sábado, 10 de febrero de 2024

Lo cotidiano. 38 Terror y calor de establo (Cuento eterno) Fernando Merodio 10/02/2024

Lo cotidiano. 38

Terror y calor de establo

 (Cuento eterno)

Fernando Merodio

10/02/2024

Calor de establo es sucia solución al terror que genera el egoísmo inculto y fue, creo, Nietzsche quien claro, escueto, gráfico dijo que era cómoda, medrosa y rentable imagen, de la que es prístino ejemplo el nacionalismo, a que nos lleva el miedo, postrer refugio, quizás única razón de alzadas alarmantes, pretensiones codiciosas, arriesgados desmanes, vergonzoso desecho, terminal resto de falta de ideas y opresiva presencia del rancio ayer propio.

Y no hay que dejarlo de lado, ni olvidarlo, sería peligroso, pues las egoístas exigencias de cada uno no son nunca, en sociopolítica, estación términi, sino una especie de parada técnica oportunista en el camino hacia otras metas aún más desleales e infames que, según los casos, sin casi otro límite que su fuerza, son paso hacia la crueldad extrema del racismo, tranco de los canallas, seres para los que lo extraño es peligro y, por ello, enemigo; Fernando Savater, sabedor práctico y teórico de los graves excesos del nacional egoísmo, hoy excluido del estable El País/Ser, asilo de escribidores, habladores asalariados, tertulianos, cortesanos,… explicaba que no hay mejor candidato a caer en el racismo que quien ignora estar predispuesto a serlo y que, para que tal caída se produzca, basta que se den míseros eventos de conveniencia, siendo ello (sin)razón de que el mundo viva lo que están viviendo Europa, Asia, África, América y Oceanía o que aquí mismo tengamos que soportar los mugidos del establo molesto y peligroso, de catalanes, vascos,… y españoles.

El Roto 07.12.2023

Hay cientos de ejemplos

Gerry Adams, Sinn Fein, rama política del -que dicen- Ejército Republicano Irlandés (IRA), al que finge emular Otegi, alentaba, en un oportun(ist)a diálogo en -siempre- El País, hace casi 20 años, la aplicación irreflexiva y mecánica de “lo suyo” a “lo de Euskadi”, los mismos o similares medios de generar terror y negociar usados en Irlanda, teniendo en cuenta que, “si se habla de autodeterminación, la idea de resolver un conflicto con la  derrota del otro bando no funciona” y que, en Irlanda del Norte, “debido al carácter militar de la situación, hemos tenido el desarrollo de una política de fuerza física que es -¡uf!- “progresista”, pero se apoya en un brazo armado, no en la masa popular”, así que, “si algo hemos logrado, es, en cierto modo, dar la vuelta a la situación y ahora tener algo parecido a un movimiento de masas”, para concluir explicando que en lo suyo -e, igual, en lo vasco- tanto el terror violento como ese “algo parecido a un movimiento de masas”, no es sueño nacionalista de expulsar a los británicos -o a los maketos-, sino reacción ante “las injusticias palpables con que se encuentran los católicos”, ¡ay los curas!, semilla del “pacto ideológico con el republicanismo”, Gerry, pudoroso, no dice nacionalismo, siendo que aquí, por el delirio de Nación y Pueblo”, las “injusticias palpables” de su terror las sufrió el resto.

Pretende Adams acercar ”pueblo” y “Pueblo”, terreno en que hace parte de su esfuerzo filosófico Giorgio Agamben denunciando la ambigüedad semántica y abisal antítesis entre “Pueblo”, cuerpo político integral, y “pueblo”, troceado de menesterosos excluidos que lo integran y Marx identificaba perfectamente con el concepto de clases en lucha, guerra divisora intestina que solo concluirá en una sociedad sin clases en la que, como dice Agamben, “Pueblo y pueblo coincidan y no haya ya, propiamente, pueblo alguno”.

Al afirmar que “el poder no tiene otra forma de legitimarse que la situación de peligro grave a la que apela en todas partes siempre y que, al tiempo, se esfuerza en producir en secreto”, el filósofo italiano abre nuevos caminos al decir que “uno puede envolverse en la bandera y lograr apoyos con el discurso de los intereses patrióticos. Tener un enemigo -un hombre del saco- tiene su utilidad política”, pues no puede ser más evidente que, a quienes detentan el poder o aspiran a detentarlo (para ejercerlo en la forma más grosera), les conviene la apariencia de esa situación de riesgo grave permanente, por lo que, si no existe, se crea.

Gran Arquitecto “progresista” y su “ley mordaza

Volvamos al Savater expulsado de El País por los cortesanos, al independentismo y al actual campesinado con ruedas y veamos las diferencias: los campesinos, con menesterosos y excluidos, motivos socioeconómicos múltiples, lucha de clases, no matan ni dan golpes de Estado, mientras el egoísmo independentista con una situación socioeconómica inmerecida y por causas difíciles de explicar desde la razón humana golpean al Estado y han causado casi mil muertos con riesgo de más, solo para separarse y machacar al resto, hoy vueltos al cínico pudor, mañana, mucho cuidado,… veremos.

Coda para oprimidos.- “La tradición de los oprimidos enseña que el estado de excepción en que vivimos es la regla. Debemos llegar a un concepto de historia que se corresponda con este hecho“, escribió, marxista, Walter Benjamin, Repsol, Josu Jon Imaz quiere el agua de Alsa, el ayuntamiento de San Miguel de Aguayo, pordiosero, uno de los más ricos de España, está de acuerdo, solo la Plataforma se opuso el martes pasado ante la CHC y, por ello, el miércoles, Media, consejero falaz, mentía de nuevo: “La ampliación de la central de Aguayo solo está pendiente del apoyo del Ministerio”.  Generar tal terror, ¿será terrorismo?

Embalse de Alsa, agua, escasa, represada y a la derecha, abajo, la central -ahora- de Repsol

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