoy con la útil cosa que dicen pandemia, anuncian una solución de chapa y pintura, mero maquillaje, pues esto es mucho más grave que aquello, el capitalismo ha crecido paroxístico poblando el mundo de mutantes, China, India, Rusia, los Países Árabes, la América Latina rica,..., metástasis inmune a nuestras defensas históricas, a las libertades y derechos que en Europa nos decían libres e iguales, así que, nadie lo dude, nos hundimos y, frente al pensar líquido, para ordenar con libre igualdad la inminente pobreza, hay que atender al pensamiento sólido.
Slavoj Zizek abre su libro “En defensa de la intolerancia” con una cita de Heiner Müller: “La primera forma de esperanza es el miedo, / el primer semblante de lo nuevo, el espanto” y dice que, frente a la brutalidad del liberal-capitalismo, es “necesaria una buena dosis de intolerancia" lo que no es economía ni política y describe el nuevo espanto de un mundo en el que Revilla, Zuloaga, Marcano, Igual,... que, totalitarios, disfrutan con su policía prohibiéndonos, están contaminados, confinados por incumplir lo que imponen; por fortuna, a algunos en todo el mundo, en medio del localismo más cutre, siempre nos quedará el Madrid, "la fábrica" de don Santiago, monárquico contrario a Franco, y don Alfredo, el mejor "canchero" de todos los tiempos, que en los años -más- grises con casi todos los españoles sometidos dóciles a Franco, cuando ganaban a ingleses, franceses, italianos, alemanes, húngaros,... me hacían sentirme mucho más de lo que, en realidad, era; ellos y algunos otros, como el PCE en cuestiones más arriesgadas y serias, se fatigaron para que los que dicen que pueden, deshonestos ignaros que no han dado un palo al agua, se aprovechen de sus fatigas.
162 Los domingos, cavilar
Planificar ¡Aquí NO!
Fernando Merodio
11/04/2021
“Es responsabilidad de todos, en especial de las administraciones públicas, que el viento se explote de modo sostenible” (“¿Qué hacemos con la energía eólica?" Ángel Agudo. Tránsfuga)
"Se está instalando un neofascismo en relación con el cual el antiguo quedará reducido a forma folklórica (...) coordinación de pequeños miedos, pequeñas angustias que hacen de nosotros microfascistas encargados de sofocar el menor gesto, la menor acción, la menor palabra discordante en nuestras calles, en nuestros barrios " (Gilles Deleuze "El judío rico").
El depurado individualismo que evidencian los cuidados muros que, ancestral recelo, compartimentan los valles pasiegos y hoy agudizan "nuevos vecinos" que, con el efecto en la calidad y ancestral forma de vida que -solo- el tiempo dirá, convierten en ruido y furia un grito interesado: ¡Aquí no! queremos polígonos industriales eólicos, gigantes metálicos anclados al territorio con hormigón armado y el zumbido de dañinas aspas girando a más de 200 metros de altura, sin que a nadie le preocupe en dónde sí serían -no ya sostenibles- meramente soportables o a que débil -aun mas idiota que ellos- se los colocarían, pues, primer dato, políticos, dinosaurios subvencionadas ambientales y sindicales, egoístas afectados y, of course, el dinero multinacional no abordan la cuestión esencial en la lucha contra la emergencia climática, Greta Thunberg dixit, “cambiar el sistema”, sustituir el tabú de la oligopólica, irracional generación concentrada por la social, lógica distribuida y, si alguien lo propone, Castañeda, los de "El Delirio" y su “progreso”, Agudo y la mercantil PSOE, PP, PRC, UP,… le califican, lo había anunciado Ibsen, noruego, como un de enemigo del pueblo.
Hace tiempo, el 18 de febrero de 1977 Le Monde publicaba un incorrecto artículo de Gilles Deleuze titulado El judío rico, en el que éste decía que, usando la acusación de antisemitismo, se pretendía prohibir -y de hecho se prohibía- una bella película de Daniel Schmid, "L’Ombre des anges", La sombra de los ángeles, destruyendo, así, su espíritu; razonaba el filósofo hace 43 años que, “por muy poderoso y actual que sea en muchos países, el viejo fascismo ya no es el problema de nuestro tiempo”, pues “se está instalando un neofascismo en relación con el cual el antiguo quedará reducido a folklore”, y lo identificaba con la “organización coordinada de pequeños miedos, pequeñas angustias que hacen de nosotros microfascistas encargados de sofocar el menor gesto, la menor acción, la menor palabra discordante en nuestras calles (...)”, tal como hace días ejemplificaban “las” de Unidas Podemos de Santander al pedir, no educación y cultura, sino más fuerzas de (des)orden público para que la gente no se junte, hable y, ¡qué miedo! se contagie, olvidando la -pésima- relación del marxismo histórico con la peligrosa fuerza abusiva de los aparatos represivos del estado y lejos de la sabiduría de El Roto, no limitándose a esperar de las distintas policías que, al menos, no nos roben lo que nos dejen los ladrones; advertía, pues, Deleuze en el desierto de un peligro “mucho más refinado” que el viejo fascismo, el de la limitación que impone el miedo, hoy evidente y que en 2004 diseccionaba el Nobel nigeriano Wole Soyinka en cinco conferencias recopiladas en el libro Clima de miedo, explicando que son pilares fundamentales del mismo, de un lado la humillación, que aniquila la dignidad, único dique eficaz frente al amenazante horror y de otro la seducción que en los necios ejerce el “poder puro”, tipo Juego de Tronos, seducción que se encarna, evidente, en la “sonrisa íntima de la satisfacción” de quien, con su mirada, nos dice: “os tengo en mi poder y voy a decidir vuestra suerte”, algo que, sabido desde niños en el colegio, hace inexplicable la falta reacción contra ello.
EL ROTO 11/04/2021
Cruel sonrisa que genera miedo, posibilitad por la unión líquida, metafísica casi del que paga y vota y el votado que, por ello, además cobra, unión que de forma a lo que, hoy dúctil y viscoso, dicen política, monopolio de una casta "sin habilidad laboral, saber específico, ni maestría valorable, que no sea parasitar (...)" y hace de su (in)actividad "fuente de vida y perenne privilegio...", evidente en el hecho de que Pablo "Evita" Iglesias, profesor interino, quiera una "renta mínima vital" de 5.316 euros/mes durante 15 meses, muestra de que -casi- todo es falso y nos manda el dios dinero, lo que invita al individuo a blindarse en la acción política extrasistema que le permita vivir en paz con él mismo, mirarse por la mañana en el espejo, olvidar las certezas "que se quedaron entre las gastadas hojas de los libros" y fatigarse en vivir mientras pueda, sabiendo que lo deberá hacer -casi- solo, pues lo que dicen izquierda es labia perversa, legado del viejo fascio transmitido por sujetos como Revilla al microfascismo actual, prueba de que "la experiencia solo sirve para cambiar de errores".
Todo ello entristece y obliga a preguntarse si tan bobos nos verá el nuevo fascismo con que los listos nos amedrentan, ahora apoyado en un útil mínimo virus, mientras sólo con nuestro voto derrotan al otro y se perpetúan ocultándonos que, como explica el “Tractatus politicus” (6/4) del judío Baruch Spinoza, paz no es “carencia de guerra; sino virtud de la fortaleza de ánimo” y, si no es así, es humillación, miedo que, repito, explica muy bien Soyinka, por lo que, sabiendo mis -muchos- límites, acudo a Deleuze y su análisis junto a Foucault de la crueldad del poder y sus engranajes que, ayudado por estupideces como la de Unidas Podemos, funciona, “en vez de con represión o ideología, con normas disciplinarias” amplificadas por prensa, radio, televisión... y el dinero que “infunde confianza”, peligroso fascismo apoyado -siempre- en el miedo que genera; debiendo saber desde Sacher-Masoch que el placer regalado anula el deseo, desnuda carencias y niega la posibilidad de intentarlo y, con Slavoj Zizek, que el marxismo es libertad, no totalitarismo, política frente a economía canalla, huída del moderno fascismo que reduce tal lucha a mera crítica social o cultural, no hay que pararse en teorías, sino pasar a la práctica y reconstruir a Marx.
Nos engañan con infecciosos embustes desde todas partes, Sánchez dice que hasta el 31 de agosto, 147 días, va a ponernos 85 millones de dosis -si de verdad tuviera- de vacuna y basta dividir tal cifra por 147 días, luego por 24 horas, por 60 minutos y, finalmente, por 60 segundos para ver que haría falta inyectar 6,7 dosis cada segundo durante las 24 horas del día, todos los días, para desmontar la mentira de Sánchez, al tiempo que, en lo que afecta a eólicos próximos, hemos visto cómo la "santanderina" CORE se preocupaba -solo- por su bahía e intentaba alarmar/animar con una infografía en apoyo de su ¡Aquí no!, más falsa -incluso- que el interés por el arte y la cultura del dinero que usurpa el nombre de nuestra ciudad, mientras, con peligro, se le caen las escamas y, ahora, convierte en caos el tráfico por el centro ciudadano.
¡Aquí no! produce una mezcla de asco y vergüenza, muestra el peor microfascismo, miedo, egoísmo puro, pasarle el problema al otro, dejar las cosas -tan mal- como están, ni siquiera plantearse la posibilidad de, contra el cruel 1% dueño del capital, cambiar hábitos sociales en economía, trabajo, viajes, consumo,... para evitar la destrucción de la vida humana en el planeta, usar los débiles mecanismos de lo que dicen democracia a favor de la mayoría,… y, al contrario, como solución prodigiosa que lava sucias conciencias, todos hablan de un Plan que zonificará, milagroso PROT que, sin preocuparse de quién y cómo tomará las esenciales decisiones previas, si concentrar o distribuir la generación de energía, si acercarla o alejarla de los lugares de consumo, si perpetuar su control por las multinacionales que nos destruyen,…; éstas, el protofascismo de Revilla, el microfascismo actual de izquierda y derecha, caducos, subvencionados dinosaurios sindicales y ambientales, egoístas afectados, Castañeda y “El Deliro”, el tránsfuga Agudo, UGT, CC.OO., EeA, SEO, los del Oso Pardo, la urbanita CORE,…, nos enseñan sus pezuñas por debajo de la puerta y fingen lavarse las manos con una planificación multiusos que ordene -¿y mande?- el territorio, limitándose a hacer real el “¡Aquí no!” para alguno y el “¡Allí sí!” para otro ¿Es eso lo que queremos? ¿Así se cambia el sistema? ¿Así se soluciona el problema?
Coda militante.- Sería muy bueno que muchos hubieran disfrutado anoche en la 2, al tiempo que el Madrid ganaba al Barca, de "La mujer de la montaña", islandesa, y que alguien de esos muchos hubiera aprendido algo. De verdad
161 Los domingos, cavilar
Lo que lega Pablo Iglesias
Fernando Merodio
04/04/2021
“Elías Canetti relaciona la fascinación del poder, en su manifestación más pura, con el número creciente de víctimas que amontona” (“Sobre la historia natural de la destrucción”. W.G.Sebald)
"Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si dijéramos, dos veces. Pero se olvidó agregar: una vez como tragedia y la otra como farsa " (Karl Marx "18 de Brumario de Luis Bonaparte")
Ganado, a su modo, el "cielo", entronado en un casoplón con un cuarto de hectárea. de territorio y una cursi, indefendible piscina llena de agua de la sierra de Madrid que ocupan los "ricos", culmen de su "populismo" -no comunismo-, Pablo Manuel Iglesias Turrión -nada que ver con Pablo Iglesias Posse, marxista, padre del socialismo español, hoy la PSOE, oficina de empleo-, tras barrer de la calle a "Indignados", "15-M", "Rodea el congreso", "Marchas por la libertad",.. y vendido crecepelo vía vago twiter... o como se diga, evitado el cansado traqueteo de un carromato far-west, visto que junto a los ministros no está el ansiado poder -¿qué creía, ¡ay, la fe!, el profesor interino?- y siendo incapaz de entregar algo de lo vendido, huye -¿a dónde?- sin el menor sonrojo por las ridiculeces que, tras la palmadita, dicen -de él- dos féminas de su republicana corte que -solo el primate- nombró albaceas de su sucio tinglado.
EL ROTO 20/11/2014
Frente a una mar picada por el viento del este que sembraba espuma salada en la playa, el otoño griseaba el paseo de, ¡qué cosas!, la Reina Victoria de Santander, en uno de cuyos bancos el activo setentón daba vueltas al grave daño que en la seria, fatigada imagen del comunismo español había causado que, ignaro, el Iglesias actual lo mezclara con el terrorismo -dicen que, parapolicial- del FRAP y su peronismo sucio, al tiempo que le dolía que el cotejo de ello y su "chavismo" envilecido por Maduro con "Evita" Perón -¡no llores por ella Argentina!- convirtiera a España en espectadora, actriz incluso, del ridículo sainete a que, en homenaje a Hegel, se refería Marx cuando abría "18 de Brumario de Luis Bonaparte" con la idea de que los personajes aparecen en la historia dos veces, la primera como tragedia y la otra, ¡ay, Iglesias!, como farsa.
Con el cuello del raído, inapropiado chaquetón subido, las piernas embutidas en un viejo pantalón, cruzadas con dificultad y calzado con zapatillas de runner desfondadas por el uso, jubilado del trabajo asalariado, alejado de la sucia acción política orgánica por voluntad propia y asco, pero activo, vio acercarse, poco menos viejo que él, más grueso, de vientre elíptico, mejillas caídas y barba rala sometida a la presión picuda de una mascarilla, al antiguo camarada laboralista, ahora trajeado caro, al que saludó agitando sus manos surcadas por torturadas venas y, sin dejarle abrir la boca, hombre sabio en vivencias sin vocación didáctica, le soltó una fiera, inesperada perorata que el bozal que dejaba descubierta su nariz ansiosa de aire no frenaba, “estamos perdiendo a chorros lo que tanto esfuerzo y años nos costó, y que, digan lo que digan los que lo encontraron todo hecho, no nos regaló nadie… hay que parar lo que nos viene encima”. Sin sorpresa, le conocía, el recién llegado contestó rápido en voz baja, “estás anclado en un pasado remoto”, miró al suelo pareciendo contar superfluas baldosas mientras sus gordezuelos dedos sobaban nerviosos la correa del elegante maletín de piel, “no olvides que esto es, con vicios y virtudes, la democracia por la que tú luchaste. No puedes seguir diciendo lo que decías hace más de cuarenta años”, respuesta que se atraganta al jubilado activo, que pasa saliva y, tras algo que parece un hipo, vuelva a hablar, “no lo dudo, todo ha cambiado, en especial nosotros (...), hace casi cincuenta años, yo no me hubiera sentado, sin obligación, tanto tiempo en un banco (...), ni la policía, seguro, me lo habría permitido", breve pausa y nostálgica mirada a un cuarentón que pasa trotando ante ellos, para continuar, "la diferencia es sutil, yo estoy en este banco... porque me da la gana y tú, entonces más delgado y con tu reciente -algo más que el mío- diploma de Derecho firmado por "el caudillo" y pegado a la pared del despacho con cinta aislante, aunque ya te apetecía, no podías vestir tan caro como ahora, y (…)”, dudando un momento, buscó no ser ofensivo y, falso, lo fue a medias, “bueno,… pienso que, quizás, no hubieras querido”. Silencio espeso de dos segundos, que rompió el más viejo, “¡Lo siento! Ya sabes que te aprecio, valoro lo que hacías, pero estoy nervioso, esto de ver lo que pasa, estar aún en el meollo y no contar con las organizaciones de clase es doloroso, (...) no tengo la suerte de tus actuales aficiones (…), ya conoces mi extraña relación con el dinero (...)” y, otra vez, silencio, que ahora quiebra el más grueso, “voy a confesarte algo. Hace días, viendo la televisión, pasé un mal rato. Daban una película francesa, “Recursos humanos”, me llamó su ofensivo título, ¡recursos humanos!, obreros asalariados, serea los que ¡perversos! decían recursos humanos. A medida que avanzaba me aplastó, hacía años que no veía entera una película nocturna. Era humillación laboral, paro, abusos, corrupta ineficacia política y sindical, degradación social, injusticia,…, evidencia de que aun hay clases y, te confieso el mal trago que pasé al recordar a los tipos raros que éramos tú y yo hace casi medio siglo…, me desasosegó un rato,... pero, por salud mental, me dije que esto es la democracia y hay cauces (…)”.
No acabó la frase, dudó un instante, colgó la correa del hombro, sintió un frío que no hacía, frotó las manos, se acercó al banco, esbozó una sonrisa seria hacia el viejo camarada, le dio una palmada, cogió la cartera por el asa, alegó un contrato urgente que debía dictar a su secretaria e inició un lento caminar encorvado, pero no hacia su despacho, sino a un bar, a un vino, un pincho y soledad que, sucedáneos, aliviaban la angustia del viejo sin excusas ni afanes militantes que, lento, caminaba encorvado, elipsis de diferencias con el joven firme que fue en otro tiempo.
El viejo activo jubilado, solo, habló hacia adentro, “¡Diferencias! Ni con esto de la democracia son sutiles, los beneficios de los más ricos crecen, crecen,... y, con alarde impúdico, deciden quien gobierna y quien se opone, derecha e izquierda son lo mismo con leves matices, hasta que, en residencias o en bancos callejeros, muramos con ese bozal para masoquistas sumisos que ahora dicen mascarilla... vacunados"; sabe que ha de enfrentarse, siempre, a un poder insano, un “juego de tronos” que acumula víctimas, le asusta recordar el delirio paranoico que orden y masas exhibieron Franco y la Alemania del nacionalsocialismo, le entristece lo del viejo camarada, añora “el partido” y las Comisiones Obreras, ¡odia los recursos humanos!, intuye un futuro gris, tenebroso, duda un instante, se aleja del banco y musita: “¡Conciencia de clase!”.
EL ROTO 18/02/2015
Mientras pasea, le repugna cómo huye el de la nueva política e inventaría sus víctimas, en especial en la izquierda, generadas -explica Canetti- por la ambición de poder del muñidor de igualdades que tolera el capital, solo esas, larga lista que incluye las de la cruel mascarilla/bozal, se reafirma, para sumisos masoquistas, la "ley mordaza" y la agresiva "patada en la puerta", violaciones que no escandalizan, las del archivo en la papelera de unas leyes laborales que dignificaran el trabajo asalariado y limiten/anulen la plusvalía, las de sus pláticas de matón frívolo y su uso de las fuerzas de (des)orden público para proteger su casoplón y, bravucón inane oculto tras ellas, simular valentía física frente a los descerebrados del lábaru nazi, las de su apoyo al egoísmo nacionalista más sucio, las de los cada día más -y más vagos- funcionarios y enchufados, las de las leyes de género que riegan lo que, a partir de él, es desierto erótico y sentimental, las de la deuda pública, que ya es el 120% del PIB, las del fraude que, para los trabajadores, son los ERTE y las de la mofa de las pensiones y "rentas sociales", ambas "mínimas", las del control -por él- de medios y fuerzas de (in)seguridad, las de la "transición energética" que quieren regalar, ¿a cambio de qué?, al capital que, con el calentamiento, destruye... Sabe quien piense un poco que, junto a cosas peores, eso es lo que, trufado de continuas mentiras y crispación estéril, lega, dañino, el prescindíble tipo llamado Pablo Manuel “Evita/farsa” Iglesias Turrión.
160 Los domingos, cavilar
Peor, incluso, que un ecocidio
Fernando Merodio
28/03/2021
"Ecocidio es un neologismo que en principio hace referencia a cualquier daño masivo o destrucción ambiental en un territorio determinado, parte de uno o más países, o bien con consecuencias a escala global” (Wikipedia).
Prestaremos atención a "los delitos cometidos mediante la destrucción del medio ambiente, la explotación ilegal de los recursos naturales o, en especial, la apropiación de tierras" (Fiscalía de la Corte Penal Internacional, CPI, 2016).
El 20 de noviembre de 1945 derrotados los nazis, pero sin aniquilar -culturalmente- el nazismo, suicidados Joseph Coebbels, Heinrich Himler y el propio Adolf Hitler, fugados Adolf Eichmann y Josef Mengele y en ignorado paradero, aún hoy, Martin Borman, comenzaban los llamados juicios de Nüremberg en que los vencedores, no mucho mejores algunos que los vencidos, utilizaban nuevas figuras penales para castigar los inhumanos actos por los que, evidenciando la “banalidad del mal”, se juzgó a otros jerarcas nazis, Hermann Göring, Alfred Rosemberg, Rudolf Hess, Hans Frank, Alfred Jodl, Wilhelm Keitel, Joachim von Ribbentrop, Albert Speer, Franz von Papen,…, histórico momento en que yo era cómodo nasciturus que, en la mitad de su gestación, supongo que inquieto, se revolvía flotando en el líquido amniótico con que me alimentaba en su interior mi madre, de la que salí enrojecido, larguirucho y gritón me han dicho, el 14 de abril de 1946, domingo de ramos como hoy, a los 7 años y 13 días del fin de la (in)civil guerra española, ensayo/anuncio de lo que vendría después con Mussolini y Hitler y a los 15 años, exactos, de que el -mínimo- triunfo en unas elecciones municipales y la -habitual- cobardía borbónica trajeran, el 14 de abril de 1931, una república, la II dicen, para la que, como el tiempo mostró, nuestros mayores, lo mismo que hoy nosotros para una hipotética III, no estaban preparados.
Las -siempre- dúctiles condenas, razonadas con normas posteriores a los hechos, fueron leídas, en Nüremberg, con prosopopeya, por ufanos jueces vencedores durante los otoñales 30 de setiembre y 1 de octubre de 1946, en que yo -dicen, pues no lo recuerdo- llevaba viviendo más de 5 meses y medio, 169/170 días en Rozadío, con mis padres, peñas abajo de la bella ribera del río Nansa, expoliada por el capital energético que abusaba de la represión y el hambre, y, sin haber sufrido las peores tropelías criminales de Franco y Hitler, sí que conviví sin percibirlo, ajeno niño feliz, con la corta, leve reparación que fue castigar una pequeña parte de las atrocidades del segundo y luego, algo mayor, acogido en el PCE, con quienes intentaban hacer lo posible para frenar los muy mayoritariamente consentidos abusos del primero.
Repito, algunas de las normas con que se juzgó a los criminales nazis, posteriores a sus atrocidades, nacieron de las atormentadas, inteligentes, justas mentes de dos víctimas miembros de familias asesinadas en medio de la barbarie, dos juristas, el polaco Hersch Lauterpacht, impulsor del tipo de los “crímenes contra la humanidad”, que, partiendo del ser humano individual como unidad última de toda ley, defiende que éste puede -debe- exigir su derecho a ser protegido por la humanidad cuando el Estado -allí entonces alemán nazi- pisotea sus derechos y ultraja la conciencia del género humano, añadiendo que nadie que colabore en la comisión de tales crímenes debe estar libre de responsabilidad, tipo que fue aplicado ya, 1945/1946, en los juicios de Nüremberg, y Rafael Lemkin, ucraniano que tipificó como “genocidio” “la puesta en práctica de acciones coordinadas que tienden a la destrucción de los elementos decisivos de la vida de grupos con la finalidad de su aniquilamiento”, delito que no recogieron las sentencias contra los jefes nazis, pero fue asumido en la Convención para la prevención y sanción del delito de genocidio, de la Asamblea General de la ONU, 1948, fijando que “el ataque contra un grupo humano equivale a atentar contra la humanidad”; dos gravísimos delitos, genocidio y crímenes contra la humanidad que, pese a los muchos motivos dados por países, organizaciones y dirigentes, han sido juzgado muy pocas veces y, además, con un criterio -político- selectivo y dudoso.
Lauterpacht y Lemkin, dos víctimas personales/familiares de la irracional, inhumana barbarie, vivieron, jóvenes, en la bélica Europa de las dos guerras en la ciudad de Lemberg, también llamada Lwów, Lvov, Lviv, incluso Leópolis, según quién mandara en ella, quien impusiera su voluntad sobre sus vecinos, Polonia, Ucrania, Galizia, Rusia o la Alemania nazi, reflejo de la locura de una época y unas ideas insolidarias, sangrientas que aquí ahora, gritadas por fascistas, nacionalistas y populistas, se exhiben desde distintos intereses y perspectivas egoístas, siendo la condición de víctimas, no verdugos, ni colaboradores necesarios, ni cómplices acomodados,… de los dos profesores la que hace que sus dictámenes jurídicos sobre los actos que penalmente tipificaron sean, además de justos, en especial, creíbles.
EL ROTO 28/03/2021
Pese a todo, próximo a cumplirse los 75 años de la manoseada, útil sentencia contra la barbarie del “mal banal” nazi, las cosas no han cambiado tanto, casi nada, salvo en una cosa, el despiadado control por el capital de -cómo se cuenta- la historia; vivimos enfangados en el mismo -o muy parecido- mal, insisto en que tan banal como aquel pero más impune, que continúa campando en el mundo con plena -en este caso, nadie lo dude- libertad y, si hubiera un mínimo de respeto a la humanidad, al género humano, no podríamos vivir sabiendo lo que ocurre en todas partes -en unas más que en otras- del mundo, mientras, ejerciendo la función de kapos del lager que es el planeta, alegamos que cada uno de- nosotros nos limitamos a hacer lo que, antes de suicidarse, Primo Levi definió como el “sucio trabajo de todos los días” de los guardias de Auschwitz; en la locura actual, las víctimas de los nazis de hoy, del capital global con su desmesura ilógica, no son una raza, una clase, una religión, un pueblo,…, los negros, los judíos, la fe católica u otra, los obreros comunistas,…, hoy el sacrificado en la pira del dinero, hasta el harakiri global, sería -no veo modo para que se salven los muy pocos causantes- todo el género humano, la humanidad, no, como algunos dicen, el planeta que, a su modo, nos sobreviviría a nosotros y a otros más salvajes incluso.
El “calentamiento global”, cuyos efectos futuros -y actuales- analizan cientos, miles de libros que solo los culpables del “cambio climático”, los que -un rato- se enriquecen con él o los abyectos lerdos que reciben migajas se niegan a leer, debatir, aceptar,… y cambiar, ha generado una idea que oculta cómo las víctimas no serían los millones de los pasados años 40, sino todos y, pese a que muerto el perro no habría rabia, se finge solucionar el drama inventariando otro crimen, el “ecocidio”, tomado de Olof Palme, 1972, para el Estatuto de la Corte Penal Internacional, trampantojo que tape la única solución, tres palabras de Greta Thunberg, niña sueca: “¡¡Cambiar el sistema!!”
En el ridículo canalla que aquí vivimos, la solución no vendrá del egoísmo nimby -No In My Back Yard-, el ¡aquí no! de relamidos videos que, sin explicar dónde sí, difunden El Delirio Montañés y los “nuevos ricos” pasiegos, cuyo “progreso” empeora aquella forma de vida, la llena de artefactos, desfigura las cabañas, da la lata con “Garma Blanca" y ni cita las otras decenas de parques urdidos en toda Cantabria, como no traerán solución tampoco los saltos mortales sin red del gurú Revilla, obligado, ¡ya!, a explicar qué le exigen Iberdrola, EDP y demás cuates del “concurso eólico”, debiendo dejar de ser el lerdo bocazas que, ¡ay, la hemeroteca!, pasa de decir el 25/10/2010 que “la comunidad puede ser el Kuwait de las renovables” -con él y Alí Syed jeques- a, ayer diarreico, enmerdar el territorio aventando, falso, en los medios “que la gente esté tranquila, que no vamos a convertir Cantabria en un parque eólico”, un negocio, jaez, ¡qué asco!, de “político”; urgen, sin duda, más juicios de Nüremberg, no con leyes hechas por verdugos USA, europeos, chinos,…, sino por víctimas como Lemkin y Lauterpatch, ahora suramericanas, africanas, asiáticas, …, juicios en que, siendo tan dañino y definitivo el delito y tan cruel el criminal, haya condenas como en 1946 e, inmediatamente, ¡cambio de sistema!, se elimine la generación concentrada -prototipo ejemplar de “ecocidio”- y se imponga la distribuida, sobre lo que, ¡ya!, hay que cavilar.
159 Los domingos, cavilar
Delitos nuevos, muy graves
Fernando Merodio
21-03-2021
"El gobierno regional impulsará los proyectos eólicos de EDP en Valdeolea, Valdeprado del Río y Campoo de Enmedio" (Miguel Ángel Revilla. PRC. Presidente del gobierno de Cantabria).
"(...) confío en que la documentación presentada sirva para 'detener la ejecución' del parque eólico Garma Blanca" (Gema Perojo. PRC. Alcaldesa de Solórzano).
Con diferencia de horas, el Miguel Ángel Revilla que partió de Girón de Velasco para llegar a factótum del PRC impulsaba la turbia reunión de Marcano, Blanco, directores generales y -supongo que- algún guardia de seguridad de industria y medio ambiente con una multinacional portuguesa, capital chino, socia de Viesgo, y garantizaba que "el gobierno regional impulsará los proyectos eólicos de EDP en Valdeolea, Valdeprado y Campoo", al tiempo que Gema Perojo, alcaldesa PRC de Solórzano, y concejales de la zona y el partido reincidente en ilegalidad lobbysta ofrecía, -poco fiable- "detener la ejecución" -peligrosa coincidencia, ¡detener y ejecutar!- de unos aerogeneradores a los que, ¡vaya a saber por qué!, los medios y el "¡aquí no!", nimby, de algunos vecinos ha puesto de moda entre los varios cientos de turbinas que nos quieren implantar.
Regurgitan que esto es una democracia y, lenguaje pervertido, no es cierto, se trata de apariencia buscada que aconseja pensar, pues, tras acatar a un dictador y vivir una transición que, salvo para algún comunista desnortado, fue pacto de franquistas añejos con gentes que vivían apacibles con el dictador y un invento trilero financiado por la CIA y la socialdemocracia alemana, a partir de lo que estamos en caída libre a un fangoso muermo en crisis, mezclado ahora con la útil, dañina pandemia, y quien busque libertad, igualdad, fraternidad,… en el pútrido puré caldoso solo hallará lo que los pesimistas dicen bullshit, coloquialmente, pamplina, literalmente, mierda de toro, amasado por las dos sabidas oligarquías, una política, que es burocracia mercantil con ignaras cúpulas y, por encima, otra aun más oligárquica, la económica, el injusto poder del dinero de -muy- pocos, dos cuadrillas frente a las que, como contrapeso aparente, solo hay un falso respeto -formal- a la soberanía del pueblo, que ha quedado en mínimo poso, el derecho al voto y las libertades formales… y gracias; en eso hemos cuajado, injusto capitalismo sin freno y pervertidos vocablos vacíos en manos de impresentables: democracia, progreso, progresismo, libertad, liberalismo, mercado,...
EL ROTO 19-03-2021
Si estuviéramos de acuerdo en que política es arte de vivir juntos, buscar el bien de todos, y rastreáramos un camino hacia la libertad justa, que niegue la sumisión a imposiciones ajenas y se oponga a todo título -de nacimiento, mayor saber, religión, conquista,...- que legitime a nadie para imponerse al resto, sería muy fácil convenir que meter en una urna un papel -que dan ya impreso- para elegir cada cierto tiempo entre los que los oligarcas quieren no es democracia; hace casi dos siglos escribía Marx algo que hoy resulta aún más cierto, la igualdad de que nos hablan es mero interés mercantil, explotación de unos por otros, desigualdad brutal entre el que vende su fuerza de trabajo y el que se apropia de ella, egoísmo que trae hambre, paro, desigualdad,… que intentan ocultar en la huera cáscara del consumo que satisface, dicen, apetencias vitales y, por contra, exige producir más sin beneficio social; explica Rancière que al identificar tal cosa con democracia se entierra toda crítica al consumo insano y los nulos beneficios que la “sociedad opulenta” nos genera, convirtiendo al consumidor en irracional creyente de que algo tan bobo como ser “capaz de expresar sus preferencias electorales y sus placeres íntimos” le convierte en un demócrata.
La bella desmesura de la democracia era evidente en Grecia (Las leyes, III), cuando entre los siete títulos que habilitaban para gobernar, el más justo y de mayor autoridad era la elección por el dios azar mediante sorteo, que era base de esa democracia como modo de gobierno en el que no existía título alguno -repito, ni de nacimiento, saber, religión, conquista,...- que legitimase el poder de uno sobre otro, diciendo Rancière que la superioridad en democracia “no se basa en más principio que en la ausencia de superioridad”; sabían los griegos que al tratar igual a competentes e incompetentes asumían un riesgo, caer en manos de los más idiotas, pero evitaban otro mayor, ser gobernados por “hombres hábiles para tomar el poder con artimañas”, gobernantes corruptos, hoy evidentes, respecto a los que los griegos, como los revolucionarios franceses y norteamericanos del siglo XVIII sabían que para acceder al poder político no es exigible haber expresado, previamente, la ambición de hacerlo.
Si aspiramos a ser dignos, alejarnos de consensos instrumento trampa de oligarcas ajenos a la política, en vez de votarlos usemos, con insistente dureza, los peleados derechos de huelga, reunión, manifestación, asociación,..., que, ahora en lo que dicen, gráficamente, “pandemia” -del griego, “todo el pueblo”-, son derechos que, para existir, exigen diaria práctica y dejar que gobiernos, patronal, sindicatos, subvencionados,... sellen con el capital asesino la necrótica “paz social” a nuestras espaldas, contra la que, al ser tan dañina para nuestros derechos, debemos asumir riesgos, haciendo que suene el trueno de la razón en marcha que son los derechos como arma democrática.
Los aquí -se dicen- elegidos no son el “demos”, base democrática, lo son la “gens de rien” de Rancière, los “nada” de Galeano, los que saben que sólo hay libertad si cada uno influye en la acción política y que la emancipación no vendrá de la mano de elecciones que no deciden nada, ni constituciones, ni leyes y formas de gobernar con que los “elegidos” se blindan y perpetúan, ni de dividirnos en grupos políticos, sociales, de género,... que con (i)lógica policial son fáciles de controlar, comprar, vender, premiar, castigar,...; los “nada” solo nos liberaremos al acceder a cotas de poder, al ejercer con pasión los derechos de reunión, asociación, manifestación y huelga, al exprimir su jugo y generar brotes de democracia, coraje, alegría salvaje; para crecer hay que perder miedos, liberarse de mascarillas y atender al Mark Twain que decía que “cualquiera que haya agarrado a un toro por los cuernos sabe cinco o seis cosas más que quien no lo ha hecho” y, para ello, hay que empezar sabiendo que corrupción no es solo robar el dinero de todos, sino más, como hacen aquí ahora, convertir los partidos, torpes, en agencias que tratan al que paga y vota como a un memo.
En el duro tranco que es en pasar del pensamiento osado al acto, Kiell Askildsen, noruego, lúcido, nos avisa del mal mentor que suele ser el instinto de conservación, “instinto muy duro de roer que ha destrozado muchas decisiones sensatas” y, pues Shakespeare dice en boca de Hamlet que “la virtud no puede injertarse en nuestro viejo tronco / sin que nos quede algún resabio”, sé que para regenerar -un poco- el muy retorcido y añejo tronco de lo humano es preciso luchar, aferrarse a Marx, nominar a los corruptos y darlos la espalda, usar el bisturí de la venganza legal y no acudir, nunca nadie, al corrompido voto, abstenerse activos, ser beligerantes.
En Nuremberg, las justas ideas de un ucraniano y un polaco atormentados, Hersch Lauterpracht, “el ser humano individual (…) es la unidad última de todo el derecho”, The Law of Nations. The Law of Nature, and the Rights of Man, 1943, tipificando los “crímenes contra la Humanidad”, y Rafael Lemkin, polaco, “los ataques a grupos nacionales, religiosos y étnicos deberían pasar a ser delitos internacionales”, El dominio del Eje en la Europa ocupada, 1944, al dar forma al “genocidio” como tipo delictivo, hicieron que, con Justicia, se condenara a muerte por ahorcamiento, entre otros, a Hans Frank, jurista nazi, gobernador general de Polonia, pero el mundo vuelve, ahora, al miedo a "genocidios locales" y a formas ambientales de "crímenes contra la Humanidad" que demandan -no exagero- un nuevo y -muy- serio derecho penal ambiental que castigue duro el abuso, criminal en sentido estricto, del capital, sus corporaciones, varias españolas, frene la emergencia climática que aniquila la vida humana en el planeta y acabe, de una vez por todas, con eso que tanto gusta a entes como M.A. Castañeda y El Delirio Montañés y denuncia, administrativista sabio, Tomás Ramón Fernández al definir, alarmado, “el progreso del cangrejo”.
EL ROTO 21-03-2021
158 Los domingos, cavilar
Juego de Tronos
Fernando Merodio
14/03/2021
“Desconfiar de mí es lo más inteligente que habéis hecho desde que os bajasteis del caballo". (Petyr Belish, personaje de “Juegos de Tronos”).
“(...) sin duda somos muy inmorales y muy poco inteligentes comparados con esos hombres del porvenir. Creo que con el tiempo mereceremos no tener gobiernos”. (Jorge Luis Borges).
No tengo móvil, ni siquiera uno de esos prehistóricos que solo sirven para llamar -o que te llamen- a todas horas, a -y desde- cualquier lugar, no tengo coche, ni tampoco el carnet que administrativamente me habilite como conductor, asesino y contaminador en potencia, no he usado, ni una sola vez una tarjeta -de débito o crédito- bancaria, por lo que, sin lograrlo muchas veces, me fatiga en tener 20 euros en el bolsillo siempre, tal es el rechazo, la repulsión que siento hacia tan señalados símbolos del “progreso”…, la tecnología tóxica, el vehículo individual y, por encima de todo, el capital, sus bancos, cosas que nos llevan hacia atrás; para compensarlo, he concluido en 5 ocasiones la maratón que me permitió conocer New York, algunas decenas de veces más he corrido, en unas 3 horas, los míticos 42.195 metros en diferentes ciudades del mundo, incluida Santander, me he fatigado en completar corriendo en dos ocasiones 100 km seguidos en menos de 600 minutos y también me he mostrado a mi mismo siendo capaz de, sin parar, nadar 1.500 m. en el mar, correr 30 km. y pedalear en bicicleta 60 más, hasta completar la primera triatlón celebrada en España, entre la segunda playa del Sardinero y Corbán, antes de mi solitaria, pedagógica, cultural ruta de más de más de 800 km. del Camino de Santiago; no me gusta, es cierto, lo que dicen “progreso” acelerado, ni conquistar el cielo, ¡ya, irreflexivo!, para lograr un chalet, he sido y soy un lento, muy lento corredor de fondo, un marathoniano.
Casi por idénticas razones no he visto ni un solo episodio de esa cosa “popular” que tenía tiempo para ver y, al parecer, gustaba a “Evita” Iglesias, “Juego de Tronos”, pues el viejo televisor de mi casa, entre libros familiares, solo sintoniza, no sé por qué, la Primera, la Segunda, Antena 3, Cuatro, Telecinco, la terrorífica Sexta, otras emisoras más que no sé ni cómo se llaman… y, sobre todo, la Real Madrid TV, Don Santiago y Don Alfredo que, junto a Bahamontes, Timoner, Santana y poca cosa más, colorearon la gris infancia de quien, luego, fue clandestino en el PCE y las Comisiones Obreras, para acabar desdeñado como “casta del 78”; por todo ello, no he visto ni un solo episodio, ni un minuto de “Juego de Tronos”, repugnándome, además, lo que oigo de tal serie…, a quién y cómo se lo oigo, pero, raro hábito, algo he leído y sé, por ello, que sus pueriles fans justifican lo injustificable por sus fines y que no debía ser muy sólida pues, a los cuatro días, nadie la recuerda, sé también que sus personajes eran inamovibles, filosóficamente invariables, de piñón fijo, sin fisuras en un mundo despiadado y peligroso, así como que, cultura de supermercado, eran equiparados, a gusto y conveniencia de cada cual, a Platón, Aristóteles, Voltaire, Kant,... y, sobre todo, a una versión iletrada y light de Maquiavelo..., lo que no impide que todos sus admiradores sean como Mortadelo, el socio de Filemón, y se reflejen en las políticas tramposas y el ignaro populismo de Iglesias, Errejón, Revilla,... y el reciente ridículo de Ciudadanos, personas y grupos que, con fáciles tuits, whatsApp -o como se diga- y sin ideas, ideología o pensados proyectos con frases subordinadas que sugieren, fingían querer acabar con la vieja política… y quedaron en lo que ayer dibujó El Roto.
EL ROTO 13/03/2021
Aunque ahora lo quieran sanar con -solo- dinero, miles y miles y miles… de millones de euros, una deuda que alguien pagará en el futuro, el capitalismo agoniza, su estructura ha colapsado, ha entrado en crisis, está agotado y el sistema injusto se desmorona; repito, sin dudar, que, lo mismo que sus contradicciones mataron lo que, sin serlo, llamamos marxismo, hoy el capital insano se ahoga en el abuso y, en España, se evidencia que la banca ha sido, es y será exceso, usura, carcoma, las energéticas destrucción del planeta, la empresa, grande, mediana y pequeña, caja registradora de la que, a hurtadillas, el empresario saca dinero, plusvalía que le genera la explotación de la fuerza del trabajo ajeno,…, en el mundo, hay que gritarlo, hoy no hay Justicia, la Administración es cara burocracia inútil en la que los funcionarios -ellos sí- son flamante peligrosa, injusta casta, hay -y habrá muchos más- cientos de miles de nuevos parados, millones de dramas cotidianos y pretendemos una sociedad de pensionistas en la que partidos, sindicatos y grandes organizaciones han dimitido de su función social para ser caras agencias de colocación, sociedades mercantiles.
Miente quien anuncia recuperación milagrosa en meses, igual que miente quien no advierte de que lo que llaman “progreso” está agotado, el consumismo loco exprimió el jugo del mundo y no consumir traerá más cierres, esos cierres, lógico, mayor paro y el mayor paro disminución de ingresos y aumento de gasto en -imposibles- pensiones para jubilados, limitados y parados; engaña, pues, quien no advierte del riesgo que, de no cambiar la mentalidad/vida social para caminar hacia una austeridad solidaria, corren sanidad, educación, pensiones… públicas, de que paro, desigualdad, pobreza,... se multiplicarán si no reducimos la jornada y viramos hacia unas relaciones laborales solidarias; la Europa que, solo con dinero, finge apuntalar y mantiene como zombis a la mercantil PSOE, el vago, egoísta populismo peronista y la derecha rancia es una ruina y viaja hacia el (in)cierto (in)explorado corazón de las tinieblas, un periplo en el que lo más grave es que lo guía el codicioso apetito del capital y el silencio cómplice del resto, travesía suicida en que se hundirá nuestra “forma de vida”, una catástrofe con millones de muertos, nada que ver con la pamema Covid19; hay que aceptar -y procesar- que miente quien, informado, no advierte, no usa cada día el altavoz e insiste en que debemos acampar ya, repito, en un decrecimiento solidario, austero y, aun más urgente, organizarnos de otro modo ante la gravísima situación que Nathaniel Hawthorne describía a mediados del siglo XIX al escribir que “el abismo es simplemente uno de los agujeros del pozo negro que hay debajo nuestro”.
Karl Marx diagnosticó exacto la crisis estructural del capitalismo, analizó su debilidad moral, económica y política, pronosticó el final del sistema injusto tras la pérdida de autoridad que la degradación de la Revolución francesa y un contrato social trucado facilitaron a instituciones políticas corruptas y, en especial, a la clase capitalista dominante; la sociedad debe aprovechar hoy la crisis de la estructura injusta y derruirla, teniendo en cuenta, como el marxismo post-Marx avisa, que la capacidad de ser inmoral y hacer daño que tiene tal estructura débil es infinitamente superior a la del individuo, por lo que, decía Jean-Paul Sartre, la elección moral no consiste en ser bueno, sino en elegir un mundo bueno que impida, por ejemplo, a Podemos, Izquierda Hundida, Ciudadanos,..., que, igual que la PSOE, PP, PRC, no se atrevieron a debatir el atropello eólico con la Plataforma ante los medios, en el Parlamento, finjan ahora oponerse a él; no seamos cómplices del “sistema de crímenes” que se desploma.
Walter Benjamín explica en su Tesis V sobre el concepto de la Historia que “la lucha de clases que tiene ante sus ojos el materialista histórico educado en Marx es la lucha por las cosas toscas y materiales, sin las cuales no hay cosas finas y espirituales” y, al tiempo recuerda que éstas “están vivas en tal lucha, en forma de confianza en uno mismo, de valentía, de humor, de astucia, y su eficacia se remonta en la lejanía del tiempo”; lo ratificaba Mao cuando decía que una chispa es capaz de incendiar una pradera, por lo que, a partir de ello y en tal dirección, el fin de semana cavilo, acudo a la -buena-, novela negra, de la que Wittgenstein decía que tiene más vida que un ensayo, por nosecuantasava vez releo “1280 almas”, de Jim Thompson, acompaño al sheriff Corey mientras aparta de su camino -de cualquier modo- a quienes le molestan, mucho más inteligente, cruel y humano que lo del apestoso "Juego de Tronos", oigo, muy baja, la obertura de “Tannhäuser” que canté de niño incrustado solidario en la masa coral del colegio y, melancólico, me reafirmo en una idea, muy mía: mientras haya fuerza, hay que moverse -y mover las cosas-, aunque sea lento.
EL ROTO 14/03/2021
157 Los domingos, cavilar
Calor de establo
Fernando Merodio
07/03/2021
“La tradición de los oprimidos nos ha enseñado que el estado de excepción en que vivimos es la regla". (Walter Benjamin).
“Cualquier interpretación del significado político del término pueblo debe partir de que, en las lenguas europeas, éste incluye siempre a los pobres, los desheredados y los expulsados. Un mismo término designa tanto el sujeto político constitutivo como la clase que, de hecho y derecho, está excluida de la política”. (Giorgio Agamben).
Fue, al parecer, Nietzsche quien identificó, escueto y gráfico, como calor de establo a la animalidad rentable -en el peor sentido- a que se aferran los nacionalismos, pútrido calor que es, sin duda, el más sobado argumento para sus demandas egoístas, codiciosas reclamaciones, peligrosos desmanes, en cuya senda, avergonzado, pulula lo que aquí ahora esgrime, azorado, el regionalismo político, venido del fascio, pariente mínimo de aquellos, sus mayores, anacrónico, sin otra idea que la irrelevancia de lo propio, fúnebre en el mínimo territorio en que nos ha confinado, sitiado por la atronadora virulencia injusta e ignara del separatismo periférico, ofensivo, uniformista, cuasi-militar, hoy inviable, cuyo fondo y forma son goteo de carencias ideológicas, infecto residuo incorrupto y rescoldo de un peligroso pasado rancio.
Por duro, “impopular” que hoy sea oponerse a ello, no se puede dejar de lado, ignorarlo es peligroso, las egocéntricas exigencias de lo propio no son nunca, en política, estación termini, sino parada técnica alimenticia en el camino hacia metas aun más desleales y pancistas de los que esperan, en cada caso, tener la fuerza propia que les permita dar peligrosos pasos aproximándose al cruel, extremo racismo, último refugio de canallas que creen -cuestión de fe- que lo suyo es lo mejor, magnífico, y el otro un peligro y, por ende, el enemigo.
Fernando Savater, profundo conocedor, teórico y práctico, de los variados excesos del cruel nacionalismo próximo, dice que no hay mejor candidato a caer en el racismo que quien ignora que todos tendemos a serlo, esperando solo que mínimas miserables circunstancias lo propicien, consideración que nos aproxima -con los matices que la laxitud moral de cada cual le aplique- a la inhumanidad generada por la doctrina nazional-sozialista, cuyos seguidores, los nazis, se justificaban diciendo, no olvidemos, que lo suyo era solo un trabajo, muy sucio pero legal, diario e impuesto, o también nos acerca a la silenciosa crueldad que vivieron –y en cierta forma viven- los discrepantes de las tesis abertzales en Euskadi, o nos hace admitir, cómplices, el tenebroso avance sobre esa Catalunya a la que los de la PSOE miran con la bobalicona cara de vacas viendo pasar el tren, de una ruina socio-económica, deportiva, ética... que pagaremos todos; en tan peliaguda, alarmante situación, lo que impide analizar -y denunciar- de modo valiente y justo el codicioso egocentrismo del nacionalismo sangrante y, en casos, sangriento, es una suerte de remordimiento cristiano interesadamente inoculado en algunos, incluso jóvenes, que, ellos sabrán por qué, se sienten coautores cómplices del viejo autoritario patrioterismo españolista, también sangrante/sangriento; es daño que causan quimas del tronco de egoísmo ilógico que nos distrae y desocupa de los problemas reales y es tal la mentira hoy que los ex-presidentes y la oposición no asistieron a la ofensiva farsa de Sánchez apisonando algunas viejas armas nazis.
Gerry Adams, líder del Sinn Fein, teórica rama política del Ejercito Republicano Irlandés, IRA, modelo hoy para algunos, animaba en una entrevista publicada en El País hace 15 años a aplicar, irreflexivos y mecánicos, a la situación de Euskadi -y, ahora de Catalunya- los mismos -o similares- mecanismos de pacto que en Irlanda, pues decía que “la idea de que se puede resolver un conflicto derrotando al otro bando no funciona cuando se habla de autodeterminación" y añadía que, “debido al carácter militar de la situación -de Irlanda del Norte-, hemos tenido el desarrollo de una política de la fuerza física que es progresista, pero que se apoya en un brazo armado en vez de en la masa popular”, ¡triste fallo del omnipresente dañino ”progresismo”!, “si hemos conseguido algo, es dar la vuelta a la situación y tener algo parecido a un movimiento de masas”, un lóbrego simulacro usado para justificar la violencia injusta y el -extraño- “algo parecido a un movimiento de masas”, no como sueño nacionalista de expulsar a los británicos, sino como -imaginaria- reacción frente a “las injusticias palpables con que se encuentran los católicos” de Irlanda, de lo que nacería su “compromiso ideológico con el republicanismo” -Adams, al que copia hasta la cleptómana derecha pujolista, evita hablar de nacionalismo-, un “republicanismo” propio que ahora, ignaros, proponen en Euskadi y Catalunya con diferencias, pues en ambos territorios, en medio de sus ansias de “Pueblo” y “república”, quienes sufren las mayores “injusticias palpables”, son, evidentemente, los maketos, los otros.
Oculta Adams -y le copian, en especial, los de la extraña Esquerra, ya que su historia se lo pone más crudo a Bildu- su separatismo y roba el discurso a la diferencia entre ”pueblo” y “Pueblo”, que, más solidario, desarrolló con fatiga el filosofo italiano Giorgio Agamben al analizar, desde una izquierda real, la ambigüedad semántica y profunda contradicción existente entre el “Pueblo” de Adams, ideal cuerpo político integral, y el “pueblo”, multiplicidad fragmentaria de excluidos indigentes que lo forman, que Marx analizaba dentro de la genial idea de la "lucha de clases", guerra interna que divide al “Pueblo” y solo concluirá cuando se alcance la sociedad sin clases, o, para Agamben, cuando “Pueblo y pueblo coincidan y no haya ya pueblo alguno”.
Quien sepa y analice cómo “el poder no tiene mejor forma de legitimación que las situaciones de peligro grave y que a ellas apela en todas partes de forma permanente y, por ello, se esfuerza en producirlas secretamente” halla magníficos ejemplos actuales en las adulteradas “pandemia”, “derecho a decidir” o leyes de “(des)igualdad de género y LGTBI”, problemas reales pero, repito, viciados, deformados por el poder real, cuestión sobre la que el filósofo Agamben abre nuevos cauces al decir que “uno puede envolverse en la bandera y lograr apoyos con el discurso de los intereses patrióticos y tener un enemigo -un hombre del saco- tiene su utilidad política”, siendo cierto, evidente que, a quien detenta el poder o aspira a detentarlo -para ejercerlo en forma grosera- le interesa crear la apariencia de esa situación de riesgo grave y permanente; y, por ello, si en la realidad no existe, se crea.
Vuelvo a Savater, a Euskadi y Cataluña y, ejemplo de insoportable deterioro socio-económico, a El Egido, para ver las diferencias: en los choques de El Egido, no hay muertos, pese a los motivos reales, múltiples necesitados y excluidos, lucha de clases, mientras en Euskadi y Cataluña, donde la situación de los afectados es otra, por causas difíciles de explicar desde la razón humana ha habido -y hay- violencia, incluso muertos, lo que marca diferencias… que no explica Adams ni su rulo sobre Irlanda.
Hoy –me lo muestra la lectura lenta, con el detenimiento que exige, la larga y densa novela "Calle Este-Oeste", de Philipe Sands, reflexión sobre Hersch Lauterpacht, Rafael Lemkin y Hans Frank, totalitarismo y Derecho-, el siniestro lugar que ocuparon los judíos en la Alemania nazi, aquí, en Euskadi y Cataluña, a su modo con matices en cada lugar y momento, en el eterno y visible estado de excepción enquistado en sus territorios, lo ocupan los no nacionalistas, señalados, amenazados por no integrarse en un pretendido cuerpo político nacional, convertidos por el independentismo en el “pueblo” de Agamben, al que los “Pueblos“ alemán, catalán, vasco, …, tras exprimirlo a su egoísta interés, desprecian y, a partir de ello, usurpan la exclusiva representación de todos y pretenden anular al otro, eliminarlo para, en un bucle melancólico, volver a empezar, monopolizando egoístas y cómodos, a su conveniencia, el calor -en el peor sentido- animal de eso que -como otros muchos- consideran su establo, exclusivo y vitalicio pesebre, solo de ellos, por lo que entiendo llegado el momento de empezar a preocuparse y, por ello, andar con pies de plomo.
EL ROTO 07/03/2021
156 Los domingos, cavilar
Everybody Knows
Fernando Merodio
28/02/2021
“Todo el mundo sabe que los dados están cargados. / Todo el mundo los lanza con los dedos cruzados. / Todo el mundo sabe que la guerra ha terminado. / Todo el mundo sabe que los buenos perdieron. / Todo el mundo sabe que la lucha estaba amañada. / Los pobres siguen siendo pobres, / los ricos se hacen más ricos. / Así es como es. / Todo el mundo lo sabe" ("Everybody knows". Leonard Cohen)
"¿Qué es un periodista? Es un hombre que se supone que tiene ideas..., que debe a diario informar al público de los acontecimientos del día anterior... es un historiador sobre la marcha y su principal preocupación el deber de decir la verdad" (Albert Camus "La noche de la verdad")
EL ROTO 28/02/2021
Como a Leonard Cohen, vivir la vida enseña a todos muchas cosas importantes que convierten a quien mira cómodo hacia otro lado, prefiere ignorarlas, no conocerlas en lastre ajeno a la causa del diario afán humano; todo el mundo debiera saber -pienso que sabe- que el problema esencial es la brutal e injusta desigualdad consolidada, consentida a que no nos enfrentamos, enfangados como estamos en el lodo de falsos debates, una desigualdad que nace del evidente hecho cierto de que solo la fuerza del trabajo al actuar sobre los bienes de la naturaleza genera riqueza que no va, en gran medida, a las curtidas manos de los propietarios de la fuerza que labora, sino a las delicadas de cleptómanos acaparadores de capital, dinero robado que utilizan unos pocos para explotar a muchos, un capital acumulado al que el Marx más actual y necesario llamó plusvalía, expresión en dinero de la diferencia entre lo que la fatiga del trabajador genera y lo que, injusto, paga el capital por tal fuerza de trabajo.
Todo el mundo debiera saber -pienso que sabe- que la riqueza de los -muy- ricos, los amos del capital -del mundo- se levanta, además de sobre la explotación, sobre el dolor y la miseria que suponen las guerras, la inmigración, el ilícito, sucio dinero corrupto de la droga, la prostitución, el agresivo expolio de la riqueza del territorio colectivo,..., maldad que es firme pilar que sustenta la tenebrosa caverna en que excesivos usureros poco humanos engrosan, alejados de la luz, su poder.
Todo el mundo debiera saber -pienso que sabe- que el -que dicen- "nuevo orden mundial" asentado en la "globalización" no es más que una mayor concentración de poder que incrementa las desigualdades y disminuye libertades para consolidar su "ordenado" caos, ahora ayudado por esa "cosa" conveniente que dicen "pandemia" y no es más que, aquí manoseada por la agencia mercantil de colocaciones llamada PSOE, los falces populistas de "Evita" Iglesias y el incendiario alarmismo que avivan, en especial peligrosa la Sexta, los medios, un enorme -¿irreversible?- retroceso en las empíricas conquistas sociales -no los señuelos que ahora son portadas de telediarios y pancartas en festivas procesiones "progresistas", ¿qué pensaría Camus de todo ello?-, conquistas arrancadas en dos siglos de arriesgada y valiente lucha de clases por unos pocos; John Berger lo calificó como vuelta a los inicios de la revolución industrial, mientras los mandamases del capital, que declaran urgente, "imprescindible desmontar el Welfare State", Estado capitalista de bienestar, providencial, benéfico,... mundial, se han entregado a una desenfrenada, travestida carrera de destrucción de puestos de trabajo/salarios y de esas prestaciones sociales que simulan compensar una parte de la plusvalía robada, empeño destructor que aquí encabeza la medieval filántropa del arte y la cultura que, a grandes mordiscos, devora lo mejor del centro de la ciudad a la que sus mayores robaron el nombre... para arrastrarlo por el fango.
Todo el mundo debiera saber -pienso que sabe- que, hoy, izquierda y derecha son categorías verbales, palabras degradadas por un uso malicioso, pervertido para utilizarlo en periodos electorales y captar a ilusos muy despistados y que quien quiera intervenir, cambiar la -muy sucia- realidad deberá manejar conceptos, ideas diferentes a las viejas, agotadas; hay que pensar y, tras hacerlo, hablar de norte y sur, pobres y ricos, explotadores y explotados, víctimas y verdugos,… para, a continuación, decidir sin engañar ni engañarnos de qué lado queremos estar y, a partir de ello, actuar, pues cualquier otra postura, a la que no siga acción, es filfa, apariencia sin sustancia.
Todo el mundo debiera saber -pienso que sabe- que, hoy, los partidos políticos, los sindicatos y demás grandes organizaciones caducas con subvenciones públicas y ayudas -más que- sospechosas del capital, esos viejos dinosaurios que imparten doctrinas caducas sin ninguna relación con la realidad y la acción, aferrados a sus puestos, palancas para -exclusivamente- medro personal, dependientes de lo peor del Estado y la sociedad,... que, salvo -y solo en ocasiones- a través de la pamema del voto no representan a nadie, pues, hoy, la democracia es ficción en la que -poder y política incumplen el contrato social- no guardan ni las formas, salvo que haya elecciones, haciendo que Cornelius Castoriadis, Socialismo o barbarie, reflexionara inteligente acerca del "misterio teológico" que es evidente en el exclusivo florecimiento de -las formas de- nuestro potencial democrático cada cuatro, cinco, siete,... años.
Todo el mundo debiera saber -pienso que sabe- eso y muchas cosas más,..., en especial las que afectan a cada uno en su egoísmo personal y, por ello, todo el mundo debiera saber -pienso que sabe- que es imprescindible y, además, urgente pensar, hablar, organizarse y luchar aprovechando los múltiples y novedosos pequeños movimientos que se expanden por el mundo, defensores del territorio, okupas de lo que nos han robado, feministas reales, pacifistas por la paz de todos,..., que abandonan los manipulados cauces de participación y no recurren a falsas cuotas, demagógicas o a leyes represivas, como la que la PSOE y los nuevos ricos populistas usan para "amordazarnos" so pretexto de lo que llaman "pandemia", y enfrentarse en sus concretos ámbitos de vida al "nuevo orden mundial" que impone el capital, intentar usar, aún sin saberlo, la vieja arma "internacional" comunista que es el "trueno de la razón en marcha", engranaje muy humano para lograr que "el mundo cambie de base" y, al ser tan evidente todo ello, no precisar repetirlo machacones, pero eso sí, no parar y antes de que sea tarde, unirse con el mayor número posible en torno a la tarea.
Decía El Roto en su viñeta del viernes pasado que “las democracias solo funcionan bien en las dictaduras” y lo mostraron Franco, Girón de Velasco, Revilla,… con su “democracia orgánica” durante 40 años, que el último ha perpetuado otros tantos en el machito, evidenciando, con su nula valía, un fracaso colectivo, a cuyo pesar me animo con lo que todo el mundo debiera saber -y no sabe-, lo que dijo Camus, periodista de verdad, no de ahora, redactor del clandestino Combat, con tal grado de rebeldía moral que, bajo la mayor presión, sabía decir no: “Pese a que la verdad se escurre entre los documentos, quienes luchan, son honestos” y “no pierden la esperanza (…) hallan bajo este cielo recompensa” en “la noche de la verdad”; hasta tal noche, conviviremos, impávidos, con hechos tan insoportables como lo del que dicen “rey emérito” y es un espantapájaros peligroso para todos, hechos tan esperpénticos como el llevado traído 23-F, sobre el que un amigo que sufre en su familia la injusticia de la Ley de género, currante jubilado, socialista de verdad que, por ello, hace ya años abandonó la PSOE me entrega una larga sabia nota manuscrita en mayúsculas, con errores ortográficos de quien empezó a trabajar a los 10 años, explicándome irritado que el espectáculo fue “un tongo que nos montaron las élites hace 40 años con un simulacro de golpe de Estado, todos los políticos, derecha e izquierda, nacionalistas, empresarios, periodistas y militares”, con “contactos propiciados por A. Armada, 22/10/1980, con el PSOE a través de Enrique Múgica, (…) Joan Raventós, Antonio Siurana, (…) Jordi Pujol y su mujer (…), pero Tejero buscaba implantar un sistema autoritario (…)”, o tan próximos cómo los pijos del “Tennis” presionando para que sus amiguitos de la PSOE prevariquen/malversen -lo denunciaremos-, pues a ellos no les gusta una escollera; solo nos salva que, como dice Wislawa Szymborska, premio nobel polaca, “ningún día se repite, / ni dos noches son iguales, / ni dos besos parecidos / ni dos citas similares”.
Coda para un impresentable indigno.- Miguel Iceta, ridículo bailarín, ministro gordito de la mercantil PSOE, regala en primera página de El País de hoy un titular histórico: "¿Coste político del indulto? ¿No lo tuvo para Suárez legalizar el PCE?". Mezclar el egoísmo golpista de catalanes cobardes y el militante heroísmo comunista de 40 años contra Franco... mientras ellos estaban de vacaciones, es de sinvergüenzas canallas.
155 Los domingos, cavilar
Una pocilga
Fernando Merodio
21/02/2021
“2. f. Coloq. Lugar hediondo y asqueroso” (Pocilga, de ‘porcile’. Diccionario de la RAE)
“Un Estado en decadencia fomenta los nacionalismos; un Estado en buena ventura los desnutre y los reabsorbe" (“Dos visiones de España”. José Ortega y Gasset. Debate parlamentario sobre el Estatut. Mayo 1932)
"Sé que es más difícil gobernar España ahora que hace cincuenta años y más difícil será gobernarla dentro de algunos". (Idem. Manuel Azaña Díaz)
La edición del tricentenario, actualización 2020, del Diccionario de la Real Academia de la lengua española recoge la palabra “pocilga”, en sentido coloquial, como un “lugar hediondo y asqueroso”, dando el mismo Diccionario a “hediondo”, entre otros, los sentidos de “que despide hedor”, “molesto, enfadoso e insufrible”, “sucio, repugnante y obsceno”, al tiempo que define “asqueroso” como algo o alguien “que causa asco, o repulsión moral y física”, por lo que cuando, en este caso y momento, cavilo sobre “una pocilga” lo hago, con repulsión y asco, pensando en un lugar, cuando menos, muy molesto, enfadoso, insufrible, sucio, repugnante y obsceno.
Leo, otra vez, con desasoseada urgencia, las intervenciones de Ortega y Gasset y Azaña, dos parlamentarios que obligan a avergonzarse de lo que ahora soportamos, en el debate previo a la aprobación por la mitificada Segunda República, en setiembre de 1932, del Estatut de Catalunya y veo que Ortega hermanaba el “nacionalismo particularista” con un vago sentimiento que hace que una colectividad pretenda vivir, lo adorne como lo adorne, mirándose el ombligo, quiera apartarse del resto con que cohabitó antes y ahora deambule buscando la ilusoria tierra prometida, obligando al filósofo a plantear la central, quejosa cuestión sin respuesta, “¿qué es eso de proponernos conminativamente que resolvamos de una vez para siempre y de raíz un problema, sin parar en las mientes de si ese problema, él por sí mismo, es soluble, soluble en esa forma radical y fulminante”, a la que él mismo responde hace casi 90 años, repito, diciendo que “el problema catalán, como todos los parejos (…) es un problema que no se puede resolver, que sólo se puede conllevar”, cuestión frente a la que Azaña, también pensador pero más político y uncido a la conveniencia partidista, pretende embarcar a España en la inabordable tarea titánica de, casi nada, “enfrentarnos con la organización del Estado español de que venimos y rectificarlo en su estructura y en su funcionamiento, en sus fines y en sus medios”.
Azaña, insisto en que más político que Ortega, pretendía transformar el nacionalismo en mera cuestión de formas, en problema estrictamente político, mientras Ortega, más filósofo que Azaña, optimista bien informado que era criticado por una cierta tendencia jacobina, lo consideraba, con pesimismo, un problema irresoluble; el tiempo, los 8 años de República fallida y guerra (in)civil y los casi 40 de tolerada y silenciosa paz de necrópolis, travesía del desierto siguiendo a un pequeño, orondo y chillón flautista con espadón y fajín permite, en la situación actual, cavilar de modo similar al filósofo, llegar a ver irresoluble el problema, entender que hay propuestas que empeoran el conflicto y, al tiempo, recordar cómo, desde su mayoría presidencial de la República, Azaña ganaba el troncal debate y abordaba, para fracasar, la titánica tarea planteada a todos con inteligencia pero con muy poco o ningún rigor político… y sin solucionar nada.
EL ROTO 11/02/2021
Tras salir de la pesadilla que fue el nazionalismo enloquecido y triunfal del rechoncho chillón del fajín, ahora reverdecen, como cuando la República de Ortega y Azaña, "lo catalán", "lo vasco", "lo..." y el peñazo del "problema nacionalista" nos confina, de nuevo, en una pocilga en la que la forma en que lo tratan los "políticos" actuales, ¿dónde estarán los filósofos?, es amplio y evidente catálogo de la escasa, nula base ética, cultural, social,... en que se asientan sus erráticas, egoístas (faltas de) ideas, reducidas a un supremacismo incluso racista, asimilable en fondo y forma al nazional-sozialismo, el nazismo, con la fortuna para el resto de nosotros de que, sin su brutal fuerza, se reduce a inconexos gritos tribales que ellos dicen nacionalismo democrático, siendo un núcleo duro de aprovechados y un resto, flotante alrededor, de cómodos lenguaraces implicados, con su mimético parloteo, en enfangar más la pocilga.
Todo ello recuerda las primeras escenas de la gran película, crepuscular western, Sin perdón/Unforgiven, en que Clint Eastwood, William Mummy, sanguinario forajido retirado, decían que regenerado, abandonado a su suerte en medio del salvaje oeste norteamericano, viudo solo ayudado por dos hijos, niño y niña pequeños, se revolcaba en el maloliente fangal de una pocilga adosada a su pequeña vivienda, en medio de la nada, afanándose en separar mugrientos cerdos enfermos de otros, mugrientos también, sanos, hasta que, cansado, delegó un día en sus hijos el cuidado de vivienda y pocilga, abandonó la tarea de inventariar cerdos, atendió a la permanente, emocionante, profunda llamada de lo salvaje, latente en la raza fiera y, a cambio de un dinero para él fácil, decidió ir a matar a unos vaqueros que, ignorantes y borrachos, habían marcado a cuchillo el cuerpo, herramienta y fuerza de trabajo de una prostituta para, tras concluir, no exento de heroísmo y belleza, tan justiciero y cómodo trabajo, regresar a su casa y pocilga y, con el dinero ganado y sus hijos, iniciar una nueva vida, mejor que la anterior, dicen.
Otra opción, más literaria si se quiere, de abandonar la pocilga en que nos confinan catalanes, vascos,… y políticos ignorantes, quebrando el Derecho, incluso lo humano con irreales debates sobre si es libertad de expresión el enaltecimiento del terror, ¿y el de la pederastia?, ¿y el de, ¡uf!, la violencia de género? hasta el infinito extremo, sin nadie preocupado por lo esencial, lo que afecta a la libertad, igualdad y fraternidad traídas por jóvenes revolucionarios franceses, lo que priva de todo sentido a marchar con quienes, trufados con odiosos populismos, dicen dirigirnos, obligándonos a ser, sobre todo, individuos, pequeños grupos que inventarían cerdos con la ilusión que Simbad el marino, sabio personaje del sabio oriente, definía como "aventura difícil de explicar, añadiendo gráfico que "una noche sin luna y sin estrellas, en medio de la oscuridad más cerrada del océano... ¡apareció un dragón que lanzaba inmensas bocanadas de humo" e iluminó, a quien supo, la sombría y triste sinrazón que es vivir.
Esperanza más real, asida a la política, ofrece el "Anti-Dühring" de Friedrich Engels, al ilusionarnos con que "(...) en todas partes subyace al poder político una función social y, a la larga, el poder político solo subsiste cuando ha cumplido la misma", ¿cuál será la de nuestros ineptos sátrapas?, una función que Marx relaciona con la "lucha de clases" y dice que solo concluirá al lograr una sociedad sin aquellas o, según Giorgio Agamben, cuando "Pueblo y pueblo coincidan y no haya ya, propiamente, pueblo alguno", confundidos el "Pueblo" que tanto -dicen- preocupa al egoísmo nazionalista, y el "pueblo" sujeto político constitutivo de la clase que, de hecho y derecho, se pretende -y logra- excluir de la política, haciendo que Walter Benjamin afirme que “la tradición de los oprimidos nos ha enseñado que el estado de excepción en que vivimos es la regla” y “debemos llegar a un concepto de historia que se corresponda con tal hecho”.
Si una sociedad, la española por ejemplo, soporta el egoísmo nazionalista, sus políticos hablan, ignaros, de negociar -¿qué?- con expoliadores desleales y tal caldo se cultiva por los nuevos bárbaros junto a anticonstitucionales leyes de (des)igualdad de género, que son regalo al lobby femenino, más del 50% de los electores, o elige que gobierne (¿) una turba que ni piensa en mejorar algo la desigualdad socio-laboral-económica, aplica la “ley mordaza” de Rajoy, define legal enaltecer todo terrorismo, no condena más violencia que el ruido cercano a sus lujosas viviendas, llama antifascistas a los burguesitos, alevines de incendiarios, destructores de, sea quien sea, el otro, iguala a golpistas presos o huidos de la ley con el exilio republicano,…, sin deber olvidar a su "oposición", nadie puede negar que, tal como la define la RAEL en su Diccionario, vivimos en una pocilga, algo que, inmisericorde, nos dice qué somos.
EL ROTO 18/02/2021
154 Los domingos, cavilar
Mandan los más (des)leales
Fernando Merodio
14/02/2021
"(...) cuya pretendida destrucción supondría un atentado contra la historia, el patrimonio y la vida de nuestra villa, con la exclusiva finalidad de construir un bloque de pisos y un garaje subterráneo privado en el espacio ocupado por el ala oeste" (De la defensa por Santoñeses del antiguo Hospital Militar napoleónico de Santoña contra la mercantil PSOE)
EL ROTO 09/02/2021
Dice Éric Vuillard que "hay mucho que hacer, siguiendo al pié de la letra el fabuloso pensamiento de Baltasar Gracián: No es uno solo el que vale por muchos", pues "nadie tiene una idea redonda y general que proponer", siendo "de las discusiones, de la inteligencia colectiva de donde broten las nuevas formas de solidaridad", reflexión que desarrolla en la novela corta "14 juillet", "14 de julio", sobre hechos -como los de hoy- que exigieron tomar ese día, un martes de 1789, la fortaleza prisión de la Bastilla, toma revolucionaria que relató desde el punto de vista de sus actores, gentes anónimas movidas por el abuso absolutista, la necesidad, el malestar,... que excluyeron de tal "nueva forma de solidaridad" a los que se lucran con el capital o la clase media -y menos que media- acomodada, la burguesía que cree que su ser actual y futuro están resueltos, poniendo su esperanza en que los "abducidos por las mentiras de capital y burgueses, desclasados, acepten ser en la práctica lo que se llamó proletariado y asuman las exigencias de lucha reivindicativa que le caracterizó”.
Fue aquel 14 juillet una de las chispas que provocaron el incendio innovador de la Revolución Francesa que acabó con el Ancien Régime, la monarquía absoluta, dio otro sentido a la Historia y abrió paso, con la Enciclopedia y la Ilustración, al Estado moderno, la libertad, igualdad y fraternidad, la representación popular, la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de Robespierre -no confundir con la ONU, esa cosa, y los Derechos Humanos-, aprobados por la Asamblea Nacional Constituyente el 26 de agosto, días después del asalto a la Bastilla; fueron actores que aquel 14 de julio de 1789 ocuparon la fortaleza prisión, cárcel creada por el cardenal Richelieu como símbolo del arbitrario abuso absolutista gentes anónimas movidas contra la injusticia por la necesidad, rostros no conocidos, Begart, Boutillon, Cochet, Poirier, Falaise, Blanchard, Ezard, Provost,..., que dejaron a los sabidos jóvenes promotores intelectuales, Robespierre, Danton, Desmoulins, Marat, Saint-Just, Babeuf, Hébert,..., muertos en la lucha, o al tenebroso Fouché, sin hueco para atribuirse el símbolo, (de)mostrando que "la Historia -con mayúscula- la construyen (que no escriben) ciudadanos anónimos, masa sobre la que los historiadores suelen pasar de puntillas en pos de los grandes nombres", Historia que, en general, solo avanza en momentos de caos, lo que empujó a Vuillard a concluir su relato con una ilusión: “(…), cuando el tiempo es demasiado gris, cuando el horizonte es demasiado mortecino, deberíamos abrir los cajones, romper los cristales a pedradas y arrojar los documentos por las ventanas. (...) Sería bonito, divertido y regocijante. Los miraríamos caer, felices, y deshacerse, hojas volantes, muy lejos de su temblor de tinieblas".
Aquí ahora tenemos lo que nos hemos ganado, lo que ha traído -limitarse a- votar, un corrupto caos controlado por ignorantes, endogámicos totalitarios que, (ab)usando (de) tenernos confinados, privados de libertades con su opresión policial y "ley mordaza",... mandan, pues gobernar es otra cosa, exige honradez, saber, preparación, humanidad y, sobre todo, grandeza, de lo que, es evidente, adolecen los que aquí ahora, insisto, mandan con una autoridad falsa -carente de auctoritas-, castigan con decretos-ley, su totalitario instrumento favorito, presumen -en falso- de haber sido investidos por el "pueblo soberano", pueblo descabezado que no vota a personas, sino a partidos totalitarios -que se dicen- políticos, apoyados en los manipulados medios de (in)comunicación, que imponen sobre nosotros -solo sobre nosotros y no sobre quien de verdad manda- un poder -casi- absoluto, antidemocrático; insisto en que gobernar exige humanidad, autoridad moral, grandeza,... y basta mirar para ver que nada de ello tienen los que mandan, que solo saben pactar sus poltronas con el peor enemigo, el capital, el más sucio dinero, alejados del buen gobierno, preparándose para viajar hacia un bien remunerado, cómodo, placentero, pero tenebroso, lugar incluible en el memorial de relatos de la "Historia universal de la infamia" de Jorge Luis Borges.
La característica que mejor define a nuestros actuales "políticos" es su radical deslealtad hacia los ciudadanos, convertidos en solo -cómodos- herederos de quienes arriesgaron sus vidas para tomar la Bastilla y nos dotaron de un contrato social fiable, que hoy no es pueblo soberano sino sumiso al poder de siempre y al capricho de gobiernos no elegidos, de partidos incontrolados; ejemplo y paradigma de deslealtad brutal, sin representar a nadie, salvo a él, su familia e intereses, es “Evita” Iglesias, del que alguien dijo dudar si su objetivo era la revolución o, populista estúpido sin sustancia, ser rico y famoso y que vago, no elegido por nadie y sin capacidades visibles, ha conseguido cobrar el sueldo de vicepresidente del gobierno sólo porque conviene a Sánchez, apparátchik, funcionario vitalicio de la PSOE, que mira para otro lado cuando el peligroso profesor interino, sin usar su alto cargo salvo a su favor y no por motivos de clase, desigualdad, denuncia de la injusticia,…, nos insulta al decir que ”no hay una situación de plena normalidad democrática en España”, llegando a comparar, tan desleales como él, el egoísmo golpista de los independentistas, presos o huidos cobardes de la Ley que castiga incumplir el contrato social, con el heroico, duro exilio de familias a las que, por defender la Ley, persiguió Franco, para en el colmo -sin duda para limpiar al FRAP paterno- proponer incluso despenalizar el enaltecimiento del terrorismo ¿Hay quién dé más por menos y con mayor sueldo?
Infografías de lo que quiere la PSOE (izda.) y cómo debiera quedar el Hospital Militar (dcha.)
Alzado del edificio y los garajes que apoya la PSOE y exigen derribar el ala oeste
Santoña, villa marinera situada frente al Laredo que fue fuente de financiación de la mercantil PSOE, tiene varios fuertes en el Monte Buciero y un Hospital Militar en su centro, importante vínculo histórico con la ocupación napoleónica que define un lugar cultural que, en otro país, con más gobierno que mando, más ambulancias que furgones policiales represores, estaría protegido, hoy sufre el ataque de un -ordeno y- mando con modos, sin duda, heredados del nativo almirante Luis Carrero Blanco, mano derecha de Franco, con un corregidor actual que contrata y paga en el consistorio como si fuera un cortijo… solo suyo y que, además, por causas que se investigarán, ha decidido, porque lo necesitaba para intentar construir un bloque de 4 alturas y unos garajes en el entorno de protección del Monumento BIC antiguo Hospital Militar, negocio privado, derribar -ver infografías y planos- manu militari, sin respetar días de fiesta, con rápida, agresiva explanadora, no piedra a piedra que revisaran arqueólogos del gobierno como exige la Ley en entornos protegidos, sin resolver las exigencias del recurso de Santoñeses, pequeño, honesto, serio grupo, apoyado tal corregidor en el omnímodo mando -que, perturbado, cree- que tiene la PSOE en la villa, la región, España entera,…, apoyado en este caso por dos favorecidos, una endogámica ejecutiva y el -no se sabe bien por qué- siempre risueño mandamás regional que, sin otro mérito ambos que vivir del partido, cobran como directora y consejero para proteger, dicen, el patrimonio cultural de todos… cosa que, desleales, no hacen, por lo que, si fuera cierto que esto sea un Estado de Derecho, tendrán que explicarlo todo en los tribunales; desleales con la villa que debieran proteger, desleales con la norma que exige que miembros de la mercantil PSOE que manda en el ámbito local, se abstengan y no resuelvan los recursos en que eligen que es mejor un suculento negocio privado modificando para ello el PGOU que impedir la destrucción de un BIC, de un lugar cultural destruido tras el paso de una aplanadora conducida por Atila y sus hunos-, o de lo que haga falta en aras del lucro privado… o de vete a saber qué; un destrozo tras el que alguien exigirá, ejemplar, reconstrucción.
Coda para -desleales- Revilla y sus cuates de la PSOE- que cada vez que dañen a alguien -y digan que lo hacen- contra la pandemia, dejen un 10% de sus opulentos, inmerecidos estipendios para un fondo de resistencia de quienes no tengan trabajo.
153 Los domingos, cavilar
¡Accionistas de todos los países, uníos!
Fernando Merodio
07/02/2021
“¡Proletarios de todos los países, uníos!” (Llamamiento final de “El manifiesto comunista”)
"Al principio era dinero, ahora se trata de destruir (...) Estoy preparado para perder lo invertido; en este punto es casi una guerra de clases" (Pequeño inversor en Wall Street)
El 17 de mayo de 2005, hace 15 años, reflexionaba en voz alta en Alerta sobre ideas del espectro que, según Marx y Engels, en 1847 recorría Europa y, al hilo de su final, “¡Proletarios de todos los países, uníos!”, tejía una ilusión que, aliviando el agobio de hoy defendiendo, frente a la especulación rampante, el Hospital Militar napoleónico de Santoña o luchando contra políticos lobbystas y corporaciones empeñados en sembrar las montañas de montajes industriales eólicos, con leves matices de estilo, lleno de actualidad por la ilusa -y dudosa- revuelta de pequeños en Wall Street, cómodo, calco.
“Dicen los autores del “Manifiesto comunista” que los pueblos primitivos producían sólo para sobrevivir, que la propiedad de los medios de producción, escasos, era colectiva y que las relaciones entre los miembros de la sociedad, de colaboración, concluían en un reparto igualitario, justo. Sea o no cierto todo ello, algo así pretenden los teóricos del sistema que denominan socialista/comunista. Simplifico y explico.
Analizaban Marx y Engels la realidad de 1847, su tiempo, y se preguntaban cómo era posible que, siendo tantos los trabajadores que arrancan riquezas de la naturaleza y producen nuevas riquezas, la mayor parte de ellas vayan siempre a parar a manos de unos pocos. Otros. Siempre. Razonaban que el motivo está en que la propiedad de los medios de producción no es colectiva y el trabajador no es realmente propietario de su fuerza de trabajo; todo es de unos pocos, los capitalistas.
Aclaraban que capital no es lo mismo que dinero y que no es capitalista cualquiera que haya juntado una cierta cantidad de aquel. Capital es dinero empleado en comprar medios de producción y fuerza de trabajo de otros; capitalista es el poseedor de dinero que, en el uso de ese dinero, tiene como único fin apropiarse de lo que Marx denomina plusvalía: diferencia entre el dinero empleado en comprar medios de producción y fuerza de trabajo de otros y el valor de lo que genera la fuerza de trabajo del trabajador; además, el capitalista quiere hacer siempre lo mismo: más dinero, comprar más medios de producción y fuerza de trabajo, más plusvalía,… Una espiral eterna.
Lo llamaban explotación del hombre por el hombre, afirmaban que tanta opresión generaba lucha entre explotadores (capitalistas) y explotados (trabajadores), lucha de clases; abierta unas veces, otras latente. Concluían que para acabar con la explotación y la necesidad de lucha no basta con liberar a los trabajadores explotados, es preciso emancipar, al tiempo y para siempre, a la sociedad entera. A todos. Me parecen datos ciertos que, bien explicados, pudieran incluso ayudar a que los niños, desde pequeños, piensen. Es muy simplificado y esquemático, de acuerdo, pero sé que la realidad, con su inmensa complejidad, no está muy lejos.
Al contrario de la explotación, siempre impuesta por la fuerza, la emancipación no se consolidará debidamente si solo viene apoyada en la violencia… Por mucho que en ocasiones la fuerza física parezca necesaria, no es suficiente. La emancipación de verdad, firme y profunda, llegará como y cuando pueda, pero sólo será sólida si se basa en la razón, la inteligencia, la cultura.
Aquí ahora, lo que dicen socialismo, progresismo, nos aleja; empeñado en separar a los niños, desde la escuela, del hábito de pensar, reduce al mínimo el aprendizaje de la filosofía, la historia, la música,… Pretende justificar su ansia de cultura con la lectura anual y pública del Quijote y creando nacionalidades y naciones pluriculturales sin límite; interés partidista, seguridad, ¡de ellos!, que están en lo oscuro de la caverna, sus migajas de poder; saben que ahí afuera están las dudas del pensamiento, las luces y las sombras del hombre complejo y obligan a estudiar lo que ellos, situados a la derecha de la derecha, manden -economía, mercadotecnia, marketing, dirección de empresa,…, leer prensa salmón, ser aprendices cutres del capitalismo de bolsillo. No pensar. Descartes se equivocaba e, inteligentes, hay filósofos que lo expresan en una pancarta: “Pienso, luego molesto”, soy un estorbo, no existo. Eugenio Trías -era 2005- se llega a preguntar incluso si el partido que se llama socialista, progresista, odia la filosofía. Tiempos peligrosos, de pensamiento cautivo.
Hoy -insisto, 2005- prima una concepción formal o procesal de la democracia. Max Gallo, argumenta su oposición republicana a la llamada Constitución Europea y razona contra la negación de la capacidad de pensar que se ha instalado en nuestra sociedad afirmando que tenemos una democracia “de apariencia, una democracia oligárquica, de aprobación: se sobreentiende que no se puede decir no”. Una rigurosa encuesta de Gallup Internacional, realizada en 1999 entre cincuenta mil personas de sesenta países, evidenció que solamente uno de cada diez encuestados pensaba que su país está gobernado por la voluntad del pueblo. Aquí ahora -2005- serían menos.
Francisco Umbral define –en 2005, repito- a Rodríguez Zapatero, modelo de progresista y lenguaje pervertido, como “un socialista convencional, un chico de los frailes, un traidor por indecisión, un ambicioso que secretea en la sombra, un eterno adolescente de la política, un líder ligeramente cursi”; reflejo de la sociedad toda, un “parlamentario de peluquería”. Periodística, gráfica definición del personaje y de la situación; salvo en lo de socialista -ni adjetivado de convencional lo acepto-, estoy de acuerdo en todo.
Acabemos con la simplificación del inicio. Hoy vemos que el capitalismo propicia la (con)fusión del capital industrial, directamente vinculado a la propiedad privada de los medios de producción y la compra de fuerza de trabajo, con el capital financiero, que obtiene dinero del dinero y se agrupa en la denominada oligarquía financiera. También vemos que entre ambas manifestaciones del capitalismo existen contradicciones evidentes y, a consecuencia de ellas, importantes enfrentamientos. Permanentes. Sin necesidad de hilar fino, vemos que la Bolsa no es en España la de 1831, cuando fue creada y facilitaba al Gobierno un instrumento adecuado para manejar la Deuda pública; hoy el dinero que el capitalismo financiero usa en Bolsa, en las grandes sociedades, en las multinacionales,… es suyo, de pocos, capitalistas grandes, medianos o pequeños, pero también, sobre todo, de muchos ahorradores, asalariados que, contradictorios, invierten lo que les dejan quienes se llevan la tajada del león, la plusvalía; son trabajadores odiosos –a los que desprecio-, con la vana, desleal idea de extraer plusvalía de otros, que se pliegan, permiten que quienes aportan una ínfima parte del capital total, los auténticos capitalistas, les manipulen y les roben.
Seria reflexión final con apariencia de broma. Hace ya tiempo, para mover el mundo Arquímedes pedía un punto de apoyo para mover el mundo; hoy, para moverlo o cambiarlo bastaría que los muchos pequeños accionistas de las grandes sociedades utilizaran como punto de apoyo el inmenso poder de su número y derecho de representación en las juntas; si hubiera socialistas y se ocuparan de lo serio, en los países que se dicen avanzados hoy añadirían al “¡Proletarios del mundo, uníos!” que cierra el Manifiesto de Marx el sencillo y lógico: ¡Accionistas del mundo, uníos!
Cavilado en 2005, ilusa mente, hoy lo uno a la "rebelión de inversores aficionados contra fondos buitres, amenaza -dicen- de cambiar las reglas de la Bolsa", lo repito y, también contra nocivas idioteces pequeñoburguesas de Evita Iglesias e Irene Montero, leo a Catherine Millet, feminista, afirmar que hoy "hay una regresión en la forma de vivir la sexualidad femenina" o a El Roto, siempre, avisar que "propusieron sustituir los puntos cardinales por la orientación sexual, la iniciativa tuvo una gran acogida…".
152 Los domingos, cavilar
Próstata, virus y genocidio
Fernando Merodio
31/01/2021
"La pequeña población se halla en medio de una gran llanura (...) Comienza con pequeñas chozas y termina con ellas. Al poco las chozas son reemplazadas por casas. Empiezan las calles. Una discurre de norte a sur; la otra de este a oeste" (Joseph Roth "Judíos errantes")
"El ser humano individual (...) es la unidad última de todo el Derecho" (Hersch Lauterpacht)
"Los ataques a grupos nacionales, religiosos o étnicos deberían pasar a considerarse delitos internacionales" (Rafael Lemkin)
Según los libros la próstata es una glándula de secreción externa del hombre, del tamaño de una castaña, forma de cono de vértice superior, situada en la pelvis detrás de la sínfisis púbica, delante del recto, bajo la vejiga de la orina, que, a partir de la pubertad, elabora y segrega el jugo prostático, licor que al eyacular mezcla con espermatozoides generados por las vesículas seminales, lo que, incluso mal sabido, suena serio, en especial cuando conocemos que, junto al agrado, llegados a una cierta edad apareja riesgo real de cáncer, no tan malo para el atorrante "progreso" feminista como el ubicuo de mama que sufren, totalitarias, injustamente sobre-protegidas, algunas mujeres, un riesgo, aquel cáncer, que para mí, hace años, devino en grave, real pues, con apariencia aun sana, me pesaron más, dicen, los genes del abuelo materno muerto de ese mal en 1963, sin hospital, entre dolores y gritos, haciendo que alguien, cruel y estúpido, lo atribuyera a castigo semi-divino, por su afición a la -casi- siempre grata práctica sexual, lo que unido a haber causado también la muerte de mi hermano menor y pese al éxito médico de mi grave, larga operación, emborronado por un nocivo, infrecuente síndrome compartimental, suelo vincular la cuestión individual de tan seria glándula a hechos, reflexiones y cosas importantes del animal pensante.
No olvido la desapacible sensación que, ya antes de mi pelea con las cancerosas células, la dificultad para orinar, la sonda y demás problemas, tuve hace tiempo al leer un artículo de Muñoz Molina -por mí ponderado en otras cosas, no en su querencia al calor de establo, al refugio en tablas que, a toda su familia, facilita el grupo Prisa-, en el que, con crueldad en la que percibí mala ideología, decía de Nathan Zuckerman, alter ego de Philip Roth en sus relatos, tras ser operado de próstata, que “el sátiro temerario de tantas novelas ahora es un eunuco; el varón arrogante y enérgico tiene que cambiarse varias veces al día de pañal para no oler a meado”, algo irreal, brutal conclusión, alejada de la realidad, sin duda por diferencias insalvables entre su cultura diaria -acaso- sexual y la de Roth/Zuckerman, tan vitalmente dispares, afirmando que quien “parecía prometer la gratificación universal y la juventud ilimitada, descubre con estupor y rabia que le ha llegado la vejez y que delante de sí, igual que a su alrededor, no tiene mucha más perspectiva que la enfermedad y la muerte”; descripción que provocaba mi desagrado, enojo, incluso cólera, al incluir hipótesis sobre la vida del autor, concluyendo que, tal vez, habría transmitido a Zuckerman “también su furia y su experiencia de la enfermedad”, lo que me obligó pensar que, sin duda, lo envidiaba.
No parece que el granadino, 65 años hoy, hubiera leído Patrimonio, el individuo en difícil grupo mínimo, el familiar, la turbadora relación descrita por Roth a los 58, él enfermo y su padre en dolorido ocaso, la forma en que lo describe y cómo limpia sus incontenibles excrementos; el modo de hacerlo -“estaba bien y era lo que tenía que ser”- definía su real, más valioso, quizás, patrimonio y, si lo leyó, no lo entendió, siendo inexplicable que le califique de sátiro arrogante y le lance tarascadas, usuales en el -falso- mundo cabal de la SER y El País, controlado por quienes ocupan lugar privilegiado en la formación de una dañina "opinión pública", (ab)usan (d)el poder en un medio que calla, tapa porque le interesa, la corrupta gestión política del interés general, de lo colectivo, tarea en la que, en este caso, él lanza homilías, insisto en que quizás con envidia, contra la intransigente posición sexual del serio novelista judío y el modo en que, voluntariamente, disfrutó libre los fluidos de sus vesículas seminales.
Es lo de Muñoz Molina reflejo, cierto, del miedo -asentado ahora dañino en lo colectivo usando un mínimo manipulado bichito- un miedo que Manuel Cruz, filósofo de andanza triste en la PSOE, casi al tiempo integrado/expulsado de la acción política, identificaba no con temor al otro sino “a lo que de nosotros vemos en él”, definido hoy por lo que, en influyentes, cómodos ambientes, consideran correcto, ámbitos en los que en el tumor maligno vinculado a los genes y, dicen, también a algún insano hábito de vida- las células crecen libres, autónomas, fuera del orden fijado y, egoístamente, invaden lo vecino intentando apoderarse de ello, permitiendo construir feas metáforas de cómo, igual que el tumor nos invade uno a uno, la mala política se adueña de todos, de nuestra vida social so pretexto de una falsa seguridad, ocupándola violenta, privándonos de necesaria libertad, perjudicándonos sin valorar que, explica Spinoza en Tractatus Políticus, mientras la única virtud del Estado es la seguridad, “la libertad de espíritu o fortaleza de ánimo es, sin duda, una virtud privada”; conflicto individuo-colectivo muy dañino, pues, igual que las células cancerosas invaden el cuerpo físico y dañan su actividad, los actos administrativos -y los judiciales- disfrazados de política en la empantanada ciénaga actual, con un aquí ahora ajeno a revoluciones o cambios reales, -malos- profesionales asalariados muy caros aprovechan el mínimo virus del que no explican -¿saben?- nada, excediendo su estricto ámbito administrativo/judicial, condicionando lo privado para, sin que razón alguna lo justifique e, insisto, so pretexto de falsa seguridad, llenarnos de inseguridades, limitaciones y conflictos personales.
El individuo, su próstata, jugos, licores, vesículas seminales, el uso que de todo ello hacemos, su degradación por la vida, lo que significa, ha de tratarse -lo (pre)siento- con la seriedad del que sabe, como Philip Roth en sus libros, con mucho más recato del que Muñoz Molina -hispano- (de)muestra, siendo serios, con un saber teórico y real libre y una práctica precisa, sin prejuicios, nacida como aquel saber, del pensar que fatiga la mente y el querer leer, leer, entender lo leído y, luego, actuar, propio del individuo que, si somos serios, evita la corrupción social que inoculan las -a cada cual peor- políticas -de políticos- educativas; el gozoso uso libre de los jugos que tanto parece molestar -¿lo envidia?- a Muñoz Molina y su ruina con el paso del tiempo -¿del que se alegra?- nos llevan a una sería idea, a la libertad sin trabas en las reflexiones de Fernando Savater sobre el libertinaje individual privado, negado en la España eterna, farisaica, totalitaria cada día más, hoy dañada por progres y -malas- feministas, un libertinaje que, lejos de contrariar “las exigencias de la convivencia general”, precisas “para armonizar la libertad de todos”, las potencia.
Vinculado tanto a la seria espirituosidad de la próstata -del griego, prostátés, "que está delante", "protector", "guardián"- como a la irritación que me genera que, en eso, llegara -no Fidel- un mínimo, útil virus que, copiando la insana estrategia de los desarreglos glandulares, con la firme ayuda totalitaria del capital, la policía y los "políticos" de la "ley mordaza", ordenó a todos parar… y -casi todos- paramos, me he enganchado a la lectura de "Calle Este-Oeste. Sobre los orígenes de 'genocidio' y 'crímenes contra la humanidad", de Philippe Sands, jurista que regresó a sus orígenes, a su abuelo, Leon Buchholz, judío militante en los duros años de sozialismo nazional, a su ciudad natal, Lemberg, Lviv, Lvov, Lwów, que cambia de nombre y país, Polonia, Austria, Alemania, Galitzia, Ucrania, según quien decide, cambios que destrozaban individuos al marcial paso nazi, como hoy, con leves gradaciones, al gusto de los inventores de idiotas naciones de naciones, esenciales patrias -contra la unidad del género humano- y encuentro a Hersch Lauterpacht y Rafael Lemkin, pioneros del derecho de gentes que, partiendo uno desde el individuo, la próstata, y el otro, desde los grupos, el manipulado, mínimo virus, acuñaron dos esenciales conceptos que habrá que atender: los "crímenes contra la humanidad", reconocido en el juicio de Nürnberg y la Resolución 95 de la ONU y el "genocidio", que recogió la Resolución 96.
151 Los domingos, cavilar
Una canallada amoral
Fernando Merodio
24/01/2021
"Pues lo digo claramente, creo que sí (...) creo que lo que hizo -Puigdemont- fue motivado por sus convicciones" (Respuesta de Pablo Iglesias a la pregunta de Fernando González "Gonzo", en La Sexta: "¿Considera realmente -a Puigdemont- un exiliado, como se exiliaron muchos republicanos durante la dictadura del franquismo? ¿Los puede comparar?").
"Escribo sobre lo que pasa cuando no se imparte justicia. Escapar a un tribunal no es ser inocente" (Philippe Sand. "Ruta de escape")
“Moral adj. Que no concierne al orden jurídico, sino al fuero interno o al respeto humano” (Diccionario de la RAE)
Son tiempos turbios, muy turbios. Pablo Manuel Iglesias Turrión, 42 años, que alardeó de ser hijo de ex-militante del FRAP, grupo terrorista infiltrado por la policía contra el -entonces firme- PCE, politólogo, bla, bla, bla, "profesor interino" -ignoro con cuántas horas de docencia- en la UCM, ¡"honorífico"! desde 2014, presentador en Hispan TV o La Tuerka, con tan escuálido currículo profesional ha llegado a ser vicepresidente segundo y ministro de asuntos sociales y agenda 2030 de un gobierno del que también forma parte la madre, 32 años, de sus tres -seguidos e insostenibles- hijos, gobierno que preside Pedro Sánchez Pérez-Castejón, sin currículo, amamantado en el seno de la mercantil PSOE, doctorado en Economía y Empresa con una tesis plagada de plagios y autor de un libro... escrito por una subordinada; son datos que evidencian el lugar ya común, dato cierto de que los tiempos son turbios y tenemos el peor gobierno en el peor momento de nuestra reciente historia, que genera incluso ira cuando, el pasado jueves, la gubernamental -del gobierno- agencia EFE, con lo que está lloviendo, difundía que "el presidente ha afirmado que España está superando las peores expectativas que había sobre su economía a consecuencia de la pandemia de coronavirus y está en condiciones de asumir un liderazgo mundial que se merece" Si no es bobo o un sinvergüenza, ¿en qué país vivirá y qué calles pisará el Sr. Sánchez?
Siendo lo anterior evidencia palpable de la anemia personal, profesional, cultural, política,... que debilita el poder ejecutivo, sin llamativas diferencias con las que aquejan a los otros dos poderes del depauperado Estado -dicen que- democrático y social de Derecho, sabido cómo es la derecha, la extrema, franquismo agiornado con trumpismo, avivada y nutrida por los pasmosos excesos del populismo peronista, no chavista ni, menos aun, castrista, de esa cosa nueva que decía "querer alcanzar el cielo" y, por el momento, es parte sustancial de la burocrática casta, tiene chalet con piscina y ha destruido todo atisbo de 15-M, Marchas por la libertad, Rodea al Congreso, No nos representan,...., o los "ciudadanos" de Arrimadas, tan lejanos a los de Robespierre, los montagnards revolucionarios franceses, pasando por la carroñera, chillona gaviota de los legatarios de Fraga, lo más dañino y dramático de la actualidad no está en tal derecha, sino en que no haya ni restos de lo que fue izquierda, con el socialismo venido a sociedad mercantil, agencia de colocación para amigos y el aciago hecho de que, desperdigados o muertos los heroicos hombres y mujeres del valeroso, activo y útil comunismo de la posguerra española, se haya adueñado de su historia, sus méritos y, también, sus errores, el depredador grupo de Pablo Manuel, "Evita", Iglesias que, mínimo chepudo, para llamar la atención, se adorna con coleta -ahora grotesco moño- y ridículos, anacrónicos, pueriles pendientes.
Resulta tan ofensivo que le tilden de bolchevique o comunista, un insulto para estos, como el mero hecho de verle, obvio pequeñoburgués en el peor sentido del término, con la camisa -que supongo cara- remangada, fingiendo ser ex-campesino oprimido en huelga manifestándose contra la injusta sociedad industrial de inicios del siglo XX, miembro del Cuarto Estado, Il Quarto Stato, el proletariado que -tan bien- muestra Giuseppe Pellizza da Volpedo en el cuadro que, con el contrapunto de la magnífica música de Ennio Morricone abre y cierra el sugerente, revolucionario fresco histórico que es el Novecento de Bernardo Bertolucci; es un truhán amoral, incapaz de discernir lo que es malo o bueno, ético o infame, al que da igual ocho que ochenta siempre que le venga bien, sin cuajo o base ideológica en sus dispersas, arribistas homilías sociopolíticas, extraídas del peor populismo para incultos, que se mueve con el viento, tal como mostró en el programa "Salvados" ante Gonzo, mucho más serio que él, al equiparar el doloroso exilio de familias republicanas enteras, derrotadas por un golpe de Estado militar, expulsadas por el asesino terror franquista tras la guerra (in)civil, con la cobarde huida de la justicia -"que no es ser inocente"- del taimado autor de muy graves hechos ilegales y dañinos para la gran mayoría del resto de españoles, ignaras apreciaciones sin base, ilógicas que, intolerables en tan alto -e inexplicable- cargo del gobierno, dañan injustificada e injustamente ante el resto del mundo la escasa credibilidad de -tan criticable por otras causas- nuestro sistema de convivencia.
Cualquiera con planteamientos de la izquierda tradicional sabe que no hace mucho, lo que en Madrid juzgó el Tribunal Supremo fue una codiciosa ensoñación maligna de un mínimo nazionalismo fascista, un patético, ilegal referéndum de independencia en Cataluña, el mediático 1-0 que tan bien publicitan los vendedores históricos de su mal paño, sabe también que se valoró la implicación en los hechos de cabecillas de lo que fue -y aun es- el llamado procés y, aun no siendo factible una única lectura de un episodio, texto o avatar histórico tan disparatado, con casi tantas lecturas como lectores, conviene aclarar -y aclaro- que el sentido esencial, contenido, contexto,... de lo ocurrido en Cataluña en torno al 1-0 fue, desde un punto de vista sociopolítico, no solo jurídico, muestra lisa y llana de cómo una cierta minoría intentó egoísta, absurda, perversa, dar un de golpe de Estado, cambiar el contrato social previo, las reglas del juego con el resto, un putch hoy latente, que no valoro como género, pues según circunstancias, razones, objetivos,..., siempre he estado -y estoy, seguro que errado- del lado del cambio real, justo, lógico u no del injusto codicioso o del gattopardiano.
Curzio Malaparte, en Técnicas del golpe de Estado, 1931, analizó distintos intentos de golpe en Europa entre el 18 de Brumario de Luis Bonaparte y la Marcha sobre Roma de Benito Mussolini, para concluir que, desde todo el espectro ideológico y con un uso espurio de la legitimidad emanada de la norma que se infringe, hay grupos que se apropian -o, al menos, lo intentan- de los aparatos estatales, con o sin violencia, para modificar su estructura, concentrándose en puntos sensibles de los servicios públicos o en dichos aparatos, como, en efecto, ocurrió el 1-0 en Cataluña; en este intento de golpe -insisto, aún latente-, el territorio en que los golpistas eran -y son- autoridad se rige por dos leyes, Constitución y Estatut, aprobadas de modo más amplio que en el resto de España, definición de un contrato social que alardean incumplir, hoy y mañana, violando la confianza de los que no piensan como ellos al violentar parte básica del convenio que les integró libremente en un -defectuoso y limitado- Estado democrático de Derecho, generando graves riesgos para el resto, por lo que todo el que no sea un canalla, atienda a lo humano y a su fuero interno, verá que, ajeno a aquel contrato, quien impulsó el 1-0, Puigdemont por ejemplo, alejado del interés de todos, cometió -muy dañinos- delitos y debe pagarnos por ello, pues, igual que el general golpista en 1936, Puigdemont formó parte de una "organización criminal", (des)orden que el último párrafo del artículo 570, bis del Código Penal define como "agrupación formada por más de dos personas con carácter estable o por tiempo indefinido, que de manera concertada y coordinada se reparten diversas tareas o funciones con el fin de cometer delitos", tipo delictivo que se aplica a las personas que se unen con el fin, basta que potencial, de cometer delitos, sean cuales sean estos y los métodos empleados.
Tras cavilar, no dudo de que comparar a criminales egoístas con sus víctimas y, exhibiendo supina ignorancia, igualar a todos como exiliados es una canallada amoral.
150 Los domingos, cavilar
Banalidad del mal y gattopardismo
Fernando Merodio
17/01/2021
“Fue como si en aquellos últimos minutos resumiera la lección que su larga carrera de maldad nos ha enseñado, la lección de la terrible 'banalidad del mal', ante la que las palabras y el pensamiento se siente impotentes" (“Eichmann en Jerusalén”. Hannah Arendt)
"Si queremos que todo siga como está, es preciso que todo cambie". ("Il gattopardo". Giuseppe Tomasi di Lampedusa)
Hace días, la pequeña y libérrima Plataforma para la Defensa del Sur de Cantabria, áspera con el sistema, difundía una Tribuna -ignoro si recogida por los medios de comunicación locales, que no sigo- titulada "Continúa el caos energético... y siguen ahí", en la que al hilo de la rupturista demanda de Greta Thunbergh, "cambiar el sistema", frente al catastrófico "calentamiento global" y la triste, vergonzosa situación que, producto de la osada podredumbre e ignorancia del gobierno de Cantabria, en especial respecto al vital desarrollo energético y la penosa respuesta social frente a su política, criticaban la inusual perpetuación en el cargo de Francisco Martín, consejero de Medio Ambiente e Industria durante años y el hecho de que, pese a su evidente ineptitud en la gestión política diaria, en especial la eólica, resistiera en la poltrona con Pelayo, su director general, Blanco y Lucio, cabezas visibles de la brigada de apoyo que le colocó Revilla para eliminar trabas "formales" en el trámite "medioambiental", sugiriendo que todos "debieran ser cesados ya y, tras investigar sus 'errores', pasarles el tanto de culpa por las responsabilidades personales que, en su caso, procedieran".
Pues bien, el viernes pasado estallaba la noticia, Martín -con vaselina- cesaba como consejero de Industria y, más llamativo aún, Revilla que, por si alguien dudaba, es responsable central del desaguisado energético en nuestro territorio, le sustituía por el polémico López Marcano, cuyo feo mérito, con culta licenciatura en Filosofía y Letras, rama Hispánicas en la mochila, es haber desoído, en su malhadada época como consejero de Cultura, la contundente opinión de González Echegaray, García Guinea y todos los profesores expertos en la materia para, también contra el clarísimo informe del arqueólogo de Patrimonio Cultural, propiciar la destrucción sin duelo del espléndido escenario existente en Campoo, Cotío, Celada Marlantes, de la resistencia de los cántabros frente a la Roma de Augusto, dañando de forma irreparable los restos de una calzada, castros locales y campamentos del ejército invasor, para implantar las infraestructuras -destructiva pista de rodadura, gigantesca zapata de hormigón y acero, tallo y aspas, línea eléctrica,...- de la inútil ofensa al sentido común que es una única turbina publicitaria de Vestas Wind Systems, A/S, marca danesa, no de aquí por supuesto, que hace lucrativos negocios construyendo aerogeneradores... que nos coloca, donde le conviene, a nosotros.
Suponemos que Revilla -fértil en su ideología- imagina que, con su acreditada dañosa pericia, López Marcano será capaz -craso error- de conseguir la implantación de los más de 1.500 Mw eólicos que multinacionales tienen proyectados en Cantabria -de ellos, al menos 30 turbinas en la zona de Cotío que el nuevo "consejero", en italiano "consiglieri", empezó a destruir con el inútil molino-, destacando que una de esas turbinas está ya dibujada en medio de los restos arqueológicos de uno de los históricos campamentos romanos que relatan el final de las guerras cántabro-romanas y el inicio del poder imperial que aseguró Augusto con victorias, reformas y la unidad política y cultural -civilización grecorromana- que consolidó en torno al Mediterráneo.
Recordaba la Plataforma a Martín -y ahora habría que hacerlo a López Marcano- que ser consejero exige conocer y cumplir sus propias leyes, para ser capaz, no ya de implantar -desde las prehistóricas de Soba y la aciaga tropelía de Vestas y el propio López Marcano en Celada-Marlantes- al menos una turbina, sino de ser capaz de, al menos -y me parece difícil-, dar un paso administrativo adelante en el trámite de algún proyecto industrial eólico, recordándole, para empezar, que no hay PROT, ni Ley del Suelo actual, al menos un mínimo Plan Eólico,…, mientras el Plan Energético, PSEC 2014-2020, está caducado y ni siquiera han iniciado el largo proceso para aprobar uno nuevo, todo lo cual es clara amenaza para nuestra gran riqueza, el territorio común y su buen uso por todos, defendidos por la tozudez campesina de los afectados, su conciencia de clase y su conocimiento, análisis y uso de las muy malas, laxas leyes que Revilla y su gente elaboran, aprueban, desconocen e incumplen.
Recuerdo, porque es muy importante, que hoy, tras la hecatombe del "concurso eólico" y sin haber implantado un nuevo molino, la situación es que, por incumplir la ley, Administración y empresas -dañando la confianza institucional- han tenido que renunciar a lo tramitado en el proyecto de una gran subestación en Valdeolea o en los P.E. Quintanillas y Cerro Airo y, si no lo han hecho ya, lo tendrán que hacer en los de Bustafrades, Cuesta Mayor, Quebraduras, Ornedo y Henestrosas, existiendo serios problemas entre varias empresas en el gigantesco -y, como el resto, ilegal- P.E. El Escudo, evidencia de su incapacidad para dar un paso en dirección correcta.
En las crisis desaparece la confianza, crecen crispación y miedo, se propicia que los poderosos se esfuercen en generar los cambios que creen necesarios para que su poder no merme, motivo por el que el resto debe permanecer alerta mezclando, como decía alguien, inquietud, angustia y atención a lo que está pasando, vigilando las tretas con que el poder se posiciona al moverse en diagonal en las situaciones de cambio, algo que tan perfectamente se identifica en la frase italiana más conocida de “Il gatopardo”, la cínica “Se vogliamo che tutto rimanga como è, bisogna que tutto cambi”, “Si queremos que todo se mantenga como está, es necesario que todo cambie”; por fortuna aquí ahora no hay que temer ardides inteligentes del mínimo poder vicario que ostenta Revilla que, como todos sabemos, viene de un lugar sucio y oscuro y, fuera de pactar con quien sea para salir en la tele, nunca se le ocurriría algo tan inteligente como al joven Tancredi Falconeri, Alain Delon en el film de Luchino Visconti -aristócrata próximo al PCI-, cuando propone a su tío, don Fabrizio Corbera, príncipe de Salina, Burt Lancaster en aquel, apoyar la revolución de Garibaldi y sus ”camisas rojas“ para, así, impedir que nada cambie y mantener el control de la situación en Sicilia.
El gatopardo es magnífica, única novela de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, príncipe siciliano, rechazada antes de su muerte y publicada al año siguiente, en 1958, prologada por Giorgio Bassani, autor de las “Novelas de Ferrara”, “El jardín de los Finzi-Contini” y editada por Giangiacomo Feltrinelli, comunista italiano, propietario de Giangiacomo Feltrinelli Editore, fundador del GAP, Gruppi di Azioni Partigiana, muerto a los 45 años en los llamados “años de plomo” de la política italiana al estallarle la bomba con la que pretendía derribar una torre de alta tensión, tal como narra su hijo Carlo en la biografía “Senior Service”, marca de los cigarrillos que fumaba, novela, la de Lampedusa, de plena actualidad en la que los que saben que su mundo se agota sin solución posible fingen apoyar el cambio para tratar de situarse, con discreción, prudencia, incluso miedo al frente de los actuaciones que definirán el futuro.
Revilla, no lo olviden, bebió en Girón de Velasco, núcleo duro del fascismo ideológico durante el franquismo, no tiene la culta belleza, es evidente, de Tancredi/Delon y, tras dejar al PP para acularse al “progresismo” de la mercantil PSOE, desperdicia ahora la ocasión que le brinda el ocaso del oscuro lobbysta Martín y solo se le ocurre colocar en primera línea de fuego a un muerto político repudiado incluso por Podemos que, azares de la -que pienso poco saludable- relación en España -e, imagino, en otros sitios- entre política y Justicia, ha sobrevivido a escándalos como el del “Racing”, la “Casa de los gorilas”, “Vestas”,…; Revilla, viejo e inculto, ya no es capaz de cambiarlo todo para alcanzar el deseo de que “tutto rimanga como è”, “todo se mantenga como está”, y se limita a un patético regreso a su oscuro pasado, haciendo que el futuro que añora se evidencie en la supurante “banalidad del mal” que muestran sus hechos.
EL ROTO 17/01/2021
149 Los domingos, cavilar
53 Covilación
NO me representan
Fernando Merodio
10/01/2021
“Ya no se puede ocultar que vivimos un gigantesco fraude social, con gobiernos que nos mienten sistemáticamente y hacen lo contrario de lo que prometen (...). Esa casta implanta políticas que destruyen derechos y vidas. (...) El problema es de tal grado que su solución ya no pasa por los habituales trucos del sistema, (...)" (“Rodea el Congreso”. 25.09.2012)
"Nos votaron casi cuatro millones de personas, queremos que esos votos se transformen en dignidad y queremos que baje la factura de la luz". (Alberto Garzón, cuando no era nadie).
"La democracia no va de votar, va de educar" (Joann Sfar, ex Charlie Hebddo, autor de comics)
25-S, era Madrid, martes, 25 setiembre 2012, una intranquila, nutrida, heterogénea acumulación de personas de variadas edades e ideas, cuajada por los mayores, a la que -con 66 años- me uní al amanecer en Neptuno, junto al Thysen-Bornemisza y el Palace, tras invitar a quien pude, con una carta pública(da), a leer el Manifiesto anónimo que convocaba con ideas y, tras largo viaje en el alboreo con un compañero cotidiano, me unía al resto, junto al Congreso de los Diputados, todo lo lejos -no cerca- que nos dejaron sus -de ellos- mal usadas, parapetadas, armadas, embozadas, motorizadas,..., casi siempre superfluas "fuerzas de orden público" que, muy atentas a -y en medio de- nosotros, rodeaban -ellas sí- el lugar en que los “elegidos” parlotean de política, lugar que aquella suma de hombres y mujeres dispares, ilusionada ilusa, pretendía ceñir y marcar atendiendo a la llamada que, cosa del abusivo y poderoso silencio de los medios, tuvo un carácter -como casi siempre- de semi-clandestino manifiesto lógico que exigía -aún no sé bien que- sustanciales cambios que pedíamos venidos de toda España pero encabezados, como casi siempre que hay que dar la cara, por los madrileños, no los catalanes, ni los vascos, ni los..., que suelen estar a "lo suyo", no a "lo común, de todos", lo que allí, utópicos, percibíamos estar defendiendo.
Estuve allí porque pensaba -y pienso- que era urgente desmontar el edulcorado mensaje de que vivimos una crisis muy severa pero resoluble, más dañino aun que el silencio, también porque sé que el sistema se despeña, aplasta ya a los más débiles y, que como, hace tiempo, advierte Toni Negri, “habrá conflictos, enfrentamientos, violencia” y, por último, porque no hay que escuchar, igual de dañinos, a “progresistas” ni a reaccionarios, sino aspirar a una vida digna enfrentados al abuso de los pocos que explotan al resto, pues, como explica el filósofo Rancière, la sabia y vieja Grecia, arrumbada hoy, como nosotros, en el basurero de la historia, mostró que si el demos, los sin poder, exigía jerarquía, sólo había política si se gobernaba sin intermediarios.
Pese a que algunos lo ignoren, aún hay clases, grupos que se debe juntar más, saber lo que pasa, desoír monsergas de quienes nos ven mercancía, relleno para retacar las grietas que ellos causan, enseñar los dientes, gritar que no se sale del caos que ellos generaron sin derechos y con más caos, preguntarse los porqués, imponer cambios, reunirse de abajo arriba en Concejos y pequeñas asambleas, decidir sobre lo cotidiano, repensar lo nuestro, organizarnos, rozarnos, huir del individualismo egoísta, plantar cara a quienes nutren al capital y nos distraen con banderas, identidades, distingos,…, a los que quieren implantar molinos, ¡investigar y juzgarlos!, aceptar que somos pobres y vivir la emoción de reconstruir entre todos, desde abajo, la política.
El capitalismo es destilación de la reforma luterana, en especial la calvinista que, igual que el catolicismo, justifica la riqueza atesorada adueñándose de la fuerza del trabajo ajeno con la esgrima metafísica de vincular tal riqueza a la condición “predestinada” del rico, unciendo religión y dinero, grabando a sangre, fuego y pecado el engaño original en nuestras afligidas mentes, pero, agotado el tiempo de tan injusto sistema, generador de desigualdad, guerra, hambre,..., regresa con fuerza Antonio Gramsci, que hizo frente al fascismo, a Mussolini con su “odio a los indiferentes” y su idea de que “vivir es tomar partido (...), quien realmente vive no puede no tomar partido, pues indiferencia es apatía, parasitismo, cobardía, no es vida”, ahora que se ve cómo el despilfarro es incompatible con los logros de la Revolución francesa, la Ilustración, el Estado de derecho,.. se evidencia que Enrico Berlinguer tenía razón, en 1977, y “la austeridad no es una política de nivelación tendente a la indigencia”, pues tiene “como finalidad instaurar la eficacia, la justicia, el orden y una nueva moralidad”.
Éramos los concentrados espuma de la ya entonces demediada ola del "movimiento 15-M", el "de los indignados", extenso en exceso y sin dirección, con dispares quejas a lo largo y ancho de España, acampadas para ocupar el espacio público, atinados gritos de ¡no nos representan! contra los partidos, perversión de la política, llamadas a una participar, "marchas por la libertad",..., un nasciturus asesinado por las codiciosas manos de arribistas ya acaudillados por "Evita" Iglesias que raptaron/desunieron, pillos, la indignación social para, en su solo provecho, alardear de 5 eurodiputados en 2014, crecer rápido... y acabar en casa grande con piscina, como ya todos sabemos; vi aquel 25-S que, frente al brío policial para alejarnos de la política, no había forajidos, eran personas formadas, madrileños sin egoísmo identitario que, como el viejo 2 de mayo, arriesgaban por ideas, viví que nos provocaran infiltrando policías embozados y vehículos entre los concentrados -ver fotos- para, luego, salir empujando, lo de siempre, volví a cantar de noche, en la calle Alcalá, junto a la Orquesta SOLfónica Popular, cortando el egoísta tráfico del vehículo individual, “Santa Bárbara”, “L’estaca”, “Canto a la Libertad”,..., otros tiempos hoy actuales, escuché y supe que cuando, muy pronto, a otros muchos se les caiga el miedo y siendo posible que algunos no lo lleguemos a ver, habrá quienes seguirán empujando para que pueda ser; volví a casa de madrugada y, un milagro de la técnica, oí mil veces seguidas ”Eve of destruction”, a Barry McGuire, viejo cantor protesta: “Pero me dices / una y otra vez, mi amigo / ¡Ah!, no crees que estemos / en vísperas de la destrucción” y, aun firme, resoplé.
Aquello tenía la cándida intención, craso error, de mejorar, no demoler, el -mal llamado- "sistema democrático", realmente "del capital", muerto corrupto, igual que hace 30 años lo está el -también mal llamado- "comunista", en realidad "burocrático dictatorial", un sistema, el del capital y los votos que, pues democracia no va de votar, sino de educar, yo abandoné, tras las elecciones de mayo de 1995, hace más de 25 años, cuando sucios tránsfugas, Angel Agudo, Martín Berriolope, Emilio Carreras, Ezequiel Martínez,..., trocaran escaños y concejalías logrados con el voto comunista de entonces en lucrativas poltronas en la mercantil PSOE.
Otra cosa muy distinta a aquello es que se haya escenificada en público la defunción del sistema con el esperpento del cutre mínimo grupo que, encabezado por un búfalo y provocado por mensajes y cuatro años de aterrador (des)gobierno “electo”, tomaba con facilidad pasmosa -muy distinta a lo que nos cuentan en sus películas- el templo legislativo de la democracia USA, cegando -el capital, no un juez- la fuente de los agonizantes mensajes presidenciales, metáfora de cómo el dinero “informa” lo que le conviene y quiere sobre la larga ristra de lacerantes señales que dejan las “crisis” encadenadas, por ejemplo, que hace días el precio de la electricidad haya subido un 27% sin que “los nacionalizadores” que ahora "gesticulan" en el ejecutivo digan nada, que ya el inicio del pequeño virus provocara en Europa una caída del 4,7% en el sueldo de quienes aún tienen trabajo, que en 2020 haya -sin valorar los peronistas ERTEs- 360.000 empleos menos y 725.000 asalariados más en las pobladas listas del paro, que se disparen los cierres de pequeñas empresas, que, comprada a toda prisa la vacuna, ¡casualidad!, más cara, no sepan ponerla, pero nos impongan bozal y no reunirnos ni hablar, que los bancos se revaloricen y suba ininteligible, insolidaria la Bolsa mientras el opaco bitcoin alcanza el precio más alto de su oscura historia, que no parezca preocupar el “cambio climático” y, mientras frío y nieve nos entierran en el caos, Transición Ecológica legisle, a traición, para el capital,…; no me representan.
148 Los domingos, cavilar
53 Covilación
Nazionalismo vs sozialismo
Fernando Merodio
03/01/2021
“Al gorjeo de los estorninos / se mezcla el trueno lejano / de los cañones de las maniobras navales / del Tercer Reich” (“Poemas del lugar y la circunstancia”. ”Primavera”. Bertolt Bretch)
“La Fiscalía pide archivar el caso de blanqueo contra el HSBC y el Santander” (artículo a una columna, escondido, en El País 30.12.2020)
“Según se desprende del reporte de la Fiscalía Anticorrupción que archiva trámites en contra del Banco Santander, los hermanos Botín y sus hijos tenían el 60% del dinero oculto en la parte española de la llamada Lista Falciani (…) alto protagonismo que ha tenido esta estirpe de banqueros” (Entretenimientobit.com. 30.12.2020)
Un par de negocios, dos empresas que alardean de sozialismo, una líquida, aseada en su cutrez, alejada de sus orígenes, la PSOE de Sánchez, la otra vacía, paternal demagogia tercermundista de esa birria de “Evita” Iglesias que alaba a Perón/Chaves y menos a Fidel y Cuba, dubitativo ahora que Maduro, zafio, le destrozó el presbiterio laico; aquella, venida del viejo, sabio, lógico Marx al que exorcizó un tal Felipe con dólares, marcos y agua bendita y ésta, en manos de un penene sin más mérito que no tener historia y, tras asegurar que “podía”, devastar cualquier atisbo de rebelión, 15-M, Marchas por la libertad, Rodea el Congreso, No nos representan,…, afanar -en tiempo record- casa hortera con insostenible piscina, alardear de que es hijo de miembro del terrorismo -que decían-, ¡uf!, parapolicial del FRAP y, como Franco, Juan Domingo o Girón de Velasco, cuando no hay trabajo, reparte migajas en lugar de generar algo que no conoce, fatiga asalariada, mientras cómodo, aposentado en el fraude de su cargo usa el “estado de alarma” y la “ley mordaza” e impone totalitaria represión en las relaciones sociales para alejar de él, su familia y casta a quien pretenda aplicarle el “jarabe democrático” que, analfabeto funcional y entre histéricos gritos, él trajo.
Son sozialismos ajenos al socialismo de Marx y “el otro Pablo Iglesias”, fase previa a la sociedad comunista, que propone sustituir el modo de producción capitalista, abolir las clases sociales y suprimir la propiedad privada de los medios de producción, aquí hoy aliados para (ab)usar y hozar en beneficio propio con un egoísmo nazionalista émulo pequeño del “imperial” de Franco o del, similar, que ensangrentó los Balcanes, un tétrico conchabeo que apunta al indeseable nazionalsozialismo, al nazismo.
Explica Giorgio Agamben que el campo de exterminio se rotura, siembra y riega en un arbitrario, falso, prefabricado estado de excepción, ¿les suena?, útil para algunos “custodia protectora” sin base en ley o norma, forma “preventiva” de actuar que -dicen- defiende el interés general frente a ideas, individuos o actos previamente señalados como dañinos por los pocos que usufructúan -usurpan- todas las formas, grados y niveles del poder e imponen una estructura jurídico-política espuria de modo que todo lo que ocurra en ese campo, lager, por ilegal, inhumano que sea, debe ser visto lícito, benéfico, lógico; el mecanismo es sencillo, el poder venal crea un ámbito arbitrario ajeno a la norma y lo impone al resto como legal, necesario, incluso humano.
Explica el filósofo que el exterminio eficaz no se limita a reglar la relación entre estado de excepción e inhumano lager, pues éste no es sólo el “lugar en que se ha desarrollado la absoluta ‘conditio inhumana’, sino la ‘matriz oculta’ que lo posibilita”, norma que define “el espacio político (…) cuando el estado de excepción se convierte en regla”; no es preciso viajar a la Alemania nazi, la Italia fascista, la España de Franco, la Chile de Pinochet, la Argentina de Videla,…, ni pensar mucho para ver que, hoy, sobran ejemplos diarios, evidencias de cómo nazionalismo/sozialismo/capital, la comandita impune, sus grados y prohibiciones, su uso de la delación como insana lógica -lo explica “M”, último film de Fritz Lang en la Alemania prenazi-,…, hoy son estado de alarma, mañana, acaso, de excepción y luego, si pluguiere, ¿de guerra?
Michel Foucault, Octavio Paz y otros explican cómo, hoy, el mecanismo de opresión lo controla el capital mediante el lenguaje, la información y la tecnificación; incluso el buenista Chomsky sabe que, en manos del poder, “la propaganda es a la democracia lo que la cachiporra al totalitarismo”, arma evidente en el trato que la que dicen libertad de expresión da a la “familia” Botín, su robo de un Picasso, su vergonzoso copo de la “lista Falciani”, su usurpación del muelle de Santander para imponer un mamotreto,…, simulacro de mecenas del siglo XXI que impulsa -como el gran capital, la industria pesada en la Alemania de Hitler- las formas actuales del lager, cuando ya se otea a los desalmados que, hoy secuaces miserables, mañana serán los kapos.
A veces cavilo sobre la troncal pregunta de que, si ello es así, que lo es, ¿dónde está el límite?, ¿a dónde llega el totalitario lager en lo que dicen democracia y es dictadura de partidos, organizaciones corruptas?; en muchos casos es claro, evidente y en otros lo difuminamos cada cual, todos, desde la cobardía; explican los que han sufrido insoportables agresiones -por supuesto distintas, mucho peores que las de la útil pandemia-, que, tras superarlas, o se callan o se cuentan y, si el silencio, para Primo Levi, nace de la profunda “vergüenza” que genera mostrar temor a la bota de quien dicta qué es vergonzoso o, por contra, decoroso y noble, solo se habla cuando, tras ser marcados, lo extremo inhumano nos supera y, genérico, desborda lo que de específico tiene cada caso concreto; enfrentarse al poder venal exige experiencia y -en especial- fortaleza que nos arman frente al abuso e, incluso más necesario, frente al sectario dictamen y la ignara opinión pública que el insano poder crea, experiencia y fortaleza necesarias para hacer frente al inevitable estupor generado por tanta crueldad, que exige reconocer el “lager” en cada caso, pensar, detectar el abuso y el inhumano horror, la desigualdad entre desiguales,…, la urgente necesidad de la fuerza en que deviene el trueno de la Razón… cuando la ponemos en marcha.
En 1933, en el inicio de la Alemania nazi, la economía fue esencial para el Partido Nazionalsozialista Obrero Alemán, NSDAP, nazional-sozialista y obrero, que pactó con el gran capital una expansiva política de gasto en obra pública, como aquí ahora anuncian quienes para ello tienen pólvora -no suya- ajena, el maná de Europa que dicen emplearán en tecnología al servicio de aquel mismo capital, parte esencial -junto a la (des)información- de la cachiporra totalitaria, potenciando con ello a los bancos más poderosos -sin que debemos olvidar que, aunque intenten ocultarlo, la parte sustancial del fraude a todos que es la Lista Falciani son la "familia" Botín, incluida la presidenta del publicitado "mecenas" Santander- y las grandes energéticas, causa cierta del caos planetario, Iberdrola, Endesa, Naturgy, EdP, EOn, saldos de Viesgo,..., apoyados todos ellos en la dañina legislación ad hoc nacida en el (ab)uso de la -muy útil- pandemia por ahora quienes quieren reforzar su propaganda recuperando a -la en quiebra, peligrosamente culta- Prisa en torno al capital de un oscuro fondo; temo lo peor, no intentarán afrontar la lacerante, endémica calamidad del paro, se limitarán a repartir -algún día- las migajas que, para sus "descamisados", vocea "Evita" Iglesias, sin que, por la cuenta que nos tiene, debamos olvidar cómo acabó -ética, económica, socialmente,...- la cosa para los alemanes tras el nazional-sozialismo.
El concierto de Año Nuevo en la -sin auditorio- sala dorada del Wiener Musikverein, evidenció que en música, en cultura -como en fútbol, baloncesto, balonmano, bares en que se paga,…- no hay contagio por cercano que se esté sin mascarilla, ningún intérprete la llevó y su director, el firme octogenario Riccardo Mutti, hizo una ponderación culta que recordó su valiente reto, en 2011 en la Scala, al entonces poderoso Berlusconi y mostró que la ciega represión ignara, la fuerza bruta que utiliza igual la servil -y boba- derecha que el falso -y muy peligroso- sozialismo nazionalista actual, no resiste la comparación, como alternativa, con la valiosa dote que nos legó la Revolución francesa, la Razón, la Ilustración, la cultura, el pensamiento,…
Coda/aviso para distraídos.- Desde el 22 de diciembre -12 días- el nazionalismo vs sozialismo no informa del número de personas a que han inoculado la -cara- vacuna.
147 Los domingos, cavilar
52 Covilación
¡Echémoslos, ya!
Fernando Merodio
27/12/2020
Hace un mes, en un litigio entre Biocantaber/Iberdrola, Koly Green Company, S.L. y otros, al que han llamado a una próxima -y seria- Plataforma que defiende el territorio con fatiga e intenta abortar la pelea entre avaros cuatreros que, dañando al resto, al planeta y, en este caso concreto, a la bella reserva del futuro de los municipios de Campoo de Yuso, Luena, San Miguel de Aguayo y Molledo, intentan implantar un atroz Parque Eólico que ahora dicen El Escudo, 36 molinos gigantes de 200 m., 151,2 Mw., y el perspicaz abogado que el estado impuso para mediar (¿), orfebre de ingeniería fiscal, valoraba tal parque en 114.070.409,87 €, demostrando que cuando, hace poco, TSJC y luego TS, abortaban un "concurso eólico", lucrativo nasciturus, mercantil, carroña que, para los buitres que ahora prometen arreglarlo todo, acaldó el mínimo gobierno de aquí, próximo pero ajeno a nosotros, evitaron las sentencias un ilícito agio de ¡más de 1.000 millones €!, del que recogían migajas sabidos estraperlistas locales.
El capitalismo conocido, agotado, agoniza con su estructura quebrada, injusto se desmorona tras casi haber destruido la vida en el planeta y, como sus contradicciones mataron ayer lo que, sin serlo, dijeron comunismo, hoy el capital se ahoga en abusos siendo obvio que siempre fue usura, carcoma, ulceras, riqueza para pocos, corrupción cuya administración es burocracia cara e inútil, 2.600.000 funcionarios, chupatintas muchos, y cientos miles de grandes sueldos públicos que asignan unos pocos a dedo, miles de parados más cada día, el turismo devenido a pasado, el abuso de automóvil y avión a causa de muchos de nuestros males, la industria a nada, ajena a lo humano,... Miente quien anuncia que, con dinero de Europa que pagaremos con sangre, habrá una recuperación milagrosa, lo mismo que miente quien no dice que hemos agotado el -que decían- progreso, que el consumo desatado es inviable, que no consumir frenará la producción y traerá, lógico, un mayor paro que reducirá los ingresos y aumentará los gastos en jubilados, incapaces, parados,…; miente quien no advierte de la inminente ruina de sanidad, educación, pensiones,… públicas; es este un viaje a lo inexplorado, lo incierto, una travesía dura en la que lo peor es que nos guía el codicioso apetito del capital, apoyado en la ineptitud, mentiras, dolo,… de políticos, subvencionados que lampan, sindicatos,…, un viaje insolidario en el que, si no hacemos algo, si seguimos así, no solo se hundirá, ya en caída inevitable, nuestro -llamado- “nivel de vida”, sino que tendrá que haber millones de muertos para dar de comer al resto, no lo duden; es urgente valorar que nos miente y traiciona quien, informado, no explica que debemos plantarnos ¡ya! en la austeridad, el decrecimiento y, aun más urgente, organizarnos,... ¡para echarlos!; vivimos la grave situación que Nathaniel Hawthorne definía gráfico y exacto, a mediados del siglo XIX, al decir que “el abismo es simplemente uno de los agujeros del pozo negro que hay debajo nuestro”.
Karl Marx dibujó esta crisis estructural del capital, analizó su debilidad moral, política, económica,..., vio el final del sistema en la pérdida de autoridad que, por perversión de los logros de la Revolución francesa y un contrato social trucado, adquirían entes políticos corruptos, la -mínima, poderosa y dañina- clase capitalista; en la situación actual urge analizar el desplome de la estructura injusta y golpearla hasta demolerla, pues, como explica el marxismo tras Marx, la capacidad de ser inmoral y hacer daño que tiene tal estructura, por debilitada que esté, es infinitamente superior a la del individuo sano, lo que hizo a Jean-Paul Sartre afirmar que la moral no consiste en elegir ser bueno, sino un mundo bueno y hacer lo preciso para no seguir siendo cómplices del evidente “sistema de crímenes” que es la estructura que se desmorona.
Parques industriales eólicos, grandes subestaciones, líneas de muy alta tensión,…, ilegal todo ello hoy es aquí amenaza para nuestra historia, negros nubarrones sobre el campo, que obligaron a John Berger, novelista, poeta, crítico de arte,... a contarlo, marxista, en los sensuales relatos de Puerca Tierra explicando las razones por las que, como otros, consideró razonables atípicas formas políticas de actuar y nos dotó de razones para apoyar, sin temor, el demonizado poder democrático de gobernantes como Castro…, hoy aun vivo; da Berger razones para que muchos campesinos no acepten el devenir de la historia que impone el capital, pese a que, siendo capaces de hacer frente a sequías, tormentas, inundaciones, agotamiento del suelo, plagas,... o catástrofes generadas por corruptos ineptos políticos, les cueste oponerse a que les roben su fuerza de trabajo y que el poder -feudal, capitalista, socialista incluso- les robe la plusvalía con impuestos, diezmos, aparcerías, normas injustas,..., haciéndolos abandonar, vencidos, su trabajo, hogar, vida,…, en lugar de hacer uso de lo que explica Ani DiFranco: “Toda herramienta es, empuñada adecuadamente, un arma”.
No debemos confundir la farsa del egoísmo próximo, políticas localistas, catetas, de peligrosos franquistas travestidos que en los pueblos quieren hormigón, autopistas, trenes veloces, molinos, líneas eléctricas, …, con política seria; explica Berger que el campesino sabe que siempre trabajó para sus sucesivos, diferentes amos antes de para él y los suyos, que superó trances muy duros y es, pues, un superviviente que, con la solidez de quien sabe que futuro y seguridad no le están garantizados, sufre normas ajenas que dañan su libertad y le imponen la especialización, mecanización, fertilización intensiva,… del capital, normas opuestas al carácter de unidad productiva que siempre tuvo la familia campesina, a la que vinculan al insano ordeno y mando de quien (mal)compra trabajo, por lo que hay que evitar que el capital dañe la historia, corte los lazos con ayer y nos lleve, sumisos, a lo que él manda, a lo que, en otro tiempo, hizo frente el socialismo y hoy está en “Hold Everything Dear”, del último Berger: “Las palabras, / el pan, / el niño que busca las verdades tras la puerta, / el anhelo de comenzar juntos de nuevo, / animales ávidos dentro del parlamento del mundo, / la gente en el cuarto, la gente en la calle, la gente. / Cuida todo lo que amas”.
Walter Benjamín dice en su Tesis V sobre el concepto de la Historia que “la lucha de clases que tiene ante sus ojos el materialista histórico educado en Marx es la lucha por las cosas toscas y materiales, sin las cuales no hay cosas finas y espirituales”, pero también que éstas “están vivas en la lucha en forma de confianza en sí mismo, de valentía, de humor, de astucia”; alguien recordó, hace tiempo, en un periódico, de otro modo, al Mao que decía que una chispa incendia una pradera y hoy, al cavilar, acudo a la novela negra, de la que Wittgenstein dijo que es más viva que un ensayo, a “1280 almas”, de Jim Thompson, al sheriff Corey que se empeña en apartar de su camino al que incordia, pareciéndome preciso recuperar el tibio pero emocionante ¡Indignaos!, de Stéphane Hessel, que aquí desarmó el peronismo de, ¡maldito sea!, “Evita” Iglesias o, por contra, si la realidad nos hace daño a la vista,… cerrar los ojos, lo dice El Roto.
Coda para echarlos, ya.- Pese a un rey que miente cual Sánchez, Iglesias & Co y habla de “esfuerzo, unión y solidaridad” en España, pide que los sufridores aplaudan a policía, sanitarios, ejército,… y -ruin- consigue un titular con algo tan obvio como que “la ética está por encima de consideraciones familiares”,…, nacido un 14 de abril, dudo si merecería la pena aguantar -por supuesto sin participar- las elecciones de una república con Aznar, González, Zapatero, Rajoy,… presidentes; aparto la pesadilla y vuelvo al inicio, a Industria y Medio Ambiente, a Martín, Blanco, Pelayo y Lucio, a la PSOE y la PRC, a Revilla y su vice sonrisas que, tras caérseles el suculento “negocio“ del “Concurso eólico”, no consiguen plantar un molino y, tras años intentando imponer una subestación gigante en Olea, desistieron vergonzosamente, sin llegar a juicio cuando una Plataforma fue a los tribunales y ahora, igual, en el P.E. Cerro Airo, Campoo de Yuso, tras “informarlos” la misma Plataforma de que lo hacían mal, han vuelto a empezar… de nuevo mal ¡ni siquiera conocen los trámites! Con el optimismo de una voluntad potente y atento al pesimismo de una razón sólida, se que, como explica El Roto, el hombre es lo importante y lanzo la propuesta: ¡Echémoslos, ya!
146 Los domingos, cavilar
51 Covilación
Hundimiento ético
Fernando Merodio
20/12/2020
Que a niños de 4, 7 ó 10 años se les haya inoculado -sabemos ocurre- miedo a algo tan etéreo, que nunca han visto ni saben lo que es, como un pequeñísimo virus útil a oscuros intereses constituye, nadie lo dude, un triunfo del "progreso" que ahora parece abominar hasta M.A. Castañeda, de ese sistema que, con tanto denuedo como falta de ética, defiende igual la derecha rancia y previsible que los nuevos "progresistas" partidarios de pactar lo que sea y con cualquiera, cuya "extrema izquierda", ¡qué pena!, acaudillan -de caudillo- cuatro sospechosos sujetos cuyos meritos son: uno, haber sido parte de una banda de asesinos crueles, condenado por secuestrar, él mismo, a miembros de etnias con Rh diferente del suyo, otro, ser desleal hasta el tuétano con quienes tienen con él un contrato social y lloriquear mendicante con apoyo en la corrupción de la peor derecha del territorio español, un tercero, haber militado en Ciudadanos, tener la desdicha de estar exigido a vivir en una silla de ruedas y, asentado en la casta que abusa, no cumplir las obligaciones con sus trabajadores y el cuarto, ignaro pero listo, llevar moño como mi -difunta- abuela, haber iniciado la lucha social por la igualdad okupando -con una odiada, pero cómoda para él, hipoteca- un chalet individual con gran parcela e insostenible piscina llena de agua, la ambición de todo hortera pequeñoburgués, repartir, en lugar de justo trabajo pagado, -pequeñas dosis- de "rentas mínimas vitales" y, como "Evita" Perón, esperar junto a la puerta de su nueva finca a que le besen la mano.
Cuando era niño, ¡hace ya tantos años!, nuestros miedos, además de al leve reglazo en los dedos o a que perdiera el Racing, no eran a la enfermedad pues, al tener clases de "religión", misas, rosarios, triduos,..., temíamos -pero de aquella manera, no mucho, pues estaba muy lejano,...- al dios que, decían, enviaba al fuego eterno a los malos, no a los de verdad, en especial a los niños que hablábamos en clase y, por gusto, hacíamos "cochinadas", pero, atentos, la "extrema izquierda" y la mercantil PSOE han sustituido -la parte menos dañina de- el adoctrinamiento religioso por particulares clases de dañino sectarismo, hasta el extremo de que alguien tan afín al sistema e intelectualmente dúctil como Juan Cruz titulaba ayer la última página de -decadente- El País, con "Amador -el hijo al que Savater dedicó un célebre libro- se queda sin Ética", subtitulando que, mérito de la insufrible Celaá, peor incluso que el odioso Wert, "la eliminación de la asignatura elimina instrumentos del pensamiento crítico", por lo que cualquiera puede ver que es "como si los legisladores no hubieran leído -¡qué van a leer, si son analfabetos!- los avisos de Hannah Arendt sobre cómo se instala entre la gente la banalidad del mal, creyendo que todo es relativo, incluso la obligación de cumplir normas que hagan imposible la injusticia social, el desamparo, el declive moral", o que "pensar... requiere pararse a pensar", ¡uf, qué esfuerzo!, lo que, salvo en sus muy particular interés, no hacen los -que se dicen- políticos.
Falta de ética, carencia de pensamiento, banalidad del mal,…, que cada cual lo llame, a su gusto, como quiera, pero es eso que se evidencia, sin que casi nadie diga nada, ni siquiera muestre escándalo -no sea que lo noten y vayan a tomar represalias- hacia adentro, al ver que todos, en especial los corruptos medios de comunicación, callan que hace mes y medio fue “ratificada por la Audiencia Provincial de Madrid la condena a tres años de cárcel -¡sí, cárcel!, que debería cumplir- para Jaime Botín por el contrabando de un cuadro de Picasso”, protegiendo al mecenas, faro cultural de la cateta Santander, o que, aquí ahora, no se abra un serio debate social acerca de qué hay de cierto en que como, rotundo, afirman el cirujano Pedro Cavadas y otros igual de serios, repitiendo lo que antes nos decían para justificar los retrasos, “es imposible que haya una vacuna testada como toca en meses, porque eso suele tardar años, como mínimo dos. Si queremos algo rápido sufriremos las consecuencias” o en que, como él añade Cavadas con -me parece- un pelín de morbo: “Habrá que definir quién se va a comer las 15 ó 20 primeras encefalitis que provoque cualquiera de esas vacunas” express, así como, el matiz social de que suele acompañarse: “Primero se vacunará a la parte rica de la población mundial y hasta que se vacune a los 5.000 ó 6.000 millones de personas en el mundo, pasarán años“, algo ratificado por la Universidad John Hopkins, USA, al asegurar que un cuarto de la población mundial no tendrá acceso a las vacunas hasta el año 2022; y, pienso que algo habría que hacer para evitar, de ser cierto, tan evidente maldad e injusticia ¡Díganlo a las farmacéuticas!
Tan graves son aun, si cabe, las tropelías inmorales, antiéticas que perpetra, a favor siempre del capital, el gobierno “progresista”, aprovechando que -el resto, no ellos- estamos confinados y con bozal en la boca, mientras tramitan y aprueban normas fundamentales sin participación política ciudadana, ni siquiera contestar a los pocos que -con esfuerzo, riesgo y atención- denuncian sus desmanes, al tiempo que, cínicos ofensivos, quieren poner en marcha un modo de actuar contra las -que les parezcan- fake news del resto no, por supuesto, de ellos, con el grueso del control en manos del gobierno, un orwelliano Ministerio de la Verdad formado, en esencia, por 1) el Consejo Nacional de Seguridad Nacional, CSN, comisión delegada del gobierno, máximo órgano en materia de seguridad, que definen como situación de estabilidad, calma o previsibilidad -que ellos deciden- beneficiosa para el conjunto de un país, así como los medios para, a través de la defensa nacional, ¡militar, por supuesto!, conseguirla, 2) el Comité Especializado de Situación, órgano colegiado de apoyo al CSN, constituido por todos los ministros y algunos directores, cuya función es dirigir y coordinar las actuaciones de gestión en situaciones -que el gobierno decida que son- de crisis, 3) la Secretaría de Estado de Comunicación, máximo órgano en materia de “transparencia informativa” que depende orgánicamente del presidente del gobierno y funcionalmente de su portavoz, gestionando la comunicación en situaciones -que a ellos parezcan- de alerta nacional, 4) la Comisión Permanente contra la Desinformación, grupo de trabajo formado por secretarios y directores del gobierno que “asegura la coordinación interministerial, a nivel operacional, en el ámbito de la desinformación” y por último, a gusto de los que mandan, 5) otras autoridades públicas competentes -aquella franquista “autoridad competente”- que le convengan; es lo que hay, nadie lo dude, democracia “orgánica” participativa pura y dura, igual para la derecha que para los “progresistas", y el resto calladito, ¡no está la cosa para rechistar!, sino para pedalear o remar e impedir, solo con nuestra fatiga, que se caiga la bicicleta o la galera se pare.
Y ahí fuera, ¿qué hay? Voy a dar dos deprimentes brochazos, 1) en la combativa Euskadi, recién salida de la ETA de Otegi, página de “publicidad” de Ignacio Galán -allí le llaman así- y Content Factory Iberdrola en la que, entre otras cosas, narran la plena sintonía -imagino que económica- de la empresa afanada en destruir nuestro territorio virgen próximo con molinos gigantes, subestaciones, líneas de alta tensión, pistas,.., con ¡la ONG! SEO Birdlife y la Fundación española para la Conservación del Quebrantahuesos, dos de los dinosauros del -que dicen- ecologismo histórico firmantes del comunicado que pedía -supongo que por favor y de rodillas- una moratoria, una parada para continuar mañana con el destructivo caos eólico, invitación de Revilla, Martín, Blanco y, ¡faltaría más!, la PSOE, moratoria que aun algunos no entienden que se negara a firmar la pequeña -pero sólida y digna- Plataforma para la Defensa del Sur de Cantabria y, mientras todo ello ocurre, 2) otras Plataformas y Redes variopintas, incluso opuestas, quieren participar del “festín” en la mesa de lo que, “progresista”, o sea corrupta, Teresa Ribera duda entre llamar “transición energética” o “ecológica”, llevan -mucho- tiempo debatiendo en las -traídas y llevadas- “redes sociales” sobre… ¡el nombre que se van a poner!, barajando, en vez de hacer, cómo juntar “alianza”, “energía”, “territorio”, “latente”, “cultivo”,…, incluso, heréticos, “roja”, lo que, de no ser tan serio e importante para el futuro de todos, además de pena, daría risa; en cualquier caso, lo más serio del debate empezará cuando tengan que decidir quién se sentará -y quien no- a la mesa del festín de la Sra. Ministra, ¡progresista, of course!
145 Los domingos, cavilar
50 Covilación
Arcera-Aroco, ejemplo y síntoma
Fernando Merodio
13/12/2020
Los Concejos Abiertos -o como se los llame ahora en los distintos lugares-, además de propietarios de la mayor parte del territorio -en lo que dicen Cantabria, ese territorio es el de nuestros bellos, productivos, sostenibles,... montes- son pieza básica de la estructura organizativa -en especial sociopolítica- del Estado español, entidades locales mínimas que, por tener muy pocos vecinos, pueden reunirse -y, de hecho, lo hacen- a toque de campana, en Asamblea Vecinal y son reductos administrativos últimos de la forma directa de la democracia -o sea de la democracia-, con voz para todos los interesados y voto solo para los empadronados, lo que, sin necesidad de entrar en mayores detalles, explica las egoístas razones para que el poder venal, todo el poder actual -económico y político-, los odie y quiera hacerlos desaparecer.
A diferencia de los alcaldes de los ayuntamientos y el resto de los altos cargos en la estructura de poder político-administrativo, en especial los presidentes del gobierno, que trepan por las grasientas rampas de corruptos partidos, al del Concejo lo eligen de forma democrática -directa, no delegada- los vecinos para ejercer los derechos y obligaciones del cargo, aquí regulado por la Ley 6/1994, que, en sus artículos 6, 7 y 8, atribuye al Concejo en su territorio las facultades del Pleno municipal y a su Presidente las del Alcalde, explicando el notorio hispanista británico Raymond Carr que, ya en 1830, existía la sucia ambición constante de asaltar lo de todos, pues “los propietarios acomodados trataban de forzar la venta de los bienes comunales”, un asalto hoy convertido en anti-histórico e ilegal intento de minimizar el control de las propiedades comunes por los vecinos, obviando lo esenciales que, especialmente en la turbulenta situación actual, son -y, sin duda, serán en el futuro- los Concejos.
Arcera-Aroco son tres barrios, el de Arriba, el de Abajo y Aroco, un hermoso pueblo de nuestro sur, en Valdeprado del Río, entre Campoo, Valdeolea, Valderredible y Palencia, del que el vivir injusto, el frío invierno, el aislamiento y la insolidaridad del resto expulsaron poco a poco a sus, también pocos, vecinos, obligándolos a adaptarse a lugares con apariencia más cómoda pero más inhumanos e ilógicos; han pasado los años y la razonable nostalgia del cansado, jubilado de su abusivo trabajo por injusto salario, empuja al que se fue a regresar en busca del tiempo perdido, del imborrable poso, aún sentido, de la íntima añorada magdalena de la infancia que, con emoción y belleza, reencontrara Proust en su obra maestra, “À la recherche…”, recuperar lares añorados, habitarlos, ocupar, volver a usar el territorio comunal, ancestral legado, vivir lo propio, dotarlo del hermoso estar que, injusticia histórica, hace años le robaron.
Como ejemplo, no único ni excepcional, resumo el patrimonio comunal que, lindante con Castilla, con unos 30 vecinos empadronados, gestiona en propiedad el Concejo de Arcera-Aroco:
Iglesia de San Miguel s.XIII
Frente a tanta riqueza, a Arcera-Aroco lo amenazan de forma grave e inminente -con el solo auxilio del Concejo Abierto y la Plataforma para la Defensa del Sur de Cantabria-, cosas del “progresismo”, tres sondeos previos para investigar el fracking, uno de ellos, de 11 Ha., en el Montezuco, varios proyectos eólicos ilegales, como el llamado P.E. Céspedes, iniciativas para quemar biomasa a escala industrial, la cantera La Fábrica y el permanente abuso de un ganadero venal que arrasa el territorio y, hasta fecha bien reciente, con la turbia cooperación necesaria del alcalde y los secretarios municipales, declaró en falso los terrenos comunales y privativos del Concejo y provocar la malversación de muy importantes ayudas europeas, la PAC,…
El sistema es herramienta cruel que el poder impone porque le conviene, reglas y principios que acotan todo como quiere el capital, teorías económicas y dicen con desfachatez que también principios, imposición de una forma injusta de reparto; tanto el frustrado capitalismo, Estado-partidos, como lo que, sin serlo, aun dicen socialismo, también frustrado, Estado-partido, son ese sistema, que aquí ahora es capitalismo sucio y un régimen que lo sostiene, recipiente de estiércol, corrupción, burocracia, sin intención de defender al pueblo,...; Cantabria, cutre y pequeña, es ejemplo, servicial en el peor sentido, no productiva. Sistema y régimen decidieron que Montesquieu había muerto sin dejar rastro de los tres poderes independientes que -solo al serlo- son útiles para impedir que nos gobierne, legisle y juzgue siempre el capital apoyado en partidos, sindicatos, subvencionados diversos, …, burocracia, oligarquías que, costosa rémora, impiden la lucha y solamente son, con excepciones escasas, muy altos sueldos, injusto patrimonio de los que abandonan al resto empapado a la intemperie.
Es cierto, lo sabemos todos y, a pesar de ello, callamos; Vila-Matas en “Bartleby y compañía” homenajea a Melville y al escribiente que fue serio, pulcro y educado hasta el día en que, harto, al ser requerido para que una vez más realizara el trabajo que, fiel, dócil y exacto, ejecutaba siempre, expresó un deseo humano, suyo: “Preferiría no hacerlo” y, tras manifestar tal deseo, pasó a la práctica, no colaboró, negó el sistema con un NO lúcido, que debe ser el futuro; su inactividad y silencio no fue cómplice cobarde, sino grito contra lo arbitrario injusto, fue revolucionario, activo; habla también Vila-Matas de Traven, “el más oculto de los escritores ocultos”, defensor de derechos de todos, genial autor de “El tesoro de Sierra Madre”, hoy reeditado, base de un gran film de Huston, alegato contra la ambición, sus causas y efectos. Pienso en ello y en quien dijo que hay tres clases de testigos: los que han visto bien, pero dudan, los que han visto mal pero creen haber visto bien y los que no han visto nada y creen haberlo visto todo, a las que añadiría una cuarta, la más relevante, la de los que tras ver, visto lo visto, lo dicen como hacía que Traven, que convirtió la escritura en tajo.
En Arcera-Aroco, los que se fueron regresan y hallan, además del feraz territorio, lo peor del sistema, un régimen “progresista” dominado por capital eólico, política turbia, tierra esquilmada, ganado ilícitamente subvencionado, despilfarro, abuso, restos de un provocado naufragio, inseguridad y Administración corrupta hasta el tuétano que lo propicia, régimen de un sistema, en el que un alcalde y dos secretarios indignos quieren disolver, craso error que será su cenotafio, el Concejo Abierto de Arcera-Aroco, pues molesta a sus amos, maldad dañina que nos marca la tarea y que el Concejo Abierto , además de ejemplo, es síntoma de lo que, si no actuamos, viene.
144 Los domingos, cavilar
49 Covilación
Perversión del lenguaje
Fernando Merodio
06/12/2020
“La peste, ahora traducida por el neolenguaje en pandemia, que tiene un sonido más tranquilizador y difuso ha estado siempre presente en la historia de la humanidad y en este siglo XXI en el que la ciencia y el progreso parecían invencibles, ha vuelto a presentarse" (M.A. Castañeda. El Delirio Montañés. 29.11.20).
Sabedor de que, gracias al drástico/tiránico cierre de bares y cafeterías, hace tiempo que ni ojeo por encima -y evito sarpullidos- El Delirio Montañés, un amigo, sin duda sadomasoquista, me hacía llegar ayer, rasgada y entre carcajadas, la página 35, opinión del pasado domingo en el -casi- monopolístico pasquín, en la que, por una vez inaudito, el sabido juntaletras local Manuel Angel Castañeda acataba que "ciencia y progreso" -por él siempre venerados- solamente "parecían" invencibles, no lo “eran” como gusta adoctrinar, pero, junto a la seria chanza del amigo, a mí me ofendió más el hecho de que quien, desde tal libelo acaudilló lustros la inquisitorial censura regional y, además de mentir con desfachatez de impune, pervertía a diario el lenguaje, el pasado domingo, cínico, veje a George Orwell y sus "Principios de la neolengua", apéndice de "1984", novela en la que el troskista narra situaciones en el fondo no muy ajenas a las aquí ahora agriadas por el brutal control de la ley “mordaza”, tan "progresista" ella, y ponga a su servicio la sabida, acerada y en verdad progresista terminología orwelliana.
Lo del pasado domingo se titula "La literatura de la peste", remite a buena escritura, no suya, de Sófocles, Daniel Defoe, Giovanni Boccaccio, Mary Shelley, Jack London, Albert Camus, Thomas Mann, José Saramago, Richard Matheson, Philip Roth, Gabriel García Márquez,... y lleva un subtítulo que, ¡oh, sorpresa!, muestra la dolorosa caída de un caballo erróneamente cabalgado durante toda una vida: "A la postre de tanto desarrollo, hemos vuelto a combatir el mal con encierros, lazaretos, hospitales colmatados de enfermos y un reguero de muertos", en la que solo eché en falta un sucio, viejo y desagarrado ropón con un cíngulo de esparto y una pública y sentida petición de disculpas por el daño ocasionado con los viejos vicios de predicador; ¡incluso yo había escrito ya que no veía para qué nos servían desarrollo, progreso, científicos, carísimos políticos, “Evita” Iglesias,... si, al final, la culpa es nuestra, del resto, por llevar floja la mascarilla/bozal, hablar, relacionarnos,... y la -única- solución, no hacerlo..., bueno y someternos la exigida vacuna que enriquecerá a los de siempre.
Concluía lo de El Delirio y la peste con un habitual -y largo- panegírico a personas de la cuerda del caído del caballo que frecuentan las inanes tertulias de esa Comillas en la que, siempre Revilla, quieren despilfarrar -¿u otra cosa?- unos millones más, ¿será por dinero?, ahora del maná llovido de los odiosos pactos de Sánchez con "Evita" Iglesias, Rufián, Otegui & Co y sus presupuestos "sociales" para Iberdrola, Naturgy, Endesa, los bancos,... y -si acaso- alguna migaja para parados, desiguales, mal pagados,..., que dicen que nos regalará -¿existe?- Europa ¿Cuántos millones de chinos, japoneses, coreanos, vietnamitas,... han perdido ya su tiempo aprendiendo, en vez de los pujantes catalán y euskera, el odioso, opresor, lerdo castellano a la sombra del muy caro, jesuítico y catalán Seminario Mayor? ¿Cuántos lo harán en el futuro?
Ignoro si lo de la "peste literaria" es, en realidad. una caída de burro o se trata, más probable, de chanza aleada con lenguaje pervertido que lo mismo imposibilita saber bien qué son cosas tan importantes como paz, justicia, igualdad, libertad, pactar,..., que permite escribir de desarrollo, crecimiento, progreso,... a gusto del escribidor, sin saber de qué se trata y para que nadie lo entienda, por lo que voy a intentar explicar unas cuantas cosas más que, lo mismo que la anterior, acaecen aquí ahora.
El Concejo Abierto es una Entidad Local administrativa histórica, la menor en la estructura organizativa del Estado español que, por su escaso número de miembros, se reúne a toque de campana en Asamblea Vecinal como último reducto de la forma más directa de la democracia, con voz para todos los interesados y voto solo para los empadronados; en él, a diferencia del Alcalde en el Ayuntamiento, su Presidente es elegido de forma directa -no delegada- por los vecinos para ejercer los derechos y obligaciones del cargo, regulado por la Ley 6/1994, de las Entidades Locales Menores, cuyos artículos 6, 7 y 8, atribuyen al Concejo en su territorio las funciones del Ayuntamiento en Pleno y a su Presidente las del Alcalde, explicando el valor práctico de tal institución constitucional de Derecho Público el prestigioso historiador Raymond Carr al escribir que, ya en 1830, era feroz el asalto a los "bienes comunales”, de los que “los propietarios acomodados trataban de apropiarse", un asalto hoy devenido a ilegal intento de minimizar el control de la propiedad comunal por los vecinos, pese a lo necesarios que, en especial en la actual situación de turbulencia, son -y serán en el futuro- los Concejos, propietarios de la práctica totalidad de los montes.
En Cantabria, el monte comunal tuvo especial importancia por su uso ganadero, agrícola, maderero,... y, ahora, por la presión de grandes energéticas y especuladores diversos que quieren colmatar, gratis et amore, nuestro más bello territorio con molinos de 200 metros, pistas, líneas de altísima tensión, subestaciones,..., atropello al que, desde hace años, aquí se opone el pequeño Concejo Abierto de Arcera-Aroco, Valdeprado del Río, 30 vecinos y, tras él, la Plataforma para la Defensa del Sur, un problema -el del Concejo- para el que políticos y capital han encontrado solución rápida y eficaz, ¡disolverlo!; seguiré cavilando sobre ello, pues va a ser muy divertido.
Más perversión de las palabras. El 4 de mayo, hace 7 meses, la Plataforma pedía a la (in)útil ministra para la transición ecológica la nulidad del Tratado sobre la Carta de la Energía y su ilógico ISDS, del Plan Nacional Integrado de la Energía y el Clima, PNIEC, tramitado sin Evaluación Ambiental Estratégica, de la Ley del Cambio Climático y la Transición Energética y del Real Decreto-Ley 23/2020, normas útiles al capital energético, tramitadas con sigilo y prisa, nosotros con bozal y callados, un serio requerimiento formal que, cínicos los “progresistas”, pretenden saldar, grave perversión del lenguaje, con el “Estimado Sr.” de una carta; el mismo ministerio trampa hace una convocatoria -a otros más dúctiles, no a la díscola Plataforma- para una extraña cosa -no presencial- que dicen “Zonificación ambiental para la implantación de energía renovables (eólica y fotovoltaica)” y parece que será -ilegal- información “a toro pasado” de una elaboración en la que -si acaso- solo habrían intervenido los subvencionados, algo que dicen “evento”, o sea “suceso imprevisto” cuya, quizás, imprevisión, nervios y prisas, hicieron que la invitación digital, en lugar de para el 11 de diciembre, fuera para el 11 de setiembre, viernes, craso error muy difícil de explicar.
Otra de lenguaje perverso. Hace días, desde el mejor “buenismo” y al tiempo que Revilla, Martín y Blanco abren alborozados puerta y brazos a las huestes energéticas que capitanea Iberdrola -fusión de Iberduero e Hidroeléctrica Española en los primeros 90, con la peor corrupción de la PSOE de Felipe y Guerra, que reportó a Navalón, su “conseguidor” de cámara, más de 7.000 millones para un correcto reparto-, un dispar haz de colectivos nimbys -no in my back yard; no en mi patio de atrás-, sabidos advenedizos ajenos a “lo energético”, subvencionados felices y, la guinda, la ADIC con que Revilla, tras periclitar el sindicato del fascio, daba en 1976 un forzado salto a la política regional, previo a, en 1978, fundar el PRC,…, pedían, ¡incluso Revilla!, un esfuerzo, una “moratoria de los proyectos eólicos en Cantabria previstos y en proceso de autorización” hasta aprobarse ese PROT que hace más de dos años descarrilaba, por su burda ilegalidad, a las puertas de la CROTU, de donde, por una denuncia, fue retirado en el último segundo; al infantilismo que esconde la petición de prórroga sin más ante gente tan dura y ducha como gobierno y capital, se une que moratoria, ¡qué perverso es el lenguaje!, significa ampliación del tiempo concedido para hacer algo que, tarde o temprano, se hará, y deja la sensación de que lo único que importa es el cuándo y el dónde y no, irrenunciables temas del debate, ni el cómo ni el por qué.
143 Los domingos, cavilar
48 Covilación
Felipistas, guerristas, sanchistas,…
Fernando Merodio
29/11/2020
“La ascensión de los privilegiados no sólo en el Lager sino en todo lugar de convivencia humana es un fenómeno angustioso pero inevitable; solo en las utopías no existe. Es deber del justo hacer la guerra a todo privilegio inmerecido, pero sabiendo que se trata de una guerra sin fin" (Primo Levi. "Los hundidos y los salvados").
La sociedad mercantil PSOE es corrupta, tras 40 años de "vacaciones" con Franco, desde su re-legalización en febrero de 1977 ha asilado, asila y, sin duda, asilará mientras dure a millones de “felipistas”, “guerristas”, “sanchistas”, incluso panegiristas de aquel de “la ceja”, que inspiró, entre otras dañinas memeces, la tronchante “alianza de civilizaciones”… con el sátrapa Erdogán, pero, entre todos ellos, costaría mucho atinar con una decena de socialistas; "socialismo" es una noción usada por Marx y Engels, método científico para, a partir de la realidad de las clases y la comprensión cabal de la sociedad capitalista evitar, en tal sociedad, el abuso de unos pocos sobre la mayoría, entonces el proletariado y hoy, sin nombre, integrada por casi todos todos nosotros, víctimas del capital, denunciando, al tiempo, que propiedad y autoridad justa amenazan ruina al permitir, un ejemplo, que en este noviembre en que -casi- todos acatamos que nos tapen la boca y nos callen, la PSOE, peligrosa, legisla a favor del poder real, esa cosa rancia, rara que dicen "Bolsa" sube, sube, sube,.... y Sabadell y BBVA se ríen sin rubor del chocante gobierno Sánchez, Evita Iglesias & Co.
Es cierto que el ultra-liberalismo -Estado democrático de derecho y progreso, dicen- no es un campo de concentración como el que vivió y analizó Primo Levi, pero en aspectos de la toma de decisiones o de dar y recibir órdenes esenciales se le parece y Levi, inquilino forzado del lager, lo vio y lo contó para que, a partir de ello, nosotros, tras pensar, saquemos conclusiones; cavilé bastante con Levi y su inculpatorio aviso del exordio y cómo lo cierra: "Donde hay poder ejercido por pocos, o por uno solo, contra muchos, el privilegio nace y prolifera, aun contra el deseo del poder mismo; pero es normal que el poder lo proteja y estimule" y el taxonómico -y para él, pienso- lacerante análisis de la "zona gris" -que ahora ocupan la PSOE y sus tóxicos socios- en que se consolida el inicuo abuso del poder absoluto, una zona "de contornos mal definidos, que separa y une al tiempo a los dos bandos de patrones y siervos", con una (i)lógica interna tan complicada que dificulta su análisis, pero revela que cuanto más reducido es el territorio del poder más necesita el apoyo externo, mano de obra barata, o mejor gratis, vigilantes, voceros, fuerzas de orden,..., siervos que, a cambio de poco, evidencian cómo cuanto más lesivo es el abuso "más extendida es la buena disposición para colaborar con el poder"; sumisión servil oculta tras matices, terror, seducción ideológica, miope ansia de poder, vileza, imitación, cálculo egoísta,..., que permite a los siervos cargar de la culpa al sistema y ocultar la suya en el lager, en el que "formaban una fauna pintoresca: barrenderos, lavaplatos, guardias nocturnos, hacedores de camas, localizadores de piojos y sarna, mensajeros, intérpretes, ayudantes de los ayudantes; (...), pobres diablos (...)" que "por medio litro de sopa suplementario, hacían estas y otras funciones mediadoras"; se trataba de miserables, entre ellos los Kapos, que copaban los más dañinos puestos de gestión represiva de los otros desgraciados y los Sonderkommanden, en especial judíos que arrastraban a las víctimas a las cámaras de gas y, tras arrancarlas sus escasos bienes, dientes de oro por ejemplo, arrojaban sus restos a los crematorios.
Cumplen los miembros de tal siniestra "zona gris" la doble función de evidenciar que lo que hacían los nazis podía hacerlo cualquiera, incluso un judío, y además humillar, permitiendo a Hanna Arendt, en "Eichmann en Jerusalén", identificar como "banalidad del mal" la realidad de que cualquiera con apariencia normal, yo mismo, escudado tras la obligación de la ley, justificara la peor atrocidad, o que Primo Levi viera que quien, de modo inexplicable para él, le maltrataba cruelmente creía hacer simplemente su “sucio” trabajo diario; quien piense, percibirá aquí también, antes, durante y después de Franco, -menos cruenta pero con muy dañinos efectos- la lúgubre Zona gris, su extensión y profundidad, su gran número de miserables miembros, Zona muy peligrosa que ahora, momento crítico para todo el mundo, se percibe nítida.
Hoy, el problema no es elegir entre derecha y -similar- izquierda, república y monarquía,..., sino prever en cada instante de donde nos caerá el duro golpe, si del capital, enemigo siempre, o del débil corrupto gobierno, derecha que se dice socialista, “progresista”,…, partidaria -en errada glosa de la kantiana “paz perpetua”- de dialogar con cualquiera y pactar contra natura y que, apoyado en la insolidaria, criminal rapiña del nacionalismo -derecha aún más evidente-, nos (des)gobierna junto al andrajo que es "Evita" Iglesias, gobierno heredero de los que el 14 octubre 1974, con Franco aun vivo, se reunían en Suresnes, París, para elegir secretario general a un trilero sevillano que, con las cárceles llenas de luchadores del PCE y las Comisiones Obreras, como un niño, se tapaba con las manos la cara para no ser visto, fingía esconderse tras un innecesario apodo, “Isidoro”, al tiempo que usaba pasaporte del Servicio Central de Presidencia del Gobierno -Fernández Monzón, Casinello, Faura,… ¡Carrero Blanco!-; esa fue la “izquierda” que, con su turbia actuación, impidió la “ruptura democrática” e hizo que Carlos Paris, catedrático de Filosofía de la Universidad Complutense, dijera en sus “Memorias sobre medio siglo” que la llamada “transición” fue “un proceso custodiado con la CIA, por la conservadora socialdemocracia europea, en el que se hundieron las fuerzas creadoras”, con un sucio primer objetivo, evitar a toda costa la presencia del PCE, “el Partido”, único activo entonces, en cualquier gobierno; esos son los "progresistas" de hoy, que llegaron al gobierno en 1982, entre las teatrales sombras del 23-F, aun hoy necesitadas de luz y taquígrafos,…, de memoria histórica.
Me resulta aún duro recordar que, dos años después de Suresnes, el 24 enero 1977, gentes de lo más negro de la caverna fascista de García Carrés y aquel Girón de Velasco que inspiró a Revilla, asesinaban en su despacho, en la calle Atocha, Madrid, a Javier Benavides, Serafín Holgado, Ángel Rodríguez, Javier Sauquillo y Enrique Valdevira, dejando heridos de cuerpo y alma a Lola González, Luis Ramos, Miguel Sarabia, Alejandro Ruiz y a todos los militantes de las Comisiones Obreras, aquel sindicato de clase y “el Partido”, el PCE que, veintisiete meses después de la parodia de Suresnes, muerto ya Franco, aún eran ilegales, muy perseguidos; tenían los abogados unos treinta años, familias con miedo, sueños,…, nunca lo olvidaré, igual que recuerdo la gran manifestación del duelo comunista en Madrid, fuerte patada de “el Partido” a la puerta del fascismo, postrer servicio gratis y denunciaré siempre lo ocurrido estos años y que gente tan peligrosa y lejana a aquel PCE como Sánchez, "Evita" Iglesias, Rufián, Otegui,... intenten apropiarse de su sacrificio, siendo como son todos ellos peores que los reaccionarios que, junto a la CIA -que hoy lo cobra- hicieron todo lo posible para que -casi- nadie supiera de las fatigas, esfuerzos, sacrificios de los que, con su vida, miedos, torturas, cárceles,…, lucharon contra Franco; de Suresnes a Atocha, 27 meses, trayecto con dispares actuaciones divergentes que, a poco que se piense, evidencian lo perversa que ha sido la manipulación de la historia.
Historias de la corrupción. Felipe fue -y es- beautiful people, Solana, Solchaga, Boyer,..., Filesa, Time-Export, Malesa, Rumasa y el fraude de Galerías Preciados..., los GAL, la OTAN, traición al socialismo y a Marx, miles de millones robados, crimen de Estado, tres cubiletes y una alubia, Guerra fue la Andalucía cañí, el abuso cutre y paleto de su "henmano" Juan, del "quien se mueva no sale en la foto", del ¡dales caña, Arfonso!, de la nada en medio del vacío, el de "la ceja" solo fue un holograma, alianza con Erdogan, veriflús y, con su mujer, hijas y dinero público, tétrica estética gótica en la Casa Blanca, pero lo peor es hoy, el fatuo Sánchez es destilación de todo lo malo anterior y, o le paramos los pies o, mal criado en la PSOE, lo rompe todo y, con el feo trío “Evita” iglesias, Rufián y Otegi, nos arruina. Lo explica muy bien Primo Levi.
Viñeta de Ricardo Martínez años 90
142 Los domingos, cavilar
47 Covilación
Estado policial
Fernando Merodio
22/11/2020
“Un estado policial es aquel donde el gobierno mantiene un estricto control sobre la sociedad, particularmente a partir de la supresión de libertades civiles y (...) un gran despliegue e inversión en mecanismos de vigilancia". (“Estado policial”. Wikipedia).
Varios fines de semana he cavilado sobre el estado fallido, el de alarma, el de sitio o el corrupto y tengo la convicción de que son todos ellos calificativos para lo nuestro, pero sé que el que mejor define esto es, en concreto, policial, no siendo necesario ir lejos, ni consultar a un sesudo filósofo o al más justo y sabio jurista para ver cómo, a partir de que -además de al capital de siempre- conviene a la cutre casta mercantil creada por Sánchez, “Evita” Iglesias, Rufíán, Urkullu, Otegi & Co, España es retrato -y nadie con un dedo de frente y unos gramos de la hoy escasa honradez, lo niega- de un “Estado policial”, muy alejado de las premisas de la Razón Ilustrada, igual que, a sus niveles, lo son los de toda la UE, los USA, el capitalismo ex-comunista,…, con un cada día más preocupante número de chivatos y policías aficionados, parafascistas.
Junto al populismo del fascio inculto, renacido aquí con Revilla, en España tenemos al duro, reseco y petulante sujeto que siempre vivió en y del partido/empresa que ha hecho de él lo que es y el extraño ser, sin taxonomía posible que -de momento- suple los tentáculos del alienígena por una estrafalaria coleta y, pese a su aspecto de caído de un ovni sin historia seria, es triste “penene” enchufado, propietario de opulenta vivienda, fatuo heredero confeso de un ex-miembro del FRAP, facsímil de grupo terrorista -con víctimas- infiltrado -decíamos entonces- por la policía para debilitar al PCE de otrora; son todos ellos anomalías "progresistas", impulsoras en España -con lo jugoso en manos ya del peor capital- de que lo cotidiano, el frugal día a día lo decida la -detestable- policía del régimen que -poder sin otra auctoritas que el monopolio de las armas- aplica una ayer denostada norma ad hoc -hoy bendecida por “los nuevos” y el TC-, la “ley mordaza” de Rajoy, de la que su policía (ab)usa sin educación, con saña económica y falta de formación; somos buen ejemplo de “Estado policial” que reprime estricto a la sociedad, veta reuniones, prohíbe incluso hablar en el autobús, nos priva de los revolucionarios derechos civiles a la libertad individual, la dignidad personal, que es mucho más que el honor, las libertades de expresión, reunión, manifestación y asociación, la participación en los asuntos públicos, incluso la propia imagen,... usando un caro y funesto catálogo de instrumentos de control y represión, sin que, por supuesto, a ninguno de ellos, en lo personal satisfechos, preocupe su abusiva ilicitud.
Sé que el nuevo totalitarismo y sus altavoces, El País, la SER, La Sexta, El Delirio Montañés,... que, vejados, han informado de la constitucionalidad reconocida por el TC a la "ley mordaza" como simple legitimación de las expulsiones "en caliente" y, con su irritante monopolio del parloteo público sin ideas ni ética, intentarán hacernos creer que la policía vigilará la calle -y nuestro trabajo, ocio y vivienda- solo un rato, mientras -le- dure el útil bichito del que nadie sabe nada... salvo las multinacionales que se van a forrar con la sobrenatural, obligatoria vacuna; si alguien aun los escucha, ¡allá él!
Deshago el turbio malentendido de que entre esta -mala- gente caída de Marte -o quizás ascendida de las más sucias cloacas- alguno tiene relación -como dice la más descerebrada, ¡uf!, derecha- con el comunismo recordando que Vladimir Ilich Ulianov, Lenin, personaje histórico que, con errores, algo legó en la lucha mundial contra la desigualdad injusta, decía, acorde con la teoría de Marx, que "(...) sólo el comunismo suprime en absoluto la necesidad del Estado, pues en el comunismo no hay nadie a quien reprimir, 'nadie' en el sentido de clase, en el sentido de una lucha sistemática contra determinada parte de la población", una tesis que, con su práctica canalla y mil pasos atrás destruyó el siniestro Jósif Vissaiónovich Dzhugasvili, Stalin,..., historia sin nada que ver -quien sabe leer y lee con honestidad no lo ignora- con Marx y sus bien razonadas ideas sobre el socialismo y/o el comunismo.
Es sabido -imposible de refutar- que el Estado es un conjunto de instituciones y normas ideológicas, económicas, jurídicas, políticas,... impuestas para reglar una práctica social que asegure y consolide la dominación de una clase -por insistente que sea el bombardeo mediático y político, no se puede negar que hay clases- sobre las demás, lo que, en especial, está determinado por la estructura del poder económico que, para garantizar el mantenimiento del sistema que le permita ser dominante, en el Estado capitalista, burgués, se dota de las más diferentes formas de gobierno, desde la república o la monarquía "democráticas" hasta el totalitarismo policial que -con todos los adjetivos de simulación, tiempo y lugar que pongan- suple la libertad, la culta decisión individual, el libre albedrío informado con la ciega imposición, un totalitarismo, ¡sí, totalitarismo! policial, que aquí ahora nos imponen -y obligan a aplaudir- los alienígenas amantes del "progreso", el pacto por el pacto, la cobarde paz social a toda costa,…, apoyados en un fiel, silente -si es preciso, violento- y agradecido ejército profesional de estériles bien pagados burócratas de toda laya, funcionarios civiles, militares, policiales, conductores de autobuses represores,..., técnicos, asesores, secretarios, pensionistas, sindicalistas, expertos y organizaciones subvencionadas, pelotas del 1 hasta el 33.783.586,... y ahora mujeres/voto que imponen una desigual igualdad en su relación con la otra mitad, el hombre, y acaban de decir -gran hallazgo según El País que, mal menor, leo a diario- que las féminas prehistóricas cazaban grandes y peligrosos fieras, sin explicar cuándo y cómo perdieron su fuerza y el inalienable -y arrebatado- derecho a ser -igual que ministras y miembras de consejos de administración- mineras, pescadoras, cargadoras, trabajadoras de andamio o jugar, iguales, -no solo cobrar tanto como ellos- en la NBA o en el Real Madrid masculino,…
Destruir el aparato del Estado, evidente y consolidado por el capital, exige poner su parte armada, militar, policial, al servicio de todos, destruir el muy caro, numeroso e insufriblemente corrupto aparato burocrático, convertir su injusto coste en parte de la estructura económica-productiva global y, a partir de ello, con calma en interés de todos, fijar las nuevas normas económicas, políticas, jurídicas, ideológicas,… del futuro aparato en los nuevos duros tiempos, aparato del Estado al servicio de todos, no en la dirección que la mercantil Sánchez, “Evita” Iglesias & Co ha tomado al legislar ahora en secreto para el capital con, evidente, más control, mas represión y, como muestra, un botón significativo, pretendiendo imponer que instruyan el proceso penal los fiscales con, sabido es, una estructura ineficaz y, como el ejército y la policía, a diferencia que -al menos en teoría- los jueces, sometidos a una castradora estructura jerárquica, cimiento del aparato que controla el gobierno, su régimen,…, lo que obliga a pensar qué pasaría -y temblar- si la peligrosa cuadrilla que hoy es el ejecutivo -el que ejecuta- lograra, con prisa, sin pausa y sin modificar antes las competencias, estructura, dependencias,… del Ministerio Fiscal, imponer tal idea y que la gestionen demócratas tan lealmente españoles como los “intelectuales orgánicos” que pagan UP, ERC, Bildu, PNV, JpC y otras joyas…, con la PSOE mirando.
No necesito insistir en que el nuestro es un sistema capitalista respecto al que, en toda época y de todos modos, he hecho -incluso con riesgo personal- oposición, ni preciso justificar mi opinión sobre desahucios e hipotecas, parte cierta de lo peor de ese sistema, pero no olvido que a él se dio mayoritaria forma de contrato social y es abuso desleal que, habiendo quien -sin robar- vive de arrendar su propiedad legal, “Evita” Iglesias, Rufián y Otegi, trío de la bencina con pólvora ajena que, además, cobra -excesivo- dinero público, quieran frenar -en perjuicio de terceros de buena fe- “todo desahucio sin alternativa habitacional hasta el 31 diciembre de 2022” ¿Qué dirían los tres filántropos si una ley obligara al propietario de una vivienda de más de 90 m2 a ceder el exceso a necesitados y, si tuviera parcela, además a albergar un campamento para refugiados? Por ahí deberían empezar la tarea “Evita” y sus cuates.
EL ROTO 22-11-2020
141 Los domingos, cavilar
46 Covilación
Silencio siempre
Fernando Merodio
15/11/2020
“La epidemia es una enfermedad zoonótica en la que el virus ha saltado de un animal a un humano y somos responsables al haber creado las condiciones para que eso fuera muy fácil, al destruir el medio ambiente y poner a los animales salvajes en contacto estrecho con las personas". (Jane Goodall. Primatóloga).
La situación generada, al alimón, por el capital y los -corrompidos- vividores de la política que, un bloque, nos han caído encima, aplastándonos, evoca los relatos de la mitología del horror cósmico creada por H.P. Lovecraft y su "circulo", con Robert E. Howard, autor de Conan, Solomon Kane y Kull, Robert Bloch que, entre otros relatos de terror, escribió Psycho, Psicosis, Clark A. Smith y sus cuentos de la colección Weird Tales o August Derleth, creador de El caso de Charles Dexter Ward o la recopilación de los relatos de Arkham, cuya lectura, la de todos, en el tétrico momento que nos están obligando a soportar, recomiendo encarecidamente.
De cualquier modo, existe una certeza, o arriesgamos para intentar frenarlo -algo que, al ser quienes y como somos he empezado a confinar en el pequeño tabernáculo de los sueños y utopías-, o renacerán los peores tiempos de los duros fanatismos totalitarios, religiosos, dinásticos, identitarios, populistas,... y, como siempre, el dinero, que aún crepitan entre los rescoldos de los diversos fascismos, stalinismos, nazismos, las variadas formas del racismo asesino,..., que, impunes, como Hitler con los libros “peligrosos”, ya han empezado a elevar sus hornos a los 451º farenheit que posibilitan abrasar los libertarios, igualitarios logros ilustrados de la Razón y las Revoluciones.
Viendo cómo aquí y ahora, frente a la siempre acomodaticia (in)útil derecha, toma posiciones tétrico, el inepto, egoísta,... conglomerado de intereses en torno a la -cada día más- mercantil PSOE, del ruin, desleal nacionalismo catalán, el sádico etnicismo vasco, que coacciona, agita y recoge los frutos comunes del árbol, aleados por la birria a que han devenido, ganapanes sin programa, oteadores de sueldo fijo y un poder de serie de TV, los seguidores de "Evita" Iglesias, no puede extrañarnos que, a los 10 días de que un alarmado ex-empleado de TUS me informara, el primero, de que en los autobuses urbanos de Santander, CSIF, cosa que, descarada, dice ser un "sindicato", había usurpado espacio público para pegar un pasquín y exigir a todos, no solo a sus acólitos, un tiránico "SILENCIO SIEMPRE", nadie ha hecho nada por frenar la tropelía totalitaria que, corporativa, olvida la obligación del conductor -o quien sea- de desinfectar -eso sí es profilaxis- asientos, barras, puertas,… entre viajero y viajero.
No esperaba nada, es cierto, de los injustificados sueldos de PP y VOX, ni del Ciudadanos del reservista militar Ceruti, pero sí tenía un remoto -pueril- hilo iluso de que harían algo, al menos simbólico, los mezquinos gestores de la marca "socialismo" que, desde 1939, no hace nada por la libertad e igualdad o que, acaso, lo hicieran quienes, con el populismo andrógino de UxS, Unidas por Santander, arrastran la digna y dura historia de lucha solidaria -y solitaria- por la libertad del comunismo español,…, y resultó que no; frente a la agresión al colectivo que, sin duda, son el exabrupto sindical y el odioso silencio de UGT y CCOO, ¿qué fue de las Comisiones Obreras de Marcelino Camacho y, aquí, de las de Cote, Miera, Chus, Melo,...? Son muy pocos los que -cuando no la había ni, por ello, se veía, desde la caverna, moverse su sombra- con riesgo se fatigaron por la libertad de todos y son los que quedan de esos pocos quienes, casi solos, la valoran y saben que, con lo que cuesta ganarla y que lo que aquí hay ahora es un mero sucedáneo, costaría un ápice, nada, perderla; estamos cediendo en todo a gusto del capital y por irracional temor al mínimo, extraño virus.
La vida es diversas cosas, entre muchas, una individual, física, personal y otra social, de grupo, política sobre las que haber vivido -ya muchos- años corriendo a diario para preparar diferentes maratones me ha enseñado que el yo físico, individual, mío ha sido y es, ciertamente, lo que -y cómo- yo he respirado, si el aire era poco o mucho, limpio o sucio, si llegaba a todo lo ancho de los alveolos pulmonares y hasta el fondo de abdomen y vientre, si el oxígeno de ese aire era distribuido bien por la sangre a todo mi organismo y si, al tiempo, expulsaba odioso CO2, mientras mi otro yo, el social, político se nutría -bien- de una continua relación con los que, selectivamente, elegía para compartir acción y palabra,..., hasta que desde hace meses, la crispada y crispante mascarilla me impide respirar y hablar bien, mientras el castrador, totalitario “silencio siempre” evita que, por falsa seguridad para los más miedosos del nutrido ejército de los cobardes y en exclusivo interés del capital y los políticos enunciados arriba, material opuesto a las chatarras que enumeró Eduardo Galeano al describir el, inconcluso, inventario del mundo elaborado por Arturo Bispo de Rosario: “vidrios rotos / escobas calvas / zapatillas caminadas / botellas bebidas / sábanas dormidas / ruedas viajadas / velas navegadas / banderas vencidas / cartas leídas / palabras olvidadas y / aguas llovidas”, todo historia que, antes de ser agotada por la vida, fue útil, hermosa, antagónica a nuestros no vividos, inservibles oportunistas Sánchez, "Evita" Iglesias, Casado, Abascal, Arrimadas, Puigdemont, patético Rufián, Urkullu,…, impar Revilla, sin más historia todos ellos que su bovino acomodo en el insano calor de establo de sus fétidos partidos, con la sola excepción del siniestro Otegi -“gordito” para los suyos-, que es una historia tétrica de la que avergonzarse, ajena, nadie lo dude, a la de sus pioneros, “Apala”, “Argala”, “Pertur”,…, que, por encima de todo, incluso de su etnicismo, además de arriesgar -y matar- con pistolas y bombas, tenían -y defendían, de verdad-, no solo egoísmos personales y tribales, también ideas sociales.
Jane Goodall, primatóloga que en la tele explica cómo nos horroriza ser contagiados por los animales y no nos preocupa contagiarlos a ellos, explica ahora su idea, “la epidemia es una enfermedad zoonótica en la que el virus ha saltado de un animal a un humano y somos responsables al haber creado las condiciones para que eso fuera muy fácil, al destruir el medio ambiente y poner a los animales salvajes en contacto estrecho con las personas", casi al tiempo de que Greta Thunberg, niña sueca con síndrome de Asperger, nos diera la solución a tan grave tesitura: "¡Hay que cambial el sistema!"; a partir de todo ello, una cuestión, tras taparnos nariz y boca con la -digan lo que digan poco fiables expertos- insana, castradora mascarilla y callar ante el ruin -y para ellos útil- "silencio siempre" del "sindicato", ¿alguien ha oído al dinero o la política criticar rigurosos el daño ambiental y, a partir ello, exigir "cambiar el sistema"? ¡Hasta ahí podíamos llegar!, ríen al fondo Iberdrola y Banco Santander, mientras reducen plantillas y oficinas, tramitan EREs y se enriquecen, al tiempo que destruyen al resto.
El terrible mamarracho del teniente coronel Antonio Tejero fue, para quien tenía dos dedos de frente y menos miedo que el que ahora casi todos al mínimo virus, además de un grotesco espectáculo, una ignominiosa farsa pueril y un ratito de mínimo riesgo, mientras su cateta frase icónica, “¡Se, sienten coño!”, ha quedado arrumbada en el rincón de los cosas ridículas, cual pellizco de ursulina o mal educado gritito histérico de niño escolapio, sin posible comparación con la totalitaria exigencia del “silencio siempre” que trata de imponer -de hecho impone, sin aclarar si el sigilo absoluto afecta a los odiosos smartphones- el patético “sindicato”, a lo que se ve, tan poco experto en salud social como laxo al dirigirse y tratar de condicionar al resto; todo ello es, lo sé, alarmante, muy peligroso, primero, porque la cosa CSIF sea tan ignara y osada, segundo, porque se lo hayan consentido, tercero, por el silencio de UGT y CCOO -no confundir, por favor, con las Comisiones Obreras contra Franco-, cuarto, por la vergonzosa complicidad de PP, Ciudadanos, Vox, PRC, PSOE y UxS, que dicen representar a sus votantes y quinto, por la cobardía de esos votantes que, por falsa seguridad y ser tan miedosos, se someten a respirar mal, incluso a dejar de hacerlo, no tener relaciones -ni organizaciones- sociales o familiares -¿sexuales?- y ahora, además, a viajar en autobús con las ventanillas abiertas, prefiriendo morir de pulmonía que de Covid19; si no fuera serio, sería para morirse -otro modo de hacerlo- de risa.
130 Los domingos, cavilar
45 Covilación
Tenebrosa burocracia
Fernando Merodio
08/11/2020
“El CSIF recomienda no hablar en el transporte público para reducir el riesgo de contagio por el Covid 19. SILENCIO SIEMPRE” (Texto de cartel en DINA4, en impreso del Ayuntamiento, en todos los autobuses municipales de Santander. Al menos 6-7/11/2020)
Pablo San José, dibujante, humorista conocido como Pablo, oficinista que colaboró, entre otros medios, en La Codorniz y El País, autor de miles de viñetas de contenido social -él decía "no político"- que, vivo Franco, publicó dos libros con igual título, "La Oficina Siniestra", en los que evidenciaba su personal, conocimiento crítico del mal que encierra la -siempre- tenebrosa burocracia que hoy, de nuevo, domina España; en aquel tiempo -para pocos- doloroso me llamaban la atención y me provocaban la risa del "perro pulgoso" de la TV, personajillos enanos físicos y mentales, siempre atados a sus porcinos jefes por cadenas e identificados, un ejemplo, como "Pelota 37538", seres insignificantes que reían, aplaudían, brincaban como, aun ahora, hacen muchos.
Eran tiempos en que los -muchos- pelotas de Franco y sus -aún muchos más- adeptos veneraban la Dirección General de Seguridad, Ministerio de la Gobernación, con sede en la emblemática Real Casa de Correos, Puerta del Sol de Madrid, un instrumento sangriento que llegó a visitar Heinrich Himmler, plenipotenciario amo de la Gestapo, para evidenciar, cada día, sañuda, ceñuda y con su Ley para la Seguridad del Estado, la victoria, valga la redundancia, sobre los vencidos, para guardar el “orden público”-entonces casi solo contra los “horrendos” comunistas-, referencia estable, junto a la anecdótica masonería, de la focalizada represión franquista, que, con yerro, se identificaba solo en la tétrica -y hoy sobada, novelada- Brigada Político-Social; muerto el perro en 1975, pero sin agotar la rabia represora en la sede… de la policía, en 1978, tres años más tarde, tal Dirección General que, previa a Franco, fue órgano represor de toda clase de grupos molestos, en especial del mismo bando, una nueva Ley la sustituyó, en 1979, por la actual, de la Policía, encuadrada en la Dirección de Seguridad del Estado, sustituida hoy por la Secretaría de Estado de Seguridad; un mantra, el de "seguridad", que siempre, siempre intenta ocultar "abuso de autoridad".
Tras tanta insistencia histórica en el omnipresente, para pocos útil y para casi todos dañino abuso de la -en general, muy cobarde- “seguridad”, traigo algo hoy objetivo, real, mucho más serio, aquí ahora en peligro, el esencial, primer derecho a la "libertad individual" que, junto a otros que afectan a la justicia, igualdad y pluralismo político, artículo 1.1 de la Constitución, CE, es valor superior de nuestro ordenamiento jurídico definido en la STC 83/1984, de 24 de julio, como "libertad general de actuación individual", que "autoriza a los ciudadanos a llevar a cabo todas aquellas actividades que la ley no prohíba", lo que nos obliga a saberla valor absoluto del ordenamiento jurídico, "no solo en su dimensión política sino en la más amplia y comprensiva de libertad personal", obligando a todos "a una interpretación de las normas legales en favor de tal valor superior”, prohibiendo el abuso de su recorte con solo verborrea político e irrelevantes resoluciones, sin argumento jurídico ni aval científico.
Se limita tal libertad cuando a quien la disfruta se le impide o dificulta hacer uso de ella con autodeterminación y se apoya tal limitación o impedimento en meras razones de hecho sin base legal, pues no se debe olvidar -ni, desde luego, renunciar a- que el constitucional "valor superior" de la libertad, básico para el ser humano, posibilite que éste 1) actúe según sus convicciones y 2) sea responsable de sus propios actos, sin más límites que a) su criterio personal, en base a su capacidad, b) su responsabilidad social frente a los derechos de otros y c) la exigencia democrática legal, lo que hace que solo seamos responsables cuando, de verdad, seamos libres, sin normas ilícitas, miedo, fuerza física u otras coacciones,... que nos limiten, debiendo estar asentados en la percepción -lógica- de la previsibilidad de las normas con que actúa el poder, STC 273/2000, al aplicar el Derecho pues, en el conflicto entre libertad e, insisto, dañino abuso de la- seguridad cobarde, ésta debe ceder ante el desarrollo del primer derecho individual, que es revolucionario, artículo 1.1, y también social de la libertad, artículos 14 y siguientes, todos ellos de la misma CE.
A partir de ahí, me parece inevitable concluir, usando la lógica que en la situación canalla, represiva, ilegal, policial, ciertamente neofranquista que Sánchez, Iglesias & Co, sin la "auctoritas" que supera el autoritarismo, generan con el llamado Covid19 y el injusto, injustificado confinamiento no se nos puede castigar por los actos ordinarios, en tanto se nos impida el uso de nuestro libre albedrío, nuestra libertad: ser libres; insisto en que en el otro ángulo de la “libertad” está la "seguridad" que analiza el artículo 9.3 CE, sin valor jurídico de derecho fundamental, por lo que, entre otras la STC 133/1989, define la primera como "principio constitucional que ha de informar todo el ordenamiento jurídico y presidir la conducta de los poderes públicos", muy por encima de la "seguridad personal", que solo es tranquilidad de espíritu que alivia miedo y cobardía, por lo que la STC 233/1999 dice que la libertad personal no se puede disociar de la democracia y ningún poder público, salvo el legislativo, tiene potestad para limitarla pues, STC 147/2000, la libertad "hace a los hombres hombres".
Para el ejercicio de tal derecho es esencial que lo garantice el Estado y, por ello, el clarísimo artículo 1.1 CE dice que tal garantía está en la estricta y recta aplicación del Derecho, en normas legales independientemente aplicadas y su real cumplimiento que doten al ciudadano de la "seguridad jurídica" que complementa la libertad democrática, lo que hace que "la democracia necesite demócratas, hombres y mujeres que hayan aceptado los principios democráticos, porque en otro caso el sistema siempre estará en riesgo", pues "el principio básico es el respeto al orden jurídico que consiste", por encima de los demás derechos, ”en la obediencia a las leyes“, por lo que cuando, como ocurre aquí ahora, las "situaciones de desprecio al Derecho se generalizan, la democracia y el Estado mismo corren serio peligro", al estar sustituyendo el contrato social por valores personales y generando el "tenebroso y complejo problema" de la indisimulada cesión de nuestra libertad al poder más venal, menos legítimo, no político, el del capital de la “oficina siniestra”, a cambio de una miedosa “seguridad”; la responsabilidad personal debe primar sobre una seguridad apoyada en normas que nos coaccionen y priven de derechos y libertades fundamentales que, además de ser ilegales, no solucionan la situación compleja, protegiendo de modo abusivo e injusto el beneficio de unos pocos, sus desiguales derechos y libertades frente a los del resto.
Se equivoca, pues, hoy quien crea consolidada la libertad, no valore el miedo que su ejercicio genera en ciertas zonas espurias del poder y no se fatigue a diario en consolidarla, aceptando, por contra miedoso y sin protestar, que nos confinen y dejen, de facto, sin el uso de la palabra, en una insufrible inseguridad jurídica que llega a que, por insufrible que sea, en impresos municipales, el CSIF -no CSIC-, un descaro que se dice sindicato, apoyado en el silencio de CCOO y UGT, (ab)use del autobús urbano, de todos para, alegrando a las gallinas, exigir al resto: SILENCIO SIEMPRE”. ¿A quién conviene tal silencio permanente?, ¿hasta dónde quieren llegar?, ¿tan cobardes somos que, sobre la libertad juiciosa, triunfará el fascista “silencio siempre”?
Si nos acercamos más, vemos a la PSOE, Podemos & Co cocinando en su caverna la Orden PCM/103072020, un “procedimiento de actuación contra la desinformación”, acaso escandalizados porque nadie informe que a Jaime Botín, “mecenas tipo Borgia”, faro cultural en Santander, le han condenado -¿qué dirán Castañeda y Balbona?- a 3 años de cárcel y una multa -muy- millonaria por robar patrimonio cultural de todos, o molestos por la (des)información sobre los trapicheos de Evita Iglesias en Podemos, o extrañados porque, tras permitirle todo al presidente USA, ahora que no lo es quiten, porque sí, la palabra a Trump, o irritados ante el silencio de las dañinas tropelías de la ministra Rivera,…, o ¿serán, acaso, ellos los burócratas del “silencio siempre”?
129 Los domingos, cavilar
44 Covilación
Mindo
Fernando Merodio
01/11/2020
“Nos puede servir de consuelo a cada uno de nosotros en tanto que individuos -me respondió-, pero nada puede contra la realidad.” (Stefan Zweig. “El mundo de ayer. Memorias de un europeo”).
“Sabemos por experiencia que es mucho más fácil reconstruir los hechos de una época que su atmósfera espiritual” (Idem).
Nos pone en nuestro sitio; opina en un periódico Byung-Chul Han, filósofo coreano, profesor de la universidad de las Artes de Berlín, que Taro Aso, ministro de economía japonés, no esquiva ser preguntado por la explicación del enigma de por qué Japón -y otros países orientales- han podido hacer frente al pequeño virus mejor que las -que dicen- democracias occidentales, pregunta que acostumbra responder, sin pensar, satisfecho, con una única palabra, “MIndo”, que en su idioma significa, literal, “nivel de las personas” y se puede traducir también como “nivel cultural”.
Occidente ha renegado de la fértil tierra que roturó la revolución francesa y con tal falta de esfuerzo, decisión y coraje nos hemos alejado del terreno sembrado por la Ilustración, ese suelo que Kant araba con su ”Sapere aude!, ¡atrévete a saber!, ¡ten valor para usar tu propia razón! Es tan evidente la perversión actual que, desde hace años y a fin reforzar en un libro ideas sobre la “borrosa ambigüedad de las palabras cuyo significado todo el mundo cree conocer”, Fernando Savater utilizaba una viñeta de El Roto en la que un personaje que, acaso, anunciaba a Trump, señalaba al lector y le inquiría amenazante: “¿Es vd. un ciudadano normal o todavía piensa?, turbadora tesis que nos deja un discurso tan certero e inquietante como el de muchas otras del mismo autor, “las mentiras también son armamento” o “utiliza a menudo la palabra democracia, que no se note mucho que eres un fascista”, alambre de espino para delimitar el territorio en que -además, con la boca tapada- nos dejan movernos.
En el habitado hace miles de años y que, con tanto pudor o vergüenza, algunos aún osan llamar España, tenemos un "nivel" que delata pobreza ética, política, humana,..., el marasmo en que hemos caído -ya no hay política, solo burocracia bien asalariada-; casi igual los "administrados" y los que, sin más mérito que culebrear en las cloacas, "administran" y mientras lo de los primeros es el puro y simple servilismo a que -salvo a unos pocos- llevó ese Franco al que, hace décadas muerto, hoy todos combaten, lo de los que -ahora utilizando la ayer denostada "ley mordaza" de Rajoy- reprimen, confinan y mandan es carencia de escrúpulos, falta de vergüenza que permite que dudosos sujetos como Sánchez, Casado, "Evita" Iglesias y consorte, Arrimadas, Puigdemont, Rufián, Otegui, Urkullu,... o el simpar Revilla, laxo añejo fascismo, -repito- repriman, confinen y manden, capaces de, con lo que está lloviendo, alardear de que sube -dicen- esa cosa rara que llaman PIB y no sé a quién beneficia, exhibir su supina ignorancia -científica y política- de lo que es, lo que significa, como acabará el pequeño virus, permitir EREs en Iberdrola o Banco Santander, darnos la sintomática matraca con lo malo que es el cáncer de mama,... olvidando el de próstata, nombrar fiscal general a una "reputada" ex-ministra, aniquilar "los que -dicen que- pueden" a "los anticapitalistas", no avergonzarse del carácter mercantil cierto de la PSOE y la PP, obligar a dimitir a todo bicho viviente que se acerca al "reservista" Ceruti, re-confinarnos -y dejarlo más claro- cuando ya estábamos "perimetralmente cercados" los gudaris vascos, los mineros asturianos y, madres de todos, las tropas del Cid de castellanos viejos, imponernos -pues no son capaces en los montes del sur- un ridículo molinillo que no giró ni un día y exhibió su "técnica" al caer derribado por la espuma de las olitas que adorna el bello abra de nuestro Sardinero, abrazarse en Madrid con la oposición al Maduro... que, injustificadamente, tanto dinero dio a quien, sin rubor, admite ser calificado como comunista,..., e insulta a los seguidores de Marx.
Crece sin freno en la sociedad de la (des)información el daño que nace de lo que el poder consigue al pervertir -y debilitar- el lenguaje con su inflexible control sobre los medios de comunicación de masas, periódicos, cadenas de televisión -esa dañina y terrible Sexta que regaló el de la ceja al "troskista/entrista" Roures- y radio,... que, con su sibilina y tenaz manipulación del significado de las palabras logra que hoy, en el muy escaso y fofo debate de ideas, sea difícil, imposible casi, entender al otro, simplemente coincidir en lo que significan, básicas, palabras como ciudadano, paz, amor, sexo, terror, izquierda, derecha, nación, democracia, libertad, identidad, igualdad, pueblo, anarquía, comunismo, socialismo, desarrollo, progreso,...
En "La carretera", de Cormac McCarthy, parábola de lo que viene, un padre y su hijo niño se mueven, sin otra idea que buscar el océano, entre los dantescos restos del caos generado por no se sabe cuál de nuestras atrocidades -acaso el calentamiento global- a que, en medio de un opresivo silencio, está sometido, metáfora actual de hacia dónde nos lleva el pervertido uso de la idea de progreso, el analfabeto "pogreso" -sin "r"- que llena la boca del poder y siervos como M.A. Castañeda, novela que, septuagenario, el autor dedica al negro futuro de su hijo John Francis, de ocho años e inicia narrando sus miedos y primacías -“al despertar en el bosque en medio del frío y la oscuridad había alargado la mano para tocar al niño que dormía a su lado”- y acaba, tras un asfixiante recorrido por las consecuencias del perverso “pogreso” -insisto sin "r"-, con una metáfora sobre la, situación creada por quienes -solo- prohíben la única forma de violencia que iguala a todos, la física, los violentos -reales- que ocultan qué pasa pervirtiendo la palabra, ese 1% que se cree investido de -un divino- poder y sus más míseros siervos que se esfuerzan en borrar lo más serio de la poética advertencia final de McCarthy -“no tenía vuelta atrás”, “ni posibilidad de arreglo”, “misterio”-, plasmando la urgencia de rebelarnos, desobedecer, sabernos, como se sabe Belén Gopegui, solo “agua, carne, mierda, valor, orgullo, bondad, sentido del ridículo y miedo”, para dar la precisa ciaboga a nuestro errático erróneo surcar, cinglar con el curso del progreso humano real y huir del insano egoísmo alimentado con miedo.
EL ROTO 26/10/2020
El 1% carga contra todos nosotros, controla, como siempre, la propiedad, el uso del dinero y de la energía, su generación y venta, desde el evidente control de -lo que hacen- los políticos, con incontrolado (ab)uso del poder que ello otorga, haciendo que haya sido enorme el daño causado por el mal uso del excesivo poder, el calentamiento global que disfrazan de cambio climático; destaca aquí en ello -sibilina corporación miembros del Ibex35, que es preciso desenmascarar-, Red Eléctrica de España, REE, presidida sucesivamente, puertas giratorias, por Paulina Beato, Jorge Fabra, Pedro Mielgo, Luis Atienza, Jordi Sevilla y Beatriz Corredor, psoecialistas sabidos, cuya monopolística y estratégica función ha sido -y es- traer y llevar energía a altísima tensión, lo que genera cáncer, garantizar al oligopolio la cómoda operatividad del "sistema eléctrico" y facilitarle, con su apariencia pública, la gestión de lo más sucio del sucio negocio, resolverle los dolorosos conflictos con los propietarios de las tierras afectadas, no debiendo dejarnos engañar por su interesada apariencia pública o su publicitada condición de operadora del sistema, desmentidas por su accionariado y presencia en bolsa entre los 35 grandes negocios del Ibex, su decreciente dependencia de la regulación, su carácter de -cada día más- subsidiaria logradora del capital y los grandes negocios de sus divisiones, Hispasat, 1.250 canales de televisión, Reinel, oscuro y ventajista negocio con la fibra óptica ilegalmente incorporada a sus líneas eléctricas y ferroviarias, RE Internacional, entidad colonial en Perú y Chile y, ahora además, las acromegálicas interconexiones al servicio de las multinacionales.
Coda para que quien quiera saber sepa.- La "progresista" ministra para la transición ecológica publica en el BOE de 16 de junio anuncio de la declaración de impacto ambiental para ampliar la central de Aguayo y, tras 5 años parada, otorga a Repsol más de la mitad de los 19 Hm3 de agua de Alsa,... que el verano pasado evitaron que Santander pasara sed, pese a lo cual, en la CHC solo hay la queja de la Plataforma.
128 Los domingos, cavilar
43 Covilación
Abascal vs Iglesias
Fernando Merodio
25/10/2020
“La crisis es general, no solamente del Estado-partido del Este, también del Estado-partidos del Oeste”
(Alain Badiou. "El despertar de la historia")
Se mire cómo y desde dónde se quiera, esto no parece tener solución; con dispares muecas y simulacros de ideas, la acomodada derecha, el pactismo “progre” y, en especial, la inculta insolvencia que hoy son los extremos que, uno al otro y viceversa, se alimentan, mientras el individuo en pánico que es solo lo que posee y lo teme perder, o el bovino cobarde que nada tiene, o el ignaro optimista que cree que esto no puede empeorar, en múltiples -hoy deshumanizados- lugares, el demediado tajo, un triste bar, un juzgado envilecido, una tertulia de listillos, una oficina repleta de dañinos trastos informáticos, un campo de fútbol vacío, un asilo que asusta, un banco para no sentarse, una junta de accionistas que, salvo para atropar dinero, no acciona,…, otean el riesgo, congreso, gobierno, jueces, partidos, sindicatos,…, no quieren gestionar la explosión, silban, se hacen los tontos y, un éxito, tienen aspecto de serlo.
EL ROTO 25/10/2020
La vieja y culta -un lastre para lograr lo que aquí dicen “progreso”- Europa parece haber bajado los brazos para rendirse; los obreros, sus burocracias caducas, los sumisos partidos de gobiernos que, sumisos, administran migajas, la injusta Justicia, el callado Parlamento,… se muestran incapaces de regar y defender el fértil legado de la Ilustración y las Revoluciones, al tiempo que el banco, sus artificiales, tétricas hipotecas, las eléctricas y su abusivo control de la vida cotidiana,... y, ahora, el pequeño bicho, nos han pasado por encima, laminado,…, dejándonos con pocos puestos, más horas de trabajo y menos salario, deslocalizados, esperando el populista falso maná de una “renta mínima”, con el calentamiento global ennegreciendo el futuro mediante el abuso energético, hologramas, algoritmos, hambre, desigualdad,…, sin ética personal, pacto social, sexo,..., sin nada que, usado en libertad, permita hacer frente a esta bancarrota ética, acabar con las satrapías.
Ya en 1998, Alain Badiou, filósofo marxista, definía la crisis como global, “general, no solamente del Estado-partido del Este, también del Estado-partidos del Oeste”, pues el cataclismo que fue la caída del monstruoso comunismo de Estado soviético “arrastró y privó de vida a toda subjetividad política que, sea bajo la idea revolucionaria o la del derecho, intente aparear la coacción estatal con la universalidad liberadora” o, dicho de otro modo, que a partir del descalabro, “la historia de la política comienza” en todas partes de nuevo, marcada por “el descrédito” que supone hacer un planteamiento estatal; se nos ha acabado algo y renacer a otra cosa exige fatiga, debiendo tener en cuenta el sabio consejo de Rimbaud, “tenir le pas gagné”, conservar lo ganado y, como él explica, “dotar de un cuerpo al pensamiento que, colectivamente, ha sabido encontrar el gesto social de la insumisión que lo fundamenta” y, si así queremos, si nos libramos feroces del sabido lastre de sinvergüenzas e ineptos, empezar a vivir el apasionante intento de reiniciar la historia de la política.
Decía el abate de Sieyes, revolucionario, que, como aquí ocurre, “toda sociedad en la que la garantía de los derechos no está asegurada y la división de poderes no está determinada, no posee Constitución”, aclarando Badiou, dos siglos después, que la noción del Hombre sometido a la Constitución varía en la forma que quiere el poder, al imponerle una ética que es simple suma de normas “naturales” que alejan el uso del pensamiento afiliándolo, aquí ahora, sumiso, a la política del capital, la democracia partidista, y separándolo de la idea griega de la ética como búsqueda de “una buena manera de ser” o “sabiduría de la acción”, viva, ligada a los actos del hombre que sea, por ello, incumbencia exclusiva de cada uno, no pudiendo haber “una ética general”, sino una de las verdades singulares, de las situaciones concretas, de las relaciones tramadas y sus consecuencias, siendo, por ello, preciso derribar la idea impuesta de no estar legitimados para criticar la esencia del corrupto sistema, hábil invento que, guarida de la ortodoxia insana del poder del capital frente al querer del individuo que piensa, es voceada y aplaudida desde "su política y medios", la fachada democrática.
En la situación de aquí -caos institucional, calentamiento global, desigualdad, paro,... y, ahora, el pequeño, útil virus- hemos asistido a una escena del peor pasado que -los que lucharon los 40 opresivos años no bélicos en primera línea- aconsejaron olvidar, (in)útilmente reconstruido en interés de los extremos -mozalbetes codiciosos, palabrería sin política, ni proyecto publicable,...- que, pues se suman, se nutren mutuamente, por un lado, los herederos de los del "bigotito", profesores de "formación del espíritu nacional" que, junto a cosas peores, reñían en la escuela, la universidad, el tajo, la calle, la playa,..., aquel fascio que publicitaron Girón... y Revilla como -incierta- base del poder del bajito general rechoncho de voz atiplada, que en realidad, siempre se apoyó en el capital patrio, europeo, de los USA,..., y, por otra parte, los que vocean lo contrario, ¿dónde está el sugerente Manifiesto-Programa de aquel PCE?, lo que gusta a la otra mitad de la siempre trivial, retorcida "mayoría silenciosa", el "trío de la bencina": "Evita" Iglesias, oscura ambición populista sin sustancia, Rufián, desleal, pésimo, anacrónico independentismo y Otegi, bestial espuma de sangre que, a favor de otros, agitó el árbol vasco, tres toscos "intelectuales orgánicos" con un inquietante peso en las cuentas "interruptus" del Sánchez al que, en esta ocasión, los del “bigotito” han hecho el favor de regalarle una “agresiva” moción de censura, ¡de broma!
El peor enemigo de ese pueblo al que los extremos -cada uno a su modo- presumen de defender es el control del injusto y cruel capital por pocos, el banco, los oligopolios, en especial el energético, sus cuentas, el injusto saqueo de las plusvalías, el blanqueo del dinero de la corrupción, el narcotráfico, la mafia,…, impidiendo que renazca la política, callando a sabios que, “como Platón y Aristóteles, identifican la vida que se adecúa a la razón como la más feliz y más digna”, sustituyendo el pensar, las vitales Letras por lo que dicen ciencia, informática, empresa, marketing, ingenierías diversas,… a su servicio y, desde Franco, estudiamos Derecho y el resto de carreras del pensamiento los peores de cada casa y de ahí salen abogados, jueces, fiscales, notarios, legisladores,…, por lo que así nos va; no hay que ser ilusos, ¿por qué el insano poder que nos desiguala, coloniza, contamina, esteriliza,… tierra, mar y aire, va a respetar, sin beneficiarse él, lo Justo y Razonable, la Verdad o la Justicia?; es iluso pensar que el egoísta capital se va a detener a las puertas de una Universidad que no le sirva, sin intentar rentabilizar para él la Verdad sin hacerla dejar de serlo o, aún más, creyera en el Estado de Derecho y no lo violaría para dejarlo, eso sí, “en estado”.
Contra Abascal y sus ideas, hoy triste anécdota, cuando era duro dije e hice más de lo que se me puede exigir y, por ello, me duele más el monstruo que está creando el “liberalismo” con los codiciosos logreros Rufián, Otegi y, sobre todo, “Evita” Iglesias, del que, aquí cerca, Expresso, revista afín al PS portugués, dice -suave- que su grupo, Podemos, manejado “con mano de hierro”, “se ha transformado, en media docena de años, en aquello que tanto criticaba”, al tiempo que él ya es uno de esos “políticos que viven en chalets y no saben lo que es coger el transporte público”, anécdotas que no le identifican, pues lo de verdad grave es que, un ejemplo, el 28 de enero de 2017, escribiera sobre el “Control público de las eléctricas” con demagógica falta de saber, insultante para quienes, de verdad, quieren cambiar esto, sin sentirse ahora obligado a explicar que, por ejemplo, Iberdrola, capo del oligopolio español, una de las más fuertes organizaciones en el mercado USA, con un beneficio neto de 2.681 millones € en los últimos 9 meses, pese -¿o gracias a?- el virus, quiera pactar ¡con los sindicatos! una reducción de plantilla del 15% aquí, 1.500 asalariados, lo que junto al alborozo de El País y el Foro Económico Mundial, WEF, porque “en 2025 -mañana- las máquinas harán el 50% de las labores”, le exigirá redoblar, con una dotación 10 veces mayor, la promesa a sus útiles “descamisados” de la -hoy olvidada- “renta mínima vital”.
127 Los domingos, cavilar
42 Covilación
¿Estado fallido?
Fernando Merodio
18/10/2020
“España todavía no es un 'Estado fallido', pero no está lejos de serlo. Razón suficiente para que Europa finalmente despierte” (Friedrich Leopold Sell. "Neue Zurcher Seitung". Suiza)
“Os lo digo, infelices..., cuando los grandes de este mundo empiezan a querernos es porque nos van a convertir en carne de cañón” (Louis Ferdinand Celine)
Es hija de un amigo, lee con interés de todo incluso, sin duda por cariño hacia su padre, mis cavilaciones escritas sobre lo que (nos) está pasando y, después de leer, piensa, se esfuerza, filosofa, incluso me envía amables comentarios serios, entre ellos el referido a una afirmación mía, descarnada, de viejo inquieto en exceso y, quizás, melancólico con la que definía mi aquí ahora, como hacía Stefan Zweig con su "¡ver mucho, aprender mucho y sólo después aprender de verdad!" o Kierkegaard con su referencia para muchas reflexiones: “Sé que acabó el tiempo de las palabras y ha llegado el momento en que los hombres, pocos, deberán enfrentarse con hechos a la fiera”, a la que, sin quitar nada, añado “de nuevo”. Afirmación enteca y dura, tras la que subyace la pregunta que ya en 1902, en Rusia, tiempo y lugar duros, se formuló Lenin, dando título a un eficaz, breve y serio panfleto, “¿Qué hacer?” y su respuesta, conocer los hechos, argüir sobre ellos, buscar ansiadas certezas y “condiciones objetivas” -cuya supuesta carencia frenó tantas acciones-, actuar con quienes -casi siempre- pierden, hacer; escribir es simple modo de impugnar o, al menos, un intento.
La hija del amigo, temiendo parecer iluso eslabón cronológico, defiende creer “con fe de hierro en el tiempo de las palabras”, lo que, reiterado sobre temas importantes, parece cosa de joven madre lógicamente intranquila con el futuro anunciado por hoy que se apoya en aquel Nietzsche que quiso sellar el tiempo con palabras que son poesía y acción pura pues “revelan, hieren, abren, clausuran, gritan y acallan, interceden y apelan, corrigen y dan forma al sentido de la historia”, para continuar, en solemne salto, con opiniones de otros menos atendibles insistiendo, frente a mi convicción de imperiosa urgente acción, en que ha “llegado el tiempo reflexionar para decir y hablar -simplemente- en consecuencia”, lo que me parece menor, insuficiente.
Releo, tan actual aquí, “Gomorra”, reflexiones noveladas de Roberto Saviano sobre la Camorra y sus negocios, ¡sí, negocios!, que en la opresiva Nápoles dicen “el Sistema” y, al tiempo, ojeo “Diego y Frida” del Nobel J.M.G. Le Clèzio, otra cosa. Describe Saviano la "organización empresarial”, sangre y corrupción, ramificaciones en todo el mundo, droga, exportaciones chinas, explotación del hombre, cemento, paro, abusos,..., la vida; lo cuenta bien y, por hacerlo y tener éxito, paga el carísimo precio de la amenaza mortal que le hace ocultarse, explicando su relación con las palabras y hechos de la organización mafiosa mediante una inteligente afirmación que recuerda el sólido diálogo de John Berger con el subcomandante Marcos, “el miedo no lo provoco yo. Lo crean mis lectores. No les da miedo mi libro, temen que se lea”; lo de la excepcional pareja “Diego y Frida”, narrado por Le Clèzio, innovador en el uso de la palabra escrita, rebelde, admirado por Deleuze y Foucault, es bella explicación de cómo la sensualidad de la relación amorosa más intensa va unida -casi- siempre al sufrimiento, resumiendo en la poesía con música de “La Sandunga” -“¡Ay! Sandunga, qué Sandunga / plata mamá, mamá / Sandunga, tu amor me mata, / cielo de mi corazón. / ¡Ay! Sandunga”- la apasionada unión, “boda de un elefante y una paloma”, de Frida Khalo, hermosa, enferma, inteligente, tenaz y, a su modo, libre con Diego Rivera, comunista, devorador de mujeres, renovador del mundo del arte, muralista genial al que el peor capital encargó cubrir el techo del enorme hall del Rockefeller Center, New York, con una pintura sobre la historia del trabajo, que él tituló Hombre en la encrucijada, Man at the crossroads, en la que representó la crisis mundial, el debate comunismo/capitalismo y que, cuando estaba casi concluida, el propio Rockefeller, escandalizado, ordenó tapar con otra realizado por el catalán José María Sert, demodé y complaciente; la relación entre Frida y Diego muestra la distancia entre el amor, la palabra inteligente y sensual, el arte,... y la difícil, dura acción, evidente.
Frente a ello, hoy se hincha, engañoso, el valor de ciertas palabras, productos -que dicen- culturales, como la odiosa moda de “poner en valor” -dinero, por supuesto- todo, o, aún más, la pretendida “refundación” del dañino/corrupto sistema que sostiene al capital arriba, por encima de los valores, incluso de las -buenas- ideas, con sus falsas informaciones/soluciones de las plagas que en forma de -lo que dicen- pandemia o calentamiento global, quieren -de nuevo- imponernos los culpables ciertos, sin negros ni pobres en las fotografías; sobre ello advirtió, en el tiempo del peor totalitarismo, Céline, tan gran escritor como responsable de raros barullos nazis, al explicar, amargo y quebradizo, “Os lo digo, infelices..., cuando los grandes de este mundo empiezan a querernos es porque nos van a convertir en carne de cañón”.
Tiempo de desastres ciertos en que la voraz “progresía” próxima exprimió -e intenta agotar- los recursos del planeta, acrecienta las desigualdades y enriquece sin pudor, además de a sí misma, a los más ricos, mientras empobrece al resto y hoy nos agrede artera con la represión de -dicen- un virus del que nadie sabe nada -de cuyos dañinos efectos nos culpa-, mientras por la espalda… nos la intenta clavar doblada; tiempos de zozobra, sobre cuyo sombrío celaje Conrad noveló, en El corazón de las tinieblas, cómo los europeos corremos el riesgo de que nos arrastre el reflujo de una siniestra corriente marina que conduce al lugar de desazón en que no existirá incluso ni ese “progreso” que es consumo compulsivo, ni la -ignota- libertad igualitaria que debiera ser efecto del justo canje de nuestra mayor fuerza, la del trabajo, por salario, ni, desde luego, los derechos y libertades de la Ilustración y la Revolución Francesa,... y, tras la cruel derrota, solo quedará el sucio abuso del capital y ilógica fe de ahora en la -falta de- solvencia y honestidad de quienes allí -donde sea- manden,..., una amenaza real que, útil consumidora de lo inútil, España ha convertido en paralizante pesadilla.
Se habla de “Estados fallidos”, definición novedosa de inseguridad y falta de control en la periferia mundial, en especial África, al aparecer nuevos países tras el fin de la “guerra fría”, que se da, estricto sensu, cuando ninguno de los tres poderes cumple con eficacia sus principales cometidos de garantizar las esenciales funciones para que impere la Ley, haya justicia independiente, seguridad en libertad, igualdad para todos en el acceso a las necesidades básicas, educación, sanidad,…, siendo, por sus vaivenes, un peligro para el resto; se trata de una noción que, recientemente abierta a países desarrollados, muta en una, verbalmente menos agresiva, “fragilidad estatal”, situación en la que el profesor Friedrich Sell, en el Neue Zürcher Zeitung, influyente periódico suizo-alemán, se preguntaba ¿Es España un Estado fallido?, para responder “no está lejos de serlo” y añadir, aún peor, que ve “razón suficiente para que Europa finalmente despierte” y valore la forma de tratarnos en tal situación.
Y es que, aquí, los daños sanitarios y socio-económicos del enigmático/novedoso virus están entre -si es que no lo son- los peores de la UE y no se ve en el horizonte posible aptitud científica, técnica ni, desde luego, política para algún tipo de respuesta, es escandalosa -y no hay voluntad de mejora- la (in)correcta función judicial, el poder legislativo -Cortes Generales- está prácticamente inactivo y, caprichoso e ilegal, legisla el gobierno, generando caos, el “progresismo” ha trocado los territorios en campo de juego para golpistas, matones y listos, mientras paro, deuda, PIB,… descontrolados y con la forma de Estado tambaleante... sin alternativa, sin presupuestos desde 2018 y con el futuro en manos de “intelectuales fiables” y preocupada por “los españoles” como Iglesias, Rufián, Otegui, CiU o como se llame, el PNV,… hay riesgo objetivo de que la UE retoque -al menos los requisitos de- el dinero que -dicen- nos dará ¿Somos un Estado fallido?, ¿un Estado frágil?, ¿podemos confiar en gobierno y oposición?,… Responda, sincero, cada cual y decida si bastará con hablar o ya es preciso algo más.
126 Los domingos, cavilar
41 Covilación
Técnicas del golpe de Estado
Fernando Merodio
11/10/2020
“Voy adonde no soplen las tormentas de polvo, / busco trabajo y una paga decente, / me voy por esta carretera polvorienta, / y nunca más van a tratarme de ese modo” ("Blowin' Down That Old Dusty Road". Woodie Guthrie, en la Gran Depresión)
Hace tiempo, no tanto como me parece, acepté el envite de, dos veces por semana, hacer pública mi opinión social, política y jurídica sobre lo que se estaba diciendo en el Tribunal Supremo en torno a los hechos del mamarracho que llamaron referéndum independentista catalán de 2017 o, malicioso y mediático, "1-O"; intenté deconstruir durante el juicio penal lo que fue -y aún hoy, bastante descolorido, es- el fraude del procés y, sabiendo que no existe una única lectura de tan compleja cuestión y hay casi tantas como lectores, a lo largo del juicio me apliqué intentando aclarar su opaco significado y contexto, lo que, para mí, encarnaba; lo intenté y quedó escrito en forma de 34 opiniones publicadas que inicié exponiendo mi firme convicción de que lo ocurrido entonces en Cataluña fue, lisa y llanamente, que unos cuantos egoístas cobardes se aplicaron en la técnica de un intento -fracasado- de golpe de Estado.
La deconstrucción de aquello me mostró un dañino esperpento ruidoso y ruin que, hoy regurgitado, se escurre por un hediondo desagüe y, en caída libre, se precipita por el sumidero de los residuos fecales; lo peligroso es que, no sé si a partir de ello, ahora en todo el territorio que, hace tiempo, llamaron España se evidencia y, sin explicación lógica, crece con el engaño que son las urnas, un insólito grupo tan ajeno como el catalán al imperio de la Ley, las normas del Estado de Derecho, la lealtad social,… un ventajista y ambicioso consorcio que, como aquellos malos alevines de golpistas y en un país con una Constitución -que fue- de consenso, mayoritariamente votada, en el que, además, se respetan -del laxo modo actual- los rudimentos formales de la llamada democracia, intenta una nueva técnica de golpe de Estado y, con torpe malicia, ha provocado la situación represiva más dura desde la muerte de Franco, en la que”, sin el menor esfuerzo pedagógico ni ninguna confianza en el ciudadano, usan la antes denigrada “ley mordaza y vigila y castiga una policía autoritaria, sin formar, lo que genera una dañada, peligrosa sociedad de miedo y chivateo. Muy peligroso.
Aclaro ideas con Curzio Malaparte que, en sus Técnicas del golpe de Estado, 1931, analizaba distintos putschs o intentos habidos en Europa entre el 18 de Brumario de Luis Bonaparte y la Marcha sobre Roma de Benito Mussolini y me muestra que en todo el espectro ideológico y con distintos fines hay grupos que, apoyados en un alevoso uso espurio de la legitimidad que emana de la norma infringida, se apropian -o al menos, lo intentan- de la maquinaria estatal para modificar la estructura del -hoy vicario- poder político, ejerciendo distintas formas de violencia en los puntos más sensibles de los servicios públicos o los distintos aparatos del Estado.
Es esta una época en que, agotado el Welfare State, Estado del Bienestar, toca pobreza y, peor, injusta desigualdad extrema provocada por las esotéricas y corruptas finanzas del poder económico no frenado por gobiernos, partidos, sindicatos, fieles,…, ahora incrementado por el -¿(in)voluntario?- (in)feliz hallazgo del virus con el que parecen legitimar toda represión; los graves hechos y la insensible crueldad del poder obligan a no aceptar la falaz coartada del cambio desde dentro que, sumisos ante el capital, ofrecen igual los “conservadores” -del poder ajeno- que la trama mercantil "populista.progresista" ideada por un suave/duro tahúr de la -en su peor sentido- "política", amorrado a la teta de la PSOE desde los 15 años y un desmovilizador farsante, seguidor confeso de "Juego de tronos", obligándonos a, con Slavoj Zizek, redefinir el “Terror” jacobino, no solo la guillotina, en especial la firme ley justa frente al inmoral pasado y abrir caminos, ahora cegados, hacia una sociedad libre e igualitaria.
Sin tiempo ni dinero para series de pago, no he visto ni un episodio, ni un minuto de la publicitada/tendenciosa moda "Juego de tronos" de la que, devoto, "Evita" Iglesias regaló una copia -turbio aviso del que nada perdía, pues entonces para él todo era un juego- al Borbón Felipe, pero he leído que es historieta ad hoc para telespectadores cómodos, con repelentes tiranos vs apuestos héroes –entre los que, rodeado de bellas mujeres que le temen, imagino ensoñado al enclenque de la coleta/moño- que, puro y duro maniqueísmo, en torno a la televisiva letanía trivializa la eterna inevitable lucha entre bien y mal, en la que, tras rozar con la punta de los dedos el borde de los suburbios del poder, se asentó en Galapagar, el Madrid rico -el que ni bombardean ni confinan-, en una parcela con ridículo chalé e insolidaria piscina y ahora oculta la coleta anudada en un vergonzante moño y evidencia un cerval miedo denunciando tibios escraches y huyendo por el enorme riesgo, ¡qué horror!, de ser llamado "rata".
Siglo y medio después de que los Levelers ingleses proclamaran sus fundacionales Agreements of the People, Acuerdos del pueblo, Robespierre, Saint-Just, Danton, Marat,…, muy jóvenes revolucionarios declaraban en 1789 los Derechos del Hombre y del Ciudadano, constitucionalismo feraz que, con la Ley justa, servía para poner fin al ilógico poder de rey, nobleza, iglesia, terratenientes,… y demostrar que la dialéctica entre Virtud y Terror, enfrentada a cualquier forma de corrupción era instrumento de cambio; dos siglos después, en “La cinta blanca” -“Das Weisse band”-, film de Michael Haneke, se narra un retroceso, la perversidad del mal que, a partir de 1913, trajo totalitarismo, y avisa que mirar hacia otro lado, entonces y ahora, es un riesgo. A lo perverso, que entonces fue intransigencia y abuso impune sobre el débil, la mujer, el niño, el obrero,…, hoy lo llaman corrupción, sustantivo que, como libertad, igualdad, amor,…, es la vida, pero no llega a expresar, por sí solo, su inmundicia actual, precisando adjetivos -"sistémica" por ejemplo- para dar idea cabal de su omnímoda presencia, que impide imaginar incluso un futuro digno.
En 1937, "la república", hoy venerada, huía cobarde a Valencia, dejando solo al pueblo "republicano" de Madrid que Franco con sus moros, la “quinta columna”, Hitler y el fascismo italiano, "el Eje", bombardeaban, cavilando el domingo pasado que, pese a ello, ese pueblo era -hoy aún más- amalgama y, ejemplar, resistió hasta el final, marzo de 1939; ahora todo -solo- parece menos cruento y quien abandona a ese pueblo es la ineptitud corrupta de la derecha que, digan lo que digan, estaba entonces con los militares golpìstas, al tiempo que los “republicanos” de hoy, la empresa "progresista/populista", causa de la "catástrofe España", ajena a la equidad que exige el "buen gobierno", confina -solo- a los madrileños, los bombardea, no siendo lógico que, colgados del pacto por el pacto, el presidente y su ministro catalán los impongan un "trágala" para acaldar los votos más nacionalistas de catalanes y vascos, de esos leales demócratas catalanes, que hace tres años exacerbaban su -falta de- respeto al Estado de Derecho y, pese a ello, "sus" -pocos- votos aún les son canjeados por “sus cosas”, y de esos vascos listos que convivían con la ETA que “movía el árbol”, que ya han repartido lo que -saben- les tocará de los 60.000 millones que -acaso- nos dé la UE -2.712 al TAV, desplazamientos, 1.706 a Iberdrola y 330 a la Petronor de Josu Jon Imaz, contaminación,…-, propuesta de Price Waterhouse Coopers, el hijo de Atutxa.
Si el PP no pacta el CGPJ, cambiarán la ley, si Madrid no se pliega, la cierran -la bombardean- hasta asfixiar a su gente, si necesitan los votos de ERC, indultan a sus jefes, si el PNV pide, se lo dan, si a las grandes corporaciones no les gusta la Ley, arbitran ellas y el RD-l 17/2019 les garantiza una gran rentabilidad hasta 2031, si el PNIEC no tiene Evaluación Ambiental Estratégica, lo callan, si los jueces les quitan la razón, es judicializar la política, si hablamos, nos imponen alarma y mascarilla,…; lo dicen “golpe blando”, pero es peor, el presidente y el del moño con el pin del Nuevo Orden Mundial... de Soros, están dañándonos, girando hacia una vida más autoritaria.
Coda-homenaje a El Roto.- Una de las mentes lúcidas, de las que más en la terrible España, pero la viñeta de ayer se le quedó corta,... no solo son burros, son golpistas.
125 Los domingos, cavilar
40 Covilación
Resistir como Madrid
Fernando Merodio
04/10/2020
“Resistir no significa solo negarse a aceptar la absurda imagen del mundo que se nos da, sino también denunciarla. Y cuando el infierno es denunciado desde dentro, deja de ser infierno. (...) El carácter armado del ¡aquí estamos! de los indígenas zapatistas no les importa. Lo que importa y molesta es (...) su existencia misma”. (John Berger “El tamaño de una bolsa”)
Chirría el trato que el resiliente pueblo madrileño, robusta aleación de ciudadanos del mundo entero, recibe de su gobierno más próximo, ahora esa derecha alterada por los seísmos de su sistémica corrupción de siempre como, en especial, del "sanchista" gobierno de España, liga de intereses “populista/progresistas” de la que, Félix de Azúa dice que destaca por ser realmente aciago en la lucha contra el virus, la corrupción, la pobreza,…, salvo si se la compara con Brasil, Venezuela, Argentina, Haití, México,…
En la extraña y cara inutilidad que es la titulada universidad de verano que lleva el nombre del insólito polígrafo neurótico que bebía aguardiente al tiempo de inventariar heterodoxos españoles, ¡si levantara la cabeza!, José Luis Sampedro, que acumuló casi cien años de saber con coraje, decía que “la literatura tiene que ver con el arte de vivir, mientras la ciencia sabe mucho de haceres -excepto del virus numerado- pero no de fines” y, literato, advertía que “la omisión es acción y cuando callamos aceptamos”.
(Breve acotación al margen. Admirando al economista /humanista, de noche, en fin de semana releo con gozo lo que, al hilo del 11-S, dejó escrito sobre una deliciosa -¿y perversa?- relación tenida, con más de 70 años, mientras fisgaba en librerías de sexo, con una sádica culta “mistress” en St. Mark’s Place, en el colorista y desaliñado East Village, New York, ciudad que tiene “toda la iridiscencia de los principios del mundo”).
Vuelvo a lo de la resistencia de Madrid y recuerdo que John Berger, marxista, autor de “Puerca tierra”, muerto nonagenario potente como Sampedro, en un absolutamente recomendable hermoso libro se ocupaba con fatiga en lo que crípticamente llamaba "El tamaño de una bolsa", aclarando a inquietos, ya en la contraportada, que “la bolsa es una pequeña bolsa de resistentes” que “se forma cuando dos o más personas se ponen de acuerdo y se unen” para hablar de cosas serias, del poder, de historia, de sexo, de arte,..., pues ese “intercambio refuerza inesperadamente nuestra convicción de que lo que está sucediendo hoy en el mundo es perverso y las explicaciones que se nos suelen ofrecer al respecto son un montón de mentiras”, enfatizando que escribía con la “mayor sensación de urgencia”; motivos hay, cada día más, para ello.
Meditaba sobre resistentes, dialogaba/escribía de cosas diversas, con apariencia hermética, pienso que sugerente, sobre Miguel Angel y lo contrario a un nacimiento, Rembrandt y los abrazos, Van Gogh, su corta vida y el riesgo de perderse, Brancusi y sus “besos”, ¡cuánta verdad hay en el sugerente, cerrado y áspero “beso” de su tumba en Montparnasse!, Diego Rivera, Frida Kahlo y su lance amoroso con Trotski, la belleza, el dolor, el suicidio, el comunismo, el “Viva La Vida” de su último cuadro,...; luchaba contra la gran derrota del mundo, cruzaba ideas escritas con el subcomandante Marcos y concluía que igual el águila que la garza, el campesino europeo al intentar no ser abatido por el capital que los indígenas de todo el mundo enfrentados a sus asesinos, lo mismo el pausado vuelo de la escritura que la heroica resistencia armada de Marcos o las reflexiones sobre temas de aspecto impenetrable, al compartirse, hacen que la serpiente se estremezca en la caverna, tema el mañana.
En la caverna del reptil no hay razón humana, ni sexo libre y feliz, ni cultura o arte ajeno a fundaciones para evadir impuestos, ni águilas, ni garzas, ni campesinos, indígenas, poetas,…; allí hay riqueza material, mares de sucio dinero robado, baldío, cuentas de resultados, fusiones, absorciones, compras de otros, agio con la desdicha ajena, crimen y guerra, desigualdades, hambre y, ahora, "progresistas/populistas" que califican el excesivo virus con número, no de amenaza, de “oportunidad” para acelerar, dicen, la transición a un mundo diferente… en el que seguirían mandando sus amos.
Sí se sabe en la gruta de lo que, lenguaje pervertido, dicen progreso y es ruina de nuestro medio ambiente, el de nuestros hijos y nietos y, si llegaran, el de los hijos de estos, causada por los que trafican con aerogeneradores gigantes mortíferos para la vida en montañas y valles, líneas de alta tensión y subestaciones hasta las ciudades, coches cegando calles y carreteras, aceras llenas de bicis, patinetes y skates,..., tal es el progreso que chivatos voceros como M.A. Castañeda patrocinan, al tiempo que nos pretenden condenar a ser, todos, camareros, vivir del turismo, puertos deportivos, campos de golf, planes para (des)ordenar el ordenado y bello litoral legado por los mayores,...; se sabe que todo son sucios papeles viejos -y ahora cabalísticos trámites fáciles con destructivos smartphones- ¡ruinoso y cruel dinero! vigilado por fieles siervos que aquí adquieren la dominante fea forma de la carcasa de un banco y la injusta omnipresencia destructiva pueblerina de un panfleto, un Delirio que premia y castiga a diario y deja claro qué es progreso... para ellos, para su consejo de administración.
La vieja y culta Europa -a la que nosotros, ignaros, nos opusimos en aquella guerra de la independencia- se ha rendido a esa caverna y no hay obreros que, tras fatigarse, exijan cobrar el salario decidido por sus explotadores, ni clases, sí capital, burócratas, pensionistas y funcionaros quejosos inactivos y restos de la vieja esclavitud atrapados entre las ruinas del naufragio, con subvencionadas, burocráticas castas políticas, sociales, ciudadanas, ambientales,... y gobiernos que, gestores (in)fieles, aguardan las migajas que, desde arriba, les tiran las constructoras, energéticas, bancos,... que les pasaron por encima, aplastaron, laminaron; casi no hay trabajo ni sueldos, todos deslocalizados, al tiempo que intelectuales orgánicos como Otegui, Puigdemont, Rufián,..., sabidos demócratas izquierdistas de Cataluña y Euskadi quieren cambiar sus mínimos votos por la panacea de la mirífica ansia nazional asesina,...; productores baratos y gastadores caros, estamos acomodados, privados de saber, lealtad, sexo, vida,... y su oportuno, oscuro virus es la puntilla que nos deja sin nada de lo que, usado con el personal libre albedrío de cada cual, nos permitiría enfrentarnos al poder, a ellos. ¿La alternativa? Difícil, muy difícil. Jean-Paul Sartre y Hoederer, las “manos sucias”, piensan que “la revolución no es asunto de mérito, sino de eficacia, y no hay cielo” -¿se enterará "Evita" Iglesias, asustadiza “rata” que ahora copia el moño a mi abuela Agustina, mujer del ferroviario Fernando?-, piden militancia, lucha entre fines y medios, “reconciliación por aniquilamiento del adversario”, no “progresistas” pactos; esto es la guerra y la caverna -hay ya que señalarla- lo ha hecho, lo hace y lo hará siempre, pero sé que para el hombre y su conciencia es difícil. Yo no dudo, pero… ¡uf!
Antonio Gades, resistente a su modo, dijo que “no perdonan a Cuba que no haya claudicado frente al país más poderoso de la tierra”, no les asustan sus armas o su fuerza, solo ven falta de libertad y pobreza, ¡no dinero!, pero les molesta notar país y pueblo, y, sobre todo, saberlo, ver su admirable dignidad resistente que, con lacras y defectos, son como el águila y la garza, los indígenas y campesinos de todo el mundo, las palabras, las armas, el arte, el sexo, Berger frente a la serpiente en su caverna, por lo que, molestos y con prisa sin pausa, debiéramos reunirnos, hablar, hacer crecer bolsas de resistentes; en la insana ridícula España cobarde de las mascarillas, urge.
Acabé ya de leer "Telefónica", de Ilsa Kulcsar, mujer de Arturo Barea, censora de la prensa extranjera en Madrid, 1937/38, socialista-comunista que se salvó de milagro de un "paseo" anarquista y habla -sin ira- de la hoy venerada "república" que, al huir a Valencia, abandonó al pueblo madrileño y le obligó a tener que, diferente, resistir solo hasta el final, 1939, a Franco y sus "moros": "¿Aviones de maniobras o la fuerza aérea? Aquí tienen tiempo de formar a los pilotos porque Madrid ha resistido hasta ayer, no se rindió -como otros- hace dos años y medio", 29 marzo 1939. Resistieron.
EL ROTO 22/09/2020
124 Los domingos, cavilar
39 Covilación
Jinetes de apocalipsis
Fernando Merodio
25/09/2020
”Construir es duro y tardo, destruir es simple y raudo (...) Esa noche me asalta la pesadilla del auriga demente que, a las riendas de un carro de fuego tirado por tres caballos caníbales, avanza inexorable. A su paso todo queda abrasado. En dos años casi ha destruido el modesto jardín que había costado 40 hacerlo nacer sobre un desierto moral, Ahora, el desierto crece” (Félix de Azúa. Opinión “Prix Formentor")
Apocalipsis proviene del griego apokálypsis, 'revelación', el Diccionario de la RAE lo equipara a "fin del mundo", "situación catastrófica, ocasionada por eventos naturales o humanos, que evoca la imagen de la destrucción total" y, también, por tal nombre se designa al que, con dudas, es considerado último libro del Nuevo Testamento de la Biblia, buena literatura profética, con revelaciones referidas a hechos que, a través de una interpretación cristiana, remiten al final de los tiempos.
Llevo mal los anexos de la que dicen "pandemia", voz nacida del griego, pan, 'todo' y demos, 'pueblo'', ‘todo el pueblo’, que en lo que aquí ahora interesa señala a ese todo al que -falaces dicen- ataca un virus contagioso y dañino -en especial- para los vividores del sistema que inventó el capital, ineptos poco dados a pensar a los que se está desmoronando el tinglado; un virus que, a los varios meses de ser detectado, aun es desconocido para los -que dicen- sabios y obliga a rebelarse, en el fondo y la forma, contra el exceso -una de las causas de lo mal que va todo en este viejo territorio que ocupa un rincón de Europa- que fue y es la excepcional alarma con que la PSOE-Podemos & Co se ceban, desde marzo, para no dejarnos ni hablar y, con su 'mercantil-progresismo', suavizarnos usando un severo régimen basado en su "ley mordaza", ricino que administra una policía bien uniformada... pero mal formada.
Pese a que amigos me critican que cuando, tras cavilar, intento explicarme usando -dicen- excesivas citas que, en realidad, son invitaciones a la amable lectura íntegra de Berger, Amery, Galeano, Agamben, Roth, Conrad, Sánchez Ferlosio, Steiner, le Clezio,... y de Freud y Karl Marx siempre, que una mayoría ve, en nuestro país, poco asequibles, excesivos, insisto y hoy, tenaz, acudo en busca del auxilio de un genio, G.K. Chesterton, del que alguien dijo que “el mundo sería peor sin sus libros”, de entre los que escarbo en el que nos recuerda algo tan evidente -y olvidado-, como que, cuando se quiera atajar un mal, siempre es preciso el previo diagnóstico -o sea pensar acerca de lo que de él sabemos- antes de intentar curarlo y, luego, advierte contra la “gran falacia” de que algún urgente o grave problema social o alguna supuesta dignidad humana pudiera exigir aplicar la cura antes del diagnóstico.
Por ello, frente al auriga de que escribe Félix de Azúa y sus tres jinetes de caballos caníbales postulo la acción social de plantar cara a quienes asustan y, en verdad, desde la política y la economía, sirven al poder real, despreciar sus pompas falaces y, en especial, sus malas soluciones, agruparse de nuevo para -nosotros- decidir sobre nuestros problemas, diagnosticarlos y, finalmente, aplicar la cura; no es razonable que la solución a la grave crisis que hoy ahoga al débil -Manuel Castells afirma que "este mundo se acaba"-, aprovechando la división dispersa del resto, la den los que, evidentes, antes la generaron; Chesterton lo explica muy bien en "What's wrong with the world", 1910, "Lo que está mal en el mundo", cuando, a fines del siglo XIX, sabedor de que la legislación higienista contra los piojos obligaba a las niñas, pero solo a las pobres, a raparse el pelo pese a ser evidente que el mal no estaba en ellas sino en la miseria en que vivían con sus padres, daba una solución valiente que mantenía a la niña pobre como eje central del problema,: “Todos los reinos de la tierra deben destruirse y mutilarse para servirla a ella; a su alrededor la trama social debe romperse y caer; los pilares de la sociedad vacilarán y los tejados más antiguos se desplomarán, pero no habrá de dañarse ni un pelo de su cabeza”, magnífico ejemplo de análisis exacto de la situación, su solución y cómo aplicar ésta.
Jacques Rancière, filósofo, miembro del seminario marxista “Para leer El Capital”, de Louis Althuser, explica en “El odio a la democracia” que el hundimiento del sistema soviético y la debilidad de la lucha social y los movimientos de emancipación han creado la apariencia de que lo único real es el sacro mercado capitalista y, en torno a él, el “consenso”, técnica del fascio y sistemas oligárquicos que niega la política y hoy, inicuos, apadrinan la derechona de siempre, populismos de toda laya y, en especial, los socialdemócratas, pese a saber que el “demos” es la “gens de rien” y solo hay política cuando el poder lo puede ejercer “cualquiera”, sin necesidad de ser rico o miembro de una mafia o partido; vivimos una peligrosa tormenta -recuerden a Castells y su apocalipsis- y hay que regresar a los hombres del “western”, a los de Cormac McCarthy, a los valientes que defienden un mundo fronterizo, a la lucha por fijar, de nuevo, el límite de la ley, la justicia, lo humano,..., a asear la vieja conquista.
Muy al contrario, hoy nadie mira constructivo, sin ira irracional, hacia atrás, no hay relación de la ética con lo que aquí ocurre, ligazón que sería hacer política, algo que ahora impide la “ley mordaza” de Rajoy, de la que (ab)usan sus denostadores y aplica una excesiva policía que, al querer anularnos, genera la base para provocar -en el peor sentido- el apocalipsis, la más grave y dañina pandemia moral, ambiental, social,..., persiguiendo tan solo que no caiga el sistema y el político pueda mantener sueldos, chalets,… y aparente un poder que -todos sabemos- controlan otros, mientras canta ufano, cual urraca ladrona, gazza ladra en la ópera, la burda y horrísona estridencia de reiterar, cada vez que -con fatigosa desidia- mueve un dedo, está haciendo historia, oculte que quien escandaliza a todo el mundo por su -pésima- gestión del virus no es Madrid -sin duda mal llevada pero, ante todo, víctima del desleal auriga- sino toda España, que, al no generar confianza en nadie, colabora de forma importante en el grave riesgo de que descarrile el “mendicente” fondo europeo de reconstrucción, no sepa cómo cerrar la injusta, ineficaz ruina que hoy son los Ertes, ni sea capaz de hacer que lo de la Renta mínima -no parece ya tan- vital despegue, calle que en invierno sufriremos mucho, que, gracias a su egoísmo ignaro, somos el paraíso de la inseguridad jurídica y que, al tiempo que nos confina a todos, él legisla ilegal, a favor de la corriente de siempre, no le importe que al estar Iglesias, Rufián y Otegui tan próximos a Sánchez nos acerquen a todos al apocalipsis,…
Domingo de lluvia, ya no puedo correr y, tan cansado como cuando lo hacía, escucho en “repeat” a Calamaro: “Te quiero, / pero te llevaste la flor / y me dejaste el florero. / (...) / Te quiero, / pero olvidaste abril / en el ropero, / pero igual te quiero. / (...) / Te llevaste la vela / y me dejaste el entierro”, reflexiono sobre un amor ajeno al romántico, también ciego, que ata a muchos a capital y mercado y es alimentado por los “progres” más “progres” de la inquietante mercantil que, infame y (ab)usando del virus, genera temor con su carro de fuego; acepto temer -antes que Castells lo dijera- la amenaza de que “este mundo -suyo, mío, nuestro- se acaba”, pero a diferencia de él, hasta donde llegue, intentaré que se aplique o, si es necesario, aplicaré el bisturí.
Coda de un comunista que, dentro del PCE, votó no a la constitución monárquica.- El casual ministro Garzón -huérfano de saber- calla que aquel PCE de Carrillo votaba sí en masa a la constitución cuyo artículo 117 dice que "la justicia emana del pueblo y se administra en nombre del rey por jueces y magistrados integrantes del poder judicial", separando poderes como Montesquieu, garantía que se quiebra si el gobierno del auriga Sánchez ningunea al rey a cambio -ambicioso- de los pocos votos que subastan los siniestros jinetes de caballos caníbales, Iglesias, Rufián y Otegi, afanados en destruir en meses el "modesto jardín" cultivado por -casi- todos los españoles durante 40 años sobre lo que había sido un desierto moral, erial ético que hoy vuelve a evidenciarse; una acción de gobierno, sépalo el inaudito ministro, que hasta tanto -si algún día lo hacen- se vote y acepte otra constitución, atufa a golpismo.
123 Los domingos, cavilar
38 Covilación
Memoria democrática
Fernando Merodio
20/09/2020
”Pronto no se entenderá cómo fue. Surgirán leyendas que ocultarán a los hombres vivos que no quisieron someterse y no se entregaron porque no les parecía justo. (…) Quiero intentar hacer vivir a estas personas, no la verdad oficial sino la verdad interior de todos nosotros (…)” (Ilsa Barea-Kulcsar. “En lugar de una dedicatoria” del libro “Telefónica")
"Sé que he perdido tantas cosas que no podría contarlas y (...) ahora son lo que es mío (...) Sólo el que ha muerto es nuestro, sólo es nuestro lo que perdimos (...) Nuestras son las mujeres que nos dejaron, (…). No hay otros paraísos que los paraísos perdidos". (Jorge Luis Borges."Posesión del ayer" de "Los conjurados".
Ayer sábado, al tiempo que El Roto dejaba dicho algo tan obvio y amenazador como que "hay indicios de que el virus también se contagia por los medios", Daniel Gascón se afanaba husmeando alguna -mala- utilidad actual a la Guerra (in)Civil y la dictadura y abría su opinión constatando que cuando las Cortes Generales se han rendido -seis meses sin casi legislar- al turbio arbitrio del decreto-ley, los muertos -parte importante, por la desidia y el caos de nuestra "heroica", quejica y bien dotada Sanidad- han superado en un 25% lo habitual y la objetiva/técnica Funcas nos augura una caída del PIB del 13%, los peores datos de Occidente, el gobierno -que nos hemos ganado- pone tal guerra y dictadura de hace decenas de años en primera fila legislativa.
Si la "memoria histórica" siempre me pareció, quizás sin razón, una contradicción y que quienes la usan la trufan con falacias, la "memoria democrática", aún peor, me sugiere intento -con visos de éxito- de hablar de algo que no piensan que exista, un mero recuerdo, el paraíso perdido de Borges en el que no se cree, ajeno a la realidad, invento de canallas eternos, intento de, como escribió Ilsa Kulcsar -mujer de Arturo Barea, el que en "La forja de un rebelde" destacó como nota del carácter de Franco la de ser el único general que en África se atrevía marchar al frente de sus soldados,... que le odiaban pero no se atrevían ni a dispararle por la espalda-, pasados más de 80 años, abusar de que ya "no se entiende cómo fue" aquella guerra, -es mejor que no sepamos- lo que hizo cada cual durante la dictadura y además han nacido "leyendas que ocultan a los hombres vivos que no quisieron someterse y no se entregaron porque no les parecía justo", lo que nos permite seguir olvidando que fue Madrid, su pueblo abandonado por una "república" huida a Valencia, el que frenó a Franco y sus moros hasta marzo de 1939, mientras los valientes gudaris vascos, padres de la heroica ETA y Otegui, se rendían en Santoña a principios de 1937. Memoria.
Para unos pocos, capital y siervos, ha sido -siempre es- muy fácil influir, manipular la realidad, usar la descarnada mentira en su beneficio, (ab)usar del constitucional derecho -de todos- a la información, lo que obliga a cavilar sobre lo que es la extraña "memoria democrática", sin la mínima conexión que permita elaborar el silogismo entre las premisas y la conclusión -qué ocurrió entre los años 30 y 70, qué sucede hoy y hablar de democracia-, obligando a los "progresistas" a tachar de “negacionismo” -un personaje de El Roto explica, “yo digo a todo que sí, para que no me llamen negacionista”- no acatar sumiso la visión maniquea, parcial que la reciente mercantil Sánchez, Iglesias & Co pretende dar de esos odiosos años de plomo de nuestra -no tan- reciente historia, que ellos pretenden cerrar mal, vejando al enojoso "rechazo a aceptar una realidad -para ellos- empíricamente verificable", su falaz verdad.
Freud no tiene una teoría específica sobre la memoria, valor muy útil para quienes la controlan, aunque sí es un concepto presente en toda su obra al que, como Marx y Nietzsche en sus materias, aplicó un análisis filosófico, económico, político,... y, pues su base está en la biología neuronal, vinculada al deseo humano, sabe que genera asociaciones, pulsiones, bloqueos,... que hacen difícil su análisis, afectado por hechos vividos, fantasías y represiones subconscientes,..., nuestro desarrollo libidinal.
Memoria y nostalgia van sólidamente unidas de modo que no tenía por qué ser negativo, pero dado que para recordar sus hechos cada cual tiene que hurgar en el caótico espacio en que, a su conveniencia, acaldó lo vivido, sujeto a intereses y limitaciones personales, vayan ustedes a saber cuál es esa "democracia" que quiere memorizar nuestro mercantil gobierno, conviniendo interrogarse -lo que solo exige un mínimo vigor de raciocinio- acerca de qué se busca en realidad y a quién beneficia tan confusa abstracción, para acabar encontrando, siempre, el mismo beneficiario, el sucio poder oculto que otorga el capital y como agente, tonto útil, a la pequeña burguesía
Ya en 1846 -cien años antes de que yo, miembro activo -y poco lucrado- de la "casta del 78", naciera- Marx escribía que "en una sociedad avanzada, el pequeño burgués, (...), se hace socialista de una parte y economista de la otra, (...), deslumbrado por el lujo de la gran burguesía, a la vez siente simpatía por los sufrimientos del pueblo. Es al tiempo burgués y pueblo (...) diviniza la contradicción que da forma al fondo de su ser (...) y debe justificar teóricamente lo que practica, (...)", aclarando Lenin que, en la práctica, el pequeñoburgués se esfuerza para ocultar su ruin contradicción tras el delirio de un imposible izquierdismo, funesto para la izquierda genuina.
Los pequeñoburgueses forman un grupo social marginal, entre lo que eran burguesía y proletariado, casi nunca produce, genera mínimos excedentes, se mueve por la publicidad capitalista y, sintiéndose burgués, en realidad es un desclasado, siendo aquí hoy ejemplo de ello el líder máximo del populismo tipo “Evita”, que, "izquierdista" él, anheló -y logró- afincarse con su pareja -número dos de la secta- e hijos en la sierra rica de Madrid, destrozo de la clase media-alta con los más caros servicios y miles de tejados anaranjados, severa agresión a la naturaleza, abuso de la falta de ordenación, donde quien alardea de luchar contra un Franco … muerto, teme inocentes escraches o que le llamen “rata”, en especial ocupado en si peinar moño o coleta y llevar o no un pendiente, decisiones esenciales para un, ¡uf!, vicepresidente, que no le dejan pensar en el paro, la desigualdad, su burla de le renta mínima vital, el latrocinio de los Ertes o Bankia,…-, pero no le impiden alardear de "poder" cambiarnos y derribar a "la casta" con el músculo de su selecta amistad con el "gudari" Otegi y el "intelectual" Rufián.
“Evita” Iglesias, rápido en alcanzar el lujo burgués, mala conciencia, subversivo él, tras alardear de que su padre formó parte en los años 70 del fúnebre grupo terrorista llamado FRAP, infestado -se decía entonces- por la brigada político-social, parte del PCE m-l, escisión para debilitar al -entonces hegemónico/odiado por la burguesía- PCE, ahora lo niega, al tiempo que promete luchar para que, ya alcanzado por él, el lujo sea accesible -e ignoro si obligatorio- al resto; el marxismo ha descrito a los pequeñoburgueses como freno para la izquierda, esa que hasta los años 70, aquí de verdad, sin robar ni matar, pero con riesgo personal luchó contra Franco y, ahora, al analizar casos como el señalado se evidencia que los “burguesitos” son un freno feroz para toda idea de cambio, estando apoyado el de la coleta/moño/pendiente en el aval de la identificación personal con él -que ni llega a ser burgués- que se basa en el pacto alimenticio que rige el cercado político que aún -cada vez menos- alardea de "poder".
Coda avergonzada histórica.- Mientras IU, las que unidas pueden o como se llamen ahora quienes usurpan el nombre del comunismo, se preocupan por un mini-zoo y apoyan con la PSOE el capricho del Tenis contra una escollera de piedra y, según El Delirio Montañés, sobre los 2,2 millones € pagados por levantarla, exigen otro millón más para retirarla, un amigo, viejo comunista viejo, harto de lo que ve, hastiado de hablar, criticar con otros viejos camaradas viejos, no creyendo tener capacidad para responder sin organización política o sindical, escribe un sabio dictamen sobre lo que está pasando… y lo que va a pasar y, por su -gran- valor, lo copio y adjunto; denuncia indignada/avergonzada de lo que nos queda de una memoria... sin adjetivar.
122 Los domingos, cavilar
37 Covilación
La situación
Fernando Merodio
13/09/2020
”A la lealtad de ustedes responderé con la lealtad de un gobernante del pueblo, con la lealtad del compañero presidente” (Salvador Allende. En la madrugada del 5 de setiembre de 1970)
"Desde que los burgueses del siglo XVIII inventaron la noción de 'progreso' hasta su uso por parte de los doctrinarios actuales, siempre albergué dudas. Ahora lo veo claro". (Félix de Azúa)
Como -casi- siempre que busco sentido común en lo que me preocupa, acudo -entre otros pocos- a El Roto, rebusco entre las carpetas -cronológicamente- ordenadas con miles de sus viñetas recortadas de periódico hasta que encuentro una de 9 de octubre de 2008, que me parece refleja lo que ahora ocurre, dos hombres, uno sentado, mirando lo que parecen dos pantallas anguladas de ordenador o televisión: "La gente está furiosa con la situación", advierte uno, "¡Y eso que no saben cuál es la situación", agrava, exacto y cruel, el otro; se referían a la de 2008, "situación" distinta a la actual, pero ni mil palabras de la más sólida editorial explicarían mejor lo que capital y políticos -como entonces- están haciendo con nosotros -también- ahora.
Igual que en 2008, nos engañan; mezclan, entre otras cosas, salvajes. egoístas, conceptos económicos fundamentales a los que Karl Marx, hoy aún vivo, aplicó el minucioso rigor de orfebre con que analizaba ideas esenciales, por ejemplo dos tan evidentes como valor de cambio y valor de uso, el valor que, por imposición social, se atribuye a las cosas y su valor real, una confusión que, en situaciones de crisis -ficticia incluso- llega a hacer inviable la convivencia humana con los -restos de- los derechos y libertades del hombre-ciudadano, legado de la Ilustración y la Revolución francesa; se ha evidenciado ya imposible la convivencia de nuestra profunda y reciente base cultural y social con los excesos de la salvaje economía capitalista, que nos impide convivir con viejas tesis marxistas tan razonables como la del trabajo considerado como fuente de todo valor, o la injusta desigualdad en la cruel compraventa de la fuerza del trabajo por el capital, o la feroz, moral y económicamente injustificable plusvalía, o la obvia lucha -latente- de clases,…, ideas que, ante la injusticia cierta de los efectos y consecuencias de un -muy- simple virus, debiéramos, sin duda, repensar para volver a ellas.
Acción, pensamiento, escritura y -muy-al fondo el Derecho, medio de vida y -hoy- eficaz instrumento de muchos años de lucha contra el injusto abuso y una situación tétrica aquí que, sean cuales sean las sensaciones de frustración y agotamiento, no permite caer en sano nihilismo de la exhausta suboficial Ripley, Sigourney Weaver, cuando, al final de “Alien”. tras su claustrofóbica y cruente lucha con el predador, se entregaba, pese a saber la guerra inacabada, a un peculiar y -sin duda- merecido carpe diem, “un deseo infinito de hibernar, cerrar los ojos y que sea lo que sea”, pues lo que viniera iba a ser inevitable; lo de aquí ahora es -para quien piensa- aún más siniestro pues, como alguien razonó, “al frente de nuestra particular nave ‘Nostromo’ ahora están quienes, por inconsciencia o maldad, o ambas -me inclino por lo tercero-, me da lo mismo, fueron haciendo de la germinal larva esa cosa feroz que ahora amenaza salud, puestos de trabajo, cuentas corrientes,… ”; en todo caso, hay quien, con razón, piensa que solo se puede excluir de sufrir tan grave riesgo al sabido 1%, debiendo incluir entre las víctimas a los siervos desalmados que colaboran con el ínfimo porcentaje a forjar y alimentar la dimensión letal del monstruo que, imparable, avanza contra nosotros, en una situación en que, quizás, ya poco puede ser hecho.
No comparto la actitud que propone el sabio, pero sí su diagnóstico, mucho más exacto que el de los “progresistas/populistas correctos“ que dicen lo que todos quieren oír y auguran un final similar -e, incluso, más equitativo y justo- al del “crash de 1929” o la crisis financiera de hace 12 años, en el que, por supuesto, sobrevivirían ellos con su -imitación- de poder y su casa con parcela y piscina llena de agua, bien escaso, tal vez -aunque viéndolos tan cutres, me parece imposible- piensen que adornados con la bella y fotogénica sonrisa melancólica de los ricos rebajados de Scott Fitzgerald en los años 30, mezcla de déficit cultural, pérdida del fascinante lujo, obsesión por el fracaso, problemas personales y una difícil -¡ay, la violencia "de género"!- vida de pareja.
Se engaña y engaña al resto quien así piensa -y lo dice- pues lo de hoy es mucho peor, más peligroso, un virus -dicen- se ha adueñado de un mundo en que el capital predador, alimentado por -casi- todos nosotros, ha crecido paroxístico, poblándolo de mutantes, China, Rusia, Países Árabes,..., metamorfosis inmune a la única -teórica- defensa de que disponíamos, las libertades y derechos que nos decían iguales y libres; Slavoj Zizek, en su preludio al libro "En defensa de la intolerancia" cita a Heiner Müller, poeta y dramaturgo alemán, "la primera forma de la esperanza es el miedo, / el primer semblante de lo nuevo, el espanto", situación en la que estamos, desnortados, asustados, sabiendo -sin hacer nada- que, frente a la brutalidad que dicen liberalismo, "quizás fuera precisa una buena dosis de intolerancia, aunque solo sea con la idea de suscitar la pasión política que alimenta la discordia. (...) criticar desde la izquierda la actitud dominante y defender una renovada politización de la economía". He dedicado -¿perdido?- la parte central de mi vida en el desagradable mundo del Derecho injusto con -algunas- alegrías y -muchas- penas, avanzar poco, en realidad retroceder hasta la situación actual que deprime y enfurece, incomprensible, absurda, causada -dicen- por aquel virus nacido -¿alguien lo duda?- de la delictiva ruindad del capital, al que ahora -¡qué risa!- se enfrentan la codicia mercantil de Sánchez, Iglesias & Co y sus sucursales de provincias, aquí Revilla & el sonrisas; no es economía, no es política, ¿pues, qué es?, pienso que es el primer semblante de lo nuevo, que es el espanto.
Azúa tiene claro qué es "progreso" y, cosa de sus pequeñas/grandes fijaciones lógicas, lo critica en quienes tienen como socios -y, como a mí, tan mayor como él, le han quitado las ganas de ser "progresista"- a "herederos del terrorismo vasco" y "reaccionarios catalanes" que, entre otras cosas, "cobran en negro de matarifes como Maduro o los ayatolás iraníes"; Savater, otro septuagenario, se divierte al leer en su diario local que, alejados de la escuela, ¡vaya a saber por qué!, "preocupa la pérdida del euskera entre los niños tras seis meses sin clases", niños que, según él siguen hablando hasta por los codos en castellano, pues el euskera lo estudian y el castellano lo saben; Guy Standing, experto en estudios del desarrollo y fundador de la Red Global de Renta Básica explica que los expedientes de regulación temporal de empleo, ERTE, no han hecho nada por los más vulnerables y afirma que ese dinero debe distribuirse más equitativa y ampliamente para proteger a todos; son leves ejemplos de lo que está pasando a nuestro alrededor, al tiempo de que, por ejemplo, Revilla, mientras nos tiene confinados y silenciados con ilegal mascarilla, se empeña en llenar nuestros montes de aerogeneradores gigantes, subestaciones, líneas de alta tensión,... y aprobar -a traición- las leyes del Suelo o la que cambie Juntas Vecinales y Concejos, para así él y sus lobbystas de Industria y Medio Ambiente adueñarse y hacer lo que quieran bancos, constructoras y corporaciones eléctricas con un territorio del que, hasta ahora, un 75% es comunal y, por ello, lo administran aquellas Juntas Vecinales y, a toque de las campanas de las solitarias, abandonadas iglesias, por los muy viejos, útiles, democráticos,... Concejos Abiertos, participando todos los vecinos.
El Roto, siempre sabio, el 9 de octubre de 2008, "aquella otra situación", mostraba un problema y al día siguiente, 08 de octubre de 2008 ya tenía remedio, otro hombre, vista al frente ante un micrófono anuncia con la mano abierta -simbólico- alzada: "Tranquilos, solo es un problema de números, y tenemos un cargamento de cifras para arreglarlo"; lo mismo que -ultraliberal, fascista, general- Pinochet decía cuando, a los tres años de que Allende, cirujano comunista chileno, pidiera lealtad, él lo asesinara en el Palacio -¿casual?- de La Moneda, y también igual que los que nos tiraron aquí ofrecen ahora "su" solución para "su caos"... ¡y hay quien quiere que los escuchemos!
121 Los domingos, cavilar
36 Covilación
Ibex 35
Fernando Merodio
06/09/2020
” ¡Pedimos el librecambio en interés de la clase obrera! ¡En interés de la clase obrera pedimos aranceles protectores! ¡Pedimos prisiones en interés de la clase trabajadora! Hemos dado, por fin, con la única y seria aspiración del socialismo burgués (...) reducido a una única tesis, que los burgueses lo son y deben seguir siéndolo… en interés de la clase trabajadora” (Marx-Engels. “El manifiesto comunista”)
"No ha sido el virus sino la respuesta lo que ha provocado un empobrecimiento en España; no puede ser casual que seamos los primeros en mortalidad y repercusión económica (…) Tienen que ser técnicos de los de verdad, que no tengan ningún peaje político ni económico que pagar –quienes lo analicen- para no prostituir los resultados". (Dr. Pedro Cavadas)
Me resulta ajeno, pero creo -solo es fe- que el cabalístico Ibex 35 es un índice que refleja -dicen- la evolución del valor de 35 empresas -¿las más importantes?- en las bolsas españolas -Madrid, Barcelona, Bilbao, Valencia- y su evolución respecto a una base que -a finales de 1989- quien podía fijó en 3000 puntos, por lo que -más fe-, al estar hoy en unos 7000 puntos, las acciones del selecto, preseleccionado -lo cambian semestralmente con opaco criterio- grupo valdrían más del doble que en aquel 1989.
Quienes forman el Ibex 35 no son, pues, siempre los mismos, varían a criterio de un grupito que -periódicamente- decide quienes forman tan intrigante selecto clan, cuyos valores -a tenor de su negocio, su free float o volumen de acciones que cada uno ofrece al mercado y otros factores- cambian con el tiempo, siendo opaco -al menos para mí- qué factores reales, además de los evidentes para todos, definen -y si es de modo fiable, no turbio- qué acciones se contratan y cuan alto sea su valor -¿o, acaso, su precio?- en cada momento, indicando además -dicen- el riesgo que puede suponer su compra o la negociación de ciertos artefactos financieros urdidos a partir de tan, opaco valor; los más crédulos de la sociedad, junto a quienes se enriquecen con el insólito, poco fiable invento de la brujería humana, llegan a afirmar -y mienten- que el artificio se basa en una limpia ley de oferta y demanda y además es, pásmense, buen indicador de la evolución/marcha de la economía española.
Pues bien, fue la -poco fiable, detestable- gente de ese Ibex 35 la que, ratificando lo que Marx y Engels denunciaban en la cita de arriba en su “Manifiesto”, abría el curso político que debiera hacer frente al calentamiento global, el -para ellos, capital y políticos, útil- virus, la ruina social, la rotura de las relaciones humanas, la quiebra del Estado -no social- de Derecho,… en un publicitado, elegante, fino -o sea, repugnante- acto público con el grupo mercantil que hoy son, “progresistas”, Sánchez, Iglesias & Co, incluso peores que los “socialistas burgueses” a que, en 1848, criticaran Marx y Engels; debe quedar claro que, a modo de tiesto con flores ajadas, estuvieron quienes degradan la historia, muchas veces admirable y heroica, de aquellas Comisiones Obreras y la -muy- vieja, agotada UGT ¡Cómo se echa en falta el debate de ideas en torno al espectro que, decían Marx y Engels, se cernía entonces sobre Europa.
A mediados del siglo XIX, hace 170 años, explicaba ese “Manifiesto comunista” que los pueblos primitivos producían para sobrevivir, siendo la propiedad de los, escasos, medios de producción colectiva y las relaciones entre sus miembros, de colaboración que concluía en un reparto igualitario, justo; tal era lo que, sea o no cierto, pretendían Marx y Engels al teorizar sobre el socialismo/comunismo; analizaban la realidad de su tiempo, 1848, y se preguntaban cómo era posible que, siendo tantos los trabajadores que extraían riqueza de la naturaleza para producir más y nuevas riquezas, la mayor parte de estas cayeran siempre en manos de otros, unos pocos, respondiendo que era debido a que la propiedad de los medios para producir no era colectiva y, además, el trabajador no era propietario de su fuerza de trabajo, que era de unos pocos, los capitalistas, aclarando además que capital no era igual a dinero y capitalista no era quien simplemente hubiera reunido una cierta cantidad de éste; capital era dinero empleado en comprar medios de producción y fuerza de trabajo ajena y capitalista quien poseía dinero y lo usaba para apropiarse de lo que el socialismo/comunismo -no confundan con Sánchez, Iglesias & Co- llamaba plusvalía o diferencia entre el dinero empleado en comprar medios de producción y fuerza de trabajo ajena y el valor de lo generado por la fuerza de trabajo del trabajador, intentando hacer lo mismo siempre, más dinero, más compra de medios de producción y fuerza de trabajo, más plusvalía, más…, destructivo bucle. Lo llamaron explotación del hombre por el hombre, explicaron que genera lucha entre explotadores -capital- y explotados -trabajo-, lucha de clases, y dejaron claro que para poner fin a tal explotación no basta con liberar al trabajador individual, siendo necesario emancipar, educar a toda la sociedad, pues, a diferencia de la explotación, impuesta y mantenida por la fuerza, la emancipación, que llegará cómo y cuando pueda, no se puede consolidar solo con la violencia y para ser verdadera deberá estar siempre cimentada en la razón, la inteligencia culta.
Lo que aquí ahora dice/hace el “progresismo” burgués nos aleja de ello al eliminar en la escuela el hábito de pensar, o dividirnos en nacionalidades y naciones -dicen que- pluriculturales, o reducir al mínimo el saber de filosofía, historia, música,…, sustituidas por la economía, mercado, marketing, dirección de empresa, sociología,… que le interesan; es su interés partidista, su seguridad, la de ellos, sus migajas de poder, que se asienta en lo más negro de la negra caverna, donde solo hay sombres y no existen las dudas del lógico pensar del hombre complejo, reduciendo el saber a lo que a ellos conviene, cutres aprendices de un capitalismo que -para colmo- es de bolsillo.
Da un paso más y el capitalismo (con)funde el capital industrial, usurpador de medios de producción y fuerza de trabajo ajenos, con el financiero, el Ibex 35 que, sin saber cómo ni por qué, solo mueve dinero -¿suyo?-, alumbrado por el -falso- brillo del neón de grandes sociedades, artificios siniestros,… y lo mezcla -pese a ser insoluble por esencia- con los ínfimos, sudados ahorros de asalariados que olvidan -¿ignoran?- que el dinero honesto solamente nace del fatigoso trabajo y, alienados ignaros, plegados a la cruel invención de quienes los explotan, compran esas cosas -inactivas- llamadas “acciones” con la obscena intención de -ellos también- robar plusvalía en forma de crueles migajas ficticias de procedencia ignota y que nadie -en especial ellos- lo note; magnífico ejemplo de corrupción moral elevada a la enésima potencia.
Daba asco ver cómo, al tiempo que se perpetra el nuevo latrocinio bancario, CaixaBank-Bankia -que se lleva los miles de millones de Rodrigo Rato-, bendecido por, defensor de la banca pública, “Evita” Iglesias, que -con la boquita pequeña que tan bien usa para engañar a sus “descamisados”- dice que, pese a ser vicepresidente segundo-social del gobierno, no está de acuerdo, al tiempo que de rendir pleitesía al siniestro grupo Ibex 35, tras haber asegurado no hace mucho que nacionalizaría Red Eléctrica, ahora impúdico, se sentaba feliz junto al pseudo “renovable” converso Ignacio Galán -sin José ni Sánchez, acaso vulgares-, repartía carantoñas con la Ana Botín que, “progresista” ella, encabezó la ristra de declaraciones a favor de la histérica, sucia unidad consistente en pactar lo que sea con quien sea, pero siempre a favor de ella en la España de la desigualdad, o no explicaba las causas de por qué aún no se ha empezado a pagar la “renta mínima –al parecer, ya no tan- vital”, o…
Grotesca coda final.- El pasado miércoles, para no ser menos que la PSOE-UP, Revilla se reunía en la UIMP, cultureta, con Antoñanzas, de la EDP que se comió a la antigua Viesgo, la Secretaria de Estado de Energía, Sara Aegesen y su lobbysta de cámara, Martín para, con verborrea tipo, aparecer en El Delirio Montañés del jueves, 3, diciendo ”soy optimista con la pandemia, nunca más volveremos a estar encerrados”, al tiempo de que sin -al parecer- informarle, el gobierno que -dice- presidir confinaba a los más 11.000 habitantes de Santoña…, sin darle vergüenza de, por hacer eso, a diferencia de millones de trabajadores serios, cobrar a final de mes.
120 Los domingos, cavilar
35 Covilación
Si se puede actuar así...
Fernando Merodio
30/08/2020
“(...) si se puede actuar así, muchos dictadores pueden imitarlo” (El País 25.08.2020. Svetlana Alexiévich. Bielorrusa. Premio Nobel de Literatura 2015).
“En Bielorrusia estamos indefensos. Lo que sucede es horrible” (Idem).
El fantasma que ahora recorre el mundo es el de un soez abuso político convertido en la farsa a que se refería Karl Marx en “El 18 brumario de Luis Bonaparte” y que, aprovechando nuestra bovina depresión y estatus de encogidos súbditos, nos confina y limita en el ejercicio de libertades fundamentales -la esencial individual, a la acción política, la propia imagen, la libre expresión,...- nos dificulta, pues todos somos cobardes sumisos, hablar, incluso respirar e, ilegal y urgente, impone situaciones y/o tramita leyes que convienen al oscuro poder, el real, el del capital. Y ni protestamos.
Ya he explicado otras veces que, además del inconcebible -ha habido 4 muertos de 84 a 97 años por el virus en agosto en Cantabria- terror que los serviles medios de comunicación del sistema han inoculado en un tejido social que, aun atrapado en las movedizas arenas de la cobardía que sembró el pequeño general rollizo, se somete sumiso a una mascarilla -si alguien duda de ello, que se solace, además, en la patética ceremonia que, sin atisbo de mínima persecución real, oficia, gallina nuevo rico, "Evita" Iglesias-; (ab)usa el poder, al tiempo, de la devastación que la “alarma” causa en libertades/derechos y, de modo sigiloso, con todos -excepto ellos- confinados, los “políticos” inician notables y sucias acciones político-administrativas que, además de sorprender a algunos ciudadanos, crean alarma e inseguridad jurídica en asociaciones sin ánimo de lucro que viven del trabajo y pequeñas aportaciones de sus miembros, (pre)ocupadas por frenar los muy graves daños que causa el excesivo y cada día más visible compadreo de corporaciones transnacionales -causa del actual caos- y la -cada día más mercantil- “casa común” de quienes hacen de "la política" lucrativa profesión.
En España, ya lo he dicho otras veces, por su ilegalidad, actual trámite y carencia de lógica, entre otras nos acosan, perjudican y exigen freno urgente actuaciones político-administrativas contrarias al interés general, ilegales, tan radicalmente nulas como 1) la idea de reforzar el Tratado sobre la Carta de la Energía, de 1994, que otorgó a las grandes corporaciones el derecho a demandar a los Estados con la ilógica/injusta cláusula ISDS -Investor State Dispute Settlement- "Solución de controversias entre inversores y Estados", que las permite hacerlo, no ante los Tribunales, sino ante órganos ad hoc de horribles abogados privados, que ellos llaman "árbitros", siendo inadmisible que, en lugar de anularlo, en setiembre los ministros de Energía UE, incluida España, pretendan reforzarlo, 2) que, con la -falsa- excusa de energía limpia para todos, el Plan Nacional Integrado de la Energía y el Clima, PNIEC, sin información ni transparencia, inicie en España su EAE, Evaluación Ambiental Estratégica con él ya tramitado, muestra de que se aprobó sin haberse evaluado sus impactos, 3) que se haya enviado al consejo de ministros un proyecto de Ley del Cambio Climático sin información, que trata de favorecer el monopolio energético de las multinacionales y 4) que se haya aprobado el Real Decreto-ley 23/2020, 23 de junio, sobre medidas en materia de energía, que dice desarrollar las dos normas anteriores, aun sin aprobar; son cuatro, entre otros, actos esenciales para condicionar nuestro presente y futuro con la dolosa evidencia de haberse iniciado al tiempo, sin informar y (ab)usando del excepcional estado de alarma y nuestra -casi- imposibilidad de hablar, incluso respirar, con tal desdén hacia bienes, libertades y derechos sociales que la ministra, igual que Revilla, ni siquiera contesta a razonables quejas escritas, sabiéndose protegida, no hay duda, por “su libertad", o sea, por nuestra falta de ella.
En nuestro muy pequeño, burocrático y, por ello, muy caro y fallido territorio, los viejos rescoldos nacionalsindicalistas del Revilla’s team, reacio, es lógico, a aplicar con rigor las exigencias de un Estado social y democrático de Derecho fingen liberar su frustración por el caos energético e incapacidad para desde la -lobbysta y, entre otras cosas, inepta- consejería de industria implantar un solo aerogenerador de modo legal con el juguete, de su favorito color amarillo, instalado -para nada- frente a las playas del Sardinero y fútiles, estériles debates -por supuesto, no en Derecho- sobre una opinable escollera natural, de piedra, olvidando las catástrofes del caos energético y urbanístico, nuestra colaboración al calentamiento global, el paro y la desigualdad sistémicos, el fracaso de sus planes industriales, el caro ridículo de la "Universidad de Comillas", la demolición de la vieja Diputación “republicana”, ¡memoria histórica!, la impudicia del Museo de Prehistoria y los “caprichos culturales” de los ricos, la fábrica de fibroyeso, Sodercán, el "agudo" Plan de Gobernanza, las viviendas ilegales sin demoler, el despilfarro de los Años Lebaniegos, Vuelta Ostrera, el TAV, el ilegal regalo de la mejor zona del puerto de Santander a una poco ejemplar fundación, la Cantabria -solo- de servicios,..., y un larguísimo etcétera de frustraciones y despilfarros, así que, visto que indecentes, ridículos sermones en prime time televisivo no resuelven nada, debemos hacer balance, buscar solución y exigir que, quien deba, rinda cuentas.
Todo está preparado para que, con apoyo en el terror/miedo, la corrupción mande; al oscuro poder real, el del capital, no lo vota nadie y no hay tres poderes políticos, Montesquieu ha muerto, los parlamentarios, de holganza permanente, son la misma casta que el gobierno, la de los de partidos burocráticos (de)pendientes del poder real, mientras el tercer poder político, judicial le dicen, lo conforman, controlados por parlamento y gobierno, jueces y fiscales funcionarios, alguno bueno, el resto regulares, malos o muy malos y, abajo, el ciudadano, sólo, vigilado, de uno en uno, con el carné en la boca bajo la mascarilla, asustado y -más vale que- callado; así es, lo sabemos, la cerrada clase política, oligarquía aglutinada en partidos cuyos miembros, ajenos a Machado, no hacen camino al andar, lo tienen hecho desde que, casi niños, se afilian a las “juventudes” ¿Qué futuro tiene un país en el que los cientos de miles de miembros de tal casta se cubren de privilegios y un velo informativo que convierte las mayores obscenidades en minucias del casposo día a día? Necesitan que tengamos miedo, mucho miedo para que permitamos que, cual hindúes, ellos actúen como nacidos de distintas partes del cuerpo de Brahma y, en función de ello, sean miembros de la casta que define su superior estatus.
Leí hace tiempo a Savater que lo que define al ser humano no son sus instintos, ni siquiera sus genes, sino su capacidad para elegir y ejecutar acciones que transformen su entorno... o a él, y es este, sin duda, un muy buen momento para practicar, -volver a- ser humanos, ejercer nuestra capacidad de transformar y, para animarme, en los recovecos del fin de semana releo “Love’s lovely counterfeit”, “El amor es una deliciosa falsificación”, en España titulado, no sé por qué, “Ligeramente escarlata”, magnífica historia de James M.Caín sobre una ciudad, la nuestra por ejemplo, corrupción, dinero, elecciones, políticos, o sea delincuentes, e impregnándolo todo la deliciosa falsificación que, a veces, resulta ser el amor, algo que, sin querer, me llevó al 1933 de esta misma España, cuando la revista “Tierra y Libertad” publicaba “¡A las barricadas!”, himno de la CNT, “Warszawianka”, la “Varsoviana” que en 1885 había compuesto el polaco Waclaw Swiecicki para animar a la lucha obrera: “Negras tormentas agitan los aires / nubes oscuras nos impiden ver, / aunque nos espere el dolor y la muerte, / contra el enemigo nos llama el deber. / El bien más preciado es la libertad / hay que defenderla con valor y fe. / (...) / ¡En pie pueblo obrero, a las barricadas! ¡Hay que derrocar la reacción! / ¡A las barricadas!”. Qué tiempos aquellos.
Si ineptos corruptos como Sánchez, Iglesias, Revilla & Co pueden actuar así y no reaccionamos significa que, peor incluso que los indefensos que luchan de Svetlana Alexièvich, no somos humanos o, tal vez, todos estemos muertos.
119 Los domingos, cavilar
34 Covilación
Humillación
Fernando Merodio
23/08/2020
“El totalitarismo “democrático” no hace otra cosa que instalarse cada vez más. Ahora más que nunca es preciso que los espíritus libres se levanten contra este pensamiento servil, (…) y su injusticia absoluta” (Alain Badiou. “La Etica. Ensayo sobre la consciencia del mal”).
“Toda sociedad en la que la garantía de los derechos no está asegurada y la división de poderes no está determinada no posee Constitución” (Revolución Francesa. “Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano”).
Alain Badiou, 1937, filósofo francés poco conocido en la España que no piensa, director del Instituto de Filosofía de la École Normal Supérieure de París, marxista, militante en el PC francés, defiende y profundiza en las ideas de Marx, Foucault, Althuser, Deleuze,..., frente al miserable moralismo de volver a una irracional visión religiosa del mundo que, con apariencia laica, trata de sustituir la crítica filosófica por propaganda de “valores” dominantes encuadernados como “ética”; sostiene Badiou que no hay un Hombre idéntico en todos nosotros, único y con inmutables derechos “naturales” pues, por contra, la idea de Hombre varía con el tiempo y el discurso dominante, sometido a interesadas normas “naturales” que le dicen qué debe hacer y le alejan del pensar; normas que, hoy, le afilian, acrítico, a la economía capitalista y su útil corrupta forma política llamada democracia parlamentaria.
Estamos, de nuevo, ante la oscura doctrina de derechos naturales definidos como humanos, que intentan hacer un Hombre como quiere el poder, lo que nos obliga a luchar contra el desplome de ideas revolucionarias como el marxismo, traicionadas igual por el más totalitario comunismo que por el “socialismo”, hoy “progresismo” y aquí incautadas por el hediondo populismo tipo "Evita" de quienes decían poder, de lo que es su peor daño la traición a los compromisos que aquellas ideas asumieron.
Critica el filósofo la inflación "socializada" de referencias pseudoéticas -la apoyada hiperatención a las violencias de género y tendencia sexual, el ecologismo light, cómplice de la destrucción,…-, que nos apartan de la lucha contra las más importantes formas de violencia y alejan la ética de su idea griega de búsqueda de “una buena manera de ser” o de “la sabiduría de la acción”, viva, no esclerótica, ligada a hechos concretos, propia del Hombre, animal que piensa, ajena a toda imposición, moda, religión,…, que la hace responsabilidad individual, ajena a la ética del Hombre único, con derechos “naturales” y a la -inexistente- “capacidad a priori para distinguir el Mal” que, a partir de él, nos permita, insano, identificar el Bien; definido ese Mal interesado, todo lo humano, incluida la política, es catecismo, ética del juicio previo manipulado y el derecho “al no-Mal” convierte la Ley codificada en algo “contra” ese Mal previamente elegido, definido con -falsa- “libertad de opinión”, sabiendo como las diversas iglesias, religiosas o laicas, que es más fácil construir un consenso trampeado sobre el -elegido como- Mal que sobre el Bien, por lo que, lejos de buscar un objetivo universal y la fuerza precisa para lograrlo, preferimos causar, explica el filósofo, "la desaparición o extrema precariedad de las políticas de emancipación, la multiplicación de las violencias étnicas y la universalidad de la competencia salvaje”.
Hoy, con -falsa- apariencia de libertad, aval ético absoluto para la economía del capital, plena legitimidad e intocables competencias otorgados a los llamados representantes en la democracia de partidos, la partitocracia, escaso saber fiable y libre en policías y jueces y nula transparencia en el -que llaman- mercado, enfangados, además, en la -para ellos- útil creatura que dicen "pandemia", se nos priva, incluso, de legitimidad ética para defendernos de quienes hozan en los despojos de la -hoy inexistente- auctoritas que, no hay que olvidarlo, solo son, -indignos- representantes nuestros.
Enfrente, laico y de izquierdas, Badiou dice que la ética es imperativo que vincula al sujeto humano a “¡continuar!”, analizar crítico e individual hechos concretos y actuar, trazar líneas, no puntos, ser rápido incluso sin moverse, estar entre cosas y hechos y mezclar usándolas las facultades de “discernimiento”, no dejarse engañar con falsos hechos, “valor”, no cambiar ante la verdad del acontecimiento en función del interés propio y “reserva”, no creer que la potencia de la verdad es absoluta, de modo que la ética nunca puede ser, “ni someter el mundo al reino abstracto del Derecho, ni luchar contra un Mal exterior”, ambos artificiales y absolutos, sino algo tan sencillo como detectar la Verdad concreta de los hechos y, desde ella, enfrentarse al Mal, también concreto, “anverso o faz oscura de la Verdad”, detectado en aquellos acontecimientos.
Si analizamos los hechos aquí ahora vemos que, (ab)usando de la devastación que la “alarma” causa en consolidadas libertades y derechos, aún lastrados por el miedo que infiltró el franquismo -véase la cobardía con que (no) hace frente a sus problemas “Evita” Iglesias-, de modo furtivo los “progresistas” filtran dañinas actuaciones políticas, creando alarma e inseguridad jurídica en ciudadanos y asociaciones -que solo son trabajo- sin ánimo de lucro, (pre)ocupados en frenar los muy graves daños de la evidente complicidad de corporaciones transnacionales -causa del actual caos- y entes cada día más mercantiles en que han caído partidos, sindicatos, grupos financiados,..., que viven en -y de- la política.
Repito una vez más -por su gravedad y dolo no sobra reiterarlo- que, (ab)usando del confinamiento y la humillación de las mascarillas, los políticos tramitan -sigilosos y cobardes- entre otras normas estatales, la ampliación del Tratado sobre la Carta de la Energía, que al incluir la cláusula ISDS obliga a los Estados a someterse en sus conflictos con las multinacionales al arbitraje de terribles abogados, no a los Tribunales, el Plan Nacional Integrado de la Energía y el Clima, PNIEC, que en España se tramita ilegal y salvaje, sin previa Evaluación Ambiental Estratégica, el proyecto de Ley del Cambio Climático que, por sorpresa, hace días se remitía a las Cortes Generales, que ya aprobado el Real Decreto-ley 23/2020, 23 de junio, medidas sobre energía que -en teoría- desarrolla las normas del PNIEC y la Ley de cambio climático, aun no vigentes y la segunda con el trámite legislativo sin iniciar, al tiempo que, siempre cuco, el Revilla que nos aplasta ilegal -y yo añado que delictivo- con la mascarilla, inicia, de modo pútrido, los tramites de la modificación ad hoc de la Ley del suelo, que regulará urbanización y construcción y la de Entidades de ámbito inferior al municipio, las propietarias de casi todo el monte comunal, ambas leyes, por tanto, en el epicentro de la especulación rampante y cuyos importantes anteproyectos han sido elaborados por el “Revilla Team”, pásmense todos, ¡¡en diez días!!
Son, junto a otros, actos políticos esenciales para nuestro presente y futuro, respecto a los que habrá que depurar las responsabilidades, incluidas las penales, que se desprendan de, además de su flagrante y grosera ilegalidad, del hecho de que sus trámites se han iniciado al tiempo, por sorpresa y (ab)usando del excepcional estado de alarma y de que nos hayan tapado la nariz y la boca; hacer frente a la corrupción política, al caos energético, al dinero del banco, al banquero, a la destrucción de la Tierra,…, a su ilusión de humillarnos colocando, pues no consiguen hacerlo de verdad en otros sitios, un ridículo remedo amarillo de aerogenerador inane y enano frente a las playas del Sardinero, exige, repito, un no más que leve esfuerzo de pensamiento, discernir las concretas verdades de los hechos, no ceder a la egoísta conveniencia, ser prudentes, no caer en la convicción de poseer verdades absolutas y, por encima de todo, insisto, “¡Continuar!”, movernos entre personas, cosas y hechos, otro modo de actuar nos llevaría a, serviles, coger el navío en que el capital quiere embarcarnos y viajar , junto a su injusticia absoluta, al corazón de una tenebrosa humillación.
Plataforma marina flotante "de juguete" en el Abra del Sardinero
118 Los domingos cavilar
Covilación 33
Perder el tiempo: libertad o miedo
Fernando Merodio
16/08/2020
“Creo que fue Kant quien ya advirtió contra eso: “Nunca discutas con un idiota: la gente podría no notar la diferencia”. Sin embargo, a veces es inevitable desoír ese consejo, por ejemplo cuando los grandes imbéciles te están matando” (Javier Marías. “Asesinos memos”)
Me dicen que hay quienes -no los conozco- afirman que, al cavilar y hacer uso de mi -personal- forma de raciocinio y mis -aún más- particulares saberes, "pierdo el tiempo", pues las cosas están claras, muy consolidadas, lo que aconseja confinarse, llevar mascarilla y taparse, si nos lo exigen, hasta los ojos. Obedecer.
Todo el que piensa, en especial el corruptor, sabe que vivimos tiempos de lenguaje perverso en que viejos conceptos vitales tan aparentemente claros como paz, libertad, progreso, cultura, terror,... o, más recientes, pandemia y coronavirus, sugieren cosas diferentes a personas distintas, incluso a la misma en situaciones dispares, haciendo difícil el debate y la toma de decisiones sobre asuntos de interés general.
Para tomar decisiones siempre pesó, en especial ahora, el terror, fobia mayor, miedo muy intenso que, en especial a partir de la Revolución Francesa, es método de acción con fines concretos que hacen difícil, casi imposible, discutir, valorar, definir,... con eficacia neutral qué es tal terror y cuáles sus objetivos políticos, sociales, jurídicos, culturales,..., (pre)ocupándonos el uso interesado que hagan otros -no nosotros- de esos métodos y estrategias para generar terror con fines de dominación, siendo tal (pre)ocupación tanto mayor cuanto más desconocido sea el fin que persigue quien lo provoca, lo que exige buscar explicaciones/soluciones -a ser posible- no maniqueas, sin limitarnos a intentar aparecer como víctimas abstractas de tales maniobras y métodos, hoy tan difusos y oscuros que su centro y control puede estar en cualquier sitio, lo que nos obliga a buscar el objetivo y alcance de la amenaza, valorarlo, diagnosticarlo y, a partir de ello, darle una respuesta adecuada pues, según Rafael Argullol este es un mundo de sospechas alimentado por el miedo, para el que, sin duda, la mejor solución es “salir de nosotros y mirarnos”.
Además de la de siempre, la física ajena de origen indeterminado, que provoca una fácil y peligrosa exacerbación de la sensibilidad social, crecen hoy -¡cosa del poder de los medios de (in)comunicación!- otras formas de violencia que causan muy diferentes terrores utilizables como medio de acción política, económica, religiosa,... al manipular el potencial desajuste que causan con sus formas, situaciones que repercuten tanto en los otros como, también, en nosotros; los campos de exterminio nazi, estalinistas, yanquis,..., la represión de Franco, Pinochet, Videla,..., los bombardeos de Hiroshima, Nagasaki y tantos otros lugares, el napalm,... y ahora, en todo el mundo, el útil, ignoto, sobredimensionado,... virus que usa el poder real, económico -manejando la política y los medios de comunicación- para hacernos dúctiles y maleables, sumisos, con la boca y la nariz tapadas, hablando poco, fumando a escondidas,..., humillados por el terror que es generado de modo ilegítimo por un poder abusivo, incluso totalitario.
Las enormes desigualdades socio-económicas, la injusticia laboral, el (des)empleo precario, la pobreza miserable,... amplifican el miedo, el terror, como método para violentar voluntades y forzar de modo irresistible las conductas de la mayoría, en beneficio de quienes lo generan al socaire de la abusiva, inexplicable superioridad cobarde que emana del dinero, del capital y la ausencia de un eficaz reproche social.
Las religiones, entre ellas por supuesto la católica, han sido -y son- doctrinal e ideológicamente justificación de persecuciones (las bíblicas, las cruzadas, la inquisición, los holocaustos, Bin Laden, el yihadismo,...) que, con fines ajenos a los religiosos, han generado terror, puntualizando Antonio Elorza que, quizás, la única forma religiosa que no hizo uso de la violencia y el terror esté en Grecia, donde “los dioses debían amoldar su conducta y someterse al juicio de la razón humana”.
Lo mismo que no encuentro causa lógica que explique el irracional valor dado a las distintas formas y métodos del terror no veo razonable que determinados hechos diarios -los efectos del calentamiento y el deterioro ambiental que genera el hombre y llaman "progreso", los destructivos efectos de esa cosa estúpida que llaman "turismo", las muertes por accidentes de tráfico, las guerras, el atroz hambre,...- no provoquen una iracunda -lógica- reacción en su contra y lo atribuyo a razones pseudo-culturales impuestas desde el cotidiano poder venal que nos condiciona.
Las respuestas política, social, jurídica, económica, diplomática, militar,... a los métodos del terror han sido -y son- en general ineficaces e identificar, como hacen -en el peor sentido- los políticos, el miedo global con el que sufrimos nosotros es, además de injusto, ineficaz, pues hacer frente al terror nos exige análisis que le de explicación, respuesta intelectual, pues, decía Leonardo da Vinci que “la práctica siempre debe ser edificada sobre la buena teoría”, siendo, según Giovanna Borradori, objetivo último del fatigoso pensar encontrar ideas contra el irracional miedo que rehagan la confianza y mejoren las condiciones materiales y culturales, algo que no lograremos culpando de nuestros males al otro, atemorizados, y solo llegará apoyándonos en el fértil legado de la Razón, la Ilustración y las revoluciones, teniendo claro que “la búsqueda incansable de una perspectiva crítica debe arrancar del examen de nosotros mismos”, un camino en el que nos han apoyado -y apoyan-, pese a quien pese, entre otros, Freud y Marx.
En lo concreto, aquí ahora digo que hay que ser muy sumisos -e idiotas- para, en la situación de irracional, injustificado terror que los poderes están generando en el mundo con un pequeño virus, soportar tres primeras páginas del -insoportable poder oculto tras- El Delirio Montañés -terror (des)informativo permanente, como el resto de los medios- contándonos -de cuento- que en 15 días de agosto han muerto por el virus tres personas de ¡84, 93 y 97 años!...., declarándolo motivo para que en toda España, envidiando a Galicia con lo del tabaco, se prohíba, totalitarismo, fumar.
Salir a la calle empieza a dar miedo y ver a la mayoría de conversos enmascarados hasta el borde de los ojos vigilando, agrestes, si el resto vamos bien embozados o mal me recuerda "Night of the living dead", "La noche de los muertos vivientes", serio film, 1968, en el que un dispar grupo de supervivientes -de no saben qué- se refugia en una granja para no ser aniquilado por la fanática tropa de gentes que, por causa ignota, formalmente muertos han regresado a la vida y pretenden devorar a los que no son parte de su hereje secta, por estar -más o menos- vivos desde que nacieron.
Aquí ahora, los "progresistas" de la mercantil Sánchez, Iglesias & Co y el cazurro Revilla pretenden aterrorizarnos -sin duda, alguien lo han mandado- y, al tiempo que nos confinan, nos vigilan con los "rambos de bolsillo" del ejército y las varias policías y nos acoquinan con multas de la -antaño- denostada "ley mordaza", nos tapan boca y nariz, nos prohíben fumar y salir por la noche,..., son peores que su -ahora, no cuando estaba vivo- enemigo Franco, mientras los distintos gobiernos dan ilegal salida, en estampida, a las leyes que le exige, siempre todopoderoso, el aborrecible capital.
Ha estallado, ya, una cruenta guerra, en la que habrá muertos, entre los amigos del miedo y quienes defiendan las libertades ganadas y aunque, repito, los siervos -por ejemplo Castañeda, ahora dicen no ser partidarios de identificar, como antes, a quien disiente, bastándole con que haya más, mucha más policía- alardeen de que las cosas están muy claras, consolidadas y debemos confinarnos, llevar mascarilla y taparnos, si el poder lo ve preciso, hasta los ojos, obedecer al patrón, al que paga… lo mínimo, frente a lo que otra vez, como casi siempre, digo ¡¡NO!!, me alisto en una de las bolsas de resistentes que proponía John Berger y, con fatigoso empeño del que otros se aprovecharán, denuncio a Revilla y a los "progresistas" con los escritos que, ya en trámite, uno por si alguien -no- quiere perder su tiempo, los lee y pelea.
Atropellos Ministra Transición Energética 1
Atropellos Ministra Transición Energética 2
117 Los domingos cavilar
El (peligro de) desmantelar
Covilación 32
Fernando Merodio
09-08-2020
“(...), el proceso de desmantelamiento tiene que llevarse a cabo de forma disimulada y oculta. Es la primera tarea del líder político actual (...) Un muro verbal para esconder lo que está sucediendo. Y al otro lado del muro, el 'bulldozer' sigue desmantelando (...) La política para ellos es un pretexto". (Un muro y un 'bulldozer'". John Berger. El País 05.04.06)
Explicaba en Francia John Berger en 2006 que, “antes, los dirigentes políticos, cuando hablaban ante su país, ofrecían propuestas de construcción”, podían exagerar o directamente mentir, las propuestas podían ser tan discordantes como los USA, el Tercer Reich, o una República Socialista, pero siempre incluían una idea que hacer realidad o una sociedad no existente que crear o defender activamente instituciones y costumbres ya existentes, que veían en peligro, pudiendo acabar tales propuestas en chovinismo, racismo, caza de brujas,… pero siempre alentaban, aunque fuera por poco tiempo, un sentimiento de lealtad común hacia algo. Construían.
Decía Berger que ya entonces, en Francia 2006, la retórica de los dirigentes políticos no pretendía construir ni conservar, pero aquí hoy aún lo buscan menos, casi siempre intentan desmantelar, sea la herencia social, ética o económica de un pasado del que los inanes revoltosos no forman parte, ni siquiera conocen, sea lo hecho o los medios, grupos y normas de solidaridad generados, siendo aplicable la idea de Berger de que el “fin de la historia”, lema mercantil de Francis Fukuyama para la globalización, no era una profecía sino la tajante orden de borrar el pasado porque el mercado exige que el consumidor o empleado esté indefenso, solo; y nuestros "desmanteladores" lo apoyan.
Razonaba el culto, sabio marxista británico que, por un motivo muy claro, nadie con vocación de votante se había preparado para aceptar el desmantelamiento, pues el acto de votar, en una elección, bien libre, bien -como casi todas- manipulada, aúna el pasado, que es recuerdo, con el anuncio de un programa, futuro, lo que genera una profunda contradicción entre tiranía del mercado y democracia, entre la -que llaman- libertad de consumo y los revolucionarios derechos del hombre como ciudadano.
Razonaba Berger que ello hace que el proceso de desmantelamiento deba llevarse a cabo sin que nadie lo note, primera (pre)ocupación del "líder" político actual que, consciente o inconscientemente, al tiempo está desmantelando su propio papel en el ejercicio, disfrute y explotación de sus poderes, muy limitados por el del capital, en lugar de hacer frente -buscar solución- a problemas reales universales, lo que explica su tendencia sin precedentes a mentir, mientras, “progresistas”, cierran tratos en otro lugar, apoyados en su inane pragmatismo y, al tiempo, mágica falta de realismo.
Todo ello hace que, aquí ahora, cuando los dirigentes políticos se enfrentan a cualquier problema, se oculta lo que ocurre levantando muros de palabras opacas, muros verbales que escondan lo que está sucediendo mientras, al otro lado, los bulldozer del poder real -que ellos manejan- siguen desmantelando; reconociendo el daño que todos vemos, pero intentando ocultar sus causas y efectos, rodeándolo de confusión que evita revueltas, enojo, ira, violencia… y que los echen.
Para Berger el bulldozer es maquina de la moderna tiranía, por ejemplo, economía de mercado que trata el desempleo, ahora en especial, como si fuera una plaga, una pandemia,… palabra fetiche, tótem justificativo de la corrupta ineptitud gestora de quienes, en lugar de rebatir lo falso, dañino "moderno", usan el desmantelamiento, brutal, como un capítulo de ciencias naturales, anuncian jubilosos y cínicos que “el mundo del trabajo", “la economía”, “la sanidad”…, “la pandemia”, útil, están "en permanente evolución"; son profesionales míseros que han abdicado de la política, la han convertido en pretexto y, pese a parecer dirigirse a muchos, están solos y exhiben lo absurdos que se han vuelto sus argumentos…, solo para limitados o cómplices.
Un grupo sin otra afán por lo público que no sean sus egoístas sueldos, nombres tan poco fiables como Puigdemont, Torra, Rufián, Otegui, Colau,…, el peligro soberanista y un corto etcétera en el que zascandilea con ambiciosa simpleza quien se balancea en el inseguro, peligroso alambre, el socio/coartada del gobierno de Sánchez, el nuevo rico de Galapagar, Evita Iglesias, atacan con saña el régimen del 78, evidentemente por algo más que por ser monárquico, busco entre lo -poco- que dicen algo serio, de interés acerca de lo que presentan como solución para todos sus -de ellos- problemas y, a partir de Grecia y Roma, -salvo los ingleses, que lo llaman "commonwealth"- el resto decimos "república", forma de administrar la “res pública”, que en 1931, débil, se intentó aquí por un rato aprovechando la huída del rey -no confundir, ignaros, con lo ahora hecho por el viejo “emérito”- y los parejos resultados de unas elecciones municipales, II República que no fue ejemplar y duró poco, hasta que -abusando de la poca fiabilidad inepta de los “republicanos” y las armas- un general bajito, rechoncho y con voz de tiple la quebraba para, con su abusivo monopolio de esas armas, su ejército, su policía, su “ley mordaza”,… callar -sin necesidad de imponer mascarilla- a los pocos españoles que ni le aplaudieron ni permanecieron callados..., muy pocos.
He explicado alguna vez cómo, tras quebrantar la férrea disciplina del PCE y votar no a la constitución de 1978 por, entre otras cosas, imponer un rey, la idea de rës püblica, la ambición de, además de ser republicano, vivir ¡de verdad! un rato en una realidad republicana, me lleva al París de Nanterre y la filosofía, a la Ilustración, a la Razón, a los derechos del hombre -que además es- ciudadano, a las revoluciones, al hermoso cementerio Pere Lachaise que homenajea a los republicanos españoles que, en 1939, sobrevivieron a la derrota por el general bajito, para morir luchando contra los nazis de Hitler: "A la mèmoire de tous les espagnols morts pour la libertè. 1939-1945", defendiendo sus ideas y la rës pública, la libertad de todos frente a la vitriólica mezcla del egoísmo nacionalista y el falso socialismo en el crisol nazi y, aún más atrás, voy a Platón, su diálogo República, Politeia, Acerca de la Justicia, gobierno de la polis e idea de un Estado, el de su época, en crisis y del lugar que en él ocupan cada hombre y estamento; me lleva, en fin a un recuerdo mítico de aquella época, Maurice Duverger.
Me siento -y me sé- republicano, me preocupa lo público, lo de todos y me alejo, por supuesto, de los miembros de la ávida mercantil “republicana” Sánchez, Iglesias & Co y su odiosa brigada mediática político-social que siempre fue El País que leo a diario desde su aparición y ahora, además, la secta hiperactiva que es La Sexta -que Zapatero regaló al millonario trotskista Roures-, cada día más útil en su totalitario perseguir a quienes no son afines, pero más alejado aún de la ponzoñosa brigada de “desmanteladores” sin más alternativa a esto que su truculenta falta de criterio; soy ajeno también, por supuesto, a la política sin ideas próximas a la realidad y sumisa al capital que siempre es la derecha y a la permanente fe ciega que, como en el mito de la caverna, hoy se tiene respecto a las sombras que proyecta sobre el muro su perverso lenguaje, corrupción completa de las inteligencias, transigir y conciliar todo con todo, incluso lo irreconciliable, actitud, por supuesto, ajena a lo republicano.
La rés püblica no es, ni será nunca defendida por la actual PSOE o las varias formas de la derecha, ni por el capital, la iglesia o los poderes mediáticos que vocean doctrina pero, mucho menos, por la desleal cuadrilla de pancistas que quieren apear, para ponerse ellos, a Felipe VI, la irracional, monarquía, cierto, pero único profesional de la política aquí ahora, una piara que hoza -apoyada, ¡sí!, en tiempos raros por el capital- en la alimenticia charca que es desmantelar lo actual, tras el verborreico muro que oculta lo que están haciendo, ahora con la impagable ayuda del muy útil CoV, muestra de nuestra ineptitud para ser -lo que es ser- republicanos y avanzar hacia una justa igualitaria república, no cualquiera, explicando, ¡uf, que esfuerzo!, qué Administración queremos, qué separación de poderes, qué ley,..., las piezas que la harían funcionar.
116 Los domingos, cavilar
Covilación 31
Apocalipsis... no es el virus
Fernando Merodio
02/08/2020
"Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas: porque el tiempo está cerca" (Apocalipsis o Revelación de Juan I.3)
“Tenemos que vivir, por muchos cielos que se hayan derrumbado” (D.H. Lawrence. Inicio de "El amante de lady Chaterley")
“La política comienza cuando nacen sujetos políticos que ya no definen ninguna particularidad social, sino que definen, por el contrario, el poder de cualquiera” (Jacques Ranciere)
Esto se hace pedazos, el reciente dato del caos en la economía, el PIB, el valor monetario de los bienes y servicios que hemos producido y han sido comprados por el usuario final, caído entre abril y junio un 18,5%, mientras entre enero y marzo de 2009, en el punto álgido de la llamada "crisis financiera", la caída fue un 2,6%, un séptimo, y en 1936, la (in)civil guerra, -se estimó- un descenso anual del 26,8%, 6,7% trimestral, un tercio que en tiempos de confinamiento y boca tapada, pero, ¡todos tranquilos!, la culpa es del virus que nos tiene inquina,... no nuestra ni, menos aún, de los políticos.
Aún más grave y dañino es que números manipulados en falsas estadísticas que tan bien explica el INE del servil psoecialista José Félix Tezanos, puertochiqueño listo, de aquí cerca, nos dicen otras cosas como que ese mismo cruel trimestre el pequeño virus, solito, destruyó -algo sin precedentes- casi un millón cien mil -1.100.000- de los paupérrimos veinte millones -20.000.000- de empleos que, de ruina en ruina, aún aguantaban -considerando empleo incluso las bicocas oportunistas de los aventureros de la política, su record de altos cargos, funcionarios, asesores... clases pasivas-, que hacen, tras la masacre de puestos de trabajo -mal- asalariado, que un millón ciento cincuenta mil -1.150.000- de esas familias que -dicen- preocupar a "Evita" Iglesias, el del gran chalet, la policía y la piscina... hasta el borde de agua escasa, tengan a todos sus miembros sin trabajo, mientras él, sonrisa de conejo, aprieta -su- dinero en el puño cerrado que, vaya a saber por qué, alza cuando un tarugo de Vox le llama "comunista" sin ninguna razón, al tiempo que "Revilluca", cosita con bigote, entre el rey y Sánchez, anuncia despilfarros con no sé qué dinero: el sempiterno AVE, insistencia en el fraude del dañino abuso eólico, al que ahora invita a Repsol y sus 1.400 Mw en Aguayo, va a arreglar Solvay, levantar un elefantiásico MUPAC y, ¡otra vez!, "su" sede,... Con lo que está lloviendo, se ríe de nosotros, pues nos sabe acrentes de "conciencia de clase".
Sentí seria vergüenza, un -viejo- rubor al releer durante un rato mis -también viejas- multicopias de los “Cuadernos” de Marta Harnecker y Althuser, hace siglos subrayadas en -entonces- ilusionado intento de apre(he)nder la idea marxista de clase o entender cómo un sistema social que impulsa la explotación del hombre por el hombre permite a unos pocos usurpar parte importante del valor -plusvalor- que solo es generado por la fuerza del trabajo, al tiempo que de crear grupos sociales opuestos de esclavos y amos, siervos y señores, obreros y patrones, explotados y explotadores,...., aclarándonos Marx que esas clases sociales son grupos humanos cuyas diferencias iguales se asientan en la injusticia, la apropiación de la fuerza del trabajo de casi todos por unos pocos, lo que es expresión del abuso nacido del desigual acceso a los medios de producción y, por ello, si queremos igualdad justa, no hay otra alternativa que el enfrentamiento entre las clases antagónicas en los tres niveles de la estructura social: el económico, en especial en el lugar de trabajo, con las clases usurpadas haciendo frente a la espoliadora que abusa, el ideológico, que debe hacer uso de una revisada teoría marxista para oponerse al hoy brutal poder ideológico del capital, que amplifican, dulcifican los medios de comunicación y, por último, el político, la lucha de clases para controlar los aparatos de poder del Estado; explican Marx, Althuser y Harnecker que, evidentes las contradicciones en la sociedad, la lucha de clases acabará en derrota o en revolución social, legal o ilegal, pacífica o violenta, que podrá fin a las injustas relaciones de producción, al robo del plusvalor y la explotación de la mayoría por unos pocos para, tras la toma por la mayoría del poder político, sustituir todo ello por una igualdad justa; y es nuestra obligación, al menos, intentarlo..
Refresco conceptos evidentes aún actuales y reacciono frente a “progresistas” que, elegidos por raros que aún votan, rinden pleitesía y cuentas al peor capital y, al tiempo que nos confinan y nos tapan la boca con dañinas y sanitariamente inanes mascarillas, legislan con impúdica celeridad para aupar al -más sucio- capital hasta el control -aquí y ahora- del futuro, la gestión del fundamental negocio energético, pese a saber que es él quien nos trajo a la escorada pendiente que lleva a la masiva derrota humana.
Eso es lo que hay y en lo que hoy se enfangan todos, absolutamente todos los partidos, sindicatos, asociaciones subvencionadas,…, cada uno a su modo, con un ansia de mínimo poder vicario, sueldos, chalets, prebendas,…, obligados a vendernos pactos contra natura, corrupto invento “progre”, que aquí es con un regionalismo cutre y egoísta, residuo local del reciente viejo franquismo y allá con el populismo del tramo más patético de Evita Perón y con todo el que, sea quien sea, esté dispuesto a sumar su voto a -malos- presupuestos ¡Intenten hablar con ellos de lucha de clases!
Pero aun las hay, quizás no sean tan obvias como cuando Marx las destripaba o, incluso, cuando Althuser y Harnecker lo resumían y multicopiaban y, por ello, debemos ser conscientes de nuestra explotación, de que aún es urgente y humano luchar contra ello y, aunque argumentos tan sólidos y actuales como los de aquellos tres aquí estén dañados por feos hechos como ver a un descerebrado de Vox llamar "comunistas" y halagar a insufribles burócratas, poco solidarios e improductivos, sin conciencia de clase, debiendo limitarnos a apretar los puños, mordernos la lengua y recordar al filósofo que explicó cómo el capital no hace caridad, “invierte en partidos políticos como quien lo hace en solares en la playa, inversiones rentables”, lo que, me parece, es razón sobrada para, antes que sea tarde, tomar conciencia de que no siendo admisible ni un minuto más de silencio cómplice, debemos insuflar vida a lo que Marx, sabio, identificó como conciencia de clase y, en realidad, era llamamiento a la lucha.
Nuestro Apocalipsis me devuelve a los años cincuenta, a la aburrida, incómoda y útil capilla colegial, a la torpe y pesada mampara que la agrandaba o empequeñecía, a la masoquista semana santa, al crucificado, a miedos nacidos de sermones, a evangelios recitados a trozos, a intereses de otros,…, cosas viejas de lo que el soplo de los años, el trueno de la razón, las lecturas, la vida vivida aventaron, dejando la amable marca de una infancia -que sé- perdida y el poso indeleble de ideas, sabores, olores, sonidos, tactos,... no todos agradables, sabiendo hoy que el bello, hermético Libro del Apocalipsis que nos leyeron a trozos como evangelio para desatar miedos en niños lo escribió un tal Juan, no el apóstol, a fines del siglo I de nuestro calendario y también se llama Libro de la Revelación, pues, en griego, apo-calipsis significa revelar, des-cubrir, referencia a Calipso, la ninfa homérica, que cubrió, ocultó a Ulises en su “Odisea”, debiendo concluir, pues, que Apocalipsis no es lo que yo creía en mi infancia de capilla, sermones, miedo, masoquismo, evangelio a trozos, ajenos intereses,..., sino otra cosa.
D.H. Lawrence iniciaba “El amante de Lady Chaterley” diciendo que “la nuestra es una época esencialmente trágica (…) Estamos entre ruinas”, pero "empezamos a construir de nuevo, a tener de nuevo pequeños hábitos, pequeñas esperanzas", de modo que, como Rilke, Rousseau o Nietzsche, críticos con esta "civilización", vital melancólico, amargo defendía que la mejor, casi única forma del saber humano es lo primitivo, lo instintivo, lo sexual, y en su último gran libro, editado tras su muerte, titulado, por cierto, “Apocalipsis”, junto a una feroz crítica a la sociedad moderna, razonaba en defensa de una vida “conectada con el cosmos, el sol y la tierra”.
El viernes, El Roto se fue hasta setiembre y, a su modo, recomendaba que, a pesar de los -muchos- árboles, intentemos ver, desentrañar y vivir en el bosque.
115 Los domingos, cavilar
De los delitos y las penas
Fernando Merodio
26-07-2020
"Tormento es manera de pena que fallaron los que fueron amadores de la justicia para escodriñar y saber la verdad por él de los malos fechos que se facen encubiertamente, que non pueden ser sabidos nin probados por otra manera" (Ley I, Título XXX, Partida VII de Alfonso X el Sabio).
"Algunos restos de leyes de un antiguo pueblo conquistador, recopiladas por orden de un príncipe, que doce siglos antes reinaba en Constantinopla, mezcladas después con ritos lombardos, y envueltos en inconexos volúmenes de privados y oscuros intérpretes, forman aquella tradición de opiniones que en una gran parte de la Europa tiene todavía el nombre de leyes". (Al lector de “Dei delitti y delle pene”. Cesare Beccaría)
Vivimos un momento crucial, el de la inaplazable lucha contra el calentamiento global y el traumático y muy rápido deterioro con riesgo de destruir la vida en el planeta Tierra, serio problema que, burda e interesadamente, desenfoca, distorsiona el oscuro poder de siempre mediante lo que, de modo alarmista y claramente inexacto, dicen pandemia -del griego pan, todo, y demos, pueblo, reunión de todo el pueblo- y, sin que ni científicos, ni políticos, ni nadie parezca saber casi nada de ella, el diccionario define como "enfermedad epidémica que se extiende a muchos países o que ataca a casi todos los individuos de una localidad o región" pero, al menos hoy, es solo esa "cosa" que, en muchos países sí, ataca a un no excesivo número de personas, sin que sea sabido que lo haga a otra clase de animales, causa una mortandad cuantitativamente limitada y afecta en especial a quienes estamos en previa situación de riesgo; no tiene, aparentemente, nada que ver con el derecho penal, insisto, aparentemente.
Miramos algo hacia atrás y vemos que antes de la Ilustración y la revolución francesa ese derecho penal se caracterizaba en Europa por su crueldad, abuso y absoluta irracionalidad, un proceso, inquisitivo como leemos y vemos en todo lo que se refiere a la Inquisición, basado en una acusación secreta y un trámite escrito, no contradictorio, con un sistema de pruebas y presunciones elásticas que, unido a la tortura, ponían al reo en la inferioridad del pecador culpable, algo a lo que se enfrentaron la Razón y las ideas ilustradas en la segunda mitad del siglo XVIII, asentadas en la responsabilidad personal y, en especial, la libertad, siendo el italiano Cesare Beccaría, 1738-1794, uno de sus más importantes y firmes impulsores, al describir con dureza en la introducción de la pequeña y revolucionaria obra Dei delitti y delle pene, escrita a sus 25 años, las leyes penales de entonces como una mezcla de restos de normas de un viejo pueblo, el romano, conquistador, mezcladas con recopilaciones de Justiniano, príncipe de Constantinopla, y ritos lombardos, todo ello en confusos volúmenes de diversos -a veces poco fiables- intérpretes; muestra agravada era, en España, por ejemplo, la Ley I del Título VIII, de la Partida VII, sobre el “tormento” al interrogar para obtener confesiones que, textual y parcial, copio arriba.
Frente a tan injusta, irracional situación, en Dei delitti y delle pene, De los delitos y las penas, breve ensayo jurídico, Beccaría exponía, ya en 1764, inspirado en las ideas de autonomía, emancipación y lucha contra el despotismo que hoy son fundamento del derecho y en la sociedad de aquel tiempo eran solo una propuesta de revolucionarias reformas, extrayéndose un decálogo de exigencias a la ley que, según él, debía derivar de lo que dicta la razón, ser clara, sencilla y fácilmente inteligible para todos los ciudadanos, con una justicia penal pública y un proceso acusatorio, meramente informativo, pruebas claras y racionales, con todos, nobles, burgueses y plebeyos, iguales ante ella, medir la gravedad del delito -solo- por el daño social que cause e imponer penas tan leves como sea posible, pues la crueldad no es siempre eficacia, no buscar tanto el castigo como prevenir y ejemplificar y que haya proporcionalidad entre delito y pena, siendo preferible disuadir que penar y, en especial, exigiendo, insisto, la igualdad de trato a todos.
Dicho de otro modo, debían ser las leyes -y no la voluntad del juez- las que, además de regular, minuciosas y comprensibles, las pautas de convivencia, fijar las penas de modo que permita a todo el mundo valorar si sus actos son o no delictivos y, en su caso, las consecuencias de ellos; Beccaría, era contrario al tormento entonces usado para obtener confesiones, pues estaba convencido de que favorecía al culpable fuerte y perjudicaba al inocente débil, pensando que lo que más disuade frente al delito no es la dureza de la pena, sino la credibilidad de una justicia, en verdad, inexorable.
En especial relevante para lo que aquí ahora nos aflige y perjudica, Beccaría exige que el poder legislativo y el judicial estén perfecta y radicalmente separados, siendo interprete de la ley, no el juez, sino al legislador, siendo, en todo caso, ajenos a ambos los miembros del gobierno, problema aún hoy no resuelto y agravado por el radical incumplimiento de la exigencia que él mismo formuló de que “pena y delito deben estar tan próximos en el tiempo como sea posible para que aquella cumpla su fin”, debiéndose, para ello, fijar plazos mínimos, aunque suficientes, para presentar pruebas, celebrar el juicio argumentativo y contradictorio y, finalmente, dictar sentencia.
A partir de todo ello, el delito, noción derivada del verbo latino delinquere, abandonar, referencia concreta a alejarse del camino señalado por la ley, que hoy puede identificarse como acción típica, previamente definida por el legislador, antijurídica, imputable, culpable -por dolo, imprudencia o preterintencionalidad-, sometida a punibilidad y sin excusa absolutoria o, más breve, como “acción u omisión voluntaria o imprudente previamente tipificada y castigada con precisión por la ley”, estando entre las muchas formas que puede tomar la figura jurídica del delito el "común", que puede ser cometido por cualquiera y el "especial" que, como la prevaricación, el abuso de autoridad, el cohecho, la concusión, las negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas, los atentados al orden constitucional y a la vida democrática,..., solamente puede ser cometido por el limitado número de personas que cumpla las condiciones que exige la ley para ser autor; en los casos citados, por ejemplo, la de ser funcionario o autoridad política en la forma que los define el artículo 24 de nuestro código penal.
Y con este concreto tipo de delitos “especiales”, estamos en el epicentro de un problema, de una forma de aquel nudo gordiano que Alejandro Magno desató con un tajo de su espada -"tanto monta cortar como desatar"- sin perder el tiempo en el estéril/estético intento de desatar con maña el complicado nudo tejido -entonces por Gordias-, generador de un problema que hay que resolver, estamos ahora en el punto de tener que valorar si, pasados más de 250 años desde que lo proponía Beccaría, todos -el equivalente hoy a lo que él consideró nobles, burgueses y plebeyos- somos iguales ante la ley penal y, al hacerlo, recomiendo calma a fin de evitar la depresión brutal, mayúscula de comprobar que eso de que no debemos judicializar la actividad política -sin que, por contra, se haga ningún reparo a que se judicialice, incluso con crueldad, cualquier actividad privada- es, en la práctica, una suerte de impunidad de facto para muchos de quienes han convertido el ejercicio profesional de la política en una forma de vida, equivalentes actuales a los nobles para los que Beccaría exigía igualdad de trato penal con el resto, llegándose a generar la insana opinión pública generalizada de que pudieran ser algún juez y/o fiscal quien esté politizados al no analizar -con todas las garantías legales y la celeridad exigible para que el juicio sea justo- si es que en los -cada día más- frecuentes actos administrativos/políticos más que dudosos sometidos a criterio judicial están los elementos de esos tipos delictivos "especiales", de los que solo pueden ser autores, encubridores, cómplices,... políticos.
Es urgente, necesario para la supervivencia del estado de derecho en su forma actual que, tras detectar la naturaleza del problema, tajantes y sin temores, "cortemos el nudo gordiano", revelemos sus implicaciones y demos un correcto trato a la -cada día más frecuente- delincuencia política, a esos delitos que, contra la constitución y el interés general, cometen nuestros -malísimos- profesionales de la cosa pública, exijamos que el legislador legisle, el gobernador gobierne y el juez juzgue bajo el garantista, lógico, justo,… mandato de los delitos y las penas que, vigilados por todos nosotros, previamente hayan regulado ellos mismos, nuestros asalariados, con garantías -sin las torturas y trampas a que, en este medieval periodo de excepción con confinamiento y bocas tapadas, ellos nos han sometido- tal como exigió Beccaría y quienes le siguen en su revolucionario intento.
114 Los domingos, cavilar
Covilación 28
Revilla o la convicción del fascismo progresista
Fernando Merodio
19/07/2020
"No soy de izquierdas ni de derechas sino progresista" (Miguel Angel Revilla. Suplemento Ideas de El País. Domingo, 12.07.2020).
"Hay algo que es seguro, estos políticos acabarán siendo derrotados por su propia voluntad de ganar a cualquier precio" (Giorgio Agamben. "Medios sin fin. Notas sobre la política")
Hace tiempo que miro hacia atrás con ira, reflexiono sobre gentes y hechos de hoy o viejos y cavilo con intención -y alguna esperanza- sobre lo que, con objetiva maldad, empobrece nuestras vidas; dolorido, sé que opinar del poder, hacerlo frente, no es gratis y que escribir sobre cosas de uno mismo, como hace tiempo alguien me dijo, es narcisista, insignificante y, además, muy peligroso en el vasto y cruel paisaje en que nos movemos pero, además de a conseguir cosas, ayuda a desahogarse; así lo veo.
Los años me han curtido en cavilar -e intentar que otros lo hagan- sobre asuntos que exceden lo propio, repulsivos mientras dura el rato del vivir, unas cavilaciones en las que aquellos que, con corrección dañina, hacen oficio diario de su impunidad de kapos, cada día más, me llevan a Auschwitz, obsesión -insana pero lógica- que hace poco me valió una leve apostilla amiga: “Un poco excesivo tomar como referencia Auschwitz, ¿no?, además no creo que tú sientas estupor ante ningún kapo ni te veas arrasado por la maquinaria del poder, tienes medios para defenderte y los usas”, con un final solidario, cariñoso, “pero me gusta cómo los identificas, serpientes miserables al servicio del poder, su oficio de todos los días, je, je,..., puedo ver como se remueven en sus poltronas cuando te escuchan o leen”. Modo amable, amigo, el tuyo de intuirme pero, lo siento, ajeno a lo que intento sugerir sin, por supuesto, el menor exceso.
Hoy evidente, cada día más, el campo de concentración se siembra, riega y nutre de claros, nítidos hechos que definen un eficaz estado de excepción -solo- conveniente para unos cuantos y sobre el que, sin apoyo en ley o norma justa, se alza una supuesta “custodia protectora”, actuación “preventiva” en favor de, mienten, intereses generales, en realidad contra ideas, individuos, actos que dicen peligrosos... para esos pocos, una bicoca: admitida tal -falta de- estructura jurídico-política justa y lógica, todo lo que ocurra en el Lager, por abusivo, inhumano o ilegal que parezca, deberá ser visto lícito, inteligible, humano, benéfico incluso; el mecanismo es sencillo, se crean ámbitos de abuso que permitan lo arbitrario, lo ajeno a la norma y se hacen habituales, necesarios, machacando sobre ellos en los repugnantes medios de (in)comunicación; si reflexionamos un poco, veremos, de modo exacto, el evidente encierro que hoy vivimos en un campo, sin que debamos olvidar lo que ratifica la experta en clásicas, feminista de verdad, Mary Beard, "el encierro no ha golpeado a todos por igual".
Giorgio Agamben exige que un análisis del daño, si quiere ser serio y eficaz, no se limite al del vínculo entre estado de excepción e inhumano lager; debiendo valorar la idea más amplia del “campo”, que no sólo es “el lugar en que se ha desarrollado la más absoluta 'conditio inhumana'”, sino la “matriz oculta” que lo posibilita, la norma que casi siempre domina “el espacio político en que vivimos”, el “espacio que se crea cuando el estado de excepción comienza a convertirse en regla”. No hay que pensar demasiado para ver cómo hoy vivimos en uno y, además, el día a día nos muestra la impunidad de políticos y ricos, las prohibiciones crecientes, la delación como norma, casi exigencia, la lógica insana de la desigualdad y el paro, la mercantil PSOE pactista, los del chalet, que decían poder y han hundido todo lo que olía a rebelión e izquierda, la derecha, que crecerá,…, paisaje a gusto del poder real, estado de alarma, luego, acaso, de excepción y, como final, ¿de guerra? Spinoza, sabio valiente, razonó que nuestro estúpido miedo a la inevitable, liberadora muerte es arma espuria en las sucias manos de aquel poder.
En Auschwitz se dio rienda suelta a la peor crueldad, burlándose, además, de los mártires: "Arbeit macht frei", trabajar libera; el "progresismo" de ahora, la mercantil PSOE, Evita Iglesias & Co., el viejo fascismo de Revilla,..., más "humanos", no nos hacen trabajar, pontifican sobre caridad "mínima". Primo Levi sufrió el Lager extremo y, antes de suicidarse aplastado por los recuerdos, dejó escrito que en el inicio de la barbarie está la idea de que el que piensa distinto de ti -o simplemente piensa- pone en riesgo tus prebendas y, por ello, es enemigo; el Lager es, pues, “producto de un concepto del mundo llevado a sus últimos efectos con cruel coherencia y mientras el concepto subsiste las consecuencias amenazan”. Michel Foucault, Octavio Paz y otros explicaron que el mecanismo de la opresión está en manos del lenguaje y lo controlan los medios de comunicación, todos, absolutamente todos en poder del dinero y la irracional tecnificación y que “su propaganda es a la democracia lo que la cachiporra al totalitarismo”; lo dicen libertad de expresión, debiera ser de todos y la han expoliado unos pocos y, con ella, han creado las nuevas formas de un Lager diferente, coto de desalmados en el que, porque les interesa, ellos deciden y utilizan sumisos kapos.
Si ello es así, que lo es, ¿dónde está el límite?, ¿dónde empieza el cruel "campo" en lo que hoy llaman democracia? En unos casos, prefijado y en otros lo fija cada cual, todos, adecuado a nuestra personal cobardía, explicando los que han vivido pruebas muy duras que, tras ello, se calla o se cuenta, y mientras el callar nace del profundo malestar que Levi llamó “vergüenza” y es la bota que dicta qué es vergonzoso o, por contra, decoroso, noble, se habla sabiendo que, tras haber sido marcados a sangre y fuego, ello nos supera y, lo genérico desborda lo específico en cada uno de nosotros.
En "Medios sin fin", Agamben define la seria distinción entre "derrota" y "deshonra" e iguala "progresismo" con "transigir", "la revolución debía transigir con el capital", "es preciso ceder en todo, conciliar todo con su contrario, inteligencia con televisión -esa siniestra Sexta- (...), medio ambiente con desarrollo industrial,a ciencia con opinión, democracia con maquinaria electoral (...)", y en eso llegó, verborreico, Revilla que tras destrozar a los obreros su tejido industrial, no planificar un molino legal, despilfarrar con Moneo, Comillas,…, seguir insistiendo en el TAV, no tener PROT ni planificación urbanística,… nos grita, como le gusta, en El País, degradado órgano del liberalismo canalla, "no soy de izquierdas ni de derechas, sino progresista" y, en tan cómodo transigir y conciliar con todo y todos, sea lo que sea, a partir de su inicial perruna fidelidad al fascismo cruel del “león de Fuengirola”, Girón de Velasco, se ha amorrado, hasta envejecer muy mal, al manantial de la peor política... con la mercantil PSOE o, da igual, la PP y alardear de que "la gente le hace caso", demostrándolo -nunca lo olvidaré, se lo haré pagar, ¡seguro!- al obligarme a poner -aunque se sea racional y solidario siempre- por la calle, en todo momento, un bozal, algo que no hizo Franco, apoyándose para ello, "convincente" siempre, en la supina ignorancia que exhibe esa "ciencia" que dice saber y en la fuerza de la “ley mordaza” y el inculto peso que, en la España del progresismo fascista, “una útil proliferación normativa que suple lo que se ha perdido en legitimidad" ha hecho recuperar a los que, con Franco, fueron único intelectual orgánico: multas -recaudatorias o coercitivas-, ejército, policía... y delación.
Enfrentarse al poder exige experiencia y fortaleza frente al abuso y, también, muy importante, frente al examen, el dictamen y la ignara, obscena opinión pública que el insano poder crea; fortaleza y experiencia necesarias para hacer frente al estupor que, evidente y cierto, genera la crueldad, así que, amigos, a buscar el “campo” en cada caso concreto, pensar, detectar el diario abuso, el inhumano horror, los medios tan desiguales,…, y valorar la urgencia, la necesaria fuerza del trueno que es la razón… cuando, humana, se pone en marcha pues, advertía en 1938 Brecht en ”Primavera” (“Poemas del lugar y la circunstancia”): “Al gorjeo de los estorninos / se mezcla el trueno lejano / de los cañones de las maniobras navales / del Tercer Reich”.
El riesgo hoy, como ayer, es Auschwitz y, de nuevo, el trueno lejano no lo causa la marcha de la razón, sino el ruido hosco del poder de siempre y sus emergentes kapos.
113 Los domingos, cavilar
Covilación 27
Discrepar frente al abuso
Fernando Merodio
12/07/2020
“La United Fruit Co.” de "Canto General" (1950) Pablo Neruda
Cuando sonó la trompeta, estuvo
todo preparado en la tierra,
y Jehova repartió el mundo
a Coca-Cola Inc., Anaconda,
Ford Motors, y otras entidades:
la Compañía Frutera Inc.
se reservó lo más jugoso,
la costa central de mi tierra,
la dulce cintura de América.
Bautizó de nuevo sus tierras
como "Repúblicas Bananas,"
y sobre los muertos dormidos,
sobre los héroes inquietos
que conquistaron la grandeza,
la libertad y las banderas,
estableció la ópera bufa:
enajenó los albedríos
regaló coronas de César,
desenvainó la envidia, atrajo
la dictadora de las moscas,
moscas Trujillos, moscas Tachos,
moscas Carías, moscas Martínez,
moscas Ubico, moscas húmedas
de sangre humilde y mermelada,
moscas borrachas que zumban
sobre las tumbas populares,
moscas de circo, sabias moscas
entendidas en tiranía.
Entre las moscas sanguinarias
la Frutera desembarca,
arrasando el café y las frutas,
en sus barcos que deslizaron
como bandejas el tesoro
de nuestras tierras sumergidas.
Mientras tanto, por los abismos
azucarados de los puertos,
caían indios sepultados
en el vapor de la mañana:
un cuerpo rueda, una cosa
sin nombre, un número caído,
un racimo de fruta muerta
derramada en el pudridero.
111 Los domingos, cavilar
110 Los domingos, cavilar
109 Los domingos, cavilar
108 Los domingos cavilar
107 Los Domingos Cavilar
106 Los domingos cavilar
105 Los domingos cavilar
104 Los domingos cavilar
103 Los domingos cavilar
102 Los domingos cavilar
101 Los domingos, cavilar
No hay comentarios:
Publicar un comentario