domingo, 27 de junio de 2021

173 Los domingos, cavilar Indulgencia, masoquismo y miedo Fernando Merodio 27/06/2021

 173 Los domingos, cavilar

Indulgencia, masoquismo y miedo

Fernando Merodio

27/06/2021

La tierra muestra quienes valen y quienes no sirven para nada  (Opinión de un campesino citada por Jean Pierre Vernant. Mythe et Pensèe les Gracs).

La vida campesina es una vida dedicada por entero a la supervivencia. Esta es tal vez la única característica compartida por todos los campesinos a lo largo y ancho del mundo (John Berger. Puerca tierra. Epílogo histórico)

A un lado de la vital atención la tierra, nuestro territorio, están las admirables fatigas que para conservarla y legarla a generaciones futuras le entrega esa parte esencial del colectivo humano que han sido, son y serán los campesinos, entorno y matriz de mi vida en una infancia feliz en que, junto a mis padres y hermano, hoy muertos, aprendía por los poros en un pueblo pobre y pequeño, ni cien almas torturadas por capital, fascio y prejuicios, cuerpos trabajados, frío gélido, sabañones, costras en las rodillas dañadas, cariño y respeto a la maestra y la mínima escuela, la pizarra y el pizarrín, miedos impuestos que definían hasta dónde podía y dónde no podía ir, el monte, los lobos, zorros, jabalís,…. los “praus”, el río, truchas, salmones, presas y represas de los Saltos del Nansa,… y, al otro lado, con casi 7 años, la marcha triste, sin duda errada, a la ciudad de calles asfaltadas, donde defendí, pueblerino fiero, la “u” final del verbo aldeano frente a ignaros que intentaban burlarse de ella, a la indescifrable obligación de cruzar la calle, sin coches, “por la raya”, al cúmulo de edificios ilógicos, al colegio colonizado por ambiguas sotanas, a los niños segregados por clases, gratuitos y de pago, sumisos y malos, listos y bobos,…, a la tarima que elevaba al cura pequeño, a interminables misas, triduos y rosarios, a filas y enervantes himnos que algún borrico egoísta quieren reverdecer, a las idas y venidas, arriba y abajo, a la guerra que nos contaron ganada e, ignoro por qué, siempre supe perdida, a dudosas normas impresas a martillazos, con saña, a Santander y su provincia, orgulloso puerto de Castilla la Vieja, anterior a Cantabria, a quienes luchaban contra Franco y Girón de Velasco, funestos parásitos suplidos por miles de burócratas caídos de la dictadura al nacional-regionalismo cateto de Revilla, Pujol y Arzalluz,…, vividores de la nada con enormes sueldos, hoy el fúnebre peligro de enfrentamientos y ruina que son los que, lejos del amor al campo, "la tierra" de todos, con bobalicona sonrisa se aferran a una pancarta sostenida con leves, lechosas, tiernas manitas de cacos burgueses que ni saben qué es una azada, una hoz o un dalle, indulgentemente indultados -caridad con lo que no es suyo- por Sánchez, que insisten en exigir "secesión" en lengua ajena, pedir, ¿saben los socios de Pujol qué es y cuánto cuesta, en verdad, la libertad?, "Freedom for Catalonia", generando tensión política muy mal gestionada, ajena a problemas como la libertad e igualdad reales, tapando que la justicia mundial solo admite la secesión por los cauces legales que en España, masivamente, aprobaron los de Catalonia o, de modo unilateral, para descolonizar o ejercer el derecho de autodeterminación, lo que, como les dice el informe núm. 4 de su estúpido Consejo Asesor para la Transición Nacional, no cabe en su caso pues, dice la doctrina, la tensión política -aquí solo provocada por quienes no piden, exigen de forma ilegal- debe ser encauzada con un escrupuloso respeto a la norma interna. Así de sencillo, ¿te enteras Sánchez?

En tal río revuelto pescan los que siempre se enriquecen -cada día más- con la pobreza ajena y, paradigma de odiosa maldad, destruyen el planeta y sus ecosistemas con innecesarios, egoístas, no debidamente evaluados ciclópeos mamotretos dañinos para el resto y, hoy reconocido por todos, generan un gravísimo deterioro climático, situación que adoba un oportuno, útil bichito que, dicen, es causa de lo que los alarmistas de cámara han dado en denominar, insidiosos, pandemia y que es simple coartada para violar, sin duelo, derechos fundamentales ganados en siglos de valiente lucha de algunos, derechos que nos va a costar muchísimo recuperar en su integridad.

EL ROTO 26/03/2021

El coyuntural gerente de la mercantil PSOE, con aspecto y redicho discurso de jefe de planta de "gran superficie" se muestra "indulgente" -adjetivo del nombre femenino "indulgencia"- y, burlando a los muchos que -por muy distintos motivos- razonamos en su contra, perdona o tolera -lo que él considera- un falta, simple error ajeno, perdón que, no hace tanto, era dada a otorgar la iglesia -aquí católica- a sus fieles díscolos, mientras al tiempo el burócrata -que quiere engañar, sin duda, a idiotas- libera al resto de usar el represivo bozal que dicen mascarilla -o, también, "revilleta"- y que, además de hacer difícil el irrevocable ejercicio del esencial derecho a hablar y relacionarnos para mejor decidir y habernos tenido, de modo claramente abusivo y superfluo, meses respirando -no solo aire contaminado- nuestras salivillas de la conversación, toses, estornudos y demás basuras que, desde la boca, pegábamos al interior del mirífico bozal impuesto, algo que, es evidente, no resulta muy sano, ahora nos lega el debate callejero, la bronca ciudadana de luchar metro a metro cuándo sí y dónde no llevarla.

EL ROTO 23/06/2021

La Venus de las pieles, novela escrita en 1870 por Leopold von Sacher-Masoch, narra los avatares de la relación del joven Severin con Wanda, a la que llegó a ofrecerse como esclavo, reflejo de las relaciones del propio Sacher-Masoch con Fanny Pistor, con la que llegó a firmar un contrato -generador de una ilógica obligación formal- que le convertía en su esclavo y, en ocasiones, le hacía pasar por sirviente suyo, con la sola contrapartida de que ella vistiera, con frecuencia, pieles, lo que la convertía en objeto de culto y le otorgaba la posibilidad de ser cruel con él, lo que hoy llamamos masoquismo y, según el diccionario de la RAEL, es "conducta en la que se obtiene la excitación y la satisfacción sexual a través del propio dolor físico o psíquico, la humillación, la dominación y el sometimiento" o "disfrute o placer que se experimenta con un pensamiento, situación o hecho desagradable o doloroso", un trastorno placentero/doloroso para el que lo padece y que, aun siendo frecuente que a las relaciones sexuales sanas se una algún juego de sadismo y masoquismo, llega a provocar malestar que afecta al funcionamiento diario de quien lo padece y tiene como manifestación extrema el subtipo de la “asfixiofilia”, que consiste en dificultarse la respiración -de modo similar, pero más agudo. a lo que durante meses de sadismo burocrático nos ocasionaron las malditas mascarillas- disminuyendo el acceso de oxígeno al cerebro en el momento del orgasmo de modo que, al parecer, se aumenta el placer sexual, si bien conlleva el riesgo de producir, ¡mucho cuidado!, lesiones cerebrales o incluso, como le ocurrió al actor David Carradine, la muerte.

El sumiso suele ser usado -tanto y tantos como evidenciaron, por ejemplo, los nazis- por los sádicos, esos "que experimentan excitación y satisfacción sexual al infligir sufrimiento físico o psíquico a otra persona" y, en la teoría freudiana, oscilan desde la actitud simplemente activa para generar la sumisión del otro y así ampliar la satisfacción propia, hasta, incluso, la violencia física o psíquica, lo que lleva al campo de la perversión, siendo en este punto donde, aquí ahora razonablemente, debiera aparecer un miedo más que lógico pues, como lúcidamente razonaba Leila Guerriero en un magnífico artículo titulado "Los peligros", "el virus no es perverso. Está vivo pero es indiferente: no desea, no sueña, no quiere nada. Un mundo que pelea contra un enemigo que no tiene maldad, no tardará en encontrar el enemigo perfecto", ese enemigo evidente que aquí ahora ha logrado que "los cuerpos sean peligrosos y empiecen a ser superfluos" y que, mientras "hasta hace días hablábamos del avance de la derecha, la xenofobia, el nacionalismo, ahora los ciudadanos clamen a sus gobiernos que les impidan viajar, que los vigilen, que cierren fronteras, que expulsen a los extraños", ¡incluso algunos, muchos, se niegan el derecho a privarse del dolor, quizás placentero para ellos, de la mascarilla!, así que a los valientes de un mundo cuitado por el absurdo temor a un bichito, en el que nos tratan, ¿quizás igual que siempre?, como masoquistas, ven la irracionalidad de que el poder de los sádicos, unidos en la política, el capital, internet y los medios, no causen miedo, terror, pánico en la sociedad, no la alteren profundamente y, de modo inmediato, el género humano, "la internacional" no se una y se apreste a una lucha fiera.

EL ROTO 22/06/2021

domingo, 20 de junio de 2021

172 Los domingos, cavilar Leviatán y el Estado Fernando Merodio 20/06/2021

172 Los domingos, cavilar

Leviatán y el Estado

Fernando Merodio

20/06/2021

(...) en todas partes subyace al poder político una función social; y el poder político no ha subsistido nunca  a la larga más que cuando ha cumplido esa función social  (Friedrih Engels.Anti-Dhüring).

Usted se llama el Estado, señor Smiley, usted no tiene sitio entre la gente de verdad. Usted ha soltado una bomba desde el cielo. No baje aquí a mirar la sangre o a escuchar los gritos (John le Carré. Llamada para el muerto)

Suelo recordar lo que escribió Galeano para -casi- cerrar una Historia -casi- universal titulada Espejos, diciendo que “el inventario del mundo, inconcluso, estaba hecho de chatarras, / vidrios rotos, / escobas calvas, / zapatillas caminadas, / botellas bebidas, / sábanas dormidas, / ruedas viajadas, / velas navegadas, / banderas vencidas, / cartas leídas, / palabras olvidadas y / aguas llovidas”; cosas gastadas, cicatrices, dolores del alma, basuras resumen de vidas individuales vividas, cuya lista parcial, dura, sugerente elaboró, por mandato de Dios, Arthur Bispo do Rosario, negro pobre, marinero, boxeador y artista, que murió exhausto intentando cumplir la orden.

Frente al individuo que genera tan sugestivas chatarras, se agita el Estado -y sus poderes- que hoy, sin necesidad de entrar en rigores teóricos, definiría como ficción jurídica creada por acuerdo o -más habitualmente- por imposición de quienes tienen poder para hacerlo y regular las relaciones entre los miembros de un colectivo predeterminado y de estos con el exterior, abstracción convencional apoyada en un concepto tan imaginario como es el del nexo entre los individuos del colectivo, al que una tercera ficción/abstracción atribuye la condición de “pueblo” al que el Estado debe administrar y ordenar su vida en sociedad, siendo tres sus elementos básicos: “población”, personas que viven en el “territorio”, que es el espacio físico en que actúa esa población y “poder político”, ajeno, por supuesto, a poderes adjetivados de otro modo, que es -supuesta- capacidad de organizar población y territorio, a partir de lo cual, en el Estado moderno, la teoría distingue tres poderes políticos -en teoría- independientes: “legislativo”, que elabora la Ley, “ejecutivo” o “gobierno”, que administra con ella y “judicial”, que la descifra y hace cumplir.

Vigoroso, Herman Melville introduce Moby Dick, con una “Etimología" y unos  "Extractos" suministrados "por un difunto bedel tísico de una escuela secundaria” y "un sub-sub-bibliotecato", exhaustivo catálogo de citas sobre la ballena, colosal mamífero, y sobre Leviatán, ser o idea mal definida, básica para analizar la obsesiva persecución del capitán Ahab, voz hebrea, liwyatan -enrollado-, muy usada en culturas religiosas que, como el judaísmo o el cristianismo, se alimentan de miedo(s), que identifica un gigantesco monstruo creado por Dios, vinculado al Diablo y a la mar; el Génesis, Isaías, el Libro de Job, los Salmos,... están llenos de intimidatorias referencias a él y Thomas Hobbes, filósofo político que en el siglo XVII desarrolló teorías sociales tan contractuales como las de sus coetáneos Locke y Rousseau, pero más coercitivas, fue autor de “Leviatán” (1651), contra la libertad de conciencia de la Reforma y que, según él, conducía a la anarquía, pues el estado de libertad natural del hombre y su condición de lobo para el otro, sólo puede llevar a un permanente conflicto de todos contra todos, lo que, junto a su congénito temor -“el miedo y yo nacimos gemelos”- le hizo identificar las libertades del hombre con Leviatán y defender que, para pervivir, el hombre debía renunciar a la libertad natural, no solo no atentando contra su vida o la de otros, sino cediendo sus derechos a un poder absoluto ajeno que, al menos, le garantizara la paz, barbarie -muy extendida- impropia de un hombre capaz con obra tan importante condicionado, insisto, por el miedo; se trata del Estado que, en 1848, en el Manifiesto comunista Karl Marx y Friedrich Engels identificaban con un complejo aparato coactivo, forjado como instrumento de poder por las clases dominantes, definiéndolo, lógicos y exactos, ¡ay, la PSOE!, comola junta que administra los negocios comunes de toda la clase burguesa, sobre cuyo dialéctico conglomerado contradictorio de sociedad política y civil han reflexionado los más feraces pensadores, siendo esencial la aportación de Antonio Gramsci que, al analizar lo que llama Estatolatría, diferencia claramente lo que significa el predominio de la sociedad civil, “autogobierno”, o el de la política,gobierno de los funcionarios, "burocracia" y lo pernicioso que, sin duda, resulta identificar el Estado y esto último.

Bajando a tierra y mirando con lupa -para poder verlo- nuestro pequeño inane territorio, ficticia creatura reaccionaria de los rescoldos del fascio que, manu militari, durante 40 años impuso Franco con las ideas de Girón de Velasco, observamos al más parlanchín, osado e ignaro de aquellos flechasempadronado en lo más alto de la cúpula burocrática a que trepó desde una pequeña canonjía en el autoritario sindicato vertical para difuminar lo útil de la función gestora estatal y convertirla en pordioseo ante el que -en Madrid- mande y, ahora, en obsceno ejercicio represivo a manos de esa ley mordaza que remueve de placer en los panteones a sus ancestros, pues el Pisuerga pasaba por Valladolid y había un bichito...; no debiéramos olvidar, como hacemos, que a estos pequeñitos herederos de aquellos los tribunales les prohibieron, por insultante e ilegales, 1400 Mw de molinos de aire, buñuelos huecos, y ahora regresan con trapacerías similares o aún peores, copiadas del burdo “negocio” que, con la red semafórica de la ciudad que tiene nombre de banco, tejieron Manuel Huerta y Ángel Agudo, llamándolo Santander de cable para, de forma sospechosa, facilitar kms, de fibra óptica a ONO, como tampoco debiéramos olvidar el fraude Comillas, millones tirados para poner en valor nuestro bello idioma desde una Universidad sin lingüistas, ni lo de Moneo y su excesiva cubo, ajeno a las curvas marinas del viento portuario, hoy vergüenza, solar perenne tras haber derribado la PSOE “la Diputación”, único edificio administrativo de la II República, ¡ay, desmemoria histórica!, ni la línea de 400.000 voltios que destroza Cantabria de oeste a este y aún no sabemos para qué , ni el fibroyeso, ni los Años Lebaniegos, ni los cientos de viviendas ilegales pendientes de derribo, ni lo del alto de Cuco, ni la carencia de Ley del Suelo, PROT, PSEC,..., ni los miles de millones tirados en partidos, sindicatos, subvencionados, amigos,..., corrupción a espuertas, germen de la desigualdad y el inmoral paro creciente que este Estado propicia, no debiéramos olvidarlo y rodearlos, desnudar a los políticos, ponerlos a caldo, disolver las chácharas de sus Parlamentos y abrir un nuevo proceso en que, de verdad, todos estemos, recomenzar, sanear el aire pútrido que nos trajeron y aprovechar la energía del poderoso viento de la Historia. Un sueño.


EL ROTO 30-03-2016

El gobierno de los más sabios ha sido usurpado, pues así conviene a Leviatán y a los que, sin auctóritas, mandan, por los más torpes, malvados y sumisos, mientras la economía, superestructura que nos domina con sus arbitrarias formas sociales, políticas, jurídicas,..., hace cada día más visible cómo se diluye, cual azucarillo en el agua, la razonable posibilidad de una eficiente gestión pública, desastre que todos apoyamos en silencio cuando, un ejemplo, relamiéndose babeantes impúdicos con la expectativa del festín que la mercantil PSOE y los ruines de Unidas Podemos -y, por supuesto, el resto- les anuncian con miles de millones nuestros, ¡no de Europa!, alevines de Leviatán real tan poco valiosos, prescindibles, siniestros, dañinos,... como Ana Botín -a la que ahora se ve por Valderredible- o Ignacio Sánchez Galán -al que investigan por sucios espionajes para-policiales- se burlan del resto diciendo, mientras aquí fuera diluvia, que “España se va a salir del mapa” o que “la subida de la luz beneficia a Hacienda”, ayudando a que el entallado se engalle en "su ratito". Callar golfos de  esa catadura sería tarea esencial de lo que dicen Estado, igual que lo sería evitar la insoportable vergüenza para todos que es que el padre de Yaiza, niña a la que, al tiempo del horror de Tenerife, asesinó su madre, tenga que lamentar que "las instituciones -y otros muchos- no hayan condenado, unánimes, el crimen".


EL ROTO 09-01-2016

domingo, 13 de junio de 2021

171 Los domingos cavilar ¿Estado de qué? Fernando Merodio 13/06/2021

171 Los domingos cavilar

¿Estado de qué?

Fernando Merodio

13/06/2021

"(...) Hay una paradoja: por un lado se nos pide que combatamos unidos esta batalla, por otra parte no podemos estar físicamente juntos". (Manuel Cruz, filósofo)

 “España todavía no es un 'Estado fallido', pero no está lejos de serlo. Razón suficiente para que Europa finalmente despierte” (Friedrich Leopold Sell. "Neue Zurcher Seitung". Suiza)

“Os lo digo, infelices…, cuando los grandes de este mundo empiezan a querenos es porque nos van a convertir en carne de cañón” (Louis Ferdinand Celine)

Dicen los -odiosos- medios de (in)comunicación -¿quién les filtra?- que el Tribunal Constitucional dictará sentencia sobre el confinamiento y las otras coacciones que, con apoyo en un pequeño virus, su represora/torpe policía y la hasta ayer denostada “ley mordaza”, el “nuevo progresismo”, desde hace 15 meses, ¡ay, funesto marzo de 2020!, prolonga taparnos la boca, impedir que nos reunamos, legislar a hurtadillas contra nuestros -muy limitados- derechos-, cerrarse a cal y canto -¿dónde están los funcionarios, con alguna excepción, además de en caja y cobrando?, servir a los de siempre -el precio de la energía ha subido un 30% en un año y los bancos reducen plantillas para ganar más,…-, arrojo de “vuestros” políticos que aplican el -para ellos- goloso artículo 116 de la Constitución para declararnos en ese “estado de alarma” que, según la Ley orgánica 4/1981, solo puede “limitar” derechos y no “suspenderlos”, que es facultad del “estado de excepción”, anunciando los sabiondos medios que, por ello, el TC dirá, ¡pobres “carcas progres”¡, que lo hecho es anticonstitucional.


EL ROTO 17/05/2017

A partir de la cosa, vergonzantes reaccionarios camuflados -no la izquierda histórica- que encabezan El País, cada día -salvo El Roto y 4 columnistas- más sectario y el tenebroso eldiario.es, enquistado en La Sexta de Ferreras & family, saltan a la palestra para reverdecer el espantajo de a útil división entre magistrados -¿alguien cree que, salvo por docilidad hacia quien les nombra, existen diferencias?- conservadores y “progresistas”, marcados todos por el carácter retrógrado que tuvo, tiene y tendrá la Ley, que es emanación del poder, inventándose una nueva/falsa polémica que tape sus vergüenzas, “Estado de alarma o de excepción? El debate divide a los juristas y, para dar mi opinión sobre tal falacia, insisto en que el “estado de alarma”, que declara sin más, por decreto, el gobierno de turno, no puede “suspender” ni un solo derecho constitucional, para lo que es preciso el “estado de excepción” que, ese sí, somete al, repito, arbitrario gobierno que toque a la -para él- ofensiva, molesta autorización del Congreso de los Diputados, ¡uf, que rollo! ¿Alguien duda que a los fines prácticos que debe tutelar la Ley, el confinamiento domiciliario a que sometieron a quien, sumiso y bovino, quiso, igual que, entre otros ejemplos, privarnos del -muy- fundamental derecho de reunión o el control de la burocracia política  de la Administración no es una suspensión de facto y de iure de derechos constitucionales comprometidos?

Detalle chillón del Diccionario de la RAE, mientras el sustantivo "alarma" define "aviso o señal que se da en un ejército o plaza para que se prepare inmediatamente a la defensa o al combate", el verbo "alarmar" tiene dos alcances, 1. "Dar o causar susto" y 2. "Producir desagrado o escándalo", siendo, pues, alarmar y alarma dos palabras parejas que parecen designar -y, de hecho, designan- ideas diversas pues, mientras el sustantivo es aviso de alguien para que -un grupo- prepare su defensa o ataque, terminología bélica que aquí ahora se usa -de modo indebido- desde la política, el verbo remite a miedo o desagrado inesperado, por lo que la idea de "estado de alarma" con que el artículo 116.2 de la Constitución define, de facto, cómo nos pusieron hace 15 meses, es tan peligrosa y ambigua que aconsejó a Emilio Lledó, nonagenario filósofo, decir que su cabeza "se ha llenado de recuerdos de la guerra civil, (...) la misma inseguridad. Los hábitos del miedo: no salir a la calle (...) Sin embargo, aquel era un miedo concreto (...) Este es abstracto, difuso, extraño" y "estoy desconcertado", siendo que "el desconcierto no ayuda a pensar bien, pues lo que más necesitamos en este momento es justo lo contrario: la razón contra el caos".


EL ROTO 26/05/2017

Tal "estado de alarma", vinculado siempre a que exista un enemigo "abstracto, difuso, nos enfrenta aún, pasados 15 meses, a un mínimo virus que, decía Leila Guerriero "no es perverso, (...) no desea, no sueña, no quiere nada, (...) no tiene maldad", pese lo cual nos aseguran que estamos en guerra contra él, un conflicto arriesgado, pues los avispados que -porque les convino- lo definieron bélico, no solo sanitario, político, social, ciudadano,,..., cuando periclita la pelea con él, siguen utilizándolo contra el resto; frente a la manipulada alarma bélica, teledirigida, quien piense tiene un medio que -no siempre- le diferencia del resto de seres y cosas, la razón, la inteligencia que -a quien la use- ayuda a percibir la ficción de lo que los más falsos llaman “vida normal” y, así, a quien se fatigue en pensar libre y, a partir de ello, intente avanzar, podrá urdir modos para salir de tal vida e, incluso, hacer algo para conseguirlo, cambiando esa injusta “vida normal” por otra algo mejor para la mayoría y no, como casi siempre, para el dominante 1% y sus siervos.

Releo lo escrito, disipo cualquier duda respecto a la alarma que han podido generar esos asalariados nuestros que, aunque se digan “políticos”, nos apartan de facto del buen funcionar de la polis y sé que la evolución del virus, la celeridad de su contagio -y su fin-, los graves errores en su contabilidad, nuestra cobarde e incívica ausencia de queja civil frente lo que nos hacen y haber olvidado su pésima gestión del acceso al material  preventivo –mascarillas, guantes, gorros, batas,…- por los sanitarios, la falta de “respiradores”, el serio fiasco de los mecanismos para el test rápido, cuya práctica masivo fue, dicen, crucial en el éxito de Corea contra el “bichito”, nuestro sumiso, bovino encierro masivo y esa nueva afición a usar sucias, inútiles, sobadas máscaras que impiden acceder a un aire sano, el abandono del saludo, las largas filas con vacíos de metros entre los “afiliados”, los fervorosos aplausos a ejército y policía,…, todo ello evidencia del aplastante triunfo de la “alarma, dar o causar susto”, “producir desagrado o escándalo” sobre cualquier llamamiento para asociarse, aprestarse a defender o atacar -no ser meros pasivos- al virus y sus secuelas, pues es “alarmante” tanto su inepta gestión material y política como la forma en que nos tratan como niños asustados y gradúan, endulzan, agrian,… sus cuentos sobre el necio virus, mintiendo siempre sobre lo que tan mal hacen.

La de “Estado fallido” es idea nueva de inseguridad y falta de control que afectaba, decían, a la periferia, en especial a África, donde ninguno de los tres poderes cumplía su deber de garantizar que impere la Ley, haya Justicia independiente, seguridad en libertad, igualdad para todos en el acceso a las necesidades básicas, educación, sanidad,…, siendo, por sus vaivenes, un peligro para el resto y noción recientemente abierta a los países avanzados, mutada en la, verbalmente menos agresiva, “fragilidad estatal”, situación respecto a la que Friedrich Sell, en el Neue Zurcher Zeitung, influyente periódico suizo-alemán, preguntaba “¿Es España un estado fallido?”, para responderse, “no está lejos de serlo” y añadir, peor, que “ve razón bastante para que Europa finalmente despierte” y haga con nosotros lo que tenga que hacer.


EL ROTO 10/05/2017

Coda con riesgo.- En tiempos tan graves y expuestos, lo atroz del padre que mata a sus hijas niñas, una de ellas un enternecedor bebé, no puede mudarse en mediático, odioso circo en que -expertos en nada- aventen datos sesgados, mientras callan de de la madre que, casi al tiempo, mató a su hija de 4 años en Sant Joan Despí, intentando hacer creer que solo las madres, todas buenas, quieren a los hijos y que los padres somos todos malvados salvo prueba en contra, creando la opinión pública de que el único trauma en la -difícil y vieja- relación de pareja es una violencia unidireccional, lo que niego y a lo que me enfrento para defender la lucha contra todo abuso de la fuerza -todo aquel que cause dolor y daño- y, desde un mínimo de ética y lógica, animo a no permitir el odioso infundio de que la solución a la lacra vendrá con las Harpías.

domingo, 6 de junio de 2021

170 Los domingos cavilar Es la 01:00, ¡todos a planchar! Fernando Merodio 06/06/2021

170 Los domingos cavilar

Es la 01:00, ¡todos a planchar!

Fernando Merodio

06/06/2021

“Al gorjeo de los estorninos / se mezcla el trueno lejano / de los cañones de las maniobras navales / del Tercer Reich”. (Bertolt Brecht. ”Primavera. “Poemas del lugar y la circunstancia”)

"(...) En silencio, / cubrimos con un saco / el árbol a punto de helarse" (Bertolt Brecht. ”Primavera de 1938. Poesías escritas durante el exilio» 1933-1947)

Sin duda cosa de la edad o, más, del empacho vital de la lucha permanente, hace tiempo que -sin duda influido por el cada día más corto porvenir- miro hacia atrás con ira impúdica, reflexiono sobre hechos de hoy o viejos, cavilo -aún con esperanza- contra quienes, malvados objetivos, empobrecen la vida, sabiendo que opinar sobre el poder, si además le haces frente, no es gratis y que, como hace años me recriminaba un hijo, fatigarme escribiendo sobre mi mismo es, vacuo, narcisista e insignificante y en especial peligroso cuando se está integrado en el vasto y cruel paisaje actual; pero alivia, así lo veo.

Vuelvo hoy a mis -cada día más- frecuentes referencias sobre Auschwitz y, en especial, a los que, con dañina corrección, hoy como ayer hacen oficio cotidiano de su impune devoción represora -amateur o profesional-, y rechazo al firme, leve amigo que, crítico, me decía: “Un poco exagerado lo de tomar como referencia Auschwitz, ¿eh?, porque, además, no creo que tú te hayas visto arrasado por la maquinaria del poder, tienes medios para defenderte, lo sabes hacer y lo haces, para acabar solidario, con una imaginaria palmada “pero me gusta cómo se lo llamas, miserable serpiente al servicio del poder, su oficio de todos los días, je, je, puedo verlos en el asiento removerse al leerlo”, lo que es radicalmente ajeno a lo que me propongo.

Vuelvo a intentar entenderlo bien: el campo de exterminio se siembra, alimenta y riega siempre con una supuesta, ¡sí, supuesta!, inventada y arbitraria ficción de estado de excepción, ventaja de unos pocos sobre la que, sin base en ley o norma, "nuestros protectores" alzan la que dicen una actuación “preventiva”, una “custodia protectora” que favorecería el supuesto interés general frente a ideas, individuos y actos que ellos, esos pocos usurpadores definen como peligrosos, siendo una canonjía -para ellos- el hecho de que, asumida la represiva estructura jurídico-política, lo que ocurra en el lager que ella regula, por ilegal o inhumano que sea, será visto lícito, inteligible, humano incluso; el mecanismo es sencillo, crean ámbitos para lo arbitrario -tapar la boca, no dejar hablar, ni reunirse, legislar sin informar,...-, ajenos a la norma que, disfrazados de habituales, incluso necesarios, acatamos. Cavilemos, ¿es eso sano?

Explica muy bien Giorgio Agamben que el análisis del exterminio, si se pretende eficaz, no debe limitarse al del vínculo entre estado de excepción e inhumano lager, sino que debe abarcar una idea más amplia, la de “campo”, que no es sólo “lugar en que se ha desarrollado la más absoluta conditio inhumana”, sino la “matriz oculta”, la irracional razón que lo posibilita, la norma que domina “el espacio político en que vivimos”, matriz y norma “que nace cuando el estado de excepción comienza a convertirse en regla”; no es necesario pensar en exceso para ver, en el día a día, muestras de la impune actividad de políticos, altos burócratas y, en especial, el dinero, la represión creciente, la delación como norma, la lógica atemorizante del paro, la PSOE y "sus nacionalistas", la derechona que crece, el cobarde "pacto social", el estado de alarma, seguido del de excepción y, si es preciso, ¿el de guerra?

Si ello es así, que lo es, ¿cuál es el límite?, ¿dónde empieza el alarmante lager en la llamada democracia? Su contorno está definido en muchos casos, pero en otros lo ampliamos cada uno, todos, desde la cobardía, sabiendo quienes han sufrido pruebas duras que, superadas estas, o se calla o se habla y. mientras el silencio nace del hondo malestar -y el miedo- que genera la bota que nos pone en el cuello quien dicta lo que es vergonzoso o, por contra, noble, quien habla sabe que se enfrenta al que manda, al que nos estruja y que, aquí ahora, parte básica del capital, la bota más abusiva y evidente es la de quienes, causa del corrosivo desastre climático, nos imponen su dictadura económica/energética -en concreto, eléctrica- obligándonos a hacerlos frente mediante, para empezar, un serio debate público sobre la necesidad de control ciudadano sobre su dañina forma de generar/administrar la energía y, para que el debate sea útil, sirva para echarlos ya, explicar para empezar, quiénes intervienen en él, cual es la situación en que nos tienen y, sobre todo, definir qué significan para ellos las palabras que usan, pues el lenguaje está hoy muy pervertido.

Para valorar palabras degradadas, pervertidas, de la mayor actualidad en Cantabria, formulo unas preguntas fáciles de responder: ¿alguien cree que los polígonos industriales que dicen parques eólicos no son nocivos sino democráticos y justos?, ¿defiende alguien que es preciso implantar muy lejos del lugar de consumo, en suelo comunal, de todos, con otros usos, cientos de torres, turbinas y aspas de 200 m., miles de kms. de líneas de altísima tensión con cientos de patas metálicas de 70 m., subestaciones, pistas, acero, miles de toneladas de hormigón, plásticos, cobre, aluminio, plomo, tierras raras (varios kg cada turbina), fibra óptica, de vidrio y carbono (que, como las ondas electromagnéticas, genera cáncer),…?, ¿alguien piensa que con ello se frena el daño climático? La respuesta es ¡NO!, un ¡NO! tajante. Es innecesario, insostenible, concentrado, injusto, dañino,…, pues lo único sostenible, distribuido, gratis, inagotable,…  es, cómo el agua y la luz solar, el viento, cuya energía es de todos, no de las empresas gigantes que, salvajes, concentran donde les conviene sus dañinos mamotretos para generar electricidad a partir de esa energía gratis -de todos y distribuida por todas partes, insisto- que regalan viento, agua y sol destrozando con su codicioso capricho de más que acreditados destructores del planeta el territorio comunal usurpado para, en lugar de mejorar la situación, agravar el caos climático, pues todo tal proceso es irrebatiblemente generador de daño y, en especial, de CO2.

No es, pues, útil ni lógico debatir ahora sobre polígonos industriales gigantes, sino hacerlo sobre la realidad que definió una niña, Greta Thunberg: frenar la catástrofe nos exige ¡cambiar el sistema!, lo que ¡eso sí!, demanda un debate urgente, en el que den la cara y expliquen sus -sucios- intereses el capital, los políticos y los grandes dinosaurios sufragados por aquellos de modo arbitrario, no neutral, de los que la hemeroteca muestra que han apoyado y apoyan los grandes polígonos industriales eólicos... donde ellos quieran y, al otro lado, nosotros, desmintiendo, serios, la falsa unanimidad sobre la crisis climática a la que solo oponen palabras: verde, ecología, descarbonización, sostenible,…, hoy hurtadas por las multinacionales causa del caos que, al pervertidas, las privan de su valor, pues, digan lo que digan, siempre deciden, desde la caverna, políticos y dinero; hay que explicar además que nuestro mínimo territorio es un páramo legal, no hay Ley de Suelo actual en que basar ese PROT que Gochicoa, regionalista vasco sin una idea buena, quiere aprobar en dos días sobre el corrupto, ilegal, viejo interruptus, ni hay PSEC, agotado en 2020 sin usar, virgen, ni siquiera hay un mínimo Plan eólico o fotovoltaico,…, y es, además, un páramo social de egoístas ¡Aquí no! pero ¡A ti sí!, con los lugares comunes del viejo, caduco ecologismo subvencionado, páramo en el que los políticos no hablan de Ley e ideas, ni de intentar generarlas, prefiriendo seguir cobrando sin trabajar,... ni crear empleo.   


EL ROTO 06/06/2021  

Su última patada en la boca nos la dan, obscenos, al pretender fijar incluso nuestros horarios y forma de vida, pues, según REE, mientras a las 01:00 nos cobran 0,09697 €/kwh, a las 13:00, son 0,10701 y a las 22:00, 0,1113 €/kwh, pretendiendo Iberdrola, Endesa, Naturgy, EoN,…, canallas, que, a la 01:00, ¡todos planchemos y hagamos ruido con lavaplatos, lavadoras, aspiradoras,…!, mientras Sánchez y Ribera aplauden.

Coda.- Anoche volví a ver “Operación Anthropoid”, la ejecución por jóvenes checos del “carnicero” nazi Reinhard Heydrich y, otra vez, me sonrojó cómo somos nosotros.