sábado, 25 de octubre de 2025

Lo cotidiano.128 De los que no queremos morir durmiendo Fernando Merodio 25/10/2025

Lo cotidiano.128

De los que no queremos morir durmiendo

Fernando Merodio

25/10/2025

Sócrates, condenado a morir envenenado con cicuta, pudo eludirlo pero prefirió la muerte

Espero que nadie pase de decir ¡anda que no es raro éste! y pretenda deambular en exceso, si no son las suyas sólidas, por mis ideas, al pensar en los sabidos hábitos de las tres viejas parcas/hados, la que hila para que nazcamos, la que devana y vigila el hilo de nuestra vida y la que lo corta para matarnos, tras leer un artículo que Manuel Vicent, casi nonagenario, publicaba el pasado sábado acerca de ideas y relaciones en el café Gijón, Madrid, de título sugerente: “Todos quieren morir durmiendo”, en que valora trazas marginales -casi solo- estéticas sobre tal querencia, con la que, siempre insumiso, me confieso excepción, pues, habiendo llegado -semi- dormido, haré lo (im)posible para irme de aquí despierto y, como -casi- siempre he vivido, cuando y como quiera, intentando evitar que se me adelante la última parca, con la clara idea de que, siendo filosofía práctica, no hay pregunta al respecto que no pueda atender yo, afín al Albert Camus que reflexionaba en El mito de Sísifo sobre el sentido de la vida para, sin crispar, decirnos: “No hay más que un problema filosófico verdaderamente serio: el suicidio” y, enamorado de la vida activa si -pienso que- vale la pena, tengo meditado y claro que solo deberé explicar lo que, en su caso, decida a los que de verdad -entienda que- importo, sabiendo que se puede tomar la decisión de irse desde el mejor y más ético ánimo vital, no valuando tal asunto -cuyo efecto es sobre todo- propio como airado hastío ante algo que no es querido y sí como -inexorable- acto lógico para poner fin al camino andado.

Pienso que, sin que haya dolor físico o de otro tipo, querer morir durmiendo es propio de quien está satisfecho de haber venido aquí sin ser preguntado y, sin entender gran cosa de lo que somos y lo que es la vida, ha vivido -vive- adormecido y pues -acaso- le ha ido bien y -se siente- cómodo con lo tejido por Cloto, primera de las viejas deudas y devanado por Láquesis, segunda, no quiere traicionar a la última, que pone fin a la vida, Átropos, cubriendo su sumisión a los hados/parcas de ilógicas, veladas excusas éticas o -dicen- religiosas, propias desde Platón y Aristóteles de muchos y -con límites- opuestas a los criterios estoicos o, más tarde, los de Montaigne, ante una actitud final rotundamente humana, lógica, personal y ajena a dudas éticas, incluso estéticas, de la que no forman parte actuaciones como la del que fuma, bebe o consume nefastos caldos, ni quien va rápido en coche o gusta nadar sólo y dónde “no hace pie”,…, o las de Sócrates, Jesucristo, Robespierre, Che Guevara,… que, conscientes -como los anteriores- de que su modo de disipar/vivir puede acortar la estancia aquí, insisten o, más claro aún, la del que, acuciado por lo cruel en distintos, feroces ámbitos, se afilia a la -actual- triste burocracia contra corriente de las vergonzantes listas sociales de la eutanasia o al -que dicen- testamento vital…, casi forma disfrazada de caridad, siendo así que veo -y opto por- más lógico, voluntario, elegir un final ajeno a los dos que, genial, dibuja abajo El Roto, haciendo que, además, ya -casi- ni me enoje, pese a que, en España, el 56% de cánceres los padecen hombres y sólo el 44% mujeres, la ofensiva, desigualitaria esgrima político/electoral sobre el cáncer de mama y no sobre, por ejemplo, el de próstata, que mató a mi abuelo, a mi hermano menor… y casi a mí.

El Roto

Lo digo siempre, un genio

Raquel Fernández, joven gallega que sabe de filosofía india, razona sobre cosas que yo -si no conocía- intuía, como que, para tener una relación sana con la muerte, primero hay que tenerla con la vida y asignar valores cabales a lo que hacemos, empezando por distinguir lo efímero de lo -en verdad- estable, ser conscientes de que nuestra estancia aquí es mero movimiento con final y, en ella, la muerte no es, bajo ninguna expresión de carencia ni, menos aún, error de diseño biológico que tengamos que -ni podamos- corregir, así que hay que aceptar convivir con ello -y el resto- intentando mejorar y -entiendo que- depender lo menos posible de -supuestos- expertos de cualquier tipo, con ropa blanca o negra, para que, al acercarnos al inevitable final, fácilmente asumible por quien no sea un obcecado idiota, evitemos -es dañino e indeseable- que toda “la autoridad sobre la muerte pase de nosotros al médico” o cualquier otro supuesto experto en vete a saber qué, dejándolos, si acaso, diagnosticar y acompañar un rato, pero no decidir sobre el cercano salto a -de nuevo- la abisal oscuridad -ésta final- que nos precedía al nacer; mis actuales, senectos años, en especial tras la ignorancia científica y abandono (in)humano -no una excepción- que condenó a Rosa en su inexorable caída hacia un grave deterioro cognitivo fronto temporal, me han empujado a, por higiene mental y bienestar físico, ceder pocas de las decisiones serias que -aún- gestiono, pues, siendo además abogado que ha errado muchas veces, sé la -poca- confianza que merecen los -supuestos- expertos.

El Roto

La -que dicen- “memoria histórica” puede ser muchas -buenas y malas- cosas

Coda sobre después de irnos.- Por su forma -parte del fondo- y sin que sirva de precedente para valorar el actual uso político, interesado de la memoria injusta, me genera real satisfacción saber que el Juzgado de Primera Instancia nº 5 de Santander ha dejado constancia jurídica de que, como se podía intuir, Eusebio Cortezón, nacido en esa ciudad en 1894, padre de 7 hijos, ebanista, miembro del troskista Partido Obrero de Unificación Marxista, POUM, el de Orwell entonces, condenado sin pruebas ni garantías en un consejo de guerra perpetrado el 18 diciembre 1937 a morir contra su voluntad ejecutado de forma ignominiosa, lo fue “injustamente”, de pie a los 43 años en el cementerio de Ciriego y arrojado a una fosa común, insisto, de forma injusta, impidiéndole vivir con los suyos y morir cómo/cuándo procediera/quisiera, por lo que, siendo lógico pensar que ya ni viva ninguno de sus hijos, lo que loablemente ha hecho su familia es -no otra cosa que- reivindicar/conseguir respeto para su más que digna memoria; con agradecimiento y afecto, mi enhorabuena.

Fusilamientos en 1937, en el cementerio de Ciriego (Santander)

sábado, 18 de octubre de 2025

Lo cotidiano.127 De la realidad (de ellos, enemigos del piel roja) Fernando Merodio 18/10/2025

Lo cotidiano.127

De la realidad (de ellos, enemigos del piel roja)

Fernando Merodio

18/10/2025

Alguien los crio y ellos, con  dientes que muerden, insignias y al calor del capital, se juntaron: el de la corbata roja es, pásmense, pax-maker Trump y el otro, nuestro Sánchez el Malo.

Su celebración “política”, en público, enlodó mi humana, leal alegría por el cese de las muertes de inocentes -y no tanto- en Gaza, ¿durante cuántos días?, ¿quiénes, junto a los de Ucrania, cubrirán ahora la cuota parte de cadáveres/miedo/armas que exige el capital? Escrito el drama por los de la foto y otros -que fabrican armas, las usan, se lucran- cada uno con su cuota, entristece que, solo cuando ellos deciden, se finge arreglo, siendo para mi despreciables los dos de la foto que -inevitables, sonríen ufanos impunes de ser, a cual más, tan malos- y se fotografían juntos -eliminando toda duda, si se piensa, sobre su complicidad- preguntando, para su sucia historia, el amo que ignora salvo “lo suyo”, -al parecer- a los fútiles palmeros de la UE/OTAN -el otro, el de la pulserita, para él es cero- por, ajenos a ellos, nosotros: España. ¿Dónde está España? ¿Estáis trabajando con respecto al PIB?, para responder él mismo: Nos acercaremos. Nos acercaremos. Pero hacéis un trabajo fantástico”, prístino, claro, sin engaño, mensaje del mínimo grupo que manda, el tétrico 1%, el cruel capital, reglas del inicuo juego en que, silenciosos, miramos, mientras ellos, falsos, fingen discutir y se quieren, están, cada uno con un papel, en tal bando que no es -al menos- el mío.

Leía el miércoles en, ¡uf!, El PaísLa aristocracia del vértigo, opinión del alguna vez evocador filósofo Santiago Alba Rico, un escrito que envolvía la viñeta que, hace años a diario, recorto de El Roto y hoy reproduzco abajo, opinión con un final lamentable en el que, atraído por tiempos de popurrí progresista, carga el peor mal -sobre todo- a la violencia física que él liga a la guerra -efecto más que causa- pero, ¡qué pena!, solo a la del -que él dice- fascismo y el progresismo rampante extrema derecha y atribuye al vértigo -que yo padezco-, mínimo desequilibrio -hace que sea un desequilibrado- que en realidad es, él lo dice y yo lo sé, no terror a caer, sino tentación de tirarse, volver a la tierra, recuperarla de forma violenta y definitiva, cada uno con su lógica y modos, de los que pienso conocer los míos, opuestos -y deseo que algo acertados- a los de Franco, Hitler, Mussolini, o los que él cita de Trump, Putin, Netanyahu y, mucho más, a los del útil penco Abascal que tanto -dicen- (pre)ocupa a la actual, muy triste “progresía” que -estricto- nutre Sánchez el Malo, el marido de Begoña y yerno de Sabiniano, el que, tras tanto hablar/mentirnos, da la mano sonriente feliz socio, al pax maker, Trump, que, animado por la sumisión del pequeño/torpe cacique local, se refiere a nosotros con amenazas que -a mí al menos me- importan un bledo

El Roto  15.10.2025

(Veo) mezcla de maldad ignara, ciencia ad hoc y política/capital (no solo fascista)

 ¿Dónde está el espeso bosque? Desapareció ¿Dónde está el águila? Desapareció. Así se acaba la vida y sólo nos queda el recurso de intentar sobrevivir, concluía el discurso -dicen que hay otras versiones de él pero, sea o no esta la real, merece serlo- que el Gran Jefe piel roja Noah Sealth, Cuchillo Sellado, Seattle para el rostro pálido, dirigió, en 1854 -¡13 años antes de que Karl Marx publicara Das Kapital!- a Franklin Pierce, presidente USA, como respuesta a su oferta de compra de extensas tierras del noreste, donde vivían los indios Swaminsh; me lo trae Miguel, para que yo, rostro pálido que quisiera ser piel roja, pida que, aunque no interese nada lo que yo escribo y haya dudas, sus palabras se escuchen con atención, es urgente, actual.

Intento utilizar la sabiduría delpiel roja que no comprende bien las cosas e intuyo que frente a lo que hoy dice -pienso que desnortado por malos compañeros de viaje- Alba Rico, la guerra en sí, sin su uso como artefacto para dominar, oprimir por quien la promueve -¡hoy es el capitalismo, estúpidos!- casi solo es maldad, daño y nadie sólo movido por vértigo -que el filósofo ve fascista- para volver a encantar el mundo a la fuerzaexcitado por la idea de la guerra podría, sin gran apoyo del dinero, del capital o, en el lado opuesto, de una utópica masa que atruene con la razón en marcha, cambiar nada, ni tan atroz como lo de Gaza que, en tierra rica, impulsa/sostiene, el muy rico sionismo, no religioso/político, económico, por lo que veo preciso no seguir al filósofo en su actual deriva e insistir -por mucho que lo hayan devaluado- en el rigor de la parte más ortodoxa de la ortodoxia de -pienso- el maestro Manuel Sacristán y osar insistir en, por si, alguien más como yo, vivida momia octogenaria solo un poco leída, piensa que aun sirve para algo, leer -y leer-, junto a otras cosas, Das Kapital, El capital. Crítica de la economía política que, como su título y subtítulo apuntan, es filosófico/económico/político, reproche pensado, lógico del modo de producir -oprimir- capitalista, de las relaciones de explotación entre las clases -proletaria y burguesa-, cada día más evidente, debatiendo Marx con la economía clásica -Adam Smith, David Ricardo, Jean-Baptiste Say- o la fisiócracia -el laissez faire, Mirabeau, Francois Quesnay, Jacques Turgot-, para -si fuera preciso- actualizar su teoría, exigiendo su  severo uso para el cambio solo conciencia de clase, preparación, coraje, dignidad y hacer frente a los dos de la foto de arriba… y otros, distintos, enemigos del piel roja.

El Roto 09/10/2025

Aquí, donde el tramposo siempre gana con cebo, de eso sabemos bastante

Coda sobre el cacique local con ínfulas de emperador.-  Pedro Sánchez, patán que nos enloda, no solo con sus múltiples problemas -para los que “tiempos judiciales ad hoc injustos” no fijan cárcel-, no solo de su familia y su empresa/partido, también cuando, para él sobrevivir sin ser nadie para nadie, nos enfrenta con medio mundo, nos perjudica y, además, alimenta el eterno abuso -cada día más cierto- de cercanos egoísmos económico/identitarios, mientras, émulo de Marco Polo, contabiliza más de 800 vuelos, para no dar la cara aquí, en avión oficial en 6 años, ¡vaya huella ecológica lega “el Malo genético” en la lucha global contra la emergencia climática!, mientras entre cuatro de los presidentes “democráticos” -el mejor, el que me legalizó, Suarez, creo que ni viajó- suman 795 vuelos en 36 años: Felipe González, 165/14, Aznar, 240/8, Zapatero, 240/7 y Rajoy, 150/7; urge desenfundar a Cuchillo Sellado.

sábado, 11 de octubre de 2025

Lo cotidiano.126 De (des)informar y miedo Fernando Merodio 11/10/2025

Lo cotidiano.126

De (des)informar y miedo

Fernando Merodio

11/10/2025

La vida ofrece mil motivos para, cómodo, ser infeliz, tener miedo, pero yo nací y viví la infancia en un serio, frío pueblo mínimo con sugerentes días y largas noches, marcado por una subestación sonora con líneas de altísima tensión, los Saltos del Nansa, que dibujaba mejor que cualquier otra más grande, los perfiles de vida/muerte y allí fuí feliz, crecí, aprendí, no tuve miedo hasta que, aún muy niño, fui trasladado a Santander y, por sorpresa, cedido a hombres raros con grasientas faldas negras hasta el suelo, que difundían tramas aún más raras, mientras, ¡abuso eterno!, algún niño intentaba, sin éxito, burlarse entre otras cosas, de la “u” final de mis vocablos, lo que también viví, creciendo -menos- feliz sin miedo, hasta que, con 16 años me dejaron en el Madrid -que decían- de los mil peligros, donde erré, me levanté, aprendí, también crecí sin miedo, feliz -próximo a Rosa y al prodigioso fútbol del Madrid de Di Stéfano- y, cercado por la odiosa peste de Franco, percibí soledad, acabé rápido, en menos de 3 años, la farsa del Derecho e hice la mili rasa no universitaria, 18 largos meses para, antes y después, ser abogado que usó la -supurante- Ley lógica como garrote, Rosa y yo nos casamos, no abortamos, tuvimos dos hijos, compré con ella, en 1972 ¡uf!, menos mal, un piso, sufrí -más de medio siglo- a jueces, fiscales, abogados, “bureaucratas”,… insufribles, ineptos y, peor, injustos, tras lo que, muerto -en la cama- Franco, apoyado -siempre- en Rosa, Marx, el presidente Suárez que nos legalió, mis carreras por correr, lo aprendido,… soporté como pude el fraude de Felipe, Aznar, Zapatero y Rajoy, iguales, hasta que Rosa -¿harta?- desconectó sus neuronas y, buena, con -muy- triste despedida, me enterró en amargura, me dejó peor que solo, en un estado que no podía, en la peor pesadilla, haber imaginado y, además, en el “atávico, arcano, numinoso, inmemorial” mundo de horror que tejió H.P. Lovecraft y, hoy aquí, recrea Sánchez el -genético- Malo, para, con la coraza de vividos 80 años y en la puerta de salida de mi relámpago de luz entre dos eternas tinieblas, sin entenderlo, ver que (la vida al final lo ha logrado) tengo -no por mí- miedo, terror.

Horror y paisaje cotidiano en Lovecraft: Dunwich, Cthulhu, Azarhoth, Miskatonic o Arkham

Decía Gabriel Albiac, raro filósofo, que finalizando el siglo XVIII, en los albores de la era que se acaba -¿o acabada ya?- Robespierre planteó de modo elíptico la única alternativa en la acción política de los revolucionarios: o corrupción o terror, y añadía que para él, y como hoy ya entonces, corrupción y terror son potencias constituyentes, dos vistas de lo mismo que se apuntalan entre ellas y se ofrecen al ciudadano, como mal menor y de forma alternativa, para salvarlo; coincido con Albiac en ello y en que aquí ahora, en especial con el terrorífico Sánchez el Malo, feto abortado del -dicen- progresismo, desde 1978 en caída libre, es fusión en escoria de las dos potencias, corrupción y terror, todo vale para evitar que, catárticos, arranquemos y un cataclismo social nos devuelva la perdida autoestima, cambie nuestras estructuras, todas, e impida, por ejemplo, que González, impune primer jefe, o esa cosa siniestra de la Z, bobo devenido a malvado o el Aznar de cara e ideas hoy tan extrañas que con los pies sobre la mesa nos metía en una guerra, aún aconsejen, siendo urgente aclarar, no jueces, nosotros, todo hasta el fondo, pues si no, nadie lo dude, esto está hecho para que, apoyada en un sutil terror, la corrupción del capital impere.

Frente a sesudos, gruesos libros que, muy serios, defienden lo contrario, supe siempre y espero que, mientras me marcho poco a poco, se vaya viendo que la teoría -no sé si algún día/en algún lugar fue práctica y no cuento chino- de Montesquieu ha muerto y, sin remontarnos muy atrás, ya antes de Franco -certifico que desde 1946- nunca ha habido tres poderes sino uno, primero, único el del general rechoncho y quien -si lo había- estuviera tras él, siendo su aspecto, voz atiplada y atrabiliarias ideas, entre otras razones, prueba evidente de lo poco que valemos el resto, la poca cosa que siempre fuimos/somos, rodeándole de atronador/cobarde -en el mejor caso- silencio, mientras hacía lo que quería, igual que lo hacen, ahora, los muy corruptos mercantiles-partidos, -entes según para quién- (in)útiles que, ligados al usurero banco, hacen que el capital decida quién/cómo -no legisla- garabatea leyes y -no juzga- reparte al resto lo (in)justo y designa a quién -no gobierna- manda, mientras, frente a ello, unos pocos ciudadanos, solos, vigilados uno a uno, con el carné en la boca, indefensos, hablan bajo y el resto, aún peor, a un lado, quietos, con su Smartphone, su coche y su viaje del Inserso, ciegos felices… se pliegan. Todo ello cierto.

El Roto  05/10/2025

Así ellos parecen menos sucios

Pues es necesario, hay miedo, mucho miedo, terror, cobardía y, cual hindúes, nos dividimos como nacidos de distintas partes del cuerpo de Brahma y, por ello, miembros de las varias castas que definen nuestro estatus, admitiendo que sea la pertenencia a esta o aquella ralea razón única del derecho a ciertos privilegios, lo que, exacto, explica cómo se funciona sometido a la estanca clase/mafia política, grupo -no muy- homogéneo que son los partidos, en el que sus miembros, ignaros de Machado, no hacen camino al andar, se lo dan hecho, exigiendo dudar de qué futuro espera a un país en que los cientos de miles de miembros y/o pegatinas de tal casta se protegen con privilegios y un velo (des)informativo que hace que incluso los fétidos excrementos de que se nutre Sánchez el -genético- Malo sean minucia en el casposo, crispante día a día, cuando,  por ejemplo, la voz del mostrador de alabastro que se acompaña en TVE del hijo de Pilar Miró -están de moda las parejas Ceaucescu o Mussolini- para decir lo que la PSOE les dice que nos digan, no dejó a Francisco Marhuenda -en mis antípodas- explicar, pese a que, de no ser cierto, le pudiera caer una querella, que el suegro de Sánchez o sea el padre de esa Begoña extraña, bachiller con universitaria cátedra que, sucia, negoció -para ella- en la Moncloa, fue astuto proxeneta -se benefició al prostituirse, contra su voluntad, otras personas-, un rumor -¿o más?- muy serio -sería insufrible que el gerente/capataz de la mercantil PSOE que barriobajero, se ríe de todos y manda aquí tuviera, entre sus vicios no sabidos ese-, siendo urgente que, con certeza, se aclare tan sucia, repugnante duda y, al tiempo, que -¿nuestro, vasco, chino?- El Delirio Montañés explique sus razones para, tras robar nuestro constitucional derecho a ser -bien- informados, junto a capital/dinero/poder, mienta con descaro en pro de Iberdrola/Banco Santander/Valcarce y el muy dañino P.E. El Escudo ¿Hay alguien ahí, a ese lado, que pueda/quiera contestar ambas preguntas?

Flavita Banana 10.10.2025

Sutil explicación de cómo se (des)informa y genera miedo

Coda sobre (des)información, miedo y unidad.- Decía Eduardo Galeano, en parte cierto, que “nuestro enemigo principal no son el imperialismo, la burguesía, la burocracia, sino el miedo que llevamos adentro” y, con Domitila Barrios, minera, una de las cinco mujeres que, con una huelga de hambre, provocaron en 1978 la caída de la dictadura boliviana, añadía: “No sean bobos. Júntense. Nosotros, allá en Bolivia, nos juntamos. Aunque sea para pelearnos, nos juntamos. Porque, ¿existen los dientes si no se juntan en la boca? ¿existen los dedos si no se juntan en las manos?” y, añado yo, ¿es lógico que la mano nunca se haga puño?, añadiendo a lo anterior León XIV, sigiloso papa, en su primera exhortación apostólica, “Dilexit te. Te amé” que “mientras las ganancias de unos pocos crecen exponencialmente, las de la mayoría se quedan cada día más lejos de las de esa minoría feliz”, lo que, denuncia, es “dictadura de una economía que mata”, así que, concluyo, hay que unirse en las pequeñas bolsas de resistentes que patrocinaba John Berger y escapar de nuestro miedo a ser, decir, vivir,..., maldito miedo; insisto, pesado: “el género humano es la Internacional”.

sábado, 4 de octubre de 2025

Lo cotidiano 125 De dividir Fernando Merodio 04/10/2025

Lo cotidiano 125

De dividir

Fernando Merodio

04/10/2025

Intentaré decirlo menos meloso que nunca, soy de aquí, tuve la formación/imposición religiosa de -casi- todos entonces en la niñez y dos dedos de frente, lo que, pensando un poco, me llevó al -infinitesimal- grupo que, a su modo, se enfrentó a Franco, por lo que no sorprenderé a nadie próximo si, cauto, me reconozco influido por parte del Nuevo Testamento y -más- por escritos/ideas de Marx, así como que me animan la música y letra de la Internacional -ya ahí nos dividieron para debilitarnos- comunista, de la que aplaudo su eficacia didáctica al alentar con utopías como “atruena la razón en marcha, “es el fin de la opresión”, “el mundo va a cambiar de base”, “nosotros mismos realicemos / el esfuerzo redentor” o la hoy tan devaluada, “agrupémonos todos / en la lucha final / el género humano / es la Internacional”, canto a la razón contra quien oprime, al esfuerzo para el cambio y a su logro con unión, teniendo muy claro que sólo el género humano es la Internacional.

Son dos modos de ver la unidad, pero si leyéramos un poco -lo que es mucho- sería algo más

Enemiga de la lógica convicción de que “el género humano es la Internacional”, la política, a partir del egoísmo personal y la maliciosa psicología pícara del “dívide et impera”, “divide y manda” o “dívide et vinces”, “divide y vencerás”, a la que añado  vencer es una cosa, mantenerlo otra bien diferente”, con Maquiavelo pienso sin dudar que tal cosa no es fidelidad, solidaridad, altruismo, fraternidad y a veces -casi siempre- es oposición a unirse con moral/ética, a la que -dicen- no se puede -ni debe- atender, norma utilizada/seguida por, entre otros paradigmas del manejo social, Julio César o Napoleón que, para construir/asentar sus imperios/dominios, se afanaron en romper todo acuerdo humano -que no les fuera dócil, sin mácula- fraccionando la energía conjunta para que, dividida, fuera menor, menos peligrosa para ellos, siendo, a su ejemplo, truco de gobernantes ruines, crear discordias, fraccionar, dividir el todo social, no solo a la -hoy dicen- “oposición”, de modo que quien, sin respeto a nada, controle una mercantil/partido, cuando llega esa cosa sucia que dicen “elecciones” el -casi inane- voto individual valga lo menos posible y ceda ante el corrupto, miserable pacto por el poder con quien sea a cambio de lo que sea, aquí tan evidente y sucio.

Hace días, el pasado 28 -siempre- El Roto, que 2 días después publicaba otra viñeta en que aparecía -entiendo que- él, con cara ofuscada, diciendo algo tan cierto como que, igual que muchas otras cosas, “El humor es complicado en una época que no es seria”, nos dejaba -y abusando de nuevo, la reproduzco abajo- una explicativa viñeta y solo 4 cortas líneas, 18 palabras con 2 comas, 95 letras para describir lo que veo como el siniestro causado en la vieja, reseca España por Sánchez el Malo, fulano que, Maquiavelo dixit, sin solidaridad, fidelidad, humanidad, ética, ideología ni, peor, una idea con poso que no beneficie a -en exclusiva- su tóxica, sicopática codicia, ambición personal, está aniquilando los restos de nuestra mínima, muy turbia convivencia con el egoísmo más desleal, para lo que, en su cronológico camino hacia el caos, ha usado tres dañinos, peligrosos métodos que, insistente, denuncio en mi pensar cotidiano: 1) ha pervertido, con la financiada ayuda de “sus medios”, el lenguaje y ya nada significa lo que los -pocos- que piensen piensan, 2) cómplice del capital, “progresista”, está cambiando, contra nosotros, ¡ay, Karl Marx!, cómo y qué producir y, quizás lo más doloroso, 3) pese a que, al ser un octogenario tras un cáncer de próstata y estar sólo, me dé igual, pienso -y me avergüenza mi parte- que, tras el bobo devenido a malo de la Z y Sánchez el Malo genético, la parte de las relaciones de pareja que antes decíamos sexo hoy es un caos, como me ratificaría, si pudiera, Rosa.

El Roto  28/09/2025

No es, como pervierte El País, una “Tiranía mundial”, es la nuestra, más pequeña, próxima y, menos prudente que Andrés, pongo, tras la bola, la cara del codicioso yerno de un proxeneta.

Para explicar qué pienso de lo que en la, sin ánimo de ofender, lucha de clases, supone dividir, empiezo diciendo que es lo que egoísta, nocivo perpetra aquí Sánchez el malo, siendo, sin duda, buen medio gráfico para decir algo más sobre la división de los muchos esa cosa -el nombre no lo he puesto yo y es ridículo- que dicen “flotilla” y, a tenor de lo oído y su composición, parece un heterogéneo, fraccionado grupo de personas lejanas a mis ideas -me daña ver desnortada, con alguien como Ada Colau y otros aún peores, a Greta Thunberg, seria y sólida al denunciar el caos climático- un grupo frívolamente acaldado en barcos de recreo pequeños que ignoro quien financió y, sin pretensión de asentarse, militar o laboral/pesquera, fingía ir -sabiendo, supongo, que no lo lograrían- a Gaza -con dañina, alta huella de carbono y, gravados por sus inútiles, burgueses gastos- unos pocos alimentos, medicamentos, ropa,…, con, acaso alguno, otra finalidad no expresada, lo que ha hecho que, según quien opine, se diga que la “flotilla” fue humanitaria, política y, para otros a los que me afilio, tan fútil, en el peor sentido frívola, dañina,… que, con su sectario afán de protagonismo público ha roto la unidad de la aplastante -clave en la acción social- mayoría de ciudadanos de todas las ideologías, éticamente contrarios, incluso antes que ellos, a los atroces crímenes que, en interés único del incierto futuro inmediato del capital, se perpetra, hace mucho, en Gaza, gente que también está a favor del -por España- traicionado derecho del -hoy olvidado- pueblo saharaui, haciendo que -no pocos- rechacemos la afrenta de ser mezclados con esa mínima minoría que, de no ser -dicen- tan pacifista frente a la crueldad opresora podría, en lugar de pedir ridícula/imposible ayuda de la “fragata de paz” Furor P-46, haber ido a combatir a caballo, en barcos de guerra o fletar -¿más violento?- los 500 expedicionarios, en lugar de 50 barquitos de recreo, otro -el nombre, propaganda, que lo elijan ellos- Éxodus 1942, como el que, entre aplausos de los de la mala conciencia, usó el sionismo para asaltar su “tierra prometida”… por no sé quién; barro que trajo este lodo.

Dos posibilidades de, sin cuentos, ayudar, armas o un nuevo/distinto Exodus1942

Coda sobre divisores.- Desde la vieja idea de que “el género humano es la Internacional”, veo exigible prueba de unidad que quien mande acuerde su política/presupuesto con el resto y no que, cuando los USA se aprestan a un prolongado cierre -contra Trump- de la Administración por no tenerle este año, aquí Sánchez el Malo, yerno/beneficiario de Sabiniano que, para no hacer nada, tiene al Furor P-46 emitiendo CO2 en el mar, lleve ya tres mandando contra/sin nosotros, negociando con otros divisores, el egoísmo golpista, los que, con el pim-pam-pum, movían -y mueven- el árbol, los del Euskadi euskaldun que recogían -y cogen- del suelo la fruta y los nuevos burgueses de la “flotilla”, dictando -sin votar- leyes y, artículo 134 CE, sin someter a todos su política/presupuesto. Muy cutre y, en el peor sentido, maquiavélico.