domingo, 28 de agosto de 2022

234 Los domingos cavilar Gas, fracking y emergencia climática Fernando Merodio 28/08/2022

234 Los domingos cavilar

Gas, fracking y emergencia climática

Fernando Merodio

28/08/2022

Sobre el fracking Revilla ha recordado que el gobierno PRC-PSOE que presidió aprobó un proyecto y ha confesado al respecto que ‘no tenía, hace tres años, ni idea -como de casi todo- de lo que era el fracking’” (europapress 13/03/2014).

El cambio climático golpea ya a a la economía europea” / El País, biblia neoliberal, 14/08/2022)

Climate Action so far: Blah, Blah, Blah” (Greta Thunberg. COP26 Glasgow. 2021)

Cuando -los de siempre- se resisten a adoptar la ineludible, urgente austeridad que analizó Enrico Berlinguer -y, diferente, ahora dicta Macron- y optan por seguir creciendo con gas natural, fracking y energía nuclear, (i)lógicos frenos a la -capitalista- crisis energética y su caos climático, debemos explicar que, mientras de fisión, fusión y sus riesgos se sabe algo, el fracking es arcano de una técnica venalmente destructiva, sin control, para extraer del subsuelo -fracturándolo y contaminándolo con ponzoñosos líquidos a gran presión que destruyen el futuro- combustibles no convencionales como gas natural, energía fósil insostenible, inadmisible para quien, con celo, intente que “esto” cambie, una técnica que, (ab)usando (de) la -lógica- oposición social y científica a carbón, petróleo y su dañino uso masivo, al tiempo que manipulando la pandemia y la guerra que a los geopolíticos interesa publicitar, para proponer -de modo torticero- tan funesta técnica como seria, limpia solución “renovable” a la suicida -y pueril- situación de dependencia tecnológica y energética del capital europeo y USA respecto a China, Rusia, mundo árabe,… y su criminal desprecio -incluso mayor que el nuestro- de los derechos humanos ajenos, lo que exige cavilar sobre su incidencia en el caos climático y, con idéntico esfuerzo, acerca de quién genera la energía y cómo lo hace.

EL ROTO 15/03/2022

Si, para limpiar tal mancha/lacra, se acude al fracking, hay que saber que este multiplica por 5 las emisiones de gases efecto invernadero GEI, envenena acuíferos, altera niveles freáticos, crea riesgo de seísmos e incendios,… y preguntarse cómo es posible que, pese a ello, sea apoyada aquí y permitido en los USA como forma de suficiencia energética “ilustrada”, debiendo (pre)ocuparnos por cómo desde que el 13 julio 2016, hace más de 6 años, el presidente de la Plataforma para la Defensa del Sur de Cantabria denunciaba en Bruselas, ante la Comisión de peticiones del Parlamento Europeo que las 532.100 Ha de nuestro pequeño, mínimo, inventado territorio tienen afectados dos tercios -y en riesgo todas ellas- por derechos concedidos a -los proyectos Bezana-Bigüenzo, 2009, Luena, 2010, de la Repsol que quiere apropiarse del agua de Alsa, y Arquetu, 2011, regalo, como en el “concurso eólico”, del peligroso ignaro Revilla a un lejano, desconocido, oscuro capital gallego y no dejarnos engañar porque los sondeos de prospección estén -administrativamente- “suspendidos”, pues los permisos están vivos cual espadas de Damocles sobre -la vida de- las víctimas del osado facha purriego, sin que ningún anti-taurino se apiade de Valderredible, Campoo, Valdeprado,... y el dañino estoque que, junto a otros riesgos, pende sobre ellos.

EL ROTO 29/05/2022

Mientras nos hablan de fracking, gas, energía nuclear,… como quijotesco bálsamo de Fierabrás, un informe del -poco fiable, es afín al sistema- Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, IPCC ONU, dice que, con la política actual, la temperatura media global aumentará 3ºC antes de 2050 y abre paso a inestabilidad y fenómenos climáticos catastróficos -que ya se atisban-, no debemos olvidar que, frente a los insufribles 4 millones de desplazados fijos que genera “lo de Ucrania”, en 2020 estos fueron 30,7 millones y más de 9 millones los muertos prematuros -datos oficiales- causados por la emergencia climática, cifras que, ciegos egoístas, interiorizamos, mientras la “culta” Europa aprueba la -útil en especial a Francia y Alemania- falacia de que energía nuclear y gas natural cumplen como energías/inversiones sostenibles, con políticos españoles tan míseros -y cínicos- que, reos del capital y, ahora además, de los sátrapas de Argelia y Marruecos, no potencian el uso del transporte público, sino que subvencionan 20 céntimos/litro a gasóleo y gasolina para el nocivo, insostenible, anacrónico vehículo individual, al tiempo que la excepcional Ley de Cambio Climático y Transición Energética -facilitada por la alarma del Covid19, mayo 2021- es apuesta suicida, servil al capital que mantiene -infla incluso- la generación de energía -sobre todo eléctrica, salvajemente “concentrada” que enriquece -más y más- al insaciable, maligno capital, siendo en especial ofensivo el alarde del petulante “progresista” Sánchez, gatopardiano cutre que pretende exhibir a -”la pobre”- España como ridículo, increíble “hub de gas” que facilita servicios de mercado, logísticos, financieros a países mucho más poderosos que ella, en una coyuntura con urgencias de energía que, sin ningún mérito propio sino tras solo haber rendido pleitesía a crueles sátrapas del sur y traicionado al pueblo saharaui, le permite alardear -insostenible y ridículo insisto- de que almacena 540.000 m3 del -funesto- gas natural licuado y tiene capacidad para regasificar 1.800.000 m3 más, ignorando -solo es jefe de planta y, además, actúa con malicia- que ese gas natural, siendo combustible fósil con menor impacto ambiental que el fuel o el carbón, emite cantidades -muy- importantes de CO2, NOx, SO2, CH4,… y colabora muy seriamente con ello a la catástrofe del caos climático.

EL ROTO 20/05/2022

Caos cierto que solo ambiciosos interesados, ciegos estúpidos o políticos venales niegan o minusvaloran y es causa de que la agricultura, dependiente del clima, la construcción, afectada en las condiciones de su trabajo, el turismo, con desfavorables cambios de hábitos, y -para fruición del gran capital- la energía, en la que se quiere imponer, como vemos, el gas -insostenible provocación de una espiral destructiva- tengan que asumir el -ya urgente- reto de hacer frente a los efectos de un clima impensable, temperaturas extremas y sequía -o lo opuesto- de carácter estructural que “condicionen las fluctuaciones de crecimiento e inflación”, frente a lo que los políticos no tienen respuesta, una situación ya evidente cuando -siempre El País, 20.08.2021- la culta, “ilustrada”, revolucionaria -realmente poco preocupada por la emergencia climática- Europa “acelera el acopio de gas con los precios en máximos” beniciando, sin duda, a Argelia, Marruecos,… y, un poco, a la patética, dócil España, que echa en saco agujereado, corcusido los -por nadie cumplidos- acuerdos de las rimbombantes, caras y publicitadas Cumbre de la Tierra de Río, 1992, Kioto, 1997, con su célebre-dañino Protocolo que estableció la rechazable moda de las “compensaciones” para ricos incumplidores, Copenhague, 2009, sin garantías para el compromiso de no exceder los 2ºC de aumento de temperatura, Varsovia, 2013, nuevo fallido “hito histórico”, París, 2015, que rebajó a 1,5º los 2º recomendados e instauró, inane, lo del “daño irreversible”, Chile-Madrid, 2019, “Cumbre de la ambición” o del “Tiempo de actuar”, la más larga y con mínimos avances, algo que también ocurre con la última, Glasgow, 2021, solo recordable por la acerada, exacta crítica de Greta Thunberg: “¿Cuánto tardarán los políticos en despertar? La cumbre del clima se ha convertido en un -caro- festival de dos semanas para lavar su conciencia, donde todo sigue igual y todo es bla, bla, bla”. “Climate Action so far: Blah, Blah, Blah”, algo exacto y cierto, pues mientras caemos hacia la destrucción, todo es -solo- bla, bla, bla.

Si el resto, la mayoría, muchos de nosotros no actuamos enérgicos -nadie piense en el cuento chino de dialogar con quien, desde el poder, nos machaca- frente a capital, políticos y -la odiosa aportación de los- medios de comunicación perrunos con quien los paga, es evidente que “esto” -si es que aún tiene freno- no hay quien lo pare, no encontrando otra explicación posible a la suicida actitud de quienes abusan de espurio poder vicario que la de que estén en la pueril creencia de que basta taparse los ojos para que lo que temen no los vea y, además, hayan maquinado algo “genial” para salvarse -solo “ellos”- pues, quizás en efecto, sean tan egoístas y estúpidos como parece y -si es que piensan- juzguen que va a ser suficiente con acopiar destructivo gas caro extraído con fracking y despilfarrar dos o tres cumbres más para quedar “ellos” junto a, quizás, sus crías, fuera de la catástrofe global a que nos conducen.

 "Dura lo mismo que un partido de fútbol y merece la pena"

viernes, 19 de agosto de 2022

233 Los domingos cavilar Sequía Fernando Merodio 21/08/2022

233 Los domingos cavilar

Sequía

Fernando Merodio

21/08/2022

España se seca” (Primera página de El País. 10.08.2022)

La contaminación provoca más muertes que la covid”. “La corriente más radical considera inviable una transición con renovables y defiende que la única forma de evitar el desastre es reducir el consumo de forma drástica” (Clemente Álvarez. El País 15.05 y 09.08.2022)

El inventario del mundo, inconcluso, estaba hecho de chatarras, / vidrios rotos, / escobas calvas, / zapatillas caminadas, / botellas bebidas, / sábanas dormidas, / ruedas viajadas, / velas navegadas, / banderas vencidas, / cartas leí, curiosa, no convencida al findas, / palabras olvidadas y / aguas llovidas” (Eduardo Galeano. “Espejos”)

Ya en el siglo XXI y para -casi- cerrar una Historia -casi- Universal que tituló Espejos, Eduardo Galeano enumeró un inventario general del mundo constituido por chatarras, solo cosas gastadas, cicatrices, dolores del alma, basuras, exacto resumen de vida vivida, enumeración parcial, dura que, él explica, en realidad elaboró, por mandato de Dios, Arthur Bispo do Rosario, negro pobre, marinero, boxeador y artista que murió, exhausto, en el intento de cumplir la orden divina, siendo cierto que antes, en 1881, Walt Whitman, autor cívico, poeta de Hojas de Hierba, profeta del hombre común en sociedad, como otros, hizo poesía con similar ambición que Galeano en las Memorias del Presidente Lincoln: “Oh, Capitán, Mi Capitán / Terminó nuestro espantoso viaje / El navío ha salvado todos los escollos, hemos ganado el premio codiciado / (…) / Mas yo con pasos fúnebres / Recorro la cubierta donde mi Capitán / Yace frío y muerto”, dañado por la desaparición del referente que, anciano combativo, explica en Sands of seventy, “Siempre los ojos anhelantes, los hurras, las manos dando palmadas de bienvenida, el aplaudo sonoro; / Siempre el alma insatisfecha, curiosa, no convencida al fin; / Luchando  hoy como siempre, batallando como siempre”, una llamada a que, perdido el timonel, cada cual haga inventario final de las chatarras generadas tras la vital lucha.

Sumidos hoy en lo que nadie ignora, ni siquiera los incapaces que -como aquí- (des)gobiernan el mundo, esa crisis climática que, en vano, se esfuerzan en ocultar tras -para ellos- útiles pandemias, reiteradas guerras, idóneas inflaciones y, presentes aquí ahora, recesiones sociales no futuras, una emergencia del clima mucho más grave de lo que quieren admitir, caos planetario que derribará, sin tardar, el andamiaje pueril de egoístas intereses construido cual prostíbulo con -falta de- ideas, derechos, libertades de la Ilustración y revolución francesa, traídas a pútrido saldo por Napoleón y la reacción burguesa, trocadas en opresión injusta de -casi- todos por pocos y motivo de prolapso del mundo en desigualdad, hoy existente entre poder e impotentes, capital y trabajo, occidente y oriente, norte y sur, arriba y abajo,..., que hace necesario, urgente que, ¡Oh, Capitán! ¡Mi Capitán!, surjan del fondo del pueblo sabios que, éticos, inventaríen las chatarras como -al parecer- Dios encargó a Arthur Bispo do Rosario e hizo público Galeano, de modo que, revolucionarios, volvamos a entender el mundo, valoremos lo hecho hasta ahora y hagamos frente a lo que, terrible, emerge.

EL ROTO 16/01/2015

¿Y que podemos hacer hasta que esos sabios surjan? Entre otras cosas, analizar y exigir el cambio de los protocolos con que dicen defendernos, acabar con las -y los- que, sollozantes, falsos suplican cambios, ayudas transversales, pues lo urgente no es el problema de esas -y esos- sino que, en especial, forzados, -casi- regalemos nuestra única fuerza, la del trabajo al capital corrupto que apoyan y potencian políticos lejanos y próximos que, además, no explican las finanzas, el negocio del banco, los ruinosos gastos superfluos, las sociedades diversas, directores, secretarios, asesores, amigos, familiares, sueldos,..., elaborar, como hicieron Arthur Bispo, Galeano, Whitman,…, un inventario general exacto de tan dañinas chatarras y si, como muchos pensamos, ahí radica parte esencial de la causa de nuestros problemas, intentemos cambiarlo y nos preparemos para cuando, más pronto que tarde, empiece a caer el entramado.

Con datos de “ellos”, estaría en el inventario de peligrosas chatarras los datos que da Jessica F. Green, catedrática experta en energía, que “Cien empresas -las que ahora dicen ir a resolvernos el problema- son responsables del 70% de emisiones globales” y aclara, quizás infantil, que “hay algunos malos y debemos centrarnos en ellos, pero son muy poderosos”, sabiendo que aquí cerca, intentando destruir nuestros montes, tenemos unos cuantos, o los de Manuel Planelles, El País, avispada biblia neoliberal, 19.05.2022, al advertir que “cuatro indicadores de la crisis climática - gases efecto invernadero concentrados, subida del nivel del mar, calor acumulado en los océanos y su acidificación- marcaron su nivel más alto en 2021”, o los de Clemente Álvarez, también El País 18.05.2022, cuando avisa que “la contaminación provoca más muertes -9 millones prematuras/año- que la covid” o, cerrando este breve registro enunciativo, la primera página y las dos interiores, otra vez de El País, 10.08.2022, al anunciar que “España se seca”, “las reservas de agua caen al menor nivel desde 1995”, e incluso zonas húmedas del País Vasco, Galicia o la sierra de Huelva, “seis comunidades sufren cortes de suministro”, mientras, por tranquilos que digan estar los ministros, “la predicción es que no llueva suficiente en los próximos meses”, añadiendo siempre El País, 15.08.2022, que ”las plagas globales -pandemias, clima, desigualdad, guerras, fiscalidad,…- arrodillan a un mundo incapaz de afrontarlas unido”.

EL ROTO 30/07/2022

En tal situación, Clemente Álvarez constata ambiguo el 09.08.2022, que “el discurso del colapso divide a los ambientalistas”, explicando que “colapso” es la “crisis energética” y falta de avances contra la emergencia climática e identificando, supongo, el engañoso, blando, poco gallardo adjetivo “ambientalista” con la designación -muy- parcial de quien, al hacer política, “defiende de forma activa el medio ambiente”, añadiendo que, frente a posturas afines al “sistema”, que dicen preferir el colapso, alguno piensa que, al ser el síncope “probable, teniendo en cuenta la inercia y que no seríamos la primera civilización que colapsa”, pues ya “26 civilizaciones lo han hecho antes que la nuestra”, ello lleva a concluir que, “si no reconocemos el problema, no vamos a poder enfrentarnos a él” y que “hacerlo obligaría a cambiar muchas cosas, no solo la manera de vivir a nivel individual”, por lo que, “como sistema deberíamos estar ya haciendo una transformación muy seria, muy rápida, que no se quiere o no se sabe hacer”, siendo solución -única- “estrategias colectivas políticas de transformación, sobre todo en la cuestión clave de la redistribución”, lo que, tibio, ratifica, pienso, lo que hace años, con mérito, reclama Greta Thunberg, acabar con lo sucio del capitalismo y reducir, de modo radical, el consumo, ¡cambiar el sistema!

Cavilo sobre lo práctico y concreto de aquí ahora, el origen de, entre otras alarmas, la sequía, ¡ay Repsol y Alsa!, en el -húmedo- territorio que a Revilla y otros convino segregar como Cantabria y en el que desde hace años, más de 12, intenta asustarnos con su -poca- fuerza la flor y nata del -inepto- poder político y energético que, tras que TSJC y TS anularan, por ilegal y dañino, “su concurso eólico”, 1.400 Mw, quieren ahora implantar más de 2.000 concentrados en propiedad comunal que intentan usurpar para sus turbios designios -lo explica V.I. Lenin en “Imperialismo: fase superior del capitalismo”- “las mayores extensiones posibles de toda clase de tierras, estén donde estén, sirviéndose de cualquier medio” y, así, parte de las 100 empresas causa del caos climático seguirían controlando la generación energética, tras -¿a cambio de qué?- pactar con “progresistas” locales y fascistas abrazados al terruño -antes con el PP- en nuestro páramo legal, sin Ley del Suelo, ni PROT, ni PSEC, ni Plan eólico,…, con la ilegal legislación estatal de emergencia ad hoc que propició la covid19, PNIEC 2021-2030, Ley del Cambio Climático, Tratado sobre la Carta de la Energía e ISDS o RD-ley 23/2020 y, tras cavilar sobre ello, reparto abrazos, río, felicito y aplaudo lo logrado -ejemplarizando- por la pequeña, sería y sólida Plataforma: en 12 años ni un solo polígono eólico concentrado en nuestro, ¡sí, nuestro!, querido, mínimo territorio.

Nuevos consquistadores nos robarán hasta el agua

domingo, 14 de agosto de 2022

232 Los domingos cavilar Auschwitz y las bolsas Fernando Merodio 14/08/2022

232 Los domingos cavilar

Auschwitz y las bolsas

Fernando Merodio

14/08/2022

“¿Qué es un campo? ¿Cuál es su estructura jurídico-política, la que (lo) hizo posible (…)? (…) no (es) un simple hecho histórico o una anomalía del pasado (…), sino, en algún modo, la matriz oculta (…) del espacio político en que aún vivimos”. (Giorgio Agamben. “Medios sin fin.”)

“Resistir no es solo negarse a aceptar la absurda imagen del mundo que nos ofrecen, también denunciarla. Y cuando el infierno se denuncia desde dentro, deja de ser infierno. (...) El carácter armado de los indígenas zapatistas no molesta (un poco de plomo acabaría con su “imprudente” desafío), (...) asusta que existan.”. (John Berger. “El tamaño de una bolsa”)

La pasada semana miraba hacia atrás cavilando sobre cuestiones básicas, actuales, dañinas para mí… y para el resto, pese a que, lo tengo dicho, critican que me refiera a lo propio, pues lo ven vacuo, narcisista, peligroso y, pese a que tienen algo de razón, lo cierto es que hacerlo me ayuda -al menos- a desahogarme; hoy salgo de mí y cavilo sobre Auschwitz -“no hace mucho, no muy lejos”- y la idea de Agamben de que el lager, “eventualmente sigue estando presente” y nos rodean los que, como sus kapos ´-prisioneros con autoridad sobre otros presos-, hacen de la maldad cotidiana el “sucio oficio de todos los días” que denunció Primo Levi; cavilo sobre el campo de exterminio y la ficción -insisto, ficción- motivadora del estado de excepción que, en interés de unos cuantos y sin apoyo en Justicia o Derecho común, imponía una custodia protectora (en alemán Schutzhaft), una actuación preventiva de interés -decían que- general frente a algo concreto molesto para una facción que, al imponer una cruel estructura jurídico-política, lograba que lo que ocurriera en el campo/lager, por ilegal, abusivo, incluso inhumano que fuera, pudiera y debiera ser visto inteligible, legal, humano, un muy sencillo mecanismo egoísta, cómodo para habilitar arbitrariedad ajena a la ley, permisiva de una iniquidad habitual de apariencia aceptable, necesaria incluso, permisividad a la carta que usa la ignara secta/pacto de aquí ahora, síntoma, al exprimir el funesto ras que facilitó la útil alarma del Covid19 extirpando derechos fundamentales, incluso carnales, y reprimiendo a quien no acata el ordeno y mando de quienes pastorean a los codiciosos que -ayer- decían “poder” y a la “progresía” reaccionaria que, con decretos-leyes, nos machaca, evita legislar y crea dañina inseguridad jurídica, agravada al recomendar una arbitraria interpretación “flexible”.

EL ROTO 21/07/2018

A partir de una situación similar, Giorgio Agamben, filósofo, afirma que el análisis del riesgo de exterminio, para ser serio, no debe limitarse al estado de excepción extremo, campo de concentración, lager y, para ello, crea el concepto genérico de “campo, que no es solo “el lugar en que se ha desarrollado la más absoluta conditio inhumana”, sino la “matriz oculta” que lo posibilita, con la norma actual, en “el espacio político en que vivimos”, descrito como “espacio que se abre cuando el estado de excepción se convierte en regla”, de lo que son ejemplos Auschwitz, Guantánamo, Yugoslavia, el gulag, el terrorismo de Estado,…, o, difusos, “la útil alarma del Covid19”, la generación de energía, la inflación canalla y más daños que, antes de Agamben, valoró Primo Levi tras sufrir lo extremo en Auschwitz, afirmando desde convicciones personales vividas que en el origen de la barbarie está la idea de que quien piensa distinto es extranjero, enemigo de nuestros privilegios y, a partir de ello, el lager es “producto de un concepto del mundo llevado a sus últimas consecuencias con una coherencia rigurosa”, advirtiendo que mientras el concepto subsista, las consecuencias amenazan”.

Michel Foucault y Octavio Paz, entre otros, explican que la opresión se ejerce hoy desde el lenguaje perverso del capital, manoseado por el odioso poder mediático, del que dice Chomsky que, usada por sus propietarios, “su propaganda es a la democracia lo que la cachiporra al estado totalitario”, un poder espurio -que dicen libertad de expresión e información- robado por unos pocos para crear una forma suave, moderna, aceptada del lager, sin la explícita violencia nazional-socialista pero anuncio de algo peor, peligrosa, extensa, con codazos para cobrar los represivos sueldos de kapo y la evidencia de que, hoy igual que entonces lo describió Primo Levi, quienes sufren la experiencia cruel, callan o hablan de ella, guardando silencio por el serio malestar que Levi llamaba “vergüenza” -hoy controlado por el imperio de los media que define, arbitrario, lo vergonzoso o, por contra, lo decoroso, noble- o hablando pese al dolor que causa, sabiendo que la herida de lo vivido, por malo que haya sido, les trasciende y narrar su causa es relevante para el futuro del resto, siendo inteligente ejemplo, en 1938, la sabia advertencia de Brecht en ”Primavera” (“Poemas del lugar y la circunstancia”), avisando que “Al gorjeo de los estorninos / se mezcla el trueno lejano / de los cañones de las maniobras navales / del Tercer Reich”.

EL ROTO 02/06/2012

John Berger, marxista experto en arte, autor de “Puerca tierra”, primera parte de la trilogía “De sus fatigas”, en otro hermoso, sensible, muy estimable libro, se (pre)ocupa analizando lo que, críptico, llama “El tamaño de una bolsa” y, para lectores ansiosos, ya en su contraportada aclara que “la bolsa en cuestión es una pequeña bolsa de resistentes que “se forma cuando dos o más personas se ponen de acuerdo y se unen” para hablar de cosas importantes, del poder, de historia, de arte, de sexo, de la vida,..., “intercambio que refuerza inesperadamente la convicción de que lo que está sucediendo hoy en el mundo es perverso y las explicaciones que se nos suelen ofrecer al respecto son un montón de mentiras”, enfatizando que escribe -motivos le sobran- con la “mayor sensación de urgencia” y, para captar resistentes, reflexiona, escribe/dialoga sobre cuestiones diversas de apariencia hermética, sugerentes pienso, sobre Miquel Barceló y las ausencias de la verdadera pintura, Miguel Ángel y lo opuesto a un nacimiento, Rembrandt y los abrazos, Van Gogh, su corta vida y el riesgo de perderse, Brancusi  y sus “besos”, ¡cuánta verdad vivida en el sugerente, monolítico y áspero “beso” de su tumba en Montparnasse!, Frida Kahlo y su aventura amorosa con Trotski, Diego Rivera y el comunismo, “Viva La Vida”, último cuadro de Frida,…; lucha contra la gran derrota del mundo, cruza ideas escritas con el subcomandante Marcos, explica que la del águila y la garza, el campesino europeo que se resiste a ser absorbido y el indígena latinoamericano rebelde a ser asesinado, la pausa en el vuelo de sus letras y la resistencia armada de Marcos,… son reflexiones con apariencia hermética que, al compartirse, hacen que la serpiente se estremezca en la caverna, tema por su mañana, pues en la caverna no hay hombres, ni mujeres, ni inteligencia humana, ni sexo libre y feliz, ni cultura que no controlen sus fundaciones sin impuestos, ni águilas, ni garzas, ni campesinos, ni indígenas, ni poetas,..., hay capital, ríos de dinero robado, inútil, improductivo, cuentas de resultados, absorciones, fusiones, compras de otros, negocios delictivos, daño al resto, guerra, desigualdad, paro, hambre,... y aquí ahora, está -de nuevo lengua perversa- la alta tensión, turbinas gigantes, subestaciones,..., daño ambiental, destrucción del futuro de nuestros hijos y, si llegaran, de los hijos y nietos de estos,…, caos climático que llaman progreso.

La vieja y culta Europa se ha rendido a la caverna, las caducas estructuras obreras, partidos, sindicatos, gobiernos,…, sumisas, gestionan migajas e ineptas, se rinden al banco y sus siniestras hipotecas, el capital las pasó por encima, las aplastó, laminó y al resto nos hizo convictos, sumisos productores baratos y felices consumidores caros ¿La alternativa?, difícil, muy difícil, Sartre y Hoederer, revolucionarios con las “manos sucias”, apuntan que “la revolución no es asunto de mérito, sino de eficacia, y no hay cielo”, defienden la militancia obligatoria, la inevitable oposición fines-medios, no el diálogo sino la “reconciliación por aniquilamiento del adversario”, hay que leer con calma a Berger o, para empezar más suave, disfrutar de la lucidez de John Ford, que hizo cine y, ya viejo, dijo que “una obra maestra es el resultado de un trabajo colectivo, no un proyecto o intención”, pensar en el águila y la garza, los campesinos europeos y los indígenas del mundo, las palabras y las armas, el arte, el sexo, la serpiente y su caverna, decidir qué queremos y, con prisa sin pausa, reunirnos, hablar, hacer crecer bolsas de resistentes que alberguen esos pensares y quereres, ya es urgente.

En ambos lados, podíamos ser nosotros

domingo, 7 de agosto de 2022

231 Los domingos cavilar Estuve -y seguiré estando- allí Fernando Merodio 06/08/2022

231 Los domingos cavilar

Estuve -y seguiré estando- allí

Fernando Merodio

06/08/2022

 Ya no se puede ocultar que vivimos un gigantesco fraude social, con gobiernos que nos mienten sistemáticamente y hacen lo contrario de lo que prometen (...) El problema es de tal grado que su solución ya no pasa por los trucos del sistema(“Rodea el Congreso”)

 Vivir es tomar partido (…) quien realmente vive no puede no ser ciudadano, no tomar partido, pues la indiferencia es apatía, es parasitismo, es cobardía, no es vida” (Antonio Gramsci “Odio a los indiferentes”)

Con la intención, que algunos miles pusimos en práctica, de “Rodear el Congreso” -y lo que había dentro-, el 25-S de 2012, hace ya casi 10 años, estuve allí, junto a Neptuno, el hotel Palace, el  museo Thyssen-Bonemisza,…, lejos de los leones, que los diputados -con miedo- (man)tenían fuera, protegidos por policía motorizada, enmascarada, con chatarra militar, parafernalia represiva y -vana- intención de atemorizar, estuve incluso más lejos, por convicción, de “sus señorías”, llegado desde Santander a las 8,00 -más de 4 horas de coche- con Miguel, atendiendo a una llamada que el abuso de poder cada día más cierto, la cobardía general y el opresivo silencio de los medios dotaron de la antigua vis atractiva de casi clandestina; esfuerzo que era intención de no aceptar versiones interesadas y conocer de primera mano -en persona- qué era aquello que intuía -hasta que vi a Pablo Iglesias, no con el resto, de pie en una rotonda a la caza ya de palmadas y aplausos- el inicio de algo.

¡NO!

Estuve -y seguiré estando- allí porque, pese a todo, sé la urgencia de desmontar el perverso mensaje de que la crisis que -desde hace décadas- vivimos es severa, pero resoluble, más dañino que el silencio, mientras el sistema se despeña y empieza a aplastar -como siempre- a los más débiles y, explica Toni Negri, “habrá conflictos, enfrentamientos, violencias”, lo que exige apartar, afines, a reaccionarios dañinos y rosáceos progresistas, pues nos explica Rancière que la sabia Grecia, arrumbada hoy -como nosotros- en el basurero de la historia, mostró que, si el demos, los sin poder piden rango solo hay política cuando se gobierna sin intermediarios; tiempo convulso, peligroso, fronterizo, que no mezcla bien con el silencio cómplice, tiempo que Zizek llama “interesante” y exige firme acción popular frente a quienes nos quieren como felpudos y manduca para el enemigo agónico, capital, multinacionales, mercados, bancos,…, al que casi regalamos -a cambio de migajas que arroja Yolanda- alienada fuerza de trabajo, mientras perdemos -a chorros- derechos que ganaron otros mejores, libertad, sanidad, educación, pensiones,…, algo que, pese a -o por- ser tan malo, hará rebrotar -añoro- el viejo concepto de clase y ayudará a acabar con el consumidor individual, materia-masa para retacar el muro que se derrumba; llegó el momento de enseñar los dientes, explicar -si es preciso- con violencia, a gritos que no se sale del caos generado por “ellos” con más caos y menos derechos, inquirirles los porqués, exigir respuestas, reunirnos de abajo arriba en permanente asamblea sin burocracia, rozarnos, expulsar a los adoradores de los ricos que traen chucherías del consumo, promesas, molinos, banderas de insolidarias identidades separadoras, desigualdad, himnos, guerras,… denunciar, juzgar, castigar su dolo, la dantesca peste de un latrocinio que ni podemos imaginar, asumir ya, de una vez, que somos muchos, más que “ellos” y, porque no somos tan ricos como dicen, debemos abordar la turbadora tarea de replantear, alzar de nuevo todos, como se debe, de abajo arriba, la política.

El capitalismo, destilación de la reforma luterana, en especial del calvinismo que, como el catolicismo, con esgrima metafísica justifica a quien se apropia de la fuerza del trabajo ajeno y acumula riqueza, al otorgarle la etérea condición de “predestinado”, une religión y dinero, graba a sangre y fuego el pecado en nuestras afligidas mentes y nuestro código genético, pero no puede ocultar que asistimos a la agonía del sistema que -solo- aparentando igualdad en una parte del mundo, es guerra y hambre para el resto,… y, al tiempo, del pastueño halo con que lo orlan los profetas del despilfarro, incompatible con el contrato social y el Estado de Derecho, logros de la Ilustración y la revolución francesa; frente a él, Enrico Berlinguer patrocinaba en 1977 “austeridad”, no como “política de nivelación tendente a la indigencia”, sino con “finalidad de instaurar la eficacia, la justicia, el orden y una nueva moralidad” y, como Antonio Gramsci, encarcelado en 1921 por Mussolini y el fascio, declaraba “odio a los indiferentes”, pues “vivir es tomar partido” y “quien realmente vive no puede no ser ciudadano, no tomar partido, pues la indiferencia es apatía, es parasitismo, es cobardía, no es vida”.

En la cara norte de la escalada de mi vida, seguiré empujando con quienes, desde casi la clandestinidad, hace 10 años me convocaron a “rodear el Congreso” para “ocuparlo”, pues, hoy más incluso que entonces, “la situación supera los límites tolerables, somos víctimas de un ataque sin precedentes que utiliza la crisis como excusa y nos arruina en beneficio de una oligarquía intocable que, con la complicidad de la política parlamentaria, usurpa los poderes del Estado para incrementar sus privilegios y enriquecerse de modo ilícito” y, dado que, cada día más, “el problema es tal que su solución ya no pasa por los habituales trucos del sistema”, se nos exige la radical -que vaya a la raíz del problema- acción de disolver parlamento y gobierno, convocar elecciones a una Asamblea que, con participación de todos, elabore una nueva constitución, audite las cuentas públicas, bloquee el pago de la pútrida deuda, reforme la legislación electoral y fiscal, acabe con los privilegios -incluso los de los que decían “poder”- que embadurnan la política y, esencial, reparta trabajo y salario con justicia mediante el control de los medios de producción,…, o sea, ¡cambie el sistema!

Somos más... y mejores

Con la misma crisis de diseño ad hoc de siempre, el antropogénico caos climático, más visible, da argumentos reales para alarmarnos como hacía Barry McGuire, en 1965, con “Eve of destruction”, “¿No entiendes qué te quiero decir? / ¿No sientes el mismo miedo que yo? / (…) / Mira a tu alrededor, / Seguro que te asustas, chico / E intenta repetir, mi amigo, que / No crees que estemos en vísperas de la destrucción”, un tiempo que, insisto, Slavoj Zizek  considera “interesante” y a gente como nosotros, la “gens de rien”, los nadie, convoca a abandonar la quietud suicida y empezar a hacer frente al poder venal y su –servil- política que, cruel e hipnótica, nos zarandea y nos usa como cosas; ya es urgente ejercitar la mente, arriesgarnos, pensar para dibujar y, a continuación, construir un futuro que sea posible, pues lo actual conduce a la nada, al vacío, a la aniquilación, no exigiendo un gran esfuerzo llegar a la convicción de que es preciso “rodear” el Congreso que ahora -cobrando mucho- ocupan, revueltos con los de siempre, incluso los más “listos” de aquel primer 25-S.

Aunque, seguro, algunos ya lo hayan hecho, es urgente, imprescindible reflexionar seriamente al respecto, leer y pensar en ello y, tras concluir la reflexión ilustrada, ver que merece la pena, por nosotros, solo por nosotros, actuar con rigor bravo sabiendo que, es inevitable, como en las viejas revueltas revolucionarias, deberemos subvertir el espurio orden actual, con apoyo en la -hoy aletargada- voluntad emancipadora, que tan ajena (a)parece en nuestro viejo, ufano, “civilizado”, pobre mundo y, pese a que la propuesta contiene razones bastantes y la realidad circundante la dota de argumentos sobrados para seguirla, se argumentaría aún mejor y se fortalecería su lógica acción, leyendo -y releyendo-  El despertar de la historia”, de Alain Badiou, profundo filósofo marxista al que la grave urgencia del curso actual hizo escribir -más fácil- lo que alguien denominó “libro de combate” y yo veo como didáctico “panfleto (in)formativo”, que, entre otras muchas cosas, invita a no confundir, aunque los de siempre intenten engañarnos, la necesaria, urgente necesidad de actuar con fofas procesiones y desmovilizadoras convocatorias de mercantiles partidos “progresistas”, sindicatos burocráticos y asociaciones sufragadas, todos traidores, aferrándonos, si -humanos- tememos los riesgos que implica la acción de llevar a la práctica tal propuesta, a que tales riesgos son infinitamente inferiores a los derivados de no hacer nada. Estuve allí.

Orquesta Solfónica... y coros