Tenis Playa del Camello
05 Los domingos, cavilar
La escollera
Fernando Merodio
ALERTA 24/06/2018
El filósofo Jacques Derrida exponía en la conferencia “La razón del más fuerte (¿Hay Estados canallas?)” inquietantes dudas sobre si “la razón del más fuerte es siempre la mejor”, abriendo una línea de reflexión entre “fuerza” y “derecho” que genera dudas, ¿prima la fuerza o el derecho?, ¿tiene éste su origen en la coacción con violencia?, ¿quién elabora, interpreta, aplica o interrumpe el derecho?, planteando la idea del "Estado canalla", que veja ese Derecho y se mofa del poder que se asienta en él, para concluir que, pues casi siempre vence la razón del fuerte, ello invita a buscar "un pensamiento sobre lo por venir, la democracia y la razón que vienen”.
Casi al tiempo, para -casi- cerrar la historia -casi- general que tituló "Espejos", Eduardo Galeano explicaba que "el inventario del mundo, inconcluso, estaba hecho de chatarras, / vidrios rotos, / escobas calvas, / zapatillas caminadas, / botellas bebidas, / sábanas dormidas, / ruedas viajadas, / velas navegadas, / banderas vencidas, / cartas leídas, / palabras olvidadas y / aguas llovidas", todas cosas usadas, cicatrices, dolores del alma, basuras, fotos viejas, recuerdos,..., resumen de vida vivida.
Ambas reflexiones sugieren de todo al ser comparadas con el ñoño debate narcisista que, con raro apoyo mediático, personas y grupos de orden, partícipes algunos en el estrago causado por la R.S. de Tenis en las rocas -y la vida que en ellas habría- de la playa del Camello, quieren provocar sobre el daño paisajístico -que es cuestión de gustos-, incluso ecológico -¿quién lo certifica?- que, tras un expediente administrativo sin impugnación, causarían unas rocas apiladas con maña intentando evitar -la duda es si podrá el escollo o la naturaleza- que la playa huya otra vez de un lugar anejo al que, desde hace años, acaparan parte de ellos, sus abuelos, padres, hijos, nietos,..., vetando, clasistas, su uso por el resto.
Las rocas acaldadas, el viejo atraque para lanchas, el balneario, la escuela de vela en la isla, las casas de madera, la R.S. de Tenis, el estrago del Camello,... pudieran, quizás, formar parte del sabio inventario que legó Galeano, mientras el (escaso) ruido y furia de unas pocas decenas, la falta de recurso en el trámite administrativo -barata posibilidad democrática para disconformes-, el populista apoyo del rescoldo que dicen Revilla, el unánime inane parlamento, la ministra de fomento del nuevo y débil gobierno, la denuncia al fiscal, ¡si alguien viese delito, sería la repera!,..., son cosas que veo, lo siento, como burdo intento de amiguismo rancio, eludir la norma, vejar el Derecho, poner al Estado y sus herramientas al servicio del espectáculo de unos pocos cuya idea de la historia, egoísta y errónea, les hace creer que, con el tosco apoyo gratis de una marmitada, aparentarán, fuera de la ley, "la razón del más fuerte".
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