Lo cotidiano.42
Amnistiar
con normas europeas
Fernando
Merodio
10/03/2024
El 12 febrero 2015, hace 9 años, Mariano Rajoy, presidente
del Gobierno y el recién eclosionado ladino -taimado,
bellaco, pillo, astuto, sagaz, pícaro, bribón, pérfido, tramposo, zorro, entre
otras cosas- líder opositor, Sánchez
el Malo, escenificaban -éste hacía teatro- en La Moncloa la
firma de un pacto antiterrorista en el que la PP y la PSOE fijaban las medidas para
una lucha común, con el epígrafe “Acuerdo para afianzar la unidad
en defensa de las libertades y la lucha contra el terrorismo” era cuarto pacto
antiterrorista mayoritario desde 1978, falso consenso que, según Rajoy, ayudaría
"a hacer de España un país más
seguro y una sociedad más libre", y el otro lo presentaba como compromiso
de la PSOE con la unidad, ajeno a “toda consideración partidista", con su sola
oposición a una posible “prisión
permanente revisable”.
Días más tarde, 31
marzo 2015, publicaba el BOE la Ley Orgánica
2/2015, modificando la 10/1995, 23 noviembre,
Código Penal, en lo que afectaba al “delito
de terrorismo” de modo que, insisto en que impulsado por Rajoy y el
iniciático Sánchez, el nuevo artículo 573 lo definía -y define- como toda
actividad delictiva que intente “subvertir
el orden constitucional, o suprimir o desestabilizar gravemente el
funcionamiento de las instituciones políticas o las estructuras económicas o
sociales del Estado”, u “obligar a
los poderes públicos a realizar un acto
o a abstenerse de hacerlo”, o “alterar
gravemente la paz pública”,…, queriendo ello decir que el primer Sánchez el
Malo decía que esas y otras finalidades, insisto en que buscadas mediante “cualquier delito”, definían el -indefinible
ahora- “delito de terrorismo”, que cometía
quien, según Curzio Malaparte en “Técnicas
del golpe de Estado”, actuara, desde cualquier punto del espectro
ideológico, de modo similar a como se hizo en la farsa del 18 Brumario de Luis
Bonaparte o en la marcha fascista sobre Roma de Benito Mussolini, o sea, lo
que, desnortados egoístas y cobardes, hicieron quienes en la Cataluña de 2012, antes
y después del 20-O, acometieron lo que, en El
País -hoy “progresista comprensivo-
se describía certero en setiembre de 2022 como “desafío independentista que puso en vilo a toda España”, de modo
que todavía “sus efectos permanecen”,
todo lo cual, hoy, no es “terrorismo”
para aquel alevín de Sánchez el Malo, con desmedida ambición de presidir algo.
Así pues, aunque
viejos, previsibles constitucionalistas del “progreso”, Pérez Royo o Martín Pallín, venidos de no sé dónde, le exijan
en exaltados veredictos imprescindible, dañina enfermiza, “vis compulsiva” física, el “terrorismo”
que legislaron Rajoy y el alevín de Sánchez el Malo en 2015, aún vigente, es sin
duda, delito contra todos consistente en atacar al sistema constitucional, comunicaciones,
relaciones internacionales, instituciones que, alterando el orden público, altera
de modo global a la ciudadanía y es medio para desestabilizarla e imponer
cambios en la sociedad; así pues, define tal delito más la intención y efectos
que los medios utilizados para perpetrarlo ¡Es la dúctil, maleable imprecisión
de la -útil- Ley, estúpidos!
A partir de ello, en
lugar de cambiarla, la retrógrada, peligrosa alianza de perdedores que urden
Sánchez, la mercantil PSOE, Evita
Tocino que pierde hasta en su Galizia, el sinuoso Errejón, el tosco Urtasun,
Mónica García, punching ball de Diaz Ayuso, pitecántropo Puente, los pulidos de
Presidencia y Exteriores,… con -amigos de “lo
suyo”- PNV, Junts, Bildu, ERC, BNG,…,
que alardean de ignorar que todo el género humano es “la Internacional”, han decidido, pues es rápido, inseguro y útil
-en especial- para el héroe del maletero y el querido Pedro, no aceptar los
criterios que definen, lo llamen como lo llamen, un gravísimo delito que daña
al resto con desleal traición y estragos materiales y morales, decidiendo
olvidar lo que -otros tiempos, otras conveniencias- legislaron Rajoy y el Malo,
para acudir al lejano, ¡sí, lejano!, amparo de la Europa colonial, servil con
USA, bélica en grandes guerras por activa, pasiva y perifrástica, hoy
liberal/progresista,… y corrupta, muy corrupta.
"Mercantil/partido"
Da asco oír al relamido Bolaños felicitarse a sí mismo sin pudor porque tal indignidad “cierra una década de fracaso colectivo”, ¿sólo una década?, “marca historia, la mejor historia de España, (…), la historia de un gobierno valiente”, amagando con que “se va a convertir en un referente mundial”, o a Junts asegurar que lo siguiente, inmediato es el referéndum para su independencia, o a la fugada Rovira restregar al resto, a los derrotados, que “es un día para cantar victoria” o a los de ese destructivo popurrí de conveniencia que llaman “Sumar” decir, peligrosos ignorantes de cuál es la -histórica y real- función de la Justicia, que “los jueces han comprometido su imparcialidad por una obsesión vengativa”, o a Bildu, ¡y su muy reciente terror!, volviendo a aterrorizarnos al decir que “es un buen día”, o a Errejón, feliz por su mamandurria, gritando alborozado que “¡Hay legislatura y gobierno para rato!”; nos lo merecemos, seguro, nos hemos ganado a pulso que, como a los países que, crueles, colonizan sus Estados, nos mangonee, liberal hoy, Alemania, Von der Leyen, Europa.
Coda con una pregunta
clave.- ¿Cuál es el comportamiento institucional de Junts, ERC, PNV, Bildu,…
hoy y de que concordia pactada habla la PSOE para mañana? No sirven ni para
engañar.
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