197 Los domingos cavilar
Un pasaporte triangular
Fernando Merodio
12/12/2021
“(…) se
ofrecen evidencias científicas que avalan el menor riesgo de infección entre
vacunados que en no vacunados, la menor transmisión en caso de contagio (…) esta
medida permite el aumento de aforos al tiempo de procurar no llegar al
escenario de nuevas restricciones de derechos fundamentales mucho más intensas.
(Auto de 09/12/2021 del TSJC, que restringe derechos fundamentales a los no
vacunados por Pfeizer y otras “farmafias”)
“Los alemanes implementaron un complejo
sistema de insignias para identificar a los internos de los campos de
concentración (…) los judíos eran marcados con dos triángulos amarillos que
formaban una estrella de David (…) Otras categorías de prisioneros se
identificaban por medio de un triángulo rojo (políticos), verde (delincuentes)
(…)” (“Enciclopedia del holocausto”)
No he conseguido
acceder al Auto de la sala de lo contencioso-administrativo del TSJC que por
razones político-humanitarias, consciente e intencionadamente no estar vacunado
-lo estaré al tiempo del último niño del mundo, tan vital como yo para que no
haya “pandemia”-, me priva de los
derechos fundamentales que ya pisoteaba Franco y, aquí ahora, sacuden -lo dicen
TS y TC- esos “progresistas” capaces
de pactar con cualquiera por aproximarse al poder -¿o lo será, acaso, por un
mayor estipendio?- en la putrefacta pócima que, sin rubor, cocinan herederos
complacientes de -más que- los tics del añorado -nadie lo dude- caudillo; no he
leído el Auto e, inhabitual en mí, me importa un bledo pues -a mi edad y conociendo
el percal- barrunto qué puede decir y acepto lo que -soeces- entrecomillan los
serviles medios, coincidente, de principio a fin, con lo que dictan las poderosas,
muy controladas agencias.
La cita del
Auto que recojo arriba -sin duda exacta- está armada con pseudocientífica
ganga, “menor riesgo de infección entre
vacunados que en no vacunados”, incoherencias, “la menor transmisión en caso de contagio”, mercantilismo rancio, “se
permite el aumento de aforos” o, lo más grave en el muy breve catálogo
-diría Borges- de infamias, el indicio subyacente, “(…) no llegar al escenario de nuevas restricciones de derechos
fundamentales mucho más intensas”, que nos arrojan a la cara para que
entendamos que -solo- nos meten la puntita y así nos embarazan poco; con ello,
el “progresismo democrático” introduce
un matiz en la taxonomía nazi para identificar, vigilar -a sus- indeseables, no
nos marcan ni -por el momento- nos recluyen en el campo, el konzentrationslager, se limitan a
privarnos de algún pequeño -dicen- derecho, al tiempo que nos
diferencian/enemistan con el resto, a los que obligan -pese a que, ellos sí, son
obedientes- a exhibir un pasaporte -claramente- triangular y, por ahora, único,
un documento que valorarán kapos/tenderos,
la nueva policía político-sanitaria que, para garantizarse más aforo, hasta el
100%, en sus tugurios, solo darán alcohol, café y comistrajos a quien lleve
pasaporte triangular… y pague; me será imposible, tras ello, volver a dejar un
euro -aunque no lo prohíban neonazis- en lugares así; en todo caso, tranquilos
todos, si no hay comida y bebida y, por tanto, no se cobra, no es necesario
exhibir -quien lo tenga- el pasaporte triangular.
No lo duden, como la “ley
mordaza” o la “reforma laboral”
-salvo mínimos detalles-, esta cosa -que es- claramente totalitaria y con la
que el poder vulnera -lo han dicho ya TS y TC- derechos fundamentales e
incumple el contrato social, ha venido, no por 40 días como, falsos, dicen,
sino para quedarse, conocer -y doblegar- a los hijos de los hijos de nuestros
hijos, será nuestro legado para facilitar el abuso a los de siempre y que,
además, disfruten; solo hay que oír y ver chascar su gordezuela lengua y relamerse
al burócrata con gafas que ha colocado, fascista histórico, Revilla para que,
cada diez minutos, nos de la barrila con la -para él y los suyos- útil “pandemia” y nos explique gozoso cómo el
mismo 9 de diciembre en que el TSJC notificaba el infausto y liberticida Auto,
él lo publicaba en el BOC, ¡si actuaran con igual presteza siempre…!, dejando con
ello al resto, ¡a todos, sin excepción, no solo a los que, por lo que sea, se
niegan a vacunarse!, bastante embarazados.
Alguien debiera explicar suave, con finura, los cientos,
miles de episodios dispares -e incoherentemente conexos- de los que son clara
muestra, por ejemplo, lo de Revilla comiendo a diario en nosedónde sin respetar
las coercitivas medidas que él mismo impone al resto, o los dos centenares de
"heroicos" sanitarios de la
UCI de Málaga que, contraviniendo sus propios, insistentes, pesadísimos consejos
con los que nos asustan y machacan en los medios, se juntaron a celebrar nosequé
y unas decenas de ellos acabaron contagiados del pequeño y muy peligroso
-dicen- virus, abandonando por enfermedad su -en exceso- publicitada tarea -¿más
importante que la del resto?- consistente -como todas- en protegernos, o los
motivos por los que, hace mucho, mucho tiempo, allá por febrero o marzo de
2020, cuando aún ni se intuía siquiera que alguien llegaría a desbarrar exigiendo
pasaportes para poder juntarnos, la cúpula femenina del "progresismo" patrio no hizo caso a la
advertencia de serio riesgo que la -hoy crecida y entre otras cosas peores- desleal
Yolanda Díaz, adornada con la orla de veracidad de que la dota su -dice- “emocionante” plática sobre la “reforma laboral” con el -¿democráticamente
elegido o menos incluso que el rey?- sumo pontífice, al que antes -al parecer- había
visitado un par de veces, ¡cuánta y cuan progresista unción!, Nadia Calviño, aviso
que, al parecer, fue escrito y previo a una de las electoralistas, rituales, festivas
batucadas/cabalgatas anti-hombre -insulto para lo que era el riesgo de manifestarse-
que, dado el número, griterío y proximidad de asistentas y asistentes aquel día,
sin duda generó contagios y, con ello, argumentos para el uso posterior del
triángulo neonazi o, geográficamente más lejos, lo de, entre otros, Trump y Bolsonaro
o los recientes ataques -que a alguien convienen- contra el anormal -con perdón
por la, hoy para algunos, política incorrección- Boris Johnson, el excéntrico -pero
elegido- independentista británico y sus fiestas; todo ello, entre otros
muchos, muchísimos más ejemplos, redacta y encuaderna una sucia enciclopedia
universal de inexplicados despropósitos que emborronan -aun más- el represor
currículo de algunos.
Al tiempo, en medio del desconcierto que -en los pocos que
aún se oponen al abuso- genera eso del pasaporte triangular, el incansable,
insaciable, temible capital mantiene su funcionamiento en modo trituradora y
mientras, aprovechando lo que hay, el laboratorio Leadiant, uno entre muchos,
ha multiplicado por mil, de 0,14 a 140 euros, el precio de cada cápsula de un
medicamento, ácido quenodesoxicólico, AQ, antes usado contra algún tipo de
cálculos biliares y ahora, tras publicitarlo, convertido en milagroso y único
remedio contra cierta enfermedad rara, “El
Delirio Montañés”, excitado por el -falso- éxito en que su atropello del
uso de los medios transformó el fracaso de la reciente cosa sobre energía que él
mismo organizó en, ¿cómo no?, el container con peldaños que la familia Botín ha
depositado en el mejor lugar del muelle ciudadano, ahora convoca en su sede, “mediante rigurosa invitación”, a una
jornada, ¡hay que tener dura la cara y escribir mal!, “con el objetivo de contribuir a la gestión de la aceptabilidad social
de la energía eólica en Cantabria”,
un sucio objetivo actual que, no dudo, será blanqueado por los restos del
naufragio de la ARCA posterior a Gonzalo Canales y la inexplicablemente super-subvencionada
SEO-Birdlife, ¡qué escándalo!, aguijoneados, sin duda, por Agustín Valcarce, “conseguidor de cámara”, presidente de la
Asociación Eólica, mientras, por detrás, M.A. Castañeda (ab)usando del espacio
dominical que -es evidente para qué- le regalan en el panfleto, amenaza, por si
a alguien se le ocurre discrepar de la evidente/conveniente deriva actual: “Cuando una sociedad percibe que las leyes y
el trabajo de las fuerzas de orden son incapaces de cortar situaciones de
violencia, la tendencia es actuar directamente”, lo que me trae algo leído
hace tiempo sobre el parapolicial somatén,
históricamente vinculado a Cataluña, “cuerpo de gente armada no
perteneciente al ejército, que se reunía a toque de campana en un momento dado
para perseguir a los criminales o defenderse del enemigo”, algo que, sinceramente, en el momento actual, escrito por quien
lo escribe y lo que sé representa, me produce una agitación no sentida nunca,
quizás sea miedo.
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