domingo, 26 de diciembre de 2021

199 Los domingos cavilar Abogados Fernando Merodio 26/12/2021

199 Los domingos cavilar

Abogados

Fernando Merodio

26/12/2021

“Y aunque sin duda, dentro, la sombra de un suspiro / lata bajo esta historia, / por los felices días de aquel verano ido / y el paso de su gloria, / no ajará con su aliento la mágica delicia / que de este cuento brota”. (Lewis Carrol. “Alicia a través del espejo”).

La Constitución de 1978, ilusionante y formal declaración de intenciones en el lento -y sin duda, fallido- viaje desde el fascismo consentido a la democracia, solo cita de forma expresa una profesión: la de letrado, nombre engañoso donde los haya, inexacto en lo -bastante- que yo sé de tal cosa, identificador de lo que el común de los mortales llama abogado, algo tan -solo en teoría- importante como que el fundamental artículo 24 de la “ley de leyes“ lo hace parte de la abstracta, teórica, tan solemne y universal como volátil tutela efectiva del ejercicio de derechos y libertades individuales y de todos, desiderátum que -dicen- se protege con, entre otras cosas, “la asistencia de letrado”, desproporcionada responsabilidad, titánica tarea que supera -con creces- la real capacidad de tales -en la mayoría de los casos livianos- profesionales; ni a dioses y héroes Homero exigió tanto.

El Estatuto General de la Abogacía, norma que -dicen- rige el ejercicio de tal afán, finge aceptar el envite y estar a la altura del reto constitucional con oníricas imágenes que ocultan la cruel realidad y mezclan apetencia utópica y cruel realidad cuando, en su artículo primero, define -sin condicionales- que “la abogacía es una profesión libre e independiente que presta un servicio a la sociedad en interés público y que se ejerce en régimen de libre y leal competencia, por medio de la defensa de derechos e intereses públicos o privados, mediante la aplicación de la ciencia y la técnica jurídicas, en orden a la concordia, a la efectividad de los derechos y libertades fundamentales y a la Justicia” ¡Casi nada!, libertad, independencia, servicio a la sociedad, interés público, ciencia y técnica jurídicas, concordia, derechos y libertades esenciales y, la guinda, Justicia mayúscula; exigencia excesiva para lo que es solo un oficio, trabajo humano; Estatuto es norma que obliga o “statute”, anglosajón, ley que aprueba el parlamento, lo que aquí no ocurre, pues es un mero decreto-ley, simple cacicada política del ejecutivo, mangoneada con otros desde 2013, hasta aprobarla el gobierno el 2 marzo 2021, cuando -con eficaz colaboración silente/cómplice de la “fiel abogacía”, tan fiel al poder, al menos, como la infantería- estaban muy limitados fundamentales derechos ciudadanos; tal Estatuto -dicen- asegura la libre prestación de servicios, el secreto profesional, la -inane- posibilidad de reclamar los colegios al CGPJ, formación continua, transparencia en la -opaca- acción de mutualidad, consejos y colegios, …; es la de (i)letrado/abogado, pues, una profesión, hasta ahí cierto, una tarea retribuida que muchas veces, para algunos, resulta muy exigente y dura, siendo el resto de las anteriores citas de derechos y principios tan reales o falsas como -en el suelo- las aplicadas de forma genérica a cualquier persona, profesión o trabajo.

Se presume que el afán de tal profesión es la Justicia y su artilugio la Ley manejada con -dicen- técnica jurídica, lo que, sin duda, es inexacto y peligroso; la Justicia es institución humana, indeterminada, pervertida con la finalidad de que la usen unos pocos para, con ella, reprimir al resto, por lo que se deberá exigir que Justicia se vincule a igualdad y, pues su búsqueda se inicia en Grecia, lo mismo que la idea de que lo primero es el conocimiento de lo que hay y, a continuación -proponer- la idea en base a la que deberá hacerse algo, todo ello es difícil y equívoco, tanto que en el ejercicio de esa búsqueda de la Justicia se yerra más que se acierta, al contrario de lo que -como Alicia y joven- soñé durante el mágico suspiro que me duró unos años; lo de la Ley, incluso clara, es peor, no precisa que la manipulen, emana del poder omnímodo y, con saña, exige su cumplimiento, sin importar quién o qué caiga.

En España, algunos vivimos el ejemplo cierto de lo que, en la práctica, llegaron a ser Ley y Justicia, así como de lo que, en tal situación, dio de sí la profesión de marras; hemos vivido dos regímenes políticos -que dicen- distintos, con legislaciones diversas, sufrido represión normativa penal, disciplinaria, laboral, política,… permitida por la sociedad, muy dúctil entonces en toda España, en especial en Cataluña y País Vasco; la presión civil, laboral, administrativa, mercantil,… no fue -ni es- nimia, sino orgánica y causa, incluso, años de cárcel a quien hace frente a lo que, siendo legal, es injusto sin que, salvo en pocas ocasiones, los letrados, sus colegios dijeran ni pío, lo mismo que está ocurriendo con lo que dicen pandemia; bajemos, insisto, al suelo.

Decía Nietzsche que los conceptos tienen definición o historia, pero la Justicia, controlada como está, no se puede conceptuar y, así, John Rawls, la analizó desde mil puntos de vista, escribió cientos de páginas sobre ella sin llegar a definirla, pues a cada cual conviene un concepto diferente, haciendo que, a ras de suelo, su historia sea asoladora, un infierno o novela de terror escrita por los amos y sus más cobardes siervos; la Ley, ya he dicho es, más evidentemente lo que el poder quiere y los abogados, vuelvo a ellos, tienen dos caminos: o se pliegan a lo que dice la Ley, sea la que sea para no hacer reales los -falsos- afanes que dicen Constitución y Estatuto, o, con técnica jurídica, buscan la Justicia por vericuetos ajenos a la norma impuesta, al sistema, muy duro, incómodo y, lo peor, no siempre con resultados justos; al final son dos callejones sin salida, cul de sac, una nocturna pesadilla sombría.

Vuelta atrás, al duro suelo, para ver cómo la abogacía es una profesión cierta, con más de mil doscientos practicantes en este pequeño territorio, uno cada menos de quinientos "clientes" lo que, pese a que algunos son asalariados, no “independientes y libres”, no hay tarea para que todos desarrollen la -que dicen- sacrosanta misión, haciendo que muchos tengan que prestar, de modo lastimeramente alimenticio, el servicio público del turno de oficio, no mantenido por el Estado sino por el trabajador, el (i)letrado/abogado, con una normativa laboral más discriminatoria y gravosa que la de cualquier otra profesión, gremio u oficio, no siendo entendible que miembros -y miembras- de tal gremio, todos, acaten ser encajonados, a la fuerza, en un colegio, corporación elitista que creó el fascio, sabor rancio, agrio regusto a otro tiempo, exclusión de vitales exigencias políticas, profesionales, laborales, sociales,… de todos.

Si nos centramos en aquí y ahora, la cosa de los colegios de (i)letrados/abogados, cuya (pre)ocupación es que todos -jóvenes y (muy) mayores- paguen para mantener la excesiva corporación que genera a su dirigencia sinecuras aparentes y tratos, es tan dañina como que quien, diciéndose periodista, es juntaletras y -solo- obedece a quien le paga, tareas ambas privadas, pero con repercusión pública, tan deprimentes como la (in)acción -esa sí, pública- de lloriqueantes funcionarios, pensionistas, enseñantes, sanitarios, …, encabezados por la mercantil clase política, sus elegidos o las simples rémoras; y, siendo que los de "lo público" apenas son exigidos ni tienen -casi- que dar cuentas a nadie, ponen a fin de mes la mano y les cae -mientras hablan de maltrato- un salario muy superior -hoy por hoy en muchos casos- a sus fatigas, méritos y a su -falta de-  respeto hacia el ciudadano que todos los meses -no olvidarlo- les paga para recibir servicios, el (i)letrado/abogado y el juntaletras/periodista son en especial responsables de lo que ocurre en el -muy- grave momento que vivimos de cambio -no solo climático- de ciclo en el que debemos parar los pies a quienes nos han traído hasta el caos, no consentirlos que legislen/negocien/pacten contra el resto con total impunidad y, sustituyendo al atronador silencio de tan esenciales profesiones, hoy deberían exigir que pudiéramos reunirnos libres, no llevar bozal ni tener que demostrar que estamos -quien lo esté, pese a no ser obligatorio- vacunados y callarlos cuando mienten diciendo que lo que hacen, todo, es “histórico”: pactar bagatelas con patronos, subir los salarios un 2% y aceptar, impúdicos, lo que pasa con la luz, no derogar, solo retocar las relaciones laborales, decirnos -mintiendo- que han anulado la -para ellos- útil “ley mordaza”,… ; temas de que debieran hablar periodistas y abogados. No callar.

EL ROTO 24/12/2021

domingo, 19 de diciembre de 2021

198 Los domingos cavilar El Delirio Montañés Fernando Merodio

198 Los domingos cavilar

El Delirio Montañés

Fernando Merodio

19/12/2021

"La fantasía abandonada de la razón produce monstruos imposibles; unida con ella, es madre de las artes y origen de sus marabillas“ (Museo del Prado. Manuscrito atribuido a Goya)

"Delirio. Nombre masculino. Del latín delirium.1. Estado de alteración mental, generalmente provocado por una enfermedad o un trastorno, en el que se produce una gran excitación e intranquilidad, desorden de las ideas y alucinaciones. 2. Dicho o hecho disparatado, insensato o carente de sentido común". (Diccionario)

Francisco de Goya y Lucientes, 1746-1828, historia del arte, extraordinario grabador y pintor cuya obra, que abarcó desde el caballete, el dibujo y el grabado hasta el mural, reflejó la realidad con un mensaje ético y, al tiempo que precursor de algunas de las más importantes vanguardias pictóricas del siglo XX, fue un ilustrado que, en el salto entre los siglos XVIII y XIX, adoptó posturas liberales y afrontó en silencio, quizás con dudas, las noticias sobre la -violenta, necesaria- revolución francesa, tomando, pese a ello, partido por la Ilustración y su Luz frente a las Tinieblas del Ancien Regime, padeciendo las zozobras comunes a los ilustrados españoles de la época, generándole la invasión napoleónica un silente enfrentamiento con la reacción que supuso Fernando VII y, pese a que su gestión económica como pintor fue oportunista, ello no le impidió mantener la firme posición liberal que tan bien reflejan, entre otras obras, los dibujos de su última época, que han llegado a hacer que fuera interpretado como un revolucionario gráfico, un panfletista radicalmente anticlerical, no entendiendo que solo era cruel crítico social, opuesto a lo que veía, buscador de autenticidad y fidelidad hacia su público burgués y, también, hacia la parte débil de la sociedad.

Escribió su amigo, el traductor, investigador, dramaturgo y poeta Leandro Fernández de Moratín que, “persuadido de que la censura de los errores y vicios humanos (aunque parece peculiar de la eloqüencia y la poesía) puede también ser el objeto de la pintura: ha escogido como asuntos proporcionados para su obra, entre la multitud de extravagancias y desaciertos que son comunes en toda sociedad civil, (…) aquellos que ha creído más aptos a suministrar materia para el ridículo, y ejercitar al mismo tiempo la fantasía del artífice”, siendo los 80 grabados al aguafuerte de la serie “Los caprichos” censura de errores y vicios humanos a través de la pintura de “asuntos caprichosos” -así los llamó Moratín- entre los que destaca el señalado con el número 43, pensado en el inicio como frontis de la obra en su conjunto y convertido finalmente en bisagra entre sus dos partes titulado “El sueño de la razón produce monstruos”, que reproduce al propio autor recostado, la razón durmiendo vencida por la fatiga quizás baldía, junto a papeles de trabajo y plumas, soñando, entre felinos, lechuzas, murciélagos, animales nocturnos y con la frase que da título al grabado impresa en el lateral de la mesa, un mensaje de cómo la razón frena la angustia -¿la demencia?- mientras la ausencia de lógica -causada por el sueño en este caso- crea una tesitura trastornada, indefensa, peligrosa para cada uno, rodeándonos de criaturas sombrías que (pre)ocupan la mente, pues solo la razón vigilante, lúcida pone orden en la vida y elimina los monstruos que acechan, haciendo que Freud dijera que “donde era ello ha de ser yo”, un yo con norma, deberes y derechos justos que hacen razonable la vida en sociedad, algo que convenció Goya de que, como dice un manuscrito que le  atribuyen: "La fantasía abandonada de la razón produce monstruos imposibles; unida con ella, es madre de las artes y origen de sus marabillas”.

Otra cosa es el “delirio”, un “estado de alteración mental, en general provocado por una enfermedad o un trastorno, en el que se produce gran excitación e intranquilidad, desorden de las ideas y alucinaciones” y su expresión material como “dicho o hecho disparatado, insensato o carente de sentido común”, algo que se agrava cuando quien tiene ideas delirantes, solo en su interés, es el mismo que tiene el espurio, ventajista poder de influir en el resto desde unos derechos de todos y lo hace bajo la  apariencia -falsa- de estar informando; El Delirio Montañés, siempre fue -y en especial hoy es- un panfleto, antes de la iglesia, luego un “legado” del obispado a un grupo de políticos, UCD local, nombres y apellidos, y ahora, agresivo instrumento del capital vasco, parte -como Editorial Cantabria- del grupo El Correo-ABC-Vocento, tirados sin tapujos -más que nunca- al monte de lo económico, ayudando a destruir la esencial, vital política de generación energética, decidir ellos seguir el camino de acabar con la vida humana en el planeta que -porque solo a él interesa- marca el capital o, por contra, viramos en la única, racional, lógica dirección de "cambiar el sistema".

Abusando de su localista cuasi-monopolio mediático en el papel prensa, se afana en ayudar a su accionista Iberdrola, a la que, con el aquí aplaudido Sánchez Galán -socio del conseguidor Agustín Valcarce- investigado por graves delitos de cohecho activo, contra la intimidad y falsedad mercantil en el “caso Villarejo”, motivo de que en Nuevo México los reguladores impidan que Avangrid, filial suya, adquiera PNM, energética USA, al considerarlo "socio no adecuado", de riesgo, mientras en el cruel abuso por adueñarse de la generación energética, que aquí ahora quieren eólica, El Delirio muñe sin pudor, a favor del sospechoso foros y jornadas al  hoc sobre tal rechazada -aquí inexistente- energía, silenciando a quien no esté de acuerdo con ellos, con el gobierno, ARCA y SEO-Birdlife como blanqueadores y usando serios imitadores de los viejos “grises” -sin siquiera pagar guardias privados, somatenes que M.A. Castañeda anima- como servidores amenazantes que protegen su “propiedad privada” e identifican a quien,  lógico, razona, argumenta, les derrota en los tribunales y arruina su “negocio”.

EL ROTO 16/09/2016

En el muy peligroso embrollo jurídico en que han metido dos años confinados de facto, socio-políticamente incapacitados, con bozal implantado como nuevo órgano del cuerpo humano, privados de serios derechos por dúctiles razones que la Justicia, pese a su labilidad, desmonta reiterada, debemos reflexionar, imitar -aunque sea poco- lo que Paul Valery -que influyó en Walter Benjamin y sorprendió a Adorno- hizo al alba durante 50 años antes de acudir a su trabajo como funcionario, reflexionar y escribir 26.500 páginas, 261 libretas, los "Cahiers", "Cuadernos" que recogieron los frutos de su potente razón para, con belleza, decir su verdad, cuadernos que en su edición castellana nos dicen “Aquí no me propongo agradar a nadie”, en los que el autor de "El cementerio marino" equipara su intenso y disciplinado trabajo a una elaboración de mí mismo y para mí mismo, más que una preparación con vistas al público”, pretensión de decir para hacer", ideas con sabor a acción futura, evitar caer en la tentación fácil de acatar el ficticio, presunto hechizo de que los "intelectuales", por serlo, influyen en lo esencial de la vida, dañina idea, torpe ventaja que Leonardo Sciascia rompía en “Negro sobre negro” con la metafórica chanza del profesor que llegó al alba, el primero, a clase, encontrando en la pizarra una dañina, maliciosa frase: “El maestro se lo hace con la hija del director” y, tras un instante de duda, en la somnolienta soledad del alba, serio, irónico, se limitó a contestar: “¡Ojalá fuera cierto!”, alegoría que no debe invitarnos a la inacción, sino a inspirarnos en otra cita que robo al propio Sciascia: “No haber hecho nada es una tremenda ventaja, pero no hay que abusar”; sabio.

La vida es larga, vivirla está lleno de afanes y, mientras la usamos hay tiempo para todo; Goya fue un genio, ejemplo de ello y en su larga vida pintó por encargo ricos y poderosos, mostró que la mujer española no sonríe, nos azoró con los “desastres de la guerra”, evidenció en sus pinturas negras que el cielo está vacío, unció en sus corridas de toros placer y miedo,... y fue en especial sugerente en la serie que, sin necesidad de encargo, por “capricho” grabó cuando, a partir de 1792 y a causa de la sífilis, el plomo de sus pinturas o razones síquicas, entre fieros dolores de cabeza y oídos, caía en una letal sordera; son pequeños cuadros que no le exigieron un esfuerzo físico y le sirvieron para denunciar ante el mundo la maldad y el abuso, lacras de la España de siempre, opuesto a lo que, cruel trastorno, nos genera, abusón, El Delirio Montañés.

domingo, 12 de diciembre de 2021

197 Los domingos cavilar Un pasaporte triangular Fernando Merodio 12/12/2021

197 Los domingos cavilar

Un pasaporte triangular

Fernando Merodio

12/12/2021

 “(…) se ofrecen evidencias científicas que avalan el menor riesgo de infección entre vacunados que en no vacunados, la menor transmisión en caso de contagio (…) esta medida permite el aumento de aforos al tiempo de procurar no llegar al escenario de nuevas restricciones de derechos fundamentales mucho más intensas. (Auto de 09/12/2021 del TSJC, que restringe derechos fundamentales a los no vacunados por Pfeizer y otras “farmafias”)

Los alemanes implementaron un complejo sistema de insignias para identificar a los internos de los campos de concentración (…) los judíos eran marcados con dos triángulos amarillos que formaban una estrella de David (…) Otras categorías de prisioneros se identificaban por medio de un triángulo rojo (políticos), verde (delincuentes) (…)” (“Enciclopedia del holocausto”)

No he conseguido acceder al Auto de la sala de lo contencioso-administrativo del TSJC que por razones político-humanitarias, consciente e intencionadamente no estar vacunado -lo estaré al tiempo del último niño del mundo, tan vital como yo para que no haya “pandemia”-, me priva de los derechos fundamentales que ya pisoteaba Franco y, aquí ahora, sacuden -lo dicen TS y TC- esos “progresistas” capaces de pactar con cualquiera por aproximarse al poder -¿o lo será, acaso, por un mayor estipendio?- en la putrefacta pócima que, sin rubor, cocinan herederos complacientes de -más que- los tics del añorado -nadie lo dude- caudillo; no he leído el Auto e, inhabitual en mí, me importa un bledo pues -a mi edad y conociendo el percal- barrunto qué puede decir y acepto lo que -soeces- entrecomillan los serviles medios, coincidente, de principio a fin, con lo que dictan las poderosas, muy controladas agencias.

EL ROTO 08/12/2021

La cita del Auto que recojo arriba -sin duda exacta- está armada con pseudocientífica ganga, “menor riesgo de infección entre vacunados que en no vacunados”, incoherencias, “la menor transmisión en caso de contagio”, mercantilismo rancio, “se permite el aumento de aforos” o, lo más grave en el muy breve catálogo -diría Borges- de infamias, el indicio subyacente, “(…) no llegar al escenario de nuevas restricciones de derechos fundamentales mucho más intensas”, que nos arrojan a la cara para que entendamos que -solo- nos meten la puntita y así nos embarazan poco; con ello, el “progresismo democrático” introduce un matiz en la taxonomía nazi para identificar, vigilar -a sus- indeseables, no nos marcan ni -por el momento- nos recluyen en el campo, el konzentrationslager, se limitan a privarnos de algún pequeño -dicen- derecho, al tiempo que nos diferencian/enemistan con el resto, a los que obligan -pese a que, ellos sí, son obedientes- a exhibir un pasaporte -claramente- triangular y, por ahora, único, un documento que valorarán kapos/tenderos, la nueva policía político-sanitaria que, para garantizarse más aforo, hasta el 100%, en sus tugurios, solo darán alcohol, café y comistrajos a quien lleve pasaporte triangular… y pague; me será imposible, tras ello, volver a dejar un euro -aunque no lo prohíban neonazis- en lugares así; en todo caso, tranquilos todos, si no hay comida y bebida y, por tanto, no se cobra, no es necesario exhibir -quien lo tenga- el pasaporte triangular.

No lo duden, como la “ley mordaza” o la “reforma laboral” -salvo mínimos detalles-, esta cosa -que es- claramente totalitaria y con la que el poder vulnera -lo han dicho ya TS y TC- derechos fundamentales e incumple el contrato social, ha venido, no por 40 días como, falsos, dicen, sino para quedarse, conocer -y doblegar- a los hijos de los hijos de nuestros hijos, será nuestro legado para facilitar el abuso a los de siempre y que, además, disfruten; solo hay que oír y ver chascar su gordezuela lengua y relamerse al burócrata con gafas que ha colocado, fascista histórico, Revilla para que, cada diez minutos, nos de la barrila con la -para él y los suyos- útil “pandemia” y nos explique gozoso cómo el mismo 9 de diciembre en que el TSJC notificaba el infausto y liberticida Auto, él lo publicaba en el BOC, ¡si actuaran con igual presteza siempre…!, dejando con ello al resto, ¡a todos, sin excepción, no solo a los que, por lo que sea, se niegan a vacunarse!, bastante embarazados.

Alguien debiera explicar suave, con finura, los cientos, miles de episodios dispares -e incoherentemente conexos- de los que son clara muestra, por ejemplo, lo de Revilla comiendo a diario en nosedónde sin respetar las coercitivas medidas que él mismo impone al resto, o los dos centenares de "heroicos" sanitarios de la UCI de Málaga que, contraviniendo sus propios, insistentes, pesadísimos consejos con los que nos asustan y machacan en los medios, se juntaron a celebrar nosequé y unas decenas de ellos acabaron contagiados del pequeño y muy peligroso -dicen- virus, abandonando por enfermedad su -en exceso- publicitada tarea -¿más importante que la del resto?- consistente -como todas- en protegernos, o los motivos por los que, hace mucho, mucho tiempo, allá por febrero o marzo de 2020, cuando aún ni se intuía siquiera que alguien llegaría a desbarrar exigiendo pasaportes para poder juntarnos, la cúpula femenina del "progresismo" patrio no hizo caso a la advertencia de serio riesgo que la -hoy crecida y entre otras cosas peores- desleal Yolanda Díaz, adornada con la orla de veracidad de que la dota su -dice- “emocionante” plática sobre la “reforma laboral” con el -¿democráticamente elegido o menos incluso que el rey?- sumo pontífice, al que antes -al parecer- había visitado un par de veces, ¡cuánta y cuan progresista unción!, Nadia Calviño, aviso que, al parecer, fue escrito y previo a una de las electoralistas, rituales, festivas batucadas/cabalgatas anti-hombre -insulto para lo que era el riesgo de manifestarse- que, dado el número, griterío y proximidad de asistentas y asistentes aquel día, sin duda generó contagios y, con ello, argumentos para el uso posterior del triángulo neonazi o, geográficamente más lejos, lo de, entre otros, Trump y Bolsonaro o los recientes ataques -que a alguien convienen- contra el anormal -con perdón por la, hoy para algunos, política incorrección- Boris Johnson, el excéntrico -pero elegido- independentista británico y sus fiestas; todo ello, entre otros muchos, muchísimos más ejemplos, redacta y encuaderna una sucia enciclopedia universal de inexplicados despropósitos que emborronan -aun más- el represor currículo de algunos.

Al tiempo, en medio del desconcierto que -en los pocos que aún se oponen al abuso- genera eso del pasaporte triangular, el incansable, insaciable, temible capital mantiene su funcionamiento en modo trituradora y mientras, aprovechando lo que hay, el laboratorio Leadiant, uno entre muchos, ha multiplicado por mil, de 0,14 a 140 euros, el precio de cada cápsula de un medicamento, ácido quenodesoxicólico, AQ, antes usado contra algún tipo de cálculos biliares y ahora, tras publicitarlo, convertido en milagroso y único remedio contra cierta enfermedad rara, “El Delirio Montañés”, excitado por el -falso- éxito en que su atropello del uso de los medios transformó el fracaso de la reciente cosa sobre energía que él mismo organizó en, ¿cómo no?, el container con peldaños que la familia Botín ha depositado en el mejor lugar del muelle ciudadano, ahora convoca en su sede, “mediante rigurosa invitación”, a una jornada, ¡hay que tener dura la cara y escribir mal!, “con el objetivo de contribuir a la gestión de la aceptabilidad social de la energía eólica en Cantabria”, un sucio objetivo actual que, no dudo, será blanqueado por los restos del naufragio de la ARCA posterior a Gonzalo Canales y la inexplicablemente super-subvencionada SEO-Birdlife, ¡qué escándalo!, aguijoneados, sin duda, por Agustín Valcarce, “conseguidor de cámara”, presidente de la Asociación Eólica, mientras, por detrás, M.A. Castañeda (ab)usando del espacio dominical que -es evidente para qué- le regalan en el panfleto, amenaza, por si a alguien se le ocurre discrepar de la evidente/conveniente deriva actual: “Cuando una sociedad percibe que las leyes y el trabajo de las fuerzas de orden son incapaces de cortar situaciones de violencia, la tendencia es actuar directamente”, lo que me trae algo leído hace tiempo sobre el parapolicial somatén, históricamente vinculado a Cataluña, “cuerpo de gente armada no perteneciente al ejército, que se reunía a toque de campana en un momento dado para perseguir a los criminales o defenderse del enemigo”, algo que, sinceramente, en el momento actual, escrito por quien lo escribe y lo que sé representa, me produce una agitación no sentida nunca, quizás sea miedo.

EL ROTO 17/01/2021

domingo, 5 de diciembre de 2021

196 Los domingos cavilar El Foro Fernando Merodio 05/12/2021

196 Los domingos cavilar

El Foro

Fernando Merodio

05/12/2021

Hacer mutis por el foro.- “Frase de uso común entre los castizos de Madrid, término que se usa para hablar de la capital y quiere decir que alguien abandona un lugar sin que se percaten de ello. Proviene del mundo teatral, donde es habitual que, por falta de elenco, los artistas salgan y entren transformados en distintos personajes y significa ‘salir de escena’;'foro' se refiere al fondo del teatro y 'mutis' procede del latín, transformarse o mutar” (Callejeartemadrid).

Octubre de 1962, con 16 años, hace casi 60 llegaba a Madrid a estudiar “Preu”, sin miedo, con la ilusión inocente del que aborda la emocionante aventura de una nueva vida fuera del seno familiar, pero con sus finanzas, en un Colegio Mayor, ya en el entorno universitario; era el Madrid Real de Di Stéfano, Puskas y Gento que, desde 1956, me había hecho sufrir/disfrutar pegando la oreja al trémulo, difícil de sintonizar, vacilante receptor de radio del cuarto de estar de mis padres, en Santander, movido por el paisanaje de, además de Gento “galerna del Cantábrico”, Pachín, Marquitos y Miera, un Real Madrid coleccionista de victorias frente a los más recios clubes de fútbol del -por nosotros muy idealizado- Viejo Continente, a los que ya había  ganado 5 copas de Europa, 5 “orejonas”; llegué a una ciudad que con los bocinazos de su -ya entonces- apabullante tráfico atemorizaba a los provincianos, ensañándose con quienes, ajenos al callejeo de la capital, no eran duchos en las aceleradas, minuciosas maniobras que exigía circular por lo que los castizos decían -¿y dicen?- “el Foro”, al equiparar tal ciudad, toda ella, al lugar en que los romanos debatían los asuntos con relevancia política, histórica, jurídica, económica,... y fijaban las pautas culturales, sociales,… del actuar colectivo; Madrid me pareció siempre, en efecto, un “foro” cierto, sin duda labor de los madrileños que habían acumulado mi respeto con merecimientos más que sobrados de cuando, abandonados por el -ahora mitificado- gobierno de la II República que, tras una decisión de Largo Caballero, en noviembre de 1936, “para poder continuar cumpliendo -decía- con su primordial cometido de defensa de la causa republicana -tal gobierno, incluido él, había resuelto- trasladarse fuera de Madrid”, encargando a dos poco fiables -por supuesto militares- generales, Miaja y Pozas, “la defensa de la capital a toda costa” y constituido una “Junta de Defensa de Madrid”, sustituta del gobierno, que huyó primero a Valencia y luego, de mal en peor, a Barcelona, obligando a que, en torno -en especial- a los comunistas, el pueblo de Madrid tuviera que resistir en tales condiciones hasta que otro general, Segismundo Casado, apoyado por la facción antinegrinista del PSOE, se rindió a Franco, poniendo fin, el 1 de abril de 1939, a 3 años de resistencia popular madrileña y sellando, con ella, la derrota en la (in)civil guerra de los leales a la legalidad republicana; es, pues, magnífica idea la de identificar al admirable, decente, íntegro, incluso heroico pueblo de Madrid con el extendido, aceptado concepto de “foro”, más evidente, incluso, si recordamos la forma en que tal pueblo ejemplar se comportó en la llamada “guerra de la independencia” que, tan fielmente, retratara Goya en sus 82 grabados de los “desastres de la guerra”, polo opuesto al de los cobardes egoístas, -mal- llamados “nacionalistas periféricos”, supremacistas sujetos oníricos que se ven dispares -por superiores- al resto, al tiempo que Madrid acoge a todo el que, sosegado, se acerca y fraterniza, sin necesidad de fijar, como aquellos otros, ningún límite étnico o territorial.

Otra cosa, nada que ver, ajena a cualquier merecimiento de admiración y aplauso, gráfica expresión de lo perversa que puede llegar a ser la manipulación del lenguaje y pauta de aquello que. como no andemos listos, se nos viene encima fue el -mal- llamado Foro de Energía. Encuentro sobre la Energía en Cantabria que, el jueves, 2 de diciembre, en los dos containers con mucho cristal y escaleras que, irrisoriamente equiparados a arte, ha depositado “la familia“ en la mejor parcela del Muelle ciudadano, de todos que, organizado por su portavoz mediático, El Delirio Montañés y patrocinado por, lobo y ovejas alimentados en el mismo corral, Capital Energy, dañina industria -que se dice- experta en concentrar artefactos eólicos y lobbystas amorrados a la teta de la Administración regional, un foro en el que algún inocente -o vaya a saber qué- intentó formular cándidas preguntas, pareciendo ignorar que tal simulacro era, igual que todo lo que organizan "ellos" -o sea casi todo- terreno vedado... excepto para el "experto en economía" del Delirio, siguiendo la línea definida por el hecho de que, un ejemplo, en la Asturias en que EeA defiende aerogeneradores -aun- más altos. la Directora General de Industria, tras cesar en setiembre, volvía a Capital Energy, de la que poco antes había salido, prístino modelo de impune desvergüenza.

Para asistir -quería escuchar en vivo y directo qué decían- al restringido -falso- Foro tuve que tragar la arcada que me generó acceder -por primera vez- a los “Botín containers” y, antes, en la base de sus escaleras, hacer frente a un sospechoso descerebrado que, ante la inacción cómplice del guardia privado que -supongo- pagan los de los mamotretos, incordiaba a Florentino Muñoz, el “trapero Tate", amigos y dos "Madres por el clima" con sus hijas niñas, que expresaban su oposición a las pretensiones del Foro con armas tan agresivas como dos pancartas y un molino de cartón, descerebrado que, pues se le hizo frente, salió corriendo, oyendo, una vez dentro -igual que al día siguiente leí en dos páginas de publicidad impresas en el medio "organizador"- que su -mala- idea preconcebida era mentirnos, difundir que "Capital Energy -¡340 proyectos, 17 en Cantabria y 390 empleados en total!, ¡creación de empleo!- prevé arrancar sus dos primeros parques eólicos en Cantabria a finales de 2022", lo que, salvo que, con encogida, habitual abulia, no apliquemos el contrato social -ley y tribunales- para impedir que se consolide el golpe de Estado de facto que es la totalitaria gestión "pogresista" -leyes mordaza y laboral- de la -que dicen- pandemia y permitimos que, sin aprobar -si tal cosa fuera factible- la obligatoria Evaluación Ambiental Estratégica -cuya falta fue causa de la nulidad del ilegal conchaveo público-privado -alborotado, millonario agio con 1.400 Mw- del "concurso eólico" y no impedimos que se autorice un solo polígono industrial eólico en la actual situación, colaborando con ello a los fines del -publicitario- simulacro del Foro de Energía ajeno al eficaz, creativo Foro que siempre fue -y es- el buen pueblo de Madrid.

EL ROTO 29/11/2021

Son actuales Foros los partidos, como el chiringuito de féminas que proyecta -cada día más sorprendente, llamativamente elegante- Yolanda Díaz, apoyada en una insufrible deslealtad hacia quien -¡vaya a saber por qué!- la nombró “miembra” del gobierno, para que, contra él, ahora publicite que aspira -ajena a la idea de partido de clase en Lenin- a salir de la “esquinita” de la izquierda, pasados 22 meses e cunte -de cuento- que el 15 de febrero de 2020, clarividente, ya “veía lo que iba a pasar” con el entonces -como mucho- nasciturus del bichito que hoy manipulan ella y sus socios, motivo por el que -dice- no fue a la masiva, electoralista manifestación -que dijeron- feminista del 8 de marzo del pasado año, pero tampoco dimitió de un ejecutivo con trazas de mercantil que, sabiendo lo que -según ella- sabía, con torpeza o mala fe, actuó como actuó y, pasados 22 meses, lo mismo que ella, lo continúa haciendo.

Hacer mutis por el foro” es frase que viene del teatro, de uso común entre los castizos de Madrid, referida a cuando alguien abandona un lugar sin que el resto se percate de ello, mutis motivado, en origen, por el hecho de que, faltos de elenco, los actores salían y entraban transformados, disfrazados para crear los distintos personajes que pudiera exigir una representación, refiriéndose con foro al fondo del teatro y proviniendo mutis del latín, mutar o transformarse, lo que informa muy claro qué pido cuando, tras cavilar, aplaudo y me entrego al admirable, luchador, coherente, ecuménico pueblo histórico de Madrid, representación viva del foro público en el que todo el mundo ha participado -y participa arriesgando-, interviene en los debates y toma decisiones importantes, mientras que, igual para Yolanda Díaz que para el resto de partidos actuales o para el ridículo, falso Foro de Energía, a voz en grito, pido que todos sus intérpretes, actores en la sociedad del espectáculo, hagan, ¡ya!, un mutis.

EL ROTO 03/12/2021