156 Los domingos, cavilar
Everybody Knows
Fernando
Merodio
28/02/2021
“Todo el mundo sabe que los dados están cargados. / Todo el mundo los
lanza con los dedos cruzados. / Todo el mundo sabe que la guerra ha terminado.
/ Todo el mundo sabe que los buenos perdieron. / Todo el mundo sabe que la
lucha estaba amañada. / Los pobres siguen siendo pobres, / los ricos se hacen
más ricos. / Así es como es. / Todo el mundo lo sabe" ("Everybody knows". Leonard Cohen)
"¿Qué es un periodista? Es un hombre que se supone que tiene ideas...,
que debe a diario informar al público de los acontecimientos del día
anterior... es un historiador sobre la marcha y su principal preocupación el
deber de decir la verdad" (Albert Camus "La noche de la verdad")
EL ROTO 28/02/2021
Como a Leonard Cohen, vivir
la vida enseña a todos muchas cosas importantes que convierten a quien mira
cómodo hacia otro lado, prefiere ignorarlas, no conocerlas en lastre ajeno a la
causa del diario afán humano; todo el mundo debiera saber -pienso que sabe- que
el problema esencial es la brutal e injusta desigualdad consolidada, consentida
a que no nos enfrentamos, enfangados como estamos en el lodo de falsos debates,
una desigualdad que nace del evidente hecho cierto de que solo la fuerza del
trabajo al actuar sobre los bienes de la naturaleza genera riqueza que no va,
en gran medida, a las curtidas manos de los propietarios de la fuerza que
labora, sino a las delicadas de cleptómanos acaparadores de capital, dinero
robado que utilizan unos pocos para explotar a muchos, un capital acumulado al que
el Marx más actual y necesario llamó plusvalía, expresión en dinero de la
diferencia entre lo que la fatiga del trabajador genera y lo que, injusto, paga
el capital por tal fuerza de trabajo.
Todo el mundo debiera
saber -pienso que sabe- que la riqueza de los -muy- ricos, los amos del capital
-del mundo- se levanta, además de sobre la explotación, sobre el dolor y la
miseria que suponen las guerras, la inmigración, el ilícito, sucio dinero
corrupto de la droga, la prostitución, el agresivo expolio de la riqueza del
territorio colectivo,..., maldad que es firme pilar que sustenta la tenebrosa
caverna en que excesivos usureros poco humanos engrosan, alejados de la luz, su
poder.
Todo el mundo debiera
saber -pienso que sabe- que el -que dicen- "nuevo orden mundial" asentado en la "globalización" no es más que una mayor concentración de poder que
incrementa las desigualdades y disminuye libertades para consolidar su "ordenado" caos, ahora ayudado por
esa "cosa" conveniente que dicen
"pandemia" y no es más que,
aquí manoseada por la agencia mercantil de colocaciones llamada PSOE, los
falces populistas de "Evita"
Iglesias y el incendiario alarmismo que avivan, en especial peligrosa la Sexta,
los medios, un enorme -¿irreversible?- retroceso en las empíricas conquistas
sociales -no los señuelos que ahora son portadas de telediarios y pancartas en festivas
procesiones "progresistas",
¿qué pensaría Camus de todo ello?-, conquistas arrancadas en dos siglos de arriesgada
y valiente lucha de clases por unos pocos; John Berger lo calificó como vuelta
a los inicios de la revolución industrial, mientras los mandamases del capital,
que declaran urgente, "imprescindible
desmontar el Welfare State", Estado capitalista de bienestar, providencial,
benéfico,... mundial, se han entregado a una desenfrenada, travestida carrera
de destrucción de puestos de trabajo/salarios y de esas prestaciones sociales
que simulan compensar una parte de la plusvalía robada, empeño destructor que
aquí encabeza la medieval filántropa del arte y la cultura que, a grandes mordiscos,
devora lo mejor del centro de la ciudad a la que sus mayores robaron el
nombre... para arrastrarlo por el fango.
Todo el mundo debiera
saber -pienso que sabe- que, hoy, izquierda y derecha son categorías verbales,
palabras degradadas por un uso malicioso, pervertido para utilizarlo en
periodos electorales y captar a ilusos muy despistados y que quien quiera
intervenir, cambiar la -muy sucia- realidad deberá manejar conceptos, ideas
diferentes a las viejas, agotadas; hay que pensar y, tras hacerlo, hablar de
norte y sur, pobres y ricos, explotadores y explotados, víctimas y verdugos,…
para, a continuación, decidir sin engañar ni engañarnos de qué lado queremos estar
y, a partir de ello, actuar, pues cualquier otra postura, a la que no siga
acción, es filfa, apariencia sin sustancia.
Todo el mundo debiera
saber -pienso que sabe- que, hoy, los partidos políticos, los sindicatos y demás
grandes organizaciones caducas con subvenciones públicas y ayudas -más que-
sospechosas del capital, esos viejos dinosaurios que imparten doctrinas caducas
sin ninguna relación con la realidad y la acción, aferrados a sus puestos,
palancas para -exclusivamente- medro personal, dependientes de lo peor del
Estado y la sociedad,... que, salvo -y solo en ocasiones- a través de la pamema
del voto no representan a nadie, pues, hoy, la democracia es ficción en la que -poder y política incumplen el
contrato social- no guardan ni las formas, salvo que haya elecciones, haciendo
que Cornelius Castoriadis, Socialismo o
barbarie, reflexionara inteligente acerca del "misterio teológico" que es evidente en el exclusivo
florecimiento de -las formas de- nuestro potencial democrático cada cuatro,
cinco, siete,... años.
Todo el mundo debiera
saber -pienso que sabe- eso y muchas cosas más,..., en especial las que afectan
a cada uno en su egoísmo personal y, por ello, todo el mundo debiera saber
-pienso que sabe- que es imprescindible y, además, urgente pensar, hablar,
organizarse y luchar aprovechando los múltiples y novedosos pequeños movimientos
que se expanden por el mundo, defensores del territorio, okupas de lo que nos han
robado, feministas reales, pacifistas por la paz de todos,..., que abandonan
los manipulados cauces de participación y no recurren a falsas cuotas,
demagógicas o a leyes represivas, como la que la PSOE y los nuevos ricos
populistas usan para "amordazarnos"
so pretexto de lo que llaman "pandemia",
y enfrentarse en sus concretos ámbitos de vida al "nuevo orden mundial" que impone el capital, intentar usar, aún
sin saberlo, la vieja arma "internacional"
comunista que es el "trueno de la razón
en marcha", engranaje muy humano para lograr que "el mundo cambie de base" y, al ser
tan evidente todo ello, no precisar repetirlo machacones, pero eso sí, no parar
y antes de que sea tarde, unirse con el mayor número posible en torno a la
tarea.
Decía El Roto en su viñeta
del viernes pasado que “las democracias
solo funcionan bien en las dictaduras” y lo mostraron Franco, Girón de
Velasco, Revilla,… con su “democracia
orgánica” durante 40 años, que el último ha perpetuado otros tantos en el
machito, evidenciando, con su nula valía, un fracaso colectivo, a cuyo pesar me
animo con lo que todo el mundo debiera saber -y no sabe-, lo que dijo Camus, periodista
de verdad, no de ahora, redactor del clandestino Combat, con tal grado de rebeldía moral que, bajo la mayor presión,
sabía decir no: “Pese a que la verdad se
escurre entre los documentos, quienes luchan, son honestos” y “no pierden la esperanza (…) hallan bajo este
cielo recompensa” en “la noche de la
verdad”; hasta tal noche, conviviremos, impávidos, con hechos tan
insoportables como lo del que dicen “rey
emérito” y es un espantapájaros peligroso para todos, hechos tan
esperpénticos como el llevado traído 23-F,
sobre el que un amigo que sufre en su familia la injusticia de la Ley de
género, currante jubilado, socialista de verdad que, por ello, hace ya años
abandonó la PSOE me entrega una larga sabia nota manuscrita en mayúsculas, con
errores ortográficos de quien empezó a trabajar a los 10 años, explicándome irritado
que el espectáculo fue “un tongo que nos
montaron las élites hace 40 años con un simulacro de golpe de Estado, todos los
políticos, derecha e izquierda, nacionalistas, empresarios, periodistas y
militares”, con “contactos
propiciados por A. Armada, 22/10/1980, con el PSOE a través de Enrique Múgica,
(…) Joan Raventós, Antonio Siurana, (…) Jordi Pujol y su mujer (…), pero Tejero
buscaba implantar un sistema autoritario (…)”, o tan próximos cómo los pijos
del “Tennis” presionando para que sus
amiguitos de la PSOE prevariquen/malversen -lo denunciaremos-, pues a ellos no
les gusta una escollera; solo nos salva que, como dice Wislawa Szymborska,
premio nobel polaca, “ningún día se
repite, / ni dos noches son iguales, / ni dos besos parecidos / ni dos citas
similares”.
Coda para un impresentable
indigno.- Miguel Iceta, ridículo bailarín, ministro gordito de la mercantil
PSOE, regala en primera página de El País
de hoy un titular histórico: "¿Coste
político del indulto? ¿No lo tuvo para Suárez legalizar el PCE?".
Mezclar el egoísmo golpista de catalanes cobardes y el militante heroísmo comunista
de 40 años contra Franco... mientras ellos estaban de vacaciones, es de
sinvergüenzas canallas.
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