Lo cotidiano.7
Progresismo de retaguardia
Fernando Merodio
14/07/2023
Es cierto, milité en él, ayudé al clandestino PCE vivo Franco, me fatigué con
riesgo para “el Partido”, conocí su “Manifiesto-Programa“ y -algo- sus hechos,
pero, pese al pasmo, cariño y admiración que me causan los más altruistas “camaradas” próximos, es la preposición “para” la que define mi vínculo con tan irremplazable
organización y aclara que nunca fui hombre del “aparato” y que mi lealtad más sólida era -y es- hacia las ideas,
escritos y hechos de Marx y Lenin
Para el marxismo-leninismo, el partido es la vanguardia,
la punta de lanza del trabajo, minoría avanzada organizada de la
clase obrera en lucha por la libre igualdad solidaria, asentada, entonces, en
un “centralismo democrático” en que las
decisiones que adoptaba la dirección -“el
Partido” era clandestino- se seguían sin duda por la organización, siendo,
pues, básicos un mando democrático y una militancia rigurosa y disciplinada que,
desde la crítica/autocrítica marxista, adoptan y ejecutan lógicas decisiones
justas, depuran con rigor a quien incumpla e intensifican -¿qué fue de aquellas
“Comisiones Obreras”?- el vínculo partido-proletariado,
lo que, con aciertos y errores, estudia Lenin en “Un paso adelante, dos pasos atrás”. “Crisis en nuestro partido” a partir de, en 1.903, la división
del Partido Obrero Socialdemócrata de .Rusia
en dos facciones: bolchevique y menchevique.
Lo poco verificable de tan buena idea y cierta laxitud
en la cúpula del comunismo, tan luchador, serio y heroico en su sólida, llana militancia,
le permitió degradarse hasta lo actual, en la URSS como en la España legataria
del cruel Franco al que, aquí hoy cadáver inane, Yolanda/Evita, heroica, arranca
la medalla del trabajo y el “progresismo
psoecialista” vocifera a su cadáver, tras haber vacado cobarde, silencioso los
40 años de dictadura del general rechoncho y bajo con voz de eunuco al que Vox añora, abandonando a los comunistas
en la lucha contra él por libertad e ideas para, en “la transición”, inflada la PSOE con sucio dinero del peor capital, rematarlos.
Así, tras la derrota de lo construido en torno
a Marx a manos de la torpeza/ignorancia/enfermedad de la dirigencia comunista y
-en especial- del sucio interés del capital, la CIA y la viciada socialdemocracia alemana que, contra el PCE, apoyó
a “Isidoro y su troupe”, novedosos trileros
sevillanos, no hay sustancia y su lugar lo ocupa hoy, junto a la mercantil PSOE, el populismo burgués que, sin
rubor, se dice “progresista”, exactamente
definido, con apoyo en Jean Claude Milner, por el filósofo Giorgio Agamben como
“principio en cuyo nombre se cumple el
proceso: transigir” en todo, ceder la revolución ante el capital, la
inteligencia ante la televisión y la publicidad, la libertad de expresión ante
el Estado-espectáculo, el medio ambiente ante el desarrollo/crecimiento, la
ciencia ante la opinión,…
Añade el filósofo italiano que fue de tan siniestro
modo como “la clase obrera fue desarmada espiritual
y físicamente por la socialdemocracia alemana antes de ser entregada al nazismo”
lo mismo que, aquí ahora, nos distraen de cifras como que, mientras en 2022 la
delictiva violencia de género asesinaba en España 49 mujeres, un 33%
extranjeras, ese año, morían por el tabaco 54.000 personas y por el clima 11.324,
se suicidaban, entre ellas muchos jóvenes, 4.097, se mataban en siniestros de
tráfico y laborales, no siempre accidentales, 1.145 y 826,…a causa de la
desigualdad abusiva que impone el 1% enquistada, sin que, salvo en el caso de
la 49 mujeres, por el que se ha privado de presunción de inocencia al 50% de España
y a otras cosas que no molesten a la muy minoritaria dañina minoría, las
burguesas “progresistas de retaguardia”,
que -sin el riesgo personal de cuando Franco- aquí ahora -susurrantes- se dicen
“comunistas de vanguardia”, reparten
migajas y callan.
El más “progresista”,
aficionado a pactar y transigir lo que sea con quien sea, al contrario del rey
de la fábula, quedó desnudo a la vista de todos, hecho pulpa en un
espectáculo/debate televisivo en el que, tras varios días meditando con un
ejército de asesores -pagados por todos-, el petulante que lleva años
(ab)usando del ventajismo legal que son los sistemas y tiempos mediáticos y
parlamentarios, fue vapuleado por un taciturno funcionario gallego que,
manejando una dialéctica y datos que no vale -tras callar en el debate- tildar
ahora de falsos, dejó claro a los mirones a quienes nos da -casi- igual uno o
el otro que, fuera de la planta de señoras de su gran superficie, el fatuo del
gineceo es solo verborrea, evidencia del “progresismo
de retaguardia” que muestra El Roto y él usa fingiendo suplir a la, hoy
silenciada, “vanguardia del proletariado”
leninista.
Coda.- ¿Qué diferencia de matiz ve la “burguesía progresista” entre una
simple/sangrienta corrida de toros y el salvaje machismo, que tan bien narró el
machista Hemingway en “The Sun Also Rises”,
en castellano “Fiesta”, de “los sanfermines”?
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