203 Los domingos cavilar
Alboroto con (des)control remoto
Fernando Merodio
23/01/2022
"El Gobierno urge a retirar los proyectos de
energía renovable más polémicos (...) La avalancha de solicitudes excede con
creces las necesidades" (El País
18.01.2022)
“El presidente
de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, descargó ayer toda la responsabilidad de
los servicios de seguridad y espionaje contratados -por la
empresa- al comisario José Manuel
Villarejo en quien fuera su jefe de seguridad (...)” (El Delirio Montañés 19.01.2022)
"Caritas alerta de que 1,45 millones de
jóvenes sufren exclusión social grave (...) Más del 15% de los menores de 35
años está en esa situación, cinco puntos más que antes de la crisis "
(El País 19.01.2022)
Hace días, una jabonosa
llamada telefónica me permitía vivir el -tendencioso- rigor infeccioso de las
encuestas que, cocinadas, justifican, si conviene, una cosa y no la contraria;
se iniciaba el diálogo inquisidor con vagas generalidades que, enseguida, derivaron
hacia lo que la efusiva encuestadora presentaba como neutrales preguntas sobre
mis preferencias en materia de, especialmente, -solo- tres formas de generar energía: combustibles fósiles, nuclear
o eólica -y no otras-, un cuestionario de apariencia inocente en que solo era generación
eólica la industrial concentrada, lejana a los lugares de consumo, cuyos dañinos
parques con enormes molinos exigen líneas de altísima tensión, pistas, subestaciones,...,
sin una sola referencia a la distribuida, de proximidad, socialmente
controlada, de dimensiones humanas,...
Casi al tiempo y dentro
del mismo alboroto actual, El Delirio
Montañés, 19.01.2022, titulaba en primera página: "Cantabria certifica el fracaso del pasaporte
Covid y lo retira", afirmación del soso Consejero y ese Director
General de Salud Pública que diez días antes, 09.01.2022, se sentaba con
peligro en la fina, insegura barandilla de una terraza a varios metros del
suelo, -¿invitaba al turístico balconing?, una actitud que, por si sola, merece
la exigencia de dimisión del influyente -y bien pagado- cargo de Director
General, al evidenciar su gusto por la impune desfachatez y la -más que
peligrosa- ineficacia que refuerza su afirmación de que "la cifra real de infectados puede
multiplicar por cuatro los casos que nosotros estamos detectando", admisión
expresa de cómo quien no ha considerado preciso -¿para qué?- obligar a vacunarnos
todos desconoce el básico número real de los infectados, mientras, osado, impone
eutrapelias que, como el "pasaporte"
o la vergonzosa persecución de Djokovic, limitan derechos luchados y causan incurables
daños para, tras unos días ocultando -sin duda- su risa de "perro pulgoso",
eliminar las dañinas exigencias ya que -otra muestra de descaro- reconoce que
"no ataja los contagios, pues los
vacunados se infectan y transmiten el virus"; ¡egoísta vacuna que solo
protegería -y ni eso- a los inoculados!; un egoísmo avalado por el hecho de que
-dicen- el jueves fallecían por el Covid19
en Cantabria 7 personas de entre
80 y 97 años, siendo, pese a la desinformación que se aplica, lógico suponer
que estarían vacunados, lo que permite, más lógica, inferir muchas cosas acerca
del alboroto en que nuestros -pésimos- políticos profesionales condenan a vivir
a la inmensa mayoría pastueña de esta narcotizada sociedad.
Vuelvo a las "renovables", taumatúrgico invento
contra la emergencia climática, y me detengo en la plana completa -de evidente
publicidad sectaria/lavado de imagen- con que El País, 18.01.2022, intenta convencer a inocentes despistados de
que, junto al olor de los miles de millones de euros de fondos -que dicen-
europeos, hay proyectos para generar más de 150.000 Mw eólicos y fotovoltaicos,
triple de los que -dicen- demanda la -insolidaria, insostenible- sociedad
desarrollista actual y que, además, "cada
iniciativa tiene que ser -siempre- evaluada
aunque carezca de opciones", siendo "el impacto ambiental -inseguro concepto jurídico muy indeterminado- uno de los principales motivos de rechazo",
identificando tal impacto con torcidas referencias a la "sensibilidad ambiental" o a
subjetivos, remilgados daños paisajísticos que -nunca- son razón esencial para
oponerse a los polígonos industriales con que quieren arrasar las montañas,
abusivo extractivismo energético de dañinos, injustificados -excepto para el
negocio de unos pocos- proyectos de gigantescos polígonos fotovoltaicos o eólicos,
aniquiladores de la calidad y las tradicionales formas de vida en el campo, su agricultura,
ganadería,..., unas formas a las que, sin duda, vamos a regresar forzados por la
catástrofe humana de que es anuncio el calentamiento global.
La alarmante
(des)información que preside todo ello se evidencia también en cuestiones -aparentemente-
tan poco importantes como, por ejemplo, la ignorancia pueril -en la que no creo
que concurra la mala fe sectaria que los plumillas usan en los medios cuando
sirven a sus amos respecto al dinero, al sucio capital-, que demuestran quienes
han elaborado aquí, en su tierra, los falsos, ignaros panegíricos fúnebres de
Francisco Gento, un desconocimiento rampante que se hace gráfico en la
fotografía que, página 10 de la separata 1933
Gento 2022 de El Delirio Montañés,
ilustraba el empalagoso reportaje "Jugué
con él. Paraba, pisaba la pelota y dejaba clavado al defensa", pues,
muy al contrario, era él quien se quedaba clavado y el frenazo en seco que
propiciaba su potentísimo tren inferior hacía que el defensa se pasara de
frenada... se saliera del campo; es una fotografía en la que sobre el pie
"Kopa, Rial, Di Stéfano, Puskas y
Gento. La delantera del Real Madrid de las cinco Copas de Europa consecutivas",
aparecían Tejada y Del Sol junto a, efectivamente, Di Stéfano, Puskas y Gento,
sin que, por supuesto, ni los primeros ni estos últimos, salvo don Alfredo y
Paco, hubieran participado en "las
cinco Copas de Europa consecutivas", algo que ratificando el
proverbial desprecio de los escribidores hacia el lector, sin necesidad de que el
oportuno panegirista de ocasión persiguiera en este caso nada en especial
sucio, se limita a mostrar que, como siempre, le importaba un bledo informar.
De consecuencias
más graves para todos en el peligroso alboroto es, otro caso, el tratamiento
que el grupo Vocento, El Delirio, El Correo, ABC,..., fondos de capital internacional con sede en el
País Vasco, da de Ignacio Sánchez Galán, para ellos simplemente Galán, Sánchez les
debe parecer poco, en concreto del encargo de espiar durante 13 años, con
facturas por más de 1 millón €, para Iberdrola
-a Manuel Pizarro, Florentino Pérez, ecologistas de Cádiz,...- por el muy
imputado, sombrío comisario Villarejo que él, presidente de la multinacional
energética, afirma desconocer -"ni
ordené ni autoricé ni conocí nada de este señor"-, para "endosar", según los panfletos, la exclusiva
autoría íntegra de tan poco legal y digna actuación a una sorprendente "autonomía total" de su jefe de
seguridad que -según Galán dice- solo intentaba perjudicarle, a él; tan poco
fiable resulta la "multinacional
vasca" que, además de haber sido vinculada por medios independientes a
diversas extorsiones, incluso muertes y desapariciones de indígenas defensores
del territorio en que se intentaban implantar -y se implantaban- agresivas
industrias energéticas -dicen que- renovables, ha visto impedida por los
reguladores USA la adquisición, a través de su filial americana Avangrid, de PNM Resources por 3.600 millones €, pues, según esos reguladores, "los riesgos del acuerdo superan los
beneficios para los usuarios del estado" de Nuevo México, sede de la
empresa estadounidense.
Todo ello -y mucho
más en el alboroto actual- lo comprime El Roto en su viñeta del 20.01.2022, en
la que, dentro de una cavidad craneal, hábitat del encéfalo -cerebro, cerebelo,
bulbo raquídeo, puente de Varolio,...- protegido contra movimientos y golpes en
su superficie interna por el líquido cefalorraquídeo, nada un tiburón, junto a
un texto serio, alarmantemente definitorio de la situación: "La técnica se transformó en poder, la
ciencia en religión y la información en control", conjunto, el de -las
supuestas- técnica, ciencia e información, que en realidad son poder, religión
y control en manos del capital, en un momento en que han pervertido,
inutilizado el lenguaje para condicionar la decadente vida humana en el planeta
Tierra, tergiversando, manipulando a su interés ideas hoy tan esenciales como
libertad, pandemia, sostenible, renovable,...
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