Deconstruir
el procés (14)
Els altres
catalans
Fernando Merodio
ALERTA
03-04-2019
Cuando en España se
vendían -aún- menos libros que ahora, algunos sólo se encontraban -en traducción
sudamericana- en la oculta trastienda de pocas librerías y los otros que se
compraban debían tener el visado de la intolerante censura, en 1964, Francisco
Candel publicó un desorden de reflexiones y artículos titulado "Els altres catalans", los otros
catalanes, referido a los que, llevando su pasión por las semanas santas,
procesiones y ferias anuales, hacían en Cataluña el trabajo más rudo y odioso,
acabaron llenando el "cinturón rojo" que rodeaba Barcelona y, al
tiempo que resolvían serios problemas ajenos, soportaban caritativa ropa usada
de endomingadas señoras y daban forma a un inédito dilema en la "identidad
catalana", una duda que resolvió, pillo, Pujol haciendo catalán a "todo aquel que vive y trabaja en Cataluña"
¡Así de fácil!
Pese a tan imaginativa
solución, aquello desembocó en esto que hoy llaman procés, empujado incluso, sin duda, por hijos de "altres catalans", más papistas que
el papa y más ignaros, incluso, que las que hace años los hacían sufrir la caridad
de ropa -muy- usada, colaborando a que, en una reciente entrevista, el anteayer
fallecido Rafael Sánchez Ferlosio, siempre inteligente, exclamara: "Cataluña me aburre, me aburre mucho. No se
puede aguantar. Los mismos diciendo una cosa y la otra. No creo que termine ni
bien ni mal. Es más aburrido que un partido con empate a cero. Es un coñazo. No
tiene solución o será una solución aburrida. Alguna vez decrecerá. Y ellos
entonarán los cantos de los segadores... y vuelta otra vez".
El procés se llena de nombres y apellidos
de "altres catalans",
políticos, mossos, guardias y ladrones, seguidores del Barca, coactivos
manifestantes que cantan, sin conocer, "els segadors",...; hace días leía en un periódico que Eliseo
Aja, amigo en juegos infantiles, camarada en afanes políticos que quisieron ser
serios, catedrático discípulo del recordado Jordí Solé Turá, padre de la
constitución por el PSUC/PCE, santanderino, fue ¡presidente del Consejo de
Garantías Estatutarias de la Generlitat!
y hoy afirma cosas tan evidentes como que, tras concluir los traspasos, a
partir de 2001 las autonomías tuvieron que gobernar y hubo problemas que se agravaron
al dejar la crisis sin financiación el sistema comunitario, por lo que el
problema "de Cataluña no surge por
el factor único del estatuto de 2006 y la sentencia del constitucional de 2010,
eso es un cuento chino"; al final será verdad, la pela es la pela.
Pese a que como
Wittgenstein recalca, aunque usemos las mismas palabras no siempre queremos
decir lo mismo, Aja dice que, toda vez que las instituciones no tienen la libertad
de expresión de los ciudadanos, "lo
primero debería ser crear un lenguaje común" que, con una franqueza hoy
inexistente, facilite la comunicación entre ellas, un esfuerzo que los torpes
muñidores del procés, hoy juzgados
por hechos, deben a todos los españoles, en especial a los "altres catalans", tan leales con
ellos.
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