129 Los domingos, cavilar
44 Covilación
Mindo
Fernando Merodio
01/11/2020
“Nos puede servir de consuelo a cada uno de nosotros en
tanto que individuos -me respondió-, pero nada puede contra la realidad.” (Stefan Zweig. “El mundo de ayer. Memorias de un europeo”).
“Sabemos por experiencia que es mucho más fácil reconstruir los hechos
de una época que su atmósfera espiritual” (Idem).
Nos pone en nuestro sitio; opina en un periódico Byung-Chul
Han, filósofo coreano, profesor de la universidad de las Artes de Berlín, que Taro
Aso, ministro de economía japonés, no esquiva ser preguntado por la explicación
del enigma de por qué Japón -y otros países orientales- han podido hacer frente
al pequeño virus mejor que las -que dicen- democracias occidentales, pregunta
que acostumbra responder, sin pensar, satisfecho, con una única palabra, “MIndo”, que en su idioma significa,
literal, “nivel de las personas” y se
puede traducir también como “nivel
cultural”.
Occidente ha renegado de la fértil tierra que roturó la revolución
francesa y con tal falta de esfuerzo, decisión y coraje nos hemos alejado del
terreno sembrado por la Ilustración, ese suelo que Kant araba con su ”Sapere
aude!, ¡atrévete a saber!,
¡ten valor para usar tu propia razón! Es tan evidente la
perversión actual que, desde hace años y a fin reforzar en un libro ideas sobre
la “borrosa ambigüedad de las palabras cuyo significado todo el mundo cree
conocer”, Fernando Savater
utilizaba una viñeta de El Roto en la que un personaje que, acaso,
anunciaba a Trump, señalaba al lector y le inquiría amenazante: “¿Es vd. un
ciudadano normal o todavía piensa?,
turbadora tesis que nos deja un discurso tan certero e inquietante como
el de muchas otras del mismo autor, “las
mentiras también son armamento” o “utiliza a menudo la palabra democracia, que
no se note mucho que eres un fascista”, alambre de espino para delimitar el
territorio en que -además, con la boca
tapada- nos dejan movernos.
En el habitado hace miles de
años y que, con tanto pudor o vergüenza, algunos aún osan llamar España, tenemos un "nivel"
que delata pobreza ética, política, humana,..., el marasmo en que hemos caído
-ya no hay política, solo burocracia bien asalariada-; casi igual los "administrados"
y los que, sin más mérito que culebrear en las cloacas, "administran"
y mientras lo de los primeros es el puro y simple servilismo a que -salvo a
unos pocos- llevó ese Franco al que, hace décadas muerto, hoy todos combaten,
lo de los que -ahora utilizando la ayer denostada "ley mordaza"
de Rajoy- reprimen, confinan y mandan es carencia de escrúpulos, falta de
vergüenza que permite que dudosos sujetos como Sánchez, Casado, "Evita"
Iglesias y consorte, Arrimadas, Puigdemont, Rufián, Otegui, Urkullu,... o el
simpar Revilla, laxo añejo fascismo, -repito- repriman, confinen y manden,
capaces de, con lo que está lloviendo, alardear de que sube -dicen- esa cosa
rara que llaman PIB y no sé a quién beneficia, exhibir su supina ignorancia
-científica y política- de lo que es, lo que significa, como acabará el pequeño
virus, permitir EREs en Iberdrola o Banco Santander, darnos la sintomática
matraca con lo malo que es el cáncer de mama,... olvidando el de próstata,
nombrar fiscal general a una "reputada" ex-ministra, aniquilar
"los que -dicen que- pueden" a "los
anticapitalistas", no avergonzarse del carácter mercantil cierto de la
PSOE y la PP, obligar a dimitir a todo bicho viviente que se acerca al "reservista"
Ceruti, re-confinarnos -y dejarlo más claro- cuando ya estábamos "perimetralmente
cercados" los gudaris vascos, los mineros asturianos y, madres de
todos, las tropas del Cid de castellanos viejos, imponernos -pues no son
capaces en los montes del sur- un ridículo molinillo que no giró ni un día y
exhibió su "técnica" al caer derribado por la espuma de las olitas
que adorna el bello abra de nuestro Sardinero, abrazarse en Madrid con la
oposición al Maduro... que, injustificadamente, tanto dinero dio a quien, sin
rubor, admite ser calificado como comunista,..., e insulta a los seguidores de
Marx.
Crece sin freno en la sociedad de la (des)información el
daño que nace de lo que el poder consigue al pervertir -y debilitar- el
lenguaje con su inflexible control sobre los medios de comunicación de masas,
periódicos, cadenas de televisión -esa dañina y terrible Sexta que regaló el de
la ceja al "troskista/entrista"
Roures- y radio,... que, con su sibilina y tenaz manipulación del significado
de las palabras logra que hoy, en el muy escaso y fofo debate de ideas, sea
difícil, imposible casi, entender al otro, simplemente coincidir en lo que
significan, básicas, palabras como ciudadano, paz, amor, sexo, terror,
izquierda, derecha, nación, democracia, libertad, identidad, igualdad, pueblo,
anarquía, comunismo, socialismo, desarrollo, progreso,...
En "La carretera",
de Cormac McCarthy, parábola de lo que viene, un padre y su hijo niño se mueven,
sin otra idea que buscar el océano, entre los dantescos restos del caos generado
por no se sabe cuál de nuestras atrocidades -acaso el calentamiento global- a que, en medio de un opresivo silencio, está
sometido, metáfora actual de hacia dónde nos lleva el pervertido uso de la idea
de progreso, el analfabeto "pogreso" -sin "r"-
que llena la boca del poder y siervos como M.A. Castañeda, novela que, septuagenario,
el autor dedica al negro futuro de su hijo John Francis, de ocho años e inicia narrando
sus miedos y primacías -“al
despertar en el bosque en medio del frío y la oscuridad había alargado la mano
para tocar al niño que dormía a su lado”- y acaba, tras un asfixiante recorrido por
las consecuencias del perverso “pogreso” -insisto sin "r"-,
con una metáfora sobre la, situación creada por quienes -solo- prohíben la
única forma de violencia que iguala a todos, la física, los violentos -reales-
que ocultan qué pasa pervirtiendo la palabra, ese 1% que se cree investido de -un
divino- poder y sus más míseros siervos que se esfuerzan en borrar lo más serio
de la poética advertencia final de McCarthy -“no tenía vuelta atrás”, “ni posibilidad de arreglo”, “misterio”-, plasmando la
urgencia de rebelarnos, desobedecer, sabernos, como se sabe Belén Gopegui, solo
“agua, carne, mierda, valor,
orgullo, bondad, sentido del ridículo y miedo”, para dar la precisa ciaboga a nuestro errático erróneo surcar,
cinglar con el curso del progreso humano real y huir del insano egoísmo
alimentado con miedo.
EL ROTO 26/10/2020
El 1% carga contra todos
nosotros, controla, como siempre, la propiedad, el uso del dinero y de la
energía, su generación y venta, desde el evidente control de -lo que hacen- los
políticos, con incontrolado (ab)uso del poder que ello otorga, haciendo que haya
sido enorme el daño causado por el mal uso del excesivo poder, el calentamiento
global que disfrazan de cambio climático; destaca aquí en ello -sibilina
corporación miembros del Ibex35, que es preciso desenmascarar-, Red Eléctrica
de España, REE, presidida sucesivamente, puertas giratorias, por Paulina Beato,
Jorge Fabra, Pedro Mielgo, Luis Atienza, Jordi Sevilla y Beatriz Corredor, psoecialistas
sabidos, cuya monopolística y estratégica función ha sido -y es- traer y llevar
energía a altísima tensión, lo que genera cáncer, garantizar al oligopolio la
cómoda operatividad del "sistema eléctrico" y facilitarle, con
su apariencia pública, la gestión de lo más sucio del sucio negocio, resolverle
los dolorosos conflictos con los propietarios de las tierras afectadas, no
debiendo dejarnos engañar por su interesada apariencia pública o su publicitada
condición de operadora del sistema, desmentidas por su accionariado y presencia
en bolsa entre los 35 grandes negocios del Ibex, su decreciente dependencia de
la regulación, su carácter de -cada día más- subsidiaria logradora del capital
y los grandes negocios de sus divisiones, Hispasat, 1.250 canales de
televisión, Reinel, oscuro y ventajista negocio con la fibra óptica ilegalmente
incorporada a sus líneas eléctricas y ferroviarias, RE Internacional,
entidad colonial en Perú y Chile y, ahora además, las acromegálicas
interconexiones al servicio de las multinacionales.
Coda para que quien quiera
saber sepa.- La "progresista" ministra para la transición
ecológica publica en el BOE de 16 de junio anuncio de la declaración de impacto
ambiental para ampliar la central de Aguayo y, tras 5 años parada, otorga a
Repsol más de la mitad de los 19 Hm3 de agua de Alsa,... que el verano pasado evitaron
que Santander pasara sed, pese a lo cual, en la CHC solo hay la queja de la Plataforma.
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