sábado, 25 de marzo de 2023

264 Los domingos cavilar Robar, ver, consentir y callar Fernando Merodio 26/03/2023

264 Los domingos cavilar

Robar, ver, consentir y callar

Fernando Merodio

26/03/2023

"Me siento en la obligación de pedir perdón por quien robó, por quien vio, por quien consintió y por quien calló. Ahora solo queda que el resto lo haga la justicia" (Jezabel Morán, en la toma de posesión del cargo de Consejera de Obras Públicas, Ordenación del Territorio y Urbanismo).

La ventana para asegurar un futuro habitable se cierra” (Sexto ciclo de la revisión del Grupo Inter-gubernamental de Expertos en Cambio Climático- IPCC de la ONU El País. 21.03.2023)

Jezabel Morán, relevo de las aventadas cenizas de Gochicoa, en el mensaje, que el tiempo calificará como valiente o, más bien, insensato, corrupto,…, de la toma de posesión de su nueva poltrona regional explica que su consejería tiene el soplo místico, religioso de que hubo “quien robó, quien vio, quien consintió y quien calló”, sin dar, aunque está obligada a hacerlo, el nombre de quienes, si como asegura los hubo, “robaron, vieron, consintieron y callaron” y no limitarse a pedir, en abstracto, un “perdón” que, frente al bondadoso evangelio de Mateo, 6: 14-15, “porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará las vuestras“, Aristóteles afirma que perdonar es, “no solo renunciar a la venganza, sino también al deseo de hacer justicia” y Kierkegaard, padre del existencialismo, radical dice que “quita el pecado que perdona”, lo que aquí ahora significa que a quien, impúdica, apoya tal amnistía le (pre)ocupan más las secuelas para ella y sus colegas de tan graves “robo, visión, consentimiento y silencio” que fijar el daño, someterlo al juicio/castigo social e impedir que se repita, prefiriendo Jezabel, bíblica regional, encubrir obscena la corrupción, que pasen las elecciones y “el resto lo haga la justicia“… en 10 años. “¡Cuán largo me lo fiais, amigo Sancho!”.

¿Les perdonamos?

En nuestro pequeño territorio viven de la res pública, junto a los practicones de la política y al irritante (ab)uso de asesores, secretarios, gestores,… de libre designación, los llamados empleados/funcionarios públicos, a los que el resto paga un salario medio mensual bruto de 2.807 €/mes, 906 € superior al de los asalariados privados, siendo su obligación esencial, única, incontrolada, asegurar que tal gestión sea legal; en nuestro concreto pequeño territorio, en que se reconoce “robar, ver, consentir y callar”, con una población activa -personas ocupadas y paradas aptas para trabajar- en 2021 de 272.000, 31.500, el 11,5%, eran parados y 35.000, el 12,9%, funcionarios, empleados públicos, un 52% de ellos inamovibles, 24.200 regionales, 6.300 locales, 4.500 estatales y los 205.500 restantes trabajadores privados por cuenta propia o ajena, siendo los que más crecieron en los 10 últimos años, un 20%, los amorrados a la -hoy- reseca ubre pública, con iguales derechos, sueldos más altos y -muchas- menos obligaciones que el resto, siendo, incluso, más escandaloso el dato conjunto de lo que dicen España, pues, según el Boletín Estadístico del Personal al Servicio de las Administraciones Públicas, BEPSAP, en enero 2021, había 2.710.405 empleados públicos, 1.616.211 (59,6%) del caciquismo autonómico, 579.680 (21,4%) del local y 514.514 (19%) del Estado, siendo nota de corrección transversal política que un 57,59% eran mujeres y, al contrario de las minas, pesqueros, andamios,…, solo un 42,41% hombres y, para cerrar la matraca se constata que hay un 5% más de empleados públicos que hace 6 meses, buen modo para, junto al feo truco de los “fijos discontinuos”, rebajar las “impopulistas” y duras cifras del paro, pese a lo cual y a coro contra el resto, ¡aún piden más los golpistas, independentistas y catetos regionalistas!

Lo del “robar, ver, consentir y callar” recientemente vivido aquí, en el mínimo territorio, por muchas veces y muchos millones que hayan sido robados, se queda en mera anécdota al compararlo con lo que está pasando y que, de menor a mayor, podemos gráficamente ilustrar con tres ejemplos actuales: la moción de censura articulada por ridículos restos del fascio, un difícil de calificar Ramón Tamames y un jefe de planta engreído y sin fuste, la censura de la libertad de expresión con que los medios manipulan/tapan lo vital, cierto y, por último, la troncal emergencia climática.

La moción de cuatro gatos y un candidato disperso, de pasado incierto, olvidadizo, incapaz de subir dos peldaños es reflejo de la actual -falta de- auctoritas del legislativo, un pésimo parlamento, mezcla de barro y gas mostaza que, pese a no haberle votado hace más de un cuarto de siglo, me dejó dos bocados de realidad -el ser humano, escribió T.S. Eliot en el primero de sus “Cuatro cuartetos” no es capaz de soportar mucha sustantividad-, reality bites, 1) la sucia bajeza de los portavoces de Podemos, los comunes y, en especial, el de Izquierda Hundida, osado chaval que yo no conocía y llegó a acusar, sin argumentos, al desorientado profesor de golpista tras el 23-F, 2) la obscena maniobra del -muy- traicionero Sánchez y la desleal -con quienes no sé por qué la pusieron donde está- Yolanda, 3) su “happy hour”, travestida en Blancanieves rodeada de enanitos, riéndose al oir a Patxi López, torpe (porta)voz de la PSOE, llamarla “presidenta segunda” y 4) la indescriptible cara de Ione e Irene, tras el taimado espaldarazo que dio Sánchez a Yolanda tras el horrísono fracaso –dicen que- feminista de lo del “solo sí es sí” en la violencia sexual o la de género.

¿Reflexionamos un poco?

Lo de la palabra para manipular/tapar hechos me lo sugirió el guisote semanal del 19 pasado en El Delirio Montañés de, siempre ínclito, Manuel Ángel Castañeda que admite, refunfuñando, solo “como tesis general (…) calentamiento (…) producido por las actuaciones del hombre sobre la biosfera” y  entiende que es preciso actuar”, para, a partir de tan generosa concesión, igual que me señaló en un periódico como abogado comunista cuando el PCE aún era clandestino, ilegal y perseguido, fabula ahora que producir electricidad a partir de la fuerza del viento “se hizo durante siglos”, pese a que la primera turbina eólica, creación de Brush, es de 1890, la primera de potencia superior a 1 Mw, de 1941, su inicio en el uso  industrial en los 70 del pasado siglo, hace 50 años y, a partir de esa “verdad”, suya, usa la tesis general que tan displicente admite para atacar, urbi et orbi, a “los que se postulan defensores del ecologismo“ y “se niegan a aceptar que se instalen aerogeneradores en su territorio”, pues el pobre Castañeda de la media plana semanal en El Delirio no se entera de nada para escribir -siempre- al servicio de su amo Vocento y, of course, de Iberdrola.

Al final está la olla con oro de Iberdrola

La madre de -todas- las guerras actuales y sus -reales- armas de destrucción masiva se encierran en tres palabras, “cambio/riesgo climático”, cuyo útil antídoto fijó, niña, Greta Thunberg, “cambiar el sistema”, acabar con el caos de codicia interesada, políticos venales, medios/plumillas serviles,… y, fruición del gran capital, del odioso 1%, la generación energética en sus garras en espiral destructiva, con los feos corcusidos que son los -siempre incumplidos- acuerdos de las rimbombantes, caras y publicitadas Cumbre de la Tierra de Río 1992, Kioto 1997, el dañino-célebre Protocolo y la moda de que el rico que incumpla, “compense”, Copenhague 2009 y el límite de 2ºC de aumento de temperatura… sin garantías, Varsovia 2013, otro fallido “hito histórico”, París 2015, que rebajó a 1,5º los 2º anteriores e introdujo, inane, el “daño irreversible”, Chile-Madrid 2019, “Cumbre de la ambición” -¡era de Sánchez!-, la más larga y sin avances, como Glasgow 2021, reseñable solo por la precisa, acerada crítica de Greta Thunberg: “¿Cuánto tardarán los políticos en despertar? La cumbre del clima es un festival de dos semanas para lavar su conciencia y todo es bla, bla, bla”, tan cierto que obliga a El País, biblia liberal-progresista, a aceptar que, “las emisiones mundiales, en 2022 -con pandemia y guerra- crecieron el 1%” y que, con ellas, subió la temperatura que aniquilará la vida humana en la Tierra, siendo además que, el mismo 2022, también El País dixit que la España que pide miles de esos molinos que El Roto definió “gigantes financieros”, vendía más electricidad que la que compró, todo ello mientras El Delirio Montañés, afiliado a la mentirosa verdad… a medias, ayer, bajo un gran titular sobre robos, recaía, enésima vez, en su utópica falsedad. de que “los propietarios de los montes dan el visto bueno al P.E. El Escudo”,

En aplicación de la no derogada "ley mordaza"

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