Lo cotidiano.98
De gestas
Fernando Merodio
05/04/2025
Empiezo
a leer Calle Londres 38. Dos casos de
impunidad: Pinochet en Inglaterra y un nazi en la Patagonia, documentada
obra de Philippe Sands, jurista autor de las magníficas Calle Este Oeste y Ruta de escape,
con las que tanto aprendí sobre la inestabilidad política/territorial en la
zona que hoy -tan insegura- es Ucrania y lo valiosa que fue, tras el atropello
nazi, la gestación por, ciudadanos de allí, Rafael Lemkin y Hersch Lauterpacht
de, ideas esenciales similares, diferentes del Derecho Penal Internacional poco
y pésimamente aplicadas en la práctica, como son las de crímenes contra la
humanidad y genocidio, tres narraciones en las que, por encima del mal que
narran, me fascina el número de -tan poco valoradas- gestas personales y
sociales que, frente al grave daño y quienes lo causan, los canallas e ineptos arribistas
de toda laña,… floreciendo en la lucha contra la evidente maldad.
Un vampiro, Vlad Tapes, Conde Drácula chileno,
propiciador de gestas
De ello, sin necesitad de viajar
a Ucrania, Chile,… o Palestina, ni remover, como ruín hace Sánchez, la insana locura
de la cruel vieja posguerra, algunos españoles sabemos lo bastante para valorar,
sin duda, las heroicas gestas -más recientes- de la infinita lista de
encarcelados que defendieron una reconciliación libre e igualitaria, los
ejecutados por nada, los detenidos por lo mismo, Julián Grimau, los torturados,
los abogados/amigos de Atocha, Arturo Ruiz o Pedro, Romualdo, Francisco, José y
Bienvenido, los cinco obreros muertos en Vitoria a tiros por la policía de
aquel Fraga que antes -otra vez- nos había mentido: “La calle es mía”, siendo doloroso, por ello, tener que soportar la
-falsa- historia reciente que escriben falsos ganadores en reseñas de su TV -del
régimen-, identificando como parte de los que, de verdad, lucharon por la -que
dicen- democracia ahora, lucha de la que incluso se benefició, inane heredera
vanidosa, muy cómoda -como muchos de la PSOE-
con el fascio, la derecha, la derechona eterna, relatos que alaban más que a la
casi único organización combatiente, el PCE
y aquellas Comisiones, su sindicato -entonces-
de clase, que alumbró el tunel que fueron 40 años de vacaciones de UGT y la anticomunista PSOE,
reaparecidos en forma de trileros sevillanos avalados por el servicio de
inteligencia (¿) de Carrero Blanco y con el sucio dinero de la CIA y la fullera socialdemocracia
alemana, base de lo de luego -la OTAN,
la destrucción del tejido industrial, Filesa,
Malesa, Time Export, Flick y Flock, los GAL,
la cal viva,…-, germen del insufrible subvencionador de la zeta/ceja que, gótico
hoy en familia, remolonea por Venezuela y “paraísos”
limítrofes, hasta, en caída libre, acabar en la actual cloaca de Sánchez y sus
inclasificables socios, los parásitos, rémoras que, alardeando de poder, sumar,… sin historia, ideas, ni principios, se limitan a cobrar por
abonar y regar la finca del más sucio egoísmo patriotero independentista, desde
su xenófoba extrema derecha hasta amigos -no contritos- de penados asesinos del
tiro en la nuca y los ventajistas que cogen del suelo la fruta caída del agitado
árbol de todos,... hasta el infinito
Así eran, igual que nosotros, Lola, (tiroteada en
Atocha) y Arturo (asesinado por, ¡sí!, la policía)
No
puedo evitar el recuerdo de Lola, alegre, guapa niña de 13 años, de sus dos
parejas, primero Arturo y luego Javier, asesinados por el fascismo contra el
que luchaban, de su permanente sonrisa en la boca que, en Atocha, destrozó un
tiro y siento ganas de llorar. Para el Diccionario
Enciclopédico Español, “gesta” es
“un relato épico que narra las
proezas de un héroe en un contexto
histórico”, refiriéndose “al conjunto
de hazañas llevadas a cabo por un personaje o un pueblo, normalmente en orden a
conseguir un objetivo importante” y añadiendo que “en general, se trata de hechos memorables” mientras para el de la RAE, del latín “gesta”, nombre femenino, son “hechos
señalados, hazañas” y, en otro sentido, género popular, propio de la Edad
Media que, ¡tiempos aquellos!, era recitado por juglares y trovadores, siendo
ejemplo icónico el “Cantar del Mío Cid”,
siendo cierto que lo hecho por aquella gente con “el caudillo” vivo, como tantas otras cosas, tiene relato sobre
presentes y -en especial- ausentes, de real gesta, de la que no se habla porque
no gusta al “progresismo” que, tras 40
años de vacaciones, hoy se aprovecha de las fatigas de aquellos.
Coda/amenaza.-
Siempre El Roto, esta vez su denuncia del uso -con más intención, seguro, que criticar
la mera sintaxis- de frases subordinadas -que yo empleo- por periodistas, que
son bobos -y otras cosas- escribidores
para que otros -aún más- bobos entiendan lo que ellos quieran, crítica que
-consciente como soy de mi difícil prosa, cuya lectura intento facilitar con -gran-
adjetivación, me invita a hacer un esfuerzo y, a punto de entrar -lo haré el
día 14- en el tramo cronológico 80 del camino que hago al andar, quiero -iluso-
escribir un -primer- libro con -quizás, no estoy seguro- menos frases
subordinadas y -más probable- también menos adjetivos que mis escritos más
cortos sobre gestas cotidianas recientes, muchas, de que he sido feliz actor/testigo,
acaso menos heroicas que las de la lucha, con pocas expectativas de éxito,
contra el peligroso fascismo, pero igual de nucleares -si no más- que ellas,
como son, evidentes, las vinculadas a la vital pelea diaria por el modo, el
quién, el para qué,… del vital control de la generación y uso de la energía, para
lo que hurgaré -en extenso- en mi ya viejo pasado junto al sr. Merodio y doña
Gloria en Rozadío, pegado al feroz y feraz rio Nansa, luego en los peculiares rivales
que tuvo REE al castigar con la
injustificable -e injustificada, aún inactiva- cancerígena LAT a 400 kV Soto de Ribera-Penagos-Güeñes Itxaso y, ahora, asombrado
por las imponentes, increíbles victorias de unos –muy- pocos, muy bragados
sobre el más cruel 1% que, aquí con el apoyo -en medio de tenaces ridículos- de
esa cosa que dicen El Delirio Montañes,
propiedad del sucio capital internacional, y facilitado por la incuria política
de la Administración intenta robar -para destruirlos- los montes propiedad en
mano común de los vecinos e implantar -y lucrarse con- superfluas, dañinas
mega-infraestructuras eólicas, remedo de los gigantes contra los que peleó
-imprescindible- don Quijote.
El Roto 28.03.2025
Quiero suponer -lo sé- que lo de la subordinación
en el periodismo tiene segundas