275 Los domingos cavilar
Revilla -y otros- ciao, ciao, ciao
Fernando Merodio
04/06/2023
Entiérrame arriba en la montaña, / oh bella ciao, bella
ciao, bella ciao, ciao, ciao / entiérrame allí arriba en la montaña, / bajo la
sombra de una bella flor. / Y, así, las
gentes cuando pasen, / oh bella ciao, bella ciao, bella ciao, ciao, ciao / Y,
así, las gentes cuando pasen / me dirán que bella flor". (“Bella ciao”. Canción popular italiana,
himno de los resistentes)
“Por qué la radicalización reaccionaria
encuentra ahora mismo terreno abonado en amplios sectores de la población”
(Josep Ramoneda. Periodista. PSC. “Contra
la insolencia”. El País)
“Bella ciao”, canción popular italiana, hoy desgastada, raída por exceso de ofensivo uso por quienes no tienen por qué, es un canto que la resistencia partisana, guerrillera, armada adoptó como himno al hacer frente, entre 1943 y 1945, al fascismo de Benito Mussolini y a las tropas de ocupación nazi durante la II guerra mundial, habiendo varias opiniones sobre su origen: una canción que entonaban las mujeres a finales del siglo XIX contra sus duras condiciones de trabajo en los arrozales de la Padana, valle del Po, norte de Italia, el canto Fior di tomba y Pichia pichia la porticella o, incluso, la canción yiddish Koilen, tuvo una gran difusión impulsada por los festivales mundiales de las juventudes comunistas, las revueltas estudiantiles de 1968, interpretaciones como la de Ives Montand, la censurada en España de Adolfo Celdrán o, símbolo de la lucha chilena contra Augusto Pinochet y su valedor, el nobel de la paz, Heinz -Henry- Kissinger, asesinos de Salvador Allende, la de Quilapayún,…
Se trata de una canción resistente, partisana, guerrillera,… para
situaciones de clara emergencia, de búsqueda, de supervivencia, pareciendo que,
con sesgo bienpensante suicida por falta de alternativa, los últimos comicios
municipales y –para no todos- autonómicos fueron una forma poética de “bella
ciao” que los tibios -que se dicen-
demócratas por su heroico depositar -tirar- un voto, tras oír que ”vuelve el
mamut“, el gigantesco, apabullante paquidermo, alarmados, se han revuelto contra
la facción permutable que, aquí ahora, okupa el -mínimo- “poder político”,
sin v alorar quién -y para qué- pudiera sustituirla, mandando, ¡por fin!, al
insoportable esperpento Revilla al basurero de la Historia del que hace medio
siglo, oliendo a rancio, peligroso fascismo, emergía y, al tiempo, han acercado,
para que practique más su macarrónico inglés, al peligroso, petulante jefe de
planta de señoras, Sánchez, a la canonjía de un irrelevante -bien remunerado-
cargo en una gran superficie que, acaso, pudiera ser de la UE.
El “mamut” frente al que, siempre inteligente, nos advierte El
Roto mientras, liberal-progresista, El País/SER nos lo trata de
ocultar, dando pábulo, difundiendo el ofensivo, deprimente libelo “Contra la
insolencia”, del filósofo, profesor, periodista, tertuliano ilerdense Josep
Ramoneda que, hace siglos del comunista PSUC, hoy se estabula en el PSC,
franquicia catalana de la mercantil PSOE, un panfleto que, además de “el
periódico global”, difunde su paisana Angels Barceló en la radio hermana,
por lo que, dado lo grave de la situación y el peligro cada día mayor que hoy
supone el “mamut”, merece la pena explicar, en principio dejar claro que
el gigantesco paquidermo es, en primer lugar, el capitalismo de siempre y no,
como dice el filósofo/profesor/ periodista/…, olvidando al viejo Marx, el hecho
de que no estemos “ante una simple alternancia entre un partido de derechas
y un partido de izquierdas”, sino que, como melodramático, afirma, los que,
como él, ¡otra vez! voten el 23-J, decidirán “si España entra o no en la
senda del autoritarismo posdemocrático que va penetrando en las democracias
europeas”, senda en la que, de hoz y -sobre todo- coz ya nos han metido su
PSC, su PSOE, sus excrecencias y rémoras, con (ab)uso de la -ayer denostada- “ley
mordaza”, los 1.000 muertos en 3 años, un 0,55%/año, que causó la Covid
en el territorio que embuten País Vasco y Asturias, sus bozales, su prohibición
de reunirnos, sus 125 decretos-ley que esquivan el Parlamento,… así pues, lo
que toca al animal político no es eludir entrar en la senda del autoritarismo
posdemocrático sino, mucho más difícil, salir de ella.
Además, debiera tener claro el profesor/tertuliano que, contra lo que
él afirma, siendo cierto que aquí ahora, como siempre, la derecha -si es que
aún se debe decir así- es un magma multifásico que se alimenta de los eternos
conservadores (Feijóo) y los ahora llamados “trumpistas” (Ayuso), a los
que no alcanzo a entender cómo, quizás para abultarlos más, él distingue de los
que llama fascistas/franquistas (Vox), lo que, en torno a su empresa de
repartir prebendas diversas, ha estructurado la PSOE no es menos venenoso, pues
en su matraz hay derecha, izquierda y otras cosas que cuesta señalar con nombres
del día a día político pues allí están, bien amasados a su interés, las que,
mintiendo, decían “poder”, las que restando, hoy afirman “sumar”,
los que a derecha e izquierda, mezclados sin el menor pudor, más listos y
cultos que el estupefacto resto, le hicieron padecer el -ridículo- de un intento
de -folletinesco- golpe de Estado, incumpliendo egoístas, volubles -como “la
donna”- la constitución, el contrato social que, previa, clara y muy mayoritariamente, habían aprobado, también
los cínicos insolentes que, con un barniz de verborrea democrática, sin pedir
perdón, ni avergonzarse, ni siquiera lavarse las manos manchadas de muerte, se reúnen
sin pudor con el resto, muy próximos a ellos, la “patriótica” derecha
vasca que alardeaba de recoger del suelo la fruta caída del árbol que movía ETA
y, a rebufo de todos ellos, las irrelevancias del de Revilla (R.I.P.), el
inexistente de Teruel, algún canario,…, siendo solo el interesado egoísmo de
las partes el que unía la antinatural aleación.
Afea el filósofo/tertuliano/periodista que “amplios sectores de la
población” se dejen condicionar por
el modelo Trump y su descaro, por la irrupción del feminismo y sus conquistas y
por la actual ola de independentismo como generadora de rabia patriótica, por
lo que, siendo parte de ese heterogéneo -y desearía que grande- sector, opuesto
a la “forma Sánchez” de luchar “contra la insolencia” y, también,
a esa derecha que -a su gusto y conveniencia- él y, liberal-progresistas, El
País/SER acaldan, le rebato que Trump es, con matices/diferencias -casi
solo- formales, el mismo “elefante en la cacharrería” en que vivimos el
resto, el mismo “pequeño alevín de mamut” que Sánchez, sucesor del de la
zeta, la ceja y sus “artistas” de cámara que, útil para el auténtico
mamut, el capital, olvidó la rampante injusticia de la desigualdad, la
necesidad -cada día más cierta- del control social de los medios de producción,
hacer frente a la destrucción del planeta por el 1%, dejar de utilizar
perversos números del paro, IPC, PIB,… como coartada frente a la
evidencia, encelándonos en lo -sin duda importante pero- hoy solo transversal a
que le animan las acreditadamente incapaces que ayer dijeron “poder” y…
ya vemos y las que hoy afirman “sumar”… y callan que es a favor de la
matriz PSOE, todas ellas con su feminismo “cheli”, que hoy es fábrica de
machismo, violencia, desigualdad, inseguridad, jurídica, represión,…, vestidas
con -cada día más- vaporosos trajes y pelo mejor peinado en las revistas, sin
aparecer en minas, pesqueros, andamios,… y que, por último, el independentismo
catalán y vasco, final refugio de los canallas, son lo que, con dos ojos,
incluso con uno, ve y con dos dedos de frente, también incluso con uno,
cualquiera entiende en base a -solo- analizar los hechos recientes en sus dos
territorios, en uno, su falsa historia, la iglesia. ETA, los muertos, los miles
de familias destrozadas y los crueles, listos que, al pie del dolorido árbol
ensangrentado, ufanos decían recoger los frutos o, en el otro, su publicitada,
ficticia inteligencia y cultura paleta, su historia -también- inventada, su
dialecto de engañosos vendedores de -un mal- paño y ridícula -poca- comida para
vagos que, al no trabajar, no tienen que alimentarse, sus cobardes, ñoños
golpes de Estado, sus problemas con la vivienda, su delincuencia, su
cleptocracia paradigmática en los Pujol, el “Liceu”, el “Gobern”,
el “mes que un club”,…, sus inundaciones que no les hacen pensar en por
qué no dejar de llamar a sus principales avenidas “rieras”,…
Coda.- Echo de menos en la
flatulencia de Ramoneda un leve análisis de lo que, sin duda, son los que, “héroes
generosos”, Garzón, Colau,… ahora saltan del barco.
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