jueves, 12 de junio de 2025

Lo cotidiano.108 De ancianos, covid19 y asilos Fernando Merodio 12/06/2025

Lo cotidiano.108

De ancianos, covid19 y asilos

Fernando Merodio

12/06/2025

Intentaré analizar dialécticamente los históricos, gravísimos hechos que, como todos, percibe un anciano melancólico -muy- viudo en el tramo 80 de su vida en que, sano como un roble con moho o una casa con goteras, no hace el ejercicio que quisiera y le pide el cuerpo, pues hace 10 años, tras que un médico le extirpara un maligno tumor en la próstata -nada cuando el, que dicen, feminismo progre lo coteja con el de mama- el sistema sanitario no atendió entonces, ni hoy, el síndrome quirúrgico causado en su pierna derecha, por lo que, pese al -mucho- ejercicio previo -acabó decenas de maratones- hoy solo puede andar despacio pero, al menos, pese a edad, pierna seca, moho/goteras, dolor por estar solo desde agosto, freír mal un huevo, vivir de una pensión de escasos 500 €/mes,… nadie le ha sugerido la usual ocurrencia de aparcar en un asilo, lo que -entre otras cosas- impediría su pelea contra el 1%, esos gigantes que intentan robar el mejor territorio de montaña en mano común para implantar molinos de 200 m. y, por contra, le haría caer -dicen por ahí- en las fauces de asesinos (¡) de viejecitos -como él- dejados en asilos… o como ahora se diga.

El Roto 08/06/2025

Sin llegar a tanto, por ahí va la cosa

Intentaré, pues, salir del carril político/mediático, identificar y, luego, denunciar a, tan oscos, crueles criminales, maltratadores de ancianos como yo, en especial a partir de que la estructura policial/represiva de la salud, “profesionales de la política” de varios niveles -que la semana pasada esbocé con Foucault- vio en la -útil- “pandemia”, con subtitulo Covid19, medio para callar al resto, anularnos y lograr -con impunidad-, como escribió entonces Ian McEwan, británico en sus, bravas, “Notas sobre el coronavirus”, que alguien en El País -sin que lo detectaran los fondos, el capital- subtituló: “Sea cual sea la política de los gobiernos, todos corremos riesgos y estamos involucrados en esta crisis. Si existen discrepancias entre los intereses económicos y los sanitarios, queremos oírlas”, sin que, pasados cinco años, nadie nos haya informado, entre otras muchas cosas, del atroz abuso de quienes usaron -y usan- el -trampantojo que dijeron- Covid19, exigiendo McEwan -inteligente y útil- que “ya va siendo hora de que (…) la próxima discusión de un consejo de ministros sobre cómo continuar o cómo terminar con la estrategia del confinamiento (…) debería retransmitirse por televisión”, aclarando amable que ni siquiera pide derecho a votarlo, sino solo, de algún modo, “estar involucrado”, con la inquietud -lógica- de por qué cuando un epidemiólogo o un político citan la “inmunidad de rebaño” -ofensiva, cruel metáfora- no los interpelamos, “un poco incendiario” modo de “resistencia popular”, al tiempo que, para analizar el virus al que -decían- nos enfrentábamos, acudía a Larry Bryant, que tanto ayudó a erradicar la viruela, para describir lo que aun dicen Covid19 como: “(…) manojo de ARN envuelto en grasa… sentado a esperar con paciencia hasta que no haya más personas vulnerables”; siendo evidente, según Manuel Cruz, filósofo ”pogre”, “(…) la paradoja de que por un lado nos pidan que, unidos, combatamos al virus y, por otra, no nos permitan estar físicamente cerca”, advirtiendo Santiago Alba Rico, también filósofo, que “(…) entiende el estado de alarma necesario, pero con cuidado pues la situación puede enardecer la tendencia y, en lugar de usar el parón para revisar con calma nuestro modelo social (…) nos dejarnos llevar por el ardor del momento y acabamos como la República de Weimar”, lo que, evidente hoy, aquí ha ocurrido, al no oír entonces a Emilio Lledó, nonagenario filósofo no dudoso de radicalismo que dijo tener la cabeza llena de “recuerdos de la guerra civil, (…) la misma inseguridad, los hábitos del miedo; no salir a la calle (…). aquel fue un miedo concreto (…), este abstracto, difuso”, y un “gran problema, el desconcierto que no ayuda a pensar bien, cuanto lo que precisamos en este momento es justo lo contrario: la razón contra el caos”, imperando hoy el porte del personaje de Jim Harrison, “Leyendas de otoño”, al que, “hasta los sucesos más corrientes, y la muerte es el más corriente de todos, le pillan por sorpresa”, en vez de, como el  sabio rumano Emil Cioran, ver que “vivir es una maldición” y “nuestra maldita lucidez, anomalía evolutiva, no deja de recordarnos nuestra fragilidad

El Roto09.06.2025

El que ronca puede ser cualquier anciano en un asilo o, ahora dopado, Sánchez el Malo

Me opuse con fuerza al represivo, ilegal, injusto “confinamiento”, fetiche progresista con prefijo latino “con”, “encuentro, cosa compartida” y raíz “finis”, “borne, marca”, nada de lo cual casa con lo que, en Derecho, significa tal palabro, lo que exige luchar contra la “progre” represión de un pequeño virus -con estadísticas opuestas a lo dicho sobre él-, y apoyo -solo- en test, higiene, mascarillas, guantes,…, ideas medievales de los represores, refuerzo de mi -entonces- diaria pelea contra oscos “grises” -nunca serán, para mí, otra cosa, sea cual sea el color de su disfraz-, cabestros como los municipales, siervos -en el peor sentido- que, en 2020, querían impedir que Rosa paseara -y ni conocía- conmigo, que, ¡por ser abogado!, sí podía hacerlo, insistiendo en que ella tomara el aire -solo- cuando, torpes rucios, policías, Sánchez, Illa, quienes se lucraban con las mascarillas -y más cosas- quisieran

El Roto

Desde mi -ya larga- experiencia, insisto en pedir a todas las policías que, lejos de mí, no me protejan. Lo repito por si, la semana pasada alguien, no lo entendió

Ciudadano, con razones jurídicas denuncié ante la fiscalía superior regional el R.D. 463/2020,14 marzo, de alarma, recordándome su evasiva respuesta la odiosa risa del perro pulgoso, restando importancia a que nos encerraran en casa con trucos de un Sánchez que no consensuó con nosotros, cada vez peor, tras varias prórrogas, siendo ilegal para constitucionalistas, incluso para una STC, suspender, sin razón asaz, derechos fundamentales, ilegalidad  que pretendieron hacernos pasar como leve infracción meramente ética, no legal, cuyos autores -no confinados- en cuadrilla, eran "180 representantes políticos, -entre ellos, Bacigalupo/Ribera, que fue tóxica ministra- directivos empresariales, sindicatos, ONGs -dinosaurios ávidos de subvención injusta- reclamando que la UE supere esta recesión con políticas contra el cambio climático", o sea con "inversiones masivas" que administre -insaciable, creso- el 1%, mientras me impedían reunirme, pasear con -dañada- Rosa y me imponían bozal para, con acelerado, ilegal trámite opaco y lenguaje perverso, aprobar sin participación informada 1) la falsa Ley de Cambio Climático y Transición Energética, 2) el fiero -con serias filípicas de Europa- PNIEC, Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, rector de todos, aprobado sin Evaluación Ambiental Estratégica, y para el que, sin respuesta, la Plataforma solicito su nulidad, Ley y Plan propiciados al socaire de, ilegal, útil  -para ellos- la Covid19, siendo, entre muchos, actos político-administrativos de entonces, contra el interés general, ilegales, nulos, 3) el refuerzo, en lugar de la anulación, del vejatorio Tratado sobre la Carta de la Energía, 1994, y su cláusula/burla ISDS, Investor State Dispute Settlement, regalo al capital del derecho a pleitear con los Estados, no en Tribunales ordinarios, ante abogados ad hoc que dicen "árbitros" y 4) el Real Decreto-ley 23/2020, 23 de junio, sobre medidas en materia de energía, otra rendición/traición ante el 1%, cuatro graves actos contra la mayoría, con el dolo cierto de su trámite, sin participación informada, (ab)usando del inconstitucional estado de alarma, que nos impidió -casi- respirar y dañaba bienes, libertades y derechos, mientras -hoy evidente-.el capital, Sánchez, Ribera/Bacigalupo, Zapatero, Begoña, David, Ávalos, Koldo, Cerdán y una larga lista de listos, se reían del resto..

Coda sobre criminales.- Octogenario en el estado arriba dicho y el duro placer de haber asistido -solo como la una y sin dejarla ni un minuto en ningún asilo- al duro-plácido destrozo final de sus 58 años como mi leal compañera y ya no hablaba, ni andaba, ni conocía, todo ello exige un debate global y otro concreto sobre el atropello de capital/pogreso en “lo de la Covid19” y, en especial, la -muy- difundida denuncia del “asesinato” -dicen- de 7291 ancianos -muchos más jóvenes que yo- en asilos de -solo- Madrid y en el trámite político-administrativo de la Covid19 que -hoy una ruina- ponía eufórico a Sánchez y, pues asesinato es “homicidio doloso, intencionado, grave”, si queremos ponernos estupendos, deberemos analizar -una a una- las causas familiares y socioeconómicas para dejar en asilos a los -en principio- solo fallecidos, que ahora motivan, junto a afecto amoroso y acaso mala conciencia, una muy dirigida ira, sin populismo, debemos fijar la real aptitud para -buena- atención masiva en tales locales de -repito- toda España y si -severos jueces- concluimos que hay culpas y culpables, ser justos en el reparto de la quota-parte de castigo que, a cada uno, nos corresponda.

Pd. urgente.- Al tiempo de una sentencia de la TSJ de Madrid en la línea de lo dicho, esto -todo- se desmorona, ignoro hacia qué vamos tras un Sánchez amortizado que, además de lo sabido, es muy torpe si pretende, tras la que nos ha montado -luchas personales y tribales, socios amigos de asesinos, golpistas, forajidos huidos, derroche de fondos que pagarán- next generations, empresa/partido corrupto,…-, limitarse a ofrecer cambiar -él-, tras lo de Ávalos y Cerdán, a éste por otro, es demasiado, y, en la cara norte de mi viaje, hilvanaré crónicas en torno a lo que -pienso- nos viene..

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