238 Los
domingos cavilar
Revilla y
sus frutos
Fernando Merodio
25/09/2018
“Dijo Jesús
a sus discípulos: ‘Cuidado con los profetas falsos; se acercan con piel de
oveja, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se cosechan uvas de las zarzas o
higos de los cardos? Así, todo árbol sano da frutos buenos; pero el árbol
dañado da frutos malos. Un árbol sano no puede dar frutos malos, ni un
árbol dañado dar frutos buenos. El árbol que no da fruto bueno se tala y se
echa al fuego. Es decir, que por sus frutos los conoceréis’”. (Evangelio de Mateo 7, 16).
Atemoriza, la
semana que ahora acaba El Delirio
Montañés ha puesto todo su -ajeno y dañino- potencial mediático al servicio
de su amo, el capital, solazándose en difundir, concentradas, las habituales mentiras
e ilegalidades con que, históricamente se enriquecen sin importarles el riesgo
de aniquilar el actual modo del vivir humano en nuestro territorio, apoyando,
además de a ese amo, a los que, coyunturales, ocupan poltronas de la -que dicen-
política, “liberales”, “progresistas” y, aquí además, la guardia
de corps de la horda regional de orcos que acalda el, física y mentalmente, caduco
Revilla, obligando a quien tenga dos dedos de frente a aferrarse a Homero, los
Evangelios, la Divina Comedia, el Quijote, Shakespeare, Freud,…, el cine de Fritz
Lang, Bergman, John Ford, Berlanga,... y, en especial, a no perder contacto con
las ideas del Marx real, en la -muy- dura tarea de vivir una vida humana seria
y, ahora en especial, fatigarse en la lucha contra los molinos con que los crueles
gigantes reales alimentan el “liberal-progresismo”
y, aquí además, a la caspa fascista filo-autárquica (pre)ocupada por lo energético,
obsesión actual de las multinacionales y el símbolo purriego que ejerce de
cutre caudillo, al que urge analizar sus -atroces- frutos de eterno amorrado al
manantial de lo público, desde el totalitarismo de Girón de Velasco hasta lo
que hoy dice democracia, valorar qué -nos- ha generado desde que, avatares de nuestra
obscena, cobarde desidia, encamado con PP o PSOE, tirios o troyanos, cabildea lo
comunal del mínimo territorio que dicen Cantabria, pútrido aborto desgarrado
del resto para lucro de necrófagos, históricos y alevines de la caverna.
Saben los
-cada día más escasos- campesinos que la semilla germina con -cierta- lógica, que
quien siembra tomates cosecha tomates y el que plante cebollas recogerá allium cepa, siendo lo que se aventa en
la tierra -para trabajarlo- determinante -en calidad y cantidad- de qué se recolectará,
reforzando el dicho, “obras son amores y
no buenas razones” que son las obras, los hechos, no la vacía verborrea de
un Cantinflas regional, lo que hace germinar
las cosechas, balance personal evaluable al fin por el resto o, más exigentes,
por nosotros mismos, no debiendo olvidar que, pese a afirmar Ohran Pamuk, nobel
turco de literatura que, igual que el islam y, en general, todas las
religiones, “el nacionalismo está en los
corazones de las gentes, no en sus mentes”, aquí es palmario que su borde mojigato,
el regionalismo no nace en el cerebro, ni tampoco en el corazón de la gente,
sino en oscuros divertículos de la caverna en que los listos acopian egoísmo,
mitos y miedos, ancestrales filias y fobias de las que, por supuesto, se lucran,
siendo deseable que todos conociéramos los sabios argumentos con que Giorgio
Agamben lo explica en “Homo sacer“.
Pese a que,
sin duda, sería un exceso usar respecto al periodo que va desde los tiempos de la
totalitaria defensa por M.A. Revilla -pegatina de Girón de Velasco- del
dictador que hoy todos repudian… cuando ya ha muerto, hasta su falaz actitud actual
la teoría y frase con que, en 1851, iniciaba Karl Marx el opúsculo “18 de brumario de Luis Bonaparte”: “La historia ocurre dos veces, la primera
como una gran tragedia y la segunda como una miserable farsa”, lo cierto es
que el personaje es prístino ejemplo de
figura de farsa, muestra de lo más mísero, grotesco del comportamiento humano y
que inicio y final de su periplo desde el fascismo rampante hasta el caos climático
actual, dibujan con precisión de neurocirujano dos tragedias, más grave, sin
duda, la actual, siendo imposible no ver la impostura del personaje que, cuando
ya tenía más de 30 años, asalariado/jefe del sindicato vertical único, hacía
propaganda de aquel “Movimiento” que
decía exportable del páramo patrio, para en 1976 inventar -de la nada- ADIC, Asociación para la Defensa de los ¡Intereses! de Cantabria, banderín
de enganche para crear, en 1978, el Partido
Regionalista de Cantabria, PRC, desde
el que se muestra amorrado a la jugosa ubre del Estado -central o autonómico- desde
el 9 de mayo de 1983, primeras elecciones, hasta hoy, en una impagable
exhibición de funambulismo político, junto a, ¡qué más dará!, PP o PSOE, sin
importarle apoyarse, incluso, en la hedionda abstención de un siniestro Podemos, siendo, siempre a sueldo, diputado
de base, consejero de la cosa, vicepresidente y presidente en 4 mandatos, 2003,
2007, 2015 y 2018, siempre sin mayoría absoluta y, en sus ratos libres, bufón
de plantilla en la televisión basura y la de Jaume Roures, multimillonario troskista.
No tiene
talla, es cierto, Revilla para que valoremos sus hechos como lo hace Marx en el
“18 de brumario”, pero su vida
política entera, iniciada en el fascio y llena de poltronas hasta alcanzar la
más mullida, cómoda y bajita del pequeño, mínimo territorio exige cavilar para
valorar sus -reales- frutos sociales, si es oveja o lobo oculto bajo la piel de
aquella, si es un árbol sano o, por el contrario, zarza o cardo y si además de ser
viejo en exceso, está muy dañado y demanda el fuego; cavilemos sobre Santander y su provincia, "la Montaña" previa a que
franquistas listos inventaran Cantabria, tierra aquella de vocación agrícola y
ganadera, vinculada a la pesca, industriosa,..., destrezas abducidas por un excesivo
turismo y de las que hoy no queda -casi- nada que no sea la "historia" inventada por el regional-socialismo
del “progreso”, la “puesta en valor”, el “I+D+i”,… que -sólo- es humillación, servicio
y -muy- poca -y mala- industria, trufada hoy, además, con la pesadilla del
dinero -que dicen- de Europa y, sin ordenación ni evaluación ambiental previa, quiere
implantar turbinas con aspas de 200 m., subestaciones gigantes, líneas de alta
tensión, cáncer,…, en caída libre hacia el caos final; releamos a John Berger y
pensemos con Heráclito en cómo la base del saber no está en las falsedades sino
en el práctico estudio de lo múltiple y el análisis de las relaciones
dialécticas entre los opuestos, siendo origen de todo la lucha de tales
opuestos en busca de la unidad que, con su “soy un fue, y un será, y un es
cansado”, configura el Quevedo más sedante, idea que, convencido, hago
propia.
Politeia y res publica son lo mismo,
Platón, Aristóteles y una pléyade de filósofos dan noticia cierta y armas
útiles para leer entre líneas a canallas, razonar, separar mena y ganga entre
lo que nos cuentan cuentistas y amos, errar, rectificar, avanzar con lógica,
pensar antes de decir y luego hacer lo dicho, ser molestos, no pactar con el
que impone, ni imponer al que acompaña, arrojar al fuego a quien, como Revilla,
es árbol sin raíz que no da frutos, para medrar él, se alimenta del resto y,
pues politeia y res publica son lo mismo, exigirle que desgrane los
frutos que alegue desde que no apoya -en voz alta al menos- a Franco y Girón, que
hable de algo tan oscuro, ¿delictivo?, como la masiva destrucción de industria sana,
ahora Sidenor, Sniace,…, el vacío rural, las vacas, la leche, lo del fibroyeso
o el Racing del -para él- genio Ali Syed, el derribo de la Diputación republicana,
“memoria histórica”, el “interruptus proyecto Moneo”, la deformidad,
hoy, del MUPAC, ¿por qué Santander?, los
millones (mal)gastado en la "universidad
de Comillas”, en Sodercán, en el Cantur de sus -más- gordos cachorros, el
frustrado regalo del “concurso eólico”
y el actual caos de los nuevos regalos sin evaluación ambiental estratégica, su
anómala, dolosa ignorancia cara sobre qué es el fracking, qué fue de polígonos
industriales como La Pasiega, del
transporte ferroviario, del PROT, el PSEC, cómo justifica el humillante
regalo de lo mejor del Paseo Pereda y el muelle a la familia… Botín, lo de las
ambulancias y la crueldad -para quienes no la reciben- de eso que dicen “ayuda a la dependencia”,..., que
explique lo que, aún hoy, opina de Girónº y qué coño ha hecho, en “su -alimenticia- etapa democrática”, además de nada y presumir del Cabárceno -que
decía delictivo- de Hormaechea, enchufar amigos en cargos creados ad hoc, usar -sin pagar- taxi, regalar anchoas
a gritos y vejarnos cada vez que aparece en televisión; tales son los frutos de
los que le culpo.