Lo cotidiano.17
Hombres y mujeres (políticamente incorrecto)
Fernando Merodio
16/09/2023
Titulo con el hombre por delante de la
mujer en ejercicio, que desearía coyuntural, del principio/instinto de conservación
que, como Askildsen, sé que es destructor de grandes ideas, y lo hago en la
lucha, ya abierta, entre hombres y mujeres que hoy eclipsa la de clases entre
capital/opresor y trabajo/oprimido, obviando una escolapia, machacona regla de
mi infancia: “El burro delante para que
no se espante”, con la que querían imbuirme “urbanidad“, convivencia, solidaridad, exigiéndome al hablar de mi -o
de lo mío- y de otro u otros, citarme en segundo lugar, imputando esa actitud
de hoy mía al golpeo de la cada día más irritante, dolorosa sensación de que
ser varón, blanco, heterosexual y no ser -lo que aquí ahora es- un feminista radical
me priva de mi garantista presunción de inocencia y me exige pedir insistente,
en voz alta, perdón por el daño que he causado -causo y, sin duda, causaré- a
la humanidad y que me fustigue en público con hiriente cilicio, mientras la “sociedad del
malestar” traída, peor incluso que el liberalismo, por la reacción “progresista” de ignaras mujeres “pijas” y hombres melifluos me exige como
contra Franco y, luego/siempre, contra la injusticia social y la penosa desigualdad,
oponer, con 77 años, palabra y actos al necesario, pero vil y brutalmente tramitado,
cambio.
La situación es grave, ni siquiera es
fiable el -que parezca- más lógicos de ese “progresismo”
que dice pactar a lo que en realidad es transigir, conciliar todo con lo
contrario, haciendo que el trabajo ceda ante el capital, la Razón ante los medios
y la publicidad, la libertad de expresión ante el espectáculo, el medio
ambiente ante el crecimiento sin fin, la democracia ante la farfolla
electoral,…, con el único objetivo aquí ahora de que peligrosos, nocivos, el
jefe de planta y Evita Tocino parezcan
poder, mientras, por ejemplo, entre los “progresistas
lógicos”, la filósofa Clara Serra, que tras ser, ¡uff!, portavoz de Más Madrid, ahora incluso dice ver en el
feminismo una cierta -real, añado- deriva identitaria, o critica el nefasto, afirmativo
“solo sí es sí”, que, al contrario del
claro/rotundo “no”, limita el
consentimiento, o, con Foucault, razona que regular continuamente el sexo es reaccionaria,
represora limitación de la libertad sexual, llegando a plantear que, frente a
la hostilidad pequeñoburguesa, pija de la hueste que pastorea la voraz señora
de Galapagar, “apelar a los hombres es
una revolución del feminismo”, si bien -siempre hay un pero- lo de la
filósofa pudiera ser mera táctica contra que la “extrema derecha” -o yo mismo- atraigamos -para lo que sea- a esa
mitad no “feminista”, a la que ellas
se enfrentan.
Más peligroso es lo de María Auxiliadora
-¡ay, mis salesianos de ayer!- Díaz, jueza “experta
en violencia de género” que tras, patética, querer ser fotografiada delante
del espectacular, turbio póster “Nos
queremos vivas” y, parece que feliz por haber privado a otros que también “las queremos vivas” del derecho a, salvo
prueba en contra, ser vistos como inocentes, alardea de “lo buena que ha sido” la -para el 50% no fémina- funesta, represora
L.O. 1/2004 que, casi con 20 años, no
ha logrado nada… bueno, en medio de un cobarde, insoportable, injusto
descalabro jurídico ¡Una jueza -¿progresista?- experta!
Linchado ya Rubiales que, sin ellas
enterarse, tan bien las representaba, pues se tocaba las partes lo mismo que
ellas elevan su vulva al cielo, son mis últimas noticias que Athenea, paisana y
¡buen nombre!, es la única que, valiente, no usa el chantaje, tan de moda entre
quienes se creen superiores en cualquier cosa, ellas en el “furbo” fémina. Felicidades Athenea.
Parece de locos, pero me han declarado una
guerra que no me distraerá mucho de las
más urgentes, menos egoístas y mejor fundadas, contra la desigualdad -no solo de
las mujeres- y, hoy, contra el caos climático y el atropello territorial/eólico
del canalla 1%, aquí Iberdrola &Co,
por lo que, pese al torticero móvil y escasa solvencia de la guerra planteada
en sesión fémina, no me considero simple mirón y -añorando, mucho, a la dañada
Rosa, compañera en otras contra el evidente enemigo común- hoy me siento
obligado a dirigirme a las más ignaras, ruidosas, dañinas de las que, dentro de
su 50%, apoyadas por no sé cuántas y por el capital con su otro, oscuro interés,
alardean de “poder”, ser “más”, “sumar”,…, siendo solo dóciles perritas falderas, pegadas al
dobladillo del dañino macho alfa, jefe de planta de su gran superficie, cuya ambición
e indigencia intelectual ahora se personaliza, tan oprimido, en el “furbo” fémina -o lo que sea, pues quien incluso
se levantó a verlas a las 3:00 de la madrugada, reconoce en ellas esfuerzo pero
sabe que su espectáculo/fútbol, si no hay interés personal, aburre a las ovejas-
y añade que le parece muy bien -las anima a- que no vuelvan a la selección, acepten
halagos de cámaras golpistas, no se acerquen al macho, busquen patrocinadores y
espectadores feministas y, con el “sabor
a yerba” de la utópica y, por ello, limitada-, Arcadia feliz que será su federación
-de ellas-, acaben con la opresión del hombre forradas -sobre todo Bonmatí,
Putellas, Boquete & Co- de pasta, extiendan, ¡ya!, tan feliz paraíso a
todos los ámbitos de su vida y si a mí, ya tan vivido que incluso pelé un
gravísimo cáncer de próstata, me dejan en paz, no me volveré a levantar a verlas
a las 3:00 de la madrugada… ni a otra hora; repito, esto empieza a parecer cosa
de hombres y mujeres.
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