domingo, 14 de junio de 2020

109 Los domingos, cavilar Covilación 23 De un tarambana peligroso Fernando Merodio 14/06/2020

109 Los domingos, cavilar 

Covilación 23 

De un tarambana peligroso 

Fernando Merodio 
14/06/2020

"Pablo Iglesias es un tarambana que no tiene ni media bofetada teórica y, sin embargo, tiene un puesto con el que puede abrir y cerrar el grifo". (Fernando Savater). 

"Un asesino machista nunca puede ser un buen padre y nunca puede tener derecho a la patria potestad" (Pablo Iglesias, defensa del anteproyecto de Ley de protección a la infancia). 

El filósofo Fernando Savater reedita el libro "Tauroética" y en una rica -al menos para mí, tan ajeno a las corridas como al animalismo- entrevista califica al vicepresidente segundo del gobierno, Pablo Iglesias, con un adjetivo seco, sonoro, "tarambana", al tiempo que avisa, didáctico y útil, de los dañinos fueros que, por -ilógico arbitrio de- la profesión política hoy, conlleva su actual -alarmante vicisitud- canonjía. 

Savater valúa en aquella entrevista la cita de otro filósofo, José Luis Pardo, sobre lo (i)lógico del animalismo: "La animalidad es inquietante. Uno de los remedios más extendidos contra la inquietud es la asimilación, conceder derechos a los animales, es decir, no dejarlos ser lo que son"; por no entender bien a los otros animales -¿mala conciencia?- se les conceden absurdos derechos -hay incluso abrigos para perros- que los desnaturalizan al humanizarlos; daño que causa quien, bárbaro, trata al animal como una persona o, en otro nivel, sobreprotege, como inferiores, a otros humanos. 

EL ROTO 11/06/2020

Sé que Savater es riguroso al expresarse y acudo al diccionario de la RAE para precisar los significados del adjetivo y/o sustantivo, tarambana, empleado para definir a quien, en líquida época de caos sistémico, pretende traernos a España las groseras ensoñaciones populistas de Evita Perón, y encuentro tres, que, claros, definen bien al sujeto político que califica el filósofo: 1. Persona alocada, de poco juicio, 2. Tarabilla, para cerrar puertas y ventanas y 3. Trozo de tabla que se pone al ganado en una pata para que no se aleje; un adjetivo y dos sustantivos. 

Iglesias, en el alto empleo que hoy ocupa se muestra, es cierto, alocado, de poco juicio, en modo coloquial "pisacharcos" insistente, cuya flojera "teórica" -Savater dixit- le lleva a buscar titulares de brocha gorda que impacten aunque digan nada, lo que -al parecer, cree- convendría a la imagen que de él -cree también- se tiene; buen ejemplo de ello es su rotundo aserto parlamentario con intención global en -supuesta, viscosa- defensa de la infancia que, literal, cito arriba de que un asesino -que, además, sea "machista"- no podrá tener "nunca" derecho a ejercer la patria potestad, algo que apunta en dos sentidos, el primero, el del arbitrio totalitario, creer que la posibilidad -no potestad/potestas- ejecutiva de "abrir y cerrar el grifo", le permite robar facultades a quienes, acaso, en el futuro legislen una mayor "protección de la infancia" y a los que, aun más tarde, juzguen hechos en base a lo que -acaso- se legisle y la segunda, la del malicioso, que -al añadir "machista" al adjetivo asesino- parece decir que, si el criminal fuera "feminista", sí podría disfrutar de "matria" potestad sobre sus hijos. 

Previo a los significados 2 y 3, un instante en la convulsión que -aquí hoy- rodea el loable intento de mejorar la "protección de la infancia", torbellino tan expuesto como el generado -y aún vivo- por esa "violencia de género" que priva al hombre, sin razón jurídica, de la constitucional igualdad ante la Ley frente a la mujer, menos indefensa que el niño, desigualdad que llega a aniquilar la esencial regla de la presunción de inocencia; la acción política para proteger a la infancia en relaciones tan humanas como las paterno/materno-filiales, debe ser tratada con pincel fino que dibuje matices, no con brocha gruesa plana que emborrona materiales que el tarambana usa en política, hábito, el de la brocha gorda, que hace que alguien -tan poco sospechoso- como Raúl del Pozo cite a alguien que dice que Iglesias y sus cuates, en vez de (pre)ocuparse creando y repartiendo trabajo, informando que la escasez -ya estructural, pues somos muchos- exige austeridad en todos, bajar el nivel al que vive -por encima de la media- en especial -muy- arriba, ocupar la vivienda lógica en tal igualdad austera, sin piscina individual llena de agua, un bien escaso, no usar con "family old style", 3 bebés y servicio, mucho más territorio del que nos toca,..., acabar con la "casta", alta burguesía pura y dura que demuele la filosofía del -ruinoso- "Welfare State" y, emula de Evita Perón, pretende ocultarlo tras la humillante útil "sopa boba del Ingreso Mínimo Vital". 

En nuestra sociedad, dice Savater, "se han sustituido los grandes temas", que tocan a la mayoría, por otros menores, casi todos ficticios, "que se identifican con grupos de presión pequeños y ruidosos", fuerzas electorales que, gráfico, llama "progresismo de calderilla", aciago, asentado en pactos apañados con quien y sobre lo que sea, que hace mal lo poco que hace y no roza, ni siquiera menciona las dañinas formas del poder real; pequeñas identidades de todo tipo que quieren imponer su interés de parte al del resto, trama egoísta que daña lo que Rousseau llamó "voluntad general", a lo que es aplicable la idea del historiador británico Robert Conquest de que "todo el mundo es de derechas en los asuntos de los que de veras entiende"; como aquí pasa. 

EL ROTO 13/06/2020

"Tarambana" como tarabilla para cerrar puertas y ventanas o trozo de tabla que se pone al ganado en una pata para que no se aleje es sustantivo que define a Iglesias mejor que adjetivarlo "persona alocada, de poco juicio", explica, exacto, su ansia de limitar -evitar si puede- movimientos del resto que no controle él, imponer -salvo al poder real- sus totalitarias normas; todo ello evidente a partir del momento en que, hace ya meses, Paco Guarido, único alcalde de IU en una capital de provincia, pacífico amigo de la "credibilidad" -¿quién la da?- decía que "Podemos -o sea, el tarambana- ha pasado de ir contra la casta a arrodillarse por tener ministerios"... con sueldos. 

Tres ejemplos rápidos en lo sociopolítico, las relaciones humanas y la urgente lucha contra el mal encarnado en -la excesiva acumulación ilícita de- el capital, el primero es ver cómo, tras entrar en la política -bien- asalariada, el aficionado a las tarabillas volcó sus esfuerzos en secar -sustituidos por aquellos "círculos", ceros a la izquierda, que gritaban "podemos"- los enérgicos -inquietantes para el negro poder- movimientos sociales de hace varios años: 15-M, Rodea el Congreso, Ocupa el Congreso, Marchas por la Libertad,..., el segundo, otra vez me mojo, verlo como elefante en cacharrería, lo mismo que hizo -y hace- con al feminismo totalitario que priva de constitucionales derechos al hombre, al tratar hoy a gordos brochazos una cuestión tan seria como es la defensa de la infancia incluyendo la denuncia pública -peligrosa, nazi, que implica a menores- de la mera "sospecha" de un -indefinido- maltrato, nuevo riesgo de "caza de brujas", pues le parecen poco los artículos 259 LECr y 450 Código penal que obligan ya a denunciar pues, siendo odioso lo que, como otros, sufrió James Rhodes, hoy parece improbable que pueda ocurrir algo tan inhumano como lo que el pianista relata al apoyar la nueva ley, que "la profesora que me encontró con sangre derramándose por mis piernas e histérico después de que me violaran de niño", no hiciera nada y no delinquiera, es cosa de humanidad, educación, cultura,.., no solo de más represión legal, y el tercero, de hoy, atañe al núcleo duro de mi pauta de vida, sin talonario ni tarjeta -que no sea de identidad, de la sanidad o el transporte público- para llegar hasta aquí, cuando la PSOE, socia de Evita, trae una proposición no de ley para “la eliminación gradual del pago en efectivo con el horizonte de su desaparición definitiva”, o sea, posibilitar que el peor capital, la usura, el banco sepa -y se lo cuente a ellos- si compramos un paquete de pipas o, aun más peligroso, un libro… y qué libro; creo no excederme ni un pelo si digo que todo ello -anunciado por Orwell- es seria amenaza totalitaria; incluso, si lo vieran preciso, nazi. 

Repito, me acojo al magisterio del filósofo -con el que, nadie dude, no coincido en todo- y acabo diciendo que Iglesias es un "tarambana" que, totalitario, no la izquierda real, tiene hoy la –insana increíble- prebenda de abrir y cerrar el grifo al resto.

EL ROTO 14/06/2020

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