martes, 30 de abril de 2019

Deconstruir el procés (22) Observar Fernando Merodio ALERTA 01-05-2019

Deconstruir el procés (22)
Observar
Fernando Merodio
ALERTA 01-05-2019
El juicio abre la semana con cuatro amigos europeos -no saben quién los paga- amorosos con ese Romeva que, increíble, al parecer algún día militó en el PSUC comunista, y sigue con el tenebrosamente bueno Lluis Llach que, ilógico y dañino, ofende la memoria de los que arriesgaron todo para hacer caer y librarse de la estaca a que nos amarró Franco, de la que él decía: "¡si no podemos librarnos, nunca podremos andar!". Cantautor acabado, trata ahora de encadenarnos a otro garrote acaso aún peor, el del pútrido egoísmo nacionalista y utiliza, cursi, para justificarse el más retórico oxímoron, ¡se define independentista y aspirante a ciudadano del mundo!
Ni los amigos pagados ni Llach suman nada útil a la prueba en el juicio y no se me ocurre al respecto más que resaltar la falta de apoyos reales que con ellos evidencian las defensas, por lo que al saber que, al tiempo, otros recuerdan ahora en Menorca la obra, en el polo opuesto, de Albert Camus, pienso en lo que, pese a discrepar, admiré -y admiro- al francés de origen argelino, fallecido en 1960 en un extraño accidente automovilístico, que vivió siendo individuo exigente -y ejerciente- de su derecho a oponerse, a discrepar frente a dios o al amo, dejando dicho que "El hombre rebelde" es el que dice no y sabe que "negar no es renunciar", por lo que, pese a decir no a lo que no acepta, también sabe "decir sí desde su primer movimiento" y, en rebeldía constante, siempre "se vuelve o revuelve contra algo"; en su discurso del Premio Nobel de Literatura nos legó algo tan a tener en cuenta y actual como que "cada generación, sin duda, se cree destinada a rehacer el mundo. La mía sabe, sin embargo, que no lo rehará, pero su tarea quizás sea aun más grande, consiste en impedir que el mundo se deshaga".
En el otro extremo del comportamiento ético, en línea con los que, por egoísmo, no temen deshacer el mundo, los amigos europeos de los promotores del procés, todos nacional-populistas pagados por no saben quién, dicen ser parte observadora de no está claro qué de lo que, el 11-O, ocurría en Cataluña,..., si bien una, portuguesa, admitió que su modo real de observar fue ver la televisión. Todo penoso.

Triste, acabo como ya he hecho otra vez, reflexionando sobre lo que piden, egoístas, catalanes y vascos, ¡sí, vascos! y, además, ahora sobre la mísera actitud del capital, la CIA, Trump, PSOE, Europa,.. con los venezolanos y aplicando a todo ello el poema de Pablo Neruda: “No hay que contar con su arrepentimiento / ni hay que esperar del cielo ese trabajo; / el que trajo a la tierra este tormento / debe encontrar sus jueces aquí abajo. / No lo aniquilaremos por venganza / sino por lo que canto y lo que infundo; / mi razón es la paz y la esperanza. / Nuestros amores son de todo el mundo".

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