Lo cotidiano.14
Hermoso/Rubiales y Yolanda/Sánchez
Fernando Merodio
24/08/2023
Es verano, ¿qué ocurrirá
cuando sea invierno?, el calor y otras anomalías planetarias nos achicharran y
dejan sin agua, caos causado por ese 1% en que, en sus piscinas, chapotea Iberdrola, benefactor que alardea del
novedoso, emergente fútbol femenino, ¡un hito en la ancestral lucha humana por
la utópica igualdad!, una situación que, sin gobierno y con el poco agua que
queda infestado de alimañas, la actitud de eso que ahora llamamos políticos, el
siniestro Sánchez y el triste Feijóo como paradigmas, hace que lo que ocurre,
que me pilla viejo pero aún con ganas de lucha, empiece a exigir una violenta
reacción, de verdad, popular.
Vamos con el “panem et circenses” que capital, políticos y analfabetismo funcional que hoy campa por los medios nos han preparado para distraernos. Es público y notorio que, para no destacar en ambiente tan selecto como el del “furbo”, su “federación”, añoranza “indepe”, tiene un presidente, Rubiales que, sin duda, ha ganado varios premios mundiales de “hortera de bolera”, en dura competencia con su jefe, esloveno llamado Aleksander Ceferin, un macarra que, en su línea, sin que me parezca que altere en nada su imagen y trayectoria, celebró eufórico la victoria de “su” selección femenina plantando un beso en la boca a Jenni Hermoso, alta y guapa jugadora a la que, sin duda, él estimará y, quizás, viceversa, un beso que la “agredida”, de cuya relación con él lo ignoro todo, al parecer valora en un comunicado que, ajeno yo al entorno y con menos cuento que los “progresistas”, veo normal, pues dice que fue “un gesto mutuo totalmente espontáneo por la alegría inmensa que da ganar un Mundial. El presi y yo tenemos una gran relación, su comportamiento con todas nosotras ha sido de diez y fue un gesto natural de cariño y agradecimiento”, un comunicado que, en un mundo sin política profesional y medios paniaguados, todos tan agitados por lo transversal, tan reprimidos y -me empieza a parecer- tan mal, perdonen, follados, la escena hubiera dado de sí para una sonrisa pícara, algún comentario infantil rijoso y, a los 5 minutos, sanseacabó.
Más serio y alarmante
me pareció cómo una tal Yolanda, al creer asegurada su vicepresidencia, sueldo
y prebendas, algo que, al parecer y además, no está claro, una “Barbie” que, acido, Quevedo describiría
como fea pegada a una nariz y, añado yo, pese a estar aun en edad de hacer
ejercicio, con los brazos flácidos, colgosos de quien no dio un palo al agua
para estar en forma y producir para la sociedad, sin pudor, se abalanzaba hacia
el jefe de planta de la gran superficie que hoy es el negocio/política, el
sabido macho alfa Sánchez que, sin mínimo rubor, aceptaba el excesivo abrazo
que, llevado a la pira a que quieren llevar a Rubiales y, de ser preciso, a
Jenni los -muchos- que ya hacen mérito para inquisidores, futuros kapos en el “lager”, puesto por el que han empiezado
los codazos en el peligroso entorno “progresista”,
excesivo abrazo en el parlamento del que se podría decir, como en mi juventud,
que fue un público, indecoroso y pelín reprimido “magreo”.
Dejo a un lado las libidinosas
anécdotas e insisto en que lo de verdad grave son esos “cayucos”, sangrienta, dolorosa muestra de desigualdad, que siembra
de inocentes cadáveres humanos, niños incluso, de color distinto al nuestro el cada
día más caliente mar, o ver al insoportable Galán -se quiere quitar el Sánchez
paterno de sus apellidos- pintando de verde la canallada, ¡se ignora hasta qué
grado! de Iberdrola o a Adidas, Nike,…, que, al encarecerlo, dificultan el deporte/juego,
capitalizar, en el peor sentido, el más cruel que un grupo de españolas ganara,
¡qué importante!, a inglesas, a la “pérfida
Albion” en eso que ahora, como quizás siempre, dicen fútbol Rubiales y
Ceferin: tocarse los huevos en el palco y, al menos, que yo sepa, desde que lo
hay femenino, besar en la boca.
Coda personal.- Soy
varón heterosexual que ama, distinto del hombre, a la mujer y viejo no cansado,
dolorido por el fracaso que ha sido mi lucha por una vida mejor para todos, me
dedico, entre otras cosas, a hacer, yo solo, el -dicen que- femenino trabajo de
aliviar la dependencia a que un deterioro cognitivo frontotemporal, el que
-dicen- tiene Bruce Willis, ha condenado a Rosa, del que los médicos lo ignoran
casi todo o, quizás mejor, no saben nada, absolutamente nada y la sociedad
pretende arrumbar en un rincón oscuro; seguiré mi lucha, ahora contra ello, al
tiempo de escribir sobre lo cotidiano.
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