domingo, 26 de abril de 2020

102 Los domingos cavilar CoVilación. 13 Algo más que palabras Fernando Merodio 26/04/2020

102 Los domingos cavilar 

CoVilación. 13 

Algo más que palabras 

Fernando Merodio 
26/04/2020 

“La libertad de hablar se está perdiendo. Antes, quienes mantenían una conversación se interesaban por su interlocutor, pero ese interés se ha sustituido por la pregunta sobre el precio de sus zapatos o de su paraguas. (...)." (Walter Benjamin. "Calle de dirección única"). 

"(...) hemos llegado a la asombrosa paradoja, ilustrada a la perfección por el permanente estado de negociación y desgobierno de la política española, de que la esfera pública está llena de vergonzosas disputas entre intereses particulares, que obscenamente se oponen al interés público, (...) la libertad de conversación se está perdiendo". (José Luis Pardo "En defensa de la esfera pública"

Quien -desde su alcance- pretenda ejercer su "libertad de conversar o hablar" o, lo que es igual, su libertad de pensar y, para generar efectos en la esfera pública, decirlo, sabe que el freno a ello -el poder de los que, para mandar, no necesitan pensar... más que en ellos- ha adquirido una tal gravedad y alcance –la gestión de la "pandemia" y el grave "desastre climático" son dos ejemplos actuales- que, si se quiere llegar a una solución humana, empieza a exigir algo más que palabras..., hay que subir el tono de lo que se dice y hacerlo más claro, desagradable para los que no quieren escuchar y, además, como advierte Pardo, "pretenden imponer esa renuncia -a hablar- a los (...) que defienden la necesidad de la esfera pública (...) que no quieren perder su independencia intelectual y su libertad de pensamiento", lo que "por lo que parece, es pedir demasiado". 

Aparecen -cada día más- ambiciosos egoísmos particulares de diversas fratrias -no de sangre, de intereses-, iglesias, partidos, medios de comunicación, empresas, grupos sociales -sindicatos, ONGs, asociaciones,... del momio-, ocupando cada día un mayor espacio social e intentando impedir que quienes no se someten a sus intereses privados y ridiculizan sus despóticos, casi siempre ridículos "argumentarios", puedan utilizar la lógica de pensar y hablar libremente. 

EL ROTO 25/04/2020

A partir de ello, hay que denunciar tesituras como la de Günther Grass, ya anciano, tratando de justificar en el libro “Pelando la cebolla” su juvenil pertenencia a las Waffen SS en base a una razón en exceso cómoda, “me dejé seducir por el nazismo sin hacer preguntas”, similar a las de Albert Speer, padre de la iconografía y arquitectura nazi y Gertraud Junge, secretaria de Hitler, ambos próximos al führer hasta el hundimiento, “Podemos hundirnos, pero nos llevaremos a un mundo con nosotros”, admitiendo, además, la última su cómoda cobardía de falta de esfuerzo para percibir lo que estaba ocurriendo y, de ser preciso, intentar frenarlo, reacción frente a hechos afín, a otro nivel, a la de quienes aquí ahora se solazan en torcer la memoria -que dicen- histórica, dañando su eficacia como referencia; frente a ello, libros, lectura que me pareció -y es- seria de “Castellio contra Calvino. Conciencia contra violencia”, Stefan Zweig, o “Responsabilidad y juicio”, Hannah Arendt, reflexión de cada uno a su modo sobre la humana fatiga de intentar separar bien y mal y actuar, o la de "Nosotros, los hijos de Eichmann”, dos cartas abiertas del filósofo Günther Anders, “probablemente el más lúcido de los críticos del mundo tecnificado”, a Klaus, hijo de Adolf Eichmann, responsable del traslado de judíos a los campos de exterminio, agrias severas cartas que expresan la firme convicción de que, si no razonamos -y hacemos-, perderemos resistencia y conciencia, seremos fácil engranaje de máquinas como la que movió la idea de liquidación industrial de masas humanas y acumulación sistemática de cadáveres con un fin político: una forma simbólica de ser hijos, todos, de Eichmann. 

Es cierto, resulta difícil distinguir bien y mal, sobre todo si quienes pretenden abusar de su -inmerecido- poder de influir ya han pre-juzgado en la seductora dirección de lo cómodo, han hecho la pregunta muelle, creado la útil coartada, ¿quién soy yo para ir contra el resto?, pero, aun siendo cierto que diluirse en la masa podría ser -irrelevante, coyuntural- eximente o atenuante legal en un juicio, está muy alejado de la categoría seria de justificación ética o moral; tal es la reflexión de Zweig en “Castellio contra Calvino”, su libro quizás más inquietante -más incluso que el que narra el zigzagueo vital del tenebroso Fouché-, análisis de la porfía entre humanismo, libertad individual, y fanatismo, violencia injusta que (ab)usa (d)el poder. 

Los razones de Castellio, solitario mosquito que en el siglo XVI se enfrentó, heroico, al elefante Calvino, poder religioso, liberticida y violento que envió a Servet al fuego y cristalizó el mal, están en su “De arte dubitandi”, donde explica que “la posteridad no podrá creer que después de que ya se hubiera hecho la luz, hayamos tenido que vivir de nuevo en medio de tan densa oscuridad”, siendo cierto entonces -y ahora- que la oscuridad se dilata -y dilatará- con la falta de educación, pues el cambio real, el revolucionario, se asienta en una instrucción pública accesible a todos, germen del poder republicano, al que se accede -no sólo echando al rey- con inteligencia, esfuerzo y mérito; Condorcet, en tiempos feroces -y feraces- República y logos, fin del mito monárquico de la religión, dijo que, “aún dando a todos la igual instrucción que a todos es posible extender, la república no niega a ninguna porción de ciudadanos esa elevadísima instrucción que puede ser compartida por la masa entera de individuos”, razón para que el pedagogo que fue presidente de la Asamblea francesa en 1791, se opusiera a ese cómodo aprobado general que -a cambio de unos votos- tenemos aquí. 

Desde antes del virus, sin planes de estudio republicanos, en tiempos de obscenos pactos, aprobados fáciles, títulos baratos, negación del pensar, acatamos -sumisos- el sistema -igual el dictado por Franco que el feo de hoy de la sucia mercantil muñida por el “vendedor” Sánchez y el desleal e irritante Iglesias y los demagogos gritones que en el parlamento arremeten contra esa "ley mordaza" que su líder único, junto a Irene Montero, los "comunistas" Garzón y Díaz y el enigma Castells, aplica con saña desde el gobierno del trágala que da -dicen- libertad e, insolidario, anima a gastar, consumir lo que, liberal, sobra al capital, participar votando... a los mismos siempre; lo explica Hanna Arendt, “la cuestión de la responsabilidad personal de quien debe hacer que funcione el sistema es algo marginal”, es cómodo, seductor aceptar que el gobierno es -solo- una pequeña e (ir)responsable pieza del preciso, puntual, infalible engranaje y si, con dolo o sin él, lo hace mal, no es peligroso, ¡el otro lo haría aun peor!, mientras sus altavoces, percuten mintiendo: ¡demócrata es quién vota y -ciego- delega! 

Tal grupo –solo- de intereses pre-juzga en la seductora dirección cómoda, imparte doctrina dudosa, no debate -pues no tiene- ideas, invita a no pensar ni hablar, muy al contrario del Kant que advierte que la libertad de pensamiento no debe ser confundida con solitarias, inanes certezas privadas y, por ello -aquí ahora- procede no prestar -ninguna- atención a la lerda doctrina de Sánchez, Iglesias & Co, instruirse, elaborar y asumir lo propio, dudar, hablar, enfrentarse al poder, denunciar el daño que causan los burócratas, defender la lógica de un progreso que no exija crecer, luchar por la igualdad, no dilapidar lo común, regresar a lo sostenible de cuando éramos pocos y austeros, participar -de verdad- en la sociedad civil haciendo política, no dejarnos caer en manos de policía y ejército, proclamar otras seducciones,..., cosas, todas ellas, serias que, para ser conseguidas, -temo que- quizás exijan algo más que palabras. 

Coda sobre la que no pensar ni hablar.- Si Banco Santander, dadivoso, donaba hace días 25.000 € y Revilla lo publicitaba en el BOC, ahora es Glaxo, farmacéutica que factura 26.500 millones €/año, con un beneficio de más de 7.000 (el 25-30% de sus ingresos), la que -tras, en 2012, reconocerse culpable penal, pagar 3.000 millones $ y no ser condenada- dona 28.000 € y Revilla, cuando menos indigno, lo anuncia también en el BOC, ¡publicidad muy barata a la sombra del, para algunos, útil virus!

jueves, 23 de abril de 2020

CoVilación. 12 Capitalismo depredador vs CoV19 Fernando Merodio 23/04/2020

CoVilación. 12 

Capitalismo depredador vs CoV19 

Fernando Merodio 
23/04/2020 

“Los hombres hacen su propia historia, pero no lo hacen a su libre albedrío, bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo aquellas con que se encuentran directamente, que existen y han sido legadas por el pasado". (Karl Marx "El 18 brumario de Luis Bonaparte"). 

"(...) los gobiernos que hemos elegido entre todos porque prometían velar por nuestro bienestar han acabado convirtiéndose en cómplices tolerantes de un proceso que favorece el enriquecimiento de un grupo reducido a costa de la mayoría y que engendra con ello una sociedad cada vez más desigual". (Josep Fontana, Prefacio de "Capitalismo y democracia. 1756-1848. Cómo empezó este engaño"

Dice Joaquín Estefanía, director de El País 1988-1993, algo tan serio como que las políticas para implantar y asentar el capitalismo "(...) no son 'naturales', sino que se imponen desde los gobiernos mediante (...) leyes y regulaciones y, en el extremo se defienden por medio de la represión", aturulladas leyes, reglas y coacción ad hoc que, con todas las atenuantes que pueda inventar la -bovina- mayoría de tutores de que era ineludible, han quedado datadas en la pequeña historia de la pésima gestión de la crisis vírica en que se han enlodado los "progresistas" de la fresca empresa Sánchez, Iglesias & Co... y la torpe oposición, tan mala, que los hace buenos.
 
EL ROTO 21-04-2020

Las luchas que generó el primer capitalismo mundial, cimentado en el comercio de las compañías nacionales europeas en el siglo XVII, en especial la inglesa, la francesa y la holandesa con mercancías orientales y americanas, tejidos, té, café, especias, azúcar,..., acabaron en la llamada Guerra de los Siete Años, 1756-1763, calificada por Churchill como primera guerra mundial, finalizada con la victoria de Prusia y el nacimiento años después de la "pentarquía" que dominó en Europa hasta la I Guerra mundial: Francia, Gran Bretaña, Austria, Rusia y la propia Prusia, consolidando, al tiempo, el dominio de la emergente burguesía, los propietarios sobre, por un lado, las latentes ideas revolucionarias francesas y el enérgico impulso de nuevos trabajadores industriales, campesinos e, incluso, siervos que empezaban a organizarse en torno al socialismo utópico y las ideas de Marx y su Manifiesto de 1848, guerra que al menos derruyó, excepto en Rusia, los restos feudales y la servidumbre que no había arrasado la revolución de 1789. 

La traza democrática que podían aportar el anti-absolutismo, el creciente número de trabajadores industriales y, junto a los campesinos, su mejor organización era, sin duda, ficticia, ya que, en primer lugar, el supuesto control político mediante el voto era todavía negado a las mujeres y el sufragio fue hasta mediados del siglo XIX censitario, no universal, limitado, según las naciones, por motivos económicos, de instrucción o sociales, llegando Montesquieu a matizar en interés de los propietarios y el incipiente capitalismo su inicial e ilustrada afirmación de que "la esclavitud va contra el derecho natural, por el que todos los hombres nacen iguales e independientes", "El espíritu de las leyes, XV, 5", 1748, en el sentido de que "el azúcar sería demasiado caro si la planta que lo produce no la trabajasen esclavos"; ya entonces capitalismo puro y duro. 

Ahora asistimos a lo que Lluis Bassets denomina "ensayo general antes de la catástrofe", idea seria que, quizás para no molestar a su entono, no desarrolla en todo su duro alcance y se limita a resumir diciendo que "el coronavirus nos ha llegado como un aviso, quizás el último, antes del desastre climático global que nos aguarda" y, siendo desconocida como es -por las mentiras y la pésima información que tenemos-, la seriedad del virus que paraliza lo que los profetas del "progreso" que es crecer sin límites, insostenible, llaman mundo desarrollado, lo que resulta indudable es que el origen de la pandemia está, simplificando, en la muy deficiente relación del hombre -y la mujer, no se enfaden "progresistas-feministas"- con la naturaleza, mientras su desaforada propagación la ha posibilitado el crecimiento, también ilimitado, insostenible de esa cosa histérica que los más cursis y estúpidos de nosotros llaman "viajar" sin seso y el contagio que el contacto facilita y, por último, la falta de respuestas sanitarias que no sean las de la "avanzada" tecnología -higiene básica, confinamiento represivo, mascarillas, guantes, batas,...- del siglo XIX -o anterior- es una muestra más del fracaso de esa cosa siniestra que los economistas de cámara del peor capitalismo, llaman "mercado" que, pese a conocer los riesgos evidentes y cosas peores, no invierte -al no ser rentable para el capital- en sanidad pública, vacunas,... 

Vuelvo a Bassets y no añado nada a su tibio -pero descarnado y cruel- anuncio del "desastre climático" que, sin duda acompañado de accidentes y pandemias de verdad, mucho más agresivas y letales que ésta, van a vivir, ¡nadie lo dude!, los remilgados niños ¡de hasta 18 años!, algunos incluso con suerte y jardín, cuyo "desconfinamiento" tanto parece preocupar a nuestra -por identificarla de algún modo- fauna reciente de politólogos, sociólogos, psicólogos, opinadores,..., tras haberlos formado en el aplauso febril a nuestra policía, ejército y guardia civil, que dice lo que dice... y lo hace. 

Poco anima a confiar -cuestión de fe- en el capitalismo el hecho de que bicho tan pequeño, poco mortífero -menos de 200.000 muertos en una población de casi 8.000 millones, 25 por cada millón de habitantes-, algo tan previsible y anunciado como la CoV19 haya sido capaz de generar el shock que ha generado en el "sacro mercado", la ilógica "bolsa", el trabajo, fabricación, compras, ventas,..., la oferta y la demanda reguladas -dicen- por el sabio "mercado", cuyos efectos, en forma de destrucción de empleos/sueldos, pequeñas actividades agrícolas, empresariales,... pagarán -siempre- los más débiles, al tiempo que otros, ¡qué horror!, van a perder una -muy pequeña- parte de las plusvalías injustamente detraídas de la fuerza de trabajo del resto. 

La Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático 2015, XXI Conferencia sobre Cambio Climático, 21ª Conferencia de las Partes ó 11ª Conferencia en calidad de reunión de las Partes en el Protocolo de Kyoto (COP 21/CMP 11) fue organizada por la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático (CMNUCC), debió costar lo que ni se sabe y consiguió alcanzar el 22 de abril de 2016 el llamado "Acuerdo de París", firmado -buen símbolo- en New York, los USA de Donald Trump; desbordante parafernalia para el mejor ejemplo de trampantojo, protocolo que -todo el mundo sabe- no resuelve el gravísimo y real problema del "desastre climático" y que, además quizás por ello, no cumple nadie, siendo pues innecesario referirse a la triste broma que fue la Conferencia organizada hace meses en Madrid por Sánchez, porque en no sé qué otro sitio no podía celebrarse. 

Sí son cumplidores los sabidos actores que intentan consolidar el injusto -ahora titubeante- capitalismo en la eterna cita con su criminal forma de imponer -falta de- ideas, señalando Global Witness, ONG que trabaja para romper los vínculos entre el robo de los recursos naturales y la pobreza, la corrupción y el abuso de los derechos humanos, que en 2018 se asesinó en el mundo a 164 defensores del medio ambiente y la tierra, 37 menos que en 2017, más de la mitad en "nuestra" Iberoamérica, una importantísima parte impunes, abuso en el que están recogidas acciones de, por ejemplo, la destacada parte del Ibex que son Iberdrola y Gas Natural -ahora beatífica Naturgy-, que al tiempo que utilizan el dinero ganado de "esa forma" para anunciarse como ecológica y sostenible solución al insoluble caos planetario generado por ellas e igual que -con ayuda de Revilla, Martín, Zuloaga,...- lo intentan en Cantabria, en el istmo de Tehuantepec, México, junto a Acciona, Renovalia,..., están perpetrando, contra los indígenas, un muy grave atentado eólico con irreversibles daños, impactos socio-ecológicos y vulneración de derechos humanos. 

Explicaba ya Marx en El capital, capítulo 24, volumen I, cómo el despojo del territorio común abrió "el camino por el que había surgido el orden económico capitalista en la Europa occidental del seno del régimen económico feudal". No es nada nuevo.

domingo, 19 de abril de 2020

101 Los domingos, cavilar CoVilación. 11 Pero, ¿quién está confinado? Fernando Merodio 19/04/2020

101 Los domingos, cavilar 

CoVilación. 11 

Pero, ¿quién está confinado? 

Fernando Merodio 
19/04/2020 

“Mejor zozobrar que arriar las velas, pues quien lo hace es esclavo” (Cita vikinga) 

“La política y la civilidad de la democracia por lo común consiguen atarlo. Soltarlo o jugar con él es de irresponsables. Hay que tener miedo al miedo”. (Amelia Valcárcel. "Miedo al miedo"). 

"Yo tengo jardín y mucha suerte -¿o mucha cara?-, soy consciente de que muchas familias están teniendo a los niños en pisos de 40, 50 ó 60 metros". (Pablo Iglesias). 

Llevo mal el duro, represivo "confinamiento", acción fetiche "progresista", científico medio -para ellos- moderno con que enfrentarse a la cosa del pequeño virus, al tiempo que hablan, tan solo hablan, de higiene, tests, mascarillas, guantes,..., tratamientos todos del siglo XIX que, como quienes los imponen, no son límpidos sino ambiguos, con significados tan chocantes como que el verbo "confinar", si se pone en relación con "confinäre", latín medieval, significa relegar o encerrar en unos límites, pero si se hace con "confinis", vocablo clásico, remite a vecino, contiguo, y si con el sustantivo "confinium", sería límite común, palabras todas ellas que incluyen el prefijo latino "con", encuentro, comunidad o cosa compartida y la raíz "finis", borne o marca; nada de ello casa con la figura jurídica de "confinamiento" -que tras ser borrado del código penal, se refugió en el militar- y policía y ejército -mal mandados y errados- nos están aplicando; el Diccionario de la RAE lo define como "pena consistente en obligar a alguien a residir en un lugar diferente al suyo, aunque dentro del área nacional, y bajo vigilancia de la autoridad", una autoridad que imagino "militar, por supuesto", tal como pistola en mano, el 23-F/1981, nos recordó a tiros el teniente coronel Antonio Tejero.

EL ROTO 17/04/2020

Si tenía buen humor o no veía peligroso al enemigo -no busquen, pues, comunistas confinados-, como ahora hacen los "progresistas" aquí, desde los años sesenta del siglo pasado el general Franco confinaba, igual que antes lo habían hecho, entre otros, la venerada II República y, aún antes, el dictador Primo de Rivera, padre del fundador de Falange, José Antonio; le fue aplicado a Miguel de Unamuno que, en 1924, vivió confinado en Fuerteventura, mientras Luis Jiménez de Asúa, 1926-1927, lo fue, junto a Salvador Villa y Francisco Cosío, hermano de José María -el de La Casona de Tudanca-, en las peculiares islas Chafarinas y José Mª Albiñana, 1932, creador del muy derechista Partido Nacionalista Español, en Las Hurdes, orden de Alcalá Zamora, mientras, larga lista mérito del general bajito, vivieron en lugares exóticos una pléyade de monárquicos y democristianos, Jesús Pabón, José María Pascual, , Íñigo Cavero, Joaquín Satrústegui, Fernando Álvarez de Miranda, Antoni de Senillosa, algunos de ellos participantes en el llamado Contubernio de Munich, o Gregorio Peces-Barba, en 1968, cuando aún era correligionario -nunca mejor dicho- del cristiano Joaquín Ruiz Jiménez o los psoecialistas Nicolás Redondo, UGT, y Ramón Rubial, no encarcelados, deportados a Las Hurdes en 1968. Otro tipo de confinamiento, privación de derechos, además del brutal empleado contra los "peligrosos" comunistas, fue la expulsión de la universidad sufrida, de una tacada en 1965, al tiempo por Aranguren, Tierno Galván y García Calvo, acompañados por ceses en solidaridad. 

Aquí ahora, el R.D. 463/2020, 14 marzo, de alarma, nos confina en los domicilios, dictando de modo limitativo las actividades que permiten "circular por las vías de uso público", lo que para Manuel Aragón sería ilegal, suspende derechos fundamentales, mientras Cruz Villalón más laxo, prefiere, por la -que ve- muy grave situación sanitaria, no hurgar en la herida, limitarnos a exigir -y ya veremos qué pasa- que a la vuelta -o como lo llamen esos que ahora no callan- no nos lleven a la peligrosa, reaccionaria "nueva normalidad" difusa que Sánchez e Iglesias predican, pues, por definición, lo normal lo definimos entre todos; menos apto para la laxa complicidad con los bisoños y osados legisladores de excepción- es que la imposición de duras sanciones por desobedecer al RD de alarma, en base a la Ley 4/2015, de seguridad, la apestada Ley mordaza de Rajoy -que ahora con saña, pues les vale, usan Sánchez, Iglesias & Co- exige, hasta para la Abogacía del Estado, el "previo requerimiento expreso e individualizado del agente -sancionador- al ciudadano -infractor-, y que este desobedezca", no bastando para ser sancionado saltarse el confinamiento y, quizás por ello, el ministro Grande-Marlaska, ex-presidente de la sala penal de la Audiencia Nacional y ex-miembro del CGPJ, se ha visto obligado a sorprendernos el 14 de abril, 89 aniversario de la II República, ¡al mes justo del RD de alarma!, con un intempestivo comunicado sobre la "incoación de procedimientos sancionadores" por presuntos incumplimientos de aquella "ley mordaza", con ilógicas, disformes, y cuantiosas "propuestas de sanción", lo que, junto a otros indicios, invita al pesimismo respecto a esa “nueva normalidad” que, de modo reiterado, anuncian querer imponernos. 

EL ROTO 18/04/2020

De esa normalidad, nueva/vieja, que saldrá del bloqueo total impuesto a la parte "más débil " de la sociedad me preocupan muchas cosas, por ejemplo, que el pasado 12 nos pasmara un titular: "Ana Botín, nueva asesora externa de la directora del FMI", parte de un nuevo grupo constituido con la función de "aportar distintas perspectivas sobre políticas y acontecimientos", siendo que ni la presidenta del "dadivoso" banco que ha donado 25.000 € a Cantabria contra el virus que la aúpa, tal como explica, con sumisa humildad, el Decreto 22/2020, BOC 26/04, de Revilla, ni Kristalina Giorgieva, directora búlgara del FMI, están confinadas ni han visto limitado su poder para confabular; a la "Kristalina" directora del instituto creado en Bretton Woods para mejorar la economía de los países miembros, la cooperación monetaria internacional, reducir el paro,... e, imagino, respetar -y hacer respetar- la ley no parecen importarle, entre otras cosas, los públicos, notorios y feos vínculos de la asesora y el banco que preside con la delictuosa e insolidaria actividad en los paraísos fiscales. 

No parecen confinados -y se mueven en cuadrilla- "180 representantes políticos -la "progresista" ministra Ribera, entre ellos-, directivos empresariales -multinacionales-, sindicatos –sin nombre- y ONGs -dinosaurios de la ecología- que reclaman que la UE supere esta recesión con políticas contra el cambio climático", o sea, con "inversiones masivas" que administre el selecto clan del 1%. No está tampoco afectado por la "pandemia" –y la usa como excusa, cajón de sastre- el acelerado trámite opaco de la llamada -lenguaje perverso- Ley de Cambio Climático y Transición Energética en el -al menos para los ciudadanos- lejano parlamento español, igual de mal informado y poco participativo que el que –con serias reprimendas de Europa- está teniendo el que llaman Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, PNIEC, ¿no serán redundantes?, del que una Plataforma de nuestra región ha solicitado la nulidad de pleno derecho, por falta, entre otras cosas, de información, sin siquiera haber tenido respuesta. 

Ofensivo y alarmante es, junto a un larguísimo, sin fin etcétera de agravios, que la gran mayoría de anuncios sean ahora de sociedades farmacéuticas, de enfermería o médicas privadas y de crueles multinacionales energéticas, cuya importante presencia en el Ibex habría que analizar, destructoras de la vida del hombre en el planeta, asesinas de indígenas que les hacen frente, a los que Pablo Iglesias, "peronista" fan de Evita y sus “descamisados”, finge combatir desde su jardín y piscina con la "renta mínima", la nueva normalidad, que, cual Trump, él querría firmar y, siendo su pago hoy urgente -cantó Yupanqui y en "Los nadies" dijo Galeano, "a 'naides' tengo a mi lado / porque no busco piedad, / desprecio la caridad / por la vergüenza que encierra; / soy como el león de las sierras, / vivo y muero en soledad"-, mañana, si es perpetuado sin igualdad y trabajo, sería una humillante vergüenza.


Y para acabar, mi homenaje a tres imágenes que copio, "El triunfo de la Muerte", de Brueghel, sus esqueletos arrasando la Tierra, cuya vuelta hay que evitar y los -tácitos- honores de El Roto a Greta Thunberg y su "cambio del sistema" y a la higiene, último gran avance de la sanidad, que costó fama y vida a Ignaz Semmelweis. ¡Va por ellos!

miércoles, 15 de abril de 2020

CoVilación. 10 Republicanos Fernando Merodio 15-04-2020

CoVilación. 10 

Republicanos 

Fernando Merodio 

15-04-2020 

“(...), el proceso de desmantelamiento tiene que llevarse a cabo de forma disimulada y oculta. Y esa es la primera tarea del líder político actual (...) Un muro verbal para esconder lo que está sucediendo. Y al otro lado del muro, el 'bulldozer' sigue desmantelando (...) La política para ellos es un pretexto". (Un muro y un 'bulldozer'". John Berger. El País 05.04.06) 

Ayer, 14 de abril, tras leer las nocivas memeces de siempre del rico peronista de Galapagar y mientras esperaba encontrar algo serio sobre eso en que algunos ven la solución a todos sus males y, desde Grecia y Roma -salvo los ingleses que, muy suyos, lo dicen "commonwealth"- llamamos "república", administración de la "rës püblica", los asuntos de todos, celebraba que justo a los 15 años de que, a partir de unas parejas elecciones municipales y que el rey huyera, proclamáramos nuestra II República que, no siendo ejemplar, fue quebrada por un general bajito, rechoncho y de voz atiplada, yo nacía, en domingo de ramos, pellejudo, larguirucho, chillón y, quizás por ello, bermejo, viví en Rozadío, Robacío en las “Peñas arriba" de José María de Pereda, el pueblo de Chisco, criado de Marcelo, señorito madrileño sobrino de don Celso, dueño de la casona de Tablanca, Tudanca, donde repartí mis primeros afectos, aprendí a andar, hablar, leer y escribir, conocer a los próximos, honrar a la maestra, amar la naturaleza, el monte, el río, las aves, el jabalí, el zorro, el lobo,…, explicar a los niños del pueblo, a mi modo, la mar que, ¡tan cerca!, aun no conocían, trepar pindias peñas, hacer sopas en el río con morrillos que los pastores usaban para apriscar ovejas y vacas o que, más grandes, apilados en morios, dividían en pequeños rediles el bello territorio, correr, rodar el aro, dar mínimas estivas, empacharme con andrinas -no endrinas- y moras, llagarme, ortigarme, arañarme,... aliviarme con la milagrosa nueva pomada de penicilina, usar varas de avellano para arcos, flechas, espadas,... y, a los 7 años, llevar hasta Santander la profunda "u" final del habla de la Montaña, barruntando ya entonces que, en la España oscura y triste de aquel general, tuve la fortuna, a pesar de todo, de una niñez inocente y feliz, aviniéndome a Rilke en que “la única y auténtica patria del hombre es su infancia”. 

Entiendo que ello está en la base de mi idea de apoyo a la "rës püblica", las cosas de todos, asentada en esa infancia y, luego, colegios de "curas", mal olor húmedo y agrio, sus faldones largos que ocultaban algo, las misas diarias, los rosarios, las semanas santas, el fútbol, los recreos, terrores primero y, después, dudas lógicas de que esto y lo de luego fuera eterno, Religión y Formación del Espíritu Nacional, asignaturas raras, las notas, las reválidas, el cuadro de honor,..., los largos veranos, el aire fresco que, a mis 16 años, fue Madrid, el "preu", el colegio mayor, la universidad, las pensiones, ¡la vida!, lo pesado que era el ridículo general bajito, barrigudo, de voz atiplada, cruel e inculto, el rey que juró el Movimiento, la heroica y etérea atracción de "los comunistas", las carreras, los tétricos grises, los panfletos, el cine, el teatro, la trastienda de librerías, Marx, Engels, Freud, Henry Miller,..., "Las criadas" de Genet, "Marat-Sade" de Weiss, teoría y práctica, política y sexo, vivir e, insisto, ¡aire fresco!, fútbol, el Madrid de DiStéfano, Puskas y Gento y el equipo del Hogar Montañés, Rosa, escarceos con las ciencias y estudios de derecho, única alternativa que me dieron a la Filosofía, la estúpida, odiosa "mili", la boda, Fernando y Santiago, la familia mechada de política que buscaba libertad, el Derecho, carca, usado como arma, las Comisiones Obreras de Camacho y Cote, los abogados/amigos muertos en Atocha, la fatigosa y dañina legalización, la transición injusta, líquida, el voto republicano, negativo, secreto a la constitución, la decepción que me lleva a las pequeñas bolsas de resistentes de que escribía Berger, fracasos, derrotas y, también, victorias, generosos y extenuantes maratones, traiciones, fallos, la agitación de la vida, la lucha entre Marat y Sade, ideas, lectura, enfados,... hasta que, muy septuagenario, desemboco en esto..., la vida. 

El 14 de abril, la idea de rës püblica me lleva a París, a Nanterre, la filosofía y mayo del 68, a la revolución francesa, la Ilustración, la Razón, los derechos del hombre que, además, es ciudadano, al bello cementerio Pere Lachaise y su homenaje a los republicanos derrotados por sí mismos, por el general, Mussolini e Hitler en 1939: "A la mèmoire de tous les espagnols morts pour la libertè. 1939-1945" que, tras sobrevivir al fascio, arriesgaron y perdieron la vida en defensa de ideas de libertad e igualdad para todos, la rës püblica frente a la ponzoñosa mezcla de egoísmo nacionalista y falso socialismo que aliñó el nazismo y, continuando el viaje hacia atrás en el tiempo, llego hasta Platón, al diálogo República, en griego Politeia, Acerca de la Justicia, al gobierno de la polis, referido a la idea del Estado de su época en crisis y al lugar que en él ocupa cada hombre y cada estamento, que el filósofo siempre vinculó a la Justicia. 

Me siento -y me sé- republicano hasta el tuétano, preocupado por las cosas públicas, de todos, lejano, por supuesto, a dichos y hechos de los miembros de la peligrosa amenaza mercantil de Sánchez, Iglesias & Co que -dice Alba Rico- en sus represivos decretos del confinamiento nos obligan a que distingamos -ellos no lo hacen- qué es lo esencial y cuya abusiva brigada mediática político-social, la hiperactiva Sexta -que Zapatero regaló al entrista Roures-, cual Billy el Niño, cada día es más eficaz en la totalitaria denuncia y persecución de quienes no les son afines; soy, pues, tan ajeno a esa -por decirlo de algún modo- política... como a la de los otros, a la falta de ideas frente a la realidad, a la sumisión al poder, a la constante fe ciega que, como en el mito de la caverna, hoy se nos exige respecto a las sombras que ellos proyectan sobre el muro del antro con su perverso lenguaje traidor a cosas importantes, corrupción completa de la inteligencia, transigir, conciliar todo incluso con lo irreconciliable, me veo en las antípodas de esa cosa ajena a lo republicano, melindrosa, que la mercantil PSOE/peronistas llama "progresismo". 

La rës püblica no será defendida, es notorio, por las variedades de nuestra derecha, ni tampoco por el capital, la iglesia o los poderosos entramados mediáticos que hoy dictan -su- doctrina, ni tampoco por ignaros "progresistas" que, empeñados en un disimulado, oculto, perverso proceso de desmantelamiento, levantan un verborreico muro tras el que ocultar lo que están haciendo, pretendiendo, ignaros, que para desmontar el abuso de ahora bastaría con echar al rey y, luego, atiborrar a su ávida tropa de -solo- ¿y de lo mío, qué?; sujetos peligrosos que, salvo en su verbo, formas y pizcas de demagogia que ni rozan el núcleo, social y políticamente no difieren de la derechona, capital/prensa y, basta que mande un manipulado, ridículo virus, para que no aparezca nadie y diga nada que merezca la pena escuchar sobre la rës püblica, a través del pequeño hueco abierto para decir lo que pienso, hoy, 15 de abril, dedico un emocionado recuerdo y un sincero abrazo a los olvidados que, en España, en Europa y en tiempos muchísimo más duros que los del ridículo CoV, vergüenza y evidencia de nuestra servil incapacidad para defendernos, perdieron, se plantearon -de nuevo- hacer causa común con la libertad, la igualdad y la justicia en defensa de la cosa pública y lo hicieron: esos, y no nuestros actuales codiciosos gárrulos con botafumeiro, son los republicanos.

domingo, 12 de abril de 2020

100 Los domingos, cavilar CoVilación. 9 KL. Konzentrationslager Fernando Merodio 12/04/2020

100 Los domingos, cavilar 

CoVilación. 9 

KL. Konzentrationslager 

Fernando Merodio
12/04/2020  

“Ordenar una especie de arresto domiciliario de la inmensa mayoría de los españoles, que es lo que realmente se ha hecho, no es limitar el derecho, sino suspenderlo” (Manuel Aragón. “Hay que tomarse la Constitución en serio”. 

“Los campos de concentración de las SS eran la expresión de la ideología nazi consentida por una aplastante mayoría de alemanes”. (Nikolaus Wachsmann "KL. Konzentrationslager"

Hace tiempo que miro, cavilo sobre hechos de hoy o viejos y escribo con intención sobre actos y gentes cuya maldad objetiva arruina la vida; dolorido por muertos, llego a la Cavilación 100 y se que aunque el afán de escribir sobre cosas de uno mismo es narcisista, vacuo en el vasto y cruel paisaje en que nos movemos, cavilar ayuda. 

Escribir anima, además, a cavilar -e intentar que lo hagan otros- sobre algo que excede de lo propio en el rato que es la vida y, con frecuencia, me lleva a pensar en los Auschwitz de los que, con corrección dañina, hacen oficio diario del poder impune, lo que me costó una firme crítica, a la vez amiga, que habló así: “Un poco exagerado referirte a Auschwitz, ¿eh?, además no creo que tú sientas estupor frente a la maquinaria del poder, la conoces, tienes medios para defenderte y los usas”, para añadir, pienso que solidario, “pero me gusta que lo hagas e insistas en lo del ‘sucio trabajo de todos los días’, je, je, los veo removerse en el asiento mientras lo leen”. Modo de entenderme, el del amigo, sano pero ajeno a la idea que propongo. 

El campo de concentración, KL (Konzentrationslager), lo planta, riega y alimenta una -en general- cierta o supuesta/arbitraria situación, estado excepcional, en realidad un convenio sobre el que, con -incierto- apoyo en ley o norma, se construye lo que llaman “custodia protectora”, actuación “preventiva” a favor de -dicen- intereses generales frente a ideas, individuos y/o hechos -también dicen- expuestos -al menos- para los que usufructúan -o usurpan- el poder y, a partir de tal ficción jurídico-política, todo lo que suceda en tal campo, lager, por inhumano, ilegal o abusivo que parezca, será visto lícito, humano; técnica sencilla y peligrosa que crea espacios para posibilitar el arbitrio ajeno a la norma ordinaria y llega a parecer habitual, incluso necesario. 

A mi modo, cito con frecuencia al Giorgio Agamben, para el que todo análisis del exterminio que quiera ser serio, eficaz, no debe limitarse a ver el vínculo entre estado de excepción e inhumano lager; debe atender a una idea más amplia, la de “campo”, no sólo “lugar en que se ha desarrollado la más absoluta ‘conditio inhumana", sino “matriz oculta” que lo hizo posible, norma que domina “el espacio político en que vivimos”, que “se agranda cuando el estado de excepción se convierte en regla”; hay ejemplos extremos de tal riesgo: empezar, unánimes y sin matiz o queja, por estado de alarma, luego, acaso, de excepción y, como final, ¿de guerra? 

Primo Levi sufrió hasta el límite en Auschwitz, lager dedicado al concreto exterminio sistemático de judíos, y situó en el origen de la barbarie la idea de que todo aquel que piense distinto es extranjero, pone en riesgo tus prebendas y es, por ello, enemigo; el lager es “producto de un concepto del mundo llevado a sus últimos efectos con coherencia rigurosa: mientras el concepto subsiste sus efectos amenazan”. Michel Foucault, Octavio Paz y otros explican que, hoy, los mecanismos de la opresión están, en primer lugar, en manos del lenguaje que controla el capital y la tecnificación de la política; Chomsky dice que, en manos de los poderosos, “la propaganda es a la democracia lo que la cachiporra al totalitarismo”, un poder espurio que dicen libertad de expresión que, pese a ser de todos, usurpan unos pocos, generando las formas de un lager distinto que, cuando menos, permite intuir un futuro aun peor. 

¿Dónde está el límite en el ámbito de la democracia? Hay casos en que está bien definido, pero en otros lo amplía cada uno desde su cobardía, explicando quienes han vivido experiencias duras que, tras la humillación, callas o lo cuentas y, mientras el silencio nace de un profundo malestar que Levi llama “vergüenza” y está provocado por la bota que dicta qué es vergonzoso o, por contra, noble, solo se explica aquel que sabe que, tras su maltrato, lo extremo e inhumano le supera, desborda su caso. 

Para enfrentarse a ello son precisas experiencia, valentía y fortaleza ante al abuso y, al tiempo, derrotar al examen, dictamen e ignara opinión pública que el poder genera; también hay que superar el estupor que engendra la crueldad y analizar cada “campo” concreto, pensar, detectar el abuso, la desigualdad, el horror,…, y valorar la urgencia de usar la fuerza del trueno que genera la razón en marcha. Brecht lo sabía y, por ello, escribió en 1938 “Poemas del lugar y la circunstancia”, ”Primavera”: “Al gorjeo de los estorninos / se mezcla el trueno lejano / de los cañones de las maniobras navales / del Tercer Reich”; atentos a si el riesgo son, como allí, los KL y el trueno lejano que sustituya a la razón en marcha sea el hosco ruido de emergentes kapos. 

Empiezo a leer “KL, una historia de los campos de concentración nazis”, más de 1.000 densas páginas de horrores que, desde hace meses, me esperan y que, ya en su inicio, explican cómo Dachau, primer KL, próximo a Munich, en marzo de 1933 era cárcel para 100 ó 120 comunistas, custodiados por simples policías, en agosto de 1939 ya lo era para 4.000 hombres, mujeres y niños hacinados en 34 casuchas de 100 metros de largo de los que, pese a estar vigilado por destacamentos de la Lager SS, morían relativamente pocos, mientras en abril de 1945 sus liberadores encontraron un tren con más de 2.000 cadáveres contorsionados y descarnados y 32.000 famélicos supervivientes de distintas razas, religiones e ideas, de 30 nacionalidades; Dachau fue prototipo de lager, espíritu del abuso nazi, sistema de dominación con normas, personal y organización propias que, según Primo Levi, acreditaba que “donde hay poder ejercido por pocos, o por uno solo, (...), el privilegio nace y prolifera, aun contra el deseo del poder mismo; pero ese propio poder lo protege y estimula”. 

Entrada al KL de Auschwitz

"El trabajo os liberará"

"El confinamiento os hará héroes"

Me preocupa lo que Levi llama “zona gris”, de “contornos mal definidos, que separa y une al tiempo los dos bandos, verdugos y siervos”, evidencia de cómo “cuanto más dañina es la opresión mayor es la buena disposición hacia el poder” que abusa, lo que se atribuía a seducción ideológica, imitación, ansia de poder, cálculo egoísta, terror,…, de modo que la culpa recayera en el sistema, no en los nazis o en la odiosa fauna de víctimas que, al mismo tiempo, eran “guardias nocturnos, barrenderos, lavaplatos, localizadores de piojos y sarna, mensajeros, intérpretes, ayudantes de los ayudantes, chivatos,…, pobres diablos”, o de los kapos, odiosos represores de sus compañeros de desgracia, o en la cumbre de la vileza, los Sonderkommanden, casi siempre judíos que hacían los traslados a las cámaras de gas o crematorios y servían, ya que incluso las víctimas hacían de verdugos, como argamasa en la base de, entre otras, la teoría de Hanna Arendt sobre la “banalidad del mal”. 

El viernes, aniversario de, dicen, la crucifixión y muerte de Cristo, Manuel Aragón, constitucionalista serio, catedrático y magistrado del "sector progresista” que -como casi todo en Derecho- es conservador, tras escandalizarse por la democráticamente inadmisible forma de las ruedas de prensa y fustigar en concreto a Sánchez e Iglesias, denunciaba en El País "una exorbitante utilización del estado de alarma", pues "la protección de la salud es una obligación de los poderes públicos, pero solo puede realizarse a través de las reglas de Estado de derecho", ya que "la Constitución forma una unidad, y no cabe elegir a capricho cualquiera de sus partes"; acusación que es vergüenza para toda silente, bovina actitud ante un "confinamiento" que gravemente perjudica, incluso, el derecho de otros enfermos tan graves -o más- que los afectados del virus que nos tiene en "concentración" y, aún más grave, hace temer por lo que en -la mente y la piel de- todos y cada uno de nosotros marcarán las ideas -y la práctica- de quienes -gobierno represor de penenes soberbios- así actúan…y se explican.

miércoles, 8 de abril de 2020

CoVilación. 8 ¿Pactos de la Moncloa?, ¡era política, estúpido! Fernando Merodio 08-04-2020

CoVilación. 8 

¿Pactos de la Moncloa?, ¡era política, estúpido! 

Fernando Merodio 

08-04-2020 

"(...) pues hay quienes ponen a trabajar su sabiduría, conocimientos y experiencia, para luego entregarle todos sus bienes a quien jamás movió un dedo ¡Y también esto es absurdo, y un mal enorme!". (Eclesiastés 2.21). 

"La transformación del modelo en que estamos instalados no solo pasa por la implementación de políticas más justas e innovadoras, sino también por el cambio en las actitudes individuales, (...) estilos de vida más sencillos y comprometidos" (Luis Ayala, profesor UNED). 

Al ocurrente Sánchez, dotado jefe planta de señoras en una gran superficie que al poco de nacer se dedicó, en cuadrilla, al trapicheo a gran escala que ejercen los afanados en esa cosa que ahora -ellos- llaman política, se le ha encendido una luz y, tras su última inepta gracia de enmarañar la pandemia y causarnos daño, busca -un tic- con quién pactar -imagino que, dado lo autoritario que es y lo que se quiere- solo sobre lo hecho, no lo por hacer, dividir las culpas e identificar la ocurrencia con los llamados, eximios "pactos de la Moncloa", en que -según su socio, el nuevo rico- nacía la "casta del 78", hoy rebasada por él y su ansiosa, fiera, ambiciosa tropa sin ideas. 

Los pactos que Sánchez quiere imitar fueron firmados por hombres de vida -algunos- notable, en tiempos de gran tribulación social, económica, política,..., en que unos, jesuitas afines a Ignacio, calcularon que lo mejor era "no hacer mudanza" y otros, "gatopardistas" lectores de Lampedusa, viéndolo igual, arbitraron "cambiarlo todo para que no cambie nada" y así, tras cuarenta y tantos años sin Franco, ha crecido el bebé parido cinco -¿o quizás cuatro?- mesino que hoy, solo por reprimirnos, aplaude feliz a policía y ejército, ahora eso sí, "progresistas"; es el mito, la filosofía del eterno retorno, hay muchos que, para hacer algo, precisan ser mandados con saña. 

De izquierda a derecha, Enrique Tierno Galván (PSP), Santiago Carrillo (PCE),
 José María Triginer (FSC), Joan Reventós (PSC), Felipe González (PSOE),
 Juan Ajuriaguerra (PNV), Adolfo Suárez (UCD), Manuel Fraga (AP), 
Leopoldo Calvo-Sotelo (UCD) y Miquel Roca (minoría catalana).

En 1977, desde Carrillo hasta Fraga, desde el heroico PCE hasta la AP mugrienta, intentaban transitar de la dictadura a otra cosa, a un régimen político y económico admisible para Europa, sentar las bases para firmar la -que sería- Constitución del 78, que ahora esgrime, miserable en su poltrona, Iglesias; el año de la Moncloa, 1977, fue horrible, en enero la matanza de los amigos de Atocha, en abril el temblor de la legalización del PCE, en junio, -unas muy injustas, españolas- elecciones, el paro y la devaluación de la peseta llegaron al 25%, la inflación rondaba el 30%,..., España, solo España, estaba en suspensión de pagos política y económica, con brotes sociales a los que el "heroico pueblo" dio la espalda; años después, Vázquez Montalbán dijo que "en política las únicas consecuencias reales vienen de lo que se llama correlación de fuerzas -¡estos comunistas!- y, cuando Franco desaparece en España no se pudo establecer una correlación de fuerzas sino de debilidades" que dieron lugar, además de a los acomodaticios pactos económicos, a un medroso documento político que, variopintos, firmaron Suárez y Calvo-Sotelo (UCD), González (PSOE), Tierno Galván (PSP), Carrillo (PCE) y -anuncio de otra catástrofe- Triginer (Federación catalana del PSOE), Raventós (PSC), Roca (Minoría catalana) y Ajuriaguerra (PNV), sin que, no recuerdo por cuál de sus originalidades, firmara Fraga y su cochambrosa AP. 

Ahora, original, el estadista Sánchez, en su condición de líder máximo -supongo que habrá pedido permiso a Iglesias y Rufián- pontifica una chusca broma, que "todos los partidos políticos, con independencia de su ideología, trabajarán en unos pactos, unos nuevos pactos de la Moncloa para relanzar y reconstruir la economía y también el tejido social que lógicamente se va a ver resentido durante estas semanas tan duras como consecuencia del confinamiento y su impacto económico y social", forzado por un bichito muy pequeño que ha causado menos de 100.000 muertos, un cero coma nosécuantos ceros por ciento en un mundo de pandemias y guerras causadas por un torpe, dictatorial, injusto capitalismo; lo ve hasta el que, por muy egoísta, es ciego. 

Hace cincuenta años lo anunciaba ya Ivan Illich, judío expulsado de Viena por los nazis, miembro luego de la más activa izquierda católica, fundador en 1961 del Centro de Información Intercultural de Cuernavaca, el CIDOC, cuando, tras abandonar el sacerdocio, en 1973 titulaba “La convivencialidad” un ensayo alternativo a la sociedad tecnológica en que, frente a la ilógica productividad industrial, explicaba que con tal término defendía un límite al crecimiento, causa del derrumbe del capitalismo cruel, ilógico e inmoral, más actual hoy que entonces; aquel Ilich, no Vladimir, Lenin, se opuso al gigantismo industrial, ríos de coches, autopistas, trenes a gran velocidad,... que dañan el territorio y dificultan vivir, razonó en “La sociedad escolarizada”, 1975, que la escuela era fábrica de consumidores descerebrados, solo aptos para competir en la sociedad industrial y avisaba en “Némesis médica”, 1971, que la elefantiasis de la medicina hospitalaria institucionalizada es amenaza grave para la salud física y social por la excesiva dependencia que crea respecto del funcionario/médico, como también lo explicaba Louis-Ferdinand Céline, médico además de escritor, en su Tesis doctoral “Semmelweiss”, relato novelado de la vida del otro médico que redujo las muertes por sepsis puerperal simplemente defendiendo ante los obstetras -y siendo ingresado por ello en un asilo, donde murió a los 47 años- que era bueno lavarse, haciendo que el mejor avance de la medicina práctica fuera algo tan simple como la elemental higiene. 

La sociedad del “progreso”, hoy hundida, acongojada por un mínimo virus de origen desconocido, nos llena del gasto de inanes, caras y dañinas estructuras, la penosa idea de justificar al cruel capital, aeropuertos, autovías, puertos, TAVs,... feroces urbes atestadas, incineración de insolidarios residuos, molinos gigantes, innecesarias líneas eléctricas que agreden, dividen y enferman, polígonos industriales que vierten paro, hospitales colapsados, la ininteligible Bolsa, cruel refugio de necios especuladores,...; explica John Berger en "Puerca tierra" que la gente del campo, la que ama el territorio, es "una clase de supervivientes que no puede permitirse el lujo de creer en una meta en la que la seguridad o el bienestar están garantizados" y sería deseable que la vida enseñara a todos a regresar al origen, a esa tierra que el cruel dinero hace cada día más árida y, al menos, escucháramos atentos el regreso de "We shall overcome", canción protesta que en 1901 compuso el reverendo Charles Tindley y, a lo largo de los años, repicaron Mahalia Jackson, Pete Seeger, Bob Dylan, Joan Baez, Bruce Springsteen, Roger Waters,... y tantos otros, repitiendo "Vamos a vencer / Vamos a vencer / Algún día venceremos / Oh, en lo profundo de mi corazón / Sé que si creo / Algún día venceremos / (...) / No tenemos miedo (¡Oh Señor!) / No tiene miedo (¡Oh Señor!) / Hoy no tengo miedo". 

El único pacto humano es hoy la vuelta a la tierra, el respeto a la naturaleza, el pacto contra el capital, ¡a ver si te enteras, estúpido represor!

domingo, 5 de abril de 2020

99 Los domingos, cavilar CoVilación.7 Entrismo Fernando Merodio 05-04-2020

99 Los domingos, cavilar 

CoVilación. 7 

Entrismo 

Fernando Merodio 
05-04-2020 

"(..) sin la mala fe de muchos medios, la población habría estado más sosegada, lo que no es poco. Es muchísimo" (Javier Marías. 13.03.2020 "Entusiastas del pánico"

"Al principio -un muy prolongado principio- las locutoras y los conductores de informativos, sobre todo los apocalípticos de TelePodemos, comunicaban los nuevos casos y fallecimientos en tono triunfal, como si temieran que nuestro país se quedara atrás en la desgracia” (Idem). 

EL ROTO 04/04/2020

Jaime Robles Lobo, nombre al nacer de quien ahora se dice Jaume Roures Llop, es un prototipo, especulador, antiguo propietario de La Sexta que, sin concurso y fuera de plazo, le adjudicó el siniestro gobierno de Rodríguez Zapatero, está ahora en el control mediático que, desde Mediapro, Bein, Gol,..., dinero, destruye el fútbol, en la ayuda al más agresivo independentismo catalán -por ejemplo, con el documental que falseó el referéndum, "1-0", declarado ilegal por el TC-, como en 1983, apoyó al cruel comando Barcelona de ETA, es símbolo del oxímoron que es la expresión "izquierdismo catalanista", multimillonario y dudosa catadura moral, alardea de trotskista, compleja rama bolchevique de la que él solo exhibe el "entrismo", táctica de afiliarse a grupos de masas para entrar en contacto con cientos de miles de trabajadores, influir desleal en ellos y, si es posible, desestabilizarlos, mérito principal de quien, repito, fue dueño a dedo de La Sexta, cadena que, con apoyos y peligro, sigue, ya sin él pero con algún socio inicial dictando -incluso desde la pantalla- doctrina, influencia dice Javier Marías, sobre la masa televisiva. 

Aquí ahora, la táctica trotskista del entrismo, método desleal y alevoso para lograr con mínimo mérito y fatiga los fines de diversas asociaciones, grupos, partidos,... de seguidores de Trotski y su tesis de la "revolución permanente", ha sido adoptada, incluso de modo público, descarado por numerosos indeseables sin ninguno de los méritos que adornan a aquellos. 

Es lejano -para muchos incluso desconocido- el tiempo en que españoles inquietos por el devenir político y, en especial, por la gente, sabían de carrerilla los nombres de los generales del entorno del "invicto caudillo", desde los diplodocus, prehistóricos, Yagüe, Monasterio, Aranda, Dávila, que, sin oposición de sucesivos prebostes, robó su nombre histórico al Paseo del Alta en que vivo hace 50 años, Varela, Solchaga, Moscardó, Vigón,..., pasando por los eternos Alonso Vega, Muñoz Grandes, Carrero, Nieto Antúnez, Castañón, Pita da Veiga,..., acabando en los que nos asustaban por su oculta posición el 23-F, desde el bravo y honesto Gutiérrez Mellado al sibilino Armada y el vírico Milans del Bosch, pasando por los líquidos, casi gaseosos, Merry Gordon, Quintana, Elícegui, Pascual, Campano, González del Yerro, Gabeiras,..., cuyos nombres conocíamos como si, además del lógico temor que generaba su control de las armas, nos importaran sus poco interesantes opiniones. 

Ahora vivimos, pienso. un agrio rebrote militar en la actividad política en España, repunte que, quizás por lo aprendido en su -ignoto- paso por la vida -en especial económica- latinoamericana, han alentado líderes carismáticos de la nueva política, cuyo mérito principal, como en el caso de Robles/Roures, es haber alcanzado -sin fatiga- desde su supuesta izquierda -trotskista éste, populista/peronista abductora del 15-M aquellos- estatus de ricos y, con su -poca- solidez de penenes, formar parte del gobierno de quien será -lo veremos- imperecedero Sánchez, designando como jefe de gabinete/ayuda de cámara a quien por su -supongo- sumiso cumplir en la milicia -sean cuales sean las órdenes- llegó a Jefe del Estado Mayor, JEMAD, designación política a la que, aunque la defienda mi amigo de la ejemplar Unión Militar Democrática, UMD, no es lógica y, paranoico quizás, asimilo a un vago "entrismo" militar en la política. 

Parece creer el (des)gobierno que si -el resto piensa que- hace lo que le indican técnicos o expertos no tendrán responsabilidad penal por su aciaga gestión política de este virus que con ellos nos está pasando por encima, para lo que sirve - creen- un Comité -que dicen- Técnico ad hoc que –también dicen- les marca el paso; no estoy al tanto de la opinión del ficticio Comité pero, ayer sábado, me senté a mediodía a verles las caras y oír su “opinión experta”, sintiendo vergüenza ajena al escuchar al quinteto, dos mujeres, la adjunta del contagiado director del Centro de Coordinación de Alertas Sanitarias y la Directora General de nosequé de Transportes, que se atascó leyendo los datos que evidenciaban lo poquísimo que nos dejan viajar y, junto a ellas, tres altos grados militares uniformados, ¡tres, que miedo!, creo que generales, vuelta atrás, los actuales JEMAD y JEMAGC y el Comisario Principal -creo que- de la policía nacional, que se limitaron a alardear de cuánto y cuán bien mandan y reprimen sus inferiores, ridículos panegíricos justificativos, dejando claro que son ellos quienes hacen que no se mueva nadie, acompañados, añado, por la nulidad -con traza- dolosa de políticos que (in)cumplen su obligación, sin mascarillas, ni guantes, ni batas, ni respiradores, sin tests de control rápido, con atascos derivados del mal funcionamiento político de la sanidad, con la impunidad que permite que empresas, incluso ahora, ilícitamente se lucren,…; me ha parecido ver qué clase de Comité técnico o de Expertos tenemos. 

La impresión sacada -desearía que errónea- es que la pelea por la salud -y la vida- de todos depende aquí ahora del fatigoso riesgo -sin medios- de los profesionales de la sanidad con el apoyo político de una represión pura y dura; no insisto, pero dejo clara, en un país que tan mal ha funcionado -y tanto ha sufrido- frente al mínimo virus, mi vergüenza y envidia de la flexibilidad sueca, “que ha decidido librar la inusual batalla contra el coronavirus con uno de los activos inherentes a su sociedad: la responsabilidad individual”, sin policía ni ejército,… y, además, mendicantes exigimos dinero; por su parte, los USA del inepto sicópata Trump, sede y símbolo del capital sin casi sanidad pública, son otra cosa que sube un poco la autoestima y Siri Hustvedt, premio princesa de Asturias de las Letras lo explica en un magnífico escrito, “¿Nadie podía imaginarlo?”, ella -como su marido Paul Auster- ha sufrido el doloroso mordisco del eximente virus y, tras decir “vivo con miedo” y afirmar que “los virólogos sabían que un nuevo virus podría causar una pandemia y cómo empezaría”, sentencia que “la ciudad que recuerdo -New York- ha desaparecido, se ha convertido en un caparazón vacío de vida”; peor son nuestras urbes que, además, incluso aplauden. 

En el pánico que -niños malcriados- sufrimos cuando, con nuestras poco fiables estadísticas, vemos que hay en torno a 60.000 muertos en todo el mundo -menos del 0,001% de la población, menos de 1 por cada 100.000 habitantes-, sin preguntar cómo es posible que más de 11.000 sean españoles, en torno al 20%; entiendo que el pánico responde a la ignorancia y a que, además, dice El País, “las principales medidas para contener el CoV son las mismas que se usaban hace 100 años”, por ejemplo en la epidemia de gripe de 1919 ¡Cuánta estupidez y soberbia almacenamos! 

EL ROTO 27/06/2015

Pero el capital se rebulle, no está enclaustrado como nosotros, Ana Botín dice que “sin solidaridad no hay unión”, ¿sabrá de solidaridad nuestra plutócrata?, su madre pide ayuda para “su” arte, mientras nos tienen desamados, la Comisión Europea, ¡ay, Europa!, acaba de liberar, un ejemplo, 980 millones de euros a través de “Conectar Europa” para las grandes interconexiones eléctricas que -solo- exige el “solidario” capital, mientras Petronor, o sea Kutxabank y Repsol, el petróleo, crea una negocio que instalará paneles en torres y urbanizaciones para “generar energía eléctrica renovable y vender una parte al dueño del edificio y el resto a clientes próximos”, ¡mira qué lista!, etc., etc., siendo más indignante incluso el cuento chino del Ministerio de Transición Ecológica, tan "progresista", y el PNIEC que avanza pese a que -o por que- estemos confinados, así que le dedicaré, como a la idea de Zizec sobre “marxismo reinventado o barbarie”, más tiempo de mi CoVilar frente al activo entrismo.

miércoles, 1 de abril de 2020

CoVilación. 6 Pensar, decir, hacer Fernando Merodio 01-04-2020

CoVilación. 6 
Pensar, decir, hacer 

Fernando Merodio 
01-04-2020 

"(..) un hombre no vuelve a ser el mismo después de haber doblado el cabo de Hornos con una galerna de sesenta nudos" (Jim Harrison "Leyendas de otoño"

"(...) en cada época histórica, el modo predominante de producción y cambio y la organización social que de él se deriva, forman la base sobre la que se levanta (...) ha sido una historia de lucha (...) una serie de evoluciones que ha alcanzado tal grado de desarrollo que la clase explotada no puede ya emanciparse del yugo de la explotadora sin emancipar (...) a toda la sociedad de toda explotación, opresión, división (...)". (Friedrich Engels. 1888). 

¡Uff, vaya tema!, pero voy a intentar ver si es útil en medio de una pandemia larga y fatigosa que dará paso a nuevos retos, cuyo final depende -en parte- de nosotros, y, antes de nada, aclaro que, por temperamento, razonamiento y vida -no hace mucho, me operaban de cáncer y sorteaba, milagrosamente, un síndrome compartimental- esta cosa del virus ni mucho menos se me parece a doblar el cabo de Hornos en medio de una galerna; lo que me (pre)ocupa, alarma, y no por mí, es el futuro. 

Dónde estamos. Casi cien años después de que, en 1750, empezaran a esparcirse las fértiles ideas de la Ilustración plasmadas en 1775 en la Encyclopédie, inmensa y subversiva obra de Diderot, Voltaire, Rousseau, d’Alembert, … y germen, en 1789, de la Revolución Francesa, en que la Razón republicana derrotó a la irracional monarquía hereditaria del Ancien Régime, cuando comenzaba a diluirse, olvidada, la igualdad, elemento central del lema de aquel triunfo, Marx y Engels avanzaron en el camino hacia el total desarrollo del ser humano publicando en 1848 un Manifiesto que -fácil de leer y entender- fue programa de un partido, lúcido análisis de la sociedad capitalista de entonces y base económica, política y filosófica del nuevo fantasma que, según sus redactores, recorría el mundo desatando el pánico en el restringido, elitista grupo de los enemigos de la igualdad, un clan que empezaba a torcer la libertad a su favor, sustituyendo a la nobleza en la explotación del resto; más de ciento cincuenta años después, los hechos de quienes, con mayor o menor fidelidad a aquellas teorías, dieron cuerpo físico, político y social al viejo fantasma, están ahí y en los libros de historia, vituperados o ensalzados a gusto del interés de cada cual siendo cierto que, aquí y ahora, no corren buenos tiempos para los fieles al Manifiesto, aplastados por sus hechos y el liberal-capitalismo. Hay que seguir buscando, pues no se puede vivir sin ideales de igualdad, libertad y justicia, sin gentes que dediquen su vida a esa tarea y, por ello, pienso que, errado el camino, procede volver atrás y, eso, seguir buscando. 

El CoV recuerda -a quien lo precise- que aquí estamos sólo un rato y es de interés humano no dejarnos engañar, ni perder parte del tiempo escaso o, intentarlo al menos, tener claro que, en esencia, lo importante es buscar la igualdad y saber que, es evidente, tal idea no gusta a los pocos -muy- desiguales que se aprovechan de serlo y, a partir de que lo dicho no es mera creación teórica, pues Platón, Zenón, Cristo, los primeros cristianos, Tomás Moro, las misiones jesuitas, los utopistas,… son ejemplos, precedentes de lo que, tras Karl Marx, es ya teoría científica con lógica posibilidad de desarrollo práctico por ese tipo -siempre- escaso de gente que confía en lo humano, conoce la teoría, tiene el poder que nace de ser y saberse dueño del trueno que es la razón en marcha y, con eficiencia, disciplina férrea y rutina sabida, acepta asumir la fatiga de, como decía Hobsbawm, “llevar a cabo lo que otros no hacen”. 

Alain Badiou recuerda que, en mayo de 1968, los estudiantes, enseguida asimilados, ponían sobre la mesa tres exigencias fundamentales: la transformación social, la necesidad de repensar el mundo y, por su inútil corrupción, la de suprimir los partidos, tres demandas, a partir de las que, para detectar desigualdades, abusos, sufrimientos injustos en el mundo, para luchar en su contra, es preciso tener una visión global de lo que pasa, hacer que la razón conecte lo que de modo institucional (mal)intencionado aparece separado para, tras ordenarlo, desarrollar una actuación eficaz; lo aclaro un poco diciendo que, por ejemplo, desigualdad, pandemia y cambio climático no son tres problemas, sino partes del mismo grave problema enquistado y, por ello, demandan una solución global. 

Mientras me aburre la crispación de los que intentan doblar ese cabo de Hornos en que -su ineptitud y/o maldad- han tornado la pandemia del CoV, no aplaudo a la policía que, circense, anima a que los ciudadanos batan palmas y alarma con sus ruidosas sirenas a todo trapo, valoro hechos concretos para que al final -antes de que corruptos ineptos se atribuyan el éxito del final del virus- se depuren todas sus responsabilidades sobre: por qué la información es tan pesada, panfletaria y mala, si se hubieran evitado contagios y muertos de haber prohibido el gobierno "progresista" manifestaciones jaleadas ad hoc, fútbol, congresos,... hasta entrado marzo, cuando la primera muerte por el virus en España se había producido el 31 de enero, si hubieran dotado a los sanitarios de mascarillas, guantes, delantales,..., si se hubieran realizado desde un principio tests rápidos de diagnóstico, si hubiera habido más ventiladores-respiradores, si una mejor organización del sistema hubiera posibilitado mantener -muchas de- las consultas ajenas al virus y defender los derechos del resto de enfermos,…, se pida aclaración al “progresismo” sobre si ha cambiado su criterio respecto a la "ley mordaza" o simplemente nos han sometido sin duelo a tan férreo control policial sólo para ocultar su ineficacia y, fundamental, si saben que, tras las vidas perdidas y el dolor que no han frenado, el problema real es la crisis -ayer latente- del capital, que galopará tras el "estado de alarma", junto al grave e indubitado cambio climático y nos forzará a pelear -Greta Thunberg dixit- para ¡¡cambiar el sistema!! 

Si hemos sido "héroes" para parar España y confinarnos todos entregando derechos fundamentales, porque así lo han querido los "progresistas" cuyas responsabilidades deberemos depurar, ¿qué no deberíamos hacer para avanzar en igualdad? ¿para frenar el abuso del capital? ¿para evitar que el planeta avance hacia su destrucción? ¿para...? ¿o será que no somos heroicos, sino solamente unos miedosos preocupados nada más que, uno a uno, por nosotros? 

EL ROTO 01/04/2020

En 1954, Bertolt Brecht dedicaba a la actriz Käthe Reichel uno de sus Poemas del lugar y la circunstancia, bello catálogo de verdades cotidianas: “La primera mirada por la ventana al levantarse / el viejo libro recobrado / rostros llenos de entusiasmo / nieve, el cambio de las estaciones / el periódico / el perro / la dialéctica / ducharse, nadar / música antigua / zapatos cómodos / comprender / música nueva / escribir, plantar / viajar / cantar / ser amable”, síntesis poética pautada por la Ilustración, la libertad e igualdad fraternas, la Revolución francesa, el Manifiesto, el trueno de la Razón en marcha,..., pequeñas cosas cuyo verdadero disfrute total exige acabar, antes, con la desigualdad y que solamente será pleno tras nuestra emancipación, que -pienso- imposible si, tras doblar el cabo de Hornos, nos continúa tutelando el capital.