147 Los domingos, cavilar
52 Covilación
¡Echémoslos,
ya!
Fernando
Merodio
27/12/2020
Hace un
mes, en un litigio entre Biocantaber/Iberdrola,
Koly Green Company, S.L. y otros, al
que han llamado a una próxima -y seria- Plataforma
que defiende el territorio con fatiga e intenta abortar la pelea entre avaros cuatreros
que, dañando al resto, al planeta y, en este caso concreto, a la bella reserva
del futuro de los municipios de Campoo de Yuso, Luena, San Miguel de Aguayo y
Molledo, intentan implantar un atroz Parque
Eólico que ahora dicen El Escudo,
36 molinos gigantes de 200 m., 151,2 Mw., y el perspicaz abogado que el estado
impuso para mediar (¿), orfebre de ingeniería fiscal, valoraba tal parque en
114.070.409,87 €, demostrando que cuando, hace poco, TSJC y luego TS, abortaban
un "concurso eólico", lucrativo
nasciturus, mercantil, carroña que, para
los buitres que ahora prometen arreglarlo todo, acaldó el mínimo gobierno de
aquí, próximo pero ajeno a nosotros, evitaron las sentencias un ilícito agio de
¡más de 1.000 millones €!, del que recogían migajas sabidos estraperlistas
locales.
El
capitalismo conocido, agotado, agoniza con su estructura quebrada, injusto se
desmorona tras casi haber destruido la vida en el planeta y, como sus contradicciones
mataron ayer lo que, sin serlo, dijeron comunismo, hoy el capital se ahoga en
abusos siendo obvio que siempre fue usura, carcoma, ulceras, riqueza para
pocos, corrupción cuya administración es burocracia cara e inútil, 2.600.000 funcionarios,
chupatintas muchos, y cientos miles de grandes sueldos públicos que asignan
unos pocos a dedo, miles de parados más cada día, el turismo devenido a pasado,
el abuso de automóvil y avión a causa de muchos de nuestros males, la industria
a nada, ajena a lo humano,... Miente quien anuncia que, con dinero de Europa que
pagaremos con sangre, habrá una recuperación milagrosa, lo mismo que miente
quien no dice que hemos agotado el -que decían- progreso, que el consumo
desatado es inviable, que no consumir frenará la producción y traerá, lógico, un
mayor paro que reducirá los ingresos y aumentará los gastos en jubilados,
incapaces, parados,…; miente quien no advierte de la inminente ruina de sanidad,
educación, pensiones,… públicas; es este un viaje a lo inexplorado, lo incierto,
una travesía dura en la que lo peor es que nos guía el codicioso apetito del capital,
apoyado en la ineptitud, mentiras, dolo,… de políticos, subvencionados que lampan,
sindicatos,…, un viaje insolidario en el que, si no hacemos algo, si seguimos así,
no solo se hundirá, ya en caída inevitable, nuestro -llamado- “nivel de vida”, sino que tendrá que
haber millones de muertos para dar de comer al resto, no lo duden; es urgente valorar
que nos miente y traiciona quien, informado, no explica que debemos plantarnos
¡ya! en la austeridad, el decrecimiento y, aun más urgente, organizarnos,...
¡para echarlos!; vivimos la grave situación que Nathaniel Hawthorne definía
gráfico y exacto, a mediados del siglo XIX, al decir que “el abismo es simplemente uno de los agujeros del pozo negro que hay
debajo nuestro”.
Karl
Marx dibujó esta crisis estructural del capital, analizó su debilidad moral, política,
económica,..., vio el final del sistema en la pérdida de autoridad que, por perversión
de los logros de la Revolución francesa y un contrato social trucado, adquirían
entes políticos corruptos, la -mínima, poderosa y dañina- clase capitalista; en
la situación actual urge analizar el desplome de la estructura injusta y golpearla
hasta demolerla, pues, como explica el marxismo tras Marx, la capacidad de ser
inmoral y hacer daño que tiene tal estructura, por debilitada que esté, es
infinitamente superior a la del individuo sano, lo que hizo a Jean-Paul Sartre afirmar
que la moral no consiste en elegir ser bueno, sino un mundo bueno y hacer lo preciso
para no seguir siendo cómplices del evidente “sistema de crímenes” que es la estructura que se desmorona.
Parques industriales eólicos, grandes
subestaciones, líneas de muy alta tensión,…, ilegal todo ello hoy es aquí amenaza
para nuestra historia, negros nubarrones sobre el campo, que obligaron a John
Berger, novelista, poeta, crítico de arte,... a contarlo, marxista, en los
sensuales relatos de Puerca Tierra explicando
las razones por las que, como otros, consideró razonables atípicas formas
políticas de actuar y nos dotó de razones para apoyar, sin temor, el demonizado
poder democrático de gobernantes como Castro…, hoy aun vivo; da Berger razones para
que muchos campesinos no acepten el devenir de la historia que impone el
capital, pese a que, siendo capaces de hacer frente a sequías, tormentas,
inundaciones, agotamiento del suelo, plagas,... o catástrofes generadas por corruptos
ineptos políticos, les cueste oponerse a que les roben su fuerza de trabajo y
que el poder -feudal, capitalista, socialista incluso- les robe la plusvalía
con impuestos, diezmos, aparcerías, normas injustas,..., haciéndolos abandonar,
vencidos, su trabajo, hogar, vida,…, en lugar de hacer uso de lo que explica Ani
DiFranco: “Toda herramienta es, empuñada
adecuadamente, un arma”.
No debemos confundir la farsa del
egoísmo próximo, políticas localistas, catetas, de peligrosos franquistas
travestidos que en los pueblos quieren hormigón, autopistas, trenes veloces, molinos,
líneas eléctricas, …, con política seria; explica Berger que el campesino sabe que
siempre trabajó para sus sucesivos, diferentes amos antes de para él y los
suyos, que superó trances muy duros y es, pues, un superviviente que, con la
solidez de quien sabe que futuro y seguridad no le están garantizados, sufre
normas ajenas que dañan su libertad y le imponen la especialización,
mecanización, fertilización intensiva,… del capital, normas opuestas al
carácter de unidad productiva que siempre tuvo la familia campesina, a la que
vinculan al insano ordeno y mando de quien (mal)compra trabajo, por lo que hay
que evitar que el capital dañe la historia, corte los lazos con ayer y nos
lleve, sumisos, a lo que él manda, a lo que, en otro tiempo, hizo frente el
socialismo y hoy está en “Hold Everything
Dear”, del último Berger: “Las
palabras, / el pan, / el niño que busca las verdades tras la puerta, / el
anhelo de comenzar juntos de nuevo, / animales ávidos dentro del parlamento del
mundo, / la gente en el cuarto, la gente en la calle, la gente. / Cuida todo lo
que amas”.
Walter
Benjamín dice en su Tesis V sobre el concepto de la Historia que “la lucha de clases que tiene ante sus ojos
el materialista histórico educado en Marx es la lucha por las cosas toscas y
materiales, sin las cuales no hay cosas finas y espirituales”, pero también
que éstas “están vivas en la lucha en
forma de confianza en sí mismo, de valentía, de humor, de astucia”; alguien
recordó, hace tiempo, en un periódico, de otro modo, al Mao que decía que una
chispa incendia una pradera y hoy, al cavilar, acudo a la novela negra, de la
que Wittgenstein dijo que es más viva que un ensayo, a “1280 almas”, de
Jim Thompson, al sheriff Corey que se empeña en apartar de su camino al
que incordia, pareciéndome preciso recuperar el tibio pero emocionante ¡Indignaos!, de Stéphane Hessel, que aquí
desarmó el peronismo de, ¡maldito sea!, “Evita”
Iglesias o, por contra, si la realidad nos hace daño a la vista,… cerrar los
ojos, lo dice El Roto.
Coda
para echarlos, ya.- Pese a un rey que miente cual Sánchez, Iglesias & Co y habla de “esfuerzo, unión y solidaridad” en España, pide que los sufridores
aplaudan a policía, sanitarios, ejército,… y -ruin- consigue un titular con
algo tan obvio como que “la ética está
por encima de consideraciones familiares”,…, nacido un 14 de abril, dudo si
merecería la pena aguantar -por supuesto sin participar- las elecciones de una
república con Aznar, González, Zapatero, Rajoy,… presidentes; aparto la
pesadilla y vuelvo al inicio, a Industria y Medio Ambiente, a Martín, Blanco,
Pelayo y Lucio, a la PSOE y la PRC, a Revilla y su vice sonrisas que, tras caérseles
el suculento “negocio“ del “Concurso eólico”, no consiguen plantar
un molino y, tras años intentando imponer una subestación gigante en Olea, desistieron
vergonzosamente, sin llegar a juicio cuando una Plataforma fue a los tribunales y ahora, igual, en el P.E. Cerro Airo, Campoo de Yuso, tras “informarlos” la misma Plataforma de que lo hacían mal, han vuelto
a empezar… de nuevo mal ¡ni siquiera conocen los trámites! Con el optimismo de
una voluntad potente y atento al pesimismo de una razón sólida, se que, como
explica El Roto, el hombre es lo importante y lanzo la propuesta: ¡Echémoslos, ya!
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