Un grupo sin otra afán por lo público que no sean sus egoístas sueldos, nombres tan poco fiables como Puigdemont, Torra, Rufián, Otegui, Colau,…, el peligro soberanista y un corto etcétera en el que zascandilea con ambiciosa simpleza quien se balancea en el inseguro, peligroso alambre, el socio/coartada del gobierno de Sánchez, el nuevo rico de Galapagar, Evita Iglesias, atacan con saña el régimen del 78, evidentemente por algo más que por ser monárquico, busco entre lo -poco- que dicen algo serio, de interés acerca de lo que presentan como solución para todos sus -de ellos- problemas y, a partir de Grecia y Roma, -salvo los ingleses, que lo llaman "commonwealth"- el resto decimos "república", forma de administrar la “res pública”, que en 1931, débil, se intentó aquí por un rato aprovechando la huída del rey -no confundir, ignaros, con lo ahora hecho por el viejo “emérito”- y los parejos resultados de unas elecciones municipales, II República que no fue ejemplar y duró poco, hasta que -abusando de la poca fiabilidad inepta de los “republicanos” y las armas- un general bajito, rechoncho y con voz de tiple la quebraba para, con su abusivo monopolio de esas armas, su ejército, su policía, su “ley mordaza”,… callar -sin necesidad de imponer mascarilla- a los pocos españoles que ni le aplaudieron ni permanecieron callados..., muy pocos.