domingo, 29 de enero de 2023

256 Los domingos, cavilar De espigones y molinos Fernando Merodio 29/01/2023

256 Los domingos, cavilar

De espigones y molinos

Fernando Merodio

29/01/2023

"El desmantelamiento del espigón de La Magdalena costará más que su construcción" (El Delirio Montañés. 22.01.23). Espigón. 6. Macizo saliente que se construye a la orilla de un río o en la costa del mar, para defender las márgenes o modificar la corriente. (Diccionario RAE)

Cantabria acabará la legislatura sin poner en marcha ningún nuevo proyecto eólico”. “El Escudo podrá seguir adelante aunque se nieguen los dueños de los terrenos (El Delirio Montañés. 26.01.23)

Jacques Derrida, filósofo, exponía en la conferencia “La razón del más fuerte ¿Hay Estados canallas?” inquietantes dudas sobre si “la razón del más fuerte es siempre la mejor” y animaba a reflexionar sobre “fuerza” y “derecho” al preguntar ¿prima la fuerza o el derecho?, ¿se origina éste con coacción y violencia?, ¿quién elabora, interpreta, aplica o deroga el derecho? y planteaba la idea del "Estado canalla", que veja ese Derecho y abusa de su poder, para concluir que casi siempre vence la razón del fuerte, por lo que hay que buscar "un pensamiento sobre lo por venir, la democracia y la razón que vienen”, mientras, casi al tiempo, -casi- cerrando la historia -casi- general que tituló "Espejos", Eduardo Galeano explicaba que "el inventario del mundo, inconcluso, estaba hecho de chatarras, / vidrios rotos, / escobas calvas, / zapatillas caminadas, / botellas bebidas, / sábanas dormidas, / ruedas viajadas, / velas navegadas, / banderas vencidas, / cartas leídas, / palabras olvidadas y / aguas llovidas", reflexiones que anulan el narcisista debate contra un espigón de naturales rocas que no gusta a “santanderinos de toda la vida” que, antes, causaron el estrago de la R.S. de Tennis -con dos enes- en las rocas -y la vida en ellas- de la playa del Camello, junto a grupos entonces callados que hoy se quejan -ofende a su fino gusto- del opinable espigón que, tras un expediente concluso, son rocas apiladas con maña, un intento de evitar -dudo si podrá el escollo o la naturaleza- que la playa huya del espacio que, hace años, usurparon los abuelos del -con dos enes- “Tennis”- para los padres, los que protestan, sus hijos, nietos,..., negando, clasistas, su uso al resto.

"Tropelía playera de los que no quieren la escollera"

Las rocas hoy acaldadas para proteger -lo dice la universidad- la playa junto a, hoy rota, la querida “horadada”, el viejo atraque para lanchas, el balneario, la escuela de vela en la “isla de los ratones, las casas sobre la arena, la ocupación del común por el “Tennis”, el estrago del Camello,... son parte del inventario de Galeano, mientras el mínimo ruido cursi de unos pocos que no recurrieron en el trámite administrativo, democrática opción barata para ociosos disconformes y, ahora, con burdo, autocrático amiguismo rancio, intentan eludir la norma, vejar el Estado de Derecho y ponerlo al servicio de su zafio espectáculo, idea egoísta y errónea de la historia que los hace creer que el tosco apoyo gratis de amigos eventuales les da, fuera de la ley, "la razón del más fuerte" para retirar las rocas… y que pague el resto; aunque, de momento, parezcan ganar frente a la Ley de todos, se equivocan, no van a retirar las rocas.

Si olvidamos por un rato lo doméstico notable de apariencia pequeña, si dejamos de hablar de espigones, cuestión de gustos, sin olvidar que está en juego el contrato social y vamos a lo sustancial, donde se juegan las alubias de todos, el futuro de cada uno y el de todos, el del género humano, al territorio en que “ellos” intentan implantar dañinos escollos, si hablamos en serio de economía, acudimos, ¡cómo no!, al Marx que recomienda el control colectivo en -todas- las fases del proceso de trabajo, la represión del consumo y la propiedad social de los medios de producción, deberemos debatir sobre la bolsa, la banca y, antes de nada, sobre la generación y el consumo energético, epicentro actual del meollo, habrá que frenar la siembra cientos de trastos eólicos gigantes -lo aquí hace la pequeña tribu de nuestro Sur que sustituyó la pócima del druida Panorámix por la exigencia de la, muy mala, Ley de “ellos”-, sabiendo con Elfriede Jellinek, premio Nobel de Literatura en 2004 aferrada a la dura realidad, que todos “nosotros”, como los cuatro excluidos de su novela de tal título, somos seres maltrechos, sembrados y alimentados para, al final, ser talados por desconocidos que “permanecen largas temporadas en la Riviera o en sus cotos de caza en la montaña”, excluidos sabedores de que nuestra marginación es advertencia para el resto de que algo muy similar ocurre a -casi- todos; el concepto adjetivado de “exclusión social” germinó en Francia de Chirac con René Lernoir, autor “Les exclux: un Francais sur dis”, “Los excluidos: uno de cada 10 franceses”, ¿solo 10% sin red de seguridad social, ancianos, parados, presos, -los que dicen- locos, extranjeros, víctimas de abusos, toxicómanos, dependientes,…?, todos en un “proceso en el cual individuos o grupos son total o parcialmente excluidos de una participación plena en la sociedad en la que viven” (European Foundation, 1995:4), ajenos a la “integración social” que hoy, ayer y mañana, los profesionales de la política y los medios de (in)comunicación de masas tergiversan con demagogia buenista que finge igualarnos, simula eliminar muros que ellos mismos levantan, ignorando las reales causas de la insufrible, eterna desigualdad, paro, miseria, dependencia, siquiátricos, prisiones, lacras repudiadas,… que hoy ocultan los que mentían diciendo poder, los -viejos- “nuevos políticos” que, amorrados al sistema, consolidan la represión de la “ley mordaza” y se refugian en lo transversal que no moleste al amo,…; esa es su “política”, la que hoy sufrimos.

Llegados a este punto, ningún excluido puede ignorar ya que los agresivos polígonos industriales, las turbinas y palas de 200 m., los destructivos km. de pistas de rodadura, sus cancerígenos -lea quien quiera saber el informe del respetado Instituto Karolinska- cientos de kms. de líneas de muy alta tensión y centros de transformación, incontables m3 de hormigón armado sembrados, plásticos, fibras también cancerígenas, metales de todo tipo, en especial “raros” robados a los más pobres,… quiebran fuertes lazos territoriales, sociales, agrícolas, ganaderos, históricos,… generadores de “capital social” y vida común; son polígonos industriales que expolian territorio, alteran vidas y hábitos, deterioran incluso la salud física y mental, destruyen economía, agricultura, ganadería, entorno social, cultural, deportivo, turístico,… y no, como simplifican los depredadores, solo el “paisaje”, y lo hacen para apropiarse de lo único, en verdad, sostenible, el soplo de Eolo, que es de todos y no, como intentan hacernos creer, solo de “ellos”, el 1%; si se atreven les retamos a un debate público, con luz y taquígrafos, del que huyen cual gato escaldado, un debate al que pueden invitar -para que luego mientan- a “sus medios”, siempre que, además, pueda asistir todo aquel que quiera.

"Polígonos solicitados: mucho ruido y corrupta ineptitud supina"

Coda, “elogio -erásmico- a la ineptitud supina”.- Con tenacidad y la única poción mágica de conminar que se cumpla la Ley y frenar la desigualdad y la crisis climática, rebeldes de un pequeño poblado indígena de nuestro alto Sur, los mismos que, sin aparecer, dieron cuerpo sólido a la impar victoria sobre capital, políticos y el corrupto enjuague de 1.400 Mw del “concurso/regalo eólico”, hoy impiden que, por mucho que lloriquee en sus medios afines -el aún inexplicado- Valcarce Jr., se implante un solo trasto eólico, lo que -entre otras cosas competencia de los jueces-  muestra la obvia torpeza de Revilla -que ahora vende averías familiares en la televisión basura- y su recompensada troupe de ojancanos -y ojancanas- que, conocidos por todos, no han pinado ni un molino desde que les anularon los 1.400 Mw ¡de 2009!, indignando a su amo, Sánchez Galán/Iberdrola que, excusatio non petita, accusatio manifesta, asegura que no venderá -¿quizás por estar recurrido por la Plataforma ante el TSJ de Madrid- el P.E. El Escudo, de lo que, con amargura, se quejan plumillas y editores de El Delirio Montañés irritados porque, en 2023, Marcano, Blanco,… digan que -solo- iniciar los trámites -que no concluirán- de 270 Mw , 5 polígonos industriales, uno por consorcio, sería poética “cuota de éxito importante”, amenacen que la oposición en su territorio de los Concejos no impide, ¡viva la democracia liberal/progresista!, seguir adelante con el atropello, o anuncien facilitar, ¡ay, inseguridad jurídica!, “el desarrollo de los parques -polígonos industriales- asegurando su compatibilidad con la conservación natural”; espectacular catálogo de, además de cosas incluso peores, su supina ineptitud.

"(Alguien dice que fake de) Revilluca, triste, celebrando alguna venta"

domingo, 22 de enero de 2023

255 Los domingos cavilar Comunistas transversales Fernando Merodio 22/01/2023

255 Los domingos cavilar

Comunistas transversales

Fernando Merodio

22/01/2023

Sumar -comunista, Yolanda Díaz- integra al exdiputado del PP Jesús López-Medel (…) en el grupo sectorial dedicado a elaborar propuestas en materia de justicia” (El Delirio Montañés)

Aunque las condiciones hayan cambiado mucho en los últimos veinticinco años, los principios
generales expuestos en este Manifiesto conservan en conjunto todavía la mayor exactitud. (…), el Manifiesto es un documento histórico que no tenemos derecho a modificar (…)
” (Prologo de Karl Marx y Friedrich Engels a la Edición alemana de1872 del Manifiesto Comunista de 1848).

Los medios de comunicación, controlados solo, exclusivamente por el -real- poder actual, el económico, nos presentan dos mundos distintos, ajenos, en Davos, nuestro “progresista” jefe planta pavonea ridículo sus entallados, mal cortados ternos invitado por los organizadores a, bobalicón -y dañino para nosotros, el resto- coincidir con “ellos”, con la demagógica, “progresista” Ana (Patricia) Botín y la -cutre- parte española del 1% en la explicación de que seguirán repartiéndose dos tercios de los beneficios mundiales pero controlarán mejor el reparto -más igualitario- del tercio restante entre el 99%, que, perplejo, sedado por sus medios de comunicación, -me alarmaron explicándolo, el jueves en la SER, un siniestro autómata de la economía del capital, Javier Díaz y un tal Aroca, trampantojo a sueldo de viejo nosequé, hablando de lo bien que cae el psoecialista Sánchez con su grotesco inglés, y no Núñez Feijóo, a la plutocracia-, al tiempo que en esta España nuestra, “Sumar -o sea, la ‘comunista’ Yolanda Díaz- integra al exdiputado del PP Jesús López-Medel (…) en el grupo sectorial dedicado a elaborar propuestas en materia de justicia”, un pepero histórico fijando a los nuevos ‘comunistas’ su política represiva en la superestructura jurídica, mientras la SER, El País y el paisano Tezanos, ¡el CIS y los medios del “pogreso”!, cada día más peligrosos, narcóticos, dañinos, se afanan en mantener a la sociedad encelada -¡cuidado, solo sí es sí y, además, nos amenazan la pandemia, la guerra,…!- en aparentar, ¡qué risa!, una PSOE insumisa, fuerte y derivarnos al superado, -para la mayoría- viejuno debate sobre algo trasnochado y mejorable, la mala gestión pública liberal-progresista, evidente lacra producto esencial de mala educación, del aborto.

Karl Marx y Friedrich Engels redactaron, atendiendo a un acuerdo adoptado por la internacional clandestina Liga Comunista en su Congreso de Londres de 1847, el histórico, influyente “Manifiesto Comunista” que, al tiempo que daba a conocer al partido, era un “detallado programa teórico y práctico” que, dado su gran interés para los oprimidos, tuvo desde el principio numerosas traducciones  y ediciones y, en 1872, poco antes de la muerte de Marx, sus propios autores le atribuían, como tiempo y mundo han ratificado después, carácter de “documento histórico”, advirtiendo que, tal es la profunda solidez de sus constataciones, no tenemos derecho a modificarlo.

"Leer y pensar, ¡uf!"

Hoy, casi 200 años después, como entonces decían Marx y Engels, “por mucho que hayan cambiado las circunstancias de hecho y los principios generales desarrollados en este Manifiesto siguen siendo sustancialmente exactos”, lo que, para ser útil, exige simplemente leves -o más serias- adaptaciones a la realidad actual, sabiendo siempre que, lo explica “Trabajo asalariado y capital”, artículo editorial publicado, a partir de Marx, en 1849, en la Neue Rheinische Zeitung, “el capital no consiste en que el trabajo acumulado sirva al trabajo vivo como medio para nueva producción; consiste en que el trabajo vivo sirva al trabajo acumulado como medio para conservar y aumentar su valor de cambio” o, más claro, que el trabajo cotidiano, vivo, la actividad concreta del asalariad que -casi- todos realizamos o -hemos realizado- a cambio de menos de lo que vale sirva al capital generado por esa explotación de la fuerza del trabajo acumulado de todos los trabajadores, producto de una determinada relación social que, en el concreto caso de la industria, es generado por la auto-expansión de un valor base en beneficio de quien controla la propiedad de los medios de producción, a través de una -cada día más evidente- explotación de una clase por otra.

 
"Trabajo, asalariado capital, salario, precio, ganancia,..."

Muerto Marx en marzo, Engels señalaba en junio, en el Prefacio II de una edición alemana del Manifiesto, de 1883, como idea “fundamental e íntima” del crucial Manifiesto que “la producción económica y la estructura social resultante de ella son indefectiblemente, en cada época histórica, la base política e intelectual de esa época y, por ello (…) toda la historia ha sido la de luchas de clases, luchas entre las clases explotadas y explotadoras, (…)”, en las que, en 1883, la clase explotada y oprimida -el proletariado- no puede emanciparse de la clase que la explota y oprime sin emancipar al tiempo, y para siempre, a toda la sociedad de la explotación, recalcando Engels que tan relevante idea “pertenece única y exclusivamente a Marx” y no hay que ser muy observador y sensible para constatar cómo en 2023 las diferencias y la obligación de luchar se han acentuado, pues hoy la clase explotadora, opresora, el 1% de la humanidad, (ab)usa codiciosa de todos los avances tecnológicos y científicos con lo que exacerba y consolida la desigualdad mediante su abusivo control de dinero, tecnología, decisión y generación energética,… llegando en 2023 a que, en la plutocrática, tóxica cumbre que, cada doce meses, escenifican en Davos, el dañino majadero que hoy es nuestro “progresista” jefe de planta, desvergonzado y orgulloso se siente con ellos para, mientras se ríen a carcajadas de sus mezquinas medidas fiscales, otorgan tenues, sarcásticos elogios -que SER y El País , liberal-progresismo, amplifican- a los leves reparos formales con que, no pienso que simplemente ignaro, finge oponerse a sus mortíferos atropellos.

EL ROTO 21/01/2023
"Ya lo dijo Orwell"

Siendo muy consciente de que, tres trileros atrás, “Isidoro”, la CIA y el dinero de la corrupta socialdemocracia alemana borraron el marxismo del mapa psoecialista español y que, ahora, un abogado del Estado del PP, con la -mala- idea de que lo apadrinen y defiendan los “nuevos comunistas” de Evita/Yolanda, va a edulcorar la dura superestructura represora jurídica que aquí nos controla y oprime, como siempre a favor de los cuatro gatos de Davos, si se tiene algún conocimiento y confianza en los sólidos, inteligentes, humanos planteamientos de Marx -sé un poco, muy poco y confío mucho- y, además, se tiene la -inmensa- fortuna que he tenido yo de haber disfrutado de la confianza y el aprecio de algún viejo comunista, algún auténtico, ejemplar hombre de aquellos que, para que luego no los votara nadie, cuando Franco hacía lo que quería y la PSOE vacaba 40 años, recibían torturas, eran encarcelados media vida -conozco alguno, aún vivo, que lo estuvo más de 8 años-, incluso asesinados,… solo por defender -aunque, acaso, no los conocieran todo lo deseable, los intuían, sentían- los liberadores planteamientos de Karl Heinrich Marx, judío alemán, no se puede sentir sino asco por lo que, mientras “los de Davos” sobrevuelan como moscas alrededor de la “mierda” de los 350.000 millones de todos nosotros que la -corrupta- UE quiere “movilizar” para, más de lo mismo, “su industria energética verde”, la misma de siempre, y acabar de asfaltar la terrible, terminal ruta hacia el corazón de las tinieblas que es la emergencia climática que, si no somos radicales, rápidos, lo bastante crueles con “ellos”, si, frente a lo que dice la pequeña, ejemplar -esa sí- feminista Greta Thunberg, no hacemos lo preciso para “cambiar el sistema”, aniquilará al masivo/pasivo 99% de los que -sin que, como hacen con Sánchez, se rían, en su cara, de ellos- nadie invita a Davos.

Coda recopilatoria.- Marx y Engels enseñaban y razonaban con saña cómo, aunque las condiciones cambian con el tiempo, las ideas generales del Manifiesto Comunista, mérito en especial de Marx, sobreviven actuales en un documento histórico que, si acaso, se debiera adaptar, mientras aquí hoy, Evita/Yolanda, a la luz del día, hace carantoñas a viejos desperdicios peperos y aun peor, un simple y estirado jefe de planta con méritos de cabo chusquero y macarrónico ingles viaja -con gastos pagados- en -contaminante- avión a Davos, la “progresista/obrera” Suiza a, despreciado entre chanzas por Sánchez Galán, darse besitos con Ana Patricia Botín.

"Evita transversal"

domingo, 15 de enero de 2023

254 Los domingos cavilar Sobre la crisis de aquí ahora Fernando Merodio 15/01/2023

254 Los domingos cavilar

Sobre la crisis de aquí ahora

Fernando Merodio

15/01/2023

No nos libraremos del capitalismo depredador y su cultura sádica con unas míseras migajas concedidas por el Gobierno” (Chris Hedges. Premio Pulitzer. Prólogo a “”Esclavos Unidos”).

 “Hasta que no se reintegre la gente en la sociedad y no se elimine el control corporativo y oligárquico de nuestro sistema educativo, político y mediático, hasta que no recuperemos la ética del bien común no habrá esperanza de restablecer los vínculos sociales. (…), hasta que un aterrorizado Joe Biden y los oligarcas a los que sirve no vean ante ellos un mar de horcas y tridentes, no lograremos poner freno a la cultura del sadismo que han urdido” (Idem)  

Parto de lo más grave de la actual crisis, la persistente desigualdad dolorosa y la mortal emergencia climática que genera el capitalismo, reclamo la unidad del resto -“el género humano es la Internacional”- y sé que, para acercarnos y evaluar lo que hoy aquí ocurre, debemos conocer lo que nos vincula al pasado y aclarar si somos afines, o no, a la cultura del “contrato social”, así que, para centrarme en lo troncal, analizo los datos objetivos que enmarcan el vigente, sellado el 6 de diciembre de 1978, tres años después de morir Franco en la cama, por los que quisieron hacerlo de los -que decían- españoles de más de dieciocho años, electoralmente censados, todos ellos citados a, con un “”, un “no” o una activa o pasiva abstención, responder a una vinculante, sencilla pregunta, “¿Aprueba el proyecto de Constitución”, un proyecto elaborado por cinco ponentes de centro-derecha, Cisneros, Herrero y Pérez Llorca, UCD, Fraga, AP y Roca, Minoría Catalana, uno de centro-izquierda Peces-Barba, PSOE y otro de izquierdas, Solé Turá, PCE, proyecto que fue votado en el Congreso a favor por 325 diputados (94,20%), en contra por 6 -5 AP y 1 EE- (1,75%) y 14 abstenciones -3 AP, 7 PNV, 2 UCD y 2 Minoría Catalana- (4,05%), muy similar al voto popular, 87,9% síes, 7,8% noes y 4,2% abstenciones/nulos, siendo llamativo que, con participación similar, en la Cataluña que hoy nos atorra con su insufrible “proces” los síes al “contrato social español” fueron un 90,5% y los noes un 4,6%, en la jacobina Cantabria, votaba sí un 83,5% y no ¡un 12,5%! y en toda España un 87,9% y un 7,8%, respectivamente y, al haber sido el trámite pulcramente legal, el mamotreto aprobado obliga, son las reglas del juego, incluso a quienes no votaron o a quienes, tajantes, dijimos no; repito para que quede claro, en 1978 dijeron si a la constitución,  contrato social español un 87,9% de los votantes, un 83,5% de los cántabros y un ¡90,5% de los catalanes!

Adelantado a la poderosa concentración de -egoístas- fuerzas que hoy es el Estado, el Abate Sieyès, pésimo orador que, quizás por ello, no llegó a dirigente revolucionario como debió ser, explicaba en el panfleto “¿Qué es el Tercer Estado?”, 1789, que la soberanía reside en la nación, conjunto de ciudadanos, bajo una misma Ley, sin castas, estamentos, privilegios,…, legitimando al Estado Llano, el Tercer Estado, casi todos, el 95% de pobres urbanos, campesinos, burgueses, profesionales, artesanos, mercaderes,…, -casi- sin derechos pero obligados a tributar, para acabar, por sí solo, con la teocrática institución de la monarquía absoluta, apoyando la ortodoxia social y política de que “toda sociedad en que la garantía de los derechos no está asegurada y la división de poderes no está determinada, no posee constitución”, a partir de lo cual, abandonadas vacías retóricas y centrados en los hechos es innegable que, como con claridad -y sorna que imita a los más egoístas cazurros actuales- hace días me escribía un amigo carmoniegu,  los más serios derechos teóricos -paz, humanidad, libertad, solidaridad, unión,…- son mala literatura formal, cuando las corruptas burocracias partidistas alimentadas por el capital han fagocitado a los tres poderes, siendo lógico concluir que lo aprobado en 1978, aquí ahora, no es constitución

"Denuncia de un cuento chino"

Definía Sieyès la nación como concepto subjetivo objeto hoy de discusión interesada y lo vinculaba, repito, al pueblo, al ciudadano, al Tercer Estado, ámbito en que se aplica la norma común convertida en pacto social, por lo que parece razonable construir hoy el debate sobre la nuestra y las normas que de ella emanan a partir del compromiso previo de, al menos, intentar ponernos de acuerdo en lo que es nación, nuclear concepto que, con muy sucio interés y con simpleza, a partir del peligroso insolvente de la Z o la Ceja hemos dado en considerar “discutido y discutible”; un siglo después del abate, 1882, Ernest Renan, historiador francés, decía en el no superado discurso “¿Qué es una nación?”, que “el hombre (…) sólo se pertenece a sí mismo, porque es un ser libre, un ser moral” y, por ello, excluía del serio -y muy manipulado- debate sobre la idea de nación tanto egoístas referencias a raza, sangre, territorio, identidad, religión, lengua,…, abstracciones teológicas que consideran la nación “un alma, un principio espiritual”, estableciendo como su himno abreviado el canto de Esparta: “Somos lo que fuisteis; seremos lo que sois”, pues siendo evidente que la existencia del individuo es una afirmación perpetua de la vida, Renan defendía que “la de una nación es (si se me permiten la metáfora) un plebiscito cotidiano”, propio del día a día, lo que exige abandonar declaraciones que parecen trascendentes y aferrarnos a la más modestas solución empírica de “saber, en ciertas ocasiones, resignarse a no seguir la moda”, ni menos aún, añado yo, la conveniencia.

En 1847, a medio camino entre los tiempos del Abate Sieyès y Renan, Marx y Engels escribían para la Liga de los Comunistas, grupo obrero clandestino, el “Manifiesto”, germen del socialismo científico, anunciando que un poderoso fantasma el comunismo, recorría y recorrería el mundo, explicando, además, algo tan cierto como que “la historia de todas las sociedades hasta nuestros días es la historia de las luchas de clases” o, aún más claro, que “opresores y oprimidos se enfrentan siempre”, junto a un lógico hato de ideas acalladas -sólo- por cobardías y egoísmos, pero que permiten que, en el día a día, quien piense se posicione hoy frente al aburrido raca raca del diario plebiscito a que nos someten -pequeños y grandes- nacionalismos patrios y, apoyándose en Sieyès, Renan, Marx, Engels y tantos otros, compruebe la egoísta falta de rigor con que, de forma insensata y cruenta, se debate sobre naciones, territorios, identidades, sangre,…, así que, para anular tan repetitivo tostón, hace -muchos- años me obligué a no olvidar, ni un solo momento, al hombre, al ciudadano, al pueblo y, en especial, a la clase más indefensa y débil, que llamaban proletariado, hacer un esfuerzo y, para acabar con el tedioso, onanista debate -solo- entre políticos, llamo a todo constitución, incluyendo los pequeños, codiciosos estatuts, o, más eficaz incluso, a veces llamo estatut a nuestra constitución, ¡daría lo mismo!, y, para ser menos inútil, intento que mis discusiones, al menos, versen sobre algo nuevo.

"Mercadotecnia"
 Viñeta de Miguel Brieva  

Recorrido, sin duda, un -ya largo- tramo de la crisis final, en busca de -cierta- precisión lógica sobre conceptos, acudo a los que antes pensaron y veo que crisis, del griego, es “desenlace o momento resolutivo en el cual se configura el curso de un nuevo futuro”, que las crisis “no destruyen más que lo muerto que arrastramos como un lastre” y, tras ellas, todo renace, a partir de lo cual Marx, incapaz de dar de comer o cuidar en la enfermedad a su familia, tan actual como ajeno al hoy llamado socialismo, dice en sus Grundisse, elementos para la crítica de la economía política previos a El Capital, que las crisis “son soluciones violentas que restablecen pasajeramente el equilibrio roto”, pues “en la Historia, como en la Naturaleza, la podredumbre es el laboratorio de la vida”, siendo, pues, vital que en nuestro caldo de crisis final, cocinado c’¡on desigualdad y emergencia climática, elijamos bien al muerto que es lastre o, al menos, impidamos que, como hoy ocurre, quien elija sea el lastre, el propio muerto.

Coda didáctica para platónicos del capital.- El País, neoliberal-progresismo, tira una plana para explicar -sin conclusiones- que ExxonMobil, gigante, combustibles fósiles a mansalva, el capitalismo,… y con él, su corte de empresas del automóvil, bancos,…, en 1977 ya “tenían una evaluación del riesgo muy sofisticada, cuantitativamente precisa” y “ninguno de sus modelos sugería que no se produciría el cambio climático” ¿Qué hacemos con ellos en lugar de lo transversal? ¿Quién es el lastre muerto?

"¿Qué es lo nuestro?"
 Viñeta de Miguel Brieva 

domingo, 8 de enero de 2023

253 Los domingos cavilar Peronismo progresista o viceversa Fernando Merodio 08/01/2023

253 Los domingos cavilar

Peronismo progresista o viceversa

Fernando Merodio

08/01/2023

Jamás poderes ambicioné / Mentiras dijeron de mi / Mi lugar suyo es, por vosotros luché / Yo solo quiero / Sentiros muy cerca / Poder intentar / Abrir mi ventana why saber / Que nunca me vais a olvidar / No llores por mí Argentina / No llores por mí Argentina / Mi alma está contigo” (“Don’t cry for me Argentina” de “Evita. Andrew Lloyd Weber y Tim Rice).

 “Será difícil de comprender / Que a pesar de estar, ay. Aquí / Soy del pueblo why jamás lo podre olvidar / Debéis creerme, mis lujos / Son solamente un disfraz / Un juego burgués, nada más / Las reglas del ceremonial. (Ídem arriba)

Siempre atento, El Roto dibuja en su primera viñeta de 2023 un futuro real pestilente, semejante al “Don’t cry for me Argentina”, “No llores por mí Argentina” reflejo del emocional espíritu populista que la joven, 27 años, Eva María Duarte, Evita Perón, que moriría seis años después a causa de un cáncer, quiso insuflar a su discurso en el balcón de la Casa Rosada, frente a las masas de sus "descamisados", tras la victoria, en la tierra de La Pampa y los vergonzosos campeones del mundo de fútbol en, simbólico, Qatar, de su reciente marido con el doble de años que ella, Juan Domingo Perón, en las elecciones presidenciales de 1946, haciéndola primera dama.

EL ROTO 02/01/2023
"Pestilencia"

El justicialismo peronista, populismo que ellos decían progresista, más próximo de lo que parece al de nuestro “caudillo” y su repelente esposa, nacía y crecía en los años 40 del pasado siglo en Argentina, a rebufo de, como hoy aquí, la declinante caída -con muy distintas responsabilidades militantes- tando de los partidos socialista y comunista  como, también, de las organizaciones sociales, en especial los sindicatos de clase, allí dominados por el anarquismo, incapaces de, insisto en que como aquí ahora, dar adecuada respuesta justa, su esencial tarea, al abuso generador de lacerante, perenne desigualdad y, a partir de enfrentarse a tal quiebra estructural, resolver lo que necesitan los más débiles, en el caso de Argentina, la nueva clase obrera de mestizos descendientes de la población nativa que abandonaba su vida natural en el campo para trabajar en las grandes urbes de un país dañado por incesantes, sangrientos golpes militares y una corrupción rampante, institucionalizada, situación en la que el entonces coronel del -siempre- golpista ejército Juan Domingo Perón aprovechó su cargo de secretario de Trabajo, como aquí, también tras sangriento golpe, hacía Girón de Velasco, para abanderar el llamado Estatuto del Peón, que instauró -y, en especial, publicitó- la figura del -injusto, demagógico, ínfimo- salario mínimo, al tiempo que, igual de publicitario, parcheó los muy graves problemas que la clase más frágil de la sociedad sufría, igual que en el tajo, con los precios de los alimentos, la vivienda, el ocio,…, creando, igual que Franco a partir de Girón, sus sindicatos -aquí verticales-, la seguridad social, la jubilación, el “aguinaldo” o paga e navidad, las corporativistas, fascistas asociaciones o colegios profesionales,…, todas ellas medidas para controlar colectivos cuya debilidad, contradictoriamente, los hacía peligrosos.

Populismo proviene del latín “populus”, pueblo y hoy es término impreciso que, a veces, es usado para demonizar a quien tiene opiniones contrarias y lo desarrollan tanto las derechas como las que, de forma impropia, dicen izquierdas, brotando peligroso, en especial en momentos históricos de gran intranquilidad o cambio, siendo prístino ejemplo el siempre latente, disgregador, egoísta, peligroso nacionalismo, en algunos casos envuelto en un falso disfraz político de izquierdas, un ultranacionalismo pequeño, chauvinista y, diga lo que diga, xenófobo siempre, siendo nota fundamental de tal populismo su permanente remisión al pueblo, al que consideran unidad, bloque, aquella “masa” que, aquí ahora, los “nuevos” catetos, llaman “la gente” y es ajena a los individuos que la componen, un concepto dúctil y maleable cuyo sero conocimiento permitió a Elias Canetti afirmar “Ahora me digo que he conseguido agarrar este siglo por el cuello”, sirviéndole tanto para refutar las ideas de Freud en “Psicología de las masas y análisis del yo” como para comprender las del peligrosísimo, extremo nazionalsozialismo, poniendo, al tiempo, al resto en la situación que propició al filósofo Giorgio Agamben afirmar que vivimos, cada día más, en un lugar donde no hay normas fijas, ni principios que vinculen a la generalidad, un lugar donde los poderosos, venales, acostumbran  a pactar todo absolutamente todo con cualquiera, sean cuales sean sus ideas y propósitos, y fingen resolver los problemas de la gente con frivolidad, como sea, pues lo que prima no es lo importante, lo global, lo que nos hará iguales en la lucha por una sociedad más justa, sino la mera gestión de lo puntual, lo cotidiano, lo que oculta lo, en verdad, necesario y propicia aquellas “pequeñas intervenciones, gestos, maniobras sobre la marcha” en las que tan hábil fue Evita, de modo que en tal sociedad-masa gestionada por populistas, para lo grave se receta una aspirina, “la policía se convierte en la figura central” y la pregunta ya no es “¿qué quiero hacer?”, sino “¿qué puedo hacer?”, algo tan evidente en la aún viva, útil “pandemia” como en la geopolítica, pura y dura, “guerra, en esencia energética, contra Rusia.

Para nuestros populistas, “la gente” es un colectivo social sin diferencias, todo él es igual, con una sola opinión de la que los populistas son únicos, privilegiados exegetas y, por ende, muñidores, con una actuación en la que fomentan la inseguridad, el miedo, el todo vale y usan múltiples razones con las que culpar a variadas ideas o grupos de población opuestos porque les conviene, pero sin afectar nunca a la causa real, global, troncal del problema. la injusta desigualdad generada por el “sistema”, al que nunca se enfrentan, limitándose a inventar rivales que ellos inventan, contra los que, repito, aplican soluciones asequibles, fáciles en forma, por ejemplo, de ínfimos subsidios o derechos transversales que no afecten al capital y que, un vez otorgados, propagan en vocingleros, inanes actos públicos de afirmación y -cursis- “besamanos”.

"¿A qué suena?"

Los observatorios sistémicos señalan, esenciales, nítidos ejemplos de populismo europeo actual, la “Alternative für Deutschland”, el “United Kingdom Independence Party”, UKIP, por el referéndum del “Leave” o “Brexit” y el “”Fidesz  húngaro, de Viktor Orban, todas ellos como iniciativas marcadas por un ilógico, anacrónico nacionalismo, pudiéndose ver cómo aquí ahora quienes, a cambio de prebendas, sostienen para que sobreviva el pactista -con cualquiera- Sánchez, peligroso para el resto, son la flor y la nata del localismo patrio, expertos en teñir de emoción, con variados matices próximos, sus problemas, PNV, ERC, JxC, Bildu y mínimas verrugas particularistas. CC, PRC o Teruel existe que, a cambio de su perruno apoyo, quitan al resto lo que para -dicen- sus particulares súbditos reparte el jefe de planta, todo ello aliñado, para parecerse -aún más- a Perón, por los de la “nueva política", los que decían poder, pero no explicaban qué, ahora usando las “recetas de su Evita”, en este caso gallega, que, sin pudor y para gloria del “facilitador”, cura -en falso- traumas y dilemas de sus -cada día más- “descamisados”, a los que distrae atendiendo -solo- a problemas no centrales, repartiendo mínimos “cheques basura”, reduciendo, tras haberlo subirlo, el IVA, jugando con estadísticas que no reflejan parado a quien, siendo “fijo discontinuo”, no trabaja,…, mientras el capital(ismo), estructura, sigue causando la desigualdad rampante o que la temperatura media mundial haya pasado -suba y suba- de los 12º a los 15,5º en 50 años, o que, preocupados por los viajeros de -la potencia enemiga - China, nadie hable de los millones de japoneses y USA con “útil” Covid.

Coda final sobre las causas de la plaga del -peligroso- populismo en España.- Dando por muertas las elefantiásicas estructuras que -mal- mercantilmente gestionan el interés social, sean partidos o dinosaurios del ecologismo, agitado por la muerte de Redondo -sin, ¡qué vergüenza!, citar a Camacho- recuerdo lo que, contra al verticato fascista, luchó un solo sindicato de clase y cómo en los años 80 se llegó a un 40% de trabajadores afiliados -activistas- que hoy -inactivos- son poco más del 10%, derrumbe anunciado por la lista de sus cargos y que hoy muestra, gráfico, quien manda en UGT al competir, fiero, con la elegante princesa Grace Kelly en el -ridículo- uso de foulards.

"Llora por tí España"