235
Los domingos cavilar
De
aquellos polvos,…
Fernando Merodio
04/09/2022
“Con esos polvos se fizieron estos lodos” (“Refranes que dicen las viejas tras el fuego” Íñigo López de Mendoza
y de la Vega. Marqués de Santillana. Siglo XIV)
“1. La Justicia emana del Pueblo
y se administra en nombre del Rey por Jueces y Magistrados integrantes del
poder judicial, independientes. (…) 3. El ejercicio de la potestad
jurisdiccional en todo tipo de procesos, juzgando y haciendo ejecutar lo
juzgado, corresponde exclusivamente a los Juzgados y tribunales (…).” (Título VI. Del Poder Judicial, artículo 117,
C.E.).
“Cabanillas del Campo, Guadalajara, ha suspendido, las licencias de macroproyectos
eólicos y solares, pues dicen estar viviendo ‘un ataque a nuestro modelo de
desarrollo municipal y tenemos que protegernos’” (eldiario.es. 01.09.2022)
En El País, 26.08.2022, ¿dónde, si no, podía ser?, un prestigioso
responsable del gabinete jurídico de lo que -con dolor para mí- aún dicen Comisiones Obreras, efectuaba -¿desde
Madrid?- una “progresista”, disolvente
valoración de la sentencia de los ERE andaluces, actuales lodos, intentando impulsar,
pienso, un nuevo, ominoso indulto para el delincuente, al decir, taxativo, que
estamos, “no solo ante la utilización
política de la justicia penal, sino también partidista”, uso que imputa ”objetivamente a la constante presión
mediática de la derecha” -¿hay medios de otra ideología?- sobre la
Justicia, opinión dura con la que alguien mayor pone su prestigio, desde un
interés de parte, contra los fundamentos del Estado de Derecho, el contrato
social y con argumentos -¿ajenos al juicio?- vulneradores del criterio de que, para
ser riguroso en Derecho, solo se deben valorar juicios en que se interviene y,
por ello, se conocen, sosteniendo algo tan alarmante como que la sentencia del
alto Tribunal, el TS -¿es delito?- “responde
objetivamente” a una influencia, además de política, partidista de la
derecha y sus medios de comunicación,
siendo que, en la endogámica Sevilla, todo el mundo sabía -y callaba- muy graves
datos sobre despilfarros millonarios y actuaciones mafiosas -prostitución,
cubatas, rallitas de coca,… con el dinero de todos-, datos que, es lógico,
conocían las cúpulas partidistas, funcionarios, sindicatos, compañías de
seguros, notarios, cajas de ahorro, medios de comunicación, abogados, bebíedores
de bar, rodeado todo ello de una ominosa “omertá”,
pese a lo cual es difícil -y no lo haré- opinar sobre una sentencia cuyos -graves-
hechos y, con ellos, fundamentos de Derecho desconozco con el detalle que
exigiría una valoración seria.
Es habitual la frase-advertencia
“De aquellos polvos, estos lodos”, para
constatar que lo que hoy ocurre –evidenciado por la PSOE- acostumbra ser efecto
de algo hecho -o que se está haciendo- y
obliga, al recordarlo, a cavilar sobre las secuelas para todos de lo hecho, viejos
polvos que intentaré comparar, desde mi personal experiencia en casos de aquí,
próximos, que hoy son lodo y deterioran el terreno en que jugamos y, a unos y
otros, interesa embarrar aún más, siendo buena prueba de ello los últimos
ochenta y primeros noventa del siglo XX, estertor del crecimiento, el tercer
ensanche urbano del ayuntamiento/municipio/pueblo de Laredo, Cantabria, en que
un concejal comunista, ebanista-carpintero, Felipe Revuelta González se fijó,
al tiempo que vendía, siempre didáctico, hatos del “Mundo Obrero” que llevaba bajo el brazo, la tarea política y ética de
oponerse a la corrupción de la apisonadora que, tras sus titubeantes inicios apoyado
en las muletas del anticomunista dinero de CIA y la oscura socialdemocracia de
Willy Brandt, pasados diez años, eran ya evidente muestra de lo que entonces -y
hoy- es el lodo mercantil de la PSOE, hundida hace 30 años -como hoy en las
finanzas y la energía- en el ladrillo, del que se lucraba con la insostenible destrucción
del territorio, siendo aquí cerca ejemplo la turbia urbanización del ecológico/arenoso/playero
“Puntal” de Laredo.
Fue una sucia -y muy lucrativa-
tarea que, con celo -y provecho para él y su partido- desde 1983, desarrolló el
alcalde López Revuelta, conocido como J. R. tras regresar, con una mano delante
y la otra detrás, de la emigración en Francia, ganando en 1987 y repitiendo con
mayoría absoluta en 1991 la alcaldía, junto a Raúl Nates, Proinasa, su constructor de cámara, una etapa abruptamente cerrada
en 1994 por la sentencia del TS que, junto a más concejales de la PSOE, le inhabilitó
6 años y un día como político, sentencia del admirable Enrique Ruiz Vadillo que,
poco antes, había condenado por prevaricación política al corrupto alcalde del
PP de Burgos y, frente al -mal- criterio de la sala penal del TSJC y, en el TS,
de los magistrados Martín Canivel y el peronista argentino Bacigalupo, revocó la
absolución por la sala que presidió Claudio Movilla y de la que fue fiscal jefe
su cuñado, Lucio Valcarce, quien, además de defender la inocencia de los
querellados, en las sesiones públicas -abarrotadas y grabadas por la PSOE en
pleno- calificó -y, siempre, El Delirio
Montañés tituló-, para satisfacción de la clá, como “torturadores morales” a los querellantes… por denunciar la
corrupción.
A partir de ello, todo fue vicio
de un cúmulo de indignidades jurídicas, políticas, sociales,… hacia el pudridero
a que nos han arrojado, entre las que destaca el ominoso actuar de Felipe
González, sabido trilero sevillano apoyado en Prisa, Filesa, los GAL,… y liberado
en diversos juicios, en los que participó Bacigalupo, indultando, pese a la
oposición del querellante, que indultó al forajido alcalde sin, por ocultas
razones, hacerlo con los concejales, ¿quizás no amenazaron o no sabían tanto?, que
sufrieron, impávidos, tan arbitraria ignominia sin decir ni pío, un indulto que
fue inicio de firmes (des)encuentros entre el beneficiado y quienes, para
callarle, le favorecieron, destacando el chusco episodio de que un hijo suyo,
¿convicción monárquica?, llegara a ser, como su prevaricador padre, conflictivo
regidor de Laredo con la PSOE.
Aliviaría aquellos tiempos de
plomo aclarar el sombrío episodio en que, tras la condena por prevaricación, el
mismo concejal comunista, Felipe Revuelta denunciara en el TSJC, con fehacientes
certificados registrales, el -más que- indicio penal de que Guadalupe Eufemia
de la Visitación Pascual, sin patrimonio sabido, de profesión sus labores,
esposa de J.R. y madre del que años más tarde también sería indigno alcalde de
Laredo, López Visitación, tuviera registrados locales, trasteros, garajes,… -millones,
entonces, de pesetas- en edificios de dudosa legalidad y distintos promotores, como
ocurría, en incluso mayor cuantía e inmuebles, con Raúl Nates como titular,
testaferro se decía entonces de la PSOE, algo que ni TSJC ni fiscalía quisieron
investigar y, pues como otras verdades, no se investigara nunca, lo dejo dicho para
que se sepa.
Siendo lo de J.R. sucio avance de
lo de ahora, admito que hay en ello momentos y hechos de bella justicia poética
que sirven para animar a los -pocos- que luchan como el comunista que un año,
hace más de 30, fue el militante del admirable PCE que más Mundo Obrero vendió en España y, por ello, premiado con un viaje a
la inestable URSS, momentos y hechos que, tras el castigo al delincuente, ayudan
a que lo irritante impuesto no sea tan insufrible y empujan a pelear por lo que
a cada cual le pida el -hoy bajo- nivel de implicación personal; elijo tres hechos/momentos
que -a mí al menos- animan cuando los “progresistas”
tienen con su jefe de planta obsesionado con el género o con -vaya a saber qué
es- la “clase media/trabajadora” y
los “conservadores” no ofrecen nada
que merezca ser conservado, en el sinvivir diario que ambos generan con útiles pandemias,
reiteradas guerras y criminal olvido de la emergencia climática, que agravan
con el insostenible “gas natural” de
otros sátrapas, orgullo del espantajo Sánchez: 1) la (mal)gastada pirotecnia con
que una noche de 1994 la PSOE celebró el -falso- anuncio de absolución, no
condena de J.R. por el T.S., 2) la elección, cual Cid Campeador, del comunista
como concejal, el día después de haber perdido su batalla contra el cáncer y 3)
el simbolismo de que, hoy conocidos -y repudiados- J.R., sus cómplices,
herederos de abusos punibles y los que lo indultaron, la plaza que bordea el emblemático
puerto pesquero de Laredo lleve el nombre de Felipe Revuelta; repito, aquellos polvos
trajeron estos lodos…y cierta justicia poética.
No hay comentarios:
Publicar un comentario