domingo, 23 de febrero de 2020

93 Los domingos, cavilar Apreteu/Apretad Fernando Merodio 23/02/2020

93 Los domingos, cavilar 

Apreteu/Apretad 

Fernando Merodio 

23/02/2020 

"'Vénganos de la mina', escribió mi padre. Sus últimas palabras. Y se lo prometí (...) Vengaría a mi hermano muerto como obrero. Vengaría a mi padre, muerto como campesino. Vengaría a mi madre, muerta abandonada (...) Nos resarciría (,,,) de los crápulas que nunca habían pagado por sus crímenes (...) Sacaría a la luz (...) a los enfermos de silicosis, a los hombres muertos por culpa del carbón sin heridas aparentes. Haría justicia a las viudas humilladas, condenadas a pagar la ropa de trabajo que su marido había hecho polvo al morir".(Sorj Chalandon. "El día antes", sobre la muerte de 42 mineros el 27 de diciembre de 1974, en Francia). 

Me inquieta el poso de la lectura recién concluida, que recomiendo, de El día antes, quejido de un hombre abatido por el cotidiano abuso que no es frenado por el sofisma de la (administración de) Justicia, ni por fútiles legisladores, ni por gobiernos hoscos, se digan de izquierda o derecha, gestores de lo banal y fieles a tutelar el perenne poder de la deidad dinero, que "inscribió su drama personal en la memoria colectiva". 

Paradigma actual de sofista demagogo, inepto, caro, son Torra e Iglesias, cínicos populacheros, peligrosos en tiempos confusos, nocivos para el resto, rémoras que se nutren en lo ajeno, uno, incluso ofensivo, se remanga circense... y finge trabajar, atetados ambos, idénticos, a la burocracia del mínimo esfuerzo, sin ideas, tenderos de humo tóxico, de historias infames, buscadores de lo suyo, coincidentes en la respuesta insolente y azorada a quienes, tras ser azuzados por ellos, se giran airados y los acusan por sus "negociaciones/negocios": Apreteu, se excusa uno oculto tras su español/catalán, Apretad, arguye el otro en español/castellano, tratando ambos de negar su carencia del mínimo para cumplir su contrato, su falta, incluso, de apariencia de merecer, excesivo, su injusto sueldo... que pagamos el resto. Apreteu defiende la Arcadia feliz de la independencia -¿de qué?-, un -inexistente- derecho a decidir, la nada, Apretad es la desvergüenza de una enciclopédica ignorancia sobre cuestiones que exijan una respuesta que no sea indolencia, palabrería hueca. 

Si, ante el fraude evidente en el contrato político, el incumplir obligaciones libremente contraídas a cambio de un cargo y un buen estipendio, no pedidas por nadie y dada la evidente y cierta inexistencia de artilugios que en los partidos atiendan al ciudadano en casos similares, alguien deseara acudir -como si se hubiera firmado un contrato de arrendamiento o laboral- a los tribunales por tan ilegal descaro ellos, procaces y severos, le reprocharán que "judicializa la política", intentando privarle del costoso hito histórico que puso fin a la impunidad de la falta de ley escrita, favorable -entre otros- para patricios, cónsules, senado... romanos frente a la plebe, nosotros, devolviéndole a tiempos previos a que Juan I otorgara en Inglaterra, en 1215, la Magna Carta Libertatum, Carta Magna, que en su artículo 37, aun vigente, somete a todos -incluso a ellos- a la garantía de que "ningún hombre libre será detenido, preso, privado de su propiedad, a no ser en virtud de juicio legal de sus pares y según la ley del país", privándole incluso del Bill of Rights, de 1689, cimiento del Estado de Derecho que garantiza el Rule of Law, Imperio de la Ley, definido en el Oxford English Dictionary como "autoridad e influencia de la ley en la sociedad (...) restricción al comportamiento individual e institucional", por el que "todos los miembros de una sociedad (incluso el gobierno) se consideran igualmente sujetos a códigos y procesos legales divulgados públicamente"; es inimaginable que, con normas claras, pudiéramos exigirles castigo ante alguien -en verdad- independiente, ¿qué sería de los sucios Torra e Iglesias por exaltar a quienes, sin que nadie se lo diga, ya les aprietan y acusan de traidores? 

Sánchez, Iglesias y su hato de insolventes quiebran, pues no creen en él, el Rule of Law, el Imperio de la Ley, de modo evidente al pactar con Cataluña y el País Vasco, ruines patrias, egoísmo ilimitado y deslealtad rampante, anuncio incluso para ciegos del nuevo nazionalsocialismo europeo; lo hacen, apoyados en el vale todo, con el solo fin -nadie se engañe- de, en TV, alimentar sus fútiles, enfermizos egos y, de paso, cobrar sueldos con que pagar sus ofensivos chalets con insostenible piscina..., algo que no hay que confundir con el verdadero poder, en manos de otros más inteligentes y -aun- más peligrosos que ellos; basta leer por encima a Malaparte para ver que lo de los "políticos presos", el apestado Puigdemont, el aventado Torra, sus despreciables, turbios alevines de terroristas,... fue el ridículo de un político golpe de estado estúpido y, diga lo que diga, hábil y mediático, Marchena, un flagrante y muy grave delito de rebelión, intento de forzar un cambio constitucional fuera de los cauces legales, del que, en aras del "negociar/negocio" lo innegociable que tanto gusta a los indolentes que ahora llaman "progresistas", han salido con penas mínimas para unos pocos, al tiempo que a los vascos, ahora menos aventados y sin urgencias por matar, se les transfieren -nada más y nada menos- las cárceles de sus cobardes "gudaris" y se les abre controlar la Seguridad Social, anuncio del fin de la caja única que garantiza la solidaria igualdad entre los territorios y -más importante- entre los trabajadores, pues si como ellos dicen, no se está transfiriendo nada, qué están haciendo y, en especial, por qué ahora, a punto de que se tengan que votar los presupuestos de todos. 

Hoy nos urge un problema frenar desigualdad y cambio climático, perentoria tarea para la silenciada Greta Thunberg, "cambiar el sistema" y el fallido presidente, escaso de votos, nos hacer perder el tiempo enviando un amplio equipo de su -al parecer, desocupado- gobierno a "negociar/negocio" unos cuantos votos del egoísmo catalán, que incluso fija el día del evento, con el peronista Iglesias, el catalán Salvador Illa y el excéntrico Manuel Castells, atípico independentista de Hellín, Albacete, catedrático de sociología ahora en la Universidad Abierta de Cataluña, en el papel de equidistantes mediadores neutrales que decidirán el canje regalos/votos, al tiempo que, atronando nuestro desmoronamiento cierto, al inútil próximo Revilla se le ha ocurrido/ocurrencia un "objetivo clave" de legislatura: lograr "avances cuantificables en igualdad de género" desde el muy caro parlamento/parloteo que preside un ex-crupier -base ad hoc- previamente declarado absolutamente incapaz para cualquier otro trabajo. 

Michel Flavent vivió 40 años con la obsesión vital de castigar lo que veía como una situación de injusta impunidad dolosa y, al final, le hizo vengar, a su manera, a los mineros del pozo Saint-Amè, cuenca de Nord-Pas-de-Calais, Francia, a su hermano Joseph, a su padre, a su madre, a la pisoteada historia de su región, al mayoritario grupo de trabajadores que nunca protestó levantando la voz, que estuvo al margen de todas las reivindicaciones, de las huelgas, que temía por su familia, por las represalias, el despido, el paro, la pérdida de techo y jardincito, que tenía miedo a, sin nada, ser nadie,..., forzado al ver cómo legisladores, gobiernos, jueces no hacían nada para impedir el desmoronamiento de las cosas y que cuando, inevitable, el deterioro se producía no era castigado. Lo de aquí ahora es menos concreto que la injusta explosión del grisú, es más difuso, extenso, pero igual de dañino y fuerza a España, país puntero dicen, a ni plantearse resolver con actos propios, como Flavent, el ancestral problema agrario, condenando a una forma de muerte a cientos de miles, millones de personas, al optar por exigir, siempre llorosa, ¿no les dará vergüenza?, que la entelequia Europa mantenga la injusta subvención de la corrupta Política Agraria Común, PAC, para que, todos niños pequeños, como si fuéramos catalanes o vascos, podamos perennemente repartir, generosos y mal, lo recibido, más y más. 

Mientras Sánchez consolida la PSOE, su empresa, el pequeño líder máximo de la secta que dice poder pretende convertirnos en una débil confederación de "estaditos" desleales, su pareja, émula de Evita o Elena Ceaucescu, sopla velas con amiguitas, Castells anda a "lo suyo", el comunista Garzón juega con el juego, la sindicalista Díaz enreda con el trabajo, el virulento oligopolio eléctrico patronea el "saneamiento" del abuso energético, los obispos -católicos, of course- recibirán el regalo histórico de 284 millones x la renta,..., ¿no debiéramos, acaso, apretar todos?

domingo, 16 de febrero de 2020

92 Los domingos, cavilar Divulgación dispar Fernando Merodio 16/02/2020

92 Los domingos, cavilar 

Divulgación dispar 

Fernando Merodio 
16/02/2020 

"El váter moderno es una buena metáfora de la sociedad actual: cagas en una tubería, tiras de la cadena y adiós. No tienes que lidiar con la mierda hasta que te llega al cuello". (Paul Kingsnorth, autor de "Confesiones de un ecologista en rehabilitación". 2017) 

"Gracias a Aude Catala, que defendió a Michel en secreto. Y a Mariano Fontaine, que dio las gracias a un mundo obrero" (Sorj Chalandon. Epílogo de "El día antes", novela sobre la muerte de 42 mineros, el 27/12/1974, en el pozo Saint-Amè. Francia). 

El pasado jueves, 13 de febrero, asistí en los locales del Colegio de Arquitectos a una "Jornada divulgativa" sobre la energía eólica en Cantabria que, con mayor rigor, debiera haberse adjetivado como publicitaria propaganda acerca de algo sobre lo que llevo años cavilando y respecto a lo que se han acabado las bromas; pongamos, para resumir, que hablamos de dinero, de muchísimo dinero, del capital. 

Lo organizaba una cooperativa, Solabria que, según la imagen que quiere transmitir de sí misma, es pionera en "energías renovables en Cantabria", atribuyéndose, nada menos, la finalidad de "cambiar el actual modelo energético por otro más democrático, social, distribuido y sostenible", si bien, contradictoria y pasmosa, tiene su sede en la nave Teican de Piélagos en que Agustín Valcarce desarrolla su frenética actividad como presidente de la Asociación Eólica de Cantabria, activo pacto oligopólico eléctrico a partir del ilegal-corrupto "concurso eólico", y como consejero delegado de Biocantaber, S.L., nombre neutro para ocultar la universal depredadora Iberdrola, una asociación y una empresa con prácticas opuestas al buenismo de los planteamientos de generación distribuida de que alardean Solabria y la Plataforma para un Nuevo Modelo Energético, ambas favorables a que el caos eólico siga (des)controlado en polígonos industriales -eufemísticamente llamados "parques"- que decide y gestiona, alegal y con enormes beneficios, el mismo ilegítimo oligopolio que, cruel y dañino, oprime con sus tentáculos todo el planeta y provoca su destrucción: Con su engañosa actitud, nociva, cooperativa y asociación forman parte del coro que se mofa de la silenciada niña sueca que, con cinco palabras, marcó una tarea urgente y exacta para que el planeta no se desmorone y aguante un ratito: "¡Hay que cambiar el sistema!"

Por si hubiera alguna duda sobre qué hay que cambiar aquí ahora, ahí va la réplica textual de uno de los fútiles subdirectores generales del ministerio de la "progresista" Teresa Ribera, ¡para la Transición Ecológica!, a una denuncia de la Plataforma para la Defensa del Sur sobre la nula existencia de planificación y ordenación en Cantabria, basada en que, para el artículo 4 de la Ley 24/2013, del Sector Eléctrico, "únicamente tendrá carácter vinculante la planificación de la red de transporte", lo que le hacía concluir en el peor delirio que, textual repito, "serán los promotores quienes decidirán qué instalación quieren construir: tecnología, ubicación, potencia"..., todos a casa incluido, el primero, su flamante bluff del ministerio y silencio, ni un comentario. 

El inicio de la "divulgación" lo coparon, como siempre, ayatolas, que calificaron de técnicos, del "progreso" representando a la CEOE, al IDAE, o sea al "progresista" gobierno, al negocio de la Asociación Empresarial Eólica y al exiguo Sea of Innovation Cantabria Cluster, aupados todos ellos para, pues son pequeñitos, parecer más altos, en el macarrónico inglés "científico" de los bussines administrators -o algo así- que nos han traído jovencitos inventores millonarios, Gates, Zuckerberg, Bezos,.., generadores de monstruos de la razón nacidos al calor de desiertos -culturales- en Silicon Valley. 

Cerraron el acto, cuatro penosos teloneros locales del mismo pelo, dos miembros de CORE, organización urbanita sin personalidad jurídica, también motor del ruido mediático sobre unas escolleras que tampoco les gustan, santanderina, autora de una alterada y fea infografía que aparenta que los molinos que pretendían imponer oligopolio y gobierno afearían las vistas de los montes situados frente a su -lo creen suyo- muelle ciudadano y, además de a ellos, molestarían a los filántropos propietarios de los dos containers depositados en el borde de la bahía y del arco que pretenden demediar, arco que, así como otros celebran el triunfo de las armas, festeja el de la cultura del dinero sobre cualquier otra, santanderinos con una intervención encogida a la que siguió la de un diplodocus jurásico de un caduco ecologismo que, al servicio del gobierno "progresista", vino de Asturias a ofrecer que si destrozamos los montes con generadores eólicos impuestos abandonaremos el déficit en generación energética -no explicó cómo lo haríamos en fabricación de zapatos, automóviles, motocicletas de alta cilindrada o jamones de recebo y, así, volveríamos a la autarquía franquista-; para guinda reservaron a un alcalde agradecido al dinero que, explicó orgulloso, le trajeron los molinos a cambio de, milagroso, ningún perjuicio. Como siempre, no hubo nadie que pudiera defender la respetable postura de quien quiere acabar con la generación concentrada en manos del capital, siendo urgente que quienes defienden tan lógico planteamiento pudieran debatir con los "divulgadores" de la nueva religión de los que mandan, sería positivo que los dejaran hablar unos minutos y explicaran, para que se difunda, que gobiernos, oligopolio y prehistóricos ecologistas subvencionados mienten al servicio de alguien y algo que, como siempre, permanece oculto: el dios dinero. 


Se cerraba el círculo ayer, sábado, a toda página y con fotografía de los ayatolas, con El Delirio Montañés echando, siempre, su cuarto a espadas de la asimetría, titulando con algo tan cierto como "burbuja eólica" y "gran pelotazo" y recogiendo, novedad, algo siempre negado y sobre lo que los "divulgadores" habían pasado de puntillas, aceptándolo a regañadientes tras ser preguntados -al modo coreano, por escrito, no verbalmente y sin responder a todo-, que "39 proyectos eólicos se han presentado para instalarse en la región", si bien lo descafeinaba al atribuir una ficticia sensatez a la CEOE, "nos preocupa (...) una burbuja (...) que perjudique los proyectos sensatos en Cantabria" y resaltar la ilógica pretensión de uno de los de CORE, "la actividad eólica es buena, pero los parques pueden ser desastrosos en las zonas de montaña"..., afirmación de quien se lava las manos y obligaría a la implantación -para él necesaria en todo caso- de los imprescindibles molinos en la costa. 

La burbuja y el gran pelotazo de que habla El Delirio lo causan los miembros de la CEOE y esa civilización que tanto gusta a todos y silencia, ¡cuánto molesta!, a Greta Thunberg, siendo magnífica metáfora de todo ello la del inodoro de que habla Kingsnorth, "ecologista en rehabilitación", su tubería que sirve para ocultar en falso, temporalmente, nuestras heces hasta que nos es inevitable aceptar que existen, pues ya nos llegan a la altura de la boca; la idea de tirar de la cadena o apretar un botón y trasladar a otros el problema nos remite al religioso cuento chino del salvador y en ella está el comienzo, aunque no seamos conscientes, de la actual catástrofe. 

La jornada estuvo repleta de datos falsos y valoraciones/dictámenes tendenciosos, engaños a la gente, al pueblo, nadie dijo que esto es un caos, que nos retan 2.000 Mw de molinos de hasta 200 metros a colocar, Teresa Ribera dixit, donde al oligopolio plazca, mientras el PSEC 2014-2020 alardeaba de pasar de 825 Mw instalados en 2014 a 2.670 en 2020, aumento de un 225% -1.000 Mw ampliando el salto de Aguayo y 707,3, eólicos-, pero, por ineptitud, ilegalidades y corrupción, no se ha implantado ni uno solo de esos Mw y, la guinda del pastel, agotado el ilusorio Plan 2024-2020, ni se han iniciado los trámites -que costarán años- para elaborar el nuevo, fundamental para -ya saben lo del cambio climático- frenar la insoportable presión a que nos somete el corrupto caos eólico y su insana obsesión por la generación concentrada. 

Coda para reír,... por no llorar.- Un "sabedor" me decía al concluir -yo silenciado- la dispar jornada que si no se había implantado ni un solo molino en Cantabria había sido por voluntad de Revilla, al tiempo que culebreando la mano me aseguraba que él "sabe bien cómo funciona eso". Reflejo de un enfado abisal y, por ello, no coment.

domingo, 9 de febrero de 2020

91 Los domingos, cavilar De falsificaciones y rectificaciones Fernando Merodio 09/02/2020

91 Los domingos, cavilar 

De falsificaciones y rectificaciones 

Fernando Merodio 

09/02/2020 

"Toda persona natural o jurídica, tiene derecho a rectificar la información difundida por cualquier medio de comunicación social, de hechos que le aludan, que considere inexactos y cuya divulgación pueda causarle perjuicio" (artículo 1 de la Ley Orgánica 2/1984, de 26 de marzo, reguladora del derecho de rectificación), 

"Tenemos a los mejores y más hábiles mentirosos del mundo, a los más astutos y diestros ladrones (...) Podemos ganar al mundo en todos los juegos" (Brigham Young. Segundo presidente del Movimiento de los Santos de los Últimos Días; los mormones). 

Son estos tiempos difíciles, de falsificaciones que exigen -urgentes- rectificaciones y, para interesados en cambiar el rumbo, me detengo en algo de apariencia tan tediosa, vieja y sosa como puede parecer una ley de 1984, cuya breve lectura -y posterior puesta en práctica- recomiendo, ley que, pese a ser de aquella "casta", aún no ha sido desarticulada por los nuevos populistas de chalet en la "sierra rica" y los amantes del "progreso" insostenible -de unos pocos-, de derecha, ley añeja pero actual, urgente que regula el -teórico legítimo- derecho de todo el mundo a rectificar los -interesados y peligrosos- delirios de "cualquier medio de comunicación social"; solo tres páginas con contenido diáfano, bien redactado, y el objetivo evidente, fácil de entender por todos, de proteger el derecho constitucional a recibir y transmitir información veraz de interés para la colectividad. Intentaba tal ley, es evidente, acabar con un insano y peligroso monopolio, el del fundamental derecho a informar, entonces usurpado por el poder político y hoy, no sé si incluso más peligroso, por el del dinero propietario de -a través de su capital social o la publicidad- los medios, ambos poderes, los dos, totalitarios 

No es la Ley 2/1984, de 16 de marzo ordinaria sino Orgánica, pues defiende un derecho constitucional de toda persona natural o jurídica, a las que otorga la posibilidad de rectificar, dar su versión discrepante respecto a cualquier información publicada por un medio, siempre que se refiera a hechos que le aludan y él considere, sin que sea preciso que lo sean, inexactos y que, al tiempo, estime que su divulgación le causa perjuicios; es una Ley importante, de tiempo de cambio, que pretendió garantizar el fundamental derecho a la información en su doble dirección: activo, a informar y pasivo, a ser informado con veracidad, de modo que cumpla su fin esencial, ser socialmente útil para tomar decisiones colectivas, destacando en ella tanto el vínculo jurídico entre la rectificación y el esencial derecho pasivo de todos a ser informados con veracidad, aclarando la Sentencia del Tribunal Constitucional 168/1986, de 22 de diciembre, que la Ley Orgánica ni siquiera exige acreditar la falta de veracidad en la información, bastando la simple discrepancia con sus términos de quien rectifica y que le perjudique, en sentido amplio. 

Pese a todo, lo cierto es que tan lógico, útil y saludable derecho no se ejerce, pienso que por muy diversas razones entre las que encuentro como primeras la cautela -o miedo- que genera en la mayoría hacer frente -por lógico que sea- a medios que tienen tanto poder tan impune en la elaboración de la opinión pública y la cuidada glosa de remilgos leguleyos de doble, incluso triple, uso que, mayoritariamente, se hace de tan clara norma al administrar -de modo conservador- Justicia; en la práctica, rectificar es, pues, un derecho que apenas se ejerce, defraudando las expectativas de regeneración que en tan valiente figura depositó, sin duda, el legislador postfranquista. 

Veamos un ejemplo de falsificación que exige rectificación. Paolo Flores d'Arcais, dicen que filósofo, periodista, editor "progresista" italiano, con status aquí de mirón que se limita a dar tabaco, que resueltos, supongo, los serios problemas de su país, usa el acogedor calor que le da, también "progresista", El País para dejar el publirreportaje titulado "Una enorme y frágil esperanza", en el que vago, laudatorio y mal informado, desgrana cuatro nimios datos del acuerdo/programa "progresista en coalición", para España "nuevo", que el italiano, ido, define como "un preciso catálogo de todo lo que resulta absolutamente necesario hoy para poder hablar de reformismo", en el que, muy indicativos, Sánchez y los ahora mudos Iglesias & Sra. se conjuran a "luchar contra el cambio climático" con el dañino oxímoron de un ficticio "crecimiento sostenible" -el crecimiento, hoy, destruye- que, además, "cree empleo y reduzca la desigualdad", farfolla multiusos que, al servicio de cualquier ideología, apoyan, intercambiables, sindicatos y CEOE, pese a carecer de la menor referencia a cuánta energía se generará en el futuro, quién decidirá el modo y qué normas regirán el -por obligación- escaso consumo de la energía generada, dándonos a entender con ello que todo seguirá en manos del oligopolio que, de modo cruel e irreparable, dañó el equilibrio natural y lo seguirá dañando; junto a la insufrible desigualdad, me parece que una fiel definición valiente de la política energética debiera ser lo más urgente del "programa de gobierno" que, vaya usted a saber por qué, tanto gusta al filósofo, periodista, editor "progresista" italiano que, como guinda, afirma que "la permanencia en prisión de Junqueras y todos los demás condenados sigue siendo una vergüenza y un obstáculo", sin explicar para qué o quién; buen ejemplo de ignorante pisacharcos. 

Siguiendo la moda, ve trascendente el filósofo preocuparse por, ¡pobrecitos!, los españoles y dice que tan "esperanzador y frágil" programa "sitúa en el centro no la 'empresa' en abstracto, sino a los trabajadores", referido, supongo, a sueldos, horarios, vacaciones,..., haciendo que me arrepienta de los eternos debates -sin duda errados- que los pocos ilusos, comunistas, que luchaban contra Franco, miembros de las casta del 78, mantenían sobre cómo exigir la participación de la fuerza del trabajo en las decisiones notables que tomaban las empresas, decisiones que hoy, "progresistas", es evidente que debemos dejar exclusivamente en manos de sus propietarios, a los que, con incluso derecho de pernada, en "Novecento" llamaban patrones, para así lograr que nos siga yendo como hasta ahora nos va... y seguir cayendo. 

Alaba el mirón también el trato que dan nuestros "progres", de la forma que he dicho, a la "urgencia ecológica", como también a la disminución de "la brecha entre ricos y pobres" utilizando el aumento del salario mínimo ¡hasta 1.200 euros!, a la mejora en la salud pública -¿pagarán Valdecilla de una p... vez?-, a la derogación de la ley mordaza para que, solos, nos amordacemos nosotros, la -¡auuuu! aullaba rebelde el "Hermano lobo"- subida de impuestos al capital, el control de alquileres, la educación pública,..., catálogo de lugares comunes para todo el que se postula izquierdista, suaves para no enfadar al poder real, laudatorios, entre los que, eso sí, echo en falta referencias obsequiosas hacia la (in)eficaz privación de su presunción de inocencia y otros derechos esenciales a que cuatro plúmbeas páginas del programa de los coaligados someten al depredador varón ¿no será, acaso, el despistado italiano un machista? 

Nuestros "progresistas" deberían cambiar su criterio sobre el "progreso", su boba, depredadora, destructiva idea de que la naturaleza está a nuestro servicio y, además, es transformable, exprimible, inagotable,... y olvidarse de subir, crecer, incrementar,..., plantar cara y decir a su jefe, al capital, que hay que frenar lo de generar, consumir, incluso lo de incrementar sueldos, pensiones,..., pararse a pensar, hacer somero inventario de lo que tenemos e idear un nuevo -más equitativo- reparto, esperar su respuesta y, a tenor de ella, actuar. Actuar en serio. 

Concluyo animando a todos a exigir que los medios que las difunden rectifiquen sus muchas noticias falsas (mal)intencionadas, que lo hagan sin abogado, y sustituyo otro final ya escrito por una emoción vivida en el autobús con alguien de 95 años y un ictus a sus espaldas, el pasado, Miguel "el ruso", irritado con el "populismo" o "progresismo" actuales, cargado de años de emigración huyendo, de paros, huelgas, despidos, inseguridad, miedos, detenciones,... y, enterrado en mil recuerdos, un agradecimiento: "En la peor caída de "el Partido" no fui a la cárcel porque Coterillo, torturado y privado 10 años de libertad, no quiso decir mi nombre". Nada que rectificar.

domingo, 2 de febrero de 2020

90 Los domingos, cavilar El arco de un triunfo Fernando Merodio 02/02/2020

90 Los domingos, cavilar 
El arco de un triunfo 

Fernando Merodio 
02/02/2020 

"El gran reto es la conversión sensible en edificio público y, a la vez, ser honesto con su historia". David Chipperfield. Sobre el Banco de Santander. El Delirio Montañés. 08.12.19) 

"Tenemos a los mejores y más hábiles mentirosos del mundo, a los más astutos y diestros ladrones (...) Puedo proporcionaros ancianos que saben timar a los mejores timadores y quedarse con todo su dinero. Podemos ganar al mundo en todos los juegos" (Brigham Young. Segundo presidente del Movimiento de los Santos de los Últimos Días; los mormones). 

Al tiempo que peleo contra el jarrón chino en que tratan de convertir la catástrofe climática, coexisto con el ensayo general del virus -que quizás ensayan- para resolver el problema de la superpoblación mundial, me alarmo ante el crecimiento de populismos y nazionalismos -de toda laya- previos a un poderoso muy negro fascismo y convivo con la mercantil PSOE, el matrimonio peronista del chalet con piscina, el esperpento Revilla y ahora el -judicialmente-renacido Marcano, estoy atrapado en la lectura de "La poeta y el asesino", de Simon Worral, que narra con detalle de historiador cómo un mormón tramposo, ¡ay la religión!, luego asesino, falsificó un manuscrito de la poeta Emily Dickinson -"El corazón quiere lo que quiere, o, si no, se vuelve indiferente"-, al tiempo que saca a la luz pública la falacia que es Sotheby's y todo el mercado del arte; aquí nos lo ha dejado muy claro Jaime Botín y su "amor" por Picasso. 

Todo ello está directa, íntimamente relacionado con la infame parodia actual consistente en pretender convertir la tétrica historia de la sede de un cruel banco en sacrosanto depósito de -lo que él decida que es- arte y, al tiempo, sucio icono de una ciudad, la mía, muy favorecida por la naturaleza y cruel y estúpidamente dañada por el hombre... y la mujer; con las dificultades que supone acceder a la ajetreada historia del edificio del banco, en especial en la Wikipedia, que tiene denunciada la manipulación sistemática por la entidad prestamista de sus entradas en ella, parece estar claro que el edificio original -la mitad situada a la derecha de la calle Martillo- fue construida en 1881 para Claudio López y López, hermano de un reputado negrero, el primer marqués de Comillas y que, antes de ser banco, fue hotel hasta 1923, ocupando hasta 1962 sólo esa mitad; lo relato para, como, "poético artista", dice Chipperfield y, hasta la náusea, reiteran sus hagiógrafos, "ser honesto con su historia". 

Era 1947, el culmen ilícito de la negra dictadura franquista, y el arquitecto Javier González Riancho iniciaba la planificación del edificio del otro lado -no decir el izquierdo- de la calle Martillo con la para los hagiógrafos genial -y abusiva- idea de unir ambas mitades con un arco que, habida cuenta la propiedad ciudadana de la estoica calle que sobrevoló, supuso el abuso de crear, supongo que "manu militari" del ejército de Franco, sobre el derecho de propiedad comunal del suelo un nuevo derecho, ¿documentado y registrado?, real -del latín, rei, cosa- para construir, ocupar el vuelo y tapar el cielo, un insoportable y humillante gravamen para los propietarios de la calle, el resto, los entonces -como ahora- sufridos vecinos de Santander, finos y educados expertos en otorgar callando, prácticos en la cobarde ley del silencio; ignoro por qué, el atropello no se consumó hasta 1958-1960, y el edificio completo se inauguraba en 1962. 

 
       Arco de la Victoria de Moncloa                      Arco de Triunfo del Banco Santander

Considera hoy Chipperfield, arquitecto-artista que, a lo que se ve, ignora la historia, que "la característica más destacada del edificio es su arco monumental", un vulgar medio punto abovedado que, según él y los turiferarios que lo consideran "epicentro icónico" del Paseo Pereda sin otras consideraciones sobre su condición de abusiva imposición autoritaria en un momento en que mandaba el fascio, afirman que "a la vez define y divide al edificio. Lo hace especial (...)", obviando su similitud con otros "arcos monumentales" propios de aquella dura época, como el Arco de la Victoria de Madrid, conocido como "de la Moncloa" o "Arco del Triunfo", derrota de una mayoría, construido -casual, como aquí el icono- entre los años 1950 y 1956, para conmemorar, en la capital que luchó hasta el final, la victoria de los sublevados contra la República en la batalla de la Ciudad Universitaria, ubicado en una de las principales entradas a Madrid, la Ciudad Universitaria y la carretera de La Coruña, con ornatos de frisos alegóricos, la Cuadriga de Minerva, diosa de la sabiduría, las artes, la estrategia militar,..., e inscripción latina - "A los ejércitos aquí victoriosos / la inteligencia, que siempre es vencedora / da y dedicó este monumento"- que recuerda la victoria y, cruel, homenajea la construcción de la nueva Ciudad Universitaria que la (in)civil guerra había destruido​. 


Nadie piense que el arco del banco se privó de esculturas -en la parte alta, explican su (falsa) realidad, el ahorro, la agricultura, la industria y la justicia (¡)- ni de la gloria de un friso con figura alada que, dicen, le representa; bajo el friso, grabaron en piedra Banco de Santander, humilde reflejo de su pertenencia a esta ciudad y, quizás, falso truco para la usurpación del vuelo de la relevante calle Martillo, que era camino hacia el, ese sí, hermoso Teatro Pereda y el Río de la Pila, hurtando el cielo de un suelo ciudadano, de todos, un reflejo que, pasado el breve sofoco de saberse autores de un atropello, a esa familia de nombre metafórico sin duda pareció un exceso de generosidad ser considerados parte de la ciudad, por lo que borraron la preposición "de" y, gramaticalmente, privaron a aquella de cualquier atisbo de afectiva proximidad con aquellos que viven del dinero del resto, lo llamaron "Banco Santander" y lo dotaron de la apariencia de dueño de la urbe que bordea una pequeña cala en el mar Cantábrico, golfo de Vizcaya, océano Atlántico, territorio todo él del dinero no nacido del sudor fatigoso del trabajo, al tiempo que iniciaron una apestosa retahíla de actuaciones de apariencia filantrópica, cual Médicis o, sin duda más horteras, Carnegies, Gates, Soros,..., o no sé si Trumps, que intentan no pasar a la historia como autores de múltiples abusos -impunes o no- sino de un ofensivo e interesado reparto de migajas; los que saben dicen que, hoy, pretensión de confinarnos en un pequeño rincón de la nada, identifican la entidad del arco, sin más, como "Santander". 

La derecha local, transparente, líquida y sumisa siempre, en la que ahora se incluye el (im)previsible y revoltoso reservista Ceruti que, tras haberse sumado a la ola de los que aplauden el destrozo de nuestros montes por las multinacionales eléctricas y su intento de agresivo pacto con el dios Eolo, revuelve "la cosa" y, provocadora, la bendice afirmando plano, sin matices, que es mérito de la omnipresente "familia" usurpadora de suelo, vuelo y cielo que "van a utilizar un edificio suyo en un lugar emblemático y en el que invertirán 45 millones", al tiempo que nuestra agencia local de la mercantil PSOE y la coyuntural rémora adherida a su chepa que, políticamente correcta y en femenino, histérica repite que puede, sin explicar qué, se quejan de ignorarlo todo sobre el proyecto de la familia Botín -acostumbrados como están a que sean sus amigos quienes les ayuden e influyan en los expedientes administrativos, como tan bien explica el (¿olvidado?) caso de los espigones de la playa de La Magdalena-, exhibe una ignorancia y desidia supinas, pues incluso yo he podido mostrarme parte interesada en el expediente y, a partir de ello, tener una copia completa de la denominada "Modificación puntual del Plan Espacial de reforma interior, protección y rehabilitación del Paseo pereda y calle Castelar"; ante su obvia dejadez ignorante resulta difícil imaginar cómo los munícipes de la oposición -con muy altos sueldos por no hacer nada- van a defender, incluso sin la amenaza de Franco ya muerto, el legalmente muy protegido Bien de Interés Cultural-Conjunto Histórico Paseo Pereda y calle Castelar y, aún más fácil, cómo van a librarnos de la humillación -casi física, real- de tener que agachar la cerviz cada vez que, osados, pretendamos pasar bajo el arco impuesto en los más duros tiempos de Franco, que ahora pretenden demediar y que, afín y coetáneo al de La Moncloa conmemora el triunfo del peor dinero, el que no nace del sudor y el trabajo, un dinero que fue financiador del golpe militar contra la Ley, entonces republicana. 

Los dos arcos, y otros, vulgares, ofensivos y repetitivos conmemoran pues, si es humano decirlo así, dos victorias abusivas y, con ello, el de La Moncloa nos restriega el abuso de un ejército faccioso contra el propio pueblo que, tras haberle armado y dotado de legitimidad, además le pagaba, mientras el que apabulla el centro del céntrico paseo ciudadano dedicado al autor de Sotileza y Peñas Arriba graba en el (sub)consciente de todos la abusiva superioridad forzada de dinero y ejército sobre la gran mayoría de quienes solo trabajan... y pagan; por ello, soy muy partidario de no agradecer nada a plutócratas y ejércitos y, tratando de ser suave, cubrir de un piadoso manto de silencio la ignominia que, en general, suponen los arcos, sus leyendas, sus frisos, sus estatuas,... Seamos, pues, todos honestos con su historia 

Coda triste. Me ha dolido ver en la contrapágina de la que ocupaba la última doctrina impartida sobre el tema en El Delirio Montañés el pasado viernes, día 31, a un miembro del combativo grupo municipal de Torrelavega que yo tanto aprecio exhibiendo un lazo amarillo sobre el bolsillo de una camisa que, al menos, no tenía las mangas remangadas ¿Qué cree este amigo -lo que es cosa de fe, no de raciocinio- defender con tal lazo? ¿Ha pensado un momento que los del lazo amarillo -tanto la derecha corrupta como los que dicen no serlo- están en las antípodas de la teoría y la práctica que dieron inicio a su combativo grupo político y, estentóreos, desde su xenofobia anuncian, junto a los populistas, un nuevo nazismo?