domingo, 23 de marzo de 2025

Lo cotidiano.96 De la tiranía y quienes la consienten Fernando Merodio 23/03/2025

Lo cotidiano.96

De la tiranía y quienes la consienten

Fernando Merodio

23/03/2025

Es urgente apremio, hoy, actuar cómo el Robespierre que, férreo y sabio, dijo que “cuando el gobierno viola los derechos del pueblo, la insurrección es para el pueblo el más sagrado e indispensable de los deberes”, para que, rápido, el 10 agosto 1792 el pueblo francés, alentado por jóvenes y en el camino marcado por la Ilustración, tomó el palacio de las Tullerías y echó a quien -allí ayer rey/nobleza- le tiranizaba.

EL Roto 01/12/2024

Más a los segundos, son muchos, que a los primeros, aunque en general malos, muy pocos

Tiranía -si es unipersonal se llama “autocracia”- es término que proviene del latín, “tyrannus”, “déspota”, “opresor” y designa la forma de gobierno que, incluso cuando nace en votación, desprecia la Ley, identificando el Diccionario filosófico de Voltaire al tirano como “déspota que no conoce más leyes que su capricho” y fijando Locke en sus Dos tratados sobre el gobierno civil que “donde termina la ley comienza la tiranía”, siendo, pues, tirano quien, tras imponerse a otros, los manda sorteando ley y moral” y, así, las Siete Partidas de Alfonso X, Libro de las leyes,enciclopedia humanista” castellana del siglo XIII, dice que, ¡atentos!, “los reyes son guardados por ciudadanos con sus armas, mientras el tirano lo es por mercenarios extranjeros” y llama tirano al “Señor, que es apoderado en algún Reyno, o tierra por fuerza, o por engaño, o por traycion. (…), ama más de facer su pro, maguer sea daño de la tierra, que la pro comunal de todos (…) y dixeron los Sabios antiguos, que vsa de su poder siempre contra los del pueblo”, lo que, en castellano actual, lo identifica con quien impone un poder ilícito en -solo- su interés y usa, con lesa majestad, al Estado contra el pueblo, dejando, a inicios del XVI, Maquiavelo un magnífico análisis político de él en sus dos sentidos clásicos: forma de adueñarse del poder y/o modo de ejercer el mismo.

Hoy, la cosa electoral -quien vote- ha hecho que, entre los más ricos tinglados políticos, el PP, derecha ufana del opaco Feijóo, se siente en 137 de los 350 escaños del congreso, mientras, liberal-progresismo y cosas peores, la PSOE del rozagante se atornilla a 16 menos, 121, pese a lo cual, una enfermiza aritmética que suma rivales, incluso enemigos -me enseñaron, de niño, que manzanas y peras no son sumables- ha hecho que éste sea falso ganador, “por fuerza, o por engaño, o por traycion”, tras pactar con egoístas, golpistas, amigos no contritos de asesinos, coercitivos conserjes de su caverna de poder que, con sus pocos votos, están forzando un ilegal cambio en la estructura estatal, a partir de acuerdos basados en -solo- espurio interés que, por sus funestas secuelas, repudian -filosófico pensar- Hegel, el propio Marx o, más cerca, Agamben, Foucault,…, por lo que quien aquí manda con poder emanado -El Roto explica cómo- del pueblo, lo hace, apestando a corrupción en su entorno personal y político, imitando, cutre, a Talleyrand/Fouchè, y su pútrida mezcla de maldad y vicio.

El Roto

El avión podría ser el “Falcon” y las setas, de un país de enanitos

Son rasgos históricos, “quid pro quo“ en su acción política, del tirano: 1) lograr que “los de su Señorío sean necios e medrosos, porque quando tales fuessen, non osarían levantarse”, buscar que 2) “(…) ayan desamor entre si, de guisa que non se fien unos de otros, pues mientras en tal desacuerdo bivieren, non osaran fazer ninguna fabla contra él, por miedo (…)” y 3) “fazerlos pobres e meterles a tan grandes fechos, que (…), nunca les venga al corazón (…) fazer cosa que sea contra su Señorío”, lo que, en castellano actual, significa, todo ello evidente hoy aquí 1) fomentar la ignorancia cobarde, base de la “tiranía”, 2) dividir la sociedad, mermando la confianza en el otro y 3) repartir migajas que Evita  Tocino -sumadora- dice igualitarias y son -solo- germen de pordioseros sumisos al Estado tiránico, por lo que para luchar contra tales rasgos, debemos utilizar la -desusada- fatiga de: pensar en cómo quien aquí hoy manda es una caduca antigualla que, cierto, hereda al tripudo de voz aflautada, que provocó la vacación de los suyos, siendo un mandamás que, fuera de su empresa/partido, no existió ni existe, siendo su -único- “mérito” verse guapo burgués apolillado, vestir prieto y bambolearse procaz entre ineptos, para, ¡ay!, a la hora de la verdad, sentarse púdico con las rodillas juntitas a un lado, siendo estricto modelo jurídico-política- de tirano.

Es tiempo de rauda destrucción de la Tierra -hoy, hasta el Manzanares parece río- por nuestro estúpido egoísmo consumista y ese crecimiento ilimitado que no frenan ni la corrupta economía/política, ni una Justicia -cobarde o cosas peores- de jueces fijos, poco capaces, ufanos de conocerse, en un país en el que quien manda -del modo visto-, hace como última aportación ideológica una lapidaria, veleidosa frase: “Rearme no me gusta” y exige dar otro nombre a lo evidente que, sin informar a las Cortes, quiere dotar del estatus de Innombrable que -“Seré yo, será el silencio, allí donde estoy, no sé, no lo sabré nunca, en el silencio no se sabe, no puedo seguir, seguiré”-, absurdo y claro, detallaba el premio Nobel Samuel Beckett, siendo lo más grave que, además seguro, ni se entera quien es incapaz de dotarnos de la esencial ley socio-política, el presupuesto anual y, además ilógico, alardea de liderar un ilógico, insano, destructivo crecimiento, sin tener -ni siquiera se le pide- ninguna responsabilidad en nada de lo que -malo- ocurre -el robo de los bozales lo perpetraron Ávalos, Koldo,  el duque de Feria, la “cosa” de Ayuso u otros “listos”, las muertes en la Covid19 que, sin pudor ni castigo, burdamente manipularon Salvador Illa y Fernando Simón, son, todas, culpa de los asilos de Ayuso en que se depositan viejos, parece que solo en Madrid, no supo nada de la “dana” en Valencia, ni tenía competencias, siendo responsabilidad únicamente de, inútil/idiota, Mazón,…-, siendo cierto -no excusa- que el Estado está maniatado por sus insanos egoístas/socios-avalistas, que ya empiezan a fijar la forma “innominada” en que nuestro raro país -casi tantas naciones como individuos- quiere afrondar el tétrico final a que nos conducen -cada día más ególatras e incapaces- quienes mandan en el mundo, pretendiendo, sin dejar intervenir a nadie que no sea él,  hacer mediante -arquetipo de fraude legal- un decreto-ley, del que esa Constitución que tiene un cancerbero titular, Conde-Pumpido, hábil en buscar urgencias y extremas necesidades bajo las piedras, dice en su artículo 86 que -exclusivamente- “en caso de extraordinaria y urgente necesidad, el Gobierno podrá dictar disposiciones legislativas provisionales que tomarán la forma de Decretos-leyes”, sin rozar el “ordenamiento de las instituciones básicas del Estado”, los derechos, deberes y libertades de los ciudadanos”,…, por lo que -se diga como se diga- “rearmarnos” es anticonstitucional en el fondo y ultraja al resto, en especial a las Cortes, en la forma y, siendo pacífica sincronía en que tyrannus” es déspota sin más ley que su capricho y que donde acaba la ley se inicia la tiranía, si valoramos -solo- los muy graves daños que al resto, siervos, causaría el “rearme” que, pervirtiendo -al menos- el lenguaje, se intenta dotar del disfraz de innominable, nadie podrá dudar en, lógico, atribuir a quien lo hace la odiosa índole de “tyrannus” para, como tal y, en principio, solo jurídicamente, tratarle. 

El Roto 16/03/2025

El sueño de la razón ¿produce monstruos?

Coda sobre peligrosas contradicciones.- Dice El Delirio Montañés -y, sin esperanza, desearía que simplemente fuera uno de sus muchos bulos- que, en un mundo jurídico ajeno al del -visiblemente impune presunto- tirano “la fiscalía -pero, ¿todavía hay fiscales?- pide 6 años de cárcel para el acusado de estafar 7.000 €”. Sin comentarios.

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