148 Los domingos, cavilar
53 Covilación
Nazionalismo vs sozialismo
Fernando
Merodio
03/01/2021
“Al gorjeo de los estorninos / se mezcla el trueno lejano / de los cañones de las maniobras navales / del Tercer Reich” (“Poemas del lugar y la circunstancia”. ”Primavera”. Bertolt Bretch)
“La Fiscalía pide archivar el caso de blanqueo contra el HSBC y el Santander” (artículo a una columna, escondido, en El País 30.12.2020)
“Según se desprende del reporte de la Fiscalía Anticorrupción que archiva trámites en contra del Banco Santander, los hermanos Botín y sus hijos tenían el 60% del dinero oculto en la parte española de la llamada Lista Falciani (…) alto protagonismo que ha tenido esta estirpe de banqueros” (Entretenimientobit.com. 30.12.2020)
Un
par de negocios, dos empresas que alardean de sozialismo, una líquida, aseada
en su cutrez, alejada de sus orígenes, la PSOE de Sánchez, la otra vacía, paternal
demagogia tercermundista de esa birria de “Evita”
Iglesias que alaba a Perón/Chaves y menos a Fidel y Cuba, dubitativo ahora que
Maduro, zafio, le destrozó el presbiterio laico; aquella, venida del viejo, sabio,
lógico Marx al que exorcizó un tal Felipe con dólares, marcos y agua bendita y
ésta, en manos de un penene sin más mérito que no tener historia y, tras
asegurar que “podía”, devastar cualquier
atisbo de rebelión, 15-M, Marchas por la libertad, Rodea el Congreso, No nos representan,…, afanar -en tiempo record- casa hortera con
insostenible piscina, alardear de que es hijo de miembro del terrorismo -que
decían-, ¡uf!, parapolicial del FRAP
y, como Franco, Juan Domingo o Girón de Velasco, cuando no hay trabajo, reparte
migajas en lugar de generar algo que no conoce, fatiga asalariada, mientras
cómodo, aposentado en el fraude de su cargo usa el “estado de alarma” y la “ley
mordaza” e impone totalitaria represión en las relaciones sociales para alejar
de él, su familia y casta a quien pretenda aplicarle el “jarabe democrático” que, analfabeto funcional y entre histéricos
gritos, él trajo.
Son sozialismos
ajenos al socialismo de Marx y “el otro
Pablo Iglesias”, fase previa a la
sociedad comunista, que propone sustituir el modo de producción capitalista,
abolir las clases sociales y suprimir la propiedad privada de los medios de
producción, aquí hoy aliados para (ab)usar y hozar en beneficio propio con un
egoísmo nazionalista émulo pequeño del “imperial”
de Franco o del, similar, que ensangrentó los Balcanes, un tétrico conchabeo
que apunta al indeseable nazionalsozialismo, al nazismo.
Explica
Giorgio Agamben que el campo de exterminio se rotura, siembra y riega en un arbitrario,
falso, prefabricado estado de excepción, ¿les suena?, útil para algunos “custodia protectora” sin base en ley o
norma, forma “preventiva” de actuar que
-dicen- defiende el interés general frente a ideas, individuos o actos
previamente señalados como dañinos por los pocos que usufructúan -usurpan- todas
las formas, grados y niveles del poder e imponen una estructura
jurídico-política espuria de modo que todo lo que ocurra en ese campo, lager, por ilegal, inhumano que sea, debe ser visto lícito, benéfico,
lógico; el mecanismo es sencillo, el poder venal crea un ámbito arbitrario ajeno
a la norma y lo impone al resto como legal, necesario, incluso humano.
Explica el filósofo que el exterminio eficaz no se
limita a reglar la relación entre estado de excepción e inhumano lager, pues éste no es sólo el “lugar en que se ha desarrollado la absoluta ‘conditio
inhumana’, sino la ‘matriz oculta’ que lo posibilita”, norma que define “el espacio político (…) cuando el estado de
excepción se convierte en regla”; no es preciso viajar a la Alemania nazi,
la Italia fascista, la España de Franco, la Chile de Pinochet, la Argentina de
Videla,…, ni pensar mucho para ver que, hoy, sobran ejemplos diarios, evidencias
de cómo nazionalismo/sozialismo/capital, la comandita impune, sus grados y prohibiciones,
su uso de la delación como insana lógica -lo explica “M”, último film de Fritz Lang en la Alemania prenazi-,…, hoy son
estado de alarma, mañana, acaso, de excepción y luego, si pluguiere, ¿de
guerra?
Michel Foucault, Octavio Paz y otros explican cómo,
hoy, el mecanismo de opresión lo controla el capital mediante el lenguaje, la
información y la tecnificación; incluso el buenista Chomsky sabe que, en manos
del poder, “la propaganda es a la
democracia lo que la cachiporra al totalitarismo”, arma evidente en el trato
que la que dicen libertad de expresión da a la “familia” Botín, su robo de un Picasso, su vergonzoso copo de la “lista Falciani”, su usurpación del
muelle de Santander para imponer un mamotreto,…, simulacro de mecenas del siglo
XXI que impulsa -como el gran capital, la industria pesada en la Alemania de
Hitler- las formas actuales del lager,
cuando ya se otea a los desalmados que, hoy secuaces miserables, mañana serán
los kapos.
A veces cavilo sobre la troncal pregunta de que, si
ello es así, que lo es, ¿dónde está el límite?, ¿a dónde llega el totalitario lager en lo que dicen democracia y es
dictadura de partidos, organizaciones corruptas?; en muchos casos es claro, evidente
y en otros lo difuminamos cada cual, todos, desde la cobardía; explican los que
han sufrido insoportables agresiones -por supuesto distintas, mucho peores que
las de la útil pandemia-, que, tras superarlas, o se callan o se cuentan y, si
el silencio, para Primo Levi, nace de la profunda “vergüenza” que genera mostrar temor a la bota de quien dicta qué es
vergonzoso o, por contra, decoroso y noble, solo se habla cuando, tras ser
marcados, lo extremo inhumano nos supera y, genérico, desborda lo que de
específico tiene cada caso concreto; enfrentarse al poder venal exige experiencia
y -en especial- fortaleza que nos arman frente al abuso e, incluso más necesario,
frente al sectario dictamen y la ignara opinión pública que el insano poder crea,
experiencia y fortaleza necesarias para hacer frente al inevitable estupor generado
por tanta crueldad, que exige reconocer el “lager”
en cada caso, pensar, detectar el abuso y el inhumano horror, la desigualdad
entre desiguales,…, la urgente necesidad de la fuerza en que deviene el trueno
de la Razón… cuando la ponemos en marcha.
En 1933, en el inicio de la Alemania nazi, la
economía fue esencial para el Partido
Nazionalsozialista Obrero Alemán, NSDAP,
nazional-sozialista y obrero, que pactó con el gran capital una expansiva política
de gasto en obra pública, como aquí ahora anuncian quienes para ello tienen
pólvora -no suya- ajena, el maná de Europa que dicen emplearán en tecnología al
servicio de aquel mismo capital, parte esencial -junto a la (des)información-
de la cachiporra totalitaria, potenciando con ello a los bancos más poderosos -sin
que debemos olvidar que, aunque intenten ocultarlo, la parte sustancial del
fraude a todos que es la Lista Falciani
son la "familia" Botín, incluida
la presidenta del publicitado "mecenas" Santander- y las grandes energéticas, causa cierta del caos planetario,
Iberdrola, Endesa, Naturgy, EdP, EOn, saldos de Viesgo,..., apoyados todos ellos
en la dañina legislación ad hoc nacida
en el (ab)uso de la -muy útil- pandemia por ahora quienes quieren reforzar su
propaganda recuperando a -la en quiebra, peligrosamente culta- Prisa en torno al capital de un oscuro
fondo; temo lo peor, no intentarán afrontar la lacerante, endémica calamidad
del paro, se limitarán a repartir -algún día- las migajas que, para sus "descamisados", vocea "Evita" Iglesias, sin que, por la
cuenta que nos tiene, debamos olvidar cómo acabó -ética, económica, socialmente,...-
la cosa para los alemanes tras el nazional-sozialismo.
El
concierto de Año Nuevo en la -sin auditorio- sala dorada del Wiener Musikverein, evidenció que en música,
en cultura -como en fútbol, baloncesto, balonmano, bares en que se paga,…- no
hay contagio por cercano que se esté sin mascarilla, ningún intérprete la llevó
y su director, el firme octogenario Riccardo Mutti, hizo una ponderación culta que
recordó su valiente reto, en 2011 en la Scala, al entonces poderoso Berlusconi y
mostró que la ciega represión ignara, la fuerza bruta que utiliza igual la servil
-y boba- derecha que el falso -y muy peligroso- sozialismo nazionalista actual,
no resiste la comparación, como alternativa, con la valiosa dote que nos legó
la Revolución francesa, la Razón, la Ilustración, la cultura, el pensamiento,…
Coda/aviso
para distraídos.- Desde el 22 de diciembre -12 días- el nazionalismo vs
sozialismo no informa del número de personas a que han inoculado la -cara-
vacuna.
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