domingo, 31 de marzo de 2019

45 Los domingos, cavilar Lo llaman "pogreso" Fernando Merodio 31-03-2019

45 Los domingos, cavilar
Lo llaman "pogreso"
Fernando Merodio
31-03-2019
“Una vez hubo truchas en los arroyos de montaña, se veían en la corriente ambarina donde los bordes blancos de sus aletas se agitaban suavemente. (...) Mapas y laberintos de una cosa que no tenía vuelta atrás; ni posibilidad de arreglo. En las profundas cañadas donde vivían todo era más viejo que el hombre y murmuraba misterio”.
"The Road" (La carretera). Cormac McCathy
Crece sin freno en la sociedad de la (des)información el daño a los demás que nace de lo que el poder logra al pervertir -para debilitar- el lenguaje con su inflexible control sobre los medios de comunicación de masas, periódicos, cadenas de televisión y radio,...; su muy sibilina y tenaz manipulación del significado de las palabras logra que hoy, en el muy escaso y blando debate de ideas, sea difícil, imposible casi, entender al otro, simplemente coincidir en lo que significan, básicas, palabras como ciudadano, amor, paz, sexo, terror, izquierda, derecha, nación, democracia, identidad, pueblo, anarquía, comunismo, socialismo, libertad, igualdad, desarrollo, progreso,...
Estamos abandonando el feraz territorio que roturó la revolución francesa, nuestra falta de esfuerzo, decisión y coraje nos aleja de la fértil tierra que la Ilustración sembró, la tierra que Kant araba con su ”Sapere aude!, ¡atrévete a saber!, ¡ten valor para usar tu propia razón!; es tan evidente la perversión que, a fin denunciar en un libro la “borrosa ambigüedad de las palabras cuyo significado todo el mundo cree conocer”, Fernando Savater usaba una viñeta de El Roto en la que un personaje parecido -y que, sin duda, anunciaba- a Trump, señalaba al lector e inquiría amenazante: “¿Es vd. un ciudadano normal o todavía piensa?, turbadores los personajes de El Roto, con discursos tan certeros e inquietantes como “las mentiras también son armamento” o “tú utiliza a menudo la palabra democracia, que no se note mucho que eres un fascista”, alambrada que acota, cerrándolo, el territorio en que vegetamos.
En "La carretera", de Cormac McCarthy, un padre y su hijo niño se mueven entre los dantescos restos del mundo tras no se sabe cuál de las atrocidades -es ejemplo el cambio climático-  a que, rodeado de silencio, lo somete el poder, metáfora actual de a dónde lleva el pervertido uso de la idea de progreso, el "pogreso" que llena la boca del poder y sus siervos, una novela que el septuagenario autor dedica a su hijo John Francis, de ocho años y su negro futuro; empieza narrando sus miedos y primacías, “al despertar en el bosque en medio del frío y la oscuridad había alargado la mano para tocar al niño que dormía a su lado”, y acaba, tras un asfixiante recorrido por las consecuencias de tal perversión del progreso por el capital(ismo), con las metafóricas líneas que abren esta cavilación, situación generada por quienes -solo- prohíben la única forma de violencia que iguala a todos, la física, los violentos -reales- que ocultan lo que pasa pervirtiendo la palabra, poderosa arma al servicio de todos e intentan callarnos, el 1% que se cree investido de -divino- poder y sus más míseros siervos que, a cambio de algo, tratan de borrar lo más serio de la poética advertencia final de McCarthy, “no tenía vuelta atrás”, “ni posibilidad de arreglo” y “misterio”, que plasman la urgencia de ya rebelarse, desobedecer.
Debemos evitar que predicadores de "pogreso" y "progresismo" nos condenen a un perenne y temeroso vagar protegiendo a hijos y nietos en la carretera de Cormac McCarthy o, quizás peor, a despertar un día en un planeta en el que -¿"regreso"?- gobiernen simios, debemos intentar, por contra, sabiéndonos como se sabe Belén Gopegui solo “agua, carne, mierda, valor, orgullo, bondad, sentido del ridículo y miedo”, dar la necesaria ciaboga a nuestro erróneo navegar, cinglar con la corriente del progreso humano y huir del insano egoísmo que alimenta el miedo.
En estos momentos, el 1% carga contra todos nosotros controlando la energía, sus enormes beneficios, su generación, con un descontrolado (ab)uso del poder que ello otorga, haciendo que ahora sean enormes los daños que causa su mala utilización del excesivo poder en forma de calentamiento global, del llamado cambio climático,
Destaca aquí en ello la poco conocida corporación, que habría que desenmascarar, Red Eléctrica de España, REE, presidida, puertas giratorias, por Jordi Sevilla, un ex-dirigente de la PSOE, cuya monopolística y estratégica función es transportar, traer y llevar la energía a altísima tensión y garantizar al oligopolio una cómoda operatividad del "sistema eléctrico", facilitándole, además, la gestión de lo más sucio de su negocio, resolver, con su apariencia de pública, los abusivos conflictos con los particulares.
No debe engañar a nadie tal -interesada y falsa- apariencia de entidad pública, su exclusivamente publicitada condición de operadora del sistema, desmentida por su composición y presencia en bolsa, entre los 35 grandes negocios del Ibex, su descendente dependencia de la regulación, su condición de, cada día más, subsidiaria logradora a favor del gran capital y los grandes negocios de sus divisiones, Hispasat y sus 1.250 canales de televisión, Reinel y su ventajista y oscuro negocio con la fibra óptica incorporada a sus líneas de transporte y las ferroviarias y RE Internacional, colonial en Perú y Chile.
Jordi Sevilla, "sociolisto" no socialista, dice lloroso que "hacen falta más kilómetros de red, conexiones y subestaciones", sin explicar vergonzante que quienes lo piden son sus jefes reales, Iberdrola, Naturgy, Repsol, Endesa,... y adláteres, el abusivo oligopolio al que poco preocupa mejorar/abaratar el suministro, sino ser de facto un monopolio en el negocio de la generación concentrada en sus manos, aplastar -aún más- la distribuida, cegar toda posibilidad de soberanía energética en que participen regiones, municipios, juntas vecinales, concejos, asociaciones, particulares,... y minimice el estrago de las acromegálicas interconexiones, líneas, subestaciones,... que suplica, "sociolisto", Sevilla para distribuir la energía que en exceso monopoliza el gran capital, sus jefes, por medio de la acumulación de tallos gigantes con aspas, 200 metros de altura o los cientos y cientos de hectáreas que ahora quiere en Extremadura Iberdrola con un abusivo atropello fotovoltaico, millones de paneles, miles de km de líneas de alta, media y baja tensión, de toneladas de cimentaciones,..., todo ello más dañino por concentrado, radicalmente insostenible, insolidario,..., puro y duro beneficio -solo- para el 1%. Son, entre otras, salvajadas al servicio del analfabeto "pogreso".
Habría que explicar con detalle el enorme mérito de cientos de asociaciones sin subvenciones ni ingresos -plataformas ajenas a las grandes estructuras de viejos y acomodados dinosaurios subvencionados-, que intentan -y muchas veces consiguen- frenar las distintas formas del destrozo en sus territorios, que están comenzando a sembrar la semilla necesaria para que crezca algo más grande que nos defienda.
Que nadie se deje engañar, la forma de hacer aquí de REE -y en otros lugares de otros-, todo ello en su conjunto, resulta devastador para el planeta Tierra, agravando, entre otros, el -ya gravísimo- problema del calentamiento global/cambio climático, que ha hecho que una sorprendente niña sueca nos avergüence con argumentos adultos y la urgencia de racionalizar/reducir drásticamente la generación/consumo energético.
Incluso el diseño más pijo en una pija revista lo afirma radical, "el progreso -con r- no era esto", añadiendo que "el control del futuro -si lo hay- acabará perteneciendo a un pequeño grupo, una minoría no elegida", ¿se elige realmente a alguien?, por lo que "debemos ser críticos con los objetos que consumimos y pensar cuánto poder queremos darle a las grandes empresas", debiendo ser radicales al denunciar y quitar el poder de influir y condicionar, sustituir a quienes de modo injustificado e injusto lo tienen; aquí, insisto, Vocento, El Delirio Montañés y su más osado, ágrafo vocero, M.A. Castañeda, defensores contra natura del más destructor "pogreso".

jueves, 28 de marzo de 2019

Deconstruir el procés (13) ¿Rebelión? Fernando Merodio ALERTA 29-03-2019

Deconstruir el procés (13)

¿Rebelión?

Fernando Merodio

ALERTA 29-03-2019

Cada día está más claro, hemos sufrido -y sufrimos- la insólita deslealtad política de un grupo de firmantes del contrato social de nuestra vieja nación con pretensión de romperlo de modo unilateral, con riesgo para todos y tan ásperos modos que obliga a reflexionar sobre si esos hechos, riesgo y deslealtad estarán tipificados en el grave e infamante delito de rebelión.

Al regular tal delito, el legislador señaló como bien jurídico protegido, objeto contra el que, pública y violentamente, se dirige el alzado, la Constitución, añadió el dolo específico de constituir un atentado contra una superestructura esencial del Estado y la irónica característica peculiar de que, pese a su gravedad, solo tendrá castigo su autor si fracasa en su pretensión, pues, si triunfa, es evidente que no se le considerará un criminal/rebelde; se trata de un delito que se consuma anticipadamente, con el público alzamiento violento, sin que para perfeccionarse precise alcanzar el fin que persiga el alzado; no es, pues, eximente ni atenuante el fracaso del golpe. 

Fija la ley que la rebelión podrá tener como fines derogar, suspender o modificar total o parcialmente la Constitución, despojar de sus facultades, igualmente, al rey, declarar la independencia de parte del territorio nacional,..., se difunde el alzamiento mediante proclamas, bandos, normas ilegales,..., que definen su objeto y recibe impulso de la movilización de un cierto número de personas, a las que el tipo delictivo básico no exige que estén armadas, si considera agravante lo no exigido para tipificar el delito base, utilizar armas, enfrentarse a la autoridad legítima, ejercer violencia grave, física o de otro tipo contra las personas, cortar comunicaciones, causar estragos, exigir contribuciones o dar a fondos públicos un fin ajeno al legal,...

(Vi)Vimos un alzamiento en el que, cada una a su modo, intervinieron numerosas personas, hubo presiones con alborotos de difícil control, violencia física y de otro tenor, intentos de modificación básica de la Constitución, se declaró - sin consumar, de modo extravagante- la independencia y secesión de parte de territorio atada por un contrato social votado por todos y se sustituyó la monarquía por una etérea república, difundiéndolo con proclamas y normas ilegales publicitadas,..., todo ello reproducido ahora en el juicio, con garantías, por sus actores, para que siete jueces -con severa incumbencia- nos digan si la agresividad física es sólo una agravante de la rebelión o resulta imprescindible para que exista el delito y si, en su caso, concurrió o no; siete jueces que sentenciarán -es su función- si el acreditado desprecio de los alzados hacia el resto, el riesgo generado, los daños causados, el costo de repararlos, incluidos los de ellos,... y, en especial, la dolosa deslealtad de quienes actuaban, no sólo opinaban, es delito de rebelión agravado, o básico, o sólo malversación y desobediencia, o nada, sin que ello impida que quien tenga criterio pueda valorar ya la intención de un titular de El País -no de un abogado defensor- que califica los hechos como "insurrección de pacotilla".

martes, 26 de marzo de 2019

Deconstruir el procés (12) Abogados Fernando Merodio ALERTA 27-03-2019

Deconstruir el procés (12)
Abogados
Fernando Merodio
ALERTA 27-03-2019
Es antijurídico e ilógico que, desde la jacobina y colonialista Francia, senadores juzguen este juicio y, crecidos por lo mal que lo hacen nuestros políticos profesionales, nos digan cómo debemos impartir Justicia; pienso, además, que no puede haber muchos juicios en que, pese a -o, quizás, por-, estar juzgándose delitos tan graves, de tanto riesgo, con tanto desdén hacia el resto -lo que más molesta- y con una colección de abogados -supongo que- muy caros y elegidos a dedo, haya tal delicadeza en las garantías como la que -al margen de la prisión provisional de la que escribiré otro día- reciben quienes germinaron -fracasando- un golpe de Estado contra el resto, sabiendo que lo de los senadores nace de que la "estrategia de ruptura" de algunos abogados de la defensa ha hecho mella, sin duda, en su mala conciencia colonial.
Estrategia de ruptura. Aún joven leía y subrayaba queriendo saber "De la stratègie judiciaire", aquí titulado "Estrategia judicial en los procesos políticos", Anagrama, del abogado francés Jacques M.Vèrges (1924-2013), sobre cómo utilizar la dialéctica en ciertos juicios, forma de la retórica, tela de araña que enreda a los abogados en el exigible y arduo equilibrio entre la mera defensa profesional del cliente frente a cualquier interés o derecho, público o privado y buscar la meta de la Justicia.
Apoyado por Foucault y Derrida, Vèrges llevó al límite el fundamental derecho de todos a la defensa, lo hizo en principio contra el abuso del colonialismo francés, ayudando al FLN argelino para, tras años desaparecido, defender al "Chacal" Carlos, el nazi Klaus Barbie, "el carnicero de Lion", a dirigentes de los Jemeres Rojos, a Milosevic,..., usando, frente a la habitual de "connivencia", la que él llamó "estrategia de ruptura", que no acata los valores del juez, pone en duda el sistema judicial y difunde al máximo el juicio, que él consideraba un "campo de batalla que tendría que hacerse público, a fin de que -el justiciable- luchara en igualdad con los jueces".
Mantenía Vèrges, marxista, sólido izquierdista en sus inicios, una dura hostilidad hacia la aceptada idea de que la función del juicio era "arreglar las contradicciones entre los individuos y las sociedades mediante el acuerdo o, al menos, la aquiescencia de los propios acusados", hostilidad que aquí ahora parecen mantener -con muy serias diferencias con él- quienes defienden a los miembros de la egoísta y desleal burguesía catalana independentista, que no podrían responder a la crucial pregunta de Jacques Derrida a Vèrges sobre si su estrategia -copiada por los catalanes, sin su coherente solidez- se desarrolla "en nombre de la ética de la política o de otra clase de ley" -en especial, la del puro y duro interés-, igual que los senadores que nos critican no podrían -sin sonrojarse- explicar su planteamiento frente a la pretensión de un golpe independentista en el sur de Francia o su -aún hoy- intolerable política colonial.

Tras lo dicho, sería bueno que, si saben, nuestros asalariados políticos mejoren.

domingo, 24 de marzo de 2019

44 Los domingos, cavilar Se está agotando Fernando Merodio 24-03-2019

Montejo de Bricia

44 Los domingos, cavilar
Se está agotando
Fernando Merodio
24-03-2019
"- ¿Por qué no dejas de pelearte con el mundo y te adaptas al ritmo de los tiempos? Es decir..., bueno, supongo que tiene que haber una forma mejor de expresarlo.
- Sigue intentándolo”.
(Edward Abbey. 1962. "Fire on the mountain").

Alamogordo, pronúnciese "alamoyoròo", en castellano, ciudad de 30.000 vecinos  en el estado USA de Nuevo México, poco más de 500 habitantes por km2, la décima parte que Santander, tiene el triste honor de ser el primer lugar en que, el 16 de junio de 1945, casi un año antes de que yo naciera, se desarrolló la prueba Trinity, primera explosión -la fisión y el tétrico Niels Bohr- experimental de un arma nuclear en la historia, dos meses previa a que Little Boy y Fat Man -tan graciosos siempre los yanquis-, las dos únicas bombas atómicas lanzadas contra la población civil, causaran, inclementes y drásticas, el 6 y 9 de agosto del mismo 1945, los 120.000 muertos y 130.000 heridos de Hiroshima y Nagasaki, vergüenza de la historia humana.
En las mismas yermas e inacabables tierras donde una vaca tiene que andar un kilómetro para rumiar un bocado de hierba y ocho para sorber un trago de agua se desarrolla la bella y durísima historia del sólido septuagenario, hijo de un emigrante holandés, John Vogelin que en 1960 no quería teléfono porque no sabía usarlo, y su nieto Bill, un niño de ciudad de doce años que, igual de serios -e inocentes- ambos, pasaba allí los veranos, hermosa historia de amor con el "reino requemado, dilapidado arruinado y sin valor que es el rancho de tu abuelo Vogelin", tierras, montañas, agua escasa, un mítico puma,... fascinantes y aterradores que, retórico, el abuelo inquiría al nieto de quién eran, ¿de los indios apaches mescaleros a los que su padre estafó y robó?, ¿de éste y él que las hicieron parte de sus vidas?, ¿de las grandes empresas ferroviarias y ganaderas?, ¿del First National Bank?, ¿del omnipotente gobierno que pretende robárselas a él por sucios intereses?,... Emocionante historia de su -casi- solitaria lucha contra la fuerza aérea de los USA que, no contenta con haber escenificado allí la devastadora eficacia de la energía nuclear bélica, ahora pretendía instalar un campo de pruebas para misiles; la lucha de un viejo y un niño que, al grito de "¡El Box V no está en venta!" y frente a las apelaciones al sentido común que el poder exige al débil, argüían "Si, claro, que me calle. ¿Y si cerramos los ojos también? A lo mejor así todo se arregla".
Edward Abbey, autor además de "Desert Solitarire" -"El solitario del desierto" y "The Monkey Wrench Gang" -"La banda de la tenaza"- que ilustra Robert Crumb, representa la conocida, admirable y ética desobediencia civil de, por ejemplo, Walt Whitman y H. D. Thoreau, en un mundo que allí entonces -como aquí ahora- empezaba a agotarse, ética rebeldía que se asienta en un firme menosprecio por los llamados métodos democráticos, "incapaces de producir el bien, la justicia y la verdad", en la convicción de que la desobediencia es una obligación de integridad espiritual y en que el individuo no puede limitarse a refunfuñar antes de irse a dormir -y a votar cada x años, como algunos creen aquí-, pues, explicaba H.D. Thoreau en "Walden o la vida en los bosques", él "quería vivir intensamente y extraer el meollo de la vida; no fuera que cuando estuviera por morir descubriera que no había vivido".
Aplicaba el gobierno al desobediente Vogelin la ley de expropiación del siglo XIX -la de aquí es de 1954, ¡uf, franquista!, aunque no parece preocupar a nadie- que, de tan buenas que son ambas, pasadas decenas y decenas de años, al contrario de lo que se pedía al ético insurrecto, no debían "adaptarse al ritmo de los tiempos", pues eran allí -y es aquí- ellas las que fijaban tal ritmo al servicio del 1% que son los amos.
Es una lucha cívica, sinuosa e insegura en sus fundamentos y conceptos base que se puede manipular para ocultar engaños, pero que, por supuesto, no convierte al hombre justo que verdaderamente se guía por la conciencia y desobedece en un fuera de la ley sin más, en un forajido y, como afirma Wendell Berry, "la mayoría vivimos entre castigos y ruinas y para aquellos que al menos son conscientes, los libros de Edward Abbey siguen siendo un consuelo insustituible". Dicen que, cuando por una leve insumisión fiscal, Thoreau pasó unos días en la cárcel, su maestro Emerson le preguntó, "Pero bueno, ¿qué hace usted aquí?", contestándole él "Soy yo quien debería hacerle la pregunta: ¿cómo es que no está usted sentado a mi lado?", aclarando Hannah Arendt, John Rawls y otros sabios que los actos de Thoreau son más propios de "objeción de conciencia" que de desobediencia civil, que exige cierto grado de "movimiento organizado de un grupo, más que una disidencia personal".
Es evidente que la trapacería ambiciosa de unos pocos y el bovino seguidismo del resto está agotando el planeta en que vivimos, lo estamos exprimiendo como hacen con un limón o una naranja los modernos y lacerantes exprimidores -¡tan cómodos e inútiles somos!- eléctricos y han tenido que removernos unos niños -sobre todo, creo, niñas- de todo el mundo, encabezadas por la intuitiva y admirable Greta Thumberg y su -inicialmente- solitaria lucha contra el cambio climático, un tierno y enormemente eficaz modo de objeción de conciencia que -deseo- avanza hacia poderoso, ineludible y urgente movimiento mundial de desobediencia civil que, frente a la idea kantiana de que desobediencia es la crítica teórica muestra que la crítica auténtica es desobedecer en la práctica; ya solo, nada más y nada menos, nos falta una eficaz y monolítica -el tema lo demanda- organización que no ceda al dinero ni, casi peor, a la burocracia.
Aquí ahora, frente a la razón ética de los nadie de Eduardo Galeano -muchos- está la sinrazón egoísta del 1% y su ilegítimo control de -casi- todo, sobre todo de la información, dominada acá por Iberdrola, Viesgo, Banco Santander, Vocento, el capital vasco,... El Delirio Montañés que se identifica, personaliza el abuso, en un (in)útil tristón peligroso, M.A. Castañeda, durante muchos años (i)lógico director del delirante panfleto, hoy puesto presidente/influyente en un degradado Ateneo cuyos selectivos actos sirven a aquel 1% y su ley de expropiación forzosa; se trata de un (in)útil al que, además, regalan algo más de media página, casi editorial, de sermón dominical. Son ejemplos de lo que sus homilías persiguen, cuya lectura íntegra recomiendo, "Freno al desarrollo", 25/11/18, y -no ha leído a Lenin- "Planear, para qué?", que nos proponen erradicar todo control y freno planificador, que él vincula inquisidor a "maneras cuasi soviéticas de planificación de la economía y (¡¡) del comportamiento de los ciudadanos, que aún perviven entre determinados colectivos, y en la mente de determinados políticos, no son más que un freno al progreso y al desarrollo". Tan valiente como siempre, tan buen periodista, no identifica a los peligrosos bolcheviques agentes del KGB que, supongo, no serán del PP, PSOE, PRC, del Podemos que no puede... porque no sabe ni quiere, ni, insincero, añade a lo que pretende con su exigencia de impunidad para los -pocos- que nos destruyen y le tienen bien situado/pagado, eliminar las normas que los incomoden, evitarlos todo freno aunque aumente el calentamiento global y se acelere la destrucción del planeta, su deseo de callar a las Greta Thumberg y los que piensen como ellas, expropiarnos, con leyes antediluvianas, todo lo nuestro,... para que progrese el desarrollo de los suyos, del 1%, Trump y Bolsonaro entre ellos y, así, le sigan cayéndole migajas.
Vuelvo al título, están agotando el planeta y, o les paramos ¡ya! empezando por lo más próximo como es el desatado robo del territorio con el desenfreno energético de tallos gigantes con aspas, líneas de altísima tensión, subestaciones cada día más grandes y próximas a las poblaciones,... y tomamos, al tiempo, la libertad de expresión para todos o, en breve tendremos que entonar el R.I.P.; habremos agotado esto.

jueves, 21 de marzo de 2019

Deconstruir el procés (11), ORDEN PÚBLICO. Fernando Merodio. ALERTA 22-03-2019

Deconstruir el procés (11)
Orden público
Fernando Merodio
ALERTA 22-03-2019
Desacreditados los mossos d'Esquadra por los meros hechos declarados del 1-O y deshonrado, sobre todo entre los suyos, el mayor Trapero, héroe/mito independentista, para acercarnos a la verdad jurídica, ir hacia el relato de hechos de la sentencia, sobre todo en lo que afecta al orden público y la posible violencia, junto a lo que de esos días contaron los -poco fiables- medios de comunicación, habrá que escuchar, leer y analizar -con el tamiz de cautela que a cada uno haya impuesto la vida- lo que en el juicio declaren y cómo lo documenten las vejadas "fuerzas de seguridad del Estado opresor", que para mí siempre serán extrañas, la guardia civil y "los grises".
Hablar de "orden público" me pone a la defensiva, remueve pesadillas de tribunal de excepción en el que, para desazón especial de abogados y comunistas, campaba el juez Gómez Chaparro, amigo/tutor de González Pacheco, el aciago "Billy el Niño", cuyos despojos hoy, con mucho retraso, luz de gas, vejan. En lo que aquí ahora importa, el orden público es concepto jurídico indeterminado, inseguro, maleable como el chicle, riesgo cierto para la estabilidad legal, engloba orden, seguridad respecto a accidentes naturales o humanos,... y debe garantizar, yo así lo veo, el libre y pleno ejercicio por todos de todos sus derechos fundamentales frente a violencias, molestias, coacciones,..., pero sin, por supuesto, limitar otros derechos.
Hubo, ha declarado un comandante de la guardia civil, una instrucción del secretario de Estado de seguridad con "criterios de actuación", inmediata y previa al 1-O que, al parecer, no fue propagada en forma, tal era el desconcierto entonces, lo que sirve al "dialogante" Xavier Vidal-Folch, de El País, para, sin valorar lo que pudo pesar la -falta de- acción de los mossos, criticar agrio que no se siguiera la norma escrita de impedir "la consecución del referéndum, sin afectar la normal convivencia ciudadana", no se olvide, previamente alterada por otros, blandiendo taxativo y alarmista que alguien cortocircuitó la instrucción y que "cuando se sepa, sabremos quién fue la mano negra más negra de aquel día negro" ¿Más que las de los autores del golpe que se juzga? Abusa parcial el habitual columnista de la denunciable violencia represiva de las provocadas, traídas, llevadas, escasas cargas del 1-O, que no se juzga aquí y fue inferior -no la disculpa- a la sufrida por mí en alteraciones del orden más justificadas y menos agresivas o, tambien, la usada meses antes por los mossos en la protesta que rodeó el Parlament.

Influirá en la sentencia si, como parece, los mossos, siguiendo órdenes, espiaron la estrategia de los "opresores" para dificultar su actuación, en especial en los colegios electorales, como también lo que se acredite sobre las aglomeraciones -más o menos nutridas y planificadas- que están en el origen parcial de los sucesos de -resbaloso- orden público, entre los que fue anécdota -no sorpresa- la presencia, al parecer activa, de Quim Torra, que aún no se juzga. 

miércoles, 20 de marzo de 2019

Deconstruir el procés (10) Trapero, el mito Fernando Merodio ALERTA 20-03-2019

Deconstruir el procés (10)
Trapero, el mito
Fernando Merodio
ALERTA 20-03-2019
A José Luis -así en castellano se identificó él en el juicio- Trapero, al que la mitología independentista llamó en algún momento Trap-Hero, mayor de los mossos d'Esquadra, máximo grado de la policía catalana en el procés, le asistía la posibilidad legal de evitar el riesgo de perjudicarse al tener pendiente un juicio por rebelión en la Audiencia Nacional, pudiendo eludir la obligación de testificar, pese a lo cual y por razones solo suyas, declaró -ignoro si se benefició- y, como dicen los medios, pasó de héroe/mito a villano independentista en una sola jornada, tal como resumía en un tuit Mireia Boia, de la CUP, "Bé, acaba de caure l'heroi de Catalunya", "Bien, acaba de caer el héroe de Cataluña"; así construyen/destruyen sus héroes/mitos los iluminados.
Inició su declaración poniendo el "respeto a la convivencia" por encima incluso de la obediencia debida a la orden judicial de desalojar y cerrar los centros de votación, con lo que forzó a suplirle en el cumplimiento de esa obligación -mal y a destiempo- a las fuerzas de seguridad del Estado, "fuerzas de ocupación" para sus superiores políticos, superiores a los que, según dijo en el juicio, planeó detener, pues el Gobern conocía el riesgo de que la ilegalidad aumentara la violencia y veía a los mossos d'Esquadra como una policía que, bajo órdenes políticas, podría proteger con coacción (i)legal el plan delictivo; reforzaba con ello lo declarado por sus subordinados, que esos políticos sabían que al promover la consulta vulneraban la ley y se servían de la población llevándola a votar algo ilegal, inviable y forzado.
A preguntas del presidente Marchena, asistido del derecho y la obligación de pedir las aclaraciones que entienda precisas sobre los hechos en que basará el fallo, el jefe de los mossos amplió que él había advertido a los políticos -Puigdemont, Junqueras y Forn- del riesgo de que crecería la violencia si seguían incumpliendo la ley.
Se construye día a día la sentencia sobre una prueba con garantías legales e inusual transparencia -se televisa el juicio-, mientras se desmorona el mito levantado sin base en torno al valioso viaje a Itaca que, con letra de Cavafis, cantó el hoy envejecido/enloquecido Lluis Llach, el mismo que ayuda a prostituir el rebelde canto de "L'estaca", que no le pertenece, pues ahora es, de pleno derecho, de los que -con razón, pundonor y riesgo- la entonaron como arma en contra del franquismo.

Fuera del solemne salón del juicio, refuerzan a España como democracia -a lo que, hoy por hoy, no le veo mérito- la latosa plaga de ilegales banderas estrelladas que, atónita, siguió por Madrid la "policía del Estado opresor", un viaje a no sé donde para no sé qué que pagamos todos, en el que no intervinieron ni los municipales, ¿notarían el desdén? Las banderas son nocivas, en especial éstas por ajenas al contrato social, querer imponerse y dar más la tabarra que las rojigualdas legales.

domingo, 17 de marzo de 2019

43 Los domingos, cavilar Controlar el territorio Fernando Merodio 17-03-2019


43 Los domingos, cavilar
Controlar el territorio
Fernando Merodio
17-03-2019

“(:::) el capitalismo solamente se convirtió en imperialismo capitalista cuando su desarrollo alcanzó un grado muy alto (...) Desde una perspectiva económica, lo esencial de este proceso es la sustitución de la libre competencia capitalista por el monopolio capitalista”.
(V.I. Lenin. 1917. "Imperialismo: la fase superior del capitalismo").

Cuesta no caer en la inane tentación de escribir buscando un -imposible- debate con ese moderno feminismo de la protección y el rencor femenino del que tanto alardean unos promotores que, sin enterarse de qué se les habla -es difícil explicarse bien y, además, no se sabe leer- arremeten contra quien discrepa de ellos; se trata de una doctrina y un movimiento social que ve a la mujer como a un ser inferior que necesita apoyarse en una injusticia favorable para vivir en un Matrix -¿soy real?, ¿existo?- que les parece excepcionalmente machista. Voy a optar por resistir al canto de sirenas de la desasosegante discusión estéril, hay cuestiones más urgentes, incluso mucho más, que obcecarse en debatir sobre una anomalía.
Veamos uno de ellos. En el artículo titulado "Controlar el territorio" sobre la trama criminal mafiosa de La Camorra, con centro de actividad en Nápoles, Roberto Saviano, perseguido por saber del tema y escribir sobre lo que sabe, hacía énfasis en que "nada da más seguridad a los jefes que el territorio que controlan", en el que, además, intentan que no actúen los aparatos del Estado.
Hace 100 años, en 1917, Lenin explicaba otra forma de abusivo afán por el territorio y definía la Guerra de 1914 como anexionista, depredadora, de rapiña, "por la división del mundo, por la partición y el reparto de las colonias y de las esfera de influencias del capital financiero (...)", hasta el extremo de que, repito que lo escribía hace 100 años, "el capital financiero, pensando en las fuentes potenciales de materias primas -ahora es otro su pensar- y temeroso de quedarse rezagado en la fiera lucha por las últimas tierras no repartidas o por conseguir un nuevo reparto de las ya repartidas, se esfuerza generalmente en apoderarse de las mayores extensiones posibles de toda clase de tierras, estén donde estén y sirviéndose de cualquier medio".
Saviano y Lenin, cada uno con su manera y objetivos, dejan muy claro cómo se propicia el monopolio, tanto el mafioso como el -similar- el capitalista, al adueñarse y controlar el territorio, y lo explican tan claro que es difícil escribir algo que lo mejore, por lo que voy a tratar, nada más y nada menos, de relacionarlo con lo que ocurre aquí ahora y aprovechar para echar mi cuarto -no a espadas- otra vez a Greta Thunberg.
El intento de ocupación -y control- del territorio por el imperialismo capitalista -¿y mafioso?- es aquí ahora más que evidente y señalo dos arquetipos, el cualitativo minimalista del ofensivo Centro Botín que, sin que nadie explique los motivos, ahora vibra y se le caen sus orgullosas cerámicas, plantado con flagrante ilegalidad en la mejor parcela pública, propiedad de todos los sumisos y permisivos santanderinos, y, por otro lado, el cuantitativo -también cualitativo- y acromegálico de los tallos con aspas de casi 200 metros de altura que otro gran representante del capitalismo, Florentino Pérez, junto a oscuros fondos saudíes, quiere ahora (im)plantar como casi único cultivo en lo mejor de nuestro territorio.
Tenaces frente a incumplimientos legales, a los seis meses de  haberlo solicitado, la Plataforma que lucha contra la aberración de tal gigantismo capitalista ha obtenido, hace días, de la Consejería del lobbysta Francisco Martín la "Relación de los parques eólicos -supuestamente- tramitados al amparo de la Ley de Cantabria 7/2013, de 25 de noviembre", en la que se reconoce la flagrante y desvergonzada intención de implantar en Cantabria 24 parques, 731,26 Mw (más que los que prevé el Plenercan), a los que habría que añadir los que -por ser de más de 50 Mw o afectar a otras comunidades- se tramiten en el ministerio del PSOE en Madrid, pretensión que significaría destrozar Luena, San Miguel de Aguayo, Campoo de Yuso, Molledo, Santiurde de Reinosa, Reinosa, Campoo de Enmedio, Valdeprado del Río, Valdeolea, Valderredible, Soba, Ramales de la Victoria, Voto, Rasines, Ruesga, Bárcena de Cicero, Vega de Pas, San Pedro del Romeral, Arenas de Iguña, Corvera de Toranzo, Pesquera, San Miguel de Aguayo, Bárcena de Pié de Concha, Campoo de Suso, Las Rozas de Valdearroyo, Penagos, Liérganes y, sin duda, se me pasa algún municipio.
Es difícil dar ejemplos más evidentes de ocupación "preventiva" del mejor territorio para privar a éste de cualquier uso que no sea el que interesa al imperialismo más ávido que, nadie se engañe, no intenta frenar el cambio climático con la generación eólica -implantada así no es sostenible-, simplemente trata como carroña el territorio para aquí ahora consolidar -aún más- el abusivo monopolio energético y después... ya verá que hace.
El viernes me emocionaba en el centro de la sumisa Santander, junto al lugar de mis fatigas laborales, frente al Ayuntamiento y sus -inútiles- políticos profesionales, viendo a cientos de adolescentes, muchos niños con sus maestros, que exhibían los carteles que ellos mismos habían escrito y dibujado, mostrando su firme posición frente a nosotros, los adultos, y al planeta que queremos legarlos. Al fin ha llegado a la España ocupada en sus ficticios problemas catalán y, dicen que, feminista la marea con afán de tsunami que, con el leve batir de sus alas de mariposa, inició la admirable Greta Thunberg, niña de la muy rica y, también dicen, avanzada Suecia. Esta sí, feminista.
Lo sorprendente de este -espero que- sólido movimiento mundial es que, pese a la escasa edad de sus miembros, sabe lo que quiere, sigue a Greta y otras adolescentes del Reino Unido, Alemania, Bélgica, los USA,..., cuando educadamente, naturales y sin pintarrajearse dicen "no podemos esperar" y, a su modo, revolucionarias advierten que "no se trata solo de reducir las emisiones, sino de justicia; el sistema actual no sirve, porque solo beneficia a los ricos". Como ellas nos dicen, su movimiento era inevitable, no tenían más remedio y, pese a quien pese, hay que hacerlas caso.

Solamente eso, hacerlas caso y ponernos, tras ellas, a la revolucionaria tarea de cambiar esto desde la base, empezando por nosotros y nuestras estúpidamente consumistas formas de vida, intentando evitar que tan limpio movimiento sea contaminado por los peligrosos diplodocus de la política, el sindicalismo, el -llamado- ecologismo,... que están en el origen del grave problema que ellas denuncian y, además de una vez por todas, enterarnos de quiénes y cómo son los miserables con que nos estamos jugando los cuartos, leyendo para ello varias veces, por odioso que resulte, el artículo titulado "Greta" de una, sí una, fiel columnista de Vocento, Iberdrola, Banco Santander, El Correo, afín al mismo progreso que aquí predican El Delirio Montañés y M.A. Castañeda, artículo del que, con asco, acompaño un enlace.
Tal es la cara -más o menos- oculta del enemigo que ha causado el daño -espero que no sea irreparable- que han venido a denunciar esas niñas que, con apariencia más liviana de lo que sugiere el "Resist much. Obey little" -Resiste mucho. Obedece poco- de Walt Whitman o Henry D. Thorau, ellas, femeninas feministas, nos dicen -con razón- que no se fían de nosotros y exigen "empezar a hacer preguntas incómodas sobre cómo reestructurar nuestras economías, quién sale ganando y quién sale perdiendo", responderlas y actuar.

viernes, 15 de marzo de 2019

Deconstruir el procés (9) Falso testimonio Fernando Merodio ALERTA 15-03-2019

Deconstruir el procés (9)
Falso testimonio
Fernando Merodio
ALERTA 15-03-2019
Es este un juicio clave para todos, está en juego, además del restablecimiento de la verdad jurídica, el respeto a nosotros mismos, la confianza en el contrato social y el estado de Derecho, la idea -y algo más- de que la constitución debe ser respetada, la respetamos y, además, exigimos igualitarios que la respete todo el mundo.
Los testigos son personas físicas que facilitan información relevante que han conocido personalmente y su testimonio veraz es medio de prueba clave en el que el juzgador puede basar su criterio, por lo que están obligados, so pena de falso testimonio, a decir no sólo la verdad, sino toda la verdad y nada más que la verdad. Esta semana se ha ocupado en parte por testigos de hechos notables que publicitaron y oficiaron el 11-O, testigos civiles afines política y económicamente al corrupto nacionalismo catalán del 3% y otras canonjías, que están escenificando unas jurídicamente ofensivas jornadas de omertá disfrazada de amnesia e inconcreción y trufadas con incoherencias entre ellos y respecto a numerosos documentos fidedignos.
Uno de esos testigos es Jaume Mestre, especialista en comunicación, publicidad institucional y planificación de campañas, motivo, quizás, de que en lo más intenso del procés, en torno al 1-O, tuviera -y aún tenga ahora- la incumbencia de la difusión internacional y publicidad de la Generalitat y, por ello, coordinara, al menos, dos campañas para facilitar el voto de los catalanes residentes en el exterior, testigo que olvidó tanto lo que le vinculaba como tal que obligó al presidente Marchena a advertirle, garantista, que pudiera estar "eludiendo algunas preguntas" y al fiscal Moreno, más acelerado, a solicitar testimonio -copia total o parcial de su declaración- para remitirlo al juzgado de guardia por un posible delito de falsedad testifical.
Se puede cometer tal delito sin necesidad de faltar sustancialmente a la verdad, simplemente testificando con reticencias o inexactitudes parciales o callando hechos o datos notables que el testigo conociere y es también delito relacionado con la falsedad en juicio presentar testigos mendaces, siendo autores responsables los abogados, procuradores, incluso el representante del ministerio fiscal,... que lo hicieren. El delito de falso testimonio se consuma con la falsedad que pueda influir en el fallo y se trata de un delito notable, pues supone un atentado contra la correcta actividad de la administración de justicia, bien jurídico protegido, y ya que pudiera provocar el error la sentencia, debiendo ser garantista, al valorar si concurre se habrá de ser también riguroso, sobre todo en un juicio con tan graves consecuencias, sabiendo además que incoar un procedimiento por falso testimonio, como argumentó Marchena en su respuesta a la fiscalia, exige que una resolución firme haya establecido ya la verdad jurídica en que pudiera haber influido el testimonio inveraz.

En cualquier caso, si, como parece, hay indicios sólidos de que alguien ha testificado en falso, por respeto propio y en defensa del interés general, concluido el juicio, tales indicios deberán testimoniarse para ser juzgados.

miércoles, 13 de marzo de 2019

Deconstruir el procés (8) Negocios Fernando Merodio ALERTA 13-03-2019

Deconstruir el procés (8)
Negocios
Fernando Merodio
ALERTA 13-03-2019
Que las distintas policías, al explicar lo ocurrido en torno al 11-O, ratifiquen sin duda lo ya sabido, anima a agitar juicio, procés, dinero, negociar y negocio,... con ideas del sapiente Rafael Sánchez Ferlosio, hijo de Rafael Sánchez Mazas, fundador de la Falange y promotor del grito ¡Arriba España! que, con tal antecedente y el de bachiller como único título, medró hasta sabio sólo a lomos de su perezosa e indiscreta inteligencia, ahondó en la árida -palpitante, dicen- lingüística y escribió "El Jarama", "Industrias y andanzas de Alfanhui",..., junto a agudos ensayos, fue premiado con el Nadal, Nacional de la Crítica, Nacional de Ensayo, Cervantes,... y autor de "Non olet", obra en la que explica cómo Vespasiano respondía a la crítica de su hijo Tito sobre el cobro de una tasa a las hediondas letrinas, con la pragmática frase "Pecunia non olet", el dinero no huele, ofreciendo ricos matices aplicables al procés, sobre dinero, capitalismo, mercado de trabajo, globalización, negocio del ocio,...
También cabe aquí -y en cualquier lugar- su saber y juicio sobre el nacionalismo, "esa superstición... La palabra identidad (...) personal, nacional colectiva (...) no es más que un fetiche. No me cabe en la cabeza ¡Las cosas que dicen los catalanes! Ah que cosas dicen. Se sienten mirados, como los que entran en el Liceo" y puntualiza algo que define con precisión parte esencial del problema catalán, "entre los que entran en el Liceo y los que aguardan hay un intercambio de miradas. Por primera vez los dos existen para el otro y cada uno de ellos puede ser el otro. Unos pueden subir y otros caer. Ahí está el paso del orden estamental al burgués".
Un problema del que, mientras las policías certifican los mitos del 11-O y la DUI, se dibujan evidentes sus planteamientos en los debates para elaborar las listas que garantizan puestos tras las elecciones, puestos a los que, tan contradictorios como son, salvo la CUP no renuncia nadie, haciendo evidente su idea de, en primer lugar, no negociar nada que no lleve la independencia en el frontispicio y sólo acudir a las Cortes, además de a cobrar, "para bloquear hasta el colapso el legislativo".

Negociar, hacer negocios, tan en boga, proviene del latín, de unir nec y otium y, pues nec es negación y otium lo que, sin retribuir, se hacía en el tiempo libre, nec otium era tarea retribuida, no debiendo, además, olvidar que negociar es, según el Diccionario de la RAE, entre otras cosas, "tratar por la vía diplomática, de potencia a potencia, un asunto", algo que saben muy bien y de ello usan y abusan los cismáticos al tratar con cándidos, así que, si ni se es ingenuo ni se quiere perder tiempo, antes de sentarse con ellos, quien quiera hacerlo deberá dejarles claro que el límite del diálogo es la igualdad solidaria de todos y no olvidar qué era -y aún dicen que es- el procés.

domingo, 10 de marzo de 2019

42 Los domingos, cavilar Feministas Fernando Merodio 10-03-2019

42 Los domingos, cavilar
Feministas
Fernando Merodio
10-03-2019

“No es fácil hacer encajar a las mujeres en una estructura que, de entrada, 
está codificada  como masculina: lo que hay que hacer es cambiar la estructura”
(Mary Beard. "Mujeres y poder. Un manifiesto").

Es una oportunidad para mejorar cosas cambiando, pero lástima, dañinos medios buenistas, partidos, sindicatos,... y ahora "históricas" feministas de cuota, de nuevo evidencian querer abortarla; por ello, esta cavilación, aún más que otras, irá contra corriente y será, en algún punto, hasta desagradable.
Se enarbolaron el viernes, con arrogante e injustificada jactancia de primerizas, dos serias banderas que antes empuñaron heroicamente las muchas -y muchos- que, con riesgo propio, lucharon por todos en los más duros momentos de la Historia, banderas que ahora se mutilan a solo feministas y se levantan contra -injurian a- los hombres, la mitad de la humanidad, reivindican una igualdad privilegiada para ellas, igualdad que habría que cribar en matices con los códigos históricos que implican las evidentes diferencias objetivas entre sexos y exigen que además desaparezca toda violencia ejercida sobre ellas -sólo- por los hombres, la de las mujeres no parece importarlas; un planteamiento injusto y conceptualmente ajeno a otra lógica que la de la -justificada- irritación y la demagogia, muy despistado, pues parece ser único objetivo de esas feministas integrarse las supuestas bondades del sucio, injusto mundo actual, ¿no lo están?, con una esencial queja, su obsesión por el abuso de los hombres sobre ellas.
Han tenido un año entero para escribirlo y he leído -un verdadero esfuerzo- el llamado "Manifiesto de la Comisión Feminista 8 de Marzo", sectario, poco meditado y deslavazado, en su peor sentido, panfleto para convencidas, que asegura que la "huelga feminista" de 2018, hito histórico, tuvo como primordial objeto "hacer visibles nuestros trabajos, nuestras demandas y (¡) nuestros cuerpos", pretensión de muestra física -¿lapsus freudiano?- que, supongo, habrá chirriado en lectores de ambos sexos, pues siendo -para ellas- incorrecta tal pretensión exhibicionista, parece además querer sugerir algo tan radicalmente incierto como que el único cuerpo deseable sea el femenino; una amiga luchadora las llama "feminazis", peligroso ruido sin contenido.
Evidencia el Manifiesto/panfleto de consumo interno una ilícita obsesión por agravar la injusticia de un constitucionalmente indefendible desigual trato para el hombre en sus litigios con ellas para el que, desde las antípodas de VOX, considero urgente su abolición, equiparan los problemas en el uso de sus cuerpos -otra vez- y sus deseos, no con los de los hombres, sino, infames, con los verdaderamente maltratados del colectivo LGTBI, utilizan el aborto como si -en España- fuera un problema actual, se equiparan, insoportablemente indecentes, a los emigrantes que mueren ahogados en el mar, reivindican frívolamente los valores del -por ellas despreciado- necesario trabajo en casa, hablan demagógicamente de desigualdades salariales sin explicar dónde existen y por qué, en su caso, no acuden a la Justicia a denunciarlas y qué hacen sus fieles sindicatos, cogen, también en vano, la bandera contra la destrucción del mundo por el capital, que nunca les ha preocupado,...; corta y pega "progre" de quienes ignoran los más graves problemas del mundo o que, aún peor, conociéndolos, no los enfrentan y abren un nuevo frente que favorece al poder.
Feminismo no supremacista, constructivo, inteligente, útil para la mujer. Mary Beard, catedrática de Clásicas en el Newnham College, Cambridge, analista de las bases de la misoginia, los fundamentos del rechazo a las mujeres y su relación con el poder en la Historia, feminista que lo toma en serio y inicia la casa por los cimientos,  pues sabe que para construir algo firme hay que ser profundo y serio en los planteamientos, advierte para empezar que "el poder tiene una visión muy limitada, una estructura elitista, muy masculina, vinculada a la popularidad" y añade que "hay que cambiarla para tener en cuenta a todos"; inteligente consideración, ajena en fondo y forma al panfleto/Manifiesto de cuota, lo que, al contrario que éste, obliga a leerla atentos y suscribir lo que dice, lo mismo que hay que hacerlo, a partir de su profundo saber de la Historia, con la idea de que si, además de justos, queremos ser prácticos, "no podemos permitirnos prescindir de los conocimientos" y las aportaciones del carácter femenino, pues hombres y mujeres somos distintos, debiendo poner en cuarentena, como ella hace, tanto los móviles como la eficacia práctica de las formas de integración y participación que promueven políticos, sindicalistas, feministas de carnet,... al buscar simplemente una "cómoda" adhesión de la mujer al entorno del poder; un cambio para que todo siga igual.
Otro modo feminista al que, con los ojos cerrados, seguiría, es el de la adolescente sueca de 16 años Greta Thunberg que, desatenta a físico y vestimenta, de aspecto pálido, rubia, sin pinturas coloridas, seria, de habla lenta y tono bajo, peinada con raya al medio y dos largas coletas a los lados, como su paisana Pippi Làngstrump, totalmente ajena al tan en boga liderazgo de la imagen, mujer que, además, vive en el mutismo selectivo del síndrome Asperger que la hace hablar solo cuando -le parece que- es preciso; ajena, por consiguiente, al parloteo de los vendedores de crecepelo en el far-west o, aquí ahora, de lo que tienen ideas mucho menos positivas que la suya de cambiar, como Mary Beard, la estructura que propicia la catástrofe que da lugar a su subversiva "Skolstrejk för Klimatet", "Huelga escolar por el clima", pues, "si las soluciones dentro del sistema son tan imposibles de encontrar, tal vez deberíamos cambiar el sistema (...)". Con mujeres como Greta, ¿quién no es feminista?
Frases de otra mujer, Olivia Laing, de su magnífica novela "Crudo", describen gráficamente, seguro que sin pretenderlo, el riesgo del feminismo sin sustancia, "era muy fácil describir el decorado y al mismo tiempo olvidar las actitudes morales, la forma en que te convertiste en una persona distinta según el conocimiento disponible en aquel momento", que "no había ninguna necesidad de inventar nada, porque podías elaborar cualquier cosa a partir del rebosante yacimiento de lo hecho, de lo nada nuevo, como dijo Becket" y que "el aturdimiento importaba, eso fue lo que hicieron los nazis, hacer creer a la gente que todo se movía demasiado deprisa como para pararlo", generando el peligroso -manipulado- griterío de jóvenes e inexpertos, si bien nos recuerda que, pese al griterío aturdidor, en Treblinka "un grupito de presos pudo escapar"; tal es el objetivo, escapar de lo que dicen correcto, dar testimonio.
Insisto en la necesidad urgente de tirar al basurero de la Historia a los dinosaurios de la economía, la política, la ecología, el sindicalismo,... y al llamado feminismo de carnet y cuota, a su turbia utilidad para el peor capital y, repito que, en las antípodas de VOX, reitero mi denuncia contra su injusta, ilícita defensa, por inerme y buena, de la mujer frente al hombre -malo-, la pretensión de endurecer una vergonzosa ley de excepción de 2004, horror jurídico y fáctico que debería desaparecer y aporto la fría estadística de que mientras en la Europa avanzada las mujeres que han sufrido violencia a partir de los 15 años oscilan entre el 44 y el 52%, en España son en torno al 22%, sin que en esa Europa lo combatan con leyes de excepción como la española, que vulnera la presunción de inocencia o exigencias como la de igualdad real.

Punto final, no estoy, en fondo y forma, con el Manifiesto/Panfleto y me pongo tras Mary Beard, Greta Thumberg, las activistas del derecho al sufragio, Rosa Luxemburg, Pasionaria, Rosa Parks, Jeanne Manford, Anna Fisher, Simone Ségouin, Katrine Switzer, Annette Kellerman, Clara Campoamor, Annie Lumpkins, Komako Kimura, Marina Ginesta, Amelia Earhart, Juana de Arco, Marie Curie, Coco Chanel, Frida Kahlo, Simone de Beauvoir, Malala Yousafzai, Valentina Tereshkova,..., los millones de mujeres valientes, arriesgadas, seres humanos que, en sus ámbitos, hicieron avanzar la Historia. Feministas.

viernes, 8 de marzo de 2019

Deconstruir el procés (7) Policías Fernando Merodio ALERTA 08-03-2019

Deconstruir el procés (7)
Policías
Fernando Merodio
ALERTA 08-03-2019
Lo mismo que Woody Allen no podía oir a Wagner sin sentir un irrefrenable deseo de invadir -creo que- Polonia, a mí todo lo que se refiera a policías siempre me recuerda una viñeta de, inteligente, El Roto, "Yo lo único que espero de las distintas policías es que no me roben lo que no me hayan quitado los ladrones", querencia acentuada tras conocer la forma en que, de ser cierto lo -verosímilmente- declarado en el juicio por miembros responsables de la policía estatal, actuó la policía catalana, los "mossos", desoyendo órdenes de mandos y tribunales, hasta el constitucional, no haciendo, de modo flagrante, lo debido para impedir el simulacro, teatro, broma, película,..., o como ahora, medrosos, quieran llamar a los alarmantes hechos de los que encabezaron el 1-O y la posterior DUI.
El tema me retrotrae a hace más de cincuenta años, despierta a Althuser, a Marta Harnecker, a sus leídos y releídos, quizás con poca aptitud, "Cuadernos" y "Conceptos elementales", a la seria idea marxista de que la policía es parte esencial, junto a administración, gobierno, ejército, prisiones, tribunales,... del aparato represivo del Estado en el ámbito público, titular de los distintos modos de la violencia legítima y diferenciado del aparato ideológico -familia, escuela, política, información, cultura,...- que, desde lo privado, controla la clase dominante.
Ideas actualizables -hechos actuales- que minimizan las continuas apelaciones de los impulsores de la ilegal, desleal secesión a un imaginario "Estado opresor español", pues el juicio ya evidencia que son ellos quienes no solo dominan los aparatos ideológicos en su territorio sino que también controlan parte sustancial de los represivos -govern, administración, prisiones, incluso policía -mossos-,..., y que lo hacen con exclusividad y mano de hierro.
Los que ahora se acurrucan tras una ficticia "opresión" se creían, pues son Estado, impunes y mandaban de verdad excepto en la justicia que, con defectos, juzga a todos y el -por sí solo peligroso- ejército que, vista la declarada deslealtad que exhiben, sería de locos permitir que controlaran ellos, regían los aparatos ideológicos y represivos de "su parte" de Estado, incluida una buena porción de los que administran la violencia allí -administración, prisiones, policía,...- y el aparato de Estado que gestiona la Generalitat, más que el del resto, siempre funcionó en exceso en base a una ideología capaz de generar desigualdad, terror real, pero también por medio de estricta violencia física, lícita e ilícita; empieza a acreditarlo la prueba.
La deconstrucción del procés en el juicio ya muestra que se avivaron violencias de todo tipo, sin que quepa la eximente de "opresión" que los encausados alegan y hace pensar que Robespierre, revolucionario francés incorruptible que luchó por la libertad, igualdad, fraternidad y nuestros derechos del hombre y el ciudadano, se irritaría y criticaría con saña que la estructura que llamamos Cataluña sea parte de un Estado central débil, incapaz de controlar su descabellado egoísmo desleal, pese al solemne contrato que vincula a Estado y parte.

miércoles, 6 de marzo de 2019

Deconstruir el procés (6) Gatopardos Fernando Merodio ALERTA 06-03-2019

Deconstruir el procés (6)
Gatopardos
Fernando Merodio
ALERTA 06-03-2019
"Il gattopardo", relato de Giuseppe Tomasi de Lampedusa, cumbre de la literatura italiana del siglo XX, nos legó, en especial a través de la película de Luchino Visconti de igual título, la cínica idea de que "Se vogliamo che tutto rimanga come è, bisogna che tutto cambi", "Si queremos que todo siga como está, es preciso que todo cambie", alineada con las tesis políticas del entonces influyente PCI de Palmiro Togliatti y ajena al escéptico desencanto que sugería la novela, su idea central, el declive de un mundo en extinción, la aristocracia, derruida por el estallido liberal, que aquí ahora se intenta sustituir, más peligroso, por patrioteros populismos independentistas.
"El País" "gatopardeaba" el domingo intentando influir en la decisión jurídica de la crucial batalla contra la lacerante deslealtad separatista y en el cambio social paralelo a tal acción jurídica, intentando condicionar la opinión pública para que todo siga -a cualquier precio- como está; prejuzgaba desdeñando, sectario, diferenciar información y opinión al titular en primera página y sin citar fuentes, "Un sector del Supremo ve difícil encajar el 'procés' en el tipo de rebelión", al tiempo que, no casual, El Correo titulaba el mismo día, "¿Y si el 'procés' se quedó en conspiración?". Cimientos de la deforme construcción ideológica en que, entre otros, se afana Xavier Vidal-Folch.
Tan influyentes medios actúan así pese a saber que aún es muy pronto para titular de tal modo, pues han declarado pocos más que los encausados y hay que practicar,  íntegra, una prolija prueba que la Sala valorará para dictar sentencia, único "titular" válido, así que lo del domingo fue prejuzgar -como lo es la temeraria valoración pública de algunos jueces y ex-jueces-, siendo obvio que prejuicios tan osados responden a algún interés espurio y carecen de todo valor o interés sano para el resto.
Ambos medios manipulan el derecho a la información de todos, sirven al capital que, al amparo de lo que llama "desarrollo" y "progreso", sólo destruye y son, además, declarados partidarios de "no judicializar" los posibles delitos habidos en el "conflicto catalán", queriendo demonizar hasta la idea de que el Tribunal Supremo castigue con justicia los indiciariamente muy graves delitos que juzga, pues en ellos ven solo un problema que exige negociar, hacer negocio, para que, como siempre, al final pierda el resto. Por contra, veo claro que la solución al "problema catalán" es juzgar rectamente los delitos cometidos en su caso y, al tiempo, empezar, ¡ya!, a poner coto político serio al desbocado populismo independentista, aunque se arruinen prósperos negocios del capital en ese territorio administrativo, pues son gravísimos los riesgos y en Europa hay muestras sobradas, guerras balcánicas, Hitler, Mussolini, Franco, Yugoslavia,..., de las atroces secuelas de abrir la espita al dañino egoísmo nacionalista.
Los jueces deberán ejecutar su trabajo y el resto no "gatopardear", sino hacer política que consolide la Europa solidaria de las obligaciones justas y ayude a cambiar para que nada, nada, siga como está.

domingo, 3 de marzo de 2019

41 Los domingos, cavilar Greta Thunberg Fernando Merodio 03-03-2019

41 Los domingos, cavilar
Greta Thunberg
Fernando Merodio
03-03-2019
“La verdadera patria es la infancia” (Rainer María Rilke)

Greta y Juncker

Escribió, sensible y exacto, Rilke su poema "Infancia", "nunca estuvo la vida tan llena / de encuentros, de volverse a ver, de seguir avanzando / como entonces, cuando no nos sucedía más / que lo que sucede a una cosa y a un animal: / vivíamos entonces lo suyo como humano / y nos llenábamos hasta el borde de figuras". Difícil, es ser más preciso que él al describir esa infancia, verdadera patria en la que toda cosa parece, pese a alborear en ella los primeros sinsabores y fracasos, maravillosa, llena de los sabores y olores que Proust incorporó a una magdalena y que, tiempo perdido, sirven para, al recuperarlos, intentar ser más felices o, quizás, algo menos desgraciados.
Expertos en catalogar, quizás en encasillar, hay de todo, parcelan nuestra vida en etapas, con su origen y final adaptado a los criterios que cada entendido quiere, desde la edad prenatal, previa a abandonar el húmedo cobijo del cuerpo de nuestras madres, pasando por la infancia/niñez que, dicen, dura hasta los 11 años, la adolescencia, hasta los 17, la juventud, hasta los 35, la madurez, hasta los 50, la edad adulta, hasta los 65 y, a partir de ahí, esa declinante edad, en ocasiones potente, en que aparcan los que, como yo, han tenido la fortuna de sortear los escollos en su andar y aguardan en ella el viaje, que guía el barquero Caronte, a la otra ribera del río Aqueronte.
La historia la han escrito -casi siempre- personas que han superado la mediana juventud, hasta la -no sé porqué- llamada tercera edad, sin casi intervención de infantes, niños y jóvenes de primeras edades, pero en momentos de grave riesgo sistémico como éste se generan situaciones novedosos como la desencadenada por Greta Thunberg, adolescente sueca de 16 años, bajita, de apariencia pálida, rubia aun no estilizada, seria, desatenta a su físico y vestimenta, peinada con raya al medio y dos largas coletas a los lados, a imagen de su paisana Pippi Làngstrump, aspecto culto, con síndrome de Asperger, forma de autismo que, al parecer, le fue generado por la angustia que le produjo a los 10 años conocer los cambios del clima en el mundo, sus progresivos y catastróficos efectos y la incapacidad/falta de interés de política y capital en intentar remediarlo, angustia que le provocó, manifestación física del síndrome, mutismo selectivo, dejó de hablar salvo cuando le era realmente preciso.
En agosto de 2018, con 15 años Thunberg, hija de cantante de ópera y actor-director, decidió no asistir a la escuela hasta las elecciones generales, sentándose frente al parlamento unicameral sueco con un cartel manuscrito por ella que decía "Skolstrejk för Klimatet" -Huelga escolar por el clima- para exigir simplemente que se cumplieran los acuerdos de Paris; tras las elecciones, mantuvo su huelga semanal, todos los viernes, produciendo un sorprendente efecto/contagio entre estudiantes de unos tres centenares de ciudades importantes del mundo. Y en esas estamos, incluso en España, donde tenemos la perversa peculiaridad de que en tales manifestaciones infantiles se empiezan a ver desaconsejables carteles de sindicatos subvencionados e, incluso, de algún partido causante, junto al resto, de la masacre que hoy es lo que paniaguados miserables llaman "desarrollo y progreso".
Sería bueno -luchar para- que tan limpio movimiento de adolescentes, evidencia de nuestra corrupta ineptitud para garantizar la supervivencia del planeta Tierra, no sufra la misma ilícita apropiación/destrucción que sufrió el sano movimiento 15-M a manos de ese nuevo partido viejo que -en falso- engañó a quienes quisieron dejarse, gritando eufórico que podía -sin decir qué- y ha evidenciado ser, al menos, inepto pequeño-burgués y tener como mayor logro conseguir que la pareja que purga las disidencias en él se haya podido comprar un chalet con finca y piscina en la sierra rica de Madrid y, además, disfrute de un largo, novedoso -y poco pensado- permiso de paternidad.   
Vuelvo a Greta Thunberg, la joven sueca con síndrome de Asperger que no engaña a nadie, da la cara, no le tiembla la voz ni la mano -véanla, sentada seria, dándosela al viejo, asalariado e inane político Jean-Claude Juncker- y hoy tiene ya un serio discurso sobre el desarrollo energético -o, si lo prefieren, sobre el control del calentamiento-, un discurso que enternece, suave en las formas, contundente, preciso y perfectamente articulado, propio de una organización pero solamente vinculado al limpio ejercicio del raciocinio de una niña, que la permite decir en los foros más influyentes del mundo, incluido el del 1% más rico y sus sumisos feudatarios de Davos que no quiere que adinerados y -de uno u otro modo- asalariados improductivos tengan miedo, sino pánico, un discurso que se mueve en las antípodas del sermón oficial buenista, la negociación -viene de negocio- y el pacto progre,... que Giorgio Agamben denuncia como perversa forma de política corrupta. Pone Greta en evidencia expresa hechos tan ciertamente graves como que capital y políticos están "robando el futuro a nuestros hijos", así como que, sabiendo que la mayoría de ellos -cobardes e inmaduros- no quiere hablar con ella, no le molesta, pues, por contra, es ella quien no quiere hablarlos. limitándose a pedir que escuchen lo que, desde hace décadas, dicen los científicos honestos, y que, tras escucharlos, hagan lo que ellos ya exigen.



Es contundente y sabia al decir algo tan lógico como que "si las soluciones dentro del sistema son tan imposibles de encontrar, tal vez deberíamos cambiar el sistema (...)" y explicar en la Conferencia de la ONU en Katowice, Polonia, que hay que "hablar claro, por incómodo que sea", pues "no podemos solucionar una crisis sin tratarla como tal crisis", denunciando algo que es actual, muy peligroso y dañino en nuestro mínimo y amenazado territorio, Cantabria, no es lógico que políticos y capital insistan en incrementar hasta el infinito las infraestructuras más agresivas -aquí cientos de tallos de acero gigantes con aspas, casi 200 m.-, lo que, mintiendo, presentan como un "crecimiento económico verde eterno", algo que es "moverse hacia adelante con las mismas malas ideas que nos han metido en este desastre", cuando "lo único sensato es tirar del freno de emergencia", para terminar poniendo sobre todas las mesas de debate algo tan viejo, amable y solidario como que "el poder real solo pertenece al pueblo", que es quien, a partir de ahora, deberá tomar todas las decisiones relevantes.
Explica Greta que si crecimiento y deterioro deben ser detenidos, hay que pararlos, no existe duda ni alternativa, están en juego el futuro de esta civilización (¿) y el planeta Tierra; estamos en medio de la sexta extinción masiva, se extinguen unas 200 especies cada día, un nivel de extinción entre 1.000 y 10.0000 veces superior al normal, por lo que defiende, como paradigma y ejemplo, una drástica reducción en el uso de los aviones, pues es evidente que hombres mucho más productivos e inteligentes que nosotros pudieron vivir sin ellos. No precisamos nuevas ideas para frenar el daño, las esenciales ya existen, la crisis climática ya está diagnosticada y se han dado las soluciones que, nada más y nada menos, hay que aplicar.

Empecemos por enviar al basurero de la Historia a los viejos dinosaurios de la economía, la política, la ecología, el sindicalismo,... y sus turbias relaciones con el peor capital, hay que dejar paso libre -y ayudarlos- a los muy jóvenes que como escribió Rilke están próximos a esa etapa de la vida llena de encuentros, de volverse a ver, de seguir avanzando, una etapa en la que no les ocurre nada distinto de lo que sucede a una cosa o a un animal y, en coherencia, viven lo que sucede a los animales y las cosas como si fuera humano. Sea la que sea nuestra edad, acudamos al recuerdo de la infancia, escuchemos atentamente a Greta Thunberg -mujer, eso sí es feminismo- pongámonos con -trás- ella, defendámosla del mal, que no la destruya o, peor aún, la digiera. Meditemos.