domingo, 27 de octubre de 2019

76 Los domingos, cavilar Capitalismo vs comunismo Fernando Merodio 27-10-2019

76 Los domingos, cavilar
Capitalismo vs comunismo
Fernando Merodio
27-10-2019

"El poder no da nada sin exigírselo. Nunca lo ha hecho y nunca lo hará." (Frederick Douglass).
Había algo más, el PCE no solo era el partido del antifranquismo; lo era, desde luego, pero era sobre todo el partido de la revolución, del socialismo, vividos como expectativa por un grupo de amigos”. (Santos Juliá “Camarada Javier Pradera”).

El peor daño que generó la caída del muro de Berlín -del que en casa guardo un pequeño resto- es la dominante y perversa idea de que el capitalismo, neoliberalismo ahora, el sistema socio-económico que, a partir de la propiedad privada de los medios de producción, genera injusta desigualdad, impone al capital sobre el trabajo y distribuye la riqueza a partir de las triquiñuelas del mercado, “no solo es el único sistema socio-económico viable, sino que es imposible imaginarle una alternativa”, idea reforzada por la funesta práctica política estalinista y derivada, difundida por los medios de modo insistente y distorsionado, dificulta ad infinitum todo intento cabal de ajustar al caos actual las ideas filosóficas, políticas y económicas de Karl Marx (1818-1885) y Friedrich Engels (1820-1895) que, frente al capital, definen una sociedad sin clases, igualitaria, que otorgue valor el trabajo, con el materialismo histórico como método de análisis de la realidad que influye en muchos sistemas económicos,  políticos y sociales, ideas, repito, hoy dañadas por la práctica política soviética, china,... y la mayor deformación de su realidad por el malicioso (ab)uso de los ruines voceros del poder mediático, neoliberal, muy conservador, controlado por el capital.
Marxista inteligente, positivo, Antonio Gramsci (1891-1937), fundó, junto a Amadeo Bordiga y otros, el partido comunista italiano, pasando casi toda su corta vida adulta en la cárcel, donde murió víctima de su mala salud y el maltrato, tras haber abandonado la idea del "determinismo económico" -la relevancia que Marx y Engels daban a la economía para analizar la realidad e influir en ella- y abierto paso a su fértil diseño de la "hegemonía" cultural basada en la razón que, impulsada por la acción política en la calle, triunfaría en la sociedad generando cambios; un concepto, el de "hegemonía", y una praxis, la de acción política, que funcionaron en el potente PCI de 1970-1980, enfrentado a las teorías y las prácticas soviéticas, maoístas,..., y que llegó a ser hegemónico en Italia, hasta que, entre otras causas, el seísmo que fue la caída del muro y la apisonadora en que tal caída convirtió al capitalismo sin el recato que, pese a sus muchos defectos, le imponía el comunismo soviético, en una locomotora sin freno que impuso -aún más- su cruel hegemonía fáctica en todo el mundo, práctica de ordeno y mando porque puedo y quiero, no la hegemonía racional marxista que proponía Gramsci como base socio-política de lo que por un breve, ilusionante e iluso período de tiempo, se llamó eurocomunismo, serio en la Italia de Berlinguer y poco debatido en España, quizás por los acuciantes problemas que entonces había para los comunistas del PCE antifranquista de Santiago Carrillo.
Hoy se ha impuesto la siempre abusiva hegemonía del capital apoyado por la -torva, falsa- publicidad de sus medios de comunicación, el "ordeno y mando" impuesto, sin ideas que no sean su egoísmo, crueldad ilimitada a la que (pre)ocupan la desigualdad, la miseria, el hambre, las migraciones e injustas muertes en todo el mundo,..., a lo que ahora se une la muy alarmante aceleración e incremento que su totalitario dominio impone al tétrico viaje que nos lleva a la -no antropogénica, generada por el hombre-, "capitalgénica" -causada por el capital- destrucción cada día más evidente de nuestro único planeta; una abusiva y muy dañina hegemonía irracional que, con urgencia, deberemos desmontar, para imponer la que, lógica, política, apoyada en el consenso social y también egoístamente conveniente, proponía Gramsci.
Para empezar aquí cerca esa lucha de la razón mayoritaria contra el egoísta abuso del dinero y sus infames voceros, habrá que desmontar la insidia -una más- de un abusivo, cansino sermón totalitario/liberal semanal que en El Delirio Montañés, sin posible respuesta en ese medio, perpetra M.A. Castañeda, ignaro, inculto, burdo ariete del depredador, destructivo capital que le patrocina; se trata de su homilía del 20 de octubre, "Contra fascistas y comunistas", en la que injuria lo que, perturbado por odio irracional, considera comunismo, a cuyo fin mezcla churras con merinas y ni siquiera intenta diferir, ¡tendría que leer!, el odioso régimen soviético y sus sucedáneos de la solidaria y sólida arquitectura de ideas filosóficas, políticas y económicas que Marx y Engels levantaron frente al capital que él idolatra; comunismo-socialismo -no confundir con la PSOE- que intenta abrir paso hacia una sociedad igualitaria, sin clases, que valore con justicia el trabajo, una idea e intención que, visto dónde nos ha llevado el capital, resulta más que lógica y empuja a intentar  profundizar en ella.
Ágrafo ex-director de un delirante panfleto, dice apoyar su exabrupto en una -muy criticada- resolución de la -neoliberal e inane- UE, que, con menos osadía que el "jefe" de un Ateneo que fue Popular, denunciaba al régimen soviético de Stalin y sus adláteres, sin que el "fino escribidor", "reporter Tribulete" que ya que el Pisuerga pasa por Valladolid da una placentera lamida al capital, sepa distinguir a la URSS y Stalin de los marxistas/comunistas, un serio matiz cultural y, para un español que se hubiera sentido mínimamente antifranquista, una pizca de gratitud y afectividad histórica, algo que explica que, cuando empezaba a ser el plumilla que es, tratara tan mal a los abogados que, dentro del PCE y aquellas Comisiones Obreras, intentaban ayudar a los obreros y a los que, de verdad, se la habían jugado y se la jugaban contra Franco.
Los comunistas españoles, solo ellos y otros pocos más, se enfrentaron al dictador, fueron detenidos, torturados, encarcelados, fusilados,... y, solamente por eso, cuando los más tibios entonces que, con mínimas excepciones, pasaron de vacaciones esos 40 años de su larga historia, alardean de sacar un cadáver añejo de Cuelgamuros -no digan Valle de los Caídos, nombre franquista-, merecen un respeto y el reconocimiento de que, como tan bellamente escribió Santos Juliá para homenajear a un comunista, en aquellos duros años de clandestinidad en los que la gran mayoría de los españoles, en el mejor de los casos, eran pasivos consentidores, “había algo más, el PCE no solo era el partido del antifranquismo; lo era, desde luego, pero era sobre todo el partido de la revolución, del socialismo, vividos como expectativa por un grupo de amigos”; simplemente por ello, esos comunistas se merecen, al menos, silencioso respeto.
Aún tengo amigos vivos, es una suerte, que sin esperar nada que no fueran, apoyadas en la Ilustración, la libertad e igualdad que nos legaron los revolucionarios franceses, sufrieron detenciones, verdaderas torturados y muchos años de cárcel, siendo ellos, junto a los ya muerto para conseguir "esto", quienes me obligan a intentar que, al menos, ningún miserable, tenebroso hasta en su físico, impunemente les insulte abusando de derechos como la libertad de reunión, expresión e información, por las que ellos tanto sacrificaron.
Recuerdo a todos que Franco murió en la cama hace 44 años, con muy escasos reproches y oposición que no fuera la comunista, ya no está ni en Cuelgamuros, la PSOE le ha llevado muy cerca de donde, impertérrito y mediocre, firmaba cárceles y muertes, démosle de una maldita vez por muerto/enterrado y hagamos frente al enemigo de siempre, el capital que abusa del hombre y destruye el planeta, y que, por supuesto, como su vocero, no quiere ni oír hablar de Marx, Engels y esos comunistas que, nadie sabe por qué, siempre han estado, están y estarán frente a él.
Aviso para paseantes distraídos. Frederick Douglass (1818-1895), de raza negra, que escapó de la esclavitud y fue líder nacional del movimiento abolicionista en los USA, desde su brutal experiencia nos marca el camino a seguir: "El poder no da nada sin exigírselo. Nunca lo ha hecho y nunca lo hará". Pues eso.

domingo, 20 de octubre de 2019

75 Los domingos, cavilar Sánchez Galán y el "procés" Fernando Merodio 20-10-2019

75 Los domingos, cavilar 

Sánchez Galán y el "procés" 

Fernando Merodio 

20-10-2019 

“No hay nada más nauseabundo que la procacidad con que los que hacen del dinero la única razón de vivir agitan regularmente el fantasma de la crisis económica -o, ahora, el calentamiento global-, y se revisten de austeridad para advertir a los pobres de que van a ser necesarios sacrificios 'para todos'” (Giorgio Agamben. "Medios sin fin. Notas sobre la política"). 

La gran preocupación, nuestro gran problema objetivo, el drama de nuestros hijos y nietos, que nadie lo dude es, distorsionado aquí ahora por el trampantojo en que ha trocado todo lo catalán, el del calentamiento global, el cambio climático, el veloz viaje hacia un planeta inhóspito con final, si no lo impedimos, en la sexta extinción global o como cada cual prefiera decirlo, que exige una urgente actuación estratégica y potente, mostrar a los culpables e impedir que consoliden el daño causado. 

Los medios de comunicación, artefactos de esos culpables, tienen otras prioridades. El domingo, 13 de octubre, al tiempo que, pasmados, esperábamos la sentencia -ya filtrada vergonzosamente entonces- del llamado procés, la revista XLSemanal del grupo Vocento -ABC, El Correo, antes Español, El Diario Vasco, El Norte de Castilla, Sur, Las Noticias, La Rioja, El Comercio, El Delirio Montañés,...-, poder real, editaba un burdo y muy caro panfleto publicitario, lavado de imagen, ocho páginas y portada para uno de sus dueños, el presidente de la purulenta Iberdrola, fondos -Black Rock, torva roca negra, Qatar,...- y poco más-, el monopolio siniestro del peor capital, Ignacio Galán, ¿por qué oculta Sánchez, apellido paterno?, que, en mangas de camisa, al estilo Iglesias, en New York, Central Park, con rascacielos de fondo, el poder de unos pocos, sintetizaba nuestra situación -no la suya- en primera página, "el movimiento juvenil para que hagamos algo contra el cambio climático es imparable", ¡vaya cara!, "ya no podemos seguir destrozando el mundo y la salud de la gente", reconocimiento implícito de que en el pasado lo hizo, añadía, ¡cínico!, que "la clave es no engañar", dejándonos, sin dar el paso a un lado exigible a los culpables, mareantes perlas: "estamos de acuerdo" con Greta Thunberg, "el calentamiento se está acelerando", "construir una central (¿) eólica o fotovoltaica lleva un año, pero conseguir los permisos son cinco años", ¿por qué no intenta hacerlo de modo legal?, para él, lo más duro en la empresa fue cambiar "a verde el color corporativo", ¡qué imaginativo!, "la buena noticia es que ahora, por primera vez, se ha hecho un plan energético nacional", o sea, la PSOE se ha plegado a Iberdrola, que "siempre ha tenido buena relación con los sindicatos" e, incluso, uno le pidió que no les dejara, "usted es de los nuestros", por lo que, "si los sindicatos no existieran, habría que inventarlos", también es sabido que con Greenpeace, tiene "muy buena relación, sí", etc., etc. Pelín burdo publirreportaje gratis -lavado de contaminante imagen- que le hace su periódico. 

No menciona, ni pide perdón por, entre otras muchas tropelías, su conocida e indiciariamente delictiva red de corrupción eólica, con 110 millones de euros gastados en altos cargos de la Junta de Castilla y León, las represas canallas con que desertiza Brasil, su abusiva y muy dañina forma de actuar, por ejemplo, en México, en el istmo de Tehuantepec, donde implanta ilegalmente miles de molinos en tierras comunales indígenas, corrompe políticos y amenaza a los pescadores, sus dueños y hay, incluso, como en toda Iberoamérica, muertes violentas entre quienes se oponen,.... 

Es inaceptable tal pretensión, lavar supurantes imágenes como la de (Sánchez) Galán, las de los corruptos fondos, los bancos, las petroleras, las eléctricas, los masivos urbanizadores y fabricantes de coches y aviones, la injusta Bolsa,...; no se puede consentir que generen simas de injusticia normativa, espacios arbitrarios que han colaborado a provocar la desaparición de la vieja izquierda y sus organizaciones sociales, impulsando su sustitución por esa cosa nefasta que llaman "progresismo" y es transigir, pactar, ceder,... ante todo y todos, la clase obrera ante el capital, la libertad de expresión ante el abuso de los medios de comunicación, el medio ambiente ante el desarrollo incontrolado, la ciencia ante cualquier opinión, el contrato social ante el interés egoísta,... 

Aquí ahora, como en todo el mundo, la generación energética y sus destructivos efectos se mueven en el ámbito que el filósofo Giorgio Agamben analiza a partir de la dramática experiencia de los campos de exterminio y su estructura jurídica, ejemplos perfectos del estado de excepción, en que todo está permitido, no existen los delitos porque no hay leyes, que es lo que ahora ocurre en la inmensa vergüenza en que ha devenido Cataluña, buen ejemplo del modo habitual en que, sin normas fijas y claras que nos hacen iguales, sin principios que nos vinculen y obliguen a todos, se imposibilita la acción colectiva, social, no hay política, y la lógica, saludable pregunta ¿qué hay que hacer? es sustituida por la parafascista ¿qué puedo hacer?; esa Cataluña en que, unilateral, una parte ve bien incumplir la Constitución que aprobó mayoritariamente, el contrato social cuyo respeto liga a género humano y civilización, esa Cataluña en la que el peor y hoy más cierto riesgo es que los frutos de los planes de repulsa/odio irracional inyectado en sus niños hacia el resto de firmantes de aquel contrato se les están empezando a pudrir y ellos sufrirán sus peores consecuencias. 

Volviendo al juicio provocado por tal situación, sorprende -y desmoraliza- leer que es un mérito que el juez Marchena haya conseguido dictar una sentencia unánime, en la que siete jueces han tenido que ceder en algo, sentencia que es fruto de acuerdos previos que hicieron que, supongo, ninguno de ellos firmara lo que consideraba resultado de aplicar las leyes a los hechos probados, sentencia que Jorge de Esteban, catedrático de Derecho constitucional, considera "precocinada, que no puede contentar a los juristas decentes que hay en España"; por ello, enemigo visceral de los "pasteleos", siempre he considerado humana/lógica/justa la, quizás poco "progre", sentencia que se fracciona en "votos particulares" y que, de haberse producido en este caso, habría permitido que algún magistrado hubiera explicado que el bien jurídico que los del procés pretendieron dañar no fue el orden público, protegido al tipificar el delito de sedición, sino -más grave- la Constitución, el contrato social firmado por todos, que intentó protegerse con el de rebelión y que tal intento de daño constitucional se perpetró 1) al aprobar las leyes de autodeterminación y transitoriedad jurídica que les habilitaban para romper tal Constitución, 2) al realizar el 1-O un -simulacro de- referéndum de autodeterminación, expresa y previamente prohibido por los tribunales y 3) al mutar la forma de Estado en República -ensuciando el concepto de ésta- y proclamar de modo unilateral su independencia, sin que, muy importante, se deba olvidar que la anécdota de que no lograran llevar a la práctica sus planes no elimina el delito, ni exculpa a quien lo ha cometido ya que, en sentido jurídico-penal, solo hay rebelión cuando fracasa, ya que si triunfara, sin duda, hablaríamos de otras cosas. 

El problema más grave y alarmante en el caso de la novela decimonónica sobre un bucle -al menos- tan melancólico como el de su primo vasco es que no hay solución, pues lo que hay enfrente, ese ente inventado y extraño con que los "progresistas" -de derechas, con carácter flojo y nivel mínimo- quieren negociar, se siente más catalán que cualquier otra cosa, incluso quizás solo catalán, lo que le convierte, ya he dicho, en algo melancólico apegado a una derrota histórica que él ha novelado y lo encierra en un insoportable bucle, maléfico laberinto que conduce a un siniestro supremacismo implícito que trata de ocultar pero, evidente, le tiene convencido de que todos sus miembros son -mucho- mejores que el resto de nosotros, lo que hace imposible cualquier debate lógico y serio que no nos conduzca al -por él- prefijado final de que el resto conceda al niño pijo, caprichoso y creído todo lo que pida. 

Lo de este -cada día más- inhóspito planeta y su destrucción, aún siendo urgente, exige más reposo.

sábado, 12 de octubre de 2019

74 Los domingos, cavilar Another Brick in the Wall Fernando Merodio 13-10-2019

74 Los domingos, cavilar 

Another Brick in the Wall 

Fernando Merodio 

13-10-2019 

"No necesitamos 'la no educación' / No necesitamos la 'falta de control mental'. / No al sarcasmo oscuro en la clase, / profesores dejad a los niños en paz" (Roger Waters / Pink Floyd. "Another Brick in the Wall" -Otro ladrillo en el muro-) 

"Esta mutación convierte en una farsa la diferencia entre derechas e izquierdas. Se trata, tan solo, de tácticas mercantiles para tomar el poder, es decir, el capital, vendiendo identidades." 
(Félix de Azúa. "Burla y urnas"


En el "18 Brumario de Luis Bonaparte", Karl Marx, tan difamado como poco leído, ilustraba lo ridículo que era trocar la tragedia en farsa en el devenir de la historia, algo que desde, quizás, una tibia socialdemocracia, actualiza el filósofo José Luis Pardo al explicar cómo la tragedia humana que es la lucha de clases, librada en el desigual e inhóspito campo de batalla que señala el capital, es sustituida hoy por la farsa de populismos que han puesto en marcha diversas, inanes, egoístas identidades, formas de religión que, ya "sean nacionales, de género, de especie, de lengua, de genética, de cultura o de tribu", han roto la tradición política de la Ilustración y las revoluciones que las había sometido al contrato social y la idea de igualdad jurídica. 

Agrietada tal vinculación con el contrato social y la idea de igualdad jurídica, en nuestro líquido y pasmoso mundo vale todo, incluso que su egoísmo enloquezca al pobre al tomar decisiones sobre lo que, tras dar un vuelco global al sistema, le exigirán los desastres provocados por el vertido a la atmósfera del CO2 que produce la egoísta y descontrolada generación concentrada de la energía y su insolidario, desigual consumo, llegando a la situación de que alguien al que reconozco mérito olvide lo esencial y para refutar mi -sin duda excesivo- arrobo por ella, arremeta con fiereza contra quien, Greta Thunberg, tiene el mérito de haber situado el problema -efectos, causas y causantes- sobre todas nuestras mesas, con solo el pequeño gasto de una rústica pancarta, "Skolstrejk för klimatet", y unos días de soledad en la gran escalinata del parlamento sueco que, posiblemente por emular la de Odesa, provoca que, como mi amigo, otros muchos utilicen contra ella los cañones del Potemkin del sistema, tan desproporcionados, ilógicos, mal dirigidos que parecen de la CIA, el KGB, las multinacionales del capital o, aquí cerca, El Delirio, con pólvora de acusaciones tan dementes y -con pretensión de- dañinas como que "es un peón del sistema destinado a hacer de caballo de Troya dentro de las familias para destruir cuanto antes la economía del carbono y propiciar el giro a la eléctrica. Sobre todo en el sector de la automoción. Quién va a negar a sus hijos (aleccionado por el conflicto generacional) el cambiar el viejo coche de gasolina por el nuevo de electricidad. (...) es un producto publicitario, tiene toda la audiencia que le proporcionan todos los telediarios nacionales (no es un producto de internet) y tiene el mismo propósito que cualquier producto que aparece de la mano de los media. Hacer publicidad. Al tiempo". Utilizo al amigo, culto y habituado a juzgar, abuso de su paciencia y contesto a los que, como él, no alcanzan a valorar los logros de la niña con carácter "Asperger", le repruebo su exabrupto, lo atribuyo a aceleración, falta de poso, intoxicación, miedo,... y lo veo como claro paradigma de la farsa en que hoy vivimos; otros transmiten cosas aun peores. 

Greta señala la luna, dice que -no ella- la ciencia unánime sabe que vamos muy mal y o cambiamos ¡ya! el sistema, la forma de producir, vivir, consumir,..., y luchamos por las ilustradas libertad, igualdad y fraternidad climáticas o vamos -¿sin solución?- hacia un holocausto global, la sexta extinción masiva en el planeta, con el "mérito" añadido de que -unos más que otros- esta vez la causaremos, de modo decisivo, nosotros; me enfrento, a los que, quizás, ofendidos por la osadía de la niña que señala la luna, envidiosos o asustados, dicen que su dedo está sucio, lo que -además- es falso, pues, señala, habla poco y claro sobre la unanimidad de la ciencia -a la que yo, escaldado, pongo más en cuarentena- y dice algo tan evidente como que, repito, hay que cambiar ¡ya! el sistema, lo que de él queda tras haberse derrumbado el contrapeso que fue el otro lado del muro... de Berlín, dice urgente acabar, entre otras cosas, con algo tan ciertamente dañino como la abusiva economía del carbono, sin esbozar que prefiera el vehículo individual eléctrico al deleznable actual o, siquiera, que precisemos aquel, ni copar periódicos y telediarios, ni -me parece- animar a destruir la familia,... Su dedo no señala soluciones, muestra, ni más ni menos, el problema, así que, sea cual sea el fin perverso que sus detractores -bien o mal intencionados- insinúen qué la mueve, me quedo con lo que repite, ¡hay que cambiar el sistema!, conocerlo, ir hasta su fondo y ser, en sentido estricto, radicales revolucionarios o, si parece más suave, cirujanos. 

En 1979 se hacía música con letra y Pink Floyd cantaba Another Brick in the Wall, que los españoles, ajenos a los idiomas, no entendíamos, "¡Hey! ¡Profesores! ¡Dejad en paz a los niños! / A fin de cuentas son sólo otro ladrillo en el muro / A fin de cuentas, sólo eres un ladrillo en el muro", crítica en especial con la educación de la época que hoy vemos que -siendo menor que el de la actual- fue un monumental fracaso que nos convirtió en Another Brick in the Wall, otro ladrillo en el muro, víctimas de la "no educación", cuñas de la misma madera, útiles para el poder, o sea, el capital. 

El miércoles asistí a una jornada -conferencia/debate- que sobre las "proyecciones" del cambio climático dictó un matemático en el Ateneo -lugar al que, por profilaxis, voy poco-, que, en medio de la farsa global, tomó forma de esperpento al abrirla, con su típica desfachatez, M.A. Castañeda, enigmático presidente del "casino", introduciendo al científico que, con lógica y datos, desmontó su plúmbeo -y siempre servil- discurso sobre "desarrollo" y "progreso", ante un público de viejos como yo, que ocupó media sala, ni un joven o niño, lo que muestra el interés que en organizar el acto puso "el introductor" que, maleducado siempre, huyo de la sala antes de la conclusión. 

Modelo de la vida actual, todo el acto fue, salvo la formativa charla, un desperdicio; el experto matemático detalló la unanimidad científica que define que el clima está descontrolado y que a tal descontrol hay que vincular, creciendo exponencialmente, calor, hambrunas, ahogamientos, incendios, sequías, aire irrespirable, océanos enfermos, deshielo, desastres no naturales -tormentas, huracanes, escapes tóxicos,...- vinculados, como las cinco extinciones previas sufridas por el planeta, a las emisiones de CO2, con el "mérito" añadido de que esto es antropogénico, imputable en calidad y cantidad determinables y ciertas a la acción humana y, a tenor de todos los modelos de decisión y actuación futura que elabora la ciencia, nos invitó a -ignoro el alcance que quiso dar a la palabra- una revolución en la generación y el consumo energético, en nuestras pautas de vida, enfatizando, además, que el problema sólo se resolverá si, por supuesto con urgencia, caminamos todos por la senda de la equidad climática. 

Junto a otras cosas, Greta Thunberg pide algo tan preciso e ilusamente infantil, como que, pues los dirigentes no hacen nada, la gente "sea consciente de que nuestros líderes nos han fallado", así como de que "estamos frente a una amenaza existencial" y yo añado que, para abandonar la farsa de identidades en que nos tienen empantanados, estudiémoslo, hagamos frente el serio y urgente problema y no permitamos que los culpables, el capital, cuyas técnicas tan bien analizaron Marx y Lenin, finjan querer abordar su -solo para ellos- solución y al resto nos sigan llevando hacia un terrible holocausto universal; tan grave es la situación. 

David Gilmour/Roger Waters/Pink Floyd que, con precisión de orfebres, cantan nuestra condición en su "just another brick in the wall", con "Wish you Were Here", "ojalá estuvieras aquí", nos legan un emotivo canto al recuerdo de algo que dio forma a su vida, a una sensible amistad, parte importante de ella, es el canto de un deseo al que ahora debiéramos, quizás, aferrarnos todos y remar para redirigir el horrible viaje al corazón de las tinieblas en que, los mismos de siempre, nos han embarcado.

domingo, 6 de octubre de 2019

73 Los domingos, cavilar Anticapitalismo Fernando Merodio 06-10-2019

73 Los domingos, cavilar 

Anticapitalismo 

Fernando Merodio 

06-10-2019 

"Hace 40 años que nos dicen que no hay alternativa al modelo que impone el neoliberalismo. Nos cuentan que es imposible imaginar un mundo distinto (...)" (Arno Bertina) 

“Este es un momento de la historia en el que todo aquel que tenga algo que aportar (...) debe hablar sin reservas. En un lenguaje claro. Da igual lo incómodo o lo poco rentable que pueda resultar. Debemos cambiar casi todo en nuestras sociedades” (Greta Thunberg. Foro de Davos. 25/01/2019). 


Son las 6:00 y, en el camino que lleva desde mi vivir familiar, en la que siento y pienso lo más importante, hasta el artefacto que mi palpitante y asqueroso trabajo de buscar -sin éxito- Justicia me impone para intentar explicar mi caos de ideas a una mínima parte del resto, me cruzo con cientos de jóvenes -y, correcto, jóvenas- en situaciones que no invitan al menor optimismo. Pese a ello, ¡ahí va eso! 

Anti-capitalismo es, para el diccionario de la RAE y el saber popular, "contrario al capitalismo", o "sistema económico y social basado en la propiedad privada de los medios de producción, en la importancia del capital como generador de riqueza y en la asignación de los recursos a través de los mecanismos del mercado", o "conjunto de capitales y capitalistas, así como su influencia y poder en la sociedad", modelo que impone unos valores: lucro -propio-, -injusta- propiedad privada de los medios de producción, competencia -ficticia- y -desbocado- crecimiento económico. 

Así pues, ser hoy anticapitalista no es defender el régimen soviético de Stalin o las diferentes versiones del chino o el de los jemeres rojos de Camboya,..., ni estar en contra de los beneficios colectivos de un desarrollo y progreso lógicos, sino, solo, estar en desacuerdo con que tales valores -lucro, competencia, propiedad privada y crecimiento, en la forma en que hoy definen lo que sus difusores dicen neoliberalismo- determinen -para deteriorarla- la vida en la sociedad humana, a partir del hecho de que todo ello, en esencia egoísta, no puede ser base de una sociedad que impulse igualdad legal y libertad personal y, además ahora, el respeto a la naturaleza, cada uno podrá llevar su anti-capitalismo hasta donde vea oportuno. 

Hoy, tras la que llaman "caída del muro del Berlín", el neoliberalismo capitalista condiciona todas las economías del planeta, siendo tan acreedor de sus -cada día más escasos y menores- éxitos como responsable de sus muchos fracasos, obvios en la explotación y el saqueo de territorios y recursos por los mismo siempre, las guerras, crímenes, catástrofes,... que han sido precisos para consolidar la desigualdad -el abuso de unos sobre otros- que hoy define la vida en el mundo, eso que los más desalmados de los sinvergüenzas llaman "desarrollo" o "progreso", un mundo en el que para más de 3.000 millones de seres humanos su día a día de todos los días consiste en trabajar, en condiciones inhumanas, de sol a sol no para vivir, para no morir de hambre, en lugares en que, como la República del Congo, la esperanza de vida está en 41 años. 

Todo ello, bastante para ver que el capitalismo, sistema o "conjunto de capitales y capitalistas, así como su influencia y poder en la sociedad", es radicalmente anti-igualitario e injusto y está en profunda, insoportable, odiosa crisis con alcance global, alimentaria, económica, financiera, ecológica, migratoria, energética,..., ni siquiera roza nuestro insaciable egoísmo personal, lo que nos impide ver que la causa y origen de tal crisis global es la -egoísta lógica- del capitalismo, la máxima ganancia propia en el más corto plazo, sin que importe el costo para otros, ahora sin el contrapeso que, en su día supuso el -mal- llamado comunismo, que en su construcción no usó bien los sólidos cimientos filosóficos, culturales, económicos,... de las ideas de Marx y Engels, el llamado marxismo. 

Pero hoy nos altera un hecho novedoso, el muy alarmante calentamiento global vinculado al muy moderno e indiscutible saber de que a las alteraciones naturales que estudian paleoclimatólogos, se ha unido que a partir de la revolución industrial, hace unos 300 años, el hombre genera la irrupción brusca, antropogénica, de la aportación artificial de CO2 a la atmósfera con el incontrolado uso de los combustibles fósiles, carbón, petróleo, gas natural, junto a la deforestación que produce la frenética expansión de las tierras de cultivo y pasto y el desaforado y especulativo crecimiento urbanístico que ha supuesto/impuesto lo más puro y duro del capitalismo. 

Se trata de una realidad -elevación de la temperatura en el planeta- y una génesis científicamente indiscutida -la acción humana- que, como tan detalladamente explica David Wallace-Wells en su libro "El planeta -cada día más- inhóspito", con la licuación de los hielos perpetuos y el insólito crecimiento de hambrunas, pandemias, plagas. migraciones, incendios, huracanes, inundaciones, sequías,.., ha certificado el fracaso de todos nosotros, del género humano, en la gestión de los recursos naturales y el cuidado de la supervivencia de la propia especie. 

En tal situación, ha sido Greta Thunberg, niña de 15 años, armada con una tosca pancarta fabricada por ella, sentada -en principio- sola en la imponente escalinata del parlamento -una única cámara- sueco la que, por fin, situaba la grave amenaza en el epicentro de todas las miradas, hecho llamativo que demuestra la flagrante evidencia de nuestra gravísima (i)responsabilidad; lo ha hecho con la aplastante sinceridad de quien convive con un síndrome de Asperger, mutismo selectivo que la hace no hablar por hablar, vivir en un mundo en que predominan lo blanco y lo negro, un escaso interés por participar en la ficción social,..., hasta afirmar que, pues es necesario, procede "cambiar el sistema" que ha generado y -cada día más- agrava el problema, actitud que provoca dos reacciones tipo, la de los descerebrados que en "delirantes" páginas regaladas de periódico, tras negar relevancia a la influencia humana en lo que nos pasa, limitan su idea del debate a llamarla "repelente nena", "profeta apocalíptica", "adolescente mal educada", "chavalita excéntrica", "imbecilidades que la nena proclama", "señorita chillona",... y la de los, más ladinos y peligrosos, que admitiendo la decisiva antropogénesis en nuestro problema se limitan a pedir, por considerarlo injusto, que no se produzca un "deslizamiento hacia el -peligroso- anticapitalismo", punto en el que recuerdo que fue el capital el que hizo que Lumumba en el Congo, Allende en Chile, Mossadegh en Irán, Sarkana en Burkina Faso,... fueran asesinados por el ejercito mercenario del neoliberalismo que tanto defienden sus paniaguados. 

La pasiva, cómoda y cobarde actitud de una mayoría remite a las conocidas y -para el bien general- muy dañinas tesis que explica "El gatopardo" o el fracaso que implica el muy triste final del film "Novecento" o la estupefacción que provoca el hecho de que, salvo lo dicho por la seria y valiente niña sueca que, dice J.M.G. Le Clezio, premio Nobel de literatura, "habla para ella, para su generación pero también para sus hijos y (...) para la Tierra entera, en su preciosa y frágil belleza", de la reciente demagogia exhibida en la ONU no va a quedar absolutamente nada que no sea la criminal pretensión de que mientras los Sánchez Galán, Florentino Pérez, Ana Botín,..., causantes del peor mal, seguro, están habilitando lo preciso para sobrevivir, continúen conduciendo al resto hacía la evidencia de un cruel genocidio universal. 

No es una obsesión, los medios son parte del mal y produce vergüenza el lavado de imagen diario que El Delirio facilita a quien, durante decenios, fue inquisidor y, con apoyo en una extraña universidad privada embutida en el político Parque Tecnológico, predicaba ayer a toda página con ridícula foto que "necesitamos que siga existiendo buen periodismo para no ser intoxicados". Es muy llamativo y exige cavilar sobre ello.