200 Los domingos cavilar
Conseguidores e influencers
Fernando
Merodio
02/01/2022
“Otros se fatigaron y vosotros os aprovecháis de sus fatigas”. San
Juan 4,39
"Banco Santander se incorpora a los promotores del parque eólico de El
Escudo que lidera Iberdrola (...) La entrada de Banco Santander en el proyecto en
absoluto es baladí, puesto que supone un espaldarazo a la actuación" (El Delirio Montañés. 29/12/21)
Cumplo, con esta, 200 Cavilaciones dominicales sucesivas y aprovecho la efeméride para, a
cara de perro, denunciar que "conservadores"
y "progresistas" están
arrasando las humanas, viejas, entrañables fatiga y mérito, al tiempo que, cínicos
sin pudor, las sustituyen por corrupción rampante, llamando los nuevos "bárbaros" “conseguidores” a quienes, usando en especial de sucios vínculos
económicos, familiares o de amistad, y en general sin más mérito, logran que el
poder público más ilegal e injusto, apoye, facilite, autorice el logro de lo
que conviene a un interés particular, mientras dicen que es “influenciadores” o “influencers” quienes, sin ser siquiera famosos, usan medios, en
especial del ámbito digital, para adornarse de una cierta credibilidad, -absurda-
acerca de determinadas cuestiones, lo que les convierte en sus mensajeros/valedores..
un ejemplo es la abracadabrante noticia (¡) aparecida
en El Delirio Montañés, tan ajena -como
casi siempre- al mínimo rigor que es, sin más, falsa. pues el panfleto, indocumentado/malicioso,
decía actuando al -impúdico- servicio del “conseguidorcillo”
local Agustín "Valcárcel" -premonitorio, quizás, acabado en "l" y con acento en la segunda “a”- Polanco, discípulo sin duda de
Manuel Huerta, cuyos rescoldos aún cabrillean trémulos en las inconstantes listas
de sospechosos proyectos eólico, sin dinero el de la la "l" y el acento, pero dotado de bien
engrasados vínculos diversos con, entre otros, judicatura y fiscalía que habría
que analizar y aliado al gran capital vasco, a la pestilente Iberdrola, tan hedionda que -incluso para
los maleables, capitalistas reguladores USA- no es lavable; explica con descaro
el osado juntaletras de El Delirio
que tan hábil operación “supone un espaldarazo a la actuación“, al dañino polígono
industrial eólico, pues a “la compraventa
de acciones (¡) a un ‘pool’ de propietarios, se añaden instrumentos financieros” que aparentan la
solvencia que hoy no tiene el vendedor, sin reparar el anuncio en que vende Ocyener, S.L., sociedad de
responsabilidad limitada, con participaciones, no acciones, y un capital social,
tras su última ampliación, de ¡12.500 €!, lo que revela un magnífico negocio del
banco que compra el 45% de la mitad del dudoso polígono industrial y asume la
responsabilidad de ¡5.625 €!, mientras si hablan de cifras mayores, sea cual
sea el truco usado, se trata de una operación cuya explicación social exige
finura de orfebre, no zafiedad de conseguidor y/o especulador.
Para conocer con cierto detalle cómo funciona “la cosa”, los aficionados a google pueden trastear en la -que dicen- “trama eólica en Castilla y León”, en la que se asienta ese
desarrollo por el que tanto suspiran, amor al “progreso”, M.A. Castañeda & Co, en que, con la dilación propia
de la Justicia -en alguna ocasión- inexorable, verán cómo, tras varios años de
vaivenes judiciales, “el juez imputa a 17
personas, dos ex altos cargos de la Junta”, “empresarios” y, faltaría más, alguna filial de Iberdrola, por el indudable
“progreso” que -para ellos- significó
tal trama, y encontrarán evidentes, constates coincidencias con la brillante
operación, que alaba El Delirio, de Ocyener, S.L. y ese banco que, si no le
paramos los pies, acabará marcando el paso -de oca- (in)cultural en nuestra
ciudad, entre aplausos de paniaguados y tarugos.
Para saber un poco más de “conseguidores” e “influencers”,
se puede, también, analizar las relaciones de Capital Energy con la que fue Directora General de Industria en
Asturias, ejemplo paradigmático de puerta giratoria en ambas direcciones o, más
reciente, la tramposa venta de Reitel,
doloso e ilegal negocio de fibra óptica -sin
autorizar y pagado a costa del recibo de la luz- de la semipública Red Eléctrica, refugio de destituidos
políticos que hoy preside la “social-progresista”
Beatriz Corredor- a KKR,
multinacional USA que, por todo mérito energético, administra fondos de
inversión y capital riesgo, al parecer asesorada por el “popular” Juan Lasala ex-consejero delegado de REE que -dicen- habría asegurado en público que “si sale la operación, me jubilo”, siendo
cierto que, jubilado en efecto, al parecer asesora, mezcla de “conseguidor” e “influencer”, a interesados en la compra de activos de REE, empresa semipública en caída libre,
a cuya cúpula, sin eliminar a los anteriores, han añadido -cuestión, parece, de
cuota- a “progresistas” como Miryam
Aguilar, Eva Santiago, Laura de Rivera, Fátima Rojas, Eva Pagán,…, una venta,
la de la fibra óptica, en la que al asesor corresponde un “pastizal”, entre el 1 y el 2% del total importe de la operación,
concurriendo, además, en el caso de Lasala la muy sucia coincidencia de que es
“presidente no ejecutivo” -¿qué es
eso que tan poca cosa suena?- de la hoy omnipresente Capital Energy, en la -muy- sucia pelea por acceder a la red de
transporte de muy alta tensión… que gestiona REE, acceso que, no olvidar, hacen
que solamente las empresas a las que sean concedidos tendrán posibilidad de
recibir el esperado maná de los “fondos
europeos”… que pagaremos entre todos.
Adriana Lastra, Beatriz Corredor y
Ángel Gabilondo (Foto: PSOE).
La importancia del “conseguidor”
o “influencer” económico/político
estriba en su capacidad -sea cual sea la causa, casi siempre sucia- y coarta
decisiones relevantes, usando también casi siempre a los medios de comunicación
afines, interesados.
Vuelvo al principio, a la extraña relación eólica entre el
pequeño, mínimo “Valcárcel” y Ana Botín,
cuyo Banco Santander aporta tan poca credibilidad y solvencia a “la actuación” que quiere ser el polígono
industrial eólico “El Escudo”, pues
tal banco, ya hace años, fue, por su ilegalidad rampante, uno de los fracasados
en el malogrado intento de atropello que llamaron “concurso eólico”, debiendo todos preguntarnos cómo será, geniales
finanzas, esta nueva operación, pues quien vende, Ocyener, o sea el “Valcárcel”
con acento y "l", es una
del más del millón de Sociedades Limitadas, S.L. que hay en Espala, ésta con un
capital social de 12.500 € y aunque el mercantil -y tantos otros- no es mi
ámbito en el -poco- saber del Derecho, sí conozco que se trata de una sociedad
en la que la responsabilidad personal de sus socios alcanza solo -ése sí que de
verdad- al poco capital aportado y no al patrimonio de sus socios; prototipo de
cobarde sociedad capitalista, con el capital dividido en participaciones
sociales -no acciones, escribidor de El
Delirio- iguales, acumulables e indivisibles, que no pueden ser
incorporadas a títulos negociables ni, insisto, ser denominadas acciones,
pudiendo ser su gestor un administrador único, aquí “Valcárcel”, con muy amplios -¿totales?- poderes, siendo, en el caso
de Ocyener, S.L., una nueva sociedad,
Pilalva Inves, S.L. su, al parecer,
único socio, lo que la somete a otros requisitos que, supongo, cumplirá y, aun
sabiendo, que el tan traído y llevado polígono industrial eólico El Escudo, dada su grosera ilegalidad, nunca
se ejecutará, seguiremos atentos la “brillante” operación.
Doble coda, sobre sorpresa y felicitación.- En primer lugar, sorprende el descaro del suplemento Sotileza de El Delirio Montañés, de 30/12/2012, dedicado, en belleza, por quienes, a capa y espada defienden, impulsan, patrocinan, promueven el “progreso” que -para ellos- es el atropello eólico, a un sentido monográfico “Contra el olvido del patrimonio cultural inmaterial” y, superada tal sorpresa, debemos felicitar a Pablo Manuel Iglesias Turrión, a quien el Consejo de Ministros, sus antiguos cuates, ha otorgado “la Gran Cruz de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III, destinada a reconocer su trabajo en beneficio de España y de la Corona” ¿Enhorabuena?
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