domingo, 8 de diciembre de 2019

82 Los domingos, cavilar La Plataforma y el clima Fernando Merodio 08-12-2019

82 Los domingos, cavilar 
La Plataforma y el clima 
Fernando Merodio 
08-12-2019 

"La pobreza, la soledad o el trabajo no me asustan. Es el viento" (Dorothy Scarborough, 1923. "El viento")

"Despedazado muere el cuerpo y el alma tímida ya pierde pie cuando llega la negra crecida" (D.H. Lawrence "El barco de la muerte")

"Levantadme para que muera de pié y no tumbado como una vaca" (Epitafio de Siward el danés. s. XI. Introducción de "Llega la negra crecida". Margaret Drabble) 

Un significado de la palabra "Plataforma", del francés, plate-forme, remite a un plano superior horizontal que, elevado sobre el suelo, sirve de soporte a personas o cosas. 

Anuladas las vitales organizaciones sociopolíticas de clase -y las propias clases-, con los partidos suplidos por egoístas empresas familiares, los sindicatos -que se reúnen con delincuentes en la cárcel y, torpes, convocan huelga de ferrocarriles en el puente de los días más simbólicos de la lucha contra el cambio climático- venidos a inanes burocracias indolentes, las juntas vecinales y concejos abiertos asolados por la administración municipal, regional y estatal y las organizaciones no gubernamentales convertidas a aljibes subvencionados por el poder económico y político, hay que sustituir a todas ellas por instrumentos leales que vivan los problemas concretos, que es en lo que está la Plataforma para la Defensa de los Valles del Sur, pequeña asociación nacida en Arcera, sin un euro de subvención que, desde hace diez años intenta, como sus abuelos, mantener vivo y bello su territorio, las montañas escenario del fin de las guerras cántabras y su arte románico, patrimonio de la humanidad, su potencial valor para una sostenible actividad ganadera, agrícola, industrial, cultural, turística,..., intenta que sus familias no sufran la zozobra del injusto abuso del capital; sus socios, políticos no adscritos, aman lo eco/lógico, el medio ambiente,..., y, puesto que en España no hay gobierno ni oposición y en Cantabria, como vemos, la corrupción inepta asfixia una sociedad anestesiada por nuevos/viejos populismos que contempla inerte cómo el capital teje dañinos negocios, ahora el cervantino nocivo de molinos gigantes con lo que se apropian del territorio. 

Hace diez años denunciaba la PAC, perversión latente, realidad política de racionar mal el dinero de todos y, por no controlar, dañar el territorio con explotaciones indebidas, luchaba contra el malicioso abuso de ayuntamientos que anulan los Concejos Abiertos, feraz semilla de real democracia, la atrocidad del fracking, que PSOE y PNV, los dos igual de "progresistas", quieren impulsar en Álava, territorio de la "nación vasca", fracking contra el que hace años, pagándose el viaje, informaron en Bruselas, aún sin respuesta, ahora es el atropello eólico,…, la cobardía general frente al abuso. Quien tenga de tiempo y voluntad política puede leer el último "alegato" de la Plataforma, referido a sus razones para oponerse a un parque eólico salvaje. 

La generación eólica industrial concentrada no es, diga lo que diga su publicidad, “energía verde” y, aun siendo menos aparatosa, es tan dañina como el fracking, siendo incierto que haga crecer empleo, tecnología, calidad de vida,…, siendo la verdad que posibilita que el capital 1) se apropie y dañe parte importante del territorio comunal, 2) deprecie el resto hasta un 50%, 3) provoque caídas en los ingresos de las entidades locales menores y 4) perjudique la capacidad de acogida laboral, social, turística,...; predomina en ello su carácter de egoísta actividad de los grandes trusts que les posibilita vender -muy cara y lejos- la energía eléctrica que generan sus elefantiásicas estructuras industriales, a las que la Plataforma se opone pues no son “granjas” o “parques” como, tratan de engañarnos; es ejemplo, gráfica muestra del fraude el trampantojo con que, cínica, lo describe en su anuncio Gas Natural/Naturgy. 


Hemos llegado a tal situación que es necesario exigir que los políticos, cada día más alejados de la sociedad y sus necesidades, se limiten a hacer, sea el que sea, su trabajo y los empresarios, separados, el suyo, pues “al cruzar la raya aparece la corrupción” que aquí ahora se muestra sistémica en los trámites administrativos que regalan al capital 1) una abusiva apropiación del territorio, 2) el uso privativo de lo común y 3) imposibilitar el desarrollo de los usos tradicionales y lógicos, que chocan con sus ilegales infraestructuras, funestas para calidad de vida y medio ambiente, por lo que hay que acabar con oscuros procedimientos superpuestos, toscos e ilegales, ajenos a la eficacia y el interés general, sumisos al poder no electo, con el doloso fin de que, con sus trastos, el capital se adueñe del territorio y arruine su uso eco-lógico. 

Derribado hace años por sentencia un abusivo -y pactado- "concurso", frenado el atropello de sus 1.400 Mw, ahora vuelven a ignorar el Convenio Europeo del Paisaje, a pretender la rotura de una consolidada conectividad ecológica y dañar el alto valor ambiental de nuestros valles al pretender implantar sus mamotretos sin realizar una Evaluación Ambiental Estratégica que intentan sustituir por una inane medición parque a parque del brutal impacto sinérgico,…, evidencia de que ni con su laxa ley ad hoc Martín, Revilla y la PSOE son capaces de tramitar legalmente un solo aerogenerador. 

Los hechos demuestran que, por débil que parezca quien lucha, si se enfrenta al poder que aparenta ser omnímodo y se hace con dignidad, rigor y constancia, no debe sorprender ganarle,..., sea contra la corrupta PAC, el siniestro fracking, el destrozo eólico,…, por lo que con tal convicción deben rechazarse sus nocivas estructuras, además de por ilegales, 1) por su falso disfraz de “verdes”, sostenibles, 2) por el incontrolado poder que regalan a especuladores, multinacionales, bancos,... 3) porque sus ilógicos proyectos son caprichos impuestos sin información ni debate y 4) porque el frackng y la generación eólica exigen recursos no renovables que aniquilan la vida en el territorio y colaboran a incrementar el calentamiento global. 

Primera coda, urgente. Greta Thunberg, notable -pese al afán del poder en falsear cómo es- niña sueca a la que el pasado 3 de marzo dedicaba mi Cavilación 41, que doy por reproducida, está en Madrid con la misma icónica y subversiva pancarta que ella dibujó, sola frente a la catástrofe, sentada en la escalinata -homenaje, sin duda involuntario, a la Odesa de "El acorazado Potemkin"- del parlamento sueco, "Skolstrejk for Klimatef", "Huelga escolar por el clima" y su inteligente y revolucionario comentario de entonces, "si las soluciones dentro del sistema son tan imposibles de encontrar, tal vez deberíamos cambiar el sistema (...)"; radical cambio del sistema, solución que hoy, así de dramática es la situación, se evidencia única. 

Ha venido, ejemplo de coherencia para los que solo hablan, viajando -no haciendo turismo- en los medios de transporte menos contaminantes y dejando, otra vez revolucionaria, ante más de 400 periodistas -que siempre sirven a alguien- una frase pesimista, optimismo que piensa: "Llevamos con la huelga un año y, básicamente, no ha pasado nada", además de la denuncia de que "los líderes -políticos y económicos- mundiales nos están traicionando"; dos constataciones rotundas y ciertas que, además de lo de "cambiar el sistema", no debe olvidar quien se quiera tomar la cosa en serio. 

Segunda coda, científica. Son constantes las referencias de Greta al saber de la ciencia, algo evidente que, por otra parte, debe ser puesto en un prudente stand by, pues la ciencia es cosa de científicos, seres humanos sometidos a tentaciones y cobas del poder y, por ello, puede producir situaciones como que quien en un foro científico "quitó cierto calor" al cambio climático al hacerlo coincidir con otras causas globales, ciertas, sea el mismo que, con un informe acientífico -junto a algún "ecologista" subvencionado- validó para políticos y empresas los 1400 Mw de nuestro ilegal "concurso eólico"; así que prudencia, no vaya a ser que la "ciencia" trate de legitimar que la información de "El País" lleve una faldilla superior de Iberdrola como salvador.

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