domingo, 1 de septiembre de 2019

68 Los domingos, cavilar (Des)información y estupefacción Fernando Merodio 01-09-2019


68 Los domingos, cavilar 

(Des)información y estupefacción 

Fernando Merodio 

01-09-2019 

“Sea el macropoder del Estado o de los grupos de comunicación o el micropoder de todo tipo de organizaciones se basa en el control de la comunicación y la información" (Manuel Castells. "Comunicación y poder") 

En el sorteo de la fase de grupos de la Champions 2019/20 Eric Cantona -léase Cantoná, con acento-, jugador francés izquierdista, autor de la muy sancionada patada kung fu a un ultra del fútbol situado en primera fila, al ir a recoger el Premio Presidente de la UEFA mostró que algo iba a pasar, y pasó; el que fuera legendario jugador del Manchester United, gesto serio, barba hirsuta, gorra calada, sin traje, con camisa roja, gafas colgadas al pecho, vaqueros y botas, sin protocolo explicó: "Somos para los dioses lo mismo que las moscas para los niños. Nos matan por diversión. Pronto la ciencia no sólo será capaz de frenar el envejecimiento de las células, pronto las reparará y la dejará como nuevas y seremos eternos. Solo los accidentes, los crímenes, las guerras nos matarán, pero desafortunadamente crímenes y guerras se multiplicarán. Amo el fútbol. Gracias". Lo hizo en la simbólica y pasmada presencia de dos iconos actuales, Messi y Cristiano, tan buenos futbolistas como injustos ricos e irrelevantes seres humanos; en tiempos de asquerosa desinformación en lo público Cantona fue, según, un agradable soplo de aire fresco o un molesto jarro de agua fría. 

Nadie lo esperaba y para todos, en ambiente poco propicio y con altavoz mediático, dijo algo cierto -con forma- inteligente, para vergüenza de los corruptos medios de comunicación, que dañan nuestra libertad en el uso de los dos -complementarios y fundamentales- derechos: a expresarnos y a informarnos que, para ser reales, exigen pleno ejercicio simultáneo de ambos, pues el segundo -ser informados- solo es real si el primero -publicar hechos e ideas- es universal e igual; solo hay libertad si todos podemos dar y recibir esa información en situación de igualdad, sin otro límite que ser veraces, como hizo Cantona. 

Aquí ahora, falaz, El Delirio, al tiempo que loa tal libertad y dice que es sustento de “su democracia”, sólo él la administra y usa a su conveniencia, abusando del resto en el ámbito pasivo (recibir información) y activo (transmitirla), limitando su disfrute a la triste apariencia del formal ejercicio ínfimo de leer lo que ellos deciden. 

Son ejemplo de campaña salvaje, falsaria e insoportable las seis o siete primeras páginas consecutivas -merecedoras de tesis en la universidad- que hace años utilizó el panfleto de Vocento, capital bancario y eléctrico, en especial vasco, contra ACPT o, más preciso, a favor de E.On, Viesgo o como entonces se llamara el injusto "negocio" de Antoñanzas, eléctrico ex-consejero delegado de El Delirio que, para dulcificar la ilegal y dañina implantación de un tóxico transformador de media tensión en un edificio de viviendas de Lasaga Larreta, en Torrelavega se inventó un simulacro de ridícula carrera en la que disfrazó a los participantes de mineros con una publicitaria linterna frontal barata, acusando a la radical Agrupación, en especial a su líder Iván Martínez, de inhumanos delitos por haber obstaculizado su publicitario mamarracho, para lo que fabularon alarmantes hechos en seis o siete influyentes primeras páginas que, en los presionados juicios, no fueron considerados ni siquiera falta, hoy delito leve y ayudaron a que ACPT, en lugar de uno, hoy tenga dos concejales; los firmantes de la infamia ni han pedido disculpas por el abuso ejercido por los dueños del medio con los que, sumisos mandados, ellos colaboraron abusando del privilegio de hacer públicas ideas, opiniones, hechos,… y cobrar por ello, ocultando su complicidad tras presiones que dicen sufrir de quienes les mandan. 

Es ello peligro cafre para nuestras libertades y exige potenciar el “periodismo ciudadano” de los que, sin cobrar, informan, para la que el Relator especial para la libertad de expresión pide, en su Informe al Consejo de Derechos Humanos de la ONU de junio de 2012, especial protección, pues “desempeñan un papel de creciente importancia al documentar y difundir noticias sobre acontecimientos en los que participa” en tiempos canallas y en un mundo tan sobrado de información como desinformado que, como denuncia la inteligente novelista mexicana Valeria Luiselli, "atraviesa uno de sus momentos más oscuros y no hay respuesta civil". 

Debemos utilizar el arma de que, más incluso que a la coacción legal, los poderosos teman lo que de ellos podamos saber y a que lo digamos, prueba cierta del valor que tiene el control de la comunicación, que Chaves Nogales describió como razonar causas y efectos y contarlo “más fielmente incluso de lo que uno quisiera”, sabiendo además que cuando creamos perdida la batalla por una información veraz deberemos recordar que es batalla en defensa de los derechos del hombre y el ciudadano, revolucionarios logros de la inteligencia, la Ilustración. 

Controlar la descontrolada ambición del capital exige ahora vigilar la generación energética en la inexcusable urgente lucha contra la destrucción del planeta, en la que aquí representa al capital depredador un patético holograma, Viesgo, empresa que, en teoría, prestó servicios básicos, tuvo irracionales simpatías locales por su imagen cántabra y ahora es especulación pura y dura: en 1983 la compró, ¡siempre benéfico!, Banco Santander y luego, sucesivamente, Endesa, Enel, italiana, E.On, alemana y, a partir de 2015, Macquarie y Wren House, fondos de inversión opacos, que vendieron la generación y comercialización a Repsol, sin que de ello podamos culpar, para exculparnos nosotros, a Franco, ya muerto antes; sólo fue sucio negocio. 

Hoy Viesgo es Repsol, gas, CO2, metano,..., industria contaminante que ansiosa liba la fuerza del trabajo que domina desde la propiedad del medio de producción y, con el financiero trueque de capitales, succiona dinero improductivo, por lo que es urgente que si en ella -como se llame- hay aún sindicatos, informen para que hasta los niños puedan saber qué es e incluso que no pueda ocultar que en 2017 era la octava industria de España que más toneladas de CO2 emitía y que, pese a ello, Revilla, jefe de lobbystas de la administración, se reúna con el hiperactivo Antoñanzas y los fondos opacos Wren House y Macquarie, que no se fueron con Repsol, siguen aquí libando, para limpiar su imagen dando en El Delirio, siempre servicial, los datos de un plan de inversiones publicado en el BOC hace más de cuatro meses, el 26 de abril.


El uso que de nuestro derecho a la información hacen los -propietarios de los- medios se evidencia en la larga gacetilla que, ocupando íntegra su buena página 3, publicaba el pasado 29 El Correo -que antes fue Español- mostrando alarma porque una mínima parte de la línea de evacuación de un parque íntegramente instalado en Cantabria pudiera dañar territorio de Vizcaya, noticia servilmente reproducida, el mismo día, sin cambiar ni una coma, con integra (in)exactitud, por el mismo Delirio que oculta a los cántabros los cuarenta y tantos agresivos parques, cientos de molinos gigantes y Mw, líneas de alta tensión, subestaciones,...., que, ¡viva su libertad de expresión e información!, amenazan destruir nuestro territorio.


Lejos de aquí, Greta Thunberg, niña autista de 16 años no experta en navegación marina, avergüenza a millones de estúpidos turistas al viajar desde Europa a New York en un pequeño barco sostenible para evitar el dañino avión; un simple gesto, lo sé, pero que hace daño pues todos los medios lo callan. Estemos atentos a ella y a Bolsonaro, amigo de Trump y Johnson, en su ardua tarea de dejar al mundo sin pulmones al quemar la Amazonía y superar en incendios incluso a África. 

Los idioteces de los "revolucionarios amnésicos" de que, como lloró Arias Navarro, Franco ha muerto, unidos a nuestro silencio ante "lo de Viesgo", lo catalán y vasco, el nivel de los políticos, la (in)justicia, la desigualdad,..., posibilitan a ignaros, corruptos y sinvergüenzas controlar la electrificación -¿no será electrocución?- del mundo. 

Libertad es Cantona y sería que El Delirio, al que se la envío, editara esta opinión.

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