domingo, 30 de junio de 2019

58 Los domingos, cavilar Justicia, indulto y diálogo Fernando Merodio 30-06-2019

58 Los domingos, cavilar
Justicia, indulto y diálogo
Fernando Merodio
30-06-2019

"Deseo una sentencia que no comprometa el diálogo (...) en una breve conversación, Oriol Junqueras me dijo que que había que dialogar, (...) el ejecutivo debería estudiar los indultos a los presos independentistas si los piden" (J. L. Rodríguez Zapatero. PSOE).
El miedo prepara para aceptarlo todo”. (Giorgio Agamben).

Un grave avatar, el más doloroso, sufrido, ¡mi más sincero abrazo, amigo!, por quien posibilita la -para mí- inabordable tarea técnica de poner al alcance de unos cuantos estas cavilaciones me obliga a cambiar el orden planificado para redactar aquello sobre lo que cavilo, dejar para el próximo domingo lo de la reveladora historia del tiempo previo a que con una más que evidente -aceptada por casi todos y elevada a normal por algunos tribunales- corrupción política y unos estilos con tintes mafiosos se facilitara la implantación en el mejor solar común urbano de un túmulo con apariencia de doble container industrial con patas, que nada tiene que ver con mi teoría y práctica de la cultura y sustituirla, concluido ya el juicio del procés y a la espera solo del fallo, por una reflexión sobre la levedad del contrato social y la quiebra del estado de Derecho que envuelven "lo catalán"... y otras cosas de actualidad.
En 1995 Giorgio Agamben defendía en "Homo sacer" que, a partir de las grandes ideas en especial jurídicas, argamasa social, vivimos en lo que él llama "estado de excepción", con las leyes suspendidas, cada día más, hasta el extremo de poderse valorar el campo de concentración, esencia de  suspensión/anulación/incumplimiento de la norma jurídica, como paradigma de la sociedad actual.
Unos pocos ejemplos en la vida actual: se suspenden, con gran costo económico y sin razón jurídica que lo justifique, los efectos de la resolución de un expediente firme y consentido por todos -solo- porque unas escolleras -que los técnicos insisten en considerar solución a un problema- no coinciden con los remilgados gustos de una rancia burguesía santanderina, el miedo interesado hace que una norma prive de presunción de inocencia a los hombres, la mitad de la población, y los tribunales se excedan al aplicarla, norma y aplicación que, sin duda, dañan muy gravemente, entre otras, las gratificantes, imprescindibles relaciones sexuales y la historia citará como un negro período de inseguridad jurídica, de indiscriminado y asimétrico uso de la ley del Talión contra, incluso, quien no ha hecho nada, neofascismo que promueve injusta represión discriminatoria frente al que es urgente razonar con fuerza, se anuncia en los medios que quienes, con sus tropelías, han causado el destructivo calentamiento global son quienes van a arreglarlo, se crece al mentirnos Revilla, y el fracaso de todas sus más importantes iniciativas, TAV, fibroyeso, PROT, Racing, Comillas, Diputación, caos eólico,..., sus reiterado olvido de las promesas, el derribo de viviendas ilegales,... hace risible -¿o terrorífica?- la desfachatez con que alardea de que ahora -¿antes quién, sr. presidente?- tiene la sartén por el mango, se sabe que lo de todos los independentismos es egoísmo, abuso, negación del estado de Derecho, descaro en el incumplimiento del contrato social, burla del resto,... y se añaden ahora dos insolventes sin fuste, Pablo Iglesias empeñado en acaldar ingresos para pagar la hipoteca de su chalet en la sierra y Rodríguez Zapatero, el que nos despeñó en la crisis, que regresa pidiendo "una sentencia que no comprometa el diálogo" ¿Hay alguien capaz de encontrar un adarme de seriedad en todo ello?
Vuelvo al Agamben que explica sus ideas con paradigmas y recalca que, hace veinte años, el campo de concentración, el lager, le pareció prototipo perfecto para identificar el espacio sin ley, en que todo era posible, pero advierte que ahora "los espacios de excepción se han multiplicado hasta coincidir con el espacio mismo de la ciudad", señalando como ejemplo que "pocos saben que las leyes de seguridad en vigor en Francia son dos veces más restrictivas que las de la Italia fascista", generando una población que, sometida a la amenaza y el  miedo, lo acepta todo de modo que políticos -corruptos- y capital -corruptor- lo aprovechan en su privado interés.
A quienes, no como los que, sin conocerlo, aquí ahora hablan de memoria histórica, sufrieron -y se enfrentaron a- la represión franquista les cuesta, sin duda, comentar de aquella España, en que la injusticia y la represión estaban en el tuétano del régimen, en la vida misma, y les molesta, temen frivolizar, compararla con la actual, en la que gente como Coterillo no sufriría, en efecto, diez años de cárcel -sólo- por defender sus lícitas y heroicas ideas pero, desde las antípodas de Vox, ven que hay jóvenes, muchos jóvenes, detenidos, esposados, expulsados de sus casas, separados de sus hijos, obligados a pagar pensiones,... por la insana aplicación de una insegura ley represiva, como ven también que aquí ahora los sindicatos, las relaciones laborales, el control de las empresas -ajeno a la real fuerza del trabajo- son débiles burocracias que propician la desigualdad, ven también cómo se nos cachea -si se considera preciso- para acceder a la casa de todos, el ayuntamiento, o a cualquier oficina pública, ven lo que cuesta acceder a un expediente y, aún más, obtener copias, y ven cómo las grandes corporaciones que han destrozado el mundo, impunes, se aprestan a seguir haciéndolo,... Ven -y son conscientes de- que suceden mil cosas que, de cara al futuro de ser humano y planeta, son quizás mucho más peligrosas y dañinas que lo de Franco y por ello, un ejemplo, les parece buena la idea de Agamben de plantearse arrinconar nociones como propiedad, que siempre estuvieron en el epicentro de la política, y "pensar otra política fundada solamente en el uso", concebido como relación con un mundo "inapropiable" por los individuos, del que pudieran ser ejemplos el paisaje, la lengua, el cuerpo,... "objetos de uso común, pero nunca de una verdadera apropiación"; o sea, justo lo contrario a lo que, desleales siempre egoístas, pretenden aquellos con los que Rodríguez Zapatero, estrafalario, incluso obsceno ex-presidente del gobierno de todos, sin explicar qué, por y para qué, pretende que negociemos.
Hoy vivimos la falaz y cómoda sobrevaloración del consenso y el diálogo para tratar de alcanzarlo, olvidando que la política es, al menos, tanto consenso como conflicto y que el mérito de quienes se preocupan por ella reside en el acierto al determinar cuál de esas actitudes corresponde a cada circunstancia y momento, siendo el conflicto preciso tanto para identificar a las bases con los dirigentes o llevar al otro a defenderse como para proteger principios éticos, sociales o políticos que, de verdad, merezcan defensa, mientras que diálogo y consenso se utilizan para aplazar problemas, buscar su solución sin males mayores o abusar de una superioridad en la negociación que obligaría al contrario a aceptar cualquier propuesta; no siempre es mejor la postura dialogante, que puede ser mera apariencia de falsa bondad, comodidad, cobardía, simple traición,... a quienes se representa, mientras que la que defiende el conflicto puede ser cierta, honesta y valiente.

Como final, el indulto que, ad cautelam para una condena aún no impuesta, propone el extravagante promotor de una "alianza de civilizaciones" con el poco civilizado Erdogan, constituye una excepcional medida de gracia fundada en razones de justicia, equidad o conveniencia pública debidamente razonadas, que no extingue el delito ni condona la responsabilidad civil, sino que simplemente, sin cancelar antecedentes penales, elimina, total o parcial, la pena impuesta por sentencia firme a los reos de cualquier clase de delito, estando prevista su concesión solo en aquellos supuestos en que la aplicación de tal legal pena, atendiendo a las condiciones del reo y siempre en aras a la finalidad última de su reinserción, no sea del todo proporcionada o acertada, lo que en nuestro caso concreto, aquí ahora y en referencia a los gravísimos hechos y a la actitud actual de los que han sido juzgados no es el caso, como no lo fue en el que Felipe González, concedió en su último consejo de ministros al corrupto Juan Ramón López Revuelta y no -¿por qué?- a los concejales que, junto a él, fueron condenados.

domingo, 23 de junio de 2019

57 Los domingos, cavilar Pequeños burgueses y políticos Fernando Merodio 23-06-2019

57 Los domingos, cavilar
Pequeños burgueses y políticos
Fernando Merodio
23-06-2019

“Creo que el progreso es real en la ciencia y en la tecnología. En la ética y en la política, sin embargo, pienso que el progreso en el sentido de un avance acumulativo, paso a paso y fase tras fase, es en el fondo un mito o una ilusión”. (John Gray. “Tecnología, progreso y el impacto humano sobre la tierra").

"Soy positivo (...) del lado de los optimistas (...) convencido de que la lucha contra el cambio climático se va a ganar gracias a las directrices globales y al progreso tecnológico" (José Luis Rodríguez Zapatero. Militante del PSOE. Ex presidente de España).

Objetivamente, si admitimos la existencia de tal concepto. aquí no hemos tenido mucha fortuna -o suerte- con el legado de influencia que, de haber dispuesto de ella, podría haber emanado de nuestros presidentes; Suárez y Calvo Sotelo nos dejaron raudos, asolados por el Alzheimer y la muerte, González y Aznar, acreditaron su pancismo al trocarnos por Slim y Murdoch, el 1% del capital, Rajoy volvió, inexpresivo, a lo suyo ahora en yate, y Zapatero mantiene vivo el enigma de si es tan cándido -o simple- como parece o, porque le conviene, lo finge.

La última simpleza de este último, el que quería promover la "alianza de las civilizaciones" con el -más que sospechoso- turco Tayyip Erdogan, el único presidente que aun parece querer mantenerse cercano a nosotros y, a su modo, a nuestro favor, la ha vertido en el caro almacén de la nada gratuita para veraneantes que es la UIMP y consiste en que, como en medio de la crisis que a él lo expulsó y devastó al resto del común de los mortales, se mantiene "positivo" y, por ende, "convencido" de que "la lucha contra el cambio climático se va a ganar gracias a las directivas globales y al progreso tecnológico"; gansada insignificante y sin ninguna base intelectual o técnica que solo lleva a pensar que nos toma por majaderos o, no sé si aun peor, quiere acrecentar la apariencia de que es él quien lo es.

John Gray, no un peligroso izquierdista, hace más de tres lustros que por activa, pasiva o perifrástica explica la incapacidad global que existe para resistir -lo que él llama- "exceso de realidad", evidente en la urgente obligación de aceptar el "cambio climático" y adoptar las radicales medidas que para hacerle frente son precisas; incapacidad, cobardía o egoísmo para huir de la incomodidad que supone desarrollar un pensamiento realista, por lo que derrotarlas es "reto sin precedentes" para todos.

Supongo que "el de la ceja" estará alineado, no con el "progreso desarrollista" sin freno que difunde M.A. Castañeda, ni con la idea de que el -inexistente- crecimiento ilimitado tecnológico y económico solucionará el gravísimo problema, sino con las tesis de los autodenominados "verdes", ecologistas subvencionados subjetivamente por los estados, o sea por el capital que asola el planeta y ahora ve "su" solución en la falacia para niños, el oximoron de un "crecimiento sostenible de las energías renovables", pues tal imposible crecimiento sostenible energético del que se apropian Iberdrola, Endesa, Viesgo, Naturgy,... y demás acreditados generadores de desigualdad y destructores del planeta, aquí acaudillados por Green Capital Power, entorno de Florentino Pérez, no es en general -ni en especial en la forma agresivamente masiva en que se quieren implantar- tan eficiente e inocuo como publicitan intentando engañarnos... y mantener abierto su chiringuito/negocio, con el impagable apoyo, en esa y otras cuestiones, de la pequeña -y dañina- burguesía en lo más próximo; lo explica, certero, El Roto.


Dos ejemplos. A la línea 220 kV Astillero-Cacicedo -y el atropello que oculta, más líneas, ampliación de la subestación de Cacicedo, nueva subestación en el puerto de Santander,...- la hace frente a su manera, intentando trapicheos con capital y políticos, la burguesía propietaria de nuevas edificaciones, en especial adosadas que, por su, digamos, credulidad ha sido burlada tanto por el mediáticamente compungido Revilla, muñidor corrupto con Martín y Red Eléctrica de la ilegal línea, como por los munícipes de Camargo, con una alcaldesa cuyo mayor mérito es, al parecer, ser -me dicen- "carretillera" psoecialista y El Astillero, donde su actual regidor saltó -con red- del PP a Ciudadanos, haciendo campaña enfrentándose a la línea; ahora los tres dicen, ocultos tras falsas excusas, que ya que la -culpable- administración no puede -quiere- hacer nada y no hay ya elecciones, sean ellos los que inventen algo y lo hagan; la misma historia de siempre, la política se une al 1%, como González y Aznar, pues nos saben cándidos -o lelos- como Zapatero.

En Santander, la cosa es menos dañina, no afecta directamente a clima y salud, pero tiene acaso más médula, liberales transversales, nuevos como Podemos, Ciudadanos inicia su andadura municipal con dos cacicadas, una, la que desprecia la legalidad de un expediente firme tramitado con publicidad y participado por los que ahora se oponen y pretenden, con dinero de todos, desguazar lo que no gusta a una fina burguesía asentada, tópica y característica, la del Tenis, la misma que hormigonó con daño ecológico las rocas de la ensenada del Camello y, otra, al tiempo atacan lo público y exigen, urgente, eliminar la molestia al vehículo privado que es el -acaso mejorable- carril-bus para el transporte público; no proponen estudiarlo o cambiarlo, ¡molesta a los pequeños burgueses! y, como las escolleras, hay que quitarlo ¡ya!.

En 1846, Karl Marx explicaba que "en una sociedad avanzada, el pequeño burgués, (...), se hace socialista de una parte y economista de la otra, (...), se siente deslumbrado por el lujo de la gran burguesía y a la vez siente simpatía por los sufrimientos del pueblo. Es al tiempo burgués y pueblo. (...) Ese pequeño burgués diviniza la contradicción, pues da forma al fondo de su ser. Es la contradicción social en acción y debe justificar teóricamente lo que practica, (...)"; la práctica señala muy bien cómo, además, en algunos casos el pequeñoburgués trata de ocultar tan ruin contradicción tras el delirio de un imposible izquierdismo, dañino para el genuino.

Que nadie se engañe, es un grupo social marginal que ocupa un espacio ruin entre el antes llamado proletariado y la burguesía real, genera mínimos excedentes, vive intoxicado por el oropel del capital y quiere formar parte de la burguesía pero son, en realidad, desclasados que la sirven.

Releo entre el caos de mis libros y notas cómo los pequeños burgueses fueron traba muy pesada para la izquierda real -ahora inexistente- que en los años 60 y 70, sin beneficio y con riesgo, luchaba contra Franco para traer esto, ¡vaya un éxito!, y veo que, sin contar con ellos, habrá que seguir intentando hacer lo posible para evitar que se consolide el ilegal atropello de una cancerígena línea de altísima tensión que atraviesa zonas pobladas en la que, sin culpa, vivirán gentes que aún no han nacido y, al tiempo, defender lo público frente a los ridículos, ilegales y pequeños caprichos burgueses del carril-bus y las escolleras.

Sin duda, a pesar de los pesares y lo dura que es el soledad, merece la pena seguir luchando para mejorar esto, para abrir los ojos al peor ciego, el que por egoísmo no quiere ver, intentar engrosar las pequeñas bolsas de resistentes que, juvenil a sus casi 90 años, patrocinaba, marxista, John Berger, merece la pena intentar que, como la técnica y la tecnología, en nuestro entorno más próximo, ética y política progresen acumulativas, paso a paso y fase tras fase, para que técnica y tecnología nos sirvan; se trata de que, seamos los que seamos pues siempre fuimos muy pocos, revelemos a los pequeños y grandes burgueses, a los políticos y los subvencionados, volvamos a la austeridad armónica con la naturaleza, legislemos justos y respetemos las leyes.

Coda final.- La cosa se pone mal, muy mal y habrá que explicar con riesgo y detalle en próximas cavilaciones aspectos de cómo se plantó en el muelle Alvareda ese objeto tan raro, inseguro y poco útil, tan simbólico, ese container arrojado por marcianos, con que nos humilla, a mi al menos, la poco ejemplarizante familia Botín.

domingo, 16 de junio de 2019

56 Los domingos, cavilar Extinción y pillos ineptos Fernando Merodio 16-06-2019

56 Los domingos, cavilar
Extinción y pillos ineptos
Fernando Merodio
16-06-2019
“La crisis de la extinción solo se puede mitigar reorientando nuestra mente para que aborde la realidad. El pensamiento realista está, sin embargo, prácticamente extinguido”. (John Gray. “Cambio climático y extinción del pensamiento").
"(...) donde no es necesario introducir ninguna mejora porque todo es perfecto". (Richard Powers. "El clamor de los bosques")
A mi edad, por lo vivido, me obligo a escribir, hablar, incluso gritar sobre lo que, movidos por la intrínseca maldad del capital y en desenfrenada huida hacia adelante, nadie quiere mentar, la necesidad de poner fin a la -perversa- idea  laica de que, pues dios no creó el mundo, el hombre podrá adaptarlo a sus caprichos.
Dice John Gray, catedrático emérito de Pensamiento Europeo en la London School of Economics, que "el cambio climático -eufemismo que yo preferiría cambiar por destrucción planetaria o, al menos, por calentamiento global- es un hecho tangible", tanto que hasta los más reaccionarios de los políticos -Trump, of course, ni en la actual degradación es político- comienzan a reconocer que "se ha hecho urgente alguna clase de acción más radical que cualquiera de las emprendidas hasta el momento", hay que poner fin a la superstición universal de que "el pensamiento mágico -que descansa en la creencia en la omnipotencia de la voluntad humana- es obligatorio" y, especialmente, hay que utilizar como nueva base para partir de donde estamos, más abajo de cero, el irreversible deterioro planetario que genera la industrialización sin freno basada en combustibles fósiles -que dóciles analfabetos funcionales como M.A. Castañeda llaman, en sus pagados voceos, "el progreso"- para volver a lo que Enrico Berlinguer, viejo secretario general de aquel potente PCI, llamó "austeridad" o, más radical, James Lovelock identifica como una urgente "retirada sostenible"; sencillo y fácil de entender, es lo mismo que Greta Thunberg, la niña sueca que, poco a poco, callarán, llama "cambiar el sistema", ineludible.
Leo hoy, sábado, la reseña de dos libros a cuya lectura me pongo esta tarde, "El clamor de los bosques", de Richard Powers, científico avanzado que hace cuatro años se retiró a una cabaña en los Apalaches, donde vive en soledad con una idea central, que "hay una forma de vida más rica, diversa, longeva y eficaz que la humana y o nos sumamos a ella, o estamos abocados a la extinción", sin actitud religiosa o militante, ni de abandono de los avances tecnológicos propone "encontrar la manera de usarla de modo que esté en sintonía con la tierra, no en guerra contra ella" y "Capitalismo y democracia 1756-1848. Cómo empezó este engaño", del maestro de historiadores Josep Fontana que, marxista, avisa de que "los hombres hacen su propia historia, pero no lo hacen a su libre albedrío, bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias con que se encuentra directamente, que existen y han sido legadas por el pasado".
Todo ello nos conduce a lo actual, a la siniestra -con pretensión edulcorante- presencia de los esfuerzos de quienes nos han traído hasta aquí, el capital acumulado robando la plusvalía de la fuerza del trabajo de todos volcado ahora casi todo en las multinacionales eléctricas y su publicidad intercambiable de crueles fotografías de aerogeneradores cuatreros que pretenden embellecer en el espejo de límpidas aguas, bajo un sugestivo arco iris o páginas y páginas de anuncios administrativos de abigarrada y minúscula letra amenazándonos con miles de hectáreas de insostenibles parque industriales fotovoltaicos con los que pretenden lucrarse los mismos consorcios depredadores que hasta ahora lo hacían, apoyados por políticos tan corruptos como los actuales, con las energías más contaminantes de CO2 y otros venenos, lo que nos exige parar, debatir con seriedad e iniciar una "retirada -de verdad- sostenible".
Aquí, en lo de ahora, tenemos que hacer frente a eso, tan grave, que una cuadrilla (des)organizada de descerebrados egoístas llama el "procés" y el final de una tortura de juicio que, sentencie lo que sentencie, no va a cambiar nada y no precisa diálogo ni concesiones, sino dureza -"dura lex sed lex"- que les imponga inexorable, sobre todo cuando se propongan cambiar lo que les convenga, cumplir el contrato social que libremente firmaron; El Roto, como siempre, lo explica claro -"cada pieza reafirmaba su independencia, pero el vuelo proseguía"- en la pasada viñeta del día 13.

Al tiempo de ello, sufrimos al nacido para jefe de planta de gran superficie que, aquí ahora a base de cabezonería sin más, ha devenido a presidente del gobierno de España, pero tendrá que apoyarse en lo peor del populismo transversal que decía que podía y se ha amorrado al abrevadero con ánimo de vivir a costa nuestra, los egoístas nocivos dichos, otro grupo de ellos, aún más peligroso, que se mostró incluso capaz de, por su solo egoísmo descerebrado, matar y, junto a ellos todas las excrecencias sin ideología -ni ideas- que se alimentan de abscesos, pillos ineptos a los que, como a los otros, habrá que apartar para evitar la -¿inevitable?- extinción de todos.
Nuestra excrecencia cercana nutrida por el fascismo que llevaba adherido Franco, luego prohijada por PP y, peor aún, por PSOE y cebada por la demagogia y la peor televisión, es sólo espectáculo y escenifica con fotógrafos la realidad de que aquí ahora la política es chalaneo de mercanchifles que troca un solo voto al jefe de planta/presidente en pago de la deuda de un hospital que alguien, supongo, habrá firmado hace años, colaborar -o sea nada- en el futuro centro logístico (?) de La Pasiega y, lo más dañino y vergonzoso, la pretensión de dejar sin ferrocarril a los pueblos entre Madrid y Santander por la velocidad de esa horterada que llaman AVE los nuevos ricos/muertos de hambre que nos quieren seguir llevando a la extinción; alguien debiera explicar qué hacía allí, salvo que sea lo que cualquiera con dos dedos de frente intuye, Martín, acumulador de años de fracasos, en medio ambiente e industria, "lobbysta" de facto de las multinacionales eléctricas en la tropelía eólica, ahora prevista, si se permite, como más inmediato y nutricio pastel político/económico.
En Santander, que un partido como Ciudadanos, degradado en toda España al aluvión más egoísta, aquí con dos malos y descontrolados concejales, pueda marcar el ritmo de la ciudad, es la mayor evidencia de a qué ha llegado eso que los que se postulan para ser elegidos, llaman "democracia", "política" o "elecciones", no siendo otra cosa que corrupción, inoculada en las mentes del resto, algo que El Roto, sabio y poco dado a excesos, retrata en su viñeta del pasado día 14 con un texto demoledor: "(...) y por extraño que parezca, había hombres que votaban a sus parásitos (...) (pseudoLinneo)" y, en medio del chirrido de todo ello, hay una cosa que chirría aún más que el resto, que la humillada y uncida alcaldesa -que implantó las escolleras molestas para los señoritos que destrozaron la ensenada del Camello- tenga, no que analizar su legalidad, sino que exigir su inmediata retirada y comprometerse a no recurrir ninguna actuación tendente a ello; siendo indigna tal degradación de lo público y, simplemente para defender la ley y la dignidad de los santanderinos, habrá que pedir vista del expediente y analizarlo.


Lo de la extinción, nadie se engañe, va en serio, es de las pocas cosas que, seguro, vamos a conseguir, en especial dirigidos por la caterva de pillos ineptos que nos mangonean haciendo que el tinglado se corrompa y desmorone, Pepe Álvarez anuncia que UGT no hará más formación, ¡nos ha...!, el Tribunal de Cuentas advierte de la quiebra de la Seguridad Social, nos engañan con el reciclaje y la recogida de plásticos, la 5G del móvil, esos artefactos que tanto gustan a nuestros alevines de parados y/o delincuentes, es más dañina para el calentamiento global que el tráfico, los micrófonos espía, el hablaescribe, la telepantalla o la neolengua, el lenguaje pervertido con que en 1984 nos advertía Orwell son ya un hecho,... y, sabiendo que, como dice Alessandro Baricco, "lo nuevo provoca pereza y miedo, es comprensible", creo que la necesidad de ir hacia eso nuevo exige ya diligencia y coraje. 

viernes, 14 de junio de 2019

Deconstruir el procés (34) Errores y política Fernando Merodio ALERTA 14-06-2019

Deconstruir el procés (34)
Errores y política
Fernando Merodio
ALERTA 14-06-2019
Sea cual sea la sentencia, empieza lo bueno; los independentistas lo avisan al final del juicio al admitir que, a lo sumo, hubo algún error mínimo -provocado por el resto- en el llamado procés que, por el momento, acabó el 1-O y sobre el que, con la narcisista certeza de haber sido juzgados por ser quienes son -al parecer, en España no tenemos otra cosa que hacer-, se asilan en su "ideología", "meros instrumentos del clamor del pueblo", precursores de algo insólito y, por ende necesario, "imparable", gestores de un desafiante día, el 1-O, "que va durar años",..., para dedudir que los hechos expresan "un fracaso colectivo", no de ellos, y que, tras la mística absolución que exigen de esos errores, será único final justo y lógico "devolver la cuestión al terreno de la buena política, al terreno de la negociación y el diálogo"... que tan bien les iba hasta el 1-O; fue su cuchufleta final, que alguno llamó alegato político.
Tal es la pretensión egoísta de los desleales -y cobardes- alzados contra el resto que, hoscos, a lo sumo admiten un irrelevante mínimo error en su actos y, para compensar, exigen que para que aflojen la soga con que pretenden ahogarnos, olvidemos su soberbia sin arrepentimiento -advierten que si tuvieran otra oportunidad, lo harían de nuevo- de esa minoritaria parte de la Arcadia feliz, dialoguemos con ellos, negociemos, obviemos la constitución, el contrato social que firmaron... y les demos, ¡ya!, lo que exigen; no se confunda nadie, eso y no menos es lo que nos exigen.
Desde el más mínimo adarme de raciocinio y con planteamientos -no muy rígidos- marxistas, del viejo, barbudo y tan actualizable Karl Marx, aferrado desde el sentido común a que, como entona el respetado himno, "el género humano es la Internacional"  y lo que, a partir de ello, sea dividir es perjudicial, letal para el débil, digan lo que digan el cura llorón Oriol Junqueras, la insufrible Ada Colau o el transversal ahora aferrado a "la casta", S.E. Pablo Iglesias, ¡qué ofensa para el tipógrafo!, consienta lo que sin duda consentirá por seguir en la presidencia Pedro Sánchez y sabiendo que Pablo Casado, Albert Ribera, Santiago Abascal o trapisondistas como M.A. Revilla,... serán mera filfa partidista para el resto de nosotros, no podemos permanecer inocentes.

Debemos recuperar la política y, en forma de urgente llamamiento, acudo, de nuevo, textual para no perder nada, al filósofo francés Alain Badiou que en su libro "La Ética. Ensayo sobre la consciencia del mal" avisa que "el totalitarismo "democrático", no hace otra cosa que instalarse cada vez más. Ahora más que nunca es necesario que los espíritus libres se levanten en contra de este pensamiento servil, contra el moralismo miserable en nombre del cual se nos quiere forzar a aceptar el tren del mundo y su injusticia absoluta", válido aquí para esto como en todo el mundo en la lucha contra el imparable atropello del calentamiento global.

miércoles, 12 de junio de 2019

Deconstruir el procés (33) Defensa mediática Fernando Merodio ALERTA 12-06-2019

Deconstruir el procés (33)
Defensa mediática
Fernando Merodio
ALERTA 12-06-2019
Llegado el momento procesal de que las defensas valoren lo visto y oído en el juicio sobre el gravísimo daño causado a toda la sociedad española y lo pongan en relación con la Ley del mejor modo para los intereses de sus defendidos, el lunes abría el fuego Xavier Vidal-Folch, acreditado y espurio defensor mediático de los alzados, punta de lanza en su cotidiana explicación de que lo sucedido en Cataluña en el procés no fue nada, abusando de la privilegiada cobertura que, sin que nadie, en especial lectores y oyentes, diga nada, le dan, "progresistas", El País y la SER.
Titula su informe de defensa, más de media página con seleccionada fotografía muy favorecida del estadista Junqueras, "Del golpe y la rebelión" y, con osadía de creerse único en saberlo y apoyo en lo mal que lo hizo Rajoy, manipula/tergiversa a Malaparte, Kelsen,... para explicar algo tan sabido como que "no hay en el Código Penal un delito de golpe de estado", pero sin desmentir -ni poner en duda- que el procés, utilizó en efecto la técnica política de tal golpe en la forma en que lo explican Kelsen y Malaparte: -intento de- "modificación o reemplazo" de la constitución, perjudicando de modo objetivo al resto, algo de lo que, inexplicable, se habló muy poco en el juicio.
El columnista/jurista, que debiera opinar política y socialmente sobre hechos en vez de malversar páginas y minutos del derecho a la expresión e información de todos, sobando a su favor pareceres leguleyos, se vuelca en explicar -su versión de- la norma española de la rebelión, en la que él exige: alzamiento, que éste sea público, que intente cambiar la constitución o buscar la independencia, que sin duda aquí concurren, y que, además, haya violencia, elemento a cuya posible falta, aunque no lo diga de modo expreso, es el único al que, frente a la existencia de rebelión, se agarra.
Pese a -o, quizás, por- ello, Vidal-Folch no es claro, es parcial, más incluso que las defensas jurídicas, cita jurisprudencia de los años 80 y 90 del pasado siglo para analizar un delito tipificado en una modificación que entró en vigor en 1996 e, incluso, oculta que el artículo 473.2 de tal modificación degrada la violencia a simple agravante del tipo base de la rebelión, si "se han esgrimido armas, o hubiera habido combate (...), hubiera causado estragos (...) ejercido violencias graves contra las personas (...)", tipo base para el que, sensu contrario, no exige el Código violencia grave.
Dado el alcance socio-político de lo hecho y el daño causado a individuos, nación y estado español, siendo obvio el uso de la técnica del golpe para variar la constitución, es lógico que, tras escuchar a las otras defensas, el tribunal sentencie que la violencia habida, poca, mucha, intelectual, moral, social, física,..., cubre las exigencias del tipo base de la rebelión; otra cosa me parece, además de ilegal, un insulto a la inteligencia.

sábado, 8 de junio de 2019

55 Los domingos, cavilar Quiebra política Fernando Merodio 09-06-2019

55 Los domingos, cavilar
Quiebra política
Fernando Merodio
09-06-2019

“El totalitarismo “democrático”  no hace otra cosa que instalarse cada vez más. Ahora más que nunca es necesario que los espíritus  libres se levanten en contra de este pensamiento servil, contra el moralismo miserable en nombre del cual se nos quiere forzar a aceptar el tren del mundo y su injusticia absoluta” (Alain Badiou. “La Etica. Ensayo sobre la consciencia del mal”).

“Toda sociedad en la que la garantía de los derechos no está asegurada y la división de poderes no está determinada, no posee Constitución” (Revolución Francesa. “Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano”).

Alain Badiou, filósofo, matemático, dramaturgo y novelista francés, al que Savater desprecia por sus diferencias con él, poco leído en España, donde pensamos poco, serio director del Instituto de Filosofía de la École Normal Supérieure de París, defiende y profundiza en las teorías de Foucault, Althuser, Lacan, Deleuze,... contra el miserable moralismo académico que, quizás basado en una idea religiosa del mundo, hoy impera sustituyendo, con apariencia laica, la crítica filosófica y política por una torpe y evidente propaganda de los “valores” dominantes, los que impone el poder real, a los que, una vez codificados, dan el nombre de “ética”.
Dice Badiou que el de Hombre no es un algo único, perfectamente identificable en todos y cada uno de nosotros, con derechos “naturales” inmutables protegidos por aquella ética; muy al contrario, el concepto Hombre varía a lo largo de la historia en la forma que, en cada momento, conviene al discurso dominante, que es un interesado conjunto de normas -que dicen- naturales y le marcan lo que debe hacer, alejándolo de pensar, condenándole a obedecer; son normas que hoy afilian al Hombre -ciego y acrítico- a la economía capitalista  y a la forma política que le conviene, la democracia parlamentaria asentada en nuestra catástrofe de partidos.
Hemos regresado a la negra, medieval teoría de los derechos naturales disfrazados de humanos y debemos luchar contra tal retroceso ligado al desplome de las ideas de la Ilustración y la revolución francesa, negadas por el "liberalismo" y traicionadas tanto por la forma totalitaria del comunismo como por la actitud falsa y “progresista” que hoy llaman socialismo, traición que ha echado a un lado todas las figuras de entrega al progreso humano que las ideas revolucionarias hicieron nacer.
Es evidente una inflación de falsas referencias buenistas a la ética y unas prácticas que la alejan del concepto griego de búsqueda de “una buena manera de ser” o de “la sabiduría de la acción”, viva, no esclerótica ni codificada por nadie, ligada a los acontecimientos concretos, propia del hombre, animal que no teme pensar, ajena a toda imposición o referencia religiosa o de otro poder, actitud que, evidentemente, es exclusiva responsabilidad de cada uno, contraria a la imperante, que asigna al Hombre, para ella único e invariable, “una capacidad a priori para distinguir el Mal”, instrumento a partir del cual se define el Bien, de modo que, sabido el Mal de forma tan interesada, todo lo humano, en especial la política, quede sometido al interesado catecismo estúpido de aquella ética del Hombre único, sólo espectador.
Los derechos del hombre son así “derechos al no-Mal” y, por ello, el Derecho oficial lo es “contra” el Mal previamente predeterminado, que se muestra a través de una “libertad de opinión” manipulada. Es mucho más fácil y perverso construir el consenso trampeado sobre lo que se decide que es el Mal que hacerlo sobre el Bien, creando una ética que, lejos de generar un consenso universal y ser fuerza para imponerlo, produce, según Badiou, “el desencadenamiento de los egoísmos, la desaparición o extrema precariedad de las políticas de emancipación, la multiplicación de las violencias étnicas y la universalidad de la competencia salvaje”. Lo vemos a diario.
Debemos expulsar esa “ética general” y sustituirla por una ética de las verdades singulares, de las situaciones concretas, conectada a las relaciones que se traman y sus efectos; muy al contrario, apoyados en la falsa apariencia de libertad existente, el aval ético absoluto impuesto a la economía capitalista, la legitimidad de las intocables competencias otorgados a los llamados representantes en la democracia partidista, no parlamentaria, la escasa solvencia e independencia de la peor "hornada" política desde 1978, hace que ahora, reventada la burbuja inmobiliaria, se pretendan poner todos los huevos robados en la cesta del caos energético, en concreto el eléctrico, antes público, escamoteando (de forma que debiera investigar la fiscalía) servicios e infraestructuras antes públicos, líneas y subestaciones, cientos de miles de millones pagados por todos, que aquí ahora el inepto embaucador Revilla y la codicia psoecialista quieren "poner en valor", permitiendo el destrozo eólico y, con él, la destrucción del territorio común de todos.
Noticia de primera página ayer en "El Delirio" del capital, Sánchez "telefoneó a Revilla para concretar la firma de los compromisos pendientes con plazos y dotación económica", a cambio de que "el diputado del lábaru", nuevo, colabore en hacerle presidente... y alguna tropelía más; sin avergonzarse, nos explican que -en quiebra política- no toman las decisiones con criterios objetivos éticos que persiguen la justicia igualitaria, sino -algo en lo que es muy hábil el maleable sindicalista vertical Revilla- a través del trapicheo que, en el actual nivel de amoralidad política, ni ocultan, alardeando, además, de que su palabra no vale nada, pues no son de fiar,..., lo hacen por escrito, lo firman y, aún así, veremos, de nuevo, que pasa. Ejemplar.
Otra muestra, hacen públicos -lo público de- los bienes y rentas de algunos políticos y vemos a los "jefes" con ingresos, bienes, rentas,...  -algunos escandalosamente- superiores a sus méritos, trayectorias, capacidades,... mientras que, entre los de aquí, hay un psoecialista que, siendo lo que ahora dicen sindicalista, tiene sueldo notable, cuenta saneada en un banco, acciones de éste y eléctricas -¿no entrarán en conflicto con su actividad legislativa?- y no fiándose, al parecer, de las pensiones públicas, un plan privado. Sin comentarios
La política es aquí ahora una forma de  corrupción basada en la ética que el poder nos impone utilizando los medios de comunicación, todos suyos,..., con intereses poco limpios, ligados al peor capital que, por ello, sin pudor defiende su forma: el régimen, ahora sí se puede hablar de régimen, de los partidos en bancarrota, convertido en totalitarismo “democrático”.
Frente a ello, un programa laico de izquierdas debe saber que la ética se define por un imperativo que vincula al sujeto humano: “¡continuar siempre!, analizar crítica y de modo individual los acontecimientos, actuar haciendo líneas, no puntos, ser rápidos incluso sin moverse, estar en medio, unir las “facultades de discernimiento” -no dejarse engañar por falsedades-, “de valor” -no ceder contra la verdad en función del interés- “y de reserva” -no creer que la potencia de la verdad de un hecho es absoluta-, de forma que la pretensión de esa ética nunca puede ser, salvo por exigencia táctica, ni “someter el mundo al reino abstracto del Derecho, ni luchar contra un Mal exterior y radical”, ambos artificiales y absolutos, sino detectar la verdad en los hechos concretos y, a partir de ella, luchar contra el Mal, también concreto, “anverso o faz oscura de esas verdades”.

Encarar la injusta desigualdad, la corrupción y quiebra política, el abuso energético, el capital, el banco, la destrucción de la Tierra,… exige un brío de pensamiento, no caer en la convicción de verdades absolutas, prudencia y, por encima de todo, “¡continuar!”, otra cosa nos lleva, inevitable, a viajar, serviles, en el tren de este mundo y su injusticia absoluta, a consolidar la cenagosa situación de quiebra política y ética.

jueves, 6 de junio de 2019

Deconstruir el procés (32) Rebelión, sedición, etc. Fernando Merodio ALERTA 07-06-2019

Deconstruir el procés (32)
Rebelión, sedición, etc.
Fernando Merodio
ALERTA 07-06-2019
Es la Justicia, lo justo, idea mayor, valor nacido del convenio social de mantener la armonía entre humanos, expresado en las normas que regulan las relaciones individuales y con nuestras entidades, leyes que dicen lo que hay que hacer, qué se autoriza, se prohíbe, en su caso, se castiga y fijan, también, lo preciso para exigir su cumplimiento, con la peculiaridad de que, al intervenir personas -limitadas- en las fases del esencial proceso, se generan graves fallos al filosofar -decidir qué es justo-, legislar -darlo forma de ley- y, por supuesto, al juzgar -aplicarla-.
Tales son las reglas y herramientas que aquí ahora tenemos para enjuiciar los daños causados a todos por los graves hechos del insufrible egoísmo de parte de los llamados catalanes, los mayores -mucho más, pienso, que los del esperpento Tejero- que, tanto como los de la desigualdad e injusticia consentidas, nos hemos causado desde que murió -ahora resucitado por una recua de ineptos- Franco, respecto al que hay que insistir en que, cuando vivía, pocos se encararon a su idea de lo justo, a su ordeno y mando en leyes, jueces, policía, ejército,...
Hoy parece todo más lógico pero, oculto en la farfolla que genera el poder real, lo justo que afecta a lo común, claro objeto del contrato social, de la constitución, debiera ser tan claro que exija/posibilite protegerlo con fiereza incluso, ya que ir contra ello es, sin duda, el más grave atentado a la más imprescindible convivencia y debiera ser fácil para todo el mundo entenderlo; por consiguiente, algo falla.

Aquí ahora, vivido el grave atentado a la convivencia, hemos visto que la norma no es modélica -es de nuestros congresistas-, permite al parcial dudar entre dos delitos, rebelión y sedición, que podían tener cualquier nombre mejor, figurando el primero en el Código penal como delito contra la constitución, señal de su gravedad, índice de peligro, señalando reos de él a "los que se alzaren violenta y públicamente para (...) 1º. Derogar, suspender o modificar total o parcialmente la constitución. 2º. Destituir o despojar en todo o en parte de (...) sus facultades al Rey (...). 4º. Disolver (...) cualquier asamblea legislativa de una comunidad autónoma, (...) arrancarles alguna resolución o sustraerles alguna de sus (...) competencias. 5º. Declarar la independencia de parte del territorio nacional (...)", devaluando la violencia de la que, parciales, hablan algunos, cuando agravan la pena violencias ajenas al tipo base como "si se han esgrimido armas, o hubiera habido combate (...), hubiera causado estragos (...) ejercido violencias graves contra las personas (...)", y regulando la sedición, menor, como delito contra el orden público, haciendo ello dudar de la teoría de la abogada del estado de Sánchez; si ajenos a legalismos que alejan de lo justo, útiles para los que -de verdad- tienen poder, frente a Vidal-Folch leemos y pensamos atados solo a lo oído, leído y pensado, no dudaremos de cuál y cuán grave fue el delito.

martes, 4 de junio de 2019

Deconstruir el procés (31) Rebelión golpista Fernando Merodio ALERTA 05-06-2019

Deconstruir el procés (31)
Rebelión golpista
Fernando Merodio
ALERTA 05-06-2019
Seguramente, una vez más, no gustara al totum revolutum que forman los acríticos, los progres buenistas y los aquí afines al cantabru, molestará también al trozo de mí mismo poco afín a cómo suele ser y actuar la fiscalía que coincida con lo grueso de su trazo, pero intento, como siempre, decir lo que pienso y me ratifico en que, como escribí al inicio del juicio, los hechos del 1-O, sus precedentes, desarrollo y efectos son una muy evidente, egoísta -luego cobarde- y en todo momento dañina para el resto rebelión golpista; poco que fuera sustancial de lo que pensaba ha sido afectado por la prueba y, ahora con más argumentos y como tipificación jurídico penal, sigo pensando que una pequeña minoría se alzó contra el resto con la técnica de un intento de golpe de Estado, que aun palpita.
Para clarificar ideas, además de a los códigos, acudí y vuelvo a Curzio Malaparte, que en Técnicas del golpe de Estado, 1931, analizó distintos putsch mostrando cómo, desde cualquier ángulo ideológico, con el uso espurio de la legalidad que emana de la norma que infringen, hay grupos que se apropian -o lo intentan- de la maquinaria estatal para, como ocurrió en Cataluña, procurar destruir la estructura del Estado y romper su convivencia con la gran mayoría que no piensa igual que ellos, incumpliendo parte básica del contrato social que les convirtió en porción voluntaria de un, pese a sus defectos, Estado democrático de Derecho que, aún hoy, los incluye.
Son muchas las víctimas del peligro generado por la insólita deslealtad política de unos pocos con pretensión unilateral de romper el contrato social y a todas ellas afecta la sentencia del tribunal supremo, que deberá valorar, lo primero, si tales hechos, deslealtad y peligro tuvieron como real objeto contra el que se dirigieron el bien jurídico que se protege al tipificar el delito de rebelión, la Constitución, norma de convivencia, y no el orden público que se protege al tipificar la sedición.
Evidentemente sí, y concurren, además, el resto de elementos del tipo, pues los acusados -y bastantes más- al intentar derogar o romper total o parcialmente la Constitución forzando la independencia de parte del territorio común, difundieron su alzamiento con normas ilegales, usaron el impulso de la movilización crispada de personas que ejercieron, cada una a su modo, presiones y alborotos violentos de difícil control, llegaron a utilizar, sin razón que lo apoyara, el cobarde escudo humano de mujeres, ancianos y niños, cantaron -insisto, de extravagante modo- la independencia del territorio y parte de los atados por el contrato social que habían votado, suplieron la monarquía -nos guste o no- legal por una irreal república,... y, lo más grave, pusieron con su deslealtad al muy mayoritario resto de quienes no estaban de acuerdo en situación de peligro cierto, todo lo cual, entiendo, los hace autores de, entre otros, un gravísimo delito de rebelión, cometido con la técnica de un golpe de Estado.

sábado, 1 de junio de 2019

54 Los domingos, cavilar Tehuantepec Fernando Merodio 02-06-2019

Somos viento

54 Los domingos, cavilar
Tehuantepec
Fernando Merodio
02-06-2019
“Hay quien puede vivir sin lo salvaje y quien no puede"
 Aldo Leopold "Un año en Sand County"

Más que nunca hoy, triste, nostálgico de aquellos tiempos en que había hombres y mujeres que luchaban arriesgando lo suyo por ideas dignas, asqueado, me esfuerzo en escribir a flor de piel, con sinceridad... y ganas.
Coincidiendo con la vergüenza -¿sin responsables?- del insoportable tufo que desprende el espectacular mamarracho que hoy es la elección de quienes, porque aún hay quien les vota, dicen representarme, han visitado Cantabria dos mujeres, Guadalupe, luchadora indígena amenazada de muerte y Elena, activista experta, y lo hacían para, buscando supongo nuestro abrazo, informarnos acerca de la situación de cruel abuso a que tienen sometida a la comunidad indígena de Unión Hidalgo, Istmo de Tehuantepec, Estado de Oaxaca, en México Iberdrola, Gas Natural-Fenosa -hoy disfrazada de la idílica Naturgy del nacionalista vasco Josu Jon Imaz-, Gamesa, Siemens, Acciona, Renovalia,..., las mismas multinacionales que, con la colaboración de Martín, Revilla, Zuloaga and Co, aquí intentan hacer daño. Eran dos mujeres.
Explicaron que Tehuantepec es una zona muy ventosa de solo 100.000 Ha de superficie -Cantabria tiene algo más de 500.000- que, con apoyo en la demagógica coartada de lo que multinacionales, medios de comunicación y políticos de cámara llaman, sin saber qué es en realidad, "transición energética" y en el cajón de sastre en que todos ellos han transformado la lucha contra el "calentamiento global" que han ocasionado, ahora prometen arreglarlo como aquí, aturdiendo aún más a sus víctimas, de Tehuantepec -el México del "amigo de Revilla"- con 5.000 aerogeneradores de los que ya funcionan unos 1.500; invasión y atropello que, con la falsa etiqueta de "renovable", es solo destrucción, daño y un próspero y evidente negocio en la rapiña de las crueles, contaminantes, destructoras multinacionales energéticas -un 50% de ellas del Ibex-35 español-, aun más que acá, inhumanas.
Dejaron claro Guadalupe y Elena que ellas, igual que aquí la Plataforma para la Defensa del Sur de Cantabria, no son ecologistas en el prostituido sentido actual del término sino activistas convencidas en la defensa de su territorio, su mejor -casi único- bien, del que, ladrón siempre, pretende apropiarse el peor capital, dejándonos sin el fundamental medio de que disponemos para mantener con dignidad nuestras vidas.
Con diferencias cuantitativas, no cualitativas, nos dejaron claro que los cuatreros tienen allí las mismas pautas de funcionamiento que aquí, se trata de multinacionales, cuyo capital es de los países más ricos, del 1% de los sujetos que dominan el mundo, dejándonos también muy claro que funcionan, insisto en que aquí como allí, sin esforzarse en ocultarlo, con una más que evidente técnica neocolonial:
·             lo principal de tal técnica abusiva, cobarde y centenaria es que, para sus solos fines, se apoderan del territorio y lo utilizan, desgastan y dañan, pero no lo compran ni, por tanto, lo pagan, hasta ese extremo llega su miseria
·             eligen y es solo suya la tecnología, el proyecto, la construcción, el control de la actividad de los parques eólicos, no dejando a sus víctimas ni las migajas
·             controlan también, por supuesto, el destino, a quien se vende lejos de donde se genera, el transporte, la transformación, el uso y los beneficios de la energía que, en terreno de otros, les regala el viento
·             sus técnicas de implantación son, por supuesto, ilegales de toda ilegalidad, sin consultas, con estrategias de división entre los afectados, pactos privados con pagos de mínimas cantidades a las más miserables y arrastradas de sus victimas
·             hacen uso y abuso del dócil y decidido apoyo lobbysta de políticos y -ficticio-saber locales, regionales y estatales, aquí ahora se significa el psoecialista Zuloaga
·             aquí y allí, utilizan amenazas, presiones, intimidaciones ad hoc, en México, incluso el asesinato, conformándose aquí con el silencio mediático, la muerte civil de quienes los contradicen y molestan
·             cumplen un importante cometido los "eternos subvencionados", legitimadores con su ambigüedad de las peores actuaciones, junto a los medios de comunicación que controla el capital de multinacionales y bancos
·             a los afectados/perjudicados solamente les generan daños humanos, sociales, económicos, ambientales,... y un larguísimo etcétera que quien reflexione sabe.
Es cierto que el calentamiento global está destruyendo el planeta y exige avanzar en  la generación renovable de la energía que -verdaderamente- necesitemos pero, si queremos que el cambio sea real, que no lo manejen y perviertan los mismos canallas que nos han traído aquí, es preciso forzar cambios reales en todas las estructuras del poder, que no sean los de siempre -Botín, Imaz, Florentino Pérez, Brufau, Sánchez Galán, Jordi Sevilla, Antoñanzas,...- quienes a su gusto y solo beneficio continúen -tras expoliar nuestro territorio, economía y vida- generando, transportando, distribuyendo, vendiendo,..., lucrándose en régimen real de monopolio de un bien tan necesario, común, de todos y tan peligroso como es la energía.
La evidencia de lo dicho es y ha sido parte del vendaval que ha alimentado y, mientras sople, alimentará la lucha de unos cuantos pero no puedo acabar sin dejar imprescindible constancia de la miseria local, la tristeza, la melancolía por lo que se fue, el asco,..., que me han producido algunos hechos.
Es mérito de la revolución francesa y la Ilustración que, hoy, en la desconcertada Europa, la labor que en México y en toda Sudamérica tienen que desarrollar heroicas activistas como Guadalupe y Elena la encabece, para vergüenza de todos, una niña sueca, Greta Thunberg que, con sus titubeos, habla muy claro  y, con solo cinco palabras, nos indica qué debemos hacer: ¡¡hay que cambiar el sistema!!

La hospitalidad de la librería La Vorágine, no conmigo o con la Plataforma, con Guadalupe y Elena, dos de esos nadies de los que Eduardo Galeano dice "que no son, aunque sean / que no hablan idiomas, sino dialectos / que no hacen arte, sino artesanía / que no practican cultura, sino folklore / que no son seres humanos, sino recursos humanos / que no tienen cara, sino brazos / (...)", que en definitiva son "los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata", se trocó violenta -sin que lo justifique lo mucho que podamos molestar la Plataforma o, en especial, yo mismo- en inculta inasistencia, insolidaridad, espero que no desprecio y sí, al menos, mala conciencia de la sociedad santanderina, toda ella, en especial los progres buenistas, los -que se dicen- ecologistas y, lo más doloroso para mi, los que (ab)usan y se lucran con -lo poco que queda- de los restos de la izquierda marxista, única que se enfrentó a Franco y los ofensivos, apoltronados burócratas de CC,OO que, en las mismas oficinas que ocupó el siniestro sindicato vertical franquista, arrastran la limpia dignidad de las clandestinas, heroicas Comisiones Obreras, dos grupos degradados que no difundieron la presencia,... ni siquiera asistieron a apoyar, rendir homenaje y pedir perdón a las víctimas inocentes del capital que todo el mundo avanzado -con especial dolo de ellos-ha consentido.

Coda/esperpento final.- Como era esperable y lógico, los asalariados de los medios de comunicación, que comen en un abrevadero social, estentóreos, callaron y, en especial, Europa Press, simpática, avanzó "hola, no creo que podamos ir a vuestra rueda (...)", pero si fueron -¿quizás para espiar?-, tomaron nota y no difundieron nada, supliendo lo de Tehuantepec por una chirriante, falsa y larga nota publicitaria de la Asociación Eólica de Cantabria que, ¡por supuesto!, El Delirio publicó a toda página.