212 Los domingos cavilar
De apestados
Fernando Merodio
27/03/2022
“(…) el
capital financiero, pensando en las fuentes potenciales de materias primas y
temeroso de quedarse rezagado en la fiera lucha por las últimas tierras no
repartidas (…) se esfuerza en apoderarse de las mayores extensiones posibles de
toda clase de tierras, estén donde estén y sirviéndose de cualquier medio”
(V.I. Lenin. “Imperialismo: la fase
superior del capitalismo”)
“Los
curiosos acontecimientos que constituyen el tema de esta crónica se produjeron
en el año 194… en Oran Para la
generalidad resultaron enteramente fuera de lugar y un poco aparte de lo
cotidiano (…)” (Albert Camus. Inicio de “La peste”)
Este domingo, me facilita de qué cavilar el pequeño, sólido y coherente grupo de vecinos del Sur de Cantabria, constituido hace 12 años en Plataforma con el solo fin de defender su territorio frente al imperialismo neocolonialista del capital que, en el punto álgido de la intrigante conspiración de política y dinero para apropiarse del territorio de todos con la disculpa de generar energía, supo -a través de terceros- que en San Miguel de Aguayo, que hace años era el ayuntamiento más rico de España por las aportaciones económicas de grandes consorcios eléctricos y no está lejos del lugar de nacimiento del grupo, se había organizado, por sorpresa, un hilarante festín de primeras figuras, dicen que algunas pagadas, cuyo caro cartel publicitario reproduzco.
Fiesta privada, cartel cerrado y la mayúscula
sorpresa -desvelada off the record
por avergonzados- de que la ausencia del criterio y opinión de alguien como la Plataforma sobre lo que ha vivido y -de
verdad- sabe era debida a que -la parte más importante y florida de- los
invitados lo habían impuesto como condición para asistir al -sin duda-
publicitario evento que cierra ese vicepresidente regional que siempre sonríe,
intento inane y cierto de evitar que se explique que si desde que -hace más de
10 años- se anulaba el pasteleo del “concurso
eólico”, Administración y dinero no han sido capaces de implantar en
Cantabria, de forma legal, una sola turbina gigante eólica, es por una única y
poderosa razón: que, siendo evidentemente dañino para el territorio de propiedad
comunal, los sátrapas se empecinan en no cumplir las normas que ellos mismos
elaboran, habiendo como hay un pequeño grupo que lo evidencia y denuncia.
Es vergonzoso, indicativo de sucios fines,
ridículo que en tan campanudo acto en el que están los gobiernos de España y
regional e Iberdrola, la Crossfield del resucitado Huerta, Repsol, Capital
Energy, junto a organizaciones meramente ambientalistas, con moderadores de
alcurnia, incluso un representante de El
País, descarnada biblia neoliberal que, sobre el bozal de la Covid19,
impone otro a la Plataforma para la
Defensa del Sur de Cantabria, no haya habido nadie que, para impedir lo
denunciado oir Lenin, defienda el territorio comunal, de todos, que aquí podría
haber sido la Plataforma, siendo aún
más grave, si cabe, que no haya estado porque, lo hayan exigido los culpables
del deterioro climático, el cada día más evidente riesgo global,… del que
-aplastado por la muy útil Covid19, “lo de Ucrania”,…, ya -casi- nadie habla.
Ahorro mi reflexión personal y reproduzco al
final de todo, una primicia para los medios de (in)comunicación, el criterio
colectivo escrito que la Plataforma
repartirá en Aguayo el martes entre los asistentes, algo que suscribo, si las
tuviera, desde la cruz hasta la firma.
Sorprende, si es que aún lo hace algo, que al
grupúsculo que incluye a las artrósicas Arca,
SeoBirdlife y alguna desconocida
Fundación lo denominen los del cuidadosamente diseñado cartel. “el tercer sector”, algo que para quienes
nos sabemos criaturas de Robespierre y la guillotina de la Revolución francesa
constituye una más que ofensiva referencia al “Tercer Estado” revolucionario que, habiendo podido llevarnos a algo
mejor, nos trajo aquí y que el abate Sieyès describió en 1789, en su panfleto “Qu’set-ce que le tiers ètat?” como el cuerpo vivo de la nación que,
al definir la soberanía nacional, debe entenderse que ésta ha de ejercerse sin
complejos por lo que entonces se denominaba “la burguesía”, población que carecía de los privilegios jurídicos y
económicos de señores y clero y también era llamada pueblo llano y, por referencia a la división existente en la
sociedad romana entre patricios y plebeyos, plebe,
un Tercer Estado que constituían
grupos sociales como el campesinado,
entonces sometido a servidumbre respecto al régimen señorial o la burguesía ciudadana, teóricamente libre
y formada, entre otros, por artesanos
organizados en gremios o cofradías, mercaderes
organizados en guildas o hansas, que se reunían en ferias, la plebe urbana y los mendigos que, con alguna tara física, se veían obligados a pedir
limosna; los Estados Generales de 1789, últimos del Ancien Régime, compuestos
por clero, Primer Estado, nobleza, Segundo Estado y pueblo llano, Tercer Estado, cuya rebelde
independencia respecto a los dos primeros fue el auténtico inicio de la
Revolución francesa, motivada por la crisis financiera, la falta de alimentos y
subida de los precios, los ostentosos gastos del monarca, un sistema impositivo
arcaico,… , que, en una revolución jurídica, acabó disolviendo los Estados
Generales y, a propuesta de Sieyès, constituyendo la Asamblea Nacional que, ante las dificultades puestas por la
monarquía, se reunió en la Sala del Juego
de Pelota en Versalles, donde, según Mirabeau, estaban “por voluntad del pueblo y solo saldremos por
la fuerza de las bayonetas”; la Asamblea
Constituyente fue final de siglos de absolutismo monárquico y paso a la
monarquía parlamentaria a la que no convocaban a los estamentos privilegiados,…
y, poco a poco, hasta aquí hemos llegado.
Con todo, en cualquier caso y aquí lo hemos
visto claro, quien manda siempre ha dispuesto de la útil peste, “enfermedad contagiosa y grave que causa gran
mortandad” y convierte en apestados, reales o falsos, a “los que causan o comunican la peste”, a
los que domina/castiga como quiere quien controla la información, o sea, el
poder.
Plataforma para la Defensa del Sur de Cantabria
http://www.surdecantabrianatural.blogspot.com /
surdecantabrianatural@gmail.com
Las energías renovables vistas por la política y el dinero, olvidando
el territorio. San Miguel de Aguayo. 29/03/2022
Nos pretenden asustar con una ridícula exhibición de fuerza de la flor
y nata del poder político y económico energético y lo más cómodo/afín del que
llaman “tercer sector”, ¡ay el Tercer Estado, Robespierre y su
Revolución!, cerrando el paso a quienes defienden el territorio; esperamos que
los “invitados”, al menos, den la
cara y respondan unas preguntas:
¿creen que los polígonos industriales que
dicen parques eólicos son lícitos, no abusivos, injustos y antidemocráticos? -
¿que son ecológicos, sostenibles, distribuidos, verdes,…? - ¿que es necesario
llenar en suelo comunal, de todos, lejos del lugar de consumo, con cientos de
turbinas, torres y aspas de 200 m., miles de km. de líneas de alta tensión a 70
m. de altura y subestaciones, o sea ondas electromagnéticas y cáncer, pistas,
miles de Tm. de hormigón, plásticos, acero, cobre, aluminio, plomo, tierras
raras (kgs. en cada turbina) fibra óptica, de vidrio y carbono, más cáncer,…? -
¿que así frenarán la aniquilación de la vida?
Digan lo que digan “ellos”, la respuesta es ¡NO!, un ¡NO! tajante. Esos
polígonos industriales son innecesarios, insostenibles, concentrados, dañinos,
injustos,…; lo único sostenible, distribuido, gratis, inagotable,… es el viento,
el agua, la luz solar,… energías de todos, no de apabullantes consorcios,
profesionales de la política y subvencionados que, porque les da la gana,
crueles deciden concentrar donde les conviene los medios para generar electricidad a partir de la energía gratis de
viento, agua, sol,…, insistimos que de todos y distribuida, robando para destrozar el territorio comunal y,
lejos de solucionarlo, agravando el caos climático.
No es, nadie lo dude, útil y lógico sino muy egoísta que política y
capital hablen de polígonos industriales gigantes, en lugar de debatir la realidad que definió Greta
Thunberg, una niña: frenar la
catástrofe exige ¡cambiar el sistema!,
un cambio que ¡ese sí!, demanda un
debate serio y urgente.
Pese a ello, por si los de los “tres
sectores”, ¡ay, los tres Estados!,
aun quieren hacernos creer que los polígonos eólicos -siempre que, ¡desde
luego!, no les afecten a ellos- son esas bonitas cosas que cuentan sus medios,
olvidamos un momento lo urgente real, cómo cambiar el sistema y explicamos, lo más claro, real y fácil,
cuál es, aquí ahora, la situación.
Con hechos, no opiniones,
para empezar decimos lo que quiere cada uno de los intervinientes, siendo los
porqués de los dos primeros “sectores”
-¿o es uno?- evidentes, blindar su abusivo poder, sus sueldos y beneficios
elefantiásicos -algo hoy más que evidente- y añadimos sin temor que los del
tercero son reos de subvenciones
injustificadas, sin pautas objetivas, a dedo, por lo que, siempre, han apoyado, apoyan y apoyarán los grandes polígonos
industriales eólicos... y lo que los otros dos quieran.
Expulsados de la selecta selección, de
los tres -arbitrarios- sectores -¿nos desprecian?, ¿damos asco?, ¿nos temen?-
estamos los simples defensores del territorio, entre ellos la Plataforma
para la Defensa del Sur de Cantabria, pequeña asociación que inquieta a todos y que, como
ACAAT hace más de 20 años se enfrentó
a REE y su LAT Soto-Penagos y los derrotó en el TS y la UE, ella se limita a
defender, solo con el contrato social, el territorio de todos, sin pedir nada a
nadie ni tener nada que ver con quienes copian su nombre y sin precisar, por ahora, otra cosa que las normas,
los tribunales y narrarlo, con veracidad
total, en un blog que leen bastantes, algunos copian a su modo y los medios
de (in)comunicación de masas, al servicio de sus amos, silencian.
Tras ello, nueva pregunta seria, ¿cuál
es la situación actual? que, en
cuatro rápidos brochazos, tiene esta escueta respuesta nuestra:
- Hay
práctica unanimidad en que existe
una crisis climática, pero es una unanimidad falsa, pues, siendo grave, terminal
tal crisis, la combaten solo con palabras: ecología, descarbonización,
sostenible, verde,…, robadas por las multinacionales y los políticos
causantes del caos, logrando que, pervertidas, no valgan nada, además
- en
el debate sociopolítico sobre el
desarrollo energético solo nos dejan, además de los Tribunales -que vamos a atascar de querellas-
cosas como esta pantomima, muy
poco serias, pues
- lo
vendan como lo quieran vender, desde
la caverna, deciden los dos primeros “sectores”,
políticos y capital, a los que,
sin duda
4. (pre)ocupa que los grupos sociales tengan -no
es poco- Tribunales, Ley, derechos,… luchados años años por otros,
y lo intentan devaluar con meliflua caridad, dejando que alguno llore ¡Aquí
no!, sin preguntar ¿pues,
entonces, dónde, egoísta estúpido?
En tal situación, ESPAÑA, abusa del estado de alarma, de “lo de Ucrania” y de lo que
haga falta para incumplir el Convenio de
Aarhus y la Ley 27/2006, sobre
información y participación ambiental, tramitando ilegal y apresurada,
entre otras dañinas normas:
1.
el Plan Nacional Integrado de Energía y
Clima PNIEC 2021-2030, enviado a Europa antes de aprobarse su DAE,
sin información ni debate social; la Plataforma
ha denunciado por escrito su nulidad de pleno derecho y, al no haber respuesta,
acudirá a los Tribunales.
2.
la Ley del Cambio Climático,
que, a espaldas de todos, urdieron tétricas comisiones parlamentarias Podemos, la PSOE, López Uralde (Greenpeace-Equo),…;
también denunciada por nula.
3.
el Tratado sobre la Carta de la Energía y
su cláusula ISDS, "Solución de controversias entre inversores y
Estados", que, en las disputas energéticas, suple a los Tribunales por
“árbitros” amigos de las
multinacionales, y
4.
el repugnante Real Decreto-ley 23/2020. 23
de junio, de medidas en materia de energía para reactivar la economía,
ad hoc, que, elaborado en medio del miedo a la útil Covid19, ¿ha leído
alguien?
En CANTABRIA,
la pregunta es ¿se ganan el sueldo parlamento y gobierno?, y la respuesta
urgente, clara, tajante, un escueto ¡¡NO!!,
pues han convertido esto en un páramo
legal en el que
1.
no
hay Ley de Suelo,
madre del totémico PROT que Gochicoa, regionalista sin una idea buena, dice que
aprobará -y no se atreve- en dos días sobre las ruinas del viejo PROT interruptus, retirado de la CROTU, a inicios de 2018, hace 4 años,
tras que la Plataforma denunciara su ilegalidad
y anunciara acciones penales,
2.
tampoco hay PSEC, agotado en 2020,
virgen de actuaciones,
3.
ni siquiera un mínimo Plan eólico o fotovoltaico.
Y, además, nos han convertido también en un páramo social de individualismo egoísta con lugares comunes
del viejo, caduco ecologismo subvencionado, páramo en el que, por supuesto, los políticos no quieren hablar de Ley e
ideas, ni siquiera tenerlas; prefieren continuar cobrando, siempre, sin
trabajar.
El fértil valle de IGUÑA, al
que podemos añadir Aguayo, la Sierra del Escudo, epicentro del caos regional, está rodeado de proyectos, achicharrado por líneas de alta tensión, una subestación en Molledo que, no sé por qué,
dicen de Aguayo y la amenazante falsedad de la Central Hidroeléctrica Aguayo II que, si se ceden a Josu Jon Imaz,
Viesgo/EoN/Repsol, muchos Hm3 del agua que usamos, muy escasa, se enriquecerían más generando 1400
Mw, el doble de los 707,3 eólicos del PSEC
2014-2020. Un turbio negocio, para ellos siempre.
Son proyectos eólicos actuales, salvo error provocado u omisión
enmascarada por la Administración: La Coteruca, 51 Mw, Cildá, 66 Mw,
Bustafrades, 49,5 Mw, Alsa, 20 Mw, Cuesta Mayor, 35 Mw, Lantueno, 45 Mw, Ebro
Norte, 60 Mw, Cueto, 96 Mw, Cerro Airo, 6 Mw, El Escudo, ¿151,2? Mw, Campo
Alto, 32 Mw, La Costana, 15Mw, 32 Mw, El Acebo, 81,76 Mw, a los que habría que
añadir la ampliación Salto de Aguayo, más de 1400 Mw con sus infraestructuras y
un megaproyecto fotovoltaico de unas 100 Ha y nosabemos cuantos Mw en Campoo de
Yuso, más de 2.300 Mw en total, el
Kuwait del norte.
Antes de construir -y “explotar”-,
es preciso proyectar y cimentar, por lo que para generar electricidad, se deberá debatir, entre todos, qué energía y leyes necesitamos/queremos y,
hasta tomar la decisión, se deberán cumplir las –malas- normas actuales, algo
que no hacen.
Los polígonos eólicos son dañinos, injustos, innecesarios,
insostenibles, concentrados,…, los gobiernos, central y regional, los tramitan
de modo ilegal y, peor, los ayuntamientos lo saben y lo ocultan a concejos y
vecinos dueños de los terrenos, torpes ilegalidades que han permitido a la Plataforma impedir que, en 12 años, se implante un
solo molino.
No podemos olvidar lo muy dañino, repulsivo
que es el egoísmo NIMBY (No en
mi patio trasero - No In My Back Yard),
el ¡Aquí, a mí no!, lloriqueo de los que, al tiempo, piensan
que ¡Allí, a ti, al resto sí! y, sin resolver el problema,
insolidarios, enfrentan a unos con otros.
Damos, para acabar, la despedida al “desinteresado” apoyo que el escribidor Clemente Álvarez, de El País, descarnada biblia neoliberal salvaje, viene a prestar a los dos primeros “sectores”, siervo que cuando le envía algo, por relevante que sea, la Plataforma, sin duda con asco, ¿miedo, acaso?, sin equipararnos, como hubiera hecho Franco, a “comunistas”, sino -suponemos- a algo que le parezca más insultante, sin contestarnos con mínima urbanidad, lo tira a la papelera.