jueves, 1 de febrero de 2024

Lo cotidiano. 37 ¡Pásalo! (Viejo cuento actual) Fernando Merodio 01/02/2024

Lo cotidiano. 37

¡Pásalo!

(Viejo cuento actual)

Fernando Merodio

01/02/2024

Gilles Deleuze publicaba el 18 de febrero de 1977 en Le Monde un texto incorrecto, El judío rico, para explicar cómo, a través de una inane acusación de antisemitismo, se intentaba prohibir -se prohibía de hecho- el bello film de Daniel Schmid, L’Ombre des anges (La sombra de los ángeles) y, peor, se destruía su espíritu, explicando el filósofo que, “por muy actual y poderoso que sea en muchos países, el viejo fascismo ya no es problema en este tiempo”, pues “se está instalando un neofascismo respecto al que el antiguo será solo una forma folklórica”; siendo el nuevo la “organización coordinada de pequeños miedos y angustias provocadas por microfascistas que sofocan el menor gesto, la menor cosa o palabra discordante en nuestras calles, en nuestros barrios (...)”; un peligro “mucho más refinado, más oculto” que el viejo, riesgo basado en la limitación que impone el miedo a no se sabe muy bien qué, cuyos mecanismos explica el Nobel nigeriano Wole Soyinka que, en 2004 y en cinco charlas reunidas bajo el título Clima de miedo señala como pilares de éste, de un lado la humillación, verdugo de la dignidad que es dique a la amenaza y el horror, y de otro la seducción que sobre los necios ejerce el “puro poder”, la “sonrisa íntima de la satisfacción”, tan sabida, del que, con su mirada, dice: “Os tengo en mi poder y voy a decidir vuestra suerte”, gesto amenazante que, desde que jugaban en el patio del colegio, persigue a algunos.

Mensaje convincente  -  El Roto 31.01.2024

Humillación, falta de dignidad nuestra y ansia de poder del otro son causas del miedo y origen de la etérea unión líquida, casi metafísica, entre quien paga y el votado, o sea quien cobra y, además, con quien vota, forma de lo que, viscoso y maleable, dicen política, propiedad privada de una casta “sin habilidad laboral, ni saber específico o maestría valorable en el mercado, que no sea parasitar (...) y hace de su (in)actividad “fuente de vida y perenne privilegio”, cada día  más evidente y cierto, así que a aquel que, con dieciséis años ajenos a miedos extraños, dejaba el bovino calor próximo de su familiar establo, creencias venales, premios y suplía tan plácido opiáceo por algo que creyó -¡más fe!- libre, descubrió, tras años, muchos, en tal creencia, que todo era más difícil y optó por blindarse en lo raro para que le dejaran, más o menos, en paz al tiempo que sustituía certezas “que se fueron quedando entre las hojas gastadas de los libros, para acabar fatigándose en vivir mientras estuviera vivo, sabiendo que lo tendría que hacer casi sólo, pues lo que dicen izquierda o, ¡qué risa!, “progresismo” es invento, monstruo, postrer legado del viejo fascismo, todo ello muy bien explicado en la exacta viñeta de El Roto, otra, “La experiencia sirve para variar de errores”.

Hace años, muchos, una joven amiga me enviaba un panfleto y una nota: “Para que te diviertas”. El título del paquín era patoso, “La sombra de Aznar presenta”, el subtítulo económico, “¡Proyecto 80%!”, el autor ignoto, el tufo “progresista”, ¡uf! ya entonces moderno, la consigna, por fácil, idiota, útil aun para alguno: “El espíritu del NO A LA GUERRA, ahora en las urnas”. No -solo- daba risa, en especial entristecía y me hizo -y hace- preguntarme, ¿tan bobos les parecemos? No exagero, son el nuevo fascismo, los listos que amedrentan para que el ilota vocee: “¡Pásalo!”. Sólo es nuestro voto, ¡llegar al 80%!, derrotar a “la derecha” y que la PSOE se perpetúe en la poltrona (ahora junto a Junts, Bildu, PNV, ERC, BNG, Úrsula von der Layden, los de Davos, los Iberdrolos, Evita Tocino, sus rémoras cada día mejor vestidas,…, todos “progresistas”), tomé nota, fue lección, ¡me llamaban idiota!, igual que con lo de la guerra y el “Prestige” ahora, en caída libre, con lo de los pélets o, último invento, la extrema derecha,…; no saben con Spinoza y su “Tractatus politicus” (6/4) que paz no es “carencia de guerra; es virtud de la fortaleza de ánimo” y de no ser así, servidumbre, humillación, miedo, ellos; tras aquello, vino Sánchez el Malo y de tanto bajarse los pantalones, me ha enseñado el culo y he visto que, cosa del botox, no lo tiene tan terso como el rostro, sino flácido por los lados y dilatado, muy dilatado en el centro.

Imagen de “progresista” en pleno acto de pactar

 Botín, ¡nombre ejemplar!, hombre o mujer, gana, gana, gana, gana,... cada día más, sin que a nadie importen ni el cómo, ni el cuánto, ni si roba o engaña, así nos adoctrinan en portada, el rico es necesario, “infunde confianza”, parados y hambre no importan, migrantes o palestinos, menos, ¡nos son tan lejanos!, son cifras -un poco- molestas, parlotea el papagayo, no habla de proyectos ni de ideas, alardea de talante, pacta, pacta, pacta,...; no valora el mérito, ni demanda esfuerzo, solo quiere votos. Se dice cultura, inspiración, creación, progresismo y es forzada sonrisa que cada día agrian más sus socios, accidental zigzag en su petulante balanceo que, evidente, anuncia un serio batacazo de él y sus serviles parásitos, mienten, mienten, mienten,...; son los que, certero, desnudaba el filósofo, los que “ni siquiera recuerdan donde han dejado la ética” y, pues me sé -muy- limitado, regreso a Deleuze y Foucault, al análisis de la oscura crueldad del poder, cuya mecánica, “en vez de represión o ideología, configura el concepto de normalización y de disciplina”, veo claro que sin renunciar a la “ley mordaza”, se refugian en los medios, prensa, televisión, radio,…, se entregan al dinero, que “infunde confianza y al peligroso fascismo que, en realidad, solo es nuestro miedo. Parece excesivo, pero es real, ¡Pásalo!, no pienses, actúa como si se tratara del no a la guerra, el “Prestige”, los pélets, Vox,…

Coda para pactistas.- Cataluña son catalanes, mentiras, mal paño muy caro, el caos de la vivienda, el fraude del Barca, la sequía,… Pujol, Puigdemont, Junqueras, Rufián, Illa,… Tabarra

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