domingo, 31 de julio de 2022

230 Los domingos cavilar Salto de Aguayo… suma y sigue Fernando Merodio 31/07/2022

230 Los domingos cavilar

Salto de Aguayo… suma y sigue

(a D., M., J…, que quieren verde su valle)

Fernando Merodio

31/07/2022

El clima ruge en un mundo en crisis. Las temperaturas extremas que sufre Europa en estos días evidencian el rápido avance del calentamiento global, mientras el entorno geopolítico inflige varios reveses en la lucha para mitigarlos” (El País. 24.07.2022).

(…) yo no quiero su esperanza. No quiero que sean optimistas. Quiero que entren en pánico. Quiero que sientan el miedo que yo siento todos los días. (…) Quiero que actúen como si nuestra casa estuviera ardiendo. Porque es así” (Greta Thunberg en Davos. 2019)

La situación es grave, muy grave, catastrófica, la corrupción de siempre -que dicen “entorno sociopolítico”- empuja cómplice y Sánchez se quita la corbata para “ahorrar”, anunciando 7.000 millones de impuestos a banca y eléctricas en los 2 próximos años, cuando solo Iberdrola ha ganado 2.000 el pasado semestre; se carcajean de nosotros.

22.07.2015, hace 7 años, el viejo dirigente sindical del fascio aparecía, cazurro, en una “simpática” fotografía de El Delirio Montañés, junto a Miguel Antoñanzas, jefe de Vocento y Viesgo, anunciando, indigno, el avatar de un coche eléctrico -¿los habrá?, ¿son solución a algo?- bajo el provocativo, alarmante, premonitorio titular “Revilla insta a Viesgo a recuperar el proyecto de la central de Aguayo”, mintiendo, siempre insano el charlatán, que “es una inversión ecológicamente impecable (…) para producir 1.393 Mw“, con lo que incitaba a la ilegal tropelía/negocio que, tras Viesgo/E.ON/varios fondos salvajes, ahora quiere perpetrar, con el mismo apoyo purriego, la Repsol de Josu Jon Imaz, (in)sostenible petrolera, gasista que, dañina contaminante hasta ayer, ahora se viste de Caperucita; nos hablan de una “inversión ecológicamente impecable” que, para generar 1.400 Mw de electricidad, tropelía/negocio, exige 10 Hm3, la mitad del volumen del embalse de Alsa, agua que usan los vecinos -casi 200.000- y la industria de la cuenca del Besaya y, en los -cada día más habituales- periodos de sequía, los de Santander, muestra de los acuerdos que, heterodoxo alumno de Girón, el “león de Fuengirola”, mientras “el clima ruge en un mundo en crisis” y él no esté mintiendo en TV, alienta el “cuco canorus de Polaciones”: ¡quiere dejarnos sin agua!

1.393 Mw hidráulicos o los que, voraces, quieran ahora generar en el -agostado- valle de Iguña, Aguayo, Molledo,…, forzado salto de agua, polígonos industriales eólicos, pistas, líneas de alta tensión, subestaciones, cáncer-,…, la misma potencia del ilegal   concurso eólico” que -por no tener evaluación ambiental- anularon TSJC y TS, nocivos ecologistas, doble de los 700 Mw también eólicos del fútil PSEC 2014-2020, ¡sostenibilidad energética!, inútil siempre, agotado -sin usar- hace dos años, lo que no impide que, sin vergüenza, prietas las filas, la PSOE, el camarada Revilla, los hiperactivos lobbystas Marcano, Blanco, Gochicoa y otros -bien pagados- peones del sistema, aprueben y aprueben ilegales polígonos y más polígonos eólicos en nuestro histórico territorio natural y sostenible para generar injustificada energía y exhibir, impunes, su codicioso negocio, aniquilador de toda posible vida humana en el planeta.

El 1% no precisa esforzarse, ni casi mostrarse, -¡tan frágiles y simples nos ven!- para engañarnos, usan políticos, medios, sindicalistas y subvencionados para contar sus mentiras, fingir que, ¡de verdad, ahora sí!, se lo están tomando en serio y que lo hacen por nosotros, pues, al ser tan complicado, excede nuestra -muy limitada- capacidad, lo que es falso de toda falsedad, pues, al no valer ellos -vean a sus más próximos- nada, se aprovechan de una atrevida, dañina -para el resto- osadía, información privilegiada, medios para imponerse y el trampantojo de una -falsa- imagen; si alguien quiere cotejarlo, use dos dedos de frente, un adarme de decencia y aparte la (in)humana prudencia, que otros dicen cobardía o instinto de conservación y Kjell Askildsen define como “un instinto muy duro de roer, que ha destrozado muchas decisiones sensatas” y, con certeza, verá que la -mejor- solución, repito, la define -exacta- una niña: ¡cambiar, ya, el sistema!, para, inmediatamente, impulsar el nuevo, que nos exija ser libres y no caer, como refleja la gráfica imagen de “Escucha, pequeño hombrecito”, en el pavor de serlo, tras romperse la cadena que nos ataba a no se sabe qué, libro el de Wilhelm Reich, que es documento humano con que se enfrentó, 1948, a una sociedad, la de la II guerra, emocionalmente tan fétida y errada como la actual, (pre)ocupada más por la fútil/útil covid19 que por la antropogénica, acuciante emergencia climática.

Viví mi primera infancia, hasta los 7 años, en Rozadío, bajo el grueso tubo que cae del monte 200 m. desde el embalse de La Lastra y, tras atravesar por encima la carretera que bordea el río y sube de Puentenansa al embalse la Cohilla, Polaciones, lanza acelerada presión de agua contra la turbina de la central que, desde 1945, genera una potencia máxima de 12,6 Mw -menos de la centésima parte que la de Repsol- y lleva el nombre del pueblo que destrozó al implantar la nociva subestación en su plaza, con mi padre, alto técnico de Saltos del Nansa en aquella terrible España, fatigándose -seria diferencia con lo de ahora- en que esa agua tomada con dudoso consentimiento generara electricidad urgente para vivir, lo que me permite tener claro lo de las centrales hidroeléctricas, su riqueza… para los ricos y qué hacen con el río, dueño del agua,…, y, al tiempo, me hace cuestionar hoy lo que, siendo yo niño, se preguntaba mi padre, técnico, en los duros años 40, ¿cómo es posible que, con lo que avanza todo, no seamos capaces de acumular la energía generada y luego usarla?

Los 1.400 Mw hidroeléctricos de Antoñanzas y Viesgo que, en julio de 2015 ¡con su desvergüenza!, promocionaba Revilla, son la misma potencia del turbio “concurso eólico” que el 16 de junio, solo un mes antes, confirmando otra sentencia del TSJC, de 3 años antes, había anulado el TS y son vuelta a las andadas con la fútil disculpa del coche eléctrico para justificar -incitar- un forzado salto de agua que dejaría sin ella la región con la misma ilegal falta de evaluación ambiental estratégica que el atroz “concurso” que tantos Mw obsequiaba, sin evaluar sus dañinos impactos, a E.ON, Banco Santander, Sniace, Iberdrola, EDP, bancos gallegos,…, evaluación obligada por jurisprudencia y ley que, pasados 7 años, ni siquiera está iniciada y, sin que parezcan haber leído las sentencias o -menos aún- la Ley, los frustrados del “concurso eólico” vuelven al lugar del crimen con ahora 2.000 Mw eólicos -además de “lo de Aguayo”-, al rebufo de la millonada -que dicen- de Europa, alentados, acaso, por vanas -prohibidas, como ayer- promesas políticas de la misma mercantil PSOE y el mismo viejo “cuco”.

EL ROTO 28/07/2022

La flor y nata del poder político, el capital energético y lo más fiel -comprado- del, ¡ay Robespierre!, Tercer Estado nos quieren (im)presionar exhibiendo músculo e impedir que defendamos el territorio común, no respondiendo -ni siquiera permitiendo formular en público- preguntas tan sencillas cómo ¿alguien cree que el salto forzado de Aguayo y los polígonos industriales -que dicen parques- eólicos son democráticos, sostenibles, justos, verdes, ecológicos, distribuidos,…, no dañinos e ilegítimos?, ¿que no exigen evaluación ambiental estratégica?, ¿que es preciso llenar el suelo común, de todos, lejos del lugar de consumo, con cientos de turbinas, torres y aspas de 200 m., pistas, miles de km. de líneas de alta tensión, subestaciones, electromagnetismo y cáncer, miles de Tm. de hormigón, acero, plásticos, cobre, aluminio, plomo, tierras raras -kgs. en cada turbina-, fibra óptica, de vidrio, carbono y más cáncer,…?, ¿que así se frenará la destrucción de la vida en la Tierra?, la respuesta está en el viento, es un rotundo ¡no! y todo ello innecesario, insostenible, dañino, concentrado, injusto,…, pues lo único sostenible, gratis, distribuido,… son viento, agua, luz solar,…, energías de todos, no de las multinacionales, asalariados de la política y chupatintas que -pues les interesa- crueles concentran -o permiten concentrar- a su interés la generación de electricidad a partir de esas energías gratis, distribuidas, de todos, destrozando el territorio comunal que usurpan y, lejos de mejorarlo, agravando el feroz riesgo climático; son el enemigo que, ¡ya!, hay que combatir con la verdad y saña, derrotarlo… y echarlo.

EL ROTO 25/07/2022

domingo, 24 de julio de 2022

229 Los domingos cavilar Justicia, sanidad, educación,… y miedo Fernando Merodio 24/07/2022

229 Los domingos cavilar

Justicia, sanidad, educación,… y miedo

Fernando Merodio

24/07/2022

“Alguien calumnió a Josef K., porque sin haber hecho nada malo, fue detenido una mañana” (“El proceso”). “Una mañana, tras un sueño intranquilo, Gregorio Samsa se despertó convertido en un monstruoso insecto” (“La metamorfosis”. Franz Kafka).

“La medicina institucionalizada ha llegado a convertirse en una grave amenaza para la salud. (…) influye en todas las relaciones sociales (…) el proceso al que llamaré medicalización de la vida es de carácter político” (Iván  Illich. “Némesis médica. La expropiación de la salud”)

(…) para la mayoría de los seres humanos, el derecho a aprender se ve restringido por la obligación de asistir a la escuela” (Iván Illich. “La sociedad desescolarizada”).

Franz Kafka 1883-1924, Praga, imperio austrohúngaro hasta 1919, autor de una de las obras más sólidas e influyentes de la literatura universal, muestra a Josef K. en un mundo incomprensible, pesimista, absurdo,…, acusado de un delito que no llegará a conocer, reflejando la imposibilidad de tomar serias decisiones sobre lo más diverso por el freno de las relaciones familiares, la ansiedad, el abuso social físico y psíquico, el peso de la culpa, la opresiva burocracia,…, hasta un ilustrativo, realista final; administración de justicia, sistema hospitalario y escolarización masiva son abusos “industriales” de la -que dicen- “economía de mercado” y marcan el paso, junto a los más duros aparatos represivos del Estado, cárcel, policía y ejército, de una sociedad que cada día precisa más terror, miedo eficaz para el interés del intocable -no tocado- mínimo 1% dominante que, como el flautista de los hermanos Grimm -en alemán “El cazador de ratas de Hamelín”-, tras expulsar al resto de roedores del pueblo, acaba arrastrando a los niños para, así, mostrar su poder… a través del terror, el miedo.

Justicia, escolarización masiva u hospitalización sanitaria son términos perversos que el poder económico utiliza para generar la mayor parte del miedo que a tal poder conviene, instituciones con fines de dominación que manipulan indefinidos riesgos imaginarios o reales, nacidos de hechos de ayer, hoy o mañana, incluso de un ficticio recelo creado, sin pudor, para ejercer una violencia insufrible, útil para ellos, no física, mucho peor, anímica, que ya nos exige fatiga en oponernos, actuar y acabar con la opresión/miedo mediante una nueva cultura sociopolítica que no nace de culpar al otro, sino de volver al legado de la Ilustración tras “buscar, incansables, una perspectiva crítica, que deberá arrancar del examen de nosotros mismos”.

La primera de las tres serias imposiciones, la que fija la relación entre naturaleza y justicia, motivó en 1971, en la televisión holandesa, un tenso diálogo entre Michel Foucault y Noam Chomsky, hoy libro de útil lectura, en el que la -solo teórica, artificial- similitud de partida entre los dialogantes hizo que el introductor, Fons Elders, los presentara como “dos obreros perforando un túnel de montaña, desde lados opuestos, con instrumentos diferentes y sin saber si llegarían a encontrarse”, pues siendo los afanes de ambos similares, su base filosófica y sus conclusiones los hacían -muy- distintos, contradictorios, incluso enfrentados, siendo en el concreto ámbito del debate entre justicia y poder en el que más duro resultó el enfrentamiento y, en él, Chomsky patrocinó la mera desobediencia civil frente al discurso del poder estatal, en busca de una “justicia” que Foucault descalificó por abstracta, simple equidad teórica frente a la que prefirió la lucha entre el -que decían- proletariado, muy mayoritario, y el capital, mínimo, lucha de clases que no debiera atender -en exceso- los criterios morales del norteamericano, basados en una -supuesta- justicia común para toda la humanidad, a la que el francés oponía el hecho -para  él- apodíctico de que, aunque tal justicia universal existiera, siempre es el aparato judicial de Estado el que la aplica como conviene a la clase dominante, lo que vincula lo justo real a la cantidad de poder que cada cual tenga,…, conclusión cierta tal como, en los dos extremos, han mostrado los hechos de nazismo y stalinismo, por lo que, frente a lo que, cándido en exceso, piensa Chomski, que de la naturaleza humana puede extraerse, sin más, la noción de lo que es justo o no lo es, afirma Foucault que “no se hace la guerra porque sea justa, sino para ganarla”, lo que, siendo cierto, es obligatorio en especial cuando se tiene un enemigo tan fuerte y lleno de maldad como el nuestro; al planteamiento de Chomski, que no aceptaría, tras una posible toma del poder, que el proletariado no respetara, escrupuloso, los derechos -intereses- creados por el capital, opone, tajante, Foucault la conveniencia de que la gran mayoría proletaria en lucha, de ser preciso ejerza, si derrota a la mínima minoría, “(…) un poder violento, dictatorial incluso”, pues “no puedo ver qué objeción podría plantearse a esto”, justificando la violencia, en general injusta, cuando se necesite para obtener una mayor ecuanimidad, pues ello, dijo Maquiavelo, apoya la posibilidad de una fase violenta moralmente legitimada.

Hay que acabar con la tóxica, opresiva mezcla -siempre mal aleada- entre Justicia y juzgados, una confusión no inocente o neutra, pues hoy es obvio que la lucha jurídica, como la política, es espectáculo y, para ser descifrada, debe analizarse, sin dudar, en referencia a la economía y, mientras por un lado, nos impone el conservador John Rawls, erudito teórico de la Justicia, la exigencia de juzgar aplicando estrictos la ley con contrato social previo, pues “(...) la actuación de la Justicia no está sujeta a regateos políticos, ni al cálculo de intereses sociales”, en el otro extremo del espectro ideológico, Amartya Sen explica que las desigualdades no proceden, casi nunca, de la falta de bienes que debamos repartir sino de no aplicar a ellos, que por sí solos no son nada y adquieren valor al ser regulados en relación con las personas, el Derecho y, igual que Saint-Just, joven revolucionario guillotinado, debemos saber que "lo que conduce al bien general es siempre terrible", amarga certeza que obliga a reflexionar sobre en qué han devenido hoy Ilustración y Revolución francesa, meditar si es cierto que, como, tajante, afirma Foucault, "la única esperanza de los humanos está en ser revolucionarios, único modo de librarse de la vergüenza y responder a lo intolerable", pues el fracaso de la Justicia lo define, exacto, -creo que- el tío de Josef K. al decirle algo parecido -y tan real- a que quien está en un proceso ya lo ha perdido.

De similar modo, el fracaso de la institución hospitalaria, expropiación de la salud, lo definió la cruel vida de I.P. Semmelweis, 1818-1865, médico obstetra austrohúngaro que, al -simplemente- defender la higiene, agua, sepsis para salvar vidas en los partos produjo más avance médico que decenios de insana hospitalización, pero que, narra L.F. Celine en su tesis doctoral, “Semmelweis”, provocó tal envidia y odio en sus rectores que acabó muriendo, por sepsis, tras una paliza, en el sanatorio mental -otro invento represor- en que fue encerrado, haciendo que Celine escribiera en el Prefacio, “Supongamos que aparece otro inocente que se pone a curar el cáncer ¡El pobre no puede imaginar el tipo de música que le harían bailar!” o que, entre otros, Ivan Illich analizara con serio rigor 1) la impotencia de los servicios médicos para modificar la expectativa de vida, si no fuera por la higiene, la alimentación, la calidad de tal vida,…, 2) su supina insignificancia para curar las enfermedades, 3) la magnitud de los daños que causa la acción médica hospitalaria, 4) su futilidad para contrarrestar la asistencia médica patógena, 5)…, todas ellas evidencias del insano dominio generador de miedo que, con apoyo en la máxima “Primun non nocere”, llevaron al neurocirujano Henry Marsh a escribir sus memorias y titularlas “Do No Harm”, “Ante todo no hagas daño”.

Más ofensivo es, si cabe, pues trabaja con niños, material sensible, -muy- blando, la escolarización masiva, el dañino mito de la escuela, que, según Ivan Illich, confunde proceso y sustancia y -con evidente error- presupone que cuanto más tratamiento haya, mejor será el resultado, llegando a confundir servilismo -al sistema- con valor y llevando a que “la institucionalización de esos valores conduzca inevitablemente a la contaminación física, la polarización social y la impotencia psicológica”, siendo que, si primara educación sobre escolarización, seríamos ciudadanos, no consumidores.

Es pretensión cierta de las tres que, si nos situamos fuera de ellas, sintamos miedo.

domingo, 17 de julio de 2022

228 Los domingos, cavilar Un nuevo contrato social Fernando Merodio 17/07/2022

228 Los domingos, cavilar

Un nuevo contrato social

Fernando Merodio

17/07/2022

 Los problemas económicos no son pasajeros. Las cosas pueden ir mucho peor. Nos enfrentamos a problemas muy serios (…)” (Jamie Dimon. Presidente y consejero delegado de JPMorgan Chase y, según él, patriota USA).

Hoy impulsamos un movimiento ciudadano en el que el protagonismo es vuestro, sois vosotros los que vais a sumar. Esto no va de partidos, no va de siglas, va de pensar un país mejor, (…) un nuevo contrato social (Yolanda Díaz. Presentación de “Sumar” en el C.C. Matadero)

Al tiempo que Jamie Dimon, gran capital, elegante banquero, usa como mejor arma en su beneficio asustar a medrosos con atroces anuncios de un futuro terrible… para los de siempre, la fallida pretendiente de estilosa -¿envidiosa, quizás?- vicepresidenta segunda de la “mercantil-progresista” nos incita a que, sin intervenir partidos -ni el marxista del que, según alardea, forma parte-, tras cavilar -¿solos?-, demos forma -¿quiénes?- al borrador del nuevo contrato social que consideremos mejor -¿de lo mío qué?- que el actual y se lo traslademos a ella, que sin abandonar un momento su inane mantra de mayores impuestos a los muy ricos sin siquiera plantear -en su ignoto programa- un mínimo análisis para combatir las causas de la abusiva riqueza, mientras, caritativa, reparte migajas de unos pocos euros entre sus descamisados, absorta, además, en la hipnótica tarea de demoler lo único que -algo- nos protege, el contrato social de 1978, de la transición, y muy a pesar de su (in)suficiencia ignara, unirse -con las ideas que elabore nuestro personal egoísmo- a la élite de Hammurabi, Solón, Justiniano, Alfonso X, sus Siete Partidas, los levellers británicos, los revolucionarios francesas, su Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano,… y, cual Yavé en el Sinaí, grabar en piedra nuestro liberador, sedicioso contrato, imponiéndolo -a su modo- de la forma ya experimentada con la -útil- covid19 para así, junto a otros cada día más firmemente aherrojados por el óxido a idílicos cargos, ajenos a la -para ellos nada clara- cada día más dura realidad, seguir viviendo, mientras dure, del -viejo- Estado; eso es lo que me deja la ocurrencia de parte de la caterva que ha pasado de “poder” a, apocada, ahora rebajarlo y ofrecer “sumar”.

EL ROTO 02/11/2021

Rousseau, su contrato social, influyó en las serias ideas de la revolución francesa, también en las de Marx, y Fernando de los Ríos, su traductor, le atribuye el valor de que “al plantear los problemas de la vida civil lo hace sobre tales bases que siempre habrán de necesitar ser, o confirmadas o contradichas (…)”, pues se enfrenta a las lesivas, estructurales, hondas desigualdades que -entonces- generaba el liberalismo, precapitalismo de hace casi 3 siglos, sosteniendo que la mejor defensa para el individuo frente a la injusticia era dotarse  de una “forma de asociación que defienda y proteja de toda fuerzo común a la persona y los bienes de cada cual, que (…) uniéndose a todos no obedezca sino a sí mismo y quede tan libre como antes”, solución para el individuo que, según Rousseau, está en el contrato social, teniendo también claro el jacobino suizo, más quizás incluso que lo anterior, que “(…) una vez violado el pacto social cada cual vuelve a la posición de sus primitivos derechos y a recobrar su libertad  natural (…)”, idea que, en el primer párrafo de “El contrato social o principios del derecho político”, le hace “vincular lo que el derecho permite con lo que prescribe el interés, a fin de que la justicia y la utilidad no tengan por qué verse separadas”; opuesto a negociar -de negocio- los pactos continuos, sea con quien sea, que, cobardes, ahora plantean mercantiles partidos, especialmente ofensivo en el caso de los frívolos que, creyéndose omnipotentes, afirmaban “poder” y ahora, repito, para sobrevivir -ellos- se conforman con un “sumar” opuesto a lo que proponía Rousseau en, ¡respeto, por favor, Yolanda!, su “contrato social“, teniendo, como Tomás de Aquino, Juan de Mariana, Juan de Salisbury,… o Robespierre claro que, sobre lo alimenticio, está que “cuando el gobierno viola los derechos del pueblo, la insurrección es para el pueblo el más sagrado e indispensable de los deberes” e, incluso, el tiranicidio o la guillotina, ¡¡uff!!, pueden ser probado instrumento útil para los oprimidos.

EL ROTO 21/04/2021

Lo dicen Rousseau y otros, la única conclusión lógica es que, aunque sea fatigoso, dé pereza, incluso miedo, roto el contrato social -hasta el punto de imposibilitar el futuro humano en la Tierra- desaparecen los frenos que atan a la -gran- mayoría a sus normas, regresan las primitivas libertades, nuestros naturales derechos, volvemos al territorio en que antaño vivía ese hombre que, cada día más cercana, escucha la llamada de la naturaleza a la raza fiera que con precisa belleza describió Jack London; es ese uno de los argumentos para hacer que el búnker del 1% que, peligroso, incumple el pacto, cuyo agrietado muro protector retacan, “progresistas”, el jefe de planta Sánchez y sus empleados, junto a la “suma” de Yolanda, Belarra y Garzón, el pobre Rufián,… no pueda ser eterna coartada que justifique los cómodos abusos in crescendo del poder espurio sobre el hombre, porque el contrato social nunca se suscribe para ser usado, siempre, contra el individuo; hay que hacer, ¡ya!, algo.

Insisto, una mínima parte de los casi 8.000 millones que somos, menos del 1%, está destruyendo -¿lo ha hecho ya?-, con la complicidad al menos pasiva del resto, la posibilidad futura de vida humana en la Tierra y, para afrontar con eficacia y algún viso de éxito el intento de parar tan grave crisis cierta -como siempre crucial para los más débiles- generada por el grave incumplimiento contractual de esa mínima minoría, tenemos, además, el muy grave problema de que, para controlar el cumplimiento estricto de la obligación pactada que socialmente nos debiera unir, exigible a todos y en especial a quienes detentan las variadas formas del -injusto- poder, además de estar obligados vigilar -y frenar- el permanente egoísmo del capital, explica Ignacio Ramonet que en la estructura de tales formas, hoy la de los media, que controlan la información, ya no es la del viejo cuarto poder, contrapoder frente a los tres políticos a los que -se decía- vigilaba y, para el capital, poder económico, sin duda el primero, es un firme apoyo, siendo que, además, hoy -casi- nada, verdadero o falso, tiene relevancia en el mundo si -algunos de- los media no lo certifican, tal es su siniestro, discordante, incontrolado poder, asentado en la aniquilación de dos viejas, útiles y queridas armas del pueblo, instrumento de muchas de sus más serias conquistas, la multicopista y el megáfono, debiendo, además, ser conscientes de -y adoptar medidas contra- que el poder de esos media, cada día más serviles con el capital, nace de una descarnada apropiación indebida, del robo de los esenciales derechos de información y comunicación, de todos y saber valorar -no menos relevante- el humano hecho evidente de que pensar, formar y tener criterio propio y, más aún, defenderlo y difundirlo, además de ser fatigoso, genera, si tal criterio se opone al de quien manda, un muy peligroso riesgo personal.

El cimbreante “jefe de planta” degradó aún más en su podre “debate sobre el estado de la nación” el torpe contrato social “sumado” de Yolanda y entre aplausos de sus más ciegos, fieles y pequeños parásitos, inculto, intenta reescribir la historia a su modo, con una lectura tan mísera y poco útil -al menos para los “miserables”- como la de ella, tan poco práctica que incluso Josep Piqué, derecha pilla, inteligente, alegando inseguridad jurídica y desconfianza, se opone a los puntuales y poco eficaces -para la mayoría- medidas transitorias de tributación extraordinaria que parchean el sistema y defiende, por contra, propuestas de “reforma estructural” que, entiendo y aunque sus ideas sean contrarias a las mías, abre paso al debate de un contrato social que no sea mero apoyo a la situación de incuria, responda a los graves retos y plantee, frente al actual sistema económico, otro que, más justo e igualitario, encare los retos reales de una sociedad que, digan lo que digan, bien instalados, Yolanda y los suyos, está cayendo por un grasiento talud hacia el precipicio o, si lo prefieren, tiene el giro rápido a que aboca la “vis atractiva” del sumidero, haciendo muy urgente entregar el timón de la nave, para que dé un golpe de dirección, a quien, ayudado por el resto, sea capaz, que los hay, de hacerlo y aclare ya puntos tan oscuros como el de “la valla de Melilla”.

domingo, 10 de julio de 2022

227 Los domingos, cavilar Emergencia climática y geoestrategia Fernando Merodio 10/07/2022

227 Los domingos, cavilar

Emergencia climática y geoestrategia

Fernando Merodio

10/07/2022

 “Soy Greta Thunberg, tengo quince años y hablo en nombre de la justicia climática. Este es un grito de socorro” (Greta Thunberg. “Cambiemos el mundo”. (HUELGA POR EL CLIMA).

La cumbre de Madrid, calificada como un hito histórico, impulsa los preparativos para hacer frente a una rivalidad con el gigante asiático, que supone el mayor desafío del siglo XXI (El País. 03.07.22. “La OTAN arrastra a Europa a la pugna geoestratégica de EE.UU. con China)

La situación es extremadamente grave y no necesitamos ancianos “expertos”, ni genios ”mediáticos”, ni científicos “multinacionales”, ni “tertulianos” pagados para, serios y honestos, saber que lo que urge es frenar la destrucción de la vida en la Tierra y que para ello es preciso, ¡ya!, “cambiar el sistema”, como explicó hace 4 años Greta Thunberg, niña sueca de 15 a la que acusaron, junto a cosas peores, de no saber nada, pese a -o por- lo cual, con su síndrome de Asperger y solo una pancarta hecha por ella, iniciaba hace años una “Skolstrejk for klimatet” en sueco, “Huelga escolar por el clima” en español, e irritada, convencida, sentada en una gran escalinata, realizaba la más barata, eficaz, urgente, sorpresiva campaña informativa mundial, dando visibilidad e impulsando la alarma social frente a un muy grave, real peligro.

EL ROTO 07/07/2022

La historia está condicionada -casi siempre- por la experiencia de un abanico de jóvenes de a partir de 20 años, hasta senectos de 80, sin casi infantes, niños, adolescentes o ancianos decrépitos, siendo el riesgo sistémico grave -y desatendido- que ahora nos cerca el que desencadena pujanzas como la que, aunque se la intente desprestigiar, marcó -¿y marcará?- la adolescente sueca que, a imagen de su paisana Pippi Làngstrump y con obsesivo autismo nacido -dicen- de la angustia de conocer, a sus 10 años, los imparables, devastadores efectos del cambio del clima en el mundo, sus causas y el codicioso y ciego abandono de capital y política -e incluso ciudadanos- de la seria idea de remediarlo, angustia lógica en todo ser pensante que ella hizo mutismo selectivo -o privilegiado- y no habló salvo que le fuera realmente preciso, negándose, por un tiempo, a asistir a la escuela, sentándose frente al parlamento unicameral sueco con su cartel manuscrito para exigir -ni más ni menos- que el cumplimiento de los -formales, insuficientes, burla burlada- acuerdos de Paris, huelga que, más tarde, limitó a un día a la semana -sin votarlo con nadie-, los viernes, con inesperado efecto/contagio -envidia, por su nulo costo, para los canallas practicones del insano “marketing Goebbels”- entre estudiantes de tres centenares de grandes ciudades de todo el mundo, generando un movimiento degradado, por desgracia, en España cuando aparece la insoportable, perversa mácula de que a las protestas infantiles se unan, desaconsejables, diversos carteles de subvencionados e, incluso, de algún sindicato o partido causantes, en cuadrilla con otros, de la destrucción imparable que hoy paniaguados miserables dicen "desarrollo/progreso".

Cada día es más visible la necesidad de -generar- un tsunami joven, adolescente que, pues la general, adulta corrupción no protege nuestra supervivencia, no engañe a nadie, dé la cara, no le tiemble la voz ni la mano -como no duda Greta al dársela, seria, a toda clase de viejos, capitostes, asalariados, inanes políticos,…-, movimiento que deberá estar dotado de un discurso claro sobre cómo generar la energía que, en verdad, precisemos y quién lo ha de controlar, con el único fin de frenar la catástrofe, un discurso suave en las formas, sencillo por su evidencia, hondo y, en especial, contundente, bien articulado, preciso, vinculado al limpio raciocinio infantil y juvenil que deberán defender en los foros influyentes del 1% dañino, cruel, craso y sus sumisos feudatarios de Davos y los ridículos, distintos “G”, un discurso que no debiera conformarse con generar miedo en capital y siervos -siempre- estériles, sino, por su seriedad evidente, empeñarse en producir terror, pánico, en las antípodas del sermón negociador -de negocio- buenista, con que, fieles al poder real, pactan con quien sea los “progresistas”, un discurso que ponga en evidencia algo tan cierto y grave como que capital y políticos están "robando el futuro a nuestros hijos" y, pues casi todos los mayores -formados en el servilismo- ni quieren hablar de ello, deberán ser los jóvenes, los más afectados, quienes, saliendo del carril, exijan la solución que, hace décadas, señala la -poca- ciencia no dócil al capital y, tras escucharlo, lo hagan.

Thunberg, adelantada y sabia, dijo en Katowice, Polonia, en la Conferencia de la ONU que "si las soluciones dentro del sistema son tan imposibles de encontrar, tal vez deberíamos cambiar el sistema (...)" y explicó que hay que "hablar claro, por incómodo que sea", pues "no podemos solucionar una crisis sin tratarla como tal", por lo que, para empezar por algo cercano, actual, peligroso, dañino en nuestro amenazado, mínimo territorio, impidamos el ilógico, insistente intento de políticos y capital de implantar hasta el infinito la forma más agresiva de generar -con cientos de turbinas eólicas de 200 m.-, un falso "crecimiento económico verde eterno" consistente en "moverse hacia adelante con las mismas malas ideas que nos han metido en este desastre", cuando "lo único sensato es tirar del freno de emergencia" y poner sobre todas las mesas de debate algo tan viejo y solidario como que "el poder real solo pertenece al pueblo", que es quien debe tomar las decisiones relevantes en medio de la sexta extinción masiva, ésta antropogénica -la quinta acabó hace 65,5 millones de años con los dinosaurios-, que aniquila biodiversidad, dicen que una media de 200 especies al día, nivel de extinción entre 1.000 y 10.0000 veces superior al normal, que hay que frenar, por ejemplo, con drástica reducción en el uso de smartphone y avión, dañinos medios de comunicación y transporte, pues gente mucho más inteligente y activa que nosotros vivió siglos sin ellos y, evidente la crisis climática, debiéramos enviar, ya, al basurero de la Historia a los dinosaurios que sobreviven en la economía, política, ecología, sindicalismo,..., turbiamente vinculados al peor capital, para dejar paso -y ayudar- a los muy jóvenes que, como escribió Rilke, están próximos a esa etapa vital llena de encuentros, de volverse a ver, de seguir avanzando, una etapa en la que no ocurre nada distinto a lo que sucede a cosas o animales y, por ello, viven lo que ocurre a ambos como si fuera humano; sea la que sea nuestra edad, vayamos al encuentro de la infancia, estemos atentos a Greta Thunberg -mujer, el suyo sí que es feminismo- y otros, pongámonos con -detrás de- ellos, defendámoslos de los malos, impidamos que los destruyan o, peor aún, los digieran. Cavilemos.

RIKI BLANCO 07/07/2022

Frente a la urgente, juvenil utopía del día a día de todos, está la odiosa “cumbre OTAN de Madrid”, capitalismo y realpolitik, que a partir de von Bismark -dicen- buscó el equilibrio entre los imperios, pero fue sustituida por la weltpolitik, agresiva estrategia bélica nacida del desarrollo industrial que adoptó el emperador alemán Guillermo II y generó las llamadas guerras mundiales que nos arrastraron a tener que soportar, además de la insufrible desigualdad, el irritante club Bilderberg, el elitista foro de Davos, los odiosos “G” o que El País, 03.07.2022, titule obsceno que “La OTAN arrastra a Europa a la pugna geoestratégica de EE.UU. con China”, imposición a la UE  de una ruta peligrosa, ajena a la inaplazable atención al riesgo climático, ruta que solo sirve para ayudar a la industria, finanzas, economía del capitalismo USA en su perdida carrera con el del gigante asiático y Rusia, y forzar, por ejemplo, a nuestro ondulante, ridículo jefe de planta a que, sumiso, eleve acelerado el gasto militar miles de millones -que ¿de dónde sacará?- y a comprar fragatas al (des)igual, imperial aliado, mientras, salvo científicos raros, nadie se (pre)ocupa porque, un ejemplo, El País 05.07.2022, “el anticiclón de las Azores se expande e intensifica por el cambio climático”, anomalía inédita el último milenio que, junto a efectos mucho más graves, propiciará borrascas, clima seco y daños peores en lugares como Galicia, mientras, ciego a lo que viene, “el parlamento europeo respalda el sello verde al gas y la nuclear” que impulsan Alemania y Francia, preocupadas -solo- por ahora y ellas y no por el dañino “efecto invernadero” o el riesgo nuclear y sus resilientes residuos; el dilema es claro, o juvenil utopía frente al caos climático o seguir soportando geoestrategia e imperio, y la decisión es nuestra.

domingo, 3 de julio de 2022

226 Los domingos, cavilar Los Concejos Abiertos: Arcera-Aroco Fernando Merodio 03/07/2022

226 Los domingos, cavilar

Los Concejos Abiertos: Arcera-Aroco

Fernando Merodio   03/07/2022

No podemos tolerar que (…) en el contexto de una crisis financiera ajena al mundo rural, los grupos oligárquicos y corporativos se apoderen y se beneficien de las plusvalías naturales, culturales y agroalimentarias que por derecho, trabajo e historia pertenecen al mundo rural (Valentín Cabero. Profesor de la Universidad de Salamanca)

El capital financiero (…) se esfuerza generalmente en (…) apoderarse de las mayores extensiones de toda clase de tierras, estén donde estén y sirviéndose de cualquier medio” (V.I. Lenin. “Imperialismo: la fase superior del capitalismo”).

José Luis Pardo, filósofo, partía del diálogo, “What do you read, my lord? Words, words, words,…” entre Hamlet y Polonio, para razonar que, tras muchas palabras, “al final de la contienda (…) es posible que las cosas (sobre las que se trataba presuntamente en la disputa) hayan sido enteramente destruidas o abandonadas (…)” y, pese a ello, la cavilación tiene -muchas- más palabras de lo habitual por mi enfado al cavilar en verdad y defensa de los Concejos Abiertos, real democracia, haciéndome tomar el riesgo de que alguien susurre, incluso grite “words, words, words,…” y piense que, al ser tantas, puedan ser ineficaces; pese a lo cual, entiendo preciso usarlas para expresar el daño que causa una muy grave forma de delincuencia pura y dura.

Concejo Abierto, Junta vecinal, pedanía, parroquia rural,… no son solo palabras, se digan como se digan según lugar y tamaño, son útiles, medios eficaces, entes de derecho público con personalidad jurídica facultados para gestionar bienes inmuebles y muebles, fuentes, caminos, lavaderos, abrevaderos,... y, lo más importante, para administrar territorio rural, 3,5 millones de hectáreas -creo haber leído en algún sitio y me parece poco- de bosques, pastos, montes, cursos de agua,… de propiedad comunal en Cantabria, de todos los vecinos, un enorme poder, que los corruptos quieren, de nuevo, usurpar, anulando su acción histórica -y la de hoy- en asambleas abiertas a las que los vecinos, a toque de campana acuden a debatir y decidir sobre lo de todos, intentando viciarlos, controlarlos, reducirlos a espurias listas partidistas o incluso disolverlos, indigno apaño de política y dinero para adueñarse del territorio.

Barrio de Arriba de Arcera, "Patrimonio y Belleza" 

Su carácter abierto, asambleario es participación directa de los vecinos en la toma de las decisiones, mientras delegar supone un pernicioso control por los grandes partidos/empresas, ignaros en la gestión de lo comunal que desprecian lo básico de la democracia, las viejas formas de autogobierno vecinal, hasta provocar el abandono del medio rural por los campesinos, condenando al campo a asumir el modo de vida urbanita, facilitando la perversión que Lenin explica en “Imperialismo: la fase superior del capitalismo”, de que el capital financiero siempre quiere “apoderarse de las mayores extensiones de toda clase de tierras, estén donde estén y sirviéndose de cualquier medio”, uniéndose hoy a “la causa” el gobierno “progresista” con el bozal de la -que dicen- pandemia, la guerra eterna y la “estabilidad presupuestaria” -la intrusiva Ley 27/2013- que golpea con saña a Entidades de ámbito territorial inferior al municipio, 524 en Cantabria, y 1) priva de fuerza jurídica a los Concejos, 2) expolia lo comunal en favor de municipios partidistas, 3) dificulta la gestión de su patrimonio, montes, fincas, cotos de caza, edificios, caminos, fuentes…, 4) apoya macro-negocios de generación -aquí- eólica, minas, expolio forestal, ganadero, fracking, canteras, vertederos,…, infraestructuras que dañan lo comunal y 5) sustituye en los pueblos el criterio de servicio por la limitada, miserable rentabilidad económica, trocando, así, el “valor de uso” comunal, con que los pueblos no ganan pero se benefician, en  valor de cambio”, tras usurpar, privatizar su patrimonio, nueva desamortización de lo comunal.

Los Concejos son el último reducto administrativo de la democracia directa -de la democracia-, con voz para todo interesado y voto para los empadronados, lo que, sin necesidad de entrar en más detalles, explica las egoístas razones para que el poder venal -todo el poder económico y político- los odie e intente que desaparezcan, pues además, a diferencia de los alcaldes y otros cargos político-administrativos, aportados por las grasientas rampas de los corruptos partidos, al del Concejo lo eligen de modo directo, no delegado, los vecinos, tal como aquí reguló, hasta hace dos días, la Ley 6/1994, que, en sus artículos 6, 7 y 8, atribuía al Concejo las facultades del Pleno municipal y a su Presidente las del Alcalde, explicando Raymond Carr, serio hispanista británico, que, ya en 1830, existía la sucia ambición de asaltar lo de todos y, así, “los propietarios acomodados trataban de forzar la venta de los bienes comunales”, un asalto que -siempre- intenta limitar el control de lo común por los vecinos, obviando lo esenciales que, en especial en la situación actual, son -y serán- los Concejos.

Espadaña de San Pantaleón de Arcera, siglo XII, depredada por Administración y "expertos"

Nuestro pequeño -mínimo- territorio, que algunos llaman Cantabria es, en el peor sentido, ejemplo de la perversión que aquí fue declarar a Montesquieu muerto -y matarlo- no dejando ni rastro de los tres poderes independientes que -solo siéndolo- impiden que nos gobierne, legisle y juzgue siempre el capital apoyado en burocracias de partidos, sindicatos, subvencionados diversos,…; dice Raúl del Pozo en una de sus columnas “El ruido de la calle” que “esto no va de derechas o de izquierdas, sino de protegernos de esta cuadrilla de aficionados”, tibia descripción que definiría mejor la ponzoñosa realidad uniendo al leve “aficionados”, al menos, dos apellidos más duros, “peligrosos” e incursos en lo penal”, tal como, aquí ahora, (de)muestra el evidente delito que es disolver un activo Concejo Abierto generador de bilis en los políticos y en el mínimo, mediano y gran capital, Arcera-Aroco, tres pequeños barrios, el de Arriba, el de Abajo y Aroco, de nuestro sur, unos 30 vecinos empadronados en Valdeprado del Río, entre Campoo, Valdeolea, Valderredible y Palencia, del que la injusta vida, el frío invierno, el aislamiento y la insolidaridad del resto expulsaron poco a poco a sus vecinos, obligándolos a adaptarse a lugares de apariencia más cómoda, pero más ilógicos e inhumanos, hasta que, pasados los años, la lógica nostalgia de quien se jubiló con fatiga del abusivo trabajo injustamente asalariado y le place regresar en busca del tiempo perdido, del imborrable sabor, que aún paladea, de la añorada magdalena infantil que, con emoción y belleza, relata Proust en “À la recherche…”, a recuperar lares, volver a atizarlos, usar el ancestral territorio común, vivir lo propio, dotarlo del hermoso estar que, injusticia histórica, hace años le robaron al separarle de, al tiempo que del hogar, el patrimonio común que, lindante con Castilla, gestiona en propiedad su Concejo Abierto: 470 Ha del monte núm. 250 del C.U.P. “Dehesa-Rubacente”, de pasto comunal, 120 Ha. de pinar silvestre, 330 Has. de bosques de rebollar, 30 Ha. de quejigar, 330 Ha de siega y pasto particulares, cuyos propietarios se asociaron para defenderse, un coto privado de caza, otro posible de setas, más de 30 puntos para abastecerse de agua, caminos, fuentes, cierres, abrevaderos, Casa Concejo,…, el corredor natural del LIC Río y Embalse del Ebro, 4 kms. de río de gran valor natural, sin infraestructuras de ningún tipo en sus márgenes, grandes robledales que conectan a importantes vertebrados entre zonas de la Red Natura, el corredor natural del sur de Europa: Cordillera Cantábrica, Pirineos, Macizo Central Francés, Alpes, el área de interés geológico-paleontológico El Montezuco, microfósiles del Jurásico del Dogger, 40 millones de años, especies de interés natural amenazadas, a su cuidado: cangrejo de río autóctono, lirón gris, nutria, turón, gato montés, aguilucho cenizo, pico mediano, alimoche. azor, aguililla calzada, águila culebrera, halcón abejero, orquídeas y un serio patrimonio histórico-cultural: Iglesia San Miguel s. XIII, de Santa Cruz s. XIII-XV, necrópolis altomedieval y restos Iglesia San Pantaleón s. XII, molino harinero La Fábrica, en perfecto estado de conservación,..., todo ello en el País Románico, propuesto Patrimonio de la Humanidad y Paisaje cultural europeo,  con rutas de senderismo como el GR 99 del Ebro, GRS de pequeño recorrido señalizados, SL-S 32 Senda Fluvial de los Molinos del Río Polla, SL-S 35, Ruta Arcera-Ermita de los Remedios,… y un largo etcétera que define un rico, tangible e intangible, patrimonio.

Aldea de Ebro, corredor natural del Ebro desde Arcera

Tanta riqueza ofende de forma grave a miserables y “progreso”, de cuya amenaza, solo, la protegen el Concejo y la Plataforma para la Defensa del Sur de Cantabria- frente a varios proyectos eólicos, ilegales todos, tres sondeos previos -vivos aunque los digan muertos- de fracking, intentos de quema industrial de biomasa, la cantera La Fábrica y el permanente abuso de un ganadero venal que arrasa el territorio y, hasta fecha bien reciente, con la turbia cooperación corrupta del alcalde, el secretario municipal y la administración regional, se atribuía en falso todo el terreno comunal y privativo del Concejo, para expoliar una muy elevada -ilegal- cantidad de dinero “europeo”, la PAC,…; el sistema es arma cruel que conviene al poder y acota todo a gusto del capital con teorías económicas y -cínicos, dicen- principios del  injusto, frustrado capitalismo de Estado-partidos, entre los que destaca el que llaman socialista, hoy “progresista”; algo cierto que todos conocemos y, pese a ello, callamos.

Frente a ello, Vila-Matas en “Bartleby y compañía” homenajea a Melville y al serio escribiente que fue pulcro y obediente hasta el día en que, harto, al ser requerido para que, otra vez, realizara el trabajo que, fiel, dócil y exacto, ejecutó siempre, se plantó y dijo: “Preferiría no hacerlo” y, tras expresar el deseo, lo llevó a la práctica, no colaboró, se negó con un rotundo NO lúcido, ejemplar, no inactivo, cómplice y cobarde, sino revolucionario y activo grito contra lo arbitrario injusto, que Vila-Matas pone en relación con Traven, “el más oculto de los escritores ocultos”, defensor de los derechos de todos, genial autor de la novela “El tesoro de Sierra Madre”, hoy reeditada, base de un viejo gran film de John Huston, alegato contra la ambición, sus causas, efectos y al escribir lo que sigue pienso en quien describió tres clases de testigos: los que han visto bien, pero dudan, los que han visto mal pero creen haber visto bien y los que no han visto nada y creen haberlo visto todo, a las que añadiría una cuarta más, la de los que tras ver, visto lo visto, lo dicen como hacía Traven, que escribía como si estuviera en el tajo; en Arcera-Aroco, los que hoy regresan hallan su bello suelo manchado por lo peor del sistema, el caciquismo apoyado en un régimen, “progresista” dicen, dominado, como siempre, por banco, capital -hoy eólico -y política que usurpan el territorio, injustamente priman cierto ganado, abusan de los restos del destrozo de lo rural y, por encima, cubriéndolo todo, la Administración, corrupta hasta el tuétano y el sistema se encarnan en un alcalde hereditario y dos secretarios venales hozando y  disolviéndolo todo, craso error que será su -siempre despreciable- cenotafio

Enterramientos de San Pantaleón siglos VIII al XII, que intentaron destruir con una pista eólica

Cogito ergo sum", "pienso luego existo", soy si pienso... Descartes (1596-1650) nos legó con el "Discurso del método para bien conducir la razón y buscar la verdad en las cosas" amor a la búsqueda libre, que él abría con un modesto "supongamos" y cerraba con la idea de que cada cual puede, a su modo, contar su historia con voz propia, a lo que, a mi modo, añado que 1) sin aceptar como verdad lo no evidente, 2) dividiendo de difícil en partes, para solucionarlo, 3) iniciando el análisis por lo sencillo para avanzar y 4) revisando todo, como hace la Plataforma, para no errar en el orden ni en el contenido, así que, animado por Descartes, narro el -triste solo ahora y ya veremos- pasajero final de la historia: el pasado 24, sin duda para limpiar el sucio camino hacia “los millones de Europa” y pagar el trueque del “concurso eólico” de 2009 con bancos y eléctricas que, en 2012 y 2015, impidieron TSJC y TS por burdamente ilegal, el consejo mini-regional de Revilla, el ayuntamiento de Valdeprado del Río y un dictamen -que, para no vomitar, desearía emitido con engaño- del Consejo de Estado disolvían, al no poder con la Plataforma, de hoz y coz el activo Concejo Abierto de Arcera-Aroco, lo que Revilla, su consejo, la burocracia regional y el ayuntamiento, con dolo, urdieron a sabiendas de que se apoyan en falacias gruesas, de ilegalidad delictiva. Y veremos.

Lo anterior es grave, gravísimo, pero no debemos olvidar que, al tiempo y no peor, moribundo el virus del bozal, nos intentan distraer con nuestro fotogénico, cimbreante, dúctil jefe de planta, más belicosos burócratas y la guerra que interesa al capital, torciendo falaces la historia, con la UE como peón del imperialismo USA y agitando en los Museos “los desastres de la guerra” que denunció Goya y el “Gernika” de Picasso.

EL ROTO 02/07/2022