domingo, 19 de abril de 2020

101 Los domingos, cavilar CoVilación. 11 Pero, ¿quién está confinado? Fernando Merodio 19/04/2020

101 Los domingos, cavilar 

CoVilación. 11 

Pero, ¿quién está confinado? 

Fernando Merodio 
19/04/2020 

“Mejor zozobrar que arriar las velas, pues quien lo hace es esclavo” (Cita vikinga) 

“La política y la civilidad de la democracia por lo común consiguen atarlo. Soltarlo o jugar con él es de irresponsables. Hay que tener miedo al miedo”. (Amelia Valcárcel. "Miedo al miedo"). 

"Yo tengo jardín y mucha suerte -¿o mucha cara?-, soy consciente de que muchas familias están teniendo a los niños en pisos de 40, 50 ó 60 metros". (Pablo Iglesias). 

Llevo mal el duro, represivo "confinamiento", acción fetiche "progresista", científico medio -para ellos- moderno con que enfrentarse a la cosa del pequeño virus, al tiempo que hablan, tan solo hablan, de higiene, tests, mascarillas, guantes,..., tratamientos todos del siglo XIX que, como quienes los imponen, no son límpidos sino ambiguos, con significados tan chocantes como que el verbo "confinar", si se pone en relación con "confinäre", latín medieval, significa relegar o encerrar en unos límites, pero si se hace con "confinis", vocablo clásico, remite a vecino, contiguo, y si con el sustantivo "confinium", sería límite común, palabras todas ellas que incluyen el prefijo latino "con", encuentro, comunidad o cosa compartida y la raíz "finis", borne o marca; nada de ello casa con la figura jurídica de "confinamiento" -que tras ser borrado del código penal, se refugió en el militar- y policía y ejército -mal mandados y errados- nos están aplicando; el Diccionario de la RAE lo define como "pena consistente en obligar a alguien a residir en un lugar diferente al suyo, aunque dentro del área nacional, y bajo vigilancia de la autoridad", una autoridad que imagino "militar, por supuesto", tal como pistola en mano, el 23-F/1981, nos recordó a tiros el teniente coronel Antonio Tejero.

EL ROTO 17/04/2020

Si tenía buen humor o no veía peligroso al enemigo -no busquen, pues, comunistas confinados-, como ahora hacen los "progresistas" aquí, desde los años sesenta del siglo pasado el general Franco confinaba, igual que antes lo habían hecho, entre otros, la venerada II República y, aún antes, el dictador Primo de Rivera, padre del fundador de Falange, José Antonio; le fue aplicado a Miguel de Unamuno que, en 1924, vivió confinado en Fuerteventura, mientras Luis Jiménez de Asúa, 1926-1927, lo fue, junto a Salvador Villa y Francisco Cosío, hermano de José María -el de La Casona de Tudanca-, en las peculiares islas Chafarinas y José Mª Albiñana, 1932, creador del muy derechista Partido Nacionalista Español, en Las Hurdes, orden de Alcalá Zamora, mientras, larga lista mérito del general bajito, vivieron en lugares exóticos una pléyade de monárquicos y democristianos, Jesús Pabón, José María Pascual, , Íñigo Cavero, Joaquín Satrústegui, Fernando Álvarez de Miranda, Antoni de Senillosa, algunos de ellos participantes en el llamado Contubernio de Munich, o Gregorio Peces-Barba, en 1968, cuando aún era correligionario -nunca mejor dicho- del cristiano Joaquín Ruiz Jiménez o los psoecialistas Nicolás Redondo, UGT, y Ramón Rubial, no encarcelados, deportados a Las Hurdes en 1968. Otro tipo de confinamiento, privación de derechos, además del brutal empleado contra los "peligrosos" comunistas, fue la expulsión de la universidad sufrida, de una tacada en 1965, al tiempo por Aranguren, Tierno Galván y García Calvo, acompañados por ceses en solidaridad. 

Aquí ahora, el R.D. 463/2020, 14 marzo, de alarma, nos confina en los domicilios, dictando de modo limitativo las actividades que permiten "circular por las vías de uso público", lo que para Manuel Aragón sería ilegal, suspende derechos fundamentales, mientras Cruz Villalón más laxo, prefiere, por la -que ve- muy grave situación sanitaria, no hurgar en la herida, limitarnos a exigir -y ya veremos qué pasa- que a la vuelta -o como lo llamen esos que ahora no callan- no nos lleven a la peligrosa, reaccionaria "nueva normalidad" difusa que Sánchez e Iglesias predican, pues, por definición, lo normal lo definimos entre todos; menos apto para la laxa complicidad con los bisoños y osados legisladores de excepción- es que la imposición de duras sanciones por desobedecer al RD de alarma, en base a la Ley 4/2015, de seguridad, la apestada Ley mordaza de Rajoy -que ahora con saña, pues les vale, usan Sánchez, Iglesias & Co- exige, hasta para la Abogacía del Estado, el "previo requerimiento expreso e individualizado del agente -sancionador- al ciudadano -infractor-, y que este desobedezca", no bastando para ser sancionado saltarse el confinamiento y, quizás por ello, el ministro Grande-Marlaska, ex-presidente de la sala penal de la Audiencia Nacional y ex-miembro del CGPJ, se ha visto obligado a sorprendernos el 14 de abril, 89 aniversario de la II República, ¡al mes justo del RD de alarma!, con un intempestivo comunicado sobre la "incoación de procedimientos sancionadores" por presuntos incumplimientos de aquella "ley mordaza", con ilógicas, disformes, y cuantiosas "propuestas de sanción", lo que, junto a otros indicios, invita al pesimismo respecto a esa “nueva normalidad” que, de modo reiterado, anuncian querer imponernos. 

EL ROTO 18/04/2020

De esa normalidad, nueva/vieja, que saldrá del bloqueo total impuesto a la parte "más débil " de la sociedad me preocupan muchas cosas, por ejemplo, que el pasado 12 nos pasmara un titular: "Ana Botín, nueva asesora externa de la directora del FMI", parte de un nuevo grupo constituido con la función de "aportar distintas perspectivas sobre políticas y acontecimientos", siendo que ni la presidenta del "dadivoso" banco que ha donado 25.000 € a Cantabria contra el virus que la aúpa, tal como explica, con sumisa humildad, el Decreto 22/2020, BOC 26/04, de Revilla, ni Kristalina Giorgieva, directora búlgara del FMI, están confinadas ni han visto limitado su poder para confabular; a la "Kristalina" directora del instituto creado en Bretton Woods para mejorar la economía de los países miembros, la cooperación monetaria internacional, reducir el paro,... e, imagino, respetar -y hacer respetar- la ley no parecen importarle, entre otras cosas, los públicos, notorios y feos vínculos de la asesora y el banco que preside con la delictuosa e insolidaria actividad en los paraísos fiscales. 

No parecen confinados -y se mueven en cuadrilla- "180 representantes políticos -la "progresista" ministra Ribera, entre ellos-, directivos empresariales -multinacionales-, sindicatos –sin nombre- y ONGs -dinosaurios de la ecología- que reclaman que la UE supere esta recesión con políticas contra el cambio climático", o sea, con "inversiones masivas" que administre el selecto clan del 1%. No está tampoco afectado por la "pandemia" –y la usa como excusa, cajón de sastre- el acelerado trámite opaco de la llamada -lenguaje perverso- Ley de Cambio Climático y Transición Energética en el -al menos para los ciudadanos- lejano parlamento español, igual de mal informado y poco participativo que el que –con serias reprimendas de Europa- está teniendo el que llaman Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, PNIEC, ¿no serán redundantes?, del que una Plataforma de nuestra región ha solicitado la nulidad de pleno derecho, por falta, entre otras cosas, de información, sin siquiera haber tenido respuesta. 

Ofensivo y alarmante es, junto a un larguísimo, sin fin etcétera de agravios, que la gran mayoría de anuncios sean ahora de sociedades farmacéuticas, de enfermería o médicas privadas y de crueles multinacionales energéticas, cuya importante presencia en el Ibex habría que analizar, destructoras de la vida del hombre en el planeta, asesinas de indígenas que les hacen frente, a los que Pablo Iglesias, "peronista" fan de Evita y sus “descamisados”, finge combatir desde su jardín y piscina con la "renta mínima", la nueva normalidad, que, cual Trump, él querría firmar y, siendo su pago hoy urgente -cantó Yupanqui y en "Los nadies" dijo Galeano, "a 'naides' tengo a mi lado / porque no busco piedad, / desprecio la caridad / por la vergüenza que encierra; / soy como el león de las sierras, / vivo y muero en soledad"-, mañana, si es perpetuado sin igualdad y trabajo, sería una humillante vergüenza.


Y para acabar, mi homenaje a tres imágenes que copio, "El triunfo de la Muerte", de Brueghel, sus esqueletos arrasando la Tierra, cuya vuelta hay que evitar y los -tácitos- honores de El Roto a Greta Thunberg y su "cambio del sistema" y a la higiene, último gran avance de la sanidad, que costó fama y vida a Ignaz Semmelweis. ¡Va por ellos!

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