Lo cotidiano.71
Palabras y violencia
Fernando
Merodio
27/09/2024
Erri de Luca, poco menos viejo que yo, es,
además y antes de gran escritor, gran hombre (que me perdonen los -y las-
pijo-progres parásitos de Begoña y Sánchez) que participó joven en la violencia
de aquella Lotta continua italiana,
entonces filmada, “12 Dicembre”, por
el genio Pasolini, experimentó mil tareas de la vida hasta ser alcanzado por la
fama como novelista, poeta y -buen-, periodista, vigor que puso al servicio de,
entre otras, la justa causa de defender el territorio de todos frente al
destrozo del val di Susa por un ilógico tren de alta (¿) velocidad, TAV que tanto gusta a necios como Revilla
y, en aquel caso, además de destruir el territorio y alterar las aguas profundas,
esparcía amianto y uranio al remover el terreno, lo que le obligó a difundir en
2013 que “(…) el TAV ha de ser saboteado.
Para eso sirven las cizallas: muy útiles para cortar verjas. Nada de terrorismo
(…) explicar que son obras nocivas e inútiles (…) y pues las mesas de
negociación del gobierno han fracasado, los intentos de mediación han
fracasado: el sabotaje es la única alternativa (…)”, siendo acusado -imaginen
lo que aquí hoy harían los “progresistas”
y los que “suman”… solo dinero en sus bolsillos- de no sé qué delito, ¿terrorismo,
acaso?, siendo, al final, absuelto para probar, en especial, cómo se ganan
juicios serios, notables y, para entenderlo, es bueno leer su corto libro y conocer
que, en las proximidades de Penagos, unos pocos serraban por la noche, ¿era
terrorismo?, el acero roscado que usaba el 1% para atar con zapatas de hormigón
al suelo de todos las agresivas torres, sin raíces, de la siniestra, inútil
línea a 400 kV Soto de Ribera-Penagos-Güeñes-Itxaso-… y las tétricas
subestaciones.
Siempre,
siempre la palabra
Erri de Luca usó, usa sus palabras de -con perdón-
hombre sabio, honrado y a ellas respondió, con represora violencia, la
-injusta- ley que cocina y gerencia el -injusto- sistema, al que hizo frente y
venció de forma limitada, pues no fue a la cárcel pero el TAV siguió adelante en su destrozo, lo que, felizmente, es muy distinto
a lo que en nuestro pequeño territorio revillesco ocurre ahora, donde/cuando la
insaciable codicia criminal del 1%, las moscas de siempre se enfrentan al -para
ellos, sus políticos de cámara y delirantes voceros- inaudito, sorpresivo freno
del mínimo, casi invisible grupo que -hasta hoy- solo con palabras y una mala ley ajena,
durante 15 años -y lo que queda- no les ha dejado implantar en nuestro
territorio comunal ni un solo molino gigante, teniendo boquiabiertos, alelados
a los ociosos inútiles iberdrolos galanes,
botines, valcarces, revillos, riberos,…
o los peperos medias, súcubos de Apia XXI, sin haber tenido -aún- que
utilizar las cizallas del Val di Susa o las sierras de Penagos.
Y El
Delirio está molesto con la Plataforma
Esto era antes,
¿y después del “pogreso”?
Sea cual sea la interpretación que le hayan dado -y le den- los malos cristianos, lo cierto es que “el Verbo se hizo carne y habita entre nosotros” y, siendo que tal Verbo es, en el Diccionario de la RAE, nada más y nada menos que palabras, “sonidos que expresan una idea”, resulta deseable que tal Verbo, tales palabras se asienten, con su potencia y honesta eficacia, entre nosotros y permitan a los “nadie”, a la “gens de rien”, a nosotros luchar con sabia fiereza frente al 1% de viscosas “moscas” que, en su “Canto General“ musicado por Mikis Theodorakis, poético denunció Pablo Neruda y, así, evitemos tener que convivir aún con herederos y siervos de tan molestos, odiosos, dañinos dípteros que, alimentados solo de sangre ajena, intentan convencernos de que el Verbo es nosequé dios que, pervertidor de las palabras, en noches de caimanes nos fuerza a abandonarlas y acudir a la violencia.
No debiéramos olvidar que, siempre, son solo unos pocos quienes frenan al canalla 1%
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