47 Los domingos, cavilar
La memoria
Fernando Merodio
14-04-2019
“Toda teoría
psicológica digna de alguna consideración habrá de ofrecer una explicación de
la 'memoria'". "Proyecto
de una psicología para neurólogos". Sigmund Freud.
"Sé que he perdido tantas cosas que no podría
contarlas y que esas perdiciones, ahora son lo que es mío (...) Sólo el que ha
muerto es nuestro, sólo es nuestro lo que perdimos (...) Nuestras son las
mujeres que nos dejaron, ya no sujetas a la víspera, que es zozobra, y a las
alarmas y terrores de la esperanza. No hay otros paraísos que los paraísos
perdidos". "Posesión del
ayer" de "Los conjurados".
Jorge Luis Borges.
Para
algunos resulta muy fácil influir manipulando la realidad, utilizar de modo
descarado la mentira con fines sociales o políticos, aprovecharse abusivamente
del derecho fundamental -de todos- a la información y me siento obligado a
cavilar sobre algo tan personal/individual y -si se dispone de medios- tan peligroso.
Manuel
Angel Castañeda, acaparador histórico de los peores apoyos y de medios sobrados
para, vocacional, ejercer de censor cancebero provincial de las esencias del
sistema, titulaba "Memoria sin
nostalgia" su -siempre (mal)intencionada- homilía dominical que hizo
pública El Delirio Montañés del 7 de
abril, en la que, además de evidenciar que no lee a Borges, realza una declaración
de principios/excusatio non petita, sin desperdicio: "No es que vivamos en el mejor de los mundos posibles, pero carece de
base el negacionismo que sostienen los que creen que la humanidad tiene rumbo
equivocado", sin aportar, como siempre, ni siquiera indicios de a
quien o quienes se refiere como agentes de ese negacionismo... que él niega; con
el simple argumento de una triste selección de tópicos sobre los años 60/70 del
pasado año, tal como él, al parecer, los vivió: la censura y Fraga, el Pequeño Libro Rojo de Mao, al que califica
de, sólo, gran genocida, los lisérgicos cantos de paz, el hombre y la Luna, la
UIMP, el cine de arte y ensayo, Drink
Club, en teatro, Lina Morgan y Juanito Navarro, no se enteró, al parecer, del
Marat-Sade, de Marsillach o Las Criadas, de Victor García/Nuria
Espert, llamando, en especial la atención su muy leve referencia a que entonces
mandaba Franco y el modo en que lo hacía al privar de importantes libertades a
todos y encarcelar a los pocos que, en especial comunistas y obreros, le hacían
frente; no se trata, pues, de una memoria objetiva, sino selectiva que, en
fondo y forma, más que mostrarnos la historia, se limita a definir los intereses
de su vida.
Faltando,
además, toda mínima conexión -necesaria para elaborar todo silogismo- entre las
dos premisas base -qué ocurría en los años 60/70 y qué pasa hoy- y su
conclusión -es negacionista quien opine que el rumbo actual es erróneo-, valorando
también que la acepción más usual de esa nostalgia que tanto molesta al
defensor de la esencia, es "sentimiento
de pena por la lejanía, la ausencia, la privación o la pérdida de alguien o
algo queridos", que tal "pérdida"
es, para Borges, la base del paraíso perdido, que "negacionismo" es una actitud de
"rechazo a aceptar una realidad
empíricamente verificable" y que el crítico no aporta para llegar a su
conclusión ninguna realidad objetivamente constatable, parece evidente que el
corolario de -como casi todos- este concreto sermón dominical, tiene la
estructura política de la mentira, la evidente vocación de nudo gordiano, más
enrevesado aún que el que ató carro, yugo y lanza de Gordias y el objetivo de proteger
concretos intereses de los distintos consejos de administración vinculados al Delirio, que le apoyan y dotan de medios.
Freud no tiene
una teoría específica sobre la memoria a que, ajena a la nostalgia, Castañeda
da un valor tan útil para él y los suyos, si bien es un concepto presente en el
conjunto de su obra y, como Marx y Nietzsche en sus mutuas materias, él la aplicó
un análisis tópico, filosófico, político, económico,... y, partiendo de que su
base está en los sistemas neuronales, es biológica, sabe que está fuertemente
vinculada a la motivación humana y al deseo, por lo que estudió cómo da lugar a
asociaciones, pulsiones, bloqueos,... que hacen que sea tan impenetrablemente
complejo su análisis, al que afectan los hechos vividos, grabados en el
subconsciente en forma de fantasías y síntomas reprimidos que se acaban mostrando
con nuestro desarrollo libidinal.
Memoria y nostalgia o
como se la quiera llamar, me parecen, pues, inevitablemente unidas, en forma
que no tiene por qué ser, como abomina Castañeda, necesariamente negativa,
siendo, además, evidente que, pues, para recordar sus hechos, cada cual tiene
que hurgar en el caótico espacio en que, a su modo, acomodó lo vivido, sujeto a
otros muchos condicionantes o intereses personales que separan los hechos de su
real identidad, vaya vd. a saber cuál es la proximidad que, en todo caso,
tendrá con tal realidad lo que salga del complejo proceso de utilizar la
memoria.
Conviene aquí
interrogarse sobre qué pretende el sermoneador con su abstrusa abstracción y a
quién beneficia su conclusión/admonición extraída de personales erróneas premisas,
referida a que la humanidad no tiene, hoy, equivocado el rumbo, por lo que,
siendo cierto que siempre fue sólido y servil propagandista de similares ideas,
le resulta aplicable la desautorización del filósofo Antonio Valdecantos cuando
afirma que "lo que se llama realidad
no se manifiesta dando respaldo a nuestras afirmaciones ni corrigiéndolas cortésmente,
sino burlándose de nuestra confianza en ella y vapuleándonos sin ninguna clase
de miramientos. Convencerse de que los actos se han ceñido a las creencias de
uno es una ilusión bien pueril" y, añado yo, interesada, concluyendo el
pensador que "si lo que se quiere es
mantener las lealtades, con la rutina hay suficiente y la verdad no hace
ninguna falta", siendo evidente que cuando las lealtades son hacia
agentes tan fuertes y peligrosos como los desencadenantes de la injusta
desigualdad que hoy asola el mundo o, entre otras catástrofes, del cambio
climático/calentamiento global, bastaría con escuchar un par de minutos a una
niña de 15 años llamada Greta Thunberg para que, incluso alguien que tuvo que
"sufrir" en su juventud la convivencia con el Pequeño Libro Rojo del -sólo- genocida Mao, los sonidos lisérgicos,
las canciones de paz -no la guerra de Vietnam-, el acceso de Juan Carlos a la
sucesión -diferida- de Franco a título de rey, los cines de arte y ensayo, la
película "Repulsión", de
Polanski, Lina Morgan y Juanito Navarro,..., tragedias que le causaron un
trauma desencadenante de la agradecida satisfacción -coincidente en lo esencial
con la de ese Donal Trump cuyas enloquecidas políticas intentan matarnos-, con
"su" actual presente, para que incluso hasta tal "víctima"
se sienta avergonzada de negar -con publicidad- que hoy "la humanidad tiene el rumbo equivocado";
repito, bastaría para ello que escuchara, en silencio un par de minutos, a la
niña para, si aún no se ha perdido del todo el oremus, morirse de bochorno al
ver cómo estamos perdiendo las dos batallas, sin duda, más importantes, la de
la justicia, por la igualdad y la de la supervivencia, en la que nos enfrentamos
a la naturaleza, la física, la biología, la química,..., la vida.
Todo ello se refleja,
ácido y aplicable a muchos otros peligrosos ejemplos, en la última viñeta, la de
ayer, de El Roto, un hombre con una bandera en la mano y cara de bestia
diciendo "La militancia permite
tener razón sin tener que razonar", lo que resulta en especial cierto
cuando se milita en un ejército tan abusón y poderoso como el del susodicho, el
mismo sujeto que, memoria, cuando en España ocurrían hechos como los de la
masacre de Atocha, señalaba en un periódico con sus nombres y dirección,
Castilla, 11, a los jóvenes abogados y la secretaria de aquellas Comisiones
Obreras, reseñándolos con todas las letras, aunque no maoistas, como
comunistas, por lo que aún hoy me preocupa la insistente existencia de
injustificadas, privilegiadas, conocidas, excesivas,... presencias negativas,
militantes, relevantes, insistentes,... en los foros de todos, sin que la
sociedad se lo haga siquiera mirar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario