sábado, 31 de diciembre de 2022

252 Los domingos cavilar Deliran sobre energía Fernando Merodio 01/01/2023

252 Los domingos cavilar

Deliran sobre energía

Fernando Merodio

01/01/2023

(…) la electricidad es el motor de la economía (…) El mundo lo mueve la energía y ésta se genera por diferentes medios pero acaba convirtiéndose en electricidad.”. (M.A. Castañeda “Que produzcan ellos”. El Delirio Montañés. 24.12.2022)

 “Mientras los partidos políticos  (…) no sean capaces de desautorizar a sus militantes cuando estos se oponen a un proyecto de parque eólico (…) nada se habrá avanzado para que Cantabria se acerque a los niveles de autogeneración que tienen otras regiones. (Ídem arriba)

Quien hoy escriba sobre energía no debiera olvidar el grave daño que su generación y consumo causan en la emergencia climática y, por ello, hay que intentar que en quienes se  limitan a leer -falsos- titulares de -tendenciosa- prensa dejen poso, por ejemplo, las dañinas necedades que, siempre ínclito, M.A. Castañeda vierte en su escorada opinión semanal del pasado 24 de diciembre, cuyo objetivo es, como suele, desinformar con abuso de su injusta posición dominante en los medios y, con ello, generar una opinión falsa sobre una de las formas de esa energía que, por mucho que, ¡ay, las tarifas!, lo ansíen capital, propagandista y propagados, no siempre “acaba convirtiéndose en electricidad”, pues la energía es vocablo que proviene del griego y resulta inseparable de señales tan vitales como que se está activo, se está trabajando, se actúa con un fin desde uno mismo y es, pues, una idea seria y, además, tan parcial y limitadamente relacionada con el -hoy abusivo, troncal negocio de- la electricidad como lo evidencia el hecho de que, ya en el siglo IV a.C., cuando nadie especulaba con su potencial y ni siquiera se imaginaba que llegarían gentes como Sánchez Galán y demás aprovechados, la energía era término técnico que Aristóteles vinculaba a su teoría de la causa eficiente, “de la que primariamente proviene el movimiento”, la capacidad de producir un trabajo, transformar, cambiar alterando temperatura, movimiento, transmisión de ondas,…, para lo cual -y otras muchas cosas- es precisa.

"La voz de su amo"

Ello evidencia lo torpe del falaz colofón del opinador por encargo cuando, en su delirio, llega a afirmar -solo pensarlo produce mezcla de miedo y risa- que “Cantabria es una de las zonas del mundo en que más dificultades existen para aprobar un proyecto de generación de energía mediante molinos de viento”, exigencia extrema falsa que el plumilla vincula a “escollos burocráticos” que “ahuyentan a posibles inversores que han visto el resultado obtenido por otras empresas homónimas”, homonimia que -aclaro al “eurodito” analfabeto funcional- en el diccionario de la RAE es “coincidencia en la escritura o en la pronunciación de dos palabras que tienen distinto significado y distinta etimología”, algo que aquí no viene al caso.

Si salimos del interesado círculo imaginario del delirio empresarial/periodístico de Castañeda, vamos a la realidad y la analizamos con mínima objetividad y distancia, comprobamos que lo que ocurre en ésta es muy otro, como (de)muestra la reciente historia regional narrada sobre tan importante -y multimillonaria- cuestión por los tribunales, en base al guion previo con faltas de ortografía, líneas torcidas y mala tinta del capital y la administración de la res pública, que una cuadrilla de inconscientes deja en manos del fenómeno de feria que es Revilla, historia iniciada en la página 7914 del BOC número 108 del lunes, 8 de junio de 2009, hace más de 13 años, en que el Consejero de Industria y Desarrollo Tecnológico, el psoecialista Juan José Sota Verdión de un gobierno, del PRC y la PSOE que ya presidía, ¿cómo no?, Miguel Ángel Revilla, publicaba una Resolución por la que se convocaba “concurso público para la asignación de potencia eólica para la instalación de Parques Eólicos en la Comunidad Autónoma de Cantabria”, un total máximo de 1.400 Mw de potencia, destructiva salvajada que distribuía en siete zonas, previa y arbitrariamente fijadas -por ellos ¿y alguien más?-, igual que las bases del concurso, para su asignación, inventadas por dicha consejería y gobierno -repito ¿y alguien más?-, una adjudicación que, transcurrido el breve, insuficiente -si, antes, no está todo pactado- plazo de 60 días naturales a 7 variopintos consorcios -casi todos sin ninguna relación con la energía y, menos aún, con lo eólico-, del medio centenar que, al parecer, había cubierto en dos escasos meses las prolijas exigencias de la revillesca troupe, publicándose, ¡un año y medio más tarde!, las jugosas adjudicaciones en el BOC de 10 de diciembre de 2010, mediante resolución de Sota Verdión asignando las potencias a los 7 afortunados.

"Incluso pactan con Revilla"

Desestimado el recurso administrativo y recurrido el atropello ante la jurisdicción contencioso-administrativa, ni TSJC, sentencia de 17/10/2012, ni TS, sentencia de 15/06/2015, precisaron ser, como Pedro Rivero Torre, fuente de autoridad -muy parcial- que se atribuye Castañeda, economista, catedrático de economía financiera, vicepresidente y director general, ¡lo imaginaba!, de UNESA, Asociación Española  de la Industria Eléctrica, ser los mejores conocedores “de la problemática del sector eléctrico en Cantabria” para declarar nulas tan generosas/arbitrarias adjudicaciones, entre otras razones, por 1) haber “indebidamente omitido la evaluación ambiental exigida” que, pasados casi 15 años, sigue omitida, 2) tener el “concurso” el ilegal carácter de “instrumento de planificación” pues, incluso hoy, no hay PROT, ni PSEC, ni un mísero Plan Eólico,…, concluyendo los magistrados que, como es obvio, 3) es obligado que el “planeamiento preceda a la ejecución”, planeamiento que, sin duda a causa, de las muchas ocupaciones televisivas de Revilla, sigue sin tramitarse en nuestro pequeño, mínimo territorio, por lo que, si el ágrafo escribidor se hubiera molestado en conocer los documentos, quizás habría admitido que nada se puede añadir a la clara exigencia razonada en las dos sentencias sucesivas del TSJC y el TS, que (de)muestran el doloso conocimiento que de todo ello tienen Administración y consorcios, permitiéndole inferir una grosera mala fe en sus actos, al continuar incumpliendo hoy tan razonables exigencias de TSJC y TS, en una situación agravada respecto a la del “concurso eólico” al ser indeterminados los Mw en tramitación -pero superiores a los de aquel- y dejar la arbitraria/ilegal planificación que realizaba el “concurso” en manos del codicioso capital, lo que hace aún más ridículo defender las posiciones autárquicas del “caudillo”, que le llevan a proponer, únicas alternativas, 1) “dotarse de las fuentes energéticas posibles y asumir los costes que ello conlleva”. o 2) “definir la comunidad como una isla energética -querrá decir sin energía- que dependa de otras zonas de la nación”, dando a entender tan ignaro valedor del “pogreso” que lo que propone es ponernos -aún más- en manos del capital.

 "Poca cosa para lo que merecen"

Desde entonces es -relativa, aparentemente- cierto, o sea -radicalmente- (in)cierto lo que, en su bien pagada opinión, sostiene el ínclito plumilla ajeno al -que dicen- trabajo asalariado, cuando afirma que “tras años de proyectos, decepciones, polémicas y oposiciones radicales, Cantabria permanece al margen del desarrollo de energías renovables” , sin explicar qué entiende por “desarrollo de energías renovables”, ni mucho menos, analizar las reales razones del fastuoso fracaso de quienes proyectan en medio de oposiciones, polémicas y lo que llama decepciones, en realidad fracasos y corrupción; para informar al gacetillero airado, recuerdo que, a día de hoy, la viciosa, incapaz Administración de Revilla tramita en este pequeño, mínimo territorio proyectos para generar no menos de 2.000 Mw, un 50% más que el ilegal, anulado concurso eólico y lo hace, con dolosa, delictiva desfachatez, sin debatir socialmente el desarrollo que conviene hoy y cuánta energía queremos/debemos consumir/generar, sin iniciar los trámites de un PROT, ordenación del territorio, de un PSEC, plan energético, de un mísero Plan eólico, de la Evaluación Ambiental Estratégica que exige el TS para implantar infraestructuras,…, al tiempo que el delirante panfleto montañés que, desde Euskadi, controla Iberdrola anuncia -en falso de toda falsedad- los PP.EE. El Escudo y Bustatur, debiendo explicar alguien al capital que el bello pueblo de Las Rozas de Valdearroyo que quieren destrozar es, en realidad, Bustasur, no Bustatur y, con tal información esperar que Castañeda -se atreva y- escriba sobre la dolosa canallada y el estruendoso fracaso de, previamente compinchados,  Administración y capital.

 "Reparto de 'la tajada' en 2010"

domingo, 25 de diciembre de 2022

251 Los domingos cavilar Peligrosa (in)división de poderes Fernando Merodio 25/12/2022

251 Los domingos cavilar

Peligrosa (in)división de poderes

Fernando Merodio

25/12/2022

Dividir. (Del latín dividere) 1. Partir o separar algo en partes. 2. Distribuir o repartir algo entre varios. 3. Desunir los ánimos o voluntades introduciendo discordia. 4. Averiguar cuantas veces una cantidad llamada dividendo contiene otra llamada divisor (…) 6. Separarse de la confianza, amistad o confianza de alguien.”. (Del Diccionario de la Real Academia Española)

 “En cada Estado hay tres clases de poderes: el legislativo, el ejecutivo de las cosas que pertenecen al derecho de gentes, y el ejecutivo de las que pertenecen al civil. (Montesquieu. “El espíritu de las leyes”. 1748)

Siempre fue visible, generada por el capital, la lacerante, eterna, egoísta desigualdad a la que, estructural, se une ahora el grave riesgo de que seamos -al tiempo- tan majaderos y canallas como para no hacer nada frente a la grave responsabilidad de la emergencia climática, hoy amalgamada aquí con el agobio de la vieja -y, de nuevo, intensa- sensación -no postergada- de que a quienes sin auctoritas, ayer el ejército y la camada de Girón de Velasco, Revilla & Co y hoy los -solo- (pre)ocupos por el comercial interés de “sus partidos”, nos mandan y, pues no les importamos, como ayer, nos meten de hoz y coz en un turbulento conflicto que nos conduce hacia no se sabe dónde y nos obliga a cavilar sobre tal sensación, para explicarla, sabiendo que no es neutra sino anuncio del ya vivido -por mí, al menos- totalitario ultraje a los tres poderes que se contrapesan, en medio de una provocada, muy peligrosa división.

 "Gutiérrez Solana ya lo sabía"

El diccionario de la R.A.E. “fija, limpia y da esplendor” al significado, definición, etimología, ortografía, pronunciación, separación silábica y forma gramatical de las palabras y, en esta cavilación parto de los significados de “dividir” que cito arriba, atiendo a los tres primeros y, desde el punto de vista de la “división” como mera operación aritmética interpreto el significado 4 como “descomponer un número al que denominaremos dividendo en tantas partes como indique otro, al que llamaremos divisor”, provocándome preocupantes dañinas ideas de cómo se puede desmoronar la bienintencionada teoría de la “división de poderes” que, método para ordenar el funcionamiento de -y controlar- todo el poder de auctoritas que almacena la sociedad con el alambicado método de pesos y contrapesos que, aplicados a ejecutivo, legislativo y judicial, hace ya casi tres siglos esbozó Charles Louis de Secondat, barón de Montesquieu, generando una aritmética posibilidad divisoria ad infinitum que puede llegar a quasi-anularnos, por lo que, educado en la seria convicción de no dividir, pues “el género humano es la Internacional” -comunista-, me reafirma en la intuición de que -ahora- los “progresistas” y -siempre- los “liberales”- respetan sumisos, incluso convencidos una hoja de ruta marcada por otros para dividirlo todo y eternizar a los parias en una -para ellos y sus amos- conveniente, permanente, profunda indefensión.

El riesgo es grave y exige que, levemente o, mejor, con la energía posible, cada uno se defienda y ayude, si le es viable, a que otros lo hagan, por lo que mis cavilaciones tienen ahora vocación defensiva, incluso de ataque que cambie -está claro lo que de él opino- “el sistema”, razón que explica su título. Robespierre, o que lo abra una rotunda cita que une al revolucionario jurista francés con la escolástica medieval, Tomás Aquino, y moderna, padre Mariana, “Cuando el gobierno viola los derechos del pueblo, la insurrección es para el pueblo el más sagrado e indispensable de los derechos” e, incluso, que lo ilustre la didáctica imagen de una ejecución -¿la del propio “incorruptible”?- mediente el  aséptico -sin gérmenes, ni compromisos, ni muestra de emociones o expresión de sentimientos- artilugio de matar que creó el cirujano Guillotin, todo ello vinculado a la ilusa idea de reunir -y difundir lo que pueda- unas cavilaciones que -acaso-, además de para pertrechar mi personal visión de lo que sucede y pese a no saber bien cómo, tras cavilar, se difunde lo escrito ni, -casi- creer que así ocurra y ser su diseño de un magistrado-juez que suplió mi torpeza -no uso unintelligentphon, me niego a llamarlo smartphone, ni credit card, ni carnet de conducir,…, solo poseo el ordenador exigido para ejercer como abogado, instrumento de lucha más que medio de vida- las cavilaciones publica(da)s puedan servir para, iluso de mí, que con su difusión alguien pueda defenderse -o atacar- mejor.

 "Otro día, dijo El Roto: 'Busqué justicia y encontré juzgados'"

Hace días, José María Lassalle, que fue Secretario de Estado de Cultura, publicaba una opinión titulada “Lawfare y empate catastrófico“, mostrándose preocupado por el peligro “instalado en las instituciones” en forma de guerra jurídica -‘lawfare’  para los anglosajones-, una refriega que menoscaba el prestigio del ilustrado “espíritu de las leyes” y conduce, según él, a “lo que el populismo latinoamericano describe como un empate catastrófico’”, que se puede definir como hostilidad sin trazas de solución entre dos proyectos o -más bien- ambiciones y, en efecto, si olvidamos el poderoso interés externo a la política, solo económico -que igual atenaza a los dos enemigos- oculto en la sombra, mandando en ambos, esa ‘lawfare’ y ese ‘empate catastrófico’ definirían precisos la sucia rivalidad mercantil, aquí entre PSOE y PP y sus mutuos permutables, acólitos; el día siguiente, era Pedro Cruz Villalón, expresidente del TC, quien en el mismo influyente, progresista medio, opinaba sobre el peliagudo asunto de tal guerra con espurio uso de lo jurídico y riesgo de acabar generando una crisis constitucional, que, en medio de una alarmante escalada verbal –que dicen- política, él imputa a “los hábitos de los dos grandes partidos, acostumbrados a repartirse el CGPJ” (ab)usando de que, quien tenga la mayoría, al controlar el Consejo, controla el tercer poder, el judicial, para concluir el jurista institucional, entre otras cosas, que lo habitual es que los “usos (…) reduzcan la actividad parlamentaria a la estricta emisión de un voto en sentido preestablecido”, afirmación que critica cómo, salvo los peores de ellos, los díscolos -que dicen- tránsfugas, los legisladores huyen del menor mandato representativo que les vincularía a sus ofertas electores y se aferran a la alimenticia sumisión imperativa a las exigencias de sus mercantiles-partidos.

"Metamorfosis de los que decían poder"

A partir de ello, ¿quiénes son hoy aquí los enemigos a que hay que hacer frente? Por supuesto, siempre, el codicioso, dañino capital y, junto a él, los tres inanes poderes, que, a rebufo siempre del dinero, han mutado en uno indivisible, único conformado por la indisoluble amalgama que propician, con calor y olor de establo, las mercantiles-partidos, obvio en el caso de -los que dicen- legislativo y ejecutivo, compadreo que, sin vergüenza, hoy absorbe ese judicial dividido por los -gozosos-  medios a tenor de que los amamanten las intercambiables, ilícitas ambiciones de los que se autoproclaman “liberales” y/o “progresistas”, una u otra; a partir e ello, ¿cree alguien que un hombre de leyes -que, además, ni siquiera legisle- aupado por las mercantiles-partidos a un cargo cuyo objeto sea defender el statu quo de quienes le aúpan, admite ser ubicado, incluso, en lo más derechista de la izquierda?

"Es que, además, son de letras"

Larga coda indignada sobre cómo nuestros sufridos, partidistas legisladores son frenados y oprimidos en su tarea.- Al tiempo que los refinados padres de la patria -da asco hasta ironizar sobre ello- se quejan de que el -también mugriento- CGPJ les impida legislar -como quieran- sobre la forma de tan judicial consejo, aunque sí posibilite los pactos del jefe de planta con sus socios, desleales todos al contrato social, desde la independentista/golpista “izquierda/derecha” hasta los estrafalarios que aseguraban “poder”, su “liberal-progresista” medio de cámara colaba hace días un suelto que abría con un insulto a la inteligencia colectiva sobre “la primera reunión ¡en diez meses! de la ponencia para la reforma de la (…) ley mordaza”, aclaraban más abajo que la tan -por ellos- vilipendiada ley se había aprobado, en 2015, hacia casi 8 años,  por supuesto “por el PP” y acababan alardeando de que tan lenta ponencia acordaba, ¡igualitaria!, que, sin anularlas, “las sanciones se gradúen en función de los ingresos del infractor”, sin que, probada -por ellos- la utilidad del uso de tan represora ley, se refieran al anuncio electoral de derogarla, ni al órgano judicial que obstaculiza su épico trabajo en este -malhadado- caso y, aunque lo parezca, no es broma.

Postdata.- Ayer, de nuevo, El Delirio Montañés regalaba a Manuel Ángel Castañeda, siempre ínclito, media plana de la libertad de expresión que usurpan al resto, para que regurgitara un despojo titulado: “Que produzcan ellos. Tras años de proyectos, decepciones, polémicas y oposiciones radicales, Cantabria permanece al margen del desarrollo de energías renovables”. Será lógico cavilar, otro domingo, sobre ello.

 "La mano que mece la cuna de El Delirio vasco"

domingo, 18 de diciembre de 2022

250 Los domingos cavilar Contrato social e impunidad Fernando Merodio 18/11/2022

250 Los domingos cavilar

Contrato social e impunidad

Fernando Merodio

18/12/2022

En cada Estado hay tres poderes (…) el primero (…) hace las leyes para cierto tiempo o para siempre (…) el segundo, hace la paz o la guerra, envía o recibe embajadores, establece la seguridad y previene las invasiones; y el tercero, castiga los crímenes y decide las contiendas de los particulares (,…)”.  (Montesquieu. El espíritu de las leyes, 1748)

 “El gran problema en política, que yo comparo a la cuadratura del círculo en geometría, consiste en concebir una forma de gobierno que ponga la ley por encima del hombre. ¿Es posible esta forma? Confieso que no creo que exista“. (Carta de Rousseau a Mirabeau. 1767)

A quienes ahora -tan bien como irregularmente- viven de la política -hace años- les obsesiona su impunidad y lo transmiten con la horrísona tabarra de -¿por qué?- despenalizarse y el paralelo intento de aparentar un pleno, eficaz control de sus actos por el poder judicial mediante el útil -solo para ellos- trampantojo de la fiscalización contencioso administrativa, en la que, tan diferente a la revolucionaria, inicial guillotina, aunque se los condene, nunca pierden ellos, sino la res pública, el resto y es más grave aquí ahora cuando, tras el “Isidoro” que rompió con Marx, nos metió en Europa, ¿o solo fue en la pacifista OTAN?, usó los inicuos GAL junto al -¿escaso?- aparato represor que le legó Franco, olvidó la igualdad al esbozar el actual Estado de malestar, Unrest State, no el Welfare State, de Bienestar, mientras su alter egoArfonso” anunciaba la muerte de la garantista Ilustración política que ideó Montesquieu y hoy, pasado el susto de Aznar, la meliflua, dañina transversalidad del de la Z o la ceja y la rara pachorra gallega de Rajoy, el cruel jefe de planta, aupado en una fútil derecha, recita las publicitarias cuñas de la corporación de astrosos mentales, nuevos ricos “Progresistas & Co” y culmina, (re)mata sin alternativa la irracional -ajena a la Razón- tarea de aniquilar la filosofía jurídica ilustrada, arrojando el cadáver de quien ideó garantías formales para nuestros derechos a la colmatada, macabra cuneta de los perdedores de la Historia sin, siquiera, cubrirlo de tierra, dejando al resto en la utópica -y cándida- espera de que -no nosotros, otros- lo exhumen y reaviven la -formal- teoría de los tres poderes que se contrapesan -u otra-, pues lo que hoy intentan imponer tan peligrosos sablistas con solo dos poderes, ejecutivo y legislativo, copados por sus mercantiles/partidos, no es propuesta ética/lógica, sino solo garantía para ellos.

En el revolucionario, ilustrado inicio de la vieja filosofía político-jurídica, en el feraz y feroz siglo XVIII, a los pocos años de que Montesquieu publicara, 1748, “El espíritu de las leyes” razonando su teoría de la división de poderes, Rousseau, defensor de que “el hombre nace libre pero, sin embargo, está por todas partes encadenado”, editaba, 1762, “El contrato social”, la formulación más conocida sobre la voluntaria renuncia del individuo a su estado natural de inocencia para someterse a las reglas de la sociedad, una cierta forma de imposición del vínculo con ella, regulada mediante las reglas de un “contrato social” que obliga, el llamado Derecho tutelado por el Estado, ente creado para, además de vigilar, exigir que se cumpla, definiendo Hans Kelsen el Derecho como “conjunto de reglas que regulan deberes y normas generadoras de las facultades que fijan las bases de la convivencia social y cuyo fin es dotar a todos los miembros de la sociedad de unos mínimos de seguridad, certeza, igualdad, libertad y justicia” mediante las leyes que, según Rousseau expresan la voluntad general y son sustantivas, pues incluyen sus fines en si mismas y es, pues, -muy- perverso usarlas como medio -en el peor sentido- político, muy en especial el hoy tan baqueteado, Derecho Penal, rama del Derecho público que, para el buen funcionamiento del contrato social, utiliza el ius puniendi, potestad punitiva, para castigar y frenar conductas dañinas, previamente tipificadas como delitos, y, con proporcionalidad imparcial, garantizar la convivencia social que Kelsen señala, y todos deberíamos saber, es función esencial del Derecho en general.

Sé que todo esto puede ser pesado, reseco incluso, pero no veo mejor modo de expresar lo que me genera el “progresismo/independentismo” que hoy (des)gobierna, dañino para la confianza social en la norma que, buena o regular pero básica en el pacto social, llamamos Constitución y la RAEL fija como “ley fundamental de un Estado, con rango superior al resto de las leyes, que define el régimen de los derechos y libertades de los ciudadanos y delimita los poderes e instituciones de la organización política”, funciones que, en la turbiedad actual y zarandeada por los bárbaros -o sea, los “balbuceantes”- que, quien votó, ha elegido entre quienes cabildeaban los corruptos mercantiles/partidos, es cierto, no cumple la redactada por la que -ignaros- los cerriles llaman “casta del 78”, formada -parecen ignorarlo- por gentes entre las que, pese a carecer de poder y votar no a aquella/esta ley fundamental, me incluyo y, con sus variados orígenes y divergentes ideas, resulta fácil ver cómo, incluso las más retrógradas o corruptas de aquellas, eran mucho más valiosas que la purria actual.

EL ROTO 22/10/2014
¿Qué mejor sitio para almacenarla?

Dice, nada sospechoso, Edu Galán, fundador de la revista Mongolia, que “vivimos una época profundamente infantil, cortoplacista e idiota”, descripción similar a la de los catedráticos jurídicos Ana Carmona y Manual Cancio que razonan, cada uno a su modo, que “el procedimiento legislativo exige el respeto a las normas establecidas” y “los tiempos de cierta política no son compatibles con el respeto a la ley penal”, para concluir explicando que “las reformas de la sedición, la malversación y la renovación del TC deberían haber recibido un tratamiento menos acelerado, que propiciase un debate más acorde con su trascendencia jurídica” y, añado yo, social, siendo las tres, en especial lo de renovar el maltratado órgano fundamental, de dudosa legalidad.

No veo razones distintas a la evidencia de que al dejarlos legislar se ha puesto en manos de una comunidad de orangutanes un flete de armas de fuego, algo sin duda muy peligroso, un riesgo que crece cuando, como en este caso, se une -Ortega dixit- al irresoluble problema catalán, sin otra lógica que no sea la absoluta imposición egoísta, tribal, desconectada del interés general, peliaguda cuestión sobre la que, durante el juicio en el TS, escribí para el declinante/resiliente Alerta 34 retazos bajo el título global “Deconstruir el proces”, razonando que lo que se juzgaba entonces tenía la técnica de un golpe de Estado, de una trama criminal organizada que no era simple desobediencia civil, sino algo más desleal, grave y, en especial, dañino para el resto de los que habíamos firmado un contrato social junto a los malhechores golpistas que, entre otros, se apoyaron en sectores de la policía, lo que vi -y veo- como un claro delito de rebelión agravado por el desprecio a “els altres catalans y no tener ni pensado un mínimo nuevo contrato social, actos egoístas, divisores, que debilitan y frente a los que eché en falta a la -vieja- izquierda real, mientras me herían la apatía de muchos -casi todos- e, incluso peor, la cobardía de quienes, con razones, debieron dar la cara frente a los que golpeaban la constitución, el contrato social, de todos.

EL ROTO 17/12/2016
Evidente

Hoy, la peste que enferma al engreído, peligroso jefe de planta, su ineludible nece(si)dad de pactar -con cualquiera- para mantener el solio, hasta con los parásitos que decían “poder” y negociarlo todo, incluso las comas del pacto, ceder igualdad y derechos de todos a empleados de las más variadas empresas rivales, “gentes de Estado” como Belarra, Yolanda, Rufián, Esteban, Aizpurúa, Nogueras, Errejón,…, anulando el recato y empeorando la -inestable- situación de la mayoría en la -culpa de  las dos empresas- sediciosa refriega legislativa entre alimenticios “progresistas” híbridos y los más desnortados, pancistas “liberales”, refriega en la que, serio daño, han implicado al CGPJ, TS. TC,…, el poder judicial, convirtiendo al resto, a nosotros, en objetos de cambio para los que, hábiles ante su nece(si)dad, hoy pactan con él -de momento- abolir, pues les allana el camino en la matraca del proces, el tipo delictivo de la sedición y, también, suavizar el de la malversación, delitos que, cuando no defienden al todo frente al egoísmo de -poca- parte, nos conduce, así acaba Conrad su “Heart of darkness”, “hacia el corazón de una insondable oscuridad” donde, pienso, está “¡el horror, el horror!” que exigen los -mal augurio- 13 votos del que dicen Rufián.

EL ROTO 15/11/2016
Democráticamente le votamos

domingo, 11 de diciembre de 2022

249 Los domingos cavilar Fracaso del sistema (Ineptitud -y, sobre todo, corrupción- en lo público) Fernando Merodio 11/12/2022

249 Los domingos cavilar

Fracaso del sistema

(Ineptitud -y, sobre todo, corrupción- en lo público)

Fernando Merodio

11/12/2022

Urbanismo autorizará en la sierra del Escudo el primer gran parque eólico regional”, “La energía eólica no despega (…)”, “(…) se acerca el fin de la legislatura sin haber instalado ningún aerogenerador”, “Fracaso eólico” (…).  (El Delirio Montañés, durante 2022)

Los facultativos de media España están en pie de guerra por sus ‘dramáticas’ condiciones laborales” “José Francisco (..), ginecólogo que trabaja en la pública y tiene una clínica en (…) antes los costes se sufragaban con 12 o 13 pacientes diarios y ahora son necesarios 20 o 25 (…) incremento del riesgo de error (…) asistencia más rápida (… )   (El País. 04.12.2022)

El pasado martes, quienes son expertos en zarandearla, incumplirla se exhibían en el lugar en que un anacrónico guardia cerril, impactó treinta y tantos disparos en el techo, al tiempo que, ilustrado, mandaba, “¡se sienten, coño!, a lo que, más que dóciles, nuestros elegidos -yo, entonces, votaba-, generación anterior a los que ahora llaman legislar a imponer al resto algo tan grotesco como “solo sí es si” o retocar tipos delictivos como el de la -suya- obvia “sedición” o la -para ellos- fértil, ”malversación”, se arrojaban, sumisos, al suelo de sus pueriles pupitres y llamaban, para justificarse, al esperpento -intento de- golpe de Estado, igual que los de ahora fingen celebrar, en día festivo, la constitución, argucia que anima a cavilar con el fallecido, atípico filósofo Gustavo Bueno sobre su –genial- diferenciación crítica en “Panfleto contra la democracia realmente existente”, 2004, entre “systasis”, la sociedad definida en sentido filosófico político, y “constitución”, forma de regular jurídicamente tal sociedad como Estado de Derecho, asimilando la relación entre ambas nociones a la de una “lengua” hablada -latín, español,…- y el canon que fija las normas lingüísticas creadas por ella, su “gramática” escrita, no mero pleonasmo, sino redacción exacta de las reglas prácticas que la fijan frente a otras lenguas o las variantes de ella, no siendo, igualmente, la constitución jurídica mero “sombreado” de la filosófico-política, sino que, desde, al menos, la Revolución francesa, -en teoría- fija sus normas frente a las anteriores o las que intenten trastocar la estabilidad del sistema que implanta el contrato social, esa constitución jurídica, algo que, por supuesto, la nuestra no hace.

Siendo real que el momento es terrible, preludio de algo -muy- lúgubre, “oscuro o sombrío que recuerda lo relacionado con la muerte o el más allá”, aquello a lo que Joseph Conrad, “Heart of darkness”, identificaba con el grito de Kurtz, “¡El horror, el horror!”, en medio de la aplastante tristeza que nos acompaña en el colectivo viaje actual que, sin duda, nos conduce “hacia el corazón de una insondable oscuridad”, los vividores de la política, con descarado poder ajeno a su valía y fatiga, se limitan a -si se le puede llamar así- legislar para despenalizar sus actos y castigar los del resto, ajenos al -ahora evidente- núcleo duro del problema, acabar con la perenne, injusta, cruel desigualdad, el hambre incluso y gestionar la energía buscando frenar el cataclismo global del calentamiento, en lugar de obcecarse en cuestiones transversales como las de género difuminadas por ellos y -¿(mal)intencionadamente?-divisoras de una sociedad que -hoy más que nunca- exige unidad y, usando criterios de Juan Antonio Lascurain, permite denunciar un populismo punitivo que es “bandera del capitalismo neoliberal”, enfermizo terror “progresista” a la (in)seguridad y obsesión reaccionaria con la honra de la mujer, cuyo claro “machismo” la infantiliza.

EL ROTO 05/12/2022 
¡El horror, el horror! 

La constitución jurídica debiera actuar -y no lo hace- en primer lugar contra sus enemigos internos, la -falta de- auctoritas ética del déspota, aquí ahora jefe mercantil apoyado en continuos, útiles -para el- decretos y un parlamento sumiso, básicamente inculto que preside una tal Meritxell y desconoce cómo legislar en medio del fragor de las turbulentas contradicciones de esta sociedad concreta, en la opresiva coyuntura de nuestro terminal tiempo histórico y para la invertebrada sociedad que tanto nos gusta, olvidando, insisto, la eterna, injusta desigualdad, el apocalíptico reto del clima y su vínculo con la codiciosa gestión de la energía por el capital y su desmesurado consumo, sumiendo al resto en lógica repugnancia, inseguridad, miedo incluso, al ver cómo ninguno de los supuestos aliados de las dos mayorías, “progresistas” y “liberales”, acuda al acto con que ambas dicen honrar la burlada constitución jurídica.

Aquí ahora, con la (des)igualdad restañada por ridículas tiritas con que cubre la grave herida sor Yolanda, sin que ni hablen -casi- del clima, con el necio, estirado y muy peligroso jefe de planta alardeando de dañino -¿hay duda?- gas y sin siquiera intuir la “Austeridad” solidaria -urgente- que, con prólogo de Julio Segura, luego consejero de la, ¡pásmense ustedes!, comisión nacional del mercado de -no sé qué- valores, diseccionó en dos charlas, luego un librito de -muy- útil lectura el, en 1977, secretario general del PCI Enrico Berlinguer, aclarando a “liberales” y abstractos “progresistas” que “una política de austeridad no es una política de nivelación tendente hacia la indigencia ni ha de tener como objetivo la mera supervivencia de un sistema económico y social que ha entrado en -irreversible- crisis”, sino que debe proponerse “instaurar la justicia, la eficacia, el orden y una moralidad nueva”, justicia, eficacia y moralidad ausentes en los anacrónicos, desarrollistas, progresistas planteamientos de la actual -falta de- política parlanchina, sumisa al capital y con un parlamento -no asamblea- formada por las mercantiles/partidos que, al margen del proceso electoral, imponen a la sociedad sus antinaturales  procedimientos de consenso.

 
Aussteridad para una justa igualdad

Ineptitud corrupta; aparcada la -para algunos- útil pandemia y para acallar el troncal problema del control energético/clima, conviene que aparezca el “grave” problema de los “pobres” -67000 € de salario medio bruto anual- médicos -no confundir con doctores- de atención primaria, así que El País, contrario al descanso dominical de la prostituta fílmica de Dassin y -al parecer- más afín a quienes ni un solo día interrumpían su cotidiano “trabajo” en Auschwitz, no deja de contaminar ni en domingo y en dos vomitivas planchas dominicales tituladas “Hemos llegado al límite”, ayuda a algunos médicos e intenta mezclar materias tan insolubles como su -opinable- salario, su caos organizativo -en el que algo tendrán que ver- y la escasa inversión en sanidad pública con lo poco que el capitalismo asegurador privado paga a quienes, robando horas o dedicación a alguien, conjugan “pública” y “privada”; esencial tema, el de la sanidad para todos, que solo apunto, pues demanda más espacio y otro foro.

RIKI BLANCO 06/12/2022
 Nos protegen con alcanfor

Domino -algo- mejor el tema -incluso- más alarmante y peligroso de la urgencia en trasladar el control de la generación energética, ¡ya!, a entes fiables de auténtica representación social y arrancarlo de las -sucias, sangrientas- garras, ¡si garras!, del capital y la corrupta ineptitud de quienes -de modo inexplicable- viven -toda su vida- de la política y voy a terminar esta cavilación -tan importante- con el breve resumen de un hecho vergonzoso, relevante y, por ello, acallado: en el mínimo territorio que, ¡tiempos aquellos!, hace siglos se enfrentó osado a los romanos, y cómo una aldea de nuestro Sur, un mínimo grupo de pueblerinos con algún conocimiento legal y coraje ha frenado en seco la destructiva, insostenible generación -transporte, transformación, distribución,…- intensiva eólica en la montaña campesina, haciendo que El Delirio Montañés, feroz perro de presa usado por Iberdrola, Viesgo, Santander,…, tras anunciar -en falso- hace meses que “Urbanismo autorizará en la sierra del Escudo el primer gran parque eólico regional”, ahora aúlle lastimero que La energía eólica no despega (…)”, “(…) se acerca el fin de la legislatura sin haber instalado -como en las anteriores- ningún aerogenerador”, “Retraso en la energía eólica”, “Fracaso eólico”,…, al tiempo que, siempre abusivo, calla que ese mínimo territorio, (des)gobernado ahora por incultos, peligrosos regional-socialistas no tiene Ley del Suelo, ni PROT, ni EAE, ni siquiera Plan Eólico y además, periodístico, oculta que, tras dos años de -ilegales- tramites sin hacer nada, enfrentados a la pequeña aldea de nuestro Sur, han desistido del Plan Energético, PSEC ¡2021!-2030 y lo calla sin que, ni siquiera, dimita un bedel.

ALERTA 06/12/2022
¿Por qué no lo publicará El Delirio de Iberdrola?

domingo, 4 de diciembre de 2022

248 Los domingos cavilar Manipulación de género Fernando Merodio 04/12/2022

248 Los domingos cavilar

Manipulación de género

Fernando Merodio

04/12/2022

Manipular.- 2. Trabajar demasiado algo, sobarlo, manosearlo. 3. Intervenir con medios hábiles y, a veces, arteros, en la política, en el mercando, en la información etc., con distorsión de la verdad o la justicia, y al servicio de intereses particulares (Diccionario de la RAEL)

La violencia de género (…) símbolo más brutal de la desigualdad existente en nuestra sociedad. (…) se dirige sobre las mujeres por el hecho mismo de serlo, por ser consideradas, por sus agresores, carentes de los derechos mínimos de libertad, respeto y capacidad de decisión” (L.O. 1/2004, 28 diciembre, Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. Primer párrafo de la Exposición de Motivos)

Son ya muy dañinos los efectos de la explosión en racimo provocada por políticas tan transversales como exhumar  -quienes lo soportaron vivo- al dictador muerto hace medio siglo, suavizar la sedición para legitimar lo que el internacionalismo de izquierda llama golpismo, avalar a los corruptos ablandando el tipo de la malversación y poner el foco -casi entero- en cuestiones de género, ahora el ridículo “solo sí es sí”,…, mientras se tocan menos que de refilón las -serias- contradicciones básicas del capitalismo, emergencia climática, desigualdad creciente, omnipotencia del capital, impotencia del resto -inflación, paro, salarios penosos, salvo unos pocos y el caladero de votos que son los burócratas, funcionarios, pensionistas,…-, política “progresista” de la mercantil PSOE, el que “pasará a la historia” y la panda de los insolventes que decían poder.

El pasado fin de semana volvía a disfrutar con las tiras de algunos Peanuts -nombre que no gustaba a Schulz- publicadas a diario desde los años 50 sobre Charlie Brown, Snoopy y su pandilla de niños -y niñas- y, a través de esas viñetas, sin darle más valor que el de tales, intento no hacer más sangre de la que ya hay ni ofender a quien no lo exija, viendo en esas tiras lo que ya vi en mi infancia en Rozadío, niñas que no eran, como, al parecer, ahora, iguales a los niños y, sin -por su corta edad- dar al término la dureza con que lo define el diccionario, ayer y hoy pelín manipuladoras y niños, por contra, espesos, quizás brutos, para acabar pensando en la posibilidad de que Schulz -como yo mismo- fuera, si no tan malo como hoy “genéricamente” se nos tipifica, algo machista, por lo que, arrepentido ad cautelam -ahora no puedo ir a la cárcel-, apoyado en la cómplice sonrisa que me generan Charlie y sus amigas, pido perdón en voz baja.

Años 50. Manipuladora

Sé que lo del -llamado- feminismo, hoy -tan- beligerante, antinatural, defensor de una igualdad que, con grueso trazo jurídico -y abuso de poder- legisla con desigualdad y enfrenta a hombres con mujeres, pues políticos/legisladores jurídicamente -grave peligro- dogmáticos, emocionalmente débiles, inmaduros y, lo peor de todo, iletrados, promueven una lucha global a campo abierto -en especial- contra lo viril -“que es propio del varón o relacionado con él”- tipificando ya en el artículo 1 de la L.O. 1/2004 la -que dicen- “violencia de género” como aquella que se ejerce con actos de violencia física y psicológica, incluidas las agresiones a la libertad sexual, las amenazas, las coacciones o la privación arbitraria de libertad”, basándola en una –supuesta, tétrica, truculenta- situación vital de todas las mujeres, de todo el sexo femenino, situación descrita en el omnicomprensivo, confuso, mismo artículo 1, como de “discriminación”, “situación de desigualdad” y “relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres”, lo que exige -novedad transversal/”progresista”- perseguirla, juzgarla y penarla cuando -amplia y jurídicamente insegura (im)precisión- sea realizada por “quienes sean o hayan sido sus cónyuges o quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares (¿) de afectividad, aun sin convivencia”, relaciones de afectividad sin convivencia cuya valoración judicial asigna la misma L.O. 1/2004 a los que dicen  juzgados “de Violencia sobre la Mujer”, no “de Género”, imprecisión grave, espero que no intencionada que, al contener un error de concepto, desde luego no es baladí.

Años 60. A lo mejor no todas son tan buenas

En efecto, mientras las de “hombre” y “mujer” son categorías sexuales que fija la naturaleza a tenor de las singularidades de las hormonas, el hombre testosterona y la mujer estrógenos y progesterona, que cada una produce con fines distintos, para identificar -bien- los géneros se debe decir “masculino” y “femenino”, sabiendo además que, filosofemos sobre ella como queramos filosofar, la naturaleza está ahí, mientras lo del “género” es reciente artilugio de la sociopolítica -manipulada por gentes tan dañinas como “el de la coleta”- que, en este caso, alude al “conjunto de características diferenciadas que cada sociedad -insisto en lo de “cada sociedad”- asigna, de modo arbitrario, a hombres y mujeres”; por lo que llamar a los que juzgan, de modo alarmista, jurídicamente excepcional, ¿prohibida por nuestra constitución? y, en mi criterio, claramente innecesaria, se dicen imprescindibles frente a -solo- la “violencia de género”, juzgados “de Violencia sobre la Mujer”,  constituye, nadie lo dude, en medio del marasmo en que nos tienen metidos, una carga de profundidad contra la estructura jurídica del país o, siendo más claro, contra el Estado de Derecho o, precisando aún más, para, sin solucionar el problema que -sin duda- previamente existía, dañar -¿de modo irreversible?- la relación -en ocasiones tan placentera- entre hombres y mujeres, lo que es manifestación de una de las gravísimas consecuencias que produce la “nueva política” y su ignara confusión de socializar lo natural biológico.

Años 80. Efecto y causa

Incluso la OMS vincula las diferencias de género a “roles socialmente construidos, comportamientos, actividades y atributos que una sociedad considera apropiados para hombres y mujeres”, que generan -indeseables- desigualdades sociales entre ambos sexos a partir del aprendizaje, los estereotipos, los prejuicios, la influencia de las relaciones de poder,… que definen los géneros y, por ello no se debe olvidar la natural separación de roles inherente a la biología, fundamentalmente a las características anatómico-fisiológicas, lo que hace que, salvo por analfabetos funcionales, locuciones como “discriminación” o “violencia de género” deban ser usados solo en un sentido instrumental o técnico al referirnos al género, definido desde 2014 por el diccionario de la RAEL, como “grupo al que pertenecen los seres humanos de cada sexo, entendido desde un punto de vista sociocultural en lugar de exclusivamente biológico”.

Años 80. Género

El tiempo que nos hacen perder, el daño que se nos causa y, en especial, un -poco de- común sentido de lo justo hace ya urgente un debate serio, hasta hoy imposible, sobre lo alarmantes, por violentas, que son las 46 páginas de abigarrado, represivo y belicoso texto -y lo que, a pocos, le va colgando- de la Ley Orgánica 1/2004, única que, hasta el 28 de diciembre, había aprobado ese año el melifluo, gótico peligroso Zapatero, redactada contra esa violencia que dijeron -y dicen-, ambiguos, “de género”, a cargo de omnicomprensivos “juzgados de Violencia sobre la Mujer”, brocha gorda jurídica que ya en el primer párrafo de su Exposición de Motivos dice que la “violencia de género” es, no uno de los símbolos sino, el “más brutal de la desigualdad existente en nuestra sociedad”, ofendiendo, hiriendo con su menosprecio a las otras -muchas, evidentes y dañinas- violencias que asolan al género humano, masculino y femenino, causadas por los que, en verdad, abusan del resto, siendo también incierto que, como dice el primer párrafo de la L.O. -todos- los violentos “de género”, simples abusadores, en su mayoría, consideren a las mujeres “carentes de los derechos mínimos de libertad, respeto y capacidad de decisión”, siendo -diga lo que diga el TC- en especial anticonstitucional que tal ley prive -procesal y socialmente- a la mitad de España, al “género humano masculino” de su presunción de inocencia.

Coda a la exageración/ineptitud/alarmismo.- Los Juzgados “de Violencia sobre la Mujer”, no “de Género” funcionan desde el 29 de junio de 2005, el artículo 43 de la Ley 1/2004 prevé, textual, “un Juzgado o más-para defender a la mujer del hombre- por partido judicial -431- en España, pero en 2020 “solo” había 106 juzgados de excepción -aquí, 8 partidos y 1 juzgado-, ¿exageración?, ¿ineptitud?, ¿alarmismo interesado?, ¿qué dice el cruel feminismo “progresista”? ¿le basta lo logrado hasta ahora o quiere más represión? Persigan al maltratador, hombre o mujer, y dejen en paz al resto.

Años 90. ¿Iguales?

sábado, 26 de noviembre de 2022

247 Los domingos cavilar Fútbol -ya no- es fútbol Fernando Merodio 27/11/2022

247 Los domingos cavilar

Fútbol -ya no- es fútbol

Fernando Merodio

27/11/2022

“Fútbol es fútbol y gol es gol (Vujadin Boskov en 1979)

No tengo problemas con los vietcong, ningún vietcong me ha llamado nigger, ni me ha linchado, ni ha soltado perros contra mí (…).mi conciencia no me dejará ir a matar a mis hermanos, a pobres personas hambrientas en el barro por la grande y poderosa América” (Muhammad Alí, antes Cassius Clay al objetar contra ·”lo de Vietnam”)

Estoy con ustedes, no antes que ustedes ni detrás de ustedes, pero sí firme con ustedes” (Peter Norman, atleta aussie blanco, en el podio de los 400 m. lisos de los Juegos Olímpicos de México, junto a Tommie Smith y John Carlos, atletas USA negros)

Fútbol es fútbol” es legendaria definición del serbio Vujadin Boskov, entrenador entonces del  Real Zaragoza, de algo que no creo dé mucho más de sí como juego de guerra consistente en dos grupos enfrentados, once contra once persiguiendo a patadas una bola de aire envuelto en cuero -o lo que ahora sea- con la obsesión de introducirla cada grupo en una de las dos amplias cavidades de red, enfrentadas y separadas unos 100 m., con un hueco rectangular abierto en el lado por el que se enfrentan  de 7,32 x 2,44 m. de ancho y alto, limitado por un larguero y dos postes de madera anclados al suelo, un hueco en el que, para conseguir el premio, llamado gol, hay que meter la bola de aire con cualquier parte del cuerpo excepto la mano o el brazo -que solo pueden ser usados, como hizo Maradona, sin que lo vea el juez, árbitro, referee, colegiado y ahora, además, el del VAR-, afirmando los que saben que la concisión del “fútbol es fútbol” para describir esa cosa similar -dicen- a la guerra fue fruto de dificultad con la lengua de Cervantes -infrecuente en eslovenos, croatas y serbios- en -quizás- una de las primeras ruedas de prensa de Boskov en España, atribuyendo otros tan precisa descripción del masivo juego o -también dicen- deporte a la proverbial habilidad del -entonces- yugoslavo para resumir casi sin palabras algo que los periodistas -que viven de ello- necesitan horas para explicar mal.

Por tal habilidad y su condición de estratega táctico, Luis de Carlos, sucesor de Santiago Bernabeu, muerto en 1978, contrató a Boskov en 1979 como entrenador de un Real Madrid en sequía tras haber ganado de modo consecutivo, entre 1956 y 1960 la -entonces llamada- Copa de Europa, dando color a mi gris, triste vida de niño español y cargándome, entre los 10 y los 14 años, de una autoestima que me  permitía soñar muchas noches feliz en la cama, tras haber escuchado, sin separarme de un receptor de radio con interferencias y extraños ruidos, cómo DiStéfano, argentino, Puskas, húngaro, y mi paisano Gento, de Guarnizo, quizás mercenarios en la “guerra” entre naciones del fútbol, ganaban a todos los campeones de Francia, Inglaterra, Italia, Alemania, Escocia, Hungría, Austria,…, países que yo admiraba por lo que, entre brumas de desinformación e ignorancia, intuía como su vida más libre y, sobre todo, más lógica que la mía, sometida a aquella “formación del espíritu nacional” impartida por gente del “Frente de Juventudes” (im)puesta por el “invicto caudillo” y la sebosa represión de los desertores del arado que, cubiertos con extrañas sotanas negras con -yo creía que- falsa botonadura por delante y olor rancio a vaya usted a saber qué, no siendo demasiado tonto, no dándome más opción que atender lo menos posible a lo que me decían y arreglármelas como pude para armar mi -personal- mundo.

EL ROTO 19/11/2022

Antes, quizás más inocente, percibía en el juego del fútbol un sustrato democrático y justo a partir de que, por ejemplo, jugué en el equipo del colegio con Ico Aguilar, 3 años menor que el resto y con diferencia el mejor de todos, viendo en 1971 cómo, por jugar tan bien, fichaba, junto a Santillana y Corral, por mi Real Madrid, en el que jugó 8 años, reforzando mi afecto hacia el divertido juego en que intervienen 22 jugadores al tiempo, lo que baja el listón de exigencia y me permitió divertirme durante años al participar en él plenamente de acuerdo con otra simplificadora -no simple- frase de Boskov: “el fútbol es bello porque es sencillo” y, además, “imprevisible porque todos los partidos empiezan 0 a 0”, algo que han estropeado peritos sabiondos… a golpe de talonario, junto a la ilógica, injusta masa salarial de los -cada día más- “profesionales” del juego, los ignaros periodistas que lo saben todo,…, y, lo último por ahora, lo del mundial de Qatar o la supercopa en Arabia Saudí, que hace dudar entre lo que dice Cabrera Infante que, como explicó en “Salvajes y sentimentales“ Javier Marías, madridista, estaba empecinado en que el fútbol es “detestable”, “nefasto”, “incita a la violencia porque es violento en sí mismo”, ya que “se juega con los pies y pocos movimientos hay tan feroces como el que supone dar una patada” o, por contra, Albert Camus, autor de “El extranjero”, que fue portero en Argel del Racing Universitaire y agradece que “todo lo importante que sabía acerca de la moral humana lo había aprendido en el fútbol”, que -yo pienso- es solo ratitos, convertidos en negocio de aventureros, políticos,... y ahora del capital que busca, en el peor sentido, resultados e (in)cierto prestigio a partir de, repito, un juego que, respetando o no las reglas, se gana con solo meter un gol más que el otro, salvo para los modernos de tal agio, sus asalariados y los que a su servicio charlan sin parar sobre él hasta convertirlo en objeto de masas y -estúpidos- intentan definir -imposible- qué es “buen fútbol”.

EL ROTO 25/11/2022

La falacia que rodea tal juego la (de)muesta en España que el Real Madrid de Bernabeu, monárquico, no hubiera ganado su primera Liga tras la guerra (in)civil hasta el 54, cuando el Barca, antifranquista él, ya había ganado cinco o que, mientras el club de la capital recibió seis Copas de manos del “Generalísimo”, dos en el 74 y 75, con el “caudillo” agonizando, los blaugranas, tan antifascistas, acumulaban, imagino que con asco, ocho, la última en el 71; la catadura de quienes están en tal negocio la muestra la sumisa respuesta al superultramultimillonario capitalismo totalitario, destructor del medio ambiente régimen petrolero de Qatar por parte del mundo del fútbol, en concreto de “la roja”, ¿“progresista” ella?, que ruborizaría incluso a Humphrey Bogart. John Wayne o Clint Eastwood en sus papeles más duros, siendo ejemplo, por contra, de dignidad deportiva Muhammad Alí, amigo de Malcolm X y, al contrario de Boskov, en exceso locuaz, medalla de oro en los juegos de Roma y campeón del mundo heavyweight siempre que quiso, el mejor de la historia, encarcelado un tiempo, privado 3 años y medio, por su objeción de conciencia contra “lo de Vietnam” y por su activismo político frente -en especial- al racismo nazi USA, de su título mundial y su licencia para boxear; resistió, volvió, explicó sin freno su antimilitarismo y lo que para él eran los derechos civiles a muchos millones de personas y, además, boxeando de nuevo demostró que, en efecto y pesara a quien pesara, él era el mejor.


Al tiempo que a Alí le prohibían boxear, en 1968 y México, otros dos deportistas negros, Tommie Smith que, tomó la decisión y convenció a su compañero John Carlos, “(…) aquí están nuestros años de sufrimientos y miedo; yo voy a hacerlo, tú decides lo que quieras” y, tras ser oro y bronce en los 400 m. lisos, subían al podio serios, concentrados, descalzos, con el chándal remangado mostrando sus calcetines negros, al tiempo que levantaban un puño enguantado también en negro, gesto que, cada uno a su modo, siguieron otros atletas, Evans, James, Freeman, Beamon,… y les costó -los blancos somos como somos- perder el previsible futuro cómodo de los triunfadores y tener que vivirlo junto a -con orgullo, supongo- su dignidad y el eco de la voz aussie de Norman, segundo en el podio: “Estoy firme con ustedes”.

Black power México 68

Tomás Moro publicaba en 1516 “De optima republicae doque nova insula Utopía, libellus vere aureus, nec minus salutaris quam festivus”, “De la mejor de las repúblicas y de la nueva isla de Utopía, libro áureo, no menos saludable que festivo”, conocido como “Utopía”, sobre una sociedad imaginaria, fantástica, ideal, -quizás- irrealizable pero alternativa, que puede encarnar el optimismo de concebir un mundo mejor y Pablo Milanés buscó junto a Silvio Rodríguez, en otra isla, la Utopía y compuso, entre muchas -muy- hermosas canciones “Yolanda”. Adiós cámara   da, amigo.