domingo, 2 de diciembre de 2018

28 Los domingos, cavilar Información y poder Fernando Merodio 02-12-2018


28 Los domingos, cavilar

Información y poder

Fernando Merodio

02-12-2018

Si se quiere que esto cambie, la primera fatiga, previa a todo, es inmiscuirse

Explica Marx que "la ignorancia jamás ha ayudado a nadie", alguien dijo que "con frecuencia se sobrevalora el poder de la prensa y a veces se minusvalora su miseria", lo sopeso, tengo en cuenta que el poder controla la información, mis leves derechos y el respeto que me debo para claudicar en el penúltimo intento, candoroso, de usar los medios de comunicación de masas para difundir lo que pienso; abandono su opresivo corsé, ahora Alerta,... pero no dejo de cavilar en domingo y explicarlo.

Intentarlo es, quizás, un hábito anticuado, afán de advertir a otros de los palos que, por bisoñez, se arriesgan, intento de ejercicio pleno del derecho a informar/informarse y sapiencia de que la comunicación libre y veraz sólo precisa conocimiento honrado y posibilidad de difusión.

La buena comunicación sería fácil en los mass-media pero, unos más que otros, todos son falaces y, mientras loan la información como cimiento de lo que llaman democracia, los controla el capital que muta la información en trampantojo, engaño, ficticia versión de la realidad; además, en su engranaje apena que los asalariados que difunden hechos, ideas, opiniones,… no se esfuercen en hacerlo para todos y no sólo para quien les paga, pues es cierto que el periodista es un asalariado que malvende su fuerza de trabajo para sobrevivir, pero también lo es que hay distintos modos, más y menos dignos, de contratar esa venta.

No suelen dar el valor que Rosa Luxemburg, asesinada por decir y hacer lo que pensaba, dio a la libertad: "Libertad sólo para los partidarios del gobierno, sólo para los miembros de un partido, por muy numerosos que sean, no es libertad. Libertad es siempre libertad para los que piensen de otro modo. No por el fanatismo de la 'justicia', sino porque todo lo vivo, sano y purificador de la libertad política depende de esta esencia y su efecto falla cuando se convierte en privilegio”.

La libertad de expresión, unidireccional, no es reversible, es comunicar sin manipular hechos reales que muestren las contradicciones sociales y hacerlo para todos, base de las demás libertades, exige verdad y, además, objetivar en los medios un espacio para el llamado “periodismo ciudadano”, el que narra lo vivido, para el que el Relator especial para la libertad de expresión de la ONU pedía en su Informe al Consejo de Derechos Humanos de junio de 2012 especial protección, pues “desempeña un papel de creciente importancia al documentar y difundir noticias sobre acontecimientos en los que participan” y “aumenta el acceso a fuentes de información, estimula los análisis informados y promociona la expresión de opiniones diversas en momentos de crisis”, como los que ahora vivimos.

Tiempo canalla, un mundo tan colmado de información como desinformado exige libertad de todos en el uso de los medios y dice Manuel Castells, “Comunicación y poder”, que éste, “sea el macropoder del Estado y de los grupos de comunicación o el micropoder de todo tipo de organizaciones, se basa en el control de la comunicación y la información”, por lo que cualquier intento de implantar un contrapoder justo exige romper aquel.

Será una guerra cruenta en la que los poderosos temerán, más que la coacción legal, lo que de ellos sepamos y podamos contar; debemos, pues, explicar quiénes son, difundir lo visto y vivido, hechos, ideas, causas y efectos, juzgarlo todo y contarlo como Chaves Nogales, “más fielmente incluso de lo que uno quisiera”.

Arquetipo de aquí ahora, habría que desmontar el trato de favor de que gozan algunas empresas y nombres, base de su poder y abuso, asentado esencialmente en su posición de dominio -son ejemplos, Miguel Antoñanzas, Viesgo/Repsol, y Rodrigo Echenique, Banco Santander- en el consejo de administración de Vocento, ya saben, El Diario Montañés, omnipresente y dañino.

Además de los mass-media, no hay que olvidar los espacios que afianzan el sistema de dominación: iglesias, escuelas, ateneos, clubs sociales, entornos deportivos, calles, plazas, cines, teatros,..., lugares de encuentro, del tiempo, del contacto humano, de la comunicación directa no mediatizada, que el capital, poder dominante, privatiza y controla, coartando esa forma esencial de la libertad de expresión, a la que sustituye por una comunicación tecnológica dirigida, que genera una información que mantiene la ignorancia.

Aquí ahora, hay que explicar y debatir, sin pausa ya, la humillante ilegalidad del Centro Botín, la, al menos, inepta acción los Gobiernos Revilla: el ilegal "concurso" y la actual barbarie eólica, el agujero negro de Comillas, el derribo de la Diputación y sus planes de futuro, qué pasa con el PROT, nuestro patrimonio cultural, el ferrocarril,.. y, en general, el injusto abuso de la moda feminista, la insolidaria rebelión penal de los independentistas, la dañina y egoísta ineptitud del populismo, se diga de izquierda (¿) o derecha,... y, al tiempo, empezar a hablar y actuar en las soluciones de lo en verdad importante, la desigualdad.

Coda. Si se cae en la tentación de rendirse en la guerra por una información ajena a la dominante y aceptar la humillación de su único, inculto y falso relato, recordemos que luchar para impedir que nos roben derechos es la esencia del hombre-ciudadano.

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