76 Los domingos, cavilar
Capitalismo vs comunismo
Fernando Merodio
27-10-2019
"El poder no da nada sin exigírselo. Nunca lo ha hecho y nunca lo hará." (Frederick
Douglass).
“Había algo más, el PCE no solo era
el partido del antifranquismo; lo era, desde luego, pero era sobre todo el
partido de la revolución, del socialismo, vividos como expectativa por un grupo
de amigos”. (Santos Juliá “Camarada Javier Pradera”).
El peor daño que generó la caída del muro de Berlín -del que en casa guardo un pequeño
resto- es la dominante y perversa idea de que el
capitalismo, neoliberalismo ahora, el sistema socio-económico que, a partir de
la propiedad privada de los medios de producción, genera injusta desigualdad, impone
al capital sobre el trabajo y distribuye la riqueza a partir de las triquiñuelas
del mercado, “no solo es el único sistema
socio-económico viable, sino que es imposible imaginarle una alternativa”, idea
reforzada por la funesta práctica política estalinista y derivada, difundida
por los medios de modo insistente y distorsionado, dificulta ad infinitum todo intento cabal de
ajustar al caos actual las ideas filosóficas, políticas y económicas de Karl
Marx (1818-1885) y Friedrich Engels (1820-1895) que, frente al capital, definen
una sociedad sin clases, igualitaria, que otorgue valor el trabajo, con el
materialismo histórico como método de análisis de la realidad que influye en muchos
sistemas económicos, políticos y sociales,
ideas, repito, hoy dañadas por la práctica política soviética, china,... y la
mayor deformación de su realidad por el malicioso (ab)uso de los ruines voceros
del poder mediático, neoliberal, muy conservador, controlado por el capital.
Marxista inteligente,
positivo, Antonio Gramsci (1891-1937), fundó, junto a Amadeo Bordiga y otros,
el partido comunista italiano, pasando casi toda su corta vida adulta en la
cárcel, donde murió víctima de su mala salud y el maltrato, tras haber abandonado
la idea del "determinismo económico"
-la relevancia que Marx y Engels daban a la economía para analizar la realidad
e influir en ella- y abierto paso a su fértil diseño de la "hegemonía" cultural basada en la
razón que, impulsada por la acción política en la calle, triunfaría en la
sociedad generando cambios; un concepto, el de "hegemonía", y una
praxis, la de acción política, que funcionaron en el potente PCI de 1970-1980, enfrentado
a las teorías y las prácticas soviéticas, maoístas,..., y que llegó a ser
hegemónico en Italia, hasta que, entre otras causas, el seísmo que fue la caída
del muro y la apisonadora en que tal caída convirtió al capitalismo sin el
recato que, pese a sus muchos defectos, le imponía el comunismo soviético, en una
locomotora sin freno que impuso -aún más- su cruel hegemonía fáctica en todo el
mundo, práctica de ordeno y mando porque puedo y quiero, no la hegemonía racional
marxista que proponía Gramsci como base socio-política de lo que por un breve,
ilusionante e iluso período de tiempo, se llamó eurocomunismo, serio en la Italia de Berlinguer y poco debatido en
España, quizás por los acuciantes problemas que entonces había para los
comunistas del PCE antifranquista de Santiago Carrillo.
Hoy se ha impuesto la
siempre abusiva hegemonía del capital apoyado por la -torva, falsa- publicidad
de sus medios de comunicación, el "ordeno y mando" impuesto, sin
ideas que no sean su egoísmo, crueldad ilimitada a la que (pre)ocupan la
desigualdad, la miseria, el hambre, las migraciones e injustas muertes en todo
el mundo,..., a lo que ahora se une la muy alarmante aceleración e incremento
que su totalitario dominio impone al tétrico viaje que nos lleva a la -no
antropogénica, generada por el hombre-, "capitalgénica" -causada por
el capital- destrucción cada día más evidente de nuestro único planeta; una abusiva
y muy dañina hegemonía irracional que, con urgencia, deberemos desmontar, para
imponer la que, lógica, política, apoyada en el consenso social y también
egoístamente conveniente, proponía Gramsci.
Para empezar aquí
cerca esa lucha de la razón mayoritaria contra el egoísta abuso del dinero y sus
infames voceros, habrá que desmontar la insidia -una más- de un abusivo, cansino
sermón totalitario/liberal semanal que en El
Delirio Montañés, sin posible respuesta en ese medio, perpetra M.A.
Castañeda, ignaro, inculto, burdo ariete del depredador, destructivo capital
que le patrocina; se trata de su homilía del 20 de octubre, "Contra fascistas y comunistas", en
la que injuria lo que, perturbado por odio irracional, considera comunismo, a
cuyo fin mezcla churras con merinas y ni siquiera intenta diferir, ¡tendría que
leer!, el odioso régimen soviético y sus sucedáneos de la solidaria y sólida arquitectura
de ideas filosóficas, políticas y económicas que Marx y Engels levantaron frente
al capital que él idolatra; comunismo-socialismo -no confundir con la PSOE- que
intenta abrir paso hacia una sociedad igualitaria, sin clases, que valore con
justicia el trabajo, una idea e intención que, visto dónde nos ha llevado el
capital, resulta más que lógica y empuja a intentar profundizar en ella.
Ágrafo ex-director de
un delirante panfleto, dice apoyar su exabrupto en una -muy criticada-
resolución de la -neoliberal e inane- UE, que, con menos osadía que el
"jefe" de un Ateneo que fue Popular, denunciaba al régimen soviético
de Stalin y sus adláteres, sin que el "fino escribidor", "reporter Tribulete" que ya que el
Pisuerga pasa por Valladolid da una placentera lamida al capital, sepa distinguir
a la URSS y Stalin de los marxistas/comunistas, un serio matiz cultural y, para
un español que se hubiera sentido mínimamente antifranquista, una pizca de gratitud
y afectividad histórica, algo que explica que, cuando empezaba a ser el
plumilla que es, tratara tan mal a los abogados que, dentro del PCE y aquellas
Comisiones Obreras, intentaban ayudar a los obreros y a los que, de verdad, se
la habían jugado y se la jugaban contra Franco.
Los comunistas
españoles, solo ellos y otros pocos más, se enfrentaron al dictador, fueron
detenidos, torturados, encarcelados, fusilados,... y, solamente por eso, cuando
los más tibios entonces que, con mínimas excepciones, pasaron de vacaciones esos
40 años de su larga historia, alardean de sacar un cadáver añejo de Cuelgamuros
-no digan Valle de los Caídos, nombre franquista-, merecen un respeto y el
reconocimiento de que, como tan bellamente escribió Santos Juliá para
homenajear a un comunista, en aquellos duros años de clandestinidad en los que
la gran mayoría de los españoles, en el mejor de los casos, eran pasivos
consentidores, “había algo más, el PCE no
solo era el partido del antifranquismo; lo era, desde luego, pero era sobre
todo el partido de la revolución, del socialismo, vividos como expectativa por
un grupo de amigos”; simplemente por ello, esos comunistas se merecen, al
menos, silencioso respeto.
Aún tengo amigos
vivos, es una suerte, que sin esperar nada que no fueran, apoyadas en la
Ilustración, la libertad e igualdad que nos legaron los revolucionarios
franceses, sufrieron detenciones, verdaderas torturados y muchos años de
cárcel, siendo ellos, junto a los ya muerto para conseguir "esto", quienes
me obligan a intentar que, al menos, ningún miserable, tenebroso hasta en su
físico, impunemente les insulte abusando de derechos como la libertad de
reunión, expresión e información, por las que ellos tanto sacrificaron.
Recuerdo a todos que
Franco murió en la cama hace 44 años, con muy escasos reproches y oposición que
no fuera la comunista, ya no está ni en Cuelgamuros, la PSOE le ha llevado muy
cerca de donde, impertérrito y mediocre, firmaba cárceles y muertes, démosle de
una maldita vez por muerto/enterrado y hagamos frente al enemigo de siempre, el
capital que abusa del hombre y destruye el planeta, y que, por supuesto, como
su vocero, no quiere ni oír hablar de Marx, Engels y esos comunistas que, nadie
sabe por qué, siempre han estado, están y estarán frente a él.
Aviso para paseantes distraídos. Frederick Douglass
(1818-1895), de raza negra, que escapó de la esclavitud y fue líder nacional
del movimiento abolicionista en los USA, desde su brutal experiencia nos marca
el camino a seguir: "El poder no da nada sin exigírselo. Nunca lo ha hecho y nunca lo hará". Pues eso.