01-100 LOS DOMINGOS CAVILAR

100 Los domingos, cavilar 

CoVilación. 9 

KL. Konzentrationslager 

Fernando Merodio
12/04/2020  

“Ordenar una especie de arresto domiciliario de la inmensa mayoría de los españoles, que es lo que realmente se ha hecho, no es limitar el derecho, sino suspenderlo” (Manuel Aragón. “Hay que tomarse la Constitución en serio”. 


“Los campos de concentración de las SS eran la expresión de la ideología nazi consentida por una aplastante mayoría de alemanes”. (Nikolaus Wachsmann "KL. Konzentrationslager"


Hace tiempo que miro, cavilo sobre hechos de hoy o viejos y escribo con intención sobre actos y gentes cuya maldad objetiva arruina la vida; dolorido por muertos, llego a la Cavilación 100 y se que aunque el afán de escribir sobre cosas de uno mismo es narcisista, vacuo en el vasto y cruel paisaje en que nos movemos, cavilar ayuda. 

Escribir anima, además, a cavilar -e intentar que lo hagan otros- sobre algo que excede de lo propio en el rato que es la vida y, con frecuencia, me lleva a pensar en los Auschwitz de los que, con corrección dañina, hacen oficio diario del poder impune, lo que me costó una firme crítica, a la vez amiga, que habló así: “Un poco exagerado referirte a Auschwitz, ¿eh?, además no creo que tú sientas estupor frente a la maquinaria del poder, la conoces, tienes medios para defenderte y los usas”, para añadir, pienso que solidario, “pero me gusta que lo hagas e insistas en lo del ‘sucio trabajo de todos los días’, je, je, los veo removerse en el asiento mientras lo leen”. Modo de entenderme, el del amigo, sano pero ajeno a la idea que propongo. 

El campo de concentración, KL (Konzentrationslager), lo planta, riega y alimenta una -en general- cierta o supuesta/arbitraria situación, estado excepcional, en realidad un convenio sobre el que, con -incierto- apoyo en ley o norma, se construye lo que llaman “custodia protectora”, actuación “preventiva” a favor de -dicen- intereses generales frente a ideas, individuos y/o hechos -también dicen- expuestos -al menos- para los que usufructúan -o usurpan- el poder y, a partir de tal ficción jurídico-política, todo lo que suceda en tal campo, lager, por inhumano, ilegal o abusivo que parezca, será visto lícito, humano; técnica sencilla y peligrosa que crea espacios para posibilitar el arbitrio ajeno a la norma ordinaria y llega a parecer habitual, incluso necesario. 

A mi modo, cito con frecuencia al Giorgio Agamben, para el que todo análisis del exterminio que quiera ser serio, eficaz, no debe limitarse a ver el vínculo entre estado de excepción e inhumano lager; debe atender a una idea más amplia, la de “campo”, no sólo “lugar en que se ha desarrollado la más absoluta ‘conditio inhumana", sino “matriz oculta” que lo hizo posible, norma que domina “el espacio político en que vivimos”, que “se agranda cuando el estado de excepción se convierte en regla”; hay ejemplos extremos de tal riesgo: empezar, unánimes y sin matiz o queja, por estado de alarma, luego, acaso, de excepción y, como final, ¿de guerra? 

Primo Levi sufrió hasta el límite en Auschwitz, lager dedicado al concreto exterminio sistemático de judíos, y situó en el origen de la barbarie la idea de que todo aquel que piense distinto es extranjero, pone en riesgo tus prebendas y es, por ello, enemigo; el lager es “producto de un concepto del mundo llevado a sus últimos efectos con coherencia rigurosa: mientras el concepto subsiste sus efectos amenazan”. Michel Foucault, Octavio Paz y otros explican que, hoy, los mecanismos de la opresión están, en primer lugar, en manos del lenguaje que controla el capital y la tecnificación de la política; Chomsky dice que, en manos de los poderosos, “la propaganda es a la democracia lo que la cachiporra al totalitarismo”, un poder espurio que dicen libertad de expresión que, pese a ser de todos, usurpan unos pocos, generando las formas de un lager distinto que, cuando menos, permite intuir un futuro aun peor. 

¿Dónde está el límite en el ámbito de la democracia? Hay casos en que está bien definido, pero en otros lo amplía cada uno desde su cobardía, explicando quienes han vivido experiencias duras que, tras la humillación, callas o lo cuentas y, mientras el silencio nace de un profundo malestar que Levi llama “vergüenza” y está provocado por la bota que dicta qué es vergonzoso o, por contra, noble, solo se explica aquel que sabe que, tras su maltrato, lo extremo e inhumano le supera, desborda su caso. 

Para enfrentarse a ello son precisas experiencia, valentía y fortaleza ante al abuso y, al tiempo, derrotar al examen, dictamen e ignara opinión pública que el poder genera; también hay que superar el estupor que engendra la crueldad y analizar cada “campo” concreto, pensar, detectar el abuso, la desigualdad, el horror,…, y valorar la urgencia de usar la fuerza del trueno que genera la razón en marcha. Brecht lo sabía y, por ello, escribió en 1938 “Poemas del lugar y la circunstancia”, ”Primavera”“Al gorjeo de los estorninos / se mezcla el trueno lejano / de los cañones de las maniobras navales / del Tercer Reich”; atentos a si el riesgo son, como allí, los KL y el trueno lejano que sustituya a la razón en marcha sea el hosco ruido de emergentes kapos. 

Empiezo a leer “KL, una historia de los campos de concentración nazis”, más de 1.000 densas páginas de horrores que, desde hace meses, me esperan y que, ya en su inicio, explican cómo Dachau, primer KL, próximo a Munich, en marzo de 1933 era cárcel para 100 ó 120 comunistas, custodiados por simples policías, en agosto de 1939 ya lo era para 4.000 hombres, mujeres y niños hacinados en 34 casuchas de 100 metros de largo de los que, pese a estar vigilado por destacamentos de la Lager SS, morían relativamente pocos, mientras en abril de 1945 sus liberadores encontraron un tren con más de 2.000 cadáveres contorsionados y descarnados y 32.000 famélicos supervivientes de distintas razas, religiones e ideas, de 30 nacionalidades; Dachau fue prototipo de lager, espíritu del abuso nazi, sistema de dominación con normas, personal y organización propias que, según Primo Levi, acreditaba que “donde hay poder ejercido por pocos, o por uno solo, (...), el privilegio nace y prolifera, aun contra el deseo del poder mismo; pero ese propio poder lo protege y estimula”. 

Entrada al KL de Auschwitz

"El trabajo os liberará"

"El confinamiento os hará héroes"

Me preocupa lo que Levi llama “zona gris”, de “contornos mal definidos, que separa y une al tiempo los dos bandos, verdugos y siervos”, evidencia de cómo “cuanto más dañina es la opresión mayor es la buena disposición hacia el poder” que abusa, lo que se atribuía a seducción ideológica, imitación, ansia de poder, cálculo egoísta, terror,…, de modo que la culpa recayera en el sistema, no en los nazis o en la odiosa fauna de víctimas que, al mismo tiempo, eran “guardias nocturnos, barrenderos, lavaplatos, localizadores de piojos y sarna, mensajeros, intérpretes, ayudantes de los ayudantes, chivatos,…, pobres diablos”, o de los kapos, odiosos represores de sus compañeros de desgracia, o en la cumbre de la vileza, los Sonderkommanden, casi siempre judíos que hacían los traslados a las cámaras de gas o crematorios y servían, ya que incluso las víctimas hacían de verdugos, como argamasa en la base de, entre otras, la teoría de Hanna Arendt sobre la “banalidad del mal”. 

El viernes, aniversario de, dicen, la crucifixión y muerte de Cristo, Manuel Aragón, constitucionalista serio, catedrático y magistrado del "sector progresista” que -como casi todo en Derecho- es conservador, tras escandalizarse por la democráticamente inadmisible forma de las ruedas de prensa y fustigar en concreto a Sánchez e Iglesias, denunciaba en El País "una exorbitante utilización del estado de alarma", pues "la protección de la salud es una obligación de los poderes públicos, pero solo puede realizarse a través de las reglas de Estado de derecho", ya que "la Constitución forma una unidad, y no cabe elegir a capricho cualquiera de sus partes"; acusación que es vergüenza para toda silente, bovina actitud ante un "confinamiento" que gravemente perjudica, incluso, el derecho de otros enfermos tan graves -o más- que los afectados del virus que nos tiene en "concentración" y, aún más grave, hace temer por lo que en -la mente y la piel de- todos y cada uno de nosotros marcarán las ideas -y la práctica- de quienes -gobierno represor de penenes soberbios- así actúan…y se explican.




99 Los domingos, cavilar 

CoVilación. 7 

Entrismo 

Fernando Merodio 
05-04-2020 

"(..) sin la mala fe de muchos medios, la población habría estado más sosegada, lo que no es poco. Es muchísimo" (Javier Marías. 13.03.2020 "Entusiastas del pánico"

"Al principio -un muy prolongado principio- las locutoras y los conductores de informativos, sobre todo los apocalípticos de TelePodemos, comunicaban los nuevos casos y fallecimientos en tono triunfal, como si temieran que nuestro país se quedara atrás en la desgracia” (Idem). 

EL ROTO 04/04/2020

Jaime Robles Lobo, nombre al nacer de quien ahora se dice Jaume Roures Llop, es un prototipo, especulador, antiguo propietario de La Sexta que, sin concurso y fuera de plazo, le adjudicó el siniestro gobierno de Rodríguez Zapatero, está ahora en el control mediático que, desde MediaproBeinGol,..., dinero, destruye el fútbol, en la ayuda al más agresivo independentismo catalán -por ejemplo, con el documental que falseó el referéndum, "1-0", declarado ilegal por el TC-, como en 1983, apoyó al cruel comando Barcelona de ETA, es símbolo del oxímoron que es la expresión "izquierdismo catalanista", multimillonario y dudosa catadura moral, alardea de trotskista, compleja rama bolchevique de la que él solo exhibe el "entrismo", táctica de afiliarse a grupos de masas para entrar en contacto con cientos de miles de trabajadores, influir desleal en ellos y, si es posible, desestabilizarlos, mérito principal de quien, repito, fue dueño a dedo de La Sexta, cadena que, con apoyos y peligro, sigue, ya sin él pero con algún socio inicial dictando -incluso desde la pantalla- doctrina, influencia dice Javier Marías, sobre la masa televisiva. 

Aquí ahora, la táctica trotskista del entrismo, método desleal y alevoso para lograr con mínimo mérito y fatiga los fines de diversas asociaciones, grupos, partidos,... de seguidores de Trotski y su tesis de la "revolución permanente", ha sido adoptada, incluso de modo público, descarado por numerosos indeseables sin ninguno de los méritos que adornan a aquellos. 

Es lejano -para muchos incluso desconocido- el tiempo en que españoles inquietos por el devenir político y, en especial, por la gente, sabían de carrerilla los nombres de los generales del entorno del "invicto caudillo", desde los diplodocus, prehistóricos, Yagüe, Monasterio, Aranda, Dávila, que, sin oposición de sucesivos prebostes, robó su nombre histórico al Paseo del Alta en que vivo hace 50 años, Varela, Solchaga, Moscardó, Vigón,..., pasando por los eternos Alonso Vega, Muñoz Grandes, Carrero, Nieto Antúnez, Castañón, Pita da Veiga,..., acabando en los que nos asustaban por su oculta posición el 23-F, desde el bravo y honesto Gutiérrez Mellado al sibilino Armada y el vírico Milans del Bosch, pasando por los líquidos, casi gaseosos, Merry Gordon, Quintana, Elícegui, Pascual, Campano, González del Yerro, Gabeiras,..., cuyos nombres conocíamos como si, además del lógico temor que generaba su control de las armas, nos importaran sus poco interesantes opiniones. 

Ahora vivimos, pienso. un agrio rebrote militar en la actividad política en España, repunte que, quizás por lo aprendido en su -ignoto- paso por la vida -en especial económica- latinoamericana, han alentado líderes carismáticos de la nueva política, cuyo mérito principal, como en el caso de Robles/Roures, es haber alcanzado -sin fatiga- desde su supuesta izquierda -trotskista éste, populista/peronista abductora del 15-M aquellos- estatus de ricos y, con su -poca- solidez de penenes, formar parte del gobierno de quien será -lo veremos- imperecedero Sánchez, designando como jefe de gabinete/ayuda de cámara a quien por su -supongo- sumiso cumplir en la milicia -sean cuales sean las órdenes- llegó a Jefe del Estado Mayor, JEMAD, designación política a la que, aunque la defienda mi amigo de la ejemplar Unión Militar Democrática, UMD, no es lógica y, paranoico quizás, asimilo a un vago "entrismo" militar en la política. 

Parece creer el (des)gobierno que si -el resto piensa que- hace lo que le indican técnicos o expertos no tendrán responsabilidad penal por su aciaga gestión política de este virus que con ellos nos está pasando por encima, para lo que sirve - creen- un Comité -que dicen- Técnico ad hoc que –también dicen- les marca el paso; no estoy al tanto de la opinión del ficticio Comité pero, ayer sábado, me senté a mediodía a verles las caras y oír su “opinión experta”, sintiendo vergüenza ajena al escuchar al quinteto, dos mujeres, la adjunta del contagiado director del Centro de Coordinación de Alertas Sanitarias y la Directora General de nosequé de Transportes, que se atascó leyendo los datos que evidenciaban lo poquísimo que nos dejan viajar y, junto a ellas, tres altos grados militares uniformados, ¡tres, que miedo!, creo que generales, vuelta atrás, los actuales JEMAD y JEMAGC y el Comisario Principal -creo que- de la policía nacional, que se limitaron a alardear de cuánto y cuán bien mandan y reprimen sus inferiores, ridículos panegíricos justificativos, dejando claro que son ellos quienes hacen que no se mueva nadie, acompañados, añado, por la nulidad -con traza- dolosa de políticos que (in)cumplen su obligación, sin mascarillas, ni guantes, ni batas, ni respiradores, sin tests de control rápido, con atascos derivados del mal funcionamiento político de la sanidad, con la impunidad que permite que empresas, incluso ahora, ilícitamente se lucren,…; me ha parecido ver qué clase de Comité técnico o de Expertos tenemos. 

La impresión sacada -desearía que errónea- es que la pelea por la salud -y la vida- de todos depende aquí ahora del fatigoso riesgo -sin medios- de los profesionales de la sanidad con el apoyo político de una represión pura y dura; no insisto, pero dejo clara, en un país que tan mal ha funcionado -y tanto ha sufrido- frente al mínimo virus, mi vergüenza y envidia de la flexibilidad sueca, “que ha decidido librar la inusual batalla contra el coronavirus con uno de los activos inherentes a su sociedad: la responsabilidad individual”, sin policía ni ejército,… y, además, mendicantes exigimos dinero; por su parte, los USA del inepto sicópata Trump, sede y símbolo del capital sin casi sanidad pública, son otra cosa que sube un poco la autoestima y Siri Hustvedt, premio princesa de Asturias de las Letras lo explica en un magnífico escrito, “¿Nadie podía imaginarlo?”, ella -como su marido Paul Auster- ha sufrido el doloroso mordisco del eximente virus y, tras decir “vivo con miedo” y afirmar que “los virólogos sabían que un nuevo virus podría causar una pandemia y cómo empezaría”, sentencia que “la ciudad que recuerdo -New York- ha desaparecido, se ha convertido en un caparazón vacío de vida”; peor son nuestras urbes que, además, incluso aplauden. 

En el pánico que -niños malcriados- sufrimos cuando, con nuestras poco fiables estadísticas, vemos que hay en torno a 60.000 muertos en todo el mundo -menos del 0,001% de la población, menos de 1 por cada 100.000 habitantes-, sin preguntar cómo es posible que más de 11.000 sean españoles, en torno al 20%; entiendo que el pánico responde a la ignorancia y a que, además, dice El País“las principales medidas para contener el CoV son las mismas que se usaban hace 100 años”, por ejemplo en la epidemia de gripe de 1919 ¡Cuánta estupidez y soberbia almacenamos! 

EL ROTO 27/06/2015

Pero el capital se rebulle, no está enclaustrado como nosotros, Ana Botín dice que “sin solidaridad no hay unión”, ¿sabrá de solidaridad nuestra plutócrata?, su madre pide ayuda para “su” arte, mientras nos tienen desamados, la Comisión Europea, ¡ay, Europa!, acaba de liberar, un ejemplo, 980 millones de euros a través de “Conectar Europa” para las grandes interconexiones eléctricas que -solo- exige el “solidario” capital, mientras Petronor, o sea Kutxabank y Repsol, el petróleo, crea una negocio que instalará paneles en torres y urbanizaciones para “generar energía eléctrica renovable y vender una parte al dueño del edificio y el resto a clientes próximos”, ¡mira qué lista!, etc., etc., siendo más indignante incluso el cuento chino del Ministerio de Transición Ecológica, tan "progresista", y el PNIEC que avanza pese a que -o por que- estemos confinados, así que le dedicaré, como a la idea de Zizec sobre “marxismo reinventado o barbarie”, más tiempo de mi CoVilar frente al activo entrismo.



98 Los domingos cavilar 

CoVilación. 5 

Estado de alarma 

29-03-2020 
Fernando Merodio 

"(...) Hay una paradoja: por un lado se nos pide que combatamos unidos esta batalla, por otra parte no podemos estar físicamente juntos". (Manuel Cruz, filósofo) 

"(...) se entiende que el estado de alarma es necesario, pero hay que tener cuidado porque esta situación puede enardecer la tendencia. Podemos aprovechar el parón para revisar con calma nuestro modelo social o (...) dejarnos llevar por el ardor del momento y acabar como la República de Weimar" (Santiago Alba Rico, filósofo) 

En el Diccionario de la R.A.E., mientras el sustantivo "alarma" define en primer lugar "aviso o señal que se da en un ejército o plaza para que se prepare inmediatamente a la defensa o al combate", el verbo "alarmar" tiene dos usos, 1. "Dar o causar susto" y 2. "Producir desagrado o escándalo"alarmar y alarma son, pues, dos ideas idénticas que parecen designar -y, de hecho, designan- cosas contradictorias pues, mientras el sustantivo es aviso de alguien a fin de que -un grupo- se prepare para defenderse o atacar frente a una amenaza o enemigo, terminología bélica que -de modo impropio, peligroso- se usa -en especial- desde el (des)Gobierno, el verbo remite a miedo, susto, desagrado inesperado, por lo que la idea de "estado de alarma" con que el artículo 116.2 de la constitución define la realidad en que -por decisión sólo de ellos y, con grados, junto al resto del mundo- nos tienen Sánchez, Iglesias & Co, es tan peligrosa y ambigua que Emilio Lledó, filósofo de 92 años dice que su cabeza "se ha llenado de recuerdos de la guerra civil, (...) la misma inseguridad. Los hábitos del miedo: no salir a la calle (...) Sin embargo, aquel era un miedo concreto (...) Este es abstracto, difuso, extraño" y "estoy desconcertado", siendo "este el gran problema, el desconcierto no ayuda a pensar bien, cuanto lo que más necesitamos en este momento es justo lo contrario: la razón contra el caos". 

EL ROTO 15-02-2020

Tal "estado de alarma" debido a -dicen- la presencia de un enemigo " abstracto, difuso", irracional, un virus que para Leila Guerriero "no es perverso, (...) no desea, no sueña, no quiere nada, (...) no tiene maldad", pero con el que -nos dicen- estamos en guerra, conflicto arriesgado, pues los irracionales que –porque les conviene- lo definen bélico, no solo sanitario, político, ciudadano, social,..., cuando acabe la pelea con él señalarán -muy peligrosos- alguien o algo culpable que, acorde con sus intereses, empeore el futuro de todos y los lucre a ellos. 

Frente a la amplificada alarma bélica, teledirigida, quien piense dispone de un medio que -no siempre- le diferencia del resto de seres y cosas de nuestro planeta, el uso de la razón, la inteligencia que -a quien la use- ayudará a valorar lo que aquel resto no puede y parte de sus congéneres no quiere ver, mostrándole la ficción que es lo que bienpensantes buenistas llaman "vida normal", así que quien se fatigue en pensar libre y, a partir de ello -en la vírica situación y sus secuelas- intente avanzar, podrá idear modos de salir de ella e incluso hacer algo para conseguirlo cambiando esa injusta “vida normal" por otra algo mejor para la mayoría y no, como casi siempre, para el dominante 1% y sus siervos. 

La actitud social dominante ante el virus muestra que, igual que al fuerte Nordstrom, humano personaje de uno de los relatos de las "Leyendas de otoño" de Jim Harrison, a muchos "hasta los sucesos más corrientes, y la muerte es el más corriente de todos, le pillan por sorpresa", justo lo contrario que al inteligente rumano Emil Cioran que, en las antípodas de lo que arriba esbozo, tambalea mis ideas al decir que "vivir es una maldición" "nuestra maldita lucidez, anomalía evolutiva, no deja de recordarnos nuestra fragilidad", por lo que la filosofía honesta nunca debería pensar en paraísos, sino enhebrar "silogismos de amargura" que, ajena a toda lógica, es más discreta que la que él veía ruidosa, atolondrada y banal felicidad, haciéndole afirmar que la vida es sólo "combinación de química y estupor" y el cosmos una alcoba fétida en la que se pudren cadáveres, lo que hace preferible ser piedra en lugar de hombre. 

Releo lo escrito y disipo cualquier duda respecto a qué tipo de "alarma" han logrado generarnos esos asalariados nuestros que nos apartan de facto de toda acción para el buen funcionar de la "polis", los llamados "políticos", tengo la convicción de que, la evolución de la epidemia, su celeridad de contagio en nuestro país, los graves errores en la contabilidad, nuestra cobarde e incívica falta protesta civil ante -a los dos meses de que, el 31 de enero, el CoV se detectará en España- los (de)méritos ciertos en la gestión del acceso a material preventivo -mascarillas, guantes, batas,...- para la seguridad de quienes ocupan la primera -o segunda, o tercera,...- fila, la escasez de "respiradores" para los contagiados más graves, el serio "chasco" de los mecanismos para el "test rápido" cuya práctica masiva fue, dicen, crucial en el éxito de Corea contra el virus, las peleas partidistas en los -escasos e inanes- debates públicos,... y, por otra parte, la -falta de- actitud y acción social por parte de todos nosotros, nuestro disciplinado encierro masivo y esa nueva afición a usar sucios guantes de goma e inútiles y sobadas máscaras de tela, el abandono del hábito del saludo -y hasta del cruce de miradas-, las medrosas, largas "colas" con vacíos de varios metros entre los "afiliados", los -incluso- fervorosos aplausos a ejército y policía,... evidencian el triunfo por aplastamiento de la "alarma" en el sentido de "dar o causar susto" o "producir desagrado o escándalo" sobre el de llamamiento para -asociados- aprestarnos a defender o atacar con acciones -no mera pasividad- al virus impasible -menos agresivo que otros muchos en distintos lugares- y sus secuelas, "alarmándonos" tanto con su inepta gestión material y política como con la forma en que -saben lo que hacen- nos tratan como niños asustados y gradúan, endulzan, agrian,... lo que cuentan sobre el necio virus y mienten con su versión sobre lo que -tan mal- están haciendo. 

EL ROTO 05-02-2020

A nadie parece preocupar que la ley orgánica que desarrolla el artículo 116 de la constitución y regula los limitativos estados de excepción, alarma y sitio para, es cierto, defender derechos fundamentales y libertades públicas, genera conflictos con muy serios y urgentes derechos de otros -individuales, públicos, políticos, sociales,...-, tan fundamentales como los que protege y también limita, sin duda, el pleno ejercicio ciudadano de esos derechos; es evidente que se puede perjudicar el correcto disfrute del aquí precario derecho de muchos al trabajo, a la huelga, al conflicto colectivo, a la atención sanitaria plena, dañada, por la alteración de consultas para otros enfermos en tratamiento..., lo que, sin duda, genera un daño en las libertades mayor que el de cualquier otra situación, lo que hace jurídicamente impugnables, incluso punibles actos desarrollados por las autoridades en su trámite de la alarmante excepcionalidad. 

Advierte Santiago Alba Rico que es este peligroso tiempo de auge de los populismos y, por tanto, de riesgo de des-democratización, dice que "no sabemos cómo será el mundo después de esto", pero que, evidente, dependerá de nosotros y, desde luego, no será igual al de hoy; vivimos una encrucijada en la que un pequeño sector activo de la población "no quiere volver a la normalidad en que hemos vivido los últimos años", normalidad respecto a la que "el discurso bélico al hablar del coronavirus da juego a los que quieren reducir derechos", debiendo cuidarnos mucho de que los mismos balcones que parecen solidarios deriven, agresivos, en totalitarios linchadores de aquellos a los que vean sospechosos o irregulares, exigiendo a cualquier precio, frente a la imprevisible contingencia del virus, una peligrosa, muy cara seguridad absoluta. 


Siendo cierto que son mucho mayores las opciones del capitalismo para impulsar y dirigir, a su conveniencia, el cambio del insano sistema que las que puedan tener los fieles ciudadanos limitados -solo- a obedecer y aplaudir -de lejos- desde los balcones, también lo es la certeza de que hoy el capital tiene una gran dependencia de la salud y actitud de nuestros cuerpos, en especial los de los que rechazan cualquier “alarma” que no sea la consistente en provocar una respuesta unitaria, en lugar de miedo.


97 Los domingos, cavilar 
CoVilación. 3 

Samuráis 

Fernando Merodio 
22-03-2020 

"La primera forma de la esperanza es el miedo, el primer semblante de lo nuevo, el espanto" 
(Heiner Müller) 

"(...) puede expresarse recurriendo a la conocida definición de la política como 'arte de lo posible': la verdadera política es exactamente lo contrario: el 'arte de lo imposible'" (Slavoj Zizek. "En defensa de la intolerancia"

"La música de los campesinos llega a vuestros oídos, están cantando mientras plantan el arroz, vosotros observáis las tumbas de vuestros camaradas antes de partir en busca de vuestro destino y un pensamiento corre por vuestras mentes: otra vez hemos sido derrotados, los ganadores son los campesinos, no nosotros..." (Final de "Los siete samuráis". Akira Kurosawa) 

En el Japón feudal, los samuráis, cuyo origen se remonta al siglo X, constituían una casta militar, situada por debajo de la de los nobles, daimyõs, a los que servían con las armas, en especial en los períodos de guerra, en general a caballo, con armaduras, espadas, arcos,..., tarea que, con el tiempo, los llevó a dotarse de un estricto código de disciplina y honor que, rígido, regía su comportamiento. Por razones de ruina, derrota o muerte de su señor o porque éste perdiera su confianza en él un samurái podía quedarse sin amo, convertido en un rõnin"hombre errante como una ola en el mar", resultándole casi imposible reincorporarse a otro señor o clan, al perder los daimyõs, por razones de tradición, la confianza en él; se adquiría, además, la condición de rõnin por herencia, siendo hijo uno de ellos y no habiendo renunciado de modo expreso a tal carácter o estatus y manteniendo firme la idea de recuperar el de samurái, para lo cual se esforzaban en preservar su orgullo, disciplina, honor,..., determinantes de su respetada condición de élite. 

Con esa finalidad y su idea de la vida, los orgullosos rõnin afrontaban, muchas veces sin remuneración, las misiones más arriesgadas, solidarias, heroicas,..., las que la general cobardía y egoísmo del resto no se atrevía a afrontar, como es la de Los siete samuráis -en realidad siete rõnin-, de Kurosawa, en cuyas tres horas y media de duración con los actores japoneses Shimura y Mifume como más destacados rõnin, se narra su leva, en el Japón feudal del siglo XVI, por los cobardes, mentirosos y míseros habitantes de una pequeña aldea, para que eliminaran -puee ellos no eran capaces de hacerlo- a unos bandidos que los tenían aterrorizados, pues les robaban cada año sus cosechas de arroz o cebada, su principal, casi único, medio para su supervivencia. 

No perjudico a nadie si explico que en el final de la película -como en el de Los 7 magníficos o la más reciente Ronin, de Frankenheimer, con de Niro- no hay truco, la historia termina como tiene que ser, los rõnin o samuráis, valientes, honestos, maestros en el arte de la guerra, conocedores de la vida y hábiles, no podían perder la guerra contra los bandidos, aunque estos fueran cuarenta y, además, tuvieran tres -allí entonces modernas- armas de fuego -"aquestos endemoniados instrumentos de artillería", que tanto irritaban a nuestro más célebre rõnin, Don Quijote-, pero fue la suya una victoria solamente militar, pues quienes -a cambio de solo unos platos de arroz- los había contratado no se fiaban de ellos, no les gustaban sus modos, los temían, por ello ocultaban a sus mujeres y sus mejores -y escasos- bienes, por lo que la historia se cierra con una lapidaria, triste y realista frase de Kambei, primer samurái"otra vez hemos sido derrotados, los ganadores son ellos, los campesinos, no nosotros..."; evidencia de que es cierto que suele ganar el poder y en los pocos casos en que no es así, lo hacen los más cobardes, miserables, aprovechados, egoístas,... 

Molestará, sin duda, a muchos recodarlos, pero es de justicia hacerlo, admitir para vergüenza del resto que, frente a la opresión de Franco, sin que nadie se lo pidiera, ni siquiera les dieran un plato de arroz en pago hubo un arriesgado evidente grupo cierto de rõnin organizados, clandestinos, que asumió la fatigosa tarea de hacer todo lo que acongojaba a los demás aldeanos cazurros que eran -y hoy aún más- los españoles. Muchos de ellos fueron asesinados, otros torturados, encarcelados, despedidos del trabajo, discriminados,..., heroicos en silencio, al tiempo que recibían una muy escasa solidaridad ajena, hasta que agotado -en la cama- el dictador, ellos que -hasta el límite de sus fuerzas, con su honrado saber, a cambio de nada- habían empujado fatigados para que, al menos, muerto el perro se acabara la rabia, decidieron someterse al -casi siempre- injusto escrutinio de la aldea, al -tan poco- democrático invento de las llamadas elecciones, en las que pasó lo que todos sabemos, forzando, sin duda, que sorprendidos, cabreados, incluso, quizás, avergonzados, aquellos rõnin se dijeran: no hemos ganado, lo han hecho, a favor de lo de siempre, los campesinos, los restos del más rancio fascismo y los -entones- "novísimos trileros sevillanos", financiados por la corrupta socialdemocracia alemana y la CIA, siendo el colmo que la generalidad de esos cobardes nos mira con una mezcla de miedo y, quizás, vergüenza, lo que los fuerza, incluso, a insultarnos, motivo por el que, sin duda, lo mejor sería disolvernos, desaparecer por el momento,..., como hicieron, legándonos el digno ayer, en algunos casos admirable, de su heroica historia y, como organización desvencijada, los restos hediondos de un naufragio que, con nombre femenino, pacta con cualquiera. 

Han pasado 40 años desde la muerte de aquel Franco -que hoy, con engaño, han resucitado- y la cosa, así debía ser, ha decaído, digan lo que digan, en lo peor, con sindicatos, asociaciones subvencionadas y partidos parasitando por las esquinas y una economía que -pues conviene- dicen boyante, con la desigualdad injusta y el paro devorándonos -nada comparado con lo que viene tras la mediática "pandemia"- y ya olvidado -¿por imposible?- el peor, real problema, el calentamiento global, el fin de la vida humana en el planeta, mientras los de "pacto y progreso" planean regalar todo "lo nuevo" al mismo capital que nos dejó aquí, en el borde del último precipicio y ahora, pues nadie le requiere, calla mientras la cosa esa con pinta de gripe fuerte -hasta hoy, en esta España nada preparada ha contagiado a 1 de cada 2.000 habitantes y matado a 1 de cada 25/30.000- pone patas arriba nuestra (des)organizada sociedad -sobre todo el sancta sanctorum del capital, "la Bolsa"- mientras, pues todos callamos+, Sánchez, Iglesias & Co preparan el mejor futuro para -solo- el capital. 

Siguen defendiendo, con la disculpa de un problema sanitario, el pútrido capitalismo, llegando a utilizar incluso con saña el propio Sr. conde de Galapagar, nuevo rico, la denostada "ley mordaza" de Rajoy para doblar el brazo, hasta quebrárselo, a toda la sociedad, emboscado, como tan bien explica Slavoj Zizek a partir de Alain Badiou, tras la infame falacia que es la "ilusión democrática", que exige la ciega aceptación de los que ellos llaman -insisto que en falso- mecanismos democráticos, "como marco final definitivo de todo cambio, impidiendo la radical demolición de las acreditadamente nefastas relaciones sociopolíticas capitalistas". 

EL ROTO 20-03-2020

La realidad social a que despertaremos tras la pesadilla en que han convertido la emergencia sanitaria va a ser aterradora, nadie lo dude, y nos forzará a vivir, es evidente, tiempos muy duros pero interesantes, extremadamente interesantes en que, pienso, resultaría imprescindible -por conveniente para una gran mayoría- que reaparecieran -al menos algunos de- los rõnin samuráis que estén en voluntario retiro, estoy convencido de que los hay y de que, desde un planteamiento estricto de justicia igualitaria y disciplina, estarán capacitados para, parafraseando a Sören Kierkegaard, dar su dimensión a la "pandemia" y acometer una suerte de "suspensión política de la ética", revolucionaria lucha por la justicia y contra el calentamiento global mediante una radical modificación de nuestras insoportablemente insostenibles pautas de generación y consumo, que deberán ser racionalmente adecuadas a la naturaleza y transformadas, de verdad, en igualitarias, olvidando en segundos la (in)solidario ñoñez en que, a favor de otros intereses, nos está metiendo el "progresismo" del regreso.









96 Los domingos, cavilar 
Estado de sitio 
Fernando Merodio 
15-03-2020 

"Calígula.- La seguridad y la lógica no marchan juntas / Quereas.- Es cierto. No es lógico, pero es sano" (Albert Camus. "Calígula". 

"La peste.- Lo ideal es obtener una mayoría de esclavos con la ayuda de una minoría de muertos bien elegidos" (Albert Camus. "El estado de sitio"). 

"Nada.- (El pescador se precipita sobre Nada y los Guardias lo detienen) "Ya ves, pescador, los gobiernos pasan, la policía queda. Hay, pues, una justicia" (Albert Camus. "El estado de sitio"

El novísimo clan del "progreso" que, inane, bajo palio en andas lleva a Sánchez e Iglesias, caudillos, ha podido ver que, a diferencia de los patógenos egoísmos de la familia Puigdemont, Torra, Junqueras & Co y los -más listos- vascos, no hay nada que regalar al caos de los CoV, los coronavirus, gérmenes que tras causar males físicos, leves o graves, perturban el mejor invento de la cómoda molicie en que vive la "nueva política": son los CoV retrógrados, muy poco modernos, ¡se niegan a negociar! 

Sorpresivos, han descolocado a las dos sectas de nuestro "progresismo", la del guapo, turbio jefe de planta de la mercantil PSOE y la de los volubles nuevos ricos sres. duques de Galapagar, llevándolos al orgiástico caos de un valleinclanesco esperpento y, antes de derogar -la manifestación feminazi no les dejó tiempo- esa que decían terrible "ley mordaza", quedando Franco ante ellos, cardenales purpurados de sus nuevas famiglias, cual vulgar monaguillo con las puntillas deshilachadas, ¿quién se atreve a criticar ahora las "leyes de excepción" del sátrapa si, simplemente, las compara con el "estado de alarma" de esos dos "modernos", tan bien descritos por filósofos "rojos" como Giorgio Agamben? Nadie debe olvidar que a los insensatos del cómodo pacto el estado de alarma que, tan serios, declaran los permite hacer lo que les venga en gana, controlar movimientos, requisar bienes, imponer trabajos, limitar el uso de servicios y el consumo de artículos,..., sin que, por supuesto, hayan pensado en hacer algo serio con toda la sanidad, los bancos, las grandes energéticas,... 

Dicen falaces nuestros pequeños dictadores que su "estado de alarma" no anula derechos constitucionales y no piden perdón por sus limitaciones a las revolucionarias libertades individuales luchadas, tras los ilustrados, cada uno a su modo y manera, por Marat, Danton, Desmoulins, Robespierre,... y su medicinal guillotina, que en tiempos de un caos superior -por supuesto- al del pequeño virus, gobernaron inteligentes, preparados, honestos, valientes,...; los que ahora nos "alarman", ajenos a la fatiga, el sacrificio, el riesgo por el resto,..., sin pensar, por supuesto, en exponer su vida como hicieron los revolucionarios franceses, nuestros -bien- pagados, haraganes e ineptos políticos imponen una insana, injustificada concentración de poder en el Estado que han debilitado y que -tan ilegítimamente- ellos representan para poner los peligrosos aparatos represivos en sus poco fiables manos; repito que su "alarma", artículo 116 C.E., no propicia otra cosa, evidente, que la suspensión del orden jurídico cotidiano, la derogación por el tiempo que ellos -y quienes les mandan- quieran del contrato social que todos hemos firmado, es una medida extraordinaria que convierten de facto en paradigma de gobierno cotidiano que hace muy feliz tanto al permanente peligro de la derecha como a la ignara irresponsabilidad de los nuevos "progresistas", desprovisto de auctoritas o, al menos, una mínima lealtad coherente. 

EL ROTO 14-03-2020

Me importa un bledo irritar a los "alarmistas" rebuscando entre mi -más o menos- ordenada acumulación de libros para encontrar el número 1 de la Colección Losada, Teatro, Buenos Aires, con la pegatina blanca y roja en la página 3 de Visor Libros, librería de Madrid, Isaac Peral, 18, cerca de la casa de Rosa, con una rebotica en la que acaldaban, para algunos, libros que no gustaban al -entre otras cosas- lerdo general Franco, un libro en el que, en la parte inferior de la misma página 3, escrito por mí, aparece Merodio 69; tenía, pues, 23 años, era ayer y un libro indispensable con las cuatro obras de teatro -"espectáculos" decía él- que, para explicar temas centrales de la acción política y la naturaleza humana, escribió Albert Camus: "Calígula""El estado de sitio""Los justos" y "El malentendido", inteligencia, honradez y sensibilidad a chorros de él y mil subrayados y notas mías, que me fuerzan a curiosear en mi interior para preguntarme, ¿y dónde está hoy aquel que leyó, subrayó y anotó todo esto? 

Tras la novela "La peste", 1947, "El estado de sitio", 1948, denunciaba el confort del miedo, el cobarde respeto a la injusta opresión, obra de teatro en que Camus elegía Cádiz como metáfora de la España sitiada, encogida por el nimio Franco, dictador de abusos sobre una doliente, medrosa población, la -falta de- reacción de los asustados, la peste -en forma de un joven aprovechado y su secretaria- que, irracional, pone a la ciudad en sumiso estado de sitio, lodazal en el que vive Diego, héroe frente al poder venal, canto al individuo que tantos ataques costó al Nobel francés. Pues eso. 

En la urbe global que -dicen- hoy es el mundo, con el falaz argumento de un -muy poco- mortífero virus, quienes por nosotros deciden qué hacer lo cuentan -solo- como una grave, global epidemia, pandemia, amenaza sanitaria para el género humano, nos exigen apocarnos, airean -necios y, sin duda, malintencionados- la exigencia de una brutal cuarentena global, así de peligrosos somos para el sistema y frente a -salvo que nos callen algo- tan poco dañino virus de apariencia solo expansiva que presentan con suave buenismo como holograma de una terrible, infecciosa peste cuyas bacterias -en el ambiente, voluntaria o involuntariamente, creado- hacen -como hizo Sansón con las columnas del templo de los filisteos- tambalear las muy débiles estructuras sociales, políticas, económicas,..., ridículamente endebles creadas por el capital en su odiosa relación con el género humano y la naturaleza, por lo que, para proteger esas débiles pero muy abusivas estructuras, con la colaboración de los siempre sumisos, peligrosos medios, agitan el atemorizante espantajo de episodios históricos, cientos de millones de víctimas, la "peste de Justiniano", siglo VI, la "peste negra", siglo XIV, la "peste china", siglo XIX,..., ajenos a lo que aquí ahora ocurre,... supongo de otros tiempos. 

Si se razona un poco, la preocupación sanitaria es solo algo superior a la que causa una epidemia de gripe y, por supuesto, muy inferior a la del évola, la diarrea, el sarampión, el dengue, el sida, la malaria, la tuberculosis, la hepatitis B, la meningitis,... que, recurrentes, atacan a otros lejos de nosotros, siendo único insomnio real que al poder causan los célebres CoV, repito, la evidencia de lo, al tiempo que generador de cruel desigualdad, injusticia, muerte,... exagerada, ridículamente débil es el sistema que, sin el contrapeso de las serias ideas de Marx o algo similar, impone el capital, al que un muy simple virus -hasta hoy al menos- muy poco mortífero agrieta sus más "sólidas" estructuras, los gobiernos-títere, sus crueles relaciones laborales, el egoísmo empresarial, explotación evidente que si gana no reparte y ahora, tal es su endeblez, pide árnica, los sindicatos exigiendo a los "progresistas", ¡vergüenza!, muy rápidos Ertes, el mínimo tente en pié, evidente, que sostiene a las estructuras sanitarias públicas, que exigen héroes,... y, espectáculo hilarante, los agónicos terrores de esa cosa misteriosa que llaman la "Bolsa" y en que -contra natura- los miserables lampan dinero de no se sabe dónde, pero que, evidente, roban a otros y, fundamental, además no les exige trabajar. 

Nadie debiera ignorar -ni, después, olvidar- que, tras el trampantojo vírico está, seria siempre, Greta Thunberg con su sabia exigencia de "cambiar el sistema" y, tras ella, los científicos libres que, al contrario que los miserables pequeños nacionalistas catalanes y vascos, no nos llevan a -ni siquiera admiten- egoístas pactos pero exigen soluciones, advirtiendo, por ejemplo, desde la ONU, el 10.03.2020, en su informe final sobre el estudio del clima mundial que "el calentamiento global se está acelerando, pues, digan lo que digan Iberdrola, Naturgy, los bancos,..., "2019 fue un año de records" y "estamos muy lejos de alcanzar los objetivos" que frenen, palien, ya no impidan el inevitable final de los habitantes del planeta Tierra, que han causado los que ahora intentan aprovecharse de la peligrosa suspensión de nuestras garantías jurídicas, del contrato social, algo que ocurrirá si no nos enfrentamos y llevamos a sus justos términos el injusto y atemorizador "estado de alarma". 

EL ROTO 13-03-2020

Mínima reflexión final. Bajando a las 6:30 a escribir esto en mi único ordenador, tras cruzarme en los 4 kilómetros que -calculo- separan mi casa y mi despacho con 2 taxis y 3 personas, 2 de ellas a lo lejos, no puedo dejar de pensar en la sugerente novela que hoy escribiría Orwell y, más positivo, en las inmensas posibilidades que nos abre el activo virus para iniciar el serio camino hacia una exigible igualdad austera y, pues "el género humano es la Internacional", también hacia el lógico jacobinismo que nos marcaron la Ilustración y la Revolución francesa; si la nobleza que hoy representan los sres. duques de Galapagar puede tener llena de agua su insostenible piscina, asistir a desaconsejadas manifestaciones antidemocráticas o romper cuarentenas sanitarias por ella impuestas y, además, a su conveniencia, es avalista del nuevo régimen feudal viejo que quieren imponer -algún- catalán y vasco, ¿quién, caprichoso, me va a obligar a no valorar/asumir yo los riesgos y estar quieto?







95 Los domingos, cavilar 

Plataformas 
Fernando Merodio 
08-03-2020 

"(...) 'desde el flirteo hasta proposiciones sexuales, dentro y fuera del ámbito de trabajo'. Graves indecencias, sin duda (sobre todo el flirteo, vicio copiado de las comedias de Doris Day), pero no delitos (...) Lo que a mí me abruma es que el cretinismo puritano de sacristanes y petardas alcance definitivamente estatura universal". (De la columna crítica dedicada a Plácido Domingo por Fernando Savater, filósofo, la víspera del 8-M, Día internacional de la mujer). 

Sustituyo hoy, Día internacional de la mujer, icono, gran preocupación metafísica de la coalición que da de comer a la mercantil PSOE y a la monarquía salafista, estrictamente familiar, de Podemos, mis apresuradas cavilaciones de fin de semana por las más reposadas pero también cimentadas en las fatigas de un arriesgado día a día de la Plataforma para la Defensa del Sur de Cantabria, referidas a una cuestión con menos incidencia en los manipulables vaivenes electorales pero con más peso en el incierto futuro del planeta Tierra y sus ombliguistas pobladores, la decisiva toma de posición sobre cuál será, de ahora en adelante, nuestra política energética y, en especial, quien controlará las decisiones, consecuencias y beneficios. 

Toda mi ya larga vida, desde que tengo -si es que tal cosa ha ocurrido- uso de razón, ha estado vinculada a diferentes y fatigosas "plataformas", desde las adolescentes y juveniles que me costaron la expulsión de tres colegios religiosos, -quizás- me llevaron a la política seria y sacrificada del PCE y, consecuencia de ella, a las socio-laborales Comisiones Obreras -que no deben ser confundidas con la burocracia subvencionada que hoy se publicita como CC.OO.-, ambas ilegales y -de aquel modo- clandestinas cuando yo formaba parte de ellas, caracterizadas porque sus austeros miembros laboraban para ellas gratis et amore, con -un cierto- riesgo y, en la medida de sus posibilidades, cada uno aportaba medios económicos para que subsistieran. 

Con su legalización -e integración en el sistema- fui perdiendo contacto con ambas plataformas de modo progresivo -de forma más radical, sin duda, con las odiosas CC.OO., ya no quedaba nada de las Comisiones Obreras-, para integrarme, siempre como radical individuo, en otras plataformas, todas ellas sociales con intención de "hacer política", vinculadas en un principio a los barrios, donde -con los precios, el urbanismo rampante, la falta de infraestructuras y servicios,...- se explotaba a los obreros más, mucho más incluso que en sus lugares de trabajo; era lo que entonces decíamos "movimiento ciudadano" y me uní a él seguro de mantener una vinculación, no organizativa pero sí ideológica, con el viejo, generoso marxismo, aun no disuelto en la oportunista IU u otros desgraciados inventos y, pues verdaderamente estábamos solos y nadie nos acompañaba, me llevé unos cuantos dolorosos batacazos. De intentar, obsesivo, cambiar el mundo, así de ambicioso e iluso era aquel joven, había pasado a tratar de influir -un poco- en la pretenciosa ciudad de la que nunca -de niño tuve la fortuna de vivir en Rozadío- me sentí miembro identificado con el resto; acabé siendo un desclasado. 

Una nueva plataforma que me elegía y en la que mi raro carácter impuso durante años un claro orden libertario, ácrata, incontrolado, me ayudó a influir -y a ser influido- durante 20 años en el deporte más serio, el atletismo en el que, como en su vida hacen el hombre -y la mujer, no se enfaden- se corre, salta, arroja piedras, lanzas,..., en la que llegué incluso a acabar, de aquel modo, unas cuantas docenas de maratones, una plataforma y unas carreras que dieron forma a una actividad lúdica que también exigió enfrentamientos y esfuerzo y duró, divertida y creativa, incluso muy positiva, hasta que mis ideas chirriaron en exceso para el pacato sistema, lo que me aburrió y abrió camino a lo que, cosa de los años, pudiera cerrar el círculo de una vida individualista... pero siempre vinculada a plataformas, grupos. 

Vuelvo a la electricidad, los Saltos del Nansa/Rozadío, y con ACAAT, un grupo transversal y variopinto, plantamos cara..., y derrotamos en el Tribunal Supremo y en Europa al peligroso grupo emboscado que es Red Eléctrica, su destructiva línea a 400 kv Soto de Ribera-Penagos-Güeñes-Itxaso,... anuncio de las hoy imprescindibles para el gran negocio del 1% que es el oligopolio energético grandes interconexiones eléctricas y de ahí a la pequeña, -muy- sólida, invencible Plataforma para la Defensa del Sur de Cantabria que, desoyendo los cantos de sirena de los paniaguados políticos del capital, presta la atención precisa a pamemas para electores como la igualdad entre desiguales, el "gatopardismo" del maquillaje de la abusiva regulación laboral o el lavado de imagen a las -útiles- apuestas, alimentarias tareas en las que, entre otras fruslerías, ahora fingen ocuparse los destruidos restos del naufragio, se dirige como Marlowe, premonitorio personaje de Joseph Conrad, al corazón de las tinieblas del sistema, donde se cuecen las peores maldades del decisivo control de la energía y, al tiempo que batalla con éxito contra sus destrozos, ha elaborado el breve documento que acompaño y cuya lectura, a la vez que lo ruego, recomiendo. 





94 Los domingos, cavilar 
Energía y bicicletas 
01/03/2020 
Fernando Merodio 


"El socialismo puede llegar solo en bicicleta"
(José Antonio Viera-Gallo, del gobierno de Salvador Allende). 

"La equidad mantiene una relación inversa con la velocidad" 
(Ivan Illich, Energía y equidad) 

"En los tiempos oscuros ¿se cantará también entonces? / También entonces se ha de cantar. Sobre los tiempos de tiniebla" (Bertoldt Brecht. Poemas de Svendborg

Para no inducir a error, aclaro que cuando encabezo con socialismo esta cavilación no estoy pensando en la mercantil PSOE ni, menos, en el descacharrante peronismo populista de chalet con piscina, pienso en cosas más serias. 

En tiempo de inquietud, un amigo me muestra y me anima a leer el pequeño libro "Energía y equidad. Los límites sociales de la velocidad", editado en 2015 y, antes de hojearlo, veo que su autor es Iván Illich y la fecha de su primera edición 1973, lo que, de inmediato, me lleva a inquietudes de los años 70 del siglo pasado, tan anciano soy, al CIDOC de Cuernavaca, México, del que Illich -no trabucar con Vladimir, Lenin- fue su fundador, sacerdote austriaco, ligado a cierta forma de acracia y autor, entre 1971 y 1976, de tres libros que me marcaron, La sociedad desescolarizada, 1971, La convivencialidad, 1973, y Némesis médica, 1976, que defendían relaciones sociales libres y cultas, libros contra ciertos portes de la sociedad, cada día más actuales, la escuela que obliga a materias regladas adaptadoras del hombre a la máquina, formadoras en despilfarro y consumo, ajenas a educar, algo hoy evidente en juventud y niñez, la (i)lógica industrial de la tecnología al servicio del capital, que produce en exceso, de modo frenético, con crecimiento ilimitado o el turismo feroz, no el viaje que es otra cosa, todo ello enemigo de una sociedad que conviva más, basada en la acción autónoma y creativa de sus miembros y en herramientas más simples, no manipulables por el poder y, para cerrar el círculo, hospitales a imitación de cárceles, que tratan de asegurar que funcione la maquinaria social, hospitales cuyos errores y vicios, con los matices que se quiera, causan más muertes que las que evitan, junto a una medicina cuyo último avance, desde la asepsia -que tan cara pagó I. Semmelweis, como relata Celine en su admirable tesis doctoral- fue la penicilina. 

Explica Illich en "La convivencialidad" que "la superproducción industrial de un servicio tiene efectos secundarios tan catastróficos y destructores como la superproducción de un bien", pues a partir de aplicar tal el servicio y superar un cierto límite -él lo denomina umbral- se genera lo contrario de lo que, en teoría, se pretende conseguir, poniendo los ejemplos de que la escuela, con tanta información reglada sin explicar, esas enormes mochilas infantiles y el depredador iPad -o como se llame- son paradigma de no educar, desconectar naturaleza, hombre y máquina, con actividad ilógica, poco inteligente, mecánica, al tiempo que la medicina hospitalaria, lo mismo que -en ocasiones- palia determinadas enfermedades nocivas para el sistema, produce otras nuevas a partir de sus errores, ignorancia e, incluso, tratamientos, sin que, por otro lado, sepa explicar y tratar elementales enfermedades del cerebro o siquiera cosas tan simples como el débil -y expansivo- virus que tiene toda la pinta de ser anuncio -¿experimento?- de otro más dañino, incluso más expansivo que, de modo voluntario o involuntario, sirva para resolver los evidentes problemas de exceso de población que, para el poder que -pues le dejamos- nos marca el ritmo, tiene hoy nuestro baqueteado planeta; un nuevo virus frente al que solo resistan quienes, por razones obvias, dispongan de las medicinas u otros medios para hacerlo frente. 

En el librito que me ha dejado mi amigo alerta Iván Illich de que, "cuando la industria automovilística -el capital- hegemoniza el sistema de transportes, acaba por dificultar la movilidad", respecto a la que, inteligente y didáctico, explica que "tráfico" es todo "movimiento de personas de un lugar a otro, cuando están fuera de sus hogares, sin importar el medio de transporte" y diferencia el "tránsito", referido exclusivamente a "aquellos movimientos que ponen en uso la energía física del ser humano" del "transporte", que describe aquellos otros "desplazamientos que utilizan otras fuentes de energía, en su mayoría -en 1973- motores de combustión" y razona, con la mejor justicia lógica, que "tan pronto como los hombres dependen del transporte no solo para sus viajes de varios días, sino también para sus trayectos diarios se revelan las contradicciones entre la justicia social y la potencia motorizada", hasta el extremo de que solo "a pie, los hombres tienden hacia la igualdad", pues, desde el momento en que las máquinas ponen a nuestra disposición una potencia determinada, dañan la igualdad entre los hombres; unos razonamientos, los de Illich que, unidos a la generosidad inocente de la juventud, hicieron que, pese a la insistencia de mi padre en regalarme a los 18 años, como luego hizo con mis dos hermanos, que aceptaron, los altos costes de un carnet de conducir y un coche, me negara a renunciar al saludable, cotidiano e igualitario paseo, al uso exclusivo de mis piernas y al transporte público. 

Más de 50 años después, cuando las crueles estructuras de dominación del capital están a punto de colapsar con daño para todos nosotros, excepto para los causantes y, además, repugnan, ¿a quién no producen nauseas, en concreto ahora, la actitud de la UE, turcos y rusos con los hombres, mujeres y niños sirios?, ¿cómo se puede sorprender alguien de que haya lo que, solo porque nos aterroriza a nosotros, decimos terrorismo?, es evidente que las ideas de Ivan Illich y, siempre, las de Karl Marx sirven para resignificar con Bensaïd las -muchas- virtudes del comunismo, separarlo de la ganga que el siglo pasado lo convirtió en algo tan fácil de destruir de modo falaz por el capital y, aquí ahora, por cutres como Jiménez Losantos & Co y, así, volver a lo que alguien llamó su "corriente cálida" que haga frente a la apocalíptica sociedad postindustrial convirtiendo ambas teorías en sencilla herramienta lógica para lograr la real transformación necesaria y profunda de las relaciones sociales. 

Animan en la lucha por un mundo más lento, justo e igualitario, menos motorizado, la vuelta al ritmo lógico del caminar humano, el carro y la bicicleta, las sentencias del alto tribunal holandés, condenando las emisiones de CO2, y británico, paralizando la ampliación del aeropuerto de Heathrow, como aquí, a otro nivel, hicieron TSJC y TS frenando el destructivo atropello de los 1.400 corruptos Mw, que quisieron regalar al oligopolio eléctrico PSOE, PP y PRC, lo que no impide que, aún hoy, con cómplice apoyo mediático, el consejero Francisco Martín, que ostenta el difícil e indigno baldón de ser el más inepto de quienes nos (des)gobiernan, emperrado en la demente carrera hacia una veloz -enemiga de la equidad- implantación de polígonos industriales eólicos en las montañas, mienta con desfachatez hasta en el parlamento según Europa Press, sin que los medios escritos, digitales o de papel, se hagan eco de la Tribuna que, con argumentos y datos, lo denuncia: "El consejero Martín, ineptitud y mentiras", lo mismo que, como me documenta otro amigo, el capital y sus siervos amontonan, dañinas sin tratar, en Valdeolea, las escorias, arenas de molde, restos de fundición,... de Reinosa. 


Empiezo a leer "Tres mujeres", retrato periodístico de un tabú, la sexualidad y el deseo femeninos, escrito por Lisa Taddeo, que durante ocho años recorrió Estados Unidos "para seguir la historia de tres mujeres normales y corrientes -muy distintas- y explorar cómo el deseo sexual ha moldeado sus vidas" y así transmitir "verdades esenciales sobre las mujeres y el deseo", manteniéndose temerosa de que "la resaca del puritanismo no va a desaparecer", pues las mujeres aun luchan "por un compañero que les dé un bebé". Intento comprobar si lo escrito ratifica o desmiente mi convicción de que las "feminazis" -más nazis que femis- del -(des)igual- ministerio de la duquesa consorte de Galapagar, entre otras, no van a lograr que las relaciones que, sexo y deseo, han unido, unen y unirán a los jóvenes sean por escrito -ante juez, autoridad, notario o sacerdote-, ungidas por el lazo de "pareja sólida" y la insostenible maternidad múltiple a que -vaya usted a saber por qué- ella ha conducido las suyas.







93 Los domingos, cavilar 

Apreteu/Apretad 

Fernando Merodio 

23/02/2020 

"'Vénganos de la mina', escribió mi padre. Sus últimas palabras. Y se lo prometí (...) Vengaría a mi hermano muerto como obrero. Vengaría a mi padre, muerto como campesino. Vengaría a mi madre, muerta abandonada (...) Nos resarciría (,,,) de los crápulas que nunca habían pagado por sus crímenes (...) Sacaría a la luz (...) a los enfermos de silicosis, a los hombres muertos por culpa del carbón sin heridas aparentes. Haría justicia a las viudas humilladas, condenadas a pagar la ropa de trabajo que su marido había hecho polvo al morir".(Sorj Chalandon. "El día antes", sobre la muerte de 42 mineros el 27 de diciembre de 1974, en Francia). 

Me inquieta el poso de la lectura recién concluida, que recomiendo, de El día antes, quejido de un hombre abatido por el cotidiano abuso que no es frenado por el sofisma de la (administración de) Justicia, ni por fútiles legisladores, ni por gobiernos hoscos, se digan de izquierda o derecha, gestores de lo banal y fieles a tutelar el perenne poder de la deidad dinero, que "inscribió su drama personal en la memoria colectiva". 

Paradigma actual de sofista demagogo, inepto, caro, son Torra e Iglesias, cínicos populacheros, peligrosos en tiempos confusos, nocivos para el resto, rémoras que se nutren en lo ajeno, uno, incluso ofensivo, se remanga circense... y finge trabajar, atetados ambos, idénticos, a la burocracia del mínimo esfuerzo, sin ideas, tenderos de humo tóxico, de historias infames, buscadores de lo suyo, coincidentes en la respuesta insolente y azorada a quienes, tras ser azuzados por ellos, se giran airados y los acusan por sus "negociaciones/negocios": Apreteu, se excusa uno oculto tras su español/catalán, Apretad, arguye el otro en español/castellano, tratando ambos de negar su carencia del mínimo para cumplir su contrato, su falta, incluso, de apariencia de merecer, excesivo, su injusto sueldo... que pagamos el resto. Apreteu defiende la Arcadia feliz de la independencia -¿de qué?-, un -inexistente- derecho a decidir, la nada, Apretad es la desvergüenza de una enciclopédica ignorancia sobre cuestiones que exijan una respuesta que no sea indolencia, palabrería hueca. 

Si, ante el fraude evidente en el contrato político, el incumplir obligaciones libremente contraídas a cambio de un cargo y un buen estipendio, no pedidas por nadie y dada la evidente y cierta inexistencia de artilugios que en los partidos atiendan al ciudadano en casos similares, alguien deseara acudir -como si se hubiera firmado un contrato de arrendamiento o laboral- a los tribunales por tan ilegal descaro ellos, procaces y severos, le reprocharán que "judicializa la política", intentando privarle del costoso hito histórico que puso fin a la impunidad de la falta de ley escrita, favorable -entre otros- para patricios, cónsules, senado... romanos frente a la plebe, nosotros, devolviéndole a tiempos previos a que Juan I otorgara en Inglaterra, en 1215, la Magna Carta Libertatum, Carta Magna, que en su artículo 37, aun vigente, somete a todos -incluso a ellos- a la garantía de que "ningún hombre libre será detenido, preso, privado de su propiedad, a no ser en virtud de juicio legal de sus pares y según la ley del país", privándole incluso del Bill of Rights, de 1689, cimiento del Estado de Derecho que garantiza el Rule of Law, Imperio de la Ley, definido en el Oxford English Dictionary como "autoridad e influencia de la ley en la sociedad (...) restricción al comportamiento individual e institucional", por el que "todos los miembros de una sociedad (incluso el gobierno) se consideran igualmente sujetos a códigos y procesos legales divulgados públicamente"; es inimaginable que, con normas claras, pudiéramos exigirles castigo ante alguien -en verdad- independiente, ¿qué sería de los sucios Torra e Iglesias por exaltar a quienes, sin que nadie se lo diga, ya les aprietan y acusan de traidores? 

Sánchez, Iglesias y su hato de insolventes quiebran, pues no creen en él, el Rule of Law, el Imperio de la Ley, de modo evidente al pactar con Cataluña y el País Vasco, ruines patrias, egoísmo ilimitado y deslealtad rampante, anuncio incluso para ciegos del nuevo nazionalsocialismo europeo; lo hacen, apoyados en el vale todo, con el solo fin -nadie se engañe- de, en TV, alimentar sus fútiles, enfermizos egos y, de paso, cobrar sueldos con que pagar sus ofensivos chalets con insostenible piscina..., algo que no hay que confundir con el verdadero poder, en manos de otros más inteligentes y -aun- más peligrosos que ellos; basta leer por encima a Malaparte para ver que lo de los "políticos presos", el apestado Puigdemont, el aventado Torra, sus despreciables, turbios alevines de terroristas,... fue el ridículo de un político golpe de estado estúpido y, diga lo que diga, hábil y mediático, Marchena, un flagrante y muy grave delito de rebelión, intento de forzar un cambio constitucional fuera de los cauces legales, del que, en aras del "negociar/negocio" lo innegociable que tanto gusta a los indolentes que ahora llaman "progresistas", han salido con penas mínimas para unos pocos, al tiempo que a los vascos, ahora menos aventados y sin urgencias por matar, se les transfieren -nada más y nada menos- las cárceles de sus cobardes "gudaris" y se les abre controlar la Seguridad Social, anuncio del fin de la caja única que garantiza la solidaria igualdad entre los territorios y -más importante- entre los trabajadores, pues si como ellos dicen, no se está transfiriendo nada, qué están haciendo y, en especial, por qué ahora, a punto de que se tengan que votar los presupuestos de todos. 

Hoy nos urge un problema frenar desigualdad y cambio climático, perentoria tarea para la silenciada Greta Thunberg, "cambiar el sistema" y el fallido presidente, escaso de votos, nos hacer perder el tiempo enviando un amplio equipo de su -al parecer, desocupado- gobierno a "negociar/negocio" unos cuantos votos del egoísmo catalán, que incluso fija el día del evento, con el peronista Iglesias, el catalán Salvador Illa y el excéntrico Manuel Castells, atípico independentista de Hellín, Albacete, catedrático de sociología ahora en la Universidad Abierta de Cataluña, en el papel de equidistantes mediadores neutrales que decidirán el canje regalos/votos, al tiempo que, atronando nuestro desmoronamiento cierto, al inútil próximo Revilla se le ha ocurrido/ocurrencia un "objetivo clave" de legislatura: lograr "avances cuantificables en igualdad de género" desde el muy caro parlamento/parloteo que preside un ex-crupier -base ad hoc- previamente declarado absolutamente incapaz para cualquier otro trabajo. 

Michel Flavent vivió 40 años con la obsesión vital de castigar lo que veía como una situación de injusta impunidad dolosa y, al final, le hizo vengar, a su manera, a los mineros del pozo Saint-Amè, cuenca de Nord-Pas-de-Calais, Francia, a su hermano Joseph, a su padre, a su madre, a la pisoteada historia de su región, al mayoritario grupo de trabajadores que nunca protestó levantando la voz, que estuvo al margen de todas las reivindicaciones, de las huelgas, que temía por su familia, por las represalias, el despido, el paro, la pérdida de techo y jardincito, que tenía miedo a, sin nada, ser nadie,..., forzado al ver cómo legisladores, gobiernos, jueces no hacían nada para impedir el desmoronamiento de las cosas y que cuando, inevitable, el deterioro se producía no era castigado. Lo de aquí ahora es menos concreto que la injusta explosión del grisú, es más difuso, extenso, pero igual de dañino y fuerza a España, país puntero dicen, a ni plantearse resolver con actos propios, como Flavent, el ancestral problema agrario, condenando a una forma de muerte a cientos de miles, millones de personas, al optar por exigir, siempre llorosa, ¿no les dará vergüenza?, que la entelequia Europa mantenga la injusta subvención de la corrupta Política Agraria Común, PAC, para que, todos niños pequeños, como si fuéramos catalanes o vascos, podamos perennemente repartir, generosos y mal, lo recibido, más y más. 

Mientras Sánchez consolida la PSOE, su empresa, el pequeño líder máximo de la secta que dice poder pretende convertirnos en una débil confederación de "estaditos" desleales, su pareja, émula de Evita o Elena Ceaucescu, sopla velas con amiguitas, Castells anda a "lo suyo", el comunista Garzón juega con el juego, la sindicalista Díaz enreda con el trabajo, el virulento oligopolio eléctrico patronea el "saneamiento" del abuso energético, los obispos -católicos, of course- recibirán el regalo histórico de 284 millones x la renta,..., ¿no debiéramos, acaso, apretar todos?




92 Los domingos, cavilar 

Divulgación dispar 

Fernando Merodio 
16/02/2020 

"El váter moderno es una buena metáfora de la sociedad actual: cagas en una tubería, tiras de la cadena y adiós. No tienes que lidiar con la mierda hasta que te llega al cuello". (Paul Kingsnorth, autor de "Confesiones de un ecologista en rehabilitación". 2017) 

"Gracias a Aude Catala, que defendió a Michel en secreto. Y a Mariano Fontaine, que dio las gracias a un mundo obrero" (Sorj Chalandon. Epílogo de "El día antes", novela sobre la muerte de 42 mineros, el 27/12/1974, en el pozo Saint-Amè. Francia). 

El pasado jueves, 13 de febrero, asistí en los locales del Colegio de Arquitectos a una "Jornada divulgativa" sobre la energía eólica en Cantabria que, con mayor rigor, debiera haberse adjetivado como publicitaria propaganda acerca de algo sobre lo que llevo años cavilando y respecto a lo que se han acabado las bromas; pongamos, para resumir, que hablamos de dinero, de muchísimo dinero, del capital. 

Lo organizaba una cooperativa, Solabria que, según la imagen que quiere transmitir de sí misma, es pionera en "energías renovables en Cantabria", atribuyéndose, nada menos, la finalidad de "cambiar el actual modelo energético por otro más democrático, social, distribuido y sostenible", si bien, contradictoria y pasmosa, tiene su sede en la nave Teican de Piélagos en que Agustín Valcarce desarrolla su frenética actividad como presidente de la Asociación Eólica de Cantabria, activo pacto oligopólico eléctrico a partir del ilegal-corrupto "concurso eólico", y como consejero delegado de Biocantaber, S.L., nombre neutro para ocultar la universal depredadora Iberdrola, una asociación y una empresa con prácticas opuestas al buenismo de los planteamientos de generación distribuida de que alardean Solabria y la Plataforma para un Nuevo Modelo Energético, ambas favorables a que el caos eólico siga (des)controlado en polígonos industriales -eufemísticamente llamados "parques"- que decide y gestiona, alegal y con enormes beneficios, el mismo ilegítimo oligopolio que, cruel y dañino, oprime con sus tentáculos todo el planeta y provoca su destrucción: Con su engañosa actitud, nociva, cooperativa y asociación forman parte del coro que se mofa de la silenciada niña sueca que, con cinco palabras, marcó una tarea urgente y exacta para que el planeta no se desmorone y aguante un ratito: "¡Hay que cambiar el sistema!"

Por si hubiera alguna duda sobre qué hay que cambiar aquí ahora, ahí va la réplica textual de uno de los fútiles subdirectores generales del ministerio de la "progresista" Teresa Ribera, ¡para la Transición Ecológica!, a una denuncia de la Plataforma para la Defensa del Sur sobre la nula existencia de planificación y ordenación en Cantabria, basada en que, para el artículo 4 de la Ley 24/2013, del Sector Eléctrico"únicamente tendrá carácter vinculante la planificación de la red de transporte", lo que le hacía concluir en el peor delirio que, textual repito, "serán los promotores quienes decidirán qué instalación quieren construir: tecnología, ubicación, potencia"..., todos a casa incluido, el primero, su flamante bluff del ministerio y silencio, ni un comentario. 

El inicio de la "divulgación" lo coparon, como siempre, ayatolas, que calificaron de técnicos, del "progreso" representando a la CEOE, al IDAE, o sea al "progresista" gobierno, al negocio de la Asociación Empresarial Eólica y al exiguo Sea of Innovation Cantabria Cluster, aupados todos ellos para, pues son pequeñitos, parecer más altos, en el macarrónico inglés "científico" de los bussines administrators -o algo así- que nos han traído jovencitos inventores millonarios, Gates, Zuckerberg, Bezos,.., generadores de monstruos de la razón nacidos al calor de desiertos -culturales- en Silicon Valley. 

Cerraron el acto, cuatro penosos teloneros locales del mismo pelo, dos miembros de CORE, organización urbanita sin personalidad jurídica, también motor del ruido mediático sobre unas escolleras que tampoco les gustan, santanderina, autora de una alterada y fea infografía que aparenta que los molinos que pretendían imponer oligopolio y gobierno afearían las vistas de los montes situados frente a su -lo creen suyo- muelle ciudadano y, además de a ellos, molestarían a los filántropos propietarios de los dos containers depositados en el borde de la bahía y del arco que pretenden demediar, arco que, así como otros celebran el triunfo de las armas, festeja el de la cultura del dinero sobre cualquier otra, santanderinos con una intervención encogida a la que siguió la de un diplodocus jurásico de un caduco ecologismo que, al servicio del gobierno "progresista", vino de Asturias a ofrecer que si destrozamos los montes con generadores eólicos impuestos abandonaremos el déficit en generación energética -no explicó cómo lo haríamos en fabricación de zapatos, automóviles, motocicletas de alta cilindrada o jamones de recebo y, así, volveríamos a la autarquía franquista-; para guinda reservaron a un alcalde agradecido al dinero que, explicó orgulloso, le trajeron los molinos a cambio de, milagroso, ningún perjuicio. Como siempre, no hubo nadie que pudiera defender la respetable postura de quien quiere acabar con la generación concentrada en manos del capital, siendo urgente que quienes defienden tan lógico planteamiento pudieran debatir con los "divulgadores" de la nueva religión de los que mandan, sería positivo que los dejaran hablar unos minutos y explicaran, para que se difunda, que gobiernos, oligopolio y prehistóricos ecologistas subvencionados mienten al servicio de alguien y algo que, como siempre, permanece oculto: el dios dinero. 


Se cerraba el círculo ayer, sábado, a toda página y con fotografía de los ayatolas, con El Delirio Montañés echando, siempre, su cuarto a espadas de la asimetría, titulando con algo tan cierto como "burbuja eólica" y "gran pelotazo" y recogiendo, novedad, algo siempre negado y sobre lo que los "divulgadores" habían pasado de puntillas, aceptándolo a regañadientes tras ser preguntados -al modo coreano, por escrito, no verbalmente y sin responder a todo-, que "39 proyectos eólicos se han presentado para instalarse en la región", si bien lo descafeinaba al atribuir una ficticia sensatez a la CEOE, "nos preocupa (...) una burbuja (...) que perjudique los proyectos sensatos en Cantabria" y resaltar la ilógica pretensión de uno de los de CORE, "la actividad eólica es buena, pero los parques pueden ser desastrosos en las zonas de montaña"..., afirmación de quien se lava las manos y obligaría a la implantación -para él necesaria en todo caso- de los imprescindibles molinos en la costa. 

La burbuja y el gran pelotazo de que habla El Delirio lo causan los miembros de la CEOE y esa civilización que tanto gusta a todos y silencia, ¡cuánto molesta!, a Greta Thunberg, siendo magnífica metáfora de todo ello la del inodoro de que habla Kingsnorth, "ecologista en rehabilitación", su tubería que sirve para ocultar en falso, temporalmente, nuestras heces hasta que nos es inevitable aceptar que existen, pues ya nos llegan a la altura de la boca; la idea de tirar de la cadena o apretar un botón y trasladar a otros el problema nos remite al religioso cuento chino del salvador y en ella está el comienzo, aunque no seamos conscientes, de la actual catástrofe. 

La jornada estuvo repleta de datos falsos y valoraciones/dictámenes tendenciosos, engaños a la gente, al pueblo, nadie dijo que esto es un caos, que nos retan 2.000 Mw de molinos de hasta 200 metros a colocar, Teresa Ribera dixit, donde al oligopolio plazca, mientras el PSEC 2014-2020 alardeaba de pasar de 825 Mw instalados en 2014 a 2.670 en 2020, aumento de un 225% -1.000 Mw ampliando el salto de Aguayo y 707,3, eólicos-, pero, por ineptitud, ilegalidades y corrupción, no se ha implantado ni uno solo de esos Mw y, la guinda del pastel, agotado el ilusorio Plan 2024-2020, ni se han iniciado los trámites -que costarán años- para elaborar el nuevo, fundamental para -ya saben lo del cambio climático- frenar la insoportable presión a que nos somete el corrupto caos eólico y su insana obsesión por la generación concentrada. 

Coda para reír,... por no llorar.- Un "sabedor" me decía al concluir -yo silenciado- la dispar jornada que si no se había implantado ni un solo molino en Cantabria había sido por voluntad de Revilla, al tiempo que culebreando la mano me aseguraba que él "sabe bien cómo funciona eso". Reflejo de un enfado abisal y, por ello, no coment.







91 Los domingos, cavilar 

De falsificaciones y rectificaciones 

Fernando Merodio 

09/02/2020 

"Toda persona natural o jurídica, tiene derecho a rectificar la información difundida por cualquier medio de comunicación social, de hechos que le aludan, que considere inexactos y cuya divulgación pueda causarle perjuicio" (artículo 1 de la Ley Orgánica 2/1984, de 26 de marzo, reguladora del derecho de rectificación), 

"Tenemos a los mejores y más hábiles mentirosos del mundo, a los más astutos y diestros ladrones (...) Podemos ganar al mundo en todos los juegos" (Brigham Young. Segundo presidente del Movimiento de los Santos de los Últimos Días; los mormones). 

Son estos tiempos difíciles, de falsificaciones que exigen -urgentes- rectificaciones y, para interesados en cambiar el rumbo, me detengo en algo de apariencia tan tediosa, vieja y sosa como puede parecer una ley de 1984, cuya breve lectura -y posterior puesta en práctica- recomiendo, ley que, pese a ser de aquella "casta", aún no ha sido desarticulada por los nuevos populistas de chalet en la "sierra rica" y los amantes del "progreso" insostenible -de unos pocos-, de derecha, ley añeja pero actual, urgente que regula el -teórico legítimo- derecho de todo el mundo a rectificar los -interesados y peligrosos- delirios de "cualquier medio de comunicación social"; solo tres páginas con contenido diáfano, bien redactado, y el objetivo evidente, fácil de entender por todos, de proteger el derecho constitucional a recibir y transmitir información veraz de interés para la colectividad. Intentaba tal ley, es evidente, acabar con un insano y peligroso monopolio, el del fundamental derecho a informar, entonces usurpado por el poder político y hoy, no sé si incluso más peligroso, por el del dinero propietario de -a través de su capital social o la publicidad- los medios, ambos poderes, los dos, totalitarios 

No es la Ley 2/1984, de 16 de marzo ordinaria sino Orgánica, pues defiende un derecho constitucional de toda persona natural o jurídica, a las que otorga la posibilidad de rectificar, dar su versión discrepante respecto a cualquier información publicada por un medio, siempre que se refiera a hechos que le aludan y él considere, sin que sea preciso que lo sean, inexactos y que, al tiempo, estime que su divulgación le causa perjuicios; es una Ley importante, de tiempo de cambio, que pretendió garantizar el fundamental derecho a la información en su doble dirección: activo, a informar y pasivo, a ser informado con veracidad, de modo que cumpla su fin esencial, ser socialmente útil para tomar decisiones colectivas, destacando en ella tanto el vínculo jurídico entre la rectificación y el esencial derecho pasivo de todos a ser informados con veracidad, aclarando la Sentencia del Tribunal Constitucional 168/1986, de 22 de diciembre, que la Ley Orgánica ni siquiera exige acreditar la falta de veracidad en la información, bastando la simple discrepancia con sus términos de quien rectifica y que le perjudique, en sentido amplio. 

Pese a todo, lo cierto es que tan lógico, útil y saludable derecho no se ejerce, pienso que por muy diversas razones entre las que encuentro como primeras la cautela -o miedo- que genera en la mayoría hacer frente -por lógico que sea- a medios que tienen tanto poder tan impune en la elaboración de la opinión pública y la cuidada glosa de remilgos leguleyos de doble, incluso triple, uso que, mayoritariamente, se hace de tan clara norma al administrar -de modo conservador- Justicia; en la práctica, rectificar es, pues, un derecho que apenas se ejerce, defraudando las expectativas de regeneración que en tan valiente figura depositó, sin duda, el legislador postfranquista. 

Veamos un ejemplo de falsificación que exige rectificación. Paolo Flores d'Arcais, dicen que filósofo, periodista, editor "progresista" italiano, con status aquí de mirón que se limita a dar tabaco, que resueltos, supongo, los serios problemas de su país, usa el acogedor calor que le da, también "progresista"El País para dejar el publirreportaje titulado "Una enorme y frágil esperanza", en el que vago, laudatorio y mal informado, desgrana cuatro nimios datos del acuerdo/programa "progresista en coalición", para España "nuevo", que el italiano, ido, define como "un preciso catálogo de todo lo que resulta absolutamente necesario hoy para poder hablar de reformismo", en el que, muy indicativos, Sánchez y los ahora mudos Iglesias & Sra. se conjuran a "luchar contra el cambio climático" con el dañino oxímoron de un ficticio "crecimiento sostenible" -el crecimiento, hoy, destruye- que, además, "cree empleo y reduzca la desigualdad", farfolla multiusos que, al servicio de cualquier ideología, apoyan, intercambiables, sindicatos y CEOE, pese a carecer de la menor referencia a cuánta energía se generará en el futuro, quién decidirá el modo y qué normas regirán el -por obligación- escaso consumo de la energía generada, dándonos a entender con ello que todo seguirá en manos del oligopolio que, de modo cruel e irreparable, dañó el equilibrio natural y lo seguirá dañando; junto a la insufrible desigualdad, me parece que una fiel definición valiente de la política energética debiera ser lo más urgente del "programa de gobierno" que, vaya usted a saber por qué, tanto gusta al filósofo, periodista, editor "progresista" italiano que, como guinda, afirma que "la permanencia en prisión de Junqueras y todos los demás condenados sigue siendo una vergüenza y un obstáculo", sin explicar para qué o quién; buen ejemplo de ignorante pisacharcos. 

Siguiendo la moda, ve trascendente el filósofo preocuparse por, ¡pobrecitos!, los españoles y dice que tan "esperanzador y frágil" programa "sitúa en el centro no la 'empresa' en abstracto, sino a los trabajadores", referido, supongo, a sueldos, horarios, vacaciones,..., haciendo que me arrepienta de los eternos debates -sin duda errados- que los pocos ilusos, comunistas, que luchaban contra Franco, miembros de las casta del 78, mantenían sobre cómo exigir la participación de la fuerza del trabajo en las decisiones notables que tomaban las empresas, decisiones que hoy, "progresistas", es evidente que debemos dejar exclusivamente en manos de sus propietarios, a los que, con incluso derecho de pernada, en "Novecento" llamaban patrones, para así lograr que nos siga yendo como hasta ahora nos va... y seguir cayendo. 

Alaba el mirón también el trato que dan nuestros "progres", de la forma que he dicho, a la "urgencia ecológica", como también a la disminución de "la brecha entre ricos y pobres" utilizando el aumento del salario mínimo ¡hasta 1.200 euros!, a la mejora en la salud pública -¿pagarán Valdecilla de una p... vez?-, a la derogación de la ley mordaza para que, solos, nos amordacemos nosotros, la -¡auuuu! aullaba rebelde el "Hermano lobo"- subida de impuestos al capital, el control de alquileres, la educación pública,..., catálogo de lugares comunes para todo el que se postula izquierdista, suaves para no enfadar al poder real, laudatorios, entre los que, eso sí, echo en falta referencias obsequiosas hacia la (in)eficaz privación de su presunción de inocencia y otros derechos esenciales a que cuatro plúmbeas páginas del programa de los coaligados someten al depredador varón ¿no será, acaso, el despistado italiano un machista? 

Nuestros "progresistas" deberían cambiar su criterio sobre el "progreso", su boba, depredadora, destructiva idea de que la naturaleza está a nuestro servicio y, además, es transformable, exprimible, inagotable,... y olvidarse de subir, crecer, incrementar,..., plantar cara y decir a su jefe, al capital, que hay que frenar lo de generar, consumir, incluso lo de incrementar sueldos, pensiones,..., pararse a pensar, hacer somero inventario de lo que tenemos e idear un nuevo -más equitativo- reparto, esperar su respuesta y, a tenor de ella, actuar. Actuar en serio. 

Concluyo animando a todos a exigir que los medios que las difunden rectifiquen sus muchas noticias falsas (mal)intencionadas, que lo hagan sin abogado, y sustituyo otro final ya escrito por una emoción vivida en el autobús con alguien de 95 años y un ictus a sus espaldas, el pasado, Miguel "el ruso", irritado con el "populismo" o "progresismo" actuales, cargado de años de emigración huyendo, de paros, huelgas, despidos, inseguridad, miedos, detenciones,... y, enterrado en mil recuerdos, un agradecimiento: "En la peor caída de "el Partido" no fui a la cárcel porque Coterillo, torturado y privado 10 años de libertad, no quiso decir mi nombre". Nada que rectificar.






90 Los domingos, cavilar 
El arco de un triunfo 

Fernando Merodio 
02/02/2020 

"El gran reto es la conversión sensible en edificio público y, a la vez, ser honesto con su historia". David Chipperfield. Sobre el Banco de Santander. El Delirio Montañés. 08.12.19) 

"Tenemos a los mejores y más hábiles mentirosos del mundo, a los más astutos y diestros ladrones (...) Puedo proporcionaros ancianos que saben timar a los mejores timadores y quedarse con todo su dinero. Podemos ganar al mundo en todos los juegos" (Brigham Young. Segundo presidente del Movimiento de los Santos de los Últimos Días; los mormones). 

Al tiempo que peleo contra el jarrón chino en que tratan de convertir la catástrofe climática, coexisto con el ensayo general del virus -que quizás ensayan- para resolver el problema de la superpoblación mundial, me alarmo ante el crecimiento de populismos y nazionalismos -de toda laya- previos a un poderoso muy negro fascismo y convivo con la mercantil PSOE, el matrimonio peronista del chalet con piscina, el esperpento Revilla y ahora el -judicialmente-renacido Marcano, estoy atrapado en la lectura de "La poeta y el asesino", de Simon Worral, que narra con detalle de historiador cómo un mormón tramposo, ¡ay la religión!, luego asesino, falsificó un manuscrito de la poeta Emily Dickinson -"El corazón quiere lo que quiere, o, si no, se vuelve indiferente"-, al tiempo que saca a la luz pública la falacia que es Sotheby's y todo el mercado del arte; aquí nos lo ha dejado muy claro Jaime Botín y su "amor" por Picasso. 

Todo ello está directa, íntimamente relacionado con la infame parodia actual consistente en pretender convertir la tétrica historia de la sede de un cruel banco en sacrosanto depósito de -lo que él decida que es- arte y, al tiempo, sucio icono de una ciudad, la mía, muy favorecida por la naturaleza y cruel y estúpidamente dañada por el hombre... y la mujer; con las dificultades que supone acceder a la ajetreada historia del edificio del banco, en especial en la Wikipedia, que tiene denunciada la manipulación sistemática por la entidad prestamista de sus entradas en ella, parece estar claro que el edificio original -la mitad situada a la derecha de la calle Martillo- fue construida en 1881 para Claudio López y López, hermano de un reputado negrero, el primer marqués de Comillas y que, antes de ser banco, fue hotel hasta 1923, ocupando hasta 1962 sólo esa mitad; lo relato para, como, "poético artista", dice Chipperfield y, hasta la náusea, reiteran sus hagiógrafos, "ser honesto con su historia". 

Era 1947, el culmen ilícito de la negra dictadura franquista, y el arquitecto Javier González Riancho iniciaba la planificación del edificio del otro lado -no decir el izquierdo- de la calle Martillo con la para los hagiógrafos genial -y abusiva- idea de unir ambas mitades con un arco que, habida cuenta la propiedad ciudadana de la estoica calle que sobrevoló, supuso el abuso de crear, supongo que "manu militari" del ejército de Franco, sobre el derecho de propiedad comunal del suelo un nuevo derecho, ¿documentado y registrado?, real -del latín, rei, cosa- para construir, ocupar el vuelo y tapar el cielo, un insoportable y humillante gravamen para los propietarios de la calle, el resto, los entonces -como ahora- sufridos vecinos de Santander, finos y educados expertos en otorgar callando, prácticos en la cobarde ley del silencio; ignoro por qué, el atropello no se consumó hasta 1958-1960, y el edificio completo se inauguraba en 1962. 

 
       Arco de la Victoria de Moncloa                      Arco de Triunfo del Banco Santander

Considera hoy Chipperfield, arquitecto-artista que, a lo que se ve, ignora la historia, que "la característica más destacada del edificio es su arco monumental", un vulgar medio punto abovedado que, según él y los turiferarios que lo consideran "epicentro icónico" del Paseo Pereda sin otras consideraciones sobre su condición de abusiva imposición autoritaria en un momento en que mandaba el fascio, afirman que "a la vez define y divide al edificio. Lo hace especial (...)", obviando su similitud con otros "arcos monumentales" propios de aquella dura época, como el Arco de la Victoria de Madrid, conocido como "de la Moncloa" o "Arco del Triunfo", derrota de una mayoría, construido -casual, como aquí el icono- entre los años 1950 y 1956, para conmemorar, en la capital que luchó hasta el final, la victoria de los sublevados contra la República en la batalla de la Ciudad Universitaria, ubicado en una de las principales entradas a Madrid, la Ciudad Universitaria y la carretera de La Coruña, con ornatos de frisos alegóricos, la Cuadriga de Minerva, diosa de la sabiduría, las artes, la estrategia militar,..., e inscripción latina - "A los ejércitos aquí victoriosos / la inteligencia, que siempre es vencedora / da y dedicó este monumento"- que recuerda la victoria y, cruel, homenajea la construcción de la nueva Ciudad Universitaria que la (in)civil guerra había destruido​. 


Nadie piense que el arco del banco se privó de esculturas -en la parte alta, explican su (falsa) realidad, el ahorro, la agricultura, la industria y la justicia (¡)- ni de la gloria de un friso con figura alada que, dicen, le representa; bajo el friso, grabaron en piedra Banco de Santander, humilde reflejo de su pertenencia a esta ciudad y, quizás, falso truco para la usurpación del vuelo de la relevante calle Martillo, que era camino hacia el, ese sí, hermoso Teatro Pereda y el Río de la Pila, hurtando el cielo de un suelo ciudadano, de todos, un reflejo que, pasado el breve sofoco de saberse autores de un atropello, a esa familia de nombre metafórico sin duda pareció un exceso de generosidad ser considerados parte de la ciudad, por lo que borraron la preposición "de" y, gramaticalmente, privaron a aquella de cualquier atisbo de afectiva proximidad con aquellos que viven del dinero del resto, lo llamaron "Banco Santander" y lo dotaron de la apariencia de dueño de la urbe que bordea una pequeña cala en el mar Cantábrico, golfo de Vizcaya, océano Atlántico, territorio todo él del dinero no nacido del sudor fatigoso del trabajo, al tiempo que iniciaron una apestosa retahíla de actuaciones de apariencia filantrópica, cual Médicis o, sin duda más horteras, Carnegies, Gates, Soros,..., o no sé si Trumps, que intentan no pasar a la historia como autores de múltiples abusos -impunes o no- sino de un ofensivo e interesado reparto de migajas; los que saben dicen que, hoy, pretensión de confinarnos en un pequeño rincón de la nada, identifican la entidad del arco, sin más, como "Santander". 

La derecha local, transparente, líquida y sumisa siempre, en la que ahora se incluye el (im)previsible y revoltoso reservista Ceruti que, tras haberse sumado a la ola de los que aplauden el destrozo de nuestros montes por las multinacionales eléctricas y su intento de agresivo pacto con el dios Eolo, revuelve "la cosa" y, provocadora, la bendice afirmando plano, sin matices, que es mérito de la omnipresente "familia" usurpadora de suelo, vuelo y cielo que "van a utilizar un edificio suyo en un lugar emblemático y en el que invertirán 45 millones", al tiempo que nuestra agencia local de la mercantil PSOE y la coyuntural rémora adherida a su chepa que, políticamente correcta y en femenino, histérica repite que puede, sin explicar qué, se quejan de ignorarlo todo sobre el proyecto de la familia Botín -acostumbrados como están a que sean sus amigos quienes les ayuden e influyan en los expedientes administrativos, como tan bien explica el (¿olvidado?) caso de los espigones de la playa de La Magdalena-, exhibe una ignorancia y desidia supinas, pues incluso yo he podido mostrarme parte interesada en el expediente y, a partir de ello, tener una copia completa de la denominada "Modificación puntual del Plan Espacial de reforma interior, protección y rehabilitación del Paseo pereda y calle Castelar"; ante su obvia dejadez ignorante resulta difícil imaginar cómo los munícipes de la oposición -con muy altos sueldos por no hacer nada- van a defender, incluso sin la amenaza de Franco ya muerto, el legalmente muy protegido Bien de Interés Cultural-Conjunto Histórico Paseo Pereda y calle Castelar y, aún más fácil, cómo van a librarnos de la humillación -casi física, real- de tener que agachar la cerviz cada vez que, osados, pretendamos pasar bajo el arco impuesto en los más duros tiempos de Franco, que ahora pretenden demediar y que, afín y coetáneo al de La Moncloa conmemora el triunfo del peor dinero, el que no nace del sudor y el trabajo, un dinero que fue financiador del golpe militar contra la Ley, entonces republicana. 

Los dos arcos, y otros, vulgares, ofensivos y repetitivos conmemoran pues, si es humano decirlo así, dos victorias abusivas y, con ello, el de La Moncloa nos restriega el abuso de un ejército faccioso contra el propio pueblo que, tras haberle armado y dotado de legitimidad, además le pagaba, mientras el que apabulla el centro del céntrico paseo ciudadano dedicado al autor de Sotileza Peñas Arriba graba en el (sub)consciente de todos la abusiva superioridad forzada de dinero y ejército sobre la gran mayoría de quienes solo trabajan... y pagan; por ello, soy muy partidario de no agradecer nada a plutócratas y ejércitos y, tratando de ser suave, cubrir de un piadoso manto de silencio la ignominia que, en general, suponen los arcos, sus leyendas, sus frisos, sus estatuas,... Seamos, pues, todos honestos con su historia 

Coda triste. Me ha dolido ver en la contrapágina de la que ocupaba la última doctrina impartida sobre el tema en El Delirio Montañés el pasado viernes, día 31, a un miembro del combativo grupo municipal de Torrelavega que yo tanto aprecio exhibiendo un lazo amarillo sobre el bolsillo de una camisa que, al menos, no tenía las mangas remangadas ¿Qué cree este amigo -lo que es cosa de fe, no de raciocinio- defender con tal lazo? ¿Ha pensado un momento que los del lazo amarillo -tanto la derecha corrupta como los que dicen no serlo- están en las antípodas de la teoría y la práctica que dieron inicio a su combativo grupo político y, estentóreos, desde su xenofobia anuncian, junto a los populistas, un nuevo nazismo?










89 Los domingos, cavilar 
Neoliberales, todos 

Fernando Merodio 
26-01-2020 

"Había soñado con un tipo de integridad, un tipo de pureza cabal, había hallado compromiso y la desviación violenta de la trivialidad. Se le había concedido la sabiduría y al cabo de largos años había encontrado ignorancia ¿Y qué más?, pensó. ¿Qué más?, ¿Qué esperabas?, se preguntó." ("Stoner" de John Williams) 


"Por ello, serán los promotores quienes decidan que instalaciones quieren construir; tecnología, ubicación, potencia,..." (De la respuesta del Ministerio para la Transición Ecológica a una queja de la Plataforma para la Defensa del Sur sobre el caos eólico. 10/01/2020). 


Neoliberalismo es el modo actual en que, tras la caída del muro de Berlín, el capital ejerce su dominación, subjetividad sometida a él, política económica contra el interés humano que evita referirse a las relaciones de producción impuestas por ese capital, mínima minoría, que niega el conflicto, obvio, con su contrario, el trabajo, la mayoría. 

Se ha defendido tan ilógica creencia -cuestión de fe, no ciencia- negando que exista una teoría ideológica sobre la que se levante el mito y afirmando que el trabajo -en todas sus formas- no es esencial fuente de la riqueza que generan las mercancías, alimento del capital que, con el beneficio como meta, genera más empleos y, asentado en la ficción que es la "autorregulación del mercado", fija -a la baja- los salarios, inventa la "flexibilidad laboral" y crea los "trabajadores pobres", el trabajo precario, temporal, inseguro, mediante su Ley -suya- que impone los "contratos basura"

El capital, sus aparatos de poder político militar, policial, social, judicial ,... y la propaganda de sus medios de comunicación, sostienen el mito y, magnánimos, ceden nimias reformas no estructurales, negociadas con dúctiles "progresistas" y sindicatos flácidos, todos subvencionados, solidificando la injusta concentración económica y la desigualdad social que destruye el mundo a partir de la riqueza que acumulan unos pocos mediante transferencias de abajo arriba, aumentando la pobreza y propiciando el control de las decisiones estratégicas por el capital como, impúdicamente, exhibe en la contestación de arriba a nuestra Plataforma el engañoso trampantojo que es el Ministerio para la Transición Ecológica, revelando que las políticas “progresistas” no afectan a tan injusto/irracional orden socioeconómico, pues ellos, negociadores sumisos, se pliegan en la lucha contra los evidentes daños que causa el capitalismo. 

Lo que Freud denominó "principio de realidad" es el modo en que se regula y reprime el acceso a los caminos más lógicos para satisfacer las demandas -sexuales, sociales, culturales, económicas,...- del ser humano, llevándolo por los vericuetos del poder, haciéndole actuar contra las más razonables demandas psíquicas y sufrir las diversas formas de la represión, social, religiosa, económica, de los aparatos del Estado,..., apoyadas en los medios de comunicación de masas, propiedad del capital. 

Es cierto que algunos dicen, que en general, los humanos somos más ricos, más sanos, más altos, más libres, con más movilidad y -lo que llaman- ocio que en ningún otro período, debiéndose argumentar frente a ello que ocurre solo en una pequeña parte del mundo y, además, es exigencia para generar la productividad que conviene a la minoría que acapara los beneficios del capital, siendo, por otro lado, evidente que, como dice Terry Eagleton, "el hecho de que el comercio y la prosperidad hayan ido de la mano de la esclavitud, los sweetshops, el despotismo político y el genocidio comercial se pasa maliciosamente por alto"

La caída del muro de Berlín, el egoísta neoliberalismo de rapiña que el derrumbe generó y la levedad de las ideas de lo que quedó de la izquierda, desde los restos del naufragio hasta la hoy declinante/casposa socialdemocracia, empresa familiar, pago de sueldos, hasta el horrísono vacío del grito hueco de los populismos de chalet, ha generado la tenebrosa situación de caos en que -en todos los aspectos- nos hallamos, situación que no es preciso describir, pues cualquiera con diez minutos diarios de lectura más o menos seria, dos dedos de frente y un miligramo de honradez personal puede diagnosticarla con mucha mayor precisión que la de cualquiera de los peritos en tertulias que, sin pudor, nos engañan haciendo negocio con su cloqueo diario. 

EL ROTO 25-01-2020

Y siendo cierto que la crisis financiera no sirvió para que nuestros gobernantes, no ya nosotros, reaccionaran ante el mal funcionamiento del mercado neoliberal salvaje, por lo que se ve, tampoco la crisis climática está sirviendo para que intentemos evitar, al menos frenar, el fin de la civilización humana para lo que una niña sueca nos exige, taxativa: "¡Hay que cambiar el sistema!"; evidentemente hay que decelerar, disminuir la generación y el consumo, pese a lo cual escuchamos cómo nuestros políticos, muy "progresistas" ellos, se alarman ante el freno -(in)voluntario- en el crecimiento patrio y nos intentan tranquilizar diciendo que es coyuntural, que ellos harán que volvamos a crecer. El nacionalismo cutre y pequeño fue germen del nazismo, pese a lo cual "el progreso" se pliega ante los peores y más egoístas caprichos de nuestros xenófobos, políticamente golpistas, desestabilizadores del resto. El primer feminismo, radical, real constata que mientras en los USA "el #Metoo se ha vuelto un mecanismo estalinista", el de aquí ahora "solo aplaude los logros acordes a sus consignas" de instaladas y que se prive a una mitad de la población, los hombres, de su presunción de inocencia. El Instituto de Actuarios, tozudos objetivos números, advierten que el actual sistema de pensiones es insostenible y pone en riesgo su futuro, pese a lo cual los "progres" deciden subírselas a tan nutrido saco de votantes... y el que venga detrás que arree. Hay que sanear, fortalecer lo público y, por ejemplo, quien es secretario general de la sucursal que aquí tiene la mercantil PSOE tuvo en su corta etapa de colocado en la delegación del gobierno un jefe de gabinete -que, quizás, cobrando del erario público dirigió su campaña electoral- y, al menos, tres personas "de confianza", ¿amigos?, muy bien pagados por todos y al marcharse a otra poltrona, la vicepresidencia de aquí, dejó atornillados a su sueldo en la delegación a sus íntimos..., lastre para Echevarría. Alardean de que en Parayas va a haber más dañinos vuelos a Budapest, vital destino. La "tecnología, ubicación, potencia,..." de la muy agresiva e insostenible generación masiva, industrial eólica la deciden -Transición Ecológica dixit- los causantes del caos, Iberdrola, Endesa, Gas Natural, Viesgo, Capital Energy,..., no nosotros, los dueños del territorio,..., ni siquiera ellos, nuestros "progresistas" venidos a neoliberales conversos. Etc., etc., etc., 

PERIDIS 23-01-2020

El presidente vendedor y las ministras de economía y transición ecológica han asistido a un curso acelerado en Davos, "Our planet: our business", Suiza ¿dónde si no?, han sido buenos alumnos y, titular de El País, "El mercado ha comprado -sí, comprado- bien este gobierno", pues así lo ha certificado Morgan Stanley a Sánchez; los "progresistas", ¡menos mal!, han pasado el duro examen y ya somos, otra vez y de pleno derecho, neoliberales, aunque, como dibuja incisivo Ansola, la del chalet con piscina insostenible, llena de agua, sigue teniendo un problema: "La mayoría de las familias monoparentales están formadas por la madre y su descendencia, deben llamarse, por tanto, 'monomarentales"; es cierto y sería un imaginativo gran avance. 

En una situación de gravísima vergüenza y riesgo para el género humano, Zalmen Gradowski moría en Auschwitz tras dejar dentro de una lata una crónica que, años después, permitiera formarse una ligera imagen de "lo que allí ocurrió" y Primo Levi escribió en "Si esto es un hombre" que "es hombre quien mata, es hombre quien comete o sufre injusticias; no es hombre quien, perdido todo recato, comparte cama con un cadáver" y, pido perdón por la licencia, la incierta y posible apariencia de falta de sentimientos hacia ellos, para decir que aquí ahora, en momentos muy graves para el género humano, con su futuro en juego, el ciego egoísmo neoliberal rampante de todos me está empezando a hacer sentir algo parecido a lo que sintieron aquellos; una metafórica sensación de dormir con cadáveres,... demasiados cadáveres.







88 Los domingos, cavilar 
Desvergüenza y oportunidades 
Fernando Merodio 
19/01/2020 

"El cambio climático también hay que verlo como nuevas oportunidades" (Titular de El Diario Montañés en su crónica sobre la conferencia "Entendiendo el cambio climático y sus implicaciones para Cantabria", de Iñigo Losada) 

"Aceptar el cambio climático es aceptar el fin de cada uno de nosotros individualmente, nuestra propia muerte" (Paul Kingsnorth, autor de "Confesiones de un ecologista en rehabilitación"

El viejo edificio racionalista, Bauhaus, de Deogracias Lastra, que en enero de 1937 se abría como Ateneo Popular de Santander, tuvo como presidentes a Manuel Llano, Luciano Malumbres o el propio Deogracias Lastra y fue disuelto en agosto de ese año por el ejército de Franco, dejó una seria huella en la ciudad, estela que hoy ha difuminado la rancia, fósil, plana actividad del Ateneo -(im)popular- que, a partir de aquel Franco, usurpa su historia y que, un ejemplo, a las 19:30 horas del miércoles, 15 de enero de 2020, abarrotaba su salón de actos -sobre todo con señoras tan mayores como yo- para una charla de Iñigo Losada, despilfarrada herramienta de muda sobre algo tan actual, urgente, mal entendido y atendido como es el cambio climático. 

Preludió tal despilfarro el hecho de que el acto se iniciara malamente, dilapidando su credibilidad con la requisa del introito a tan serio y sensible tema por M.A. Castañeda, que desde los más inconcebibles altavoces mediáticos ha sido durante años -y aún lo es- adalid dañino de ese "progreso" que solo es insostenible crecimiento ilimitado, germen de la injusta desigualdad y antropogénica destrucción con el cambio climático. 

Lo ratificó Losada al evidenciar condiciones de sabio al servicio de "la causa" cuando cerró taxativo su charla con algo tan chusco y afín al capital más dañino como que "el cambio climático también hay que verlo como nuevas oportunidades", horrible dicho que, con reflejos de siervo, El Delirio Montañés convertía, al día siguiente, en titular que ayuda consolidar la opinión que conviene; tapan ambos con morralla lo más serio que, hasta hoy, se ha dicho sobre la destructiva amenaza del calentamiento global: "¡Hay que cambiar el sistema!", frase redonda, inapelable verdad de la ejemplar niña sueca que, con sus dichos, hechos y seriedad, debiera avergonzarnos a todos. 

Recalcó el sabio teórico que el 97% de la ciencia avala que el desastre es imparable, susceptible solo de maquillajes y alargues con nuestra actuación, cambio del sistema, ya que, sin duda, esencialmente es antropogénico, tiene su causa esencial en la descontrolada y destructiva acción humana, por lo que dejar la más leve duda sobre que en nuestra futura actuación pueda haber las oportunidades para "listos" que se anuncian en el final de la cháchara y el titular de El Delirio solo puedo atribuirlo, lo siento, a desvergüenza pues, como explica Sánchez Ron, académico de la RAE, catedrático emérito de Historia de la Ciencia, "no puede haber límites al conocimiento científico, otra cosa son los límites a su aplicación", pues "el riesgo de producir castas -¿les suena?- con aquellos mejor situados económicamente es enorme", llegándolo a calificar como "eugenesia por motivos económicos" 

Cambiar el sistema no constituye, evidentemente, un invento de Greta Thunberg. Lo decía hace ya años Enrico Berlinguer, secretario general del serio e influyente, partido comunista italiano, PCI, léase "pichí" con acento, en un potente librito introducido por un prólogo de Julio Segura, ayer responsable económico del PCE y luego Presidente, ¡disparates. que analiza el marxismo con su método dialéctico!, de la CNMV, "Austeridad", 1977, en realidad discurso para una convención de intelectuales en años muy duros, con terror de ambos extremos, que analizaba "la austeridad como columna vertebral de una futura sociedad profundamente alejada del modelo capitalista dominante y de sus desvalores (despilfarro de los recursos energéticos y materiales, consumismo desenfrenado, individualismo alienante, etc.) ". Anticipatorio y evidente. 

Digan lo que digan los "científicos" y vocee El Delirio del capital vasco, si en verdad no somos (in)humanos, no hay más que apretarse el cinturón y vivir de acuerdo con el hecho -sobre el que, por progresistas que seamos, no se puede dialogar hasta lograr acuerdos- de que hoy el planeta llamado, por convención, Tierra está colapsado por más de 8.000 millones de humanos, ¡y creciendo!, que, aunque queramos explotar a parte importante de nosotros, todos comen, necesitan vestirse y vivir a cubierto y, aunque mucho menos que lo que ahora hacen algunos, todos necesitan desplazarse algo, por lo que, si no queremos reventar ya y, además, nos parece bien un poco más -solo un poco- de igualdad, tras dar un toque de atención eficaz y serio, no solo palabras, asustar al 1% de Davos, Bilderberg o como quieran llamarlo, habrá que adelgazar, vestir lógicos, vivir con menos excesos, desplazarnos solo lo necesario, utilizar los automóviles y aviones como medios razonables, no compulsivos, repartir bien trabajo, salario, pensiones,..., incluso hasta en Bilbao, como si fueran bienes escasos y nosotros solidarios,... Les aseguro que, no siendo un dinosaurio aunque sí algo mayor, en mi infancia viví -cierto es que algo, no en exceso, privilegiado- en un pueblo llamado Rozadío donde las cosas funcionaban y sobrevivíamos para, algo escacharrados, llegar hasta aquí. 

Así pues, veo llegado el momento de no solo olvidarse de "oportunidades" para nosotros, incluso -o en especial- en Black Fridays, sino de impedir -por lo civil o lo criminal- que los listos de siempre traten, a nuestra costa, de aprovecharlas, pues lo que los "losadas" y El Delirio proponen no es cosa distinta de que el capital mal. injustamente, acumulado a costa de robar plusvalías del trabajo del resto, el 1% canalla, las oscuras "Bolsas", el oro, el coltán, la gentuza como Trump, nuestros políticos,... vean esas "oportunidades" cerca y, a costa nuestra, en su beneficio, se aprovechen de ellas. 

Frente a espabilados buscadores de "oportunidades" en ríos revueltos, conocidos por todos, dice Paul Kingsnorth, "ecologista en rehabilitación", que "aceptar el cambio climático es aceptar el fin de cada uno de nosotros individualmente, nuestra propia muerte", es el fin de una forma de vida evidentemente egoísta, autodestructiva, por lo que coloca en el inicio del magnífico libro que relata, sin prejuicios, su caída del caballo del ecologismo mas ecocida, feo pero descriptivo neologismo, citas de David Foster Wallace, extraordinario novelista que de modo voluntario puso fin a su joven vida de -supuesto- éxito, "operar con eficiencia en un entorno que descarta todo lo que es vital y humano (...) es la clave de la vida contemporánea" y, para decir de otro modo lo mismo, de Wendell Berry, granjero y escritor USA, defensor la agricultura ecológica y un movimiento agrario de masas, "la mejor forma de servir a la civilización es luchar contra aquello que normalmente se hace pasar por ella". 

En paralelo agravándolo todo, el pequeño grupo de politicastros que, entre apretones y prisas sus votantes arramblaron en los saldos, oportunidades del último Black Friday electoral, en el que nos llevamos como presidente al jefe de planta, nos presentan, cada uno a su pícaro modo, enormes carteras, lo único de que, niños, pueden presumir, en medio de la destrucción del imperio de la ley, el fin de la presunción de inocencia a todos los hombres, las alzas de insostenibles pensiones con rentabilidad un 50% superior a la que les corresponde, la cesión ante el 1% que nos desiguala, el olvido de que en Madrid hubo una cumbre sin acuerdos sobre el terrible clima, el entreguismo a Iberdrola, Endesa, Viesgo and Co, causantes del aterrador problema,... y, la mayor novedad, un muy pequeño vicepresidente que, frívolo populista como su adhesiva compañera, confunde ser comunista con arremangarse, llevar vaqueros y las piernas abiertas, parecer el niño abusón del colegio que asusta a la clase a principio de curso para, al final, quedarse, es muy poca cosa, en hazmerreir de todos, pues queriendo quizás emular al aterrador Jack Wilson, Jack Palance en Shane, Raices profundas, acabará haciéndonos -por no llorar- reír de pena al ver su gran parecido con Marty Feldman, el Igor, léase "Aigor", en el Young Frankenstein de Mel Brooks.





87 Los domingos, cavilar 
La era de la información 
Fernando Merodio 
12/01/2020 

"Ya sea el macropoder del Estado y de los grupos de comunicación o el micropoder de todo tipo de organizaciones, se basa en el control de la comunicación y la información" 
(Manuel Castells. "Comunicación y poder"

"Esto percibes, lo que hace tu amor más fuerte, / amar bien aquello que debes abandonar pronto" ("Soneto 73". William Shakespeare, citado en "Stoner", de John Williams)


EL ROTO 12/01/2020

Vivimos, ¿alguien lo duda?, malos tiempos en un mundo tan sobrado de información como desinformado es imprescindible reivindicar el derecho de todos a usar los medios de comunicación de masas en condiciones de igualdad, hacer que deben dejar de ser el feo negocio de unos pocos y, lo que es peor, el peligroso instrumento de poder espurio que analiza Manuel Castells, anciano que ahora emerge políticamente, en “Comunicación y poder” al afirmar que éste, “sea el macropoder del Estado y de los grupos de comunicación o el micropoder de todo tipo de organizaciones, se basa en el control de la comunicación y la información”, siendo que parte esencial del mismo radica en la capacidad para modelar las mentes de -casi- todos, por lo que cualquier intento de constituir un contrapoder justo obliga a romper tal monopolio, de modo que Castells cierra su libro llamándonos a exigir un mejor funcionamiento de los mass media y además, pues las redes de comunicación tienen una importante dimensión local, a hacer un mayor uso en el ámbito próximo; debemos comunicarnos, difundir nuestra versión de lo visto y vivido, establecer prioridades y conceptos base, analizarlos, explicar causas y efectos y, como en tiempos de guerra hiciera Chaves Nogales, contar lo visto y vivido “más fielmente de lo que uno quisiera”. 

A tal fin, es, para ir abriendo boca, buen camino utilizar el útil instrumento que es la ley que regula el derecho a exigir a los medios que rectifiquen hechos "inexactos y cuya divulgación pueda causar perjuicios"; una ley de 1984, seria, eficaz, contundente, escueta, de unos tiempos en que, diga lo que diga la desordenada tropa insolvente del insaciable ambicioso de la coleta, que impúdico se remanga como si trabajara, las leyes nacían con ambición de servir para lo que estaban previstas y no eran las inanes cosas que hoy abortan analfabetos funcionales que aparentan justificar su sueldo afirmando que legislan; recomiendo la lectura de la admirable, corta -y no usada, vaya a saber por qué- Ley 2/1984, de 26 de marzo, reguladora del derecho de rectificación.

Da razones para tan escaso como acobardado, miedoso uso de importantes derechos Étienne de La Boètie, 1530-1563, amigo de Montaigne, alto funcionario, autor de un corto panfleto, quince folios en Internet, "El contra uno o Discurso de la servidumbre voluntaria", advertencia moral frente al tirano y, más aun, frente a quienes le siguen o copian, que nuestra cómo multitud de seres capaces se someten, de modo enigmático, al déspota; con ello, La Boètie abre el arcano, lo plantea, no lo cierra, no distingue el poder legítimo del ilegítimo ni alumbra soluciones, pese a lo cual -o quizás por ello- conviene leerlo para, a su tenor, valorar lo que aquí ahora hacemos. 

En lo próximo, la cosa nos viene del periodo que se inicia en 1939, fin de un conflicto (in)civil con muchísimas víctimas de todos lado y, a partir de él, cientos de miles de perseguidos, un período que concluye en 1975, cuando moría en la cama, maltratado por los suyos, un tal Franco, general-dictador que ganó la guerra; con él coexistí 30 esenciales años de mi exprimida, vivida vida y, siendo sabedor de ello casi desde niño, le vi abusar de fuerza e imponer leyes ilógicas que, millones de españoles siervos, vascos y catalanes incluidos, avalaban; fue el general bajito, barrigudo, de voz atiplada y ridícula buen ejemplo de la servidumbre voluntaria que describe La Boètie, más grata para unos que para otros, corolario quizás del miedo invencible de muchos que hizo que, mientras el tirano vivió, solo unos pocos asumieran el riesgo de enfrentarse a él. 

Muerto en 1975 el sátrapa, la mínima oposición y lo más listo de sus muchos siervos voluntarios aprobó una Constitución -dicen- democrática que arrumbó los petrificados Principios del Movimiento y, sin aprender a respetar la ley y luchar por un contrato social igualitario, abrió paso a lo peor de -salvo uno viejo- medrosos partidos, nuevos y novísimos, con gerencias cada día más inexpertas y tiernas, pero muy ambiciosas y telegénicas que, pasado casi medio siglo, vuelven a hablar -diría que con voluntario miedo- del general bajito, el tirano admitido, frente al que, ahora, finge actuar la empresa familiar PSOE que de 1939 a 1975 tomó vacaciones y, con mínimas excepciones, fue voluntario siervo; le apoyan en la pantomima los petimetres que, tras lucrarse de ella, traicionan la, con sus errores, fértil idea del emancipador movimiento en América Latina, al tiempo, que le extorsiona la infinita codicia independentista, más hostil que nunca, un trío al que, con inasumible y torpe lógica, solo se opone la vieja/insoportable derecha patria, mientras el furtivo -¿existe?- marxismo que, con su sola oposición, obsesionó al sátrapa, se pone de perfil ante la historia. 

Tengo ideas sobre lo que habría que hacer y, por respeto a los que sufrieron en su lucha contra Franco, tras la indigna y colectiva servidumbre voluntaria, aun visible, me irrita que junto a los restos del naufragio de la cobarde PSOE, un grupo de penenes ensoberbecidos que, impúdicos, lloran en público por la incredulidad de ver sus peores ambiciones cumplidas y el independentismo insolidario y hostil sean quienes, cada uno con sus opacos -poco colectivos- fines, levanten la pesada losa que cubrió al sátrapa y pretendan dar -otro mal- carpetazo a parte tan humillante de nuestra historia. 

En torno a un vendedor de -malos- perfumes, nos inundan de caros vicepresidentes, ministros, subsecretarios, directores generales, secretarios, asesores, amigos de los secretarios y los asesores, rémoras de toda laya, lobbystas sin regular,...; parece que, tras arriesgados equilibrios para que nuestro esencial futuro energético se empantane entre dos vicepresidencias -una de la PSOE y otra del petimetre llorón jefe- y, así, decidan los -dicen- supuesto- comunista se ocupe, sin competencias del destructor "consumo",..., de modo sorprendente, se dejaron para el final del mercadeo los muy importantes ámbitos de la Justicia, que atenderá un juez-político que, inanemente, se dice para "la democracia", la Cultura controlada por un fiel ex delegado del gobierno y el Territorio -que sobrevuela, ávido, el capital- en manos de una lejana canaria. Si, con el batiburrillo montado, las encuestas dicen que hay satisfacción, es este un momento idóneo para ejemplarizar lo que La Boetiè decía sobre la "servidumbre voluntaria". 

Vuelvo a Manuel Castells y acabo; es un extraño ministro -solo- de "Universidades", algo que me alarma y retrotrae, la vejera, a los tiempos de un infausto amigo de Franco, Manuel Lora-Tamayo, químico orgánico que entre 1962 y 1968, años de estudios -y otras cosas- fuera de Santander, ministro de "educación y ciencia", tan represor en ciertos momentos que, incluso con el dictador, tuvo que dimitir. Castells, sociólogo, ¡uf!, vinculado desde hace años al saber norteamericano, de 77 años, es un hombre inteligente, trabajador, listo, al que seguí en su creación teórica sobre los movimientos ciudadanos y, luego, la comunicación, respecto al que explico que sus varios libros por mí leídos han pasado, salvo en pocos aspectos, a la balda más llena de polvo de mi biblioteca y, siendo experto en su materia vinculado al comunismo antifranquista con escasa, para mí nula, presencia en la primera fila de la política activa, me sorprende y, experto como es en comunicación, me preocupa verle actuar ahora en el gobierno, vinculado a la turbia Ada Colau y los populistas "de izquierdas". 

Intento evitar que, sabiendo que camino hacia la destrucción del planeta, si hubiera supervivientes alguien, a causa de lo que yo haga, tenga que repetir lo que, inteligente y apocalíptico en "The Road""La carretera", escribía Cormac McCarthy: “Una vez hubo truchas en los arroyos de montaña, se veían en la corriente ambarina donde los bordes blancos de sus aletas se agitaban suavemente. (...) Mapas y laberintos de una cosa que no tenía vuelta atrás; ni posibilidad de arreglo. En las profundas cañadas donde vivían todo era más viejo que el hombre y murmuraba misterio”.







86 Los domingos, cavilar 
¡Qué deprisa va todo! 

Fernando Merodio 
05/01/2020 

"Hay algo que es seguro: estos políticos acabarán siendo derrotados por su propia voluntad de ganar a cualquier precio" (Giorgio Agamben "Medios sin fin. Notas sobre la política"). 

"El innominado animal (topo, raposo o ser humano) que protagoniza el relato -'Der Bau', de Kafka- está obsesionado por construir una guarida inexpugnable que poco a poco resulta ser, por el contrario, una trampa sin salida" (Conversación, en 1966, de Agamben y Heidegger) 

EL ROTO 30/12/2019

Valorar lo que aquí ocurre a la velocidad de vértigo y que, sin duda inquieto, muestra El Roto en su viñeta, me parece fácil y permite, a todos, extraer nuestra personal idea, que en mi caso es la de la perturbadora sensación de estar apresado, desde hace tiempo, en las peligrosas arenas movedizas de lo no razonable, lo ilógico. 

Entiendo razonable lo acorde a la razón que, mediante procesos de juicio, permite cavilar -"reflexionar con preocupación e insistencia, de forma profunda y minuciosa, sobre algo"-, analizar lo que interesa e inferir sobre ello y que, en el ámbito del derecho, orden normativo pactado que prefija las relaciones humanas, exigiendo si se quiere alumbrar lo razonable, acudir a un concepto jurídico tan indeterminado como el "principio de razonabilidad" que, útil para arbitrar bretes entre actos/intereses de grupo o individuales, siendo inteligentes y leales ayuda a buscar el sentido común, el "deber ser" mezclando inteligencia, emociones, tradiciones, experiencias, normas,... que nos vinculan; es uso de criterios lógicos que, partiendo de datos de hecho, permite inferir conclusiones lógicas -no seguridades- que ayudan a separar lo razonable de lo que no lo es; un método humanamente inseguro, manipulable por ineptos, que en manos de desleales poco instruidos puede ser muy peligroso. 

Permanecí el día 1 de enero, íntegro, sin salir ni al portal de mi casa, tal es la desazón que me crea la injustificada prisa en abordar cuestiones serias que, siempre, acaba siendo irrazonable y, tras escuchar relajado el Concierto de Año Nuevo dirigido por un letón, me entregué a una larga y kafkiana, pero divertida, tarea, leer íntegra la pesada broma que Pedro Sánchez Pérez-Castejón (dos apellidos vulgares le exigen un tercero) y Pablo-Manuel Iglesias Turrión, la -empresa familiar- PSOE y el batiburrillo de intereses diversos Unidas Podemos-En Comú Podem-IU-Galicia en Común han llamado Coalición Progresista-Un nuevo acuerdo para España, ¡uf!, en 50 páginas sin "razonabilidad", diseño profesional genérico del logo común en el que empresa familiar y batiburrillo, sin duda también empresa familiar, incluyen dos -sentimentales, dúctiles, manipulables- corazones, uno rojo y otro verdimorado, ¡oh!, que suplantan el cerebro, la Razón, guía de las hoy casi olvidadas Ilustración y revolución francesa con su, dolorosa pero necesaria, guillotina a cuestas, que, más prosaico, pocos años después, Karl Marx acompañó de su preocupación por el trabajo, la hoz y el martillo, para llenar los estómagos; es mal comienzo sustituir cerebro y trabajo por sensiblera demagogia. 



Aparecen además en todas las páginas -de nuevo el diseño- dos puntas de flecha encuadradas que, enérgicas, nos dirigen a la derecha -que, sin duda, asocian a crecimiento, avance, progreso,...- y, al tiempo, recuerdan el logo del caído -y muy corrupto- Banco Popular, referencia a las -¿aún odiosas?- hipotecas, en general precisas para pagar una mínima vivienda social o un lujoso chalet con (in)sostenible piscina llena de -bien escaso- agua. 


Tengo muy repetido lo que, con Agamben, opino de los que, como estos "parvenues" de la izquierda sin riesgo, gustan identificarse como "progresistas" e insisto en que lo mismo que "no hay nada más nauseabundo que la procacidad con que los que han hecho del dinero la única razón de vivir agitan el fantasma de la crisis económica", pasma la obsesión de los "progresistas" por "transigir" en lo esencial, ceder en todo, llegando en la lucha obrera a tolerar el capital más infame, conciliar razón con, ¿eso es el corazón?, televisión, libertad de expresión con El Delirio Montañés & Cía, medio ambiente con el crecimiento sin fin que tan progresista Coalición propone, ciencia con opinión abstrusa, democracia con pequeñas hojas, previamente marcadas, para votar,..., no extrañando, pues, que inicien las 50 vacuas páginas de su "memorial de insultos a la inteligencia", sin conformarse con algo adecuado a la situación actual, sino alardeando de que van a situar "a España -¿eso qué es?- como referente de la protección de los derechos sociales en Europa", para, a continuación, agredirnos con un oxímoron de catálogo, "potenciar el crecimiento sostenible", ignorando lo que ahora ya dicen todos los científicos, difunde con fatigoso valor una niña sueca y, ya en 1977, decía el comunista Enrico Berlinguer en "Austeridad", que nuestro crecimiento sin límite es, sin duda, insostenible, lleva a la desigualdad y destruye el planeta. 

Además, al elegir sus socios, olvidan nuestros ejemplares "progres" que, como tan bien se explica en el libro alemán, Juventud sin Dios, 1937, de Ödön von Horvàt y en la película La cinta blanca, 2009, de Michael Hanecke, nada ocurre por sorpresa, el riesgo del mal avisa y, por ejemplo, en los años previos a la dañina explosión nacionalsocialista -nazionalismo y socialismo compinchados- la semilla del mal había prendido y, además de en los dirigentes, "ya estaba presente en niños, jóvenes y educación", advirtiendo Horvàt de cómo, "desde que existe la sociedad humana, no ha podido renunciar al delito por razones de supervivencia, pero los delitos se silenciaban, se encubrían, se sentía vergüenza. Hoy en día están orgullosos de ellos"; lo escribía, repito, en 1937, previo al desastre nazi, y parecía anunciar Cataluña. 

Alardear desleales, como hacen quienes les aúpan por interés, de repulsa al contrato social firmado por todos es preludio de días muy ásperos, avinagrados, cuya pestilencia acompaña ya al silencio general que rodea a esos que, ufanos, alardean de incumplir las normas y, exigen que se cree -exclusivo para ellos en todo el mundo- un derecho inexistente a la autodeterminación, llegando, matones "curas trabucaires", a, como explica en su libro Horvàt, enfrentarse a su propio Dios diciendo: "Sí, Dios es terrible, pero yo le ajustaré las cuentas. Con mi libre albedrío". Sin normas, olvidando que en un Estado de Derecho para, como pide Sánchez Pérez-Castejón, alejar la "deriva judicial" de la política, es preciso, en primer lugar, que los políticos -inmunes, impunes o mediopensionistas- respeten la ley de todos, dejen de delinquir y dañar ilícita y gravemente el futuro de los no sé cuántos millones que, por convención pactada, llamamos españoles. 

El "Nuevo acuerdo para España" es una tomadura de pelo, inventario de intenciones sin fuste, cosas que, sin explicar cómo, la "coalición progresista" dice que hará, inventario merecedor de inclusión en "las enumeraciones dispares, la brusca solución de continuidad, la reducción de la vida de un hombre a dos o tres escenas" que es la Historia universal de la infamia escrita por Jorge Luis Borges, 1933-1934, lleno de planes, mejoras, cuantiosas inversiones, pensiones, salarios servicios, cientos de nuevas leyes,. 4 párrafos sobre la Justicia, 3 líneas sobre el derecho a la información, y 4 plúmbeas páginas enteras dedicadas a "Políticas -paternalistas, no- feministas- para (des)proteger a las -minusvaloradas- mujeres con más leyes -"proliferación normativa sin precedentes que hace perder la legitimidad"- contra la igualdad, hablan del cambio climático sin siquiera citar al capital que lo causa,..., inane/falso documento para cándidos o socios que me parece producto de una noche de un currante fiel puesto ante el ordenador cargado de anfetas, centraminas o algo más fuerte. 

El Manifiesto comunista, 1847, programa de un partido de lucha, en sus primeras líneas decía que era hora de exponer "a la faz del mundo entero sus conceptos, sus fines y sus tendencias, su universalidad", pues la izquierda, "esquerra" en catalán, es internacional o no es izquierda; parece llegado, de nuevo, el momento de que, quienes saben salgan de la cueva y, con valentía en la lucha por la igualdad, usen su base teórica para la difusión y el debate de sólidas ideas que, para empezar por algo fácil, servirían para explicar a Pedro y Pablo-Manuel cuatro cosas y mandarlos a la esquina, donde no hagan daños, castigados con los brazos en cruz cargados con libros hasta que sepan la práctica socialista para el catastrófico siglo XXI; al tal Rufián, metáfora de lo que hay que soportar, que deje de insultarnos a todos y, por favor, calle un rato. 

Que todos ellos abandonen la caída en vertical y vuelvan a la horizontal o, al menos, lo inclinado un poco, paliando lo que denuncia El Roto: ¡qué deprisa va todo!







85 Los domingos, cavilar 

Stille Nacht 

Fernando Merodio 
29/12/2019 

"Noche silenciosa, noche de amor / Todo duerme en derredor / El niño Jesús en un silencio celestial / Llene la tierra la paz del Señor" (Joseph Mohr. "Stille Nacht"/"Noche de paz"). 

"En tiempos de Franco, las injusticias eran brutales, la represión, asfixiante, las leyes, criminales, pero nadie atendía, en verdad, a los discursos oficiales, (...) lo peor, sin embargo, no eran las leyes y la represión, lo peor era la estulticia que sudaba la vida cotidiana (...), la intolerable sandez de cuanto tenía relación con la vida nacional" (Félix de Azúa. "Stille Nacht"

Stille Nacht, Silent Night, Noche de paz,..., música y letra de los austriacos Franz X. Gruber, organista, y Joseph Mohr, sacerdote, es, quizás, el villancico más escuchado y cantado, el más acorde a su laxante pretensión pero, por fondo y forma, yo elijo Little Drummer Boy, El pequeño tamborilero, de The Jack Halloran Singers, que todos los años, incluido éste, escucho en replay emocionado en la versión del sentimental dueto que nos dejaron Bing Crosby y David Bowie y, entre abandonarme a un pasivo, fiado, cómodo silencio celestial o acercarme a lo que quiera que sea la divinidad asistido por el activo redoble, pa ra pa pa pam, del pequeño útil tambor, no dudo, elijo lo segundo.


En la pesimista columna de que toma título este quebradero dominical, el optimista atento que acostumbra ser Félix de Azúa alerta de cómo la inacabable Stille Nacht que aquí vivimos nos pueda hacer "olvidar la sólida maceta de cactus que nos va a caer sobre el occipucio este próximo año" y avista dos opciones para hacerlo frente: " curda o silencio", sobre las que construye la inteligente duda de "qué es peor, si el silenció pío y culposo de los nórdicos o la -ahora vana y molesta- bulla de los españoles", opciones a las que, aun activo, con Crosby y Bowie intento no entregarme, asilándome en la posibilidad de un redoble, pa ra pa pa pam, la insistente, insolente percusión del, incluso pequeño, útil, tambor, estridencia que, hasta disponer de medio más drástico, intimide y atenúe la laceración que, de no hacer nada, nos causarán maceta y cactus. 

Sin saber bien por qué, quizás sean los años, junto a la plácida melancolía del añejo que quiere hacer cosas, siento lo que podría ser vergüenza, emoción que evidencia cómo, pese a ser finitos, valer lo que valemos, somos capaces de sentir el ultraje de los dichos y hechos de los que, sin mérito alguno, tienen una ilógica autoridad sobre el colectivo y, de modo grave, sin aval o permiso nuestro, ni siquiera en mi caso el inane voto, sin que los miramientos morales los afecten, de modo insufrible cargan sus caprichos sobre nuestras vidas. 

Hoy siento el mismo cenagoso silencio que envolvía, hace muchos años, el cuitado sigilo de mi habitación juvenil, mientras leía El corazón de la tinieblas, Heart of Darkness, cuento largo o novela corta de Joseph Conrad que, con mínimas cesiones a lo literario, reproduce su viaje iniciático al negro interior del río Congo que le permitió conocer el insoportable abuso colonial de las potencias europeas en África y que, prolongado hasta hoy, es origen de la omnipresente desigualdad injusta que hace alborear la antropogénica destrucción del planeta gestada en el nuevo calentamiento global que estamos empezando a vivir con, insisto, destacada influencia (in)humana; el análisis de la esencia del hombre, la locura que infecta el libro, por encima de la crítica del colonialismo precapitalista que se evidencia en su nivel más visible de obra maestra, explota en el grito moribundo de Kurtz, jefe de la explotación de marfil en la que fingía civilización, al que Marlow/Conrad iba a buscar en un terrible viaje al corazón de las tinieblas: "¡El horror!, ¡El horror!", rugido que, hasta ahora, ha alcanzado su más fiera expresión en Auschwitz y que por sí solo muestra, tan preciso como el más fino trabajo de un orfebre, al ser humano en su potencial versión, que estamos obligados a frenar, de afanado en hacer daño al otro y a la naturaleza. 

Si algo torna en especial fatigoso al muy duro viaje al corazón de las tinieblas de la vida vivida es rodearlo de silencio, del ofensivo y doloroso silencio pío y culposo de los nórdicos que, como explica Azúa, los españoles intentamos convertir en lisérgica bulla mediante el evasivo grito de "¡Saca la bota María, que me voy a emborrachar!", convirtiendo la historia en cotidiana mentira que nos priva de toda dignidad vital, pues, siendo perfectos espectadores/conocedores/cómplices de todo lo que ocurre, no es lógico mirar hacia otro lado en frustrado intento de engañar... a nadie. 

La cosa es tan grave para todos que ha llegado el tiempo de que cada cual repique su -pequeño o gran- tambor, rompa los dañinos silencios que impone, desde todos los ámbitos, el poder infame. El planeta se rompe y, pasados cuatro días desde la conclusión de la Cumbre de Madrid, COP25, nadie diría que se ha celebrado, tal es el atronador sigilo del aun no editado "Inventario de ecologistas sobre-subvencionados" Silencio. El fútil Sánchez que, histérico por su caprichosa ansia de poder a cualquier precio, daña la débil abogacía del estado, chantajea a parados y jubilados, busca pactar a cualquier precio con los que quieren dañar al resto, incluido él, nos niega el balance de lo que ha hecho,... Silencio. Es urgente que órganos responsables de los jueces expliquen qué es lo que está mal en la relación España-Europa, a qué son debidos los reiterados, sonoros equívocos y fallidos encuentros que afectan a algo tan fácil como obtener reparación por el daño evidente e injusto que, incumpliendo toda norma de convivencia, causa al resto un pequeño grupo de desleales, egoístas, catetos,... que caminan hacia un muy peligroso nacionalismo fascista. Silencio. Qué está pasando con el territorio que, en 1981, las espurriaduras de Franco llamaron Cantabria y, sin planificación industrial, energética, urbanística, estructural,..., con Revilla al mando coleccionando fracasos -cíteme alguien, por favor, un solo éxito-, con la industria en EREs o ERTEs globales que su inepto y vago gobierno es incapaz de solucionar, con mil versiones sobre el número de parques eólicos que amagan destruir el territorio, sin que Revilla/Martín, cobardes incapaces de aprobar uno, se atrevan a reunirse y explicar a la Plataforma lo que está pasando,... Silencio. Con el ofensivo abuso de El Delirio Montañés que informa en interés del capital vasco, al servicio de Banco Santander, Iberdrola, Viesgo,..., su consejo de administración, sin siquiera un mínimo respeto al legal derecho de réplica a sus noticias falsas. Silencio. 

El ROTO, 29/12/2019

Todos son graves problemas silenciados evidentes que, además del tambor y la voz que avisan, lejos de tiritas y paños calientes, exigen decisión y pericia quirúrgica en el uso del bisturí que abra, detecte y extraiga el mal, debiendo saber, además, cómo estamos y con qué podemos contar. El calentamiento global/cambio climático exige un giro radical -llegar hasta la profundidad en que se alimenta la raíz- del dañino sistema de vida al que nos hemos acomodado; otro modo es perder el tiempo, intentar curar con masajes un cáncer. A Sánchez, digan lo que digan los que aún voten, le cae grande, muy grande, el cargo que le exigen sus -descomunales e injustificadas- ansias de poder y no tiene, además, una partido -la PSOE es ya una empresa familiar- que le frene y module, lo de Iglesias, populismo, finca, chalet, piscina y esposa modelo Perón o Ceacescu, resulta increíble y verlos negociar -estudien los de la Sexta, El Pais, El Delirio, eldiario.es,... y los progres buenistas qué escribe Giogio Agamben, el serio filósofo italiano, sobre ese tipo de acuerdos) con un tal Rufián y su grupo de agresores convictos y confesos, trabucaires muchos de ellos, amenazantes ufanos de no se sabe qué, un insulto para quienes -solamente- miramos y tendremos que sufrir los efectos. De Revilla/Martín, qué quieren que les diga. Nuestra abogacía del estado y los jueces forman parte del colectivo jurídico patrio que, como el de los otros dos pilares del buen funcionamiento colectivo, los filósofos y los economistas, no está constituido por mentes preclaras de nuestra sociedad -similar a la UE y los USA- y, entre otras razones por ello, se legisla y se sentencia tan mal como ahora vemos; pese a ser evidente que somos mediocres, que valemos muy poco, aún así con todo yo daría el paso y, en la stille nacht que estamos viviendo, animaría a todos a hacer sonar sus tambores -pequeños o grandes-, pues peor que lo que tenemos ya no puede ser. 





84 Los domingos, cavilar 

Pues sí, ¡joder, qué tropa! 
Fernando Merodio 
22-12-2019 

"En un sentido corriente, la escritura es letra muerta, es portadora de la muerte, Ahoga la vida"(Jacques Derrida "De Gramatología"

"Nada enaltece tanto la autoridad como el silencio" (Augusto Roa Bastos. "Yo el Supremo"

"Ninguna historia puede ser contada. Ninguna historia que valga la pena ser contada. Más el verdadero lenguaje no nació todavía" (Augusto Roa Bastos. "Yo el Supremo"). 

"Yo el Supremo", 1974, narración que trata de promover una reflexión general sobre la corrupción a partir de acaecimientos reales desde la perspectiva de un dictador, fue escrita en el exilio por Augusto Roa Bastos (1917-2005), premio Cervantes que narra la simbólica historia de José Gaspar Rodríguez de Francia, dictador uruguayo (1814-1840), retratado mientras, en la soledad del poder, redactaba la Circular Perpetua, con la que, auxiliado por Policarpo Patiño, su no siempre fehaciente escriba, y sofocado por la purria que parasitaba su poder absoluto como Supremo, pretendía lograr el texto definitivo que, con gran relevancia pública, le permitiera consolidar tal poder mediante solo la palabra; es una excelente crítica a todo autoritarismo y un colosal monumento al mero discurso como intento de superar la realidad. 

Contradictorio, el Supremo se mostraba, a su vez, descreído del vigor de la escritura, definiéndose "hacedor" y, pues escribir niega la realidad, detiene el movimiento y lo fija, reafirmaba su voluntad de acción política al afirmar "yo no escribo la historia. La hago. Puedo rehacerla según mi voluntad, ajustando, reforzando, enriqueciendo su sentido y verdad", pues "el relato no hace más que relatarse a sí mismo. Lo importante no son las palabras, sino los hechos que no están en las palabras y que precisamente rechazan las palabras", hasta desear "(...) leyes (...) contra los plumíferos de toda laya. Corrompidos corruptores. Vagos. Malentretenidos. Truhanes, rufianes de la letra escrita. Arrancaríase así el peor veneno que padecen los pueblos". 

El narcisista pronombre Yo del título se refiere a quien, en primera persona, dicta su particular perspectiva sobre lo que ocurre, mientras que el adjetivo Supremo -"que tiene el grado más alto o no tiene superior en su especie"- nos sitúa ante alguien o algo desligado y -que, seguro que sin justificación, se considera- por encima del resto. 

En el campo de la Justicia, que emana -dice el artículo 117 Constitución Española- del pueblo y en España se administra -lo dice el mismo artículo CE- por jueces y "magistrados independientes, inamovibles, responsables y sometidos solo al imperio de la ley", nos advierten -artículo 123.1 CE- de que la capacidad para sentenciar por escrito como Yo "superior en todos los órdenes, salvo lo dispuesto en materia de garantías constitucionales" es propiedad -exclusiva- del llamado Tribunal Supremo. 

Pues bien, aunque lo diga la CE, tal cosa no parece cierta y el 1 de julio pasado, con el juicio ya visto para sentencia, ese -nuestro- Yo Supremo que, entre otras, tiene como función esencial garantizar la aplicación uniforme de la ley en el territorio español, antes de escribir -cosa inane para Roa Bastos y su dictador- la sentencia que valoró -jurídicamente- un intento de golpe de Estado -hecho político- que de modo grave afectó, perjudicó a todos los españoles, en base al artículo 276 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, TFUE, formulaba una innecesaria -la doctrina era unánime y favorable al TS- "una petición de cuestión prejudicial" acerca de si un tal Junqueras había adquirido el 13 de junio -día posterior al del final del juicio habido por hechos cometidos meses, incluso años, antes-, la condición de europarlamentario y si, por ello, era o no inmune, inopinada -y tardía- pregunta que evidenciaba una duda impropia y rebaja en un grado -o más- los méritos objetivos para considerar a tal Tribunal como el Yo Supremo en materia de impartir Justicia; pregunta innecesaria que vuelve a facilitar la manipulación por los independentistas, aturdidores mediáticos ante al medroso silencio del gobierno "provisional" de la mercantil PSOE, solo atenta a su continuidad/investidura, lo que podría haberse evitado -por "inmune" que resulte ser el reo Junqueras- habiendo dirigido "a la mayor brevedad", según el propio TJUE, un suplicatorio al parlamento europeo para suspender la inmunidad del forajido, una suspensión que, incluso pedida por la inútil España, hubiera sido imposible denegar. 

Ese TJUE que informa a nuestro Tribunal Supremo, cuya sentencia (¿) solemniza una mínima cuestión incidental de carácter prejudicial -¿sobre qué?- y hace tambalear -¿con razón?- la confianza en la seriedad de nuestros órganos judiciales, es una corte política cuyos 28 miembros -uno por cada Estado de la UE- son designados por los gobiernos, constituyendo paradigma de su -escasa- credibilidad que la juez española, designada en 2014, sea una sobrina de Álvaro Lapuerta, tesorero del PP hoy fallecido, investigado por corrupción en el "caso Bárcenas" o que quien leyó la "opinión política" que rompe con la doctrina aplicada hasta hoy fuera el presidente del TJUE, Koen Lenaerts, belga flamenco con fuertes vínculos independentistas, siendo que, además, sus competencias -fijadas por legisladores europeos, tan malos y/o poco atentos como los españoles- colisionan con las de los distintos Tribunales estatales, generando con ello inseguridad jurídica y, sin duda, numerosas injusticias, lo que, además del escaso rigor al tratar en el juicio del procés tan serio asunto, evidencia, al tiempo de la escasa fiabilidad de tan importante como poco meditado órgano jurisdiccional. el nulo peso político real que nuestro provisional gobierno/empresa tiene en Europa, encelado en negociar con desleales que nos menosprecian y perjudican ante todo el mundo. 

Las cosas con los desleales independentistas van mal, muy mal y habrá que estar atentos a la Sala del procés, presidida por el mismo magistrado que consideró que los trapicheos en los cambios de usos, concesión, edificación,... que permitieron construir en el muelle Albareda y utilizar el edificio al que -con vergüenza y riesgo- se le cae la piel a trozos no eran delictivos, cuando aborde importantes cuestiones relativas a la novedosa opinión del TJUE, en especial cómo aplicar el artículo 9 del Protocolo sobre privilegios (¡) e inmunidades de la UE a la situación procesal del cura trabucaire Junqueras desde el pasado 13 de junio, cuando el juicio sobre hechos suyos de años antes estaba visto para sentencia, y no sería lógico -ni tendría la ejemplaridad que se pide en el castigo a reos mucho menos dañinos que él- que fuera excarcelado, algo que, con razón o sin ella, generaría suspicacia a tenor de su incidencia en los lúgubres tratos que, para que no boquee su negocio, la PSOE tiene con ERC. 

Quede claro que, bajo ningún concepto, las pasmosas pregunta y respuesta sobre la aparentemente "Suprema" inmunidad de un delincuente convicto y confeso, un peligro para el interés general, habilitarían la suspensión de un juicio concluido el día anterior, según la doctrina del TJUE, a que aquel fuera designado eurodiputado y menos aún su absolución, ni su caso resulta equiparable al del trasnochado "monkee" -comparen fotos- Puigdemont, al que con un suplicatorio se podría detener -al menos- en España. 

Tan deprimentes avatares nos impiden preocuparnos aquí ahora del esencial problema del calentamiento global y el radical cambio de sistema que exige intentar aplacarlo, el lacerante paro, la pobreza y las desigualdades, la corrupción rampante, la ruina de las pensiones,..., de una izquierda usurpada por la mercantil familiar PSOE y unos populistas inquietos -no comunistas- que solo quieren -y saben, en masculino y femenino- medrar personalmente y, más cerca, de los desatinos del inepto fascista histórico Revilla, ahora dedicado -me dicen- a humillar a las -dignas- albarcas bailando con ellas puestas, o de los legisladores que no tipifican -clarísimo- lo que ocurre en Cataluña como un muy grave delito,... a lo que, muy reciente, se une un "Supremo" que aparenta no saber solicitar a Europa la entrega de forajidos evidentes o qué es la "inmunidad" europea, siendo todo ello razón sobrada para que, aunque los que -muy bien- viven en lo público atendieran a El Roto y nos dieran su -estúpida- explicación a lo que pasa, deberíamos gritar con Romanones lo evidente y cierto, ¡joder qué tropa!


El Roto, 21-12-2019




83 Los domingos, cavilar 
Lo global y lo local 
Fernando Merodio 
15-12-2019 

"Se puede hacer lo que se puede hacer dentro de la limitación que hay, porque luchar contra la tendencia y un problema global es muy complicado desde una región" (Miguel Ángel Revilla) 

"Es un lugar solitario donde tienes que hablar con alguien, y buscar a alguien, hacia el final del día" (John M. Singe. Introducción a "En un lugar solitario", de Dorothy B. Hubhes). 

Miguel Ángel Revilla reconoce no tener "carácter" para luchar contra las "tendencias" y, quizás por ello, en los duros años de Franco, con solo TVE, antes de Bertín, la Sexta y "El hormiguero", cuando había represión, cárcel, muerte para quien luchaba contra las veleidosas "tendencias" del dictador, él se adaptó al fascismo de Girón de Velasco, el peor, para vivir con/de él, algo muy grave que, pienso, le inhabilita para haber sido -y ser- el jefe del (des)gobierno de más de medio millón de víctimas, pero lo es aún mucho más la cobarde aceptación de su incapacidad para, desde la región que se inventó, luchar contra problemas globales, serios, importantes. 

Esta cosa que la corte de rémoras del purriego conocido y no querido en Polaciones llamó Cantabria, territorio de otros muchos en el que él no sabe resolver problemas serios, se está cayendo a pedazos, lo muestran la hace años heroica Naval de Reinosa, ahora con otro nombre, la simbólica Nueva Montaña Quijano, ahora Global Steel Whire o algo así, en la que luchó Cote, pagado con 10 años de cárcel ser de las Comisiones Obreras y comunista, Candemat o Troquelmain XXIRobert Bosch, con nombre inglés hoy, SEG Automotive, Sniace, Solvay,... y su anuncio de que miles de trabajadores irán a la calle, con Eldorado de la mina de zinc devenido a nuevo bluff del televisivo payaso, los promotores y constructores quejándose de que se les acabó el momio,... y mientras el demodé enviado a hacer el ridículo en Madrid amaga junto a otras piltrafas con crear algo que, ¡impresentables!, pretenden llamar España Plural, él se limita, como siempre pero aún más acabado, a criticar a la oposición y anunciar que, pedigüeño, llamará a Sánchez, magnífico jefe de una planta de mujer en El Corte Inglés que, no contento con poder vender pañuelos, sujetadores, bragas,..., se fatiga, mérito nuestro, intentando saldarnos a todos a cambio de él ser presidente de lo que el bailarín gordito de la PSOE catalana decida que ahora es la vieja España. 

El muy limitado Revilla, egoísta y vago, está como el resto de nosotros, pero él sin enterarse y paralizado, en un lugar solitario en el que se acaba el día y no busca a alguien con quien encontrar soluciones a los problemas globales que no sabe resolver, respecto a los que su contrato como presidente de un grupo social, con gran sueldo y posibilidad de enchufar a muchos parásitos, le obliga a intentar, al menos, intuir las necesidades de quienes le pagan y, si ni de eso es capaz, en lugar de esconderse de los que quieren reunirse con él, para no darles cuentas ni escuchar las ideas que le quieran aportar debiera dimitir ¡ya!; pero ni en eso hay motivos para el optimismo pues, decía Octavio Paz respecto a alguien a quien conocía, "no es un hombre de ideas, sino de ocurrencias"

Soy reacio, ya lo he escrito, a confiar en los científicos, sujetos a las -peores-pasiones y tentaciones humanas, pero, ¡faltaría más!, tengo puestas mis -pocas- esperanzas actuales en la ciencia, que José Manuel Sánchez Ron define como un conjunto de "sistemas lógicos con capacidad predictiva", capacidad que permite hablar del futuro y hace que, según Karl Popper, cuando acaece en concreto eso que solo era venidero, deviene actual y permite analizar la ciencia que lo predijo, "abierta a ser refutada", algo importante que dota de credibilidad a esa ciencia que hoy afirma, sin margen para el error, que incluso si cambiamos nuestros destructivos hábitos vamos al caos planetario, incidiendo nuestra actitud -solo- en el ritmo de la marcha hacia el precipicio. 

Inevitable, regreso a Greta Thunberg, discreta, perspicaz, con liderazgo contrastado, universal, ético que, contundente tras el nuevo fiasco que ha sido la 25ª Conferencia de las Partes para el Cambio Climático -conocida por el acrónimo policial COP25-, tras constatar que los mandamases -económicos y políticos- mundiales ni siquiera parecen ver la urgencia de la grave crisis global que enmascaran como climática, nos echa en cara que, por nuestra incapacidad, ocurra algo tan insostenible como que jóvenes y niños dejen de ir a la escuela para dedicar su importante tiempo a explicarnos qué está pasando y califica esa COP25 policial como "fracaso" y "ocasión perdida" que, en la lucha por un mundo lógico nos deja aún más atrás de donde nos dejaron la Cumbre de París y otras anteriores. 

La ofensiva, insoportable posición dominante que Iberdrola ha adoptado en la cara patochada de Madrid, tan soberbia que, cuando quienes queremos sabemos que en sus abusivas obras en Iberoamérica es habitual que mueran asesinados indígenas, alardee descarada de patrocinadora -económica-, algo que anuncia la siniestra intención del capital de que las multinacionales causantes del caos, los gestores de esas empresas, sean quienes, por encima de la devaluada política, administren a su gusto el futuro -que quede- de esta caótica sociedad, den respuesta -la que a ellos convenga- a los restos sociales y ambientales de estos arduos tiempos, debiendo saber que, vistos los antecedentes, ello significaría, además del asco para el ser humano que sería convivir con ello, la muerte de nuestro -único- planeta; no es, por otra parte, cuestión baladí para amantes de lo local que el capital -más- extranjero sea dueño de las empresas, en especial energéticas, haciendo que en Iberdrola el orgullo vasco sufra un 66% de inversión foránea, en Endesa sea más del 70% y que nuestra querida Viesgo sea australiano/kuwaití, similar a lo del banco que, pese a manchar el nombre de la ciudad de todos, ayuntamiento y Revilla, con colaboración de El Delirio y otros papanatas locales, quieren convertir en icono de agresión urbanística y "cultural". 

Regresa Thomas Piketty que, tras haber revisado a Marx en "El capital del siglo XXI", propone abrir un proceso que supere lo nefando del capitalismo y la propiedad privada, explicando en 1.200 páginas de "Ideología y capital" que los cimientos de la desigualdad, causa/efecto del caos actual, no son económicos o tecnológicos y los construye quien impone su ideología y políticas, pues el hilo conductor de la historia son las ideas y la lucha contra la inhumana lacra deberá apoyarse en la Razón, la Ilustración y la revolucionaria Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano, que impulsó Robespierre y aprobó, el 25 de agosto de 1789, la Asamblea Nacional Constituyente francesa, en cuyo artículo primero se afirma que "los hombres nacen y permanecen iguales en derechos" y se concreta que "las distinciones sociales solo pueden fundarse en la utilidad común", a fin de que, como canta La Internacional, sea real el deseo de "no más deberes sin derechos" y "ningún derecho sin deber". 

Para empezar por lo local, que tan poco es para el parlanchín Revilla, planteo que nos acerquemos a la nueva Plataforma para una Transición Ecológica Justa -yo la cambiaría el nombre-, científicos, profesores, catedráticos, pequeñas asociaciones,..., leer, adherirse a su Manifiesto, www.transicionecologicajusta.org , yo lo haré junto a nuestra pequeña/gran Plataforma, conocer a hipertrofiados, subvencionados dinosaurios inanes de un supuesto ecologismo integrado, legitimador del sistema, que está disconforme con aspectos imprescindibles del manifiesto, como oponerse a los megaparques industriales solares y eólicos, que sorprendentemente ¡ellos defienden!, exigir una moratoria para las Evaluaciones de Impacto Ambiental, que los acomodados no quieren, exigir rigor en la aplicación del Principio de Seguridad,..., dar nombres, datos, cifras,... a fin de que al comenzar la inminente y feroz pelea por la igualdad todos sepamos quién es quién y dónde estamos, qué es el autoconsumo y hasta dónde puede llegar, el para qué y el por qué de las cooperativas energéticas, la importancia de la generación distribuida de balance neto,..., partir de lo local, próximo, para hacer frente a lo global y que, caducos, se enteren de algo Revilla y sus socios.







82 Los domingos, cavilar 
La Plataforma y el clima 
Fernando Merodio 
08-12-2019 

"La pobreza, la soledad o el trabajo no me asustan. Es el viento" (Dorothy Scarborough, 1923. "El viento")

"Despedazado muere el cuerpo y el alma tímida ya pierde pie cuando llega la negra crecida" (D.H. Lawrence "El barco de la muerte")

"Levantadme para que muera de pié y no tumbado como una vaca" (Epitafio de Siward el danés. s. XI. Introducción de "Llega la negra crecida". Margaret Drabble) 

Un significado de la palabra "Plataforma", del francés, plate-forme, remite a un plano superior horizontal que, elevado sobre el suelo, sirve de soporte a personas o cosas. 

Anuladas las vitales organizaciones sociopolíticas de clase -y las propias clases-, con los partidos suplidos por egoístas empresas familiares, los sindicatos -que se reúnen con delincuentes en la cárcel y, torpes, convocan huelga de ferrocarriles en el puente de los días más simbólicos de la lucha contra el cambio climático- venidos a inanes burocracias indolentes, las juntas vecinales y concejos abiertos asolados por la administración municipal, regional y estatal y las organizaciones no gubernamentales convertidas a aljibes subvencionados por el poder económico y político, hay que sustituir a todas ellas por instrumentos leales que vivan los problemas concretos, que es en lo que está la Plataforma para la Defensa de los Valles del Sur, pequeña asociación nacida en Arcera, sin un euro de subvención que, desde hace diez años intenta, como sus abuelos, mantener vivo y bello su territorio, las montañas escenario del fin de las guerras cántabras y su arte románico, patrimonio de la humanidad, su potencial valor para una sostenible actividad ganadera, agrícola, industrial, cultural, turística,..., intenta que sus familias no sufran la zozobra del injusto abuso del capital; sus socios, políticos no adscritos, aman lo eco/lógico, el medio ambiente,..., y, puesto que en España no hay gobierno ni oposición y en Cantabria, como vemos, la corrupción inepta asfixia una sociedad anestesiada por nuevos/viejos populismos que contempla inerte cómo el capital teje dañinos negocios, ahora el cervantino nocivo de molinos gigantes con lo que se apropian del territorio. 

Hace diez años denunciaba la PAC, perversión latente, realidad política de racionar mal el dinero de todos y, por no controlar, dañar el territorio con explotaciones indebidas, luchaba contra el malicioso abuso de ayuntamientos que anulan los Concejos Abiertos, feraz semilla de real democracia, la atrocidad del fracking, que PSOE y PNV, los dos igual de "progresistas", quieren impulsar en Álava, territorio de la "nación vasca", fracking contra el que hace años, pagándose el viaje, informaron en Bruselas, aún sin respuesta, ahora es el atropello eólico,…, la cobardía general frente al abuso. Quien tenga de tiempo y voluntad política puede leer el último "alegato" de la Plataforma, referido a sus razones para oponerse a un parque eólico salvaje. 

La generación eólica industrial concentrada no es, diga lo que diga su publicidad, “energía verde” y, aun siendo menos aparatosa, es tan dañina como el fracking, siendo incierto que haga crecer empleo, tecnología, calidad de vida,…, siendo la verdad que posibilita que el capital 1) se apropie y dañe parte importante del territorio comunal, 2) deprecie el resto hasta un 50%, 3) provoque caídas en los ingresos de las entidades locales menores y 4) perjudique la capacidad de acogida laboral, social, turística,...; predomina en ello su carácter de egoísta actividad de los grandes trusts que les posibilita vender -muy cara y lejos- la energía eléctrica que generan sus elefantiásicas estructuras industriales, a las que la Plataforma se opone pues no son “granjas” o “parques” como, tratan de engañarnos; es ejemplo, gráfica muestra del fraude el trampantojo con que, cínica, lo describe en su anuncio Gas Natural/Naturgy. 


Hemos llegado a tal situación que es necesario exigir que los políticos, cada día más alejados de la sociedad y sus necesidades, se limiten a hacer, sea el que sea, su trabajo y los empresarios, separados, el suyo, pues “al cruzar la raya aparece la corrupción” que aquí ahora se muestra sistémica en los trámites administrativos que regalan al capital 1) una abusiva apropiación del territorio, 2) el uso privativo de lo común y 3) imposibilitar el desarrollo de los usos tradicionales y lógicos, que chocan con sus ilegales infraestructuras, funestas para calidad de vida y medio ambiente, por lo que hay que acabar con oscuros procedimientos superpuestos, toscos e ilegales, ajenos a la eficacia y el interés general, sumisos al poder no electo, con el doloso fin de que, con sus trastos, el capital se adueñe del territorio y arruine su uso eco-lógico. 

Derribado hace años por sentencia un abusivo -y pactado- "concurso", frenado el atropello de sus 1.400 Mw, ahora vuelven a ignorar el Convenio Europeo del Paisaje, a pretender la rotura de una consolidada conectividad ecológica y dañar el alto valor ambiental de nuestros valles al pretender implantar sus mamotretos sin realizar una Evaluación Ambiental Estratégica que intentan sustituir por una inane medición parque a parque del brutal impacto sinérgico,…, evidencia de que ni con su laxa ley ad hoc Martín, Revilla y la PSOE son capaces de tramitar legalmente un solo aerogenerador. 

Los hechos demuestran que, por débil que parezca quien lucha, si se enfrenta al poder que aparenta ser omnímodo y se hace con dignidad, rigor y constancia, no debe sorprender ganarle,..., sea contra la corrupta PAC, el siniestro fracking, el destrozo eólico,…, por lo que con tal convicción deben rechazarse sus nocivas estructuras, además de por ilegales, 1) por su falso disfraz de “verdes”, sostenibles, 2) por el incontrolado poder que regalan a especuladores, multinacionales, bancos,... 3) porque sus ilógicos proyectos son caprichos impuestos sin información ni debate y 4) porque el frackng y la generación eólica exigen recursos no renovables que aniquilan la vida en el territorio y colaboran a incrementar el calentamiento global. 

Primera coda, urgente. Greta Thunberg, notable -pese al afán del poder en falsear cómo es- niña sueca a la que el pasado 3 de marzo dedicaba mi Cavilación 41, que doy por reproducida, está en Madrid con la misma icónica y subversiva pancarta que ella dibujó, sola frente a la catástrofe, sentada en la escalinata -homenaje, sin duda involuntario, a la Odesa de "El acorazado Potemkin"- del parlamento sueco, "Skolstrejk for Klimatef""Huelga escolar por el clima" y su inteligente y revolucionario comentario de entonces, "si las soluciones dentro del sistema son tan imposibles de encontrar, tal vez deberíamos cambiar el sistema (...)"; radical cambio del sistema, solución que hoy, así de dramática es la situación, se evidencia única. 

Ha venido, ejemplo de coherencia para los que solo hablan, viajando -no haciendo turismo- en los medios de transporte menos contaminantes y dejando, otra vez revolucionaria, ante más de 400 periodistas -que siempre sirven a alguien- una frase pesimista, optimismo que piensa: "Llevamos con la huelga un año y, básicamente, no ha pasado nada", además de la denuncia de que "los líderes -políticos y económicos- mundiales nos están traicionando"; dos constataciones rotundas y ciertas que, además de lo de "cambiar el sistema", no debe olvidar quien se quiera tomar la cosa en serio. 


Segunda coda, científica. Son constantes las referencias de Greta al saber de la ciencia, algo evidente que, por otra parte, debe ser puesto en un prudente stand by, pues la ciencia es cosa de científicos, seres humanos sometidos a tentaciones y cobas del poder y, por ello, puede producir situaciones como que quien en un foro científico "quitó cierto calor" al cambio climático al hacerlo coincidir con otras causas globales, ciertas, sea el mismo que, con un informe acientífico -junto a algún "ecologista" subvencionado- validó para políticos y empresas los 1400 Mw de nuestro ilegal "concurso eólico"; así que prudencia, no vaya a ser que la "ciencia" trate de legitimar que la información de "El País" lleve una faldilla superior de Iberdrola como salvador.





81 Los domingos, cavilar
¡Joder, qué tropa!
Fernando Merodio
01-12-2019

"Cuando el viento sople por todos los lados, desde el Este, desde el Oeste / ¡Señor no quiero morir en una tormenta!" (Dorothy Scarborough. Espiritual negro en "El viento")
"Sí, señorita, cuando salgo a buscar a un hombre regreso con él, vivo o muerto. Mientras yo sea el sheriff de este condado, aquí no se bromea con la ley(Dorothy Scarborough "El viento")


Álvaro de Figueroa (1863-1950), conde de Romanones, miembro de Partido Liberal de Sagasta y Canalejas, 3 veces presidente del gobierno con Alfonso XIII y, además de presidente del senado, ministro en 17 ocasiones, siendo jefe del gabinete, presentó su candidatura a académico de la lengua, una distinción intelectual que le halagaba y que, como ahora, exigía un contacto previo con los miembros de la docta casa para pedirles su apoyo, un apoyo que, verbal, le dieron unánimes, propiciando el chusco incidente de que el día en que se eligió al nuevo académico, estando en un acto oficial, un compungido secretario le informara en un aparte: "Excelencia, tenemos malas noticias, no hemos salido", a lo que él alegó perplejo, "Pero, ¿cuántos votos hemos tenido?", respondiendo el secretario: con un hilo de voz: "Ninguno, excelencia", lo que provocó que el presidente dejara una irritada y atinada frase , merecedora de ser esculpida en mármol: "¡Joder, que tropa!". Por fiarse.
Tan ejemplar anécdota remite a (des)lealtad, término que, en sus orígenes nos lleva al latín "legalis", "ser legal", forma que cada uno tiene de "respetar la ley" genérica, cumplirla; lo identifico con aquel de quien, sin duda, te puedes fiar por entregado, cumplidor, en especial cuando la circunstancia es adversa hasta el extremo de existir el riesgo de perder algo vital; es cosa de la conciencia, exige ser fiel a lo comprometido con aquello y aquellos en lo que y a quienes te debes, por desgracia hoy se trata de un valor infrecuente.
Lo ocurrido a Romanones se desarrolló en el afectivo terreno de las relaciones privadas y, sin duda, le debió resultar, además de humillante para el elevado concepto que de si mismo tendría, personalmente dañino, pero más grave es el caso de los que, sin que nadie se lo haya pedido ni, en la mayoría de los casos, tengan mérito alguno que lo justifique, se postulan, voluntarios, para -previo y posterior cobro de un buen estipendio... más lo que, en algunos casos, cuelgue- ocupar las principales parcelas del poder político que gestiona lo común, de todos, influyendo además en las vidas y haciendas privadas, o los que sin tener la precisa inteligencia  y formación, ni saber de leyes legislan y encorsetan nuestras vidas con normas condicionadas por intereses espurios, ajenos al bien de todos y a la Justicia o también los que nos juzgan con inhumana impunidad de juez vocacional oculto tras la habilidad de que sabe algo de leyes y circula por el carril de lo políticamente correcto.
Lo que aquí ahora ocurre evidencia lo peor de lo peor, la inadecuada gestión que de los graves problemas de vivir en el siglo XXI, hace lo que llaman democracia, en especial lo que se refiere a delegar en unos cuantos extraños todo el poder político, ¡absolutamente todo!, -poder que no se debe confundir con el de verdad, que ostenta el dinero, el gran capital-, unos pocos que se identifican con las cúpulas, primero ineptas  y, además, corruptas, de empresas familiares que ocupan el importante lugar que ocuparon los viejos, respetables y, para los más débiles, imprescindibles partidos políticos y sindicatos; con tal delegación entramos en un pantanoso terreno, el más viscoso, que afecta a la gestión de la "cosa pública" y hoy genera una deslealtad que daña la confianza, peor que la que hizo mascullar a Romanones: "¡Joder, qué tropa!".
Mientras el planeta Tierra está -más que- amenazado por un estrago total de origen antropogénico y nuestro vecinos más simpáticos, catalanes y vascos, nos anuncian horribles cosas de mano de los CDR, los del tsunami democratic y similares cabestros si no dialogamos con ellos -si no les damos todo lo que quieran-, los llamados progresistas -perfectamente definidos por Giorgio Agamben-, la PSOE y la pareja que no alcanza a convivir honestamente con una hipoteca para pagar su parcela, chalet e insostenible piscina en la sierra rica de Madrid, han firmado, ¡saben firmar!, “unos ejes prioritarios de actuación del gobierno progresista”, escasos dos folios de lugar común buenista que no les obliga a nada, pero nos reconoce -sin garantizarlos- todos los derechos, llegando a explicar, sin rubor, en el apartado 3 con 19 palabras, en qué consistirá para ellos la urgente lucha contra el pavor del cambio climático: "la transición ecológica justa, la protección de nuestra biodiversidad  y la garantía de un trato digno a ¡los animales!"; son tan progres que no gastan ni una sola palabra en identificar -y definir su política frente- a los causantes de la catástrofe; tan eficientes como el simulacro de -nueva y cara- cumbre que la sociedad del espectáculo va a escenificar.
74.146 socios con intereses han aprobado tan acerados "ejes prioritarios", el 41,50% del censo de 178.631 socios que dice tener la PSOE, un número de avalistas que, seguro, es inferior al de "representantes" -presidentes, ministros, consejeros, alcaldes, concejales,... y "designados" -directores generales, asesores, secretarios, técnicos, cargos de confianza,...- con sueldo garantizado en Administraciones y organización, sin que haya que olvidar a los constructores, contratistas, comisionistas, enchufados,... que pululan a su alrededor. Lo de los que dicen poder y, de momento, ya tienen un chalet con piscina, es más difuso -ignoro por qué, hay quienes son invitados a votar en todos los referéndums peronistas-, afirman tener una "bolsa o censo de inscritos", móvil, laxa, de 523.800, casi el triple que socios de la PSOE, de los que 130,150, en esto solo son el doble, apoyaron la firma de su "líder carismático", pareciendo ser que también IU -las "Unidas" de la coalición que puede-votó querer sueldos. Valorar a los progresistas dialogantes independentistas republicanos golpistas leales exigirá, sin duda, más tiempo para saber lo que harán, pues Rufián, su intelectual orgánico público, dosifica y oculta cómo van a vulnerar tanto el espíritu de esas Leyes que Montesquieu, inocente, pretendía no concentradas en las mismas pocas manos, como también su texto para, tras la vulneración, acusar al resto de judicializar la (su) política.
Si no fuera tan serio, me carcajearía con esta muestra de cómo esta "democracia" de -lo que hoy son los- partidos es tan corrupta que sería insensato depositar todo nuestro -escaso- bagaje político en la hucha -el cerdito- de tan desleales grupos, entre los que ejemplifica cual es su gestión como empresa política la PSC-PSOE, obligada  deshacerse de su sede por tener deudas mayores que las de Alemania al terminar la I Guerra Mundial, deudas cuya exigencia dio paso al nazismo y, con éste, a la II, una deuda que aquí se agrava por el hecho, dicen, de que las cuentas no están nada claras y alguien, seguro para repartir, se llevó crudas importantes cantidades, por lo que, habiendo creado esa cosa aparente e ineficaz que es una comisión interna de investigación, los propongo que, para hacerla eficiente, real y útil para regenerar, den un paso más y regresen a 1993, a Construcciones Burcan, S.A, propietaria entonces de lo que hoy es tal sede, al arrendamiento con opción de compra firmado en 1995, a los meses que, en su caso, pagaron de renta, a la compra del inmueble en 1997, a su extraño bajo precio y a las hipotecas de entonces, a los porqués de todo ello y, para tranquilizarnos, en especial a sus exigentes socios que dicen poder, nos lo cuentan.
Esta PSOE y los que, felices populistas, han comenzado su, por ahora, fructífera andadura política multiplicando por mucho -¿quizás hasta por infinito?- su caudal inmobiliario, dos socios aficionados a vincularse a los bancos con "odiosas" hipotecas, ajenos a la exigencia de que no se bromee con la Ley tal como exigía el adusto y -ese sí- radical sheriff de "El viento"; son los mismos desleales que, con al franquista Revilla y otros cuantos, nos engañan con programas y nos tienen indefensos ante la gravísima, inaplazable amenaza del antropogénico cambio climático ¡Joder, qué tropa!


80 Los domingos, cavilar
Delirio de autoconsumo
Fernando Merodio
24-11-2019

"El delirio tiene como primera función reconstruir la significación del mundo con ideas del tipo 'hay una explicación a todo esto que está pasando' y, además, asegura al sujeto una cierta identificación con el lugar que le dan en el mundo(Sobre Sigmund Freud)

El delirio es una alteración generadora de ideas que afectan a nuestra conciencia sobre el entorno; por diversas causas, articula de modo atípico el juicio e impide discriminar entre él y lo definido como realidad, desconecta palabra y objeto; en lo individual, es una peculiaridad, por diversos causas, de mentes ajenas a lo que se dice común, una vida distinta a lo que se considera normal.
En el ámbito de lo general la cosa varía, el delirio colectivo daña al mundo y exige vigilar a quien lo causa con interés espurio; caso obvio fue Hitler y sus exabruptos que dañaron al mundo o, a otro nivel, aquí está, dañino insano, El Delirio Montañés, primero hoja parroquial del obispado franquista, luego regalado trebejo de prohombres del "régimen", entonces devenidos a UCD y ahora juguete roto -además de "negocio"- en manos del capital vasco, entre otros de la muy dañina y falaz Iberdrola del Galán que, en su avaricia, usó -como BBVA, ¡moderno y desleal nacionalismo, en este caso vasco!- al comisario Villarejo incluso contra su colega Florentino Pérez, capital vasco que elimina el adjetivo "Español" de "El Correo", pero sortea a "Corocota" Revilluca y deja "El Delirio" como "montañés", no "cántabro".
Ejemplo de delirio que pretende enajenar a los despistados es el modo en que el pasado martes un redactor de deportes, parece que de bolos, sin siquiera ir a la rueda de prensa, deformaba lo dicho por la Plataforma para la Defensa del Sur de Cantabria sobre los engaños, ocultaciones, agresión,... que el gobierno de Revilla y el capital eléctrico quieren perpetrar en nuestro territorio tramitando lúgubres al menos 43 parques eólicos, más de 500 molinos de hasta 200 metros de altura y 1500 Mw, al equiparar, sin más, los datos contrastados de aquella -que, titule como titule El Delirio, no es ecologista, sino radical defensora sin subvención del territorio de todos- con los inventos exprés de Francisco Martín, "el Incumplidor", que habla de, "más o menos" 20 ó 22, -ni sabe cuántos-, asegurando que el consejero actúa con "rigor en la evaluación ambiental" estratégica... que ni siquiera tramita; de un lado están la denuncia de la Plataforma, la lista detallada de Parques industriales eólicos y el mapa de Cantabria en el que se recogen los agresivos parques que la Consejería pretende ocultar y del otro Martín y su ilegal nada lobbysta cuajada de fracasos.

También es delirio pretender que agresivos, dañinos, gigantescos parques eólicos industriales, molinos de hasta 200 metros, líneas de altísima tensión, subestaciones, pistas de rodadura, toneladas de acero, lantánidos, miles de metros cúbicos de hormigón armado,... para generar energía eléctrica a cientos, miles de kms. de donde será consumida son ecológicos, cuando ni siquiera -salvo su fuente, el viento- son sostenibles, y que colaborarán a frenar el cambio climático; en realidad, todo ello es el mejor camino hacia la evidente e inmediata destrucción del planeta que habitamos si, como ellos y la política pretenden, dejamos la generación eléctrica en manos de Viesgo, Iberdrola, Endesa, Gas Natural, Florentino Pérez,..., nuestros benefactores.
Ahora, dan un paso más y -pésimos- legisladores intentan que cuaje la simiente de un nuevo delirio que llaman autoconsumo energético y algún optimista publicita como poco menos que revolucionaria oportunidad alternativa al caos actual en el consumo y -sobre todo- la generación de energía eléctrica; una alternativa que, en realidad, hoy es un oxímoron, posibilidad imposible a tenor de la -falta de- voluntad de quienes tienen el poder económico y de los que, al servicio de estos, administran el político y legislan; todos ellos, incluidos los que, perennes adolescentes fósiles con coleta, se hipotecan -esa cosa tan capitalista- para comprar una gran parcela con insolidario chalet e insostenible piscina individual. Sin voluntad política y económica -que, nadie dude, habría que imponer por lo civil o por lo criminal-, el autoconsumo renovable pasará muy poco de ser lo que hoy es, los ridículos 350/400 Mw/año previstos para 2019, un 0,66 % de los 60.000 Mw/año (eólicos, hidroeléctricos y fotovoltaicos) que, según el gran negocio que es REE, genera en dañina masa el oligopolio. Con tal dato, ¿qué es el autoconsumo, revolucionaria alternativa o simple acompañante ridículo?
Detengámonos un momento en el oxímoron de la -hoy- imposible posibilidad del autoconsumo como revolucionaria alternativa al injusto caos que tenemos y partamos de que tal concepto es el uso por un agente económico -el consumidor de electricidad en este caso- de servicios o bienes que él mismo ha generado, utilizándolos, total o parcialmente, para su subsistencia, cediendo en diversas formas, como es lógico, el sobrante de lo producido; sería, en efecto, revolucionario luchar de tal modo contra el destructivo cambio climático causado por el actual sistema de generación -dañino todo él y no renovable- y llegar a que, ajenos al oligopolio eléctrico, el resto produzcamos, no en pequeños porcentajes, de forma masiva, a escala humana y por medios de verdad renovables toda la energía que -nosotros- decidamos consumir y que, además, el sistema eléctrico que todos hemos financiado y opera REE nos facilite la venta a un precio justo de los excedentes, limitando la intervención del actual oligopolio a complementar las carencias y deficiencias que, en su caso, se pudieran producir en las necesidades de suministro global. Eso sí sería eficazmente revolucionario.
Constituyen otro delirio que nos desvía del camino hacia la justicia energética tanto las falacias de la "transición ecológica", inane invento de la empresa familiar que es la PSOE, como el precio más barato que reivindica, queriendo engañarnos, la populista demagogia impotente de Podemos y, salvo alguna excepción, las cooperativas de consumo eléctrico, que compran -lo más barata posible- energía a las grandes empresas que concentran la generación en sus manos, fijan los precios y agravan los impactos de sus infraestructuras de generación en lugares muy alejados de los de consumo con dañinas líneas, subestaciones,..., lo que, sea cual sea la fuente de generación -sol, viento, agua,...- no resuelve la injusticia energética, ni tampoco el más urgente problema de nuestro planeta: lograr el equilibrio que frene su destrucción.
Salvo casos necesarios concretos, procuro no señalar, pero como mejor se explica es con ejemplos, aquí tenemos ahora el de una publicitada cooperativa de consumo eléctrico que, con irreal jactancia, afirma en sus anuncios estar constituida "con la finalidad de cambiar el actual modelo energético por otro más democrático, social, distribuido y sostenible", lo que es inexacto, pues su excesiva vinculación al -solo formalmente- denostado oligopolio, a través, por ejemplo, de su relación con Agustín Valcarce, ignoro a qué nivel "su mejor y último fichaje", que es -o al menos fue- presidente de la Asociación Eólica de Cantabria, pull de todas las grandes eléctricas implicadas en la ilegalidad salvaje del anulado "Concurso Eólico", representante también de Biocantaber (Iberdrola y Ocyener), promotora del monstruoso parque del Escudo, 36 molinos y 151,2 Mw, y de Teycan, empresa de energía solar, todas ellas, como la cooperativa, con igual domicilio en Boo de Piélagos, es ilógico sostener que la generación súper-concentrada de la Asociación EólicaIberdrolaBiocantaber,..., el actual insostenible y, en especial, injusto modelo energético nos lleve a  otro "más social, democrático, distribuido y sostenible", siendo que a lo más, entiendo, que puede aspirar tal cooperativa, si es bien gerenciada, es a conseguir para sus socios buenos precios dentro del actual e irrespirable mercado.
No hay que delirar, no habrá cambio "revolucionario" de modelo energético con unas décimas porcentuales de autoconsumo en el del enorme y pútrido pastel que es la generación eólica, hidráulica, solar,... actual, ni tampoco con cooperativas que compren la dañina energía que genera el oligopolio, será precisa, sin duda, una activa, dura lucha  social que rompa las ataduras económicas que ligan a política y capital.





79 Los domingos, cavilar 
Amor 
Fernando Merodio 
17-11-2019 

"Tu madre y yo hemos pasado por mucho, pero esto es nuevo"
(Jean Louis Trintignant en "Amour" de Michael Haneke) 

Michael Hanecke, que me desazonó en "Das Weibe Band -La cinta blanca- Una historia alemana para niños", al explicar con crudeza que, aniquilando toda posible inocencia, el germen del mal se asienta en cualquier lugar, incluso, entre las dos guerras, en un grupo de niños de un pequeño pueblo alemán, al tiempo que se incubaba el huevo de la serpiente nazi, me emocionó con "Amour" -Amor- la más real, hermosa y terrible película que recuerde sobre tan humano -y gratificante- sentimiento. 

Es la austera historia de una pareja, un culto matrimonio de ancianos, profesores de música jubilados al que, al tiempo de la inevitable vejez, golpea el no inhabitual padecimiento que acompaña a la enfermedad, que en el film toma forma de hemiplejia en la mujer (Emmanuelle Riva) y hace que el hombre (Jean Louis Trintignant) se queje conmovido a la hija de ambos, "tu madre y yo hemos pasado por mucho, pero esto es nuevo" y permite a los espectadores visitar los hermosos, recurrentes y, a veces, tenebrosos rincones en que se concentra el perfume del amor que Haneke extrae del hondo roce humano de dos seres a los que el tiempo ha permitido conocerse de un modo sólido y profundo, muy alejado del de los juveniles, fugaces y veleidosos deseos y enamoramientos. 

A quien valore el tiempo como germen del amor le habrá repelido una reciente y llamativa escena padecida por todos, el ridículo y desparejado abrazo de Pedro, inexpresivo por estar de espaldas, y Pablo, colgado y, como la canción de Gloria Trevi, con los ojos cerrados, dos hombres con ideales pintiparados para lo que hacen y los peores estigmas de jovenzuelos latosos sin otro mérito que escasos saberes, dosis importantes de labia adquirida en escuelas ad hoc e insoportable ambición de poder, per se en estado puro la del primero y para pagar un chalet con piscina -o algo más- el otro y su inherente -émula de Elena Ceaucescu- mujer; mientras Haneke nos muestra el profundo amor de dos ancianos que andando juntos han hecho el camino que, con dificultad y dolor, están acabando, Pedro y Pablo, dos mozuelos travestidos apóstoles con las llaves de nuestro futuro, dicen -en falso- querer andar también juntos, con la inquietante peculiaridad de que -si llegan a andar algo, Marx lo impida- el camino que hagan llevará al resto -excepto a quienes no sigan a los dos flautistas- al corazón de unas muy densas tinieblas; vivimos tiempos que demandan hombres, no diletantes. 


La muy publicada imagen era, cierto, ridícula, ¿qué celebraban dos indigentes que se odian y, además, pierden votos? En mi primer, lógico enojo, lo atribuí a un súbito y emocionado ataque de pasajero juvenil amor, pero pensé en Riva y Trintignant y, avergonzado, lo cambié de inmediato por sucedáneo de fogoso sexo y no era ni eso, siendo El Roto, siempre, quien el día 14, con cuatro gráficos trazos y ocho palabras, me abría los ojos: "Parecía que se abrazaban, pero era para no caerse". 


La degradación permite que los dos tambaleantes encabecen lo que ahora dicen "izquierda" o, lenguaje perverso, "progresismo", "progresista" o "progreso", conceptos que la nueva pareja repite hasta provocar nauseas, abducidos por los dueños de los medios censores que, sin significado preciso, los utilizan como cajón de sastre en el que guardan -para sacarlo cuándo y cómo les conviene- lo que para ellos es positivo, un avance, olvidando -para hacerlo, tendrían que leer- lo que en gente seria genera la sustitución de la izquierda y sus organizaciones sociales por "progresistas" partidos burocráticos y organizaciones subvencionadas que solo transigen, pactan, ceden,..., la clase obrera ante el capital, el contrato social ante la avaricia del terruño egoísta, la libertad de expresión ante la dictadura de los medios de comunicación, la ciencia ante la opinión insolvente, el medio ambiente ante el "crecimiento" sin control,..., y, por ser así, quien conozca un poco la historia rechazará que se quiera insultar al más cutre y populista de la nueva pareja diciendo que es comunista, con lo que se insulta a la más respetable parte de quienes en la historia han luchado por la libertad igualitaria. 

Vamos a situarnos, en 1750 se expandían las ideas de la Ilustración, plasmadas en 1775 en la Encyclopédie por Diderot, d'Alembert, Voltaire, Rousseau,... con el estallido que, cuando concluía el siglo, fue la Revolución francesa, Robespierre, Danton, Marat, Desmoulins,..., el triunfo de la Razón republicana sobre el irracional Ancien Régime, y en 1848, cien años después, cuando se tambaleaba la parte igualitaria de aquella revolución, Marx y Engels daban un nuevo paso en dirección contraria a la explotación del hombre por el hombre con el, aún vigente, Manifiesto Comunista, sólida base política, filosófica y económica del comunismo/socialismo -no pensar en la PSOE- para hacer frente a la clase que, contraria al igualitarismo francés, pretendía sustituir -y sustituiría- a la nobleza en la explotación del resto; pasados más de ciento setenta años desde el Manifiesto, los hechos -muchos de ellos heroicos- de quienes, más o menos fieles a aquellas teorías, dieron cuerpo físico, político y social al viejo fantasma, están en los libros, en la historia, vituperados o ensalzados; que cada cual los valore. 

Aquí ahora no corren buenos tiempos para ellos, sus errores, unidos a los abusivos ataques -especialmente virulentos e interesados desde, lógico, el capital-, han provocado su casi total desaparición; Eric Hobsbawm, historiador marxista fallecido hace poco, escribía que “hoy el comunismo está muerto; la URSS y la mayoría de Estados y sociedades construidos sobre su modelo, hijos de la Revolución de Octubre de 1917 (...) se han derrumbado, dejando tras sí un paisaje de ruina económica y moral, (...) resulta evidente que el fracaso formaba parte de esa empresa desde un principio”, si bien advierte que “el comunismo está vigente como motivación y como utopía“, debiendo mantenerse viva su búsqueda, pues la humanidad no puede prescindir de los ideales de igualdad, libertad y justicia, ni puede ignorar a los que dedicaron -y dedican- su vida a esa pelea; hay que hacer camino al andar, avanzar y tras las equivocaciones, retroceder, buscar y volver a andar, como dice Hobsbawm. 

Sabido que aquí solo estamos un rato, es humano y lógico el interés por no dejarse engañar, ni perder el tiempo escaso y posición inicial correcta buscar la igualdad en una sociedad sin clases, algo que, evidente, nos enfrenta a los -muy pocos- que mandan y se benefician de las diferencias, conviniendo reseñar que Marx no propone utopías, sino teoría científica con razonables posibilidades prácticas, por lo que antes luchaba "el partido" con su mezcla de disciplina, eficiencia en la tarea, identificación emocional y dedicación total y el añadido, para Hobsbawm, de "llevar a cabo lo que otros no hacían”, por lo que si, con Alain Badiou, aceptamos que se ha agotado la identificación de política y Estado, que la caída del Estado-partido del Este, como la más reciente del Estado-partidos del Oeste, por su casi nula eficacia emancipadora, uno desde un punto de vista revolucionario y el otro desde el de la mera utilización del Derecho, nos lleva a que, “tanto en los países del Este como en los del Oeste, la historia de la política comienza apenas y la ruina de toda presentación estatal de la verdad inaugura este comienzo”. No aceptarlo sería creer que los dos del tambaleante ridículo abrazo -¿alguien los ve personalmente fiables?- van arreglarnos lo de que Europa no nos entregue ni un solo político delincuente -quizás el TS debiera explicar qué pasa-, el calentamiento global, la desigualdad y el paro, el informe PISA, que el más alto haya vaciado la hucha de las pensiones, la corrupción rampante,... 

Coda final de "amor progresista".- El concejal en Santander de UP -en femenino, ajeno al PCE-, cuyos planteamientos de fondo son homologables a los de PP, PSOE, Cs, PRC,... ofrece -política- a los dos de Cs que, si "recapacitan""reflexionan""se replantean",... y traicionan -¡ay, IU!- sus pactos, él -¿solo?- les garantiza, "mayor margen de actuación" y "proyectos propios" ¿Qué vale el compromiso político previo, el contrato social comparado con el muy moderno "amor progresista"?







78 Los domingos, cavilar 

¿Y si esto no es una democracia? 

Fernando Merodio 

10-11-2019 

“(..) una vez que los ambiciosos fueron atraídos por las ventajas de estar por encima de sus semejantes, trataron de darse una reputación fingiendo ser amigos de los dioses invisibles que el vulgo temía” (Panfleto s. XVII "Tratado de los tres impostores"

“(...) se está instalando un neofascismo en relación con el cual el antiguo quedará reducido a una forma folklórica” (Gilles Deleuze) 

Democracia, palabra tomada del griego -démos, ‘pueblo’, y krátos, 'poder’-, remite a forma de gobierno en que el poder lo ejerce el pueblo, un sistema político en el que imperarían los derechos del hombre-ciudadano, la libertad individual, la discrepancia política, la libre asociación, el sufragio universal, la libertad de información y opinión, la limitación del poder,... y, por encima de todo, el respeto a la Ley justa, al contrato social, base del Estado de Derecho. Muy exigente. 

Lo actual era avanzado por Gilles Deleuze al publicar el 18 de febrero de 1977 en Le Monde un texto incorrecto, El judío rico, en el que explicaba cómo, mediante una inane acusación de antisemitismo, se pretendía prohibir -y de hecho se prohibía- la bella película de Daniel Schmid, L’Ombre des anges (La sombra de los ángeles) y, aun peor, se destruía su espíritu; decía Deleuze que, “se está instalando un neofascismo (...) organización coordinada de pequeños miedos, de pequeñas angustias que hacen de nosotros microfascistas encargados de sofocar el menor gesto, la menor cosa, la menor palabra discordante en nuestras calles, en nuestros barrios (...)” y advertía de las limitaciones que impone tal miedo personal, individual, un miedo y unas secuelas hoy evidentes; explicaba sus mecanismos el Nobel nigeriano Wole Soyinka, en 2004, en cinco conferencias recopiladas con el título Clima de miedo, señalando que son pilares del mismo, de un lado la humillación, verdugo de la dignidad, que es dique frente al horror y las amenazas, y de otro la seducción que sobre los más majaderos ejerce el “poder puro”, una seducción que se evidencia en la satisfacción, visible aquí ahora, con que el poder nos mira y piensa: “Os tengo en mis manos y voy a decidir vuestra suerte”, con esa odiosa sonrisa que, mientras jugábamos niños, veíamos en el patio del colegio y nos debiera preocupar. 

Humillación, falta de dignidad y sumisión al poder, son causas de ese miedo, también origen de la etérea unión líquida, casi metafísica, entre quien paga y quien cobra, el que vota y el votado, y, además, dan forma a esa cosa maleable y viscosa que llaman política, propiedad privada de una casta “sin habilidad laboral, ni saber específico o maestría valorable en el mercado, que no sea parasitar (...); una casta que hace de su (in)actividad “fuente de vida y perenne privilegio”, por lo que a aquel joven yo que, con dieciséis años ajenos a miedos extraños, dejaba el bovino calor de creencias venales y premios lejanos, sustituyendo el plácido opiáceo del hogar familiar por una política que entonces era seria, para descubrir, mérito solo del tiempo que, tras años de firmes creencias -casi- nada es cierto y manda el egoísmo, el dinero, lo que me invitó a blindarme en lo raro y así vivir, más o menos, en paz, al tiempo que olvidar las certezas “que se fueron quedando entre las hojas gastadas de los libros” y seguir fatigándome en vivir mientras viva, sabiendo que lo tendré que hacer de otro modo, pues -si existió- murió la izquierda, aplastada por buenismo, progresismo y progreso, inventos mediáticos, monstruos plutocráticos, herencia postrer del viejo fascio del que se aprovechan los que alientan el miedo. 

Ahora se busca una inane paz, propia de los cementerios, ignorando que Spinoza, en su “Tractatus politicus” (6/4), decía que paz no es “carencia de guerra; es virtud de la fortaleza de ánimo” y que de no actuar en consonancia con ello, solo habrá miedo, servidumbre, humillación, ellos. 

Botín, ¡simbólico apellido!, guerrea contra nosotros y gana, gana, gana, gana,... sin que a nadie importen ni el cómo ni el cuánto, ni si roba o engaña, ni si negocia ilegal, sucio con el arte, ni si, aún peor, como desde Iberdrola Galán -el que oculta el paterno Sánchez-, pretende imponer qué es belleza, arte, cultura,... y nos amenaza, abusa de nuestro miedo, pretendiendo que sean ellos, los de siempre, y no nosotros, sus víctimas, quienes además ahora abanderen la lucha contra el calentamiento global, el cambio climático la destrucción de nuestro único planeta; ellos son los que, certero, desnudó el filósofo diciendo que “ni siquiera recuerdan donde han dejado la ética”. 

Me irrita ser tomado por idiota, que me roben los deseos y los cambien por placeres falsos, que me lo den todo (mal) hecho y pues me sé limitado, regreso al filósofo, al Deleuze que habla de Foucault, del análisis de la oscura crueldad del poder y sus mecanismos actuales, “en lugar de represión o de ideología, configuran el concepto de normalización y de disciplina”, y veo claro que ya no necesitan los viejos aparatos de Estado y les bastan los medios, prensa, radio, televisión, el dinero que les “infunde confianza”, es el peligroso fascismo actual que se apoya en nuestros miedos. En Deleuze el deseo es un proceso completo en cada uno, individual, personal, es afecto, acontecer variable, asunto de un día, de un rato, “cuerpo sin órganos, definido por zonas de intensidad, umbrales, gradientes y flujos”, sea personal, colectivo, político,..., pues, desde Sacher-Masoch, quien quiere sabe que el placer regalado anula el deseo, desnuda sus carencias y niega la posibilidad de intentar conseguirlo. 

¡Pásalo!, desoye el mensaje de quien usa la técnica fácil, siempre arcana, hoy oculta en móviles y ordenadores, sin esfuerzo ni conciencia, que sigue órdenes de quien manda e inventa placeres, como ahora en Santander pretende el banco, inquisidor, represor, asesino, definir y manejar nuestros deseos, afectos, gradientes y flujos; son impunes y, frente a ello nos queda solo ser radicales, pensar y repensar la libertad, luchar contra el totalitario capital, regresar al barro de la política contra la economía canalla, abandonar la institucional, no pararse en teorías, pasar a la práctica empezando por no regalar nuestro voto, que no es nada, a nadie. No me oculto. 

Vuelvo a lo del principio, la idea de democracia, y la identifico con algo que tiene la apariencia provocativa de las cosas que aconsejan reflexionar un rato sobre ellas. Hagámoslo y reconozcamos que venimos de una sociedad que, salvo excepciones, convivió plácida con Franco y que la llamada transición, en cierta forma provechosa y útil, fue hecha por franquistas confesos, gentes de buena fe, trileros de la PSOE y otros que fracasaron queriendo cambiar -de verdad- las cosas, entre los que me cuento, por lo que, quizás, nos cueste tanto intuir siquiera qué es la democracia. A partir de ello y si analizamos en concreto la forma esencial de lo que aquí llamamos Estado social de Derecho tendremos la evidencia de que en realidad es un ente oligárquico en el que mangonean dos minorías, una política, burocracia de partidos, sindicatos y subvencionados diversos y, por encima de ella, otra económica encarnada en el soberano y más corrupto poder, el del capital; son oligarquías sobre las que pretende ejercer contrapeso la apariencia de un respeto formal a la soberanía popular, a los derechos de la mayoría, al poder del pueblo, limitado a la esperpéntica forma que hoy tiene el voto -hemos podido ver unos horribles debates televisivos- y las capitisdiminuidas libertades individuales; es el viejo capitalismo, desigualdad, hoy, lenguaje pervertido, oculto tras voces como democracia, progreso, liberalismo, Estado de derecho,... Si pensamos que la política es el arte de vivir juntos buscando el bien común y aceptamos una idea de democracia -que Platón y los antiguos griegos veían nefasta- vinculada a la libertad que niega cualquier título (de nacimiento, conquista, mayor conocimiento, religioso,...) legitimador del derecho a gobernar al resto y si en momentos tan duros como los que, en caída libre, se avecinan, coincidimos con la niña sueca en que la única solución frente a la catástrofe es, urgente, "cambiar el sistema", debiéramos detenernos, reflexionar y hacernos la pregunta del título ¿y si esto no es una democracia?, para responderla y, rápidamente, actuar con energía.






77 Los domingos, cavilar
Santander no es, solo, un banco
Fernando Merodio
03-11-2019
“Estamos en el firmamento / entre billones y billones de galaxias / y billones y billones de estrellas / (...) / millones con la misma evolución / nacidos de las cenizas de estrellas muertas” (Ernesto Cardenal. "Estamos en el firmamento")
(...) producto de un turbo-capitalismo llevado al extremo (...), mientras el país está deshecho y la economía por los suelos (...), todos estamos en el psicoanálisis de la identidad”. (Eduardo Mendoza, refiriéndose a su país, Cataluña).
Está de moda y voy a cavilar un rato sobre mi identidad vinculada al territorio, a un borde de la ciudad que dicen la marinera, la del viento sur, borde suburbano/rural en que hace 73 años yo nacía, a los 15 justos de ser proclamada la II República un 14 de abril, el martes siguiente al domingo 12 de unas elecciones locales en que, con menos votos totales, en las urbes se imponían candidatos republicanos, ¡floja victoria!; iniciaba mi andadura en ese borde urbano -rural entonces-, cuando, como hice yo luego hasta los 7 años, mis padres vivían laborando en Rozadío, asidos al río Nansa, daba mis primeros gritos en la casa con huerta de Fernando, mi abuelo, en la Fuente de la Salud, barrio -casi pueblo- de Cajo, junto a la finca psiquiátrica del Dr. Morales, al oeste de Valdecilla, Sur de Cazoña, este de Campogiro, y, en línea recta, a un corto agradable paseo de los juncos y arenales del Barrio Pesquero; casa familiar con huerta, conejos, gallinas,... que mi abuelo, ferroviario, usó con cariño y que, muerto él, fue expoliada a mi abuela -por lo que costaba la entrada de un piso en Fernando Ateca- para construir, decía el "régimen", viviendas para adeptos -de la vida de mi abuelo y la mía propia se aprovechó una cooperativa de alféreces provisionales, familias numerosas o algo así-, para iniciar lo que hoy es chapuza dormitorio: Cazoña.
A partir de ello y de que la identidad puede ser un conjunto de notas que ayudan a distinguir a una persona o grupo del resto, la personal me define, con hechos, idéntico solo a mí mismo y me marca como hombre, rústico-urbano, proletario por ancestros, burguesito por economía paterna y (de)formación "escolapia", apátrida social por ideas y, pese a nacer en un borde, entonces rural, ciudadano de Santander, adornado, eso sí, por lo mucho que, en siete importantísimos años de infancia, me regaló Rozadío.
Más complejo es fijar mi identidad cultural como miembro burgués ¡de Santander!, algo que, casualmente, fui, cruzado por tradiciones, creencias, valores, economía, clima, paisaje,..., hasta manías claramente condicionadas por la asfixia de un entorno ciudadano que, ¡vaya Ud. a saber por qué!, se imagina más, mucho más, de lo que es; salvo el natural, sin mérito personal alguno, paisaje que por norte, oeste, este y sur nos rodea y el privilegio del clima, lo cierto es que en lo que en tal entorno afecta, quizás culpa de un devastador incendio y la rapiña de quienes abusaron del daño del fuego y los negros tiempos, sólo encuentro, con muy leves rarezas, incomodidad, falta de juicio, fealdad y signos de malas pautas de vida social; Eduardo Mendoza, catalán, triste coyuntural, decía hace días que "Barcelona es un producto turístico, diseñado para pasar cinco días, no más" y aquí es aún peor, excepto lo natural aún no destrozado, Santander no ha pensado, así de inútiles somos, ni siquiera su diseño.
La revillesca Cantabria del lábaru facha, pese a mi cariño a una infancia vinculada a la u, avergüenza, aparte corrupción, altos sueldos para adeptos y el bochorno de la TV, quisiera saber una cosa, una sola, que haya hecho Revilluca en los años que, desde que vivía Franco, lleva amorrado a la fuente de la que mana el dinero público.
Mi identidad personal/cultural me define idéntico sólo a mí mismo y es, pues, urbana con sedimento rústico, de burguesito por economía paterna y (de)formación escolapia devenido a proletario y social/culturalmente desclasado por convicción.
Me gusta ir al Muelle y tras disfrutar su belleza a ras de mar, doy la espalda a la bahía y su verde montañoso fondo, pierdo de vista la vergüenza Botín/Piano y paso a ver las pretenciosas mansardas del Paseo Pereda que tapan el poco habitable, caótico mogollón que hay detrás, sin alcanzar a ver, por fortuna, la ladera norte del lomo de la ciudad, en el que vivo desde hace casi 50 años -¿cuándo será Paseo del Alta en vez de, "liberador liberticida", General Dávila?-, hiriendo mi vista, siempre, la abusiva e ilegal apropiación en primer plano del vuelo/cielo que, en vida del dictador exhumado, perpetró, ¡uf!, el banco que, una vez robado el nombre de la ciudad, ahora quiere, con, al menos, la complicidad de políticos, funcionarios, burgueses,..., eliminar el derecho a debatir, ¡algo que odian!, y decidir qué es cultura, progreso, arte,...
Es cuestión mayor, no solo de estética opinable o influencia cultural infame, quiebra del Estado de Derecho, humillación a una ciudad dormida que obliga a poner sobre la mesa, si es preciso violentos, el peso que Max Weber atribuía a los valores, sabiendo que, escribió Claudio Magris, no es preciso “hacer alarde de ellos", basta que sean visibles en el día a día, pues no es lógico ni ético que sociedad, cultura, arte,... los acalde el capital, botín de pocos, ocultando que él no habla de valores, solo es precio, lo que exige recordar que, como escribió George Steiner, agitador intelectual: "Si no encontramos otro ideal, el dinero acabará con todo".

Ya lo he escrito antes, Enrico Berlinguer fue secretario general del PCI y defendió "definir una política de austeridad con contenido de clase, transformadora y por tanto revolucionaria, que genere una dinámica tal de cambios que, a medio plazo, resulte inasequible al propio capitalismo”; austeridad, idea muy rica a la que, ya, la quiebra provocada del planeta exige dar vida y, ajeno a ello, el banco que robó el nombre a la ciudad nos exhibe un despilfarro que lave su sucia imagen y, en lugar de destruirlo, troque en museo propio un edificio que es gráfico símbolo de la usura y, sin informar ni debatirlo de verdad antes, incrementar la rapiña de cielo y vuelo en la calle Martillo, cegar a los de detrás, para exhibir -lo que él dice que es- arte y fingir, el capital, que recuperará para todos el planeta que -en su solo beneficio- él ha destruido.

Es un poder acatado como absoluto que, en el mejor territorio, nuestro patrimonio, tiró dos contenedores, túmulo, pirámide -digan lo que digan los más laxos tribunales- radicalmente ilegales, con su apellido inscrito en el frontis para recordar quien manda y allí cerca ahora también desde el banco con nombre de ciudad y feo arco franquista, una pesadilla, ilegal/alegal, difundir su ponzoñosa idea falsa de que "cultura" es lo que -en su solo beneficio- decide el capital.
El contenedor/túmulo, su plan, trámites complejos y fin único eran lo que El Roto explica en una viñeta en la que, en penumbra, una figura entrega un papel a otra y ordena: “Páseme a legal este atropello”, dotar de apariencia lícita lo que el 31 de julio de 2010 anunciaba en seis páginas El Delirio Montañés, que 1) modificarían los usos públicos del Muelle Albareda, 2) implantarían un edificio ilegal/ilógico y 3) regalarían espacio y uso, con un sucio pacto previo del dinero y tres Administraciones, con elementos de los tipos delictivos de la prevaricación, cohechoomisión del deber de perseguirlos, tráfico de influencias, fraudes y exacciones ilegales, desobediencia, negociaciones y actividades prohibidas a los funcionarios, alteración de concursos y subastas,..., que, como ocurrió en el juicio del procés con la rebelión, no vio inteligente Marchena; ahora se está iniciando, donde el arco facha, igual fraudulento trámite.

Sabido lo de su Ciudad Financiera, los 2.000 millones de euros evadidos en la guerra, los trapicheos en paraísos fiscales y con obras de arte,..., en medio de un estentóreo y totalitario silencio mediático, fiscales y parlamentarios europeos, Urtasun, Urbán,... -mientras aquí lo callan los de Pablo Iglesias- investigan desde 2013 al omnipresente banco y otros por "el mayor fraude fiscal en la historia de Europa", ¡55.200 millones de euros!; está claro, pues, que quien se opone a su abuso no se enfrenta solo a cuestiones de identidad.




76 Los domingos, cavilar
Capitalismo vs comunismo
Fernando Merodio
27-10-2019

"El poder no da nada sin exigírselo. Nunca lo ha hecho y nunca lo hará." (Frederick Douglass).
Había algo más, el PCE no solo era el partido del antifranquismo; lo era, desde luego, pero era sobre todo el partido de la revolución, del socialismo, vividos como expectativa por un grupo de amigos”. (Santos Juliá “Camarada Javier Pradera”).

El peor daño que generó la caída del muro de Berlín -del que en casa guardo un pequeño resto- es la dominante y perversa idea de que el capitalismo, neoliberalismo ahora, el sistema socio-económico que, a partir de la propiedad privada de los medios de producción, genera injusta desigualdad, impone al capital sobre el trabajo y distribuye la riqueza a partir de las triquiñuelas del mercado, “no solo es el único sistema socio-económico viable, sino que es imposible imaginarle una alternativa”, idea reforzada por la funesta práctica política estalinista y derivada, difundida por los medios de modo insistente y distorsionado, dificulta ad infinitum todo intento cabal de ajustar al caos actual las ideas filosóficas, políticas y económicas de Karl Marx (1818-1885) y Friedrich Engels (1820-1895) que, frente al capital, definen una sociedad sin clases, igualitaria, que otorgue valor el trabajo, con el materialismo histórico como método de análisis de la realidad que influye en muchos sistemas económicos,  políticos y sociales, ideas, repito, hoy dañadas por la práctica política soviética, china,... y la mayor deformación de su realidad por el malicioso (ab)uso de los ruines voceros del poder mediático, neoliberal, muy conservador, controlado por el capital.
Marxista inteligente, positivo, Antonio Gramsci (1891-1937), fundó, junto a Amadeo Bordiga y otros, el partido comunista italiano, pasando casi toda su corta vida adulta en la cárcel, donde murió víctima de su mala salud y el maltrato, tras haber abandonado la idea del "determinismo económico" -la relevancia que Marx y Engels daban a la economía para analizar la realidad e influir en ella- y abierto paso a su fértil diseño de la "hegemonía" cultural basada en la razón que, impulsada por la acción política en la calle, triunfaría en la sociedad generando cambios; un concepto, el de "hegemonía", y una praxis, la de acción política, que funcionaron en el potente PCI de 1970-1980, enfrentado a las teorías y las prácticas soviéticas, maoístas,..., y que llegó a ser hegemónico en Italia, hasta que, entre otras causas, el seísmo que fue la caída del muro y la apisonadora en que tal caída convirtió al capitalismo sin el recato que, pese a sus muchos defectos, le imponía el comunismo soviético, en una locomotora sin freno que impuso -aún más- su cruel hegemonía fáctica en todo el mundo, práctica de ordeno y mando porque puedo y quiero, no la hegemonía racional marxista que proponía Gramsci como base socio-política de lo que por un breve, ilusionante e iluso período de tiempo, se llamó eurocomunismo, serio en la Italia de Berlinguer y poco debatido en España, quizás por los acuciantes problemas que entonces había para los comunistas del PCE antifranquista de Santiago Carrillo.
Hoy se ha impuesto la siempre abusiva hegemonía del capital apoyado por la -torva, falsa- publicidad de sus medios de comunicación, el "ordeno y mando" impuesto, sin ideas que no sean su egoísmo, crueldad ilimitada a la que (pre)ocupan la desigualdad, la miseria, el hambre, las migraciones e injustas muertes en todo el mundo,..., a lo que ahora se une la muy alarmante aceleración e incremento que su totalitario dominio impone al tétrico viaje que nos lleva a la -no antropogénica, generada por el hombre-, "capitalgénica" -causada por el capital- destrucción cada día más evidente de nuestro único planeta; una abusiva y muy dañina hegemonía irracional que, con urgencia, deberemos desmontar, para imponer la que, lógica, política, apoyada en el consenso social y también egoístamente conveniente, proponía Gramsci.
Para empezar aquí cerca esa lucha de la razón mayoritaria contra el egoísta abuso del dinero y sus infames voceros, habrá que desmontar la insidia -una más- de un abusivo, cansino sermón totalitario/liberal semanal que en El Delirio Montañés, sin posible respuesta en ese medio, perpetra M.A. Castañeda, ignaro, inculto, burdo ariete del depredador, destructivo capital que le patrocina; se trata de su homilía del 20 de octubre, "Contra fascistas y comunistas", en la que injuria lo que, perturbado por odio irracional, considera comunismo, a cuyo fin mezcla churras con merinas y ni siquiera intenta diferir, ¡tendría que leer!, el odioso régimen soviético y sus sucedáneos de la solidaria y sólida arquitectura de ideas filosóficas, políticas y económicas que Marx y Engels levantaron frente al capital que él idolatra; comunismo-socialismo -no confundir con la PSOE- que intenta abrir paso hacia una sociedad igualitaria, sin clases, que valore con justicia el trabajo, una idea e intención que, visto dónde nos ha llevado el capital, resulta más que lógica y empuja a intentar  profundizar en ella.
Ágrafo ex-director de un delirante panfleto, dice apoyar su exabrupto en una -muy criticada- resolución de la -neoliberal e inane- UE, que, con menos osadía que el "jefe" de un Ateneo que fue Popular, denunciaba al régimen soviético de Stalin y sus adláteres, sin que el "fino escribidor", "reporter Tribulete" que ya que el Pisuerga pasa por Valladolid da una placentera lamida al capital, sepa distinguir a la URSS y Stalin de los marxistas/comunistas, un serio matiz cultural y, para un español que se hubiera sentido mínimamente antifranquista, una pizca de gratitud y afectividad histórica, algo que explica que, cuando empezaba a ser el plumilla que es, tratara tan mal a los abogados que, dentro del PCE y aquellas Comisiones Obreras, intentaban ayudar a los obreros y a los que, de verdad, se la habían jugado y se la jugaban contra Franco.
Los comunistas españoles, solo ellos y otros pocos más, se enfrentaron al dictador, fueron detenidos, torturados, encarcelados, fusilados,... y, solamente por eso, cuando los más tibios entonces que, con mínimas excepciones, pasaron de vacaciones esos 40 años de su larga historia, alardean de sacar un cadáver añejo de Cuelgamuros -no digan Valle de los Caídos, nombre franquista-, merecen un respeto y el reconocimiento de que, como tan bellamente escribió Santos Juliá para homenajear a un comunista, en aquellos duros años de clandestinidad en los que la gran mayoría de los españoles, en el mejor de los casos, eran pasivos consentidores, “había algo más, el PCE no solo era el partido del antifranquismo; lo era, desde luego, pero era sobre todo el partido de la revolución, del socialismo, vividos como expectativa por un grupo de amigos”; simplemente por ello, esos comunistas se merecen, al menos, silencioso respeto.
Aún tengo amigos vivos, es una suerte, que sin esperar nada que no fueran, apoyadas en la Ilustración, la libertad e igualdad que nos legaron los revolucionarios franceses, sufrieron detenciones, verdaderas torturados y muchos años de cárcel, siendo ellos, junto a los ya muerto para conseguir "esto", quienes me obligan a intentar que, al menos, ningún miserable, tenebroso hasta en su físico, impunemente les insulte abusando de derechos como la libertad de reunión, expresión e información, por las que ellos tanto sacrificaron.
Recuerdo a todos que Franco murió en la cama hace 44 años, con muy escasos reproches y oposición que no fuera la comunista, ya no está ni en Cuelgamuros, la PSOE le ha llevado muy cerca de donde, impertérrito y mediocre, firmaba cárceles y muertes, démosle de una maldita vez por muerto/enterrado y hagamos frente al enemigo de siempre, el capital que abusa del hombre y destruye el planeta, y que, por supuesto, como su vocero, no quiere ni oír hablar de Marx, Engels y esos comunistas que, nadie sabe por qué, siempre han estado, están y estarán frente a él.
Aviso para paseantes distraídos. Frederick Douglass (1818-1895), de raza negra, que escapó de la esclavitud y fue líder nacional del movimiento abolicionista en los USA, desde su brutal experiencia nos marca el camino a seguir: "El poder no da nada sin exigírselo. Nunca lo ha hecho y nunca lo hará". Pues eso.





75 Los domingos, cavilar 

Sánchez Galán y el "procés" 

Fernando Merodio 

20-10-2019 

“No hay nada más nauseabundo que la procacidad con que los que hacen del dinero la única razón de vivir agitan regularmente el fantasma de la crisis económica -o, ahora, el calentamiento global-, y se revisten de austeridad para advertir a los pobres de que van a ser necesarios sacrificios 'para todos'” (Giorgio Agamben. "Medios sin fin. Notas sobre la política"). 

La gran preocupación, nuestro gran problema objetivo, el drama de nuestros hijos y nietos, que nadie lo dude es, distorsionado aquí ahora por el trampantojo en que ha trocado todo lo catalán, el del calentamiento global, el cambio climático, el veloz viaje hacia un planeta inhóspito con final, si no lo impedimos, en la sexta extinción global o como cada cual prefiera decirlo, que exige una urgente actuación estratégica y potente, mostrar a los culpables e impedir que consoliden el daño causado. 

Los medios de comunicación, artefactos de esos culpables, tienen otras prioridades. El domingo, 13 de octubre, al tiempo que, pasmados, esperábamos la sentencia -ya filtrada vergonzosamente entonces- del llamado procés, la revista XLSemanal del grupo Vocento -ABCEl Correo, antes Español, El Diario Vasco, El Norte de CastillaSurLas Noticias, La Rioja, El Comercio, El Delirio Montañés,...-, poder real, editaba un burdo y muy caro panfleto publicitario, lavado de imagen, ocho páginas y portada para uno de sus dueños, el presidente de la purulenta Iberdrola, fondos -Black Rock, torva roca negra, Qatar,...- y poco más-, el monopolio siniestro del peor capital, Ignacio Galán, ¿por qué oculta Sánchez, apellido paterno?, que, en mangas de camisa, al estilo Iglesias, en New York, Central Park, con rascacielos de fondo, el poder de unos pocos, sintetizaba nuestra situación -no la suya- en primera página, "el movimiento juvenil para que hagamos algo contra el cambio climático es imparable", ¡vaya cara!, "ya no podemos seguir destrozando el mundo y la salud de la gente", reconocimiento implícito de que en el pasado lo hizo, añadía, ¡cínico!, que "la clave es no engañar", dejándonos, sin dar el paso a un lado exigible a los culpables, mareantes perlas: "estamos de acuerdo" con Greta Thunberg, "el calentamiento se está acelerando""construir una central (¿) eólica o fotovoltaica lleva un año, pero conseguir los permisos son cinco años", ¿por qué no intenta hacerlo de modo legal?, para él, lo más duro en la empresa fue cambiar "a verde el color corporativo", ¡qué imaginativo!, "la buena noticia es que ahora, por primera vez, se ha hecho un plan energético nacional", o sea, la PSOE se ha plegado a Iberdrola, que "siempre ha tenido buena relación con los sindicatos" e, incluso, uno le pidió que no les dejara, "usted es de los nuestros", por lo que, "si los sindicatos no existieran, habría que inventarlos", también es sabido que con Greenpeace, tiene "muy buena relación, sí", etc., etc. Pelín burdo publirreportaje gratis -lavado de contaminante imagen- que le hace su periódico. 

No menciona, ni pide perdón por, entre otras muchas tropelías, su conocida e indiciariamente delictiva red de corrupción eólica, con 110 millones de euros gastados en altos cargos de la Junta de Castilla y León, las represas canallas con que desertiza Brasil, su abusiva y muy dañina forma de actuar, por ejemplo, en México, en el istmo de Tehuantepec, donde implanta ilegalmente miles de molinos en tierras comunales indígenas, corrompe políticos y amenaza a los pescadores, sus dueños y hay, incluso, como en toda Iberoamérica, muertes violentas entre quienes se oponen,.... 

Es inaceptable tal pretensión, lavar supurantes imágenes como la de (Sánchez) Galán, las de los corruptos fondos, los bancos, las petroleras, las eléctricas, los masivos urbanizadores y fabricantes de coches y aviones, la injusta Bolsa,...; no se puede consentir que generen simas de injusticia normativa, espacios arbitrarios que han colaborado a provocar la desaparición de la vieja izquierda y sus organizaciones sociales, impulsando su sustitución por esa cosa nefasta que llaman "progresismo" y es transigir, pactar, ceder,... ante todo y todos, la clase obrera ante el capital, la libertad de expresión ante el abuso de los medios de comunicación, el medio ambiente ante el desarrollo incontrolado, la ciencia ante cualquier opinión, el contrato social ante el interés egoísta,... 

Aquí ahora, como en todo el mundo, la generación energética y sus destructivos efectos se mueven en el ámbito que el filósofo Giorgio Agamben analiza a partir de la dramática experiencia de los campos de exterminio y su estructura jurídica, ejemplos perfectos del estado de excepción, en que todo está permitido, no existen los delitos porque no hay leyes, que es lo que ahora ocurre en la inmensa vergüenza en que ha devenido Cataluña, buen ejemplo del modo habitual en que, sin normas fijas y claras que nos hacen iguales, sin principios que nos vinculen y obliguen a todos, se imposibilita la acción colectiva, social, no hay política, y la lógica, saludable pregunta ¿qué hay que hacer? es sustituida por la parafascista ¿qué puedo hacer?; esa Cataluña en que, unilateral, una parte ve bien incumplir la Constitución que aprobó mayoritariamente, el contrato social cuyo respeto liga a género humano y civilización, esa Cataluña en la que el peor y hoy más cierto riesgo es que los frutos de los planes de repulsa/odio irracional inyectado en sus niños hacia el resto de firmantes de aquel contrato se les están empezando a pudrir y ellos sufrirán sus peores consecuencias. 

Volviendo al juicio provocado por tal situación, sorprende -y desmoraliza- leer que es un mérito que el juez Marchena haya conseguido dictar una sentencia unánime, en la que siete jueces han tenido que ceder en algo, sentencia que es fruto de acuerdos previos que hicieron que, supongo, ninguno de ellos firmara lo que consideraba resultado de aplicar las leyes a los hechos probados, sentencia que Jorge de Esteban, catedrático de Derecho constitucional, considera "precocinada, que no puede contentar a los juristas decentes que hay en España"; por ello, enemigo visceral de los "pasteleos", siempre he considerado humana/lógica/justa la, quizás poco "progre", sentencia que se fracciona en "votos particulares" y que, de haberse producido en este caso, habría permitido que algún magistrado hubiera explicado que el bien jurídico que los del procés pretendieron dañar no fue el orden público, protegido al tipificar el delito de sedición, sino -más grave- la Constitución, el contrato social firmado por todos, que intentó protegerse con el de rebelión y que tal intento de daño constitucional se perpetró 1) al aprobar las leyes de autodeterminación y transitoriedad jurídica que les habilitaban para romper tal Constitución, 2) al realizar el 1-O un -simulacro de- referéndum de autodeterminación, expresa y previamente prohibido por los tribunales y 3) al mutar la forma de Estado en República -ensuciando el concepto de ésta- y proclamar de modo unilateral su independencia, sin que, muy importante, se deba olvidar que la anécdota de que no lograran llevar a la práctica sus planes no elimina el delito, ni exculpa a quien lo ha cometido ya que, en sentido jurídico-penal, solo hay rebelión cuando fracasa, ya que si triunfara, sin duda, hablaríamos de otras cosas. 

El problema más grave y alarmante en el caso de la novela decimonónica sobre un bucle -al menos- tan melancólico como el de su primo vasco es que no hay solución, pues lo que hay enfrente, ese ente inventado y extraño con que los "progresistas" -de derechas, con carácter flojo y nivel mínimo- quieren negociar, se siente más catalán que cualquier otra cosa, incluso quizás solo catalán, lo que le convierte, ya he dicho, en algo melancólico apegado a una derrota histórica que él ha novelado y lo encierra en un insoportable bucle, maléfico laberinto que conduce a un siniestro supremacismo implícito que trata de ocultar pero, evidente, le tiene convencido de que todos sus miembros son -mucho- mejores que el resto de nosotros, lo que hace imposible cualquier debate lógico y serio que no nos conduzca al -por él- prefijado final de que el resto conceda al niño pijo, caprichoso y creído todo lo que pida. 

Lo de este -cada día más- inhóspito planeta y su destrucción, aún siendo urgente, exige más reposo.









74 Los domingos, cavilar 

Another Brick in the Wall 

Fernando Merodio 

13-10-2019 

"No necesitamos 'la no educación' / No necesitamos la 'falta de control mental'. / No al sarcasmo oscuro en la clase, / profesores dejad a los niños en paz" (Roger Waters / Pink Floyd. "Another Brick in the Wall" -Otro ladrillo en el muro-) 

"Esta mutación convierte en una farsa la diferencia entre derechas e izquierdas. Se trata, tan solo, de tácticas mercantiles para tomar el poder, es decir, el capital, vendiendo identidades." 
(Félix de Azúa. "Burla y urnas"


En el "18 Brumario de Luis Bonaparte", Karl Marx, tan difamado como poco leído, ilustraba lo ridículo que era trocar la tragedia en farsa en el devenir de la historia, algo que desde, quizás, una tibia socialdemocracia, actualiza el filósofo José Luis Pardo al explicar cómo la tragedia humana que es la lucha de clases, librada en el desigual e inhóspito campo de batalla que señala el capital, es sustituida hoy por la farsa de populismos que han puesto en marcha diversas, inanes, egoístas identidades, formas de religión que, ya "sean nacionales, de género, de especie, de lengua, de genética, de cultura o de tribu", han roto la tradición política de la Ilustración y las revoluciones que las había sometido al contrato social y la idea de igualdad jurídica. 

Agrietada tal vinculación con el contrato social y la idea de igualdad jurídica, en nuestro líquido y pasmoso mundo vale todo, incluso que su egoísmo enloquezca al pobre al tomar decisiones sobre lo que, tras dar un vuelco global al sistema, le exigirán los desastres provocados por el vertido a la atmósfera del CO2 que produce la egoísta y descontrolada generación concentrada de la energía y su insolidario, desigual consumo, llegando a la situación de que alguien al que reconozco mérito olvide lo esencial y para refutar mi -sin duda excesivo- arrobo por ella, arremeta con fiereza contra quien, Greta Thunberg, tiene el mérito de haber situado el problema -efectos, causas y causantes- sobre todas nuestras mesas, con solo el pequeño gasto de una rústica pancarta, "Skolstrejk för klimatet", y unos días de soledad en la gran escalinata del parlamento sueco que, posiblemente por emular la de Odesa, provoca que, como mi amigo, otros muchos utilicen contra ella los cañones del Potemkin del sistema, tan desproporcionados, ilógicos, mal dirigidos que parecen de la CIA, el KGB, las multinacionales del capital o, aquí cerca, El Delirio, con pólvora de acusaciones tan dementes y -con pretensión de- dañinas como que "es un peón del sistema destinado a hacer de caballo de Troya dentro de las familias para destruir cuanto antes la economía del carbono y propiciar el giro a la eléctrica. Sobre todo en el sector de la automoción. Quién va a negar a sus hijos (aleccionado por el conflicto generacional) el cambiar el viejo coche de gasolina por el nuevo de electricidad. (...) es un producto publicitario, tiene toda la audiencia que le proporcionan todos los telediarios nacionales (no es un producto de internet) y tiene el mismo propósito que cualquier producto que aparece de la mano de los media. Hacer publicidad. Al tiempo". Utilizo al amigo, culto y habituado a juzgar, abuso de su paciencia y contesto a los que, como él, no alcanzan a valorar los logros de la niña con carácter "Asperger", le repruebo su exabrupto, lo atribuyo a aceleración, falta de poso, intoxicación, miedo,... y lo veo como claro paradigma de la farsa en que hoy vivimos; otros transmiten cosas aun peores. 

Greta señala la luna, dice que -no ella- la ciencia unánime sabe que vamos muy mal y o cambiamos ¡ya! el sistema, la forma de producir, vivir, consumir,..., y luchamos por las ilustradas libertad, igualdad y fraternidad climáticas o vamos -¿sin solución?- hacia un holocausto global, la sexta extinción masiva en el planeta, con el "mérito" añadido de que -unos más que otros- esta vez la causaremos, de modo decisivo, nosotros; me enfrento, a los que, quizás, ofendidos por la osadía de la niña que señala la luna, envidiosos o asustados, dicen que su dedo está sucio, lo que -además- es falso, pues, señala, habla poco y claro sobre la unanimidad de la ciencia -a la que yo, escaldado, pongo más en cuarentena- y dice algo tan evidente como que, repito, hay que cambiar ¡ya! el sistema, lo que de él queda tras haberse derrumbado el contrapeso que fue el otro lado del muro... de Berlín, dice urgente acabar, entre otras cosas, con algo tan ciertamente dañino como la abusiva economía del carbono, sin esbozar que prefiera el vehículo individual eléctrico al deleznable actual o, siquiera, que precisemos aquel, ni copar periódicos y telediarios, ni -me parece- animar a destruir la familia,... Su dedo no señala soluciones, muestra, ni más ni menos, el problema, así que, sea cual sea el fin perverso que sus detractores -bien o mal intencionados- insinúen qué la mueve, me quedo con lo que repite, ¡hay que cambiar el sistema!, conocerlo, ir hasta su fondo y ser, en sentido estricto, radicales revolucionarios o, si parece más suave, cirujanos. 

En 1979 se hacía música con letra y Pink Floyd cantaba Another Brick in the Wall, que los españoles, ajenos a los idiomas, no entendíamos, "¡Hey! ¡Profesores! ¡Dejad en paz a los niños! / A fin de cuentas son sólo otro ladrillo en el muro / A fin de cuentas, sólo eres un ladrillo en el muro", crítica en especial con la educación de la época que hoy vemos que -siendo menor que el de la actual- fue un monumental fracaso que nos convirtió en Another Brick in the Wall, otro ladrillo en el muro, víctimas de la "no educación", cuñas de la misma madera, útiles para el poder, o sea, el capital. 

El miércoles asistí a una jornada -conferencia/debate- que sobre las "proyecciones" del cambio climático dictó un matemático en el Ateneo -lugar al que, por profilaxis, voy poco-, que, en medio de la farsa global, tomó forma de esperpento al abrirla, con su típica desfachatez, M.A. Castañeda, enigmático presidente del "casino", introduciendo al científico que, con lógica y datos, desmontó su plúmbeo -y siempre servil- discurso sobre "desarrollo" y "progreso", ante un público de viejos como yo, que ocupó media sala, ni un joven o niño, lo que muestra el interés que en organizar el acto puso "el introductor" que, maleducado siempre, huyo de la sala antes de la conclusión. 

Modelo de la vida actual, todo el acto fue, salvo la formativa charla, un desperdicio; el experto matemático detalló la unanimidad científica que define que el clima está descontrolado y que a tal descontrol hay que vincular, creciendo exponencialmente, calor, hambrunas, ahogamientos, incendios, sequías, aire irrespirable, océanos enfermos, deshielo, desastres no naturales -tormentas, huracanes, escapes tóxicos,...- vinculados, como las cinco extinciones previas sufridas por el planeta, a las emisiones de CO2, con el "mérito" añadido de que esto es antropogénico, imputable en calidad y cantidad determinables y ciertas a la acción humana y, a tenor de todos los modelos de decisión y actuación futura que elabora la ciencia, nos invitó a -ignoro el alcance que quiso dar a la palabra- una revolución en la generación y el consumo energético, en nuestras pautas de vida, enfatizando, además, que el problema sólo se resolverá si, por supuesto con urgencia, caminamos todos por la senda de la equidad climática. 

Junto a otras cosas, Greta Thunberg pide algo tan preciso e ilusamente infantil, como que, pues los dirigentes no hacen nada, la gente "sea consciente de que nuestros líderes nos han fallado", así como de que "estamos frente a una amenaza existencial" y yo añado que, para abandonar la farsa de identidades en que nos tienen empantanados, estudiémoslo, hagamos frente el serio y urgente problema y no permitamos que los culpables, el capital, cuyas técnicas tan bien analizaron Marx y Lenin, finjan querer abordar su -solo para ellos- solución y al resto nos sigan llevando hacia un terrible holocausto universal; tan grave es la situación. 

David Gilmour/Roger Waters/Pink Floyd que, con precisión de orfebres, cantan nuestra condición en su "just another brick in the wall", con "Wish you Were Here""ojalá estuvieras aquí", nos legan un emotivo canto al recuerdo de algo que dio forma a su vida, a una sensible amistad, parte importante de ella, es el canto de un deseo al que ahora debiéramos, quizás, aferrarnos todos y remar para redirigir el horrible viaje al corazón de las tinieblas en que, los mismos de siempre, nos han embarcado.





73 Los domingos, cavilar 

Anticapitalismo 

Fernando Merodio 

06-10-2019 

"Hace 40 años que nos dicen que no hay alternativa al modelo que impone el neoliberalismo. Nos cuentan que es imposible imaginar un mundo distinto (...)" (Arno Bertina) 

“Este es un momento de la historia en el que todo aquel que tenga algo que aportar (...) debe hablar sin reservas. En un lenguaje claro. Da igual lo incómodo o lo poco rentable que pueda resultar. Debemos cambiar casi todo en nuestras sociedades” (Greta Thunberg. Foro de Davos. 25/01/2019). 


Son las 6:00 y, en el camino que lleva desde mi vivir familiar, en la que siento y pienso lo más importante, hasta el artefacto que mi palpitante y asqueroso trabajo de buscar -sin éxito- Justicia me impone para intentar explicar mi caos de ideas a una mínima parte del resto, me cruzo con cientos de jóvenes -y, correcto, jóvenas- en situaciones que no invitan al menor optimismo. Pese a ello, ¡ahí va eso! 

Anti-capitalismo es, para el diccionario de la RAE y el saber popular, "contrario al capitalismo", o "sistema económico y social basado en la propiedad privada de los medios de producción, en la importancia del capital como generador de riqueza y en la asignación de los recursos a través de los mecanismos del mercado", o "conjunto de capitales y capitalistas, así como su influencia y poder en la sociedad", modelo que impone unos valores: lucro -propio-, -injusta- propiedad privada de los medios de producción, competencia -ficticia- y -desbocado- crecimiento económico. 

Así pues, ser hoy anticapitalista no es defender el régimen soviético de Stalin o las diferentes versiones del chino o el de los jemeres rojos de Camboya,..., ni estar en contra de los beneficios colectivos de un desarrollo y progreso lógicos, sino, solo, estar en desacuerdo con que tales valores -lucro, competencia, propiedad privada y crecimiento, en la forma en que hoy definen lo que sus difusores dicen neoliberalismo- determinen -para deteriorarla- la vida en la sociedad humana, a partir del hecho de que todo ello, en esencia egoísta, no puede ser base de una sociedad que impulse igualdad legal y libertad personal y, además ahora, el respeto a la naturaleza, cada uno podrá llevar su anti-capitalismo hasta donde vea oportuno. 

Hoy, tras la que llaman "caída del muro del Berlín", el neoliberalismo capitalista condiciona todas las economías del planeta, siendo tan acreedor de sus -cada día más escasos y menores- éxitos como responsable de sus muchos fracasos, obvios en la explotación y el saqueo de territorios y recursos por los mismo siempre, las guerras, crímenes, catástrofes,... que han sido precisos para consolidar la desigualdad -el abuso de unos sobre otros- que hoy define la vida en el mundo, eso que los más desalmados de los sinvergüenzas llaman "desarrollo" o "progreso", un mundo en el que para más de 3.000 millones de seres humanos su día a día de todos los días consiste en trabajar, en condiciones inhumanas, de sol a sol no para vivir, para no morir de hambre, en lugares en que, como la República del Congo, la esperanza de vida está en 41 años. 

Todo ello, bastante para ver que el capitalismo, sistema o "conjunto de capitales y capitalistas, así como su influencia y poder en la sociedad", es radicalmente anti-igualitario e injusto y está en profunda, insoportable, odiosa crisis con alcance global, alimentaria, económica, financiera, ecológica, migratoria, energética,..., ni siquiera roza nuestro insaciable egoísmo personal, lo que nos impide ver que la causa y origen de tal crisis global es la -egoísta lógica- del capitalismo, la máxima ganancia propia en el más corto plazo, sin que importe el costo para otros, ahora sin el contrapeso que, en su día supuso el -mal- llamado comunismo, que en su construcción no usó bien los sólidos cimientos filosóficos, culturales, económicos,... de las ideas de Marx y Engels, el llamado marxismo. 

Pero hoy nos altera un hecho novedoso, el muy alarmante calentamiento global vinculado al muy moderno e indiscutible saber de que a las alteraciones naturales que estudian paleoclimatólogos, se ha unido que a partir de la revolución industrial, hace unos 300 años, el hombre genera la irrupción brusca, antropogénica, de la aportación artificial de CO2 a la atmósfera con el incontrolado uso de los combustibles fósiles, carbón, petróleo, gas natural, junto a la deforestación que produce la frenética expansión de las tierras de cultivo y pasto y el desaforado y especulativo crecimiento urbanístico que ha supuesto/impuesto lo más puro y duro del capitalismo. 

Se trata de una realidad -elevación de la temperatura en el planeta- y una génesis científicamente indiscutida -la acción humana- que, como tan detalladamente explica David Wallace-Wells en su libro "El planeta -cada día más- inhóspito", con la licuación de los hielos perpetuos y el insólito crecimiento de hambrunas, pandemias, plagas. migraciones, incendios, huracanes, inundaciones, sequías,.., ha certificado el fracaso de todos nosotros, del género humano, en la gestión de los recursos naturales y el cuidado de la supervivencia de la propia especie. 

En tal situación, ha sido Greta Thunberg, niña de 15 años, armada con una tosca pancarta fabricada por ella, sentada -en principio- sola en la imponente escalinata del parlamento -una única cámara- sueco la que, por fin, situaba la grave amenaza en el epicentro de todas las miradas, hecho llamativo que demuestra la flagrante evidencia de nuestra gravísima (i)responsabilidad; lo ha hecho con la aplastante sinceridad de quien convive con un síndrome de Asperger, mutismo selectivo que la hace no hablar por hablar, vivir en un mundo en que predominan lo blanco y lo negro, un escaso interés por participar en la ficción social,..., hasta afirmar que, pues es necesario, procede "cambiar el sistema" que ha generado y -cada día más- agrava el problema, actitud que provoca dos reacciones tipo, la de los descerebrados que en "delirantes" páginas regaladas de periódico, tras negar relevancia a la influencia humana en lo que nos pasa, limitan su idea del debate a llamarla "repelente nena", "profeta apocalíptica", "adolescente mal educada", "chavalita excéntrica""imbecilidades que la nena proclama", "señorita chillona",... y la de los, más ladinos y peligrosos, que admitiendo la decisiva antropogénesis en nuestro problema se limitan a pedir, por considerarlo injusto, que no se produzca un "deslizamiento hacia el -peligroso- anticapitalismo", punto en el que recuerdo que fue el capital el que hizo que Lumumba en el Congo, Allende en Chile, Mossadegh en Irán, Sarkana en Burkina Faso,... fueran asesinados por el ejercito mercenario del neoliberalismo que tanto defienden sus paniaguados. 

La pasiva, cómoda y cobarde actitud de una mayoría remite a las conocidas y -para el bien general- muy dañinas tesis que explica "El gatopardo" o el fracaso que implica el muy triste final del film "Novecento" o la estupefacción que provoca el hecho de que, salvo lo dicho por la seria y valiente niña sueca que, dice J.M.G. Le Clezio, premio Nobel de literatura, "habla para ella, para su generación pero también para sus hijos y (...) para la Tierra entera, en su preciosa y frágil belleza", de la reciente demagogia exhibida en la ONU no va a quedar absolutamente nada que no sea la criminal pretensión de que mientras los Sánchez Galán, Florentino Pérez, Ana Botín,..., causantes del peor mal, seguro, están habilitando lo preciso para sobrevivir, continúen conduciendo al resto hacía la evidencia de un cruel genocidio universal. 

No es una obsesión, los medios son parte del mal y produce vergüenza el lavado de imagen diario que El Delirio facilita a quien, durante decenios, fue inquisidor y, con apoyo en una extraña universidad privada embutida en el político Parque Tecnológico, predicaba ayer a toda página con ridícula foto que "necesitamos que siga existiendo buen periodismo para no ser intoxicados". Es muy llamativo y exige cavilar sobre ello.








72 Los domingos, cavilar 
¿Cómo os atrevéis? 
Fernando Merodio 
29-09-2019 

"Endesa acelera el cierre de todas sus centrales de carbón 'por falta de competitividad'" (El País. 28.09.2019)" 

"El mes pasado, cuando fui a verte, me preguntaste antes de que me fuera: '¿Aún andas metido en política?' (...) Te contesté; 'Sí cada vez más'. Dejaste pasar tres o cuatro segundos, me miraste y finalmente dijiste: 'Tienes razón, tienes razón, creo que nos hace falta una buena revolución'" (Edouard Louis, final de "Quién mató a mi padre") 


Greta Thunberg, dispar de la mayoría, no tiene miedo, sabe que el capital, siempre inhumano, ha abierto ya la veda y lanzará contra ella a sus siervos más abyectos, pese a lo cual fue única, clara y seca en la farisaica Cumbre del clima de la ONU: "Estamos en el inicio de una extinción masiva y de lo único que habláis es de dinero y del cuento de hadas de un crecimiento económico eterno. ¿Cómo os atrevéis? (...) La gente está sufriendo. La gente está muriendo. Ecosistemas enteros están colapsando (...) Decís que nos escucháis y entendéis la urgencia (...), no lo creo (...) si realmente entendéis la situación y actuáis como actuáis, sois ciertamente malvados". Lo son.


Que nadie se deje engañar por la publicitaria cumbre, ni le obnubilen las masas que mueve a su alrededor; como en otras ocasiones, tiene la apariencia de bluff, otro, de nueva patética/cínica ficción de lavado de cara, de que, como siempre, en diez años todo estará resuelto, mentira que -otra vez- vomitan con la desfachatez trilera en que nació, creció y tan bien se mueve el capital. Nos toca empujar, "estar sobre ellu".

Aprovechando la publicidad mediática de la inane ONU -donde sólo chirrió la niña sueca- El País y la Cámara de Comercio España-EEUU, con el patrocinio de lo más granado, Abertis, BBVA, Telefónica, Iberia,..., montaban en New York un sarao en el que -en el sentido más gramatical del término- un sin/vergüenza, Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, a la que abajo practico una simbólica leve autopsia, censor-dueño con mano de hierro de Vocento -El Correo, ABC, El Delirio,...-, alardeaba sobre su futuro, el de él y su dinero, diciendo que "la transición verde es una oportunidad inmensa para Europa", su Europa, del capital y, ¡pásmense!, aplaudía que "en España hemos tenido una planificación medioambiental buena en los últimos meses y se ha preparado un documento muy bien hecho que se ha valorado muy bien por las autoridades europeas"; recargaba enfático el sin/vergüenza "medioambiental".



El gradual agotamiento, alto precio y mala imagen de los combustibles fósiles hace que la Iberdrola de Sánchez Galán y el resto de engendros energéticos y bancos traten, hasta que puedan hacer algo más agresivo y bueno -solo- para ellos, de capear lo que viene tapados por el ficticio -no lo creen ni ellos- paraguas del "capitalismo verde", destruyendo la lógica del desarrollo de las energías renovables, expoliando sus plusvalías, "diversificando las estrategias de acumulación del capital", Marx dixit.

Un ejemplo. Hasta el Istmo de Tehuantepec, México, 100.000 hectáreas de territorio comunal donde viven cinco pueblos indígenas con seculares esquemas de vida, han ido Iberdrola y otros de su ralea a implantar, aplicando la más cruel ley de la selva, 40 parques eólicos, 5.000 Mw, de los que el 80% son controlados por empresas netamente extranjeras, la mitad españolas, Iberdrola, Gas Natural/Naturgy, Acciona, Renovalia,..., y el 70% se implantan, no para el suministro a los indígenas, sino para el "autoabastecimiento" exclusivo de colegas capitalistas, Coca Cola, Walmart, Bimbo, Cemex,... y, con la eterna lógica neocolonial, causan dañinos impactos ecológicos, ocupan -como pretenden aquí- ilícitamente el territorio comunal, cambian ancestrales usos y tradiciones de vida, acaban con un pobre pero equitativo reparto de la propiedad y los frutos de la tierra común, usurpan empleando medios -cualitativamente como los de aquí- alegales, apoyados por políticos, "listos" locales, "sabias" universidades, sindicatos devastados, dinosaurios subvencionados,..., implantan megaproyectos sin informar ni consultar a los afectados y verdaderos interesados, ni debatir globalmente las características y efectos de lo que pretenden hacer, amenazan e intimidan -allí incluso asesinan- a quienes se oponen,... apoyados en opacos contubernios políticos, sucias redes clientelares con quienes, desde cualquier posición puedan apoyarles, comprando, desde su miserable miseria, voluntades en venta,...

Cualquiera mínimamente sensible, con dos dedos de frente y los solo 16 años de Greta Thunberg, puede ver qué está pasando, valorarlo, llorar de rabia y mirar como ella al psicópata que la "democracia" USA quiere como presidente... y a tantos otros, menos estúpidamente mediáticos, pero similares y, si además lee un poco, piensa un rato y deja a un lado algo de su personal egoísmo, le será incluso fácil concluir que la lucha contra la destrucción del planeta no la pueden liderar, con sus egoístas recetas de siempre, quienes, como Sánchez Galán e Iberdrola, nos han traído hasta aquí pues, siendo cierto que la apuesta por las energías renovables es conditio sine qua non para hacer frente a la destrucción del planeta, lo es aún más que ello no es suficiente.

Hoy nuestro mundo exige un modelo energético real sostenible pero, quienes han abusado hasta llegar aquí no pueden, con nuestra bovina aquiescencia, seguir machacándonos; Greta Thunberg repite, con tres palabras muy fáciles de entender, cual es nuestra inmediata obligación: ¡Cambiar el sistema!, la revolución que el hijo anuncia al padre viejo y dañado en el encabezamiento, transformar radicalmente las estructuras de poder y el egoísta modelo de producción y consumo, estructuras de poder y concentración al producir y consumir que nos han conducido hasta aquí; urge modificar los arquetipos económicos, políticos, sociales, culturales,... y, frente a los beneficios de las grandes corporaciones, imponer la sostenibilidad en la vida, toda, con base en la igualdad libre e ilustrada que, para los individuos, trajo la revolución francesa y el bien de los colectivos apoyado en firmar un buen contrato, y cumplirlo.

El viernes Santander me cargaba de optimismo -hacía muchos años que no- al ver cómo miles de jóvenes y niños con imaginativos mensajes toscamente dibujados en baratos/sostenibles cartones -a ver si aprenden los que usan los nombres de los viejos/imprescindibles sindicatos, arrumban sus publicitarias banderolas de plástico y, de nuevo, se ponen a hacer algo por los apaleados- que seguían de forma mayoritaria las sólidas ideas de la niña sueca y aunque la manifestación era convocada por una reciente y autodenominada Alianza Cántabra por el Clima, ACxC, acrónimo que amenaza continuidad, 15 grupos sociales, entre ellos 3 sindicatos, que no siempre han ido en la dirección que, sin ambigüedades y con urgencia, hoy marca Greta: "cambiar el sistema", llegando algunos de ellos a ser socios felices de un tal Agustín Valcarce, gerente de la dañina Asociación -industrial- eólica en poco fiables y -solo- egoístas cooperativas de consumo. Me alegré al no ver -no pude estar hasta el final- a ninguna de las viejas caras que, sobre el tema, se reunen con Revilla, Martín & Cía, asumir protagonismo, si bien -siempre habrá una queja- era ofensivo que en la cabecera de la marcha, muy alta, fuera esa cosa de la misma familia de la cruz gamada que aquí llaman "labaru", al tiempo que alguien con megáfono -dudé si sería Revilla- animaba a niños y jóvenes a corear ¡queremos que Cantabria sea infinita!, exabrupto que, en un acto que apoyaba las ideas globales de Greta Thunberg, era cruel mezcla de cateto anuncio partidista y afirmación nazi de Trump en la ONU: "El mundo no pertenece a los globalizadores, pertenece a los patriotas". Quien quiera que jóvenes y niños pesen en la transformación global que el planeta -no nuestro pequeño ombligo lleno de pelusas- exige, sabiendo imposible evitar que los manipulen, debiera intentar que no lo sean tan burdamente, con tan poca inteligencia y en la dirección de los malos.


Termino con el encabezamiento, "Endesa acelera el cierre de todas sus centrales de carbón 'por falta de competitividad", no se cortan un pelo y, en este momento, lo reconocen a cara de perro, así que, si no se van ellos, hay que echarlos a patadas.






71 Los domingos, cavilar 

Votar no es democracia 

Fernando Merodio 

22-09-2019 

"De otros no ha quedado recuerdo, / desaparecieron como si no hubieran existido, / pasaron cual si a ser no llegaran, / así como sus hijos después de ellos" (Eclesiastés, 44.9)

"(...) En el origen de mi escritura hay pasiones tristes como el enfado y la revancha. Y no solo respecto a las cuestiones de clase. Aspiro a vengarme de lo que nos hace la vida, (...). La escritura me permite devolver puñetazos. Al escribir me siento menos víctima" (Nicolas Mathieu. Autor de "Sus hijos después de ellos") 

Tras saldar el PCE, Angel Agudo, secretario general de IU, encabezó en 1995 junto a Martín Berriolope y Emilio Carrera, una lista al pequeño parlamento de aquí y, con votos comunistas, los tres fueron diputados, al tiempo que Ezequiel Martínez y dos más de los que ni el nombre recuerdo lo hacían a concejales de Santander, para acabar integrados los seis juntos, tras muy breves artimañas de disimulo, en la "caja" común -del dinero- que -sabemos- ha sido y es la PSOE, sociedad muy lucrativa en la que los dos primeros, hábiles, ocuparon cargos consolidando su sucia condición de tránsfugas, con la agravante de que lo que traicionaron fue la Historia, la vida de personas serias y comprometidas -casi únicas- en la lucha contra el Franco, al que ahora la PSOE no es capaz, tras chirriante escándalo, ni de sacar de Cuelgamuros.

Me lo pusieron muy fácil para, a partir de entonces, activista fijo y convencido de la acción política, no volver a hacer uso del derecho al voto, por el que, joven cándido, luché con un cierto riesgo... que para mí nunca me pareció grande, ni en especial fatigoso; ya entonces, aunque no tanto como hoy, tenía muy claro que en lo que aquí ahora dicen democracia, votar es filfa.

La democracia, del griego dèmokratía, describe el gobierno del pueblo, siendo en su origen un concepto que atribuía el ejercicio del poder al conjunto de los ciudadanos pero, al mutar más compleja la sociedad, evolucionó a forma de organización en la que las decisiones colectivas las toma "el pueblo", sí..., pero mediante mecanismos de participación indirecta que tornan impunes a quienes de verdad deciden; en mi idea, cada día más lejana a lo que vivo/veo, la democracia se debería esforzar, en lo que se refiere a actos políticos de representación, por llevar a cabo un radical control popular de las obligaciones de un previo y riguroso contrato social bien redactado; contrato y mandato que, en una sociedad tan laxa -o, si lo prefieren, tan líquida, corrupta- como ésta, en la práctica no existen, por lo que el supuesto gobierno del pueblo es suplido siempre por una de las dos figuras que dibujaron Platón y Aristóteles, "monarquía", imposición unipersonal, o "aristocracia", gobierno de unos pocos, en teoría de los mejores y en la práctica aquí ahora de peligrosos irresponsables políticos. 

Entonces no confundían, como ahora, democracia, gobierno de la gente -salvo el 75% de esclavos y nobles- y república, en la que, por encima de todo, importaba la ley justa, conceptos que han evolucionado con el transcurso del tiempo a gusto, en general, del amo/usuario; yo pienso que sólo es democracia la directa, decidir los afectados en proximidad en asamblea. sin excluir a ninguno, pero las revoluciones burguesas, en especial la de 1787 en los USA y sus posteriores enmiendas, la hicieron más confusa y manipulable por el poder desde, primero, las más diversas -dispersoras fuentes de inseguridad jurídica- ideas liberales, que obligaron a Lenin a utilizar la popular frase que tanto gusta recortar y manipular el abusivo censor Castañeda -risible al escribir sobre "Periodismo y democracia"- reduciéndola a "libertad ¿para qué" -y así interpretarla a su gusto- manipulando lo que en realidad dijo: "libertad sí, pero ¿para quién?, ¿para hacer qué", rúbrica de la libertad de elección que defendía Lenin, "no entre 'la bolsa o la vida' sino entre 'la crítica o la vida", que evidencia su desprecio hacia la demagogia liberal sobre la libertad, que vemos dónde nos ha conducido, obligándonos incluso a tener que soportar que Banco Santander, Endesa, Iberdrola, Viesgo, ACS, Acciona,..., ¿incluso Castañeda, Martín, Revilla, PP, PSOE,...?, abanderen la irrenunciable y urgente guerra mundial contra el calentamiento global. 

Ya he escrito otras veces sobre Lenin y su anuncio en "Imperialismo, fase superior del capitalismo", 1917, del monopolio que hoy es efecto cierto de la ilegal, injusta, abusiva,... ocupación/usurpación del territorio de todos por el capital, para ya decidirán qué, de la que el caos eólico que ahora PSOE-PRC impulsan aquí es ejemplo de cómo el insaciable capital depredador propicia que países, empresas, personas,... acumulen capital mediante las siempre injustas plusvalías que, ilícitamente, obtienen de la riqueza común, destruyendo el planeta; en Perú, es un ejemplo Máxima Acuña, campesina de Sorochuco que, en su tierra, hace frente a los que quieren destruirla extrayendo oro de ella, no es "ambientalista" ni "ecologista" como dicen incluso medios que fingen ser afines a ella -¡ninguno lo es, nadie se engañe, todos los medios están con el gran capital!-; Máxima vence en su pelea usando la ley, aunque ahora no tenga abogada que, humana, no soportó las amenazas o haya visto envenenado a su toro, manteniéndose viva aferrándose a una idea, dar respuesta digna a la sencilla pregunta que, en unos años, sus nietos podrían formular: "¿qué hicieron nuestros padres, nuestros abuelos, nuestras autoridades?" Aquí, a nadie parece preocupar eso. 

Explica Eric Hobsbawn, historiador marxista fallecido hace dos años, que, en lugar de las minucias económicas, el politiqueo con las pensiones y los botiquines que, para El Roto, son hoy la herencia más visible del mundo sindical, a principios del siglo XIX, tiempos sin duda muy duros, los líderes obreros pedían algo tan poco material, pero tan admirable y digno como "respeto, reconocimiento e igualdad" y, tras lograrlo -con sangre, sudor y lágrimas que ahora nadie quiere dar- alcanzaron otros logros de los que, quienes ahora se limitan a pedir incrementos porcentuales ridículos para pagar sus absurdas hipotecas, las letras de sus contaminantes e insolidarios coches, sus estúpidos desplazamientos en -aún más sucios- aviones para ver -un ratito- "las chimbambas" y traerse una visera con un logo de Nike y unas fotos -muy malas y repetitivas- hechas con su caro -y también dañino- smartphone,... 

Vuelvo a lo de la democracia, la representación, los partidos ¡uf!, los repugnantes tránsfugas,... y esa cosa que toda clase de poder, con el interesado e imprescindible aporte mediático, considera quintaesencia de la acción política ciudadana: votar y aquí ahora en la ridícula, humillante situación en que a los que sí votaron han puesto PSOE, PP, Cs, Podemos, espurriaduras como nuestro ridículo y lugareño PRC y, peor y al margen de todos, el insufrible egoísmo -que con apariencia gustosa se soporta- de anacrónicos e insolidarios nacionalistas catalanes, vascos,... y no sé si algún otro. 

Votar, en las condiciones actuales, no es acción política, es entreguismo cobarde, es hacer lo que señala la insoportable música de los flautistas Sánchez, Casado, Ribera, Iglesias,..., que llevan a quienes les sigan -y de rebote al resto- a donde yo me imagino; la acción política ciudadana es, sin duda, otra cosa y la practican muy pocos. 

Echan el resto los políticos con la violencia machista y sus odiosos 60 asesinos -y asesinadas- anuales, sin siquiera citar, para no ser acusados de socios de Vox, que al menos un tercio son extranjeros o que hasta en Suecia o Noruega el problema es peor que aquí y allí el hombre aún conserva la presunción de inocencia o, en igual banda de alarma justa, que hay 4.000 suicidios anuales, muchos de menores de edad, dos hombres por cada mujer y, quizás, debiéramos ser algo más equilibrados y justos. 

Anoche volví a ver "Good Night, and Good Luck" -Buenas noches, y buena suerte-, frase con que en los años 50 del pasado siglo cerraba Edward Murrow sus programas en la CBS, pionero del periodismo político televisivo que acusado -en falso en plena "caza de brujas"- de comunista, apoyado por su equipo, no la empresa, plantó cara a Joseph McCarthy, lo derrotó informando con verdad y dejó una bella editorial sobre el potencial de los medios para informar y educar. Mezclé envidia insana... y asco.






70 Los domingos, cavilar 

Viesgo vs Lasaga Larreta 

Fernando Merodio 

15-09-2019 

"(...) la actualidad -en el sentido en que la entendían Gilles Deleuze y Michel Foucault, es decir aquello en lo que nos estamos transformando- siempre suscita preguntas viejas que se vuelven a aplicar a las urgencias del presente". (Patrick Boucheron "El miedo") 

"(...) la obediencia de los súbditos está condicionada por muy poderosos motivos de temor y de esperanza (temor a la venganza del poderoso o de los poderes mágicos, esperanza de una recompensa terrena o ultraterrena)" (Max Weber "El político y el científico" 

Son tiempos de zozobra, miedo, (des)información, mentiras y, más temible, lenguaje pervertido en que nociones elementales con apariencia muy clara, como paz, libertad, progreso, salud, cultura,..., sugieren cosas diferentes a personas distintas e, incluso a una única, en situaciones variadas le aportan ideas y sentimientos diferentes que hacen difícil el debate sobre cuestiones de interés general, importantes. 

Son ejemplo miedo y terror, nociones de actualidad que desde la Revolución francesa se asocian, la segunda a "método de acción con fines concretos", mientras el Diccionario de la Lengua la define como "miedo muy intenso", mientras el miedo es "sensación de angustia provocada por la presencia de un peligro real o imaginario" o "sentimiento de desconfianza que impulsa a creer que ocurrirá", generando inquietud y dolor su uso como mecanismo de control político por el poder, con oscuras evidentes estrategias. 

Cesare Beccaria, "De los delitos y las penas", tornó la justicia criminal en laica, pasó de lo que Foucault llamaba "la resonancia -coactiva y gruesa- de los suplicios" al temor difuso, en general injustificado, casi siempre con apoyo en la falsa seguridad con que el poder nos engaña y somete, debiendo nosotros intentar desenmascararlo dando respuesta a dos preguntas de Corey Robin sobre el movimiento negro "Black Lives Matter" -que introdujo el segregacionismo con que se vigilaba y encarcelaba a los afroamericanos en el debate político de los USA-, ¿quiénes son los que se benefician de la seguridad? y ¿a qué precio?, toda vez que "libertad y seguridad son bienes opuestos que tenemos que equilibrar", evitando que se sobrecargue a unos con el peso de la seguridad para que otros gocen de pacífica serenidad. 

El miedo/terror opera en esencia sobre riesgos futuros e indeterminados que se vinculan a los hechos, pasados o presentes, que lo desencadenan, debiendo valorarse la objetividad y alcance de tales riesgos, supuestos o reales, para poder realizar un correcto diagnóstico y tratamiento del terror/miedo en cada caso. 

Los campos del exterminio nazi, estalinista, talibán o yanqui, la opresión de Franco, el napalm, los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki,... son recientes ejemplos ciertos de generación de terrores injustificados/injustos desde el poder político -más o menos- establecido, al tiempo que las enormes e ilógicas desigualdades socio-económicas, el empleo precario, las injusticias laborales y la deslocalización,... y otras mil injusticias generan miedo/terror como método para violentar la voluntad y forzar de modo irresistible la conducta de quien lo sufre, con abuso del poder robado tras la injusta apropiación del capital y la actual inexistencia de un reproche social eficaz, que, sabio y gráfico, El Roto pintaba el viernes en una austera viñeta con un pequeño armario de pared blanco, una cruz roja y un hombre de espaldas diciendo enfático "el botiquín es todo lo que nos queda del mundo sindical". Otro día dibujará los restos de la política. 


En tal situación es urgente, expresó Giovanna Borradori, aportar acción e ideas para acabar con opresión y miedo, reconstruir la confianza entre las personas y mejorar las condiciones materiales y la cultura socio-política de todos con apoyo en la Ilustración y “la búsqueda incansable de una perspectiva crítica que debe arrancar de un examen de nosotros mismos” y nunca de culpar al otro. 

Fuente esencial -más que justificada- actual de miedo/terror es el cambio climático, calentamiento global, destrucción de la vida en el planeta,..., como cada cual lo vea, situación que obliga a impedir que los causantes de la catástrofe, el 1%, en especial la industria, los grandes consorcios eléctricos, engañen de nuevo a la masa bovina y pretendan abanderaren la lucha contra el descalabro a que ellos nos han conducido. 

Los ejemplos objetivos e incontestables son muy pedagógicos para los que, sin ser siervos, se sientan con fuerza para hacer frente al mal causado por, entre otros y bien próxima a nosotros, la cosa que aún llaman Viesgo, espurriadura de una interminable historia de abusos y especulativos negocios financieros, que ahora utiliza el sectario portavoz de lo falso que es la antaño seria Europa Press para difundir, obscena, un publirreportaje que -con ficticio apoyo en GRESB (¿), grandes inversores mundiales del ¡sector inmobiliario! inventando rankings sectarios en su provecho- publicita cosas tan raras como estar "entre los líderes del ranking de sostenibilidad", aclarando, eso sí, que se trata de una clasificación referida a la "Generación de Energía NO renovable"; un sabbat convertido en titular. 

Lo que antes, arrobados, llamaban Viesgo es, hoy, Repsol, gas, metano, CO2,..., contamina y, lo he dicho, liba ansiosa fuerza del trabajo desde el control de su medio de producción y al ofrecerse, además, en trueque de capitales, finanzas, especulación, succiona dinero improductivo, por lo que sería urgente que si en como se llame esa cosa aún hubiera sindicatos y no sólo botiquines, se definieran para que todos sepan su opinión, entre otras cosas y digan lo que digan las útiles GRESB y Europa Press, sobre algo tan serio como que el informe 2018 del Observatorio de la Sostenibilidad, atribuyera a "la cosa" el dudoso honor de, en lucha con Endesa, Repsol, Naturgy, Arcelor, Cepsa, Iberdrola, Cemex, Lafarge y Portland, ser la sexta en la -esa sí, fiable- lista de las diez empresas de España, las del abuso eólico y sus proveedores, con más emisiones a la atmósfera, las más contaminantes. 

Si bajamos a las distancias cortas, a lo trapacero y cutre próximo, vemos cómo ilícitas influencias políticas permitieron -y permiten- a Viesgo implantar muy dañinos transformadores de media tensión donde es más barato y cómodo, en todas partes, incluidos edificios habitados, sin siquiera licencia de apertura o actividad, ni medidas correctoras contra el riesgo cierto de provocar cáncer por proximidad. Ilegalmente. 

Sabemos ahora por los medios -al dictado de Miguel Antoñanzas, presidente y CEO de Viesgo y, como Rodrigo Echenique/Banco Santander, ex-consejero delegado de Vocento, o sea El Correo, antes EspañolEl Delirio Montañés,...- que, a su gusto y conveniencia, algo que habría que investigar para exigir responsabilidades, va a sacar un ponzoñoso y muy molesto transformador que, contra los vecinos y con ilícito apoyo en promotor y Ayuntamiento, hace años implantó en el interior del portal de Lasaga Larreta, 33, en Torrelavega, y también sabemos que, si hubiera dignidad y esto fuera una democracia/Estado de Derecho lo conoceríamos todo, se valoraría y sancionaría a Viesgo -y a quien proceda- por incumplir el constitucional principio de precaución, generando graves riesgos a los vecinos, se aclararía la situación del resto de los transformadores en similar situación, la oscura empresa sería obligada a retirarlos e indemnizar los daños, temores y riesgos ocasionados, exigiéndola, por supuesto, explicaciones por el peligro público que supone que nadie, al parecer, conozca con precisión el trazado por la calle de la vieja línea de media tensión. 


Rechazo los miedos, terrores o, en su caso, esperanzas de premio que, en los cuitados, puedan despertar Administración y empresa, no entendiendo, por supuesto, tanto silencio y agrado, propios de súbditos sin derechos o clientes rehenes y no olvido que mi mayor poder son los derechos que otros, los revolucionaros, me legaron y, en especial, vivir sin miedo.








69 Los domingos, cavilar 

Peligrosa hipocresía colectiva 

Fernando Merodio 

08/09/2019 

"(...) se disuelven en el aire los escenarios complejos. Todo va alcanzando su nivel masivo de simplicidad. (...), la meta es el aprobado general (...) A los de mi quinta -suya y mía- se les ofrece un mundo dirigido por gente en traje folclórico". (Félix de Azúa) 

Cuando el control manipulado de la información lo bloquea todo, Stephan Lessenich, sociólogo alemán, trabajador inteligente, lo ve y, sincero contra corriente, lo revela, al enfrentarse hace quince días a lo correcto y denunciar en El País que en la que dicen "sociedad occidental" el bienestar de los ciudadanos "se hace a costa del trabajo esclavizado y el expolio de recursos naturales en países lejanos (...)", pues además de en la lacerante desigualdad grabada en todas partes, el falso "progreso" que es orgullo de canallas se cimenta en "la extracción de minerales y plantaciones industriales en otras regiones del mundo, el trabajo de 150 millones de niños (...), la destrucción indiscriminada de la selva tropical" y, por ello, "no hay una producción y aún menos un consumo ingenuos en Europa"; es firme signo de los tiempos, la injusta desigualdad que apuntalan los siervos del capital que engorda con ella. 

De tal modo de actuar de capital y vasallos cuyas patrañas ayudan a consolidar la injusta desigualdad, tenemos fastuoso ejemplo en una página completa de publicidad encubierta -búsquenla, vale la pena- en El Delirio Montañés del viernes pasado que encabeza un grosero/afrentoso adagio a cuatro columnas, "Sólo los diarios profesionales garantizan una información veraz", que explica lo que sobre el periodismo de aquí ahora perora M. Á. Castañeda, fotografiado anacrónica y simbólicamente junto al presidente de Editorial Cantabria, negocio que, ¡intuyo por qué méritos!, le mantuvo durante 31 años como director/defensor de los postulados y, sobre todo, intereses de los dueños del vetusto periódico del obispado, luego de gentes de UCD y hoy a cara de perro del capital, en especial vasco. 

El mismo injusto usurpador del fundamental derecho de todos a la información -es sólo como tal que le analizo- que hace muchos años, cuando con la muy joven Rosa y dos niños muy niños, ilegales el PCE y aquellas Comisiones Obreras y con los pistoleros fascistas asesinando abogados que les molestaban, mostró profesionalidad, fue valiente a mi cuenta y riesgo e hizo méritos delatando mi nombre y apellido, junto a los de otros dos, diciéndome miembro de un despacho que, según él, habría abierto el partido comunista -incierto, pues fuera cual fuera mi militancia política, el bufete era de aquellas Comisiones de entonces- en la calle Castilla, 11, ¡imaginen el escándalo en una ciudad como ésta!, el viernes se atrevía a decir que "desde el momento en que se transmiten informaciones descontextualizadas, sin los datos precisos, lo que genera no son noticias periodísticas, sino meras conversaciones entre personas que carecen de los conocimientos y las técnicas precisas para garantizar que el lector, el receptor del mensaje, pueda obtener una visión real de lo que se quiera relatar" causando, como en aquel caso, riesgo y daño a inocentes, lo que de modo radical coincide con la línea que El Delirio mantiene en cualquier tema difícil, político, social, económico,... del que yo haya sabido y/o intervenido, generando siempre, y eso es lo más relevante y criticable, injustos efectos dañinos para alguien y favorables a sus intereses de parte. 

Es el anterior hecho cierto que todo el que haya defendido posturas o intereses opuestos a los de un medio conoce; nunca te darán la razón,..., ni te dejarán opinar. 

Critica, además, con torpeza M.A. un concepto no muy usado al que, ¡casual!, me había referido yo en mi última "cavilación", el "periodismo ciudadano", al que identifica exclusivamente -para confundir o confundido él en su incultura, ¡vaya a saber!- con el actual, salvaje e incontrolado uso de las redes sociales, a las que -porque le roban un "cacho"- dice odiar. 

Pero, sin duda, odia aún más el auténtico "periodismo ciudadano", para el que en junio de 2012 pedía protección el Relator especial para la libertad de expresión ante la ONU, como expresión que constituye tal periodismo -no otros- de los revolucionarios Derechos del Hombre y el Ciudadano de 1789, que reconocían a todos, no sólo a M.A. y sus "profesionales", el concreto a recibir y -esencial- transmitir información por todos los medios, para poner freno, limitar el insaciable y salvaje monopolio ejercido por el poder que utiliza peones sin conciencia y siniestramente abusones de lo ilícito; un derecho de todos que, transcurridos 230 años desde la Ilustración y los jóvenes revolucionarios Marat, Danton, Desmoulins, el incorruptible Robespierre,... y su guillotina, tan lejanos a los españoles, continuamos reivindicando. 

Se trata de un periodismo, el que tanto molesta a M.A., democrático, participativo, público, de "guerrilla", callejero,..., pegado a hechos que quienes los vivieron y viven narran ajenos al cómodo y poco riguroso "corta y pega" de insatisfechos plumillas sin derechos laborales, mal pagados... y, a pesar de ello, sumisos. 

Sin duda quien, como miembro de una corporación profesional postfascista y con apoyo del capital, se considera -y lo dice sin pudor- titular del peligroso monopolio de un derecho fundamental de todos ignora que el 3 de noviembre de 1789 la Asamblea Nacional francesa, entonces auténtica representante del pueblo, promulgaba la revolucionaria Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano -el 5 de setiembre de 1791 Olympe de Gouces, una adelantada, redactaba la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana- con apoyo en los principios de la Ilustración, a partir de varias propuestas de Mounier, La Fallette, Robespìerre, el Abate Sieyès,... y votándose finalmente los 24 artículos propuestos por el 6º Bureau -Distrito- de París, el Barrio Latino, los Jardines de Luxemburgo, Nôtre Dame,..., aprobándose 17, entre los que el 11º decía, ¡hace 230 años!, que "la libre comunicación de los pensamientos y opiniones es uno de los más valiosos derechos del Hombre -¿ves M.A.?- y, por consiguiente, cualquier Ciudadano puede hablar, escribir y publicar libremente, debiendo responder -muy importante- del abuso de esa libertad en los casos determinados por la ley", ejemplo de, no como ahora, lo fino que hilaban los ciudadanos compañeros del abogado Robespierre, a los que, con todos sus defectos, nunca agradeceremos bastante lo que, jugándose su joven vida, hicieron por nosotros, al contrario que ahora Sánchez, Iglesias, Trump, Bolsonaro, Johnson, Macron & Cía. 

 

No es necesario añadir nada para definir la abusiva perversión que, aquí ahora, padecemos a manos de sujetos como la "indescriptible" estrella de esta "cavilación" que también seguro ignorará que en 1940 se creaba en Colombia Radio Sutatenza para propiciar la educación contra el analfabetismo y, poco después, en Bolivia emisoras sindicales más politizadas, llegando medios como ellos a estar presentes en más de 100 países, coincidentes por lo general con aquellos en que los propulsores del "progreso" que tanto ama M.A. impunes matan a los indígenas que, retrógrados, se les oponen, unos medios que, pese al formal apoyo de la ONU, el Consejo de Europa, el Parlamento Europeo,..., son frenados, como todo el mundo sabe, por las presiones de todo tipo que ejerce el capital, el 1% más rico que prefiere, ¡cómo no!, su monopolio corporativo a los emocionantes riesgos de la libertad que, al contrario que ellos, trusts impunes, sería valorada por los ciudadanos libres y, de ser preciso, castigada por tribunales justos. Es la alcanzable utopía del futuro. 

Lo explica muy claro arriba, en mi exordio, inteligente, culto septuagenario hastiado, Félix de Azúa, quienes pueden se esfuerzan intentando alejarnos de los frondosos, bellos, apasionantes y humanos escenarios complejos y llevarnos a despeñaderos sin otro mérito que la fatua simpleza del vacío, ayudados por lacayos y políticos folclóricos que no hacen nada que no sea amarrarse fuerte a sus poltronas y -altos- sueldos, al tiempo que pretenden engañarnos calificando a todos nosotros con un aburrido, cómodo -y falso- aprobado general; peligrosa hipocresía para vagos y cobardes.








68 Los domingos, cavilar 

(Des)información y estupefacción 

Fernando Merodio 

01-09-2019 

“Sea el macropoder del Estado o de los grupos de comunicación o el micropoder de todo tipo de organizaciones se basa en el control de la comunicación y la información" (Manuel Castells. "Comunicación y poder") 

En el sorteo de la fase de grupos de la Champions 2019/20 Eric Cantona -léase Cantoná, con acento-, jugador francés izquierdista, autor de la muy sancionada patada kung fu a un ultra del fútbol situado en primera fila, al ir a recoger el Premio Presidente de la UEFA mostró que algo iba a pasar, y pasó; el que fuera legendario jugador del Manchester United, gesto serio, barba hirsuta, gorra calada, sin traje, con camisa roja, gafas colgadas al pecho, vaqueros y botas, sin protocolo explicó: "Somos para los dioses lo mismo que las moscas para los niños. Nos matan por diversión. Pronto la ciencia no sólo será capaz de frenar el envejecimiento de las células, pronto las reparará y la dejará como nuevas y seremos eternos. Solo los accidentes, los crímenes, las guerras nos matarán, pero desafortunadamente crímenes y guerras se multiplicarán. Amo el fútbol. Gracias". Lo hizo en la simbólica y pasmada presencia de dos iconos actuales, Messi y Cristiano, tan buenos futbolistas como injustos ricos e irrelevantes seres humanos; en tiempos de asquerosa desinformación en lo público Cantona fue, según, un agradable soplo de aire fresco o un molesto jarro de agua fría. 

Nadie lo esperaba y para todos, en ambiente poco propicio y con altavoz mediático, dijo algo cierto -con forma- inteligente, para vergüenza de los corruptos medios de comunicación, que dañan nuestra libertad en el uso de los dos -complementarios y fundamentales- derechos: a expresarnos y a informarnos que, para ser reales, exigen pleno ejercicio simultáneo de ambos, pues el segundo -ser informados- solo es real si el primero -publicar hechos e ideas- es universal e igual; solo hay libertad si todos podemos dar y recibir esa información en situación de igualdad, sin otro límite que ser veraces, como hizo Cantona. 

Aquí ahora, falaz, El Delirio, al tiempo que loa tal libertad y dice que es sustento de “su democracia”, sólo él la administra y usa a su conveniencia, abusando del resto en el ámbito pasivo (recibir información) y activo (transmitirla), limitando su disfrute a la triste apariencia del formal ejercicio ínfimo de leer lo que ellos deciden. 

Son ejemplo de campaña salvaje, falsaria e insoportable las seis o siete primeras páginas consecutivas -merecedoras de tesis en la universidad- que hace años utilizó el panfleto de Vocento, capital bancario y eléctrico, en especial vasco, contra ACPT o, más preciso, a favor de E.On, Viesgo o como entonces se llamara el injusto "negocio" de Antoñanzas, eléctrico ex-consejero delegado de El Delirio que, para dulcificar la ilegal y dañina implantación de un tóxico transformador de media tensión en un edificio de viviendas de Lasaga Larreta, en Torrelavega se inventó un simulacro de ridícula carrera en la que disfrazó a los participantes de mineros con una publicitaria linterna frontal barata, acusando a la radical Agrupación, en especial a su líder Iván Martínez, de inhumanos delitos por haber obstaculizado su publicitario mamarracho, para lo que fabularon alarmantes hechos en seis o siete influyentes primeras páginas que, en los presionados juicios, no fueron considerados ni siquiera falta, hoy delito leve y ayudaron a que ACPT, en lugar de uno, hoy tenga dos concejales; los firmantes de la infamia ni han pedido disculpas por el abuso ejercido por los dueños del medio con los que, sumisos mandados, ellos colaboraron abusando del privilegio de hacer públicas ideas, opiniones, hechos,… y cobrar por ello, ocultando su complicidad tras presiones que dicen sufrir de quienes les mandan. 

Es ello peligro cafre para nuestras libertades y exige potenciar el “periodismo ciudadano” de los que, sin cobrar, informan, para la que el Relator especial para la libertad de expresión pide, en su Informe al Consejo de Derechos Humanos de la ONU de junio de 2012, especial protección, pues “desempeñan un papel de creciente importancia al documentar y difundir noticias sobre acontecimientos en los que participa” en tiempos canallas y en un mundo tan sobrado de información como desinformado que, como denuncia la inteligente novelista mexicana Valeria Luiselli, "atraviesa uno de sus momentos más oscuros y no hay respuesta civil". 

Debemos utilizar el arma de que, más incluso que a la coacción legal, los poderosos teman lo que de ellos podamos saber y a que lo digamos, prueba cierta del valor que tiene el control de la comunicación, que Chaves Nogales describió como razonar causas y efectos y contarlo “más fielmente incluso de lo que uno quisiera”, sabiendo además que cuando creamos perdida la batalla por una información veraz deberemos recordar que es batalla en defensa de los derechos del hombre y el ciudadano, revolucionarios logros de la inteligencia, la Ilustración. 

Controlar la descontrolada ambición del capital exige ahora vigilar la generación energética en la inexcusable urgente lucha contra la destrucción del planeta, en la que aquí representa al capital depredador un patético holograma, Viesgo, empresa que, en teoría, prestó servicios básicos, tuvo irracionales simpatías locales por su imagen cántabra y ahora es especulación pura y dura: en 1983 la compró, ¡siempre benéfico!, Banco Santander y luego, sucesivamente, EndesaEnel, italiana, E.On, alemana y, a partir de 2015, Macquarie y Wren House, fondos de inversión opacos, que vendieron la generación y comercialización a Repsol, sin que de ello podamos culpar, para exculparnos nosotros, a Franco, ya muerto antes; sólo fue sucio negocio. 

Hoy Viesgo es Repsol, gas, CO2, metano,..., industria contaminante que ansiosa liba la fuerza del trabajo que domina desde la propiedad del medio de producción y, con el financiero trueque de capitales, succiona dinero improductivo, por lo que es urgente que si en ella -como se llame- hay aún sindicatos, informen para que hasta los niños puedan saber qué es e incluso que no pueda ocultar que en 2017 era la octava industria de España que más toneladas de CO2 emitía y que, pese a ello, Revilla, jefe de lobbystas de la administración, se reúna con el hiperactivo Antoñanzas y los fondos opacos Wren House y Macquarie, que no se fueron con Repsol, siguen aquí libando, para limpiar su imagen dando en El Delirio, siempre servicial, los datos de un plan de inversiones publicado en el BOC hace más de cuatro meses, el 26 de abril.


El uso que de nuestro derecho a la información hacen los -propietarios de los- medios se evidencia en la larga gacetilla que, ocupando íntegra su buena página 3, publicaba el pasado 29 El Correo -que antes fue Español- mostrando alarma porque una mínima parte de la línea de evacuación de un parque íntegramente instalado en Cantabria pudiera dañar territorio de Vizcaya, noticia servilmente reproducida, el mismo día, sin cambiar ni una coma, con integra (in)exactitud, por el mismo Delirio que oculta a los cántabros los cuarenta y tantos agresivos parques, cientos de molinos gigantes y Mw, líneas de alta tensión, subestaciones,...., que, ¡viva su libertad de expresión e información!, amenazan destruir nuestro territorio.


Lejos de aquí, Greta Thunberg, niña autista de 16 años no experta en navegación marina, avergüenza a millones de estúpidos turistas al viajar desde Europa a New York en un pequeño barco sostenible para evitar el dañino avión; un simple gesto, lo sé, pero que hace daño pues todos los medios lo callan. Estemos atentos a ella y a Bolsonaro, amigo de Trump y Johnson, en su ardua tarea de dejar al mundo sin pulmones al quemar la Amazonía y superar en incendios incluso a África. 

Los idioteces de los "revolucionarios amnésicos" de que, como lloró Arias Navarro, Franco ha muerto, unidos a nuestro silencio ante "lo de Viesgo", lo catalán y vasco, el nivel de los políticos, la (in)justicia, la desigualdad,..., posibilitan a ignaros, corruptos y sinvergüenzas controlar la electrificación -¿no será electrocución?- del mundo. 

Libertad es Cantona y sería que El Delirio, al que se la envío, editara esta opinión.






67 Los domingos, cavilar 

Estado de corrupción 

Fernando Merodio 

25-08-2019

“La mudanza de Medio Ambiente del PSOE al PRC genera confianza en Santander Coated" (Francisco Martín. El Delirio Montañés 18.08.19) 

"Tenemos la experiencia de la legislatura pasada: presentamos once parques eólicos y Medio Ambiente nos los tiró todos abajo" (Idem)


"Corrupción. 4. Der. En las organizaciones, especialmente en las públicas, práctica consistente en la utilización de las personas y medios de aquellas en provecho, económico o de otra índole, de sus gestores" (Diccionario de la Lengua de la RAE) 

Me amonesta amable y tímido: “Debieras bajar el pistón, tener cuidado con la líquida PSOE y la derechona, incluido Revilla, más imprevisibles que Franco. Ya no hay PCE, Podemos está como está, Arca y Ecologistas en Acción pactan y se fotografían con el peor PRC sobre el PROT y el caos eólico,...", me remuevo, le freno y contesto: "El PCE estará mientras algunos estemos, Podemos, como siempre, no es nada, sabes qué pienso de las grandes ONGs sufragadas y, sin Gonzalo, Arca no es Arca. No nos queda otra cosa que remover el estiércol y ver si con el mal olor...".

Discutíamos un titular -y el pasmoso y largo texto de una entrevista- dominical en el delirante pasquín que (des)informa a diario, pavoroso síntoma de degradación moral y política, implícita en entrevistado, entrevistador y medio, incluso en la sociedad que lo acepte sin queja, anuncio de más corrupción, de tiempos que -empeorando el pasado- no valorarán la Ley como medio de defensa de la posición del débil. 

Quien miente sin recato en dos largas y caras páginas, ¡vaya amigos tiene!, sentado en un bolardo/noray del puerto, con pantalón santanderino rojo/pijo, dando la espalda a los entrañables "raqueros" de Puertochico, es Francisco Martín, peón de brega de Revilluca, consejero de industria y antes de medio ambiente, acumulador de fracasos en el largo trapaceo del peor poder del capital con políticos venales para destruir por dinero, con dañinos, innecesarios e ilegales aerogeneradores gigantes, líneas de muy alta tensión, subestaciones, desmontes, acero, hormigón armado,... nuestro territorio común, nuestro mejor bien; derrotado, no como dice, por ocultos francotiradores, sino por el querer de unos cuantos, conocidos, aferrados a Ley, Justicia, sentido común, carácter,... 


Francisco Martín, consejero de Industria.


El Diario Montañés 18.08.19


Quien, cómo su parlanchín líder, va de descalabro en descalabro e igual que él recibe el premio de un inmerecido puesto público, un buen sueldo y barra libre en los medios, alardea inmoral de que, al ser el PRC -en especial, Blanco, cofrade del farsante sin sustancia- quien "controle" nuestro medio ambiente, Santander Coated y los del caótico destrozo eólico estarán contentos, pues todo irá más rápido y, supongo, tendrán lo que pidan, pues la rapidez, sola, no es nada para el capital; "Coated", se traduce cubierto, revestido, saburral o lengua sucia y unido a "Santander", vaya usted a saber qué sugiere, más evidente es lo de la filial de Capital Energy, fondo saudí y de Florentino Pérez, que pretende ocupar -para arrasar- nuestro territorio común, cuando, con mucha, muchísima cara mezcla poder, capital y verde, Green Capital Power

Para despistados, expreso a continuación dónde está el escándalo que, a igual nivel, me generan Francisco Martín y, con sus formas y titulares de siempre, El Delirio Montañés: que un -dicen que- político afirme y un boletín parroquial difunda sin rubor, a toda página que la evaluación del impacto ambiental va a cambiar al trocar el partido político que la tase y que, además, se hará sin tocar la ley que ellos imponen ni depurar, represaliar, expulsar a los funcionarios y técnicos que informaron lo que no gusta al frustrado, a Santander Coated, a Capital Energy,... significa, ni más ni menos, que aquellos que firmen nuevas resoluciones contrarias a las anteriores prevaricarán, serán corruptos, pues tales resoluciones vulnerarían -si no se modifica a la fuerza- el criterio técnico/jurídico sabiéndolo los firmantes, por lo que serán venales; Martín, dice el copista del libelo, lo llama "posibilismo" y es evidente ejemplo de corrupción a favor de intereses distintos a los de todos. 

Rupert Murdoch, del que Aznar es asalariado, sus medios de (in)comunicación, con altavoces aquí -de momento ABC, La Razón,... y al final todos-, empieza a atosigar a Greta Thunberg con titulares diciendo que sirve a -el texto solo expresa que abusan de lo que hace y dice la niña sueca- los grandes lobbies; ya tardaba mucho en comenzar la cacería. Martín el fracasado, más burdo, acusa de que ésta "es una de las pocas regiones que no tiene aerogeneradores", pues, ¡pásmense!, "hay determinados grupos de presión que tratan de que aquí no ocurra nada, (...) una postura egoísta de grupos ultraconservadores (...) Normalmente esos francotiradores disparan desde un buen puesto de trabajo y boicotean el poder crear actividad económica y empleo en la región" ¿Desde qué puesto revolucionario y precario habla él y cuantos empleos quedarán tras plantar los ogros de 6 Mw que anuncia... y 200 m. de altura que oculta? 

Al tiempo, preocupados asistimos a un viejo peligro, asociaciones estatales y locales, grandes y pequeñas, se reúnen con los causantes del caos, industria, medio ambiente, urbanismo,... cruzándose "apoyos" -¿cómo apoyarán los políticos a las asociaciones?- para que -"conditio sine qua non"- continúe el -nefasto e indefinido- "desarrollo", reuniones que, para seguridad de todos, exigen luz, taquígrafos, acuerdos, firmas y también una total transparencia en las cuentas, no palabras huecas y fotos; cualquier otra forma de pacto entre desiguales encierra, sin duda, el riesgo de daños. 

Giorgio Agamben, filósofo italiano muy preocupado por Auschwitz, dice en "Medios sin fin. Notas sobre la política" que "cuando intentes hablar no puedes servirte de algunas palabras gratas al oído; libertad, progreso, Estado de derecho, democracia, derechos del hombre,... Tendrás que describir lo intolerable sin disponer de nada para hacerlo" y añade para retratar la dura situación actual que "los partidos que se denominan 'progresistas' y las llamadas coaliciones 'de izquierda'" sorprenden con "su obsesiva preocupación por presentarse como 'establishment' para tranquilizar a cualquier precio a los potentados económicos, políticos y religiosos", y por ello anima a no temer la derrota, pues no es lo mismo "derrota" que "deshonra" y es "deshonrosa" la "derrota" cuando se origina en el vergonzoso proceso conclusivo de una involución producto de la "transigencia" de todos. 

Denuncia Agamben, aplicable a lo que ahora aquí está pasando, que a rastras del llamado "progresismo", "principio en cuyo nombre se ha cumplido el proceso de transigir", la revolución transigió con su mayor enemigo, el capital y, a partir de ello, el "progresismo", creyendo, infantil, que avanza hacia el poder, nos lleva a la errada maña de que "es preciso ceder en todo, conciliar todo con su contrario, la inteligencia con la televisión y la publicidad, la clase obrera con el capital, la libertad de expresión con el Estado espectacular, el medio ambiente con el desarrollo industrial, la ciencia con la opinión, la democracia con la maquinaria electoral -¡todos a votar!-, la mala conciencia y la abjuración con la memoria y la fidelidad", además de acatar cándidos que son lo mismo medios e información. Y así nos va. 

Sé que lo que explico, siendo cierto, es muy desagradable, que los que lo ven como yo -y además lo dicen- cada día están más solos, pero también sé que no debemos consentir, sin denunciarla, la nítida corrupción que oculta la demagógica verborrea del sindicalista vertical Revilla, lo que, burdo, nos prepara con su deshinibida guardia de corps en industria, urbanismo, medio ambiente,...., Martín, Gochicoa, Blanco,..., ni la complicidad de -en la práctica- todos los medios de comunicación y, para no despeñarnos aún más, también intentar impedir que se consolide una oscura línea de conveniencias entre políticos -con trazas de- venales y organizaciones que cada día son más gubernamentales, aceptando que, por poco que nos importe, el estado de corrupción en que hoy vivimos es aquí evidente.




66 Los domingos, cavilar
Bernabéu y un tal Pérez
Fernando Merodio
18-08-2019
“La verdadera patria del hombre es la infancia(Rainer María Rilke).
Primera edición de la Copa de Campeones de Europa, 1955-56, habían pasado 10 años desde el final de la II guerra mundial y 16 desde el de la (in)civil nuestra, vencía un equipo español, el Real Madrid CF, Alonso, Lesmes, Marquitos, Atienza, Muñoz, Zárraga, Rial, Marsal, Di Stéfano, Joseíto y Gento, ¡dos santanderinos y un argentino galáctico!, tras vencer el 13 de junio de 1956 en el Stade Parc des Princes de París, campo contrario, 4-3 en la final al entonces muy poderoso Stade de Reims francés, en el que, entre otros, jugaban, Jacquet, Hidalgo y Kopa, nombres que aún hoy suenan fuerte; participaron, además, Servette, Milán, Partizan, Sporting de Lisboa, Rapid de Viena, PSV Eindhoven, Anderletch,..., que no eran la morralla que ahora dicen los que, frustrados, no fueron capaces de participar... ni, mucho menos, ganar.

La segunda edición, 1956-57, también la ganó el Madrid, 2-0 a la Fiorentina, como sucesivamente hizo hasta cinco veces, hoy trece; entonces jugaron Manchester United que, en 1958 sufriría un accidente de avión en el que fallecían Bent, Byme, Colman, Edwards, Jones, Pegg, Taylor y Whelan y, entre otros, sobrevivían Mat Busby y Bobby Charlton, Athletic, el "errante" Honved de Puskas, Kocsis, Czibor, Boszik,..., Borusia, Rapid, Estrella Roja,.., todos, insisto, unos "piernas" según los envidiosos resentidos.

Yo estaba en los 10 años, acababa de llegar a Santander con la "u" que me incrustó mi añorada patria del Nansa, Rozadío, tras pasar unos meses en un colegio de niñas, me expulsaron de los carcelarios Salesianos del Alta por plantar cara a un "cura" venal y pasé cuatro años hasta", con mucha pena y poca gloria, ser declarado de nuevo "non grato en los muy burgueses y clasistas Escolapios, más afines al lejano Tenis, que yo ya rehuía entonces, que al cercano Puertochico, donde me enseñaron la clara separación entre "gratuitos", "becarios" y "de pago", misa diaria, comunión los domingos, terror a lo eterno, obediencia... y también respeto, cuadro de honor, no lo entiendo, amigos, cine de terror, del oeste y de gangsters, niñas en la otra acera, mucho ejercicio y fútbol, sobre todo fútbol, en la España de Franco que, pese a lo cruel que era, yo solo percibía triste, inculta, gris,..., si bien ya la olía injusta.

En tal situación y país, cerca tenía al entrañable Racing y, luego, a Pérez Francés, pero aquel Madrid de Gento, Marquitos y Pachín, que ganaba a ingleses, franceses, italianos, alemanes, húngaros, belgas, austriacos,..., igual que luego Bahamontes o Timoner, me hacía pegar la oreja a la radio, mover compulsivo el dial para sintonizar el lejano partido, esquivar los latosos ruidos que emborronaban lo mejor de las jugadas, gritar los goles,... sentirme importante y con argumentos para recoger lo bueno, que también lo había, superar, como fuera, el ubicuo abuso; y gracias.

Concluida la (in)civil guerra, el Madrid -que durante ella presidió Antonio Ortega, coronel republicano y comunista- no tenía estadio ni sede social y había perdido a sus mejores jugadores, en 1943 nombró presidente a Santiago Bernabéu (1895-1978), afín a Juan de Borbón, derecha no franquista, que saneó la economía, profesionalizó el club,  construyó el estadio que, a disgusto de él, lleva su nombre y compró la vieja ciudad deportiva de La Castellana, que luego impulsó Di Stéfano y lo llamo "la fábrica",..., era adalid del fascismo futbolístico en Madrid el Atlético, Atlético Aviación entre 1939 y 1947, al tiempo que el FC Barcelona entregaba al invicto caudillo ¡tres condecoraciones!, en 1951 su insignia de oro y brillantes, en 1971 la medalla de oro del palau blaugrana y en 1973, tres días después de la cruel ejecución de Salvador Puig Antich, la medalla de oro del 75 aniversario, apresurándose el 20 de noviembre de 1975, muerto el homenajeado, a retirar el busto que tenía en el estadio y la placa a "los caídos por dios y por España", mientras el Athletic se afanaba en acumular copas de su excelencia el generalísimo,...; Atlético, Barcelona, Athlétic,... luchadores contra Franco.



Antonio Ortega el presidente comunista que esconde el Madrid


Jugadores puño en alto

Un colectivo y el fútbol me animaron a sentir que España era algo, agitaron mis fines de semana y, siendo -poco- estudiante en Madrid, desde 1962 me posibilitaban disfrutar de pié, desde el elevado vértigo del muy barato, casi vertical tercer anfiteatro del Bernabéu, ver en vivo y en directo la agitación de Di Stéfano, Puskas, Gento,...; nada más y nada menos, eso fueron para mí el Madrid y un fútbol que, tras fallecer Bernabéu entraron en años de atonía y luego en la gestión de presidentes extraños hasta que, serio y trajeado, apareció un tal Pérez, estirado ingeniero de caminos, empresario listo, capitalista puro y duro,... que impuso su orden en el caos que era aquello, atrajo dinero, farándula, repitió "la orejona", nos llenó de ellas, pero, al menos a mí, me desdibujó el fútbol y, peor aún, al Madrid, dio el disparo de salida a una desbandada mundial que hoy parece incontrolada... e incontrolable.

Por sí solos, Zidane, Figo, Beckan, Ronaldo Nazario,... juntos y, poco después, Bale, Cristiano, James,... no son el fútbol ni la idea del Madrid trabajador de don Santiago y don Alfredo, sino desnuda y -me parece- antiestética exhibición de poder económico que, gráfica, dibuja los más puros, injustos y crueles genes del capitalismo llevados al esperpento, con atletas/mercancía muy caros que no son ejemplares, ni merecen ser admirados, con estipendios que insultan a la inteligencia, el sentido común y el respeto que merece el fatigoso trabajo del resto,..., desorden que ha puesto el hermoso fútbol, como todo lo demás, en manos del capital ruso, chino, árabe,... y de ideologías nocivas que, enfangadas también en el dislate económico, hacen que sus fichajes por ejemplo, griten, sin saber que dicen, cosas tan ajenas al fútbol como ¡visca catalunya!

Pero que nadie se engañe, Pérez no es solamente eso, es, además y en especial, hormigón, paneles solares, aerogeneradores,... que le generan dinero, sin preocuparse de que, cómo ha abierto la espita de la destrucción del fútbol -quiere incluso convertir el admirable Bernabéu en una incubadora con forma de nosequé, sin lluvia ni viento ni sol, con aire acondicionado y, con ello, al espectador en sietemesino-lo que a él y el 1% les produce dinero destruya. tras apropiárselo, el territorio de todos, aquí nuestra hermosa montaña que intenta arrasar con gigantescos, destructivos aerogeneradores, acunado en el compadreo de gentes tan peligrosas y venales como Revilla, que, patético, alardea de querer acabar con la despoblación rural, Fernández, Martín, Blanco,..., la PSOE, el populismo y la derechona política.

Quiere tratarnos, un ejemplo, como la filial de ACSCobra, trata a los 30.000 mayas quekchi a los que en Guatemala, con la disculpa de cometer, igual que aquí sin información ni estudios, neocolonialismo puro y duro, el abuso de un ciclópeo complejo hidroeléctrico, ha dejado sin el río Cahabón, privándolos de su medio de vida y generando mórbido dengue, así que, como escribe Ervin Cac Chun, joven estudiante, "antes yo llegaba al río con mi mamá, ella lavaba la ropa, íbamos a pescar, a nadar en verano, había mucha gente pero ahora ya no. Nadie visita la cuenca, ya no hay vida", todo ello agravado por el hecho de que en 2015 hubo, dato objetivo, 493 ataques y 13 asesinatos de líderes indígenas, defensores de su agua y su tierra.


Insisto, eso mismo pretende el tal Pérez que ocurra en nuestros valles de montaña del Sur, del Pas,..., convertirlos, mientras él, el Ibex, el 1% y sus mamporreros de siempre se enriquecen, como hará, si se le permite, con el Madrid y su admirable estadio que convertirá en una incubadora, autoclave esterilizadora, con mucho -y muy asqueroso- dinero; pienso que, como en el resto de lo que está ocurriendo, aún estamos a tiempo para cambiar la tendencia, mi idea está clara y, como importante referencia, me gustaría saber qué estarán pensando Bernabéu y Di Stéfano de lo que el tal Pérez está haciendo con su respetable herencia.




65 Los domingos, cavilar
Preferiría no hacerlo
Fernando Merodio
11-08-2019

“En esta postura me hallaba cuando lo llamé y le expliqué brevemente lo que quería que hiciera -a saber: revisar conmigo el papelito-. Imaginen mi pasmo, mi consternación más bien, cuando, sin moverse de su retiro, Bartleby, con una voz singularmente suave y firme, replicó: Preferiría no hacerlo" (Herman Melville. "Bartleby el escribiente").

Preferiría no hacerlo es, sin duda, una de las frases literarias más repetida desde que en 1852 el autor de la magna y obsesiva Moby Dick (1851) -no reconocida por el público hasta la muerte de su autor- la hizo celebre en Bartleby el escribiente, uno de los relatos publicados en la revista mensual de Putnam, generando las más variadas reflexiones de cientos de intelectuales -entre otros los filósofos Deleuze, Agamben y Pardo, con serios ensayos sobre el displicente, unidos a la edición de Pre-Textos- que analizan la actitud del escribiente de un abogado de -simbólico- Wall Street que, a los tres días de ser contratado y tras haber desarrollado con gran diligencia su trabajo como copista de lo que su jefe le indicaba, se enfrentó a uno de sus encargos, no especial, y "con una voz singularmente suave y firme, replicó: Preferiría no hacerlo", una actitud que, coherente, mantuvo hasta su final.

Con tan suave y, en el sentido más estricto del término, revolucionario gesto el enigmático Bartleby se desvinculaba del modo en que funciona lo próximo, en especial de los vínculos sociales, morales, legales,... que le ataban a quien, fijando las exigencias, le había contratado para laborar como asalariado.

En tal punto, arrimo el ascua a mi sardina y llevo a efecto la valoración que me sugiere tan analizado personaje, entendiendo que Bartleby, el pulcro copista, estaba siendo conducido por su empleador/explotador, el abogado, hacia la autodestrucción más cruel y evidente al exigirle cotidianamente hacer aquello que no deseaba -ni, por supuesto, le gratificaba-, limitarse, sin lugar para iniciativa alguna, a ser mero, rápido y eficaz copista de lo que le dictaba, dando lugar, inevitable, a un humano, lógico deseo, su preferencia por no hacerlo y, con coherencia y fuerza, efectivamente no hacerlo.

Con tan suave pero convencida, firme y más que razonable actitud se enfrentaba a una clara manifestación de la castradora alienación capitalista en las relaciones sociales, pues lo que a Bartleby le era propuesto/impuesto en tales relaciones le resultaba, por múltiples y lógicos motivos, radicalmente desagradable, indeseable, obligándole a realizar su preferencia/deseo de no hacerlo, rompiendo con ello incluso, radical, toda relación con el proyecto colectivo que, voluntaria o forzadamente, vincula a un elevado, mayoritario, número de los miembros del entorno del que formaba parte.

En otro extremo del espectro sociopolítico, muy alejado de la filosofía vital de Bartleby, estaría, entre otros muchos, Adolf Eichmann, teniente coronel de las SS nazis, sobre cuya condición de criminal ideólogo y ejecutor de la "solución final", la eliminación global de los judíos en la II guerra mundial, Hanna Arendt construyó su debatida teoría, conocida como la "banalidad del mal", de que, como explicaba recientemente Monika Zgustova, "(...) el peor mal puede ser obra de la gente más común (...), personas que renuncian a pensar para abandonarse a la corriente de su tiempo", que a alguien como Eichmann, "burgués solitario con una vida desprovista del sentido de la trascendencia le llevó a preferir la ideología nacionalsocialista y aplicarla hasta el final", llegando al punto de que cuando, casi perdida la guerra, el cruel y muy poderoso Heinrich Himmler, para facilitarse una salida, recomendó/ordenó  mejorar el trato a los judíos, él "se esforzó por hacer que la solución final lo fuera realmente".

Eichmann y Bartleby mantienen dos de la posibles posturas/actitudes para hacer frente a situaciones -reales o subjetivas- límite, como es la que, incontestable, nos imponen la actual degradación/destrucción planetaria generada por el "calentamiento global", los dramáticos y muy dolorosos, corrimientos de población, hambre, sed, desigualdad extrema,..., empecinándose el primero en extremar el abuso injusto que conducía a la catástrofe mundial, mientras que el segundo presiona a los responsables de su -para él- insoportable situación con una valiente, suave, firme y -muy- personal actitud de hacerlos frente.

Trayendo ambas actitudes, sin duda -cada una a su modo- radicales, a lo nuestro aquí ahora nos evidencian motivos, cientos, globales y lejanos, para plantearnos actitudes individuales y, más eficaces, colectivas similares a la de Bartleby y hacer frente a lo -mucho- que nos concierne de tales problemas/catástrofes globales arriba señalados, hasta llegar al extremo radical, pacífico y -único- eficaz de la sólida propuesta de una niña, Greta Thunberg: ¡¡cambiar el sistema!!

En España, desde hace no se cuanto, no tenemos gobierno ni presupuesto, mientras cerca, en el día a día, vivimos la insoportable anomalía desasosegante, pública, notoria y pacíficamente admitida, incluso democrática dicen, de que nos presida un tal Revilla que se está construyendo una hornacina para ser visto desde cerca, nacido a la política con todos los tics del abusivo y siniestro sindicalismo vertical fascista de Girón de Velasco y que, cimentado en tal fangosa base, ha construido un edificio de solo fracasos en lo importante público: demolición de viviendas ilegales, ferrocarril adecuado a los tiempos... que no funciona, carencia de PROT, caos y atropello energético/eólico, derroche en la broma de Comillas, fibroyeso, Racing, derribo del edificio de la Diputación, destrucción de industria,... y, a partir de tal problema fundamental, sistémico, cotidianos disparates, de los que cito solo cuatro de los tres últimos días:

1. Fallida la publicitada ampliación de Coated Solutions se quiere seguir deshaciendo el territorio entre Puente San Miguel y el puerto de Santander con innecesarias y dañinas estructuras eléctricas.

2. El gobierno que, al servicio de no sé quien, actúa sin PROT, sangrientamente se burla de todos anunciando una "estrategia autonómica contra la despoblación rural".

3. Lo más nuevo de la "nueva política" utiliza el dinero público, se fotografía con sus amigos de la mínima -nunca más de 100 reunidos- y solo mediática -eficaz colegueo de El Delirio Montañés- camarilla "Salvemos La Magdalena", y con la falaz osadía de decir representar a "los ciudadanos de Santander", pretende perpetrar la ¿delictiva? demolición de unos espigones, no sé si bellos o feos, pero legales y muy caros.


Ver más en:

4. Cada día, desde hace diez años, frente a la sola fatiga de la pequeña Plataforma de un muy pequeño pueblo, ni (ab)usando de sus leyes ad hoc son capaces capital y políticos lobbystas -con el reciente fichaje de Florentino Pérez- de (im)plantar un solo aerogenerador en nuestro -de nosotros, no de ellos- territorio.


Está, pues, más que justificado y es ya urgente que cada día más de nosotros plantemos  cara a esa tropa de insolventes -en especial a su cateto y demagogo  jefe- para, educados, serios, sólidos, suaves,..., ante cada una de sus expuestas ocurrencias gritarlos: ¡Preferiría no hacerlo! y, siendo como Bartleby, empezar por el simple gesto racional, ajeno a todo fanatismo, de desmontar la estafa que equipar votación y democracia, y, haciendo públicos reflexivos planteamientos, no votar a tan peligrosos ineptos.




64 Los domingos, cavilar
La zona gris
Fernando Merodio
04-08-2019
“La ascensión de los privilegiados no sólo en el Lager sino en todo lugar de convivencia humana es un fenómeno angustioso pero inevitable; solo en las utopías no existe. Es deber del justo hacer la guerra a todo privilegio inmerecido, pero sabiendo que se trata de una guerra sin fin" (Primo Levi. "Los hundidos y los salvados").
La sociedad ultraliberal -que dicen Estado Democrático de Derecho y Progreso- no es, de acuerdo, un campo de concentración, pero en los aspectos determinantes, en lo que afecta a la toma de decisiones, a dar y recibir órdenes esenciales, se le parece mucho; veámoslo desde la práctica que, como inquilino forzado del Lager, tuvo de su armadura de funcionamiento Primo Levi... y que cada cual saque consecuencias
El pasado jueves hubiera cumplido 100 años el autor de la angustiosa "trilogía de Auschwitz", que iniciaba con "Se questo è un uomo", "Si esto es un hombre" (1945), prolongaba con "La tregua" (1963) y cerraba con "I sommesi e i salvati", "Los hundidos y los salvados" (1986), testimonio este último que se abría con cuatro estrofas del poema de S.T. Coleridge "The Rime of the Ancient Mariner", "La balada del marinero de antaño": "Desde entonces, a una hora imprecisa / Esa agonía regresa: / Y hasta que se difunda mi horrible historia / Dentro de mí el corazón abrasa", reflejo de la humana obsesión, el ansia de descargarse explicando lo vivido en el Lager.
Afecta y empuja a reflexionar la inculpatoria advertencia que inicia esta cavilación y, más si cabe, la forma en que Levi la completa: "Donde hay poder ejercido por pocos, o por uno solo, contra muchos, el privilegio nace y prolifera, aun contra el deseo del poder mismo; pero es normal que el poder lo proteja y estimule", para a continuación realizar una taxonómica y -para él, supongo- muy dolorosa descripción de la que llama "zona gris", que consolidaba el inicuo abuso de un poder absoluto.
Dolorido experto práctico en la materia, describe tal malvado ámbito como zona "de contornos mal definidos, que separa y une al tiempo a los dos bandos de patrones y siervos", con una (i)lógoca interna tan complicada que dificulta juzgarla, si bien él tiene claro que cuanto más reducido es el territorio del poder más precisa del apoyo externo, no sólo mano de obra, también supervisores, voceros, delegados, fuerzas de orden,..., siervos -por lo que sea- afines, que cuanto más dañina es la opresión "más extendida sienten la buena disposición para colaborar con el poder", distribución servil oculta tras matices, motivos o disculpas: terror, seducción ideológica, imitación sumisa, miope ansia de poder, vileza, cálculo egoísta para esquivar ordenes y reglas establecidas molestas,..., de forma que esos vasallos pudieran simular que la culpa máxima recayera sobre el sistema y dificultar la visión de la suya, colaboradores individuales, que en el Lager "formaban una fauna pintoresca: barrenderos, lavaplatos, guardias nocturnos, hacedores de camas, localizadores de piojos y sarna, mensajeros, intérpretes, ayudantes de los ayudantes; en términos generales, pobres diablos (...)" que "por medio litro de sopa  suplementario, se amoldaban a realizar estas y otras funciones 'mediadoras'", miserables que culminaban en los más peligrosos, los Kapos, que en el Lager nazi ocupaban las posiciones administrativas más bajas, directamente dañinas y represivas con sus compañeros de desgracia y la especial repulsión de los Sonderkommanden -comandos especiales-, mayoritariamente judíos, esos sí que muy cuidadosamente elegidos, que hacían los trabajos del traslado (in)humano a las cámaras de gas y, finalmente, tras haberles arrancado sus posesiones de algún valor, como los dientes de oro, arrojar los restos a los crematorios.
Se cumplía en todos los miembros de tal siniestra Zona gris la doble función de evidenciar que lo que hacían los nazis podía hacerlo cualquier otro, incluso los judíos, sus víctimas, y ser, además, personalmente humillados; situación que hizo que, en su magnífica crónica periodística, convertida en el libro "Eichmann en Jerusalén", sobre el juicio a Adolf Eichmann, Hanna Arendt, judía, reflexionara sobre la "banalidad del mal" -cualquiera de nosotros, aparentemente normal, apoyándose incluso en el estricto cumplimiento de la ley, puede ser capaz de cometer los más enormes males o atrocidades- o que el propio Primo Levi valorara que quienes de forma irracional y para él incomprensible le maltrataban cruelmente pensaban, quizás, estar simplemente haciendo su sucio trabajo de todos los días
Pensadores como Giogio Agamben, han escrito sobre la perenne actualidad del Lager social y hacen que en el momento actual empezamos a tomar conciencia de estar siendo empujados a una situación extrema de hecatombe del planeta -quizás menos inhumana, pero cuantitativamente más dañina para todos incluso que el Lager- en un irracional y dispar enfrentamiento contra la indomable naturaleza por el abuso en la egoísta mentira continua del 1% que ejerce el real poder absoluto, asentado en el robo que es la acumulación capitalista, acentuando su relevancia en nuestra injusta y desigual sociedad mediante una "zona gris" semejante y tan necesaria para los usurpadores actuales de ese poder absoluto como lo fue para Hitler a la que, a ras de suelo, manejaba el funcionamiento social del Lager en forma de mano de obra barata, insegura y casi gratis que incluye administradores, voceros, delegados, fuerzas de orden,..., la fauna de, metafórica, de los barrenderos, lavaplatos, guardias nocturnos, hacedores de camas, localizadores de piojos y sarna, mensajeros, intérpretes, ayudantes de los ayudantes, en términos generales, pobres diablos (...) y, sobre ellos, los viejos Kapos que, por un plato un poco más lleno de sopa caliente, un smertphone de última generación, un coche aparente, un viaje barato en avión para hacer daño lejos,... ejecutan lo más sucio del sucio trabajo, hasta lo más siniestro de la escala de la iniquidad, los odiosos Sonderkommanden, que quien piensa detecta por ahí.
La existencia del Lager nazi aun hoy la niegan algunos, Trump seguro, y son muchos los que, ocultos tras muchos matices, disculpas: miedos, seducción ideológica, ansia miope de poder, imitación sumisa, vileza, cálculo egoísta para esquivar ordenes y reglas molestas,..., minimizan hasta anularla la evidente amenaza del calentamiento global, la destrucción del planeta,..., actuando al servicio del capital que lo causa, como, evidentes, lo hacen en sus pamemas que simulan debates Sánchez e Iglesias, nadie enfrentado a nada, restos del naufragio de lo que fue la izquierda; mientras, aun más evidente, PP, Cs, Vox, PNV, CDC o como ahora se llame, ERC, PRC,..., todos parecidos, son destilación de egoísmo en estado puro. El camino, fuera de la terrorífica y extensa, muy extensa Zona gris mundial, lo marca una niña autista, Greta Thunberg: ¡¡¡cambiar el sistema!!! y, por encima de ello, no dejarse engañar como los cuatro jóvenes que en La Magdalena hicieron la ola a la ministra, al consejero y sus paniaguados de la Zona gris que hoy es la PSOE,...; mentían esos jóvenes cuando decían intervenir en nombre -ajenos a su fondo y forma- de Fridays for future y, acríticos y poco rigurosos, exhibiendo un catálogo de lugares comunes propio de subvencionados, abrían el camino a que sean los de siempre, Iberdrola, Viesgo, Endesa, Repsol, REE, Siemens Gamesa, Vestas, ACS,..., apoyados por los políticos de nuestra Zona gris,  quienes continúen destruyendo el mundo a su conveniencia.

En España, quienes ya han cumplido los 70 años, la "memoria histórica", conocen la Zona gris que aquí forzó Franco, su antigüedad, su enorme extensión y profundidad, el colosal número de sus miembros y, pues hoy vivimos un momento crítico, decisivo en verdad para el -dudoso- futuro, es ineludible que ellos empujen a generar la luz que convierta en polvo a quienes, succionadores vampiros de la peor laña, se aposentan, con sus hijos, en una hoy amplísima Zona gris, y ayuden también a formar taquígrafos que levanten acta de lo que aquí ahora ocurre y lo difundan, desmontando lo que montan, siniestros y grises, los medios de (in)comunicación.





63 Entre semana, también, cavilar
La ministra y Greta Thunberg
Fernando Merodio
30-07-2019

“Creo que el mayor peligro no es nuestra inacción. El verdadero peligro es cuando capital y políticos hacen que parezca que están haciendo algo real y, en realidad, no hacen nada”. (Greta Thunberg. Asamblea Nacional Francia. Julio 2019).

Teresa Ribera, ministra, por suerte en funciones, de esa cosa tan flamante, súbita e inexplicada que llaman "transición ecológica", habló de "cambio climático" en la veraniega, relajada, vacacional UIMP y El Delirio Montañés resalta de su intervención cómo destacó que se trata de un tema 'real' y 'de supervivencia humana', "crítico para el modelo económico industrial y productivo", siendo lo del "modelo industrial" lo usado como título por el medio al que tanto fascinan, sin matices, "progreso" y "crecimiento", más incluso que la "supervivencia humana".
Tan inane y poco lúcida, desnortada intervención se produjo en un curso o encuentro para jóvenes millonarios (135 € de entrada por asistente) titulado -falso, demagógico y oportunista- "Jóvenes y cambio climático", patrocinado por el Gobierno de Cantabria, ¿cuánto cobrará un ponente? y apadrinado, sin duda, por una PSOE que exhibe la irreflexiva urgencia del que, responsable de décadas de colaboración activa, pasiva y perifrástica con la causa -y, en especial, con los causantes- del destrozo, tiene que hablar, Greta Thunberg dixit, aparentando que hace.
La emergente ministra en funciones dijo, al parecer, también que "por primera vez, tenemos la oportunidad de utilizar la tecnología para salvar nuestro futuro (...)" algo que, al más lego, sugiere varias preguntas: ¿Hasta ahora no ha habido tecnología? ¿Quién decidirá cómo será usado tan novedoso como taumatúrgico medio? ¿Quién se beneficiará de la redención? ¿Los de siempre, como siempre y en las cantidades de siempre? No lo explicó, demagoga y oportunista, la ministra en funciones, ni tampoco que la tecnología aplicada sin calor humano y por contra, como ocurre casi siempre, enfrentada a él, es el mayor enemigo del planeta, la naturaleza, el género humano,....
En las formas, dos cuestiones llaman la atención, la primera que, demagógico, oportunista y falso, se  convoque el "caro encuentro" refiriéndose a los jóvenes y, la segunda, que al contrario que en los actos promovidos, de verdad, por los jóvenes que remueve Greta Thunberg, donde se acusa a los políticos de socios del capital, de peligrosos y falsos, aquí financian los políticos con dinero de todos y presenta el curso, demagoga oportunista, una ministra, junto a, revisen si dudan la lista de los ponentes, una recua de filo-psoecialistas con -solo- apariencia sostenible y ecológica.

Final para reflexionar. La ministra en funciones, ilegal y en la sombra, tramita sin notificar parte del caos-atropello eólico masivo que, aquí ahora, mueve la familia de Florentino Pérez, pese a lo cual, en el curso-encuentro no usó, tampoco el periódico, una sola vez la palabra clave: "aerogenerador". ¿Por qué no la citan? Evidente.


62 Los domingos, cavilar
El capitalismo
Fernando Merodio
28-07-2019

“Creo que el mayor peligro no es nuestra inacción. El verdadero peligro es cuando capital y políticos hacen que parezca que están haciendo algo real y, en realidad, no hacen nada”. (Greta Thunberg. Asamblea Nacional Francia. Julio 2019).

Es más fácil imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo”. (Mark Fisher citando a Fredric Jameson y/o Slavoj Zizec en “Realismo capitalista”).
Explica Mark Fisher en “Realismo capitalista” que importante efecto de la caída del muro de Berlín ha sido la castradora idea de que el capitalismo “no solo es el único sistema económico viable, sino que es imposible incluso imaginarle una alternativa”, siendo cierto, además, que, tras la práctica del estalinismo, parece difícil apoyar el viable provecho de ajustar a hoy el núcleo fundamental de la dialéctica marxista.
Se deformó todo y aquí ahora, por ejemplo, titula El País la crónica del patético esperpento Sánchez-Iglesias como “la disputa por la guarda y custodia de las esencias de la izquierda” y la subtitula, “el pulso entre los socialistas y el partido a su izquierda es una constante histórica”, ¿a que dirá El País “socialistas” y "partido a su izquierda”, al que vincula a la más que noble -desde la España franquista- “tradición comunista”?; tergiversación -sin duda maliciosa- que exige leer y releer con calma al Raffaele La Capria que de acuerdo con Wittgenstein, para "ayudar a salir a la mosca de la botella" de tan falso "realismo" capitalista -“La mosca en la botella. Elogio del sentido común”- emula a Montaigne y Orwell e invita a mirar y detenerse, no en las grandes verdades que, casi siempre, nos superan, sino en “las múltiples pequeñas y obvias que tienen lugar ante nuestra mirada y que, en cambio, se pretenden negar”.
Quien se someta a tan razonable, humano esfuerzo y lo aplique a analizar, en medio del horrísono ruido de politólogos y tertulianos, lo escenificado por el jefe de planta de la gran superficie que es la PSOE y el peronista de la coleta podrá comprobar que si, como afirma Karl Marx en “18 Brumario de Luis Bonaparte”, “Hegel dijo en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia aparecen, como si dijéramos, dos veces. Pero se olvidó de agregar, una vez como tragedia y la otra como farsa”, ellos han dado otra vuelta más a la tuerca y, así como en el "mausoleo Botín" se ha aflojado la rosca de la cerámica que cubre el catafalco y se evidencia ruina que amenaza con descalabrar a quien, confiado, pase por debajo, a ellos se les ha deslavado su tramposa ilusión óptica, el trampantojo con que disfrazaban su ausencia de ideología e ideas, dejando evidente su sola capacidad para hundirnos.
Evidencian, ¡eso sí!, nuestros dos “hombres de Estado”, ¡la izquierda!, su convicción de que el capitalismo es el único sistema político-económico viable, incluso reforzado tras el desastre en 2008 del corrupto, abisalmente injusto sistema de finanzas y empresasl, habiendo permeado de tal modo en sus cómodos cerebros -sin ideas- tal sistema que les impide imaginar cualquier otro escenario sociopolítico o cultural.
El monopolio del escenario cultural lo exhibe -aplastante y de nuevo con El Delirio Montañés como arúspice- el banco que quiere aliviar su sórdida imagen apropiándose del nombre de la ciudad y ser, sólo, Santander, que exhibe dos “containers” tirados en la mejor parcela, junto a la Grúa de Piedra, y trata de ampliar la usurpación  del vuelo público que es su anacrónico, imperial arco franquista convirtiendo la entrada a la calle Martillo, si no lo evitamos, en una gatera, al horrísono grito, bovinamente venerado por nuestra burguesía de toda la vida: ¡La cultura es mía!; para perpetrarlo y vista la ruina de "el Centro" ha comprado, al parecer, un nuevo arquitecto, otro artista con nombre, Chipperfield, de mago.
En el arduo campo de la vieja lucha sociopolítica, en la “izquierda”, Sánchez, alardea de 140 años reducidos por los 40 vacantes que vivió cuando Franco y la mancha de su entrega en la transición a la CIA para debilitar la influencia que -contra Franco- se ganó el PCE, usando, para ello, los bonitos -y caros- posters de José Ramón Sánchez que en las paredes taparon el postrer pedagógico intento del izquierdismo marxista y, poco después, entrar él en las cloacas del GAL, Filesa, Malesa, Time-Export,..., Roldán, Barrionuevo, Vera,..., los inconclusos ERE,... y aliarse, aquí ahora, con Revilla-Martín para facilitar al capital, como en toda España, la destrucción del planeta y que sean, además, suyos todos los beneficios de la  generación y suministro de la energía, al tiempo que Iglesias, "izquierdista" sin historia, venido de una nada cutre que dicen universitaria, junto, igual que Ceaucescu, a su compañera, deshacía “15-M”, “Marchas por la libertad”, “Rodea/Ocupa el Congreso”,... y lo sustituía por la cáscara hueca que se ha evidenciado “Podemos”, exhibiendo la hortera y egoísta ambición de tener -contra las solidarias recomendaciones de controlar territorio, agua, población,...- una gran parcela, un chalet, piscina... y, al menos, tres hijos, ya que él dispone, al menos de momento, de medios; el resto, la gente, que se las arregle.
Con tales antecedentes parecen creer que, como dijo Thatcher, no hay alternativa y el libre comercio y la desregularización del mercado son único modo para organizar la sociedad, pese a ser evidentes y múltiples los nocivos efectos que tal ontología de los negocios tiene en la vida pública; ignoran -o fingen ignorar- que el capitalismo es todo   menos un inevitable orden natural eficiente, que, muy al contrario, es causa del trabajo más precario, la intensificación de la cultura del consumo despilfarrador, la expansión de la burocracia en la sociedad y sus propios partidos y organizaciones afines, la mercantilización de educación y sanidad, la gestión de la política por medios de empresa, el aumento de las enfermedades mentales, estrés, depresión,... y, último logro para despistarnos de lo esencial, la insana, ineficiente, desigual y jurídicamente insegura judicialización de la relación entre hombres -agresores- y mujeres -víctimas-, olvidando que, escribe Javier Marías, "las mujeres mienten unas, otras no, igual que los hombres, (...) y la idea de que casi no haga falta ni siquiera juicio es exactamente la misma idea que la del linchamiento",...; olvida esta "izquierda" que toda solución pasa por ayudar a que la mosca salga de la botella, de las pautas marcadas por el capital y hacer que, de abajo a arriba, sea la sociedad quien ocupe la esfera pública.
Coda final práctica.- Mientras esa "izquierda", revolucionaria, proponía en el tedioso, canalla debate de investidura bajar algo el precio de la luz, subir un poco los inseguros míseros salarios -de momento, Ada Colau se lo ha subido un 40%-, desmontar -para montar otra- la reforma laboral, criticar, hablando ellos en secreto, la "ley mordaza",..., admirable, una niña sueca con síndrome de Asperger llamada Greta Thunberg, sabedora de cuál es el real problema, repite, repite, repite,..., machacona repite que ya es muy urgente dejarse de pamplinas y "cambiar el sistema" y, hace unos días, se plantó, valiente, ante la Asamblea Nacional -¿queda algo en ella de la Revolución?- francesa y, mientras la derecha, ignorante, egoísta e histérica, silbaba, cierta izquierda, igual de ignorante, egoísta e histérica, miraba estupefacta sin saber qué hacer, advirtió que, siendo tan grave que no hagamos nada, "el verdadero peligro es cuando capital y políticos -nuestra "izquierda" sin una referencia a la destrucción del planeta y cambiar el sistema- hacen que parezca que están haciendo algo real y, en realidad, no hacen nada".


Como explica Glenn Greenwald, está claro, quien pelea lo sabe y lo paga en sus carnes, que "si te enfrentas al poder, éste puede vengarse" y, sin duda por ello, esa "izquierda" tan nuestra decidió, egoísta y medrosa, integrarse en "la casta", en lugar de intentar salir de la botella, aplicar, con valentía, el sentido común y ponerse a desmontar la gran falacia que, sin duda, constituye el carácter beatífico e inevitable del capitalismo y, a continuación, buscar otro cauce.






61 Los domingos, cavilar 

Los mirones dan tabaco 

Fernando Merodio 

21/07/2019 

“Si triunfamos, no será por disparar primero; será porque nos disparan. Lo único que entiende la clase dominante es la victoria. Pero subestima el poder del fracaso" (James Connolly a Nicolai Bajtín, en "Santos y eruditos" Terry Eagleton). 

"El absolutismo moral de Connolly le resultaba, al mismo tiempo, aborrecible y apetecible" (Reflexión novelada de Ludwig Wittgenstein en "Santos y eruditos" Terry Eagleton). 

Hace lustros, un grupo de jóvenes aficionados a enclaustrarnos en ingenuas partidas de ajedrez hicimos vírica entre nosotros la frase "los mirones dan tabaco", reproche amable y ácido a quienes nos miraban y sugerían en voz alta movimientos de piezas con los que creían resolver las dudas que -imaginaban- podíamos tener; admonición que, encrespada, seria y agria, rebrota ahora en mí cuando hay en juego algo mucho más sustancial y serio que una estimulante pero vacua partida de ajedrez y alguien ajeno al riesgo osa opinar en voz alta para, casi siempre, perjudicar. 

Opinar en público sobre conflictos ajenos sin tener en cuenta -ni pedir opinión- a las víctimas de esos conflictos es vicio nocivo, abuso de los burgueses que tan bien esbozaron Galdós y, luego, Buñuel en el Toledo de la magnífica y sugerente "Tristana", ignaros de realidad, hormas de lo que es la inane y "bobina complacencia" con que alardean de lo que son y -creen- representar. 

A partir de tan personal disquisición especulativa analizo, con dolor y por higiene, un dañino caso práctico; pongan que esto es Santoña, cantábrica villa marinera que el auténtico Napoleón Bonaparte y no uno de los miles que, enfermizos, intentaron imitarle, sembró de Bienes de Interés Cultural, BICs, fuertes, baterías costeras, cuarteles y dependencias militares, entre las que figura un reconocido Hospital Militar que, por órdenes directas del propio Napoleón, se implantó, tras alquilarla, en la llamada Casa Maeda -distinta del Palacio Chiloeches con que hoy se identifica, que estaba donde hoy está el Ayuntamiento-, levantada, entre 1648 y 1694, para Don Francisco de Maeda y del Hoyo por el arquitecto Francisco Menéndez Camino. 

Se trata de un edificio que, probablemente desde siempre y al menos desde 1811, en que aparece reflejado en fiables planos franceses, tiene forma de L y claro valor histórico prolijamente documentado, que hizo que el 24 de mayo de 1972, la (in)cultura franquista lo declarara "Monumento Provincial de interés histórico-artístico" con base genérica en su "especial interés para la región, provincia o municipio donde se alza, por constituir documento importante para su historia, aparte su valor artístico sustantivo", así como que, años más tarde, con escaso esmero material y formal por parte de los políticos, expertos y funcionarios que gestionaban -y gestionan- la protección de nuestro patrimonio histórico básico, por mero imperativo de la Ley 16/1985, del patrimonio cultural cántabro, pasó de "monumento provincial" a Bien de Interés Cultural, BIC, con el imperdonable error de no haber determinado con exactitud su imprescindible "entorno de protección" y mantener la "chapuza" formal franquista de, en su magro expediente, solo referirse al brazo largo de la L completa que era -y es- el Hospital; desidioso error político-administrativo por el que los afectados intentan limitar, de modo ilegal/ilógico, la importante declaración como BIC y la protección del Hospital Militar solo al brazo largo de la L -repito, completa- que fue -y es- el Hospital

Nuestra burguesía "cultural", apellidos conocidos, buenas y -acaso también- malas ideas y acciones, hizo por ello el inane ruido que le gusta hacer para justificar nosequé y ahí habría acabado todo de no ser por un concejal de "Santoñeses" -espero no molestarle citando su nombre-, Jesús Gullart, que, además de protestar, hizo lo que el principio de legalidad, el estado de Derecho demanda a quien no está de acuerdo con una actuación político-administrativa errónea -o maliciosa-, recurrir y recurrir y volver a recurrir, hasta acabar en la sala de lo contencioso-administrativo del TSJC, con sólidos argumentos en defensa de que la acción de propietarios, ayuntamiento y consejería de (in)cultura estaba siendo ilegal, radicalmente ilegal,..., en el peor sentido de la palabra especulativa, pues el Hospital Militar, el BIC, es la L completa y el jardín. En esas está, empleando tiempo y dinero y enfrentado a todos, especulación, propiedad, partidos, ayuntamiento, gobierno regional,..., espero que nadie más; sin el concejal ya se habría derruido, de modo ilegal, un muy importante trozo de Historia y se habría levantado el especulativo edificio proyectado; (in)cultura, que algo sabe y teme, lo ha frenado.


En tan duro tranco, a breves días de llevar el debate legal a los tribunales, ¿casual?, el 13/04/2018 El Delirio Montañés publicaba a toda página un artículo de opinión, con fotografía, suscrito por el muy dado a mirar opinando Grupo Alceda, los mismos apellidos de arriba, el "Santander de toda la vida", titulando, ¡deberían explicarlo!, "Legal sí, pero decisión política errónea", a toda página, insisto y diciendo con falsedad y sin un solo argumento que el irreversible atropello contra un ala del histórico Viejo Hospital Militar Napoleónico de Santoña es legal, llevando la contraria -¿ignorantes o mal intencionados?- con ello al concejal solitario que defiende el principio de legalidad. 

¿Quién de esa inane burguesía, quién de sus instalados y subvencionados sabios sostiene la tesis de que es legal demoler un trozo de, con mayúscula, la Historia de Europa, España, Santoña,...? Que lo escriba, lo razone, y ponga debajo su nombre. 

¿Un error casual? Alguien con muy buena fe, tan buenista como aparentan ellos quizás pudo pensarlo hasta que, hace una semana, el pasado domingo, coincidiendo, ¿casual de nuevo?, con la entrega al tribunal del documentado y terminante informe pericial de una profesora -no uno de ellos, por supuesto- sobre el indubitado valor histórico de todo el Hospital, de nuevo a toda página y en El Delirio Montañés, el mismo Grupo Alceda con sus mismos apellidos lo volvía a distorsionar todo con su malsana opinión en un artículo presidido por un puño -maltratado icono, símbolo de la lucha del débil contra el poder- al que aguantaba un tablón, titulado "La invención de la Historia", en el que insistían en que la demolición parcial del Hospital Militar es "sí, legal. Pero ¿es lícito que el beneficio de un empresario esté por encima de la memoria de la ciudad y sus ciudadanos?", impúdica exhibición de ignorancia de lo que son Ley y principio de legalidad y escarnio evidente de lo que son Política, con mayúsculas, y legitimidad de los mismos que, tras el irreparable daño ecológico ilegal causado en la ensenada del Camello, mantienen una fúnebre lucha a favor de su particular concepto estético respecto a los, ¡esos sí!, legales "espigones de La Magdalena"

Vuelvo al principio y repito que, como los espectadores de partidas de ajedrez, "los mirones, todos, dan tabaco", los reacios a implicarse en los riesgos de la lucha -con seriedad- para defender el estado de Derecho, debieran limitarse a dar tabaco y, si les parece poco, aplaudir o silbar a quien, con riesgo, se faja con el poder, procurando no causarle, con buena o mala fe, daños o perjuicios; lo ocurrido es doloroso, triste, exige urgente -quizás imposible- autocrítica, petición de disculpas y, posiblemente, una larga y silenciosa reflexión del aventurado grupo. 

Tiempos canallas, confusos, peligrosos, de políticos venales/ineptos con un entorno sumiso, subvencionado, un pequeño presidente atravesado de fracasos, amante del exhibicionismo, émulo de las niñas que, hace casi sesenta años, decían que se les aparecía la virgen en Garabandal y que sitúa en medio ambiente a Guillermo Blanco que, hace días ¡en la universidad! decía que "iba a sacar el carbón del modelo energético", que parece ser lo que piensa que es la "descarbonización" y ni siquiera alcanza el estatus de mirón obligado a dar tabaco. 

Burgueses, presidente exhibicionista y descarbonizador desconocen -y desprecian- todo poder asentado en la lucha contra quienes disparan y sus habituales fracasos; quizás por ello abominan a quien, firme, confía en el absolutismo moral.


60 Los domingos, cavilar 

Eólico Revilla 

Fernando Merodio 

14/07/2019 

“De ciudadanos pasamos a ser individuos”, pese a lo cual, "hay personas que saben que no pueden dominar la vida, pero sí pueden dominar su miedo" (Theodor Kallifatides. "Otra vida por vivir").

Se escribe para uno mismo, por narcisista estética, para reflexionar con intención de mejora, para afianzar aquello de lo que se duda, para incidir en el que piensa diferente... como parte mínima del colectivo de los llamados intelectuales, que "han encontrado algo en lo que pensar, además de en las mujeres" (Edgar Wallace), que saben que se trata de "dejar de hablar y pasar a la acción" (Mary McCarthy), explicando ideas o hechos, planteando debates, fomentando la reflexión crítica sobre el entorno para cambiarlo, mejorarlo, concepto que nació en el último decenio del siglo XIX en torno a J'Acuse...!, carta de Zola al presidente de la república francesa, primera página del periódico L'Aurore que desató un feroz enfrentamiento entre el militarismo de la derecha y el izquierdismo de comunistas, socialistas y anarquistas sobre la injusta persecución, juicio y condena a cadena perpetua que, tras ignorar las pruebas que le favorecían, se impuso a Alfred Dreyfus, judío falsamente acusado de alta traición por espionaje a favor de Alemania, no rehabilitado hasta 1906, cuatro años después de que Zola, amenazado a causa de su carta, falleciera en 1902 oscuramente asfixiado; J'Accuse!, fundamental en la vida y obra de Zola, que afirmó no haber visto jamás a las personas a quienes, en defensa de Dreyfus, acusaba, ni sentir por ellas rencor ni odio y veía su carta como "un medio revolucionario de activar la explosión de la verdad y de la justicia", marcó un antes y un después en la historia de Europa. 

Aquí ahora las grandes batallas se dan en torno al abuso del 1%, sobre los derechos del resto, siendo fundamental la reciente en torno a la destrucción del planeta por su calentamiento global y la manipulación que en torno a ello y a las energías llamadas renovables, en especial eólica y solar, con cínico apoyo de políticos, subvencionados y medios de comunicación, tratan de perpetrar los causantes del desastre. 

En Grecia, la mitología humanizaba mediante leyendas la acción de la naturaleza y, así, el aire o viento, que representaba el estado gaseoso, era, con la tierra, el fuego, el agua y el éter o quintaesencia, uno de los cinco elementos básicos, y los anemoi, dioses del viento, con sus diferentes denominaciones según el punto cardinal desde el que soplasen, tenían forma de caballos retenidos en los establos de su señor, Eolo, al que el dios del Olimpo, Zeus, había otorgado el poder de pacificarlos o agitarlos, poder que le permitía ayudar a sus amigos como Ulises, al que, en su regreso a Itaca, facilitó vientos favorables en el poema épico Odisea, atribuido, como Iliada, a Homero. 

Aquí, Revilla -Revilluca se dice él en los medios-, con atrevido desparpajo ignaro, aspira a dominar, omnipotente, el decisivo principio que es el viento para, con él, como hizo Eolo con su amigo Ulises/Odiseo, quizás favorecer a quienes quiera y, en un vergonzoso mercadeo persa, negro o como cada cual quiera considerarlo, tras las elecciones, nos obliga a asistir al cambalache de puestos y la arbitraria asignación de competencias en las maleables y acomodaticias consejerías regionales, en el que, en su afán de controlar la asignación de los beneficios del viento a quien convenga y, sin duda, para rodearse de currículos aun más sospechosos y fracasados que el suyo, ha atornillado en las importantes consejería y dirección general de Industria a Francisco Martín y Raúl Pelayo (PRC) y abducido el garantista, esencial Medio Ambiente -que hasta ahora ha tratado de imponer ley en el "caos" eólico desde la consejería de Universidades e Investigación, Medio Ambiente y Política Social, de Rosa Eva Díaz Tezanos- para que lo maneje Guillermo Blanco (PRC), "mano derecha" del presidente colocado en la híbrida consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente; asistimos a la -inexplicada/inexplicable- creación del núcleo duro de algo regionalista que no anuncia nada bueno y frente a lo que habrá que protegerse. 

A partir de ahora será -aún más- responsable el PRC y, en especial, el omnipotente nuevo Eolo de Cantabria, Revilluca, del (des)control que se pretende otorgar de todos los beneficios del "elemento gaseoso", el viento, al capital más (des)controlado, que, de ilegalidad en ilegalidad y desde hace muchos años, intenta arrasar en especial la parte comunal de nuestro pequeño territorio, el mismo capital frente al que nos pide solidaridad -que, de corazón y mente, le damos- la comunidad indígena zapoteca de Unión Hidalgo, en el estado de Oaxaca, México, amenazada por la implantación, entre otros muchos, del devastador parque industrial eólico "Piedra Larga", que impulsa una filial local de la española Renovalia Energy y amenaza, hostiga, difama, agrede físicamente,... a los miembros de esas comunidades indígenas, obligando al Defensor de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca a reconocer el elevado nivel de riesgo y otorgar medidas cautelares comunitarias a Unión Hidalgo desde el año 2013.

No contaban las inicuas corporaciones del abuso eléctrico del capital con tener que enfrentarse a conscientes sabedores -desconocedores acaso de la teoría- de lo que decía Jean Paul Sartre: "O mueres por algo, o mueres por nada", viéndose obligadas a exhibir una gráfica y dolorosa muestra de cómo piensan frenar con -las que dicen- energías renovables la destrucción del planeta, por ellas mismas desencadenada. 

El nivel de una cultura no puede juzgarse, como escribe Theodor Kallifatides, poeta y novelista griego de 81 años emigrado a Suecia hace cincuenta, en "Otra vida por vivir", sólo "por las libertades que se toma, también se juzga por las que no se toma; hay cosas que no se prohíben, pero eso no significa que se permitan", explicando que quienes limitan esas libertades "tienen sus periódicos y sus emisoras y sus sofás frente al televisor", miembros de corrientes hasta hace poco subterráneas, emergidas a la superficie, "anticomunismo fanático, odio por la socialdemocracia, antiguos nazis, (...) nuevos ricos que ven en su riqueza la prueba de su superioridad", la cobarde y dañina pequeña burguesía servil del chalet individual/adosado, atemorizada,..., todos ellos encantados con la llamada globalización y el "progreso" que, en esencia, no eran otra cosa "que el capital internacional podía hacer lo que quisiera y donde quisiera" y han devenido en "una nueva teoría cósmica con muchos y muy hábiles defensores"

Las gigantescas corporaciones de Unión Hidalgo y el ultra-liberalismo anti-igualitario afanados en destruir el istmo de Tehuantepec actúan aquí ahora, las mismas con los mismo fines y -con el solo matiz de que, parece, de momento no matan- igual método; como en México, "amenazan, hostigan, difaman, agreden,..." a quien no se calla, para lo que usan sus periódicos, radios, sofás frente al televisor,... difundiendo el irracional anti-marxismo que propician los -que aquí se dicen- socialdemócratas, el ecologismo y sindicalismo burocráticos y subvencionados,..., lo que ha hecho que, como narra Kallifatides, de ciudadanos nos estamos despeñando a débiles y cobardes individuos. 

Resumen, que desarrollaré, de lo que aquí está pasando, el "poder capitalista verde" de la familia de Florentino Pérez, aliado con Viarsa Enerxia, "armador pirata" gallego detenido por pesca ilegal y delito fiscal, quiere imponer 24 aerogeneradores gigantes en el obsceno parque industrial "Morosos", antes "Castillo", en una zona poblada, con importantes valores sociales, culturales, turísticos, naturales,... del sur de Cantabria, parque al que, otra vez, el ilegal trío siempre perdedor Revilluca/Martín/Pelayo da paso sin someterlo al conocimiento y debate de los interesados/afectados incurriendo, quizás, en ilícitos penales. 


Coda.- Los mismos periodistas(¿)/medios que condenan al silencio a los indígenas de Tehuantepec -y a todos nosotros- publicitan de modo dañinamente aséptico, sin valorarlo, el inmoral recurso en el que piden dinero público adjudicatarias -en alguna de las ellas participa el Instituto de Hidráulica- del ilegal/corrupto concurso eólico.




59. Los domingos, cavilar
Una oferta irrechazable
Fernando Merodio
07/07/2019
 ““Periodismo es publicar lo que alguien no quiere que publiques. Todo lo demás son relaciones públicas (George Orwell).
"(...) lo que nos está pasando jamás lo imaginé. Todo se desmorona, Nos sentimos en estado de shock. Sencillamente, nos sobrepasa" (Joan Báez).
Un aciago pálpito, las breves imágenes de la pequeña parte de una larga reunión que da más de sí y desasosiega por lo que se ve y lo que sugiere, previa a navidad de 2010 ó 2011, en la que cofrades de la fundación familiar Botín se reúnen con Renzo Piano, un "artista", en su estudio de Génova con el ufano gesto petulante de quienes solo dudan en nimios detalles, para ser informados, entre risas, sobre el proyecto -aún no planteado a la ciudad- de un túmulo y, en el trámite, ante alguna leve duda sobre la respuesta política a la forma en que fraguaban presentar, con ardides de pillo, lo que "el artista" madurase, un miembro de la etnia expresó estupor con el hosco mohín de quien se siente ofendido: "No veo por qué van a decir que no"; entiende irrechazable la oferta de ocupación privada -por ellos- de la mejor zona del muelle ciudadano de Santander para una iniciativa tan agresiva, humillante y privada como no requerida.


Tales hechos y lo que vivimos exige que cada cual, sin esconderse por comodidad o miedo, se moje, lo valore a tenor de su tolerancia y sensibilidad... para luego actuar. Lo explica Joan Bàez, son tiempos muy ásperos en los que cuesta, no prende, la lírica, de ignaros cobardes que, maleables y dúctiles, se adaptan todo, tiempos en que el dinero organizado en cuadrillas, el capital, abusa del disperso individuo, campa por sus respetos, actúa a su placer; tiempos en los que, como refrendan las imágenes, Trump es perfecto -no único- paradigma y, aún peor, alarmante síntoma.

Más que mil palabras, las imágenes de The Godfather, "el film" sobre la mafia, en su escena inicial, la boda de Connie/Talia Shire, hija del padrino, destilan en metáfora el modo mafioso: Michel/Al Pacino, futuro cruel padrino, explica a Kay/Diane Keaton, novia y luego angustiada esposa, cómo Don Corleone/Marlon Brando, forzó a Jack Woltz, magnate del cine, a relanzar la carrera de Johnny Fontane, alter ego de Sinatra, usando a su consiglieri/abogado, Tom Hagen/Robert Duval que, tras fallar en su modo académico, depositó la ensangrentada cabeza cortada de un carísimo caballo en la cama del indócil, un método que, aunque parezca mentira, era más fino que el que habitualmente usaba el gorila Luca Brasi, al proponer una " irrechazable oferta " que, sin otra opción, era aceptada por quienes se habían negado a lo que el Don quería.

Mafia es palabra derivada de la árabe mahya que, llegada a Italia en la ocupación de Sicilia a fines del siglo X/principios del XI, definía a individuos pretenciosos y abusivos, siendo hoy, para unos, la pura y dura organización criminal, mientras para otros identifica a las muy diversas redes oscuras que operan para usurpar beneficios con actividades ilícitas en política, paraísos fiscales, medios de comunicación, narcotráfico, arte, electricidad, petróleo,...; los mafiosos aparecen, pues, en el imaginario colectivo tanto con la forma de lo que fue -y es- organización criminal que incluso no duda en matar como, aplicando leves matices, con la de los sólidos y delictuosos grupos "de presión" que, apoyados por lobbystas -más o menos legales- pagados, trapichean con intereses socio-económicos -casi siempre- fuera de la ley.

Las distintas mafias -en el sentido que cada cual quiera dar al concepto- controlan los medios, hacen que solo se informe de lo que les conviene, falsean lo real, lo que es útil e importante logro de su enorme poder y, por ello, obligan a quien, de verdad, quieran frenar lo que, dolidos y exactos, Joan Bàez y otros denuncian, deberán arriesgar, difundir información real ajena a la de sus corruptos -y falsarios- medios, explicar, hacer público aquello que las mafias del poder prefieren oculto, una actividad cuyos riesgos muestra "Truth" -"Verdad"-, film político de los USA, sobre los avatares de la información que osaron difundir Mary Mapes y Dan Rather, de la poderosa CBS News, sobre el oscuro y vergonzoso trato de favor recibido por George W. Bush  a su paso por el ejército y cómo Mapes y Rather fueron laminados, a pesar de lo cual, y con menos poder que la CBS, -pienso que- merece la pena intentarlo.

Lo del túmulo/pirámide del muelle Alvareda es cuestión mayor, no solo de estética opinable o influencia cultural detestable, es más, mucho más, ha quebrado el Estado de Derecho y humillado a la ciudad dormida, es botín, soberbia metáfora didáctica, Robert L. Stevenson, bucaneros, islas, mares, tesoros,..., que pone en el centro el obsesivo dinero, psicoanálisis, coprofagia, sexualidad mal resuelta que hace aferrarse a lo que, coercitivo y mórbido, incluso lo inmaterial, se ambiciona propio, compulsión que los años mutan en desordenado deseo de lo material, inseguridad, cobardía, botín que se intenta atesorar en forma de sucios papelajos o lisonjeros halagos agresiva, ofensa sin pudor a los que se ganan la vida con el limpio sudor de su fuerza de trabajo, que obliga a atender el aviso de George Steiner, agitador intelectual, "si no encontramos otro ideal, el dinero acabará con todo".

Pasó el tiempo y en la mejor parcela pública de nuestra ciudad, un poder temido como absoluto plantó lo que quiso con su apellido grabado a sangre y fuego, gritó quien manda y decidió, peor, difundir "su hórrida cultura", tal como, profético, el 31 de julio de 2010, ignoro si antes o después de la reunión de Génova, El Delirio Montañés de M.A. Castañeda, en un publirreportaje de seis páginas alardeara saber, sin lugar a dudas, que “Botín construirá un centro cultural (...)” y, seguro, “ocupará (...) la zona delimitada por la línea roja”, que entonces era aparcamiento del muelle de ferrys, usurpación, apropiación del dominio público marítimo en que la ley prohibía edificar, quiebra del perfil urbano e historia, humillación de la dignidad ciudadana,... y, peor aún, burla a bombo y platillo del contrato social, el Estado de Derecho.
Desde la reunión de Génova -cuya fecha ignoro- y lo de ese abyecto periódico de 31 de julio de 2010, escarnio de un medio sumiso al servicio de un poder fáctico ajeno a la ley, 1) se modificaron ilegalmente los usos del dominio público del Muelle Albareda, 2) se regaló tal espacio y su uso, mediante una concesión, cuyo pliego de condiciones "pactado" se anunció en el estudio de Piano, en evidente, ilícito y flagrante pacto previo del dinero y tres Administraciones y 3) se implantó un mamotreto ilógico, todo ello ilegal al servicio del dinero de un apellido; lo explica, genial siempre, El Roto, una mesa, dos figuras, una desde la sombra da un papel a la otra y le ordena: “Páseme a legal este atropello”; la imborrable vergüenza aún impregna los -ilícitos- expedientes.
Vuelvo a las imágenes, grabadas por ellos con calidad para ser hechas públicas, quién sabe qué fin y, pese a ser poco dado a temer algo que no sea el miedo, me aterran, es poder insano, quiebra del procedimiento que garantiza la igualdad, del contrato social, del estado de Derecho, del respeto mutuo,... Sin proyecto, tendrían seguridad cuando les "den la concesión del terreno", para la que -¿antes?- deberían "acordar el pliego de condiciones", los técnicos de la administración, "lo irían viendo", evitarían a la prensa -¿incluso a "El Delirio"?-, la seguridad estaría en la palabra de Revilla, Iñigo, "la Vice", Christian,... y presentarían los papeles con tal seguridad,...; me indigno de nuevo con el hosco mohín de quien, ofendido, dice, "no veo por qué van a decir que no" a lo que, irrechazable y desde su poder, ofrecen quienes dicen lo que dicen tras llevar de España millones durante decenios a paraísos fiscales, ocultar acciones, traficar con arte, construir, "de ese modo", su sede en Majadahonda,...

Me esfuerzo en soportar la vista de cómo convive cada cual con ello y siempre me alineo con quienes saben lo que sabe Elena Poniatowska, novelista mexicana muy grande y valiente: “El poder financiero manda (...) en el mundo. Los que lo resisten montados en Rocinante y seguidos por Sancho Panza son cada vez menos. Me enorgullece caminar al lado de los ilusos, los destartalados, los candorosos.






58 Los domingos, cavilar
Justicia, indulto y diálogo
Fernando Merodio
30-06-2019

"Deseo una sentencia que no comprometa el diálogo (...) en una breve conversación, Oriol Junqueras me dijo que que había que dialogar, (...) el ejecutivo debería estudiar los indultos a los presos independentistas si los piden" (J. L. Rodríguez Zapatero. PSOE).
El miedo prepara para aceptarlo todo”. (Giorgio Agamben).

Un grave avatar, el más doloroso, sufrido, ¡mi más sincero abrazo, amigo!, por quien posibilita la -para mí- inabordable tarea técnica de poner al alcance de unos cuantos estas cavilaciones me obliga a cambiar el orden planificado para redactar aquello sobre lo que cavilo, dejar para el próximo domingo lo de la reveladora historia del tiempo previo a que con una más que evidente -aceptada por casi todos y elevada a normal por algunos tribunales- corrupción política y unos estilos con tintes mafiosos se facilitara la implantación en el mejor solar común urbano de un túmulo con apariencia de doble container industrial con patas, que nada tiene que ver con mi teoría y práctica de la cultura y sustituirla, concluido ya el juicio del procés y a la espera solo del fallo, por una reflexión sobre la levedad del contrato social y la quiebra del estado de Derecho que envuelven "lo catalán"... y otras cosas de actualidad.
En 1995 Giorgio Agamben defendía en "Homo sacer" que, a partir de las grandes ideas en especial jurídicas, argamasa social, vivimos en lo que él llama "estado de excepción", con las leyes suspendidas, cada día más, hasta el extremo de poderse valorar el campo de concentración, esencia de  suspensión/anulación/incumplimiento de la norma jurídica, como paradigma de la sociedad actual.
Unos pocos ejemplos en la vida actual: se suspenden, con gran costo económico y sin razón jurídica que lo justifique, los efectos de la resolución de un expediente firme y consentido por todos -solo- porque unas escolleras -que los técnicos insisten en considerar solución a un problema- no coinciden con los remilgados gustos de una rancia burguesía santanderina, el miedo interesado hace que una norma prive de presunción de inocencia a los hombres, la mitad de la población, y los tribunales se excedan al aplicarla, norma y aplicación que, sin duda, dañan muy gravemente, entre otras, las gratificantes, imprescindibles relaciones sexuales y la historia citará como un negro período de inseguridad jurídica, de indiscriminado y asimétrico uso de la ley del Talión contra, incluso, quien no ha hecho nada, neofascismo que promueve injusta represión discriminatoria frente al que es urgente razonar con fuerza, se anuncia en los medios que quienes, con sus tropelías, han causado el destructivo calentamiento global son quienes van a arreglarlo, se crece al mentirnos Revilla, y el fracaso de todas sus más importantes iniciativas, TAV, fibroyeso, PROT, Racing, Comillas, Diputación, caos eólico,..., sus reiterado olvido de las promesas, el derribo de viviendas ilegales,... hace risible -¿o terrorífica?- la desfachatez con que alardea de que ahora -¿antes quién, sr. presidente?- tiene la sartén por el mango, se sabe que lo de todos los independentismos es egoísmo, abuso, negación del estado de Derecho, descaro en el incumplimiento del contrato social, burla del resto,... y se añaden ahora dos insolventes sin fuste, Pablo Iglesias empeñado en acaldar ingresos para pagar la hipoteca de su chalet en la sierra y Rodríguez Zapatero, el que nos despeñó en la crisis, que regresa pidiendo "una sentencia que no comprometa el diálogo" ¿Hay alguien capaz de encontrar un adarme de seriedad en todo ello?
Vuelvo al Agamben que explica sus ideas con paradigmas y recalca que, hace veinte años, el campo de concentración, el lager, le pareció prototipo perfecto para identificar el espacio sin ley, en que todo era posible, pero advierte que ahora "los espacios de excepción se han multiplicado hasta coincidir con el espacio mismo de la ciudad", señalando como ejemplo que "pocos saben que las leyes de seguridad en vigor en Francia son dos veces más restrictivas que las de la Italia fascista", generando una población que, sometida a la amenaza y el  miedo, lo acepta todo de modo que políticos -corruptos- y capital -corruptor- lo aprovechan en su privado interés.
A quienes, no como los que, sin conocerlo, aquí ahora hablan de memoria histórica, sufrieron -y se enfrentaron a- la represión franquista les cuesta, sin duda, comentar de aquella España, en que la injusticia y la represión estaban en el tuétano del régimen, en la vida misma, y les molesta, temen frivolizar, compararla con la actual, en la que gente como Coterillo no sufriría, en efecto, diez años de cárcel -sólo- por defender sus lícitas y heroicas ideas pero, desde las antípodas de Vox, ven que hay jóvenes, muchos jóvenes, detenidos, esposados, expulsados de sus casas, separados de sus hijos, obligados a pagar pensiones,... por la insana aplicación de una insegura ley represiva, como ven también que aquí ahora los sindicatos, las relaciones laborales, el control de las empresas -ajeno a la real fuerza del trabajo- son débiles burocracias que propician la desigualdad, ven también cómo se nos cachea -si se considera preciso- para acceder a la casa de todos, el ayuntamiento, o a cualquier oficina pública, ven lo que cuesta acceder a un expediente y, aún más, obtener copias, y ven cómo las grandes corporaciones que han destrozado el mundo, impunes, se aprestan a seguir haciéndolo,... Ven -y son conscientes de- que suceden mil cosas que, de cara al futuro de ser humano y planeta, son quizás mucho más peligrosas y dañinas que lo de Franco y por ello, un ejemplo, les parece buena la idea de Agamben de plantearse arrinconar nociones como propiedad, que siempre estuvieron en el epicentro de la política, y "pensar otra política fundada solamente en el uso", concebido como relación con un mundo "inapropiable" por los individuos, del que pudieran ser ejemplos el paisaje, la lengua, el cuerpo,... "objetos de uso común, pero nunca de una verdadera apropiación"; o sea, justo lo contrario a lo que, desleales siempre egoístas, pretenden aquellos con los que Rodríguez Zapatero, estrafalario, incluso obsceno ex-presidente del gobierno de todos, sin explicar qué, por y para qué, pretende que negociemos.
Hoy vivimos la falaz y cómoda sobrevaloración del consenso y el diálogo para tratar de alcanzarlo, olvidando que la política es, al menos, tanto consenso como conflicto y que el mérito de quienes se preocupan por ella reside en el acierto al determinar cuál de esas actitudes corresponde a cada circunstancia y momento, siendo el conflicto preciso tanto para identificar a las bases con los dirigentes o llevar al otro a defenderse como para proteger principios éticos, sociales o políticos que, de verdad, merezcan defensa, mientras que diálogo y consenso se utilizan para aplazar problemas, buscar su solución sin males mayores o abusar de una superioridad en la negociación que obligaría al contrario a aceptar cualquier propuesta; no siempre es mejor la postura dialogante, que puede ser mera apariencia de falsa bondad, comodidad, cobardía, simple traición,... a quienes se representa, mientras que la que defiende el conflicto puede ser cierta, honesta y valiente.

Como final, el indulto que, ad cautelam para una condena aún no impuesta, propone el extravagante promotor de una "alianza de civilizaciones" con el poco civilizado Erdogan, constituye una excepcional medida de gracia fundada en razones de justicia, equidad o conveniencia pública debidamente razonadas, que no extingue el delito ni condona la responsabilidad civil, sino que simplemente, sin cancelar antecedentes penales, elimina, total o parcial, la pena impuesta por sentencia firme a los reos de cualquier clase de delito, estando prevista su concesión solo en aquellos supuestos en que la aplicación de tal legal pena, atendiendo a las condiciones del reo y siempre en aras a la finalidad última de su reinserción, no sea del todo proporcionada o acertada, lo que en nuestro caso concreto, aquí ahora y en referencia a los gravísimos hechos y a la actitud actual de los que han sido juzgados no es el caso, como no lo fue en el que Felipe González, concedió en su último consejo de ministros al corrupto Juan Ramón López Revuelta y no -¿por qué?- a los concejales que, junto a él, fueron condenados.



57 Los domingos, cavilar
Pequeños burgueses y políticos
Fernando Merodio

23-06-2019

“Creo que el progreso es real en la ciencia y en la tecnología. En la ética y en la política, sin embargo, pienso que el progreso en el sentido de un avance acumulativo, paso a paso y fase tras fase, es en el fondo un mito o una ilusión”. (John Gray. “Tecnología, progreso y el impacto humano sobre la tierra").

"Soy positivo (...) del lado de los optimistas (...) convencido de que la lucha contra el cambio climático se va a ganar gracias a las directrices globales y al progreso tecnológico" (José Luis Rodríguez Zapatero. Militante del PSOE. Ex presidente de España).

Objetivamente, si admitimos la existencia de tal concepto. aquí no hemos tenido mucha fortuna -o suerte- con el legado de influencia que, de haber dispuesto de ella, podría haber emanado de nuestros presidentes; Suárez y Calvo Sotelo nos dejaron raudos, asolados por el Alzheimer y la muerte, González y Aznar, acreditaron su pancismo al trocarnos por Slim y Murdoch, el 1% del capital, Rajoy volvió, inexpresivo, a lo suyo ahora en yate, y Zapatero mantiene vivo el enigma de si es tan cándido -o simple- como parece o, porque le conviene, lo finge.

La última simpleza de este último, el que quería promover la "alianza de las civilizaciones" con el -más que sospechoso- turco Tayyip Erdogan, el único presidente que aun parece querer mantenerse cercano a nosotros y, a su modo, a nuestro favor, la ha vertido en el caro almacén de la nada gratuita para veraneantes que es la UIMP y consiste en que, como en medio de la crisis que a él lo expulsó y devastó al resto del común de los mortales, se mantiene "positivo" y, por ende, "convencido" de que "la lucha contra el cambio climático se va a ganar gracias a las directivas globales y al progreso tecnológico"; gansada insignificante y sin ninguna base intelectual o técnica que solo lleva a pensar que nos toma por majaderos o, no sé si aun peor, quiere acrecentar la apariencia de que es él quien lo es.

John Gray, no un peligroso izquierdista, hace más de tres lustros que por activa, pasiva o perifrástica explica la incapacidad global que existe para resistir -lo que él llama- "exceso de realidad", evidente en la urgente obligación de aceptar el "cambio climático" y adoptar las radicales medidas que para hacerle frente son precisas; incapacidad, cobardía o egoísmo para huir de la incomodidad que supone desarrollar un pensamiento realista, por lo que derrotarlas es "reto sin precedentes" para todos.

Supongo que "el de la ceja" estará alineado, no con el "progreso desarrollista" sin freno que difunde M.A. Castañeda, ni con la idea de que el -inexistente- crecimiento ilimitado tecnológico y económico solucionará el gravísimo problema, sino con las tesis de los autodenominados "verdes", ecologistas subvencionados subjetivamente por los estados, o sea por el capital que asola el planeta y ahora ve "su" solución en la falacia para niños, el oximoron de un "crecimiento sostenible de las energías renovables", pues tal imposible crecimiento sostenible energético del que se apropian Iberdrola, Endesa, Viesgo, Naturgy,... y demás acreditados generadores de desigualdad y destructores del planeta, aquí acaudillados por Green Capital Power, entorno de Florentino Pérez, no es en general -ni en especial en la forma agresivamente masiva en que se quieren implantar- tan eficiente e inocuo como publicitan intentando engañarnos... y mantener abierto su chiringuito/negocio, con el impagable apoyo, en esa y otras cuestiones, de la pequeña -y dañina- burguesía en lo más próximo; lo explica, certero, El Roto.


Dos ejemplos. A la línea 220 kV Astillero-Cacicedo -y el atropello que oculta, más líneas, ampliación de la subestación de Cacicedo, nueva subestación en el puerto de Santander,...- la hace frente a su manera, intentando trapicheos con capital y políticos, la burguesía propietaria de nuevas edificaciones, en especial adosadas que, por su, digamos, credulidad ha sido burlada tanto por el mediáticamente compungido Revilla, muñidor corrupto con Martín y Red Eléctrica de la ilegal línea, como por los munícipes de Camargo, con una alcaldesa cuyo mayor mérito es, al parecer, ser -me dicen- "carretillera" psoecialista y El Astillero, donde su actual regidor saltó -con red- del PP a Ciudadanos, haciendo campaña enfrentándose a la línea; ahora los tres dicen, ocultos tras falsas excusas, que ya que la -culpable- administración no puede -quiere- hacer nada y no hay ya elecciones, sean ellos los que inventen algo y lo hagan; la misma historia de siempre, la política se une al 1%, como González y Aznar, pues nos saben cándidos -o lelos- como Zapatero.

En Santander, la cosa es menos dañina, no afecta directamente a clima y salud, pero tiene acaso más médula, liberales transversales, nuevos como Podemos, Ciudadanos inicia su andadura municipal con dos cacicadas, una, la que desprecia la legalidad de un expediente firme tramitado con publicidad y participado por los que ahora se oponen y pretenden, con dinero de todos, desguazar lo que no gusta a una fina burguesía asentada, tópica y característica, la del Tenis, la misma que hormigonó con daño ecológico las rocas de la ensenada del Camello y, otra, al tiempo atacan lo público y exigen, urgente, eliminar la molestia al vehículo privado que es el -acaso mejorable- carril-bus para el transporte público; no proponen estudiarlo o cambiarlo, ¡molesta a los pequeños burgueses! y, como las escolleras, hay que quitarlo ¡ya!.

En 1846, Karl Marx explicaba que "en una sociedad avanzada, el pequeño burgués, (...), se hace socialista de una parte y economista de la otra, (...), se siente deslumbrado por el lujo de la gran burguesía y a la vez siente simpatía por los sufrimientos del pueblo. Es al tiempo burgués y pueblo. (...) Ese pequeño burgués diviniza la contradicción, pues da forma al fondo de su ser. Es la contradicción social en acción y debe justificar teóricamente lo que practica, (...)"; la práctica señala muy bien cómo, además, en algunos casos el pequeñoburgués trata de ocultar tan ruin contradicción tras el delirio de un imposible izquierdismo, dañino para el genuino.

Que nadie se engañe, es un grupo social marginal que ocupa un espacio ruin entre el antes llamado proletariado y la burguesía real, genera mínimos excedentes, vive intoxicado por el oropel del capital y quiere formar parte de la burguesía pero son, en realidad, desclasados que la sirven.

Releo entre el caos de mis libros y notas cómo los pequeños burgueses fueron traba muy pesada para la izquierda real -ahora inexistente- que en los años 60 y 70, sin beneficio y con riesgo, luchaba contra Franco para traer esto, ¡vaya un éxito!, y veo que, sin contar con ellos, habrá que seguir intentando hacer lo posible para evitar que se consolide el ilegal atropello de una cancerígena línea de altísima tensión que atraviesa zonas pobladas en la que, sin culpa, vivirán gentes que aún no han nacido y, al tiempo, defender lo público frente a los ridículos, ilegales y pequeños caprichos burgueses del carril-bus y las escolleras.

Sin duda, a pesar de los pesares y lo dura que es el soledad, merece la pena seguir luchando para mejorar esto, para abrir los ojos al peor ciego, el que por egoísmo no quiere ver, intentar engrosar las pequeñas bolsas de resistentes que, juvenil a sus casi 90 años, patrocinaba, marxista, John Berger, merece la pena intentar que, como la técnica y la tecnología, en nuestro entorno más próximo, ética y política progresen acumulativas, paso a paso y fase tras fase, para que técnica y tecnología nos sirvan; se trata de que, seamos los que seamos pues siempre fuimos muy pocos, revelemos a los pequeños y grandes burgueses, a los políticos y los subvencionados, volvamos a la austeridad armónica con la naturaleza, legislemos justos y respetemos las leyes.


Coda final.- La cosa se pone mal, muy mal y habrá que explicar con riesgo y detalle en próximas cavilaciones aspectos de cómo se plantó en el muelle Alvareda ese objeto tan raro, inseguro y poco útil, tan simbólico, ese container arrojado por marcianos, con que nos humilla, a mi al menos, la poco ejemplarizante familia Botín.


56 Los domingos, cavilar
Extinción y pillos ineptos
Fernando Merodio
16-06-2019
“La crisis de la extinción solo se puede mitigar reorientando nuestra mente para que aborde la realidad. El pensamiento realista está, sin embargo, prácticamente extinguido”. (John Gray. “Cambio climático y extinción del pensamiento").
"(...) donde no es necesario introducir ninguna mejora porque todo es perfecto". (Richard Powers. "El clamor de los bosques")

A mi edad, por lo vivido, me obligo a escribir, hablar, incluso gritar sobre lo que, movidos por la intrínseca maldad del capital y en desenfrenada huida hacia adelante, nadie quiere mentar, la necesidad de poner fin a la -perversa- idea  laica de que, pues dios no creó el mundo, el hombre podrá adaptarlo a sus caprichos.
Dice John Gray, catedrático emérito de Pensamiento Europeo en la London School of Economics, que "el cambio climático -eufemismo que yo preferiría cambiar por destrucción planetaria o, al menos, por calentamiento global- es un hecho tangible", tanto que hasta los más reaccionarios de los políticos -Trump, of course, ni en la actual degradación es político- comienzan a reconocer que "se ha hecho urgente alguna clase de acción más radical que cualquiera de las emprendidas hasta el momento", hay que poner fin a la superstición universal de que "el pensamiento mágico -que descansa en la creencia en la omnipotencia de la voluntad humana- es obligatorio" y, especialmente, hay que utilizar como nueva base para partir de donde estamos, más abajo de cero, el irreversible deterioro planetario que genera la industrialización sin freno basada en combustibles fósiles -que dóciles analfabetos funcionales como M.A. Castañeda llaman, en sus pagados voceos, "el progreso"- para volver a lo que Enrico Berlinguer, viejo secretario general de aquel potente PCI, llamó "austeridad" o, más radical, James Lovelock identifica como una urgente "retirada sostenible"; sencillo y fácil de entender, es lo mismo que Greta Thunberg, la niña sueca que, poco a poco, callarán, llama "cambiar el sistema", ineludible.
Leo hoy, sábado, la reseña de dos libros a cuya lectura me pongo esta tarde, "El clamor de los bosques", de Richard Powers, científico avanzado que hace cuatro años se retiró a una cabaña en los Apalaches, donde vive en soledad con una idea central, que "hay una forma de vida más rica, diversa, longeva y eficaz que la humana y o nos sumamos a ella, o estamos abocados a la extinción", sin actitud religiosa o militante, ni de abandono de los avances tecnológicos propone "encontrar la manera de usarla de modo que esté en sintonía con la tierra, no en guerra contra ella" y "Capitalismo y democracia 1756-1848. Cómo empezó este engaño", del maestro de historiadores Josep Fontana que, marxista, avisa de que "los hombres hacen su propia historia, pero no lo hacen a su libre albedrío, bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias con que se encuentra directamente, que existen y han sido legadas por el pasado".
Todo ello nos conduce a lo actual, a la siniestra -con pretensión edulcorante- presencia de los esfuerzos de quienes nos han traído hasta aquí, el capital acumulado robando la plusvalía de la fuerza del trabajo de todos volcado ahora casi todo en las multinacionales eléctricas y su publicidad intercambiable de crueles fotografías de aerogeneradores cuatreros que pretenden embellecer en el espejo de límpidas aguas, bajo un sugestivo arco iris o páginas y páginas de anuncios administrativos de abigarrada y minúscula letra amenazándonos con miles de hectáreas de insostenibles parque industriales fotovoltaicos con los que pretenden lucrarse los mismos consorcios depredadores que hasta ahora lo hacían, apoyados por políticos tan corruptos como los actuales, con las energías más contaminantes de CO2 y otros venenos, lo que nos exige parar, debatir con seriedad e iniciar una "retirada -de verdad- sostenible".
Aquí, en lo de ahora, tenemos que hacer frente a eso, tan grave, que una cuadrilla (des)organizada de descerebrados egoístas llama el "procés" y el final de una tortura de juicio que, sentencie lo que sentencie, no va a cambiar nada y no precisa diálogo ni concesiones, sino dureza -"dura lex sed lex"- que les imponga inexorable, sobre todo cuando se propongan cambiar lo que les convenga, cumplir el contrato social que libremente firmaron; El Roto, como siempre, lo explica claro -"cada pieza reafirmaba su independencia, pero el vuelo proseguía"- en la pasada viñeta del día 13.


Al tiempo de ello, sufrimos al nacido para jefe de planta de gran superficie que, aquí ahora a base de cabezonería sin más, ha devenido a presidente del gobierno de España, pero tendrá que apoyarse en lo peor del populismo transversal que decía que podía y se ha amorrado al abrevadero con ánimo de vivir a costa nuestra, los egoístas nocivos dichos, otro grupo de ellos, aún más peligroso, que se mostró incluso capaz de, por su solo egoísmo descerebrado, matar y, junto a ellos todas las excrecencias sin ideología -ni ideas- que se alimentan de abscesos, pillos ineptos a los que, como a los otros, habrá que apartar para evitar la -¿inevitable?- extinción de todos.
Nuestra excrecencia cercana nutrida por el fascismo que llevaba adherido Franco, luego prohijada por PP y, peor aún, por PSOE y cebada por la demagogia y la peor televisión, es sólo espectáculo y escenifica con fotógrafos la realidad de que aquí ahora la política es chalaneo de mercanchifles que troca un solo voto al jefe de planta/presidente en pago de la deuda de un hospital que alguien, supongo, habrá firmado hace años, colaborar -o sea nada- en el futuro centro logístico (?) de La Pasiega y, lo más dañino y vergonzoso, la pretensión de dejar sin ferrocarril a los pueblos entre Madrid y Santander por la velocidad de esa horterada que llaman AVE los nuevos ricos/muertos de hambre que nos quieren seguir llevando a la extinción; alguien debiera explicar qué hacía allí, salvo que sea lo que cualquiera con dos dedos de frente intuye, Martín, acumulador de años de fracasos, en medio ambiente e industria, "lobbysta" de facto de las multinacionales eléctricas en la tropelía eólica, ahora prevista, si se permite, como más inmediato y nutricio pastel político/económico.
En Santander, que un partido como Ciudadanos, degradado en toda España al aluvión más egoísta, aquí con dos malos y descontrolados concejales, pueda marcar el ritmo de la ciudad, es la mayor evidencia de a qué ha llegado eso que los que se postulan para ser elegidos, llaman "democracia", "política" o "elecciones", no siendo otra cosa que corrupción, inoculada en las mentes del resto, algo que El Roto, sabio y poco dado a excesos, retrata en su viñeta del pasado día 14 con un texto demoledor: "(...) y por extraño que parezca, había hombres que votaban a sus parásitos (...) (pseudoLinneo)" y, en medio del chirrido de todo ello, hay una cosa que chirría aún más que el resto, que la humillada y uncida alcaldesa -que implantó las escolleras molestas para los señoritos que destrozaron la ensenada del Camello- tenga, no que analizar su legalidad, sino que exigir su inmediata retirada y comprometerse a no recurrir ninguna actuación tendente a ello; siendo indigna tal degradación de lo público y, simplemente para defender la ley y la dignidad de los santanderinos, habrá que pedir vista del expediente y analizarlo.


Lo de la extinción, nadie se engañe, va en serio, es de las pocas cosas que, seguro, vamos a conseguir, en especial dirigidos por la caterva de pillos ineptos que nos mangonean haciendo que el tinglado se corrompa y desmorone, Pepe Álvarez anuncia que UGT no hará más formación, ¡nos ha...!, el Tribunal de Cuentas advierte de la quiebra de la Seguridad Social, nos engañan con el reciclaje y la recogida de plásticos, la 5G del móvil, esos artefactos que tanto gustan a nuestros alevines de parados y/o delincuentes, es más dañina para el calentamiento global que el tráfico, los micrófonos espía, el hablaescribe, la telepantalla o la neolengua, el lenguaje pervertido con que en 1984 nos advertía Orwell son ya un hecho,... y, sabiendo que, como dice Alessandro Baricco, "lo nuevo provoca pereza y miedo, es comprensible", creo que la necesidad de ir hacia eso nuevo exige ya diligencia y coraje. 




55 Los domingos, cavilar
Quiebra política
Fernando Merodio
09-06-2019

“El totalitarismo “democrático”  no hace otra cosa que instalarse cada vez más. Ahora más que nunca es necesario que los espíritus  libres se levanten en contra de este pensamiento servil, contra el moralismo miserable en nombre del cual se nos quiere forzar a aceptar el tren del mundo y su injusticia absoluta” (Alain Badiou. “La Etica. Ensayo sobre la consciencia del mal”).

“Toda sociedad en la que la garantía de los derechos no está asegurada y la división de poderes no está determinada, no posee Constitución” (Revolución Francesa. “Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano”).

Alain Badiou, filósofo, matemático, dramaturgo y novelista francés, al que Savater desprecia por sus diferencias con él, poco leído en España, donde pensamos poco, serio director del Instituto de Filosofía de la École Normal Supérieure de París, defiende y profundiza en las teorías de Foucault, Althuser, Lacan, Deleuze,... contra el miserable moralismo académico que, quizás basado en una idea religiosa del mundo, hoy impera sustituyendo, con apariencia laica, la crítica filosófica y política por una torpe y evidente propaganda de los “valores” dominantes, los que impone el poder real, a los que, una vez codificados, dan el nombre de “ética”.
Dice Badiou que el de Hombre no es un algo único, perfectamente identificable en todos y cada uno de nosotros, con derechos “naturales” inmutables protegidos por aquella ética; muy al contrario, el concepto Hombre varía a lo largo de la historia en la forma que, en cada momento, conviene al discurso dominante, que es un interesado conjunto de normas -que dicen- naturales y le marcan lo que debe hacer, alejándolo de pensar, condenándole a obedecer; son normas que hoy afilian al Hombre -ciego y acrítico- a la economía capitalista  y a la forma política que le conviene, la democracia parlamentaria asentada en nuestra catástrofe de partidos.
Hemos regresado a la negra, medieval teoría de los derechos naturales disfrazados de humanos y debemos luchar contra tal retroceso ligado al desplome de las ideas de la Ilustración y la revolución francesa, negadas por el "liberalismo" y traicionadas tanto por la forma totalitaria del comunismo como por la actitud falsa y “progresista” que hoy llaman socialismo, traición que ha echado a un lado todas las figuras de entrega al progreso humano que las ideas revolucionarias hicieron nacer.
Es evidente una inflación de falsas referencias buenistas a la ética y unas prácticas que la alejan del concepto griego de búsqueda de “una buena manera de ser” o de “la sabiduría de la acción”, viva, no esclerótica ni codificada por nadie, ligada a los acontecimientos concretos, propia del hombre, animal que no teme pensar, ajena a toda imposición o referencia religiosa o de otro poder, actitud que, evidentemente, es exclusiva responsabilidad de cada uno, contraria a la imperante, que asigna al Hombre, para ella único e invariable, “una capacidad a priori para distinguir el Mal”, instrumento a partir del cual se define el Bien, de modo que, sabido el Mal de forma tan interesada, todo lo humano, en especial la política, quede sometido al interesado catecismo estúpido de aquella ética del Hombre único, sólo espectador.
Los derechos del hombre son así “derechos al no-Mal” y, por ello, el Derecho oficial lo es “contra” el Mal previamente predeterminado, que se muestra a través de una “libertad de opinión” manipulada. Es mucho más fácil y perverso construir el consenso trampeado sobre lo que se decide que es el Mal que hacerlo sobre el Bien, creando una ética que, lejos de generar un consenso universal y ser fuerza para imponerlo, produce, según Badiou, “el desencadenamiento de los egoísmos, la desaparición o extrema precariedad de las políticas de emancipación, la multiplicación de las violencias étnicas y la universalidad de la competencia salvaje”. Lo vemos a diario.
Debemos expulsar esa “ética general” y sustituirla por una ética de las verdades singulares, de las situaciones concretas, conectada a las relaciones que se traman y sus efectos; muy al contrario, apoyados en la falsa apariencia de libertad existente, el aval ético absoluto impuesto a la economía capitalista, la legitimidad de las intocables competencias otorgados a los llamados representantes en la democracia partidista, no parlamentaria, la escasa solvencia e independencia de la peor "hornada" política desde 1978, hace que ahora, reventada la burbuja inmobiliaria, se pretendan poner todos los huevos robados en la cesta del caos energético, en concreto el eléctrico, antes público, escamoteando (de forma que debiera investigar la fiscalía) servicios e infraestructuras antes públicos, líneas y subestaciones, cientos de miles de millones pagados por todos, que aquí ahora el inepto embaucador Revilla y la codicia psoecialista quieren "poner en valor", permitiendo el destrozo eólico y, con él, la destrucción del territorio común de todos.
Noticia de primera página ayer en "El Delirio" del capital, Sánchez "telefoneó a Revilla para concretar la firma de los compromisos pendientes con plazos y dotación económica", a cambio de que "el diputado del lábaru", nuevo, colabore en hacerle presidente... y alguna tropelía más; sin avergonzarse, nos explican que -en quiebra política- no toman las decisiones con criterios objetivos éticos que persiguen la justicia igualitaria, sino -algo en lo que es muy hábil el maleable sindicalista vertical Revilla- a través del trapicheo que, en el actual nivel de amoralidad política, ni ocultan, alardeando, además, de que su palabra no vale nada, pues no son de fiar,..., lo hacen por escrito, lo firman y, aún así, veremos, de nuevo, que pasa. Ejemplar.
Otra muestra, hacen públicos -lo público de- los bienes y rentas de algunos políticos y vemos a los "jefes" con ingresos, bienes, rentas,...  -algunos escandalosamente- superiores a sus méritos, trayectorias, capacidades,... mientras que, entre los de aquí, hay un psoecialista que, siendo lo que ahora dicen sindicalista, tiene sueldo notable, cuenta saneada en un banco, acciones de éste y eléctricas -¿no entrarán en conflicto con su actividad legislativa?- y no fiándose, al parecer, de las pensiones públicas, un plan privado. Sin comentarios
La política es aquí ahora una forma de  corrupción basada en la ética que el poder nos impone utilizando los medios de comunicación, todos suyos,..., con intereses poco limpios, ligados al peor capital que, por ello, sin pudor defiende su forma: el régimen, ahora sí se puede hablar de régimen, de los partidos en bancarrota, convertido en totalitarismo “democrático”.
Frente a ello, un programa laico de izquierdas debe saber que la ética se define por un imperativo que vincula al sujeto humano: “¡continuar siempre!, analizar crítica y de modo individual los acontecimientos, actuar haciendo líneas, no puntos, ser rápidos incluso sin moverse, estar en medio, unir las “facultades de discernimiento” -no dejarse engañar por falsedades-, “de valor” -no ceder contra la verdad en función del interés- “y de reserva” -no creer que la potencia de la verdad de un hecho es absoluta-, de forma que la pretensión de esa ética nunca puede ser, salvo por exigencia táctica, ni “someter el mundo al reino abstracto del Derecho, ni luchar contra un Mal exterior y radical”, ambos artificiales y absolutos, sino detectar la verdad en los hechos concretos y, a partir de ella, luchar contra el Mal, también concreto, “anverso o faz oscura de esas verdades”.

Encarar la injusta desigualdad, la corrupción y quiebra política, el abuso energético, el capital, el banco, la destrucción de la Tierra,… exige un brío de pensamiento, no caer en la convicción de verdades absolutas, prudencia y, por encima de todo, “¡continuar!”, otra cosa nos lleva, inevitable, a viajar, serviles, en el tren de este mundo y su injusticia absoluta, a consolidar la cenagosa situación de quiebra política y ética.

Somos viento 

54 Los domingos, cavilar
Tehuantepec
Fernando Merodio
02-06-2019
“Hay quien puede vivir sin lo salvaje y quien no puede"
 Aldo Leopold "Un año en Sand County"

Más que nunca hoy, triste, nostálgico de aquellos tiempos en que había hombres y mujeres que luchaban arriesgando lo suyo por ideas dignas, asqueado, me esfuerzo en escribir a flor de piel, con sinceridad... y ganas.
Coincidiendo con la vergüenza -¿sin responsables?- del insoportable tufo que desprende el espectacular mamarracho que hoy es la elección de quienes, porque aún hay quien les vota, dicen representarme, han visitado Cantabria dos mujeres, Guadalupe, luchadora indígena amenazada de muerte y Elena, activista experta, y lo hacían para, buscando supongo nuestro abrazo, informarnos acerca de la situación de cruel abuso a que tienen sometida a la comunidad indígena de Unión Hidalgo, Istmo de Tehuantepec, Estado de Oaxaca, en México IberdrolaGas Natural-Fenosa -hoy disfrazada de la idílica Naturgy del nacionalista vasco Josu Jon Imaz-, GamesaSiemensAccionaRenovalia,..., las mismas multinacionales que, con la colaboración de Martín, Revilla, Zuloaga and Co, aquí intentan hacer daño. Eran dos mujeres.
Explicaron que Tehuantepec es una zona muy ventosa de solo 100.000 Ha de superficie -Cantabria tiene algo más de 500.000- que, con apoyo en la demagógica coartada de lo que multinacionales, medios de comunicación y políticos de cámara llaman, sin saber qué es en realidad, "transición energética" y en el cajón de sastre en que todos ellos han transformado la lucha contra el "calentamiento global" que han ocasionado, ahora prometen arreglarlo como aquí, aturdiendo aún más a sus víctimas, de Tehuantepec -el México del "amigo de Revilla"- con 5.000 aerogeneradores de los que ya funcionan unos 1.500; invasión y atropello que, con la falsa etiqueta de "renovable", es solo destrucción, daño y un próspero y evidente negocio en la rapiña de las crueles, contaminantes, destructoras multinacionales energéticas -un 50% de ellas del Ibex-35 español-, aun más que acá, inhumanas.
Dejaron claro Guadalupe y Elena que ellas, igual que aquí la Plataforma para la Defensa del Sur de Cantabria, no son ecologistas en el prostituido sentido actual del término sino activistas convencidas en la defensa de su territorio, su mejor -casi único- bien, del que, ladrón siempre, pretende apropiarse el peor capital, dejándonos sin el fundamental medio de que disponemos para mantener con dignidad nuestras vidas.
Con diferencias cuantitativas, no cualitativas, nos dejaron claro que los cuatreros tienen allí las mismas pautas de funcionamiento que aquí, se trata de multinacionales, cuyo capital es de los países más ricos, del 1% de los sujetos que dominan el mundo, dejándonos también muy claro que funcionan, insisto en que aquí como allí, sin esforzarse en ocultarlo, con una más que evidente técnica neocolonial:
·             lo principal de tal técnica abusiva, cobarde y centenaria es que, para sus solos fines, se apoderan del territorio y lo utilizan, desgastan y dañan, pero no lo compran ni, por tanto, lo pagan, hasta ese extremo llega su miseria
·             eligen y es solo suya la tecnología, el proyecto, la construcción, el control de la actividad de los parques eólicos, no dejando a sus víctimas ni las migajas
·             controlan también, por supuesto, el destino, a quien se vende lejos de donde se genera, el transporte, la transformación, el uso y los beneficios de la energía que, en terreno de otros, les regala el viento
·             sus técnicas de implantación son, por supuesto, ilegales de toda ilegalidad, sin consultas, con estrategias de división entre los afectados, pactos privados con pagos de mínimas cantidades a las más miserables y arrastradas de sus victimas
·             hacen uso y abuso del dócil y decidido apoyo lobbysta de políticos y -ficticio-saber locales, regionales y estatales, aquí ahora se significa el psoecialista Zuloaga
·             aquí y allí, utilizan amenazas, presiones, intimidaciones ad hoc, en México, incluso el asesinato, conformándose aquí con el silencio mediático, la muerte civil de quienes los contradicen y molestan
·             cumplen un importante cometido los "eternos subvencionados", legitimadores con su ambigüedad de las peores actuaciones, junto a los medios de comunicación que controla el capital de multinacionales y bancos
·             a los afectados/perjudicados solamente les generan daños humanos, sociales, económicos, ambientales,... y un larguísimo etcétera que quien reflexione sabe.
Es cierto que el calentamiento global está destruyendo el planeta y exige avanzar en  la generación renovable de la energía que -verdaderamente- necesitemos pero, si queremos que el cambio sea real, que no lo manejen y perviertan los mismos canallas que nos han traído aquí, es preciso forzar cambios reales en todas las estructuras del poder, que no sean los de siempre -Botín, Imaz, Florentino Pérez, Brufau, Sánchez Galán, Jordi Sevilla, Antoñanzas,...- quienes a su gusto y solo beneficio continúen -tras expoliar nuestro territorio, economía y vida- generando, transportando, distribuyendo, vendiendo,..., lucrándose en régimen real de monopolio de un bien tan necesario, común, de todos y tan peligroso como es la energía.
La evidencia de lo dicho es y ha sido parte del vendaval que ha alimentado y, mientras sople, alimentará la lucha de unos cuantos pero no puedo acabar sin dejar imprescindible constancia de la miseria local, la tristeza, la melancolía por lo que se fue, el asco,..., que me han producido algunos hechos.
Es mérito de la revolución francesa y la Ilustración que, hoy, en la desconcertada Europa, la labor que en México y en toda Sudamérica tienen que desarrollar heroicas activistas como Guadalupe y Elena la encabece, para vergüenza de todos, una niña sueca, Greta Thunberg que, con sus titubeos, habla muy claro  y, con solo cinco palabras, nos indica qué debemos hacer: ¡¡hay que cambiar el sistema!!

La hospitalidad de la librería La Vorágine, no conmigo o con la Plataforma, con Guadalupe y Elena, dos de esos nadies de los que Eduardo Galeano dice "que no son, aunque sean / que no hablan idiomas, sino dialectos / que no hacen arte, sino artesanía / que no practican cultura, sino folklore / que no son seres humanos, sino recursos humanos / que no tienen cara, sino brazos / (...)", que en definitiva son "los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata", se trocó violenta -sin que lo justifique lo mucho que podamos molestar la Plataforma o, en especial, yo mismo- en inculta inasistencia, insolidaridad, espero que no desprecio y sí, al menos, mala conciencia de la sociedad santanderina, toda ella, en especial los progres buenistas, los -que se dicen- ecologistas y, lo más doloroso para mi, los que (ab)usan y se lucran con -lo poco que queda- de los restos de la izquierda marxista, única que se enfrentó a Franco y los ofensivos, apoltronados burócratas de CC,OO que, en las mismas oficinas que ocupó el siniestro sindicato vertical franquista, arrastran la limpia dignidad de las clandestinas, heroicas Comisiones Obreras, dos grupos degradados que no difundieron la presencia,... ni siquiera asistieron a apoyar, rendir homenaje y pedir perdón a las víctimas inocentes del capital que todo el mundo avanzado -con especial dolo de ellos-ha consentido.

Coda/esperpento final.- Como era esperable y lógico, los asalariados de los medios de comunicación, que comen en un abrevadero social, estentóreos, callaron y, en especial, Europa Press, simpática, avanzó "hola, no creo que podamos ir a vuestra rueda (...)", pero si fueron -¿quizás para espiar?-, tomaron nota y no difundieron nada, supliendo lo de Tehuantepec por una chirriante, falsa y larga nota publicitaria de la Asociación Eólica de Cantabria que, ¡por supuesto!, El Delirio publicó a toda página.


53 Los domingos, cavilar
Trampantojo
Fernando Merodio
26-05-2019
"El trampantojo es técnica de pintura ideada para engañar al ojo, de ahí su nombre, cuyo objetivo es crear la ilusión de que el objeto dibujado y representado es real, jugando con la perspectiva y otros efectos ópticos como luces y sombras". ("La técnica del trampantojo")
Estamos en un peligroso y decisivo momento, el de enfrentarnos a los desleales causantes de lo más vírico del mal del planeta intentando aparentar que son la solución al virus que transmiten, haciendo que el resto, víctimas infectadas, lo crean y rendidos, no exijan, como Greta Thunberg y los niños, cambiar el pútrido sistema.
Minimizando su difusión, los medios identificaban hace días las cien empresas que más contaminan el mundo, causantes de tres cuartas partes de las emisiones de gases efecto invernadero que son causa básica de la degradación del planeta; casi al tiempo, el Observatorio de la Sostenibilidad, asociación ciudadana española con vocación de independencia que busca potenciar el conocimiento sobre sostenibilidad, cambio climático, biodiversidad, ocupación del suelo,.. o desigualdad, distribución de la riqueza, vivienda, economía circular,... elaboraba la Relación de empresas españolas más emisoras de gases con efecto invernadero en 2018, cuya difusión fue aún más escasa, toda vez que encabezan tal lista los más grandes y "verdes" propietarios y/o anunciantes de los medios de comunicación.
Las ocho industrias que en España más elevaron en 2018 el calentamiento global del planeta son, según tan poco dudosa lista, Endesa, seguida de Repsol-Petronor, actual dueña de lo mollar de Viesgo, Naturgy, EDPArcelorCepsa, Viesgo, ¡lo poco que queda de la vieja y beatífica Electra de Viesgo! e Iberdrola; destructivas industrias de las que siete son energéticas y una, Arcelor, siderúrgica, empresas que aquí ahora copan los consejos de administración y pagan cientos de páginas y tiempo en todos los medios de comunicación para engañar y hacer creer que, siendo las causantes del deterioro del planeta, ahora les preocupa mucho la energía inteligente, el progreso, la innovación, el medio ambiente, la lucha contra el cambio climático,... y, a partir de ya, por filantrópico y repentino altruismo van a virar ciento ochenta grados y solucionarlo.
En su afán mendaz no paran en barras, ¡será por dinero!, usan carteles azules y verdes, afrentosos al más leve adarme de inteligencia, tratando de engañar a los más necios de los muchos paniaguados... o a los que nacieron engañados, egoísta afán en el que las empresas más contaminantes y destructoras del planeta utilizan la técnica, burda en su caso, del más burdo trampantojo, no confundir con un pentimento, tal como muestra el ofensivo anuncio de Naturgy -amasijo de industrias del que, entre otras, forman parte las muy infecciosas Gas Natural y Unión Fenosa-, cartel -aquí unido- que evidencia cómo los verdes prados, las montañas y los tallos con hélices son pintura, un trampantojo que tapa bloques de edificios, chimeneas contaminantes, malos humos,... y trata de engañar al ojo de los cómodos y los poco despiertos.
Nota intermedia para despistados. Naturgy, en sus diversas denominaciones, oculta tras la engañosa pintura del cartel su solicitud de permisos para, con ayuda municipal, realizar sondeos de fracking y destrozar montañas, vida, acuíferos,... en Valdeprado del Río e implantar ilegales molinos gigantes en Herbosa, en el bello paisaje burgalés del pantano del Ebro, en pleno lodazal de la corrupción eólica que es Castilla y León.
Con tal técnica de pintura, quienes propagan, el virus tratan de evitar que veamos que el problema no es -solamente- la emisión de gases efecto invernadero, ni su solución agredir el territorio con miles de hectáreas de placas solares o miles de tallos gigantes con aspas de 200 metros de altura copados por los "emisores de contaminación" y que ya es inaplazable, tras el más amplio debate público, tomar decisiones sobre austeridad en la generación y el consumo, al tiempo que impedir frenar el avance tecnológico en el almacenamiento de la energía generada.
Frente a tan poderosos/peligrosos enemigos y con afán -teórico- de representar a todos se  alza "un nuevo", un tal Pablo Zuloaga que, de modo sorprendente, sonríe siempre, un psoecialista que, en realidad y junto a Revilla, sólo pretende consolidar su hasta hoy nula eficacia como lobbystas de las siete corporaciones energéticas responsables de la destrucción de la vida en el planeta, incluso del propio planeta; en dos abracadabrantes páginas de El Delirio Montañés de 22 de mayo, vestido con el flamante, poco usado, traje de neopreno de los -no confundir con surfistas- surferos, los que van a la playa de vez en cuando y hacen unas olitas, deja como llamativo titular una perla: "En política hay que saber subirse a la ola adecuada"; en política, como en todo en la vida, ¡anda que no saben los parvenues arribistas, de izquierda, derecha o centro, transversales ellos!
Por supuesto, Zuloaga -y tantos otros- subieron a la ola adecuada, con Sánchez y Meritxell, y plantea como programa industrial para la saqueada, malversada -a tres manos, por PP, PSOE y PRC- provincia de Santander, en primer lugar "potenciar Sidenor", empresa/negocio privado con muy negra coyuntura en la que se propone consolidar o incrementar el previo "esfuerzo inusitado de 15 millones de euros" ya invertidos, en descontrolada actuación, por Sodercán con dinero de todos y también programa, sin tener ni Plan Regional de Ordenación, PROT, dar forma a los nasciturus de proyectos y viejas -faltas de- ideas como el PSIR de La Pasiega o zonas como la de Las Excavadas, con fuerte y lógica oposición social de izquierda, mostrándose avergonzado/indignado porque "diez años después de que una sentencia -en realidad fueron dos- tumbara el primer plan eólico y entrara el segundo en vigor, no hemos conseguido poner un molino en pié en Cantabria generando riqueza -para los que dañan el planeta- y empleo -¿cuánto y para quién?-"; sin duda el surfero debiera ponerse a sentar las bases a fin de que todo lo que le preocupa sea, al menos, legal y, por salud democrática, hacer que en Valdeprado del Río, en especial en el Concejo de Arcera-Aroco, enclave del núcleo duro organizado de la lucha contra la corrupción en la Política Agraria ComúnPAC, los estragos que pretende el fracking y la implantación de tallos con aspas de 200 metros de altura, zapatas de hormigón armado, pistas, líneas de alta tensión, subestaciones gigantes,..., se aclare lo publicado en el BOC de 5 de abril acerca de que la respuesta del Ayuntamiento -en un municipio en que un vecino más o menos puede decidir un concejal o el presidente de un Concejo- no justificó o aclaró a la Oficina del Censo Electoral, OCE, los "significativos incrementos del número de residentes" detectados a última hora, sin que de ello se informara a los Concejos y concejales afectados, que, con el retraso y las limitaciones que impone la falta de información, lo han denunciado ante las Juntas Electorales Provincial y Central y, tras las elecciones, acudirán a los Tribunales para la total aclaración de tan grave anomalía legal y se explique la razón por la que el anterior secretario municipal, que no vive allí, esté, un voto más, empadronado en la "Casa del Médico", edificio público.



Todo ello, unido a los cientos de repetidos ejemplos -Sniace, Comillas, fibroyeso, edificio de la Diputación, Racing,...- obliga a hacer lo preciso para estirpar la verruga del sistema que Revilla & Co han implantado aquí y, sintiéndolo si ofendo, muestro lo amargo que es, mientras pasa lo que pasa, ver que un alto porcentaje, algunos -dicen que- hasta leídos, está absorto, inquieto, atolondrado,... para decidir si elige a Saénz de Buruaga, Revilla, Zuloaga, Álvarez, Rodero, Ruiz, Palacio,..., a los que su acreditada torpeza -cuando no cosas peores- inhabilita para presidir incluso -si aún no tienen parcela y chalet con piscina- la comunidad de su casa.



52 Los domingos, cavilar
El patrimonio
Fernando Merodio
19-05-2019

El pasado lunes, 13, en los locales de la Fundación de la devastada Caja Cantabria se presentaba una mesa de ponencias de algunos de los partidos que concurren a las próximas elecciones autonómicas y municipales sobre tema tan sustancial, mal tratado y difícil como es "El modelo de protección del patrimonio cultural en Cantabria", con posterior coloquio.

Era tema difícil, pues lo del patrimonio, sobre todo el cultural, afecta no solo, como dijo algún ponente, a la sensibilidad de quien lo trata sino, más hondo, a sus valores, "los principios, virtudes o cualidades que caracterizan a un grupo social, persona, acción, objeto,...que se consideran positivos o de importancia para el conjunto social", por lo que su tasación dependerá de las prioridades personales, culturales, políticas, sociales,... de quien clasifique, también, seguro, de sus sentimientos y, con más fuerza condicionante, de sus intereses.

Si hablamos del patrimonio como algo personal, acudo a Philip Roth, sus correosas y descarnadas reflexiones sobre su relación con la enfermedad y agonía de su anciano padre, escritas en 1991 y publicadas en 2003 en su dolorido libro "Patrimonio. Una historia verdadera", homenaje que es, además, ajuste de cuentas con su difícil relación y el fuerte carácter de su progenitor en el que, ahogado por la intensidad del calor humano que le provoca su entregada atención al terminal y cruel deterioro físico y mental del ser querido, sabe y escribe  que tal  período vital de su azorado padre, su angustiosa exteriorización, las bolsas en que, hijo, recogió y ocultó al resto en el secreto del baño los incontenidos excrementos de aquel, constituían su auténtico mejor patrimonio que, por supuesto ajeno a lo material, al dinero, era simple, sencilla, honesta, dura y sensible realidad vivida, historia propia, cariño, trabajo bien hecho con el corazón, dedicación y tiempo, nada de oportunistas atajos y "no podía tener más claro por qué todo aquello estaba bien y era lo que tenía que ser, ahora que el trabajo estaba hecho. De modo que esto era el patrimonio".

Desde valores esenciales como los que describió Roth, dejando relativamente a un lado lo personal, veo que también desde el punto de vista de lo social/común/colectivo es difícil realizar una valoración del patrimonio que convenza a una mayoría, siendo igualmente -me parece- imposible no referirlo todo a la esencial importancia del territorio común al que tal patrimonio está inseparablemente vinculado, siendo por ello y no por otro motivo que, un ejemplo, desde la Plataforma para la Defensa del Sur de Cantabria, asociación no lucrativa -ni un euro de subvención de nadie- se defienda el patrimonio comunal -en especial contra el atropello eólico- sabiendo que lo que está en juego es el territorio común que nutre la vida social a través de las raíces que nos atan a él, vinculado a los valores humanos de grupo, ideología, cultura, ética, hábitos, tradiciones... de quienes viven en él; pese a ello, es difícil, insisto, hablar de patrimonio para que te entiendan y, estando de acuerdo, te apoyen.

Hay otro punto de vista mucho más extendido -egoísta y molesto-, ahora evidente en el jefe de los "rebeldes e igualitarios transversales" que gritaban "¡podemos!", Pablo Iglesias que, en la Madrid que no tiene un parque eólico en sus dos sierras, una rica al noroeste, favorecida por la falta de planes de ordenación y dotada de los mejores y más caros servicios, y otra pobre al este, que ni siquiera puede garantizar los servicios sanitarios durante la invasión estival, ha empezado a acumular patrimonio en la rica en forma de importante parcela, casa hortera de nuevo rico, piscina privada y un precio tal que le obliga a claudicar ante una cuantiosa -odiosa en su inicio político- y oscura hipoteca concedida por la entidad financiera de su corro político; un crédito que, por su colosal cuantía, o le es condonado, o da un pelotazo, o, sin remedio, condicionará su vida, por mucho que, subversivo, asegure que él ha sido el primero pero luchará para que un "patrimonio inmobiliario" como el suyo sea accesible a todo el mundo.

Se trata de un lujo imposible que espero no quiera imponer como obligatorio, pues unos pocos números alertan sobre la locura y los efctos sociales de tan personal concepto del patrimonio. Teniendo la provincia de Madrid 802.200 Ha. y 6,578 millones de habitantes, una simple división informa que, entre suelo privado y de uso público, "tocan" a cada vecino unos 1.200 m2, o sea que si él y su compañera y número dos, 40 y 30 años de edad, ocupan privativamente una parcela de más de 2.000 m2 han agotado, privativamente, todo su suelo en la provincia de Madrid y, si es verdad que todos somos iguales, no tendrían derecho a utilizar calles, plazas, parques, carreteras, montes comunales, dotaciones y servicios,... de suelo común o público; dicho de otro modo, si todos los madrileños tuvieran una parcela/patrimonio privado como la suya, no quedaría ni un metro de suelo para uso público, siendo incluso peor lo que ocurriría con el agua si todos tuvieran piscina, jardín, huerta,... privadas.

Dejo atrás las excentricidades de nuevos ricos, vuelvo a lo comunal, al patrimonio de todos, y señalo que, frente a lo que dijeron en sus ponencias los políticos el pasado lunes, lo común sólo se defiende honrada y legalmente, en primer y esencial lugar, con educación que, siendo aquí la que es y dando de sí lo que todos sabemos, exige el imprescindible apoyo de la ley, por mala que sea, una ley que aquí ahora y en el caso del patrimonio cultural se apoya en decenas de Cartas, Convenciones, Protecciones, Salvaguardas,... internacionales y, en nuestra concreta provincia, tiene más de veinte años e identifica tal patrimonio cultural con generosa amplitud como (art. 3) todos los bienes muebles, inmuebles o inmateriales vinculados con nuestra historia y cultura, conjuntos urbanos, lugares etnográficos, espacios industriales y mineros, sitios naturales,...., definiendo con precisión (arts. 13 y ss.) las figuras de protección -Bienes de Interés Cultural, Interés Local y otros-, atribuyendo a nuestros representantes casi todas las competencias (art. 4) para su protección e imponiéndolos (art. 5) deberes, como contrapartida, que suelen incumplir al no aplicar el amplio régimen de protección (arts. 38 y ss.) que la ley fija.

Superada la restringida, antigua, monumental, artística y decimonónica visión del patrimonio e incorporada a ella la civilizada idea del "valor cultural", aplicable al turbio caso, hoy debatido en los tribunales, del Hospital Militar Napoleónico de Santoña, nuestra triste situación actual obliga, tristemente, a advertir que nada es aquí ahora tan revolucionario como exigir que se cumpla la ley que hay -imaginen qué sería si, además, la mejoráramos- para lo cual, si como los ponentes dijeron no hay medios suficientes, habrá que exigirlos un acto de voluntad política que elabore presupuestos adecuados a la correcta protección de la civilizada idea del valor cultural, reduciendo, si es preciso, otras partidas menos lógicas y justificables como, en ese ámito, el negro agujero de despilfarro que es el "capricho Comillas", que exige explicación detallada.

Los medios disponibles para cada actividad de gobierno deben ser publicados con intención de que sean conocidos/entendidos por todos, pues definen la voluntad política, los auténticos valores de quienes gastan el dinero público y toda otra actitud es la palabrería falsa que permite que el catedrático de Historia del arte de la UC pueda afirmar en domingo y a toda página, sin que nadie lo desmienta, que, por ejemplo, "el patrimonio arquitectónico civil de Cantabria está abandonado a su suerte".




Además de la exigencia de la ley como complemento de la -inexistente- educación cultural, recordemos a Platón, el de las anchas espaldas y "La República", que decía que "no acabarán los males para el hombre hasta que llegue al gobierno la raza de los puros y auténticos filósofos o hasta que los jefes de las ciudades, por una especial gracia de la divinidad, se pongan verdaderamente a filosofar", lo que, visto lo visto, oído lo oído y leído lo leído, en estos pagos parece manifiestamente improbable.




51 Los domingos, cavilar
Revilla o la irresponsabilidad
Fernando Merodio
12-05-2019

Es ejemplo de la inane sociedad del espectáculo en que nos toca vivir, peculiar muy mal actor, variante del Mario Moreno, "Cantinflas", que hacía reír con su atrevida torpeza, se distingue de él por su seria tarea, carecer de gracia y, además, haber vivido casi siempre del erario público, antes de que muriera Franco, del fascio con Girón y luego, del "novismo" Cantabria, que bovinos acatamos, sucedáneo light de nacionalismo, palanca -no para mover el mundo- para impulsarse él.

Dijo, al parecer, Ohran Pamuk, Nobel turco de Literatura, que “el nacionalismo y el Islam están en los corazones de la gente, no en sus mentes”; recalco lo de “al parecer”, aclaración necesaria por tomar tal -supuesta- opinión de un periódico, fuente de fiabilidad escasa, y explico que soy de los que, como “al parecer” Pamuk, piensan que nacionalismo y religión no nacen en nuestro cerebro, pero, al contrario que “al parecer” él, pienso que tampoco lo hacen en el corazón, sino en oscuras cavernas en que los listos e interesados almacenan egoísmos, mitos y amenazas ancestrales para causar filias, fobias e irracionales terrores que lo condicionan todo.

Dejo a un lado la reputada cuestión religiosa, sus ritos y mitos y hablo del otro arbitrio, naciones, patrias refugio que generan nocivas diferencias, teóricas y prácticas, entre el Pueblo, género humano, poder objetivo y fáctico, unión que es igualdad frente  a la feroz injusticia, y el pueblo, concepto -muy- pequeño, egoísmo que debilita al Pueblo y, sin lógica, nos enfrenta a unos con otros; la aniquilación del pueblo judío por el pueblo alemán, ambos parte del Pueblo, es ejemplo de un peligroso mecanismo actual que, según Giorgio Agamben, “Homo sacer”, es similar “de manera diversa, pero análoga, al proyecto democrático-capitalista de poner fin, mediante el desarrollo, a la existencia de clases bajas, lo que no solo reproduce en su propio seno al pueblo de los excluidos, sino que transforma a todas las poblaciones del Tercer Mundo”; es lo que aquí ahora, peligrosos sumisos bobos, llaman progreso.

Es evidente la dañina relevancia que tienen los nacionalismos -y, a nivel local, los regionalismos lugareños- que promueve el capital, obviando lo importante, el Pueblo, todos, para en su lugar imaginar pueblos que pretendan imponerse -incluso lo hagan- a otros, aplastarlos y explotarlos. Sabino Arana -padre de la burguesía vasca igual que de los que vierten sangre- es buen ejemplo, argumento como los catalanes difusos, confusos, obvios, para oponerse a las prédicas de los del pacto, los “progres” del buenismo estomagante, pan para hoy y para mañana hambre, prueba de que, frente al peligroso egoísmo nacionalista, antes que nada burgués, sólo cabe la ley, siendo entre las penumbras de ese localismo ignorante, falto de solidaridad, desleal, henchido de superioridad donde, estomagante y pequeño, surge en democracia Revilla, venido del corporativismo fascista del sindicato vertical único de Franco y Girón de Velasco, adalides del injusto y excluyente nacionalismo español, para calzarnos, junto con otros gerifaltes del franquismo sociológico y a tontos (in)útiles, un regionalismo anacrónico, falso y sin ideas que llamaron ADIC/PRC y usaron para consolidar y prolongar, firme e injusto, su poder previo, que fue potenciado luego por PP y PSOE -y ahora por los "transversales"-, todos ellos simples siglas sin ideas, fofas ambiciones personales.

Santander y su provincia, "la Montaña" y sus gentes, previa a que los franquistas, listos nos inventaran Cantabria, fue tierra agrícola, ganadera, vinculada a la pesca, industriosa,..., agricultura, ganadería, pesca, industria,... de las que hoy, abducidas por el turismo, no queda nada salvo una "historia" inventada con la que el regional-socialismo nos metió en el “progreso”, I más D más no sé qué, que -sólo- son, además de los servicios del turismo, sueldos, viajes, comidas,... -para ellos-, pocas industrias pero contaminantes, líneas eléctricas con cáncer, incineradoras tóxicas, subestaciones gigantes, tallos con aspas de 200 metros, fracking, viviendas ilegales, falta de ordenación que facilita un urbanismo letal,...

La lectura reposada de John Berger, el recuerdo de mi infancia en Rozadío y otras cosas muy difusas, me han apegado a la tierra, no como patria o egoísmo, sino como patrimonio e instrumento de vida, me han unido a ese territorio por el que “otros se fatigaron”; tierra, ganado, pesca, agricultura, vieja industria, gentes,..., todo ello arrasado por Revilla y los venidos de Franco, sumisos al superior interés del banco, sin ideología ni ideas, apátridas vocacionales que inventaron una pequeña patria para, moviéndose bien en el mundo de los media, alentar un falso pueblo, secar al Pueblo e impedir con ello que de éste nazcan hechos que molesten al capital que manda.

Decía Heráclito que la base del conocimiento está en la contemplación práctica, no de la inventada falsedad, sino de la multiplicidad de las cosas y el análisis de las relaciones dialécticas entre opuestos, siendo origen de todo la lucha de esos opuestos para alcanzar la unidad a la que, en su “soy un fue, y un será, y un es cansado”, da forma el Quevedo más sedante, idea que, convencido, hago propia.
Todo ello, humano y sabio, lo pervierte el día a día de Revilla en pasteleo y vergüenza, con PSOE, PP o quien sea, en folklore y esperpento de quien, tras ser tan franquista como Franco o tan fascista como Girón, alardea de demócrata, republicano o monárquico, todo, y sin ser zurdo ni diestro, actúa con ambas manos, o se abraza a una bandera, a cualquiera, o es confesor del rey y, al tiempo, tertuliano-comadre, el de siempre, él mismo, y pretende que, como él quiere, lo veamos diferente, simplemente enredador, un cuco que, sin otro mérito, alardea de gobernante, pero solamente es chalaneo de ida y vuelta.
Politeia y res publica son lo mismo y, tras Platón y Aristóteles, otros filósofos nos dieron armas e instrucciones certeras para razonar, leer entre líneas y descartar lo que nos quieren contar los amos de los que lo cuentan, avanzar, errar, rectificar, ser coherentes, pensar para decir lo pensado y, luego, hacer lo dicho, ser molestos, no pactar con el que impone, ni imponer al que apoya y acompaña, acusar al que, como Revilla, sin legitimidad ni mérito, interfiere, perjudica a los demás y medra con lo público; no olvidar que politeia y res publica son lo mismo.
Es guinda del "cantinflesco" Revilla que, en período electoral, "el gobierno cuantifica en 54 millones las indemnizaciones a los afectados por los derribos" de 363 viviendas con sentencia firme y, pues parece atribuirlo a culpa de todos, quiere que se pague a escote, no él, el resto; así al menos nos lo cuenta, eufórica y candorosa, la portavoz psoecialista de las noticias más sucias, en medio de un atronador silencio,...
Entre 1995 y 2003, Revilla fue vicepresidente y consejero de vivienda y urbanismo del pequeño gobierno de su mínima Cantabria y desde entonces, excepto 2011-2015, fue presidente con constante apoyo de PP o PSOE y, hoy, con la abstención cómplice de Podemos, tiempo y cargos que le señalan como principal responsable jurídico, político y personal de las viviendas que hay que derribar, por lo que la vicepresidenta deberá frenar su euforia y repartir, entre presidentes, vicepresidentes, consejeros, alcaldes, concejales, funcionarios, técnicos,... diversos, el pago de los perjuicios causados, pues, aunque alguno parezca estar intentando que lo creamos, ni Revilla, ni, de él para abajo, nadie está, por irresponsable que sea, exento de responsabilidad.

Y, ya puesta la vicepresidenta en clave electoral, antes de que se lo exijan, también podría explicar el detalle de los datos de asuntos tan poco claros como lo del fibroyeso, el Racing, el derribo de la diputación, "esa cosa" de Comillas, Sodercán,..., pues, repito, ni Revilla ni nadie es inmune o inviolable por su irresponsabilidad.




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50 Los domingos, cavilar
¿Que no pare la fiesta?
Fernando Merodio
05-05-2019
"(...) el progreso en ciencias naturales y tecnológicas no contribuye sistemáticamente a una mejora de la vida humana sin una reflexión ética subyacente" (Markus Gabriel. Introducción a "El sentido del pensamiento")
“Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo” (Karl Marx. “Tesis -11- sobre Feuerbach”)
Simplifico y, seguro, impreciso explico que el concepto dialéctica define el método filosófico de Hegel para analizar la evolución del espíritu humano, entender la realidad a partir de una base, la tesis, y una crítica objetiva de aquella a partir de la realidad, la razón, la justicia, la ética,..., la antítesis, confrontarlas para superar la contradicción entre ambas y generar la síntesis, motor de la acción; el idealismo de Hegel que analiza e influye en la evolución del espíritu humano, sirve a Karl Marx, materialista, para afirmar que la sociedad evoluciona dialécticamente a través de un conflicto entre contrarios, en especial económico, la lucha de clases.
Así, con su método científico, Marx dice que la historia avanza dialécticamente a partir de y sobre contradicciones, gracias a la síntesis de esas contradicciones, a la reconciliación entre opuestos, lo que le lleva a considerar el método dialéctico, práctico, muy superior y más eficaz que el lógico, ideal, apoyado en la teoría.
Intuyó Francis S. Fitzgerald en "El gran Gatsby", 1925, un mundo hiperbólico, excesivo, inmaduro y rendido al individualismo que, como él describe, recibió el legado de "todos los dioses muertos, las guerras combatidas y la fe en el hombre destruida", un vacio que, tras un triste y agridulce fin de fiesta/suicidio colectivo, concluyó en la ruina del crack de 1929; una bagatela comparado con lo que hay ahora.
Han pasado casi 100 años y la situación es aún peor, crisis sistémica, egoísmo nacionalista más disparado y peligroso que nunca y la amenaza, que el capital genera y la clase política no afronta, del calentamiento global, todo ello asentado en hechos tan graves como haber provocado una segunda guerra mundial con muchísimos más muertos que la primera, generar cientos de conflictos lejanos que asolan el mundo, acatar sumisos un poder económico y, basado en él, otro militar, abusivos ambos, contemplar impávidos las pandemias generadas que desangran a quienes ni osan quejarse,... y, lo peor, haber destruido -no los alemanes, todo el mundo que llamamos culto- cualquier atisbo de mínima fe en un género humano que vivió y conoce a la perfección lo insoportable, Auschwitz, y, tras ello, mira hacia otro lado, simula que lo hicieron otros y lo inventaría en el rincón más lejano y oscuro de nuestros desechos como un mero dato más; Primo Levi, triste, lo definió como nuestro sucio y cotidiano trabajo y, lúcida, Hanna Arendt como la banalidad del mal, banalidad que mancha a todos y hacía que los tres soldados alemanes de la novela "Una comida en invierno", muy aflictiva lectura, admitan que les es más cómodo/útil "cazar" judíos que fusilarlos.
Es cierto que en 2019 no hay las fiestas excesivas de Gatsby pero, peor, pese al odioso pasado nos queremos convencer de que hay que celebrar la situación, pues vivimos -obediente siempre, el "clan de "los Castañeda" así lo difunde- el esplendor de un progreso que conduce a un idílico futuro, nuestro cielo, el séptimo mahometano, el Valhalla vikingo,... para todos, a lomos de un desarrollo sostenible y justo que, según su fúnebre lógica, debiéramos agradecer al 1% que acumula el capital robado explotando la fuerza del trabajo del resto; y, por ello, hay quien hace la ola al tenebroso y oculto 1% que tan bien cuidan y defienden sus medios de comunicación y los elegidos en los sucios festivales del voto, transversales todos.
Para entenderlo bien, analicemos el caso cercano y reciente del pasado martes en las pomposas dependencias de la depredada Casyc, el gasto superfluo del excesivo "Diálogo Ciudadano sobre temática europea; La política de desarrollo rural en Europa: el problema del despoblamiento" para cuatro gatos, guiado por la vicepresidenta psoecialista de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural del Parlamento Europeo, Juan José Sota, vida de asalariado político, y un profesor de Geografía, Urbanismo y Ordenación del Territorio de la U.C., que tras explicar -en teoría- cómo resolver el problema, ni siquiera respondieron a sí ello era posible en la Cantabria que, desde 2002, no ha sido capaz de aprobar su Plan Regional de Ordenación del Territorio, PROT, tiene gravadas 330.000 Ha., dos tercios de su territorio, por permisos -no anulados- para ejecutar -cuando sus titulares quieran- sondeos de fracking, algo que, en 2009, Revilla -es su disculpa- ni sabía qué era, un territorio, además, seriamente hipotecado por la cruel y dañina amenaza de la maldición de cientos de tallos con aspas, 200 m. de altura, que arrasarían los valles del Pas, Soba, del Sur,....
Repito, los promotores del "diálogo ciudadano" no respondieron a la crucial cuestión de si es posible un desarrollo rural mínimo en tal Cantabria, pero sí lo hicieron a la de si, para vergüenza nuestra, Greta Thunberg, niña sueca que ni gasta dinero público, ni crea falsas expectativas en cumbres de millonarios, políticos, expertos,... como Kioto, París, Katowice, Davos,..., acierta en su diagnóstico y solución al urgente problema del calentamiento global: "cambiar el sistema", pregunta a la que, ¡sorpresa!, la "europea" respondió que sí, que hay que cambiar pero, quizás para intentar disuadirnos, añadió que ello exigiría renunciar a los necios hábitos individuales de consumo generados por el capital; si tal es el sólo problema y no se oponen los amos, ¿por qué, tras explicarlo bien, no inician, de modo inmediato, los urgentes y radicales cambios?
Si partimos de  la tesis que el sistema vende, el poder publicita en sus medios y en la sociedad defiende el "clan de los Castañeda" de que, desde todo punto de vista,  social o individual, vivimos un período de progreso sostenible que permite generar y consumir sin límite, la ponemos en duda y, dialécticamente, la confrontamos con la antítesis de Greta Thunberg, más los datos objetivos de injusta y global desigualdad abusiva que todos vemos, el caos que aquí ahora anuncia la falta de planificación que conviene al capital, la insoportable amenaza que suponen las licencias de Revilla para el fracking, los amenazantes cientos de molinos, subestaciones, líneas de muy alta tensión,..., tal confrontación dialéctica nos lleva, sin duda posible, a la síntesis de que, como afirma el joven filósofo Markus Gabriel, hay "una tela de araña de problemas" y un terremoto global cuyo epicentro es la actual y muy grave "crisis de representación" que él sitúa en la justa duda sobre los medios de comunicación y los representantes votados, así como, en especial, en la extendida idea errónea de que "no podemos conocer la realidad", por lo que "nos relacionamos con ella como si estuviera muy lejos", síntesis ante la que, frente al nietzscheano posmodernismo del "no hay hechos, sino interpretaciones", defiende una vuelta a la razón en la que los pensadores no se limiten, como denunciaba Marx, a diagnosticar lo que les rodea, sino a "aspirar a cambiarlo", tal como intuitiva, sana, inteligente,... exige la niña sueca.
Markus Gabriel intenta recuperar y revitalizar el proyecto europeo nacido de la Ilustración y la revolución francesa, destruir a los gurús y el capital de Silicon Valley, que cuando alguien usa sus artefactos digitales saben que está trabajando y produce para ellos, explotan ese trabajo, además le cobran y, con (in)humanos algoritmos, anticipan el futuro comportamiento global y lo convierten en capital para ellos; urge una revolución digital ética que, como la francesa, sirva para que lo que los siervos del "clan de los Castañeda" llaman desarrollo y progreso, deje de alentar oscuros riesgos y, por contra, caminemos hacia una mejora ética de la vida.


Al tiempo que hacemos frente a tan acuciantes peligros, su causa y causantes, debiéramos preguntarnos, ¿alguien ve algún motivo para no parar la fiesta... y actuar?



49 Los domingos, cavilar
La ambigüedad: entre hoy y mañana
Fernando Merodio
28-04-2019

"Segui il tuo curso e lascia dir le genti" "Sigue tu camino y que la gente hable"
(Karl Marx. Prólogo a la primera edición de "El capital")
 “Obedeciendo a una ley irrevocable, la historia niega a los contemporáneos la posibilidad de conocer en sus inicios los grandes movimientos que determinan su época”
(Stefan Zweig. “El mundo de ayer”)
Una reciente cavilación sobre (no) "Votar" hizo que, con afecto, un lector escorado hacia el poco fiable PSOE me enviara el viernes, un enlace con el programa electoral de Sánchez, agresivo jefe de planta de una gran superficie, junto a los del PP, Ciudadanos. Unidas Podemos y Vox, contabilizando, entre sus miles de palabras falsas que emborronan cientos de plúmbeas páginas, las citas -indicativas de nada- sobre "cambio climático", sólo 21, 9, 2, 9 y 0, respectivamente. Me proponía  el amigo leerlo antes de escribir lo que hoy cavile, mostrándome también su inquietud por "el paralelismo que encuentras entre los tiempos actuales" y los de entreguerras, "que acabaron con el empleo de las herramientas más trágicas" y simplemente pensar en leer lo que farfullan los partidos sobre el "calentamiento global" me produjo escozor alérgico pero, por aprecio a quien me anima, lo hice y cavilé sobre los dos temas.
Ojeados con sopor los panfletos, su falta de pasión vital me trajo a la mente, por contraste, mi ya muy vieja lectura de “Pierre o las ambigüedades”, de Herman Melville, bello, profundo y absorbente relato de la lucha de un joven que, movido por la carta de una desconocida, muda la holganza de su cómoda ambigüedad en una expuesta búsqueda de la verdad, llenando su vida de tensiones, pasiones sexuales, subversión religiosa, incluso crímenes, una obra mayor aplastada entre la fama y la fuerza de “Moby Dick”, el Leviatán, la ballena blanca, y el sugerente genio filosófico de “Bartleby, el escribiente” que, ejemplar, no lo hizo pues “preferiría no hacerlo"; leí programas que son meras anteojeras para caballerías a que han degradado la vieja democracia, bovino compacto votar de millones de seres creados para pensar, lo refleja, como siempre sabia y cruel una viñeta de El Roto: -"Quiero votar y no puedo. / ¿Quién te lo impide? / Los candidatos."-, vacíos de fondo y forma, son programas que no leen ni ellos, sin menciones serias al cambio climático, que yo, enemigo de eufemismos, llamo "calentamiento global" del planeta Tierra, cuya solución singular, única, radical, da envidiable, admirable Greta Thunberg, una niña sueca: "hay que cambiar el sistema".
Conozco de primera mano, la mía, la corrupta y servil práctica con la energía y el calentamiento global que, al mandar, tienen las sectas de acólitos que hoy son los viejos, útiles y, sólo en algún caso, heroicos partidos, por lo que leer sus fofos lugares comunes/mentiras sobre el deterioro/ruina del mundo me produce una mezcla entre el sofoco y la risa floja del genial "perro pulgoso" de los viejos dibujos animados; la acelerada destrucción del lugar que habitamos al ritmo actual, no la paran las memeces de tertulia -que esta semana llamaron debate- dichas por cuatro telegénicos jóvenes vestidos ad hoc, programados -sólo- para decir sin la menor duda, en el tiempo justo que les marcan los medios y con oratoria para lerdos, lo que el resto quiere oír,..., algo que, si apenas valor, Marx dixit, aquí cotiza a buen precio.
Vuelvo a Greta Thunberg y su exigencia de cambiar el sistema y no se me ocurre otra cosa que o eliminar a muchos cientos de millones de nosotros o tirar del freno respecto a la monserga que el capital, amo de "los Castañeda", llama "progreso" o "desarrollo" y no es otra cosa que el salvaje y destructivo modo usado por el capital para multiplicar por millones el saldo de sus salvajes e injustas plusvalías, alimentar la insaciable voracidad del 1% y tirar alguna migaja a sus paniaguados, por lo que acudo a lo que, en 1977, Enrico Berlinguer, secretario general del brillante PCI, llamó "Austeridad", un pequeño gran libro con las "Conclusiones a la convención de intelectuales" y "a la Asamblea de los obreros comunistas lombardos", para ver que tanto la actual realidad del calentamiento global como "el recurso continuado (...) a la solución estabilización-intervención-imperialismo ha reducido de forma sensible las posibilidades de seguir recurriendo a dicho mecanismo de superación de las crisis y ello porque las tres vías son autocrontradictorias con la propia supervivencia a largo plazo del modo de producción capitalista"; lo dicho, tendremos que aniquilar a muchos o tirar del freno y ser, por supuesto, más humanos, austeros.
La evidente crisis del concepto Europa, el creciente nacionalismo depredador, la quiebra que nos amenaza,... alertan de una situación, lo siento amigo, que remite al tiempo, previo a la consolidación de Hitler y el nacionalsocialismo como inminente peligro, en que Stefan Zweig advertía que, "obedeciendo a una ley irrevocable, la historia niega a los contemporáneos la posibilidad de conocer en sus inicios los grandes movimientos que determinan su época”, y en tales situaciones son precisos valor, honradez e inteligencia para enfrentar claridad de ideas a la ambigüedad manipulable que interesa al capital, tal como, por ejemplo, hizo Thomas Mann desde 1940 por medio de mensajes radiofónicos que trasladaban a los alemanes su firme e inteligente idea, fundada “en motivos mucho más metafísicos y morales que militares”, de que Hitler era un gravísimo peligro y, además, no podía ganar la guerra, por lo que, aún siendo consciente de que aquí y ahora no hay, todavía, ningún Hitler, pienso que la amenaza tiene suficiente entidad para exigir que cada cual valore, desde su personal criterio e inteligencia, si estamos iniciando uno de esos fúnebres momentos, al principio poco claros, que implican graves riesgos humanos y, a partir de ello, debiéramos aprestarnos a sentar las firmes bases que acaben con las ambigüedades de la época, germen de agrios disensos y peligrosos riesgos.
La democracia debiera ser, sobre todo, poder de la mayoría y seguridad jurídica, aquí ahora estamos en época de cobardes rebeliones y traumas, en medio del ambiguo desconcierto del egoísmo político y económico catalán y vasco, ¡sí, vasco!, y pienso que tan ambiguo desconcierto exige rigor en el cumplimento de la norma, aplicar con dureza el realismo del bello poema de Pablo Neruda: “No hay que contar con su arrepentimiento / ni hay que esperar del cielo ese trabajo; / el que trajo a la tierra este tormento / debe encontrar sus jueces aquí abajo. / No lo aniquilaremos por venganza / sino por lo que canto y lo que infundo; / mi razón es la paz y la esperanza. / Nuestros amores son de todo el mundo”, siendo brutal el riesgo, del que tenemos dolorosos y recientes ejemplos, digan lo que digan los profesionales políticos y los medios del dinero, no hay lugar para consenso, pacto, talante,... con los desleales.
Entresaco de "El mundo de ayer", borroso anticipo de lo que aquí ahora pasa, que escribió Zweig, algo muy peligroso y actual, "a Hitler le bastaba mencionar la palabra 'paz' en un discurso para que los periódicos -siempre útiles para el poder- olvidaran con júbilo y pasión todas las infamias cometidas", me uno a Greta Thunberg en la urgencia de cambiar el sistema y a Enrico Berlinguer en la necesidad de virar, ¡ya!, hacia una austeridad justa e igual, en "abrirse a una plena comprensión de las razones de desarrollo y de justicia" y, en especial, "abandonar la ilusión -que, con fe de carbonero, destilan los programas de mi amigo- de que es posible perpetuar un tipo de desarrollo basado en la artificial expansión del consumo individual".
Frente al lógico pesimismo de la razón, urge poner a trabajar el optimismo del deseo, apoyarse en que "la fase actual de nuestra vida nacional está, sin duda, cargada de riesgos, pero nos ofrece a todos la gran ocasión para una tarea renovadora", lo que, como, parafraseando el verso 13, canto V, de "El Purgatorio. Divina Comedia", ya escribió Marx en el prólogo de la primera edición del "El Capital" "segui il tuo corso e lascia dir la gente", sigue tu camino y que hable la gente; haz lo que haya que hacer y deja que ladren, pues ello significará que estás cabalgando.



48 Los domingos, cavilar
Votar
Fernando Merodio
21-04-2019
Henry David Thoreau (1817-1862), iniciaba su breve y brillante panfleto "Del deber de la desobediencia civil", adaptable con matices a esta época, explicando por qué y cuándo se debe desobedecer y afirmando que "el mejor gobierno es el que gobierna menos (...) el que no gobierna en absoluto; y, cuando los hombres estén preparados para él, ése será el tipo de gobierno que tendrán", toda vez que, al tiempo que cualquier gobierno, "(...) medio elegido por el pueblo para ejecutar su voluntad, es igualmente susceptible de originar abusos y perjuicios antes de que el pueblo pueda intervenir" y, a partir de ello, más adelante, explicaba brevemente su teoría sobre las votaciones, "una especie de juego (...), un jugar con lo justo, con cuestiones morales", un "estoy dispuesto a dejarlo todo en manos de la mayoría", un acepto uno de los candidatos como "único disponible", evidenciando con ello que, como votante, soy yo "quien está 'disponible' para cualquier propósito del demagogo"; a partir de ello Thoreau criticaba que "el verdadero americano -ciudadano en general- resulta ser el 'conformista', no precisamente el 'tipo raro'" que, con las muy malas reglas actuales, no delega su poder para decidir y actuar en nadie que no tenga su total confianza.
Aquí ahora adoramos el tótem de lo que dicen democracia, indeterminado concepto dúctil, maleable, fácil de adaptar al interés del poder real, perversión del lenguaje, apariencia que aconseja reflexionar un rato sobre cómo, en toda España, venimos de una sociedad que, salvo mínimas dignas excepciones, convivió plácida con Franco, dando el salto a lo actual franquistas, derecha confesa, trileros y algunos comunistas desconcertados, motivo por el que, lo peor, nuestros actos muestran que, en general, renegamos de ser quienes somos; el llamado Estado de derecho es en realidad ente oligárquico en el que, de modo esencial, mangonean dos minorías, la sociopolítica, corruptas burocracias de partidos, sindicatos y grandes entidades subvencionadas y, por encima, la económica encarnada en el aun más corrupto poder del dinero, el 1%; dos oligarquías que simula equilibrar igualitario un falso respeto formal a la soberanía popular, realmente limitada a las formas que hoy tiene el voto y a las capitisdiminuidas libertades formales; en eso se ha afianzado lo que antes, por su nombre verdadero, llamaban capitalismo y hoy, lenguaje pervertido vergonzante, se oculta tras vocablos como progreso, democracia, liberalismo, Estado de derecho,...
Si estamos de acuerdo en que la política es el arte de vivir juntos buscando el bien común y aceptamos una idea de democracia -que Platón y los antiguos griegos veían nefasta- vinculada a la libertad, a negar toda sumisión a convenciones humanas y, por ello, negación desmesurada de cualquier título -de nacimiento, de conquista, de mayor conocimiento, religioso,...- que legitime el derecho a gobernar al resto, es fácil acordar que nuestro Estado de derecho y las oligarquías corruptas no son democracia. En especial ahora en que lo que importa es debatir si es necesario y cómo se debate.
A su modo, Marx explica, con datos y conceptos de su tiempo, que la igualdad que preconiza una supuesta democracia es mero interés mercantil, libertad de mercado que, por mucho que sea el tiempo transcurrido desde que él lo decía y mucha la vergüenza al verlo aun hoy, es explotación salvaje del hombre por el hombre, radical desigualdad entre quien presta su fuerza de trabajo y quien, robando plusvalía, la compra, sumisión al interés mercantil, insufrible desigualdad que hoy la oligarquía seda instigando la estúpida y narcisista nada del desaforado consumo de productos superfluos que fingen satisfacer falsas apetencias individuales, al tiempo que atienden a la provocada necesidad de producir más; explica Jacques Rancière que, al aceptar hoy tal situación como modelo democrático, se entierra la razonable crítica de base marxista que en 1968 hacía Baudrillard a la sociedad de consumo y al falso disfrute individual de los beneficios igualitarios de la “sociedad opulenta” de Galbraith, ficticia igualdad bajo la que se ocultan “la democracia ausente y la igualdad perdida”, haciendo del narcisista consumidor compulsivo un -irracional cuestión de fe- creyente  de que el mero hecho de ser “capaz de expresar tanto sus preferencias electorales como sus placeres íntimos”, incluso de modo tan limitado, le convierte en demócrata.
La apasionante desmesura que es la democracia se evidencia en el hecho de que, en Grecia (Las leyes, III, 690 ac), entre los siete títulos que habilitaban para gobernar, el más justo y de mayor autoridad era el de la elección por el dios azar mediante sorteo, método democrático para -como si se tratara de una comunidad de vecinos que nadie quiere presidir- asignar posiciones de mando en el Estado, un sistema que fundaba de modo exclusivo la democracia en la inexistencia de título alguno -de nacimiento, conquista, mayor conocimiento, religioso,...- que legitimase la posibilidad o la capacidad para gobernar; dice, por ello, Rancière que la superioridad en democracia “no se basa en más principio que la ausencia misma de superioridad”, sabiendo los griegos que, al tratar igual a competentes e incompetentes, el método del sorteo suponía el riesgo de caer en manos de estos, pero evitaba el más peligroso de “los hombres con habilidad para tomar el poder mediante artimañas”, el terrible riesgo de elegir tramposos que, como hoy sabemos, pueden ser corruptos e insolventes. Se apoyaban los griegos, como después los revolucionarios norteamericanos o franceses del siglo XVIII, en que no era natural, necesario o lógico que, como ahora, fuera título esencial para ocupar el poder haber expresado antes la ambición de hacerlo.
Si estando donde estamos queremos organizar una mínima vida democrática, lejos de consensos, trampas de lógica oligárquica, de negar política y democracia, tenemos los derechos de reunión, manifestación, asociación y huelga, no regalados sino arrancados, que para ser útiles precisan ejercicio, hoy escaso, y también tenemos la posibilidad de unas normas marcadas por la ambición de ser igualitarias, justas que debiéramos exigir que, al contrario que ahora, sean cumplidas por todos; en tiempos de oligarquías, burocracias, corrupción, consensos y paz de cementerios, la inhabitual decisión de no aceptar tramposos mecanismos, enfrentarse al que manda y a la manipulación del resto, asumir riesgos y perder posición y dinero exigiendo derechos, haciendo que, lejano, suene el trueno de la fuerza del trabajo, merece aplauso y que tal decisión se vea acompañada de solidaridad, coherencia y suerte.
Quienes son designados en elecciones trucadas o se apoyan en consensos contra natura no son el demos, lo somos quienes menos contamos para los oligarcas, la gens de rien de Rancière; hay democracia cuando todos pueden influir en la acción política, haciendo posible el “poder de cualquiera”. La deseada emancipación no se producirá a partir de leyes y especulares formas de gobierno nacidas de torpes alianzas entre las oligarquías política y económica, que nos dividen en grupos de género, ideológicos, sociales, sexuales,... para, con “lógica policial”, controlarnos y regirnos con reglas y funciones, comprarnos, vendernos, premiarnos o castigarnos,..., sino que, por contra, tal emancipación llegará cuando la acción de cualquiera pueda arrancar a burócratas y oligarcas el uso de la política y el reparto de la riqueza, cambiando el modo reglado de actuar que ellos imponen, de forma que incluso las decisiones más importantes puedan ser tomadas desde abajo, por cualquiera. Para ello, frente a oligarquía y burocracia, debiéramos ejercer la pasión de exprimir el jugo a conquistados derechos de reunión, asociación, manifestación y huelga, generar alrededor nuestro brotes de democracia real, que es coraje y, por lo tanto, alegría salvaje; al menos en teoría.



Coda. Me pregunta Bernardo, amigo con coraje y conciencia de clase si, tras dejar de hacerlo por culpa de Agudo y sus tránsfugas, traidores a Marx, volvería a votar si el voto en blanco fuera computado como un partido y, con las normas de todos, generara escaños vacíos. Como paso intermedio no suena mal; habría que pensarlo.



47 Los domingos, cavilar
La memoria
Fernando Merodio
14-04-2019

“Toda teoría psicológica digna de alguna consideración habrá de ofrecer una explicación de la 'memoria'". "Proyecto de una psicología para neurólogos". Sigmund Freud.
"Sé que he perdido tantas cosas que no podría contarlas y que esas perdiciones, ahora son lo que es mío (...) Sólo el que ha muerto es nuestro, sólo es nuestro lo que perdimos (...) Nuestras son las mujeres que nos dejaron, ya no sujetas a la víspera, que es zozobra, y a las alarmas y terrores de la esperanza. No hay otros paraísos que los paraísos perdidos". "Posesión del ayer" de "Los conjurados". Jorge Luis Borges.
Para algunos resulta muy fácil influir manipulando la realidad, utilizar de modo descarado la mentira con fines sociales o políticos, aprovecharse abusivamente del derecho fundamental -de todos- a la información y me siento obligado a cavilar sobre algo tan personal/individual y -si se dispone de medios- tan peligroso.
Manuel Angel Castañeda, acaparador histórico de los peores apoyos y de medios sobrados para, vocacional, ejercer de censor cancebero provincial de las esencias del sistema, titulaba "Memoria sin nostalgia" su -siempre (mal)intencionada- homilía dominical que hizo pública El Delirio Montañés del 7 de abril, en la que, además de evidenciar que no lee a Borges, realza una declaración de principios/excusatio non petita, sin desperdicio: "No es que vivamos en el mejor de los mundos posibles, pero carece de base el negacionismo que sostienen los que creen que la humanidad tiene rumbo equivocado", sin aportar, como siempre, ni siquiera indicios de a quien o quienes se refiere como agentes de ese negacionismo... que él niega; con el simple argumento de una triste selección de tópicos sobre los años 60/70 del pasado año, tal como él, al parecer, los vivió: la censura y Fraga, el Pequeño Libro Rojo de Mao, al que califica de, sólo, gran genocida, los lisérgicos cantos de paz, el hombre y la Luna, la UIMP, el cine de arte y ensayo, Drink Club, en teatro, Lina Morgan y Juanito Navarro, no se enteró, al parecer, del Marat-Sade, de Marsillach o Las Criadas, de Victor García/Nuria Espert, llamando, en especial la atención su muy leve referencia a que entonces mandaba Franco y el modo en que lo hacía al privar de importantes libertades a todos y encarcelar a los pocos que, en especial comunistas y obreros, le hacían frente; no se trata, pues, de una memoria objetiva, sino selectiva que, en fondo y forma, más que mostrarnos la historia, se limita a definir los intereses de su vida.
Faltando, además, toda mínima conexión -necesaria para elaborar todo silogismo- entre las dos premisas base -qué ocurría en los años 60/70 y qué pasa hoy- y su conclusión -es negacionista quien opine que el rumbo actual es erróneo-, valorando también que la acepción más usual de esa nostalgia que tanto molesta al defensor de la esencia, es "sentimiento de pena por la lejanía, la ausencia, la privación o la pérdida de alguien o algo queridos", que tal "pérdida" es, para Borges, la base del paraíso perdido, que "negacionismo" es una actitud de "rechazo a aceptar una realidad empíricamente verificable" y que el crítico no aporta para llegar a su conclusión ninguna realidad objetivamente constatable, parece evidente que el corolario de -como casi todos- este concreto sermón dominical, tiene la estructura política de la mentira, la evidente vocación de nudo gordiano, más enrevesado aún que el que ató carro, yugo y lanza de Gordias y el objetivo de proteger concretos intereses de los distintos consejos de administración vinculados al Delirio, que le apoyan y dotan de medios.
Freud no tiene una teoría específica sobre la memoria a que, ajena a la nostalgia, Castañeda da un valor tan útil para él y los suyos, si bien es un concepto presente en el conjunto de su obra y, como Marx y Nietzsche en sus mutuas materias, él la aplicó un análisis tópico, filosófico, político, económico,... y, partiendo de que su base está en los sistemas neuronales, es biológica, sabe que está fuertemente vinculada a la motivación humana y al deseo, por lo que estudió cómo da lugar a asociaciones, pulsiones, bloqueos,... que hacen que sea tan impenetrablemente complejo su análisis, al que afectan los hechos vividos, grabados en el subconsciente en forma de fantasías y síntomas reprimidos que se acaban mostrando con nuestro desarrollo libidinal.
Memoria y nostalgia o como se la quiera llamar, me parecen, pues, inevitablemente unidas, en forma que no tiene por qué ser, como abomina Castañeda, necesariamente negativa, siendo, además, evidente que, pues, para recordar sus hechos, cada cual tiene que hurgar en el caótico espacio en que, a su modo, acomodó lo vivido, sujeto a otros muchos condicionantes o intereses personales que separan los hechos de su real identidad, vaya vd. a saber cuál es la proximidad que, en todo caso, tendrá con tal realidad lo que salga del complejo proceso de utilizar la memoria.
Conviene aquí interrogarse sobre qué pretende el sermoneador con su abstrusa abstracción y a quién beneficia su conclusión/admonición extraída de personales erróneas premisas, referida a que la humanidad no tiene, hoy, equivocado el rumbo, por lo que, siendo cierto que siempre fue sólido y servil propagandista de similares ideas, le resulta aplicable la desautorización del filósofo Antonio Valdecantos cuando afirma que "lo que se llama realidad no se manifiesta dando respaldo a nuestras afirmaciones ni corrigiéndolas cortésmente, sino burlándose de nuestra confianza en ella y vapuleándonos sin ninguna clase de miramientos. Convencerse de que los actos se han ceñido a las creencias de uno es una ilusión bien pueril" y, añado yo, interesada, concluyendo el pensador que "si lo que se quiere es mantener las lealtades, con la rutina hay suficiente y la verdad no hace ninguna falta", siendo evidente que cuando las lealtades son hacia agentes tan fuertes y peligrosos como los desencadenantes de la injusta desigualdad que hoy asola el mundo o, entre otras catástrofes, del cambio climático/calentamiento global, bastaría con escuchar un par de minutos a una niña de 15 años llamada Greta Thunberg para que, incluso alguien que tuvo que "sufrir" en su juventud la convivencia con el Pequeño Libro Rojo del -sólo- genocida Mao, los sonidos lisérgicos, las canciones de paz -no la guerra de Vietnam-, el acceso de Juan Carlos a la sucesión -diferida- de Franco a título de rey, los cines de arte y ensayo, la película "Repulsión", de Polanski, Lina Morgan y Juanito Navarro,..., tragedias que le causaron un trauma desencadenante de la agradecida satisfacción -coincidente en lo esencial con la de ese Donal Trump cuyas enloquecidas políticas intentan matarnos-, con "su" actual presente, para que incluso hasta tal "víctima" se sienta avergonzada de negar -con publicidad- que hoy "la humanidad tiene el rumbo equivocado"; repito, bastaría para ello que escuchara, en silencio un par de minutos, a la niña para, si aún no se ha perdido del todo el oremus, morirse de bochorno al ver cómo estamos perdiendo las dos batallas, sin duda, más importantes, la de la justicia, por la igualdad y la de la supervivencia, en la que nos enfrentamos a la naturaleza, la física, la biología, la química,..., la vida.

Todo ello se refleja, ácido y aplicable a muchos otros peligrosos ejemplos, en la última viñeta, la de ayer, de El Roto, un hombre con una bandera en la mano y cara de bestia diciendo "La militancia permite tener razón sin tener que razonar", lo que resulta en especial cierto cuando se milita en un ejército tan abusón y poderoso como el del susodicho, el mismo sujeto que, memoria, cuando en España ocurrían hechos como los de la masacre de Atocha, señalaba en un periódico con sus nombres y dirección, Castilla, 11, a los jóvenes abogados y la secretaria de aquellas Comisiones Obreras, reseñándolos con todas las letras, aunque no maoistas, como comunistas, por lo que aún hoy me preocupa la insistente existencia de injustificadas, privilegiadas, conocidas, excesivas,... presencias negativas, militantes, relevantes, insistentes,... en los foros de todos, sin que la sociedad se lo haga siquiera mirar.




46 Los domingos, cavilar
Vivir
Fernando Merodio
07-04-2019

“La cuna se balancea sobre el abismo y el sentido común nos dice que nuestra existencia no es más que un breve relámpago de luz entre dos eternidades de tinieblas".
Comienzo de "Habla, memoria. Una autobiografía revisada". Vladimir Nabokov

La palabra vida, género femenino, así de correcta, procede del latín, vita, y según el diccionario de la RAE designa, entre otras acepciones, tanto al ser vivo, al hecho de estarlo, al tiempo que transcurre desde el nacimiento hasta el presente o la muerte como a la fuerza o actividad esencial mediante la que actúa ese ser o al estado o condición que define su modo de vivir o a la actividad personal o comunitaria que desarrolla; vida es, por último y fundamental sin prestar atención a particulares ideas religiosas, viveza o ardor.
Mi muy limitado saber científico me dice que la medicina explica que la vida es lo que debe ser si cada órgano cumple bien su función y actúa coordinado con el resto; biológicamente, la vida exige una organización a distintos niveles, cada cual más complejo y con sus propias leyes: monómeros, biomoléculas, genes, orgánulos, células, tejidos, organismos, poblaciones, biosfera,...
Todos los organismos vivos desarrollan, cada uno a su modo, sus procesos vitales y viven mientras lo hacen, pero las cosas u objetos, lo que, por ejemplo, el hombre hace con sus manos, por mucho valor que algunos le den, no crece, no se reproduce, no vive,.., es un peso muerto que no tiene el valor de la vida, propiedad esencial, con alcance social que, entre los llamados humanos, debiera implicar la exigencia rigurosa y solidaria, no siempre aceptada, de asumir la fatigosa tarea de pensar e intentar alcanzar, individuos y grupos, lo que se piensa, ideales y metas.
En estos días, un hombre desafortunado ha puesto fin a la vida, así conceptuada, de una compañera aún más desgraciada que él, una desgracia lamentablemente usual, que se ha politizado y trocado espectáculo en el que, como casi siempre mal, han entrado a saco los medios de comunicación, convirtiendo algo humano, penoso y, posiblemente, admirable en una ceremonia que, lamento exteriorizar lo que pienso, además rechina, una ceremonia que aún rechina más cuando, en torno a ella, se oyen palabras como policías, fiscales, jueces, calabozos, cárceles,..., inhumanas.
En una sociedad viva en la que los que gustan de la religión o el fanatismo, ¡allá ellos!, dejaran vivir en paz al resto haría ya mucho tiempo que lo sucedido estaría bien resuelto y no habría que soportar los sermones electoralistas de los distintos partidos desde sus púlpito de izquierda, centro y derecha, los extremos de los dos extremos, los viejos y los nuevos, los de la casta de 1978 y los de la  de 2018,..., pues se habría establecido con todas las garantías la forma en que, sin permitirnos desertar de nuestras obligaciones sociales, cada cual podríamos decidir, a nuestra manera, sobre algo tan personal, humano, biológico como es la razón, el tiempo y el modo en que dar por finalizadas nuestras vidas.
El tema es importante y, en esta sociedad pacata y falsa, es además sensible, por lo que me parece obligado ponerlo en relación con la experiencia vital de cada uno de nosotros. la mía, por ejemplo, que tengo casi 73 años, una buena edad y cuando tenía 70, viviendo en una aparente plena y buena forma, se me evidenció y me diagnosticaron un agresivo cáncer de próstata, respecto al que, tras tomar conciencia de que mi vida no estaba -ni había estado nunca- en mis manos. respondí a la pregunta de los médicos eligiendo combatir a tan duro, desconocido y nuevo enemigo, no con quimio o radioterapia, con la cirugía más avanzada, expresando mi -forzado- deseo de que un robot de nombre Da Vinci, al que, por el momento, daría órdenes un joven/experto médico sabedor de urología me rebañara -todo lo posible- el mal que había empezado a devorarme por dentro, así lo hicieron y -por el momento- todo va aparentemente bien, aunque no dejo a un lado lo que me repetía y repite un médico amigo, también canceroso, compañero de maratones, "la salud es un estado pasajero que no presagia nada bueno"; no estaría explicándolo todo si no escribiera además que tuve que pagar un peaje aparte de -solo- las habituales y lógicas limitaciones en la actividad sexual, ya que una complicación ajena estrictamente al cáncer ha dañado una parte importante de mi vida, un síndrome compartimental en la pierna derecha causado por la operación me impide disfrutar de la mayor afición de mi vida previa, correr al menos una hora todos los días.
Al tiempo que a mí, detectaron otro cáncer similar a Jose, mi querido y único hermano, dos años menor que yo, aparentemente, incluso más sano y fuerte, pero que, sin mi fortuna -¡o vaya usted a saber!-, perdió, privándome de los restos previos de mi historia familiar obligada y causándome más dolor que propia mi situación, no sé si mala, en la que además de -o pese a- estar vivo, mi cerebro, aun fuerte como antes, se impuso a mi dañado cuerpo y tras tomar conciencia directa de -algo tan evidente como- que no voy a ser eterno, he plantado cara a la parca en la partida de ajedrez que, como tan gráfico narra Ingmar Bergman en la devastadora película "El séptimo sello", nos toca mantener con la muerte, sé también, ahora más que nunca, que por más que me disguste que una revisión no sea buena o aparezca cualquier otra cosa no alteraré mi vida ni una micra más allá de lo que me obligue mi estado físico, como he hecho hasta ahora.
Con tan personal conocimiento y experiencia vital, en esas estoy, apoyándome en los versos, que me mantiene vivos un separador de páginas de la Librería Gil, escritos por la premio Nobel de Literatura Wislawa Szymborska, "Ningún día se repite, / ni dos noches son iguales, / ni dos besos parecidos, / ni dos citas similares", al tiempo que aprendiendo y fortaleciéndome con los que, agridulces, como León Tolstoi, Susan Sontag, Iona Heath, Christopher Hitchens, André Gorz,... y, en especial, el neurólogo Oliver Sacks, "Gratitud", escribieron sobre la sorpresa de la muerte próxima, introduciendo en su final de la vida una sólida declaración de intenciones, "aunque ahora veo la muerte cara a cara, la vida todavía me acompaña", declaración que, en el caso de Sacks, alimentaba la idea de "morir al pié del cañón".
Otro ejemplo, Hitchens, azote de Ratzinger, Kissinger, Clinton o el americano pueril idealista Chomsky, un ácido y luchador crítico que siempre respondía a la ofendida pregunta "¿Quién te crees que eres?", o similar de alguno de sus poderosos agraviados, con una valiente e inteligente respuesta, "¿Quién quiere saberlo?", caminó hacía la muerte que le traía un cáncer a sus 62 potentes años describiendo que "la nueva tierra es bastante acogedora a su manera. Todo el mundo sonríe con coraje (...) pero parece no haber ni un poco de conversación sobre el sexo y la cocina es la peor de todos los lugares que he visitado". Ejemplar.


Me parece increíble que distintas supercherías e intereses egoístas hagan que quienes han vivido parecidos años y en el mismo mundo que yo traten te meterse en la vida de otro por la forma en que decide irse de aquí, espero que haya quedado suficientemente claro -lo siento por mis bastantes enemigos- que todavía tengo muchas -todas las- ganas de vivir -de leer, escribir y hacer cosas para mí y el resto-, de seguir peleando como siempre, pero también espero que se entienda que si, a causa del dolor físico, o psíquico, o cualquier otro me cambiara el ánimo, ninguna legislación represiva y estúpida, ningún policía, ningún fiscal, ningún juez inquisidor, ninguna amenaza de un inexistente infierno distinto del que aquí tenemos, ningún meapilas, ni ningún salvapatrias frenará que, como toda mi vida, con la sola preocupación por mi familia elegida, para morir haga lo que me venga en gana. 



45 Los domingos, cavilar
Lo llaman "pogreso"
Fernando Merodio
31-03-2019
“Una vez hubo truchas en los arroyos de montaña, se veían en la corriente ambarina donde los bordes blancos de sus aletas se agitaban suavemente. (...) Mapas y laberintos de una cosa que no tenía vuelta atrás; ni posibilidad de arreglo. En las profundas cañadas donde vivían todo era más viejo que el hombre y murmuraba misterio”.
"The Road" (La carretera). Cormac McCathy
Crece sin freno en la sociedad de la (des)información el daño a los demás que nace de lo que el poder logra al pervertir -para debilitar- el lenguaje con su inflexible control sobre los medios de comunicación de masas, periódicos, cadenas de televisión y radio,...; su muy sibilina y tenaz manipulación del significado de las palabras logra que hoy, en el muy escaso y blando debate de ideas, sea difícil, imposible casi, entender al otro, simplemente coincidir en lo que significan, básicas, palabras como ciudadano, amor, paz, sexo, terror, izquierda, derecha, nación, democracia, identidad, pueblo, anarquía, comunismo, socialismo, libertad, igualdad, desarrollo, progreso,...
Estamos abandonando el feraz territorio que roturó la revolución francesa, nuestra falta de esfuerzo, decisión y coraje nos aleja de la fértil tierra que la Ilustración sembró, la tierra que Kant araba con su ”Sapere aude!, ¡atrévete a saber!, ¡ten valor para usar tu propia razón!; es tan evidente la perversión que, a fin denunciar en un libro la “borrosa ambigüedad de las palabras cuyo significado todo el mundo cree conocer”, Fernando Savater usaba una viñeta de El Roto en la que un personaje parecido -y que, sin duda, anunciaba- a Trump, señalaba al lector e inquiría amenazante: “¿Es vd. un ciudadano normal o todavía piensa?, turbadores los personajes de El Roto, con discursos tan certeros e inquietantes como “las mentiras también son armamento” o “tú utiliza a menudo la palabra democracia, que no se note mucho que eres un fascista”, alambrada que acota, cerrándolo, el territorio en que vegetamos.

En "La carretera", de Cormac McCarthy, un padre y su hijo niño se mueven entre los dantescos restos del mundo tras no se sabe cuál de las atrocidades -es ejemplo el cambio climático-  a que, rodeado de silencio, lo somete el poder, metáfora actual de a dónde lleva el pervertido uso de la idea de progreso, el "pogreso" que llena la boca del poder y sus siervos, una novela que el septuagenario autor dedica a su hijo John Francis, de ocho años y su negro futuro; empieza narrando sus miedos y primacías, “al despertar en el bosque en medio del frío y la oscuridad había alargado la mano para tocar al niño que dormía a su lado”, y acaba, tras un asfixiante recorrido por las consecuencias de tal perversión del progreso por el capital(ismo), con las metafóricas líneas que abren esta cavilación, situación generada por quienes -solo- prohíben la única forma de violencia que iguala a todos, la física, los violentos -reales- que ocultan lo que pasa pervirtiendo la palabra, poderosa arma al servicio de todos e intentan callarnos, el 1% que se cree investido de -divino- poder y sus más míseros siervos que, a cambio de algo, tratan de borrar lo más serio de la poética advertencia final de McCarthy, “no tenía vuelta atrás”“ni posibilidad de arreglo” y “misterio”, que plasman la urgencia de ya rebelarse, desobedecer.
Debemos evitar que predicadores de "pogreso" y "progresismo" nos condenen a un perenne y temeroso vagar protegiendo a hijos y nietos en la carretera de Cormac McCarthy o, quizás peor, a despertar un día en un planeta en el que -¿"regreso"?- gobiernen simios, debemos intentar, por contra, sabiéndonos como se sabe Belén Gopegui solo “agua, carne, mierda, valor, orgullo, bondad, sentido del ridículo y miedo”, dar la necesaria ciaboga a nuestro erróneo navegar, cinglar con la corriente del progreso humano y huir del insano egoísmo que alimenta el miedo.
En estos momentos, el 1% carga contra todos nosotros controlando la energía, sus enormes beneficios, su generación, con un descontrolado (ab)uso del poder que ello otorga, haciendo que ahora sean enormes los daños que causa su mala utilización del excesivo poder en forma de calentamiento global, del llamado cambio climático,
Destaca aquí en ello la poco conocida corporación, que habría que desenmascarar, Red Eléctrica de España, REE, presidida, puertas giratorias, por Jordi Sevilla, un ex-dirigente de la PSOE, cuya monopolística y estratégica función es transportar, traer y llevar la energía a altísima tensión y garantizar al oligopolio una cómoda operatividad del "sistema eléctrico", facilitándole, además, la gestión de lo más sucio de su negocio, resolver, con su apariencia de pública, los abusivos conflictos con los particulares.
No debe engañar a nadie tal -interesada y falsa- apariencia de entidad pública, su exclusivamente publicitada condición de operadora del sistema, desmentida por su composición y presencia en bolsa, entre los 35 grandes negocios del Ibex, su descendente dependencia de la regulación, su condición de, cada día más, subsidiaria logradora a favor del gran capital y los grandes negocios de sus divisiones, Hispasat y sus 1.250 canales de televisión, Reinel y su ventajista y oscuro negocio con la fibra óptica incorporada a sus líneas de transporte y las ferroviarias y RE Internacional, colonial en Perú y Chile.
Jordi Sevilla, "sociolisto" no socialista, dice lloroso que "hacen falta más kilómetros de red, conexiones y subestaciones", sin explicar vergonzante que quienes lo piden son sus jefes reales, Iberdrola, Naturgy, Repsol, Endesa,... y adláteres, el abusivo oligopolio al que poco preocupa mejorar/abaratar el suministro, sino ser de facto un monopolio en el negocio de la generación concentrada en sus manos, aplastar -aún más- la distribuida, cegar toda posibilidad de soberanía energética en que participen regiones, municipios, juntas vecinales, concejos, asociaciones, particulares,... y minimice el estrago de las acromegálicas interconexiones, líneas, subestaciones,... que suplica, "sociolisto", Sevilla para distribuir la energía que en exceso monopoliza el gran capital, sus jefes, por medio de la acumulación de tallos gigantes con aspas, 200 metros de altura o los cientos y cientos de hectáreas que ahora quiere en Extremadura Iberdrola con un abusivo atropello fotovoltaico, millones de paneles, miles de km de líneas de alta, media y baja tensión, de toneladas de cimentaciones,..., todo ello más dañino por concentrado, radicalmente insostenible, insolidario,..., puro y duro beneficio -solo- para el 1%. Son, entre otras, salvajadas al servicio del analfabeto "pogreso".
Habría que explicar con detalle el enorme mérito de cientos de asociaciones sin subvenciones ni ingresos -plataformas ajenas a las grandes estructuras de viejos y acomodados dinosaurios subvencionados-, que intentan -y muchas veces consiguen- frenar las distintas formas del destrozo en sus territorios, que están comenzando a sembrar la semilla necesaria para que crezca algo más grande que nos defienda.
Que nadie se deje engañar, la forma de hacer aquí de REE -y en otros lugares de otros-, todo ello en su conjunto, resulta devastador para el planeta Tierra, agravando, entre otros, el -ya gravísimo- problema del calentamiento global/cambio climático, que ha hecho que una sorprendente niña sueca nos avergüence con argumentos adultos y la urgencia de racionalizar/reducir drásticamente la generación/consumo energético.
Incluso el diseño más pijo en una pija revista lo afirma radical, "el progreso -con r- no era esto", añadiendo que "el control del futuro -si lo hay- acabará perteneciendo a un pequeño grupo, una minoría no elegida", ¿se elige realmente a alguien?, por lo que "debemos ser críticos con los objetos que consumimos y pensar cuánto poder queremos darle a las grandes empresas", debiendo ser radicales al denunciar y quitar el poder de influir y condicionar, sustituir a quienes de modo injustificado e injusto lo tienen; aquí, insisto, Vocento, El Delirio Montañés y su más osado, ágrafo vocero, M.A. Castañeda, defensores contra natura del más destructor "pogreso".


Montejo de Bricia

44 Los domingos, cavilar
Se está agotando
Fernando Merodio
24-03-2019
"- ¿Por qué no dejas de pelearte con el mundo y te adaptas al ritmo de los tiempos? Es decir..., bueno, supongo que tiene que haber una forma mejor de expresarlo.
- Sigue intentándolo”.
(Edward Abbey. 1962. "Fire on the mountain").

Alamogordo, pronúnciese "alamoyoròo", en castellano, ciudad de 30.000 vecinos  en el estado USA de Nuevo México, poco más de 500 habitantes por km2, la décima parte que Santander, tiene el triste honor de ser el primer lugar en que, el 16 de junio de 1945, casi un año antes de que yo naciera, se desarrolló la prueba Trinity, primera explosión -la fisión y el tétrico Niels Bohr- experimental de un arma nuclear en la historia, dos meses previa a que Little Boy Fat Man -tan graciosos siempre los yanquis-, las dos únicas bombas atómicas lanzadas contra la población civil, causaran, inclementes y drásticas, el 6 y 9 de agosto del mismo 1945, los 120.000 muertos y 130.000 heridos de Hiroshima y Nagasaki, vergüenza de la historia humana.
En las mismas yermas e inacabables tierras donde una vaca tiene que andar un kilómetro para rumiar un bocado de hierba y ocho para sorber un trago de agua se desarrolla la bella y durísima historia del sólido septuagenario, hijo de un emigrante holandés, John Vogelin que en 1960 no quería teléfono porque no sabía usarlo, y su nieto Bill, un niño de ciudad de doce años que, igual de serios -e inocentes- ambos, pasaba allí los veranos, hermosa historia de amor con el "reino requemado, dilapidado arruinado y sin valor que es el rancho de tu abuelo Vogelin", tierras, montañas, agua escasa, un mítico puma,... fascinantes y aterradores que, retórico, el abuelo inquiría al nieto de quién eran, ¿de los indios apaches mescaleros a los que su padre estafó y robó?, ¿de éste y él que las hicieron parte de sus vidas?, ¿de las grandes empresas ferroviarias y ganaderas?, ¿del First National Bank?, ¿del omnipotente gobierno que pretende robárselas a él por sucios intereses?,... Emocionante historia de su -casi- solitaria lucha contra la fuerza aérea de los USA que, no contenta con haber escenificado allí la devastadora eficacia de la energía nuclear bélica, ahora pretendía instalar un campo de pruebas para misiles; la lucha de un viejo y un niño que, al grito de "¡El Box V no está en venta!" y frente a las apelaciones al sentido común que el poder exige al débil, argüían "Si, claro, que me calle. ¿Y si cerramos los ojos también? A lo mejor así todo se arregla".
Edward Abbey, autor además de "Desert Solitarire" -"El solitario del desierto" y "The Monkey Wrench Gang" -"La banda de la tenaza"- que ilustra Robert Crumb, representa la conocida, admirable y ética desobediencia civil de, por ejemplo, Walt Whitman y H. D. Thoreau, en un mundo que allí entonces -como aquí ahora- empezaba a agotarse, ética rebeldía que se asienta en un firme menosprecio por los llamados métodos democráticos, "incapaces de producir el bien, la justicia y la verdad", en la convicción de que la desobediencia es una obligación de integridad espiritual y en que el individuo no puede limitarse a refunfuñar antes de irse a dormir -y a votar cada x años, como algunos creen aquí-, pues, explicaba H.D. Thoreau en "Walden o la vida en los bosques", él "quería vivir intensamente y extraer el meollo de la vida; no fuera que cuando estuviera por morir descubriera que no había vivido".
Aplicaba el gobierno al desobediente Vogelin la ley de expropiación del siglo XIX -la de aquí es de 1954, ¡uf, franquista!, aunque no parece preocupar a nadie- que, de tan buenas que son ambas, pasadas decenas y decenas de años, al contrario de lo que se pedía al ético insurrecto, no debían "adaptarse al ritmo de los tiempos", pues eran allí -y es aquí- ellas las que fijaban tal ritmo al servicio del 1% que son los amos.
Es una lucha cívica, sinuosa e insegura en sus fundamentos y conceptos base que se puede manipular para ocultar engaños, pero que, por supuesto, no convierte al hombre justo que verdaderamente se guía por la conciencia y desobedece en un fuera de la ley sin más, en un forajido y, como afirma Wendell Berry, "la mayoría vivimos entre castigos y ruinas y para aquellos que al menos son conscientes, los libros de Edward Abbey siguen siendo un consuelo insustituible". Dicen que, cuando por una leve insumisión fiscal, Thoreau pasó unos días en la cárcel, su maestro Emerson le preguntó, "Pero bueno, ¿qué hace usted aquí?", contestándole él "Soy yo quien debería hacerle la pregunta: ¿cómo es que no está usted sentado a mi lado?", aclarando Hannah Arendt, John Rawls y otros sabios que los actos de Thoreau son más propios de "objeción de conciencia" que de desobediencia civil, que exige cierto grado de "movimiento organizado de un grupo, más que una disidencia personal".
Es evidente que la trapacería ambiciosa de unos pocos y el bovino seguidismo del resto está agotando el planeta en que vivimos, lo estamos exprimiendo como hacen con un limón o una naranja los modernos y lacerantes exprimidores -¡tan cómodos e inútiles somos!- eléctricos y han tenido que removernos unos niños -sobre todo, creo, niñas- de todo el mundo, encabezadas por la intuitiva y admirable Greta Thumberg y su -inicialmente- solitaria lucha contra el cambio climático, un tierno y enormemente eficaz modo de objeción de conciencia que -deseo- avanza hacia poderoso, ineludible y urgente movimiento mundial de desobediencia civil que, frente a la idea kantiana de que desobediencia es la crítica teórica muestra que la crítica auténtica es desobedecer en la práctica; ya solo, nada más y nada menos, nos falta una eficaz y monolítica -el tema lo demanda- organización que no ceda al dinero ni, casi peor, a la burocracia.
Aquí ahora, frente a la razón ética de los nadie de Eduardo Galeano -muchos- está la sinrazón egoísta del 1% y su ilegítimo control de -casi- todo, sobre todo de la información, dominada acá por Iberdrola, Viesgo, Banco Santander, Vocento, el capital vasco,... El Delirio Montañés que se identifica, personaliza el abuso, en un (in)útil tristón peligroso, M.A. Castañeda, durante muchos años (i)lógico director del delirante panfleto, hoy puesto presidente/influyente en un degradado Ateneo cuyos selectivos actos sirven a aquel 1% y su ley de expropiación forzosa; se trata de un (in)útil al que, además, regalan algo más de media página, casi editorial, de sermón dominical. Son ejemplos de lo que sus homilías persiguen, cuya lectura íntegra recomiendo, "Freno al desarrollo", 25/11/18, y -no ha leído a Lenin- "Planear, para qué?", que nos proponen erradicar todo control y freno planificador, que él vincula inquisidor a "maneras cuasi soviéticas de planificación de la economía y (¡¡) del comportamiento de los ciudadanos, que aún perviven entre determinados colectivos, y en la mente de determinados políticos, no son más que un freno al progreso y al desarrollo". Tan valiente como siempre, tan buen periodista, no identifica a los peligrosos bolcheviques agentes del KGB que, supongo, no serán del PP, PSOE, PRC, del Podemos que no puede... porque no sabe ni quiere, ni, insincero, añade a lo que pretende con su exigencia de impunidad para los -pocos- que nos destruyen y le tienen bien situado/pagado, eliminar las normas que los incomoden, evitarlos todo freno aunque aumente el calentamiento global y se acelere la destrucción del planeta, su deseo de callar a las Greta Thumberg y los que piensen como ellas, expropiarnos, con leyes antediluvianas, todo lo nuestro,... para que progrese el desarrollo de los suyos, del 1%, Trump y Bolsonaro entre ellos y, así, le sigan cayéndole migajas.
Vuelvo al título, están agotando el planeta y, o les paramos ¡ya! empezando por lo más próximo como es el desatado robo del territorio con el desenfreno energético de tallos gigantes con aspas, líneas de altísima tensión, subestaciones cada día más grandes y próximas a las poblaciones,... y tomamos, al tiempo, la libertad de expresión para todos o, en breve tendremos que entonar el R.I.P.; habremos agotado esto.



43 Los domingos, cavilar
Controlar el territorio
Fernando Merodio
17-03-2019

“(:::) el capitalismo solamente se convirtió en imperialismo capitalista cuando su desarrollo alcanzó un grado muy alto (...) Desde una perspectiva económica, lo esencial de este proceso es la sustitución de la libre competencia capitalista por el monopolio capitalista”.
(V.I. Lenin. 1917. "Imperialismo: la fase superior del capitalismo").

Cuesta no caer en la inane tentación de escribir buscando un -imposible- debate con ese moderno feminismo de la protección y el rencor femenino del que tanto alardean unos promotores que, sin enterarse de qué se les habla -es difícil explicarse bien y, además, no se sabe leer- arremeten contra quien discrepa de ellos; se trata de una doctrina y un movimiento social que ve a la mujer como a un ser inferior que necesita apoyarse en una injusticia favorable para vivir en un Matrix -¿soy real?, ¿existo?- que les parece excepcionalmente machista. Voy a optar por resistir al canto de sirenas de la desasosegante discusión estéril, hay cuestiones más urgentes, incluso mucho más, que obcecarse en debatir sobre una anomalía.
Veamos uno de ellos. En el artículo titulado "Controlar el territorio" sobre la trama criminal mafiosa de La Camorra, con centro de actividad en Nápoles, Roberto Saviano, perseguido por saber del tema y escribir sobre lo que sabe, hacía énfasis en que "nada da más seguridad a los jefes que el territorio que controlan", en el que, además, intentan que no actúen los aparatos del Estado.
Hace 100 años, en 1917, Lenin explicaba otra forma de abusivo afán por el territorio y definía la Guerra de 1914 como anexionista, depredadora, de rapiña, "por la división del mundo, por la partición y el reparto de las colonias y de las esfera de influencias del capital financiero (...)", hasta el extremo de que, repito que lo escribía hace 100 años, "el capital financiero, pensando en las fuentes potenciales de materias primas -ahora es otro su pensar- y temeroso de quedarse rezagado en la fiera lucha por las últimas tierras no repartidas o por conseguir un nuevo reparto de las ya repartidas, se esfuerza generalmente en apoderarse de las mayores extensiones posibles de toda clase de tierras, estén donde estén y sirviéndose de cualquier medio".
Saviano y Lenin, cada uno con su manera y objetivos, dejan muy claro cómo se propicia el monopolio, tanto el mafioso como el -similar- el capitalista, al adueñarse y controlar el territorio, y lo explican tan claro que es difícil escribir algo que lo mejore, por lo que voy a tratar, nada más y nada menos, de relacionarlo con lo que ocurre aquí ahora y aprovechar para echar mi cuarto -no a espadas- otra vez a Greta Thunberg.
El intento de ocupación -y control- del territorio por el imperialismo capitalista -¿y mafioso?- es aquí ahora más que evidente y señalo dos arquetipos, el cualitativo minimalista del ofensivo Centro Botín que, sin que nadie explique los motivos, ahora vibra y se le caen sus orgullosas cerámicas, plantado con flagrante ilegalidad en la mejor parcela pública, propiedad de todos los sumisos y permisivos santanderinos, y, por otro lado, el cuantitativo -también cualitativo- y acromegálico de los tallos con aspas de casi 200 metros de altura que otro gran representante del capitalismo, Florentino Pérez, junto a oscuros fondos saudíes, quiere ahora (im)plantar como casi único cultivo en lo mejor de nuestro territorio.
Tenaces frente a incumplimientos legales, a los seis meses de  haberlo solicitado, la Plataforma que lucha contra la aberración de tal gigantismo capitalista ha obtenido, hace días, de la Consejería del lobbysta Francisco Martín la "Relación de los parques eólicos -supuestamente- tramitados al amparo de la Ley de Cantabria 7/2013, de 25 de noviembre", en la que se reconoce la flagrante y desvergonzada intención de implantar en Cantabria 24 parques, 731,26 Mw (más que los que prevé el Plenercan), a los que habría que añadir los que -por ser de más de 50 Mw o afectar a otras comunidades- se tramiten en el ministerio del PSOE en Madrid, pretensión que significaría destrozar Luena, San Miguel de Aguayo, Campoo de Yuso, Molledo, Santiurde de Reinosa, Reinosa, Campoo de Enmedio, Valdeprado del Río, Valdeolea, Valderredible, Soba, Ramales de la Victoria, Voto, Rasines, Ruesga, Bárcena de Cicero, Vega de Pas, San Pedro del Romeral, Arenas de Iguña, Corvera de Toranzo, Pesquera, San Miguel de Aguayo, Bárcena de Pié de Concha, Campoo de Suso, Las Rozas de Valdearroyo, Penagos, Liérganes y, sin duda, se me pasa algún municipio.
Es difícil dar ejemplos más evidentes de ocupación "preventiva" del mejor territorio para privar a éste de cualquier uso que no sea el que interesa al imperialismo más ávido que, nadie se engañe, no intenta frenar el cambio climático con la generación eólica -implantada así no es sostenible-, simplemente trata como carroña el territorio para aquí ahora consolidar -aún más- el abusivo monopolio energético y después... ya verá que hace.
El viernes me emocionaba en el centro de la sumisa Santander, junto al lugar de mis fatigas laborales, frente al Ayuntamiento y sus -inútiles- políticos profesionales, viendo a cientos de adolescentes, muchos niños con sus maestros, que exhibían los carteles que ellos mismos habían escrito y dibujado, mostrando su firme posición frente a nosotros, los adultos, y al planeta que queremos legarlos. Al fin ha llegado a la España ocupada en sus ficticios problemas catalán y, dicen que, feminista la marea con afán de tsunami que, con el leve batir de sus alas de mariposa, inició la admirable Greta Thunberg, niña de la muy rica y, también dicen, avanzada Suecia. Esta sí, feminista.
Lo sorprendente de este -espero que- sólido movimiento mundial es que, pese a la escasa edad de sus miembros, sabe lo que quiere, sigue a Greta y otras adolescentes del Reino Unido, Alemania, Bélgica, los USA,..., cuando educadamente, naturales y sin pintarrajearse dicen "no podemos esperar" y, a su modo, revolucionarias advierten que "no se trata solo de reducir las emisiones, sino de justicia; el sistema actual no sirve, porque solo beneficia a los ricos". Como ellas nos dicen, su movimiento era inevitable, no tenían más remedio y, pese a quien pese, hay que hacerlas caso.

Solamente eso, hacerlas caso y ponernos, tras ellas, a la revolucionaria tarea de cambiar esto desde la base, empezando por nosotros y nuestras estúpidamente consumistas formas de vida, intentando evitar que tan limpio movimiento sea contaminado por los peligrosos diplodocus de la política, el sindicalismo, el -llamado- ecologismo,... que están en el origen del grave problema que ellas denuncian y, además de una vez por todas, enterarnos de quiénes y cómo son los miserables con que nos estamos jugando los cuartos, leyendo para ello varias veces, por odioso que resulte, el artículo titulado "Greta" de una, sí una, fiel columnista de Vocento, Iberdrola, Banco Santander, El Correo, afín al mismo progreso que aquí predican El Delirio Montañés y M.A. Castañeda, artículo del que, con asco, acompaño un enlace.


Tal es la cara -más o menos- oculta del enemigo que ha causado el daño -espero que no sea irreparable- que han venido a denunciar esas niñas que, con apariencia más liviana de lo que sugiere el "Resist much. Obey little" -Resiste mucho. Obedece poco- de Walt Whitman o Henry D. Thorau, ellas, femeninas feministas, nos dicen -con razón- que no se fían de nosotros y exigen "empezar a hacer preguntas incómodas sobre cómo reestructurar nuestras economías, quién sale ganando y quién sale perdiendo", responderlas y actuar.


42 Los domingos, cavilar
Feministas
Fernando Merodio
10-03-2019

“No es fácil hacer encajar a las mujeres en una estructura que, de entrada, 
está codificada  como masculina: lo que hay que hacer es cambiar la estructura”
(Mary Beard. "Mujeres y poder. Un manifiesto").



Es una oportunidad para mejorar cosas cambiando, pero lástima, dañinos medios buenistas, partidos, sindicatos,... y ahora "históricas" feministas de cuota, de nuevo evidencian querer abortarla; por ello, esta cavilación, aún más que otras, irá contra corriente y será, en algún punto, hasta desagradable.
Se enarbolaron el viernes, con arrogante e injustificada jactancia de primerizas, dos serias banderas que antes empuñaron heroicamente las muchas -y muchos- que, con riesgo propio, lucharon por todos en los más duros momentos de la Historia, banderas que ahora se mutilan a solo feministas y se levantan contra -injurian a- los hombres, la mitad de la humanidad, reivindican una igualdad privilegiada para ellas, igualdad que habría que cribar en matices con los códigos históricos que implican las evidentes diferencias objetivas entre sexos y exigen que además desaparezca toda violencia ejercida sobre ellas -sólo- por los hombres, la de las mujeres no parece importarlas; un planteamiento injusto y conceptualmente ajeno a otra lógica que la de la -justificada- irritación y la demagogia, muy despistado, pues parece ser único objetivo de esas feministas integrarse las supuestas bondades del sucio, injusto mundo actual, ¿no lo están?, con una esencial queja, su obsesión por el abuso de los hombres sobre ellas.
Han tenido un año entero para escribirlo y he leído -un verdadero esfuerzo- el llamado "Manifiesto de la Comisión Feminista 8 de Marzo", sectario, poco meditado y deslavazado, en su peor sentido, panfleto para convencidas, que asegura que la "huelga feminista" de 2018, hito histórico, tuvo como primordial objeto "hacer visibles nuestros trabajos, nuestras demandas y (¡) nuestros cuerpos", pretensión de muestra física -¿lapsus freudiano?- que, supongo, habrá chirriado en lectores de ambos sexos, pues siendo -para ellas- incorrecta tal pretensión exhibicionista, parece además querer sugerir algo tan radicalmente incierto como que el único cuerpo deseable sea el femenino; una amiga luchadora las llama "feminazis", peligroso ruido sin contenido.
Evidencia el Manifiesto/panfleto de consumo interno una ilícita obsesión por agravar la injusticia de un constitucionalmente indefendible desigual trato para el hombre en sus litigios con ellas para el que, desde las antípodas de VOX, considero urgente su abolición, equiparan los problemas en el uso de sus cuerpos -otra vez- y sus deseos, no con los de los hombres, sino, infames, con los verdaderamente maltratados del colectivo LGTBI, utilizan el aborto como si -en España- fuera un problema actual, se equiparan, insoportablemente indecentes, a los emigrantes que mueren ahogados en el mar, reivindican frívolamente los valores del -por ellas despreciado- necesario trabajo en casa, hablan demagógicamente de desigualdades salariales sin explicar dónde existen y por qué, en su caso, no acuden a la Justicia a denunciarlas y qué hacen sus fieles sindicatos, cogen, también en vano, la bandera contra la destrucción del mundo por el capital, que nunca les ha preocupado,...; corta y pega "progre" de quienes ignoran los más graves problemas del mundo o que, aún peor, conociéndolos, no los enfrentan y abren un nuevo frente que favorece al poder.
Feminismo no supremacista, constructivo, inteligente, útil para la mujer. Mary Beard, catedrática de Clásicas en el Newnham College, Cambridge, analista de las bases de la misoginia, los fundamentos del rechazo a las mujeres y su relación con el poder en la Historia, feminista que lo toma en serio y inicia la casa por los cimientos,  pues sabe que para construir algo firme hay que ser profundo y serio en los planteamientos, advierte para empezar que "el poder tiene una visión muy limitada, una estructura elitista, muy masculina, vinculada a la popularidad" y añade que "hay que cambiarla para tener en cuenta a todos"; inteligente consideración, ajena en fondo y forma al panfleto/Manifiesto de cuota, lo que, al contrario que éste, obliga a leerla atentos y suscribir lo que dice, lo mismo que hay que hacerlo, a partir de su profundo saber de la Historia, con la idea de que si, además de justos, queremos ser prácticos, "no podemos permitirnos prescindir de los conocimientos" y las aportaciones del carácter femenino, pues hombres y mujeres somos distintos, debiendo poner en cuarentena, como ella hace, tanto los móviles como la eficacia práctica de las formas de integración y participación que promueven políticos, sindicalistas, feministas de carnet,... al buscar simplemente una "cómoda" adhesión de la mujer al entorno del poder; un cambio para que todo siga igual.
Otro modo feminista al que, con los ojos cerrados, seguiría, es el de la adolescente sueca de 16 años Greta Thunberg que, desatenta a físico y vestimenta, de aspecto pálido, rubia, sin pinturas coloridas, seria, de habla lenta y tono bajo, peinada con raya al medio y dos largas coletas a los lados, como su paisana Pippi Làngstrump, totalmente ajena al tan en boga liderazgo de la imagen, mujer que, además, vive en el mutismo selectivo del síndrome Asperger que la hace hablar solo cuando -le parece que- es preciso; ajena, por consiguiente, al parloteo de los vendedores de crecepelo en el far-west o, aquí ahora, de lo que tienen ideas mucho menos positivas que la suya de cambiar, como Mary Beard, la estructura que propicia la catástrofe que da lugar a su subversiva "Skolstrejk för Klimatet", "Huelga escolar por el clima", pues, "si las soluciones dentro del sistema son tan imposibles de encontrar, tal vez deberíamos cambiar el sistema (...)". Con mujeres como Greta, ¿quién no es feminista?
Frases de otra mujer, Olivia Laing, de su magnífica novela "Crudo", describen gráficamente, seguro que sin pretenderlo, el riesgo del feminismo sin sustancia, "era muy fácil describir el decorado y al mismo tiempo olvidar las actitudes morales, la forma en que te convertiste en una persona distinta según el conocimiento disponible en aquel momento", que "no había ninguna necesidad de inventar nada, porque podías elaborar cualquier cosa a partir del rebosante yacimiento de lo hecho, de lo nada nuevo, como dijo Becket" y que "el aturdimiento importaba, eso fue lo que hicieron los nazis, hacer creer a la gente que todo se movía demasiado deprisa como para pararlo", generando el peligroso -manipulado- griterío de jóvenes e inexpertos, si bien nos recuerda que, pese al griterío aturdidor, en Treblinka "un grupito de presos pudo escapar"; tal es el objetivo, escapar de lo que dicen correcto, dar testimonio.
Insisto en la necesidad urgente de tirar al basurero de la Historia a los dinosaurios de la economía, la política, la ecología, el sindicalismo,... y al llamado feminismo de carnet y cuota, a su turbia utilidad para el peor capital y, repito que, en las antípodas de VOX, reitero mi denuncia contra su injusta, ilícita defensa, por inerme y buena, de la mujer frente al hombre -malo-, la pretensión de endurecer una vergonzosa ley de excepción de 2004, horror jurídico y fáctico que debería desaparecer y aporto la fría estadística de que mientras en la Europa avanzada las mujeres que han sufrido violencia a partir de los 15 años oscilan entre el 44 y el 52%, en España son en torno al 22%, sin que en esa Europa lo combatan con leyes de excepción como la española, que vulnera la presunción de inocencia o exigencias como la de igualdad real.


Punto final, no estoy, en fondo y forma, con el Manifiesto/Panfleto y me pongo tras Mary Beard, Greta Thumberg, las activistas del derecho al sufragio, Rosa Luxemburg, Pasionaria, Rosa Parks, Jeanne Manford, Anna Fisher, Simone Ségouin, Katrine Switzer, Annette Kellerman, Clara Campoamor, Annie Lumpkins, Komako Kimura, Marina Ginesta, Amelia Earhart, Juana de Arco, Marie Curie, Coco Chanel, Frida Kahlo, Simone de Beauvoir, Malala Yousafzai, Valentina Tereshkova,..., los millones de mujeres valientes, arriesgadas, seres humanos que, en sus ámbitos, hicieron avanzar la Historia. Feministas.


41 Los domingos, cavilar
Greta Thunberg
Fernando Merodio
03-03-2019
“La verdadera patria es la infancia” (Rainer María Rilke)

Greta y Juncker

Escribió, sensible y exacto, Rilke su poema "Infancia", "nunca estuvo la vida tan llena / de encuentros, de volverse a ver, de seguir avanzando / como entonces, cuando no nos sucedía más / que lo que sucede a una cosa y a un animal: / vivíamos entonces lo suyo como humano / y nos llenábamos hasta el borde de figuras". Difícil, es ser más preciso que él al describir esa infancia, verdadera patria en la que toda cosa parece, pese a alborear en ella los primeros sinsabores y fracasos, maravillosa, llena de los sabores y olores que Proust incorporó a una magdalena y que, tiempo perdido, sirven para, al recuperarlos, intentar ser más felices o, quizás, algo menos desgraciados.
Expertos en catalogar, quizás en encasillar, hay de todo, parcelan nuestra vida en etapas, con su origen y final adaptado a los criterios que cada entendido quiere, desde la edad prenatal, previa a abandonar el húmedo cobijo del cuerpo de nuestras madres, pasando por la infancia/niñez que, dicen, dura hasta los 11 años, la adolescencia, hasta los 17, la juventud, hasta los 35, la madurez, hasta los 50, la edad adulta, hasta los 65 y, a partir de ahí, esa declinante edad, en ocasiones potente, en que aparcan los que, como yo, han tenido la fortuna de sortear los escollos en su andar y aguardan en ella el viaje, que guía el barquero Caronte, a la otra ribera del río Aqueronte.
La historia la han escrito -casi siempre- personas que han superado la mediana juventud, hasta la -no sé porqué- llamada tercera edad, sin casi intervención de infantes, niños y jóvenes de primeras edades, pero en momentos de grave riesgo sistémico como éste se generan situaciones novedosos como la desencadenada por Greta Thunberg, adolescente sueca de 16 años, bajita, de apariencia pálida, rubia aun no estilizada, seria, desatenta a su físico y vestimenta, peinada con raya al medio y dos largas coletas a los lados, a imagen de su paisana Pippi Làngstrump, aspecto culto, con síndrome de Asperger, forma de autismo que, al parecer, le fue generado por la angustia que le produjo a los 10 años conocer los cambios del clima en el mundo, sus progresivos y catastróficos efectos y la incapacidad/falta de interés de política y capital en intentar remediarlo, angustia que le provocó, manifestación física del síndrome, mutismo selectivo, dejó de hablar salvo cuando le era realmente preciso.
En agosto de 2018, con 15 años Thunberg, hija de cantante de ópera y actor-director, decidió no asistir a la escuela hasta las elecciones generales, sentándose frente al parlamento unicameral sueco con un cartel manuscrito por ella que decía "Skolstrejk för Klimatet" -Huelga escolar por el clima- para exigir simplemente que se cumplieran los acuerdos de Paris; tras las elecciones, mantuvo su huelga semanal, todos los viernes, produciendo un sorprendente efecto/contagio entre estudiantes de unos tres centenares de ciudades importantes del mundo. Y en esas estamos, incluso en España, donde tenemos la perversa peculiaridad de que en tales manifestaciones infantiles se empiezan a ver desaconsejables carteles de sindicatos subvencionados e, incluso, de algún partido causante, junto al resto, de la masacre que hoy es lo que paniaguados miserables llaman "desarrollo y progreso".
Sería bueno -luchar para- que tan limpio movimiento de adolescentes, evidencia de nuestra corrupta ineptitud para garantizar la supervivencia del planeta Tierra, no sufra la misma ilícita apropiación/destrucción que sufrió el sano movimiento 15-M a manos de ese nuevo partido viejo que -en falso- engañó a quienes quisieron dejarse, gritando eufórico que podía -sin decir qué- y ha evidenciado ser, al menos, inepto pequeño-burgués y tener como mayor logro conseguir que la pareja que purga las disidencias en él se haya podido comprar un chalet con finca y piscina en la sierra rica de Madrid y, además, disfrute de un largo, novedoso -y poco pensado- permiso de paternidad.   
Vuelvo a Greta Thunberg, la joven sueca con síndrome de Asperger que no engaña a nadie, da la cara, no le tiembla la voz ni la mano -véanla, sentada seria, dándosela al viejo, asalariado e inane político Jean-Claude Juncker- y hoy tiene ya un serio discurso sobre el desarrollo energético -o, si lo prefieren, sobre el control del calentamiento-, un discurso que enternece, suave en las formas, contundente, preciso y perfectamente articulado, propio de una organización pero solamente vinculado al limpio ejercicio del raciocinio de una niña, que la permite decir en los foros más influyentes del mundo, incluido el del 1% más rico y sus sumisos feudatarios de Davos que no quiere que adinerados y -de uno u otro modo- asalariados improductivos tengan miedo, sino pánico, un discurso que se mueve en las antípodas del sermón oficial buenista, la negociación -viene de negocio- y el pacto progre,... que Giorgio Agamben denuncia como perversa forma de política corrupta. Pone Greta en evidencia expresa hechos tan ciertamente graves como que capital y políticos están "robando el futuro a nuestros hijos", así como que, sabiendo que la mayoría de ellos -cobardes e inmaduros- no quiere hablar con ella, no le molesta, pues, por contra, es ella quien no quiere hablarlos. limitándose a pedir que escuchen lo que, desde hace décadas, dicen los científicos honestos, y que, tras escucharlos, hagan lo que ellos ya exigen.



Es contundente y sabia al decir algo tan lógico como que "si las soluciones dentro del sistema son tan imposibles de encontrar, tal vez deberíamos cambiar el sistema (...)" y explicar en la Conferencia de la ONU en Katowice, Polonia, que hay que "hablar claro, por incómodo que sea", pues "no podemos solucionar una crisis sin tratarla como tal crisis", denunciando algo que es actual, muy peligroso y dañino en nuestro mínimo y amenazado territorio, Cantabria, no es lógico que políticos y capital insistan en incrementar hasta el infinito las infraestructuras más agresivas -aquí cientos de tallos de acero gigantes con aspas, casi 200 m.-, lo que, mintiendo, presentan como un "crecimiento económico verde eterno", algo que es "moverse hacia adelante con las mismas malas ideas que nos han metido en este desastre", cuando "lo único sensato es tirar del freno de emergencia", para terminar poniendo sobre todas las mesas de debate algo tan viejo, amable y solidario como que "el poder real solo pertenece al pueblo", que es quien, a partir de ahora, deberá tomar todas las decisiones relevantes.
Explica Greta que si crecimiento y deterioro deben ser detenidos, hay que pararlos, no existe duda ni alternativa, están en juego el futuro de esta civilización (¿) y el planeta Tierra; estamos en medio de la sexta extinción masiva, se extinguen unas 200 especies cada día, un nivel de extinción entre 1.000 y 10.0000 veces superior al normal, por lo que defiende, como paradigma y ejemplo, una drástica reducción en el uso de los aviones, pues es evidente que hombres mucho más productivos e inteligentes que nosotros pudieron vivir sin ellos. No precisamos nuevas ideas para frenar el daño, las esenciales ya existen, la crisis climática ya está diagnosticada y se han dado las soluciones que, nada más y nada menos, hay que aplicar.


Empecemos por enviar al basurero de la Historia a los viejos dinosaurios de la economía, la política, la ecología, el sindicalismo,... y sus turbias relaciones con el peor capital, hay que dejar paso libre -y ayudarlos- a los muy jóvenes que como escribió Rilke están próximos a esa etapa de la vida llena de encuentros, de volverse a ver, de seguir avanzando, una etapa en la que no les ocurre nada distinto de lo que sucede a una cosa o a un animal y, en coherencia, viven lo que sucede a los animales y las cosas como si fuera humano. Sea la que sea nuestra edad, acudamos al recuerdo de la infancia, escuchemos atentamente a Greta Thunberg -mujer, eso sí es feminismo- pongámonos con -trás- ella, defendámosla del mal, que no la destruya o, peor aún, la digiera. Meditemos.



40 Los domingos, cavilar

Exploradores

Fernando Merodio
24-02-2019

“Otros se fatigaron / y vosotros os aprovecháis de sus fatigas” (San Juan 4, 39).
“Me gusta estar en compañía de exploradores” (J.M.Barrie, autor de “Peter Pan”).

Nacieron estas cavilaciones dominicales de la ilusa/ambiciosa idea de hacer crecer, por poquísimo que sea, el tamaño de la pequeña e imprescindible bolsa de resistentes que, sabio, cuidó hasta su muerte John Berger. Son reflexiones basadas en la persuasión, hija de alguna experiencia, de que -quizás cada día más- penamos un abuso del poder, de lo vivido y de la exigencia de hacer lo posible, hasta lo imposible, para que este sitio sea más honesto y habitable, ayudar, al menos, a conocerlo; pienso que, incluso el riesgo, vale la pena el esfuerzo de intentarlo. 

Hoy defiendo -y ataco- en especial frente a la constante y abusiva usurpación del derecho a la libertad de expresión e información que daña hasta en pequeños detalles el interés general, prostituyendo para ello el significado de conceptos vitales como libertad, igualdad, cultura, progreso, medio ambiente, desarrollo, salud, calidad de vida,… y, al escribir sabiendo que toda escritura se enroca en uno mismo y que, como decía Bataille, “la literatura es la infancia al fin recuperada”, pienso que quizás sea bueno hacerlo desde Nunca Jamás, territorio de la infancia, defendiendo y atacando junto al malhumorado Peter Pan, fatigado y lógico.

Más o menos convencido, evito la seria insistencia de mi hijo -preocupado acaso porque me evidencie- diciéndome que la idea de hablar de uno mismo siempre es peligrosa, "todos actores contando batallitas personales", acudo a un rincón de mi patria, el de una Plataforma nacida para defender el territorio sur (de Cantabria), hoy con mayor ámbito de acción, que enlaza gente seria y agredida, enfrentada al abuso, la estupidez, la injusticia, la insolidaridad rampante,...., que, porque quiere, lucha y da la cara contra el terrible símbolo de poder que es la habitual cuadrilla de la sinrazón de empresas eléctricas, bancarias y Administración, apoyadas en su "brunete" mediática.

El grupo centra hoy su esfuerzo en sacar a la luz y vedar la salvajada ilegal, dañina e inútil que es la pandemia de ciclópeas torres eólicas -de casi 200 metros- que antes quería esparcir por nuestros bellos montes Manuel Huerta, callado tras que le anularan el Concurso Eólico (1.400 Mw, 700 molinos gigantes, miles de millones de euros) y ahora amaga la familia de Florentino Pérez/fondo saudí Capital Energy/Green Capital Power, SLU, con acompañamiento del horrísono y aturdidor ruido -o silencio, si les place- de la presión abusona de El Delirio Montañés que, desde Vocento, es regido por el capitalismo vasco, medio que hace que el derecho a la libertad de expresión e información de todos ceda ante un falso, cruel e impostado derecho a la libre empresa, consistente en que, en lo importante, los dueños deciden qué conviene y cómo se hace público aquello que ellos quieren, lo que, como he dicho, está en el origen de estas personales cavilaciones públicas que no gustan a mi hijo.

Para iniciar hoy el urgente debate sobre política energética con quienes se lucran con ella y arguyen que es -sólo- un servicio público, hay que exigirlos algo elemental, mínimo, que cumplan la ley y minimicen los daños en la calidad de vida, historia, economía, salud,,… de quienes sufrimos sus políticas de costos -no tan atroces como las de la gran industria nazi que se abalanzó sobre la mano de obra gratis que ofrecían los campos de exterminio, los lager, pero, como ellas, egoístas, crueles- y que, además, no utilicen el pueril ardid consistente en argüir que enfrentarse a ellos es incultura, vuelta atrás, remilgo extravagante de melifluos enemigos del progreso,...

Actualmente, con apoyo político y trato mediático ad hoc, amagan un golpe inviable, maniobra de distracción, nadie con dos dedos de frente creería que un fondo saudí y la familia de Pérez quieran implantar, como anuncian, 133 Mw, 56 molinos gigantes que asolarían los valles pasiegos, Villacarriedo, Selaya, La Braguía, Vega de Pas, Ontaneda, Alceda, Toranzo,..., al tiempo que, para distraer más, se movía el pañuelo de la Reserva de la Biosfera, Man and biosphere, que no implica protección alguna y ya parece olvidada.

Es evidente que en los valles pasiegos nadie piensa implantar nada, no pueden, lo prueba que no han tramitado instalar los anemómetros previos que midan la fuerza del viento en las zonas que -en falso- anuncian querer destrozar acumulando ciclópeas torres con aspas, contrario a lo que, con espasmódica histeria, hacen en Campoo de Yuso, Cotío/Campoo de Enmedio, Valdeolea, Valdeprado del Río, Valderredible, Penagos,... donde, previendo implantar agresivos parques, piden autorización previa municipal para tales medidores, ayudados por el secuaz silencio del gobierno Revilla/Tezanos, medios de comunicación, ayuntamientos,..., que, sumisos al poder venal, no informan a los indefensos vecinos, concejos abiertos, juntas vecinales,..

El colmo de desfachatez y deslealtad al Estado de Derecho anida en Mataporquera, con alcalde del PP apellidado Franco que, vacunado por el abuso de Alfa, no se inmuta ante el atropello de parques industriales eólicos, subestaciones gigantes, líneas de muy alta tensión,..., esa Mataporquera en que los contenciosos de la Plataforma forzaron a REE a desistir de lo que tenía en marcha, volviendo ahora, desvergonzada, a la carga con la vieja matraca e idéntico -y también sospechoso- silencio cómplice. 

Ya que nadie atiende al actual despliegue en el territorio de violentos tallos gigantes con aspas, destaco una breve pestaña para, otra vez, denunciar el ejemplo de corrupción sistémica que es la desmedida y cordial atención de políticos y medios y el pasmoso pacto interclasista -al que se adhiere Revilla- entre un partido que se jacta de socialista y obrero y la plúmbea burguesía que se apoltrona en los salones de la R.S. de Tenis de La Magdalena, la misma que destrozó, sólo para ella, la ensenada del Camello, terca ahora en lo que nadie les pide, ajenos a la ley, "salvar su Magdalena".

"Ilegal pacto interclasista de un partido -que se dice- socialista obrero
 con miembros de la R.S. Tenis de La Magdalena"

Retrata muy bien los riesgos del peligroso, lacerante y continuo abuso de poder Eric Vuillard que abre su libro "El orden del día" relatando cómo las industrias Krupp, Basf, Bayer, Agfa, Opel, Siemens, Allianz, Telefunken,... impulsaron el inicio del horror nazi, definiendo las empresas como cuerpos místicos perennes capaces de pactar con cualquiera y cierra el relato con la referencia a esas mismas empresas, que siguen controlándolo todo mucho después de la caída de Hitler y explicando que "no son monstruos antediluvianos, criaturas lastimosamente desaparecidas en los años cincuenta. (...) Esos nombres siguen existiendo. Poseen inmensas fortunas (...) forman todopoderosos conglomerados" y advirtiendo que "nunca se cae en el mismo abismo. Pero siempre se cae de la misma manera, con una mezcla de ridículo y de pavor. Y uno quisiera tanto no volver a caer, que se agarra, grita".

El trabajo "NO" libera



Fatigado en la desigual lucha cotidiana de la calle y el Derecho injusto, me irritan tanto el daño y la desigualdad que causa la delictiva avaricia del capital como que lo que hoy se dice izquierda -ese Sánchez y lo que Savater llama sus groupies, de ambos sexos- nos quiera engañar simulando que parchea la sangría, me adhiero al Slavoj Zizek que avisa que, “quizás sea necesario suministrar una buena dosis de intolerancia (...) que alimente la discordia, (...), criticar desde la izquierda la actitud dominante”, rechazo la negociación y el pacto como hábito, me uno a los exploradores de la Plataforma y deseo ser uno de los "Niños Perdidos", amigo de Peter Pan.




39 Los domingos, cavilar
Revueltas
Fernando Merodio 
17-02-2019
Dice Éric Vuillard en un artículo de opinión publicado en El País que "hay mucho que hacer, siguiendo al pié de la letra el fabuloso pensamiento de Baltasar Gracián: No es uno solo el que vale por muchos", añade que "nadie tiene una idea  redonda y general que proponer" y concluye que "de las discusiones, de la inteligencia colectiva, será de donde broten las nuevas formas de solidaridad", reflexión que, a la luz de su novela "14 de julio", sobre hechos -cuantitativamente- más graves que los nuestros, la toma ese día, un martes de 1789, de la fortaleza prisión de la Bastilla relatada desde el punto de vista de sus grandes protagonistas, gentes anónimas movidas por el hambre, el malestar, la carestía,..., excluye que tales "nuevas formas de solidaridad" puedan surgir de los que mangonean el capital o la clase media acomodada, la burguesía que cree tener su existencia y futuro resueltos, la esperanza está en que esa pequeña burguesía abducida por las mentiras de capital y burguesesdesclasada, acepte ser en la práctica lo que se llamaba proletariado y asuma, por supuesto, las exigencias de lucha reivindicativa que vincularon a éste.
De aquel 14 de julio, una de las chispas que provocaron el incendio innovador que fue la Revolución Francesa, el Nuevo Régimen y otro sentido a la Historia, acabar con el Antiguo -el Ancien Régime- de la monarquía absoluta y abrir paso, precedido por la Ilustración y la Enciclopedia, al Estado moderno, al empeño por la libertad, igualdad y fraternidad, la representación popular, la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano -no la ONU y los Derechos Humanos-, que presentó Robespierre y aprobó la Asamblea Nacional Constituyente el 26 de agosto, pocos días después del asalto a la Bastilla.
Aquel 14 de julio de 1789, quienes perpetraron el acto simbólico de ocupar la fortaleza prisión, cárcel que creó el cardenal Richelieu, símbolo del arbitrario abuso de la monarquía, fueron gentes anónimas sin rostro, Begart, Boutillon, Cochet, Poirier, Falaise, Ezard, Blanchard, Provost,... movidas por el hambre, el malestar, la carestía,..., sin que los promotores intelectuales del asalto, Robespierre, Danton, Desmoulins, Marat, Saint-Just, Babeuf, Hébert,..., o el hábil y tenebroso Fouché, pudieran atribuirse parte material del símbolo, viéndose que, como bellamente novela Vuillard, "la Historia -con mayúsculas- la construyen (que no escriben) ciudadanos anónimos, masa informe sobre la que los historiadores suelen pasar de puntillas en pos de los grandes nombres", una Historia que, generalmente, solo avanza en momentos de caos, en días de locos, empujando a Vuillard a concluir su relato con una recomendación: "A veces, cuando el tiempo es demasiado gris, cuando el horizonte es demasiado mortecino, deberíamos abrir los cajones, romper los cristales a pedradas y arrojar los documentos por las ventanas. (...) Sería bonito, y divertido, y regocijante. Los miraríamos caer, felices, y deshacerse, hojas volantes, muy  lejos de su temblor de tinieblas".
Aquí ahora tenemos lo que nos hemos ganado, no hay presupuestos ni gobierno constructivo que vigile y gestione la situación en varios meses, el caos egoísta de Cataluña somete a prueba la -incierta- solidez de Fiscalía y Supremo, tenemos el paro más elevado de Europa y desigualdades rampantes que a nadie parecen preocupar,... y, aquí cerca, al hablador e inepto Revilla y advenedizos líquidos que fingen dirigir PP, PSOE, Cs, Podemos,..., agravado por no existir pueblo sino inconexos egoísmos individuales sin idea de lo que hay en juego ni de qué y cómo hacer para ganarlo, sin el deseo de Libertad, Igualdad, Fraternidad y Derechos que tenían los franceses en 1789, pero evidenciando un peligroso apego a despreciar la norma y una evidente carencia de respeto -no al difuso pueblo- al otro.
Si de lo general, tan grave, bajamos a lo concreto de aquí ahora y estudiamos, por ejemplo, la importante cuestión económica y ambiental de la transición energética, el futuro, encontramos, como en casi todo, una absoluta falta de seguridad jurídica y, por tanto, indefensión para el individuo; se trata de una transición que los psoecialistas de aquí convierten la implantación de líneas de muy alta tensión y subestaciones en zonas del tejido urbano, sin dejar participar a interesados y afectados.
Vemos un claro ejemplo de falta de garantías e indefensión real en la ausencia de respuesta a la justa y prudente protesta legal -nadie asaltó la Bastilla, ni REE, ni el ayuntamiento ni la consejería de industria,...- consistente en los recursos que interpuso un mínimo grupo de vecinos de Muriedas constituidos en -lo más similar a pueblo- burocrática Plataforma frente al peligroso e injustificado atropello de una línea de AT, a 220 kV, adosada a sus viviendas y la potenciación de subestaciones encajadas en la trama urbana, movimientos que, en medio del atronador, ominoso silencio de políticos, Ayuntamientos y Juntas Vecinales, han alterado la quietud de sus domicilios y economía, trayendo además, a tenor del serio informe del Instituto sueco Karolinska, preocupación sobre los efectos en su salud y, en especial, la de sus hijos; ni políticos ni eléctricas habían informado ni dado explicaciones previas y ahora, inicuos y tras haber infringido, entre otros, el ineludible principio de prudencia y el Convenio de Aarhus utilizan infames el parlamento para hablar como papagayos.
Repito que los vecinos, individuos no pueblo, no asaltaron el ayuntamiento, ni REE, ni la consejería de industria,... y, con distinto nivel de exigencia que los insurrectos de Paris, sólo siguieron los trámites del Estado de Derecho e interpusieron recursos en el expediente, pidiendo, ¡¡que quede claro!!, no un trazado alternativo que perjudique a terceros -y no a ellos-, sino que el expediente sea anulado y, participando todos, se reinicie; son recursos que, tras meses de espera, aun no han sido resueltos, pues parece ser que los recurridos no saben cómo responder.
Tan pequeño, pacífico, legítimo y azarado movimiento ha provocado un poco de ruido, se han movido algunos individuos más y ya que, como explica Vuillard en 14 de julio, cuando una mente se exalta, se la detiene y encarcela o se dispara contra ella, pero, cuando los argumentos del radical son sólidos, difíciles de destruir o el número de exaltados crece, el poder, por pequeño que sea, crea y envía delegaciones, hábil invento para engañar a ilusos. El pueblo francés de finales del siglo XVIII no picó el anzuelo de atender a delegados, sabía que "la negociación es una enfermedad como cualquier otra", exigió y exigió sus derechos llegando a ejecutar, por su actitud, a De Launay, gobernador de la Bastilla y a Flesselles, preboste de los comerciantes, por engañarlos sobre las armas, retrasando la toma de la fortaleza y causar con ello muchos muertos. De ahí venimos nosotros y el Estado moderno.
Lo de aquí tiene otro sesgo más blando, se crean mil delegaciones que desbordan la Plataforma -única que ha hecho algo- a la que nadie contesta y gentes que no representan a nadie, con algunos infiltrados, se reúnen a diario con muros de comisionados inanes de REE, ayuntamientos, incluso el gobierno y han llegado a propiciar, en nuestro patético y vertical parlamento regional, una obra de teatro con actores que, sin saber de qué hablaban, dijeron de todo, pues sabían que hablar sin el -inexistente- pueblo enfrente es gratis; aseguraron que los vecinos no se oponen a la línea, que quieren cambiar el trazado aunque perjudique a otros, que no hay informes que avalen que las ondas electromagnéticas dañan la salud, que no implantar la línea y las subestaciones destruiría puestos de trabajo, que ha habido información de sobra,...; no fue parlamentar, fue parloteo.

Es obligado que, tras tan larga y pesada  broma, la política responda a los recursos y que los individuos no pueblo -insisto que por dignidad- le digan que otro trazado no es justo ni legal y, como los franceses, no acepten tan sucia capitulación y exijan la rendición legal de quien lo ha  hecho todo mal: que anulen el expediente.

38 Los domingos, cavilar

Un -rancio- paisaje cultural

Fernando Merodio

10-02-2019

Tras lograr, por motivos políticos e influencias sociales, que el PSOE, inquilino casual en La Moncloa, generara un nuevo y dañino rasgado en el tejido del Estado de Derecho al suspender, ajeno a razones legales, los efectos de un acto administrativo firme que, sin oposición, acordaba implantar dos espigones de roca en los movedizos arenales de Bikini, Los Peligros y La Magdalena y también paralizar "cautelarmente" las obras, el mínimo grupo de rancia burguesía local que causó -junto a inopinados "compañeros de viaje"- el estorbo incrementa el torticero uso de medios legales en un salto mortal adelante acorde con sus prejuiciosos gustos para que el entorno que ellos digan -casi su propiedad fáctica- se declare "paisaje cultural", alambicada figura que no se incluye en las Directrices del Paisaje de Cantabria, en tramitación; lo analizo.

Sabido que los indiscretos/insurrectos burgueses quieren impedir que se acabe lo que por decisión política institucional y con la fiabilidad que cada cual quiera darle el universitario y lioso Instituto de Hidráulica aconsejó estabilizar los arenales en su lucha desigual contra la acción del mar amontonando rocas de manera prefijada, acción discutible o aceptable, no hay duda, pero que en el garantista trámite administrativo, útil creación del Estado de Derecho, fue tácitamente acatada, pues nadie la discutió en tiempo y forma, por lo que, si esto se considera una democracia, todos incluidos los caprichosos señores de La Magdalena, ajenos a la vieja idea de cambio mediante la revolución y la guillotina, debieran respetar lo aprobado, quedando, que yo sepa, esperar, ver qué pasa y, en su caso, actuar sin grotescos politiqueos, amiguismos, pataletas y chanchullos ilegales. 

El Instituto del Patrimonio Cultural de España, del Ministerio de Cultura, define los "paisajes culturales" como "resultado de la interacción en el tiempo de las personas y el medio natural, cuya expresión es un territorio percibido y valorado por sus cualidades culturales, producto de un proceso y soporte de la identidad de una comunidad", y aclara que su interés "no resulta tanto de la belleza del resultado final como del valor intrínseco que poseen desde el punto de vista cultural", pudiéndose inferir de ello -me parece- que lo que defiende tan concreta burguesía santanderina es que los alrededores de su muy querida playa de la Magdalena y la acción humana sobre ellos da un resultado cultural que es "soporte de la identidad de una comunidad" que, ¡uf!, entiendo que esos burgueses identifican con los santanderinos.

Me alarma y lo explico, pues pensando -quizás como otros muchos- que la bahía y la parte de ella que es la playa de La Magdalena tienen el valor cierto que les damos, no tengo tan claro cuántos darán gran valor cultural/histórico y estarán orgullosos de lo que, política, social y culturalmente representa, tan citado entorno y menos aún que tal ámbito sea el "soporte de nuestra identidad".

Son mojones importantes del mismo un palacio real levantado sobre el mejor territorio común -igual que el Centro Botín-, regalado al rey para que veraneara aquí y pagado con esfuerzo por los santanderinos, que volvimos a pagar para recuperarlo, un hotel también real, de lujo, solo al alcance de algunos, la casa-palacio que ocupó Emilio Botín I, tras el duro tranco bancario en que la perdió Adolfo Pardo, los dos "ceniceros" ¿legales? construidos a sus pies por sus hijos, Emilio II y Jaime, y la guinda del pastel, una "real sociedad", ¡más realeza!, El Tenis, de la que son miembros varios de los que protestan y cuyo porte clasista me remite -acaso error mío- a los "cultos" edificios de los clubs británicos en sus colonias de Asia y África; no admito, por supuesto, que por muy bellas que sean, incluso para mí, la bahía y La Magdalena, un palacio recomprado al rey, las casas de Botín, un caro hotel o un club social de clase definan el soporte cultural de la ciudad en que nací y vivo; lo siento.

El paisaje es una realidad dinámica resultado de procesos sociales, ambientales y culturales en el tiempo sobre el territorio, unos procesos marcados por los modos de vida, políticas, actitudes y creencias de la sociedad, por lo que su futuro depende de la actividad humana pasada y presente y, para que sea sostenible, se precisa conocer y actuar coherentemente sobre el medio natural, tener claro lo que se quiere para él y generar una evolución que refleje los valores y el carácter social actuales.

En este caso, nos quiere forzar el paso esa cierta burguesía que estudió conmigo y veo poco fiable, que lo tergiversa todo al servicio de sus "culturetas" e intereses, la misma que, con otro nombre, puso en riesgo -también con manejos- la real e imprescindible lucha contra el horror que para medio ambiente y sostenibilidad suponen las trapacerías de nuestros políticos y el gran capital eólico, llegando a inventarse incluso una infografía sobre los efectos visuales de los -entonces aun no planificados- aerogeneradores en sus virginales bahía y Magdalena, ¡evitaban todo riesgo ni de que siquiera pudieran verse desde Santander!; menos les preocupaban o, quizás peor, nada sus corrosivos efectos en el, ¡ese sí!, "paisaje cultural" de nuestros valles y montañas del sur. 


Regreso al "paisaje cultural" magdaleniense y expongo la breve anécdota que nace de la breve visión que en el acelerado acto -¿habrían conocido el "informe Cedex"?- que esta misma semana organizó el elitismo de "Salvar la Magdalena" tuve del entorno que fijan para su privado "paisaje cultural", un entorno que -vergonzante- excluía los destrozos que, ellos mismos o sus mayores, han causado en las rocas de la ensenada del Camello para afianzar un terreno de todos y en el que ahora -sólos- juegan sus hijos y nietos; sería saludable, sin duda, oírles explicarlo.


Al parecer ya ha hablado el Madrid que vigila nuestra autonomía y el informe Cedex deja -parece ser- muy claro y, dicen los medios, el Ministerio "valida los dos espigones de La Magdalena", pues -también al parecer, no he leído el informe-, "la única posibilidad para estabilizar el sistema de playas" es "finalizar la obra proyectada". 


Y en eso llegó... no Fidel, sino la joven PSOE de Zuloaga y Casares para tranquilizar a los que "aquí pensaban seguir, tragando y tragando tierra / sin sospechar que en la sierra / se alumbraba el porvenir / y seguir de modo cruel / la costumbre del delito", llegó la PSOE, no a parar amiguismos, politiqueos e ilegalidades, sino a tratar de consolidarlas, eternizarlas con novedosos e irrisorios "arrecifes submarinos" que dicen -supongo que rápido, factible y barato- "sirvan para rellenar periódicamente las playas", otra ocurrencia; no sé dónde estaban mientras se tramitaba la implantación de los espigones el "pequeño" gobierno y los imaginativos solucionadores que, movidos por el ruido de unos pocos y sus "brunetes" mediática y cultural, ahora se oponen.

Trajeron los de la PSOE con ellos el "Manual de resistencia" que escribió, "negra", Irene Lozano, no Pedro Sánchez, y, frente a la crispación que se opone a su relajada placidez -la misma que con violenta manu militari paró la obra de las escolleras- y la antidemocrática rigidez de saber, ciencia y técnica, con su pervertido lenguaje traen también la palabra mágica, "consenso", sabiendo que su próximo paso será, si no estamos de acuerdo, ofrecernos un "relator" que -aquí al menos no hará falta un traductor- escriba la historia como les convenga.

Acabo repitiendo algo que robo al filósofo italiano Giorgio Agamben y parece escrito para este caso concreto, el PSOE y los rancios burgueses: "la corrupción completa de las inteligencias asumió la forma hipócrita y buenista que hoy se llama progresismo", siendo "principio en cuyo nombre se ha cumplido ese proceso transigir (...) ceder en todo, conciliar todo con su contrario, la clase obrera con el capital, el medio ambiente con el desarrollo industrial, (...), la ciencia con la opinión (...)", incluso vulnerar la Ley con el dañino consenso para conseguir sus caprichos.


37 Los domingos, cavilar

Empezar de nuevo: pioneros

Fernando Merodio 

03-02-2019

En Rozadío, aquel Robacío de las “Peñas arriba" de José María de Pereda, lugar natal de Chisco, criado de Marcelo, señorito madrileño sobrino de don Celso, dueño de la casona de Tablanca, Tudanca, repartí, hasta los 7 años, mis primeros afectos, aprendí a andar, hablar, leer y escribir, conocer a los próximos, honrar a la maestra, amar la naturaleza, el monte, el río, las aves, el jabalí, el zorro, el lobo,…, describir a los niños del pueblo, a mi modo, esa mar que, ¡tan cercana!, aun no conocían, trepar pindias peñas, hacer sopas en el río con los morrillos con que el pastor apriscaba ovejas y vacas o que, apilados más grandes en morios, partían en mil trozos el bello territorio, correr tras un balón, un lujo aunque aquel fuera casi cuadrado, rodar el aro, dar mínimas estivas consentidas de fruta ajena, empacharme con andrinas, sí, andrinas, y moras, llagarme, ortigarme y arañarme, con el alivio que era la milagrosa pomada de penicilina, usar varas de avellano para hacerme cachavas, arcos, flechas, espadas,..., ir los domingos, con mi padre, a los campos de Sport, ocultar tras mis pequeños dedos la horrísona degollina de la pública, alimenticia matanza,…, para acabar, con siete años, llevando a Santander la sonora u final del habla de la profunda Montaña, esa u que absorbí por mis poros junto a todo lo que soy ahora, me marcó de pueblo y me enseñó que, en la España oscura y triste en que nos encorsetó Franco, tuve la fortuna de una niñez feliz, con la que confirmé que, como escribió Rainer María Rilke, “la única y auténtica patria del hombre es su infancia”; no hay otra.

Era Rozadío -y aun lo es- un pequeño pueblo de la cuenca media del Nansa, herido en la posguerra, como todo el valle, por la injusta urgencia con que empresas y bancos, los Saltos del Nansa, S.A., intentaban paliar la falta -entonces sí- de energía eléctrica con canales, tubos, el embalse de la Cohilla, 450 Ha para represar el agua, más presas, estaciones eléctricas,..., que hirieron el río, lastimaron a vecinos, truchas y salmones, domaron su fiero grito montañés y, además, no crearon empleo estable, ni actividad que paliara el fiasco. Mi recuerdo de aquello es relato casi físico de efectos egoístas, generosos o ciegos al tiempo, unidos a fatiga, razón y ancestros, percepción que explica bellamente el crítico de arte, pintor, escritor marxista,… John Berger en un fragmento de “Puerca tierra”, primer libro de la trilogía “De sus fatigas”, el bello poema “Hierba”, que relaciona siega, “Mañana / jadearán las guadañas / al caer sus ropas”, y sexo, “Y me cegará el sudor / cuando la cargue / segunda mujer bajo mi techo”; patria, fatiga y placer nacido del querer bien hecho, ancestros embutidos en el tuétano.

En el otro extremo, José María de Pereda explica que, en su relación con la tierra, “tan cabal, tan intensa, tan continua ha sido mi felicidad (...) que a veces me espantan los temores de que no haya sido mi gratitud tan grande como el beneficio y un día me hiera la justicia de Dios (...)”, mito que, peñas arriba, miraría al cielo como un urbanita, enredando religión y campo, ajeno a cómo en “Sotileza” humaniza el tallaviento, la galerna cierta, “pavoroso rumor lejano, como si trenes gigantescos de batalla rodaran sobre suelos abovedados”, cuando “el sol se oscurecía y sobre la mar avanzaban, por el noroeste grandes manchas rizadas de un verde casi negro”.

Viví, pues, en mi infancia una muestra -acaso forzada por las circunstancias- del daño a una forma de vida y el destrozo de la naturaleza, como hoy Revilla, demagogo ajeno a lo que es el campo, promete -e, inútil, incumple- implantar, para que los ricos lo sean aun más, cientos de molinos gigantes en nuestras montañas o potenciar el salto de Aguayo, injusto modo de multiplicar hoy por cien, por mil,... lo del Nansa, empeño que, como la peor galerna, nos asolaría; pero hoy podemos enfrentarnos a ello, a sus destrozos, arriesgar, innovar, ser pioneros sin tener que inventar, simplemente respetar la naturaleza, hurgar entre lo antiguo, los viejos papeles de nuestros abuelos, buscar los recibos y los planos de las minihidraúlicas que, dos meros ejemplos en nuestro bello sur, en Arcera-Aroco y Reocín de los Molinos el siglo pasado y sin utilizar el carísimo fraude de las subastas, generaban electricidad para los vecinos de Valdeprado del Río y zonas limítrofes, utilizando -sin necesitar a Iberdrola, Endesa o esa Repsol, hoy oculta tras el pútrido cadáver de Electra de Viesgo-, pequeños saltos y molinos de río, electricidad que distribuían con naturales y sostenibles postes de madera, sabiendo hoy que, además de ellas, se podrían crear miniparques eólicos o solares, sin grandes y grandes empresas ni ilícitos/inútiles "conseguidores" pequeños y próximos como Huerta o grandes y lejanos como la familia de Florentino Pérez.


Por favor no reírse, ni tampoco escandalizarse, pues a estas alturas ya está todo probado y, como otras veces, la razón prudente recomienda obviar el presunto "desarrollo" y mirar atrás, al verdadero progreso que, quizás, sería regreso y, además, en la generación de electricidad exigir que, democráticos y controlados por todos, se impliquen -y de una maldita vez hagan algo más que caciquear- los ayuntamientos y, en especial, los históricos y útiles Concejos Abiertos en los que, convocados por su identificativo toque histórico de la campana, en vez de otros odiosos artefactos, libres, fraternos e iguales, los vecinos debatan y decidan, de verdad y sabiendo, sus cosas.

Sobre pioneros que abrieron caminos que hoy, por lógicos, nos parecen fáciles, el médico que sanó y compone las goteras de mi dañada próstata me recomendó leer "El siglo de los cirujanos", de Jürgen Thorwald, absorbente relato sobre el heroísmo de los adelantados que llevaron la cirugía "desde las tinieblas del dolor hasta la posibilidad de intervenir en un corazón vivo", en el que, además de inteligencia y héroes, tropiezo con envidias, ambiciones, trampas, tragedias humanas, las dudas sobre el error en la desigual batalla de arriesgarse, casi a ciegas, a abrir cuerpos, algo que la ignorancia identificaba incluso con ir contra dios, lo duro y peligroso que fue eliminar el dolor quirúrgico mediante narcosis, éter, cloroformo,..., experimentando en sí mismos, la importante higiene, los guantes de goma, la cesárea, Ignaz P. Semmelweis y su intuitiva pelea contra la fiebre puerperal, que tan bien describió Celine en su tesis doctoral, relatando la derrota de aquel por el caciquismo, las erróneas convenciones, el sistema, hasta este hoy, en que aun es preciso potenciar la seria respuesta que en el hospital Escutari de Constantinopla en 1854, superado en parte el dolor quirúrgico y vigente la fiebre purulenta, la infección traumática,..., daba con sus hechos diarios, la enfermera Florence Nightingale -"tierna como una niña y con el espíritu duro como el acero"- a la pegunta, quizás poco técnica pero relevante, "¿qué se adelanta con repartir té, preparar sopas y acariciar cabezas?". Humanizar el drama con solidaridad.

Lo de aquellos cirujanos -y algunos actuales- tiene toda la épica de los pioneros, como hoy la tienen aquellos que se enfrentan al gran capital, apoyado aquí en los infumables y abusivos sermones dominicales, ajenos a cualquier reflexión, de M.A. Castañeda en El Delirio Montañés y el abuso de su situación de injusto privilegio en el Ateneo, aquellos que hacen frente al más cruel dinero y al control de instituciones y medios, promoviendo un alternativo avance más lento, reflexivo y, sobre todo, participativo, un progreso -incluso un retroceso- que frente al cambio climático, el daño en la naturaleza, la destrucción del planeta,... que provocan la tóxica y creciente desigualdad en favor de los ricos cada día más ricos, apoyados incluso en falsos ecologistas subvencionados y están en una lucha que exige espíritu pionero y, como el solitario trampero Jeremiah Johnson hacía, actuar con valor, temple y, en especial, compasión por los débiles e indefensos pues, igual que él, quienes están en tal lucha deambulan por un mundo plagado de criaturas salvajes, humanas y egoístas en este caso, pero no menos sanguinarias y peligrosas que la comadreja, el águila, el lobo, el puma, el grizly, el gato montés,.. cuando buscan alimento, un mundo que fuerza a matar o escapar de quien quiera matarte, por lo que, si no varían las normas y la desigual correlación de fuerzas, habrá que recordar que, como incluso defienden padres de la iglesia, la ilícita violencia agresiva legitima otra defensiva, toda vez que su monopolio, digan lo que digan las constituciones, no lo ejerce el Estado, hoy líquido.



36 Los domingos, cavilar

Tartufo, la sartén y el cazo

Fernando Merodio 

27-01-2019

Jean-Baptiste Poquelin, Molière (1622-1673), dramaturgo francés, fustigó en su obra toda clase de supercherías, sobre el saber de una ciencia, la cultura, la riqueza propia,... y con el célebre Tartufo centró su ataque en la hipocresía con fin egoísta, un reproche que en la inestable sociedad española de 1969, no la ñoña de hoy, vivió para gozo de la frágil izquierda cultural la incisiva versión de Enrique Llovet y Adolfo Marsillach, que dejó en la pequeña historia el certero estribillo de la poetisa argentina María Elena Walsh, valorado como una crítica al Opus Dei y la tecnocracia que entonces mandaba junto a su enemigo Fraga Iribarne, cancerbero importante de la dictadura, motivo, quizás, de que éste desde (in)Cultura y Gobernación, mirara hacia otro lado y permitiera la que parecía inocente canción, “¡Ay! ¡qué vivos son los ejecutivos!, qué vivos que son, del sillón al avión, del avión al salón, del harén al edén siempre tienen razón y además tienen la sartén, la sartén por el mango y el mango también”, cancioncilla que entonces sonó a poco menos que la revolución, estribillo actual, aplicable, con mucho más alcance y enjundia, a la guardia de corps del gran capital, abogados del Estado, ingenieros de caminos, altos magistrados,... y, en especial, a la dirigencia de los 35 del Ibex. 

Del resto, de nosotros, escribió Galeano que “sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen”, pues para los nadies solo hay buena suerte cuando se pelea con fatiga; miro, veo, estoy, canjeo ideas, leo, oigo música, ahora hablo poco, selecciono, dudo en exceso y, a mis muchos años de desasosiego por haber vivido, me cargo de cabreo.

Eso que ocurre a casi todos nosotros, los nadies, que con tal precisión describe Galeano, no es mero azar o combinación de hechos o causas imprevisibles sin propósito previo ni vínculo causa efecto o intervención humana que lo determine, nos lo estamos ganando a pulso; tampoco lo es que los alguien, unos pocos -en apariencia- difusos y neutros, no sueñen ni esperen que les llueva buena suerte pues, procaces y altivos, saben -creen cierto- que todo lo que puedan querer en cualquier momento ya les pertenece... aunque lo esté usando otro o sea de todos, se sienten seguros, tienen experiencia; nos los merecemos.

Obscena exhibición de la Gran Mentira, asistimos atónitos a lo cool que resulta alardear de qué es tener la sartén por el mango y el mango también; una alta empleada de Banco Santander que, ¡oh casualidad!, se apellida Botín y se llama Ana, con descaro impune, quiere mantener vivo uno de los indecentes culebrones generado por los suyos que avergonzaría -casi impediría salir de casa- a los nadies e impugna públicamente que el juzgado de lo mercantil nº 9 de Madrid haya adjudicado la freudiana Ciudad Financiera del banco por 282,3 millones de euros a Sorlinda Investment, sociedad de otros alguien que realizaron la mayor oferta en el concurso de la arruinada Marme a la que en 2008 la tal Ana Botín, que hace negocio con dinero de otros, lo había vendido por 1900 millones, ¡plusvalías!, tras haberlo construido en terreno rústico con la impagable -pero bien pagada- gestión de Leopoldo Arnaiz, arquitecto tramposo de Boadilla del Monte, Madrid, el ayuntamiento del "albondiguilla", epicentro de Gürtel; a la alta empleada del banco con sociedades offshore en paraísos fiscales como Nort Star Overseas Enterprises, Swissindependent Trustee, Tinre Stablisssement, diversas Santander Investment y Abbeys, Cherokee Bay Limited,... decenas o cientos de nombres extraños y un sinfín de fundaciones y trusts en paraísos fiscales como islas de Jersey, Liechtenstein, Luxemburgo, Bahamas, Bermudas, Panamá,..., testaferros y "conseguidores" habituales,..., le parece ¿ilegal?, ¿injusta?, ¿inmoral, acaso?, ¿poco ejemplar? tal adjudicación a una sociedad, ¡escándalo!, de las islas Vírgenes, paraíso fiscal, en lugar de ser para ella -mucho más barato- lo que construyó con trampas "su banco", vendió por 1.900 millones, mantiene arrendado, le es insoportable que no la permitan prolongar el momio por 232,2 millones; gráfico ejemplo de pringosa sartén que reprocha a un cazo que se acerque y la tizne.

Urge investigar -¿quizás los fiscales y la policía?- qué hace en la Cantabria del lenguaraz y líquido Revilla, PP, PSOE, Podemos,...., tramitando las dos modificaciones -urbanística y de usos- y la concesión ilegalmente aprobadas en el muelle Albareda a fin de calzarnos la mole que pierde costra cerámica o jugando peligrosamente con el PGOU de Valderrebible -Val de ripa Iberi, valle de la ribera del Ebro-, paraíso -hoy más que del arte rupestre- del apetitoso y sucio negocio del fracking, lo eólico que el sagaz arquitecto revuelve,..., y otras actuaciones de similar sospechoso pelaje que ha desarrollado -y aun desarrolla- el ubicuo Arnaiz.

La que fue ejecutiva desde casi niña, hoy quizás con problemas, se queja además del trato fiscal que se da a sus nuevos y duros rivales, las empresas tecnológicas, y en el discurso inaugural de la Conferencia Internacional de la -pobrecita- Banca, ante directivos, fondos de inversión, reguladores financieros,..., igualitaria y altruista, exigía "normas fiscales justas (¡) para que cada actor pague de forma equitativa (¡) los impuestos según la actividad que lleva a cabo y dónde genera sus beneficios (...)"; imborrable e infame momento.

Al tiempo que eso pasa y el banco, la usura, ofende desde su abusiva libertad de expresión y muestra lo útil que es tener la sartén por el mango y el mango también, un grupo de los nadies más nadies, ocho ninguneados, despedidos, hoy inexistentes,... mineros nos daban ejemplo de lo que es importante, se jugaban la vida y ponían todo su valor y conocimiento para ayudar, echaban, no una, todas sus manos a un desdichado niño y sus aturdidos padres, a todos nosotros, el resto de los nadies; ignoro -y no me importa- si han cobrado por ello, pero si lo han hecho, sea lo que sea, ha sido muy poco para la lección, acaso estéril y vana, que nos han regalado y, mientras otros solo piensan en atesorar el sucio y maldito dinero que ganan haciendo uso de mango y sartén, esos nadies tan ninguneados, despedidos, inexistentes ya hoy,..., esos ocho mineros, han hecho lo que había que hacer, trabajar largo y duro con fatiga y riesgo, en una humana tarea que ha explicitado en que hay que gastar lo que sea preciso del dinero de todos, en lugar de tirarlo rescatando bancos.

Una bella historia de dolor humano, esfuerzo, sacrificio y solidaridad, con un grupo de gente muy valiosa donde, como casi siempre, ha sobrado el exceso de ruido de algunos medios, con su ofensivo espectáculo al servicio del morbo y su negocio; pediría que, ya hecho lo mal hecho, nos ahorren sus tan llamativas como inanes elucubraciones y no hagan sangre buscando mediáticos culpables de lo que fue fruto de la mala suerte y el sistema que ellos patrocinan.

Mientras escribo esto, escucho que un tal Sánchez, presidente accidental con caché de buen encargado de la planta de señoras en una gran superficie, que tiene acreditada, es bien conocido, compulsión alérgica a unas elecciones que justifiquen por qué nos mangonea tanto, socio del Podemos del chalet y la piscina, tumba de la izquierda hasta no sé cuándo, cobista arrastrado de la insana e ignorante codicia por la independencia de no se sabe qué y que ahora oye a lo peor del peor norteamericano, a Trump, y hasta a Bolsonaro, se pliega a ellos y a Felipe González, Aznar y otros que tenían -y quieren volver a tener- sus sucias manos puestas en lo que es solo cosa de los venezolanos, se mete, ignaro, en su vida y no en la de otros más necesitados y, para intentar hacerse una foto en el espectáculo, agarrado al mango de una pringosa sartén, fija, ¡él! un plazo a Maduro para convocar nuevas elecciones. ¡Será ...! 

Muerto Franco hace ya 43 años, quienes tienen como gran tarea, además de ofender al pueblo venezolano, sacar al dictador difunto de su sepultura para depositarlo no saben dónde e ignoran cómo hacerlo, con su tóxica ignorancia inconsciente y sectaria nos están devolviendo a los viejos tiempos de Tartufo, la sartén, el cazo y el mango de ambos.


35 Los domingos, cavilar

Las leyes y las trampas

Fernando Merodio

20-01-2019

Esto es -nos dicen- un Estado de Derecho, aquí -también dicen- impera la Ley como garantía de igualdad entre todos, una igualdad que -a mi me parece- debe ser objetivo de toda política. A partir de ello -y para creernos lo que nos cuentan-, vista la radical ausencia de igualdad teórica y práctica, habría que estar muy atentos a los avatares vitales de la Ley, cómo nace, qué dice, si se cumple o no, quién y cómo vigila ese cumplimiento,... Yo tengo mis muy serias dudas sobre todo ello, en especial sobre si nuestras leyes buscan, de verdad, que todos seamos -más o menos- iguales.

Hubo un tiempo en que, sin duda cosa de la -falta de- información, la Ley se veía justa y provechosa -no lo era tanto y, en lo que yo sé, solía procurar, con una buena teoría, adecuar la vieja, ya caduca, al interés del poder-; ahora es lo que vemos, adobado con publicidad falaz que busca ocultar, hasta a los más juiciosos, su similitud con los viejos bandos de la odiosa autoridad competente, que, con dos elementos, regula ad hoc lo que le interesa, el texto o carril por el que debe circular la masa y el velado poder real que, sin auctoritas, la redacta, ordena dictarla y la impone; el resto, estados, gobiernos, partidos, parlamentos, juzgados, policías,... son parte importante de aparato y sistema y, además, farfolla, atavío, disfraz,... Abolida la revolucionaria guillotina francesa, no queda ni el miedo.

El Delirio Montañés, tenaz pedagogo de las formas actuales de la infamia historiada por Borges, contaba hace días en tres páginas que "El Gobierno aspira a desbloquear los parques eólicos con la nueva ley de control ambiental" y, como siempre en lo serio, no informa, tergiversa para engañar al cómodo que se deja, pues una ley de control, sobre todo si atañe al medio ambiente, no debe desbloquear nada sino dificultar el abuso; títulos y texto de aquellos tres pliegos de papel prensa son buen ejemplo de la teoría -y la práctica- que el poder real, económico, y sus bedeles tienen de la ley como simple medio para adecuar a su interés lo que les molesta.


Define la gran falacia de quienes gobiernan, influyen, deciden, legislan,... el primer relato de la "Historia universal de la infamia", de Jorge Luis Borges, en el que, con clara referencia a fray Bartolomé de las Casas y su filantrópico intento fallido de sustituir a los indios por negros de África, narra los terribles hechos de un falso predicador, el atroz redentor Lazarus Morell, ladrón y asesino que prometía libertad a los esclavos, con el infame propósito de venderlos después; en otro estilo, era igual que ahora, "benéficas" normas de control... para descontrolar lo natural.

Un cierto papel de la ley lo explica H.G. Wells en La isla del Dr. Moreau, en la que el náufrago Prendick relata las investigaciones del doctor, sus prácticas de vivisección para injertar animales y humanos, produciendo, entre otras, una colonia de hombres-bestia cuyo gris líder, el Predicador de la Ley, difundía prohibiciones en forma de letanía contra el proceder animal y elogios al doctor, recitada al grito coral de ¡es la Ley!; una novela que, tras turbadoras vivencias en la isla, concluye con Pendrick en Inglaterra, receloso de lo humano, abandonando todo y buscando, cobarde, la paz en el estudio de la astronomía y la química.

Es imagen clara de la idea que el poder tiene aquí ahora de para qué sirve la Ley el concreto, torpe y peligroso cogniturus publicitado por El Delirio para descontrolar -aún más si cabe- el medio ambiente, tras privar de eficacia -porque sí- las hoy vigentes Ley -española- 21/2013, 9 de diciembre, de evaluación ambiental, que es obligatoria, y la aun vigente Ley -cántabra- 17/2006, 11 de diciembre, de Control Ambiental Integrado.

La injustificada decisión de cambiar una ley autonómica de 2006 e ignorar otra española de 2013 se debe, El Delirio dixit y explica Palacio, amorrado desde niño al dinero político, a "un problema con la definición de lo que es parque eólico"; se trata solo, al parecer, de cambiar la definición de lo que es un parque eólico, destructivo agresor ambiental, y facilitar -aún más- los -ya muy fáciles, salvo para los corruptos inútiles- trámites para adueñarse de nuestro mejor territorio y rematar la destrucción de una forma de vida, la campesina, que habría que revitalizar.

Por ello, sorprende e irrita leer que la exposición de motivos del publicitado proyecto de tan ilegítima ley tenga el descaro de empezar con la terrorífica, buenista y gratis denuncia de que "la contaminación, la explotación incontrolada de recursos terrestres y marítimos, el deterioro de hábitats naturales o el calentamiento global son algunas de las cuestiones candentes que vienen a reflejar la capacidad de destrucción que ha alcanzado nuestra civilización y que amenazan seriamente la calidad de vida e, incluso, la supervivencia de la especie humana a largo plazo" y, para evitarlo, incluir un cuerpo que regula el "control, autorización, comprobación y evaluaciones ambientales, vigilancia, régimen y procedimiento sancionador,..." de, no solo el negocio eólico sino toda clase de planes, proyectos, actividades,... que tengan una negativa incidencia ambiental ¿Es ese el fin del ruidoso amago de ley o solo se trata, como se infiere del anuncio periodístico, de allanar el camino a Green Capital -turbio fondo saudí en el que la familia de Florentino Pérez da la cara- y su artero/destructivo negocio?

Por si queda alguna duda, lo ratifica, rotundo, el borrador del anteproyecto de las Directrices del Paisaje de Cantabria, también ahora en histérico y amontonado trámite, que en un impúdico párrafo del Análisis de impactos define como gran éxito, sin duda un lapsus freudiano, que la nueva normativa "evitará en gran medida que se frustren planes o proyectos por cuestiones derivadas del paisaje"; más claro ni el agua, algo que enlaza con la obsesiva y política búsqueda de "seguridad jurídica", ignorando sin duda algo tan elemental como que tal seguridad se asienta en cumplir exactos una buena ley, siendo que aquí, ni hay buenas leyes ni, mucho menos, se cumplen por ellos.

Todo ello evidencia que algo va muy mal, que no nos podemos fiar de quienes -al servicio del poder real- parecen legislar. Enquistadas las injusticias sociales, la desigualdad, estamos degradando irreversiblemente el entorno en que vivimos y el modo en que se enriquece un 1% va en contra de la humanidad entera, es cierto que, como escribió Primo Levi, víctima en el inhumano Auschwitz, "los monstruos existen, pero son demasiados pocos para ser realmente peligrosos, los más peligrosos son los hombres (...) dispuestos a creer y obedecer sin rechistar", así que ya sobran motivos para exigir explicaciones y, como no las hay, alzarse, desobedecer.

El viejo y aun activo rockero gallego Evaristo, de La Polla records, retrata exacto la situación cuando, entre otras canciones, en El Congreso de los ratones, ya en 1985 denunciaba "Señores diputados, la situación es muy grave. / Debemos hacer un consenso para meterlo dentro de un marco. / ¡Qué monada! / Como primer punto del orden del día, actualizaremos nuestro sueldo. / Como segundo punto bajaremos el de los demás. / ¡Que felices son haciendo el mamón, / siempre en nombre de la razón / y su libertad vigilada por los cañones del capital! (...) / Porque aquí siempre mandan los mismos, / un congreso de ratones podríais formar" y si eso era cantable a Suarez, González, Carrillo, Fraga,... por su entrega al capital, cierres, reconversiones, primeras corrupciones,..., ¿qué habría que cantar ahora a la purria que nos (des)gobierna?

Anuncian otro libro sobre compañeros de fatigas, Ruano, Sauquillo, Lola, amiga, corajudos jóvenes asesinados que reviven en mí con Jose, mi hermano, y remueven algo que, como lo arriba dicho, evidencia lo inútil, hasta ahora, de una odiosa, triste, fatigosa historia. Su recuerdo y el cariño hacia ellos y los muchos que, sin pedir nada a cambio, lucharon, exige seguir denunciando la enorme, evidente, falacia nacida tras ellos, asumir los riesgos actuales -distintos pero graves- y revitalizar su joven pelea, intentar al menos que esto sea, de verdad, un estado de Derecho por la igualdad.


Dolores González, Enrique Ruano y Francisco Javier Sauquillo


34 Los domingos, cavilar

Violencias y mujeres

Fernando Merodio 

13-01-2019

Básico, afirmativo, "si vis pacem, para bellum", si quieres paz, prepara la guerra, aforismo romano que algunos sustituyen por el condicional "igitur qui desiderat pacem, praeparet bellum", quien desee la paz, deberá prepararse para la guerra, excusa para la violencia al servicio del poder; la violencia, fuerza ajena ejercida desde afuera, no siempre afecta a lo humano, por lo que no siempre es susceptible de valoración moral, salvo que la consideremos como acción contra la naturaleza y la analicemos al tiempo que al que la padece y a aquel que, a su voluntad, la ejerce. 

Tal voluntad es capacidad de buscar el bien universal, pleno, algo que, al ser deseo sometido a apetitos y pasiones, además de la inteligencia, obliga a analizar nuestros actos en el ámbito los afectos, las emociones,... en que se libra la esencial batalla diaria por la libertad, por la dignidad, cuya valoración es precisa para entender la difícil gestación de los actos humanos, en la que toma plena relevancia el fenómeno de la violencia, la passio violentiae, enraizada en la ambición, el sexo, el odio, la ira,..., lo egoísta, lo irascible, lo concupiscente,... que, o es bien encauzado o, como un río salvaje, nos anegará con las múltiples formas en que se manifiesta.

Dante, 1265-1321, guiado en su Commedia por Virgilio, transición del pensamiento teocéntrico medieval al antropocéntrico del Renacimiento, viaja al Infierno, atraviesa, de menos a más, la jerarquía del mal y tras la zona previa de los inútiles, los indecisos, los sin voluntad,..., explora sus nueve círculos, desde el limbo de los humanos de las épocas sin fe, anda desde el segundo al sexto entre los incontinentes, en especial los lujuriosos, los glotones, los avaros y despilfarradores, los coléricos y haraganes y los herejes, siendo el séptimo, atravesado por "el río de sangre en el que bullen / los que con violencia dañaron a otros", el de los que actuaron contra otros (criminales, tiranos, violadores,...), contra sí mismos (suicidas y derrochadores destructivos) o contra dios, la naturaleza, el arte,... (blasfemos, sodomitas, violentos contra el derecho humano al trabajo,...), los violentos, en el octavo estaban los pecadores maliciosos, mientras en el noveno, quienes usaban esa malicia abusando de la confianza de quienes se fiaron de ellos; vio gran maldad en el séptimo círculo, el de las múltiples formas de la violencia.

Definiré esa violencia que lleva al Infierno como acción deliberada para provocar -o intentarlo- daños físicos o de otro tipo a terceros, acción influida por circunstancias temporales, políticas, jurídicas, sociales, psicológicas, culturales,... que genera efectos negativos en quien lo sufre, su entorno, la sociedad,... con la relevancia cualitativa que expresa el hecho de que sea analizada desde teorías 1) biológicas, que la ven instinto animal o humano, 2) psicosociales, respuesta a un estímulo o deseo de destruir lo que no nos gusta porque se nos parece, 3) socio-dinámicas, reacción a desigualdad de poder, 4) estructurales, producto de la estructura social, el sistema,..., mientras que su importancia cuantitativa se muestra en que es calificada según varias taxonomías que, a tenor de los sujetos afectados, la consideran individual, grupal, de la sociedad o ejercida contra el estado o el sistema,... o, según su forma, la llaman física, gestual, verbal, simbólica, psicológica, sexual, ambiental,... o, en el específico ámbito familiar, distinguen la ejercida hacia los mayores, los cónyuges, los niños, las mujeres, los hombres, los discapacitados,...

En el medio en que hay violencia expresa social, familiar, laboral, económica,... hay el miedo que Freud definió como enajenación por problemas propios o agresión ajena, que afecta a todo tipo de personas, hombres, mujeres, nuños, jóvenes, ancianos,... y modifica sus conductas, lo que existe siempre que hay debilidad y poder, desigualdad, entre países, grupos, razas, hombres, mujeres, niños,...; violencia omnipresente. Con tal complejidad y volumen de formas, clases y daños generados, habiendo sido enseñado a, tras pensarlo, decir lo que pienso, digo que, en España un abusivo lobby con fuerza electoral, feminista acaso, con importantes intereses económicos, sociales, políticos,..., está desenfocando grave y peligrosamente un serio problema, el de la violencia hombre-mujer o mujer-hombre, y está causando daño, mucho daño.

Para Hegel el Derecho podía ser sólida base de avance hacia la igualdad, para Foucault coartada del más duro uso del garrote y Alain Badiou se preguntaba, ¿de qué humanidad pueden ser cimiento y superestructura el Derecho que elaboran y manipulan los poderosos, o las egoístas reglas del capital, o la usura que gestiona el mercado? Un ejemplo lacerante, tóxico para la convivencia de hombres y mujeres, dos mitades de la humanidad es que, sabido lo que es violencia, su omnipresencia, formas,..., nos sobrevuela una "zapaterada" ajena a socialismo y Derecho, la Ley Orgánica 1/2004, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, cuya Exposición de Motivos se inicia con las siguientes perlas, "la violencia de género (...) se manifiesta como el símbolo más brutal de la desigualdad existente en nuestra sociedad (...) se dirige sobre las mujeres por el hecho mismo de serlo, por ser consideradas, por sus agresores, carentes de los derechos mínimos de libertad, respeto y capacidad de decisión" -¿alguien se cree tales exabruptos?- y, en su desarrollo, priva al hombre del fundamental derecho a la presunción de inocencia y ve a todos, todos, todos... culpables por naturaleza; una ley buenista, injusta, retrógrada y represora porque sí, que crea más problemas que los que soluciona, culturalmente infumable, como casi todas,..., que desata el horror jurídico y fáctico de que, por el mero hecho de ser denunciado por una mujer con la que tiene -o ha tenido- relaciones, todo hombre sea -es protocolo- inmediatamente detenido, interrogado, llevado al calabozo, conducido esposado en un furgón ante el juez ad hoc, expulsado de su casa, limitado en el contacto con sus hijos, obligado a pagar una pensión,..., al menos hasta que -en un juicio muy condicionado- se vea si es verdad lo denunciado, todo ello con amparo en el -para mí- dudoso matiz leguleyo que distingue entre violencia machista y violencia de género, sin hacerlo en otros casos entre los diferentes.

Hay un problema cultural -y algunas cosas buenas- en la relación hombre-mujer, como lo hay también en la relación fuerte-débil, rico-pobre, patrón-asalariado, Estado-ciudadano, médico-paciente, juez-justiciable,... donde se manifieste, cada una con sus matices, alguna desigualdad, física, económica, política, social, cultural,...; la relación de pareja, como relación familiar, encubre violencia que a veces sale a la luz, más con la mujer como víctima, esa mujer que, por diversas razones, no aparece -casi nunca- en las estadísticas de muertes violentas en la construcción, la mina, la pesca, los altos hornos, los astilleros, las guerras,..., sin que el hombre, que yo sepa, se haya quejado nunca de tan fatal diferencia

Es sabido que en Dinamarca, Suecia, Finlandia, Francia, Reino Unido,..., donde, pese a ello, no han impuesto leyes de excepción, las mujeres que sufren violencia física o sexual oscilan entre el 52 y el 44% y en España son en torno al 22% y, por grande que sea nuestro fracaso al ser incapaces de resolver bien el problema, un Estado de Derecho no puede falsear el remedio con inseguridad jurídica y recortes populistas de libertad y derechos; repito con Giorgio Agamben que "la corrupción completa de las inteligencias asumió la forma hipócrita y buenista que hoy se llama progresismo", siendo "el principio en cuyo nombre se ha cumplido ese proceso, transigir (...), ceder en todo, conciliar todo con su contrario, la clase obrera con el capital, el medio ambiente con el desarrollo industrial, la libertad de expresión con los medios, la ciencia con la opinión, (...)"; no se pueden ocultar los problemas reales y someter ley y justicia a la irracional e irritante presión social y mediática.

Resumo con El Roto, siempre inteligente. Dos viñetas con un padre hablando a hijo/hija y en una, ante la pregunta, "Papi, ¿cómo es que puedo elegir si quiero ser niño o niña y no entre rica y pobre?", responde, "Es que eso es mucho más difícil", precisando fácil en la otra, "¿Déjate de matemáticas y todo eso y aprende a quejarte!".






Inauguración de la Casa Concejo/Escuela de Arcera-Aroco en 2012


33 Los domingos, cavilar

Arcera-Aroco: las distancias cortas 

Fernando Merodio 

06-01-2019

"Cogito ergo sum""pienso luego existo", soy si pienso... Descartes (1596-1650) nos legó con el "Discurso del método para bien conducir la razón y buscar la verdad en las cosas" amor a la búsqueda libre, que él abría con un modesto "supongamos" y cerraba, dice Pardo, con la idea de que cada uno puede, a su modo, contar su historia con voz propia. Pensó, existió y nos legó método que, osadamente, traduzco a mi modo: 1) no aceptar como verdadero lo no evidente e indudable, 2) dividir las dificultades en partes, para solucionarlas, 3) iniciar el análisis por lo más sencillo e ir subiendo y 4) revisar todo para no errar en el orden ni en el contenido.

Daniel Innerarit, filósofo, advierte -y parece aceptar- en un artículo que habitamos un mundo -no líquido como dice Bauman- volátil, gaseoso, en que la distinción con el poder "se torna borrosa" pues, por ejemplo, "el mundo comunicativo y financiero se basa más sobre la información gaseosa que sobre la comprobación de los hechos", lo que dificulta hacerlo frente; transmite con ello pesimismo sin solución ya que, si bien analiza hechos, acaba en el diagnóstico de un mundo volátil, gaseoso, resbaloso frente al que no da pautas para hacerlo frente, ya que no a los grandes conceptos y problemas, sí al menos, en las distancias cortas, a las pequeñas cosas, lo próximo,..., como hacen, otro ejemplo, los Concejos.

La Constitución fija la autonomía y personalidad jurídica municipal y precisa al tiempo que “la Ley regulará las condiciones en las que proceda el régimen del Concejo Abierto”, democracia participativa que sustituye a la representativa, los vecinos, todos, decidiendo en el órgano clave, el Concejo, institución histórica de Derecho Público vinculada a lo común y en especial al territorio, que, como dice Raymond Carr en “España 1808-1939”, era “de propiedad comunal y (...) no solo ayudaba a los pobres sino que además ponía coto al hambre de tierras de los campesinos ricos” y frenó el constante asalto a lo comunal desde 1830, “cuando los propietarios acomodados trataban de forzar la venta de los bienes comunales”, por lo que debe enorgullecernos que, a fines del siglo XIX, Le Play escribiera que en la provincia de Santander los Concejos defendían sus tierras como en “ningún otro lugar de la Europa occidental”.

Hoy, acosados, deben ser defendidos, pues su fuerza histórica, sólida argamasa de la estructura social rural, hace que persista el amor a la tierra común y los vecinos debatan y decidan los asuntos del pueblo, siendo lamentable que, pese a ello, en el día a día y, en especial, con la Ley 27/2013, se tienda, a exterminarlos, finiquitar la toma de decisiones directas por los vecinos, propiciar su control por los partidos, anular el revolucionario hábito de intervenir todos en lo común, impedir a los pueblos frenar la caída hacia el modelo de vida urbanita, perjudicial y ajeno a las viejas formas autóctonas de autogobierno rústico.

La idea político/legislativa es 1) propiciar la pérdida de personalidad jurídica de los pueblos con Concejo, 2) anular la capacidad de decisión y gestión del territorio por las Asambleas vecinales, para 3) adueñarse de él, 4) privatizar la gestión de servicios esenciales como el agua, adras o suertes de leña,..., 5) sustituir la solidaria idea de servicio por la mezquina de negocio y, tras ello, 6) promover macro-chiringuitos privados eólicos, de fracking, vertederos, grandes explotaciones,… contra lo común.

La intrusiva Ley 27/2013 defiende influir en lo rural so pretexto de cuadrar mínimas cuentas con déficit, cuando, al servicio del capital, busca “poner precio a todo”, trocar el comunal valor de uso -con el que los pueblos no ganan, usan- en el arbitrario valor de cambio/precio de la venta o privatización de lo común; nueva desamortización de los bienes “comunales”, -distintos de los “públicos”- y de la capacidad de decidir sobre el trabajo para mantenerlos, una Ley de la que el profesor Valentín Cabero dice que “no podemos tolerar que, bajo el amparo de esta reforma injusta, y en el contexto de una crisis financiera ajena al mundo rural, los grupos oligárquicos y corporativos se apoderen y beneficien de las plusvalías naturales, culturales y agro-alimentarias que por derecho, trabajo e historia pertenecen al mundo rural”.

En “su” crisis, el capital quiere, como hace al privatizar servicios públicos, extraer del abandonado mundo rural la plusvalía de algo que no se rige estrictamente por relaciones de mercado, por lo que hay que defender la autonomía de lo comunal frente al capital que quiere expoliarlo, el Concejo frente al cacique político/económico, la cultura rural frente a la pérdida de identidad, el servicio público de escuelas, urgencias médicas, transporte, comunicaciones, veterinarios,… frente al abandono,...

Caso concreto de gente que lo pelea es la de Arcera-Aroco, Valdeprado del Río, que pese a las graves dificultades que el sistema impone intenta decidir en Concejo lo común, apoyándose en la garantía de los “usos, costumbres y tradiciones locales”, destiladas durante siglos con el "método campesino" por miles de Concejos, Juntas, Pedanías, Parroquias,… españolas con personalidad jurídica, facultades para tramitar y, en especial, capacidad legal para administrar 3,5 millones de hectáreas de -ahora goloso- territorio, un inmenso poder que, lejos de ser financiado y apoyado social y legalmente, de forma torticera intentan arrebatarles capital y políticos.

Es un pueblo enclavado en el montañoso y hermoso Sur de Cantabria que colinda con Castilla y, con un mínimo número de empadronados, gestiona y defiende con la filosofía del Concejo valiosos bienes comunales, 470 Ha. del monte núm. 250 CUP, con pasto comunal, 330 Has de fincas particulares (siega y pasto), asociadas para trabajar unidas a lo comunal, 120 Has. de pinar silvestre de repoblación, 334 Has. de bosques de rebollar, 31 Has. de quejigar, la posibilidad de Cotos Privados de Caza y Setas, 30 puntos de agua para abastecimiento, caminos, fuentes, cierres,…, tiene a su cargo especies naturales amenazadas, cangrejo, nutria, lirón gris, turón, gato montés, pico mediano, aguilucho cenizo, alimoche, azor, aguililla calzada, águila culebrera, halcón abejero, orquídeas,..., espacios protegidos, LIC del Ebro, 4 km. vírgenes de gran valor natural, árboles singulares,... y posee, dentro del País Románico, propuesto Patrimonio de la Humanidad y Paisaje cultural europeo, un importante patrimonio histórico-cultural, Iglesia San Miguel, s. XIII, Santa Cruz, s. XIII-XV, San Bartolomé, s. XII-XV, necrópolis altomedieval y restos de la Iglesia San Pantaleón, s. VIII-XII, estelas visigóticas con el conocido como laberinto de Arcera, escuela-casa Concejo, Casa de los pastores, molino harinero La Fábrica, bien conservado, itinerarios señalizados,... 


Iglesia de San Pantaleón y enterramientos, 
hoy expoliado con ayuda de "expertos


Pese a ello, el pueblo define la situación gaseosa que analiza Innerarity, acosado por actuaciones tan agresivas social y ambientalmente como la afectación de 120 Has. para sondeos previos de fracking, proyecto del Parque eólico Céspedes, cercado, entre otros, por los de P.E. Morosos, Somaloma-Las Quemadas, La Milla-El Horno,... decenas de molinos gigantes de casi 200 m., subestaciones, líneas eléctricas de alta tensión, lacerantes y enormes pistas de rodadura, carreteras,..., iniciativas para quemar biomasa a escala industrial, ilícita actividad industrial de un ganadero, cantera La Fábrica, ahora inactiva, amenaza de embalse hidroeléctrico,...

Siguiendo el método, 1) no aceptaron que su muerte fuera inevitable , 2) estudiaron, uno a uno, sus problemas, 3) se enfrentaron al caciquismo local y ahora al sistémico y 4) revisan todo repetidamente para, si es preciso, variar sus actuaciones; la agresión político/económica contra el Concejo y "su método" los han aconsejado constituir la Plataforma para la defensa del Sur de Cantabria para luchar contra la ilegal política autonómica, lobby del capital que ahora especula con la energía a través del tóxico fondo Capital Energy, la familia de Florentino Pérez y los saudíes. Sería, tal vez, educativo seguir hasta el final los avatares de la llamativa pelea entre la poderosa alianza de -mala- política y cruel capital contra la sencilla lógica del "método rural".



32. Los domingos, cavilar
Santander: valores, botín y delito

Fernando Merodio
30-12-2018

Es cuestión mayor, no solo de estética opinable o influencia cultural detestable, es más, se ha quebrado el Estado de Derecho y humillado a la ciudad dormida.

Planea sobre el mundo un símbolo, el arcano de la Comisión Nacional del Mercado de Valores del que casi solo sé algo tan raro como que la presidió Julio Segura, secretario económico del PCE en la dictadura; conozco también el peso que los valores tenían para Max Weber, parte esencial de la vida, o que Claudio Magris decía que no es preciso “hacer alarde de ellos", basta que sean visibles en el día a día sin mercadeo; no es, pues, lógico ni ético que una Comisión, la rija quien la rija, los acalde sin antes aclarar que no son valores sino de precios..., el botín de unos pocos.

El botín es concepto soberbiamente didáctico, Robert Louis Stevenson, bucaneros, islas, mares, tesoros,..., metáfora que pone en el centro, obsesivo, el dinero, psicoanálisis, coprofagia, desarrollo sexual mal resuelto que hace aferrarse a lo que, coercitivo y mórbido, se cree propio, compulsión que los años mutan en amor desordenado a lo material, muestra de inmadurez, cobardía, inseguridad, botín que, en cuantías diversas intentan atesorar con la forma de esos sucios papelajos que dice regular aquella Comisión ajena a la riqueza lógica, timo sin pudor contra los que dotan a las cosas del saludable sudor de la fuerza de su trabajo, trocándolas en mercancías; hay que atender la advertencia de George Steiner, agitador intelectual, "si no encontramos otro ideal, el dinero acabará con todo".

Al respecto, Enrico Berlinguer, que fue secretario general del envidiado PCI, elaboró la tesis de que es posible “definir una política de austeridad con contenido de clase, que sea transformadora y por tanto revolucionaria, que genere una dinámica tal de cambios que, a medio plazo, resulte inasequible al propio capitalismo”, concepto muy rico al que, en un futuro inmediato, habría que exprimir y sacar el jugo. Lejos de él, a Francisco González, presidente del BBVA, le preocupa la apariencia y exige “que los políticos hagan su trabajo y los empresarios el nuestro, pues si se cruza la raya, aparece la corrupción”, algo que ocurrió aquí en 2010, quebrando el Estado de Derecho. Lo digo y asumo el riesgo.

Frente a un poder acatado como absoluto que, en nuestro mejor territorio, nuestro patrimonio, plantó un túmulo, una pirámide con su apellido para señalar quien manda, ante la peor pesadilla de que desde allí pretendiera, además, difundir "su cultura" un grupo unido en el antifranquismo de las Comisiones Obreras, muchos años en la cárcel más injusta, hastiados de la impunidad financiero/política del abuso de lo público, inocentes, firmaron mi denuncia al Fiscal del TSJC de actos políticos y administrativos, proyectos y obras del llamado Centro Botín, para que, en su línea, político y ofensivo, la archivara tras identificarla, gratuito para alegría de los muecines de El Delirio Montañés, con charla de café; similar fin tuvo, pelín más cortés, la querella presentada ante el Tribunal Supremo por la Plataforma para la Defensa del Sur de Cantabria, obstinada en hacer frente a quienes son capaces de frenar sus escrúpulos ante al mal más objetivo. Pasado tiempo y sólido el ilegal ultraje, esta es la esencial cronología atropellada de lo denunciado:

1) 31 de julio de 2010. El Delirio Montañés en un publirreportaje de seis páginas, sin lugar para la duda, alardeaba imperativo "Botín construirá un centro cultural (...)" y ampliaba "ocupará (...) la zona delimitada por la línea roja", el entonces aparcamiento de ferrys (ver portada), terreno del dominio público marítimo en que la ley prohibía edificar absolutamente nada; se jactaba a bombo y platillo de una burla al Estado de Derecho.

Sin ser informados ni participar los ciudadanos, era usurpación, modificación del dominio público marítimo, rotura de perfil urbano e historia y, aun peor, humillación de la dignidad ciudadana,... La Memoria 2011 de la Fundación Botín presumía en Internet con Revilla, de la Serna Gorostiaga, Sieso,... de lo que construiría en terreno público no edificable, corrupción que, imagino, disfrazarían alegando que no olía bien pero cambiarían las normas y estaría legalizado.

Había un plan, varios procedimientos complejos y un fin único, dotar de apariencia legal a lo del 31 de julio de 2010, abuso de un poder fáctico sobre todos para 1) modificar los usos del dominio público del Muelle Albareda, 2) implantar un edificio ilegal/ilógico y 3) regalar ese espacio y su uso, un oscuro pacto previo entre el dinero y tres Administraciones, prueba de que todos conocían, ya en 2010, el final.

El Roto lo explica en una viñeta, una mesa y dos figuras en la sombra, una que entrega a la otra un papel y ordena: “Páseme a legal este atropello”; así de fácil.

El procedimiento es seguridad jurídica, pluralidad de actos coordinados para que sin cada uno anterior ninguno posterior sea válido y sin cada posterior lo anterior carezca de eficacia; sujeto a los principios de igualdad ante la Ley, imparcialidad, legitimación, transparencia, participación política ciudadana,..., los trámites denunciados fueron parciales, oscuros,..., condicionados en 2010 y falseados para lograr el fin anunciado.

2) 19 de marzo de 2011. A los ocho meses, PSOE, PP y PRC de acuerdo, Estado, Autonomía y Ayuntamiento firmaban el Convenio para modificar, en ese espacio concreto, el Plan de Utilización de Espacios Portuarios del Puerto (PUEP).

3) 21 de marzo de 2011. Dos días después se iniciaba la Modificación (...) de espacios y usos del puerto, acelerado trámite que, al dictado de lo dicho en 2010, sustituye el “Uso Portuario Comercial“ por el ad hoc “Interacción Puerto Ciudad (…)”.

4) Al tiempo, la Autoridad Portuaria iniciaba una Modificación puntual del Plan del Puerto para asegurar el uso urbanístico del Muelle Albareda que definía El Delirio en su anuncio ¿Era legal tramitar el cambio de los usos urbanísticos antes de saber si se modificarían los portuarios? ¿Qué papel jugó con las tres Administraciones Leopoldo Arnaiz Eguren, "conseguidor" en la Ciudad Financiera de Boadilla para el BS y ahora "asesor" peligroso en la revillista Valderredible, amenazada por lo eólico y el fracking? Habría que investigarlo.

5) 12 de abril de 2012. A los tres días de aprobarse el cambio de usos portuarios, se aprobaba el de los urbanísticos, con la edificabilidad anunciada en 2010. 

6) 13 de abril de 2012. Se publicaba lo anterior y el mismo día, se pedía la concesión -ser dueño- del Muelle Albareda, el más importante de Santander, lo que, de nuevo el mismo día, fue positivamente informado por el Puerto.

7) 14 de abril de 2012. Sábado, el BOE daba un mes “para presentar otras solicitudes que tengan el mismo objeto”; imposible.

Oscura trama de varios procedimientos, en realidad uno, y un comportamiento ético ajeno al interés general, que concluye regalando dominio público a quien no lo merece; la concesión debe otorgarse intuitu personae, valorando al solicitante, y aquí, quienes la obtienen -que según los delirantes muecines impartirán "su cultura" en el muy triste futuro ciudadano- ocultaron al fisco desde la guerra (in)civil 2.000 millones de euros y, al resto de los accionistas, su participación en Bankinter, tienen problemas legales con obras de arte y en la Ciudad Financiera,... 

Nos han usurpado un espacio libre fundamental para las relaciones sociales, sin las que no habría ese espacio que, elemento base de la producción, es también producto a partir de cuya definición/reparto se da forma a asuntos esenciales como el trabajo, la propiedad, las relaciones de intercambio,…

Hay indicios de delitos que habría que investigar, prevaricación, cohecho, omisión del deber de perseguirlos, tráfico de influencias, fraudes y exacciones ilegales, desobediencia, negociaciones y actividades prohibidas a los funcionarios, financiación ilegal de partidos, alteración de concursos y subastas públicas,..., tras los que veo poder y corrupción política y sobre los que Manuel Dolz, Fiscal del TS, dice que “la delincuencia de cuello blanco o económica, en la que se engloban los delitos de corrupción política, es delincuencia estructural, de los poderosos” y pienso que, en este caso, frente a los que delinquen y convierten los valores en su botín, los tres poderes han actuado -y actúan- contra el interés general o callan para otorgar.

Elena Poniatowska, en su discurso del Premio Cervantes 2014, advertía que “el poder financiero manda (...) en el mundo. Los que lo resisten montados en Rocinante y seguidos por Sancho Panza son cada vez menos. Me enorgullece caminar al lado de los ilusos, los destartalados, los candorosos”, a los que yo me aferro, insistiendo en que lo que explico es cuestión mayor, no solo de estética opinable o influencia cultural detestable, es mucho más, quiebra del Estado de Derecho y humillación grave de la ciudad dormida que, por dignidad, exige que algo se mueva.


31 Los domingos, cavilar

Democracia vs participación: Convenio de Aarhus

Fernando Merodio

23-12-2018

Sin rigor erudito, democracia se liga al griego antiguo, a "demos" -pueblo- y "krátos" -poder o gobierno-, "gobierno del pueblo", o a un neologismo de "demiurgi" -artesanos- que, con los "geomori" -campesinos-, se oponían a los "eupátridas" -nobleza- para formar el "demos", "gobierno de artesanos y campesinos", excluyendo mujeres, niños, "ilotas"-esclavos- y a quienes tuvieran suspendidos sus derechos de acción política, acción para la que en Atenas no había límites ni exigencias de posesión ó riqueza; podría, pues, asimilarse al actual, necesario y devaluado Concejo Abierto.

La participación política era mucho mayor que en las actuales democracias,​ todos los ciudadanos podían tomar iniciativas en la Asamblea, proponer un juicio, leyes, sugerencias,... y, sea cual fuera su grado de participación, se convertían al intervenir en parte de Atenas, sin que hubiera ningún poder sobre ellos ni obligación de rendir cuentas, al contrario de cuando, por elección o sorteo, ocupaban cargos pues, como funcionario o magistrado, debía implicarse -no representar profesionalmente-, trabajar un tiempo para el resto, que le podía castigar severamente si no cumplía; no era igual participar en la Asamblea o un jurado que desarrollar la tarea de funcionario.

La política "profesional" era implicación temporal, no perpetua, mientras la "amateur" alcanzaba a todos los ciudadanos toda su vida, al contrario de hoy en que los políticos, asalariados eternos, dicen representarnos y evitan que intervengamos, rehuyendo el crucial artículo 129 de la Constitución que obliga a establecer por Ley "las formas de participación (...) en la actividad de los organismos públicos cuya función afecte directamente a la calidad de la vida y al bienestar general", en todos, precisando, admirable, que se "establecerán los medios que faciliten el acceso de los trabajadores a la propiedad de los medios de producción", pues, según el artículo 128, "toda la riqueza del país (...) está subordinada al interés general", casi comunismo/Marx que debe resultar muy molesto para los que, como al censor Castañeda, solo preocupa lo que ellos consideran su progreso y desarrollo... a cualquier precio. 

Los constituyentes españoles de 1978, para intentar que la participación política no fuera mera palabrería hueca, partieron de la Declaración de Derechos del Hombre y el Ciudadano de 1789 y los Derechos Humanos de 1948, fijando en los artículos 1.2 y 9.2 CE que la soberanía reside en el pueblo español -ese que los catalanes desprecian-, del que emanan todos los poderes y que, además de la inane posibilidad de elegir y delegar en el elegido, los ciudadanos 1) deben intervenir en la formación de la voluntad general y 2) controlar la gestión de la cosa pública.

Al estudiar lo que -dicen- preocupa a todos, medio ambiente y futuro del planeta, vemos -tan olvidadas e incumplidas como la Constitución por la profesión política- dos normas, el Convenio de Aarhus y la Ley 27/2006 española, nacidas del artículo 6 de la Declaración de Derechos del Hombre y el Ciudadano -"todos los ciudadanos tienen el derecho de participar personalmente (…)” en la formación de la voluntad general- que legislan -sin éxito- el derecho político a ser informados y, tras ello, participar en la toma de las decisiones ambientales; fue a causa de la relevancia de tal derecho que el 25 de junio de 1998, hace ya más de veinte años, la Conferencia Medio Ambiente para Europa aprobaba la Convención para el acceso a la información, la participación del público en la toma de decisiones y el acceso a la justicia en asuntos ambientales, el Convenio de Aarhus, que España transponía en la Ley 27/2006.

Es fin expreso del Convenio “contribuir a proteger el derecho de cada persona, de las generaciones presentes y futuras, a vivir en un medio ambiente que permita garantizar su salud y su bienestar (…)” con la también expresa idea de “fortalecer la democracia en Europa” por lo que, frente a cualquier presión mediática, económica, política,… que intente limitar derechos a la posesión, diseño y uso del medio ambiente y calidad de vida, tenemos, no solo derecho, obligación ética y legal de participar.

Siendo piedra angular jurídica y fáctica de toda política ambiental que se quiera demócrata cumplir la exigencia legal de informar para debatir previamente a cualquier toma de decisión, el artículo 2 impide lecturas sesgadas o parciales del Convenio, al aclarar expresamente que afecta al medio ambiente, entre otras muchas cosas, todo lo referido a “las medidas administrativas, (…), las políticas, leyes, planes y programas que tengan o puedan tener efectos sobre los elementos del medio ambiente (…)”. ¡Cuánto molestarían -si se cumplieran- a Revilla, Martín, Castañeda,... las trabas que impuso Aarhus a su peculiar concepto de "progreso y desarrollo"!

Como concepto, frente a la situación que genera, por ejemplo, la apresurada y violenta ansia eólica de Florentino Pérez y el insano fondo saudí Capital Energy/Green Capital Power, la filósofa Marina Garcés anima a suspender el supuesto sentido común que, siempre, quiere imponer una carrera acelerada, parar las ideas alocadas y abrir un tiempo de reflexión, pues “vamos lentos porque vamos lejos” -o, al menos, lo deseamos- y “para ir lejos es imprescindible poder parar, darnos el tiempo y el espacio para aprender, para hablarnos, cuidarnos y pensar, crear y luchar“, y así fijar “el límite en torno al cual decidimos establecer los umbrales de nuestra dignidad colectiva”. 

Félix de Azúa, a su vez, explica que “no debemos engañarnos, todo nos obliga a que vayamos tan deprisa que no sepamos lo que hacemos" y que "tampoco hemos de percatarnos de lo que nos hacen”; no sabemos, y es hora de saberlo, qué hacer con el presente, pues abusan de nuestra desorganización y falta de información, nos han perdido todo respeto, quieren aumentar su poder ilimitadamente, convertir “cualquier elemento material, cualquier existencia humana y cualquier relación social o cultural en un recurso de su explotación”,... y debemos conocer para impedirlo participando.

Coda para el que quiera conocer. Pego abajo "El acceso a la información ambiental en el Convenio de Aarhus. Guía para las autoridades públicas de Cantabria", elegante/caro/no usado folleto que editó en 2006 la Consejería de Medio Ambiente; no es libro de cabecera sino catálogo de incumplimientos de Revilla/Martín y germen de pesadillas del censor/portavoz/altavoz Castañeda; evidencia de cómo saben lo que hacen.





30 Los domingos, cavilar
Teoría y práctica

Fernando Merodio
16-12-2018

Evidente, no es lo mismo predicar que dar trigo y al teorizar para otros, si es que a estas cavilaciones puedo dar tal relieve, me sofoco y siento lo que el protagonista de la negrísima novela de James M. Cain, "El cartero siempre llama dos veces", que, al agradecer la ayuda de quien le recogió en autostop, dice: "Bueno, hasta la vista señor. Gracias por el viaje, los tres cigarrillos y por no reírse de mis teorías sobre la vida".

Para referirme a hechos ciertos vividos, graves, frescos, acompaño "El consejero Martín, francotiradores y mesas de negociación", Tribuna incontestable, de primera mano, remitida a todos los medios y archivada en la papelera -o arrumbada en un cajón por vergüenza, ¿qué creíamos?-, sin una sola excepción de los que gritan histéricos ante el plausible control de un juez serio, sujeto a revisión reglada, de su peculiar libertad para enfangarse en lo inicuo de decidir qué es -o no- publicable, haciendo de su -sólo suya- libertad de expresión omnímodo abuso en la promoción, lesión, estrago incluso, de aquello/aquel que a ellos convenga; nos harían un buen favor esos abusones si, además, no nos contaran monsergas.

Al negar la verdad, los medios destruyen cualquier resto de confianza y pese a que, como dijo Hanna Arendt, los hechos acaban imponiéndose, lo es tras mucho tiempo, destrucción y sufrimientos, siendo urgente que nos defendamos frente al poder del Gran Hermano orwelliano que utiliza el peor capital.

Teorizar, relativamente fácil, es opinar sobre democracia, estado de Derecho, cultura, progreso, representación popular, capitalismo abusivo y salvaje, ecologismo, medio ambiente, libertad de expresión, derecho a la información,..., que es lo que quiero hacer cuando cavilo, pero solo es importante si se hace honestamente, no acaldando supuestos saberes a favor de un interés espurio.

Actuar tras teorizar, es lo que, sin dinero ni medios materiales, hacen la Plataforma para la defensa del Sur de Cantabria y otros que, lo mismo que el Hugo dubitativo de Sartre en Las manos sucias, bajan al barro, arriesgan y, ellos sin violencia, pelean por sus ideas, asumiendo el riesgo cierto de errar. 

En la Tribuna que censuran los defensores de la libertad de expresión la Plataforma denuncia hechos, primero del consejero Martín, ahora Industria/PRC y antes Medio Ambiente/PSOE, incapaz responsable -u otra cosa peor- del nulo Concurso eólico y el caos energético actual, que lloraba sin censura, en portada y dos páginas de periódico, estar acosado por "francotiradores sociales", pero también de Diaz Tezanos, la Vicepresidenta/PSOE incapaz de aprobar un PROT que ordene el territorio, nuestro casi único patrimonio que, también sin censura, en portada y dos páginas, dice que ella no es francotiradora y que quien es consejero de su mismo gobierno fracasa por no presentar bien los proyectos ni respetar el marco legal, ¡y no ha dimitido nadie!

Otro frente, la Plataforma, el más tenaz/eficaz francotirador social contra el ilegal y grosero "concurso eólico", de Martín y de Revilla, anulado por TSJC y TS y, ahora, contra los trámites de dañinos cientos de innecesarios molinos gigantes, miles de millones de euros, también denunciaba en el arrugado papel tirado a las papeleras mediáticas que Martín, Diaz Tezanos y otros simulan "mesas de negociación", en las que ahora también se sientan ONGs, fundaciones, asociaciones,... con subvenciones sin regla, centros de investigación o de visitantes, gestiones del territorio para “custodiarlo”... y vivir de ello que, obviando a los afectados, se apropian de su palabra y derechos... y, lo que es peor, tras negociar pactan contra ellos. 

Posterior a ello, ayer, último esperpento, la CEOE presenta "Cantabria 2030", "su hoja de ruta para modernizar la economía autonómica", ellos solos, con su dinero, sin contar con el gobierno -o sea, con nosotros, todos-, en presencia de un innominado "representante del ejecutivo", que, igual que los sumisos Gorostiaga -el Parlamento, el pueblo- y Zuloaga -el nivel del gobierno central-, no salen en las fotografías difundidas por los adalides de la libertad de expresión.

No hablan de impuestos, subvenciones, desgravaciones, ayudas varias,... y otras minucias para tan estratégico plan, -lo harán, a posteriori, tarde, el lunes con el salvapatrias Revilla- y anuncian cuatro palancas, solo palabras: formación dual, atraer y retener talento, modelos innovadores de negocio, red de Ciencia, Tecnología e Innovación, hub (?) multimodal para la industria, frenar la despoblación rural -con parques eólicos-, financiar star-ups, spin offs y scale-ups (?), acelerar procesos de emprendimiento,..., la más moderna repera en prosa, ¿no sería mejor en verso?

La realidad es hoy triste, tanto como en 1965 decía María Zambrano, vivo Franco y ella exiliada en Francia, al prologar “España, sueño y verdad” así: “Años de una experiencia crítica""(…) Detrás de la imbecilidad no hay nada. Ni siquiera maldad. O interés turbio. Ni siquiera conjura de demonios. No hay nada. Nada. (…) absolutamente nada”, visión cierta, pero parcial, a la que habría que añadir lo que, treinta años antes y quizás más avisado, advirtió Stefan Zweig en “El mundo de ayer. Memorias de un europeo”"Obedeciendo a una ley irrevocable, la historia niega a los contemporáneos la posibilidad de conocer en sus inicios los grandes movimientos que determinan su época”, aviso para navegantes.

Lo de arriba son hechos, sería bueno valorarlos y, además, hacer algo para que lo difundan los medios, pilar de la libertad de expresión. Dice Slavoj Zizek en una educativa entrevista: "La gente está drogada, dormida, hay que despertarla".


Coda/demostración de ultimísima hora.- Manuel A. Castañeda, acreditado durante años como censor supremo en El Delirio Montañés, nuestro particular y potente Gran Hermano, como Trump, acusa hoy mismo en SU periódico a las garantías ambientales de la ineptitud/corrupción de empresarios y políticos, llegando a proponer, fascista, un vacío legal -la ley, aun la mala, es la última defensa del débil- en la materia para hacer lo que él -y los suyos- quieran. Con más calma, lo analizaré.



Anexo:

Tribuna libre

11-12-2018

El consejero Martín, francotiradores y mesas de negociación

Plataforma para la Defensa del Sur de Cantabria
Fernando Merodio/Jose Miguel Martínez Postigo


El consejero Francisco Martín, ahora Industria/PRC y antes Medio Ambiente/PSOE, se quejaba hace días amargo en portada y dos páginas de un periódico de que nunca pensó que, en el gobierno, iba a sufrir tanto francotirador contra sus proyectos - ignora que él no tiene proyectos, como los lobbystas, solo debe tramitar legalmente y presentar bien los que convengan a todos- en todos los ámbitos, "social, administrativo y político" y añadía que siempre "los problemas han venido de los mismos lugares", lo que indica que o forma parte de un gobierno desleal o, por serlo él, no es apoyado.

Lo aclaraba, ayer mismo, en los medios y con similar extensión, Eva Díaz Tezanos, vicepresidenta del mismo gobierno: fracasa Martín por no presentar bien los proyectos ni respetar el marco de legalidad. 

La Plataforma es, quizás, uno de los más tenaces/eficaces francotiradores "sociales" contra el ilegal fracasado, contra su proyecto estrella(do), el "concurso eólico", anulado por TSJC y TS y, a partir de ello, oponiéndonos a que ni siquiera se inicien los trámites de ninguno de los muchos e innecesarios parques eólicos, miles de millones de euros y cientos de molinos gigantes, subestaciones, líneas de alta tensión, pistas,...., todo ello sin necesidad de utilizar -como en Honduras hicieron las empresas con Berta Cáceres, líder campesina- la carísima arma que precisa un francotirador, sino solamente las muy malas y permisivas leyes que, tras aprobarlas, él incumple.

Aunque con nosotros se niega a hablar, más que trabajar y hacer bien las cosas, a Martín le gustan, como a todo el gobierno, las "mesas de negociación" y titulares mediáticos, mesas de negociación que reúnen a los dirigentes de grandes empresas para repartirse el pastel, o a empresas y partidos, para ver las migajas que tocan a estos, o a partidos políticos para ver qué hacer con aquellas migajas,...

Vemos preocupados que, ahora, también fundaciones, asociaciones, mal llamadas ONGs,... fingen buscar el bien general sentándose en “mesas" con la administración, hasta con empresas, para negociar, con lo que reducen la participación política a supuestas élites que, desde su paternalista atalaya de falsos expertos se apropian de la palabra y los derechos de todos a cambio de sumisas subvenciones, centros de investigación o de visitantes, gestionar territorio, simular su “custodia”... y vivir de ello. Magnífico ejemplo es el elitista y supuesto proceso participativo del PROT "interruptus" que, desde un principio, no se preocupó de serlo de afectados e interesados reales y lo sustituyó por esas otras “mesas de negociación”, cuyos participantes defienden ahora en los medios las bonanzas del fracasado proceso; tranquilizaría que las cuentas, al menos las subvenciones, de las organizaciones sociales fueran publicadas.

Entretanto, la Cantabria de que hablan Revilla y sus paniaguados, está a merced del gran capital, el oscuro fondo especulativo Capital Energy/Green Capital Power, S.L.U., la familia de Florentino Pérez y el "muy democrático" dinero saudí que, con apoyo de pequeños “emprendedores/especuladores” locales, pretenden abrir a los grandes consorcios de la energía el ansiado, largamente soñado, “pelotazo eólico", pesadilla que destrozaría la vida de miles de familias y el territorio de todos.

Parte de los Parques eólicos solicitados en Cantabria

29 Los domingos, cavilar
¿A quién creen engañar esos?
Fernando Merodio
09-12-2018

Esos, son el 1% más acaudalado -y más cruel- del planeta, lúgubre entorno, decenas de personas tan ricas como 3.600 millones del resto juntos, con sicarios que amagan con un puño y golpean con el otro, hasta hacernos perder el conocimiento.

Veamos un caso concreto de cómo, aquí mismo, con apoyo político y tratamiento falsario de sus altavoces mediáticos, amagan un golpe imposible; nadie con dos dedos de frente podría creer que el fondo Capital Energy/Green Capital Power -poder del capital verde, ¡vaya desfachatez!-, la familia de Florentino Pérez, uno de los esos, y dinero saudí vaya a implantar, como finge, El Acebo y Ribota, 133 Mw, 56 molinos gigantes para destruir enteros, por todos lados, los valles pasiegos, 16 municipios y 25.000 vecinos, Villacarriedo, Selaya, La Braguía, Vega de Pas, Ontaneda, Alceda, Toranzo,..., mientras sus alcaldes, se enfangan en el más inane/infame partidismo político, plegados a ser falso coro griego, cómplice y llorón, en la farsa de la Unesco Reserva de la Biosfera, Man and Biosphere, lugares geográficos representativos de los diferentes hábitats del planeta a los que, tras ser nombrados, no protege ningún tratado internacional, pamema buenista que, dicen, sería marca de excelencia para esos valles, la nada de siempre y el mismo vacío; para colmo, se enfrentan la Mancomunidad, social, y otra burocracia, económica ésta, el Grupo de Acción Local.

En busca de ayuda acudo a El Roto, veo dos hombres ante lo que pudieran ser pantallas de ordenador o televisión: “La gente está furiosa con la situación”, explica uno. “¡Y eso que no saben cuál es!”, precisa, exacto y cruel, el otro; ni mil palabras podrían explicar mejor cómo nos engañan tras provocar entre nosotros diferencias a partir de dos conceptos que Karl Marx estudió con rigor de orfebre: valor de cambio y valor de uso, haciendo imposible la convivencia de -los restos de- las libertades y derechos del hombre-ciudadano legados por Ilustración y Revolución francesa y la salvaje economía capitalista. Otras viejas ideas marxistas, el trabajo como fuente de todo valor, la desigual compraventa de su fuerza, la cruel injusticia de la plusvalía, la lucha de clases,... también lo explican y debiéramos, quizás, ponernos a actualizarlas.

Es igual situación que la de la exhausta suboficial Ripley, Sigourney Weaver, al final de la película Alien, cuando tras su claustrofóbica lucha con el cruel ser, pese a intuir que la guerra no había terminado, se abandonaba al humano carpe diem de “un deseo infinito de hibernar, cerrar los ojos y que sea lo que sea”. Ahora, un filósofo apoya la misma actitud pues estamos, dice, aún peor que Ripley, pues “al frente de la nave, el Nostromo, ahora están quienes -por inconsciencia o maldad, o ambas, me da lo mismo- hicieron de la germinal larva esa cosa feroz que ahora amenaza todo”.

Mis genes se oponen a lo que sugiere el filósofo, pero no a su diagnosis, más honesta que la del sucedáneo de izquierda, los cómodos “progres” o los populistas que anestesiaron el 15-M, que ven un final al que sobrevivirán con la bella y devaluada fotogenia melancólica que describió Scott Fitzgerald, engaño peligroso, pues lo de hoy aquí es infinitamente más grave que el crac del 29, el capital predador nutrido por nosotros, crece paroxístico generando mutantes, China, Rusia, Arabía,..., inmunes a nuestra mejor defensa, las libertades y derechos que nos querían libres e iguales. 

Exhausta mi vida en la desigual lucha del Derecho injusto, me enfurece tanto la ruina que causa la delictiva avaricia del capital como que lo que hoy aquí se dice izquierda nos quiera engañar simulando que parchea la sangría, por lo que Slavoj Zizek alerta que, “quizás sea necesario suministrar una buena dosis de intolerancia, (...) que alimente la discordia, (...), criticar desde la izquierda la actitud dominante y apostar por la defensa de una renovada politización de la economía”.

La realidad del concreto y arriba esbozado atropello eólico es que los mismos esos que hacen que el CO2 que generan industria y combustibles, lejos de disminuir como se dijo en Kioto, Paris,... y ahora Katowice, haya crecido un 2,7 % en 2018, prevean, ocultos tras la farsa de los valles pasiegos, incontables cientos de Mw y enormes molinos, pistas, líneas de alta tensión, subestaciones,... precedidos por torres anemométricas de medición -no usadas, es cierto, en los valles del Pas- que anuncian los parques La Milla-El Horno, Cildá, Céspedes, El Escuchadero, Somaloma-Las Quemadas, Zalama, Cerro Airo, Alsa, Bustafrades, Olea, Cotío, Morosos, Hornedo, Garma Blanca, La Rasa, Bustatur, Cildá, Henestrosas y un larguísimo etcétera que traería ruina salvo para esos que, al menos en esto, no nos han engañado, pues es evidente que lo que ahora pretenden que venga no es política ni economía sino el primer semblante de lo nuevo, el espanto. Atentos.

P.E.-EL-ACEBO 81,9 Mw, 39 turbinas, 2,1 Mw de 170m.de altura
Parte de los parques eólicos solicitados en el corazón del Pas, 
entre Selaya, Villacarriedo, Vega de Pas, Ontaneda, Alceda...

Cerrando el círculo por el norte pasiego
P.E.RIBOTA-51Mw,-17-turbinas,-3-Mw de 190m de altura





28 Los domingos, cavilar

Información y poder

Fernando Merodio

02-12-2018

Si se quiere que esto cambie, la primera fatiga, previa a todo, es inmiscuirse

Explica Marx que "la ignorancia jamás ha ayudado a nadie", alguien dijo que "con frecuencia se sobrevalora el poder de la prensa y a veces se minusvalora su miseria", lo sopeso, tengo en cuenta que el poder controla la información, mis leves derechos y el respeto que me debo para claudicar en el penúltimo intento, candoroso, de usar los medios de comunicación de masas para difundir lo que pienso; abandono su opresivo corsé, ahora Alerta,... pero no dejo de cavilar en domingo y explicarlo.

Intentarlo es, quizás, un hábito anticuado, afán de advertir a otros de los palos que, por bisoñez, se arriesgan, intento de ejercicio pleno del derecho a informar/informarse y sapiencia de que la comunicación libre y veraz sólo precisa conocimiento honrado y posibilidad de difusión.

La buena comunicación sería fácil en los mass-media pero, unos más que otros, todos son falaces y, mientras loan la información como cimiento de lo que llaman democracia, los controla el capital que muta la información en trampantojo, engaño, ficticia versión de la realidad; además, en su engranaje apena que los asalariados que difunden hechos, ideas, opiniones,… no se esfuercen en hacerlo para todos y no sólo para quien les paga, pues es cierto que el periodista es un asalariado que malvende su fuerza de trabajo para sobrevivir, pero también lo es que hay distintos modos, más y menos dignos, de contratar esa venta.

No suelen dar el valor que Rosa Luxemburg, asesinada por decir y hacer lo que pensaba, dio a la libertad: "Libertad sólo para los partidarios del gobierno, sólo para los miembros de un partido, por muy numerosos que sean, no es libertad. Libertad es siempre libertad para los que piensen de otro modo. No por el fanatismo de la 'justicia', sino porque todo lo vivo, sano y purificador de la libertad política depende de esta esencia y su efecto falla cuando se convierte en privilegio”.

La libertad de expresión, unidireccional, no es reversible, es comunicar sin manipular hechos reales que muestren las contradicciones sociales y hacerlo para todos, base de las demás libertades, exige verdad y, además, objetivar en los medios un espacio para el llamado “periodismo ciudadano”, el que narra lo vivido, para el que el Relator especial para la libertad de expresión de la ONU pedía en su Informe al Consejo de Derechos Humanos de junio de 2012 especial protección, pues “desempeña un papel de creciente importancia al documentar y difundir noticias sobre acontecimientos en los que participan” y “aumenta el acceso a fuentes de información, estimula los análisis informados y promociona la expresión de opiniones diversas en momentos de crisis”, como los que ahora vivimos.

Tiempo canalla, un mundo tan colmado de información como desinformado exige libertad de todos en el uso de los medios y dice Manuel Castells, “Comunicación y poder”, que éste, “sea el macropoder del Estado y de los grupos de comunicación o el micropoder de todo tipo de organizaciones, se basa en el control de la comunicación y la información”, por lo que cualquier intento de implantar un contrapoder justo exige romper aquel.

Será una guerra cruenta en la que los poderosos temerán, más que la coacción legal, lo que de ellos sepamos y podamos contar; debemos, pues, explicar quiénes son, difundir lo visto y vivido, hechos, ideas, causas y efectos, juzgarlo todo y contarlo como Chaves Nogales, “más fielmente incluso de lo que uno quisiera”.

Arquetipo de aquí ahora, habría que desmontar el trato de favor de que gozan algunas empresas y nombres, base de su poder y abuso, asentado esencialmente en su posición de dominio -son ejemplos, Miguel Antoñanzas, Viesgo/Repsol, y Rodrigo Echenique, Banco Santander- en el consejo de administración de Vocento, ya saben, El Diario Montañés, omnipresente y dañino.

Además de los mass-media, no hay que olvidar los espacios que afianzan el sistema de dominación: iglesias, escuelas, ateneos, clubs sociales, entornos deportivos, calles, plazas, cines, teatros,..., lugares de encuentro, del tiempo, del contacto humano, de la comunicación directa no mediatizada, que el capital, poder dominante, privatiza y controla, coartando esa forma esencial de la libertad de expresión, a la que sustituye por una comunicación tecnológica dirigida, que genera una información que mantiene la ignorancia.

Aquí ahora, hay que explicar y debatir, sin pausa ya, la humillante ilegalidad del Centro Botín, la, al menos, inepta acción los Gobiernos Revilla: el ilegal "concurso" y la actual barbarie eólica, el agujero negro de Comillas, el derribo de la Diputación y sus planes de futuro, qué pasa con el PROT, nuestro patrimonio cultural, el ferrocarril,.. y, en general, el injusto abuso de la moda feminista, la insolidaria rebelión penal de los independentistas, la dañina y egoísta ineptitud del populismo, se diga de izquierda (¿) o derecha,... y, al tiempo, empezar a hablar y actuar en las soluciones de lo en verdad importante, la desigualdad.

Coda. Si se cae en la tentación de rendirse en la guerra por una información ajena a la dominante y aceptar la humillación de su único, inculto y falso relato, recordemos que luchar para impedir que nos roben derechos es la esencia del hombre-ciudadano.



27 Los domingos, cavilar

Muerto Franco, qué es Viesgo

Fernando Merodio

ALERTA 25-11-2018


Cavilando, hace domingos describía la nada, un holograma, una empresa prestamista de servicios básicos que gozó de simpatías locales por su imagen cántabra y ahora es especulación pura y dura. En 1983 la compró Banco Santander y luego fue propiedad sucesiva, siempre por dinero, de Endesa, Enel, italiana, E.On, alemana y, en 2015, fondos de inversión opacos que vendieron comercialización y generación a Repsol; sólo sucio negocio. 


Hoy Viesgo es, ella lo dice, Repsol, gas, CO2, metano,..., industria contaminante, libadora ansiosa de la fuerza del trabajo que controla desde la propiedad del medio de producción Viesgo y, además, trueque de capitales, finanzas, aspiradora de dinero improductivo; urge, pues, que si en Viesgo -o cómo diablos se llame- hubiera aún sindicatos, informen y, así, incluso los niños podrían saber qué es. Aguardemos.

El pasado nos lleva a un hoy que en dos hechos evidencia qué es y hacia dónde va Viesgo/Repsol, el primero, de risa, es que, sin generar aquí energía y en pleno alud de cartas intentando explicar el cambio, sus más adictos paladines políticos, Revilla, Igual, Martín, González, Zuloaga,..., ayudan a Antoñanzas -energéticas y medios de comunicación, Viesgo/Repsol y Vocento- en el raro afán de enterrar una caja de plástico como base de lo que quiere ser -aún está en trámite- una más de sus infecciosas subestaciones eléctricas y su idea de electrificar, ¿no será electrocutar?, la economía.


Otro hecho. Viesgo Renovables, actora en la pantomima del "concurso" eólico que adjudicó -de aquel modo- 1.400 Mw -miles de millones de euros- de generación eólica a nuestras ricas energéticas y algún agiotista próximo, es ahora el único colega fallido que exige indemnización porque en 2012 el TSJC y después el Supremo dijeron que aquel regalo era obsceno e ilícito; y, sin contar lo que sabe, no exige el momio a quien le hizo el feo regalo nulo -alguno aparece aún cargando la caja de plástico-, sino a todos los cántabros. Habrá que intentar pararlo en los Tribunales.

Lo lloró Arias Navarro, Franco ha muerto, y ya no podemos culparle, por lo que, tras ver lo de Viesgo y leer atónito, dos veces, otra expresión de la ruina actual, un artículo miserable e indocumentado de Pablo Iglesias, casi una página en El País para causar miedo como expresión de poder, ¿Para qué sirve hoy la monarquía?, sabiendo que es más republicano un noruego que un italiano y pese a que, error de joven que desoyó a su PCE, voté no a la Constitución contra la monarquía, me uno al Javier Marías que dice que quienes, con cerebro y nervio, padecieron a Franco pudieron salir a Francia, Alemania, México,... y hoy ni eso, por lo que, como le anima Pérez Reverte, queda hacer lo que se pueda y, sin sentirlo mucho cuando proceda, irse de forma radical, definitiva, para no soportar esto.

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Censurado por Podemos en TMEO (Santi Orue)

26 Los domingos, cavilar

¡Viva su revolución! 

Fernando Merodio

ALERTA 18-11-2018

Eric Hobsbawn (1917-2012), marxista británico, pensador clave de la historia del siglo XX, estudió las revoluciones, criticó ultraizquierdismo y experimentos iluminados, analizó Latinoamérica como el mejor laboratorio para la revolución social y pensó que su realidad, frente al oscurantismo, "socavaría las verdades convencionales", errando en su análisis teórico por la crueldad del poder, lo duro que es organizar y afrontar la rebelión, el elitismo, oportunismo y burocratismo de la izquierda intelectual y la falta de una teoría seria que apoyara acciones fuertes en un territorio extenso -la revolución exige cimientos, volumen y masas- en momentos de debilidad del poder.

Otra forma de buscar el cambio. Menos tóxicos y peligrosos para el poder, triunfaron movimientos como el peronismo argentino, colosal énfasis verbal y retórica histriónico-demagógica que, con abuso emocional, ofrecía lo que la gente quería oír, negaba la lucha de clases y propiciaba que el líder inevitable se perpetuara junto a su familia en el poder político.


Populismo en boga, pastoso modo de actuar con falsa retórica y adoración al jefe, que tiene como precedentes, entre otros, el grupo naródnicki, burguesía media y alta, que perjudicó al campesinado ruso o ciertos granjeros racistas de EE.UU., y hoy crece ambidiestro -o, mejor, siniestro- en todo el mundo, relanzado por Ernesto Laclau, pedante profesor de muchas palabras, en general vacías, y que no lo identifica con ninguna ideología concreta, sino con indistintas y dispares exigencias y un enemigo único al gusto de cada grupo, a quien acusar, vaguedad e ira que son su mejor instrumento de manipulación; ese Laclau es el pernicioso teórico de cabecera de los que hoy, aquí, turbiamente simulan una izquierda virtual, postmarxismo devenido en folclórico neoschmittismo -de Carl-, ideólogo del nazismo.

Grupito de alborotadores que, de modo inusitado, con el único bagaje de haber cobrado en América a quienes lo necesitaban más que ellos, han aterrizado aquí con la peligrosa retórica que promocionó Laclau y el tenebroso apoyo de Jaume Roures y su desestabilizadora Mediapro, sacando, sin fatiga, tajada del justificado enfado del 15-M para, tras bloquear su impulso, purgar a los disidentes y lograr que su líder único entre en el selecto grupo de quienes tienen gran futuro económico y un magnífico chalet en la sierra con hipoteca benévola y, sin presentar alternativa, embarullarlo todo, país, estado, constitución,... ¡Viva su revolución!

Los tres poderes en la UVI, desigualdad disparada, viejos y nuevos partidos en caos y la izquierda luchadora aniquilada -gran mérito- por un monaguillo del guía, así que al que quiera hacer algo le queda, quizás, activarse empujando idealmente a los de la caravana humana que altera a Trump, oír a Muti el bis del coro de los esclavos, "Va pensiero", y, como un partisano, sin -aun- echarse al monte, volver a cantar "Bella ciao"..., para empezar.





25 Los domingos, cavilar

Revolución en el malestar 

Fernando Merodio

ALERTA 11-11-2018

Han convertido el bienestar en sentimental satisfacción que permite vivir con bovina pereza, hoy tan obsesivamente indispensable que dio muy útil nombre a la dudosa forma liberal del Estado nacida del miedo tras las guerras mundiales, motivo de que su contrario, el razonable malestar, aterre desde cualquier punto de vista, social, cultural, político, económico,... al resquebrajar por corrosión intelectual todas las instituciones que dotaban aquel de una apariencia estable.

Ejecutivo, legislativo y judicial, poderes políticos del benéfico Estado, claudican carcomidos, el mérito de los electos que crecen en el mórbido vientre de agonizantes partidos es ínfimo, lo mismo cuando gobiernan que si elaboran atropelladas, ilegibles y confusas leyes, al tiempo que quienes juzgan, última trinchera institucional ciudadana, viven en descrédito creciente -vicios en su formación/selección/promoción, impunidad, lentitud, cúpulas indefendibles, varapalos europeos, desigualdad al juzgar a los débiles o al poder,...-, todo ello ininteligible para el ciudadano -redundancia- implicado.

Un mundo que convive cómodo con la corrupción de todo poder, el consumo ciego, la obsolescencia programada, sustituye el debate de ideas fatigosamente elaboradas por cómodos e imprecisos tuits, destruye lo natural con el "progreso",... permite que tóxicos adeptos de Carl Schmitt, ideólogo de los nazis, o de Ernesto Laclau, social-populista que desorienta las más dignas ambiciones latinoamericanas, sin otra idea que, sin saber para qué, adueñarse del poder, quieran llevarnos al vacío de vías de hecho que, lección de historia, fácilmente reprimiría el poder del dinero.

La realidad es la que es y vemos que naturaleza, política, justicia, uso del sentido común,... están en manos de corruptos o, en el mejor -el peor, quizás- supuesto, de ignorantes y hay que revolucionarlo, sabiendo con Hanna Arendt que antes de las revoluciones de finales del siglo XVIII tal palabra definía la vuelta a un orden prefijado por quien podía y que la revolución hoy no es posible donde las estructuras de poder del Estado resisten y no hay, además, suficientes personas con coraje e ideas para tomarlo tras el colapso. Sería una ruina.

Canta Franco Battiato a la calle más conocida de San Petersburgo/Leningrado, la "Nevski Prospekt", vanidades, soldados, buscavidas, chicas de largas piernas y cortas faldas, ancianos comunistas vestidos con raídas camisas cargadas de medallas, sindicalistas en huelga, nuevos ricos y pobres viejos,..., día a día de lo que sucede tras aquella revolución sabiendo, cómo a él enseñó su maestro, "qué difícil es descubrir el alba dentro de las sombras".



Para acabar con una concesión a la más indolente melancolía, visto lo visto es fácil dejarse arrastrar por la vibrante "Albada" de Labordeta, tal vez relacionada con el difícil alba que canta Battiato, y ver si hay razón alguna en el belicoso Calicles que en "Gorgias", diálogo platónico, dice: "Qué amable eres Sócrates, llamas moderados a los idiotas".


24 Los domingos, cavilar

Revilla, el síntoma

Fernando Merodio

ALERTA 04-11-2018

Síntoma de tiempos revueltos, en primera página dominical, foto a escala de su ego disparado, Revilla pontificaba: "Me merezco ganar las elecciones"; no lo decía él sobre el PRC, ni otro refiriéndose a él, era sólo él, narciso, mirándose en un espejo, al tiempo que, alelados, sus discípulos asienten.

El PRC nació (1978) tras la muerte de Franco, hijo político de ADIC (1976), su base social, lo hizo lleno de afines al sindicato vertical, núcleo duro del fascismo de Girón de Velasco, mentor de Revilla, era tardofranquismo, populismo cristiano sin ideología social y pedía iguales privilegios que los territorios llamados históricos, no igualdad que eliminara los momios. Su logotipo es, feudal y monopolizador, el mapa y la bandera de todos, pese a que la Ley prohíbe usar en banderas cualquier "símbolo o sigla de partidos políticos, sindicatos, asociaciones (...)".




La marea nos anega y la España que no le conoce verá en el Revilla creado por la Mediapro desestabilizadora de Jaume Roures, un lírico milagrero que recuperará las cuadras y cultivos que sus políticas destruyeron, eliminará el mal tiempo en televisión, recuperará el empleo con el AVE y los impactantes molinos, eliminará la corrupción hasta de sus gobiernos, sanará ciegos y cojos,...; no es política, es sólo un inevitable y fácil arrebato populista, mezclado con sucedáneo de nacionalismo palurdo, inanes símbolos locales, exceso de tribalismo (in)moral,... que intenta -y en casos logra- crear un irreal vínculo emocional con la comunidad.

Revilla ha estado en la política fascista, regionalista, actual,..., con PP o PSOE,..., le da igual, lo serio lo ha hecho mal, es caos industrial y urbanístico, no aprobó el PROT ni ordenó el guirigay energético, intervino en las viviendas que hay que demoler, "lo de Comillas", el fracking, los millones del fibroyeso, el Racing, las corruptelas en la sanidad pública, el derribo de la Diputación,...


Pese a ello, cree merecer ganar elecciones y se conformaría, textual broma pesada, con el AVE, La Pasiega y dos minas en el Besaya, para seguir -sin ser, como ha sido, segunda o tercera fuerza- hasta los ochenta años, edad que, según él, inhabilita para generar, despreciando a los que, siendo mayores, han hecho y hacen para todos y en todos los ámbitos, entre miles, Mandela, Chomsky, Hobsbawn, Niemeyer, Adenauer, Levi-Montalcini, Betty Friedan, Soros, Buffett, Alberti, Fidel Castro, Greenspan, John Berger, Jane Goodall, Clint Eastwood, Woody Allen, Simone Veil, Carlos Fuentes, García Márquez, B.B.King, Aznavour, Chuck Berry, Napolitano, Murdoch, Gorbachov, Bertand Russell, Miró, Picasso, Rockefeller, Alicia Alonso, Barbara McKintosh, Sampedro, Hugh Hefner, creador de Playboy,... o, en su espectro, Franco u Oliveira Salazar.

En lugar de olvidar su proverbial pereza y animar una estrategia solidaria de Estado para salir del lío en que nos han metido, él prefiere a Sánchez, Casado, Iglesias, Ribera, Garzón, el PRC,..., populismo joven ajeno a la política. Colegas.


"La Justicia es recta aplicación del Derecho que emana del poder, por lo que, incluso en el mejor supuesto, lo importante es quien detenta dicho poder"

23 Los domingos, cavilar
Justicia y juzgados
Fernando Merodio

ALERTA 28-10-2018

Agobia, tóxico, el creciente roce entre Justicia y juzgados; incorrectamente, aquí ahora, el Tribunal Supremo escenifica, en público y sin causa justa, la ceremonia hard de convocar un Pleno que analice sentencias previas, brusca ruptura de una línea consolidada de respeto a lo sentenciado que daña la histórica y aparente creencia en la seguridad jurídica al alterar la eficacia jurisprudencial de unas sentencias que, según ellos, con una "enorme repercusión económica y social", perjudican al dinero, la banca, el núcleo duro del capital más duro. Es una actuación no inocente o neutra, que ratifica la idea clave de Marx de que la lucha política es espectáculo que, para ser descifrado, tiene que remitirse a la esfera de la economía, como aquí se ha hecho.

Y se ha hecho sabiendo que Constitución y bases del Estado de Derecho exigen a quien juzga un atento sometimiento a la ley y a pesar de que, entre otros, John Rawls, filósofo conservador erudito en teoría de la Justicia, dice que hay que juzgar aplicando estrictamente la ley con contrato social previo, pues “(...) la actuación de la Justicia no está sujeta a regateos políticos, ni al cálculo de intereses sociales” y, en el otro extremo del espectro ideológico, Amartya Sen argumenta que las desigualdades proceden, en gran modo, de no aplicar el Derecho a los hechos, no de que falten bienes, que por sí solos no son nada y adquieren valor al regularse su relación con las personas.

Ya que alguien dijo que "toda la filosofía occidental es una serie de notas a pié de página de la filosofía platónica", acudimos a Platón (427-347 a.C.) y vemos cómo en tiempos de ardua crisis, igual que ahora, entendía la Justicia como base del orden socio-político, idea armónica que exigía que cada uno, en especial quien profese función pública, haga lo que debe, guiado por tres virtudes: prudencia para acertar en el análisis, valor al defender la polis y templanza en el control de uno mismo.

La justicia era para él, en especial, rectitud, tener y hacer lo que es propio de cada uno, no sólo restablecer el equilibrio perdido por un desorden o dar solución a un mal gestado por la desarmonía entre los hombres, de ellos con la naturaleza o entre cada hombre y él mismo, siendo su fin, para Platón, el reparto equitativo de los bienes de la ciudad, de modo que quienes menos tuvieran fueran los más favorecidos por la organización de la polis.

Aquí, el Tribunal ha entrado en el regateo político de las cosas, no ha aplicado el Derecho como debiera a serios hechos, rectamente, con prudencia, valor y templanza, no parece que pretenda repartir con equidad entre todos lo que genera y cuesta la polis,... y, al abandonar lo habitual de la norma, la rutina si se quiere, causa alarma, divorcia Justicia y juzgados, destruye toda la conexión intelectual y emocional que pudiera haber entre los ciudadanos y ella, creando inseguridad jurídica.

No es ejemplo único, recientemente y con realce en los medios se publicitaba que el último trimestre, por la eficacia de las acusaciones e inutilidad, supongo, de las defensas, "el 97% de los enjuiciados por violencia machista acabó condenado" y, al ser que tal concreta violencia se juzga, en mi criterio, con normas de excepción que dañan reglas de legalidad penal y seguridad jurídica de los denunciados y ceden a la coacción de anómalos y agresivos lobbys con gran peso electoral, si comparamos, vemos que, por ejemplo, ni siquiera el funesto Tribunal de Orden Público franquista alcanzó tal cota de "éxito" al perseguir a terribles comunistas y, entre 1964 y 1976, llegó "sólo" a un 74% de condenas; es increíble y causa alarma que hoy sea tan estadísticamente mayoritaria, 97%, la supremacía jurídica y moral de las mujeres que denuncian sobre los hombres denunciados y, sin necesidad de repudiar, como todas, tal concreta violencia, pienso que habría que estudiar seriamente las formas, quizás de excepción, en que se la juzga.

Daña también a la Justicia la intromisión política del gobierno que pontifica, osado y lerdo a su conveniencia, que en el llamado procés no se ha incurrido en la figura penal de la rebelión, igual que el hecho de que aún sea Ministra de Justicia del gobierno que iba a renovar España quien, sin entrar en la calificación ética de lo grabado, aún no ha dado la razón de sus comidas con jueces y policías -hoy imputados/condenados- con los que compartía importantes procedimientos que, sin duda, requerían el libre criterio de cada uno de ellos, lejos de dedicarse a compartir anécdotas chuscas que, sin duda por ser lo más irrelevante de las grabaciones, es lo único que conocemos.

Se añaden al desastre las disfunciones que todo el mundo conoce por los medios, en especial la malsana lentitud que hace la Justicia injusta, y los hechos de la España más negra que cada uno, sin duda, ha vivido en privado para pudrir la esencial fe en juzgados y tribunales, haciendo preciso, urgente, un cambio revolucionario, pues, como decía Saint-Just, francés guillotinado a los 27 años, "lo que conduce al bien general es siempre terrible", amarga certeza que obliga a reflexionar acerca de en qué han devenido hoy Ilustración y Revolución francesa, meditar sobre si, como decía Foucault "la única esperanza de los humanos está en ser revolucionarios, único modo de librarse de su vergüenza o de responder a lo intolerable" y con él, en la inevitable y constante fricción entre Justicia y poder, luchar por el segundo.





P.E.COTÍO, Green Capital Power

22 Los domingos, cavilar

La orquesta del Titanic

ALERTA 21-10-2018

Fernando Merodio


La noche del 14 al 15 de abril de 1912, con la vana pretensión de que los pasajeros de clase económica -el resto tenía botes salvavidas- mantuvieran calma y esperanza, la Wallace Hartley Band tocó, dicen, el sedante y bello himno cristiano "Nearer, my God, to Thee", Génesis 28:11-12, hasta que el Titanic, tras chocar con un iceberg, se hundió arrastrándolos en su viaje inaugural.

Hace días, profesores de Universidad loaban, sobre el terreno y ante un dispar medio centenar de personas, la excelencia del que decían soberbio escenario de la ocupación romana, campamentos de La Poza, calzada de Peña Cutral, castro de Las Rabas,..., el sur de Cantabria; no denunciaban, despreocupados, la agresión que eran los 150 metros del trasto eólico de Vestas que, impuesto por tribunales y políticos cómplices, es agorero de los cientos de ellos, aun mayores, con que el capital infiltrado en la Universidad, cátedra Viesgo, Instituto de Hidráulica, Fundación Leonardo Torres Quevedo, El Diario Montañés,..., quiere destruir, lo mismo que ese escenario, todo nuestro territorio vital e historia.

Comprometida, Rachel Corrie, universitaria del International Solidarity Movement, USA, moría a los 23 años en la franja de Gaza, el 16 de marzo de 2003, aplastada por una de las aplanadoras que el ejército israelí -no todos los judíos- usa para asolar el territorio palestino; había escrito “abaten las casas aunque haya gente dentro, no tienen respeto (...)” e intentaba defender, como hay que hacer aquí, sólo con su coraje, ideas y joven cuerpo el pisoteado derecho de esos débiles a territorio, vivienda y agua. Sentada en el suelo frente a un bulldozer en marcha, “el conductor la vio, continuó, la cubrió de tierra y pasó por encima, la aplastó”; en internet, un estremecedor reportaje gráfico muestra su indigno asesinato, aún impune.



Michel Foucault, en el importante debate con Chomsky “Justicia vs poder", explica que el fin de la lucha es expulsar a la clase dominante, poderosa y mínima, y abolir su poder, pues la lucha sólo se justifica en términos de poder, no de justicia, idea arbitraria “inventada y puesta a funcionar (...) como utensilio de cierta economía y política” en el clima de miedo que el Nobel nigeriano Wole Soyinka define como humillación de la dignidad de muchos y seducción de la sucia sensación del “os tengo en mi poder” de unos pocos.

Tal vez sea un mero desahogo con riesgo, un juego que quizás inhabilite para la vida adulta, pero al saber, como sabía Leo Baek, Presidente de la Organización de los Judíos Alemanes en el Reich (1933-1943), que “nada es tan triste como el silencio”, ante la evidencia de todo lo que nos están hundiendo, procede denunciar, si es preciso arriesgando, a las orquestas que, con mala o buena fe, nos distraen para silenciarnos.



21 Los domingos, cavilar
Miedo a decirlo todo 

ALERTA 14-10-2018
Fernando Merodio


En 1983, Michel Foucault, filósofo y activista, en unas conferencias dictadas en la universidad de Berkeley, California, disecciono a minoritarios, oprimidos y marginales, como eran entonces los homosexuales y siempre los delincuentes, presos, locos..., analizó las formas de dominación política, los modos de insurrección frente a ellas,... y buceó en la antigua Grecia, Atenas, en su constitución, "politeia", la "demokratia" y, en ella, la "isegoría", igual derecho a hablar, la "isonomía", participación del ciudadano en el ejercicio del poder y, en especial, la "parresía", facultad/obligación de decir todo, decir verdad, no ocultar nada; lo diseccionó en su búsqueda teórica y lucha activista para analizarlo, hacer frente al poder y derrotarlo.

Se ha olvidado -casi- a Foucault, nadie habla en alto, ni participa, ni, mucho menos, lo dice todo, los dueños del dinero, que lo han ligado a la posibilidad de sobrevivir en el lodazal que ellos negocian, las eternas mentiras sobre la "vida eterna", la perversión del lenguaje por los medios, que nos censuran y tergiversan conceptos como libertad, igualdad, paz, cultura, progreso, ecología,... para utilizarlos a conveniencia,... llegan a generar un intenso miedo, terror, a su pública utilización correcta.

Aquí ahora es aun más rastrero, so pretexto de combatir la violencia que está en todas partes, analfabetos funcionales utilizan de modo espurio la ley para deteriorar, veremos hasta dónde, las relaciones entre hombres y mujeres, asistimos al deleznable espectáculo de que jueces, fiscales y policías, representantes de los tres poderes del estado, todos "presuntos" delincuentes, graben sus conversaciones a traición para, como pintó Goya, agredirse a garrotazos o, aún más cerca, lo hacen hasta miembros del mismo partido populista -no utilizar en vano la palabra izquierda- para arrebatarse unos a otros las migajas que les dejan, mientras partidos y dinero se infiltran en los movimientos sociales y los desactivan,... Todo ello genera miedo a utilizar la parresía.

Dashiell Hammet, encarcelado por el senador MacCarthy, inquisidor fascista, creó el innominado agente de la Continental, detective privado de "Cosecha roja" que, al enfrentarse al dueño de Poisonville -Ciudad venenosa-, "propietario de un senador, el gobernador, el alcalde y la mayor parte de los diputados del estado", decía que "lo que está bien es remover las cosas, (...) si eres lo suficientemente duro para sobrevivir, conservar bien abiertos los ojos y poder ver lo que te interesa cuando sale a la superficie"; él era duro y él lo hacía, igual que lo hicieron los atletas negros John Carlos y Tommie Smith que, por levantar su puño y guante negro en lo más alto del podio de México 68, aún pagan lo que removieron para hacer evidente la injusticia y, duros, sobrevivir ayudando a cambiar el mundo. 

Imitémoslos y, según lo duro que seamos cada uno, con grosería incluso digámoslo todo.


Piscina y muro del Tenis sobre las rocas de la Playa del Camello

20 Los domingos, cavilar

Qué hacer

Alerta 07-10-2018

Fernando Merodio

Sin explicar el porqué jurídico que hacía insostenible la obra, a favor del capricho de un mínimo e influyente grupito de santanderinos que ni siquiera alegó en el trámite, con apoyo en los inextricables Revilla y Podemos, el gobierno del PSOE -no buscar el menor parecido, con lo que fue y debe ser el socialismo-, "ha acordado la suspensión temporal total e indefinida" de la construcción -y el expediente administrativo- de "los espigones de La Magdalena", suspensión que, al ser indefinida, o sea imprecisa, evoca otra chapuza imborrable, el hormigonado y despojo por similar grupito de las rocas y el entorno de la playa del Camello.

Socialismo. Oskar Johansson, dinamitero sueco de 23 años sobrevivió en 1911 a la defectuosa explosión de una voladura. Perdió un ojo, una mano excepto dos dedos, sufrió duras secuelas. Se casó, tuvo tres hijos, uno fue empresario y él obrero humilde y satisfecho hasta que murió. Pensaba que el socialismo "no es nada extraordinario. Es algo natural, una vez que uno comprende cómo funcionan las cosas. Y entonces todo lo demás resulta erróneo y extraño. ¿Cabe imaginar algo más ilógico (...) que el capitalismo?", el Partido Socialista le parecía poco y dejarlo por la izquierda "(...) no fue una reacción violenta, sino resultado de una larga cadena de sucesos (...), la sensación de que sucedió demasiado poco en demasiado tiempo (...)". Era "El hombre de la dinamita", bisoño y emotivo relato de Henning Mankell. 

Rancière, filósofo, explica que en la vieja Grecia, cuando el demos -los sin derecho al poder- exigió jerarquía, supo que sólo se hace política si se razona y gobierna sin intermediarios y, pues somos clase, grupo homogéneo, no debemos acatar a quienes nos usan como relleno para grietas, saber que para salir del caos hay que inquirir, entender la respuesta, debatir temas diarios en ciudades, pueblos, barrios,…, rozarnos, plantar cara a lo insano, denunciar cómo, egoísta y soberbio, el poder desprecia la ley, cambiar,..., vivir la turbadora emoción de replantear, reconstruir desde abajo la política; reinventarla nosotros.

Rebusco en mi caos de libros las obras escogidas de V.I.Lenin, tres gastados tomos leídos con interés y a hurtadillas hace ya mil años; me admira, casi más que la rebeldía de sus tesis, el volumen de lo pensado en cincuenta y cuatro años de vida convulsa y repaso “¿Qué hacer?” (1902), propuesta organizativa ajena a la burocracia, para discutir, que, tras vivir lo vivido y saber lo ocurrido, anima a pensar.

La teoría dice que en una sociedad correctamente organizada, cuando quien gobierna hace algo -incluso en apariencia nimio- tan significativamente arbitrario como es parar sin razonarlo la costosa construcción de unos espigones, habría una reacción social frente a lo ilógico; aquí ahora lo más que podemos esperar, siendo optimistas, es que alguien exija formalmente conocer las razones legales y, a su tenor, actúe respecto a todos los costes. Deprimente.


Tribunas relacionadas:

Vista del muro del Tenis sobre las rocas de la Playa del Camello
Cartel infomativo de La Magadalena

19 Los domingos, cavilar

Bolsas de resistentes

ALERTA 30-09-2018

Fernando Merodio

John Berger (1926-2017), marxista, pintor, crítico experto en arte, autor, entre otras novelas, de la trilogía “Into their labour” -"otros se fatigaron y vosotros os aprovecháis de sus fatigas"-, odisea de los campesinos europeos deportados de su vida natural al horror urbano, sobre la que, en otro libro, "El tamaño de una bolsa", coincide con el líder zapatista Marcos en que urge crear las “pequeñas bolsas de resistentes” que “se forman cuando dos o más personas se ponen de acuerdo y se unen” para hablar de poder, historia, arte, sexo,..., “intercambio que refuerza inesperadamente nuestra convicción de que lo que está sucediendo hoy en el mundo es perverso y que las explicaciones que se nos suelen ofrecer al respecto son un montón de mentiras”; hay motivos sobrados para, como él hace, difundirlo con la “mayor sensación de urgencia”.

Puntualiza Berger que “resistir no es solo negarse a aceptar la absurda imagen del mundo que se nos ofrece, sino también denunciarla, pues cuando el infierno es denunciado desde dentro, deja de ser infierno”, ya que incluso “el carácter armado del ¡aquí estamos! de los indígenas zapatistas no les importa (...) (bastaría un poco de plomo y fuego para acabar con tan “imprudente” desafío), (...) lo que molesta es (...) su existencia misma (...)”. 

Escasean hoy hombres y mujeres fuertes, reflexión libre, sexo feliz, arte y cultura sin tutela de las fundaciones del dinero, escasean águilas, garzas, indígenas, campesinos, poetas,...; abunda riqueza expoliada, improductiva, inútil, fusiones, absorciones, cuentas de resultados, negocios de guerra y crimen, corruptos políticos torpes, fatigosas mujeres a la contra siempre, rentabilidad excesiva por arrimarse a cualquier poder, paro desbocado e irresoluble, desigualdad, hambre,...

Dicen progreso a dañar el medio ambiente, ocupar el territorio común con excesivas estructuras para generar energía lejos de donde se consume, ciudades inhabitables, vehículos y aviones sin fin..., todo es progreso. Lo repicó cansino desde el arbitrario púlpito del pueblerino periódico un vasallo que ahora insiste desde el ultraje a la idea de ateneo; siempre y solo es ¡despótico y cruel dinero!.

Jean-Paul Sartre animaba a bajar al barro, ensuciarse las manos, decía que “la revolución no es asunto de mérito, sino de eficacia, y no hay cielo”, es militancia pura, dura y necesaria, ya que, contra lo que dicen los progres, el capital, la maldad del poder, solo entiende la “reconciliación como aniquilamiento del adversario”. 

Reflexionemos con Berger sobre, arte, sexo, política, campesinos traicionados, indígenas, águilas, garzas,..., reunámonos, debatamos sobre ello, organicémonos y, al hacerlo, recelemos, sea cual sea su fachada, de asociaciones o individuos con subvenciones subjetivas y volubles de cualquier poder, compraventa de asequibles voluntades desleales, evaluemos a los políticos profesionales, presidentes, ministros, consejeros, alcaldes,... y, cada uno a nuestro nivel y modo, insuflemos vida sana a primordiales bolsas de resistentes. Es urgente... y saludable.


18 Los domingos, cavilar

Robespierre

ALERTA 23-09-2018

Fernando Merodio

En la Francia de la monarquía absoluta, y en toda Europa, el "ancien régime", como, a partir de Tocqueville, peyorativamente decían los revolucionarios, sociedad feudal, estamental, piramidal, la desigualdad social era máxima, nobleza y rey en la cúspide, clero, alto y bajo, cerca siempre del poder y el Estado Llano o Tercer Estado, muy mayoritario, en la base cargando.

Nobleza y clero, aliados con la Justicia, estaban exentos de pagar tributos que, ¿les suena? sí pagaba el Tercer Estado, una grave injusticia que generó tensión social; había una asamblea política, los "Estados Generales", a la que el rey podía convocar a los grupos, lo que no había hecho desde 1614 y, al ser llamados en 1789, miembros del Estado Llano mostraron malestar por ello y la miseria económica, inicio de la Revolución y el mundo actual.

La burguesía exigió cambios sociales profundos y usó el impulso de la Ilustración. Maximilien Robespierre (1758-1794), abogado provinciano, activo legislador en la subversiva "montaña" jacobina, "Incorruptible", austero, honesto, fue racional impulsor de los Derechos del Hombre y el Ciudadano, la soberanía nacional ejercida mediante el poder, la Libertad. Igualdad y Fraternidad, la Constitución,..., el noveau régime; fue acusado en falso por dúctiles como Fouche de lo peor del "Terror" revolucionario, por lo que, junto a su discípulo, el jovencísimo Saint-Just y veinte más, en el golpe del 9 Termidor 1794, cordelieres y radicales de izquierda, instigados como siempre por la reacción, separaron su cabeza del tronco con "el artefacto", retrasando su legado.

Hoy, en flagrante y desigual caos, preocupante, pre-revolucionario, el dinero ejerce de único poder absoluto, mientras la tecnología opresora sin control y el destructor falso progreso son irracional religión, pero falta, ¡ay!, la Ilustración: lo agrava el hecho de que los dirigentes actuales sean tan infames, todos, que hasta González, incluso Aznar, parecen ahora modelos de dirigente ejemplar.

Decía Lenin, horma social, que el imperialismo, fase avanzada del capitalismo, usurpa el territorio común para... ya verá qué y aquí, en medio del caos, tras explotar la burbuja de la construcción, el atropello energético/eólico quiere expoliar nuestro territorio no urbano con el compadreo lobista de burguesía y políticos, el silencio de los medios,..., el poder del capital; en Asia. África, la América nuestra,..., sabemos qué hay.

El comisario Croce, sabia creatura de Ricardo Piglia, argumenta que "hemos sido derrotados tantas veces que ya no vamos a cambiar" y "uno sigue pensando lo mismo para que vean que no ha sido doblegado", asusta al anunciar que "el que tenga un poco de psicología se pone este país en el bolsillo; estamos en la coyuntura", pues "el horror y la idiotez reinan en el mundo", para concluir que "plata en la faltriquera, un arma en la cintura y la voluntad de vencer. Eso es todo".

Debiéramos repensar a Robespierre, su legado y, quizás, también "el artefacto".



17 Los domingos, cavilar

Formas al criticar y melancolía

Fernando Merodio

ALERTA 16-09-2018


Hablando sobre su última novela, "El rey recibe", años valiosos de su vida, dice Eduardo Mendoza que los escritores deben dejar constancia de lo vivido, pues "si no lo hacemos nosotros, no lo hará nadie"; lo amplío y digo que puede y debe hacerlo, con su nivel y objetivos, quien haya vivido, para que lo lea el que quiera y que me parece aumenta el interés si se hace contra corriente, frente a los que, con poder público y capacidad para dañar, afectan al colectivo.

Desde hace meses escribo, tras cavilar pegado al suelo, sobre el insostenible abuso eólico, el predicar sin dar trigo de los líderes de Podemos, la utilización espuria del medio ambiente en la tabarra de las escolleras del Tenis de la Magdalena, el fraude de Repsol, ni Viesgo/ni de Cantabria, el egoísmo nacionalista, la familia de Florentino Pérez queriendo sembrar molinos, Rousseau y el respeto a las reglas del juego, el control de la información/opinión, la mentira que es Revilla, la "Universidad del Castellano, proyecto del siglo en Comillas", los pocos que arriesgaron contra Franco vivo, el fraude del Estado de Derecho con la violencia de género,...; lo escribo, lo hago público y lo envío a unos cuantos, entre otros, algunos citados en mis elucubraciones.

He recibido palmadas y advertencias de amigos muy amigos, ¡ten cuidado...!, hasta que, previsible gaje de opinar en público, la semana en que expliqué ideas sobre violencia de género, alguien que, me dicen, se muestra feminista de izquierdas y opina en público, con prosa acelerada, escueta, agresiva,..., escribe a un tercero próximo, no a mí ni al periódico y, alardeando de experta en filosofía, muestra un violento enfado, no con ese artículo, ¡faltaría más!, sino con cómo escribo, qué escribo, yo entero,..., tan excesivo que evoca el incidente del atizador de Wittgenstein. 

Y, como ni sé qué quiere quien así se desahoga, diré dos cosas, primera, que sobre filosofía, política, religión, feminismo, fútbol,..., digan lo que digan los que, casi siempre sin base, creen poseer la llave del arcano y todo el saber de los sabios, quien quiera puede opinar usando las citas que elija e intentar impedirlo es totalitarismo amojamado y clasista. 

Y segunda, que la crítica útil sobre un parecer debe respetar unas formas, no ha ser total, pues puede perder eficacia, parecer insulto, mientras que si, por dura que sea, aporta datos y fija divergencias, no generará estupor sobre qué querrá decir -o lograr- el crítico y, además, posibilitará la respuesta; aplaudo tal crítica, lo otro no lo es y lo veo aciago, genera melancolía. 

Citando, creo, a Kant, Javier Marías aconseja no discutir con cualquiera, o algo así, pues, dice, la gente podría no notar la diferencia; le haré caso, me limitaré a vivir, cavilar y dejar constancia.



16  Los domingos, cavilar

Violencia de género

Fernando Merodio

ALERTA 09-09-2018

Acusa el filósofo Giorgio Agamben en "Medios sin fin" que "la corrupción completa de las inteligencias asumió la forma hipócrita y buenista que hoy se llama progresismo", siendo "el principio en cuyo nombre se ha cumplido ese proceso, transigir (...), ceder en todo, conciliar todo con su contrario, la clase obrera con el capital, el medio ambiente con el desarrollo industrial, la libertad de expresión con los medios, la ciencia con la opinión, (...)"; incluso someter ley y justicia a la irracional e irritante presión mediático/pública.

Debiéramos fatigarnos en idear cómo hacer frente a violencia y miedo, reconstruir la confianza, mejorar la cultura y las condiciones materiales mediante "la búsqueda incansable de una perspectiva crítica, que nazca del examen de nosotros mismos", no culpando de nuestros males al otro.

En Europa, hablan de “violencia doméstica” cuando, indistintamente, un hombre o una mujer ejerce o amenaza ejercer violencia física, psíquica, sexual, social,... sobre alguien con quien convive.

En España, buenismo progre y presión de agrios y maniqueos grupos feministas, peligrosos como los machistas, hacen que parezca inexcusable defender, por inerme y buena, a la mujer frente al hombre, que, además de fuerte, es malo y, en 2004, se aprobó la Ley contra la violencia de género, norma de excepción que actúa solamente cuando quien esté o haya estado ligado a una mujer por vínculos más o menos sólidos ejerce violencia contra ella; nunca a la inversa. El horror jurídico y fáctico que desata la denuncia -incluso falsa- de una mujer egoísta o desequilibrada contra un hombre resulta tan kafkiano que, explicado aquí, parecería increíble incluso al más crédulo; además de justicia, quizás los jueces debieran impartir pedagogía.

La fría estadística comparativa dice que en Dinamarca, Suecia, Finlandia, Francia, Reino Unido,... las mujeres que desde los 15 años han sufrido violencia física o sexual han oscilado entre el 52 y el 44% y en España son en torno al 22%, pese a lo cual no se ha impuesto en toda Europa ninguna ley como la española, norma de excepción, como las de Franco, ad hoc para remover lo que molesta, obviando principios jurídicos como la presunción de inocencia o exigencias -incumplidas- como la de igualdad.

Si en Europa no hay normas de excepción para este concreto abuso violento, ni para el producido en las relaciones laborales, la emigración, la información,..., ¿cómo se justifica la Ley de 2004?: solo es insano progresismo, feminismo "Metoo," miedo frente a la mentira, votos femeninos,...

Sin valorar el daño que tal ley ha causado y causa en las relaciones de pareja, por grande que sea el fracaso social de ser incapaces de resolver bien el problema, un Estado de Derecho no puede trampear el remedio con populistas recortes de libertades y derechos e inseguridad jurídica para los hombres.




15 Los domingos, cavilar

La servidumbre voluntaria

Fernando Merodio

ALERTA 02-09-2018


Étienne de La Boètie, 1530-1563, fue amigo de Montaigne, alto funcionario y autor de un corto panfleto de quince folios, El contra uno o Discurso de la servidumbre voluntaria, advertencia moral frente al tirano y, más aun, contra quienes le siguen, en el que evidenciaba cómo multitud de seres inteligentes, de modo inconcebible, se someten al déspota; plantea el arcano, lo abre y no lo cierra, no distingue el poder legítimo del ilegítimo ni aporta soluciones, pero conviene leerlo para, tras ello, valorar lo nuestro. 

Desde 1939, tras un conflicto civil con muchísimas víctimas, hasta morir en la cama en 1975, mandó sobre nosotros Franco, general dictador que ganó la guerra; coexistí con él 30 años y, estricto, digo que abusó de fuerza y poder para imponer leyes injustas que, idóneos siervos, muchos españoles, vascos y catalanes incluidos, avalaron.

Es un buen ejemplo de la servidumbre voluntaria de La Boètie, para unos más grata que para otros y para alguien, quizás, corolario del miedo; lo cierto es que, mientras el tirano vivió, solo unos pocos asumieron el riesgo de enfrentarse a él. 

Muerto Franco, se aprobó una Constitución -dicen que- democrática, no aprendimos a respetar la ley, volvieron los partidos, viejos y nuevos, hoy con gerencias tiernas, poco cualificadas pero telegénicas y volvemos a hablar del general bajito, el tirano admitido, al que, ahora, se enfrenta el PSOE que de 1939 -o quizás antes- a 1975 tomó vacaciones y no luchó; lo hace apoyado por el poco fuste de los petimetres que, tras lucrarse de ella, traicionan la idea de un movimiento emancipador en América Latina y extorsionado por la inagotable codicia independentista, más hostil que nunca, un trío al que, con torpe e inasumible lógica, solo se opone la vieja y nueva derecha patria, mientras, inexplicable, el furtivo marxismo, obsesión del sátrapa, se pone de perfil ante la historia.

El comisario Croce, creado por Ricardo Piglia, dice que "el horror y la idiotez reinan en el mundo" y, quizás por ello, el trompicado e intrigante Pedro Sánchez, ¡gran vendedor perdido!, quiere derrotar al cadáver con -casi- un fraude de ley, normas -casi- tan infames como las del tirano, ignorando que la batalla ideológica importante la deben ganar el pueblo y el Estado de Derecho, unas buenas normas, y no un incontrolado y medroso Decreto ley, elaborado ad hoc para atajar.

Tengo mi idea sobre lo que habría que hacer, pero, por respeto a los que sufrieron frente a Franco, tras tan larga, indigna y colectiva servidumbre voluntaria me opongo a que los restos del naufragio del PSOE, unos penenes patéticamente ensoberbecidos y el independentismo hostil sean quienes, cada uno con sus opacos fines, levanten la pesada y transparente losa que cubre al sátrapa y den -otro mal- carpetazo a parte tan humillante de nuestra historia.



14 Los domingos, cavilar

Comillas, el PROT y las estructuras

Fernando Merodio

ALERTA 26-08-2018


Para los estructuralistas la acción humana se despliega en estructuras que, no nosotros, son las que definen el sentido del mundo, siendo en su interior donde se acota y desarrolla nuestra vida activa, la historia; un notable grupo tardío de ellos, Foucault, Derrida, Deleuze,..., dedicó parte de su fértil esfuerzo a analizar esas estructuras, desmontarlas, deconstruirlas, exhibir los elementos del edificio, eliminar su argamasa para que, quien pueda y quiera, actúe sobre él.

A partir de ello, algunos pensamos que la económica es la estructura que más nos condiciona y que en este sistema, el capitalista, la preocupación central es el dinero, para los economistas solo medio de pago, medida y reserva de valor,... que administran unos pocos; pero, incluso para ellos, acumulado en cantidad con violencia cierta, explotando la fuerza de trabajo del resto, genera el problema rapaz de obtener de él una alta rentabilidad, lo que obliga a intervenir en otras estructuras, por ejemplo cultura e industria.

Hace años, con pompa política y mediática, para tapar con dinero de todos una ruina de Caja Cantabria, los necios y los listos daban la bienvenida, no a Mr. Marshall, sino al "proyecto del siglo", a la "Universidad del Castellano" en Comillas, Revilla lo chillaba y El Diario Montañés repicaba exultante que sería "el lugar donde irradie la lengua española", me opuse al dislate, había aprendido de Román López Tamés, entre otras cosas, que la nuestra era la única Universidad en España que no tenía estudios de Filología. Hoy, tras quince años de derroche y ruina, el que fue director del periódico anuncia, eufórico o mendaz como antes, nueva singladura para el adefesio.

Otra estructura. El añorado PROT será, dicen, instrumento esencial de orden urbanístico y territorial en Cantabria, el Colegio de Arquitectos, corporación de notables en el caos actual, dice que, ahora, "contamos con un documento ya preparado" y pide "consenso" para el muerto viviente y "la más alta participación"; eso sí, tras la previa y urgente "aprobación inicial" de lo redactado a espaldas de -incluso contra- los afectados. Una duda, mientras tanto, ¿qué hacemos, por ejemplo, con los cientos de molinos, ¡sí, molinos!, gigantes sin orden ni concierto con que el capital nos quiere arruinar?

Acabo con mi propuesta para dos de los muchos desastres que nos atenazan. Demolamos las ruinas y empecemos la casa por los cimientos, pensemos, volvamos a las letras, resituemos los números, el sucio dinero, paguemos a sabios y expertos, si es que aún los hay, lo que valen por hacer lo que saben y que los políticos y sus estructuras olviden a muertos a los que ni chistaron cuando aun vivían, quiten ya sus manos de lo vital, pregunten, en serio, qué es lo que queremos y vayan urgente, no a la universidad, a la Escuela.


13 Los domingos, cavilar

La mentira en Revilla

Fernando Merodio

ALERTA 19-08-2018

En la "La ciudad de Dios", Agustín de Hipona distinguía al Estado de "una gran banda de ladrones" por la diferente actitud que se les suponía ante la verdad, Jonathan Swift, autor de los "Viajes de Gulliver", mordaz y dudoso autor de "El arte de la mentira política", la identifica como una constante en la vida pública, Condorcet, revolucionario francés, duda si conviene engañar al pueblo y Hannah Arendt explica que quien "dice la verdad pone su vida en peligro", pero avisa que apartarse de ella convierte al Estado en máquina de triturar el Derecho; ideas de Agustín, Swift, Condorcet y Arendt, sabios que, como otros, estudiaron la mentira en la vida pública, sin imaginar lo que ocurriría en días de Trump, fake news, internet y grandes medios de (in)comunicación.

Algo antes de ser nombrado director de banco, el 17 de octubre de 1972. Miguel A. Revilla, 29 años, juró los principios del Movimiento Nacional como delegado del sindicato fascista, apoyado por Girón, trueno del bunker, dijo estar donde el dictador manda, para "potenciar y vigorizar, con mi modesta aportación, el Sindicato español", mientras se perseguía, encerraba, torturaba,... a trabajadores de CC.OO, desmán por el que ni se disculpó tras la cabriola de inventar un regionalismo difuso, ADIC y PRC, movimiento sin otra idea que parasitar al Estado con el egoísmo local.

Diputado vitalicio, consejero de obras públicas y vicepresidente con el PP entre 1995 y 2003, viró al PSOE para ser presidente entre 2003 y 2011, volviendo a serlo, otra vez con el PSOE, desde 2015; ¡46 años! en política con el equívoco bagaje de haber sido presidente 11, sin ser nunca el más votado. Muy hábil.

Reparador del mundo, pedigüeño, taxis, sobaos, anchoas y la falsa Arcadia feliz de sus homilías ocultan, además de su repelente pasado, el lastre de un caos industrial y urbanístico, su ineptitud para aprobar el PROT u ordenar el guirigay energético, cientos de viviendas que hay que demoler, los millones tirados en "lo de Comillas", autorizar el fracking, ¡no sabía qué era!, acordar lo eólico con multinacionales para arruinar nuestros valles, no justificar los millones del fibroyeso ni lo que pasó en el Racing, derruir para nada la Diputación, único edificio público de la República, ¡ay, desmemoria histórica!, averiar la sanidad de todos, prometer cargante la central de Aguayo, el TAV, el centro La Pasiega, el Museo de Prehistoria,... 

Inicio turbio, mentiras, compadreo político, una chusca faceta televisiva, Ana Rosa, La Sexta noche, Buenafuente, Bertín,..., y, hoy, ¡la guinda!, la corrupta idea fallida de "abrir las puertas" de su despacho oficial, ¿cómo pensaba pagar el delictivo coste de abrir en domingo?, fraude para, cutre, hacerse "selfies" con "admiradores". 

Sonroja y, ciertamente, con tal historial político debiera explicarlo todo y no volver a hablar.


12 Los domingos, cavilar

Miedo en los valles pasiegos

Fernando Merodio

ALERTA 12-08-2018


Knut Hamsun, escritor noruego que en 1920 recibió el Nobel de Literatura y sería juzgado como colaborador con la invasión nazi, precedió a Freud al definir al hombre moderno como enajenado, angustiado por problemas propios y agresiones ajenas, la intrincada relación de la psique con el entorno, que hace difícil prever las formas de reacción en el ser humano. 

Con extraña claridad recuerdo el vértigo que se me unió al leer, casi niño, una edición encuadernada en tela marrón de Hambre, libro de Hamsun que apreciaba mi padre; aún me genera una aleación de enojo y pena hacia el protagonista con miedo a ser atrapado en una situación de hambre como la del joven de la novela que, para mí, él mismo se generaba; aun siento el batir de aquella irracional sensación de miedo.

Wole Soyinka, nigeriano, primer negro que recibió, en 1986, el Nobel de Literatura, escribió que el mundo se abate en un “clima de miedo”, entre otras causas, por nuestra predispuesta psique, un miedo que si, desde el 11-S, amedrenta a los del lado rico del mundo, a los del otro lado, por ejemplo África, los atenaza siempre y, aquí y allí, vive adherido al de cada uno; un temor coral sin padre conocido, evidente en especial cuando “el Estado reniega de sus principios y cultiva el cuasi-Estado”, débil, cuarteado, que no gestiona la cosa pública ni la defiende o, quizás aun más, cuando su “autoridad moral” nace de un supuesto secreto superior, una revelación religiosa, tecnológica, económica,..., fábrica de “carne de cañón del ejército del miedo”.

Frente a todo ello, para Hegel el Derecho podía ser sólida base de avance hacia la igualdad, mientras para Foucault también podía ser coartada del más duro uso del garrote y Alain Badiou se preguntaba, ¿de qué humanidad pueden ser cimiento y superestructura el Derecho del sistema capitalista, que elaboran y manipulan los poderosos, o las egoístas reglas del capital, o la usura que gestiona la supuesta universalidad del mercado?, germen de un egoísta miedo tribal, aquí ahora aparatoso.

Evidencia de miedo tribal es lo interpretado el martes, día 7, por todos los alcaldes de los majestuosos valles pasiegos, ¡ay!, en especial los del PRC y el chocante de Penagos, que no informan a los vecinos, los alejan y se enzarzan en interpretar una insoportable bronca partidista sin otro argumento que su triste individualismo local, sin saber de qué hablan y atenazados por el miedo a ser considerados enemigos del "progreso", a molestar a los que mandan, a ser degradados en sus partidos,..., atrofiante miedo que les impide cumplir su primera obligación, defender el muy valioso territorio comunal frente a ¡¡56!! insufribles molinos de casi doscientos metros, líneas, subestaciones, pistas,..., amenaza cierta del gran capital; miedo, entre otras cosas.



11 Los domingos, cavilar

Las reglas del juego

Fernando Merodio

ALERTA 05-08-2018


En 1762, Jean-Jacques Rosusseau publicó su obra más conocida,  "El contrato social o los principios del derecho político", explicando que los hombres, que nacen libres e iguales, se someten a la voluntad general y que el pueblo, base del poder político, está sobre la nación pero sometido al contrato. Distinguía "lo que puede ser", justicia, de "lo que es", derecho, y definía el gobierno como "ejercicio legítimo del poder ejecutivo"

Teoría que explica el origen del Estado a partir de que los hombres, para vivir en sociedad, suscriben un contrato implícito que otorga derechos y, a cambio, exige renunciar a parte de la libertad que supondría la vida en estado natural, los somete a la Ley, cuyas cláusulas, en general dispersas, establecen los derechos y obligaciones, siendo el Estado, órgano pactado, quien garantiza que se cumplirán, por lo que se delega en él el ejercicio legítimo de la violencia; los términos del contrato, no naturales, pueden ser modificados por la voluntad, siempre mayoritaria, de los individuos.

Aquí, entre 1939 y 1978 hubo una dictadura evidente, no había contrato social, sí un tirano y algunos héroes, en especial comunistas que sufrieron muerte, cárcel, exilio, torturas..., mientras una activa minoría del resto era beligerantemente franquista y una bovina mayoría consentía cómodamente aquel país política, social y moralmente plano, subdesarrollado, en el que, es cierto, a partir de los años sesenta, la economía crecía un 7%, sólo superada por Japón.

En 1978 la Constitución pactada nos dotaba de un mínimo contrato social que, sin lograrlo, intentaba apagar en las instituciones políticas, la cultura, el derecho,... todo rescoldo franquista, pero ni se planteó hacerlo con el poder de la familia, la iglesia, la gran empresa, la economía financiera,..., la corriente más profunda del poder real.

Se obvió lo realmente difícil, enfrentarse a la realidad, destriparla, analizarla, conocerla,..., desmontarla para construir algo que fuera mejor; no se abandonó del todo la vieja senda fascista y, a lo más, algunos nostálgicos de una cierta izquierda, añoraron, pidieron una República como la sublimada Segunda, olvidando que fue un débil, bello intento saboteado, traicionado, volado,... desde fuera y dentro, por todos.

Ahora hay contrato social, pero es como si no lo hubiera, el egoísmo catalán, las mentiras feministas, los virulentos taxistas, los cazurros vascos, los políticos venales, la insistente y falsaria ilegalidad eólica,... con mil argumentos vanos, cuando les molesta algo, incumplen el contrato social, coaccionan, extorsionan y exigen que nuestros mínimos, coyunturales gobiernos, pese a todo legítimos titulares del poder ejecutivo, violen también el contrato para, cobardes, negociar con ellos. Y lo hacen.

Vale todo, no respetan las reglas del juego y es (muy) malo, lo peor, para el débil.



10 Los domingos, cavilar

Ilustración crítica

Fernando Merodio

ALERTA 29-07-2018

Asegura Baudrillard que aún peor que la condición mortal de la naturaleza humana es su inclinación depredadora, asesina ¿Hasta cuándo podrá aguantar nuestro planeta la explotación material y vital a que, en especial, lo somete el dinero?

Ya en el s. XVII, doctos británicos, franceses, alemanes,... alentaban la ilustración, que luego aplicaron los revolucionarios franceses al combate contra la incultura que vejaba a la humanidad y hoy exige organizarse contra el poder que abusa del candor crédulo nacido del exceso de información... manipulada; pensar bien es luchar contra el error, usar la verdad, la realidad de las cosas, o, al menos, intentar ir hacia ello frente a la incultura, la superstición y la tiranía de ideas impuestas.

El punto débil de la ilustración es que, igual que impulsó el ánimo liberador de sus promotores, hoy se usurpa para potencia el poder de quienes destruyen los pueblos y recursos de la tierra; frente a ello, Hegel identificó en su "Filosofía del derecho" la cultura con la liberación y el trabajo hacia ella, dura fatiga contra la subjetividad de la conducta, la inmediatez del deseo o la arbitrariedad del gusto de cada cual o, aun peor, de quienes mandan, dureza que explica la nula atención que ello recibe.

¿Quiénes deberán custodiar y difundir los saberes? Desde luego no los que con su insano poder destruyen el planeta y con la desigualdad a sus habitantes, ni tampoco sus dóciles siervos, sino gente combativa, capaz de desvelar y difundir los destructivos efectos de la cultura usada como medio de dominación.

Pero, en verdad, quien custodia y divulga el saber, a su modo e interés, es el capital con sus medios de comunicación (radio, TV, periódicos) y asalariados con vocación dócil, iletrados funcionales, voz de un amo que, tras jubilarlos, exprime el triste bagaje que los más dóciles y pillos usurparon en sus años de servir pagado y hace que, en los mismos medios, sigan adoctrinando e, incluso, los lanza a entornos de cierta influencia/difusión social -ateneos, universidades, grupos culturales (¿), academias,...-, donde usan su perruna habilidad para difundir la falsa cultura, silenciando o, al menos, falseando debates tan necesarios como el urgente e indeclinable de analizar el dañino, ineficiente e insostenible "progreso", su perenne, único, argumento.

Quien dude, lea el listado de "ilustres jubilados" (directores, redactores,...) de los medios, estatales o regionales, de izquierda o derecha, iguales, y vea cómo su actual tarea es perpetuar su viejo y sectario mensaje al servicio del que manda... y paga. 

Frente a ello, procede organizarse en torno a una extensa e intensa ilustración real y crítica y luchar para que ese saber, mucho y cierto, nos sea eficaz como miembros de la sociedad y parte de la naturaleza.



09 Los domingos, cavilar

Les queda grande

Fernando Merodio

ALERTA 22-07-2018

Gilles Deleuze, filósofo francés (1925-1995), padecía una grave insuficiencia respiratoria que afectaba a los niveles de O y CO2 demandados por su metabolismo, pese a lo cual murió cuando quiso dejando una muy importante obra cuya dificultad hace parecer imposible su lectura y, pese a ello, cuando se cree entender algo de lo que dice, te empuja y acerca a ideas y avíos que sirven para vadear lúcido las peores depresiones o euforias vitales; quizás por ello dicen que hacía filosofía con efectos para y sobre la vida. 

Su dificultad explica que cuando un filósofo joven oyó decir a otro mayor, experto en Deleuze: "A mi ahora, el traje de Deleuze me queda grande", le inquietó qué puede ocurrir para que una idea, actitud, forma de vida,... que nos ha ilusionado se nos haga grande, una inquietud que, aquí ahora, para mí en lo inmediato es más pedestre, ver inerme que a quienes nos dicen gobernar les queda grande y que, al contrario del filósofo, no se dan cuenta o simulan no hacerlo. 

Utilizo lo -poco- que sé de Deleuze para abrir cauces a una cavilación sobre medios y objetivos de la izquierda..., si es que existe, y reflexionar sobre algo esencial, el modo de decidir sobre el mejor uso del territorio, pues es fundamental defenderlo frente al imperialista empeño del capital en usurparlo... para lo que sea.

Llevamos años en que, con la disculpa para desinformados del fingido ecologismo de los agresivos parques industriales eólicos, el capital más imperialista y globalizado, grandes constructoras eléctricas, bancos,... pretende adueñarse gratis de lo mejor de nuestro territorio no urbano, apoyados en el inerte silencio del gobierno de Revilla, su vieja e innoble ideología conocida, sus rancios labarus y flamantes arrontis averiados, para llenarlo de pistas, líneas y subestaciones eléctricas, aerogeneradores gigantes, toneladas de hormigón armado,... que arrasen toda posibilidad de vida humana sostenible.

Llega a Cantabria Green Capital Power, S.L., ¡el poder del capital verde!, vinculada a la familia de Florentino Pérez, el capitalismo más evidente, agente intermediario de planes para más de 350 Mw, unos 120 molinos gigantescos que, con todo lo que les acompaña, arrasarían desde los valles del Sur hasta los pasiegos, lo más hermoso y necesitado de protección de nuestro pequeño territorio.

Frente a ello, hay que actuar con criterios de la vieja tradición marxista, moverse al margen del poder y atravesarlo, tratar de relacionar con lógica lo que se sabe y lo que se quiere, supliendo, lo más urgente, a políticos profesionales a los que, preocupados por sus minucias cotidianas, sus corruptelas y corrupciones, sus identidades, sus grupos y partidos,..., la posibilidad de gestionar y defender el interés de todos les queda grande, muy grande.


08 Los domingos, cavilar

Todos catalanes o vascos 

Fernando Merodio

ALERTA 15 julio 2018

1978, año infame dicen. Desoyendo a Carrillo, algunos comunistas votamos no a la Constitución pensando, entre otras cosas, que las autonomías no unían lo bastante el poder al pueblo ¡Inocentes ignaros, salíamos ávidos de una dictadura! Pronto nos saciamos al ver que la Ley de Leyes era mero enunciado y que, salvo aspectos selectos, como todas las normas, quien puede -¡el poder, siempre!- la incumple; ejercer el poder y ser pueblo son agua y aceite, no mezclan. 

Entre otros, Giorgio Agamben analiza la contradicción dialéctica entre Pueblo con mayúscula, idea étnica, corporativismo geográfico útil al poder económico, y pueblo con minúscula, los nosotros que formamos aquel, viendo que la política, en vez de lo que hace, debiera impedir la ególatra pelea entre Pueblos, hacer que estos y el pueblo coincidan y no haya pueblo -ni, menos, Pueblo- alguno. Conclusión similar a la que, en el siglo XVIII, por otro cauce, había llegado Samuel Johnson: el patriotismo, interés egoísta, es el último refugio de los canallas.

No enfrentarse al problema, consensuar con cualquiera, negociar sin principios y ceder ante la azarosa moda que une la ficción Pueblo y el fingido y risible, "derecho a decidir" -barra libre inventada e ilegal- nutre más tal Pueblo que todo otro argumento, incluido el recurrente de que, si eres de aquí o allí, tendrás más derechos.

Al ponernos a la firma el acuerdo general de 1978, año infame dicen, los de aquel no del principio eran de verdad convencidos, militantes, y pese a no suscribirlo, aun hoy les obliga, mientras los catalanes -chauvinistas o no-, negociaron, redactaron y de forma masiva votaron sí a la Constitución -el 90,5% del 67,9% que participó, superior a la media en España-, firmando el contrato constitucional que, felones ahora, quieren estampar en la cara del resto.

Nuevo prototipo de insulto y desafío que nuestro casual presidente pretende que quede satisfecho, darle lo que pida a costa del resto, con consenso, sonrisas, diálogo, olvidar que traiciona y un paseo fotográfico en el que amenaza y gallea que "toda solución política pasa por el derecho a la secesión" y que, hasta tanto lo logre, seguirá la matraca.

Es tedioso escribir sobre el campo minado de la identidad, que aquí nos ofrecen el regionalismo vintage del "lábaru", lauburu o cruz gamada y la flamante y ya caduca "Arronti Cantabria", psicodélico invento del populismo transversal de Podemos, criaturas de Revilla, arcaico vasallo de quien sea el que mande. Al ser todo tan fofo, obliga a pensar algo más ingenioso, revolucionario como, por ejemplo, rendir nuestras armas y bagaje, traicionar nuestras sagradas identidad, lengua, historia,... y, junto a castellanos, aragoneses, andaluces, asturianos, gallegos,..., visigodos, moros y celtas, todos, intentar chupar rueda y ser admitidos catalanes o, al menos, vascos. Con iguales derechos y obligaciones.

07 Los domingos, cavilar

Viesgo

Fernando Merodio

ALERTA 08-07-2018

Simplifico y esquematizo -mucho- ideas, hoy -casi- olvidadas. Marx y Engels decían que los primitivos producían sólo para sobrevivir, la propiedad de los escasos medios de producción era colectiva y las relaciones sociales, de colaboración, lo que conducía al reparto igualitario... o la guerra; sea o no cierto, es razonable y pienso que lo real, con su inmensa complejidad, no está muy lejos.

Analizando esa realidad en 1847, sorprendía que, siendo tantos los trabajadores que, trabajando la naturaleza, producían riqueza, casi toda ésta acabara en manos de los pocos poseedores de los medios de producción y la fuerza de trabajo del resto.

Vieron Marx y Engels en el dinero un instrumento y una mercancía que, como todas, es trabajo humano (mal) objetivado, explicaron que el capital era dinero usado para comprar fuerza de trabajo y medios de producción, siendo capitalistas quienes a partir de tal dinero y compras obtenían plusvalía -diferencia entre lo empleado en comprar y lo obtenido a partir de ello-, constatando que el capitalista actúa siempre igual: más dinero, más compra de fuerza y medios, más plusvalía, más…, eterna espiral generadora de explotación del hombre por el hombre y lucha entre la clase que explota (capitalista) y la explotada (trabajadora), lucha que para acabar con la opresión exige emancipar a toda la sociedad, no solo a los trabajadores. Hoy, difícil.

Canon. Viesgo es una empresa eléctrica, prestamista de un servicio hoy vital, que, al alardear de cántabra, genera aquí una cierta simpatía, siendo la realidad otra, pues, nacida en 1906 como Electra de Viesgo -una central hidráulica en Puente Viesgo y la línea de 25 kilómetros que la unía con Santander-, tuvo un cierto desarrollo por toda España y una inusual vida societaria desde que en 1983 la adquiría Banco Santander, pasando a Endesa en 1991, a Enel, grupo italiano, en 2002, a la multinacional E.On en 2008 y a dos fondos de inversión de no se sabe qué y dónde en 2015, que ahora venden un importante 25%, incluido el salto de Aguayo, a Repsol,... lo que la aísla de Cantabria, donde ya no tiene infraestructuras relevantes.

Tantos cambios de titularidad, con importantísimos desplazamientos económicos, parecen meras operaciones especulativas, de las que no sabemos nada y en las que los de siempre obtienen, mediante la (con)fusión del capital industrial -directamente vinculado a la explotación de la fuerza de trabajo y la propiedad de los medios de producción-, y el financiero -que obtiene sus beneficios en dinero del dinero-, dando así fuerza a la muy dañina oligarquía.

Si en Viesgo hay sindicatos, quizás pudieran explicarnos lo que sepan o, si no los hay o no saben nada, nos lo podría explicar Revilla, que dice saberlo todo; que sean datos ciertos que, difundidos y debatidos, hagan que incluso los niños piensen.


06 Los domingos, cavilar

El (mal) estado de la cosa

Fernando Merodio

ALERTA 01-07-2018

A siglo y medio de la cruenta e ilustrada revolución francesa, mediado el XVII, los serios debates mantenidos en Putney, Londres, por los Levellers, facción radical del New Model Army de Cromwell, reflejaban de modo casi taquigráfico cómo soldados, oficiales y generales con diferente origen y cultura debatían política, la abolición del mandato dinástico y su sustitución por un contrato social libremente suscrito, la soberanía popular, el sufragio universal, la igualdad, la división de poderes,…, partían de lo que había y, revolucionarios, creaban un nuevo orden que el egoísmo mudó en el cruel e injusto capitalismo, hoy negro agujero y caos inminente.

Actualidad. A partir del plúmbeo y desleal sermón de Revilla y su aldeano gobierno, el "estado de la cosa", el gorroneo vacío de todos los años, con troyanos y tirios bien pagados jugando con sus smartphones o adormilados en suaves poltronas del triste y vacío caserón de la calle Alta, alarma no saber dónde están hoy los Levellers, duchos, laboriosos y honestos ciudadanos, no corrompidos, que no prometan la luna con los trapicheos de cuatro diputados, no codicien chalets ni anuncien ropa de marca, no sean desleales, ni insulten y amenacen desde su imaginaria ficción de diferentes, no..., que, pues tanto ganan, al menos no se rían de todos nosotros.

Hace años, desde una culta pancarta contracultural colgada en Plaza Catalunya se decía: "El consenso es censura cuando todo se puede decir", explicando la autora, para no asustar demasiado, que no vivía Franco e, igual que ahora, "el pensamiento único no se imponía como dogma unilateral y represivo sino bajo la forma de un consenso envolvente".

Haruko Murakami, corredor que escribe, explicó en “De qué hablo cuando hablo de correr” que, en los marathones, el dolor es inevitable pero el sufrimiento opcional; “al corredor de fondo no le importa demasiado que otro corredor le supere o superar a otro”; le enorgullece -o algo así- hacer lo posible por acabar lo empezado; “corre para lograr el vacío”, que “protege el espíritu” y es “realmente estupendo”; bastante real.

La dañina globalización capitalista, caos sociopolítico que lo mismo acoge al viejo sindicalista vertical Revilla gestionando (mal) y sermoneando sobre "la cosa" que acepta que urbes tan sumisas, flojas y consentidoras como Santander alardeen de cultas, hace necesario aparcar consensos, releer a Kant y su "paz perpetua", saber que, para no destruirnos los unos a los otros, debiéramos corregir nuestro (mal) uso de la libertad, sabiendo que sólo es segura la naturaleza y, a partir de ello, en tiempos de opresivo e impuesto pensamiento único, quizás convenga buscar una grieta, pensar en los problemas, admitir que la teoría que elaboremos no será algo importante, sino sólo una situación concreta y, a partir de ello, actuar junto a otros para, organizados, vivir la vida como una marathon.


05 Los domingos, cavilar

La escollera

Fernando Merodio

ALERTA 24/06/2018

El filósofo Jacques Derrida exponía en la conferencia “La razón del más fuerte (¿Hay Estados canallas?)” inquietantes dudas sobre si “la razón del más fuerte es siempre la mejor”, abriendo una línea de reflexión entre “fuerza” y “derecho” que genera dudas, ¿prima la fuerza o el derecho?, ¿tiene éste su origen en la coacción con violencia?, ¿quién elabora, interpreta, aplica o interrumpe el derecho?, planteando la idea del "Estado canalla", que veja ese Derecho y se mofa del poder que se asienta en él, para concluir que, pues casi siempre vence la razón del fuerte, ello invita a buscar "un pensamiento sobre lo por venir, la democracia y la razón que vienen”.

Casi al tiempo, para -casi- cerrar la historia -casi- general que tituló "Espejos", Eduardo Galeano explicaba que "el inventario del mundo, inconcluso, estaba hecho de chatarras, / vidrios rotos, / escobas calvas, / zapatillas caminadas, / botellas bebidas, / sábanas dormidas, / ruedas viajadas, / velas navegadas, / banderas vencidas, / cartas leídas, / palabras olvidadas y / aguas llovidas", todas cosas usadas, cicatrices, dolores del alma, basuras, fotos viejas, recuerdos,..., resumen de vida vivida. 

Ambas reflexiones sugieren de todo al ser comparadas con el ñoño debate narcisista que, con raro apoyo mediático, personas y grupos de orden, partícipes algunos en el estrago causado por la R.S. de Tenis en las rocas -y la vida que en ellas habría- de la playa del Camello, quieren provocar sobre el daño paisajístico -que es cuestión de gustos-, incluso ecológico -¿quién lo certifica?- que, tras un expediente administrativo sin impugnación, causarían unas rocas apiladas con maña intentando evitar -la duda es si podrá el escollo o la naturaleza- que la playa huya otra vez de un lugar anejo al que, desde hace años, acaparan parte de ellos, sus abuelos, padres, hijos, nietos,..., vetando, clasistas, su uso por el resto.

Las rocas acaldadas, el viejo atraque para lanchas, el balneario, la escuela de vela en la isla, las casas de madera, la R.S. de Tenis, el estrago del Camello,... pudieran, quizás, formar parte del sabio inventario que legó Galeano, mientras el (escaso) ruido y furia de unas pocas decenas, la falta de recurso en el trámite administrativo -barata posibilidad democrática para disconformes-, el populista apoyo del rescoldo que dicen Revilla, el unánime inane parlamento, la ministra de fomento del nuevo y débil gobierno, la denuncia al fiscal, ¡si alguien viese delito, sería la repera!,..., son cosas que veo, lo siento, como burdo intento de amiguismo rancio, eludir la norma, vejar el Derecho, poner al Estado y sus herramientas al servicio del espectáculo de unos pocos cuya idea de la historia, egoísta y errónea, les hace creer que, con el tosco apoyo gratis de una marmitada, aparentarán, fuera de la ley, "la razón del más fuerte".


 Tenis Playa del Camello



04 Los domingos, cavilar

Mentira, posverdad y políticos

Fernando Merodio

ALERTA 17-06-2018

La vieja mentira altera los hechos para engañar y la reciente posverdad modula la realidad con apoyo en una cierta complacencia cómplice; son utensilios del poder político para convertir en acto lícito su potencia para causar daño con impunidad y pues, como dice Walter Benjamin, el Estado -poder formal socialmente aceptado- usa la violencia ilegítima, mentira y posverdad le sirven para justificar lo injustificable.

Son tan similares que, sólo con rascar la cáscara del neologismo posverdad, éste deviene en mentira políticamente correcta, torsión voluntaria de creencias y emociones que altera lo real, influye en la opinión pública, agita o amarra la acción social, es, por ladina, mucho más nociva que el embuste a secas y, al partir de la idea de que "algo que aparente ser verdad es más importante que la propia verdad", con el martilleo de 24 horas de noticias, la desigualdad en el poder mediático y la absurda ubicuidad de las nuevas redes sociales, artefactos de (in)comunicación, deviene en violenta arma de nuestra cultura política, en la que los medios alejan opinión pública y política real -lo legislado-, ocultando su falaz eficacia tras frases como las de Steve Tesich cuando escribía en 1992 sobre los escándalos Watergate e Iran-Contra y la Guerra del Golfo, «como pueblo libre, hemos decidido libremente vivir en un mundo de posverdad», abriendo camino a monstruos tan dañinos como Donald Trump, el Brexit y, cercana a nosotros la (sin) razón de incultos independentistas; es la misma y vieja propaganda que usaron los nazis, peligrosa y potente arma de manipulación y control social que hoy incluso hace creíble el mensaje tras saberse que es falso.

Es mentira que, con mucha cara, sin una mueca y con el dinero de multinacionales, lobbystas y estraperlistas aleteando sobre ellos, los "elegidos", Revilla al frente, nos oteen y alboroten alardeando de que les afligen futuro, planeta, cambio climático,..., por lo que dicen ser excepción y, pese a tal dinero, en abstracto traerán autoconsumo, soberanía energética desconcentrada, generación sostenible y distribuida,..., la repera; no se lo creen ni ellos.

Más sutil, hay posverdad cuando el totum revolutum que es el banal parlamento regional de esos "elegidos" locales que huyen cobardes del debate público con los que día a día habitan territorio y principios, sin casi informar en los medios, se inventan una "proposición no de ley" -o sea, echar balones fuera de su responsabilidad- instando al Congreso de los Diputados a aprobar una furtiva, leve y, así, ineficaz reforma de la Ley del Sector Eléctrico que sólo entraría en vigor si es gratis. Posverdad, la nada.

Mentira, posverdad, políticos, oligopolio, dinero, falta de información en los medios,... dan forma a la corrupción, al mal que impide mostrar que abuso y pobreza energética nacen de tratar la electricidad como mercancía, simple medio para generar plusvalías, acumular riqueza, y no como lo que realmente es, un bien común esencial.


03 Los domingos, cavilar

Gobierno del demos

Fernando Merodio

ALERTA 10 de junio de 2018

¡Magnífico!, gritan ante el nuevo grupo, un gobierno de partido apolillado y mujeres expertas en gestionar -lo contrario sería ilógico- el caos que ellos han generado; nadie habla de la corrupción del grupo. Mentiras. Hay que desmontar el mensaje edulcorado de que esto es resoluble por los causantes, mensaje peor que el silencio; hay que ser pesimista, paranoico incluso, consciente de que el sistema grecolatino/bíblico se despeña y arrastra a los más débiles. Según Negri, “habrá enfrentamientos, conflictos, violencia” y hay que pelear por una vida más digna, encarar al orden que roba nuestra fuerza de trabajo, a esos pocos que explotan al resto, no limitarnos a optar entre rosados progresistas y dañinos reaccionarios, casi iguales. Rancière, filósofo, dice que cuando, como nosotros, la sabia Grecia fue arrumbada en un vertedero, el demos, los sin derecho al poder, reclamó jerarquía y vio que sólo hace política quien exige gobernar sin intermediarios. 

Tiempos fronterizos exigen iniciar una acción firme frente a quienes reaniman al enemigo muerto, capital, mercado, banco,…, lo oyen alelados, lo siguen, legislan a su favor, imponen un trabajo alienante y, además, precario, abaten sanidad, educación, trabajo justo,..., derechos ganados con sudor y lucha; somos clase, grupo homogéneo y, pues así es, pensemos, sepamos qué pasa, no aceptemos el sermón de quien nos ve mercancía, relleno para sellar grietas, mostrémosles los dientes, gritémosles que salir de su caos no es hacer lo de siempre y ceder derechos, sino cambiar, celebrar pequeñas asambleas en ciudades, pueblos, barrios, viviendas,…, decidir lo cotidiano común, rozarnos, notarnos, huir del individualismo, plantar cara a los que, tras reavivar a los ricos, quieren engañarnos con AVEs, móviles, coches, molinos gigantes, ridículos viajes, saberes capciosos, fútbol, dialectos, lábaros, banderas, identidades,… y, lo más, lo que ahora llaman ecología y progreso. Mostremos su corrupción, su ignaro y egoísta dolo, su abuso de la injusta Justicia, el saldo de su derroche, ¡cobrémoselo al céntimo!,..., callémoslos, echémoslos y, tras ello, revivamos la emoción de reinventar la política, replantearla desde abajo; reconstruyamos la calle que ahoga Podemos.

La realidad es que una camarilla perenne, el PSOE, corrupto, echa al PP, acaso aun más disoluto; hemos vivido experiencias que hacen que quien piense sepa, sin error, lo que nos viene. Cambia poco. Aquí ahora, Revilla, avispado vividor del ¿y de lo mío, qué?, previo pago, aconseja y, pillo rústico, sigue engañando con molinos gigantes, mendigando como siempre el inane tren de altas prestaciones, en vez de arreglar la catenaria y poca cosa más, enterrando más dinero en el agujero negro que ya es Comillas, pidiendo para Valdecilla y ocultando su turbia gestión de la sanidad,... 

Un gobierno de mujeres del partido apolillado por corrupción perenne no cambiará nada, debiéramos vigilar, juntarnos en pequeños grupos próximos, mutar lo cercano, olvidar, un poco al menos, lo de cada uno y exigir lo común; hacer política todos.



02 Los domingos, cavilar

Un chalet en la sierra

Fernando Merodio

ALERTA 3 de junio de 2018

En 1846 -cien años antes de que yo, miembro de la "casta del 78, naciera"- Marx escribía a un crítico literario ruso de familia muy rica diciéndole que "en una sociedad avanzada, el pequeño burgués, (...), se hace socialista de una parte y economista de la otra, (...), se siente deslumbrado por el lujo de la gran burguesía y a la vez siente simpatía por los sufrimientos del pueblo. Es al tiempo burgués y pueblo. (...) Ese pequeño burgués diviniza la contradicción, pues da forma al fondo de su ser. Es la contradicción social en acción y debe justificar teóricamente lo que practica, (...)".

Lenin señaló muy bien cómo, en la práctica, el pequeñoburgués trata de ocultar tan ruin contradicción tras el delirio de un imposible izquierdismo, funesto para el genuino.

El pequeñoburgués da forma a un grupo social marginal situado entre lo que antes llamábamos proletariado y la burguesía, que genera exiguos excedentes, pues casi nunca produce, vive intoxicado por la propaganda del capitalismo y se siente miembro de la burguesía, pero en realidad es un desclasado.

Veamos lo actual y próximo. En Madrid no hay ni un parque eólico, pero sí dos sierras, una rica al noroeste, propiedad de la clase media-alta, miles de tejados anaranjados entre pinos y encinas, con todos los mejores y más caros servicios, crecida a la sombra de la falta de planes de ordenación, y otra pobre al este, que ni puede garantizar los servicios sanitarios para la invasión estival de veraneantes.

En la primera de ellas, la "rica", desde hace un tiempo una pareja que alardea de "poder" cambiar lo actual y combatir a "la casta", buscaba, de modo ridículo, un lugar para conformar sus vidas y las de sus futuros hijos.

Y eligieron una casa hortera, de las de nuevo rico, una parcelita de 2.000 m2, una enorme piscina privada, prueba de su desprecio a que el agua sea un bien escaso, y un precio tal que les ha exigido claudicar ante una opresiva y cuantiosa -odiosa en el inicio de ambos en política- hipoteca que les da la misma entidad financiera que se lucra con los dineros del corro político del que la pareja son primeros números; un crédito que, por su colosal importe, o les es condonado o, sin duda, condicionará sus vidas.

Se ponen los primeros en la lista, alcanzan el lujo pequeñoburgués y, subversivos ellos, aseguran que lucharán para que sea un lujo accesible a todos; espero que, al menos, no sea obligatorio.

Releo lo que Marx, Engels y Lenin escriben sobre los pequeñoburgueses, traba para la izquierda que en los años 60 y 70, de verdad, sin cobrar y con riesgo, luchaba contra Franco, un freno permanente y lesivo para toda idea de cambio, sonrojando ver cómo obligan a su cerco político, ese que aún alardea de "poder", a avalarles, a identificarse en público con ellos, ni siquiera burgueses.


01 Los domingos, cavilar

Corrupción eólica

Fernando Merodio

ALERTA 27 de mayo de 2018

La seria teoría de que leer a Marx y otros ayuda a empujar hacia un mundo mejor, conjugada con la dura práctica que propone Camus de intentar implicarse en lo más urgente para el bien común y escuchar lo mínimo a tu pequeño interés debiera triunfar, pero no es así; exige estar vivo, haber cavilado y, al menos, intentarlo.

Este tiempo de ruina moral debiera abrir paso a las sólidas y sensibles ideas de John Berger, dar vueltas a algún relato de su "Puerca tierra" y alinear razones por las que el campesino que no solo sueñe con las subvenciones debiera oponerse al ritmo de la historia que marca el capital para destruir su futuro; pero no se hace.

El campesinado vive entre imprevistos, sequías, inundaciones, tormentas, atrofia del suelo,..., sufre las catástrofes que generan señores y políticos y, ahora, padece el saqueo de su territorio y se adapta a ello ya que, como siempre, no sabe hacer frente al desfalco del plusvalor que genera su fuerza de trabajo y cree inevitable renunciar a su hogar, la historia de su vida de honesta fatiga; el campesinado nunca supo valorar que “toda herramienta es, si se la empuña de forma adecuada, un arma”.

Veamos algún caso de acción punible. En Valencia, Zaplana ha sido acusado de crear un grupo criminal y enviado a la cárcel por lo aun no prescrito de la corrupción eólica que hace quince años adjudicó a los que pagaban mordidas 1.700 Mw de antiecológicos, gigantescos y corruptos molinos de viento, gran desastre que, contra la naturaleza, hoy nos traen los señores, políticos, ricos locales,...; es lo mismo que en Castilla-León, donde, más pronto que tarde, se esperan sentencias.

Si en Valencia dicen que los molinos crecieron en secarrales improductivos, en la peculiar Cantabria del labaru, y el reciente atropu, el año 2009, más reciente, querían plantárnoslos en el mejor territorio, el que desde hace siglos trabajan muy duro los campesinos que alimentan al resto, pues nuestros políticos, sin parar en barras, quisieron regalar a intermediarios cercanos y consorcios similares a los de Valencia licencias para plantar agresivos molinos superfluos, que generarían 1.400 Mw con una triste peculiaridad: intentar no dañar las vistas a la gente sensible de nuestra ciudad.

El trámite fue tan salvaje e ilegal como el de Valencia, con una diferencia, siguiendo a Marx y Camus, algunos lucharon y, tras reflexionar, definieron lo urgente y fueron a los Tribunales que, ¡oh, sorpresa!, les dieron la razón, salvaron a los culpables, acaso, de lo de Valencia e impidieron que el daño llegara a mayores, dejándonos sólo los titubeantes pasos adelante y atrás de Administración y empresas, el inane gobierno anunciando, en falso, la tramitación de más expedientes para legalizarlo y, ¡ay!, la división de poderes, el parlamento, los grupos, todos asustados, escondiéndose de aquellos que, tras mostrar el engaño, insisten en tratarlo con luz y taquígrafos y que todo el mundo valore si aquí hay, acaso, corrupción eólica.

Continuará.

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