CoVilación. 15
De infamias
Fernando Merodio
07/05/2020
“España está en la gama alta del éxito, otros han recomendado beber lejía" (Teresa Ribera. Vicepresidenta para la "Transición Ecológica". Titular a toda página en El País 03.05.2020).
"(...) con mensajes en ocasiones contradictorios, ya que su canto constante a la libertad se veía, en ocasiones, contrapuesto a su cercanía con ideas y regímenes totalitarios" (M.A. Castañeda. El Delirio Montañés 26.04.2020 "Aute, en el Edén")
Es la actual, la de todos nosotros, una generación cobarde, sin cuajo, irracional, que calla ante el atroz azote del calentamiento global y en cambio le aflige lo -poco- que le cuentan sobre un virus que en dos meses habría causado -dicen- en España 26.000 muertos, el 0,055% (1 de cada 1900) de un total de 47 millones de habitantes, mientras los infectados -también datos "oficiales"- serían 220.000, el 0,44% (1 de cada 220) también de 47 millones; al tiempo, en un mundo con 8.000 millones de personas, los muertos por CoV19 serían 251.000 y los contagiados 3,5 millones, por lo que, pese a lo que atruena con su ruido la buenista queja de que cada muerte es un drama... en especial cuando quienes mueren no son negros, indígenas,..., omito, por ínfimos, los porcentajes de estos datos mundiales, pero sí me fijo en el que dice que los españoles somos menos del 0,6% de personas en el mundo, pero nuestros muertos son más del 10%, casi 20 veces más; tan ilógico que exige crítica.
Simples números, vieja y sabia abstracción mesopotámica, que inspiró a Hans Magnus Enzensberger un libro que la hace solución frente al aburrimiento y anima a cavilar, sacar conclusiones, formar criterio y, si además apetece, explicarlo e, incluso, polemizar con otros; números los de arriba que -lo siento- convierten en cruel la ignara apreciación -"la gama alta del éxito- de Teresa Ribera, -dicen- "ecológica" ministra-vicepresidenta que, sin amagar siquiera que intuye la obligación de expulsar a patadas al capital que ha patroneado la siniestra deriva que nos trajo al caos en que estamos, afirma -y miente- querer conducir la generación energética, epicentro socio-económico de toda política seria, a un puerto distinto del "calentamiento", pobreza, desigualdad,... causados por el avaricioso enriquecimiento de los pocos del dinero.
EL ROTO 07/05/2020
Lo que ocurre con el fiero confinamiento en que el "progresismo" mercantil de la PSOE y los adeptos de Evita nos ha recluido es que todo el que quería hacer -y hacía- algo con criterio para denunciar por comatoso estado y dañina actuación al liberal-capitalismo está bloqueado, incomunicado, permitiendo -con una micra del genio de Borges- juntar un cúmulo de relatos criminales como los de su "Historia universal de la infamia" que, incluso, no tendría por qué ser, frente a la queja del argentino sobre lo acumulado por él, "el irresponsable juego de un tímido que no se animó a escribir cuentos y que se distrajo en falsear y tergiversar (sin justificación estética alguna vez) ajenas historias" y, muy al contrario, serían relatos propios, actuales, radicalmente reales, atractivos y didácticos, sin argucias, por excesivo que pueda parecer alguno.
Entre esas varias historias, una podría ser "La atroz redentora Teresa Ribera", sobre cómo la vicepresidenta que, con unas muertes que tasaría Enzesberger, nos sitúa en "la gama alta del éxito", no nos quiere envenenar con lejía y, porque cree tenernos aherrojados, confinados, al pútrido calor de la ultra-liberal UE negocia con el peor capital ampliar el impúdico Tratado sobre la Carta de la Energía que -en secreto y sin debate público- se aplica en España desde 1994, un Tratado, cuya cláusula ISDS, Investor-State Dispute Settlement (Arbitraje de Diferencias Estado-Inversor) cierra toda intervención a tribunales -más o menos- neutrales y encarga a relamidos despachos de abogados -algunos ex del Estado en excedencia- sin escrúpulos decidir los antojos del poder/dinero multinacional sobre economía/energía frente a los estados, evidente y corrupta infamia que ha costado, entre otros a España, miles de millones de euros o dólares -como cada cual lo mida-, traición "progresista" al interés general que, además de aparecer en la nueva Historia Universal que redactaría alguien parecido a Borges, exige por supuesto aclaración.
Otro relato sería "El atroz redentor Iglesias", sobre cómo, en el totalitario y tétrico silencio opresor del confinamiento, con la lucha popular -15-M, "Rodea el Congreso", "Marchas por la libertad",...- maliciosamente bloqueada hace tiempo por los que mentían diciendo "poder", el inane (des)gobierno, sin haber tramitado la obligatoria Evaluación Ambiental Estratégica, empuja -como cómplice de la ultra-liberal corrupta UE- el trámite del llamado Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, PNIEC, que quieren sea pista libre para que el capital, que llena de falaces anuncios los medios de comunicación de masas -todos de su propiedad-, mantenga el control económico, la decisión, la gestión plena y el futuro del desarrollo energético que, en sus sucias manos, no puede ser -como exige el desastre climático por ellos causado- sostenible, ecológico, sino mero trampantojo -trampa al ojo- para cubrir el daño que han causado.
Otro relato actual de la universal infamia sería "El impostor inverosímil Sánchez", en el que el guapo jefe de la planta de señoras de una gran superficie -ahora confinada- intenta abrumar a todos desde su nuevo alto cargo con las leyes que le exige el amo, el capital, intentando disfrazar, por ejemplo, como supuesta prohibición del aciago 'fracking' la palabrería hueca de una repetitiva, dañina, inútil Ley de Cambio Climático y Transición Energética que, en el lúgubre silencio de sus sótanos, estaría tramitando.
Para acabar, una infamia civil, el autoritario confinamiento político me ha privado, ¡gracias!, de la aprensiva y rápida ojeada diaria a El Delirio al tiempo de tomar café en El Teleférico, siendo una amiga que, de verdad, se jugaba algo al enfrentarse a Franco organizada en el único partido que lo posibilitaba, la que me ha pasado el -como todo en ella- cuidado recorte de un desvarío titulado "Aute, en el Edén", El Delirio, 26.04.2020, del mismo ágrafo M.A. Castañeda que, cuando -hace siglos- el PCE aun era ilegal, señalaba en el periódico, con sus nombres y apellidos, a tres jóvenes miembros de "el Partido" que, además de luchar contra la dictadura, para él era -y es- ejemplo de "ideas y regímenes totalitarios", razón para desear que no vuelva escribir sobre nada o, al menos, -hasta que se entere- sobre Aute, proponer otra narración de la futura "Historia Universal" titulada "El proveedor de iniquidades Castañeda", explicar que Aute, además de cantar las -manidas- letras sobre las que él delira, cantó con Silvio Rodríguez "El necio", sedante contra la infamia de la que era autor el cubano: "Dicen que me arrastrarán por sobre las rocas / Cuando la revolución se venga abajo / Que machacarán mis manos y mi boca / Que me arrancarán los ojos y el badajo / Será que la necedad parió conmigo / La necedad de lo que hoy resulta necio / La necedad de asumir al enemigo / La necedad de vivir sin tener precio / Yo no sé lo que es el destino / Caminando fui lo que fui / Allá Dios que será divino / Yo me muero como viví".
EL ROTO 06/05/2020
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